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febrero de 2019

Tiempos de incertidumbre

y de indignación

Escuálido apoyo al golpismo y severas críticas al gobierno por falta de soluciones

Los buitres y el reparto del botín


La cadena de mando está clara y Guaidó teme pasar de héroe a mártir necesario

Álvaro Verzi Rangel La cadena de mando está clara: los halcones de Washington mandan, Juan Guaidó y los cómplices del Grupo de Lima acatan, prontos para la repartija del botín venezolano. Todo esto con un ataque mortal por redes sociales y medios hegemónicos, para crear el imaginario colectivo de que se está liberando a un pueblo sometido. Por eso es necesario montar actos de calle, “patriotas” dispuestos a todo para salir del “tirano”, construir una epopeya para que la Unión Europea y Gran Bretaña decidan respaldar al usurpador Guaidó, a que el 4 de febrero puedan lograr acuerdos concretos en la reunión del cómplice Grupo de Lima. Pese a sus previsibles fracasos diplomáticos, EEUU necesitaba articular a los diferentes actores en cada espacio regional e internacional. Ahora avanza con hechos consumados y necesitan mayor consenso para dar los próximos pasos económicos, políticos, militares. ¿Avanzar con Rusia y China en contra? ¿Avanzar contra Citgo, empresa de la estatal venezolana Pdvsa donde Rusia cuenta con casi la mitad de las acciones? “Los estamos esperando, estamos esperando a los violentos, los mercenarios, y a quienes pretendan meterse en Venezuela”, afirmó Vladimir Padrino López, ministro de Defensa. “Esto es un asedio, un libreto, estuvimos viendo el formato que se aplicó en Libia y vemos los mismos actos progresivos que se han generado”, añadió. “La situaci´pon está lista y cuando EEUU lo desee va a comenzar la guerra en Ven ezuela” pronosticaba en mayo de 2017 el analista francés Thierry Meyssan en un video. Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), dirigió este martes un mensaje a los venezolanos y les aseguró “No están solos; la democracia volverá al país. Nunca he-

mos estado tan cerca como ahora”. Mercenarios, paramilitares, “asesores” israelíes para la ocupación de territorios y desestabilización interna. Y la “ayuda humanitaria” que la oposición dice que hará entrar al país –seguramente con un escenario montado con diplomáticos y ONGs, cámaras de televisión-, posiblemente desde la frontera con Colombia, con el resguardo de paramilitares y bandas criminales a los que es tan afecto el gobierno de Bogotá. A EEUU no le interesa el camino de la negociación y la mediación, sino imponer sus políticas y saquear el petróleo venezolano. Por eso ni siquiera se habla de la propuesta de México y Uruguay, o la del mismísimo Papa. La arremetida contra Venezuela no tiene antecedentes en otros países de la región, pero sí está relacionada con factores como el paramilitarismo colombiano o el narcotráfico mexicano-colombiano-estadounidense, dentro de una estrategia que parece copiar claves aplicadas en Medio Oriente. Están al mando de la Operación, nada menos que Donald Trump, John Bolton, Mike Pence, Mike Pompeo, Elliot Abrams, Marco Rubio, los jefes militares del Comando Sur, o sea los vectores del neoconservadurismo norteamericano vinculados a las tramas más oscuras de las intervenciones directas o por debajo de la mesa en el mundo. Apenas medidas cautelares contra Guaidó El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) aprobó este martes una serie de medidas cautelares contra el diputado Juan Gerardo Guaidó, quien se proclamó “presidente encargado”, que incluyen la prohibición de salir del país y el congelamiento de sus cuentas, al ser investigado por “usurpar” las funciones del presidente Nicolás Maduro. Saab explicó que las medidas forman

parte de la investigación que ordenó el TSJ el 23 de enero cuando Guaidó se autoproclamó “presidente encargado” desde una tarima en una plaza pública, acción que ha “ha suscitado hechos violentos, pronunciamientos de gobiernos extranjeros y el congelamiento de activos de la República Bolivariana en el extranjero, lo que implicaría la comisión de delitos graves que atentan contra el orden constitucional”. Estas decisiones llegaron un día después de que la Casa Blanca anunció sanciones contra la estatal Petróleos de Venezuela, la mayor fuente de ingresos del país, y acreditó a Guaidó para controlar algunos activos de la nación en el exterior. En tanto, la Asamblea Naciomal (en desacato) aprobó la designación de diplomáticos en naciones que han reconocido a Guaidó: Estados Unidos, Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Panamá y Perú, además, nombró al ex presidente parlamentario Julio Borges, como representante ante el Grupo de Lima, que con excepción de México desconoció a Maduro. Un agenda premeditada Los acontecimientos, quitados de la esfera política, comenzaron a acelerarse a principios de 2017 cuando Estados Unidos ordenó a los representantes de la oposición a no firmar los acuerdos de la Mesa de Diálogo que se realizaba en República Dominicana (transmitido por Julio Borges), descartando a la vez la vía electoral. El anuncio dado por la casa Blanca en la noche del último lunes da cuenta de que se avanza sobre un plan estructurado. rimero se creó una imagen heroica de Juan Guaidó desde las redes sociales. Guaidó era un total desconocido para los venezolanos y su asunción como presidente de la Asamblea General se dio por rotación


CUADRODESITUACIÓN AL 01-DE FEBRERO

México y Uruguay organizan conferencia internacional para abordar la crisis

A

de los partidos en se cargo. Los líderes de la oposición habían perdido toda credibilidad ante sus continuos fracasos. Luego se inició una ola de violencia desde barrios populares, muy bien explotada publicitariamente. Siguiendo el calendario, cada hecho fue aprovechado al máximo para crear el clima de que la situación no tiene vuelta: la autoproclamación de Guaidó (nadie sabe dónde tiene sede el gobierno ni cuál es el gabinete de este “presidente interino”), la reunión de la OEA, el llamado al Consejo de Seguridad de la ONU: fracasos en lo diplomático pero útiles para crear un imaginario colectivo sobre un mundo preocupado por salir de Maduro y del virus boilivariano. Y llegaron los anuncios de los golpes sobre la economía, que se convirtieron en actos de piratería, robo, con John Bolton y Steve Mnuchin en primera fila: congelaron siete mil millones de dólares de los fondos de la estatal petrolera Pdvsa en EEUU y anunciaron que el monto de las compras de petróleo venezolano irán a Guaidó. Ya no se trata sólo de bloqueo, ahora es atraco, robo, piratería televisada en vivo y en directo, difundida por las redes sociales. Ya los daños alcanzan a 23 mil millones de dólares. Los piratas británicos retienen mil 200 millones de oro venezolano, siete mil millones millones sobre Pdvsa, a los que hay que agregar los 11 mil millones que se generarán a partir de estos nuevos ataques, según Bolton. La premura de Trump y la banda de los Mike (Pence y Pompeo) para acabar con Maduro y la revolución bolivariana y apoderarse del petróleo venezolano, sólo tiene una explicación. Intuyen, en el fondo, que la espada desenvainada por Hugo Chávez hace 20 años podría resultar, a la postre, más filosa que la alzada por los fieles del Islam, señala José Steinsleger en La Jornada. Las amenazas siguen y seguirán a diario. “Cualquier acto de violencia e intimidación contra el personal diplomático estadounidense, el líder democrático de Venezuela Juan Guaidó o la Asamblea Nacional representaría un grave asalto a la legalidad y estará seguido de una respuesta significativa”, dijo John Bolton. Hilando fino, se podría interpretar que en caso de necesitarse un mártir, Guaidó bien podría ser asesinado por sus mentores

México y Uruguay han convocado a más de 10 países y diferentes organismos a una conferencia internacional sobre la situación de Venezuela, que se celebrará el próximo 7 de febrero en Montevideo. Esa crisis se debe al interés de EE.UU. y algunos “gobiernos sumisos de la UE” por el petróleo venezolano, mientras que sus políticas hacia Caracas intentan “derrocar a otro presidente” y, si no es posible, “provocar una guerra civil”.

China ofrece apoyo para buscar solución política en Venezuela

China expresó este viernes su disposición a trabajar con las partes implicadas en la situación de Venezuela para buscarle una salida política, al tiempo que defendió las relaciones con el gobierno legítimo del país suramericano (Nicolás Maduro) y ratificó que mantendrá invariable la cooperación, según reseñó Prensa Latina. Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que Beijing sigue atenta al tema, se comunica por distintas vías con los actores involucrados y desea promover el diálogo y las condiciones para alcanzar una resolución apropiada lo antes posible. Dijo que no importa cuánto cambie la situación, los lazos con las autoridades legítimas de Venezuela no sufrirán daños y China continuará el impulso de los intercambios en distintos terrenos cimentados en el beneficio mutuo, la colaboración de ganancia compartida y el progreso en ambas direcciones.

Para Maduro, EEUU ofrece una celda en la cárcel de Guantánamo

John Bolton, el asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió el 1 de febrero al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de que puede acabar en “Guantánamo” (Cuba), donde EE.UU. tiene una prisión militar para sospechosos de terrorismo, si no abandona pronto el poder. “Ayer tuiteé que le deseo un retiro largo y tranquilo en una bonita playa lejos de Venezuela. Y cuanto antes aproveche esa oportunidad, más probable será que pueda tener un retiro agradable y tranquilo en una playa bonita en lugar de estar en otra zona playera como la de Guantánamo”, dijo Bolton en una entrevista de radio. Bolton aconsejó a Maduro y sus principales asesores que “aprovechen la amnistía” que se ha planteado ofrecer a los políticos chavistas el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, quien se proclamó como presidente interino de Venezuela y ha sido reconocido por EE.UU. y otros países.

Pence: Maduro no debe poner a prueba las decisiones de EE UU

Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, aseguró que Nicolás Maduro no debe “poner a prueba” las decisiones que toma el gobierno de Donald Trump. “EE UU va a seguir aplicando sanciones diplomáticas y económicas en pro de la transición hacia la democracia en Venezuela. Todas las opciones están puestas sobre la mesa y Nicolás Maduro no debe poner a prueba la decisión de EE UU”, dijo Pence este viernes en un foro junto a venezolanos exiliados.

Trump exigió a España y a la UE romper todo diálogo con Maduro

EE UU adelantó al Gobierno que Guaidó se disponía a proclamarse presidente interino y que Washington lo iba a reconocer. La Administración estadounidense avisó al gobierno español antes de que el líder de la Asamblea venezolana, Juan Guaidó, se proclamara presidente interino y ha presionado luego para que España y la UE lo reconozcan y rompan cualquier canal de diálogo con Nicolás Maduro. “Tenemos mucha presión, no les voy a decir de quién, pero se lo pueden imaginar, para que votemos en contra de la creación de este grupo”, admitió el ministro de Exteriores, Josep Borrell, en el Congreso. Aludía al grupo de la UE para propiciar el diálogo en Venezuela.

Austria no reconoce Guaidó e Italia pide no repetir el error de Libia

El Gobierno austriaco mantiene su rechazo a hacer un reconocimiento expreso de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela por cuestiones legales y porque por principio no reconoce gobiernos, sino estados, según ha indicado este viernes su ministra de Exteriores, Karin Kneissel. El Gobierno italiano se pronunció en la misma línea porque ello iría en contra del principio de no injerencia en los asuntos internos de un país y ha pedido evitar cometer el mismo error que en Libia. “Italia no reconoce a Guaidó porque estamos totalmente en contra del hecho de que un grupo o un grupo de países terceros pueda determinar las políticas internas de otro país”, aseguró el viceministro de Exteriores, Manlio Di Stefano,


Los buitres y el reparto del botín

Simón Andrés Zúñiga| Apenas dos días después del golpe del 23 de Enero, una de las más conocidas agencias calificadoras de riesgo país, Standard & Poor, ha publicado en un informe las posibles medidas económicas que tomará el autoproclamado “presidente interino” Juan Guaidó (1). Como se esperaba, después de este golpe de Estado (en proceso), unas de las primeras medidas es la modificación de la Ley de Hidrocarburos, para que permita un mayor control extranjero del sector petrolero. Al unísono, el economista venezolano Francisco Rodríguez, recomienda, a través de su red social, qué debe hacer el “presidente provisional”, para tomar control de la empresa CITGO, propiedad del Estado venezolano. Rodríguez señala “El nuevo gobierno debe proceder a comunicarle a los tribunales norteamericanos el nombramiento de nuevos representantes legales para defender los intereses de la nación y proteger los activos del saqueo que con seguridad intentaran hacer los representantes de Nicolás Maduro”(2). Luego, antes de cerrar la semana, el ingeniero venezolano Ricardo Hausman, escribe en su cuenta Twitter: “President Guaidó has an economic plan to start the recovery of Venezuela (…)” (3). Es decir, Hausman anuncia que Guaidó cuenta con un plan económico para iniciar la recuperación de Venezuela. El profesor de Harvard, a principios del 2018 ya había adelantado el escenario que ahora se está ejecutando. En ese momento, escribió un artículo donde justificaba una intervención militar y una operación de rescate (económico) por parte de Estados Unidos y algunos los países latinoamericanos (4). Es impresionante como un año antes, detalló parte del guión estadounidense que ahora están leyendo (e interpretando) Bolton y Guaidó. No es muy difícil imaginar quiénes participaron en la elaboración de este paquete económico, y probablemente la respuesta llevará a algunos personajes que también participaron entusiasmadamente en la elaboración del plan económico que el golpista Pedro Carmona Estanga tenía a su disposición en abril de 2002. Los golpes de Estado de derecha, como se demostró en Chile en 1973, necesitan de un “ladrillo” (así se le llamó en ese momento al programa económico de Pinochet) elaborado por equipos de economistas, donde deben destacar los nacidos en el país donde Estados Unidos ha planificado el golpe. En este caso, es altamente probable que entre estos autores del Plan Económico del golpista Carmona (11 de abril de 2002), estuvo uno de los amigos y pupilo de Ricardo Hausman, el economista Francisco Rodríguez. Como demostración de la alineación de estos voceros con la estrategia imperialista, el gobierno estadounidense anunció el

secuestro de activos externos de PDVSA y la asignación de las cuentas bancarias a favor del usurpador Guaidó. Se confiscaron ilegalmente más de 7 mil millones de dólares en activos de PDVSA y unos 12.000 millones de dólares en exportación de crudo. A cambio, Mike Pompeo anunció que le darán a Guiadó 20 millones de dólares destinado supuestamente a la ayuda humanitaria. Ricardo Hausman, ex ministro de Carlos Andrés Pérez, hombre del BM De seguro, el plan de Hausman estaba coordinado con el plan imperial, ya que éste declaró en agosto de 2018 que el rescate de la economía venezolana debe contemplar un financiamiento por unos 80 mil millones de dólares para los siguientes dos años, unos 20 mil millones en donaciones de los multilaterales (Banco Mundial, ONU, Banco Interamericano de Desarrollo) y unos 60 mil millones por parte del Fondo Monetario Internacional (5).. La intervención militar y la deuda externa son dos mecanismos de invasión y consolidación del dominio imperialista, ambos mortíferos para los pueblos donde avanzan. El petróleo como objeto de la confrontación La política petrolera chavista, plasmada en la Ley de Hidrocarburos fue una de las principales, y más importantes, reformas nacionalistas y desarrollistas que se produjeron durante la primera etapa del gobierno de Hugo Chávez. Era la principal y la más fundamental, porque enfrentaba frontalmente el núcleo del patrón de acumulación del capitalismo dependiente venezolano: la captura y la distribución de la cuantiosa renta petrolera. A pocos meses del primer gobierno de Hugo Chávez, los sectores conservadores, reaccionaron frente a esta osadía del proceso bolivariano. Igual actitud asumieron las clases sociales que dependían del latifundio frente a la Ley de Tierras (otra de las reformas medulares). Los intentos para derrocar a Chávez, estaban motivados por las pasiones desatadas en los principales afectados: los capitalistas nacionales (o locales) y el capital trasnacional y sus Estados imperialistas. No se puede analizar la trama política que acompaña el avance del chavismo, sin considerar la particular lucha de clases que caracteriza esta economía capitalista dependiente y peotrolera. Alí Rodríguez Araque siempre precisaba que la contradicción principal entre capital-trabajo, en nuestro caso y en nuestra época, estaba influenciada por la contradicción capital-tierra (recursos naturales) para destacar, de esta forma, la particularidad de nuestro capitalismo dependiente, cuya acumulación capitalista tiene una gran influencia de la renta petrolera. Una de las vías para generar un proceso de distribución social de la renta entre los sectores populares y los sectores productivos nacionales, tenía como premisa principal el control de la


rancisco Rodriguez, y Ricardo Hausman, fuente de generación y captura de la renta, vale decir: el control de la empresa petrolera estatal PDVSA. A principios del gobierno de Chávez, la empresa petrolera estatal era resultado de una nacionalización que devino en la existencia de una Estado dentro del Estado, dado que PDVSA asumió la figura de una “corporación mundial” (definida así por su gerencia), donde ésta se convirtió en una casta sociopolítica alineada con los intereses del capital transnacional y con la política energética de los Estados imperialistas. Era, por tanto, comprensible la participación de la alta gerencia corporativizada de aquella PDVSA, en la estrategia insurreccional de la derecha y en el golpe de Estado contra el gobierno nacionalista-popular de Hugo Chávez (elegido bajo las reglas electorales de la democracia burguesa). Dicha acción terminó en una derrota desastrosa para los promotores del llamado “paro” petrolero. En conclusión: la toma de la colina del poder fáctico concentrado en PDVSA, por parte del gobierno bolivariano de Hugo Chávez, se logró en 2003, la acción insurreccional que implicó el sabotaje de la industria petrolera se encontró con una correlación de fuerzas altamente favorable al chavismo, con una intensa movilización popular y una depuración de los mandos militares. El nacionalismo promovido por Chávez, la unidad cívico-militar y el alto nivel de conciencia de los sectores populares, doblegaron la estrategia de una élite cuya cultura despreciaba al pueblo trabajador. Más de una vez, la estrategia de la derecha opositora (obedeciendo instrucciones directas del Norte) ha sido, en la práctica, una de las mejores aliadas del avance del chavismo. El gobierno de Chávez se apoderó del control del Estado paralelo y autónomo que se había instaurado en PDVSA desde su nacionalización, y de esta forma pudo emprender un proceso de distribución de la renta petrolera entre sectores sociales desfavorecidos e intentar financiar el desarrollo de un modelo económico que presentaba como alternativo. Buitres y tiburones La discusión sobre el posterior uso adecuado de ese excedente petrolero bajo control del gobierno y la fuga del mismo a cuentas del exterior, es un debate que está pendiente en la hoja de balance de la historia de los gobiernos chavistas. Sin embargo, en esta oportunidad, lo que interesa resaltar son los actores que están detrás del botín que se está subastando, en este momento, entre las potencias imperiales. Ese botín es la República Bolivariana de Venezuela, no sólo sus recursos naturales sino también su institucionalidad política, es decir su existencia como nación soberana e independiente.

En esta piñata, el rol de los representantes del capital financiero es definitivo, aunque este protagonismo no se haga tan evidente. Por supuesto, otros componentes del capital transnacional coparticipan en este saqueo imperial, por ejemplo los carteles energéticos y el complejo industrial militar estadounidense y europeo. El capital financiero lo podemos clasificar en capital financiero trasnacional y capital financiero local (nacional). La calificadora Standard & Poor (S&P), por más de 23 años ha mantenido una calificación de riesgo-país absolutamente sesgada (desfavorable) políticamente. Desde que se inició el Gobierno de Chávez, para los analistas financieros y para la opaca metodología de evaluación de riesgo país de la calificadora, el objetivo real era descalificar políticamente una experiencia que iba contra los intereses del capital mundial. Al mismo tiempo, dichas calificadoras se aprovechaban de la información que obtenían de las estadísticas oficiales, para usarla en la especulación financiera. Por supuesto, detrás de S&P y otras calificadoras de riesgo, están los grandes bancos de inversión, representantes de ese capital financiero mundial que ha dominando, desde mediados de la década de 1970, la lógica de acumulación planetaria. Francisco Rodríguez, hasta no hace mucho representante del Bank of America en América Latina, y Ricardo Hausman son rostros intelectuales de los intereses del capital financiero internacional y de las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) cuyo principales exponentes son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En territorio nacional, la banca local ha sido la custodia final y secuestradora de esta renta petrolera, permitiendo su trasvase masivo al exterior. Los grupos financieros nacionales, como Banesco y Banco Occidental de Descuento (BOD), y los trasnacionales como el BBVA, tuvieron una expansión exponencial sobre la base de la administración y concentración de la renta petrolera, facilitando su fuga al exterior. Banesco llegó a superar a gigantes bancarios en España para adquirir bancos en ese territorio periférico de la Unión Europea, mientras que el BOD se focalizó en consolidar un monopolio bancario al mismo tiempo que fortalecía su influencia en las grandes decisiones financieras del gobierno, especialmente en la política cambiaria donde orientó sus esfuerzos en el desmonte del control cambiario. El SITME ayer y hoy el Interbanex, son dos propuestas cambiarias que no salieron de las instituciones gubernamentales responsables de las políticas financieras y monetarias, sino de los núcleos de asesoría de la banca privada. Ya los banqueros no necesitaban estar en la presidencia del Banco Central ni en el Ministerio de Hacienda (hoy Finanzas) como lo hicieron en la IV República. Con el poder que concentraron secuestrando la economía venezolana, aunado a la vocación negociante de algunos altos funcionarios gubernamentales y a la mediocridad en el manejo de la política económica, pudieron y pueden influenciar la política económica. El gobierno chavista logra control sobre la administración de la renta petrolera en su captura y distribución primaria (PDVSA y el control cambiario), pero no establece mecanismos para evitar la fuga masiva de la misma al exterior y su uso eficiente en la transformación estructural. El gobierno tiene la vaca pero gran parte la leche termina en manos de la burguesía local que la utiliza para la exportarla hacia el sistema financiero internacional. La fuga de capitales y el desmontaje del control cambiario (altamente ineficiImagen relacionadaente y corrupto), logró que el Estado venezolano perdiera control sobre el destino final de la renta petrolera y permitió al capital financiero nacional e internacional determinar su política cambiaria, al grado de establecer el tipo de cambio. Al mismo tiempo, el capital financiero internacional, fue adecuando su estrategia de captura de la economía venezolana: los marchantes de la banca internacional, lograron venderle a PDVSA (comandada por Rafael Ramirez), al Ministerio de Finanzas y al Banco Central un instrumento financiero que, en sus diversas variantes, consistió en la emisión de bonos denominados en dólares y que podía ser adquiridos en bolívares. Este instrumento y la descontrolada emisión de pagares para financiar la caja de PDVSA, terminaron siendo una de las sogas (sino la principal) que logró amarrar el cuello de la “revolución bonita”. Este mecanismo se conviertió en un eficiente viaducto que permite una veloz y cuantiosa fuga de capitales protagonizada principalmente por los Amos del Valle contemporáneos (el poder fáctico concentrado en Caracas). No es el único mecanis-


mo de fuga, pero sí el más legitimado y descarado. El golpe de Estado que está en proceso, es la coronación de una estrategia que cierra con el reparto del botín de los activos de PVDSA y demás riquezas del Estado Nacional. El éxito de la implantación del gobierno de transición y la imposición de un gobierno aliado, permitirá la aplicación de un programa económico que implicará un endeudamiento masivo. La deuda externa generada por un probable gobierno de derecha, se encargará de blindar las cadenas de dependencia y control de los recursos naturales. No sólo el petróleo y los recursos naturales son causa de la injerencia imperialista Por otro lado, repetir que “lo que está detrás del golpe es sólo el petróleo” (y otras riquezas naturales) no solo puede ser una obviedad sino una terrible omisión. No se debe reducir el análisis del caso venezolano y el actual encono intervencionista del imperialismo estadounidense y europeo, a la necesidad geoestratégica de controlar los yacimientos petrolíferos. Es importante reconocer que, la batalla que se libra en Venezuela es también una confrontación y contención de paradigmas que iban contracorriente con el status quo impuesto por el sistema de dominación del capital mundial. La batalla que se libra actualmente en Venezuela es también una confrontación geopolítica de carácter mundial.Resultado de imagen para confrontacion geopolitica Venezuela (gracias a la particular capacidad de Chávez de tejer alianzas internacionales) es un territorio de la nueva guerra fría. Lo que suceda en Venezuela no sólo pasa por Washington, sino pasa por Beijín y por Moscú. Este análisis, que toca sólo uno de los factores estructurales de la economía venezolana, pretendió trascender los análisis macroeconómicos positivistas y neoclásicos que predominan tanto en las fuerzas de proimperialistas como en las fuerzas que se aglutinan en el polo izquierdo del espectro político venezolano (6), que se quedan en la superficie, acusando unos al gobierno y otros al bloqueo económico. Omiten tanto el protagonismo de los actores, clases o poderes fácticos que determinan tendencias en la fragua de la lucha de clases, como a la características estructurales del capitalismo venezolano. No debe ser un análisis que se acota al diagnostico, sino que debe permitir proporcionar pistas para la construcción de una estrategia de política económica transformadora. Dentro de estas pistas o temas podemos resaltar el peso de la deuda externa, el control de capitales, el control de cambio, el disciplinamiento de la banca privada (¿regulación o estatización/nacionalización?), la necesidad de retomar la política petrolera original (no la que se desvió bajo la gestión de Rafael Ramírez). Al mismo tiempo, asumir una estabilización inflacionaria no regresiva ni recesiva. Elementos que analizaremos más adelante y que deben ser parte de la agenda de las fuerzas del cambio radical. Notas [1] Ver, https://www.spglobal.com/platts/en/market-insights/latestnews/oil/012419-guaido-plans-citgo-leadership-shakeup-new-venezuela-hydrocarbons-law-sources [2] Ver, https://twitter.com/frrodriguezc/ status/1088145585457250305?s=03 [3] Ver, https://twitter.com/ricardo_hausman/ status/1088869505072332801?s=20 [4] https://www.project-syndicate.org/commentary/venezuelacatastrophe-military-intervention-by-ricardo-hausmann-2018-01/ spanish?barrier=accesspaylog [5] https://www.elpais.com.uy/economia-y-mercado/necesitanmontos-record-eventual-plan-rescate-venezuela.html [6] Es tan interesante (como desesperante) observar a voceros de los factores que conviven en el chavismo cómo se han visto embriagados por las concepciones y paradigmas económicos hasta ahora defendidos por la derecha. Es así como vemos que defender la liberación/ flexibilización cambiaria, criticar la “emisión inorgánica de dinero” (además atribuirle como principal causa de la inflación), proponerse la meta del “déficit cero”, utilizar una política monetaria bipolar con inclinación a ahogar el crédito a través de la contracción, flexibilizar las condiciones a la inversión privada…se han convertido en la referencia frecuente tanto en autoridades económicas gubernamentales como ex-ministros. * Economista venezolano, integrante de la Sociedad de Economía Política Crítica (SER). Distribuido por el Centro latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

¿Un golpe chucuto? Eleazar Díaz Rangel.ÚN|

Como un golpe de estado han sido calificados dos hechos políticos que ocurrieron en forma casi simultánea, y que evidentemente estaban previamente acordados por sus factores determinantes, situación ésta que no permite establecer cuál pudo ser primero, si la autojuramentación del presidente de la Asamblea Nacional como Presidente interino, o las garantías de reconocimiento inmediato ofrecidas por el gobierno de Estados Unidos. Todo ocurrió el mismo día, el 23 de enero, clásica fecha política venezolana, pero estaba siendo promovido desde hace ya bastante tiempo, con intentos de infiltración en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. El ministro de Defensa lo recordó en su intervención de ese día, reiterando cómo habían fracasado en todos esos intentos. En varias ocasiones el presidente Maduro y el propio ministro Padrino López, los habían denunciado. Conocido es que Washington, desde le llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, tiene casi obsesivamente el propósito de desestabilizar al gobierno venezolano y promover su derrocamiento. No lo ha ocultado y ha advertido con una invasión militar, que la han detenido dos factores, primero, la falta de apoyo en los gobiernos latinoamericanos unos más decididos que otros, y en segundo lugar, informes confidenciales militares del propio EEUU sobre sus inciertos resultados. Podríamos añadir un tercero, y es la reacción de los pueblos de los países de la región, que, por supuesto, los asesores estadounidenses no están en capacidad de analizar, pero que pueden tener alcances inimaginables. El presidente Maduro, el viernes, declaró enfáticamente que hay “un golpe mediático internacional contra Venezuela” que estimularía acciones internas en torno al “gobierno del autojuramentado”. Desde el miércoles se pretende crear un clima de violencia entre venezolanos, que llevó al ministro Padrino a calificarla de ”altísima peligrosidad”, y que ha generado preocupación en el exterior desde donde exhortan a reforzar la búsqueda del diálogo. Tarea nada fácil, pero sigue siendo la vía pacífica y democrática para encontrar salidas a esta crisis agudizada con las últimas posiciones de Washington, y que Moscú considera “injerencias gravísimas”. Sea un golpe de nuevo tipo que experimenta EEUU o un golpe en desarrollo, como ha sido calificado, lo que también es cierto es que se trata de un golpe chucuto, pues no lograron derrocar al gobierno legítimo y constitucional que presidirá Maduro hasta el 2025.


Deja vu: Venezuela y el chantaje político estadounidense de épocas de la guerra fría

Álvaro Verzi Rangel El gobierno estadounidense de Donald Trump ha resucitado la retórica de la guerra fría y con cubano-estadounidenses conservadores anticastristas retomando efectivamente el control de la política exterior de Washington hacia America Latina, retrocedieron a la salvaje retórica de la llamada guerra contra el comunismo. Fue la segunda derrota del gobierno de Donald Trump consecutiva en foros internacionales. Primero fracasó en la Organización de Estados Americanos (OEA) al tratar de imponer el reconocimiento del autoproclamado presidente interino Juan Guaidó (quien no tiene sede de gobierno ni gabinete), y ahora en su presentación ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.Resultado de imagen para abrams pompeo Siguiendo añejos libretos, el secretario de Estado, Mike Pompeo, acompañado por el recién nombrado enviado especial para Venezuela, Elliott Abrams –condenado penalmente por mentir al Congreso sobre el escándalo Iran-contras y promotor de la invasión a Irak y políticas intervencionistas en apoyo de gobiernos violadores de derechos humanos en Centroamérica– presionaron al Consejo de Seguridad de la ONU para reconocer al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó. Con lenguaje chantajista, Pompeo declaró que “ahora es el momento para que toda nación escoja un bando. No más demoras, no más juegos. O están del lado de las fuerzas de la libertad o están en liga con Maduro y su desorden”. Pero no logró imponer su posición entre los cinco países con poder de veto en el Consejo, sobre todo Rusia y China, que repudiaron la maniobra estadounidense. Rusia acusó a Estados Unidos de orquestar un golpe de Estado contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, mientras Venezuela aseveró que Washington intenta derrocar a sus gobiernos bolivarianos desde 2002, cuando se ejecutó una intentona contra el fallecido mandatario Hugo Chávez. Resultado de imagen para Vassily NebenziaEl embajador ruso, Vassily Nebenzia, dijo que EEUU no ha cambiado en nada su forma de ver a América Latina, su zona de interés exclusiva, el patio trasero donde pueden hacer lo que les dé la gana, quien calificó de ridículo el ultimátum de la Unión Europea a las autoridades de Venezuela para que convoquen elecciones anticipadas. Tampoco pudo responder ante los reporteros sobre la pregunta de Rusia sobre si Washington estaba contemplando una acción militar en Venezuela. Pero aprovechando la oportunidad,

Pompeo también atacó a Cuba en esta sesión, y criticó a Rusia y China por su apoyo a Maduro, “el ex presidente”. Abrams también aprovechó los micrófonos para señalar a Venezuela como satélite de Cuba y Rusia, un argumento que usara tres décadas atrás cuando manejó la política hacia America Latina con Ronald Reagan. Paralelamente sigue el acoso: el viernes, el Departamento de Estado envío a directivos a la Reserva Federal de Estados Unidos para cerrar el acceso del gobierno de Maduro a sus bienes depositados en el extranjero, incluyendo ingresos de Citgo, empresa petrolera venezolana en EEUU. El sábado instó a otros países a desconectar sus sistemas financieros del gobierno legal para que esos bienes sean entregados a Guaidó, quien como autoproclamdo presidente interino, no tiene siquiera gabinete. En otra vuelta al pasado la política estadunidense hacia America Latina parece haber regresado a las manos de cubano-estadunidenses anticastristas con raíces en Florida, con el senador republicano Marco Rubio como el protagonista más influyente, a quien el New York Times lo identifica como un virtual secretario de Estado para América Latina. Ayudó a instalar a otro cubanoestadounidense, Mauricio Claver-Carone –opuesto a la normalización con Cuba–, como el encargado del hemisferio occidental para el Consejo de Seguridad Nacional. Juan José Gómez Camacho, embajador de México ante la ONU, expresó su preocupación Resultado de imagen para Juan José Gómez Camachopor la situación que atraviesa Venezuela y reiteró que es el pueblo venezolano el que debe elegir su propio rumbo sin injerencias. Resaltó que los gobiernos de México y de Uruguay propusieron un nuevo proceso de negociación incluyente y creíble con pleno respeto al estado de derecho y los derechos humanos en ese país. Colombia llamó a respaldar el fin de la “usurpación” de Maduro, la transición y elecciones en Venezuela. Durante la sesión, Reino Unido denunció que el socialismo de Maduro destruyó a todo el país. A Pompeo también lo respaldaron las representaciones de Francia, Alemania, España, Bélgica y Canadá, entre otras. Ma Zhaoxu, representante permanente de China ante la ONU, sostuvo que su gobierno siempre se opone a la interferencia en los asuntos internos de otros países y se opone a la interferencia extranjera en los asuntos de Venezuela. Falló el pronóstico del fin de la etapa de los golpes de Estado en la región había concluido, y hoy sabemos que ningún gobierno progresista ha estado exento de sufrir los embates de EEUU y las plutocracias o poder fáctico locales. En algunos casos han tenido éxito. Honduras, Paraguay y Brasil. Pero con la destrucción de los


Tiempos de incertidumbre e indignación Maryclen Stelling|

organismos de integración (Mercosur, Unasur, Celac), las políticas de no intervención, soberanía e independencia nacional han quedado sin efecto. El nuevo gobierno de México volvió a aplicar la doctrina Estrada y rescata una tradición antiimperialista abandonada por administraciones anteriores, mientras gobiernos neoconservadores como los de Jair Bolsonaro en Brasil, Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile o Iván Duque en Colombia, son impulsados como validantes de la intentona golpista y de la autoproclamación de un presidente espurio. La dependencia de Washington Los instigadores vernáculos de la intentona saben que dependen de la fuerza de las potencias extranjeras, ávidas de adueñarse del botín de la segunda mayor reserva petrolera del mundo. Dado la falta de apoyo interno, más allá de la manipulación informativa y las mentiras en red, se refugian en una (al menos amenazada) invasión. Pero las fuerzas armadas venezolanas no bailan con esa música antinacional,. La maniobra se venía ejecutando desde hace más de un año. La negativa de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) –en ese momento el conglomerado variopinto de l64 grupos de la oposición venezolana- a firmar los acuerdos en República Dominicana, una vez pactados y conciliados los puntos para convocar elecciones, los mecanismos de verificación y dialogo les ha llevado a este abismo político. Siguieron las órdenes y quedaron definitivamente en manos del gobierno republicano de Trump, quien marca la agenda. No tuvo la oposición la capacidad de aglutinar el descontento político y social, y terminó dividida y la deriva. El llamado a elecciones hecho por el gobierno de Maduro los agarró fuera de base y la presión de EEUU, que ponía en marcha el plan del Comando Sur Freedom II, hizo que llamaran al boicot, declamadno fraude por enésima vez antes de inicuiarse siquiera los comicios, Y se sumó un intento de magnicidio con drones, el despliegue de medios económicos y financieros en el exterior para aislar y boicotear al gobierno, estrangular la economía, fomentar el mercado negro, el desabastecimiento y la violencia callejera, para poder mostrar la imagen (bien difundida por el aparato de terror mediático trasnacional) de un país roto, sumido en el caos y la desesperación, al cual hay salvar de la dictadura. Hoy, la intentona de golpe de Estado excede la realidad de Venezuela, porque lo que está en juego es la dignidad, la soberanía y la independencia de América latina. Pedir una invasión de fuerzas extranjeras, militares y gobiernos, el grado de odio, rencor hacia el pueblo venezolano, cuyo gobierno legítimo, le guste o no a la oposición y a los gobiernos cipayos ha ganado una elección con más de cinco millones de votos y 28 por ciento del electorado. Trump no puede decir lo mismo, obtuvo solo 24 por ciento. La defensa el gobierno legítimo de Venezuela es un imperativo ético y político para América Latina y el Caribe: sumarse al golpe es apoyar la canalla.

A escasos días del 23/E no son pocos los análisis, nar A escasos días del 23/E no son pocos los análisis, narrativas, pronunciamientos, apoyos, agresiones y deslindes políticos sobre la situación del país. Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo, está en el centro del interés geopolítico mundial. La confrontación ha saltado a una delicada fase de violencia, tanto por razones internas como por la injerencia externa. En tan graves momentos, nadie puede ser indiferente, ni practicar la indignación pasiva desde una superioridad crítica, ni evadir o negar su responsabilidad política, al igual que las consecuencias de sus actos. Es muy grave la estrategia de sectores políticos de oposición que se acogen a la máxima de «no hay alternativa», apostando irresponsablemente a salidas violentas promovidas desde el exterior; avalando un golpe de estado, promoviendo una guerra civil o anhelando una invasión. Es igualmente peligroso cobijarse cómodamente en la cultura de la indiferencia en relación a lo público, suerte de posición política que equivale a “ver los toros desde la barrera”. Igualmente, hacer de la banalización de la política una ley de vida o de sobrevivencia, basada en el desprecio al otro y a los supuestos “perdedores”. No hay enemigo pequeño. Resultado de imagen para venezuela indignacion El enemigo no es necesariamente externo o se resume al adversario político. El enemigo también está en casa y ello ha producido un desgaste en la legitimidad, la credibilidad, la esperanza y en la confianza; situación que hemos venido denunciando desde estos espacios. Ante la profunda crisis de carácter multidimensional, se ha impuesto la lógica económica y la muy invasiva lógica transmedia que ha colonizado el espacio público. La crisis traspasa intencionalmente los límites nacionales y alcanza dimensiones geopolíticas, complejizando la situación interna y la solución de la misma, aparentemente en manos de potencias extranjeras. Vivimos tiempos de incertidumbre pero también de indignación ante lo sucedido. A pesar de los llamados e intentos de diálogo, en el corto plazo luce derrotada esa estrategia, a nuestro juicio la más pertinente, por la que hemos apostado y seguimos apoyando. Apostamos a la democracia, a la paz, al diálogo y a la construcción de consenso con la participación de diversos factores políticos. Condenamos el golpe de estado, apostamos a la no injerencia y a nuestro derecho a resolver los problemas internos.


