Exposición fotográfica Museo taller vivo: hornos, oficios y memoria.

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Antigua Locería Júpiter Fotografía: Hugo Trujillo Alzate

EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA

MUSEO TALLER VIVO:

HORNOS, OFICIOS Y MEMORIA Proyecto ganador del Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de Cultura 2019

Regreso con una fina máscara de polvo regreso de los caminos blancos José Manuel Arango


“Así, como si fueran los primeros ceramistas del mundo, los carmelitanos inventaron las proporciones para mezclar los elementos, purificar los materiales, preparar los esmaltes, pintar con óxidos, construir los hornos y quemar las piezas. Fueron tiempos difíciles, sorteados con su infatigable espíritu de investigación. Por eso, hoy se dice que los carmelitanos de ayer fueron aprendices de todos los oficios imaginables. Fueron geólogos, para localizar los yacimientos de materia prima. Como los alquimistas medievales fueron químicos, para purificar y mezclar los materiales en las proporciones adecuadas. Se desempeñaron como ingenieros cuando diseñaron y construyeron la infraestructura de sus talleres, y su incursión en la metalurgia, la mecánica o la carpintería les permitió elaborar y reparar los hornos y otros instrumentos de trabajo (Pueblos de barro, 1994, p. 185).”


Fotografía: Hugo Trujillo Alzate.

Fotografía: Laura Zuluaga Mejía.


Antigua Fábrica Continental Fotografía: Laura Zuluaga Mejía.


Los invitamos a dar un paseo por los vestigios de nuestra historia, por los paisajes moldeados con barro, agua, fuego y hollín; por los espacios que testimonian el pasado, sintetizan las exploraciones, el trabajo y los saberes de los primeros artesanos. Aquellos que con su trabajo dieron forma a algo más que hornos, loza y pintas, lograron trazar el camino a la conformación de un territorio que vive su identidad a través de las manos de hombres y mujeres portadores de una tradición, de una historia, de aquello que nos hace especiales, de lo que nos caracteriza como carmelitanos.




LOS HORNOS “Cada fuego encendido trasciende mucho más allá de la propia vida. Cada una de nuestras acciones y nuestras decisiones cotidianas, cada manera particular de alimentar y expandir nuestro fuego, dejará una estela en nuestras generaciones futuras.” Gaby Zaragoza


Antigua Locería Júpiter Fotografía: Corporación Gruta



Antigua Fábrica Continental Fotografía: Laura Zuluaga Mejía.

Según cuenta Domingo Montoya la construcción de los hornos de La Júpiter estuvo a cargo de Pedro Giraldo: “para hacer cualquier horno, sea chiquito o grande, se necesita revoque y arena, pero don Pedro Giraldo ya había hecho hornos en otros lugares, tanto que en lugar de usar arena y barro –como acostumbramos nosotros– la mezcla era de boñiga. Él hacía recoger boñiga de vaca por ahí en todos los potreros, como para hacer bahareque y decía: ‘hágame recoger boñiga que mañana vengo a hacerle otra tonga al horno’. Desleía bien la boñiga en un balde o caneca, la revolvía bien, iba poniendo una hilada de adobes hoy, mañana ponía otra y así iba creciendo el horno (Recuperada de: Gómez, 2012, p. 63).


Al tipo de horno construido en La Júpiter se le conoce como horno colmena o de llama invertida. Son estructuras circulares, con orificios laterales en forma de arco de unos 60 centímetros, denominados bocas o fogones, por donde penetra el calor producido por la quema de leña o carbón.


Antigua Locería Júpiter Fotografía: Hugo Trujillo Alzate



Héctor Arcila cuenta “Esta parte de arriba la llamamos la bóveda, de ahí para abajo está el círculo grande que tiene su respectiva puerta. Este horno tiene ocho bocas –porque este era el horno más grande que había acá en La Júpiter– estas bocas llevaban un emparrillado. Cuando el horno estaba cargado le tapábamos esta puerta y le echábamos acá el carbón [en las bocas], esto llevaba unas parrillas que aquí mismo las construíamos en la empresa, unas parrillas de barro, y ahí echábamos el carbón, y el que iba consumiéndose caía aquí abajo entonces había que ir evacuando la carbonilla porque se taqueaba” (H. Arcila, comunicación personal, 06 de marzo de 2020).

Explica Bernardo Betancur, que “por ende se llamaban hornos de tiro invertido, porque la llama hacia esto: subía y por el centro [del horno] bajaba a salir allá al orificio ese [al tiro] y a coger la chimenea” (Recuperada de: Blandón, Gómez, & Zuluaga, 2014, p. 64).


