Educando el Talento

Proyecto Educando el talento

El proyecto Educando el talento podría describirse con varias palabras: novedoso, ilusionante, familiar, cercano y otro sinfín de adjetivos que no podrían terminar de explicar lo mucho que aportan las actividades que se desarrollan dentro de este plan, tanto a los niños de diferentes edades que participan en él, como a los profesionales que lo llevan a cabo. Porque Educando el talento es un proyecto compartido que se construye con las necesidades que demandan los jóvenes y las respuestas dadas por las educadoras. Solo de esta forma, construyendo en equipo, desde la comprensión y el respeto, se alcanzan los objetivos que en su día se establecieron para desarrollar este programa.

Este año el proyecto ha sido fiel al objetivo con el que nació en dos mil dieciocho: “Prevenir y reducir el número de sanciones disciplinarias que impliquen la interrupción de la asistencia al centro educativo y fomentar la integración escolar, minimizando los efectos del fracaso escolar”. Para ello se trabajó en los centros educativos abordando diferentes actuaciones: la intervención dentro del Centro de Día de Aldeas con los menores con medidas disciplinarias, trabajando con un total de 19 menores. Paralelamente, dentro de los colegios e institutos se llevan a cabo tres líneas de trabajo, la intervención dentro del grupo-clase, con el fin de fomentar la cohesión grupal realizada con 275 alumnos de los CEIPS e IES que hay en el distrito.

La prevención individual, cuyo objetivo es prevenir la expulsión del alumnado con conductas inadecuadas. Este tipo de intervención se realizó con 12 menores. Y la dinamización de patio, donde, además de dinamizar, se forma al alumnado de 6º de Primaria para que ellos sean los propios dinamizadores del recreo de su colegio formando éstos a otros compañeros de cursos inferiores. El total de niños que participan en las actividades de dinamización de patio es de 58 alumnos, desde 3º hasta 6º de Primaria. Los centros educativos en los que se ha trabajado hasta el momento, ya que cada año se suman centros nuevos, han sido: CEIP Jinámar Fase V, CEIP Europa, CEIP Hilda Zudán, CEIP Montiano Placeres, CEIP José Tejera, CEIP Pedro Lezcano, CEO Omayra Sánchez, IES Lila e IES Jinámar. Con algunos de ellos hemos participado en encuentros extraescolares aportando diferentes talleres.

Con el IES Lila desarrollamos una serie de dinámicas de cohesión entre profesorado y alumnado para estrechar lazos en una convivencia que tuvo lugar en Valsequillo el pasado 23 de octubre y, con el CEIP Montiano Placeres, realizamos talleres de pintacaras y de camisetas para conmemorar el Día de Los Finados, celebrado el 31 de octubre. Asimismo, y volviendo al inicio de este artículo, también podríamos describir la filosofía de Educando el talento con el lema: “Renovarse o morir”. Esto hace que el equipo que trabaja en el proyecto siempre esté valorando nuevas formas de intervenir para llegar al mayor número de menores que puedan beneficiarse de este

programa. Así nació Educando el talento verano, una forma de mantener el contacto con los niños –y adolescentes– con los que se trabajó durante el curso escolar, ya fuese en la prevención individual o en las medidas disciplinarias. En total se intervino con 13 menores con los que se realizaron diferentes actividades, siempre con el objetivo de fomentar el compañerismo, el respeto, la solidaridad, la empatía, la escucha activa, la amistad… El resultado se recogió en una revista realizada por los adolescentes donde se pueden leer los artículos y las entrevistas que plasmaron durante los meses estivales.

En resumen, durante este año hemos trabajado con un total de 377 menores. Actualmente seguimos interviniendo en la misma línea pero, siempre, atentos a las demandas de los niños, por eso hemos puesto en marcha el trabajo de tarde. En este nuevo espacio se hará trabajo comunitario con los adolescentes para interiorizar el sentimiento de pertenecía al lugar y, de esta forma, además de recibir de los medios que les ofrece su entorno, que descubran qué pueden aportar ellos para mejorar su contexto social.

Educando el talento aún tiene mucho camino que recorrer con la certeza de que la línea de meta serán las sonrisas de todos los menores con los que se interviene.