Responsabilidad Social Empresarial by Publicayo

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La Responsabilidad Social

Más que una moda, el compromiso del sector privado con la sociedad es una necesidad. Conversamos con expertos para aproximarnos a los principios básicos de la RSE.

empresarial

l sector empresarial es un pilar en la sociedad: trae riquezas, es la principal fuente de empleo, un espacio ideal para el surgimiento de desarrollo tecnológico y prácticas de eficiencia. Este rol protagónico implica también responsabilidad en relación a situaciones de inequidad, injusticia y malas prácticas, que han afectado de manera profunda a sectores amplios de la sociedad. Tener conciencia de esto, gracias a la demanda de ciudadanos, gobiernos, consumidores y de la misma empresa, ha llevado a que este último sector evalúe sus prácticas y tenga cada vez mayor conciencia de cómo su proceder puede marcar la diferencia. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) surge como una necesidad de cambio en relación a la cultura corporativa. Se ha visto imprescindible, para que las empresas sean sostenibles, que ellas conciban su finalidad más allá Suplemento comercial

en el ADN

de la generación de capital, sino como un actor clave que puede contribuir a la protección del medioambiente y a mejorar la vida de toda la sociedad en conjunto. Respecto al surgimiento de la RSE en el Ecuador, Roque Morán Latorre, Presidente Ejecutivo del Instituto de Responsabilidad Social Empresarial del Ecuador (IRSE), comenta lo siguiente: “Varias empresas, de excepción, venían aplicando la RSE; si bien es cierto, sin una metodología estructurada y técnica, sí, con el concepto auténtico de la RSE. El advenimiento de “Sostenibilidad”, “Desarrollo Sostenible”, “Responsabilidad Social” y otras iniciativas con sus herramientas y contenidos, permitieron a esas empresas, y otras, aplicarla de forma adecuada; esto sucedió aproximadamente desde el año 2005, gracias al pensamiento ético y responsable de líderes empresariales, pioneros en RSE”.

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Definición de Responsabilidad Social Empresarial de la Norma Internacional ISO 26000: “Es la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que: ● Contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; ● Tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas (stakeholders); ● Cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento; y ● Esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones”

Fuente: ISO 26000 visión general del proyecto

diferencia de éstas por buscar el desarrollo sostenible de la empresa y de su entorno, afirma Alvarado. Roque Morán advierte que, de todas maneras, todavía queda mucho por hacer: “Caminamos 20 años en este cometido y me permito un criterio con base en la experiencia de haber trabajado con más de 100 instituciones en nuestro país. Me apena y me duele afirmar: las empresas, la gran mayoría de ellas, la mal usan [la RSE] como un “descargo de conciencia”, para pretender mostrar la “cara limpia” de sus operaciones; pero, en el fondo, pocas, excepcionales, tienen arraigado en su ADN, en su cultura organizacional, el verdadero sentido de la RSE, otras la manipulan como marketing social, como maquillaje de imagen”. Según Ricardo Alvarado, representante del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), “El concepto de RSE se comenzó a manejar en los Estados Unidos a finales de los años 50 e inicios de los 60, luego de la guerra de Vietnam y la aparición de otros conflictos como el Apartheid”. En el Ecuador el concepto de RSE comenzó a darse a conocer a partir del año 2000, principalmente por la llegada de directrices globales desde algunas multinacionales, así como de la incorporación del tema en las agendas de diferentes organismos de cooperación. Si bien desde hace mucho más tiempo las empresas han realizado acciones benéficas y filantrópicas —sin desmerecer su relevancia— , el concepto de RSE se

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Roque Morán Latorre Presidente Ejecutivo del Instituto de Responsabilidad Social Empresarial del Ecuador (IRSE)