Pese a sus fracasos, EEUU sigue la ofensiva internacional contra Venezuela Aram Aharonian Donald Trump, entrampado en su propia crisis política provocada por múltiples investigaciones por corrupción, colusión con intereses extranjeros y obstrucción de justicia que podría poner en duda su legitimidad, intervino en la crisis en Venezuela mediante un plan desarrollado en semanas recientes con gobiernos aliados y la oposición venezolana, coordinado a los más altos niveles en Washington. Pero mientras la escalada golpista continúa y Trump debió abdicar de lograr 5.700 millones de dólares para construir “su” muro en la frontera sur con México para romper el cierre administrativo, Venezuela y EEUU establecerán una Oficina de Intereses en cada capital tras la ruptura de las relaciones bilaterales, que podrá atender trámites migratorios y otros temas de interés bilateral en apego al derecho internacional. O no. Como un golpe de estado han sido calificados dos hechos políticos que ocurrieron en forma casi simultánea -evidentemente estaban previamente acordados por sus factores determinantes- lo que no permite saber cuál pudo ser primero, si la autojuramentación de Guaidó o las garantías de reconocimiento inmediato ofrecidas por Estados Unidos. “Sea un golpe de nuevo tipo que experimenta EEUU o un golpe en desarrollo, lo que también es cierto es que se trata de un golpe chucuto (mocho, incompleto), pues no lograron derrocar al gobierno legítimo y constitucional que presidirá Maduro hasta el 2025”, señala l director de Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel. En caso de no alcanzarse el acuerdo en el plazo perentorio de treinta días, ambas misiones cesarán actividades y ambos Estados procederán a designar el ente que cada cual escogerá para confiarle sus respectivos intereses, debiendo el personal remanente abandonar el territorio de cada país dentro de las siguientes setenta y dos horas posteriores al vencimiento del referido plazo. Venezuela vive tiempos de incertidumbre pero también de indignación ante lo sucedido. A pesar de los llamados e intentos de diálogo, en el corto plazo luce derrotada esa estrategia. La realidad virtual mostrada por los grandes medios hegemónicos cartelizados (grandes marchas, resistencia ctiva al gobierno) dista mucho de la realidad-real. La confrontación parece haber saltado a una delicada fase de violencia (contenida aún), tanto por razones internas como por la injerencia externa. En tan graves momentos, nadie puede ser indiferente, ni practicar la indignación pasiva desde una superioridad crítica, ni evadir o negar su responsabilidad política, al igual que las consecuencias de sus actos, señala la socióloga Maryclén Stelling. Es muy grave la estrategia de sectores políticos de oposición que se acogen a que «no hay alternativa», apostando irresponsablemente a salidas violentas promovidas desde el exterior; avalando un golpe de estado, promoviendo una guerra civil, anhelando

una invasión. Pero también es igualmente peligroso cobijarse cómodamente en la cultura de la indiferencia en relación a lo público, y hacer de la banalización de la política una ley de vida o de sobrevivencia, basada en el desprecio al otro y a los supuestos “perdedores”. El enemigo no es necesariamente externo o se resume al adversario político. El enemigo también está en casa y ello ha producido un desgaste en la legitimidad, la credibilidad, la esperanza y en la confianza, añade la prestigiosa socióloga. Ante la profunda crisis de carácter multidimensional, se ha impuesto la lógica económica y la muy invasiva lógica transmedia que ha colonizado el espacio público. La crisis traspasa preintencionalmente los límites nacionales y alcanza dimensiones geopolíticas, complejizando la situación interna y la solución de la misma, dejando la sensación de que quedó en manos de potencias extranjeras y no de los venezolanos. El plan Pompeo-Abrams Para continuar con ese plan contra el gobierno constitucional de Caracas, el secretario de Estado Mike Pompeo nombró como emisario para restaurar la democracia a un veterano del intervencionismo: Elliot Abrams, quien fue una de las figuras centrales del escándalo conocido como Irán-contra durante la presidencia de Ronald Reagan, y acusado de ocultar información al Congreso de esa iniciativa ilegal para trasladar fondos de ventas secretas de armas a los contra en Nicaragua (recibió un indulto presidencia). ‫׳‬Abrams también fue clave en la política intervencionista de apoyo a los regímenes de El Salvador y Guatemala y sus escuadrones de muerte, justificando o negando las graves violaciones de derechos humanos. Años después ocupó altos puestos de relaciones exteriores como asesor de George W. Bush. Durante ese periodo él sabía y envió mensajes de apoyo al intento del golpe contra Hugo Chávez en 2002, reportó ese año The Observer. El régimen de Donald Trump, entrampado en su propia crisis política provocada por múltiples investigaciones por corrupción, colusión con intereses extranjeros

y obstrucción de justicia que podría poner en duda su legitimidad, intervino en la crisis en Venezuela mediante un plan desarrollado en semanas recientes con gobiernos aliados y la oposición venezolana, coordinado a los más altos niveles en Washington. Para continuar con ese plan, el secretario de Estado Mike Pompeo nombró como emisario para restaurar la democracia a un veterano del intervencionismo: Elliot Abrams, quien fue una de las figuras centrales del escándalo conocido como Iráncontra durante la presidencia de Ronald Reagan, y acusado de ocultar información al Congreso de esa iniciativa ilegal para trasladar fondos de ventas secretas de armas a los contra en Nicaragua (recibió un indulto presidencia). Abrams también fue clave en la política intervencionista de apoyo a los regímenes de El Salvador y Guatemala y sus escuadrones de muerte, justificando o negando las graves violaciones de derechos humanos. Años después ocupó altos puestos de relaciones exteriores como asesor de George W. Bush. Durante ese periodo él sabía y envió mensajes de apoyo al intento del golpe contra Hugo Chávez en 2002, reportó ese año The Observer. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, denunció que la política estadounidense con Venezuela, así como con otros países, es tan destructora que no necesita pruebas… Los llamamientos abiertos a un alzamiento están a la vista de todos. Son acciones inadmisibles y socavan los principios de la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU). La agencia estadounidense de noticias AP narra la “epopeya” del cowboy Guaidó, quien viajó a mediados de diciembre “silenciosamente” a Washington, Colombia y Brasil –“se escabulló a través de la frontera sin ley con Colombia”- para informar a los funcionarios sobre la estrategia de la oposición de manifestaciones masivas para que coincidiera con el esperado juramento de Maduro para un segundo mandato el 10 de enero, según el exalcalde de Caracas (fugado y exiliado) Antonio Ledezma. Las largas sesiones de mensajes de texto cifrados se convirtieron en la norma, dijo Ledesma, una rutina que era usada para comunicarse con el mentor político de


Venezuela elige a su Presidente Luis Britto García|

Guaido y Leopoldo López (en arresto domiciliario, acusado de ser autor intelectual de varias personas en el terrorismo callejero de 2014). “Esta es la primera vez en al menos cinco años que la oposición ha demostrado su capacidad para unirse de alguna manera significativa”, dijo un funcionario canadiense de alto rango a la AP, que obviamente no revela su fuente (de existir). La decisión de confrontar directamente a Maduro solo fue posible gracias al fuerte apoyo de la administración Trump, que dirigió a un coro de gobiernos latinoamericanos mayoritariamente conservadores que reconocieron de inmediato a Guaido. “Trump personalmente ha provocado mucho de esto”, dijo Frnando Cutz, ex asesor sénior de seguridad nacional en América Latina tanto para el presidente Barack Obama como para Trump y ahora con Cohen Group, una firma consultora de Washington. “Literalmente, en cada interacción que ha tenido con los líderes latinoamericanos desde que asumió el cargo, menciona a Venezuela. Eso ha forzado muchas manos”. El ministro para la Comunicación, Jorge Rodríguez, mostró este viernes 25 de enero un video como “prueba” de la reunión que sostuviera Juan Guaidó con el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello y el coordinador de los Clap, Freddy Bernal, en la entrada del Hotel Lido. Aseguró que la oposición se encuentra realizando “falsos positivos” como parte de una guerra psicológica. “Toda esta operación que han montado de falsos positivos, de guerra psicológica, de invisibilización no es más que una inmensa mentira (…) No pueden sostener el montaje que hicieron ante el país y el mundo”, apuntó.

Un condenado halcón mentiroso El jefe de la diplomacia estadounidense y exdirector de la CIA, Mike Pompeo, nombró a Elliott Abrams como emisario para “restaurar la democracia” en Venezuela. Abrams, un diplomático que trabajó con los presidentes republicanos Ronald Reagan y George W. Bush, es recordado por haber sido condenado el escándalo Irán–Contras en 1985-86, mientras servía a Reagan, pero fue indultado por George H. W. Bush Imagen relacionada El nombramiento de Abrams soreprendió a los analistas en Washington: Trump rechazó su candidatura en 2017 para ser subsecretario de Estado, no por sus antcedentes criminales, sino después de enterarse de que Abrams lo había criticado. Es ferozmente pro-israelí y como asesor adjunto de seguridad nacional en el gobierno de George W. Bush fue fundamental en la política de Washington para Medio, incluido el apoyo a la invasión de Estados Unidos a Irak. Abrams es uno de los miembros del proyecto neoconservador del Think Tank para el nuevo siglo americano, adalid de la supremacía norteamericana y el planeamiento de la guerra en Irak. Y si le faltaba alguna mancha, es también director de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), financista de las operaciones de desestabilización de la oposición venezolana, pero también de la nicaragüense, la boliviana y la cubana. Pompeo dijo que la primera tarea de Elliot será acompañarlo a la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU para intentar que el organismo reconozca la autoridad de Guaidó.

Desde el 19 de abril de 1810 nombramos y deponemos nuestros mandatarios. En los países parlamentaristas el jefe del Ejecutivo es designado por el Legislativo. En países presidencialistas como Venezuela, el Presidente es elegido por votación universal, directa y secreta de todo el electorado. Dispone el artículo 194 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que “la Asamblea Nacional elegirá de su seno un Presidente o Presidenta, un Secretario o Secretaria y un Subsecretario o Subsecretaria fuera de su seno, por un período de un año”. Ningún artículo la autoriza para elegir Presidente de la República, ni permite que el presidente de dicho cuerpo Legislativo se autoproclame Primer Mandatario. Pauta el Artículo 138 de la Constitución que “Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos”. Por consiguiente, todo acto de una fracción del Poder Legislativo para designar Presidente de la República o asumir tal cargo es usurpación ineficaz y nula. “Votado por nadie” llamó Eduardo Galeano al dictador Carmona Estanga. Elegido por ninguno es el presidente de la Asamblea Nacional que se autonombra Presidente de la República con 110 votos, contra el Presidente Maduro, elegido con 6 245 862 sufragios, el 67.84 % de los votantes. .Todavía más nulo, ineficaz e injerencista es cualquier acto de gobiernos extranjeros para reconocer usurpaciones o tomarlas como legítimas.

Se trata de agresión abierta, de la culminación de una serie de agresiones ininterrumpidas y atroces que no pueden quedar sin respuestas. En el orden interno: sanciones contra autores y cómplices de usurpaciones y otros actos contra la Constitución y las leyes; neutralización del aparato paramilitar que ocupa nuestro territorio y ejecuta oleadas terroristas; radicalización de la Revolución para la Defensa y las medidas extremas contra la Guerra Económica. En el orden externo: reciprocidad con aliados y agresores. Cierre de la frontera que alimenta la economía de un gobierno vecino agresor. Denuncia del Acuerdo de Cartagena, que establece el libre comercio con él. Denuncia de los Infames Tratados contra la Doble Tributación, en virtud de los cuales nacionales y empresas de Estados agresores extranjeros no pagan impuestos en nuestro país. No podemos permitirnos el lujo de alimentar a nuestros asesinos.


10 mentiras sobre Venezuela

Katu Arkonada La guerra hibrida que vive Venezuela ha tenido en la desinformación y manipulación mediática una de sus principales armas de combate. Leemos y escuchamos mentiras que analistas que nunca han estado en Venezuela repiten tantas veces que se convierten en realidad para la opinión pública: Venezuela tiene dos presidentes. Nada más lejos de la realidad. La Constitución venezolana establece en su artículo 233 como falta absoluta del presidente su muerte, renuncia, destitución decretada por el Tribunal Supremo de Justicia, o la incapacidad física o mental decretada por una junta médica. Guaidó no tiene ningún argumento constitucional para autoproclamarse presidente, pues no hay falta absoluta del presidente, que tomó juramento tal y como lo establece la Constitución en su artículo 231: el 10 de enero y ante el Tribunal Supremo de Justicia. Guaidó tiene el apoyo de la comunidad internacional. Más allá de la hipocresía de llamar comunidad internacional a Occidente, el 10 de enero en la toma de posesión de Maduro había representaciones diplomáticas de más de 80 países, desde Rusia a China, pasando por el Vaticano, la Liga Árabe y la Unión Africana. Esos países siguen manteniendo relaciones diplomáticas con el gobierno que encabeza Nicolás Maduro. Guaidó tiene el reconocimiento de los mismos países que el 10 de enero desconocían a Maduro: Estados Unidos y el Grupo de Lima (excepto México). Solo se han sumado Georgia (por su disputa territorial con Rusia), Australia e Israel. Guaidó es diferente a la oposición violenta. Guaidó es diputado por Voluntad Popular, partido político que ya desconoció las elecciones presidenciales de 2013 y cuyo líder, Leopoldo López, está condenado por ser autor intelectual de “La salida”,

que impulsó las guarimbas de 2014, con un saldo de 43 muertos y cientos de personas heridas. La Asamblea Nacional es el único órgano legítimo. El artículo 348 de la Constitución venezolana autoriza al presidente a convocar a una Asamblea Constituyente, y el artículo 349 define que los poderes constituidos (Asamblea Nacional) no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Constituyente. La decisión de convocar la Constituyente fue un acto de astucia del chavismo para sortear el bloqueo de la Asamblea Nacional que puede gustar o no, pero fue realizado con estricto apego a la Constitución. Maduro fue relecto de manera fraudulenta, en unas elecciones sin oposición. Las elecciones del 20 de mayo de 2018 fueron convocadas por el mismo CNE con el que Guaidó llegó a ser diputado. Hubo tres candidatos de oposición que sacaron en conjunto 33 por ciento de los votos y se siguieron las normas acordadas en la mesa de diálogo realizada en la República Dominicana entre el gobierno venezolano y la oposición, con el ex presidente español Zapatero de mediador. En Venezuela no hay democracia. Desde 1998 se han producido cinco elecciones presidenciales, cuatro elecciones parlamentarias, seis elecciones regionales, cuatro elecciones municipales, cuatro referendos constitucionales, y una consulta nacional. 23 elecciones en 20 años. Todas con el mismo sistema electoral, considerado el más seguro del mundo por el ex presidente estadunidense Jimmy Carter. En Venezuela hay una crisis humanitaria. Sin ninguna duda que en Venezuela hay ahora mismo una crisis económica impulsada por las ordenes ejecutivas de Obama y Trump declarando a Venezuela peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos, con sanciones que han impedido la compra de alimentos y medicinas. Esa crisis ha provocado una migración

económica a la que se ha pretendido disfrazar de exilio político, algo que los datos desmienten (entre enero y agosto de 2018 la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado recibió 3 mil 500 solitudes de asilo de venezolanos, por un total de 6 mil 523 solicitudes de refugio de ciudadanos hondureños, casi el doble). En Venezuela se violan los Derechos Humanos. Analicemos las cifras de las guarimbas de 2017: 131 personas muertas, 13 de las cuales por disparos de las fuerzas de seguridad (hechos por los que hay 40 miembros detenidos y procesados); nueve efectivos de las diferentes policías y Guardia Nacional Bolivariana asesinados y cinco personas quemadas vivas o linchadas por la oposición. El resto de muertos en su mayoría lo fueron mientras manipulaban explosivos o intentaban saltarse barricadas de la oposición. En Venezuela no hay libertad de expresión. Las imágenes de estos días de Guaidó dando declaraciones rodeado de micrófonos de medios nacionales e internacionales desmienten tal afirmación. La comunidad internacional está preocupada por el estado de la democracia en Venezuela. A la “comunidad internacional”, representada por Estados Unidos y el Grupo de Lima, no le preocupan los presos torturados en Guantánamo; no le preocupan los defensores de derechos humanos que a diario son asesinados en Colombia; no le preocupan las caravanas de migrantes que huyen de la doctrina del shock neoliberal en Honduras, y no le preocupan las relaciones de los hijos de Bolsonaro con las milicias paramilitares que asesinaron a Marielle Franco. No, nadie juzga las graves violaciones de derechos humanos en esos países del Grupo de Lima y su aliado Estados Unidos. Lo que se esconde detrás de esa preocupación no se llama democracia. Se llama petróleo, se llama oro, se llama coltán.


Capriles: Partidos no apoyaban autojuramentación de Guaidó Henrique Capriles Radonski afirma que consideraban que la acción podría “desencadenar una confrontación política (…) Había la duda dentro de la oposición que ese acto público trajera la consecuencia (que) el gobierno cerrara la Asamblea Nacional”. Destacó que en un primer plano, de suceder lo que ya había pasado, la oposición esperaba contar con el apoyo de pocos países de la región, tales como Brasil, Estados Unidos, Colombia, además del respaldo del secretario general de la OEA, Luis Almagro. “La cuenta de la oposición era Brasil, EEUU y Colombia, en términos de reconocimiento a Guaidó, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro. Eñstamos sorprendidos del efecto dominó que ha habido”, dijo.

El último atajo Earle Herrera

El atajo está en la naturaleza de una oposición que se acostumbró a buscar el poder por trochas y caminos verdes. El comandante Chávez, quien les ganó en su ley, supo de golpes, sabotaje petrolero, goteo de militares, bloqueo de los puertos con tanqueros de PDVSA, Plaza Altamira, referendo consultivo inconstitucional, guarimbas, periplo nocturno Fuerte Tiuna-Turiamo-La Orchila y otra vez guarimbas. Por la vía electoral, de 25 procesos, la derecha ganó dos nacionales y varios regionales, todos reconocidos de inmediato por los bolivarianos. De los ganados por el chavismo, nunca reconoció ninguno, incluso llegó a cantar fraude en aquellos en los que se abstuvo. Es tal su obsesión con la palabrita que, en elecciones donde no participó, dice que le hicieron fraude. Empero, aunque no le ha ido nada bien por los atajos, insiste en esa vía corta y engañosamente rápida. Se puede redactar todo un glosario del fracaso y la terquedad, tan estéril como cruenta para acceder al poder: renuncia, consultivo, 333, insania mental, salida, 350, abandono del cargo, dimisión, falta absoluta, quiebre. Esta semántica de las trochas no ha prendido en el pueblo y no ha incendiado la pradera. A la pobre Rosalinda se la han jugado mil y una veces, tantas como el número de ultimátums que le han dado, primero al comandante Chávez y luego al presidente Maduro. En su auxilio no ha venido un indio bravo, sino un gringo colorado llamado Donald Trump. Con este, juran, “coronaremos el últio y gran atajo”. Para lavarse la cara de todo lacayismo, arguyen que la injerencia yanqui obedece a la estafa que significaron las elecciones del 20 de mayo de 2018. Pero ocurre que el Decreto de Obama que nos declara una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de EEUU, como las sanciones que le sucedieron, se dictaron y aplicaron antes de esas elecciones. Y mucho antes fue el reconocimiento yanqui al golpe de Carmona Estanga. Sopla aquí. El imperio se cansó de subvencionar golpes y líderes de plastilina y origami. Aunque lo crean así, este no es el último atajo de la oposición porque esta fue echada a un lado. EEUU, con Europa de cola, decidió asaltar brutal y directamente la vida y hacienda de todos los venezolanos. En eso está,por ahora --

Cinthya en desacato Roberto Malaver

Viene riéndose sola por el pasillo del primer piso del Centro Comercial San Ignacio, y la gente la mira con sorpresa y se detiene para reírse con ella, pero ella continua hasta llegar a la mesa donde la espero. Y Cinthya Machado Zuloaga llega hasta mi mesa, bella como el mejor atardecer de Juangriego. Me da un beso y se sigue riendo y dice. “Estoy en desacato, Roberto. Mi padre me dijo que no me reuniera con chavistas porque me iba a declarar en desacato. Y bueno, por estar aquí ya estoy en desacato, y te diré que yo asumo mi desacato, es decir, que no voy a autoproclamarme presidente como los amigos de la Asamblea Nacional, que está en desacato, y los hemos visto pidiendo invasiones, y aceptando como sus verdaderos líderes a Trump, a Mike Pence, a Mike PomPeo, a John Bolton, y a Elliott Abrams, al que por lo visto le encanta una guerra, porque ya sabemos dónde ha estado. “En fin, que el mundo democrático y la gente democrática, sabe que allí todo se ha violado, que nuestra oposición, a la que mi padre, según dice, no le volverá a dar un centavo más, por lo antipatriótica que resultó, no solo ha violado las leyes nuestras, sino el derecho internacional, así, con un diputado que se autoproclama presidente que se lo cree de una manera tan cómica que ni Buster Keaton en sus mejores películas” El mesonero estaba parado a su lado con las dos tazas de café oyéndola atentamente. Cuando terminó le dijo: “Así es mi reina, y nos quieren imponer desde Estados Unidos a un señor que no tiene nada en la cocora”. Cinthya se ríe, y cuando el mesonero se va, me pregunta si cocora quiere decir cabeza y le digo que sí. Y toma el café y dice: “extraño mi botellita de agua Evian. Así que mi padre, cuando Rigoberto, su chofer, que es el que me trae hasta aquí, le diga que estuve contigo, me sale desacato en grado mayor. Yo le dije que no cayera en esa catarata de odio que está derramando la oposición, que no se mojara allí, porque nosotros siempre hemos sido una familia de paz y amor, y él se aguantó y me dijo: “es cierto, Cinthya, pero te repito, si te vuelves a ver con ese chavista, te declaro en desacato”. Y riéndose, como si le estuvieran tomando una foto para presentar el afiche con la mujer más bella del mundo, dice: “Así que, por lo visto, yo soy la única que cumple con el desacato en este país”.

Depredación

Roberto Hernández Montoya

¿Cómo es que hay quienes tienen millardos y se desloman por más, más y más? Está en mi lista de cosas incomprensibles porque no solo se desloman sino que causan desastres, ruina, desolación, masacres, genocidios por un puñado de dólares más. Acaban de arramblarnos Citgo así como así. Ahora la ves, ahora no la ves. Ñas, al brinco rabioso, ya no es tuya, ahora es mía y te la calas. El plan Libia, país al que tumbaron las reservas de un plumazo, 200 millardos de dólares, que se dice fácil. ¿Dónde está ese dinero? Lo saben quienes lo saquearon, si acaso, a menos que estén robando a la loca, como sospecho, que es una mera avidez patológica, una cleptomanía incontrolable de una banda forajida que ya no sabe ni para qué roba, ciegamente como las sanguijuelas, porque se lo manda su ADN. Basta ver el proceso de acumulación primitiva del PP en España para captar la idea, una rapiña desmelenada, maníaca y descarada, porque se hace a cara descubierta, coges robando al PP y te dice: «¿Y qué jue?». Así nos lo están haciendo, con ensañamiento, solo faltan los bombardeos humanitarios, porque no veo qué es lo siguiente. El Banco de Inglaterra te roba oro por $ 1 200 millones, Euroclear te tumba un capital similar, a la bruta, a ve acá, pues y no te muevas porque te quiebro. Me robo el oro para que no te lo robes, una vaina que no se entiende de lo simple que es. En su monumental libro The Rich And The Super-Rich Ferdinand Lundberg nos contó en 1968 cómo los «superricos» acumulan riquezas de un modo obsesivo e incontrolable. No es que sean malas personas, que también, sino que lo decisivo en esa gente es la lógica capitalista en su fase usurera actual, que lleva al acopio ofuscado y ciego de fortunas cuyo tamaño termina no importando, porque lo que sí importa es la función social de la aglomeración de capital. Oxfam dice que las 26 personas más ricas poseen la misma riqueza de la mitad más pobre del planeta. No sé, Oxfam tiene mala fama, gasta en prostitución el dinero para auxiliar a Haití, sus métodos de cálculo han sido objetados por exagerados, pero viendo este último comportamiento imperial con Venezuela como que la Oxfam más bien se quedó corta.


¿Hasta dónde piensa llegar EEUU?

Marco Teruggi – Asistimos a un encadenamiento de pasos, una serie de secuencias que parecen cumplirse una tras otra según un orden. La génesis se sitúa en la ruptura de la mesa de diálogo en República Dominicana a principios del 2017, a partir de la cual la estrategia contra el chavismo descartó la vía electoral, y tiene su nuevo paso en los anuncios dados el lunes por la noche en la Casa Blanca. Lo que sucedió entre punto y punto es conocido, lo que está por venir puede ser -en parte y de manera aproximativa- anticipado. Al menos en el papel. La primera conclusión es que no improvisan. Ni cuando eligieron a Juan Guaidó como nuevo héroe a ser construido en redes sociales, ni al iniciar la primera fase de violencia interna en los barrios populares del 21 al 24, ni la autojuramentación, ni la reunión en la Organización de Estados Americanos el 24, en la Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y en los recientes anuncios de los golpes sobre la economía. Resultó claro al ver a John Bolton, consejero de seguridad nacional, y a Steven Mnuchin, secretario de tesoro, pararse ante cámaras en la Casa Blanca para anunciar los nuevos asaltos a la economía venezolana. Declararon que congelarán siete mil millones de dólares de la petrolera Pdvsa en Estados Unidos (EEUU), y que el dinero de las compras que se realicen en Citgo, filial de Pdvsa en EEUU, irán a cuentas bloqueadas. Es decir que realizarán un robo. Guaidó, casi en simultaneidad, anunció que designará una nueva comitiva en Citgo. La cadena de mando es vertical: el autonombrado presidente acata. Los nuevos ataques sobre la economía estaban previstos. La diferencia con los que se dieron en años anteriores es la cantidad de cámaras, la magnitud de lo que implican, el cuadro de asalto en el que se desarrollan. Una suma de los últimos números brindados de manera pública da: 23 mil millones de dólares de daños, según reportó el canciller venezolano Jorge Arreaza, 1.2 mil millones de oro venezolano retenidos en Gran Bretaña, 7 mil millones sobre Pdvsa, y 11 mil millones que se generarán a partir de estos nuevos ataques, según Bolton. En ese encadenamiento de pasos se enmarcan los cuatro próximos ya anunciados: las acciones de calle el día miércoles, la movilización el sábado, la declaración ya formal por parte de la Unión Europea y Gran Bretaña del reconocimiento de Guaidó, y la reunión del Grupo de Lima el 4 de febrero. Se trata de los pasos públicos, los internacionales para avanzar en la conformación del cuadro, los nacionales -al parecer- para ganar tiempo hasta nueva activación de actos violentos de diferentes tipos combinados con las movilizaciones semipúblicas -ningún medio que sospechen afín al gobierno puede ingresar. No significa que cada paso sea de triunfo dentro de la estrategia en marcha. Siempre es necesario preguntarse cómo medir victorias y derrotas dentro de varios planes en simultáneo. Por

ejemplo: ¿no haber logrado mayoría en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es una derrota? ¿O sabían que no lo lograría y el objetivo era la reunión en sí, articulada con la conformación de todos los actores que los EEUU necesitan para dar los próximos pasos económico, políticos y armados? ¿Están dispuestos a avanzar aún con los desacuerdos de gobiernos como Rusia y China, con las nuevas situaciones creadas como, por ejemplo, el impacto de los anuncios sobre Citgo donde Rusia tiene casi la mitad de las acciones? La hipótesis indica que avanzarán en otros niveles. “Nosotros los estamos esperando, estamos esperando a los violentos, los mercenarios, y a quienes pretendan meterse en Venezuela”, afirmó Vladimir Padrino López, ministro de Defensa. Lo dijo luego de describir el escenario en curso: “Esto es un asedio, un libreto, estuvimos viendo el formato que se aplicó en Libia y vemos los mismos actos progresivos que se han generado con la República Bolivariana de Venezuela”. La “ayuda humanitaria” parece un punto central dentro de ese plan que avanza como campanadas. Guaidó y diferentes voceros de la derecha afirman que harán ingresar al país la ayuda, aunque no han dado detalles de cómo. Sería, dicen, el punto de inflexión en caso de que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se niegue a dejarla pasar. ¿En qué territorio piensan montar el escenario con las cámaras, diplomáticos y organismos por delante, y los paramilitares/bandas criminales en las sombras? ¿Será a través de la frontera colombiana? Es necesario caracterizar los actores locales e internacionales, en el primer caso los factores de derecha apéndices de los EEUU como es el partido Voluntad Popular al cual pertenece Guaidó, vinculado a la construcción de los escenarios de política criminal desde su nacimiento. En el segundo caso quienes están al mando de la Operación Venezuela: Donald Trump, John Bolton, Mike Pence, Mike Pompeo, Elliot Abrams, Marco Rubio, los vectores del neoconservadurismo norteamericano vinculados a las tramas más oscuras de las intervenciones declaradas o por debajo de la mesa en el mundo. Describir el escenario, las posibles lógicas de las secuencias, las preguntas acerca de los límites o no de la avanzada dirigida desde los EEUU, puede esclarecer el tipo de enfrentamiento en el que se está. El cuadro venezolano se ha desacoplado de los tiempos conocidos en los demás países del continente, guarda relaciones con factores como el paramilitarismo colombiano dentro de una estrategia que parece haber ingresado en claves aplicadas en Medio Oriente. Equivocarse en el análisis puede conllevar errores gruesos de apreciación. La dimensión de lo inédito demanda actualizar las claves de análisis. Estamos ante un escenario novedoso dentro de una situación mundial inestable, de disputa, emergencias de potencias y manotazos norteamericanos para recuperar un terreno que se le escapa. Venezuela es uno de los puntos centrales que buscan tener bajo control y ceniza. El chavismo lo tiene claro, pelea.


El fracaso de la realidad virtual y la llamada comunidad internacional

Aram Aharonian

Lo sucedido el 10 de enero en Venezuela fue la negación de lo que esperaban algunos gobiernos y sectores de la oposición, casi todos orientados desde Washington: ni hubo colapso social, ni alzamiento, ni cierre de negocios, y la hecatombe diplomática que se programaba, parece contenida con el ultimátum que les dio el gobierno venezolano a los países del grupo de Lima. Buena parte del mundo se sorprendió que Nicolás Maduro asumiera en total normalidad su segundo período constitucional, el 10 de enero, un día que la prensa hegemónica internacional llenó de expectativas y especulaciones como la de que la Asamblea Nacional, en manos de la oposición, elegiría un gobierno provisional e impediría la juramentación del presidente. El problema ha sido que aquellos que inventaron una verdad virtual y tratan de imponer imaginarios colectivos mediante los medios hegemónicos cartelizados, a tuitazos o por las redes digitales, se tropezaron con la realidad-real. Y la única verdad es la realidad, decía Aristóteles, rescataba Immanuel Kant y popularizaba Juan Domingo Perón. No hubo ninguna manifestación en las calles contra la juramemntación: tampoco grandes masas se volcaron a las calles para acompañar a Maduro. La grave crisis económica y la falta de soluciones a la misma –incluyendo el rotundo fracaso del accionar opositor por casi 20 años- lograron enraizar el desapego político, la desafección institucional, la desconfianza, el y el extrañamiento político-partidista-electoral. La oposición venezolana y sus financistas y guionistas de Washington y Bogotá, trataron de imponer en el imaginario co-

lectivo la emergencia de una resistencia popular al “dictador”, al “usurpador”, pero la realidad real es que la primera carece de fuerza para hacer nada. ¿De dónde sacaría The Washington Post, reproducido por la agencia Reuter, que el ministro de Defensa Vladimir Padrino López había pedido la renuncia al presidente Maduro? Obviamente, tras la fake-news, no hubo ningún desmentido, rectificación o disculpas. jthrerherhehrwY la más triste realidad es que la decisión de dsconocimiento del mandato de Maduro llegó desde Washington, donde el procónsul Luis Almagro, cómodamente sentado en su sillón de la sede panamericana de Washington, felicitó a un seudopresidente que solo existe en los sueños de los jefes de estado neoconservadores de América, que siguen a pi juntillas los dictados del gobierno de EEUU. El aún secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, saludó la “asunción” del diputado Juan Guaidó, quien preside actualmente la Asamblea Nacional (en desacato, fuera de funciones), como “Presidente interino de Venezuela”, después que éste celebrara un autocalificado “cabildo abierto” frente a la sede del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (Pnud) en Caracas. Almagro ratificó su apoyo y el de la “comunidad internacional” a Guaidó, un personaje poco conocido por la ciudadanía, quien envió un mensaje a los venezolanos llamando a una gran marcha el próximo 23 de enero (fecha de la caída del ctador Pérez Jiménex en 1958), mientras EEUU aumentaba sus críticas contra Maduro, con un llamado explícito para la formación de un nuevo gobierno en el país (¿con sede en Washington?). ¿Comunidad internacional? En el acto

de juramentación de Maduro estuvieron representantes de 94 países, entre ellos el de Rusia, que advirtió a EEUU ante cualquier amenaza militar a Venezuela, hecho que no había sucedido antes. 8El vicecanciller venezolano Samuel Moncada, calificó de “insensatez jurídica” la resolución aprobada por la OEA en Washington. “Es un abuso de poder, un crimen de agresión y un golpe de Estado, todo con el propósito de promover el caos y una intervención militar extranjera que destruiría no sólo la paz en Venezuela sino en toda la región”. En la OEA votaron a favor de la propuesta de Washington los gobiernos de Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EEUU, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Santa Lucia. En contra, Bolivia, Dominica, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela; y se abstuvieron Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, El Salvador, México, St Kitts y Nevis, Trinidad y Tobago y Uruguay. Granada no participó de la reunión. México, que había rechazado la declaración del Grupo de Lima, llamó a los miembros de la OEA y al gobierno de Venezuela a no cerrar el diálogo y continuar en la búsqueda de vías efectivas de comunicación para que la sociedad venezolana encuentre, por la vía pacífica, una solución a sus diferencias, y se ofreció como un puente de comunicación entre las 33 naciones que integran al sistema interamericano y Venezuela, para lograr dicho objetivo. Proclamado desde Washington Aunque el joven Guaidó no se procla-


mó Presidente durante su discurso ante el cabildo abierto convocado el viernes 11 de enero, un día después de la juramentación de Maduro ante el Tribunal Supremo de Justicia, el comunicado oficial del Parlamento expresa que el diputado sí “asumió las competencias” del Ejecutivo, “apegándose a los artículos 333, 350 y 233 de la Constitución”, “para, junto al pueblo venezolano y la Fuerza Armada Nacional, convocar un proceso de elecciones libres y transparentes que faciliten una transición pacífica y democrática en el país”. Fue apenas un show, un juego y una burla, dijo Maduro: “Allá ellos con su show, porque se burlan de su propia gente, acá nosotros con nuestro trabajo, tenemos mucho trabajo por hacer y yo seguiré cumpliendo mis funciones para las que ustedes me eligieron, con firmeza y con valentía”, respondió el presidente, quien pidió unidad en las calles para evitar cualquier intento de protestas opositoras como “guarimbas” (terror callejero) de 2014 y 2017, que dejaron más de 200 muertos y ningún cambio o solución. El Tribunal Supremo de Justicia –éste “en el exilio”- nombró a Guaidó “Presidente interino”. Pero meses antes había nombrado “Presidente de la transición” a Antonio Ledezma. ¿Quiere decir eso que el golpe de Estado se lo dieron fue a Ledezma? ¿Cual Estado, por cierto? ¿Si Guaidó es interino, es interino a Ledezma? ¿Eso quiere decir que Ledezma dejo un vacío de poder? ¿Y si tenemos tres presidentes? ¿Porqué Guaidó sí salió en Wikipedia y Ledezma no? ¿Ledezma salió por Snatchap y Guaidó se autoproclamó por Twitter?, se preguntan en redes sociales La central empresaria Fedecámaras expresó su absoluto respaldo y reconocimiento a la Asamblea Nacional como único poder electo de forma democrática, un día después de que Nicolás Maduro se juramentara ante el Tribunal Supremo de Justicia para dirigir al país por seis años más. El Gobierno brasileño saludó que el presidente al opositor Juan Guaidó esté dispuesto a “asumir constitucionalmente” la presidencia del país ante la “ilegitimidad” de la investidura de Nicolás Maduro. “Brasil continúa comprometido a ayudar al pueblo venezolano a recuperar la libertad y la democracia, y seguirá en coordinación con los demás actores imbuidos en el mismo propósito”, señaló la cancillería brasileña. Rectifican países del Grupo de Lima Venezuela otorgó un plazo hasta el lunes 14 a Paraguay y Canadá, del Grupo de Lima, para que manifiesten su rectificación con

respecto a la posición sobre a la presunta incursión de buques sísmicos, pertenecientes a la empresa petrolera ExxonMobil en territorio marítimo venezolano. “Vamos a dar un compás de espera. Apenas faltan dos países, Paraguay, que a pesar de las recientes informaciones consideramos que puede rectificar, y Canadá, en América del Norte que sabemos cuáles son sus características de su política exterior”. señaló el canciller Jorge Arreaza, quien destacó que hasta ahora han rectificado 10 países de la coalición de gobiernos de derecha que firmaron el viernes 4 el documento del Grupo de Lima. Ruptura o conciliación Desde la oposición, señala la socióloga Maryclén Stelling, se impone un fatalismo que acrecienta expectativas y apuestas por un cambio, venga de donde venga. Deslegitimada en sus decisiones y acciones, lentamente emergerá un nuevo espacio oposicionista crítico, dialogante y negociador. El bolivarianismo, fortalecido en torno a la figura “legal y legítima” del recién juramentado Maduro, se debatirá entre el apoyo irrestricto versus la vigilancia crítica y la negociación. De agudizarse la crisis económica, se agravarán los conflictos y la confrontación interna y, paralelamente recrudecerá la guerra político-mediática de relatos, narrativas que servirán para expiar las propias culpas y responsabilidades ante la crisis; asimismo para atacar al adversario, magnificar triunfos y derrotas; imaginar nuevos mundos posibles afines a las parcialidades políticas, indica. Desde los relatos transmedias, se instalará la producción de sentido que promoverá un chavismo “borracho de triunfo” y una emergente oposición en busca de su propia identidad y espacio político. Es hora de ruptura o reencuentro. Después de no lograr ningún resultado positivo en años anteriores, los analistas políticos de derecha e izquierda, dudan que una medida radicalista, liderada por parte de la oposición pueda ayudar a solucionar la crisis política, social y económica que marca la historia venezolana, y coinciden que ésta agravaría los futuros escenarios en el país. Algo que ha quedado claro es que la asfixiante situación económico-social que sufre el país no repercute directamente en la estabilidad del gobierno, ni en el ejercicio de la hegemonía política. Desde la oposición, José Ignacio Hernández señalaba que debía “tenerse muy presente que la fecha del 10 de enero, en sí misma, no puede pro-

ducir cambio alguno en Venezuela, pues nuestra crisis no es de aquellas que se solucionan con actos jurídicos”. Jesús Seguías, consultor político, aseveró que “En un escenario de confrontación violenta tenemos a dos actores: uno bien armado y pertrechado (…) y una oposición desarticulada que no tiene una capacidad de movilización efectiva a nivel nacional. Un fracaso más está prohibido para la oposición, eso puede conducir a una mayor frustración, a una mayor desesperanza a que cunda la ira y la rabia entre sus seguidores y que el éxodo se incremente de manera exponencial”.Otros dirigentes de la oposición instan a promover una negociación política para encontrar una salida democrática y pacífica. “No hay otro camino”, expresa el presidente de DatinCorp. El politólogo Jesús Castillo Molleda, dice que “habría que preguntarse si los sectores políticos opositores cuentan actualmente con suficiente apoyo popular para incentivar a la gente a retomar las calles; o la existencia de grupos organizados por calles, manzanas, sectores, parroquias, municipios, estados, para emprender una confrontación cuerpo a cuerpo con el Gobierno; o determinar si existe algún líder político, empresarial, estudiantil que tenga la capacidad de representar a la mayoría de la oposición política”. También habría que reflexionar si es suficiente el apoyo de la autollamda “comunidad internacional” para ejercer presiones sobre el gobierno nacional. Legitimidad Muchos opinadores de los medios hegemónicos, comentan sobre la legitimidad de la elección de Maduro. Algunos datos resaltan la “legitimidad” de los gobiernos que suelen utilizar ese argumento para arremeter contra Venezuela. El presidente de EEUU Donald Trump, obtuvo el 46,09% de los votos en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre de 2016, en las cuales hubo 44,6 por ciento de abstención. Su votación representa el 20,55% del padrón electoral. Además, obtuvo menos votos que su principal contrincante, Hillary Clinton, del partido Demócrata (62.984.825 votos contra 65.853.516 de Clinton), pero aún así fue declarado ganador por la forma como funciona el sistema electoral estadounidense . El apresidente de Argentina, Mauricio Macri, obtuvo el 51,34% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 22 de noviembre de 2015, en la cual hubo 19,23% de abstención. En la


segunda vuelta esto representó el 41,46% del total del padrón electoral. Juan Manuel Santos, presidente de Colombia entre 2010 y 2018, fue reelegido el 15 de junio de 2014 con el 50,98% de los votos en segunda vuelta, con una abstención del 52,23% (apenas el 23,7% del total del padrón electoral). Sebastián Piñera, actual presidente de Chile, fue elegido el 19 de noviembre de 2017 con el 57,1% de los votos en la segunda vuelta, en la que hubo 51% de abstención. Los votos recibidos representaron el 26,75% del total del padrón electoral. El presidente venezolano Nicolás Maduro obtuvo el 20 de mayo de 2018 el 67,84% de los votos, en un proceso que contó con 53,93% de abstención. Los votos recibidos por Maduro representan el 31,25% del total de los votos del padrón electoral, muy por encima de lo obtenido por Piñera, Santos y Trump, de quienes en ningún momento se ha dudado de su legitimidad. Colofón Mientras los presidentes de los 13 países del Cartel de Lima que firmaron la declaración contra Venezuela sueñan que invaden Caracas a la cabeza de sus aguerridos ejércitos para repartirse el país que la oposición debiera haber conquistado para entregárselos, los dirigentes de los 200 grupos de la Oposición no duermen esperando el día en el cual recibirán el poder de las manos del presidente Donald Trump en su calidad de jefe supremo de la intervención humanitaria del Comando Sur, escribe Luis Britto García. Están nerviosos por sembrar Venezuela de bases militares una vez que los paramilitares hayan dominado a los nativos y liquidado a los bolivarianos. Los 734 mercenarios paramilitares acampados en la región colombiana de Tona esperan la orden del presidente Iván Duque para el atentado de falsa bandera que les entregue el Golfo de Venezuela, las reservas petrolíferas del Zulia, y la cordillera de los Andes, añade. Jair Messias Bolsonaro, por su parte, espera apoderarse de la Amazonia venezolana más las centrales hidroeléctricas de El Guri y Camatagua más el Arco Minero más la franja Bituminosa del Orinoco, que les serán cedidos por los gremios empresariales, impacientes por subastar empresas básicas, eliminar estabilidad laboral y prestaciones sociales, privatizar salud, educación y seguridad social, ríos y lagunas y las aguas. Una vez más se quedaron todos con los crespos hechos por estar esperando cada uno que el otro le haga su tarea. Ya ni en ellos mismos creen, dice Britto García. El único que falló en la estrategia de escritorio, basado en mentiras consuetudinarias en busca de generar imaginarios colectivos, fue el pueblo venezolano, lejos de cualquier alzamiento. ¿No lo convocaron para el festín injerencista? Quien condena a Maduro debe preguntar la alternativa que se ofrece, que es la recolonización, que aplasta la soberanía del país y el futuro de varias generaciones. Piense en lo que ocurre en los países vecinos, platea el periodista brasileño Paulo Moreira Leite. ¿Alguna duda?

