Pág. 28
Por Victoria Mendoza Era una vez una niña llamada Victoria, ella era muy divertida, ocurrente y linda, a ella le gustaba mucho estar con su tía Rosi, que era también muy divertida, entusiasta, ocurrente y osada, ambas se querían mucho. Un día de las madres ella estaba con su tía y se disponían a llevar una comida especial que ella había hecho para compartir con sus amigas y familiares; Victoria la iba a acompañar a ese encuentro. Se fueron caminando felices con la entrega por las calles de su ciudad, pero Victoria cómo era bastante inquieta se fue adelante de su tía y cuando llegaron a una calle donde había un gran hueco y donde necesariamente tenían que pasar porque la calle era muy estrecha, ella se adelantó sin esperar la guía de su tía y al pasar por el hueco perdió el equilibrio y cayó llenándose de agua sucia. En ese instante su tía se asustó tanto que soltó la comida y comenzó a buscar a Victoria entre el agua hasta que la tomó y la sacó, inmediatamente una señora que observaba lo sucedido se acercó para ayudarla, limpiaron a la niña y la llevaron al hospital, donde constataron que solo había sido un susto sin consecuencias. En ese momento todo volvió a ser como antes y Victoria aprendió que tenía que agarrarle la mano a sus mayores.
Mensaje: Siempre mantente al lado de un adulto y se más precavido para que no te pase lo que le pasó a victoria. En esta navidad ayuda a quien puedas, disfruta de las reuniones familiares, se precavido, pórtate bien, sé obediente y que tus sueños se hagan realidad. Victoria Mendoza 13 Años. Estudiante del 2do. Año de Bachillerato.