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Está Bien No Estar Bien
Por Wilmary Giménez
“Recuerdos dolorosos e hirientes. Solo aquellos con esos recuerdos enterrados en sus corazones pueden volverse más fuertes, más apasionados y emocionalmente flexibles. Y solo aquellos pueden alcanzar la felicidad”.
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Está bien, no estar bien es la historia donde una autora de libros infantiles y un enfermero de pacientes psiquiátricos se ven envueltos en las manías del destino, una historia llena de drama, romance y fantasía, pero que, sobre todo, nos regala grandes momentos de reflexión y enseñanza, porque tal como el nombre lo refleja, a veces está bien, no estar bien. Aunque al principio suene confuso a lo largo de los capítulos de esta novela surcoreana, te das cuenta del gran significado que posee el título.
Esta historia cuenta, como un atractivo y amable enfermero de psiquiatría Moon Gang-tae (Kim So-Hyun), es conquistado de forma inusual por una egocéntrica y egoísta escritora de libros infantiles que padece un trastorno de personalidad antisocial Ko Mun-yeong (Seo Ye-ji) dos personas tan opuestas la una de la otra, pero que aun así se conocieron cuando eran niños y de adultos se volvieron a juntar. Sin duda lo más atrayente de la historia, es la realidad implícita de que, a pesar de ya ser unos adultos, sus almas conservaban aquella inocencia infantil que se vio dañada por la crueldad de los adultos, y es que estos dos enamorados no solo estaban unidos por el hilo rojo del destino, sino que estaban unidos por la tragedia y el dolor, y aun así ambos pudieron hallar sanación en el apoyo del otro.
Lo más entretenido de esta historia, es que los personajes segundarios también tienen un anécdota que contar y uno que te hace reflexionar, ya que la historia transcurre mayormente en la clínica psiquiátrica OK, donde Gang-tae es enfermero y Mun-yeong dicta algunas clases de literatura a cambio de dar paseos con su padre que resulta ser un interno del lugar, y es ahí cuando las palabras “personas rotas” cobra un verdadero y triste significado, la complejidad de los traumas es que son tan reales y destructivos, que pueden llevar a una persona a desarrollar trastorno de identidad disociativo como mecanismo de defensa a un maltrato constante. Trastorno de personalidad antisocial a raíz de una madre psicópata que buscaba crear en su hija una versión perfecta de sí misma y sobre todo, más psicópata. Luego está la historia de una madre que vio morir a su hija, y debido a sus últimas palabras que le dedico en un momento de enojo, fue capaz de olvidar su tragedia y convencer a su mente de que su hija aún estaba viva.
Y no podemos olvidar al hermano mayor del protagonista Moon Sang-tae (Oh Jung-se) quien padece de trastorno del espectro autista, y tiene un pavor profundo a las mariposas debido a que cuando era un niño vio cómo su madre era asesinada por una persona que portaba un broche con forma de mariposa, el recuerdo de esta trágica noche marco sus pesadillas a tal punto que cada vez que se acercaba la primavera y con ella la aparición de las mariposas, él y su hermano menor debían huir a otra ciudad a empezar de nuevo. Sucesos como este nos demuestran que la mente humana es tan frágil y susceptible a los traumas que, si no los enfrentas pasas gran parte de tu vida huyendo de ellos, hasta que te das cuenta que ellos te consumen, pero lo mejor que puedes hacer es no olvidar, siempre recuerda lo que te marco y supéralo.
Finalmente, con esta historia podemos entender que el primer paso para la sanación, siempre es el más difícil pero cuando lo das ya todo lo demás se vuelve sencillo, lo más importante es recordar que a veces cuando te sientas triste no hay razón por la cual sentir vergüenza, está bien llorar y tomar un descanso cuando sientas que no puedas más, y luego seguir intentando y buscando la felicidad, la paz y la tranquilidad.

Wilmary Jimenez Estudiante de Comunicación Social Cine - Arte – Espectáculos Farándula @marygg_09