Samuel Moncada: Es nuestro deber detener la guerra de recolonización

La recolonización de Trump es la caracterización correcta de lo que progresivamente se ha convertido en el plan de invasión militar por parte de los Estados Unidos contra Venezuela. Un evento nunca visto en nuestra historia. Es fundamental subrayar que, pese a las maniobras que se hacen desde el exterior para fabricar una realidad inexistente en Venezuela, hoy nuestro país está en plena paz y tranquilidad. El Gobierno Constitucional del Presidente Nicolás Maduro está, como lo ha estado siempre, en pleno y efectivo control del territorio nacional. Las instituciones del Estado venezolano están funcionando con total normalidad, en el marco de nuestra Constitución. De allí que, resulta una manipulación peligrosa el pensar que Venezuela pueda representar una amenaza a la paz y la seguridad regionales o internacionales, como se intentó engañar con falsa información al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el sábado 26 de enero de 2019. Todos fuimos testigos de lo que allí ocurrió y de los llamados de la gran mayoría de la comunidad internacional de nuestra región a favor del respeto a la soberanía y autodeterminación de nuestro pueblo. La mayoría de la región apoya nuestra integridad territorial y una solución política sin injerencia extranjera, y sin invasión militar. Trump impone su títere dictador La fabricación de un expediente para impulsar y justificar la recolonización de Venezuela a través de la imposición de un Gobierno títere en nuestro país, ha entrado en su última fase con la auto-proclamación de un diputado como supuesto presidente de Venezuela. Esta acción, sin ninguna base en nuestra Constitución Nacional, representa un atentado contra las instituciones democráticas de la República Bolivariana de Venezuela, y una usurpación no sólo de las facultades constitucionales del Presidente Nicolás Maduro, quien fuera reelecto para el período 2019-2025, sino además de la voluntad del pueblo venezolano que a través del voto universal, directo y secreto le eligió libremente en las elecciones del pasado 20 de mayo de 2018. Debemos decirlo claramente: el pasado 23 de enero de 2019 ocurrió en Venezuela un golpe de Estado promovido, organizado y financiado por el gobierno los Estados Unidos, con el apoyo de un grupo minori-

tario de países de nuestra región y de Europa, tal como lo afirmó el 26 de enero de 2019 el diario Wall Street Journal luego de una investigación a la que aportaron información altos funcionarios del gobierno de Trump, y como lo hiciera la Agencia AP en la misma fecha o el propio New York Times en septiembre de 2018. Se trata de un nuevo modelo de golpe de Estado impulsado por los Estados Unidos, ejecutado con una manipulación política y jurídica del Artículo 233 de la Constitución Nacional. Usan la aparente intención de “restablecer” el orden democrático en Venezuela como una excusa para imponer un gobierno dictatorial con una concentración de poder similar a la de los regímenes tiránicos que conoció nuestra región en el Siglo XX. Trump convierte a Venezuela en colonia El objetivo final de esta criminal campaña de agresión contra nuestra Patria es el establecimiento de una fachada que permita a los Estados Unidos gobernar directamente a través de sus empleados como si fueran parte de una compañía petrolera extranjera. A estos últimos, los medios de comunicación los quieren presentar como representantes legítimos de la oposición política venezolana, pero en verdad son representantes de los Estados Unidos en Venezuela. La dictadura que están imponiendo no existe en nuestra Constitución y es claramente un eufemismo para lo que todos conocemos como un cambio de régimen, de la misma manera que se aplicó en Libia en 2011 con el Consejo Nacional de Transición . En los días previos al golpe de Estado, el Vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence; el Secretario de Estado Mike Pompeo; el Asesor de Seguridad Nacional John Bolton; y el Senador Marco Rubio (FL-R), entre otros funcionarios, amenazaron al pueblo venezolano, sus instituciones y sus autoridades civiles y militares con el uso de la violencia. De igual modo, hicieron públicamente llamados a un alzamiento militar con la deliberada intención de romper la cadena de mando de las Fuerzas Armadas, mientras reiteraban que “todas las opciones siguen sobre la mesa”, incluso la opción militar con la que ya el propio Trump ha amenazado en ocasiones anteriores y para la que ahora incluso países europeos anuncian estar preparándose.


Del robo externo a la guerra para el saqueo interno A la luz de todo lo anterior y de las derrotas del gobierno de los Estados Unidos en el plano internacional, tanto en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se debe alertar sobre el próximo paso: la invasión militar. Argumentando una supuesta “crisis humanitaria” o amparándose en la desprestigiada noción de la “responsabilidad de proteger”, Trump quiere intervenir militarmente en nuestro sagrado territorio nacional. Debemos impedir que Venezuela sea la excusa para darle a Trump la guerra que está buscando con el objeto de salvar su pellejo como presidente. No podemos permitir que los traficantes de la guerra satisfagan su ambición y su codicia usando a nuestro pueblo como carne de cañón. El derecho internacional, único marco para tratar los asuntos venezolanos desde el exterior

Trump y Europa saquean las riquezas del pueblo venezolano Con las mismas prácticas de las potencias coloniales europeas en África en el Siglo XIX o de Estados Unidos en América en el Siglo XX, Trump reintroduce los hábitos criminales de robo de las riquezas de los pueblos conquistados, todo con desprecio al derecho internacional. Estas acciones son una muestra de que es claramente el gobierno de los Estados Unidos quien representa la mayor amenaza a la paz y estabilidad de América Latina y el Caribe. Como es ya su tradición, usan el chantaje y la coerción contra otros Estados para que reconozcan al presidente títere, y ejecutar así el mayor robo de la historia, propio de un régimen racista y supremacista guiado únicamente por la codicia y el odio. Lamentablemente, la Unión Europea, siguiendo sus peores tradiciones, se une al saqueo y a la aventura militar en Venezuela, como anunció el 30 de enero de 2019 el Ministro de Defensa de Portugal . Mientras tanto, el primer acto del títere de los Estados Unidos fue pedir a ese país que interviniera a Venezuela. ¿Cuándo se ha visto que un nacional pida una acción militar que provoque tanto sufrimiento a su propio pueblo y quiera que lo llamen presidente? ¿Cuándo se ha visto que un nacional acepte que roben los recursos de su propio pueblo y quiera que lo llamen presidente? Esa misma persona no reconoce dentro de Venezuela a nadie más que a sí mismo: desconoce al Tribunal Supremo de Justicia, al Consejo Nacional Electoral (el mismo órgano mediante el cual fue electo como Diputado a la Asamblea Nacional en 2015), a la Fiscalía General, a la Defensoría del Pueblo y a la Contraloría General. Hasta los momentos, el Diputado se auto-proclama jefe de dos poderes públicos del Estado: el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, lo que demuestra la naturaleza dictatorial del régimen que se pretende imponer hoy en Venezuela. Estados Unidos justifica todas estas acciones en nombre de la libertad, pero el único interés es saquear las riquezas de nuestro pueblo.

En este momento el plan de invasión a Venezuela está ejecutando el mayor robo en la historia de nuestro pueblo. Trump con el apoyo de países europeos está apropiándose de las refinerías, las sedes diplomáticas, y demás bienes y cuentas bancarias de nuestro país en los Estados Unidos; el Reino Unido igualmente está saqueando nuestras reservas de oro, en correspondencia con la gran tradición de saqueo del imperio británico. Es el regreso de la expoliación colonialista. La arrogancia de la elite británica, acostumbrada al saqueo, les permite pensar que pueden robar el dinero de todos los venezolanos impunemente, sólo porque se convierten en socios minoritarios de la colonia venezolana de Trump. ¿Qué país del mundo puede pensar que sus reservas monetarias tienen algún grado de seguridad en los bancos de un ex imperio saqueador apoyado por un fanático racista? Mientras duerme protegido por los marines en la embajada americana en Caracas, el empleado de los Estados Unidos en Venezuela llama al alzamiento de las Fuerzas Armadas y a la rebelión civil, convoca a los funcionarios públicos a desconocer el principio de autoridad, ratifica los representantes diplomáticos nombrados por Trump ante organismos multilaterales y otros Estados, intenta sobornar por las redes sociales al servicio exterior venezolano, llama a la confiscación de los recursos financieros y activos del Estado venezolano en el extranjero, y acepta el despojo de nuestro sagrado territorio – . Un ejemplo es el nombramiento del supuesto representante de Venezuela ante la Casa Blanca, señor Carlos Vecchio, quien fue nombrado por el Senador Marco Rubio vía Twitter, y luego ratificado por la Asamblea Nacional. Este personaje fue anteriormente abogado de la compañía petrolera Exxon Mobil en nuestro país. Es decir, es literalmente un empleado de las petroleras estadounidenses en Venezuela. No puede haber señal más clara de un gobierno colonial que ésta. https://youtu.be/XM54XVrxMZ8

La solución de la actual coyuntura que atraviesa Venezuela requiere, ante todo, del respeto a principios fundamentales que están claramente establecidos en la Carta de las Naciones Unidas. Se trata del respeto a la soberanía y a la autodeterminación de los pueblos, a la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, al respeto de nuestras instituciones democráticas, y a la abstención del uso o la amenaza del uso de la fuerza. No estamos pidiendo nada distinto a lo que todo gobierno exige y espera del resto de la comunidad internacional. Al igual que no es Venezuela quien debe decidir sobre los asuntos internos de otros Estados, no puede ningún otro país pretender determinar el futuro de nuestra patria, incluyendo quién es el Presidente de nuestra nación. Es por ello que valoramos la digna posición de principios adoptada por los hermanos países del Caribe, así como sus esfuerzos a favor de la reducción de las tensiones y de una solución política a la actual coyuntura. El Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, por su parte, ha expresado y demostrado su voluntad de diálogo. Nuestras herramientas son la política, el respeto a la ley, la racionalidad y la diplomacia. Estamos conscientes que hay oscuros intereses que nos quieren llevar a la guerra, como lo intenta Trump, y ser objeto de una posible invasión militar, lo cual coincide con los llamados de los aparatos de propaganda de Estados Unidos y Europa – . Entendemos estos riesgos, más aún después de que Trump designara a un criminal de guerra, condenado en su propio país, llamado Elliot Abrams, como encargado de manejar la situación venezolana. Nunca sacrificaremos nuestra soberanía por las presiones, los chantajes y las conspiraciones que de manera agresiva fabrican los países que impulsan este plan de recolonización. Hacemos un llamado a defender las normas del derecho internacional, a reiterar la vigencia de los propósitos y principios consagrados en la Carta de la ONU, como garantes de la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales. Es nuestro deber detener la guerra de recolonización. Venezuela está firme y en paz y nadie podrá aislarla y dividirla. Estamos en pleno proceso de la segunda liberación de nuestra Patria.


¿Hasta cuando los precios fuera de control golpean al pueblo?

Julio Escalona Hasta cuando seguimos sin una política económica para la coyuntura mientras se deja al pueblo a merced de los empresarios golpistas. En la calle la gente sigue hablando de la falta de gobierno y esto crea graves sentimientos de frustración, que pueden convertirse en tendencias a la desmoralización ¿por qué hubo gente que por descontento marchó cuestionando al gobierno? Si esto no se para ahora, mañana puede ser tarde. He sido y soy solidario con el presidente Maduro. Volveré a opinar dando opiniones constructivas El presidente ha privilegiado lo social y eso es un mérito. Pero lo social y lo económico son interdependientes y los articula la política La solución es integral, no sólo en el largo plazo, sino en cada coyuntura. El aspecto que define a esta guerra en su fase actual es lo económico. Ello no significa que se descuiden los aspectos sociales y mucho menos lo político. Es necesario ver la totalidad y comprender que el todo está en la parte y la parte está en el todo. Los neoliberales han dicho y todavía dicen, que la mejor política social es una buena política económica. Para ellos el mercado es el articulador de todas las relaciones y en última instancia, la totalidad es el capital y la regla de oro es la maximización de los beneficios en un proceso de acumulación a escala mundial. Un mundo dominado por un superpoder enemigo de los Estados soberanos Un mundo dominado por un superpoder, enemigo de los Estados soberanos y sobre todo de los procesos de desarrollo de la soberanía solidaria, que no se fortalece a través del individualismo, el egoísmo y el miedo, sino mediante el reconocimiento del otro, no como competidor, sino a través de la interdependencia, la solidaridad y el amor. Ese poder, que se mueve agrietado por profundas contradicciones, tiene sus soportes en la articulación del poder financiero, el poder militar y el poder de las mafias de narcotraficantes. Un poder que cada vez más depende de la violencia y de la guerra para mantenerse, cuya conformación amenaza, permanentemente a la humanidad, la naturaleza y el planeta todo. Sólo una política elaborada desde la visión de totalidad puede tomar en cuenta todos los aspectos y apreciar correctamente quién es el enemigo principal Estratégicamente el enemigo principal es ese poder mundial que acabamos de caracterizar. En la situation de guerra económica que vivimos hoy, ese enemigo estárepresentado, en Venezuela, por

los empresarios transnacionales, como Polar, representantes del capital mundial enemigo de los estadossoberanos. Como tales, dichos empresarios son enemigos de la libre determinación de los pueblos, de la no intervención en los asuntosinternos de cadapaís, de la soberaníanacional, y demásprincipios que protegen a los Estados nacionales. Por eso, donde los representantes de ese capital son gobierno, son enemigos de los procesos de integraciónsolidaria, por tanto, de Unasur, de la Celac, Petrocaribe… y todo el entramadosolidario que el presidente Chávez fueconstruyendo en nuestra region. Ellosprefieren ser miembros de la OEA, el ministerio de colonias de EEUU y convertirse en asesinos de sus hermanos de la region latinocaribeña Entonces, no se puede seguir negociando con los representantes de ese capital mundial, que como tales lo que quieren es derrocar al gobierno venezolano. Negociar con ese capital conduce a que la política de precios sea determinada por los enemigos del pueblo venezolano Creo que por esa razón el pueblo, en materia de precios, ha quedado desprotegido y a merced de sus victimarios. El presidente Maduro ha tratado de equilibrarlo con una amplia política social, que es anulada por la guerra económica impulsada, entre otros, por la Polar. La política para enfrentar la guerra económica tiene que partir de una adecuada caracterización del enemigo principal. No basta con enfrentar a Trump, a los gánsteres del grupo de Lima, etc., si en el interior de la sociedad venezolana negociamos con los capitalistas transnacionales, los que se han enriquecido atracando al Estado y al Pueblo venezolanos, constituyendo mediante ese atraco cuentas mil billonarias en los grandes bancos del mundo. La estrategia transnacional, encabezada por Polar, diariamente va asesinando la conciencia popular. El gobierno se muestra impotente Se contrabandea hacia Colombia, se acapara y esconden productos, se incrementa la escasez inducida, la inflación hace estragos en el bolsillo, el estómago y la conciencia de la población. Lamentablemente, ni desde la presidencia de la República, ni desde la ANC, ni desde órgano oficial alguno, hay medidas concretas que ofrezcan perspectivas de solución. ¿Por qué? La preocupación por el pueblo conduce al presidente a entregar diversos bonos que tratan de compensar los efectos de la inflación sobre el salario. Pero los grandes empresarios tienen eso calculado y antes de que el bono sea entregado ya han subido los precios. Luego, los precios se mueven todos los días cosa que los bonos no hacen ni podrán hacer.


Apuestas en un país agotado José Manuel Rodriguez

Algunos escritores anuncian una carta guardada que tiene el presidente. Esa carta no aparece. La vicepresidenta, Delcy Rodríguez, anuncia unas medidas sorpresa. Ojalá esa sorpresa se materialice. Mientras, sólo tiene efectos políticos adversos. Caracterizar correctamente quién es el enemigo principal,permiteaproximarse a la configuración del bloque de fuerzasantiimperialistas, que marchanrumbo al socialismo Sin duda el socialismo es un proceso que se va realizando día a día, pero durará un buen tiempo e irán participando en él diversos sectores de la sociedad, que se enfrentarán al imperialismo sin dejar de ser capitalistas. Es una transición compleja. El capitalismo seguirá existiendo, pero no tiene otra opción que ser antimperialista y defensor de la soberanía nacional, si es que quiere una patria independiente y próspera. Debemos aislar al capital transnacional y fortaleciendo la producción y la vida comunal. Si no le arrebatamos al capital transnacional el control de importantes sectores de la economía como la banca, el comercio importador, servicios estratégicos como la electricidad, influencia en la dirección de las empresas básicas, particularmente en la industria petrolera y la minería. El camino hacia el socialismo puede irse pervirtiendo. Esto no significa que no se puedan establecer empresas mixtas con reglas de juego bien claras, preservando los intereses nacionales y el rumbo estratégico. Como no discutimos estos temas, como en torno a ellos hay un tremendo vacío teórico y político, se deja, de hecho, la política de precios en manos de Polar y otras transnacionales mimetizadas a través del mercado y diversas cuotas de poder, que la quinta columna corrupta les facilita. Creo que preservando y fortaleciendo el camino comunal, el poder popular, el papel protagónico de los trabajadores, manteniendo una alianza preferente con los empresarios consecuentemente antiimperialistas, se puede tener flexibilidades que no atenten contra el rumbo hacia el socialismo. No creo haber dejado claro, ni conceptualmente ni políticamente, un programa, una estrategia de lucha y la base clasista del proyecto revolucionario. Lo que he querido es plantear temas y problemas que están detrás de la discusión sobre los precios y los bonos para defender los ingresos de los trabajadores y trabajadoras. Quizás con más claridad teórica y política se pueda negociar con mayor propiedad con las distintas clases sociales que conviven en la sociedad venezolana. Si no, podríamos estar traicionando al pueblo sin ni siquiera saberlo Podríamos detectar con más precisión qué se puede negociar y qué no. Hasta dónde podemos negociar, con quién, etc. Hacerlo sin temor y sin prejuicios. Los responsables de esas negociaciones deben ser citados urgentemente a rendir cuentas por la ANC Es deber de la ANC proteger al pueblo. Además, ya el presidente Maduro lo señaló en su discurso del 10-01 ante la ANC. Es decir, que también hay una petición del Presidente Maduro para que los funcionarios gubernamentales rindan cuenta ante la ANC. Por otra parte, debemos solicitar expresamente la aplicación del Articulo 114 de la constitución bolivariana que señala: El ilícito económico, la especulación, el acaparamiento, la usura, la cartelización y otros delitos conexos, serán penados severamente de acuerdo con la ley. Esa ley contra la corrupción existe y no parece que se esté aplicando, es decir, la ANC debe intervenir para poner orden en esta situación y erradicar la guerra de precios castigando severamente a los responsables .

Con el caso Guaidó de nuevo el gobierno apuesta al cansancio. Saben que no hay forma de imponerlo sino con una operación militar gringa. Y la derecha internacional, que sabe también el costo que tendría, sitian a Venezuela para buscar agotarla. Apuestan que la torcida de brazo obligará al gobierno a negociar algo parecido a la transición o a la cohabitación. Maduro, que sin importa lo que diga, viene desde hace rato eludiendo la vía al socialismo, dice estar dispuesto a negociar a cambio de “paz” política y apoyo económico. Con eso funcionando supone mantener el apoyo popular para una eventual ratificación de su mandato. En definitiva, el adiós al socialismo parece ser el centro de la apuesta.

Un llamado subversivo

Aunque todavía no es militar, la agresión imperial es cierta. Sin embargo, nuestra defensa sin plan para avanzar al socialismo, es muy precaria. Ni el gobierno ni el empresario privado está produciendo. Y las comunas que son la expresión más depurada de la democracia popular, es decir del socialismo, tampoco lo hacen. No ocupan su posición en el aparato estatal y ni siquiera controlan su territorio.. El gobierno, el partido y la ANC las mantienen en el aíre. Están en todos los discursos, se contabiliza sus fuerzas, pero, ni de vaina dejan que alcancen esas fortalezas que acabo de mencionar. Las ponen a repartir el CLAP y les ofrecen chambas a sus miembros. No especulo con lo del tutelaje, ha funcionado durante cinco mil años. Se mantiene en las democracias capitalistas y en las formas socialistas que han surgido. El logro de la Comuna de París duró tres meses antes que la aplastaran. En China, más de un centenar de miles de comunas productoras, no han podido reconquistar el poder perdido en 1978, cuando se les ordenó concentrarse en el trabajo. Este tutelaje no va a desaparecer solo. Los tutores se consideran absolutamente indispensables, creen que los pueblos los necesitan como padres severos y guías iluminados. Lo que han logrado es que su parte más aviesa, llámese burguesía o burócratas se apropien del fruto del trabajo. Ese es el sustento del capitalismo. Les asusta que la sociedad, frente a la adversidad, piense y trabaje, pues, al hacerlo camina a su liberación. Las comunas (probablemente no más de mil organizadas de verdad) deben rebelarse y convertirse en sujeto activo. Aprobar en sus parlamentos comunales los planes y acciones que sean necesarios, no sólo para producir y controlar sus territorios, también para impedir que en ellos las mafias especulen y bachaqueen. No permitir que, mientras su gente tienen las despensas vacías, los comerciantes y la buhonería degradada acaparen los alimentos. Deben impedir que en sus ámbitos circule nada que su gente no pueda adquirir. ¿No estamos en guerra? Pues toquemos el clarín que llama a ejercer los controles que toda revolución exige. El gobierno no lo va a hacer.

Soy un miliciano de la revolución

Un filosofo francés le decía a la humanidad: El ser humano es tal sólo a través de la razón… Es por eso que creo fervientemente que la razón nunca acompaña a los que actúan por la fuerza.. La locura imperial transforma lo negro en blanco pervirtiendo todo razonamiento sin hacer caso ni al francés ni al sabio chino que escribió hace miles de años: La guerra es un asunto serio; da miedo pensar que los hombres puedan emprenderla sin dedicar la reflexión que requiere… Sin embargo, si hay que marchar a ella lo haría con un verso de Miguel Hernández en mi cabeza: Vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran, me esparcen el corazón y me avientan la garganta. Los bueyes doblan la frente, imponentemente mansa, delante de los castigos; los leones la levantan y al mismo tiempo castigan con su clamorosa zarpa. No soy de un pueblo de bueyes…


Venezuela y el “capitalismo del desastre” Reinaldo Iturriza López

El lunes 28 de enero, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció que todos los bienes e intereses de PDVSA bajo jurisdicción del país norteamericano habían sido “bloqueados”, y prohibía a las personas estadounidenses realizar cualquier tipo de transacción con la empresa venezolana (1). Agregó el secretario Steve Mnuchin que “si la gente de Venezuela quiere seguir vendiéndonos petróleo”, solo lo aceptarían si ese dinero va a “cuentas bloqueadas” que, eventualmente, pondrían a disposición del “gobierno de transición” (2). Según John Bolton, Asesor de Seguridad Nacional de la Administración Trump, y presente en la misma rueda de prensa, estas sanciones a PDVSA provocarían a Venezuela pérdidas estimadas en 11 mil millones de dólares en exportaciones en 2019, y el congelamiento de 7 mil millones de dólares en bienes. El jueves 24 de enero, en declaraciones al canal FOX Business, Bolton había afirmado que “haría una gran diferencia para Estados Unidos económicamente si pudiéramos tener compañías petroleras estadounidenses invirtiendo y produciendo petróleo en Venezuela”. Apenas tres minutos antes de hacer explícitas las verdaderas intenciones del imperialismo estadounidense, sostenía que Chávez y Maduro habían “empobrecido a Venezuela; tenemos ahora entre tres y cuatro millones de refugiados que han huido del país, un hecho sin precedentes en el hemisferio occidental; Maduro, y Chávez antes de él, saquearon sistemáticamente los recursos petroleros del país, no hay inversión de capital, los ingresos han disminuido; literalmente la sociedad civil está colapsando”, razón por la cual la Administración Trump había decidido reconocer a Juan Guaidó como “Presidente interino”. (3). Horas después de que se hicieran públicas las sanciones contra PDVSA, el martes 29 de enero, la Asamblea Nacional aprobaba un “Acuerdo para la promoción del plan de rescate del país”, en el que se lee que en Venezuela se produjo un “colapso económico y social” que ha ocasionado una “emergencia humanitaria”, situación que es consecuencia de las políticas del “régimen de Nicolás Maduro”, que impuso “un modelo económico y político totalitario, de dominación y control social” que se conoce como “socialismo del siglo XXI” (4). He aquí, en apretado resumen, un ejemplo de la manera como actúan los agentes foráneos y vernáculos de lo que Naomi Klein definió como “capitalismo del desastre” en su formidable obra “La doctrina del shock”, muy útil para comprender lo que ocurre en Venezuela, en momentos en que esas mismas fuerzas persiguen afectar severamente, de ser posible de manera irreversible, nues-

tra capacidad de interpretar nuestro presente. Naomi Klein llama “capitalismo del desastre” a los “ataques organizados contra las instituciones y bienes públicos, siempre después de acontecimientos de carácter catastrófico, declarándolos al mismo tiempo atractivas oportunidades de mercado” (5). Fue lo que ocurrió, en primer lugar, en el Chile bajo la dictadura de Pinochet, pero también en Nueva Orleans, Estados Unidos, después del huracán Katrina, en 2005; en Sri Lanka después de tsunami de 2004; en Irak luego de la invasión encabezada por el gobierno estadounidense, en 2003; en el mismo Estados Unidos luego del 11 de septiembre de 2001; en la China después de Tiananmen, en 1989; en la Rusia gobernada por Yeltsin, en 1993, y un largo etcétera. En cada uno de estos casos, expone Klein, los ataques fueron dirigidos por fervientes defensores de las políticas de ajuste neoliberal, que fueron posteriormente aplicadas de manera implacable. Es exactamente lo que ocurre en Venezuela, con el agravante de que la situación de shock es inducida, en buena medida, por las elites locales y el imperialismo estadounidense, con el aporte decisivo de sus respectivas bases sociales de apoyo, fundamentalmente provenientes de las clases media y alta, de manera muy similar a lo que ya ocurrió en Chile durante el gobierno de Salvador Allende, en 1970-1973. En ambos casos se trata de gobiernos democráticos, de orientación socialista, elegidos por el voto popular, que son sistemáticamente asediados, y sus respectivas economías asfixiadas, con el propósito de crear las condiciones para una salida de fuerza que les permita luego “neutralizar” a las clases populares favorables al cambio revolucionario. Entre otras cosas, por eso resultan particularmente repudiables las recientes declaraciones de Alfonso Guerra, ex vicepresidente español, quien comparó al gobierno de Nicolás Maduro con la dictadura de Pinochet. Según Guerra, “Venezuela está sufriendo una dictadura, además incompetente, porque a veces las dictaduras liquidan la libertad de los pueblos pero al menos tienen eficacia en el terreno económico”. Más adelante remató: “Entre la dictadura de Pinochet, horrible, y la dictadura de Maduro, horrible, hay una diferencia: que en un sitio la economía no cayó y en otro sí ha caído” (6). El actual “desastre” de la economía venezolana no es obra, como sentencia el documento de la Asamblea Nacional, del “socialismo del siglo XXI”, ni tampoco de la “incompetencia” del gobierno, sino fundamentalmente de la actuación de los poderes fácticos capitalistas globales y locales, a lo que se suman las dificultades políticas de la revolución bolivariana para dirimir el conflicto a favor de las mayorías populares. Venezuela padece hoy un verdadero “capitalismo del desastre”, casi de manual.


En el relato dominante, la situación en Venezuela ha sido traducida como “emergencia”, pero sobre todo como “crisis humanitaria”. Determinar las condiciones históricas que han hecho posible el uso de este concepto, y sus correspondientes efectos de poder, es todavía una tarea pendiente. Un arqueo muy preliminar, tomando como referencia las noticias publicadas en “Voz de América”, órgano propagandístico del gobierno estadounidense, permite rastrear el uso del concepto en el año 2014. Curiosamente, aparece asociado al derecho a la libertad de expresión. En efecto, el 31 de marzo, en medio de la segunda oleada de violencia antichavista contra el gobierno de Nicolás Maduro, Rodrigo Diamanti, economista egresado de la Universidad Católica Andrés Bello y presidente de la oenegé “Un mundo sin mordaza”, declaraba que “la crisis política en Venezuela, combinada con la crisis económica y social está generando una crisis humanitaria” (7). Contra toda evidencia, Diamanti afirmaba que el gobierno violaba el derecho a la manifestación pacífica y libraba una persecución en las redes sociales. En todo el año 2014 solo volvió a emplearse el término en una nota relacionada con la situación hospitalaria. La vocería la asumió entonces José Manuel Olivares, “médico residente del hospital universitario de Caracas y especialista en radioterapia oncológica y medicina nuclear”, quien sostuvo que “el país actualmente atraviesa una crisis humanitaria” (8). “Voz de América” omitió informar que Olivares ya era para entonces militante del derechista partido Primero Justicia. De hecho, actualmente es diputado a la Asamblea Nacional, resultando electo en las parlamentarias de 2015 por el estado Vargas, al igual, por cierto, que el diputado Juan Guaidó. Será en 2015 cuando el término se instale definitivamente en la agenda. El 24 de febrero es reseñado un informe del tanque de pensamiento “International Crisis Group” en el que advierte que Venezuela “podría enfrentar una crisis humanitaria si no se toman las medidas para resolver los problemas del país” (9). Un par de semanas después, el lunes 9 de marzo, la Administración Obama declara a Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior” de Estados Unidos, e impone sanciones a siete funcionarios presuntamente incursos en violaciones de derechos humanos (10). En una nota fechada el 11 de marzo, una vez más José Manuel Olivares, ahora declarando en nombre de la oenegé “Médicos por la Salud”, sostuvo que el país afrontaba “una crisis humanitaria de salud” (11). Al día siguiente son reseñadas declaraciones del senador republicano Marco Rubio: “Mientras que las sanciones económicas individuales a los infractores de los derechos humanos, que fueron anunciadas a principios de esta semana, se han enfocado en la catástrofe que Nicolás Maduro y su régimen han infligido a los venezolanos, se debe hacer más y prestar más atención a esta crisis humanitaria y económica que amenaza la seguridad regional” (12). El mismo día, el secretario de Estado John Kerry “aseguró que si Venezuela detiene la ayuda petrolera que ofrece a los países de la región, podría desatarse una crisis humanitaria” (13). A partir de entonces,

la vocería antichavista empleará el término con cada vez mayor frecuencia. En 2016, ya bajo control de la oposición, la Asamblea Nacional se convertirá en caja de resonancia de este discurso: el 26 de enero declarará la “crisis humanitaria en la salud de Venezuela, en vista de la grave escasez de medicamentos, insumos médicos y deterioro de la infraestructura sanitaria” (14), y el 11 de febrero declarará “crisis humanitaria e inexistencia de seguridad alimentaria de la población venezolana” (15). El 23 de enero, el equipo de Misión Verdad publicó un informe en el que aportaba algunos datos que permitían demostrar la falacia del “cartelizado discurso sobre la ‘falta de dólares’ como causa fundamental de la restricción de la oferta de medicamentos que producen oligopólicamente” algunas pocas transnacionales farmacéuticas establecidas en el país (16). El 15 de febrero, el periodista Víctor Hugo Majano advirtió: “Las declaratorias de emergencia, tanto alimentaria como farmacéutica, impulsadas desde la Asamblea Nacional tienen como propósito principal obligar al Gobierno a mantener el flujo de divisas destinadas a financiar las importaciones de la capa comercial de la gran burguesía y de las corporaciones transnacionales dedicadas a la comercialización de bienes de consumo masivo” (17). Hecha esta relación parcial de los hechos, y a primera vista, considerando las condiciones históricas en que emerge este discurso, el tipo de vocería que lo emplea, los motivos que la inspiran, parece claro que cuando comienza a hablarse de “crisis humanitaria” en Venezuela se hace a la manera de una profecía autocumplida. Quienes hablan este lenguaje “humanitario”, más que advertir sobre lo que puede ocurrir, están anticipándose a una realidad con cuya materialización están comprometidos. Por otra parte, más que describir una situación, se plantea el problema de tal forma que única y exclusivamente el gobierno es “culpable”, y se propone de una vez la solución: la “intervención humanitaria”. Esto es clave entenderlo: no hay “crisis” sin “intervención”. Otro efecto político es la progresiva degradación del lenguaje político: la “humanitarización” del discurso es la expresión más reciente de la deshumanización del chavismo, que es consustancial al antichavismo. Las “hordas” de los primeros años de la revolución bolivariana son el equivalente del chavismo cómplice y criminal de un “genocida” que, como Nicolás Maduro, además es “usurpador”, como era “ilegítimo” Hugo Chávez. La actual virulencia de los ataques contra el chavismo, al que se considera poco más que sujeto de legítimo exterminio, despreciable y ruin, no obedece a la “crisis humanitaria”, como pudiera pensarse: se trata de exactamente la misma virulencia de hace veinte años, atizada por la brutalidad con que hoy se expresa el “capitalismo del desastre” en Venezuela. Esa “humanitarización” del discurso político es la espesa trama a partir de la cual se intenta legitimar el ataque artero de la Administración Trump contra PDVSA: se “justifica” porque, palabras más, palabras menos, tal y como declaraba John Bolton a Fox Business el pasado 24 de enero, estamos hablando de un gobierno “genocida” y “corrupto”. ¿Dónde está la trampa? En que esta trama


discursiva funciona como un pantano: cualquiera que la ponga en entredicho es porque o “no reconoce” o “justifica” la crisis o la corrupción. Así, los principales responsables de la “catástrofe” quedan exentos de toda responsabilidad. III La “crisis humanitaria” es una oportunidad de negocios, como reconoció Bolton en la entrevista a Fox Business, y como también lo dejan ver los planes que se promueven entusiastamente desde la Asamblea Nacional. El 19 de diciembre de 2018 fue presentado, a iniciativa de la Asamblea Nacional, el “Plan País, el día después”, que vendría a perfilar la hoja de ruta a seguir durante la “transición a la democracia”. De acuerdo a “Banca y Negocios”, el plan contempla: “reactivar el aparato productivo […] accediendo al financiamiento de la banca multilateral”, léase Fondo Monetario Internacional; “desmontar el sistema de controles, regulaciones, trabas burocráticas y normas punitivas”; “inversiones internacionales en un marco regulatorio que genere confianza y protección efectiva a la propiedad privada”; “apertura a la inversión privada en la empresas públicas”; “aprobación de una nueva Ley de Hidrocarburos que […] permita al capital privado ser accionista mayoritario en proyectos petroleros”. “sector privado será el responsable […] de la operación de los activos de los servicios públicos”; “eficiencia del Estado para por reducir su tamaño”. En materia social: “Se trata de abastecer y dar acceso continuo a bienes y servicios de primera necesidad, a dar una atención especializada a los sectores salud, educación y nutrición de los más vulnerables e incentivar empleos de calidad y protección del ingreso familiar” (18). El 9 de enero de 2019 fue distribuido en la Asamblea Nacional el Anteproyecto de “Ley de Estatuto que rige la transición a la democracia y el restablecimiento de la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. En su artículo 21 puede leerse: “La Asamblea Nacional dictará las Leyes necesarias a (sic) atender la emergencia humanitaria compleja y promover el rescate de la economía venezolana, de conformidad con el Acuerdo del Plan País aprobado el 18 de diciembre de 2018”. De inmediato, pasa a enumerar los objetivos a cumplir: “rápida recuperación económica mediante la asistencia financiera internacional extraordinaria de organismos multilaterales” (numeral 1); “se abolirán los controles centralizados y medidas arbitrarias de expropiación y otras medidas similares, incluyendo el control de cambio. A estos fines, se sustituirá el modelo centralizado de controles de la economía por un modelo de libertad y de mercado basado en el derecho de cada venezolano a trabajar bajo las garantías de los derechos de propiedad y libertad de empresa” (numeral 2); “empresas públicas serán sometidas a un proceso de restructuración que asegure su gestión eficiente y transparente, incluso, mediante acuerdos público-privados” (numeral 4)” (19). Como puede verse, tanto el “Plan País” como el Anteproyecto de la “Ley de Transición” está plagado de medidas de corte claramente neoliberal: desregulación, privatizaciones masivas (incluyendo PDVSA), reestructuración del Estado, etc. Y lo que se plantea como medidas en materia social que, dado que atravesamos por una “crisis humanitaria”, tendría que ser lo central de cualquier propuesta de “transición a la democracia”, no pasa de ser una muy

modesta versión de las políticas impulsadas durante la revolución bolivariana. Tal es la engañosa propuesta de los “capitalistas del desastre” en Venezuela: nos prometen volver al país de Chávez, que habría sido destruido por el “socialismo del siglo XXI”, pero aplicando las mismas políticas neoliberales de los años 80 y 90, contra las cuales ya se rebeló el pueblo venezolano. Notas

(1) U.S. Department of the Treasury. Treasury Sanctions Venezuela’s StateOwned Oil Company Petroleos de Venezuela, S.A. 28 de enero de 2019. https:// home.treasury.gov/news/press-releases/sm594 (2) Ricardo Vaz. US Hits PDVSA with More Sanctions as UNSC Fails to Pass Resolution on Venezuela. Venezuelanalysis, 28 de enero de 2019. https://venezuelanalysis.com/news/14268 (3) Fox Business [Fox Business]. (24 de enero de 2019). John Bolton: I don’t think Maduro has the military on his side [Archivo de video]. Recuperado de https:// www.youtube.com/watch?v=8av-cPP1uPE (4) Asamblea Nacional. Acuerdo para la promoción del plan de rescate del país. 29 de enero de 2019. http://www.asambleanacional.gob.ve/actos/_acuerdopara-la-promocion-del-plan-de-rescate-del-pais (5) Naomi Klein. La doctrina del shock. Paidós Ibérica. 2007. (6) Alfonso Guerra afirma que hay dictaduras que “al menos son eficaces” frente a la de Maduro, “que no sirve para nada”. El Diario, 28 de enero de 2019. https://www.eldiario.es/rastreador/Alfonso-Guerra-dictaduras-economica-Maduro_6_862023791.html (7) Luis Alberto Facal. Venezuela vive una crisis humanitaria según ONG. Voz de América, 31 de marzo de 2014. https://www.voanoticias.com/a/venezuela-libertad-rodrigo-diamanti/1883104.html (8) La crisis en Venezuela llega a los hospitales. Voz de América, 16 de junio de 2014. https://www.voanoticias.com/a/la-crisis-en-venezuela-llega-a-los-hospitales/1937809.html (9) Álvaro Algarra. Venezuela: Alertan posible crisis humanitaria. Voz de América, 24 de febrero de 2015. https://www.voanoticias.com/a/venezuela-crisis-humanitaria-maduro-escasez/2657047.html (10) Obama firma decreto contra Venezuela alegando que es una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional”. Alba Ciudad, 9 de marzo de 2015. http://albaciudad.org/2015/03/obama-implementa-nuevas-sanciones-contra-venezuela/ (11) Venezuela: Ratifican crisis humanitaria de salud. Voz de América, 11 de marzo de 2015. https://www.voanoticias.com/a/medicinas-hospital/2677025.html (12) Senado prepara audiencia sobre Venezuela. Voz de América, 12 de marzo de 2015. https://www.voanoticias.com/a/marco-rubio-senado-audiencia-venezuela-crisis/2677466.html (13) “Cancelar Petrocaribe desataría crisis humanitaria”. Voz de América, 12 de marzo de 2015. https://www.voanoticias.com/a/venezuela-john-kerry-nicolasmaduro-sanciones-crisis/2677535.html (14) Asamblea Nacional. Acuerdo mediante el cual se declara crisis humanitaria en la salud de Venezuela, en vista de la grave escasez de medicamentos, insumos médicos y deterioro de la infraestructura sanitaria”. 26 de enero de 2016. http://www.asambleanacional.gob.ve/actos/_acuerdo-mediante-el-cual-se-declara-crisis-humanitaria-en-la-salud-de-venezuela-en-vista-de-la-grave-escasezde-medicamentos-insumos-medicos-y-deterioro-de-la-infraestructura-sanitaria (15) Asamblea Nacional. Acuerdo mediante el cual se declara crisis humanitaria e inexistencia de seguridad alimentaria de la población venezolana. 11 de febrero de 2016. http://www.asambleanacional.gob.ve/actos/_acuerdo-medianteel-cual-se-declara-crisis-humanitaria-e-inexistencia-de-seguridad-alimentariade-la-poblacion-venezolana (16)Guerra farmacéutica y el plan de la “crisis humanitaria”. Misión Verdad, 23 de enero de 2016. http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/guerrafarmaceutica-y-el-plan-de-la-crisis-humanitaria%20 (17) Víctor Hugo Majano. Burguesía importadora usa declaratorias de emergencia para mantener flujo de divisas. Misión Verdad, 15 de febrero de 2016. http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/burguesia-importadora-usadeclaratorias-de-emergencia-para-mantener-flujo-de (18) Puntos clave del Plan País para la recuperación de Venezuela. Banca y Negocios, 26 de diciembre de 2018. http://www.bancaynegocios.com/puntos-clavedel-plan-pais-para-la-recuperacion-de-venezuela/ (19) Asamblea Nacional. Anteproyecto de “Ley de Estatuto que rige la transición a la democracia y el restablecimiento de la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. 9 de enero de 2019. http://puntodecorte. com/wp-content/uploads/2019/01/10E-T-Ley-Marco-del-Estatuto-08-01-19.pdf.