Pacto Global y Desarrollo Sostenible

La manera que tiene el sector empresarial para vincularse a la Responsabilidad Social es comprometerse, según los estándares más altos, a alinearse a prácticas que promuevan el desarrollo sostenible. Un ejemplo paradigmático de este tipo de compromisos es el Pacto Global, iniciativa empresarial que vincula a organizaciones comprometidas con cambiar el mundo. Las empresas, para adherirse al pacto, deben asumir diez principios en relación a cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anticorrupción. Según la página web de Pacto Global Red Ecuador, más de 9200 empresas se han sumado a esta iniciativa, además de más de 2900 organizaciones de 168 países. A nivel nacional la red está conformada por 152 miembros, que involucran actores tanto del sector público como del privado. Parte del Pacto es colaborar con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por la ONU para la Agenda 2030.

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Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Mundiales, son un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. Estos 17 Objetivos se basan en los logros de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aunque incluyen nuevas esferas como el cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible y la paz y la justicia, entre otras prioridades. Los Objetivos están interrelacionados, con frecuencia la clave del éxito de uno involucrará las cuestiones más frecuentemente vinculadas con otro. Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

A pesar de la importancia de la alineación a los ODS, según Jimmy Andrade, Director Ejecutivo del Consejo Empresarial para el Desarrollo sostenible del Ecuador (Cemdes), pocos países han demostrado un “compromiso tangible y medible” respecto a la implementación de la mencionada Agenda 2030, cuyas metas y horizontes son, de todas maneras, considerablemente ambiciosos. “El desarrollo sostenible es un compromiso que requiere la participación de todos, el sector privado colocando a disposición del mercado bienes y servicios enmarcados en

Un desafío llamado ¡SUSTENTABILIDAD! Nuestro manejo institucional se basa en una gestión sistémica y sostenible, respaldada en políticas, procesos, programas e iniciativas que generan valor para todos nuestros grupos de interés.

Nuestra contribución al desarrollo socio-económico del Centro del País • 6.694 familias microempresarias nos consideran la puerta de acceso ideal para mejorar sus negocios y condiciones de vida, a través de la concesión de créditos para emprendimientos; por el valor de $68’216.739, de enero a junio de 2018. • $283’571.626 es el monto de nuestros Activos, como resultado de la conﬁanza de socios y clientes.

Corazones solidarios en favor de la comunidad • El Programa de Voluntariado “Caritas Felices”, ayuda a 30 adultos mayores y 30 niños en situaciones de vulnerabilidad. Reciben atención médica, recreacional, adecuación de viviendas y dotación alimentaria. • Los Grupos de Mejora Continua, permiten dar solución a problemáticas de la comunidad y el medio ambiente. Propiciamos el equilibrio Trabajo-Familia.

Enfocados en el Medio Ambiente Oﬁcina Verde es un programa que busca mitigar la huella de carbono. “Día Libre de Vehículo”, es una iniciativa donde nuestros colaboradores y actores de la comunidad son motivados a dejar sus vehículos en casa y acudir al trabajo caminando, en transporte público o bicicleta.

Kg. de CO2 que se dejaron de emitir a la atmósfera 9 679

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sostenibilidad y que la gente necesita, lo público estableciendo políticas que faciliten el tránsito hacia esa sostenibilidad, y la sociedad demandando bienes y servicios que hayan sido producidos de manera responsable”.

“Las malas prácticas empresariales afectan no solo al ambiente y a la sociedad, sino que vuelven a la empresa ineficiente, lo cual se refleja en una pérdida de competitividad por el incremento en los costos de producción. ¿Cómo actuar sobre ello? Demostrando a los empresarios que la ecoeficiencia es una cultura empresarial que permite mejorar la producción contaminando menos”

