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INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y EL CHAT GPT: RETOS EN LA EDUCACIÓN

Profesores de la Maestría en Educación de la Universidad Javeriana en Cali analizan cómo incorporar la inteligencia artificial al proceso de enseñanza y a las actividades que se desarrollan con los estudiantes.

La educación y la inteligencia artificial (IA) están cada vez más interconectadas. La IA se utiliza en la educación para mejorar la enseñanza y el aprendizaje, así como para personalizar la experiencia de los estudiantes y ayudarlos a alcanzar sus objetivos de manera más efectiva.

Desde la aparición del Chat GPT, este tipo de herramientas se han constituido en un medio válido para obtener información más clara y rápida, por lo que pueden ser un apoyo para favorecer la comprensión en los estudiantes.

“Diseñar experiencias de aprendizaje que reconozcan e incluyan de manera crítica la presencia de la IA en roles de apoyo hará que los estudiantes sean más competitivos”, profesor Jeremy Riel.

En este momento de transformación es importante hacer una pausa y reevaluar los objetivos educativos actuales para el éxito de los estudiantes a la luz de la difusión de las tecnologías generativas basadas en IA. Estas herramientas, en particular aquellas que se apoyan en modelos de lenguaje natural y aprendizaje automático como el Chat GPT, tienen un gran potencial en los procesos educativos. “Por un lado, pueden apoyar la producción de contenidos tanto de los docentes como de los estudiantes, desde el proceso de planeación como lluvia de ideas y creación de esquemas hasta los procesos de revisión y corrección. Si se le proporcionan instrucciones claras e incluso criterios de evaluación, pueden dar una retroalimentación inmediata y ajustada a las necesidades del usuario”, mencionó la profesora Karen López Gil, de la Maestría en Educación de Javeriana Cali.

Para Diego Alejandro Guerrero, profesor de la Maestría en Educación de Javeriana Cali, «la aparición del Chat GPT trajo un gran avance a lo que conocemos como IA, para el aprendizaje es un gran aliado, tanto para estudiantes como maestros, pues usa la información de todo el internet y la brinda de forma personalizada con respecto al criterio de cada uno”. Sin embargo, es aquí donde empiezan los retos para las instituciones y educadores a la hora de evaluar un alumno y medir sus procesos de aprendizajes.

Retos y oportunidades para los procesos educativos

A medida que los educadores del mundo reflexionan sobre esto, se debe investigar no solo lo que una ciudadanía alfabetizada en inteligencia artificial debe saber para el futuro, sino también lo que significa para los humanos adquirir conocimientos, pensar críticamente y aplicar lo que aprenden de manera creativa y productiva. Para Jeremy Riel, profesor internacional de la Maestría en Educación de Javeriana Cali, “existen desafíos inmediatos y obvios que enfrentan las instituciones educativas con la rápida adopción de tecnologías de IA generativa, como Chat GPT. Principalmente, porque la tecnología de IA se destaca en la presentación de información de una manera que replica la escritura humana, se ha informado de trampas y otros trabajos académicos deshonestos que utilizan la tecnología en escuelas, colegios y universidades de todo el mundo. Sin embargo, una respuesta ante esta problemática sería que los docentes y los encargados de formular políticas, aumentaran la relevancia de las actividades y los métodos de evaluación que se utilizan en los entornos educativos”.

Estos desafíos requerirán que los profesores reevalúen los objetivos educativos y los procesos de aprendizaje que utilizan en su enseñanza, así como también examinen qué habilidades están evaluando en sus estudiantes. “¿Se espera que los estudiantes simplemente reciten hechos, definiciones y explicaciones o se espera que practiquen el uso del pensamiento crítico, la síntesis y las habilidades de alfabetización informacional? Si este último es el caso, entonces puede ser más prudente hacer hincapié en actividades de aprendizaje y proyectos que enfaticen estos resultados en lugar de un examen”, expresó Jeremy Riel.

Riesgos para el proceso de aprendizaje de los estudiantes

Para mitigar los riesgos del uso de estas herramientas son necesarias acciones institucionales y también a nivel de las aulas. Para algunos académicos, las instituciones deben es - tablecer unos lineamientos claros sobre lo que se puede y no se puede hacer con apoyo de tecnologías. Recomiendan que no se aborde desde una postura punitiva, sino que propicie un uso responsable, ético y crítico del Chat GPT y de otras herramientas. “Desde las aulas se debe revisar el lugar de los contenidos y particularmente de la producción de textos en los cursos y verificar que las tareas que se proponen tengan sentido para los estudiantes, que ellos puedan identificar su potencial para el aprendizaje. En estas tareas se pueden considerar una diversidad de formatos y propósitos, que vayan más allá del alcance del Chat GPT, por ejemplo, relacionar los elementos teóricos con experiencias propias de los estudiantes, contrastar las reflexiones con otros compañeros, derivar análisis de observaciones de campo, integrar a los textos los resultados de las discusiones en clase, etc.”, respondió Karen López.

Los profesores concuerdan en que los riesgos tienen que ver con el temor a que los estudiantes caigan en el plagio y la copia en la presentación de tareas o trabajos escritos. Esto porque la plataforma entrega información en función de lo que ellos le pidan que responda, sin que haya alguien detrás como autor de dicha información, lo que facilita su copia por parte del usuario. “En este sentido, las alternativas hacia el temor de suplantación que puede estar en el uso de Chat GTP estarían puestas sobre formas de enseñanza y estrategias didácticas encaminadas a la apropiación de los conocimientos que les permita a los estudiantes reelaborar la información, saber cuándo y qué utilizar, reconocer contexto de uso de aplicabilidad de esos conocimientos y de construir una postura crítica y reflexiva frente a los contenidos que se proponen en su proceso formativo”, explicó Santiago Mosquera Roa, profesor de la Maestría en Educación.

Finalmente, con la llegada de la inteligencia artificial, se abre una oportunidad para enseñar a los estudiantes a priorizar el pensamiento creativo y las prácticas de resolución de problemas, a través de actividades y tareas de aprendizaje activo que no recompensen el uso de la inteligencia artificial para hacer trampa. “Podemos reinventar nuestras prácticas educativas en la era de la IA para hacer obsoletos los tipos de actividades y tareas que requieren un simple recital de información que un software puede lograr fácilmente. Diseñar experiencias de aprendizaje que reconozcan e incluyan de manera crítica la presencia de la IA en roles de apoyo hará que los estudiantes sean más competitivos para lo que traiga el futuro habilitado por estas herramientas”, concluyó Jeremy Riel * Profesional de la Dirección de Comunicaciones de Javeriana Cali.

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