¿Ilegítimo por qué? Pasqualina Curcio| ¿Se habrán hecho esta pregunta quienes afirman que Nicolás Maduro es un dictador, un usurpador y que el período 2019-2025 carece de legitimidad? ¿O solo repiten lo que escuchan? Comenzaron a posicionar esta matriz de opinión los 12 países reunidos en Lima. Se lee en su comunicado: “…el proceso electoral llevado a cabo en Venezuela el 20 de mayo de 2018 carece de legitimidad por no haber contado con la participación de todos los actores políticos venezolanos, ni con la presencia de observadores internacionales independientes, ni con las garantías y estándares internacionales necesarios para un proceso libre, justo y transparente.” Los dirigentes de la oposición venezolana, nos referimos a la no democrática, repiten sin descanso, y por supuesto sin argumentación, que Maduro es un usurpador. En un acto de desespero, el propio Vicepresidente de los EEUU, Mike Pence al verse obligado a convocar personalmente la marcha opositora para el 23 de enero, debido a la incompetencia de la dirigencia opositora, insistió y repitió que el Presidente Nicolás Maduro es un dictador, usurpador e ilegítimo. La estrategia es clara, repetir mil veces la mentira para convertirla en verdad. Desmontemos la mentira: Hubo elecciones presidenciales. Se realizaron el 20 de mayo de 2018, es decir, antes del 10 de enero de 2019, momento en el que de acuerdo con los artículos 230 y 231 de la Constitución se vence el período presidencial 2013-2019. Se estuviese violando la Constitución si las elecciones se hubiesen realizado después del 10 de enero de 2019, o peor aún que no se hubiesen realizado. Fue la oposición venezolana la que solicitó el adelanto de las elecciones. Se realizaron en mayo y no en diciembre, como tradicionalmente se hacía, porque fue la oposición la que solicitó, en el marco del diálogo en República Dominicana, que se efectuasen el primer trimestre del 2018. En Venezuela el voto es un derecho, no es un deber. Quienes de manera libre, aunque influenciados por algunas organizaciones políticas no democráticas que llamaron a la abstención, decidieron no asistir a votar están en su pleno derecho, pero en lo absoluto ilegitima el proceso electoral, más aún cuando eso implicaría desconocer e irrespetar a los 9.389.056 que si decidieron votar y ejercieron democráticamente su derecho al sufragio. Participaron 16 partidos políticos en la contienda electoral (PSUV), (MSV), (Tupamaro), (UPV), (Podemos), (PPT), (ORA), (MPAC), (MEP), (PCV), (AP), (MAS) (Copei) Esperanza por el Cambio, (UPP89). En Venezuela no es obligatorio que todos los partidos políticos participen en los procesos electorales. Están en su pleno derecho de decidir si participan o no. Justamente porque nuestro sistema es democrático. El hecho de que 3 partidos (AD, VP y PJ) decidieron libremente no participar, no ilegitima el proceso electoral. Se postularon 6 candidatos: Nicolás Maduro, Henri Falcón, Javier Bertucci, Reinaldo Quijada, Francisco Visconti Osorio y Luis Alejandro Ratti (los dos últimos decidieron retirarse). Maduro ganó con un amplio margen, obtuvo 6.248.864 de votos, el 67,84%; le siguieron Henri Falcón con 1.927.958, el 20,93%; Javier Bertucci con 1.015.895, 10,82% y Reinaldo Quijada quien obtuvo 36.246 votos, el 0,39% del total. La diferencia entre Maduro y Falcón fue 46,91 puntos porcentuales. Acompañaron el proceso electoral unas 150 personas, entre ellas 14 comisiones electorales de 8 países; 2 misiones técnicas

electorales; 18 periodistas de distintas partes del mundo; 1 Europarlamentario y 1 delegación técnico-electoral de la Central Electoral de Rusia. Las elecciones se realizaron con el mismo sistema electoral empleado en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015, en las cuales resultó ganadora la oposición venezolana. Sistema que es automatizado y sometido a auditorías antes, durante y después de los comicios. Sistema que garantiza los principios de “un elector, un voto” porque solo con la huella dactilar se desbloquea la máquina de votación; y garantiza el “secreto del voto”. Se realizaron 18 auditorías al sistema automatizado. Los representantes del candidato Henri Falcón participaron en las 18 y suscribieron las actas en las que manifiestan su conformidad con el sistema electoral. Las auditorías son públicas y televisadas en vivo por el canal del Consejo Nacional Electoral. Una vez realizadas las auditorías, el sistema se bloquea y la única manera de acceder nuevamente es con la introducción simultánea de los códigos secretos que tiene cada organización política. Ninguno de los candidatos que participó en el proceso electoral impugnó los resultados. No hay pruebas de fraude, no presentaron ninguna evidencia o denuncia concreta de fraude. Las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018 fueron libres, transparentes, confiables, seguras y ajustadas a la Constitución y a las leyes a pesar del llamado antidemocrático a la abstención por parte de un sector de la oposición. Son otros los que pretenden usurpar el cargo de Presidente de la República con el argumento de un supuesto vacío de poder, figura que no está contemplada en nuestra Constitución y la instauración de un “gobierno de transición”, figura tampoco prevista en la Carta Magna. Por si fuera poco, pretenden ejercer el poder fuera de nuestras fronteras violando el artículo 18 de la Constitución que establece que es Caracas la sede de los poderes públicos. Así las cosas, son otros los usurpadores, ilegítimos y antidemocráticos. Es ilegítimo y constituye un intento de usurpación el que algunos sectores de la oposición pretendan imponerse con el apoyo de sectores extranjeros provenientes de gobiernos imperialistas para ejercer una autoridad que ni el pueblo ni la Constitución les ha dado. Repitamos mil veces estas verdades. Nota de los editores: Agregamos el siguiente comentario de José Gregorio Piña que complementa el artículo de Pasqualina Curcio: “Al artículo de arriba, sólo agrego que la AN también desconoce al TSJ, obviando que sus magistrados y magistradas fueron designados conforme a los procedimientos e instancias previstos en la CRBV, como está documentalmente comprobado por el Ministerio Público. Sin embargo, la AN desconoció la última designación de magistrados y magistradas; trece (13) en total, y procedió a designar a otros 13, que no cumplen los requisitos legales. Aun así, la totalidad del TSJ son 32 magistrados y magistradas, por lo que, ni siquiera con los 13 nombrados por la Oposición, esta tendría mayoría en ninguna de las Salas del TSJ, excepto en la Sala Social. Cabe agregar que la AN no ha pretendido desconocer a los 19 magistrados y magistradas restantes, porque no tiene argumento alguno en contra. Por lo tanto, bajo ninguna circunstancia el TSJ inconstitucional que la AN pretende que exista en el extranjero, tiene validez alguna, ya que ni siquiera consta de la totalidad de magistrados y magistradas; con el agregado de que su supuesto Presidente es extranjero, circunstancia que está prohibida por la propia CRBV.”


El carmonazo de Pence Earle Herrera.-

El título lo tomo del discurso del presidente Maduro. Cuando el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, apareció en televisión convocando la marcha antichavista del 23 de Enero, estaba diciéndole al mundo que la oposición venezolana no cuenta. Fue una bofetada a los partidos que retozan en la AN. Los focos de violencia de la víspera, las selectivas quemas de estatuas y hasta la revelación de la cándida Eva Gollinger de que Chávez se volvía un cachondo e incontrolable fauno cuando la veía, formó parte de un trillado guion para garantizar el éxito de su convocatoria. Cuantitativamente, fracasó. Pero el objetivo no era reeditar la masiva marcha del 11 de abril de 2002, sino de montar el tinglado para imponer un “presidente interino” en Venezuela. En ese escenario, lo que sí se reeditó fue la autojuramentación que protagonizó Carmona Estanga hace 17 años. Sin embargo, en descargo de Pedro El Breve, él se proclamó y juró en Miraflores, mientras el “muchacho de Pence” lo hizo lejos del palacio presidencial. Y los que así lo hacen –la historia es terca- , tienen el rocambolesco destino de Plaza Altamira. El interino venía recibiendo más críticas de la oposición que de los socialistas. Por eso Pence desciende a la arena de un país por ellos considerado bananero, para poner orden en la juma opositora. Pero no es posible. A las rivalidades irreconciliables de Capriles, López, Borges, Ramos, Ledezma y Machado, le nace ahora la del interino. El “encargado” es un problema para las ambiciones de los “históricos” y “ungidos”. En mala hora parió la abuela. O Pence, con Trump de partero. En este deja vu de la apoteosis de Pedro Carmona, los aplausos, las risas y la histeria son los mismos, pero la mueca es otra. No hay salón Ayacucho, no hay fuga a la carrera, pero el mismo pueblo rodea Miraflores. Está allí. Tal vez el vicepresidente de EEUU se creyó el cuento del colombiano Iván Duque, según el cual la independencia de Latinoamérica se le debe al Capitán América. Que él se lo crea, no importa. Que el interino impuesto así lo asuma, es grave. Por segunda vez la oposición tropieza con la misma piedra del Carmonazo. El intuitivo general Gómez solía decir en estos casos: “La culpa no es de la estaca”. Ni de la piedra. ---

Mi autojuramentación Roberto Malaver.

Justo, cuando la tarde languidece, me encuentro con Agapito Salazar Sierralta, amigo de la escuela de Estudios Internacionales en la UUUCV. Mucho tiempo sin verlo. Y después del saludo me invitó a un café en el Cuchitril, allí, cerca de la Plaza Bolívar y al frente de Fogade. Y allí comenzó su cuento: “tú sabes Roberto, que me casé con Agripina Delfino Lárez, aquella estudiante que nos tenía locos a todos. Y en mi casa la que manda es ella. Y el miércoles, cuando vi a Guaidó autojuramentándose me dije, pero bueno, Agapito, esta es tu oportunidad. Y durante el día hice las diligencias con mi suegro y mis compadres para que me reconocieran una vez que me autojuramentara. También hablé con unos amigos que conforman la Organización de Maridos Oprimidos -la OMA- para que me reconocieran. Y monté mi plan, amigo”. Llegaron los cafés y saludamos a Gustavo Mérida, uno de los socios del Cuchitril, que nos dijo: “no se preocupen, el café está pago, y si la conversa es muy larga, entonces pagan ustedes”. Agapito se tomó rápidamente su café, y suspiró en señal de que le gustaba. Y siguió contando: “entonces llegué a la casa a eso de las siete de la noche, y busqué mi constitución y me paré frente al espejo, y levanté la mano derecha, y dije: “Yo, Agapito Salazar Sierralta, venezolano, mayor de edad y de este domicilio, y casado con Agripina Delfino Lárez, juro ante mí mismo y ante Dios, que de ahora en adelante seré el jefe de la casa donde he vivido durante estos años. Y me comprometo a cumplir y a hacer cumplir todo lo que nos dijo el cura el día que nos casamos”. Y de repente, amigo Roberto, escucho la voz de Agripina que me pregunta: “¿Qué estás diciendo Agapito? ¿Estás hablando solo? Y yo le dije: “Aquí, mi amor, hablando pendejadas”. Se detiene y casi se pone a llorar y sigue diciendo: “Lo peor es que en ese momento, como yo lo había acordado con ellos, llamaron mis suegros para reconocer mi gobierno, y Agripina por poco se muere de la risa. Colgó, y al momento llamaron mis compadres, también para reconocer mi gobierno, y Agripina siguió la fiesta de la alegría. Lo peor fue cuando llamaron los de la OMO, la Organización de Maridos Oprimidos diciendo que reconocían mi gobierno en la casa. Y aquella mujer toda-

La hora más loca Carola Chávez.-

La semana pasada, la Asamblea Nacional en desacato, sin frenos, sin pudor y sin quórum, aprobó una “ley” que, además de ratificar aquella ley esperpéntica de hace un par de años, donde se auto perdonaban los delitos han cometidos desde 1999 hasta ahora (¡Fuego, fuego, fuego!); ofrece una amnistía a los funcionarios públicos que desconozcan la presidencia del presidente Nicolás Maduro. Más tarde, Juan Guaidó, tuiteaba: “A todos los funcionarios del estado hoy les ofrecemos la amnistía y reconciliación pero con justicia”. Una ley a la medida de su hora más loca. Es que la ley se lee como está escrita. Por eso el lenguaje legal es tan fastidioso para quienes no somos abogados. Para redactar una ley hay que especificar cada detalle, cada situación, por obvia o por minúscula que parezca. Generalizar deja un boquete abierto para que se cometan, arropados por el manto de la ley, las peores atrocidades. Y es ese el manto que tiende hoy la AN en desacato. Haciendo una interpretación de la Constitución, que no les corresponde interpretar a ellos sino a la Sala Constitucional del TSJ, y considerando que “según lo establece entonces el artículo antes citado (el 333 de la CRBV), los funcionario de la Fuerza Armada de Venezuela, los policías, el resto de los funcionarios civiles y, en general, cualquier ciudadano, tiene hoy el deber de colaborar con el restablecimiento del orden constitucional en Venezuela.” redactan una ley que dice peligrosamente: “Artículo 3. Se concederán todas las garantías constitucionales en favor de todos aquellos funcionarios civiles y militares que, actuando con base en los artículos 333 y 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, colaboren en la restitución de la democracia y el orden constitucional en Venezuela, conculcado por el régimen de facto encabezado por quien hoy se encuentra usurpando la Presidencia de la República.” Así, según ese bodrio, no solo TODOS los funcionarios públicos, chavistas o no, sino todos los ciudadanos, tenemos el DEBER de respaldar la hora loca que impone Pompeo, o estaríamos violando la Constitución y, claro, cometiendo un delito que será penado. Este sería el marco jurídico de quienes, en su última hora loca, dejaron un reguero de muertos y heridos y quemaron gente viva porque les “parecían chavistas”. --


El último barranco Carola Chávez

Bufons del poder

Roberto Hernández Montoya.Un fantasma recorre el mundo: el fantasma del mamarrachismo. Está teniendo un éxito clamoroso en todas partes —menos en países como Venezuela. Pero insisten y no es tanto que fracasan siempre siempre siempre sino las mamarrachadas apoteósicas y criminales que inmortalizan. No tienen ni talento ni probidad, pero la desvergüenza da mucho aliento. El teatro ha acompañado al ser humano durante milenios y ha montado en los escenarios a bufones, graciosos, cómicos, arlequines, colombinas, payasos, esperpentos y demás mamarrachos entrañables para cualquiera que haya sido niño —hay gente que nunca fue niña, me consta. No se me olvida una corrida bufa que vi en mi infancia en las desaparecidas Arenas de Valencia, en que unos payasos se hacían atropellar por unos toros bravos —la niñez se ríe de cosas así. Otro recuerdo indeleble de mi infancia fue una comparsa carnavalesca de mamarrachos. Fue que en la familia nos vestimos con ropas tan viejas y deterioradas que no servían para vestir sino para dar risa. Todo aderezado con máscaras, bultos, acciones y voces grotescos que apenas recuerdo. Lo que sí rememoro es que nos divertimos mucho. Siempre he sido partidario de las payasadas, me simpatiza la gente que disfruta causando risa, Joselo, Ruyío, Fina Rojas, Frijolito y Robustiana… Son infinitos. Causar risa es de las actividades por las que vale la pena vivir. Pero en mis pensamientos más delirantes jamás imaginé que la payasada tomara el poder, si los bufones precisamente se burlaban de los reyes. ¿Cómo es que unos seres grotescos están tomando el poder por doquier, con Trump y Bolsonaro a la cabeza? No tengo inconveniente en ello salvo que no solo causan risa sino más bien tragedias y catástrofes, con mortandades y países asolados. La payasada del inviable Muro de Trump está poniendo a pasar hambre a casi un millón de familias. Otras figuras del humor involuntario, como María Corina Machado o Henry Ramos Allup, están alentando una confrontación civil, a la quema de personas en la calle, vivas, al incendio de equipos de salud, puputovs, apagones, precios sádicos. «Fuerza es fuerza», clama MariCori. «Tengo un motor arrechísimo aquí», vocea Ramos Allup, señalando su ingle. ¿Cómo hacemos con gente así?

Un interino sin interinato Earle Herrera.

El presidente interino proclamado por Pompeo, festejado por Pence y congratulado por Almagro, no tiene interinato. Es y no es, más lo segundo que lo primero. En estos rompecabezas, retruécanos, trabalenguas y calles ciegas del alma la oposición es reincidente y sin remedio. El mismo Guaidó ignora lo que está pasando. Es interino, según Wikipedia, Twitter, Pompeo y el cura de San Juan de Dios, pero no le está haciendo el interinato a nadie. ¿Entonces?, se preguntan los impacientes de Miami y los pre-ministros de aquí. A quien supuestamente debería hacerle la suplencia, porque “abandonó” el cargo (según Ramos Allup), fue “destituido” (según Borges) o lo dejó “absolutamente vacante” (según los redactores del Decreto de Carmona), lo ven todos los días en Miraflores, sin cederle ni una “palomita” al ansioso interino, manque sea para que pruebe la vaina. Los mismos medios que aúpan el interinato y le hacen creer al ungido que de verdad es un interino, titulan: “Presidente Maduro se reunió con la ONU”. “Presidente Maduro recibió credenciales de embajadores”. “La oposición acusa al Presidente Maduro”. Esta expresión, “Presidente Maduro”, desconsuela más al desconcertado interino. Y lo desguañanga. Una sifrina retornada a la patria mandibuleó en el último cabildo medio abierto: “aquí hay algo maquiavélico”, como una mano peluda que quiere atormentar al interino. La confesión en un audio viral de un viejo dirigente de la cuarta, copeyano él, según la cual todo lo que está pasando lo planearon durante 2018, permite deducir que la sifrina no está tan descaminada. Algo intuye el interino para no haberse auto-juramentado como su abuelito ideológico Carmona. No es el gobierno el que lo está cazando si decide lanzarse a un interinato sin ínterin ni rumbo cierto, sino la oposición. Por eso es que le gritan: “Zúmbate”, “Lánzate”, “¡Ese es mi interino, carajo!”, en un éxtasis in crescendo que llega hasta los más jaladores, quienes lo llaman “Presidente” sin el apelativo de “interino”, a ver si muerde. Es la nueva acrobacia de una oposición que espera que botas extranjeras hagan realidad el interinato de un interino sin ínterin, o sea, más perdido que carmonistas en Miraflores un 13 de abril de 2002. ¿Recuerdan? Hagan memoria.

Gaudi, Gaudis, Gaudio… No saben ni cómo se llama pero lo llaman presidente de Venezuela. Interino, legítimo, bendecido y afortunado por la gracia de los Mikes, Popeo y Pence, y Marcos Rubio exaltado como una doña de El Cafetal empericada. Y claro, un tuit de Donald Trump, que saliéndose por un instante de su tema, dijo con desgano que el pueblo venezolano, bla, bla, bla… Los medios corporativos encadenados en una campaña de marketing relámpago que para el mundo conozca a una nulidad que ni en su casa conocen. Una única foto con un aire a Obama, presidente que se coló como esperanza y cambio y resultó ser peor que más de lo mismo. “Un aire de país” con primera dama rubia “la envidia de los chavistas”, dijo un opinador en carne viva. Una espera cautelosa, —“el 23 es la cosa”—. Hablaban los pensadores del antichavismo de ir poco a poco, de no apresurarse, de no dar pasos en falso, de lo demoledora y definitiva que sería una nueva desilusión de su militancia, un nuevo fracaso que no podrían remontar. Al día siguiente, una auto juramentación y ¡zuas! se lanzan de cabeza por el último barranco. Las calles mudas. Un intento de guarimba en Chacao, antiguo bastión de guarimberos, que acabó con la policía que antes los alcahueteaba, llevándoselos presos por comerse la luz saqueando un Wendy’s. ¡Las transnacionales son sagradas, gafos! El alcalde de Chacao ya no es aquel Muchacho que daba la hora, sino un Duque antichavista también, pero que intenta gobernar su municipio con políticas para los ciudadanos que lo eligieron en lugar de preferir ponerlos a tragar humo y miedo. Los noticieros allá, en “la comunidad internacional”, muestran imágenes en vivo y directo de refritos de las guarimbas del 2017, y los periodistas sicarios derraman fake news sin que les tiemble ni una pestaña, narrando un país en llamas, hundido en el caos, que, pobrecitos, hay que bombardearlos ya. Pompeo en la OEA en visita sorpresa. Los perritos mueven la cola pero no son suficiente. Primer pulso diplomático en esta nueva aventura loca, primer fracaso cruzando para el segundo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Todo esto mientras Trump pelea con Pelossi, con CNN, con el cierre de gobierno, todo a la vista en su Twitter, sin dedicar un solo minuto de su tiempo a impulsar lo que podría ser la movida más importante para finalmente controlar las mayores reservas petroleras del mundo. Y reaparece Guaidó en una plaza y anuncia volverá RCTV y sus teleculebras. Y sería muy cómico si luego de esto no intentara poner al país al borde de una guerra anunciando que, disfrazados de ayuda humanitaria, vendrán los gringos a nuestro territorio sí o sí, y reta a la FANB a intentar detenerlos. Quienes le aplauden no tienen ni idea de lo que les están cocinando. Nosotros sí, y los vamos a derrotar.


La propuesta de Prosur, satanización de la integración y fracaso de la OEA Aram Aharonian|

El 14 de enero el presidente de Colombia, Iván Duque, lanzó su idea de crear una nueva instancia de integración regional sudamericana que reemplace a la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), en un plan para desarticular todos los espacios de coordinación política y/o integración latinoamericanocaribeña, que devela también el fracaso de la Organización de Estados Americanos (OEA), manejada por EEUU. Según Duque, su propuesta cuenta con el aval del chileno Sebastián Piñera, mientras intenta sumar aliados para dar nacimiento al nuevo agrupamiento “que más que una organización burocrática o al servicio de un gobierno particular, será un organismo de coordinación suramericana”, una herramienta “de políticas públicas, en defensa de la democracia, la separación de poderes y la economía de mercado”.Resultado de imagen para fracaso de la oea En definitiva, significa la conformación en la región de un bloque ideológico, de derecha, de gobiernos conservadores, que no están de acuerdo con el concepto de integración que existía hasta este momento y que era liderada por países como Brasil, Ecuador, la propia Venezuela y Bolivia. No se trata de discutir, debatir, acordar, buscar consensos, negociar unívocamente ante el mundo, sino que a través de una cúpula de presidentes de derecha y en el nombre del libre mercado, se abra camino a los intereses de EEUU, sus trasnacionales y el capital financiero. Quizá ni siquiera necesiten reunirse: pueden acordar por Twitter, que hasta significa un ahorro de palabras y de ideas. Pero, más allá de seguir los dictados de Washington, los jefes de estado tienen sus proyectos e intereses propios, que no siempre son complementarios. El reciente encuentro en Brasilia entre Mauricio Macri y Jair Bolsonaro lo demostró ya que solo acordaron revisar el arancel externo común del Mercosur, mejorar el acceso a mercados y avanzar en la facilitación del comercio y la convergencia regulatoria. Hablaron de la necesidad de “modernizar el Mercosur y de avanzar hacia un espacio de integración que se adapte a los desafíos del siglo XXI y que aproveche las oportunidades que el mundo ofrece”. Ernesto Samper, expresidente colombiano y último secretario general de Unasur, señala que este organismo, en sus 10 años de existencia, puede demostrar que en otras oportunidades convivieron dentro de este espacio gobiernos de distinto signo ideológico, lo que permitió avanzaren temas fundamentales

como la conformación del Consejo Suramericano de Defensa, que de alguna manera reafirmó la condición de la región como una zona de paz en el mundo. A ello se puede sumar el Consejo Electoral que presidió más de 110 elecciones y envió más de 20 misiones electorales, o los avances que se hicieron en materia de salud a través del Instituto de Salud o las obras de infraestructura proyectadas para integrar la región, el proyecto de fibra óptica común que rompiera la dependencia de las megaempresas cibernéticas, los consejos de participación ciudadana, por ejemplo. A pesar de todos estos avances, hay una idea distinta sobre lo que es la integración, alimentada por un pensamiento conservador que se podría expresar a través de un acuerdo en la misma Unasur, si es que el asunto se trata de darle un giro a los programas y a los 23 grupos de trabajo que todavía hoy están trabajando en la identificación de una agenda de intereses públicos, añade Samper en entrevista con el analista Pedro Brieger. Mapa de América Latina, hecho con Lego (imagen referencial) El retiro (solitario y siquiera concretado) de Colombia de Unasur va a producir un gran aislamiento de Colombia de la región, en momentos en que ésta se está viendo atacada desde distintos frentes, especialmente el de EEUU. “No podemos jugar a un aislamiento de Venezuela que termine legitimando una salida de carácter cruento o fáctico a la situación que actualmente se vive en la región, sin proponer o liderar para que haya una salida que sea el resultado de un acuerdo entre los actores políticos”, destaca. Unasurhizoaproximacionesmuyproductivasentrelosdistintos actores políticos de Venezuela, tres etapas de negociaciones que permitieron que se eliminara la violencia como forma de hacer política, que fueron conducidas por los expresidentes Martín Torrijos (Panamá), Rodríguez Zapatero (España) y Danilo Medina (República Dominicana). A partir de ese supuesto se intentó un diálogo entre los sectores políticos, orientado a la conformación de tres espacios: uno de garantías electorales, otro sobre reformas institucionales , y el tercero para orientar la parte social y la estabilización, con medidas de carácter cambiario, antiinflacionario, medidas de subsidios y de ajustes de precios de combustibles. El diálogo fue bombardeado por el gobierno de EEUU. Mientras, la Celac,el más importante instrumento de integración en la medida en que agrupa a los 33 países de América Latina y el Caribe (sin EEUU y Canadá) y más de 600 millones de habitantes, tiene entre sus temas de trabajo el desarrollo social, la educación, el desarme nuclear, la agricultura familiar, la cultura,


las finanzas, la energía y el medio ambiente. Hay que recordar que la Celac declaró a la América Latina y el Caribe como zona de paz, llamando a un desarme nuclear general y completo en el mundo, y a resolver las diferencias políticas de manera pacífica y democrática. Los sepultureros Duque tomó la delantera en su afán de demostrar que bien puede coinvertirse en brazo ejecutor de las políticas estadounidenses, pero tendrá competencia, ya que otros mandatarios quieren demostrar lo mismo, en especial el brasileño Jair Bolsonaro, y también el chileno Piñera y el argentino Mauricio Macri. El gobierno colombiano ya había pateado el tablero, cuando en agosto de 2018 anunció su retiro de Unasur, cuatro meses después que junto a otros países sudamericanos -Argentina, Paraguay, Brasil, Chile y Perú- suspendiera su participación, en la ofensiva de la nueva derecha para sepultaron los organismos de integración como el Mercado Común del Sur (Mercosur), Unasur y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac). Informe CELAC 2016-2017 Fueron estos países los que trabajaron para sepultar Unasur, organismo autónomo de los mandatos de Washington, que había sido rápidamente vaciado, dejándolo sin secretario general desde febrero de 2017. A estos cinco países se sumó en julio pasado el anuncio del presidente de Ecuador, Lenín Moreno, de desalojar la sede del organismo en la Mitad del Mundo. El objetivo de Duque y sus socios es, principalmente, seguir los dictados de Washington para que desde Prosur se coordinen acciones conjuntas para que “termine” el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, al cual calificó como una “dictadura”. Las intentonas realizadas en el marco de la OEA –promovidas por EEUU y el procónsul y secretario general del organismo panamericano Luis Almagro- no prosperaban por un hecho simple: no alcanzaban jamás consenso para desestabilizar Venezuela, ya que en la OEA participan países centroamericanos y caribeños. EEUU ya no puede ser considerado como un socio confiable, en una decadente OEA, porque la agenda de Washington es esencialmente antilatinoamericana, que va en contra de los migrantes latinoamericanos con la construcción del muro con México, que desatiende los compromisos relacionados con el calentamiento global o subiendo aranceles a nuestros productos.

“Es una agenda antihemisférica en el sentido más exacto de la expresión; por eso no creo que se justifique que, además de los ocho mecanismos de integración que ya existen, ahora creemos uno distinto solamente para identificar unas pretensiones de derecha respecto a lo que debe ser la integración”, señala Samper. No es un organismo…¿qué es? Resultado de imagen para duque y el prosurDuque definió el Prosur como una fuerza de coordinación (o de transmisión de los dictados de Washington), un foro de alto nivel; sin raigambre política, institucional ni económica. No un organismo: lo que Duque rechaza es una institucionalidad (acompañada de su burocracia), reglamentos, obligaciones. La consigna de los gobiernos neoliberales es la de “integrarse al mundo”. En años pasados, Chile y México entraron a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), y los segundos firmaron un Tratado de Libre Comercio con EEUU. Colombia se integró a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y con EEUU estableció el Plan Colombia, que supuso la instalación de siete bases militares estadounidenses en su territorio. El analista argentino Federico Larsen señala que quienes impulsan Prosur son países que “prácticamente desde hace 30 años están totalmente por fuera de la integración latinoamericana”. “Que ahora tengan estas posiciones habla de una necesidad por parte de ciertas fuerzas a nivel internacional como Washington, de empezar a presionar para redireccionar los esfuerzos a nivel diplomático”. Ya lo habían intentado con el llamado Grupo de Lima, conformado por 14 países. Trece de ellos –Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía– dijeron que desconocerían al presidente venezolano y México se abstuvo. El fracaso quedó manifiesto cuando muchos de ellos debieron luego rectificar su posición. La posición mexicana, de reivindicar la no injerencia en asuntos de terceros países, marca un alerta para los prosuristas. Hoy México puede jugar un papel muy importante en esta coyuntura y en un escenario que se debe preservar, el de la Celac, que compaten todos los países latinoamericanos y caribeños juntos… y sin Estados Unidos.


Chavistas, antichavistas y las otras opciones Homar Garcés Gracias, sobre todo, a la influencia de los diferentes medios de información, incluidas las llamadas redes sociales, dentro y fuera de Venezuela se tiende a percibir y a calificar la lucha por el poder entre el chavismo gobernante y la oposición de derecha como una simple confrontación de estirpe político-ideológica, obviando, como es de suponer, las características y los antecedentes históricos que hicieron posible la actual situación. Algo que, si profundizáramos sobre este tema, sabríamos que ella se remonta a los albores de la república cuando, en medio de la liberación de España, se desarrollaba -quizás con un mayor ahínco- una lucha social que igual asustaba, por sus consecuencias igualitarias, a los seguidores del antiguo régimen como a los mantuanos ahora convertidos en los nuevos gobernantes del ancho territorio venezolano. Tal simplificación cumple un claro objetivo: la polarización de las fuerzas políticas enfrentadas. De esta manera, no habría, en apariencia, ninguna otra opción, salvo las existentes, lo que, de triunfar una sobre la otra, significaría la extinción de toda expresión de disidencia y de pluralismo democrático. No obstante, en medio de todo esto se observa que muchos opositores al régimen chavista no comparten las estrategias y los métodos empleados por su alta dirigencia política, la cual ha llegado al extremo de incitar a una violencia de corte racista y clasista que la iguala a la del Klu Klux Klan y los supremacistas blancos estadounidenses; pero que no condenan abierta y contundentemente, haciéndose así en cómplices implícitos de lo que aquella diga, haga y decida. Lo que se extiende al apoyo interesado de gobiernos y de sectores explícitamente derechistas, con Estados Unidos presidiéndolos, lo que desembocaría eventualmente -de acuerdo a las amenazas proferidas reiteradamente- en una invasión militar para echar del poder a la cúpula chavista. Otro tanto les ocurre a quienes, sea por profundas diferencias de todo orden con la clase gobernante, desafían a su modo la hegemonía ejercida hasta ahora por el chavismo. Entre éstos se ubicarían militantes de organizaciones de la izquierda revolucionaria, participantes de las dos insurrecciones producidas en 1992 y ciudadanos que comparten los postulados de la democracia participativa y la igualdad social, pero que no gustan de las referencias a Marx o de cualquiera de sus seguidores teóricos por considerarlos ajenos a la idiosincrasia venezolana y por responsabilizarlos (sin mucho argumento) de la nefasta experiencia sufrida por algunos pueblos bajo gobiernos aparentemente comunistas. Entre los primeros, se distinguen a los que secundaron en sus aspiraciones presidenciales a Hugo Chávez como fórmula para allanar la vía de la construcción del socialismo en el país y se desplazara a los sectores políticos, económicos y sociales que surgieron al amparo del pacto de Punto Fijo. Algunos de éstos migraron de sus partidos políticos de origen, quizás con la ingenua esperanza

de contribuir a darle un perfil realmente revolucionario y socialista a la nueva organización creada y liderada por Chávez. Igualmente, muchos chavistas, aún adheridos al gobierno y al PSUV, pero sin ostentar cargo alguno en sus distintas estructuras, mantienen cierta beligerancia con aquellos que se hallan en las esferas del poder locales y regionales, especialmente notoria en época electoral, a los cuales cuestionan su corrupción, ineficiencia, nepotismo y demagogia, sin que ello tenga mayores repercusiones en lo que sería un cambio de percepción entre los sectores populares que obligue al chavismo gobernante a recapacitar y a producir la transformación política, económica, cultural y social esperada. Dentro de esta gama, es difícil precisar una diferencia entre unos y otros, utilizando éstos un mismo lenguaje y la misma simbología encarnada en Hugo Chávez en su propósito común de ganar y conservar la simpatía mayoritaria del pueblo. Sin embargo, pese a su aparente marginalidad, existen grupos sociales y políticos con una serie de planteamientos sólidos y propios que podrían remontar la dicotomía chavismo/antichavismo. Aunque ellos se ubican en contextos de lucha que, a simple vista, son disímiles, sus objetivos primordiales son coincidentes. Varios lo hacen desde un plano abiertamente electoral mientras otros prefieren hacerlo desde la organización y el combate populares,

de modo que se concrete verdaderamente la soberanía del pueblo y éste provoque el cambio estructural del Estado burgués liberal todavía vigente. Su desventaja principal consiste en la falta de una articulación efectiva con el resto de organizaciones, a veces ocasionada por la actitud personalista y sectaria de sus integrantes; en otras porque no se comprende la necesidad estratégica de dicha articulación y se contentan con el pequeño espacio que puedan ocupar. Entretanto, gobierno y oposición se aprovechan de estas circunstancias; haciéndoles ver a venezolanas y venezolanos que, fuera de ellos, no existirían terceras opciones, portadoras de propuestas válidas que trasciendan sus ofertas conocidas. Su mayor ventaja estriba en que han acaparado a lo largo de casi veinte años todos los medios de información disponibles, incrementada, además, por las cadenas noticiosas internacionales, empeñadas en influir en la opinión pública (interna y externa), en favor o en contra de la posición ideológica que cada una defiende. Frente a este escenario, los grupos disidentes del chavismo y de la oposición derechista tendrían que hacer acopio de esfuerzos, sintetizar sus objetivos en una misma plataforma de lucha y proponerse -con la seriedad que esto amerita- la conformación de un amplio frente de ciudadanos, capaces de asumir el reto que supone una radical transformación democrática del país.


Es el lavar, no la batea JM. Rodríguez

Luego de los dos últimos escritos me llegaron varios reclamos. Algo así como ni lavas ni prestas la batea… Se referían a mi crítica por los intentos de alianzas del gobierno con la burguesía empresarial, también por su supuesto Plan de la Patria y por las comunas ingrávidas. Bienvenido el reclamo pues lo que necesitamos es cambiar (valga la metáfora), la forma de lavar. Si lo ponemos en clave económica, de lo que se trata es de darle, a la manera solidaria de producción, todo el respaldo oficial necesario para su desarrollo. Lo enfatizo: el asunto medular para avanzar al socialismo es desarrollar una forma de producción colectivizada, vinculada al Estado mediante una planificación centralizada que busca el equilibrio de los tres sectores económicos. Ahí radica el extraordinario éxito de la economía china bajo ese riguroso propósito. Pero, entendamos que si no hay producción no hay plan económico que valga, sólo manipulaciones. Pues bien, asumido esto, lo primero sería que el Gobierno recupere la producción petrolera, algo absolutamente indispensable para impulsar la nueva forma económica. En tal sentido tomo la propuesta que hizo la UBV a través del Centro de Estudios de las Ciencias de la Energía: Sustituir a la actual PDVSA por una poderosa corporación que englobando todo lo energético, asuma la dirección, planificación y control total, contratando diversas operadoras para producir, procesar y distribuir… A partir de ahí el Plan del que hablo debería contener cosas como estas: Control absoluto de las importaciones de bienes de primera necesidad que haga el Estado, sin intermediación. El empresariado que las haga con sus divisas. Dejar la tontería del encaje legal. Nacionalizar toda la banca de Primer Nivel. Desentenderse del sector privado, que opere sin interferencias pero, apoyado en sus propios esfuerzos. Trasladar las misiones (menos la Gran Misión Vivienda) a un cuerpo colegiado (gobierno+comunas productivas). Sería otra corporación poderosa, pero esta para el desarrollo comunal. Transferir a las comunas, certificadas por esa corporación, todas las empresas industriales, agrícolas y pecuarias que estén bajo control del Estado (con lo necesario para operarlas), así como los locales comerciales de la Gran Misión Vivienda. Sin incluir las empresas estratégicas. Igualmente transferirles la responsabilidad total de los CLAP. Entregar a las confederaciones de comunas existente en cada ciudad, igualmente certificadas, el control y la operación de los mercados populares y municipales existentes. Se dedicaran a la venta exclusiva de los bienes importados por el Estado y los producidos por las propias comunas. Sin incluir la salud. La Vicepresidencia Social y las universidades nacionales velarán por la capacitación y asesoramiento de los comuneros. Para eso se transferirán a las comunas, en comisión de servicio, al personal dispuesto a hacerles acompañamiento técnico.

Nos están castigando

Roberto Hernández Montoya Compro algo y el banco quita la plata de mi cuenta pero no se la transfiere al comercio. O sea, nos la roba. Me aseguran que en 72 horas me reponen el dinero. Pasan 10 días y me anuncian que ahora se tomarán 20 más. O sea, será un milagro si se soluciona. No me está pasando a mí solo. ¿Recuerdas que en diciembre de 2016 Credicard paralizó las tarjetas de débito? Suena familiar… El mismo día en que @NicolásMaduro tomaba posesión provocaron una explosión en un depósito de insumos hospitalarios del IVSS, diálisis, radiografía, oncología, atención de recién nacidos… Al día siguiente se denunció un sabotaje eléctrico al Hospital Clínico Universitario. Dos días después destruyeron una escultura que representa a Armando Reverón. El domingo 13 ocurrió la irregular y efímera detención de Juan Guaidó por agentes del SEBIN en una operación de bandera falsa. Falso positivo. Pon también el enjambre de sabotajes eléctricos, telefonía, transporte, agua. Y la «banalidad del mal» de los precios catastróficos y el desabastecimiento de guerra. Te están castigando por la Revolución Bolivariana, hayas votado o no por ella. No tienes derecho a elegir libremente. No puedes votar ni por quien quiere representar el Imperio. Debes atenerte a las consecuencias, ya sabes cuáles, hagas lo que hagas, pues te castigan solo por existir. Agrega a eso la Espada de Damocles de la amenaza de invasión, cuya rama publicitaria son las noticias del Medio Oriente con su orgía gore de devastación que el Imperio cínicamente llama triunfo de la democracia. Chávez lo decía: combaten el terror con más terror. ¿Describo lo que está pasando en Afganistán, Irak, Libia, Siria, Yemen? ¿Hace falta tanta morbosidad? Sí, hay que estar alertas porque vivimos bajo constante amenaza: primero terror, después horror y finalmente exterminio. La cosa va de fumigarnos porque para el Imperio somos peste. Nos tienen que desechar para tener vía libre hacia los minerales estratégicos, los acuíferos, la biodiversidad… No tenemos ni derecho de nacer. El plan es que pierdas la paciencia, te ablandes moralmente y finalmente te dejes fumigar sin chistar. O sea, el plan que el Estado profundo encargó a Trump.