Jimmy Andrade Director Ejecutivo de CEMDES

Jimmy Andrade, Director Ejecutivo de Cemdes

Incidencia de lo público en la RSE

La Responsabilidad Social no puede tener un mayor alcance si se la hace de forma aislada; es por eso que otros actores deben involucrarse para promoverla. En este sentido es pionera la labor del Consejo Metropolitano de Responsabilidad Social (CMRS) del Distrito Metropolitano de Quito. Actualmente este consejo trabaja en la “Estrategia para la articulación del Ecosistema” para impulsar, con diferentes actores, el desarrollo sostenible. Además de esto, “El Consejo Metropolitano de Responsabilidad Social ha organizado por tres ediciones “La Semana de la Sostenibilidad” que busca armar una agenda en conjunto con empresa privada, organizaciones de la sociedad civil, la academia y los barrios, para promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible” sostiene Daniela Ugazzi G. Responsable Valor Compartido y Sostenibilidad ConQuito.

En cifras... Este año, la Semana de la Sostenibilidad se desarrolló durante el 21 al 27 de abril, contó con 58 actividades que llegaron a más de 10 mil personas, según ConQuito. Como hito clave, se recuperaron tres toneladas de material reciclado y se sembraron 5 mil plantas. La iniciativa tuvo el apoyo de 84 aliados: 31 empresas privadas, 17 instituciones públicas, 11 entidades educativas, 10 redes, 7 ONG, 4 fundaciones y 4 colectivos de la sociedad civil.

Foto: www.quitoinforma.gob.ec

Daniela Ugazzi Responsable Valor Compartido y Sostenibilidad ConQuito

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Daniela Ugazzi explica que la Ordenanza Nº00884 de Responsabilidad Social para el fomento del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) como un Territorio Sostenible y Responsable es un marco jurídico que impulsa la articulación de actores representantes de diferentes sectores para la generación de acciones que promuevan desarrollo sostenible y responsable de DMQ.

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Valores clave en la práctica de RSE ÉTICA

Una cultura organizacional basada en valores que armonicen con los derechos y valores compartidos por la sociedad.

TRANSPARENCIA

Es el engranaje principal para generar confianza con nuestros públicos de interés.

COHERENCIA

No solo Parecer sino Ser, es decir, actuar en consecuencia con nuestra ideas.

SOLIDARIDAD

Llevar a cabo acciones que responden tanto a las metas de la empresa como a las necesidades de nuestros diferentes grupos de interés y de la sociedad, de tal manera que realmente contribuyan a mejorar sus vidas.

SOSTENIBILIDAD

Buscar que la empresa perdure en el tiempo, aprovechando al máximo sus recursos y enfocada en la triple cuenta de resultados que conjuga los aspectos económico, social y medioambiental. Fuente: CERES

Como hemos visto, la RSE se constituye como el único camino a seguir para el sector empresarial, cuya ligazón con la sociedad y el sector público es imprescindible para que los primeros se conviertan en un motor que nos impulse hacia una sociedad más justa. Si bien

todavía falta mucho para lograr, como país, en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el buen ejemplo de aquellas empresas e instituciones sirven de inspiración para que toda la sociedad se embarque en esta ruta.

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De la beneficencia al desarrollo sostenible

Las empresas hoy saben que, para generar cambios sociales auténticos, es necesario desarrollar programas de empoderamiento.

s una necesidad cada vez más apremiante que los grupos empresariales hagan un análisis profundo cuál es su incidencia en la sociedad. Esto es, plantearse cómo sus prácticas pueden afectar a un número amplio de personas, no solo colaboradores, clientes o socios directos, sino también a terceros y a la sociedad en general. Al hacer esta evaluación, las empresas pueden, con datos verificables, darse cuenta cómo su giro de negocio puede afectar, de manera positiva o negativa, y según eso tomar cartas en el asunto. Existen distintos motivos por los que una empresa puede verse motivada a beneficiar grupos vulnerables. Para representantes de la empresa productora de chocolates Pacari, por ejemplo, es importante que la empresa privada se involucre en programas de desarrollo social “por su ventaja competitiva, reputación, fidelidad de miembros de la organización, usuarios y clientes, lo cual va a mantener la motivación, el compromiso, y la productividad de los mismos”. Esta empresa, que desde su surgimiento ha estado involucrada en temas de comercio justo y responsabilidad social empresarial, actualmente está desarrollando una

