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REVISIÓN DE LA LITERATURA.................................................................8

en formato electrónico a través de medios de comunicación (email, redes sociales, SMS, fotografías, audios, vídeos…).

Si bien es cierto esta definición solo incluye como víctimas de ciberacoso a la población infantil y adolescentes por ser los que más tienen acceso a las nuevas tecnologías y por su vulnerabilidad propia de la edad, pero se puede evidenciar que todo grupo etario es propenso a este acoso sin distinción, mucho más en esta pandemia, donde los trabajadores de la salud se han visto marginados y expuestos a vejaciones por parte de la sociedad en general, ya sea a través de las redes sociales o físicamente.

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El ciberacoso se ha vuelto una realidad de marginación rápida dentro de muchos grupos sociales de convivencia, demuestra ser una forma de maltrato que puede generar en ciertas ocasiones consecuencias que llegan a traspasar la integridad de las víctimas; generalmente produce en ellas, sensación de ira, frustración; miedo, tristeza; en consecuencia, facilitando la baja autoestima y la depresión social (Bégin 2018). De igual manera Tuleda y López (2017), destacan que el ciberacoso surge cuando el victimante observa a su víctima como alguien inofensivo, que no puede responder de forma firme al acoso, centrándose en la humillación y el aislamiento social de estos; provocando en la victima efectos de diferente magnitud como: aislamiento, indefensión, inseguridad, tristeza y baja autoestima, además de estrés, cambios de humor, anorexia y efectos más graves que desencadena en depresión, maltrato y suicidio.

Después de haber sido víctimas de ciberacoso las personas experimentan desconfianza ante los demás, lo que genera un impacto negativo en sus relaciones, la vergüenza se intensifica cuando adquieren consciencia de que los contenidos llegan a numerosas personas, generando una memoria pública de humillación que estigmatiza a la víctima frente a una audiencia conformada por conocidos y desconocidos (Marín y Linne, 2020). En este caso es importante destacar que el apoyo de los profesionales de salud, la familia y amigos se vuelven el pilar de tratamiento para conllevar estas vivencias desagradables de manera oportuna y efectiva en cada aspecto de este proceso social (Torres, Mejía y Reyna, 2018).

En este punto se precisa necesario destacar la importancia de la resiliencia como característica fundamental del personal de enfermería, definida por Cabanyes (2010) como la capacidad que tienen los individuos de afrontar, sobreponerse y adaptarse positivamente a situaciones traumáticas o experiencias adversas. Según sus vivencias como enfermera McGee (Como se citó en Jackson, Firtko y Edenborough, 2007), que exploró su propia capacidad de

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