¡Arriba las cadenas! Carola Chávez

El día antes de la juramentación de Maduro, humeaban los teléfonos sobrecargados de apocalípticos mensajes de WhatsApp que anunciaban el fin del chavismo. Sí, el jueves 10 de enero, por fin llegaba el fin. Mensajes delirantes que anticipaban eufóricos una invasión gringa, a la vez que daban tips para ciudadanos invadidos que iban desde el clásico “Compren pilas, velas, enlatados y agua”, y así, en las mayúsculas características de esas cadenas de WhatsApp; hasta el delirante “SI TIENE NIÑOS DE 5 AÑOS PARA ABAJO Y HAY EXPLOSIONES CERCA DE SU ÁREA, O RUIDO DE FUSILES, ARMAS O AVIONES, TENGA EL RECURSO DE AUDÍFONOS Y MÚSICA PARA ESE NIÑO, POR FAVOR”. Terminando con un conmovedor mensaje de tranquilidad esperanza: “TENGA FE EN DIOS Y SEPA QUE EN TODO ESTO, HAY TAMBIÉN VENEZOLANOS DENTRO DE VENEZUELA ARMADOS EN ESTA FUTURA E INEVITABLE OPERACIÓN Y LOS EXTRANJEROS SON HOMBRES DE FAMILIA ARRIESGANDO LA VIDA POR LA LIBERTAD DE VENEZUELA” (sic) Mientras tanto, Reuters decía que el Washington Post dijo que alguien le había dicho que el General Vladimir Padrino López le había exigido a Maduro que renunciara ya. ¡Retuit, retuit, retuit! Y faltando cinco pa’ las doce, se dieron el feliz año en el este del Este porque por fin había llegado el día en que Nicolás ya no sería presidente, oootra vez, aunque ahorita sí es verdad, fíjate que es tan verdad que Marco Rubio, el que hace unos años mató a Leopoldo López con un tuit, tuiteó: “El dictador Nicolás Maduro se convierte en presidente ilegítimo al no juramentase en la Asamblea Nacional”. Así, el que llevan años llamando dictador pasó a ser llamarse presidente ilegitimo… “¿Otra vez? –preguntó alguno por ahí– Si ya le decíamos así desde 2013, cuando llamábamos al lechuguino de Capriles “presidente”, como hoy quieren ustedes llamar a Guaidó”. “Tienes razón, Henry, –acordaron– llamémoslo usurpador”. Y el día llegó y Nicolás se juramentó, y Padrino no saltó, y la Asamblea Nacional, ungida desde Lima por un cartel ungido por Pompeo, no se atrevió a cumplir inmediatamente con el mandato que le dio la soberana comunidad internacional, ese club de 20 países que los patrocina y ooootra vez, la frustración y la rabia de los que quieren que sus dirigentes teledirigidos hagan respetar y den fiel cumplimiento al texto de las cadenas de WhatsApp.


¿Quiénes cometen traición? Beltrán Haddad

Desde la antigua Roma se viene castigando el delito de traición a la patria. El profesor Tulio Chiossone decía, en su cátedra de Derecho Penal de la UCV, que los delitos contra la patria son los más abominables y ponen de relieve la degeneración moral de quienes los cometen. En estos días se habla con mucha insistencia del delito de traición a la patria a raíz del momento político que vive el país, sobre todo ahora, con unos presidentes conjurados en el llamado “Grupo de Lima” que, en acción injerencista, atenta contra la integridad territorial de nuestro país. En su declaración de fecha 4 de enero de 2019, este grupo de gobiernos pretende lesionar la soberanía de Venezuela sobre sus aguas territoriales y le reconoce a Guyana una zona económica que es exclusiva de nuestro país y que no está en discusión. Pero lo grave de esta injerencia extranjera es la actitud de algunas personas que, en su afán de derrocar al Gobierno, la defienden colocando en riesgo la soberanía de su patria. El deber de todo venezolano es hacer respetar los derechos soberanos del país en todo su territorio, incluidos sus espacios acuáticos; de lo contrario, si apoyas tal declaración injerencista cometes el delito de Traición a la Patria. No lo digo yo, lo dice el Código Penal en sus artículos 128 y 129. Son supuestos de hecho claros y sin hesitaciones. En primer lugar, es traidor a la Patria cualquiera que, de acuerdo con país o república extranjera, conspire contra la integridad del territorio de la patria o contra sus instituciones republicanas, o las hostilice por cualquier medio. En segundo lugar, comete delito contra la Patria cualquiera que solicite, gestione e impetre, en cualquier forma, la intervención de un gobierno extranjero para derrocar al gobierno venezolano. Otra cosa, el concepto de patria lleva en sí un vínculo sentimental, como cuando aquel hombre humilde (en la obra de Émile Souvestre) colocándole la mano sobre el hombro, le dice a Jerome: “Puede que nunca has pensado qué es la patria”. Luego le dice que la patria es lo que te rodea, todo lo que te ha creado y nutrido, como las leyes que te protegen, la alegría y la tristeza que te llegan de los hombres y de las cosas en las cuales vives. Así se lo fue diciendo. En fin, ese nexo sentimental con la patria que hoy invoco es infinito y no se entrega nunca, ni se presta, mucho menos para cohonestar un despojo. Eso es traición.

Situación económica, luchas internas y el huracán Trump Leopoldo Puchi|

El año que se inicia estará marcado por las siguientes circunstancias: los graves problemas económicos por los que se atraviesa y el demoledor impacto social de la hiperinflación; las dificultades para canalizar por la vía de un entendimiento la lucha por el poder entre el sector gubernamental y la oposición; la guerra comercial de Donald Trump con China y el pulso con Rusia, que ha reavivado la doctrina Monroe. De todos estos asuntos, el más acuciante es el de la situación económica, que de no resolverse con prontitud traerá como consecuencia un achicamiento crónico de nuestro aparato productivo. No solo ha habido un descenso en los precios del petróleo, sino que la ineficiencia y la corrupción han afectado severamente la capacidad productiva de nuestra industria de hidrocarburos, lo que es letal. Por otra parte, los graves errores de la políticas macroeconómicas han perjudicado la producción manufacturera y agrícola. Y el abandono del mantenimiento y desarrollo del sistema eléctrico se convierte en otro obstáculo para el incremento de la actividad industrial. A todo esto se le suman las sanciones de bloqueo financiero desde el exterior, que tienen efectos muy nocivos sobre la actividad empresarial nacional. En lo que se refiere a las pugnas entre Gobierno y oposición, habría que señalar que estas continuarán lesionando las posibilidades de progreso del país en la medida en que no se entablen conversaciones guiadas por una visión de convivencia de mediano y largo plazo. Lo del 10 de enero es sólo otro momento más de esa pugna, que a veces asume la forma de debate jurídico, otras de contienda electoral, y en ocasiones ha pasado al terreno del conflicto violento. Son manifestaciones diversas del equilibrio de fuerzas y de la ausencia de de una hegemonía clara. De modo que si no se encuentra una fórmula de entendimiento, continuaremos viviendo sucesivos “instantes cruciales”. Todo este acontecer nacional estará articulado en 2019 a la política exterior de Donald Trump, que intenta reordenar el escenario internacional en la dinámica de “una nueva era de lucha de poder” con Rusia y China, incluso en términos militares y

no solo comerciales, según lo señalado por el nuevo secretario de defensa estadounidense Patrick Shanahan. En el continenResultado de imagen para trump y la doctrina monroete americano esa “nueva era” se expresaría, de acuerdo al planteamiento realizado por Trump en Naciones Unidas, por medio de la aplicación de la doctrina Monroe, que permitiría utilizar diferentes medios, desde los diplomáticos a los militares, para mantener al conjunto de Latinoamérica como un espacio comercial y económico exclusivo del aparato industrial y financiero estadounidense y parte de su dispositivo geoestratégico. Como puede verse, los desafíos de 2019 son grandes para Venezuela, ya que se intentará desde el exterior determinar el acontecer nacional. Las circunstancias obligan a elaborar un verdadero programa de recuperación económica y a la búsqueda de acuerdos entre Gobierno y oposición.


Gendarmes y un fugaz copamiento: ¿preparando la intervención?

Victoria Korn La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) informó sobre la detención de un grupo de asaltantes adscritos al comando de zona número 43 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que sustrajo armamento del destacamento de Seguridad Urbana ubicado en Petare, en las afueras de Caracas. El asalto, producido en la madrugada fue un intento para crear una atmósfera de enfrentamiento interno en el país, en la búsqueda de apoyo castrense a un golpe militar incitado desde los sectores radicales de la oposición al gobierno de Nicolás Maduro, Washington, Bogotá y el llamado Grupo de Lima. La desestabilización y el terror callejero impuesto por la oposición en 2014 y 2017 dejó un saldo de más de 200 muertos, sin lograr ninguno de sus objetivos, pero bombardearon los diálogos que se realizaban con el gobierno. Curiosamente (o no) la agencia británico-estadounidense Reuters había informado que el sargento Valdrén Figueroa lanzó un manifiesto señalando que la Guardia Nacional se opone al “régimen, al cual desconocemos completamente”, y pidió el apoyo de los demás miembros de la corporación y “que el pueblo salga a las calles”. Durante un par de horas, envió fotografías de destrozos en las cercanías del cuartel. El grupo autor de la fugaz acción grabó unos videos que hicieron circular en las redes sociales, en los que dijeron desconocer a Maduro y pidieron el respaldo de la población. En uno de ellos, el sargento mayor Valdrén Figueroa envió un mensaje (no se sabe si a la oposición): “Ustedes querían que prendiéramos la mecha, aquí la estamos prendiendo (…) Estamos en lucha con ustedes por Venezuela”, declaró. El llamamiento de Figueroa apenas suscitó una tímida respuesta. Un grupo de habitantes de Cotiza salió a la calle a hacer un cacerolazo y a incendiar contenedores de basura, hasta que llegó la policía y con ella (según la prensa opositora) los gases lacrimógenos.

El grupo fue capturado en la sede de la unidad especial de seguridad Waraira Repano, en Cotiza, y el armamento sustraído ya fue recuperado. La Fuerza armada Nacional Bolivariana (FANB) manifestó su rechazo a este tipo de actos, “que con toda seguridad están motivados por oscuros intereses de la extrema derecha y son contrarios a las normas elementales de la disciplina militar, al honor y a las tradiciones de nuestra institución”, y ratificó su irrestricto apego a la Constitución y las leyes de la República. El comunicado oficial señala que un reducido grupo de asaltantes adscritos al comando de zona Nro. 43 de la Guardia Nacional Bolivariana, traicionando su juramento de fidelidad a la patria y sus instituciones, sometió al Cap. Gerson Soto Martínez, comandante del puesto de coordinación policial Macarao, desde donde se desplazaron en dos vehículos militares; luego irrumpieron contra la sede del destacamento de Seguridad Urbana ubicado en Petare, municipio Sucre, sustrayendo de allí un lote de armas de guerra y secuestrando bajo amenaza de muerte, a dos oficiales y dos guardias nacionales del referido destacamento. Los asaltantes fueron rendidos y cap-

turados en la sede de la unidad especial de seguridad Waraira Repano, en Cotiza, a donde se habían dirigido, encontrando firme resistencia por parte de los oficiales y tropas profesionales allí acantonados, añade la comunicación. Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (en desacato), quien aspira a convertirse en presidente de desalojar a Maduro, señaló que “No queremos que la FAN se divida ni se enfrente, queremos que se ponga como un solo hombre del lado del pueblo, la constitución y en contra de la usurpación. Nuestros militares saben que la cadena de mando está rota por la usurpación del cargo presidencial. La AN se compromete a brindar todas las garantías necesarias a los miembros de la FAN que contribuyan activamente con la restitución de la Constitución”. El dirigente opositor Julio Borges dijo en un mensaje de Twitter que “el mismo descontento y deseo de cambio que motivó la sublevación de la GNB en Cotiza existe dentro de toda la FANB” o Fuerza Armada Nacional Bolivariana Mientras, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia reiteró este lunes 21 de enero la “inconstitucionalidad del Poder Legislativo Nacional” y afirmó que la “Asamblea Nacional no tiene junta directiva válida, incurriendo en la írrita directiva elegida el 5 de enero de 2019, al igual que las designadas inconstitucionalmente durante los años 2017 y 2018 en usurpación de autoridad, por lo cual todos sus actos son nulos de nulidad absoluta, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 138 constitucional”. El presidente de Colombia, Iván Duque informó que está esperando a que el presidente de la Asamblea Nacional (AN) Juan Guaidó se declare formalmente Encargado de la Presidencia de la República para ser reconocido por el Grupo de Lima y avanzar en la recuperación de la democracia en Venezuela. Duque explicó que para reconocerlo como presidente legítimo de Venezuela, Guaidó debe cumplir con la formalidad de juramentarse El objetivo de los asaltantes era que se sumaran más efectivos militares y que los ciudadanos –que viven en medio de una crisis económica y social aguda- tomaran las calles, para justificar una intervención extranjera de “fuerzas de paz” estadounidenses, brasileñas y/o colombianas, alentadas por esos gobiernos y la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y su apéndice proestadounidense, el llamado Grupo de Lima.


Los altos precios

Eleazar Díaz Rangel-ÚN|

El problema de los precios se ha convertido en el asunto que más preocupa y angustia a las venezolanas y venezolanos, porque pasan los días, semanas y meses y no hacen sino aumentar, y el gobierno no hace nada por detenerlos. Lo que costaba hoy mil soberanos, mañana estaba en 1.500 o más. Nadie sabe por qué ocurren esas alzas tan inesperadas y continuas, de un día para otro. Pero lo más grave de esta situación es que no ha sido posible que la acción del gobierno detectara ninguna responsabilidad, ni se ordenara la detención y enjuiciamiento de los presuntos responsables, que no haya sido posible impedir que sigan subiendo los precios.FAO: Precios mundiales de alimentos seguirán altos en el 2013 Nada difícil recoger algunos ejemplos, pues en cualquier grupo de venezolanos el tema de conversación mas frecuente es éste de los precios. Vean si no estos ejemplos: Sal, de 1.500 a 2.500; carne molida 7.500; muslos de pollo 7.000; queso 8.500; huevos (cartón) 8.500; bombona de gas pequeña, 250 a 500 El transporte de esos y otros productos se encarece por los abusos de vecinos trancando las carreteras, y veces hay cuando una gandola, por ejemplo, debe esperar hasta 7 horas en cola. Esos precios corresponden al jueves, eran más altos a comienzos de semana, y hoy o mañana, deben ser mas caros. Capítulo aparte merece el precio del aceite de carros, que como saben todos los venezolanos, se produce en Venezuela desde hace años. El caso es que a finales del mes de diciembre estaba en Bs.S 3.900, y durante todos estos días de enero no ha hecho sino subir, el viernes estaba en 27.000 soberanos, y seguramente mañana lunes costará mas caro. ¿Cómo se explica tan abusivo y descarado incremento si es producido en Venezuela? Y entiendo que el presidente Maduro no se refiera a esos precios, pero ¿Por qué guardan silencio tanto el ministro de Energía como la directiva de Pdvsa? Ni siquiera informan al país cuáles son los costos de producción de un litro de aceite, y porque sus precios suben tanto. Me cuenta un amigo que el 29 de diciembre pagó Bs.S 7.200 por una botella de whisky, y el viernes, había subido a 56.500. Para no creerlo. La situación de Pdvsa Todos ustedes, o la inmensa mayoría, estarán enterados de lo hechos de corrupción en Pdvsa y en algunas de sus empresas filiales. Como la mayoría de los venezolanos y de las venezolanas, habrán quedado sorprendidos con la magnitud de las pérdidas del Estado. Las públicas denuncias del Fiscal General sumaban millones de dólares. Algunos de

los responsables, desde los mas altos niveles de la industria petrolera, están presos y enjuiciados. A la vista del país cambió la imagen de tan importante empresa, tales fueron los graves hechos de corrupción revelados. Pero existe otra situación que no es del conocimiento de esa misma mayoría. Solo es perceptible para quienes trabajan en la petrolera, que pueden apreciarla. Me refiero al desaliento de sus empleados y obreros, al desánimo que existe cada vez mas generalizado. Ver como hay quienes se incorporan a sus respectivas horas de labores, y quienes lo hacen tiempo después, sin ninguna consecuencia, y cómo ese desaliento se expresa en menor rendimiento, en la quiebra de le ética de trabajo y en la fuga de empleados al exterior En fin. Enterado de esta situación, pregunté a dos empleados de nivel medio, egresados universitarios, cuál de las dos situaciones es peor para Pdvsa, y sin vacilar, cada uno en su escenario, me respondió que la situación interna es lo mas grave, porque amenaza con la desintegración de la empresa y se extiende a mayor número de sus trabajadores, en cambio, la corrupción reduce a un número de nivel gerencial, “y mal que bien, han sido descubiertos y detenidos o solicitados”. No se que pensarán los directivos de Pdvsa y si estarán enterados en el alto gobierno.

Preocupación en Rusia La televisión rusa (RT) estuvo repitiendo este cintillo:.¿Cómo se explica ese pronunciamiento del gobierno ruso? Se nos ocurren

tres explicaciones, la primera que es parte de la confrontación con Estados Unidos; la segunda es una manera de expresar solidaridad con Venezuela, y la tercera, que es producto de sus servicios de inteligencia militar, que habrían detectado suficientes elementos para una afirmación como esa, que reforzó el Canciller Serguei Lavrov en una rueda de prensa contra los actos injerencistas en Venezuela y denunció que el “diálogo fue socavado por factores externos”. Esta línea se expresó mas recientemente cuando Moscú expresó su preocupación por lo que aparecen como intentos del presidente de la Asamblea Nacional de considerarse Presidente de la República interino, y el miércoles se anunció en Washington que estudiaba la posibilidad de reconocerlo como Presidente de Venezuela.

¿Tienen idea de lo que supondría esa eventualidad?

*Ya es oportuno que se nos informe de la investigación sobre el secuestro, real o supuesto, del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó. Quedaron muchas dudas que no han sido despejadas, y parece que ha habido el tiempo suficiente para ofrecer al menos unos primeros resultados del proceso investigativo.


Claves de un asalto en preparación

Marco Teruggi|

Las cartas están echadas. La primera mano indica que nuevamente está en marcha un intento de golpe al poder político. Se da luego de un período de desorientación con derrota de la derecha, a la vez que de preparación de las condiciones para este escenario. Se ha terminado en lo político la etapa agosto 2017-diciembre 2018, continúa y se profundiza en lo económico. Ambas variables se cruzan, se retroalimentan, estamos ante un esquema de ataque integral ininterrumpido. La fortaleza central de este nuevo asalto reside en la combinación de la situación interna con la internacional. En el primer plano se trata del paso dado por la Asamblea Nacional al declarar a Nicolás Maduro como usurpador, autoproclamarse como nuevo poder y posible nuevo presidente, en un esquema de gobierno paralelo, con facultades en lo económico, político, internacional.Resultado de imagen para venezuela confrontacion Esa acción está directamente relacionada/subordinada a la luz verde ordenada desde el frente exterior que anunció que reconocería a la AN como único poder legítimo en Venezuela. Las declaraciones de voceros del gobierno norteamericano, el Grupo de Lima -con excepción de Méxicoel secretario de la Organización de Estados Americanos, y países que se suman como Ecuador y Canadá, son la muestra de cómo los pasos ya estaban previstos para ser encadenados. Ordenan desde fuera. Dentro de ese esquema parece en marcha un asalto similar con el que se ha incendiado y luego arrasado otros países, en particular Libia y Siria -otro debate es cuáles han sido los resultados en cada caso-. Se trata de bloquear financieramente, apoderarse de las riquezas de la Nación, apretar el cerco hasta la asfixia para desencadenar el ataque final a la fortaleza sitiada desde fuera y disparada desde dentro. La pregunta aún sin respuesta es cuáles serían las fuerzas que encabecen el ataque: ¿una nueva dimensión del ataque paramilitar enfrentado en el 2017? ¿Incidentes y militarización de la frontera? ¿Aparición de la Otan de la cual forma parte Colombia? ¿Quiebres internos para los cuales la AN ya ofrece una amnistía? ¿Ataques de tipo terrorista? ¿Combinación de formas y actores?Resultado de imagen para guaido y almagro

La situación parece a la espera del elemento desencadenante. La debilidad del esquema fue planteada por el mismo Juan Guaidó, miembro de Voluntad Popular -principal partido incendiario en el 2017- y presidente de la AN: requiere apoyo de la sociedad, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de la comunidad internacional. Es decir que no tienen cómo traducir sus anuncios en actos. Trabajan para lograrlo, y uno de los objetivos es conseguir removilizar a su base social que ha pasado a descreerles brutalmente desde la victoria de la Asamblea Nacional Constituyente. Para eso los cabildos abiertos, la épica por las redes sociales, la convocatoria a la movilización del 23 de enero. La otra debilidad del plan de asalto es la fortaleza del chavismo. Fortaleza parcial: el destiempo entre lo político y lo económico es cada vez mayor. Nada indica que se achicará en un tiempo breve. En lo político el chavismo mantiene la unidad, con tensiones inevitables, capacidad de movilización repotenciada ante la amenaza, el universo extendido de organización popular, comunal, miliciana, psuvista, la Fanb que no ha cedido a los llamados millonarios, la ANC, el reconocimiento de Nicolás Maduro, con todas las dificultades, como dirección principal del movimiento. Si la derecha vuelve a subestimar al chavismo incurriría en un nuevo y otra vez peligroso error. La otra fortaleza reside en la capacidad de maniobra internacional que ha desarrollado el gobierno. Las declaraciones de Rusia son una de las cartas más fuertes y visibles. El conflicto se da en el marco de la disputa geopolítica actual donde los contrapesos son poderosos. Los EEUU ya no pueden hacer y deshacer como en sus años de unilateralismo. Siria es muestra de ese nuevo cuadro, China es la expresión del epicentro económico de la disputa. La batalla de Venezuela es más que venezolana, es geopolítica. La debilidad está en la situación económica. Trabaja como un agua que corroe, reformatea en cámara lenta, tanto en los niveles de la superficie como en las profundidades. En el primer nivel se trata de los necesarios cambios operados por la mayoría de la población para enfrentar la

situación, expresado en fenómenos como la dolarización, la profundización de la economía de frontera minorista -que no es igual al contrabando de extracción- el aumento especulativo de todos los servicios -taxi, comida etc.- las remesas, los trabajos infrapagados para el exterior, entre otras cosas. El segundo nivel se expresa en dimensiones menos visibles y de impactos profundos, donde se combinan mafias de la corrupción, la emergencia/consolidación de un nuevo empresariado que vela por sus intereses como fracción de clase, la política poco clara de ingresos de nuevos capitales a las empresas estatales -¿cuáles son las razones por las cuáles esas empresas quedaron en la situación actual?- entre otros fenómenos. Sobre esa debilidad y esa fortaleza van a descargarse los golpes. El bloqueo internacional -que es parte estructural de las razones de la crisis desatada como parte del formato de guerra- buscará llevar la situación económica a su límite. Secar al país y, en ese movimiento, saquearlo. En cuanto al ataque sobre lo político saben que necesitan quebrar: la Fanb, la institucionalidad, el chavismo. El cuadro económico genera condiciones, es la integralidad de la estrategia. Resulta difícil medir tiempos y resultados. Pueden ocurrir varios movimientos dentro de ese panorama. Uno de ellos es que la ANC convoque a nuevas elecciones de la AN en vistas del Golpe en aceleración. Eso podría desencadenar diferentes resultados: desestructuración de la poca unidad de la derecha, agudización del enfrentamiento como elemento catalizador, luz verde para un nuevo salto en el ataque. La historia no es lineal y cada fuerza mueve sus cartas. Hemos ingresado a un nuevo momento que busca romper el empate. Existen dos bloques en disputa: el del chavismo y el de la revancha clasista e imperialista. Lo demás es ficción, nadie está por encima de las partes en conflicto. La pelea es triple, por no ceder al asalto, estabilizar la economía y disputar para que la revolución no relegue sus elementos emancipadores presa de un pragmatismo de poder. Nadie sabe cómo terminan las trincheras, solo se sabe que la pelea es peleando con estrategia.


La confianza en tierra arrasada Maryclen Stelling|

Los ases de la baraja Luis Britto García|

Un apretado conjunto de símbolos define la forma en que entendemos el mundo. Zodíaco, tarot, baraja española no determinan cómo funciona el universo, sino la manera en que lo percibimos. As de oros. No ha podido despojarnos el adversario del oro negro ni del dorado. Disponemos de la segunda mayor reserva de oro del planeta, de la quinta parte de las reservas de hidrocarburos que hacen funcionar el mundo. Incluso con la producción disminuida a millón y medio de barriles diarios, ello nos asegura 47.000 millones de dólares anuales, suficientes para repotenciar Pdvsa, estabilizar la economía y vencer la Guerra Económica.

v As de bastos. El basto es el poder generativo de la naturaleza, de la agricultura, de la cría. La calumnia nos difama como país incapaz de producir lo que consumimos. Cuatro años atrás, según las últimas cifras disponibles de las Hojas de Alimentación, producíamos 88% de nuestros alimentos. Por eso, en medio de la escasez programada, nunca faltaron las verduras que no podían ser acaparadas. Un oligopolio de una docena de empresas distribuidoras intenta aniquilar la rama fecunda de nuestro agro. Mejor las podamos a ellas. As de copas. La copa es la femineidad protectora, la promesa de satisfacción de necesidades primordiales. La copa redistribuye para todos lo que antes era de pocos o de nadie. Por eso somos el país con menor desigualdad social de América Latina. As de espadas. La autoridad del Estado evita que la riqueza devenga botín de los predadores. Con todos sus defectos, debilidades y omisiones, Venezuela ha templado una espada de doble filo que durante dos décadas ha resistido las más duras pruebas sin quebrarse: la organización política mayoritaria y las Fuerzas Armadas. Los enemigos externos vacilan ante un cuerpo del ejército de 315.000 efectivos y una reserva de unos 438.000, ante una coalición política que ganó 23 de 25 consultas electorales. Esos poderes, que han contenido la amenaza externa, deben conjurar la interna. Cortar una infiltración paramilitar que crea una parasociedad, una paraeconomía, una parapolítica. Restañar fronteras que son más bien heridas. Controlar la corrupción y la docena de empresas que programan la muerte por hambre de treinta millones de venezolanos. Nunca tuvo país alguno tan espléndida mano para la victoria. Vencer no sólo es necesario: también es posible.

El año se ha iniciado bajo dos ameResultado de imagen para venezuela colapso politiconazas apocalípticas, el 10 de enero y el próximo 23, fecha que, de acuerdo a algunos sectores políticos, se producirá una ruptura en la historia actual del país. Desde la radicalización política, las narrativas imperantes dan cuenta de un escenario en el que el país podría sucumbir a un colapso político, institucional y social. La ciudadanía se prepara para ello en un contexto de crisis política-institucional e hiperinflación desatada y aparentemente sin control. Se observa un desgaste de la discursiva política que ha perdido legitimidad y, en ese sentido, no goza del poder simbólico de “hacer ver y de hacer creer, de confirmar o de transformar la visión del mundo, y por ello, la acción sobre el mundo”. En un marco de profunda desconfianza y alta conflictividad social, se impone la demonización y eliminación del adversario; se agravan los niveles de confrontación y se incrementa la apuesta a una salida violenta. Actualmente, impera en el país una profunda crisis de confianza de carácter social, político e institucional. La confianza mutua que se encuentra en el núcleo de todos los procesos políticos, está gravemente afectada.Resultado de imagen para venezuela colapso de la confianza Igual suerte corre la confianza social, fundamento importante de la política. Se observa además, una grave pérdida de confianza en las instituciones y ello puede conducir a la no participación en actividades políticas. Tal crisis de confianza afecta en consecuencia la satisfacción con la democracia. Una ciudadanía socialmente desconfiada, se torna en una ciudadanía políticamente desafecta, critica y recelosa del liderazgo político, desencantada de las instituciones políticas y además insatisfecha con el funcionamiento de la democracia. Por el contrario, un clima de confianza social facilita a la ciudadanía construir una identidad común, cooperar y perseguir objetivos comunes. Es imperante abandonar las visiones antagónicas y promover un acuerdo pluralista entre las partes. Hoy más que nunca es necesario crear las condiciones para generar un clima de confianza social y política; rescatar la credibilidad y legitimidad de las instituciones; promover el consenso, la tolerancia democrática, la reconciliación y el diálogo.


Borrón y cuenta nueva

Luis Enrique Gavazut

Amanece 2019 con una economía al borde del colapso. Una economía cuyo Producto Interno Bruto ha caído entre el 30% y 40%, cuyo sector secundario, es decir, industrial en general, ha caído a niveles de subutilización de la capacidad instalada en torno al 80%, cuyas importaciones totales han disminuido entre el 50% y el 80%, cuya producción de hortalizas ha caído también en aproximadamente el 80%, cuya producción petrolera ha caído a niveles de la década de 1940, cuya oferta cambiaria total anual no supera lo que en 2012 se movía en tan solo 48 horas. Una economía donde el salario mínimo pasó en pocos años de ser el más alto de América Latina y el Caribe, mayor que 400 dólares mensuales, a menos de 5 dólares mensuales, muy por debajo de la línea de pobreza extrema de Naciones Unidas de 1 dólar diario. Una economía donde una cantidad enorme de pequeñas y medianas empresas han quebrado, principalmente en el sector terciario, es decir, en los servicios de todo tipo. Una economía donde el talento humano mejor calificado ha emigrado del país, lo cual representa una caída igualmente abrumadora del capital humano que requiere nuestro desarrollo. Todo esto ocurrió en menos de una década. Pero… ¿Por qué ocurrió esto? ¿Y por qué todo pronóstico racional, mínimamente objetivo, indica que esta debacle será todavía mucho peor en este 2019 y los años subsiguientes? Sinceramente pienso que ante este cuadro desolador ya ni siquiera interesa el por qué, ya a nadie le importan las causas, cada quien cree la que mejor le plazca y en medio de tantas explicaciones la verdad se ha perdido en el camino y a nadie se le quita el sueño por ello. Así que no voy a exponer aquí una vez más cuáles han sido las causas, como ha sido mi costumbre a lo largo de las investigaciones y escritos que he tenido el privilegio de hacer del conocimiento público. Lo que voy a intentar es delinear lo que a mi juicio va a ocurrir en nuestro país como consecuencia de sea lo que sea que nos trajo a esta situación histórica. Una situación que nos conduce inexorablemen-

te a un borrón y cuenta nueva de nuestra economía nacional. Esto es para aterrorizarse, ciertamente, y no se trata de ser alarmista, sino que hace rato que ya las baterías se agotaron en todas las alarmas que tienen años sonando con estridencia en nuestra amada Venezuela, la patria que nos vio nacer, donde nacieron a su vez nuestros padres y donde espero tener la inmensa dicha de que mi carne y mi sangre se desvanezcan entre sus fértiles y magníficas tierras. Esas mismas tierras donde la carne, los huesos y la sangre de gigantes de la Humanidad se han desvanecido una y otra vez a lo largo de nuestra titánica historia. Donde millones de gentes de a pie que han seguido los ideales y las luchas de esos gigantes también forman parte de la inmensa fertilidad de nuestras tierras patrias. Son cuatro, a mi modo de ver, los escenarios catastrofistas a los que este cataclismo económico invita: invasión militar extranjera, anomia social incontrolable, golpe de estado militar y depauperación indefinida. De esos cuatro escenarios, el que luce más probable de continuar las tendencias actuales, es el último de los mencionados. La depauperación indefinida. Haití, Cuba, Zimbabwe… Así lo creo, a juzgar por las cartas geopolíticas que el Presidente Maduro está jugando en esta hora aciaga, que llevan a pensar que Venezuela recibirá el apoyo militar directo de Rusia en caso de que Estados Unidos y sus lacayos latinoamericanos opten por la invasión militar directa, lo que nos llevaría en tal caso a un escenario tipo Siria, es decir, guerra interminable con amplia destrucción del país pero sin derrocamiento del gobierno bolivariano ni pérdida de nuestra integridad territorial. Integridad que obviamente se perdería mediante secesión múltiple de nuestra geografía patria en caso de que la invasión militar directa por parte del hegemón occidental tuviese éxito. En cuanto a la anomia social incontrolable, es decir, el popular “estallido social”, difícilmente pueda ocurrir con un gobierno al que ese escenario no le tomaría por sorpresa –como fue el caso en 1989- y cuyos dispositivos de control del territorio están bien consolidados, a través de múltiples cuerpos de élite de seguridad del estado.

El golpe de estado militar, por su parte, no luce tan probable en un país que ha sabido priorizar la inversión en su fuerza armada, donde a pesar del deterioro económico de la calidad de vida que también afecta a los efectivos militares, estos mantienen un nivel de estabilidad económica mucho mayor que el resto de la población, hablando en términos agregados. Así que lo que queda es la depauperación indefinida que, si nos atenemos al caso de Cuba, por ejemplo, pudiera prolongarse generación tras generación… Escenario que luce tanto más probable cuanto que es precisamente lo que le ocurre a los países que son bloqueados financiera y comercialmente por Estados Unidos y en cuyo auxilio no ocurre ningún otro país de manera suficientemente significativa. Cuando llegué a esta conclusión, confieso que se me erizaron los pelos de la nuca y sentí cómo el frío emocional recorría hasta el último de mis huesos, dejándome en un estado de angustia y desesperación. Tras muchos días de agonía, sin embargo, empecé a ver las cosas de otro modo, con mayor claridad y profundidad. Más sereno, aunque no menos apremiado, he escrito este artículo para compartir esa visión. Nuestra economía moderna, la que nació hace más de un siglo y que ha tenido como núcleo medular la industria petrolera y la renta internacional que ella genera, es una economía que nos permitió ser clasificados como “país de renta media-alta”. Como toda economía de renta media-alta y de renta alta, el sector más grande de todos, el que conjunta entre el 70% y el 90% de toda la población económicamente activa, es el sector terciario, el de los servicios de todo tipo: comercio, transporte, servicios empresariales, servicios profesionales, turismo, banca y finanzas, entre otros. A diferencia de los países del primer mundo, que también son de renta mediaalta y de renta alta, ese gigantesco sector terciario, que es su principal característica, se sostiene con base en una enorme productividad de los sectores primario y secundario, es decir, la agricultura, la minería y la industria. Con el hecho casi universal de que todas esas economías comenzaron su desarrollo industrial (sector secundario) gracias a los excedentes de explotación de su previo desarrollo agrícola (sector pri-


mario), y el desarrollo de su sector terciario (servicios) floreció gracias a su vez al desarrollo de la industria. Esto es tan básico, que es casi de Wikipedia. Pero el caso de Venezuela es otro. Nuestro enorme desarrollo del sector terciario se debe a una sola industria, la petrolera, y el desarrollo de esta a su vez no se debe al desarrollo y aprovechamiento de los excedentes de explotación agrícola, siendo que nuestros sectores primario y secundario son muy subdesarrollados, incluso en comparación con el resto de los países de América Latina y el Caribe. En otras palabras, Venezuela vive –literalmente- de la industria petrolera. Ergo, si la industria petrolera muere, la economía venezolana muere. Simple. En ciencia, la explicación verdadera, por regla general, es la más simple de todas las posibles. Por lo tanto, es perfectamente comprensible, perfectamente lógico y razonable que si usted sustenta su nivel de vida en una única fuente de ingresos, al perder dicha fuente de ingresos usted cae en la ruina. Por la sencilla razón de que todos los huevos de su consumo material estaban colocados en una sola canasta. Es el drama al que se enfrenta el ejecutivo de una gran corporación transnacional cuando recibe la carta de despido sin beneficios o, peor aún, cuando llega a su trabajo de la noche a la mañana y le dicen que la empresa cerró operaciones o se fue a la quiebra, como ocurrió con Enron o con Lehman Brothers. Al no continuar PDVSA –por las causas que al lector le dé la gana de creer- suministrando la riqueza sobre la base de la cual se construyó el secular andamiaje de país de renta media-alta, nuestra economía llega a enero de 2019, de la noche a la mañana, y se topa con la noticia de que la única fuente de riqueza quebró o no está en condiciones de seguir suministrando esa renta. Caso cerrado. Acto seguido, como el Vicepresidente Ejecutivo de la película donde el mismo tuvo que terminar robando y atracando comercios y bancos junto a su esposa para poder sobrevivir, el 80% de nuestra población que vive de los servicios se enfrenta al horripilante rostro de la miseria, de la quiebra inminente, de la necesidad de emigrar para poder sobrevivir… No se trata de que sean apátridas, es que sin PDVSA, sin renta petrolera, ese montón de servicios ya son insostenibles en nuestra nueva economía. Por otro lado, el 15% de nuestra población que trabajaba en fábricas pequeñas, medianas y grandes, enfrenta a su vez el drama de una interminable sucesión de quiebras y cesación de operaciones que los dejan des-

empleados de la noche a la mañana y sin beneficios de ningún tipo que les permitan sobrevivir en lo más inmediato. El 5% restante, que es el campesinado, todavía puede sobrevivir e incluso vivir con tranquilidad pese a las circunstancias. ¿Y qué ha pasado con el 95% restante? Hemos venido viviendo de las remesas provenientes de familiares que se han ido al extranjero, de algún que otro ingreso o ahorro en divisas, del empleo público y demás subsidios directos e indirectos del estado bolivariano y –como el tipo de la película que se convirtió en delincuente- de las rentas ilegales provenientes del bachaqueo, el contrabando y la especulación cambiaria y financiera. Por supuesto, incluso el empleo público (que también se ubica en el sector servicios), las ayudas del gobierno y las actividades de servicios delincuenciales, terminarán por colapsar también en caso de que PDVSA siga en picada. Así, solo habrá dos clases de personas o familias en Venezuela: las que viven de las remesas y algún que otro ingreso en divisas, y las que viven de la tierra. Claro y también los ricos, que siempre son ricos. Tiene que ser así. Es inevitable. Cuando un castillo de naipes se viene abajo, lo único que lo detiene es el suelo, la tierra… Nuestra economía, aquella que una vez hiciera de Venezuela una potencia mundial en la producción y exportación de café y cacao, con un excelente desarrollo de las explotaciones de caña de azúcar y de la ganadería, se intoxicó durante más de un siglo a punta de renta petrolera, y ahora se enfrenta a la realidad de tener que desintoxicarse, tener que volver a la raíz, a los fundamentos de toda economía, al sector primario, donde se edifican las bases o pilares sólidos de los otros dos sectores, el secundario y el terciario. No es un retroceso. Todo lo contrario. Es una cura. Es la purga necesaria de tanto rentismo secular. Cierto que visto desde la perspectiva de una persona como yo, que siempre he vivido de prestar servicios profesionales que ya no tienen demanda en este país, se trata de un cuadro dantesco, horroroso y escalofriante. Sobre todo tomando en cuenta que ya pasé el umbral del medio cupón y, por lo tanto, no tengo la vitalidad física y motivacional de la bendita juventud. El ser humano cambia, se autotransforma, al enfrentar la adversidad. Sin la presión psicológica plasmada en esa frase tan conocida: “la necesidad la pintan calva”, no hay cambio, porque no hay incentivo para salir de la zona de confort. Mientras haya

confort, la falta de necesidad nos convierte en postergadores indefinidos. Esa es la razón por la cual aquello de “sembrar el petróleo” nunca funcionó. Ni funcionará. La renta petrolera solo prolonga la ilusión del castillo de naipes. La necesidad pura y dura es lo único que lleva al ser humano a sembrar. Pues bien, allí estamos… después de 100 años, allí estamos. A Bolivia no le pueden hacer guerra económica por la sencilla razón de que el 70% de su población vive de la tierra, come lo que cultiva con sus propias manos, no conocen lo que es un anaquel y es el único país del mundo en el que la franquicia McDonald’s no tuvo éxito, ni siquiera se instaló, porque tras hacer los estudios de mercado, llegaron a la conclusión de que en Bolivia no hay mercado para las famosas hamburguesas yanquis. Allá la gente come los tubérculos que extraen de la tierra cada día. Simple… y contundente. Así que no hay de otra. Todo el que no perciba o tenga perspectivas de percibir ingresos en divisas, por remesas o por cualquier otro concepto, debe inexorablemente sembrar, cultivar la tierra, para poder comer y para dar de comer a sus hijos. Todos los que no lo hagan desde este mismo instante, contando con el empleo público y demás subsidios y ayudas del gobierno, son unos insensatos, porque eso también tendrá que venirse abajo si PDVSA sigue por el camino que va. Es más: si viene la guerra tipo Siria, un escenario ciertamente probable, pues solo hay que mirarse en el espejo de ese pueblo y en el espejo del resto de pueblos sometidos a la guerra. El que cultiva la tierra tiene mayores probabilidades de supervivencia. Eso es un hecho histórico. El que se quede a esperar las cajas con comida y agua lanzadas en paracaídas por la aviación militar, estará en una situación sin duda muy precaria. Por supuesto, es posible que el gobierno finalmente logre recuperar PDVSA, es posible que el castillo de naipes se arme nuevamente, también es posible que la burguesía criolla y extranjera decidan disponer de sus enormes fortunas en divisas e invertir una parte en el desarrollo de la economía nacional, como posible es que Estados Unidos nos perdone por haber osado aspirar a ser libres, soberanos e independientes, y decida levantar el bloqueo financiero y comercial en contra de nuestro país, como posible asimismo que se llegue a un gran pacto político nacional entre el gobierno y la oposición que allane el camino para que esas otras posibilidades tengan lugar. Es posible que China, Rusia, India, Turquía, Irán y otras naciones del bloque euroasiático, conjuntadas en la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) inviertan en Venezuela y reconviertan todo nuestro parque industrial (el andamiaje de tecnologías patentadas por las naciones del bloque occidental) a sus propias tecnologías, con sus propias patentes industriales, con sus propios estándares y normas. Es posible que el Estado apoye finalmente de manera contundente la producción popular agrícola y artesanal, que invierta en fábricas de materias primas intermedias y que asuma la producción de alimentos, medicamentos, textiles y calzado en las propias manos socialistas del Estado. Todo eso es posible. También es posible que nada de eso ocurra…


Lenin Brea-15yÚltimo

Demócratas o autoritarios?