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estrategia en conjunto con WWF-Ecuador y las comunidades de la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno en la Amazonía Ecuatoriana, para atacar problemas como la deforestación y la cacería. Es por ello que el proyecto ha buscado que los habitantes de la zona se involucren en el desarrollo de sistemas agroforestales de producción de cacao. “Se firmó un convenio entre WWF-Ecuador y Pacari en el cual se acordó agregar el logo de WWF a los productos más vendidos de la empresa a cambio de un porcentaje de las ventas que será destinado a los proyectos de conservación de WWF”. Además de esto, Pacari se comprometió a trabajar directamente con las comunidades del Cuyabeno, capacitándolas en la producción de cacao y apoyándolos en el proceso de obtención de una certificación orgánica.

Pensar en una alternativa viable no es siempre el mayor problema, pues las opciones de productos o servicios suelen ser muy amplias; el verdadero problema surge en la comercialización de los productos. Muchos proyectos fracasan al buscar compradores que paguen precios justos, de manera puntual, y consideren a las comunidades como sus socios. Representantes de chocolate Pacari

Si bien en el sector privado varias empresas están dando el ejemplo al desarrollar prácticas de desarrollo social, algunas empresas públicas también están aportado su granito de arena en este sentido, como la empresa de telecomunicaciones CNT: “La CNT EP, al ser una empresa pública, operadora de las telecomunicaciones en el país, está llamada por disposición legal a proveer servicios de calidad a los sectores económicamente menos favorecidos para disminuir la brecha digital”, explica la Jefatura de Responsabilidad Corporativa de la CNT EP. Dos labores que están realizando en este sentido son: ● La app Junt@s CNT se realizó “considerando el alto índice de violencia que existe en el Ecuador, donde seis de cada diez mujeres sufren de algún tipo de violencia (INEC, 2011)”. Esta iniciativa se realiza en alianza con la Fiscalía General del Estado, que contribuyó con contenido para la aplicación, cuyo fin es prevenir y combatir la violencia de género. ● Provisión de servicio de internet gratuito a las escuelas urbano marginales y rurales del país, contribuyendo a mejorar la calidad de la educación y reducción de las desigualdades.

App junt@s CNT (aplicación violencia de genero)

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Las empresas cuentan con distintos aliados para realizar programas de desarrollo social, los cuales poseen la experiencia y los conocimientos para generar un verdadero impacto en las comunidades. “Una intervención aislada no genera impactos y es necesario buscar otras alianzas, como la universidad, para intervenir a una determinada comunidad”, explica Loretta Moreira, profesora de la Espol y directora del Centro de Desarrollo Social y Aplicado de la misma universidad, quien agrega que hay que considerar que la agenda 2030 de la ONU incluye a diversos actores para eliminar la extrema pobreza (empresa privada, universidad, gobierno local y la comunidad). Un ejemplo de actividades realizadas en alianza entre estos actores fue la capacitación brindada a 25 mujeres del recinto La Unión, realizado por la Espol y la empresa Produmar. Estudiantes de la Espol brindaron capacitación a las mujeres en las siguientes áreas: Comunicaciones Efectivas, Ventas y Marketing y Finanzas, herramientas que les permitirán desarrollar o perfeccionar sus propios emprendimientos.

de cultivos de huertos orgánicos, cría de animales para mejorar la alimentación, además de campañas de salud con el Ministerio de Salud Pública, explica Anabel Gómez, representante de la fundación. “Nosotros no somos una organización asistencialista, no regalamos nada, sino que cada vez que invertimos con un insumo, lo que hacemos es el acompañamiento para que la población beneficiaria se apropie del proyecto y tenga sostenibilidad”. Esto quiere decir que se realizan capacitaciones y seguimiento técnico para evaluar resultados. El objetivo es mejorar la calidad de vida de esas poblaciones, generalmente integradas por trabajadores de las bananeras, brindando un enfoque medioambiental, de género y salud.

