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Por Wilmary Giménez
“Recuerdos dolorosos e hirientes. Solo aquellos con esos recuerdos enterrados en sus corazones pueden volverse más fuertes, más apasionados y emocionalmente flexibles. Y solo aquellos pueden alcanzar la felicidad”.
Está bien, no estar bien es la historia donde una autora de libros infantiles y un enfermero de pacientes psiquiátricos se ven envueltos en las manías del destino, una historia llena de drama, romance y fantasía, pero que, sobre todo, nos regala grandes momentos de reflexión y enseñanza, porque tal como el nombre lo refleja, a veces está bien, no estar bien. Aunque al principio suene confuso a lo largo de los capítulos de esta novela surcoreana, te das cuenta del gran significado que posee el título. Esta historia cuenta, como un atractivo y amable enfermero de psiquiatría Moon Gang-tae (Kim So-Hyun), es conquistado de forma inusual por una egocéntrica y egoísta escritora de libros infantiles que padece un trastorno de personalidad antisocial Ko Mun-yeong (Seo Ye-ji) dos personas tan opuestas la una de la otra, pero que aun así se conocieron cuando eran niños y de adultos se volvieron a juntar. Sin duda lo más atrayente de la historia, es la realidad implícita de que, a pesar de ya ser unos adultos, sus almas conservaban aquella inocencia infantil que se vio dañada por la crueldad de los adultos, y es que estos dos enamorados no solo estaban unidos por el hilo rojo del destino, sino que estaban unidos por la tragedia y el dolor, y aun así ambos pudieron hallar sanación en el apoyo del otro.