A pesar de todo, el 2018 dejó una buena noticia para los venezolanos. Según Latinobarómetro, Venezuela habría sido el país que más apoyó la democracia en la región, superando en más de 10 puntos al que le sigue, Costa Rica. La calificación adquiere valía en un contexto continental de retroceso en el apoyo a la democracia, según nos deja saber el informe de la consultora, que en algunos casos es agudo y se expresa en un positivo apoyo a Gobiernos de derecha, unos más autoritarios que otros. Pero el dato no es una buena noticia porque contribuya al orgullo nacional, menos porque se acomode, en la más rigurosa práctica del “como sea”, al discurso de la oposición venezolana o pueda acomodarse al de la parte del chavismo que gobierna. Es una buena nueva porque plantea una situación favorable para el despliegue de una política de izquierda y el desarrollo de las fuerzas populares. La clave para esta política sería la organización de la demanda democrática o, si se prefiere, del descontento. Antes de ver más en detalle cómo es que el dato, de ser preciso, permite vislumbrar una vía para la praxis política de izquierda, es necesario examinar las conclusiones a las que llega la gente de Latinobarómetro. El método “como sea” para llegar a las conclusiones que a uno le dé la gana “Nicaragua y Venezuela tienen resultados sorprendentes, ya que son los dos países donde se declara un menor apoyo al autoritarismo y un alto apoyo a la democracia”, afirma el informe de Latinobarómetro, frente a la demanda de explicación de lo inusitado. Dejaremos afuera el caso de Nicaragua para adentrarnos en la explicación que da el informe a los “sorprendentes resultados” de Venezuela. Y es que si las conclusiones de los analistas del observatorio no tienen nada de sorpresivas, el razonamiento empleado para llegar a ellas es otra cosa:

“En Venezuela, el apoyo a la democracia entre los que desaprueban al gobierno es 74% y sólo 21% entre quienes aprueban al gobierno. (La aprobación de gobierno es 24%). Una parte más importante de los que aprueban el gobierno son los ciudadanos que le es indiferente el tipo de régimen (34%), y los que aprueban un gobierno autoritario (27%). Aquí se ve una clara descripción de quienes son los que apoyan al régimen”. “En otras palabras, los partidarios del régimen son mayoritariamente personas que no apoyan la democracia. […] Los venezolanos que apoyan la democracia desaprueban el gobierno. Es una demanda de democracia…”. “La demanda de democracia en… Venezuela está cruzada por ser o no ser partidario del gobierno, politizando y haciendo depender de la coyuntura política su demanda. Es una democracia fracturada por la división política interna”. Que se trata de un razonamiento no solo

desacertado, sino torpe y necio –y esto aun en el caso de que la intención haya sido manipular a conciencia los resultados para favorecer la propia parcialidad política–, se hace evidente si, siguiendo la lógica de los especialistas de Latinobarómetro, agregamos a sus análisis las dos barras que dejaron por fuera. Así podríamos decir: “Entre los que desaprueban al gobierno el 70% (la desaprobación de gobierno es de 76%) prefiere el autoritarismo a la democracia. Además, una parte mayoritaria entre quienes desaprueban al gobierno son ciudadanos a los que es indiferente el tipo de régimen (62%). Esto nos da una clara descripción de quienes son los opositores al régimen”. “Por el contrario entre los que aprueban la gestión gubernamental solo al 34% le da lo mismo”, y a penas el 27% preferiría un gobierno autoritario. “En otras palabras, los partidarios del régimen son mayoritariamente personas que apoyan la democracia. Los venezolanos que no apoyan la


democracia desaprueban el gobierno. Es una demanda de democracia…” Vemos cómo la lógica de interpretación latinobarometriana lleva a resultados tan absurdos que pueden llegar a sembrar dudas sobre los datos mismos [1], y también cómo a sus analistas les da lo mismo con tal de hacer aparecer a quienes apoyan la democracia y aprueban la gestión de Gobierno como una minoria dentro del chavismo y al chavismo como un movimiento político autoritario. Así razonan estos voluntariosos del análisis estadístico: P1: Un 75% de los venezolanos apoyaron la democracia y un 20% no lo hizo. P2: El apoyo a la democracia entre quienes desaprueban la gestión de Gobierno es de 74% y solo de 21% entre quienes aprueban. C1: El restante porcentaje que aprueba la gestión de Gobierno es autoritario (79%). C2: El apoyo a la democracia en Venezuela se identifica (casi absolutamente) con la desaprobación del Gobierno y viceversa. C3: Hay una polarización entre los venezolanos demócratas-opositores y los autoritarios-que-apoyan-el-régimen. Como se ve, las conclusiones no se pueden derivar de los hechos o premisas, resultando el razonamiento en puras falacias. La forma como están ordenados los datos solo permite comparar el apoyo a la democracia entre quienes aprueban la gestión de Gobierno y quienes la desaprueban, pero no permite decir mucho de la composición interna de cada grupo. Si lo que se quiere saber es cómo es la magnitud del apoyo a la democracia y al autoritarismo entre quienes aprueban y desaprueban la gestión de Gobierno lo que hay que hacer es cruzar la aprobación de Gobierno y el apoyo a la democracia. De tal modo se llega a resultados bastante diferentes. Pero, si aun se tienen dudas sobre la ca-

rencia de compromiso con la verdad de los analistas de Latinobarómetro es posible sumar a lo dicho sobre su método de interpretación “como sea” una observación sobre su discurso: De forma correlativa a la voluntariosa transmutación de los que aprueban el Gobierno en gente que apoya el autoritarismo, se trastoca la variable “aprobación de la gestión gubernamental” en “partidario del régimen” u “opositor al régimen”. Así, de improvisto, estamos leyendo la interpretación de los datos que nos haría una María Corina Machado. En lo que toca al carácter político-performativo, que tiene toda conclusión basada en datos estadísticos, el discurso del Latinobarómetro apuesta por una polarización maniquea y alejada de la realidad que muestran los datos que ellos mismos producen. El apoyo a la democracia entre quienes aprueban y desaprueban la gestión gubernamental Del gráfico precedente se puede concluir lo siguiente:

*La proporción de los que apoyan la democracia supera el 65%, tanto para quienes aprueban la gestión de Gobierno como para quienes la desaprueban. Es decir, el apoyo a la democracia es mayoritario entre unos y otros. * El porcentaje de quienes apoyan la democracia es mayor en un 7% en el conjunto de quienes desaprueban la gestión gubernamental que en el conjunto de quienes la aprueban. *El porcentaje de gente que apoyaría el autoritarismo es levemente mayor (2%) entre quienes aprueban al Gobierno que entre quienes lo desaprueban. En términos generales el autoritarismo es la preferencia minoritaria. *Un dato significativo es el porcentaje de aquellos ciudadanos a quienes les da lo mismo si democracia o autoritarismo. En general es de 14%, superando el 10% entre quienes desaprueban al Gobierno y el 20% entre quienes lo aprueban. Lo establecido cobra significación si se compara con los datos de 2017: * Se observa una disminución del por-


centaje de apoyo a la democracia en ambos grupos. Para quienes aprueban la gestión, el apoyo a la democracia ha perdido 10% y 7% para los otros. *A su vez el posible apoyo al autoritarismo bajó para ambos grupos en idéntica medida (1%). Los datos más relevantes son el aumento en el doble de a quienes les da lo mismo el tipo de régimen dentro del conjunto que evaluó positivamente la gestión de Gobierno, y el aumento de 7 % de quienes no supieron o no contestaron dentro del grupo que evaluó negativamente la acción gubernamental. La izquierda y el apoyo a la democracia Para interpretar correctamente los datos hay que tener presente que la respuesta afirmativa a la pregunta por la aprobación de la gestión de Gobierno que encabeza el presidente Nicolás Maduro [2] no puede ser interpretada mecánicamente como afirmación de la identidad política. Es decir, quien sigue el debate nacional sabe que es público y notorio el descontento de buena parte del chavismo con la gestión presidencial y que una proporción grande de esta subparte se identifica, adicionalmente, con la izquierda. Además del chavismo descontento, no todas las personas que desaprueban la gestión de Gobierno son “opositores” en el sentido de que se identifiquen con la política de la derecha venezolana no chavista. Existe, por ejemplo, una izquierda antichavista que se opone también a la derecha opositora. Más importantes, numéricamente, son los llamados ni-nis, de cuya conducta política se puede suponer que, en un contexto como el presente, desaprueban la gestión, pero que no se identifican con los postulados ideológicos ni políticos de la derecha opositora. También habría que asumir que el total de las personas que aprueban la gestión son chavistas, pero que el chavismo no se reduce a este subconjunto. Así cobra significación política la oposición entre el chavismo autoritario (definido por la suma de quienes son apáticos con respecto a la forma de Gobierno y quienes preferirían un autoritarismo) y el democrático. El campo de acción de la izquierda chavista estaría definido, primero, por la gran

mayoría prodemocracia dentro del chavismo; luego, entre quienes desaprueban la gestión, por la parte que que apoya la democracia, teniendo importancia el subgrupo de los chavistas no-maduristas, o, si se prefiere, que desaprueban la gestión, y por último, por los ni-nis. Particularmente problemática parece la articulación de la izquierda chavista con la no chavista. Del lado de la oposición no hay que olvidar que los datos muestran que en su mayoría es prodemocrática y que el sector de la derecha autoritaria es pequeño. Aun en la parte de quienes desaprueban la gestión y se reconocen como opositores, la gran mayoría es, plausiblemente, liberal o socialdemócrata al estilo puntofijista. Estas son también buenas noticias para la democracia venezolana. La paradoja que refleja la encuesta de Latinobarómetro es que en la actualidad venezolana sea la derecha autoritaria quien capitanee la política, tanto a lo interno del chavismo como de la oposición. Es posible que el crecimiento de quienes da lo mismo y de quienes no saben y no contestan sea un efecto de la política desplegada por los liderazgos en juego. En todo caso, la despolitización favorece a ambas jefaturas políticas. Notas: [1] Claro que la interpretación correcta

de los cruces de ambas variables lleva a resultados no contradictorios. Lo que está mal no son las premisas sino las conclusiones. Si tomamos los datos con base en los cuales los analistas de Latinobarómetro hacen el ridículo, y sustituimos los porcentajes por los números brutos vemos el mismo resultado que si cruzamos la aprobación de la gestión gubernamental por el apoyo a la democracia (tomamos el caso del año 2017 porque contamos con datos más precisos de la base de datos de Latinobarómetro): “En Venezuela, el apoyo a la democracia entre los que desaprueban al gobierno es de 600 casos sobre un total de 938 respuestas. 295 personas sobre el mismo total apoyaron la democracia y también al gobierno. Estas 295 personas (representadas por el 31,4% en el gráfico que expresa el cruce de apoyo a la democracia x aprobación de la gestión gubernamental) representan el 75,8% de las que aprobaron al gobierno, el restante 24,2% se divide en 31 personas que apoyaron el autoritarismo (8% que equivale a 41,9% en el gráfico analizado); 40 personas a las que le daba lo mismo (10,3% que equivale a 30,5%), y 23 personas que no saben o no contestan (3,2% que equivale a 40,4% + 40%), sobre un total de 389 casos, es decir, del 100% de los aprobaron al gobierno… Aquí se ve una clara descripción de quienes son los que apoy


Sobre juramentos y lealtades. A propósito de la toma de posesión de Maduro

9 Eduardo Viloria Daboín

El 10 de enero de 2013 el comandante Chávez continuaba hospitalizado en Cuba, batallando contra la enfermedad que le quitaría la vida tres meses después. Ese día debía juramentarse como presidente reelecto para el período 2013-2019, luego de la contundente victoria electoral del 7 de octubre de 2012. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) había determinado que no era imprescindible la juramentación de Chávez ante la Asamblea Nacional para iniciar el nuevo período constitucional en virtud de que se trataba de un presidente en ejercicio y reelecto: esta formalidad podría cumplirse luego y ante el TSJ. Se trataba, fundamentalmente, de garantizar el cumplimiento de la voluntad del pueblo expresada en las elecciones de octubre, en apego, además, al principio de continuidad de lo poderes públicos. La falta temporal del presidente Chávez no debía ser impedimento para que se iniciara su nuevo mandato tal y como lo había ordenado la soberanía popular. Un acto político y una masiva movilización popular se realizaron en la avenida Urdaneta de Caracas, para respaldar lo que aquella sentencia del TSJ establecía y refrendar simbólicamente el inicio de ese nuevo período presidencial del comandante Chávez. Allí, miles de personas con la Constitución en la mano, ataviados con una banda presidencial que atravesaba diagonalmente sus torsos simbolizando la soberanía popular que es sustrato y basamento del cargo de presidente de la república, con la mano derecha alzada y en cadena nacional de radio y televisión, realizaron el juramento propuesto por el entonces vicepresidente Nicolás Maduro: “Juro, frente a esta Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, absoluta lealtad a los valores de la patria, absoluta lealtad al liderazgo del comandante Chávez. Juro que defenderé esta constitución, nuestra democracia popular, nuestra independencia y el derecho a construir el

socialismo en nuestra patria. Juro que me comprometo a llevar adelante el programa de la patria, en cada barrio, en cada fábrica, en cada escuela, en cada esquina, en cada plaza, en cada familia. Juro, por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que defenderé la presidencia del comandante Chávez, en la calle, con la razón, con la verdad y con la fuerza y la inteligencia de un pueblo que se ha liberado del yugo de la burguesía. Aquí en Caracas, hoy 10 de enero, le decimos al comandante Chávez: Comandante, recupérese, que este pueblo ha jurado y va a cumplir lealtad absoluta”. Bastante agua ha corrido bajo el puente desde entonces. Y, a pesar de todas las dificultades, agresiones y amenazas externas y contradicciones internas, el gobierno bolivariano sigue en pie y el pueblo venezolano manteniéndose mayoritariamente del lado de los principios rectores del proyecto de transformación social y liberación nacional encarnado por la revolución bolivariana. El presidente Chávez falleció, Maduro fue electo, hubo violencia fascista para impedir esa victoria, la gente y el gobierno la enfrentaron y la derrotaron, inició la escalada brutal de la guerra económica, hubo después más violencia fascista durante la llamada “Salida” encabezada por Leopoldo López y nuevamente fue derrotada, hubo más guerra económica y agresiones políticas y diplomáticas, fuimos declarados por EEUU como una amenaza inusual y extraordinaria para su seguridad y la del continente todo, hubo más y más feroz violencia fascista y ésta nuevamente fue conjurada, arreció la asfixia económica, ahora formal y frontalmente decretada y asumida por EEUU, Canadá y la Unión Europea, aumentó la presión internacional y llegaron las amenazas de agresión e invasión militar. A seis años de aquel 10 de enero aquí estamos, en el más adverso de los escenarios, enfrentados cara a cara con las amenazas y agresiones de EEUU, viviendo la más profunda crisis económica, con el salario pulverizado por la hiperinflación desatada,

padeciendo las vicisitudes cotidianas causadas por el cuasicolapso de los servicios públicos de transporte, electricidad, telefonía, salud, educación, agua potable, recolección de basura y distribución de gas doméstico, y azotados por la corrupción que no logra ser controlada y por la indolencia, la ineficiencia y el burocratismo enquistado en las instituciones del Estado. A pesar de una drástica caída en la popularidad del gobierno bolivariano y de un importante aumento de la abstención, luego de cuatro victorias electorales en el transcurso de un año, hoy todos los espacios formales del poder están en manos del chavismo, y la oposición política sigue fragmentada, sin liderazgo ni proyecto, desmovilizada y sin capacidad para capitalizar políticamente el descontento popular y la desafiliación chavista, clamando a gritos en el escenario internacional por una intervención extranjera que haga lo que ellos han sido incapaces de lograr. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana no ha sucumbido a las campañas para quebrarla y desmoralizarla ni a las presiones nacionales e internacionales para transformarse en instrumento de un golpe de Estado. Tampoco ha ocurrido un estallido social: las continuas y crecientes protestas por demandas salariales y laborales, así como por la ineficiencia de los servicios públicos y los graves retrocesos en materia de garantía de derechos, no desconocen al gobierno y las autoridades, no son insurreccionales ni escalan hacia la violencia, sino que constituyen más bien una demostración de ejercicio democrático, de derecho al reclamo y la interpelación a la dirigencia política de todos los niveles, a funcionarios públicos indolentes, burocratizados, corruptos e ineficientes. Lo mismo ocurre con el debate público y mediático, cada vez más crítico y mordaz pero siempre propositivo y leal, cada vez más decidido a continuar denunciando, interpelando, evidenciando las contradicciones y señalando desviaciones, traiciones, inconsistencias. Estas formas de protesta son, a fin de cuentas, aunque dispersas y


sin cohesión, ejercicio de organización y movilización popular, bases de la verdadera democracia. Si algo ha sido clave en que lleguemos hoy 10 de enero a la juramentación de un presidente chavista para iniciar un nuevo período presidencial, es el cumplimiento pleno de aquella lealtad popular jurada a Chávez y a la patria en el 2013. Sin esa lealtad mayoritaria de la gente no se habría preservado la paz en los complejos escenarios de violencia híbrida en abril de 2013, a principios de 2014 y entre abril y julio de 2017, sin la apelación a la soberanía popular y al poder constituyente originario no hubiera sido posible la Asamblea Nacional Constituyente ni la seguidilla de victorias electorales que terminaron por conformar para las fuerzas chavistas el más favorable cuadro político interno y el piso de democracia e institucionalidad con el que puede ejercerse la defensa del país en el escenario internacional y puede continuar materializándose la solidaridad internacional de pueblos y gobiernos del mundo. Y es, paradójicamente, sobre esa lealtad popular que ha recaído el peso más fuerte de la crisis económica: no ha sido sobre la banca ni sobre la oligarquía ni sobre las élites políticas y económicas del país sino sobre la gente de a pie, sobre la gente de nuestros barrios, campos, pueblos y ciudades. Sobre los hombros de la clase popular y la clase media es donde ha recaído el mayor peso de la crisis. Han sido importantes la unidad política e institucional del chavismo, la unidad de la FANB y la conducción electoral que la dirigencia política ha realizado, pero el sustrato clave, la pieza central de todo este complejo proceso de resistencia ha sido el sostenimiento vivo de la esperanza, de la capacidad de lucha, de la conciencia patriótica y la disciplina política de millones de venezolanos y venezolanas en todo el territorio nacional. Estos millones de personas, nucleadas principalmente en los instrumentos políticos y sociales del chavismo, como el Psuv y otros partidos, movimientos y organizaciones sociales, gremios y sindicatos, colectivos, medios de comunicación alternativos y comunitarios, consejos de trabajadores, estudiantes y campesinos, consejos comunales y comunas, que se han mantenido apoyando al gobierno bolivariano, rechazando la dirigencia opositora y la injerencia extranjera, lo ha hecho también por un profundo apego a los principios de la revolución bolivariana, y la defensa las conquistas sociales y políticas logradas durante la revolución bolivariana, que por la acción de factores internos (además de los externos) movidos por intereses económicos y grupales, han venido estancándose, retrocediendo, siendo desmontadas en algunos casos. De allí, a su vez, que se exija a la dirigencia política, cada vez con mayor fuerza, el cese de la corrupción y los privilegios, la lucha codo a codo junto a la gente para encarar las dificultades, la salida de las oficinas y del aire acondicionado, la ruptura con el lujo y las comodidades institucionalizadas, el reimpulso de los espacios de participación popular y ejercicio de la democracia directa, el ejercicio franco del debate serio y vinculante, el acceso público y sin limitaciones a la información sobre la gestión de gobierno, las políticas públicas, la asig-

nación y ejecución de recursos, los indicadores económicos y sociales, la participación directa en la planificación, ejecución y contraloría de acciones de gobierno en los municipios y estados, la democratización de los recursos existentes, tanto financieros como tecnológicos y de insumos, para la inversión económica productiva. Hoy 10 de enero, a seis años de aquel juramento de la avenida Urdaneta, comienza el segundo período presidencial de Nicolás Maduro gracias a la decisión mayoritaria del pueblo venezolano en ejercicio de su soberanía, expresada en elecciones universales, directas y secretas. Esto ocurre bajo enormes presiones internacionales, encabezadas por EEUU y por países de América Latina que anunciaron desconocer el carácter democrático y constitucional de la presidencia de Maduro. El vicepresidente de ese país, el jefe del departamento de Estado, el máximo jefe militar y el presidente Trump se han encargado directamente de la tarea en reuniones y giras por el continente: de allí se desprenden las acciones que luego los gobiernos ejecutan contra Venezuela. Las sanciones económicas contra el país aumentan y se profundizan; la asfixia económica avanza. La FANB ha sido agredida en concreto con acciones militares mercenarias en su contra en zonas fronterizas con Colombia. Estados Unidos y Colombia han realizado movimientos militares, provocaciones. Este cuadro tiende a agravarse, a intensificarse, y se suma al complejo cuadro interno de crisis económica y social que padece nuestra gente en todo el territorio nacional, que también tiende a agravarse. A pesar de todo, prevalece en el país la unidad patriótica en defensa de la soberanía. Sin embargo, esa unidad para sostenerse y profundizarse requiere, necesita de respuestas concretas a las demandas y exigencias que corren en paralelo y como sustrato también de la disciplina y la lealtad. Nadie espera que la crisis se supere de la noche a la mañana, pero la reiterada convocatoria a la lealtad popular debe ser correspondida con acciones claras y contundentes que apunten a lo que ese pueblo espera, lo cual se concentra principalmente en: El combate a la hiperinflación, que pulveriza el salario y hace inútil el trabajo, lo

cual implica: a) la revisión seria de los resultados del plan de recuperación económica y la implementación de las correcciones que haya que acometer, en debate y diálogo franco, amplio y verdaderamente democrático, de cara al país, sin opacidades, con los sectores populares, sociales, académicos y económicos verdaderamente comprometidos con el país y su desarrollo, b) la activación real de un plan de emergencia para reactivar el aparato productivo del país en el que participen de forma democrática y equitativa el sector popular, el sector público y el privado, principalmente en sus estratos pequeños y medianos, un plan que debe contemplar de forma central la recuperación de PDVSA y el sector agrario, c) preservación de las conquistas sociales y laborales de los(as) trabajadores(as) venezolanos(as) y del pueblo campesino, d) garantía de la soberanía nacional sobre recursos y servicios estratégicos y sobre el territorio en general, e) transparencia sobre el origen lícito de los capitales que estén siendo invertidos en el país y otros posibles que puedan llegar: ¿qué pasa con los acuerdos que ha empezado a establecer Pdvsa con capitales extranjeros y nacionales, quiénes están detrás de esos capitales y de dónde provienen?, f) información pública y transparente sobre los procesos de transferencia y convenios mixtos sobre empresas públicas e incorporación del sector comunal y social a estos procesos: ¿qué pasa en Lácteos del Alba, Granos del Alba, Pedro Camejo y otras empresas e infraestructuras agroindustriales del Estado venezolano? ¿qué pasó con las empresas entregadas según se anunció, al Frente Francisco de Miranda, cómo se tomó esta decisión, por qué no se contempló el sector comunal y social en esa propuesta?, g) cese de la asignación de divisas a quienes han demostrado que sólo las utilizan para su beneficio particular y enriquecimiento ilítico, y transparencia absoluta en la asignación de las mismas: ¿cómo se puede ejercer control social y público sobre lo que se mantiene en el secreto y la opacidad? La recuperación urgente de los servicios públicos de transporte, electricidad, agua, telefonía e internet, distribución de gas doméstico, recolección de basura, salud y educación, lo cual debe implicar necesariamente: a) la intervención de las institu-


ciones y empresas públicas responsables de los mismos, y su evaluación transparente y profunda, para determinar responsabilidades, ineficiencias, corrupción y aplicar los correctivos y medidas necesarias, b) la priorización de los recursos que existan en el país para la recuperación de instalaciones, infraestructuras, tecnología y capacidades operativas, c) la reducción de gastos superfluos y lujosos en la institucionalidad para dirigirlos a estas áreas priorizadas, c) la participación directa -y con poder- de los y las trabajadores(as) de estos y otros sectores del pueblo organizado en los procesos de evaluación, gestión y en la ejecución de los planes de recuperación que puedan diseñarse, d) en el caso de educación y salud debe abordarse de forma contundentemente diferenciada: el daño que la crisis ha generado en estos sectores es de gravísima profundidad. Además de esto y de forma suprema, la preservación de la unidad popular y la capacidad y voluntad de lucha de nuestra gente implica necesariamente la profundización y reimpulso de los espacios e instancias que constituyeron avances en la construcción de la democracia revolucionaria, participativa y protagónica, que es uno de los ejes centrales del proyecto político de la revolución bolivariana. Allí debe estar un énfasis estratégico en este nuevo período que hoy se inicia. Si el avance de la revolución económica rumbo a un modelo alternativo al capitalismo debe desacelerarse, si la superación de la crisis obliga a medidas y acciones enmarcadas dentro de la lógica del capitalismo, los avances en materia de profundización de la democracia, de los derechos sociales y del poder de la gente organizada en función del ejercicio pleno de su libertad y sus derechos no debería experimentar retrocesos. Al contrario, allí está la base profunda para garantizar la unidad popular, para enfrentar ofensivamente la crisis y para avanzar en la lucha por más conquistas. Hace seis años juramos lealtad a la patria y al comandante Chávez, cuando aún no había fallecido. Hoy juramos nuevamente, también por la patria y por Chávez, pero en su memoria, y por lealtad además al juramento hecho en su nombre: “Juro que defenderé esta constitución, nuestra democracia popular, nuestra independencia y el derecho a construir el socialismo en nuestra patria. Juro que me comprometo a llevar adelante el programa de la patria”. Estas fueron las palabras, pronunciadas con la constitución en una mano y con la otra alzada en gesto solemne, dichas por la dirigencia política y por la gente. Siguen vivas para hoy esa palabras. Sigue vivo el juramento y se renueva, además. Saquemos las cuentas y midamos lealtades, sacrificios, costos: la balanza aquí se carga en contra de la dirigencia. Y hagamos de la palabra acción concreta, tanto la dirigencia como la base popular. En la palabra-empeñada y cumplida se fundamenta buena parte de la autoridad moral, tanto del liderazgo como de las bases, y hay bastante tela qué cortar en compromisos asumidos públicamente incumplidos sin que se den explicaciones. Moral alta y sólida es lo que más necesitamos para resistir y avanzar en este complejo escenario que transitamos y que no parece sino complicarse cuando se levanta la mirada un poco hacia el horizonte.

Anomia y consecuencias José Antonio Gil Yepes

La anomia es una enfermedad psicosocial generada por la incoherencia entre los fines propuestos por la cultura y los medios que aporta la sociedad para alcanzarlos. Venezuela la sufre por el contraste entre las aspiraciones producto de los mitos de que somos un país rico y las carencias que sufre la mayoría de la población. En esta medida, surgen varios síndromes. En lo social, psicológico y emocional, la frustración genera tensiones que hacen que los afectados se movilicen para buscar nuevas relaciones sociales (trabajos, partidos, parejas, amistades, la emigración, etc.), otros se retraen y deprimen, mientras que una minoría tiende a reaccionar con ira y se moviliza para construir un nuevo modelo de sociedad. Lo más grave es que la mayoría tiende a sentir tristeza, desconfianza, desorientación y miedo; sentimientos desactivadores que le dejan el camino libre a los que sí tienen un proyecto. En lo económico, la anomia hace que quienes la sufren busquen nuevas formas de ganarse la vida, migrando, cambiando de trabajo, robando, empobreciéndose o arrimándose a un poderoso que les resuelva. Este último fenómeno se llama clientelismo y refleja el reconocimiento de la impotencia propia y la disposición a lograr los fines mediante el apoyo de otro que se supone que sí tiene el poder para lograr lo que otros no pueden. En lo cultural, se crea el ethos o patrón moral de la codependencia. El débil asume que tiene que arrimarse al fuerte y este último necesita al débil para que le aplauda y apoye en mantener el andamiaje de lo que explica todo esto: el autoritarismo, el cual trae como consecuencia estructuras de concentración del poder, una economía rentista y de reparto clientelista de los bienes sociales, un individualismo extremo y la desconfianza. Este es el ethos del país que no ha dejado de ser, como dijo Arturo Uslar Pietri, el país de las grandes oportunidades perdidas. Para resolver esto, tendremos que partir del principio de que nuestra solución no está en los recursos naturales sino en poner de lado el individualismo, dejar de imponernos sobre los demás y jugar en equipo.

Estado de gracia Roberto Malaver

Llegó tu presidente, mi amor querido.Dijo Críspulo Salazar al entrar en su rancho en el Barrio El Observatorio del 23 de Enero. -¿Y quién te eligió, Críspulo?- Le preguntó Juana María Alcázar González, su esposa. -Tú, mi amor, que eras la única votante en aquella elección de mi corazón. –Le contestó Críspulo. -Pero ahora lo estoy pensando, Críspulo. Creo que puedes llegar a ilegítimo o mejor dicho, a usurpador, si me lo propongo.- le dijo Juana María. -Un momentico, mi reina bella. En este país eligen presidente por Wikipedia por twitter y por Instagram, y tú me elegiste a mí por tu corazón. Si ahora me vas a decir que soy un usurpador, me quieres decir que hay otro durmiendo en mi cama. ¿Es eso?? -Epa, Crispulino, no te pases, en esa cama solo cabemos los dos. Solo te digo que pórtate bien, porque te puedo llamar usurpador o ilegitimo. y te saco del juego político. -En este estado de gracia, mi reina bella, en el que vivimos los dos, yo soy tu presidente porque gane por mayoría de votos, es decir, por un voto, el tuyo, que para mí es una inmensa mayoría. Y no hay problema porque aquí gobernamos los dos tranquilitos. Tú mandas y yo obedezco, y cuando yo mando, tú obedeces, Y no hay usurpador ni ilegitimo, y mucho menos abandono del cargo, porque yo siempre estoy aquí. -Es verdad Críspulo. Solo te estaba poniendo a prueba para ver cómo te portabas. Y por lo visto pasaste la prueba, mi presidente. -Aprobado, mi Juana María. Aquí no hay Pompeo, ni Trump, ni John Bolton, ni Almagro, ni Grupo de Lima, ni Duque, ni Macri, ni Bolsonaro. Ellos que se ocupen de sus estados, que de nuestro estado de gracia nos ocupamos nosotros. -Claro, Críspulo, aplicamos el principio de la no injerencia y la autodeterminación de los pueblos, y por si acaso, la solución pacífica de conflictos. Y Críspulo Salazar, el presidente del estado de gracia de Juana María Alcázar González, viendo cómo su señora sonreía ante su majestad, se le fue encima y la abrazó y la besó y le dijo: “Venceremos, Juana María”.


PDVSA, entre fallidos negocios y contratos

Einstein Millán Arcia }En un eventual escenario de despliegue de esfuerzo para la recuperación de Petróleos de Venezuela; digamos hacia un nivel cercano a los 3.000.000 B/D, las preguntas que muchos se hacen incluyen; de cuanto tiempo, dinero y con que tipo de liderazgo se lograría tal proeza? La respuesta no parece ser sencilla y habría que analizarla desde los componentes naturales de todo negocio globalizado como lo es en efecto el negocio petrolero; entre ellas: nivel de eficiencia operacional, estructura, tipo y calidad de su fuerza hombre, nivel tecnológico prevaleciente, flexibilidad y oportunidad de mercados, interacción y entorno político y social, ambiente geopolítico, necesidad y vías de acceso a capital. La calibración de todos estos recursos y elementos necesarios debe ser impulsada desde una directiva capaz de establecer el debido patrón de fortalezas, debilidades y necesidad de equilibrio financiero, para desde allí trazar estrategias de alto nivel corporativo, que luego serán traducidas en acciones tangibles estructura abajo. Por ende, el liderazgo de esa PDVSA del nuevo rescate constituye en efecto, el elemento más crítico, medular e importante. Dicho liderazgo debe poseer cualidades y capacidades particulares y especificas, producto del natural aprendizaje que debería haber sido capitalizado como consecuencia de una carrera digna, extensa y comprobada dentro de la industria petrolera. Debe ser un liderazgo capaz, reconocido, intachable y sobretodo respetado, por ende no podría ser improvisado, ni provenir del sector político, militar, ni sindical, sino desde el entorno corporativo petrolero, con conocimiento a fondo del negocio, producto de años de dedicación, servicio y trabajo desde los más bajos escaños de su cadena de valor. El liderazgo que requeriría esa PDVSA del nuevo rescate, no podría tener macula producto de procesos abiertos, inconclusos o de dudoso final. Ese nuevo liderazgo debe estar casado con Venezuela y por Venezuela, por ende no debe tener amarre con los capitales internacionales de la extorsión. Aparte del liderazgo, esa PDVSA del nuevo rescate debe además/también rendir cuentas a entes no dependientes del gobierno central y llevar hasta sus ultimas consecuencias, los procesos abiertos contra elementos que a claras luces han sido participes de la corrupción en cualquiera de sus formas y dondequiera que se encuentren. Debe ser disciplinada, organizada y deslastrarse de esa pesada carga que ha venido acompañada con la incorporación de más de 146.000 empleados, la mayoría de ellos innecesarios, sin orientación, sin conducta organizacional, ni responsabilidades reales de trabajo productivo. Esa PDVSA del nuevo rescate debe en esencia reconstruirse desde sus cimientos, tal y como sucedió en 2002-2003 a raíz del nefasto sabotaje petrolero.

Quevedo al Desnudo: Luego de un rescate sin precedentes ante la mirada incrédula de muchos, PDVSA logra remontar su producción a cifras similares al máximo histórico alcanzado en 1998, ante un escenario de total destrucción producto del sabotaje petrolero de 2002. Todo ese esfuerzo producto del trabajo decidido de un grupo de verdaderos Venezolanos patriotas, se vino abajo desde la implementación del plan siembra petrolera a partir de 2007-2008 y desde la agudización de la penetración política y militar sufrida desde entonces. A partir de entonces, la producción comienza a declinar consistentemente a razón de un 3.0%-3.5% anual. Caída por cierto disfrazada con un sostenido incremento en el nivel de importación de crudo, a su vez reciclado hacia fuera como volumen propio. Irrefutablemente tal desplome quedó al desnudo con el hundimiento del barril a partir de Junio’2014. Pero el clímax del desastre real toma cuerpo a raíz de la llegada de Quevedo en Noviembre de 2017. Esa PDVSA del desastre se ha dedicado a destruir la producción de crudo y gas, elevar las importaciones de crudo y productos, firmar contratos improductivos, cuestionables, con empresas de dudosa naturaleza y sobretodo a anegar los medios con falsa propaganda. No es por casualidad que la caída de producción sufrida desde la llegada de Quevedo de 680.000 B/D, sea similar a la habida entre 2008 y 2016 de 689.000 B/D. Esa directiva actual lleva encima el infortunado record, de haber generado en 12 meses un desplome de producción equivalente al ocurrido en 8 años de gestión del clan Ramírez-Del Pino. La producción nación sigue su preocupante descenso, mostrando un valor puntual @ diciembre’2018 cercano a 1.45/1.20 MMBD, con promedio año 1.51/1.34 MMBD según formato OPEP directo/ secundario. El abanico de mercados se encoge paulatinamente, tornándola cada vez mas indefensa; a la merced de sus acreedores. Su obsoleta infraestructura colapsa, mostrando un nivel de utilización y operatividad aguas abajo menor al 31% @ 34%. Una empresa ineficiente, costosa y desmoralizada, con un costo de producción promedio que ronda los US$28 por barril. Si antes la eficiencia operacional excedía 87%-90%, hoy no supera 33%, con el consiguiente impacto en el costo de producir el barril. Para Octubre’2017 la necesidad y dependencia de crudo/productos importados era menor a 40.000 B/D, hoy supera 120.000 B/D (promedio), significando un aumento de 300%, ante una disminución de producción de cerca del 34% desde entonces. Oscuridad Alrededor de Negocios, Acuerdos y Contratos: No nos queda duda que por el camino que va y ante la ausencia de talento reinante en esa directiva, nuestra PDVSA pasará a ser en el mediano plazo, un organismo dedicado a administrar dudo-


sos contratos; una especie de hibrido entre un ministerio y una dirección de “permisologías”. Revestido de un poder sin precedente histórico en nuestra industria y promovido por el desespero típico de quien no tiene la menor idea de que hacer ante su monumental fracaso, Quevedo ha celebrado desde mediados de 2018 una serie de “acuerdos/contratos” para según el “elevar producción”. El factor común de estos supuestos “acuerdos/contratos”, es que la inmensa mayoría de estas “supuestas empresas” son improvisadas, sin experiencia previa en operaciones de perforación/ yacimiento/producción, sin experticia y sin capital suficiente para sostener la exposición de capital requerida para tales operaciones. La premura en firmar, dudosa procedencia y peor conveniencia para el interés nacional debería prender las alarmas de inmediato [https://www.aporrea.org/energia/a266250.html] [https://www. aporrea.org/energia/a268396.html]. Extrañamente ello no parece importar. Hasta el día de hoy ninguno de estos “acuerdos/contratos” ha añadido un solo barril. Dada la poca o inexistente afinidad de estas empresas con operaciones intensivas y de elevado riesgo en el sector petrolero, poseen el potencial natural de ocasionar un daño patrimonial a la nación de largo alcance, al exponer y comprometer los activos de producción por varias décadas con empresas recién establecidas y cuyas “letras pequeñas” están recubiertas de un torcido halo de “debilidad y duda” desde la perspectiva de Venezuela-PDVSA. Dos casos particulares han sacudido recientemente los cimientos del sector petrolero patriota, pensante e institucionalista; Maurel & Prom en Urdaneta Oeste y EREPLA en Tía Juana y Ayacucho 5. EREPLA es una empresa que apenas posee cerca de un mes de creada y registrada. Este supuesto “acuerdo/contrato” compromete los bienes de la nación en condiciones desventajosas por 25+15 años. EREPLA es el producto de sociedades no muy claras entre una empresa Nigeriana dirigida por los hermanos Okoloko y Amicitia, empresa desligada del sector petrolero, basada en EEUU y donde aparecen como socios Harry Sargeant III, Harry Sargeant IV, Paul Okoloko y Ali Rahman, de origen “aparentemente” palestino. Que podría justificar el otorgar semejante negocio a una empresa prácticamente desconocida y bañada de impericia? El caso de Maurel & Prom llama poderosamente la atención por las expectativas creadas en torno a un eventual aumento de producción en Urdaneta Oeste, anunciadas de entrada por Maduro y Quevedo. Este campo fue antes operado por Shell desde 1993-1994 hasta el presente. Shell a pesar de su experiencia y agresivo nivel de inversión, fue incapaz de lograr los objetivos volumétricos trazados como meta durante más de 24 años. Quien podría creer que Maurel & Prom, empresa recién creada en 2010, con un capital en mente de tan solo US$400 millones, con una pésima hoja de resultados [https://www.servindi.org/actualidad/112742], tipificada como una “empresa sin escrúpulos” por múltiples ilícitos ambientales y un rastro de mal praxis en Perú, Gabon, Colombia y Madagascar entre otros tantos, pueda superar el esfuerzo y los resultados de Shell en Urdaneta Oeste? Hacia delante; Oportunidad versus Esfuerzo Requerido: Los equipos, campos y en general los activos de PDVSA, han sido objeto de constantes saqueos, “mutilaciones”, robos y destrucción. Los campos e instalaciones petroleras parecen estar bajo el con-

trol de mafias, producto del agudo abandono tanto de las fuerzas policiales y militares del estado, como del propio personal de esa empresa sumida hoy en destrucción. Como explicar que teniendo militares en su presidencia y otros múltiples cargos ocurran y se hayan multiplicado tales hechos? Aun así, bajo condiciones de institucionalidad, orden y disciplina, dar un giro a la condición actual es ciertamente viable y posible. PDVSA posee activos que aunque suene difícil de creer, poseen un nivel de desarrollo menor al 45%; es decir, se ha producido menos de la mitad de lo que poseen. Tiene además reservas remanentes que rondan los 22.800 millones de barriles de crudos condensado, livianos y medianos de excelente calidad y bajo costo de levantamiento. Posee también sobre los 279.000 millones de barriles de reservas de crudo pesado y extrapesado, que al igual que Costa Afuera deben ser usadas inteligente y sabiamente, por aquellos que tendrían las riendas del negocio al momento del nuevo rescate. Para activar mecanismos y esquemas de negocio que coloquen a PDVSA de nuevo en posición de ventaja relativa ante un mundo cada vez más exigente. Curiosamente muchos desde dentro mismo de esa PDVSA destruida y minada de ineptitud, aluden el desplome de producción al envejecimiento de sus activos, sin percatarse que desde el rescate de 2004 hasta el cierre de 2018, se ha producido tan solo el 32.9% de las reservas remanentes de condensado/liviano/mediano y 2.5% de las reservas totales. Es decir es cuestión de manejo, de gerencia y “no principalmente” de envejecimiento de activos. Algo similar ocurre en PDVSA GAS Anaco, cuya producción actual apenas llega hoy a 545 MMPCD, teniendo aun en el subsuelo reservas remanentes de gas que exceden los 22.000.000 MMPC y cuando apenas en 2008 esos mismos campos producían sobre los 1.650 MMPCD, de gas que actualmente requiere el país. Esa PDVSA GAS parapléjica y en manos de la impericia, solo ha sido capaz de producir desde entonces, apenas un 16% de las reservas remanentes; por cierto certificadas, que hoy posee en el subsuelo. Aun así, habla de agotamiento. No nos queda la menor duda, que la motivación de aquellos que hoy dirigen nuestra industria, no gira alrededor del mejor interés nacional, en la institucionalidad, ni menos en el patriotismo. Nos distanciamos de aquellos que apoyan la privatización de PDVSA por considerarla innecesaria y sobretodo inconveniente bajo la coyuntura institucional y social prevaleciente [https:// www.aporrea.org/tiburon/a270190.html]. Existen y han sido ya identificadas opciones viables de acceso a capital fresco que no incluyen la necesidad de mayor endeudamiento, ni enlace con “capitales de la extorsión” o de dudosa procedencia. Existe fuerza hombre capaz de echarse sobre sus hombros nuestra industria. Existe la oportunidad de un segundo rescate. Llevar PDVSA hacia los 3.000.000 B/D es una tarea de mayor complejidad, que ameritaría acciones contundentes de “reinserción y redistribución” de una gran porción de su nomina, de la revisión profunda de todos los activos aguas arriba y aguas abajo para establecer un plan de acción específico y coordinado. Ameritaría durante su fase inicial de no menos de 170 taladros operativos, distribuidos entre perforación, reparación y reacondicionamiento, así como unos 9 @ 11 años de actividad regida estrictamente por la eficiencia y el control de costos, apuntando a lograr un 75% de dicha producción dentro de los primeros 5 años con una RPR apuntando al 1%. Ameritaría del descongestionamiento, reingeniería y optimización de infraestructura y procesos, pero también y sobretodo, de recuperar la credibilidad en los mercados como suplidor seguro y confiable.