RS desde la infancia

Para que las empresas del futuro lleven la noción de la responsabilidad social arraigada a sus principios corporativos, es necesario que sus dirigentes y colaboradores lleven dentro de sí la necesidad de hacerlo. Las instituciones educativas, por lo tanto, cumplen un rol fundamental al brindar a los estudiantes la posibilidad de generar interacciones positivas con el entorno. Respecto a esto, Humberto Herrera Tamariz, director de Shakespeare School, sostiene que “las comunidades educativas están en la obligación de motivar a sus estudiantes a que conozcan y vivan el desarrollo social de su entorno como ejes transversales de su formación y crecimiento”. Es por ello que esta institución realiza campañas y proyectos con este enfoque.

Beneficiarias de Capacitación Espol - Produmar

En el Ecuador también existen fundaciones que, juntando esfuerzos con empresas y comunidades, articulan programas de Responsabilidad Social para mejorar la vida de poblaciones en situaciones de pobreza. Tal es el caso de la Fundación Humana Pueblo a Pueblo Ecuador, cuya organización rectora tiene presencia en 35 países alrededor del mundo. Esta fundación, desde el 2016, está desarrollando un programa en El Oro y Los Ríos junto a empresas bananeras y las poblaciones aledañas a las plantaciones. Se realizan campañas

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Cultivo de huerto orgánico impulsado por Fundación Humana Pueblo a Pueblo Ecuador

i Entre las actividades que han realizado con los estudiantes, Humberto Herrera comenta que “el colegio tiene implementados los huertos de permacultura y campañas de reciclaje, cuyas experiencias se replicarán en sus escuelas hermanas. Este proyecto dio lugar a que el Distrito Metropolitano de Quito nos conceda la Distinción Ambiental Quito Sostenible 2018 como Mentores Ambientales”. El desarrollo social puede ser realizado de distintas formas: ayudando a sectores rurales a tener herramientas para incursionar en su propio negocio, brindando información acerca de cómo las personas pueden defenderse frente a injusticias, integrando a pobladores a las cadenas productivas, en fin; cada empresa, junto a instituciones y fundaciones, nos demuestran que ya es parte de la visión empresarial beneficiar a las poblaciones mediante distintas estrategias que, no solo ayudan a mejorar la imagen de la empresa, sino que

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principalmente las convierten en intermediarios para mejorar la vida de las personas.

Foto: www.redceres.com Humberto Herrera recibe la Distinción Ambiental Quito Sostenible 2018

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Empresas y medioambiente: HACIA LA ECONOMÍA CIRCULAR Lograr que las empresas adquieran prácticas ecológicas implica repensar la forma de generar productos y servicios.

nicialmente, las sociedades industrializadas estaban convencidas de que los recursos naturales provistos por el planeta eran infinitos, y que, mediante su aprovechamiento, sería posible lograr el desarrollo y la eliminación de la pobreza. Este pensamiento no fue criticado hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando la comunidad científica evidenció que los recursos del planeta podrían terminarse, además de que, los desperdicios generados por la industria, estaban afectando a numerosos ecosistemas. Estos cambios han generado alarmas a nivel mundial y hoy el sector empresarial entiende la importancia de cuidar el entorno para la supervivencia de todas las especies, incluyendo al ser humano. El principal inconveniente de las industrias y empresas tradicionales es que, en lugar de tener una economía circular, desarrollan un modelo de economía lineal. Pamela Velasco, directora de proyectos de Ypsilom, empresa consultora en temas de desarrollo sostenible, lo explica de la siguiente manera: “En la naturaleza los procesos son circulares (es decir, los desechos que generan unos organismos son aprovechados por otros). El principal problema con el sector empresarial es que tienen procesos lineales, por lo tanto, agotamos los recursos al inicio de la cadena productiva y al final se genera contaminación”.

