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Editorial II

Aprender a conocerse, saber elegir y no tener miedo a equivocarse es una manera de crecer como persona.

Acompañar a un joven en su proceso de inmersión a la vida adulta, requiere entender que, en su camino, el verdadero protagonista es él y que nuestro papel como facilitadores es buscar maneras de ayudarlo a sacar lo mejor de sí mismo al tiempo que adquiere las competencias necesarias para la consecución de sus logros.

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Hacia dónde encauzar mi proyecto de vida o por qué caminos seguir transitando, son preguntas que todos nos hacemos o nos hemos hecho en algún momento de nuestras vidas y a las que los jóvenes tienen que encontrar respuesta en un periodo de cambio en el que todavía no tienen adquirida la madurez suficiente para tomar decisiones importantes.

Desde el programa de jóvenes promovemos que descubran las respuestas a esos interrogantes sintiéndose acompañados. Durante un periodo de tiempo concreto andamos a su lado facilitando que consoliden su proyecto. Es en ese momento cuando se generan vínculos que van más allá de los límites del tiempo quedando una puerta abierta para cuando lo necesiten. En este proceso el respeto a su libertad para decidir y su autoría sobre el mismo son cuestiones primordiales que favorecen su convicción para sentirse capaces de timonear sus propias vidas.

Jorge Tejero Cintado Programa de Jóvenes Canarias

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