Maryclen Stelling:

Además de la legalidad Nicolás Maduro goza de legitimidad, que es un proceso de atribución social Nicolás Retamar-NODAL| Nicolás Maduro asumió el 10 de enero de 2019 su segundo mandato como presidente de Venezuela, el cual se extenderá hasta 2025. El mandatario, que juró “por el legado del pueblo, por Simón Bolívar, por nuestros pueblos originarios, por el legado del comandante Hugo Chávez, por los niños y las niñas de Venezuela”, es criticado duramente por algunos países de América Latina alineados en el Grupo de Lima y por el secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos) Luis Almagro al punto que llamaron a desconocer su gobierno. Sin embargo, otros países de la región encabezados por Bolivia, México y Uruguay reconocen al gobierno venezolano y adhieren al principio de no injerencia. Para conocer la actualidad del país tras la asunción de Maduro, dialogamos con Maryclen Stelling, socióloga venezolana y Coordinadora del Observatorio Global de los Medios. -Los medios masivos de comunicación suelen hablar de éxodo migrante, crisis institucional, dictadura y escases de alimentos. ¿Cuánto hay de cierto en esa visión y cuál es la realidad que hoy se vive en Venezuela? -Venezuela está sometida a un cerco geopolítico que es multidimensional e incluye diversas variantes: la política, la económica y la comunicacional. En este caso hablo de poder transmedia porque ha incluido a los medios tradicionales pero también las redes sociales. Ese cerco transmedia en torno a Venezuela destaca la realidad venezolana sobre exagerada de manera que se habla de diáspora o éxodo

migrante, de una crisis multidimensional prácticamente terminal, señalan al gobierno de Maduro como un gobierno dictatorial y por supuesto también sobre dimensiona la escases de alimentos. En Venezuela hay una salida importante poblacional, no llega a diáspora o a éxodo pero es una salida importante de sectores de clase baja, de clase media, de profesionales y eso está golpeando un poco al país en este momento. En cuanto a la crisis institucional creo que es un síntoma verdaderamente grave y fuerte. Crisis institucional como tal no hay, las instituciones de Venezuela se esfuerzan por continuar funcionando con todas las limitaciones que supone el cerco económico y el cerco político en torno al país. Continúa la política habitacional que está dotando de viviendas gratis a sectores desposeídos, existe también una política pública dirigida a solventar la crisis de la escases de alimentos, que es el programa llamado CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). Cuando se habla de la dictadura de Maduro se está siguiendo el juego a la polarización política que existe internamente en Venezuela que reflejan los medios internacionales. Habría que establecer una larga discusión de lo que se considera una dictadura. Maduro ha sido legítimamente elegido por sectores que apoyan constantemente al chavismo-madurismo de manera que yo no creo que se pueda hablar de dictadura. Hay una confrontación de poderes entre la Asamblea Nacional y la Asamblea Nacional Constituyente que en un supra poder establecido en la Constitución venezolana. La confrontación política es también institucional. De esa confrontación no

podemos llegar a hablar de una dictadura de Maduro, creo que es un presidente legítimamente elegido. Esa visión acerca de la realidad en Venezuela que brindan los medios masivos es la visión construida y utilizada por la oposición que ha sido mucho más exitosa en cuanto a la estrategia comunicacional internacional que el gobierno de Venezuela. -¿Qué cambios puede haber en las relaciones exteriores del gobierno a partir de la asunción de Andrés Manuel López Obrador en México y Jair Bolsonaro en Brasil? -Estas dos realidades políticas de la región expresan la actualidad geopolítica donde hay personas que hablan del fin del progresismo y analistas también que anuncian una suerte de posicionamiento de la derecha no solamente en América Latina sino en Estados Unidos con Trump y en Europa también con Alemania, Francia, etc., de manera que la derechización no es propia de Latinoamérica sino que parecería ser un movimiento mundial. Andrés Manuel López Obrador inmediatamente que tomó el poder apoyó el derecho a la no intervención que es algo que México ha defendido hace muchísimos años porque está en su Constitución. Como no es obra de AMLO, entonces él hace uso del derecho a la no intervención, se deslinda del Grupo de Lima y establece a México como una suerte de país que pretendería defender el equilibrio regional y mantener relaciones con todas las expresiones políticas. Jair Bolsonaro es una expresión de una derecha evangélica que tiene mucho peso en países como Brasil que es una suerte de gobierno político alineado y alimentado con expresiones religiosas. Hasta el mo-


Servicios públicos y petróleo

Hugo Hernández Raffalli

mento es la más importante expresión de ese gobierno derechista con tinte religioso en la región, sin embargo parecería que hay también una suerte de crecimiento de este tipo de expresiones de la derecha con tinte religioso. Se presentarían entonces dos liderazgos en la región, uno comandado por México y su presidente Andrés Manuel López Obrador y otro en Brasil con Jair Bolsonaro. Habría que ver si el gigante brasilero de la mano de Bolsonaro continua manteniendo ese liderazgo político económico en la región ahora con un gobierno de la ultraderecha y con tintes religiosos. Probablemente hayan algunos cambios: la asunción del poder de Maduro ha comenzado a tener expresiones de apoyo de diferentes gobiernos de la región que estarían de alguna manera deslindándose del Grupo de Lima, no tan claramente como López Obrador pero dando un apoyo a Venezuela de lo que estaría sucediendo hoy en el país. Esto va a incidir directamente sobre Venezuela pero también va incidir en la región y en el mundo. -Usted dijo que la crisis económica que aqueja al país tiende al enfriamiento de las actitudes frente a la política, ¿Qué incide más en la vida cotidiana? ¿La economía o la política? -Nosotros tenemos una importante crisis económica que se debe a causas endógenas a la política económica del gobierno, a la situación de deterioro de PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.), al hecho de que como país petrolero siempre hemos olvidado y no hemos trabajado en relación a la agricultura y a la producción industrial. Dependemos cada vez más profundamente del petróleo y esto es algo que se crítica y se cuestiona al chavismo-madurismo la absoluta dependencia del petróleo. Esta crisis económica ha estado incidiendo de alguna manera en las actitudes frente a la política porque el venezolano común y corriente está muchísimo más preocupado por la subsistencia diaria que por la política. Ha habido un distanciamiento de la política, lo que se denomina una desafección, una suerte de desesperanza prendida y un distanciamiento político. Sin embargo es importante destacar que el chavismo tiene un capital simbólico muy importante, tiene recursos para la movilización popular y hasta ahora se ha demostrado que en procesos electorales en situaciones de crisis o en el día de hoy ya se están movilizando los sectores populares por cuanto la figura de Chávez actualmente en Venezuela continua siendo un símbo-

lo de independencia y respeto. La figura de Chávez moviliza y Maduro es la persona que Chávez eligió para que se lanzara a la presidencia y lo sucediera, tiene ese apoyo simbólico y esa capacidad de movilizar a los sectores populares. Lo que incide más en la vida cotidiana es la económica porque uno está más volcado a solventar la crisis de subsistencia, pero en momentos electorales o situaciones como el día de hoy la convocatoria es importante y el apoyo popular ocurre de manera que, de acuerdo a como ha sido el comportamiento político del país y del chavismo-madurismo en las últimas elecciones, probablemente hoy la política convoca mucho más que la crisis económica. Pero es importante destacar que en Venezuela existen y conviven dos países y dos discursos políticos y económicos y en cuanto a la causalidad de lo que está sucediendo actualmente en el país, son dos países que no se encuentran, que no han podido negociar ni dialogar porque tienen visiones y versiones de la realidad venezolana contrapuesta donde cada visión o versión acusa al otro de ser el causante de la crisis multidimensional que vive Venezuela. Esas dos visiones y versiones se encontraron hoy en el cuestionamiento a la asunción de Maduro al poder y en el apoyo al presidente en este momento. En alguna circunstancia como el día de hoy, se dejaría de lado la economía y comandaría la política. En este momento están sobre el tapete la legalidad y la legitimidad de Nicolás Maduro. Para los sectores chavistas Maduro tiene la legalidad de una elección y la legalidad que le da la ley para ser designado como presidente de Venezuela, pero además goza de la legitimidad. El es legalmente elegido pero también goza de legitimidad que es un proceso de atribución social. Tú puedes ser legalmente elegido pero puedes no gozar de legitimidad. En este caso, Maduro goza de legitimidad en los sectores que le dan su voto, aquellos que acudieron a apoyarlo ante el llamado que ha hecho el gobierno y, sin embargo, habría que destacar que en la última elección municipal bajó el número de personas que votaron al presidente en relación a elecciones anteriores. Alguien hizo un señalamiento que habían 6 millones de inscriptos en el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) y Maduro obtuvo algo más de 2 millones de votos. Eso ha sido calificado por la oposición como una baja en el apoyo electoral al presidente que también podría ser interpretado como un descenso en la legitimidad.

Venezuela inicia el año 2019 bajo la esperanza de atender y abordar el tema económico para estabilizar la economía y mejorar la calidad de vida. En el Zulia terminamos e iniciamos el nuevo año 2019, sin luz eléctrica y sin agua. La ineficiencia hecha realidad no se termina de resolver el tema eléctrico que a su vez nos lleva al tema del agua. Todos los días de este Año Nuevo, cuando no se va la electricidad por horas se producen bajones de 220 y 110. Nadie da explicaciones. El agua, en el mejor de los casos, pudiera llegar una vez a la semana. No hay manera cómo pagar los servicios públicos, ya que con la reconversión monetaria. no existe moneda. Qué pasa? El gobernador Omar Prieto, ha impulsado la recuperación del sistema eléctrico y de agua, pero ese esfuerzo se ha desvanecido, afectando a toda la población y su gestión de gobierno regional. Será posible que alguien pueda darle una explicación al pueblo zuliano lo que está ocurriendo. Sin alimentos, sin medicinas, sin agua y sin electricidad. Galopando la hiperinflación y la especulación, el bachaqueo y el contrabando de extracción, la vida se le ha hecho al pueblo zuliano muy difícil. Tan solo necesitamos saber de qué tamaño son los problemas y sus soluciones. El tema petrolero pasa por serias dificultades. En el año 2018, se dejaron de producir más de 600.000 barriles diarios. Cuál es realmente el plan de recuperación de la producción. Cuánto será la recuperación en el año 2019? A través de quienes se hará la recuperación. Hay propuestas discutidas, sin definición por parte de Pdvsa. Porque no se toman las decisiones pertinentes para firmar los contratos de “esfuerzo compartido”. Solamente esa alternativa con las 14 empresas privadas venezolanas en alianzas con inversionistas internacionales, podrían recuperarse más de 300.000 barriles diarios, en el corto, mediano y largo plazo. Si ahora el Presidente Maduro lidera a Pdvsa y su rol en la economía se deberían tomar las decisiones inmediatamente, para poner en movimiento la recuperación de la producción de petróleo. No hay tiempo que perder. La mayor parte de la recuperación de la producción petrolera, en el Oriente del país, es de crudo liviano y mediano, que serviría como diluente para los crudos pesados y extra pesados procesados en los mejiradores de crudo. Se evitaría las importaciones de crudos livianos. La Nafta como elemento vital para lograr tales objetivos. La revisión profunda de las empresas mixtas. donde hay socios extranjeros que no han cumplido con los compromisos asumidos. En fin. Hay tantas oportunidades para recuperar la producción, pero hay que tomar las decisiones. Es preferible no errar, pero la omisión causa efectos desbastadores en la industria petrolera nacional. Tenemos que salir del letargo y la falta de decisiones oportunas y convenientes para los intereses de Venezuela. ---


Christiane Valles:

Hay que distinguir la cultura de la gestión cultural Antropóloga. Estuvo al frente del Centro Nacional de libro –CENAL- hasta hace poco. Allí, entre tantas cosas, también se encargó de organizar la Feria Internacional del libro de Venezuela FILVEN-. Lectora crítica y rigurosa, asoma siempre una rccomendación literaria. -Después de haber estado tanto tiempo al frente del Cenal, ¿qué se puede rescatar de allí? — Valoro profundamente aspectos poco conocidos, no ejecutados o parcialmente concretados de nuestra gestión: la redacción de la ley del Sistema Social del Libro y la Lectura, aprobada unánimemente por la Asamblea Nacional en octubre de 2015; la redacción del Programa Nacional de Traducciones; la conceptualización del Sistema de Información del Libro; el Reglamento del Órgano Superior de Edición e Imprentas Públicas y la publicación de la filosofía y método de la mediación de lectura desde el ente rector, entre otros documentos normativos y de política cultural.Christiane Valles Esperamos haber sostenido, con la mayor dignidad posible, la organización de las Filven que nos correspondieron (2010 a 2017) y haberle otorgado al libro el protagonismo que le corresponde en el universo estético venezolano. En lo personal, queda un profundo respeto por el hacer amoroso, vocacional, de mujeres y hombres que dedican su vida, no solo su trabajo, a construir nuestro imaginario literario y acervo editorial. —¿Cuál es el futuro de las ferias del libro en Venezuela? -Las ferias son la expresión de la vitalidad intelectual, creativa, de un país y el nuestro está en ebullición, las ideas se mueven vertiginosamente. Otra cosa es el tema de la impresión de libros que ha caído sensiblemente. Allí el desafío es muy grande porque no escapa el ámbito gráfico de las dificultades implícitas en la dependencia de las importaciones de materias primas y repuestos necesarios para mantener el ritmo que veníamos sosteniendo hasta 2014, como sucede con otras industrias nacionales. La oferta impresa y la importación de novedades van a limitarse, hasta no superar los escollos que la guerra económica nos presenta. Siempre tenemos el componente de una buena programación académica y espacios de debate y sensibilidad y allí la calidad de la feria también se valora. Se decantarán y se mantendrán las que tengan soporte económico y voluntad política. —¿Leer para qué? —Por allí circula una gráfica que muestra la diversidad de causas y objetivos por las que se ve la motivación lectora. Para mí, en síntesis: leer para ser. —José Ignacio Cabrujas decía que “la cultura es la guinda de la torta, esa cosa que colocan allí, encimita”. ¿Será verdad?—Hay que distinguir la cultura de la gestión cultural. La cultura es consustancial a lo humano, no es un accesorio sustituible ni un adornito. La gestión cultural y la administración de las ins-

tituciones son otra cosa. Supongo que es a eso a lo que Cabrujas se refería: a la pobre interpretación y degradación del rol que los procesos, el arte y los sujetos culturales (individuales y colectivos) cumplen en la sociedad, se tiene desde cierta burocracia y en términos presupuestarios. Por fortuna, creo que progresivamente se va cambiando esa visión de “acto cultural” tan bien dibujada por Cabrujas y va consolidándose la de la necesaria reafirmación de la diversidad cultural e identitaria como fuente insustituible para la creación del sentido común de un bloque histórico emergente. El necesario balance de tradición e innovación para arraigarnos en nuestro tiempo, en nuestra cosmovisión e imaginario. — Chávez dijo que “la revolución es cultural o no es revolución” ¿Se está cumpliendo esa premisa? —Por lo que antes mencioné, sí se está cumpliendo: una revolución es un proceso fundamentalmente identitario, supone la construcción de una sociedad con rasgos distintivos propios: es una decisión colectiva de cambio estructural. Pero ni las revoluciones, ni la cultura, ni la historia son lineales, secuenciales y ascendentes. Tampoco están en modo turbo. Las contradicciones, idas y venidas, el desconcierto y hasta cierto horror vacuo son parte de sus características. Nos asimos a lo conocido desde la cultura, desde los símbolos, y construimos otros. Allí está Chávez, por ejemplo. Solo un apellido, sin tantos títulos ni adjetivaciones, sintetizando los afectos del pueblo al que le abrió el camino de cumplir su vocación histórica. *Publicado en CCS Ciudad


Trece meses de hiperinflación:

En el país real 15 y Ultimo

Hay poco para decir sobre los anuncios realizados en la rendición de Memoria y Cuenta. Básicamente porque no hay nada nuevo en los mismos y lo que se diga resultará redundante. Sobre las cifras de pobreza, distribución del ingreso y desempleo, sería interesante se haga público el estudio sobre las cuales se sustenta, pues conociendo la metodología estándar aplicada a estos casos, nos parece que ni siquiera tomando como parámetro de medición las necesidades básicas insatisfechas y no línea de ingreso, es posible que la pobreza sea hoy menor a 2012. En cuanto a las otras cosas, pensamos que todo seguirá igual, en el sentido que se mantendrán las mismas tendencias ya que no hay nada concreto que las revierta. En este sentido, enfrentaremos más meses de hiperinflación, con todos los síntomas de empeorar. Sobre el tema del paralelo, siempre por estos meses su tendencia es a estancarse, luego de dispararse. Así que es posible que esto pase en los próximos días. Su disparada a comienzos de este mes pensamos responde básicamente a las expectativas por la eliminación del DICOM, que finalmente no se dio. De cualquier manera, su comportamiento en las próximas semanas dependerá de varios factores, entre ellos, cómo decante el conflicto político. En fin, para no seguir dando vueltas en torno a lo mismo, preferimos ofrecer a nuestros lectores información gráfica elaborada por nosotros sobre el estados de cosas actual de nuestra economía, cuestión que pensamos debe ser de dominio público por lo compleja de la situación. A este respecto, pensamos que se comete un error estratégico por parte del gobierno nacional al ocultar los datos oficiales sobre nuestra economía. No solo porque ello trae como consecuencia la proliferación de data extraoficial que ante el vacío de la oficial termina por hacerse la hegemónica en la opinión pública. Sino además porque conduce a una suerte de subestimación de la gravedad de lo que estamos viviendo y de los retos que, en consecuencia, deben acometerse, sino queremos que el país termine de hundirse de una vez y para siempre en un espiral degenerativo como los que ha acabado con otros países.

Deuda Externa y Riesgo País:

Caída de las exportaciones:


Caída de las importaciones:

Caída de la producción petrolera:

Cinco años de contracción del PIB:

El “nuevo tiempo monetario”:

Estar conscientes de ello como pueblo no significa hacerse eco de las matrices internas y externas que pretenden destruir el país. Significa precisamente eso: estar conscientes, que es la única forma efectiva de hacerle frente. Las gráficas recogen información recopilada y procesada por nosotros tomando diversas fuentes. En cuanto al origen de esta última, siempre privilegiamos la fuente oficial, y en el caso de no existir, alguna institucional. La Comisión Económica para América Latina CEPAL constituye a este respecto una referencia importante, por lo que cuenta como nuestra segunda fuente de información. En los casos en que tampoco los encontramos por esa vía decantamos hacia otras, las cuales señalamos para cada caso.


Vuelve el terror ¿y los falsos positivos? a Colombia: un carrobomba y la tensión con Venezuela

Camilo Rengifo Marín Un carrobomba estalló en la mañana del jueves 17 en la Escuela de Policía General Santander, en el sur de Bogotá, la capital colombiana, dejando un saldo de al menos 21 muertos y 65 heridos: el gobierno del ultraderechosta Iván Duque aprovechó para finiquitar las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) Un día después del atentado, la cuenta de Twitter de la Delegación de Paz del ELN fue suspendida y la organización insurgente fue acusada de ser responsable del atentado al corazón de la Policía de Colombia en Bogotá. Un “sospechoso” fue capturado y varias hipótesis fueron lanzadas. La tesis del gobierno es que se trató de una demostración de fuerza del ELN, mientras otros otros creen que podría ser un autoatentado como los provocados por el ejército durante los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, los llamados “falsos positivos”, cuando campesinos eran assinados, vestidos con ropas de guerrilleros y presentados como muertos en combate por las fuerzas de seguridad . Para el Ministro de Defensa del gobierno de Iván Duque, el apadrinado de Uribe, este acto terrorista es uno de los más graves que ha sacudido a la capital, pese a que la intensidad del conflicto armado se ha visto disminuida en los últimos años tras la firma de un incumpliedo tratado de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El proceso de paz con esa exguerrilla logró la deposición de más de once mil armas en 2017, y el regreso a la vida civil de unos siete mil combatientes. Algo similar se esperaba del desenlace de la Mesa de Conversaciones del gobierno con los rebeldes del ELN, pero el gobierno,

urgido por una grave crisis económicosocial y la corrupción, desvió la tención poniendo fin a estos diálogos el viernes 18, poco después de que la Fiscalía General de la Nación imputara cargos de terrorismo a los integrantes del Comando Central del ELN. Según las autoridades judiciales José Aldemar Rojas, quien habría ingresado a la escuela policial la camioneta Nissan Patrol cargada de explosivos y resultó inmolado, habría estado en la guardia de alias Gabino, el número uno del ELN. Era conocido con el alias de “Mocho” o “Kiko”. Asimismo, un hombre capturado en un barrio popular bogotano. Ricardo Andrés Carvajal, fue acusado de haber participado “en grado de autor en el acto terrorista”. La explicación fue ofrecida por el Fiscal General, Néstor Humberto Martínez, a quien dirigentes políticos de oposición y miles de personas le exigieron la renuncia del cargo en multitudinarias marchas en las ciudades capitales, por “invisibilizar” y engavetar los casos de la enorme corrupción que cimpromete a grandes empresarios, políticos y magistrados. El fin de las conversaciones con el ELN, iniciadas hace dos años, aplaza la paz definitiva en Colombia, cuya conflagración de medio siglo se alivió tras el desarme de las FARC en 2017. Paz frustrada y tensión con Venezuela es lo que deja el fin del diálogo con el ELN. Desde que Iván Duque asumió la presidencia en agosto, las denuncias sobre presencia de mandos del ELN en territorio venezolano han agriado aún más la disputa entre Bogotá y Caracas, que prácticamente no mantienen relaciones diplomáticas desde mediados de 2017. Colombia ha acusado a Venezuela de albergar a los rebeldes y ha pedido al gobierno de Nicolás Maduro hacer efectivas las órdenes de captura internacionales en contra de comandantes guerrilleros. Venezuela fue acompañante

en los diálogos de paz con las FARC y garante en los del ELN, aunque Duque les revocó esta condición en septiembre. Caracas niega que haya rebeldes en su territorio, en unas acusaciones que vienen desde la presidencia de Álvaro Uribe (200210). El atentado La Escuela de Cadetes General Santander es una de las instituciones más insignes de la Policía, ya que allí se forman los futuros oficiales que prestan sus servicios de seguridad al país y de naciones vecina. Entre las víctimas, hay dos mujeres ecuatorianas y tres panameños que se preparaban en la escuela de formación policial. La camioneta Nissan Patrol gris, cargada con 80 kilos de pentolita, era conducida por José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años, a quien le faltaba la mano derecha. Rojas habría pasado con violencia por encima de los controles de seguridad para detonar el artefacto dentro del complejo policial, según el Fiscal Martínez. El “kamikaze” terminó inmolándose al estrellarse contra un alojamiento. Preparando el terreno, la Defensoría del Pueblo –dependiente de la Fiscalía Generalhabía advertido en diciembre de 2018 sobre los posibles ataques con artefactos explosivos, que se podrían presentar, principalmente, en las localidades de San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y Usme, en el sur de la Capital. Este centro académico de la Policía Nacional queda a dos cuadras de la localidad Rafael Uribe Uribe. Desde el 2010 no se presentaba en Bogotá una explosión con un artefacto de tal capacidad. En la época del jefe narcotraficante Pablo Escobar ese tipo de hechos fueron comunes. Luego, con el Bloque Capital de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se percibió el riesgo de que esto iba a volver


a ocurrir y para evitarlo el alcalde de esa época, Lucho Garzón, ideó el Plan Candado que consistía en un sistema de seguridad en las fronteras de la ciudad para blindarlas de la entrada de armas y explosivos. La metodología de atentados explosivos fue principalmente de las estructuras de los carteles del narcotráfico y de los paramilitares. Los grupos “activos” posdesmovilización de los paramilitares de las AUC, son el Clan del Golfo, las Águilas Negras Bloque Capital,y los Rastrojos Comandos Urbanos y Los Paisas, éstos particularmente en Usme. Todos ellos, en busca de controlar los circuitos dedicados a la venta de droga en Ciudad Bolívar y Soacha, señala la prensa bogotana. Al activarse el actual Plan Seguridad de Vigilancia por Cuadrantes, las fronteras de la ciudad fueron descuidadas, lo que facilita este tipo de ataques, señala el diario El Espectador. Algunos analistas temen que el atentado sirva para desviar los graves problemas que vive el país, en medio de una gravísima crisis económico social, de seguridad, y de corrupción, que envuelve a magistrados, políticos, empresarios, expresidentes e incluso al Fiscal General.

por cuerpo, y de ADN un mínimo de 24 horas debido a las condiciones en las que quedaron estos cuerpos producto de la explosión. Pero se identificaron las huellas y el ADN de alias El Mocho en apenas dos horas. ¿Eficiencia? También ha llamado a suspicacias el hecho de que El consejo de Seguridad que se iba a realizar el viernes en Chocó, donde se pondría sobre la mesa la situación de los líderes sociales asesinados en el país y que se canceló por el atentado, no asistieron ni el Presidente ni el Fiscal General, extrañamente reunidos en Bogotá. La prensa recuerda, asimismo, que el xpresidente y ahora senador Álvaro Uribe, tuiteó el hecho incluso antes de que las fuerzas de emergencias de la ciudad supieran del atentado. ¿Si la Fiscalía sabía que se preparaba un atentado, por qué no se tomaron las medidas de prevención? El atentado ocurrió cuando Colombia iba a marchar en contra del Fiscal, que ahora la prensa hegemónica quiere transformarlo en héroe, por haber “hallado” al autor material y al intelectual del atentado en menos de un día. Año crucial

Este 2019 resulta un año crucial para la política colombiana, ya que el Las redes sociales van marcabdo las cambio de gobierno con la asunción incrogruencias del oficilaimso. Hasta ayer del ultraconservador Iván Duque a la el actor material era un campesino, enfermo terminal, sin antecedentes penales. que fue pagado para conducir el carro bomba, pero ahora resulta ser el cabecilla de uno de los frentes armados del ELN, con un prontuario de 25 años, reconocido explosivista y hasta aparece en un organigrama (evidentemente manipulado y mal hecho) de la organización guerrillera. La estrategia del ELN -de acuerdo a la informaciones oficiales, parece ser muy mala, ya queenvía a a uno de sus cabecilla a inmolarse, en una camioneta, a nombre del presunto actor material, con todos los papeles al día, facilitando la identificación de los responsables. Generalmente, recuerdan los críticos, se roban vehículos para estas accions Otra incongruencia es que el identificado como El Mocho fue dado de baja en El Chocó en 2016, pero parece haber rsucitado para cometer el atentado. Según la Fiscalia y Medicina Legal la identificación dactilar de los cuerpos tarda alrededor de 8 horas Incongruencias

presidencia -empeñado en agredir a su vecina Venezuela-, y las elecciones locales son factores decisivos en la dinámica de violencia en un país donde día a día son asesinados numerosos líderes sociales a lo largo y ancho del territorio. En los últimos 48 meses en Bogotá se han presentado 27 ataques con explosivos. En un comienzo, en 2015, se trató de ataques con artefactos de baja capacidad y posteriormente y se produjeron detonaciones contra la Fuerza Pública, bancos, entidades de salud y lugares comerciales. Entre ellos se recuerdan el atentado contra la sede del partido Opción Ciudadana en Teusaquillo, donde murió un policía, y el sucedido en el centro comercial Andino donde murieron tres mujeres, el único que no estuvo dirigido contra instituciones del Estado Las fuerzas de seguridad señalaron como autores de estos atentados al ELN –trece personas fueron detenidas- y al Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), que sufrió 10 capturas, pese a que Fiscalía había asegurado que estas redes urbanas estaban desvertebradas. El nuevo atentado deja, para los medios, tres hipótesis: que las autoridades encargadas de investigar no han logrado capturar a los responsables; que las estructuras con presencia en Bogotá tienen una alta capacidad para recomponerse y las capturas han sido golpes menores, y que hay nuevos actores violentos en la ciudad, que bien pueden ser el narcotraficante Clan del Golfo o la disidencia de las Farc, únicos grupos, además del ELN, con una capacidad logística de ese nivel para cometer estas acciones. Las hipótesis se caen cuando se tienen en consideración que la disidencia guerrillera no posee una estructura de milicianos lo suficientemente estable en la ciudad para cometer este tipo de actos, y el Clan del Golfo no tiene intención de llamar la atención del Fuerza Pública pues su intencionalidad es la captación de rentas y no la lucha contra el Estado, señalan en jn análisis León Valencia y Ariel Ávila. A la repulsa de líderes y gobiernos latinoamericanos y mundiales, se sumó la del partido político de la antigua guerrilla de las Farc, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, que condenó la explosión del carro bomba .


En un callejón sin salida

Temir Porras Ponceleón-Le Monde Diplomatique El período durante el cual Hugo Chávez presidió los destinos de Venezuela (1999-2013) estuvo marcado por logros indiscutibles, destacándose la reducción de la pobreza. El chavismo también podría presumir de resultados más que respetables en aspectos en los que se lo esperaba menos, como el crecimiento económico: el Producto Interno Bruto (PIB), por ejemplo, se multiplicó por cinco entre 1999 y 2014 (1). Seguramente esto explica sus numerosos triunfos electorales y la longevidad de su hegemonía política. Este contexto permitió refundar instituciones esclerosadas mediante un proceso constituyente abierto y participativo, recurriendo a la vez de manera sistemática al voto popular –a un punto tal que el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva manifestó que en Venezuela “hay elecciones todo el tiempo y cuando no hay, Chávez las inventa”–. A nivel regional, la Revolución Bolivariana contribuyó a hacer posible la “marea roja” que conquistó la región durante la primera década del siglo (2) y llevó al poder a fuerzas progresistas, por la vía electoral, a menudo por primera vez en la historia de países que parecían decididos a terminar con su estatus de “patio trasero” de Estados Unidos. No obstante, la muerte de Chávez (a los 58 años, en marzo de 2013) y la transición política que llevó al poder a su sucesor designado, Nicolás Maduro, en la elección presidencial anticipada del 14 de abril de 2013, inauguraron un nuevo período. Y embrollaron los puntos de referencia. Desde 2014, Venezuela atraviesa la crisis económica más grave de su historia, que no solamente provocó una situación de angustia social, sino que también contribuyó a profundizar la polarización política que caracteriza al país desde hace dos décadas. Ya se ha alcanzado un punto de ruptura entre el gobierno y la oposición que pone en riesgo el funcionamiento de las instituciones de 1999. El carácter excepcional de esta crisis se debe, a la vez, a su duración y a su severidad. En 2018, Venezuela estaría registrando su quinto año consecutivo de recesión económica, con una contracción del PIB que podría alcanzar el 18%, después de una caída de entre el 11 y el 14% en 2017. Como el Estado venezolano no publica datos macroeconómicos desde 2015 algunos sugieren que los organismos internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o las grandes instituciones financieras privadas, pintan un panorama más oscuro debido a prejuicios ideológicos. Sin embargo, cifras gubernamentales que se filtraron confirman una caída del PIB del 16,5% en 2016 (3). Entre 2014 y 2017, la contracción acumulada de la economía se establecería, así, en al menos el 30% (4), un derrumbe comparable al de Estados Unidos entre 1929 y 1932 durante la Gran Depresión. Una estrategia incomprensible Las causas iniciales de la desaceleración económica constatada desde 2014 no generan ninguna duda. En junio de ese año, los

precios internacionales del petróleo, que representa el 95% del valor de las exportaciones venezolanas, alcanzaron un pico antes de desplomarse, pasando de 100 a 50 dólares en seis meses y, luego, a 30 dólares en enero de 2016. Pero, contrariamente a lo que sugiere la sabiduría popular, las mismas causas no producen de manera mecánica los mismos efectos: todo depende de la estrategia que se pone en práctica para responderles. En un contexto de conmoción exógena de una rara violencia, la estrategia elegida por las autoridades venezolanas genera perplejidad. Y esto, sobre todo porque la economía venía dando signos de fragilidad mucho antes del desplome de la cotización del barril. A pesar de un nivel de inflación estructuralmente alta (5) (de dos dígitos en tiempos “normales”), el gobierno del presidente Maduro decidió mantener una política de control del tipo de cambio que imponía una paridad fija de la moneda nacional, el bolívar, frente al dólar estadounidense. No hacía falta más para avivar el apetito de algunos, que rápidamente comprendieron que el mecanismo les permitía comprar un activo seguro (la moneda estadounidense) a un precio muy inferior a su valor real. Al favorecer de esta manera la fuga de capitales, la política cambiaria del gobierno transformó el país en un inmenso coladero de billetes verdes (6). Hasta 2014, los ingresos petroleros siguieron siendo abundantes. Pero el valor de las importaciones (con frecuencia sobrefacturadas) no dejaba de aumentar, dado que alimentaba la estrategia de acumulación común a las burguesías de los países petroleros: la “captura de renta”, que consiste en transformar las reservas petroleras en dólares, utilizar esos dólares para impulsar la moneda nacional y, por ende, el poder de compra de la población y, finalmente, incrementar las ventas del sector importador, dirigido por la elite. Y luego la cotización del petróleo comenzó a caer… El Estado decidió financiar su déficit fiscal (la diferencia entre el total de sus gastos y el de sus ingresos) recurriendo a la famosa “plancha de billetes” y reducir sus importaciones restringiendo la venta de dólares en el mercado oficial. Esta doble decisión marcó el comienzo del desabastecimiento (7) y liberó las tendencias inflacionarias, pronto fuera de control: al estar disponible una masa monetaria (la cantidad de billetes en circulación) creciente para una cantidad decreciente de bienes y servicios, la disparada de los precios era inevitable. Entonces, la cotización del billete verde, buscado tanto por los importadores como por su valor refugio, explotó en el mercado negro. Pronto, el valor del dólar “paralelo” funcionó como referencia en la calle para la fijación del precio de los bienes y de los servicios. Como el alza de los precios erosionaba rápidamente los salarios y las finanzas públicas, el Estado intentó sostener el poder de compra poniendo cada vez más billetes en circulación. Entre 2014 y 2017, la masa monetaria dio un salto de un 8.500%. Así, estaban reunidos todos los ingredientes para que la economía entrara en hiperinflación. Sin sorpresa, el índice de precios al consumidor (una medida común de la inflación) pasó del 300% en 2016 al 2.000% en 2017. Para 2018, las estimaciones varían entre el


4.000% y el 1.300.000%. En ese último caso en concreto, un bien comprado por un valor de 1.000 bolívares al 1º de enero de 2018 costaría 13.000.000 el 31 de diciembre. Complicación extra: 2016 y 2017 estuvieron marcados por importantes vencimientos de pagos de deuda. A pesar de que los ingresos petroleros estaban en caída libre, el gobierno de Maduro –siguiendo en esto la doctrina de Chávez– respetó escrupulosamente sus compromisos. Al menos hasta diciembre de 2017. En ese entonces, en un discurso por televisión, el presidente anunció que entre 2014 y 2017 el país había desembolsado la suma colosal de 71.700 millones de dólares de deuda. Una vez más, la estrategia del poder para responder a las dificultades suscita numerosos interrogantes. Decidir pagar las deudas implicó “monetizar” activos de la nación, en otras palabras entregarlos en garantía, o incluso venderlos, para reunir las sumas que necesitaba el Estado. En el transcurso de ese período, Venezuela utilizó unas veces el oro monetario de las reservas internacionales y otras veces recurrió a sus derechos especiales de giro (DEG) del FMI (8). Cuando no solicitó directamente préstamos a las compañías petroleras de países aliados, como la rusa Rosneft, entregando como garantía el 49,9% de las acciones de uno de sus activos más preciados, la empresa refinadora Citgo, cuya sede y operaciones se encuentran en Estados Unidos. En septiembre de 2016, la compañía petrolera nacional PDVSA les propuso a sus acreedores un canje de obligaciones que, para alargar en (solamente) tres años el vencimiento de una serie de títulos (de 2017 a 2020), ofrecía como garantía el 50,1% restante del capital de Citgo, poniendo así en peligro el control de esta sociedad por parte de PDVSA en caso de default de pago. Esta operación de refinanciamiento parcial, la única bajo la presidencia de Maduro, no atrajo más que a fondos especulativos, tentados por la hipótesis de un default que les permitiría apropiarse de la refinadora estadounidense. Subsisten algunas preguntas: ¿por qué el Estado se sintió en la obligación de pagar, en tiempo y forma, hasta el último centavo de su deuda, mientras que desde 2014 sus ingresos se diluían? ¿Por qué, sin que ni siquiera fuera necesario entrar en default, no buscó proceder a una renegociación global con sus acreedores? El acceso a los mercados de capitales se volvía cada vez más limitado y costoso a medida que la situación se degradaba, pero todavía era posible una negociación asociando a China, socio financiero clave de Venezuela que siguió proveyéndole dinero fresco (desgraciadamente, en cantidad insuficiente) hasta la actualidad. Extrañamente, no fue sino después de que la administración estadounidense impusiera sanciones financieras contra el gobierno venezolano y PDVSA, en agosto de 2017, cuando Maduro anunció su voluntad de renegociar los términos de la deuda, esencialmente en manos de grandes fondos de pensión estadounidenses. Ahora bien, las sanciones de Washington precisamente tenían el objetivo de prohibir a las entidades estadounidenses participar en el financiamiento de Caracas. En otras palabras, Venezuela esperó que la opción hubiera desaparecido para considerarla. En diciembre de 2017, inauguraba un default selectivo al no pagar, o hacerlo con mucho retraso, algunos de los intereses de su deuda. De manera paradójica, esta situación no tendría finalmente más que una importancia secundaria si la producción petrolera no se hubiera desplomado, pasando de casi tres millones de barriles por día en 2014 a menos de un millón y medio en 2018. Como en el caso de la inflación, la caída de la producción petrolera colocó al país en el centro de una espiral infernal: la producción cae debido a la cruel falta de los capitales necesarios para las inversiones, pero ese desplome reduce los ingresos del país, limitando las perspectivas de la producción petrolera…