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Velasco, haciendo un análisis respecto al sector empresarial en el Ecuador y su responsabilidad con el medioambiente, afirma que, para que el sector empresarial se encamine hacia un modelo de desarrollo sostenible, lo más óptimo sería que se realicen esfuerzos conjuntos y no solamente actividades aisladas: “Lo mejor es que los gremios, cámaras o el sector público realicen incentivos para hacer RSE. Primero sería clave formar “clusters” (agrupaciones) entre industrias complementarias, de tal manera que los desechos de una industria puedan ser aprovechados por otras”.

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Este aprovechamiento de los desechos ya se está llevando a cabo en el Ecuador por ciertos sectores empresariales, que diversifican su modelo de negocio para aprovechar los residuos y así generar otro tipo de productos. Un ejemplo de ello es la industria azucarera, que actualmente utiliza sus restos para generar energía eléctrica o alcohol para bebidas. En la industria de la construcción también se pueden ver ejemplos de ello. Un ejemplo es la iniciativa Geocycle de Holcim, que utiliza sus residuos para generar energía que, posteriormente, es utilizada para la producción de cemento, reduciendo además la emisión de gases invernadero y sin dejar residuos. Un ejemplo representativo de lo que implica una empresa responsable con el entorno es el Aeropuerto Ecológico de Galápagos Ecogal. Este aeropuerto, que surgió hace diez años al ver la necesidad de crear una edificación acorde a las necesidades de las Islas Galápagos, se convirtió en el primer aeropuerto ecológico del mundo. Son varios los factores que vuelven a este aeropuerto único hasta el día de hoy, explica el Ing. Jorge Rosillo, representante de Ecogal: “A diferencia de los aeropuertos tradicionales, Ecogal fue concebido con la idea de ser ecológico”. Esto implica diversos aspectos planificados desde su diseño: ahorro de energía, la capacidad de reciclar su propia agua para evitar la contaminación, uso eficiente de energía, uso de material de la zona para evitar la emisión de gases invernadero por el transporte, entre otros aspectos. “En el caso de que el aeropuerto se deje de utilizar, éste puede desarmarse con el fin de dejar el lugar que se intervino intacto”, explica Rosillo.

Iniciativa “Un Mundo Sin Residuos” de Coca-Cola

Comunicaciones de Coca-Cola de Ecuador, pretende “recuperar el 100% de los empaques desechables que el Sistema Coca-Cola introduce al mercado para el 2030”. Para hacerlo, Coca-Cola trabajará con las comunidades locales, los socios de la industria, sus clientes y consumidores para ayudar a resolver problemas como los residuos de empaques y los residuos marinos. Existen varias maneras en que las empresas ecuatorianas pueden modificar su relación con el medioambiente, según explica Liliana Granda, Gerente de Proyectos de Gestaecuador. “Se aminora este impacto con las actividades a conciencia de los planes de manejo ambiental que cada empresa debe tener. Y, más allá de eso, realizando

Foto: Cortesía - Aeropuerto ECOGAL

Las grandes compañías tradicionales están tomando cartas en el asunto respecto a las consecuencias de su producción y buscando alternativas de remediación. Un ejemplo de esto es la iniciativa “Un Mundo Sin Residuos” de Coca-Cola. Este ambicioso proyecto, según explica Luz María Valdiviezo, Gerente de Asuntos Públicos y

una producción más limpia, que busca minimizar los impactos y generaciones desde la fuente”, resalta. Para llevar a cabo este tipo de prácticas es necesario hacer una evaluación de los impactos negativos generados por las empresas, tomar medidas al respecto y además realizar proyectos ecológicos sustentables.

