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Crisis en la alimentación
Karem Priscila Díaz Díaz* CRISIS EN LA ALIMENTACIÓN
Colombia aparece como uno de los dos países de América Latina que pueden sufrir de inseguridad alimentaria en 2022, según la FAO. Análisis de dos economistas profesores de la Universidad Javeriana.
Una de las noticias que más ha llamado la atención en el país en las últimas semanas ha sido el informe del DANE y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación - FAO sobre la situación alimentaria de los colombianos. Estas entidades afirman que alrededor del 54% de la población, unos 25 millones de personas, no tienen los recursos suficientes para una buena alimentación, y que cerca de 16 millones viven con dos o menos comidas al día. ¿Cómo se calculan estas cifras que dan cuenta de los factores de seguridad alimentaria de un país?, ¿qué relación hay con los índices de pobreza de CoLa seguridad lombia? y ¿cuáles son los hechos que alimentaria se han llevado a la Nación a presentar consigue cuando esta situación? todas las personas, Hoy en la Javeriana invitó a los proen todo momento, fesores de la Facultad de Ciencias tienen acceso físico Económicas y Administrativas de la Uniy económico a versidad, Guillermo Sinisterra, doctor en suficiente alimento, Economía de la Universidad Estatal de seguro y nutritivo. Nueva York; y César Ferrari, doctor en Economía de la Universidad de Boston, para analizar el tema de seguridad alimentaria del país. Lo primero es entender el concepto. Según la FAO, la seguridad alimentaria “a nivel de individuo, hogar, nación y global, se consigue cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, con el objeto de llevar una vida activa y sana”. El doctor Sinisterra explica que hay dos formas de medir este acceso al alimento. “La primera es la prevalencia de subalimentación, que quiere decir el porcentaje de la población que no logra alcanzar una ingesta calórica suficiente para tener una vida activa y saludable. En Colombia dicha ingesta equivale a 2.100 calorías por día. La segunda es la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada y grave medidas a través de la Escala de experiencia de inseguridad alimentaria FIES. Según dicha escala, la inseguridad alimentaria moderada se presenta cuando la persona no tiene recursos suficientes para llevar una dieta saludable, cuando tiene incertidumbre sobre la capacidad de obtener alimentos o cuando se saltó una comida o se quedó sin alimentos ocasionalmente. Mientras que la grave se presenta cuando la persona se quedó sin alimentos y estuvo todo un día sin comer varias veces durante el año. Para medir esto la encuesta FIES hace preguntas donde las personas revelan las situaciones que han tenido que vivir en torno a la disponibilidad de comida, durante el periodo inmediatamente anterior”.
“Según su último informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021 el número de personas subalimentadas en Colombia ascendió a 4.8 millones de personas en el periodo 2004-2006 y 4.4 millones en el periodo 2018-2020. Continúa diciendo la FAO que, en 2020, durante la pandemia, la prevalencia de la subalimentación aumentó por el debilitamiento de la economía”, comenta el doctor César Ferrari, quien sigue: “esas cifras se desprenden de la situación de pobreza que el DANE registra para Colombia. Según este organismo, en 2019 las personas en pobreza monetaria extrema, es decir cuyos ingresos no alcanzaban para cubrir los gastos en alimentos de una canasta básica mínima, eran 4.68 millones, en 2020 aumentaron notablemente a 7.47 millones, y en 2021 disminuyeron a 6.11 millones. De estos, en 2019, 54.8% habitaba en cabeceras y 45.2% en centros poblados y rural disperso, en 2020 73.1% y 26.9%, y en 2021 65.7% y 34.3%, respectivamente. Las personas en pobreza monetaria eran muchas más: 17.47 millones en 2019, 21.02 millones en 2020 y 19.62 millones en 2021”.
“Esto quiere decir que, dado el mayor precio de los alimentos, una recuperación económica que no se refleja completamente en el empleo y una crisis mundial que puede empeorar las perspectivas económicas en los próximos meses, hacen que el país se perfile como una de las naciones que seguirá teniendo una parte importante de la población con inseguridad alimentaria. Dentro de Colombia, los departamentos que están más expuestos a esta situación son Chocó,
La situación de pobreza extrema tiene que ver con la cantidad de desempleo que existe en Colombia, afirma el profesor César Ferrari. Foto: ShutterStock.
La Guajira, Magdalena, Cauca, Cesar y Norte de Santander. Estos son territorios con baja presencia del Estado, con alta persistencia de conflicto armado y con las mayores tasas de pobreza monetaria del país”, explica el profesor Guillermo Sinisterra.
La fuerza del desempleo y del empleo
A esta realidad, añade el profesor Ferrari, “los subsidios estatales, aparentemente, no alcanzan a compensar esa situación, a cubrir estas necesidades o no les llega a estos necesitados. El programa colombiano de ingreso solidario, a partir de marzo 2022 aumentó a 520 mil pesos el subsidio que entrega cada dos meses a familias con cuatro o más habitantes del grupo A, y a 428 mil pesos a familias del grupo B (el grupo B incluye a las familias pobres con una mayor capacidad de generar ingresos que las del grupo A).
Ambos economistas coinciden en que la situación de seguridad alimentaria del país se complica con los miles de colombianos que aún no tienen un empleo, porque los sectores económicos a los que pertenecen no se han recuperado del todo y con el empleo informal no alcanzan a recibir un ingreso que cubra ni siquiera sus necesidades alimentarias. “En una economía de mercado, la falta de ocupación formal ocasiona que las personas no obtengan un ingreso para cubrir sus necesidades”, comenta el doctor Ferrari. “Y aún hay más de seis millones de personas que no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias porque el dinero no les alcanza”, añade el doctor Sinisterra.
Las soluciones para subsanar el riesgo de inseguridad alimentaria en Colombia pueden ser varias, aunque algunas con sacrificios extra. Tanto Ferrari como Sinisterra mencionan aumentar el monto de los subsidios, pero esto implica consecuencias fiscales. “Los subsidios son una medida de urgencia, no sostenible ni conveniente en el largo plazo, y un sustituto precario de una política de pleno empleo”, dice el profesor Ferrari. Para el profesor Sinisterra el gobierno debe pensar en medidas más agresivas que controlen los precios de varios productos de la canasta familiar.
Pero, definitivamente, la verdadera solución es fomentar el empleo formal y pleno. “Esto requiere cambiar la estructura de la economía, de rentabilidades y, por lo tanto, de precios en favor de los sectores intensivos en mano de obra. Para esto es la política económica”, comenta el profesor Ferrari. “Es el momento de apoyar las fuentes de generación de empleo, invertir en el talento nacional y lograr desarrollar de manera sostenible el sector agro industrial”, puntualiza el profesor Sinisterra
* Periodista de la Dirección