LA RUEDA PELTON


Mario Betancur narra que “Don Julio Montoya [se ideó] para La Júpiter [...] una pelton metálica con unas cucharas que iba graduando la velocidad. Eso con ingenio y todo, a base de ejes y chumaceras y balineras para mover eso a base de poleas y de correas, mover los tambores y después los tornos; o sea, todo el mecanismo. El alma de las fábricas aquí fue el agua. Cuando de pronto, por cualquier motivo se desviaba el agua o se taqueaba la acequia o las canoas por donde venía [...] se paralizaba la empresa” (M. Betancur, comunicación personal, 05 de marzo de 2020).




Antigua Fรกbrica de Cerรกmica Nacional

EL PROCESO DE


PRODUCCIร N

Antigua Fรกbrica de Cerรกmica Nacional


ELABORACIÓN DE LA PASTA


Los obreros “Estaban ocupados en seleccionar el barro traído de las vetas cercanas, en pulverizar, en molinos californianos, el cuarzo de aluvión que dejaba regado en el cauce las crecientes de “La Madera” y el feldespato de La Chapa arriba, en mezclar todos estos materiales, con proporción técnica y en grandes cubas de madera y revolverlo bien, quitarle el agua, endurecerlo en estufas propias de barro refractario para luego amasar la masilla o pasta o sea darle una relativa dureza uniforme” (Múnera, 1974).



Antigua Fรกbrica Continental


Fotografía: José Ignacio Vélez Puerta


LA QUEMA “Los encajonadores que entraban a cargar el horno cogían las plateras y los tarros y cogían y cargaban [...] hasta que lo cerraban todo alto. Por decir, de alto se le echaban 18 o 20 tarros que era lo más grande, plateras por ahí 25 y lo último que se hacía acá en esa operación, cerraban dejando el espacio de la puerta y listo. Cuando estaba cargadito ya, ¡pongámosle bloque a esto, señores, revoquemos la puerta y ya metámosle candela!” (H. Arcila, comunicación personal, 06 de marzo de 2020).

“Teníamos un punto de descargue de los hornos que llamábamos el desencajonadero. Descargábamos el bizcocho, y se sacaban las piezas del estuche, eso quedaban por arrumes altos de mercancía. Había operarios que tenían una especie de desempolvador, como una brocha pero era de cabuya, entonces los operarios limpiaban las piezas y las llevábamos a la parte que era de la decoración. Había decoradoras –decoradores también– y había unos tornos especiales para eso, donde colocaban la pieza de bizcocho y el decorador la pintaba. De ahí salía para la sección de esmalte, donde le dábamos el baño final a la pieza, ya esmaltada se encajonaba en el horno” (H. Arcila, comunicación personal, 06 de marzo de 2020).



Fábrica de Materas Los Cardona Fotografía: Fabián Rendón M.



EL TRANSPORTE Gerardo Montoya explica que “Sin la arriería poco pudo haber prosperado la cerámica, la carretera a Rionegro se afirmó en 1932, de manera que las alternativas no eran muchas. Más tarde, ya con mejores vías para el transporte, llegaron al municipio gentes de otros lugares para comprar la loza e ir a venderla lejos, otros compraban los saldos o piezas de segunda, [...] los llamaban costaleros; había pregoneros que eran los que se hacían en las plazas a decir: ‘esto es lo que vale veinte, este le vale cuarenta, no me de cincuenta” (Recuperada de: Gómez, 2012, p. 69).



Antigua Locería Júpiter Fotografía: José Ignacio Vélez Puerta



Los hornos y las chimeneas de la antigua Locería Júpiter son símbolos del proceso de fabricación tradicional de la cerámica de El Carmen y testimonio de los métodos de producción que aprendieron, perfeccionaron y difundieron los pioneros y artífices de la artesanía de la loza. Estas estructuras, que permanecen en pie desde la primera mitad del siglo XX –con algunos rasgos de deterioro material–, son una representación física de aquel pasado –y una conexión con él– en el que la manufactura de la cerámica revistió tal importancia para el municipio que sobrepasó el ámbito económico e influyó en la vida social y cultural de muchos carmelitanos.


Fotografía: Fabián Rendón M.

“Si miro hacia atrás recuerdo [...] las antiguas fábricas de cerámica y el polvo que se pegaba a las suelas de los zapatos indicando el origen de alguna veta”. Extraído del Plan Municipal de Cultura 2016 - 2026 El Carmen de Viboral “Un territorio para el Buen Vivir”


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