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Certificaciones: transparentando las buenas prácticas

Los consumidores actuales no se conforman tan solo con un buen producto. Necesitan saber que las empresas implementan altos estándares de calidad.

uando una persona compra un producto, difícilmente puede saber qué hay detrás. En el caso de un alimento, ignora si ha sido realizado con las normas de higiene necesarias, si la materia prima es de calidad, si en el proceso de elaboración las empresas no están infringiendo alguna norma, si los empleados y los proveedores son tratados justamente. Debido a la creciente necesidad de los consumidores de saber qué hay detrás de una empresa es que las certificaciones se han popularizado. Estos sellos de calidad nos pueden dar una pista de buenas prácticas que las empresas han decidido incorporar. Existen varias instituciones que realizan certificaciones de calidad, siendo quizás la más conocida la Organización Internacional de Normalización (ISO por sus siglas en inglés). Este organismo se encarga de emitir y actualizar las normas de producción estandarizadas. El representante de esta organización en el Ecuador es el Servicio Ecuatoriano de Normalización (INEN). Un ejemplo de certificación relacionado a Responsabilidad Social emitido por el ISO es la 26000, que sirve de pauta para las empresas (u otras organizaciones) que quieren realizar este tipo de prácticas. Además de las generadas por el ISO, existen certificaciones que tienen una misión específica. Un ejemplo de este tipo de certificación es Rainforest Alliance, interesada en proteger los bosques alrededor del mundo. “La certificación Rainforest Alliance es un programa mediante el cual empresas agrícolas, forestales o turísticas pueden avanzar en el cumplimiento de sus metas de sostenibilidad, al cumplir con los estrictos requerimientos que nuestros estándares exigen en materia ambiental, social y económica”,

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explica Milagro Espinoza Martínez, Gerente Senior de Comunicaciones para América Latina de la institución. En el Ecuador, esta institución maneja 276 operaciones agrícolas certificadas, que incluyen fincas individuales o grupos (cooperativas, asociaciones), productoras de banano, cacao, café, flores, uvas, mango, palma aceitera, plátano, papas y té. Además de trabajar con empresas, han colaborado también con comunidades indígenas. Para Espinoza, es una meta que una empresa sepa que está contribuyendo a la conservación de los bosques, pero además de eso, esta certificación “abre oportunidades a empresarios y productores incluso en mercados que están dispuestos a invertir más si tienen garantía del origen sostenible del bien o servicio que están adquiriendo”. Las certificaciones, sellos de calidad, representan para las empresas un compromiso con el consumidor de querer realizar sus productos bajo los mejores estándares. Dependiendo del giro de negocio y las preocupaciones que éste tiene, hay muy diversos certificados que pueden dar cuenta de un interés por demostrar responsabilidad y buenas prácticas ante los consumidores.

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Entrevista

Mauricio Maldonado

Director Ejecutivo del Servicio Ecuatoriano de Normalización INEN

¿Por qué las empresas deberían normalizar su producción?

La norma es un documento de carácter voluntario. Una norma recoge las mejores prácticas mundiales en relación a elaboración y gestión. La necesidad de utilizar una norma es una decisión estratégica de cada empresa, la cual permite adquirir estándares internacionales para su funcionamiento.

¿Qué beneficios competitivos puede brindar el adoptar una norma?

Las normas, si son consideradas como las mejores prácticas a nivel internacional para producir algo, efectivamente van a generar un valor agregado, puesto que permite a las empresas obtener mejores costos de producción, reducción de mano de obra, automatización de procesos; en general, se traduce en numerosos beneficios, incluyendo los económicos.

¿Qué es el sello de calidad del INEN?

El sello de calidad está dirigido a un producto que cumple con estándares muy altos en su elaboración. En este momento tenemos 1278 sellos a nivel nacional. Para la entrega de un sello de calidad es necesario cumplir tres parámetros: la empresa debe tener un sistema de gestión implementado, el producto debe cumplir con alguna norma o reglamento técnico, y la empresa debe tener laboratorios para hacer los ensayos que requiere la conformidad del producto, o al menos acceso a un laboratorio para hacer las pruebas necesarias.

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