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Nuevas incorporaciones

NADIA AL-BOUSIDI EL IDRISSI

Me llamo Nadia tengo 18 años, llevo en el Programa de Jóvenes desde Julio del 2018, desde mi entrada al programa he compartido piso con dos chicas que se encuentran en la misma circunstancia. Yo pensaba que estaba más preparada para vivir de manera autónoma, sin embargo me he dado cuenta que me está costando mucho adaptarme a la nueva vida. Para mejorar mi futuro estoy recibiendo ayuda tanto de mi compañera de piso como de los profesionales de Aldeas Infantiles SOS que me van dando pautas y orientación con el fin de alcanzar mayor autonomía e integrarme a la vida adulta.

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ESMERALDA LILLO DÍAZ

Mi nombre es María Esmeralda, tengo 18 años. Gracias al Programa de Jóvenes de Aldeas Infantiles SOS he aprendido a manejarme más por la vida y he mejorado más mis cualidades y valores como persona , todo ello se ha dado gracias a los talleres de los cuales me llevo buenas experiencias, todas ellas han sido provechosas para mi futuro y para mí misma. Estoy estudiando 1º Bachillerato, aún no sé a lo que me quiero dedicar y para ello desde el Programa de Jóvenes y desde Aldeas Infantiles (Tránsito a la vida adulta) estamos visitando distintas empresas para conocer varias ramas laborales y con ello poder tomar una decisión respecto a mi formación.

IDAIRA HERNÁNDEZ TRINIDAD

Hola, me llamo Idaira y quería contarles un poco mi experiencia cuando comencé a formar parte del Programa de Jóvenes de Aldeas Infantiles. En realidad no sabía de la existencia del programa, pero un día, de casualidad, coincidí con una de las que fue mi educadora "Acoraida". Le comenté cómo me iba todo y le dije que quería ir a la universidad a estudiar un grado de turismo. Tras un tiempo ella siguió en contacto conmigo y me habló del programa y de las oportunidades que daban a esas personas que tendrían alguna dificultad a la hora de seguir estudiando y me dijo que ellos ayudaban a esas personas y que las acompañaban durante todo el proceso. En ese momento lo vi claro y quise formar parte del programa, en el que además, también hacían actividades en las que conocías a gente nueva. Unos meses más tarde, tuve el privilegio de conocer al director, Jorge, que me explicó con más detenimiento el funcionamiento del programa; a principios de septiembre hicimos un encuentro en Teror con los jóvenes del programa, en el que pude relajarme y desconectar, conocer gente nueva y divertirme. Fue muy importante para mí porque durante esos días tenía que tomar una de las decisiones más importantes de mi vida, ya que no me habían aceptado en la Universidad de Las Palmas y mi única opción era irme a hacer el grado a Lanzarote. Tanto los adultos como los jóvenes me apoyaron y sabía que contaba con su ayuda si decidía hacerlo. Irme era una decisión muy complicada, para mí significaba dejar todo atrás, mis amigos, mi familia, mi rutina... Aun así, decidí hacerlo porque sabía que contaba con mucho apoyo y tenía claro que era lo que quería, e iba a hacer lo posible por cumplir mi sueño. Al llegar a Lanzarote más tarde por complicaciones a la hora de encontrar piso, me sentía un poco desubicada al principio, pero poco a poco me fui sintiendo más cómoda, lo mejor de todo es que sigo contando con el apoyo del programa en todos los sentidos. Para mí es súper importante poder formar parte de este programa porque cuando más lo he necesitado han estado ahí, no solo como director o educadora, sino como amigos en los que puedes confiar. Sin ellos no habría sido posible, realmente estoy muy agradecida.

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