Raíces macroeconómicas de la crisis Con la espalda contra la pared, el gobierno de Maduro denuncia una “guerra económica” fomentada por el capital privado, nacional e internacional –del que nadie duda de que no siente ni ternura ni admiración por Caracas–. Señalar a un culpable puede dar un sentido político a las dificultades, pero ¿ayuda a resolverlas? Ocupado en denunciar las maniobras del “imperio” y de los “contrarrevolucionarios” durante su primer mandato, Maduro se negó a adoptar una estrategia propiamente macroeconómica para responder a los desafíos a los que se enfrentaba el país. A pesar de que la profundización de la crisis le había asegurado a la derecha, en diciembre de 2015, una mayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional, a comienzos de 2016 fue nombrado jefe del equipo económico del gobierno el joven profesor de sociología Luis Salas, cuyo postulado más célebre afirma que “la inflación no es una realidad”. Considerando así que la inflación era causada por el deliberado desabastecimiento retirando los productos del mercado y/o inflando los precios –en otras palabras, un proyecto de sabotaje económico–, el gobierno concentró todos sus esfuerzos sobre el control de los precios. Una ley relativa a los “precios justos” incluso limitó al 30% los márgenes autorizados para cada uno de los que intervienen en las cadenas de producción y distribución. Tal enfoque ignora que la inflación depende de mecanismos macrosociales que es extremadamente difícil, si no imposible, contener forzando a los individuos –al menos, mientras no sean corregidos los fundamentos macroeconómicos que producen el alza de los precios–. ¿De qué sirve regular el precio de un bien muy preciado, un medicamento importado, por ejemplo, si el incremento exponencial de la masa monetaria implica que necesariamente encontrará comprador en el mercado negro a un precio muy superior? Cuando el proceso inflacionario se activa, el miedo generado pone en movimiento una mecánica endiablada por la que cada uno, queriendo protegerse contra un alza anticipada de los precios, ajusta el suyo y, al hacerlo, contribuye in fine a un aumento generalizado. Una lógica devastadora: los precios ya no se fijan con relación al costo de producción, sino con relación a lo que se estima que habrá que pagar para producirlo nuevamente en el futuro, o a los márgenes necesarios para la preservación de su poder de compra en un contexto general de hiperinflación. Los grandes comerciantes e industriales venezolanos seguramente participan en la amplificación de la ola especulativa queriendo preservar sus márgenes en detrimento de los consumidores. Sin embargo, es erróneo atribuirles la capacidad de generar solos esta situación, que no sería materialmente posible sin una expansión irracional de la masa monetaria. El presidente Maduro se había mostrado escéptico en cuanto a la oportunidad de operar un cambio de rumbo económico. En un discurso público ante productores agrícolas, denunció a “esos economistas que quieren darnos lecciones pero nunca plantaron un tomate en su vida”, antes de especificar que la Revolución Bolivariana “no sigue los dogmas ni las recetas de esos macroeconomistas que pretenden saberlo todo” (12 de septiembre de 2017). Es saludable que responsables políticos expresen su independencia de criterio respecto de cierto economicismo que con mucha frecuencia exige un monopolio tecnocrático sobre la conducción de la política. Sin embargo, decidir las orientaciones macroeconómicas de un país menospreciando cualquier consideración técnica a veces representa el camino más directo hacia la catástrofe. ¿Combatir la obsesión del equilibrio fiscal? Es una causa justa, siempre que los déficits no sean de más del 20% del PIB durante cuatro años seguidos, y para colmo sin que no tengan ningún


base monetaria se volvía a incrementar a un ritmo del 28%… por semana. Peligrosa fuga hacia adelante

impacto positivo –al contrario, incluso– sobre la reactivación de la actividad, el poder de compra o la distribución entre capital y trabajo de los frutos que se esperan de esa política. ¿Aumentar los salarios para proteger a la clase obrera del impacto negativo de la inflación sobre el poder de compra? Una conducta elogiable, pero únicamente si se logró abatir la hidra inflacionaria que devora todo crecimiento nominal de los salarios. Ciertamente, la audacia de la que da prueba el gobierno bolivariano para liberarse del formalismo en la designación de los altos funcionarios provocaría la envidia de muchos militantes de izquierda en otras latitudes; pero desnuda cierta imprudencia cuando lleva a cambiar dos veces al presidente del Banco Central en menos de dos años, teniendo como única continuidad la inexperiencia de cada nuevo responsable. Hubo que esperar la reelección de Maduro, el 20 de mayo de 2018, para que se anunciara un plan de reformas económicas y tres meses más para que se develara su contenido, el 17 de agosto pasado. Operando un giro de ciento ochenta grados, el presidente reconoció que existían raíces macroeconómicas en el fenómeno de la inflación, antes de anunciar que en adelante el Estado se impondría una disciplina de hierro, fijando como meta alcanzar un déficit fiscal cero. Otro cambio radical: la moneda nacional fue devaluada y su cotización inicial en dólares fijada a la tasa del mercado negro, anteriormente calificado como “dólar criminal”. Por su parte, el valor del nuevo “bolívar soberano”, que reemplaza a la antigua moneda a la que se le quitaron cinco ceros, evolucionará en una paridad fija con una criptomoneda llamada “Petro”, cuya cotización sigue supuestamente la del barril (ver recuadro). Como prueba de su nueva orientación de apertura económica, el gobierno derogó la ley de “ilícitos cambiarios”. En la misma oportunidad, fue anunciada la libre convertibilidad del “bolívar soberano”, aunque en realidad sea inaplicable debido al nivel anémico de las reservas internacionales. De ahora en más los particulares y las empresas pueden intercambiar divisas de común acuerdo, pero deben respetar la tasa fijada por el Banco Central, lo que de hecho hizo reaparecer un mercado negro en el que el dólar se cambia a tasas superiores. El salario mínimo real, que se había licuado de 300 a cerca de 1 dólar mensual en cuatro años, fue elevado en un 3.000%, para alcanzar cerca de 30 dólares mensuales. Además, el gobierno anunció que de ahora en más estaría indexado a la cotización del Petro, con la esperanza de preservar su poder de compra. Pero, sin que las modalidades prácticas de esta indexación hubieran sido explicitadas, ya había perdido el 50% de su valor sólo dos meses después de haber sido aumentado. El gobierno, anticipando un fuerte impacto sobre los precios, se comprometió a tomar a su cargo el costo del aumento de los salarios en el sector privado durante tres meses. Extraña disposición: no hizo más que aplazar el impacto de su costo sobre los precios al consumidor y, por ende, sobre la inflación. A fin de ayudar a los asalariados a subsistir entre la fecha de los anuncios y el primer día de pago, se concedió un bono equivalente a 10 dólares a todos los portadores del “carnet de la patria”, un documento de identidad vinculado a una base de datos controlada por la presidencia, requerido para ser beneficiario de los programas sociales emblemáticos del gobierno, tales como las cajas alimentarias a bajo precio. En cuanto a los ingresos, el gobierno aumentó el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en cuatro puntos y tomó diversas disposiciones técnicas para recaudar mejor el impuesto a las empresas. Pero, sin una vuelta al crecimiento, será difícil que esas medidas alcancen. No hace falta decir, además, que ese programa fuertemente expansivo está en completa contradicción con el objetivo declarado de “déficit cero”. De hecho, a mediados de septiembre de 2018, menos de un mes después de los anuncios de Maduro, la

Más allá del debate sobre la coherencia y la eficacia de las medidas anunciadas, la cuestión sigue siendo la de saber si un programa económico, sea cual fuere, es capaz por sí solo de volver a poner de pie a Venezuela. En efecto, ¿cómo un país que perdió más de la mitad de su producción petrolera y más de un tercio de su PIB en cinco años puede cambiar la tendencia, cuando las sanciones estadounidenses le prohíben el acceso al financiamiento internacional? ¿Tiene sentido intentar tranquilizar a los inversores proclamando su adhesión al dogma del equilibrio fiscal cuando la suspensión del Parlamento deja planear dudas sobre la legalidad misma del presupuesto o de las concesiones y contratos concertados por el Ejecutivo? Entre su elección, en abril de 2013 y el derrumbe de los precios del barril, en 2014-2015, Maduro fue amo de su destino: la principal dificultad a la que se enfrentaba era la inadecuación de su política económica. Tras su derrota en las elecciones legislativas de diciembre de 2015 y la suspensión de un Parlamento decidido a derrocarlo, la crisis institucional abrió el camino a una radicalización de las acciones de la oposición, primero en el frente interno con la violencia insurreccional, luego a nivel internacional con la estrategia del aislamiento diplomático y el estrangulamiento financiero. En agosto de 2017, tras seis meses de violencia y la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente partidaria de Maduro, las sanciones de Washington –acompañadas por maniobras para favorecer un golpe de Estado en Caracas (9)– complicaron más aun el quebradero de cabeza. Porque el descenso a los infiernos venezolano se produjo cuando el continente americano vivía una profunda mutación política. Entre 2015 y 2017, los principales bastiones del progresismo sudamericano, comenzando por Argentina y Brasil, cayeron en manos de coaliciones de derecha. Esos gobiernos conservadores, animados por un espíritu revanchista, no solamente manipularon la justicia para enviar tras las rejas a sus adversarios de izquierda, sino que también coordinaron sus acciones a nivel regional para terminar con un símbolo: la “Revolución Bolivariana” iniciada por Chávez. Durante un tiempo relegada a un segundo plano bajo el peso de la “marea roja” que sacudió al continente a principios del siglo XXI, la Organización de los Estados Americanos (OEA), brazo ejecutivo del proyecto “panamericano” de Washington, volvió a su rol tradicional bajo el impulso de un hombre inesperado. Luis Almagro, que venía de abandonar sus funciones como canciller de un gobierno progresista en Uruguay (10), se convirtió en su secretario general en mayo de 2015, gracias al apoyo de una izquierda latinoamericana aun mayoritaria en esa época. Con bastante rapidez, se sintió investido de un rol de defensor de la democracia continental, pero sólo pareció descubrir amenazas entre sus antiguos amigos políticos. Despojándose de la prudencia diplomática que es indispensable para hacer posible una mediación, tomó partido por la oposición venezolana, llegando al punto de alentar la violencia insurreccional en el transcurso de 2017. Sobre el delicado tema cubano, en torno del cual en 2009 había emergido un bloque regional frente a Estados Unidos para terminar con el ostracismo que sufría la isla desde la Guerra Fría, Almagro también se apresuró en abrazar la línea de las derechas estadounidense y europea. A falta de una mayoría de dos tercios, necesaria para iniciar un proceso de suspensión de Venezuela de la organización hemisférica, el diplomático uruguayo apadrinó la creación de una coalición de gobiernos conservadores que, bajo el nombre de “Grupo de Lima”, intentó proyectar la imagen de un consenso regional alrededor de las posiciones más duras respecto de Maduro. Algunos miembros del grupo pidieron incluso la comparecencia del presidente venezolano ante la Corte Penal Internacional (CPI). La entrada en funciones de Donald Trump esclareció el espectacular giro de Almagro: su acuerdo con el ocupante de la Casa Blanca resulta tan profundo que fue el único responsable latinoamericano que apoyó la idea de una intervención militar, aludida por el presidente republicano. Lejos de acercar a los actores venezolanos a un acuerdo político, esta fuga hacia adelante regional los ha alejado. Una cantidad importante de dirigentes de la oposición viven ahora en un exilio voluntario o padecido; así, ya no disponen más que de estrategias internacionales, cuyos resortes por el momento parecen limitarse a las sanciones adicionales o a una intervención militar. Las primeras son la mejor garantía de un statu quo político sumado a un desabastecimiento agravado; la segunda precipitaría la catástrofe. Si bien es necesario que la conducción económica de Venezuela


Controlar y neutralizar la usurpación Aldemaro Barrios

recupere el camino de la racionalidad, la crisis perdurará en ausencia de un arreglo de los contenciosos políticos. Ningún plan propuesto por el equipo que está en el poder –por pertinente que sea– permitirá el levantamiento de las sanciones o el restablecimiento de las garantías jurídicas. El diálogo con miras a un acuerdo de coexistencia política entre el gobierno y la oposición ofrece la forma más simple (y la más pragmática) de impedir que el país se hunda en el abismo. En lugar de incitar las divisiones, la comunidad internacional debería orientar todos sus esfuerzos en esta dirección. Una moneda de valor incierto Creado en 2017, el “Petro” es un “criptoactivo” emitido por el Estado venezolano. Su valor estaría garantizado por el equivalente de cinco mil millones de barriles de petróleo que yacen bajo el suelo de un gran bloque ubicado en la Faja del Orinoco, la mayor reserva de petróleo del planeta. Al adquirirlo, el propietario de un Petro adquiriría al mismo tiempo los derechos sobre un barril de petróleo de dicho bloque. El proyecto suscita dos problemas. Una vez despojado de los neologismos vinculados con el mundo de la criptomoneda –de moda hace algunos años–, el Petro se parece extrañamente a una simple emisión de deuda soberana. Ahora bien, para ser legal, toda nueva emisión requiere de la aprobación de la Asamblea Nacional, con la que el gobierno venezolano se encuentra en conflicto abierto desde que ésta está controlada por la oposición. Además, la producción petrolera mantiene una curva descendente sin dar signos de recuperación; esto complica la estimación del valor de un petróleo todavía bajo tierra, cuya extracción futura requeriría de importantes inversiones que Caracas no puede permitirse por el momento. De hecho, el bloque “Ayacucho 1”, entregado en garantía del Petro, sigue sin producir nada. * Temir Porras Ponceleón Graduado de la Escuela Nacional de Administración (ENA) de Francia (promoción Senghor). Ex asesor del presidente Hugo Chávez en cuestiones de política exterior (2002-2004), ex jefe de gabinete del presidente Nicolás Maduro (2007-2013) y ex vicecanciller (entre otras responsabilidades en los gobiernos venezolanos entre 2002 y 2013). Profesor invitado en el Instituto de Ciencias Políticas de París.

Notas 1. Pasando de 98.000 millones a 482.000 millones de dólares. 2. Véase William I. Robinson, “Les voies du socialisme latino-américain”, Le Monde diplomatique, París, noviembre de 2011. 3. Esta cifra se hizo pública de manera indirecta a través del formulario “18K” que el gobierno venezolano presentó en diciembre de 2017 ante la autoridad de los mercados financieros de Estados Unidos (SEC), en tanto emisor de deuda en el mercado estadounidense. 4. Anabella Abadi, “4 años de recesión económica en cifras”, Prodavinci, 28-1217, prodavinci.com 5. En el caso de Venezuela, la inflación estructural se explica por la propensión del país a reciclar su crecimiento económico en importaciones antes que en el desarrollo de su aparato productivo (es decir, de su capacidad para producir lo que consume). 6. Ese mecanismo, así como el contexto general que llevó a la crisis, está explicitado en Renaud Lambert, “Contrarrevolución en la contrarrevolución”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos Aires, diciembre de 2016. 7. Véase Anne Vigna, “Hacer las compras en Caracas”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, noviembre de 2013. 8. “El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros” (sitio web del FMI). 9. Nicholas Casey y Ernesto Londoño, “US met Venezuela plotters”, The New York Times, 10-9-18. 10. El del presidente José “Pepe” Mujica (2009-2014) y la coalición del Frente Amplio.

+Publicado en Le Monde diplomatique, edición Cono Sur

Lo que estamos a punto de presenciar con las movidas o anuncios de la oposición a la cabeza de la Asamblea Nacional no es nada nuevo y se corresponde con su trágica y lamentable falta de visión política donde no hay pensamiento ni ideas sino la expectativa obtusa de acumular fuerzas desde sus pocos focos de participación para una acción expansiva violenta, riesgosa hasta para su propia existencia. Lo fastidioso para quienes queremos trabajar, estudiar y vivir en paz es la “ladillosa” angustia de volver a transitar por lo que pasamos en 2002, 2003 y más recientemente desde el 2014, con el breve lapso de un año de paz y tranquilidad en 2018 , pero la vida es así de azarosa, cuando se tiene la obligación de darle espacios de participación política a ínfimas minorías que reúnen a cuatro “pelagatos” y dicen que son multitudes y le amargan la vida a millones de niños, niñas, hombres y mujeres jóvenes y adultos que desean trabajar, producir, consumir los necesario para vivir con sus familias. La cuestión es que en Venezuela pasamos por una coyuntura económica crítica provocada por múltiples factores internos y externos que lleva 6 años tratando que doblegar la voluntad del pueblo venezolano ,que se la ha combatido, especialmente con políticas efectivas creando nuevos formas de abastecimiento alimentario como contrafuerza a los monopolios de distribución que acaparan, esconden y elevan a precios inalcanzables los productos de la dieta alimenticia del pueblo venezolano. Las contrafuerzas antipopulares que están identificadas, han contaminado ese proceso nuevo de distribución desde adentro mediante la corrupción a todos los niveles, en una clara estrategia de implotar este mecanismo de subsistencia y resistencia de las masas populares, a las que hay que fortalecer para instituir sistemas de control social efectivos que superen a las organizaciones políticas igualmente contaminadas por las toxinas de la corrupción. Son verdaderas jugadas de laboratorio de una guerra en las que el pueblo venezolano tiene la fuerza y la razón para superar la crisis. En cuanto a lo que esta planteando el Departamento de Estado de EEUU de certificar a la directiva de a Asamblea Nacional para que asuma las riendas de este país supuestamente “forajido”, las declaraciones y acciones del presidente de la AN y de su directiva ya traspasaron los límites de la legalidad y se colocaron al margen de las leyes y de la Constitución, entonces no queda otra que hacer concreción de las penalizaciones que establecen nuestro códigos legales como República en función de hacer valer el estado de derecho y de justicia. Siempre es bueno revisar la historia para encontrar referentes que nos permitan anotar las lineas de acción futura, aunque en los últimos tiempos la República Bolivariana de Venezuela ha marcado hitos al mantener firmes los principios morales y éticos que la rigen y para sostener la independencia, la dignidad y la soberanía patria. De las “loqueras” de la oposición ya tenemos libros escritos y sabemos su metodología de acción así que nada nos sorprenderá en lo inmediato, por lo que sugerimos a nuestra vanguardia revolucionaria recomendar lo que establece la Constitución, las leyes y sus reglamentos para que las instituciones de control, en uso de las facultades, hagan lo que le corresponde para neutralizar la usurpación.


Iván Márquez:

fue un error que las FARC dejaran las armas “La paz fue traicionada por el Estado colombiano”: Con esta frase y después de varios meses de haber salido del Espacio Territorial de Miravalle en el departamento del Caquetá, Iván Márquez reapareció en un video de 12 minutos en donde hizo un inventario, que constituye el incumplimiento del Gobierno en la etapa de implementación del acuerdo de paz. Luciano Marín Arango, más conocido por su seudónimo Iván Márquez, es un político y excomandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El desde julio de 2018 senador, asegura que no se le puede mentir a la base guerrillera diciéndole que todo está bien cuando no es así y que hay muchos temas que han sido cambiados en la marcha, y otros que no han sido implementados para cumplir con lo que quedó pactado entre las partes, después de firmar el texto definitivo en el Teatro Colón en Bogotá. Punto a punto el exjefe guerrillero contó los incumplimientos del acuerdo y expresó que la captura de Jesús Santrich, la detención alias Sonia y el caso se Simón Trinidad lograron una inseguridad jurídica que difícilmente se superará. Indicó que no se puede negar el fracaso de los dos años de implementación pero que darán “la pelea para recomponer las cosas en una modesta autocrítica”. “Nosotros firmamos el acuerdo de paz como una gran victoria en la más hermosa de las luchas que es la lucha por la paz. En dos años de vigencia los resultados en materia de cumplimento son desalentadores”. Los cambios a la JEP Márquez mencionó que uno de los temas graves fue la modificación que sufrió la Jurisdicción Especial para la Paz ya que no solamente las Fuerzas Militares y las FARC tuvieron participación directa en el conflicto. “Cambiaron el texto original del acuerdo firmado violentando el principio de toda negociación que se basa en que después de firmados su términos no pueden ser modificados. Destruyeron la Jurisdicción Especial para la Paz que se hizo para todas las partes involucradas en el conflicto. Las instituciones resolvieron que solo era aplicable a la guerrilla y combatientes sacando a los determinadores de la violencia desde la cúpula política y eso ha hecho mucho daño”. Este tipResultado de imagen para Jurisdicción Especial para la Paz yao de cambios a la JEP podrían poner en riesgo la verdad que “es lo único que puede sanar las heridas del alma que deja la guerra”: Entregar las armas puede haber sido un error El exjefe negociador aclaró que el momento en el que entregaron las armas pudo haber sido un error ya que hay incumplimientos evidentes que no se estarían presentando si hubieran seguido con ellas aunque teniéndolas en desuso. “La paz fue traicionada por el Estado colombiano e incurrimos en varios errores como el de pactar la dejación de armas antes de asegurar el acuerdo de reincorporación política, económica y social cuando el comandante Manuel Marulanda había advertido

que las armas debían preservarse como garantía del cumplimiento de los acuerdos”. En este punto resaltó que si las armas estuvieran en poder de la Farc no se estaría hablando de retrasos en temas de tierras, política y seguridad para quienes defienden la paz del país. “Nosotros no queremos llorar sobre la leche derramada, pero no se puede decir que todo está bien cuando no es así”. Inseguridad Jurídica Desde que dejó el Espacio Territorial de Miravalle en el departamento del Caquetá, Márquez argumentó que sentía temor a un supuesto montaje en su contra y por esa razón decidió apartarse de esa zona. Insistió una vez más en que Jesús Santrich es inocente y que ese tipo de inconvenientes han generado que la base guerrillera sienta temor. “El gran problema es la inseguridad jurídica y eso ha generado una desconfianza en las bases guerrilleras. El embajador de Estados Unidos en Colombia y el Fiscal General de Colombia generan ese pánico, eso sin contar los guerrilleros que siguen en la cárcel a pesar del acuerdo”. Agregó que hay actualmente más de 400 guerrilleros que, a pesar de tener la voluntad de acudir a la JEP, no han podido salir de la cárcel y que el Gobierno no quiere ayudarles en ese tema. Frente al caso de ‘Sonia’ explicó que esta exguerrillera ya pagó una condena de 11 años en Estados Unidos y que no tiene sentido alguno que esté en la cárcel en Colombia a la espera de su situación jurídica ya que se le acusa del mismo delito porque el que ya fue condenada. Asesinatos de líderes sociales En este punto Márquez explicó que en los dos años que lleva la implementación del acuerdo de paz se incrementó el asesinato de líderes sociales y que aquí se está incumpliendo con lo pactado en el ítem de garantías de seguridad. “Han sido asesinamos más de 400 líderes sociales del país y más de 85 guerrilleros lo que demuestra que hay perspectiva de muerte aterradora. Las armas se siguen usando para asesinar y eso que el acuerdo buscaba alejarlas de la política”. Lo que no se ha hecho en la implementación En materia legislativa quedaron pendientes temas para reglamentar lo pactado y por eso Márquez también hizo aquí un recuento sobre lo que está como una tarea pendiente. Resaltó que la creación de las curules de paz ha sido imposible tramitarla en el Congreso y hay temas, como el de tierras, que no han llegado al legislativo para su estudio. “El Congreso no ha avanzado en temas de participación política, titulación de tierras y reparación de víctimas del conflicto. La Fiscalía no ha querido poner en marcha la Unidad de lucha contra el paramilitarismo y hay más de 15 mil compulsas que reposan sin avance alguno en este tema”.Por ahora el Gobierno no ha respondido a este inventario que hizo Márquez.


La entrega del miliciano Battisti a Italia sorprendió y desató protestas en Bolivia Sullkata M. Quilla| Cesare Battisti, miliciano de izquierda capturado casi tres décadas después de ser haber sido condenado por cuatro muertes, fue entregado este domingo por Bolivia a las autoridades italianas, en un operativo express que causó no solamente sorpresa sino también desató protestas contra la actitud tomada por el gobierno de Evo Morales. Battisti, de 64 años, fue detenido el sábado en la región de Santa Cruz, unos 590 kilómetros al este de La Paz, y fue enviado a Italia bajo custodia de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) en un avión Falcon enviado por el gobierno italiano, informó el coronel Paul Saavedra, director de Interpol en Bolivia. Battisti fue miembro del grupo autonomista de los Proletarios Armados para el Comunismo, fundado en 1976 y desarticulado tres años después durante la época de agitación social (los llamados años del plomo). El grupo, acusado de terrorismo político, fue acusado de ser responsable de crímenes en Italia a finales de la década de los 70. La entrega de Battisti a las autoridades italianas no cayó bien en Bolivia. El defensor del Pueblo, David Tezanos, y el exministro Hugo Moldiz son algunos de los que cuestionaron la decisión del Gobierno. “La Comisión Nacional de Refugiados (Conare) viola derechos de Cessare Battisti al entregarlo a Brasil o Italia, y el costo político para el gobierno boliviano será alto”, escribió Moldiz. “Conforme a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Ley de Protección a Personas Refugiadas. (Por tanto se) vulnera los principios de ‘no devolución’ y ‘no expulsión’” afirmó por su parte Tezanos. El ministro de Gobierno, Carlos Romero indicó que se dio una “salida obligatoria” puesto que su situación migratoria era irregular. “En aplicación de la Ley 370 de Migración, se emitió la resolución con la que se dispone su salida obligatoria de Bolivia por su condición ilegal“, señaló.. El periodista Pablo Stefanoni dijo que el ciudadano italiano tiene derecho a un proceso de extradición que “es un derecho básico en todos los casos. No hace falta simpatizar con Battisti y no simpatizo, pero se trata de alguien ya asilado en Francia y Brasil, una entrega en 24 horas impide cualquier evaluación del caso” Añadió que el presidente Evo negoció el tema Battisti en su viaje a la asunción de Jair Bolsonaro., “La entrega en 24 horas, parece un método de Plan Cóndor, no de una decisión de un gobierno popular. Más aún si es cierto que había pedido refugio”, publicó Stefanoni. La politóloga y presentadora de televisión, Susana Bejarano también cuestionó la medida: “La red de extrema derecha mundial hoy recibe un regalo. ¿Dónde quedó nuestra soberanía? ¿Y la solidaridad? ¿Y la ideología?”, preguntó.

Un largo camino a la extradición Condenado en ausencia a cadena perpetua en Italia, Battisti, de 64 años, pasó antes por México, Francia y Brasil, cuya justicia rechazó en un primer momento la extradición a su país y luego la autorizó. El ex presidente brasileño Michel Temer firmó en diciembre un decreto ordenando su extradición, ante lo cual el italiano habría hecho un último intento por evitar cumplir su captura. Tras pasar varias veces por la prisión acusado de delitos comunes, a finales de los años 70 se unió a la lucha armada de los Proletarios Armados Por el Comunismo. Tras ser detenido en Milán fue encarcelado en 1979 y escapó en 1981. En 1993 fue condenado en ausencia a cadena perpetua por dos asesinatos y por complicidad en otros dos, cometidos en 1978 y 1979; él dice ser inocente. Tras pasar por México encontró refugio en Francia entre 1990 y 2004 gracias a la protección del ex presidente socialista François Mitterrand, quien se comprometió a no extraditar a ningún militante de extrema izquierda que hubiera renunciado a la lucha armada. Igual que un centenar de militantes italianos de aquella época, Battisti rehizo su vida en París. Sin embargo, en 2004, el gobierno derechista de Jacques Chirac decidió poner fin a la jurisprudencia Mitterrand y extraditarlo. Battisti huyó entonces a Brasil con una identidad falsa, según él, ayudado por los servicios secretos franceses. Después de tres años de clandestinidad, en 2007 fue detenido en Río de Janeiro y pasó cuatro años en prisión, donde mantuvo una huelga de hambre porque decía preferir morir en Brasil antes que volver a Italia. En 2009 el Tribunal Supremo de Brasil autoriza su extradición, pero deja la decisión final en manos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que en el último día de su segundo mandato decidió no expulsarlo. Como represalia, Italia llama a consultas a su embajador en Brasilia. En junio 2011 Battisti fue liberado y logró un permiso de residencia. Después de la elección en octubre pasado del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien prometió su extradición, Battisti volvió a la clandestinidad hasta el sábado, cuando fue detenido en Bolivia. Battisti intentó conseguir asilo en Bolivia el 21 de diciembre, informó el Defensor del Pueblo, David Tezanos, solicitud que no fue respondida, por lo que consideró que se violaron los derechos del ciudadano italiano como solicitante de asilo. Romero aclaró que Battisti no fue extraditado, sino obligado a salir del país por ingresar de forma ilegal, su salida tuvo que ser obligatoria en un puesto migratorio cercano, en este caso el aeropuerto. En Roma, la policía italiana publicó un video en el que se veía a Battisti horas antes de su captura, al parecer sin percatarse de que era vigilado mientras caminaba por la calle con pantalones vaqueros, camiseta azul y lentes oscuros, una imagen posterior mostraba la foto de la ficha del extremista con el sello de la policía boliviana.


Al papa Francisco la realidad le corrió el arco

Juan GuahánEl mundo está cambiando y rápidamente y el papa Francisco lo comprueba diariamente. Meses después de haberse “solucionado” los problemas de la Iglesia Católica china con El Vaticano, católicos de ese país se quejan por un incremento represivo sobre sus actividades, mientras 20 expresidentes latinoamericanos critican al Papa por sus políticas respecto de Venezuela y Nicaragua. Cuando Jorge Bergoglio fue ungido como Papa, el mundo parecía marchar, sin grandes oposiciones, hacia un globalismo incontenible. Daba la impresión que estábamos recorriendo una pacífica transición de la hegemonía norteamericana a la china, encaminándonos –en el largo plazo- a un gobierno mundial único bajo el control de los poderes económicos. China hacía grandes esfuerzos por adaptarse a los criterios del nuevo orden mundial. Los asiáticos sabían que la continuidad de esa tendencia los colocaría en la primacía mundial por el propio peso de sus potencialidades en pleno desarrollo. Es posible que algo parecido pensaran franjas importantes de la dirigencia norteamericana y también sectores influyentes de la Iglesia. No resulta descabellado pensar que el jesuita Bergoglio, ya como papa Francisco, imaginaba que no era poco lo que la Iglesia podría aportar en esas circunstancias. Podría servir como puente para que esa transición no fuera traumática, ni pusiera en peligro la paz mundial. Esa idea puede explicar la razón por la cual la mayoría de los obispos norteamericanos, encabezados por el Presidente de su Conferencia Episcopal, hicieron campaña y votaron a favor de su investidura como Papa. Francisco trabajó duramente, hizo las paces con el gobierno chino y resolvió la cuestión de las dos Iglesias Católicas en China. Los ocho obispos rebeldes que habían constituido una Iglesia Católica nacional, que aceptaban las normas estatales, fueron reinsertados en la vida Vaticana. La otra Iglesia, la de los obispos que

siempre habían sido fieles a Roma, tragaron ese sapo, se aguantaron el chubasco y todo parecía marchar hacia un gran encuentro que le abriera al Vaticano las puertas de China, con su gigantesca posibilidad de crecimiento. Seguramente, un viaje de Francisco coronaría su papado y ese acuerdo. Sin embargo la realidad demostró que es indomable. Con Donald Trump a la cabeza las corrientes antiglobalistas, de la mano de una especie de nacionalismo reaccionario defensor de políticas proteccionistas y xenófobas, sopapearon a quienes veían a la globalización como una perspectiva que estaba a la vuelta de la esquina. Varios gobiernos de Europa son parte de esta tendencia que ya amenaza al futuro de la Unión Europea. Imagen relacionadaUn país -de tradición comunista- como China, quedó a la cabeza de quienes defienden la “libertad de comercio…” y de mercados. Por si algo le faltaba a ese giro de las tendencias mundiales ahí está Jair Messias Bolsonaro, que acaba de asumir el gobierno de un país/continente -como Brasil-, que tiene la mitad del territorio y población de toda América del Sur.

Las causas de esta variación en el escenario mundial seguramente son varias y vinculadas entre sí. Da la impresión que una razón valedera es el temor del sistema capitalista de quedar entrampado en el poderío y las redes tendidas por China y su “comunismo de mercado”. La actual “guerra comercial” entre China y EE.UU. es una rotunda manifestación de esta situación. Las relaciones internacionales se han tensado hasta el punto que los tambores de guerra retumban en distintos lugares. En este marco aquella perspectiva de la Iglesia católica, actuando como amortiguadora de los conflictos, parece estar en dificultades. Esa puede ser la clave para entender lo que está pasando con los católicos chinos y también con las recientes críticas al Papa por parte de 20 ex presidentes latinoamericanos. No está demás penetrar en algunos vericuetos de estas dos situaciones que preocupan al Vaticano. Relaciones China y Vaticano: acuerdos y persecusión El 22 de setiembre del año pasado el Vaticano y las autoridades chinas firmaron un histórico acuerdo. Con el mismo era imaginable que se pondría fin a 67 años de persecución y clandestinidad de la Iglesia y de las prácticas del culto, que –con el paso del tiempo- progresivamente se venían tolerando. En China había dos versiones de la Iglesia Católica, una que respondía a Roma y era clandestina, la otra funcionaba dentro de las reglas estatales. Los 8 obispos que se incorporaron a la legalidad estatal, constituyendo la Iglesia Católica China, volvieron al redil y las autoridades políticas de ese país tendrán un rol privilegiado en la proposición de nuevos obispos. El problema parecía zanjado, aunque quedaron muchos “heridos”. Uno de ellos era el cardenal Joseph Zen, obispo emérito (sin diócesis a cargo) de Hong Kong, quien le puso palabras a esa bron-


ca diciendo: “Están entregando el rebaño en la boca de los lobos”. Según diversas denuncias de medios católicos, exacerbados por la prensa norteamericana, la persecución no solo continúa sino que se habría incrementado. Refieren confiscación de biblias, cierre y destrucción de iglesias, arrestos de cristianos militantes, obligatoriedad de firmar –en áreas rurales- documentos contrarios a la Iglesia, micrófonos en los templos para escuchar lo que allí se dice. El tema de las religiones tiene en China lecturas que pueden ser contradictorias. Por un lado, la Constitución garantiza la libertad de religión, pero por otro lado establece que “los organismos y asuntos religiosos no es están sujetos a ninguna dominación extranjera”. En este punto aparece la contradicción con el Estado Vaticano y la designación de obispos que, según el acuerdo firmado, los hará el Vaticano pero de una lista propuesta por las autoridades chinas. Cuestionado por políticas hacia Venezuela y Nicaragua El ahondamiento de la crisis mundial pone en riesgo las esperanzas vaticanas respecto al acuerdo con China. Pero los efectos del agravamiento de la situación internacional llegan hasta las tierras de nuestra América. Los intentos vaticanos de crear espacios de diálogo en los enfrentamientos internos de varios países de la región se van haciendo cada vez más difíciles.

La política estadounidense en esta zona no apunta a solucionar, sino a profundizar esos conflictos. En ese marco el Papa, en su mensaje navideño, habló de Venezuela y Nicaragua deseándoles que resuelvan sus dificultades a través del diálogo y en paz. Maduro pidió ayuda al papa para contener a Trump, Macri y Temer Esas palabras, para quienes promueven los gritos de guerra, resultaban inconvenientes, más allá que la historia de muchos de los firmantes de esa carta deja dudas sobre sus antecedentes para que cuestionen lo que pueda pasar en Venezuela o Nicaragua. A instancias de sus patrocinadores imperiales, que tienen una alta responsabilidad en lo que pasa en los países mencionados, 20 ex jefes de estado o gobierno de la región le escribieron una carta pública al Papa criticando su posición. Entre los firmantes está el ex presidente argentino Fernando De la Rúa, junto a: Oscar Arias, Costa Rica; Nicolás Ardito Barletta, Panamá; Enrique Bolaños, Nicaragua; Alfredo Cristiani, El Salvador; Felipe Calderón, México; Rafael Ángel Calderón, Costa Rica; Laura Chinchilla, Costa Rica; Vicente Fox, México; Eduardo Frei, Chile; César Gaviria T., Colombia; Osvaldo Hurtado, Ecuador; Luis Alberto Lacalle, Uruguay; Jamil Mahuad, Ecuador; Mireya Moscoso, Panamá; Andrés Pastrana A., Colombia; Jorge “Tuto” Quiroga, Bolivia; Miguel Ángel Rodríguez, Costa Rica; Álvaro Uribe V., Colombia y Juan Carlos Wasmosy, Paraguay. La polémica asunción de Nicolás Maduro para un nuevo período gubernamental dejó mucha tela para cortar. Por empezar

llamó la atención la presencia de un diplomático vaticano en esa ceremonia. Ahora el Presidente del Parlamento, Juan Guaidó, se autoproclamó Presidente de la Nación y ya fue reconocido por la Organización de Estados Americano (OEA). Resultado de imagen para papa con daniel ortegaAnte esta ofensiva estadounidense, esperan momentos muy duros para Venezuela y varios pueblos de Nuestra América. Aquella política de diálogo, que en otros momentos tenía el apoyo de la mayor parte de la dirigencia, ahora es repudiada por esa misma dirigencia. ¿Qué cambió? Se modificó la realidad, las nuevas políticas de los grandes poderes en pugna, apuntan a que las confrontaciones aumenten. Ello aparece como una necesidad de estos tiempos. En cuanto a sus efectos sobre la política del Vaticano, es simple, al Papa y sus políticas les “corrieron el arco”.


América Latina:

Los nuevos dueños de la democracia OXFM-CLCSO La democracia en América Latina está enferma. Los indicadores de cultura política hablan del descontento de la ciudadanía hacia las instituciones públicas. El nivel de satisfacción con la democracia pasó de un 38% en 1995 al 39% en 2013. La confianza en las instituciones políticas (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial) en 18 países de América Latina promedia el 30%. En algunos países es todavía más abajo, como Perú, 20%. Uruguay es la excepción, con una legitimidad del 55%. *** Según los expertos, los mecanismos institucionales más efectivos para mitigar las prácticas irregulares pasan por el control tributario y de transparencia del patrimonio de los políticos. Sin embargo, el 25% de ellos reconoce que ninguna de las medidas aplicadas hasta ahora fue efectiva. Más allá de los datos globales, hay especificidades por región: en Argentina y Uruguay los niveles de satisfacción son altos, y esa confianza se extiende a las instituciones políticas (Gobierno Nacional, Parlamento, Partidos Políticos) y sociales (como sindicatos y movimientos sociales). Los académicos coinciden: en estos países las élites políticas son más permeables a las demandas de la ciudadanía que a las de las élites económicas. Quizá porque es donde menos presencia empresarial se observa en los parlamentos. En la vereda de enfrente se ubican Brasil, Colombia, Perú y Chile con los niveles más altos de influencia empresarial sobre gobiernos y parlamentos. En México y El Salvador, por su parte, esa incidencia es alta e impacta sobre todo en las campañas electorales. Al clima de creciente desafección política en la opinión pública se agregan debates sobre la calidad de la democracia. Pese a que América Latina cuenta con regímenes e instituciones de la democracia representativa y ciclos electorales regulares, los análisis llaman la atención sobre las limitaciones y déficits en la calidad de las instituciones políticas. Se señalan problemas de accountability para controlar los abusos de poder, hacer efectivos los derechos ciudadanos, las debilidades de los mecanismos de participación y la inscripción de intereses privados en la esfera pública. La corrupción aparece como el problema principal. Pero los problemas contemporáneos no se acaban en los déficit de legitimidad, desempeño e inestabilidad institucional. Un problema crucial que enfrenta la democracia en América Latina es la perversa y persistente convergencia entre democracia y desigualdad. La concentración extrema de la riqueza va de la mano con la concentración del poder, y ésta deriva en sistemas democráticos capturados por quienes tienen ese poder. Así, se reproducen políticas excluyentes que van a contrapelo de la reducción de la pobreza. Esa desigualdad económica lleva a la ciu-

dadanía a cuestionar el sistema democrático. La percepción dice que los intereses de la mayoría son ignorados, y que se gobierna para grupos poderosos. *** La desigualdad de ingreso de los hogares no es la principal medida para captar esas desigualdades económicas en la distribución de la riqueza y sus tendencias a la concentración en los denominados ricos y ultra-ricos. Esos datos deben complementarse con las mediciones en base a registros tributarios. Estas medidas aún son limitadas. Según una comparación internacional de 22 países se sabe que en Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay la concentración de la riqueza en el 1% más rico de la población entre 1990 y 2015 es mayor que en el resto de las naciones subdesarrolladas del mundo. Pese a algunos avances, la persistencia de disparidades estructurales y de la posición activa de los grupos de poder para mantener privilegios trae aparejado bloqueos y frenos recurrentes a las reformas tributarias progresivas o incrementos en políticas sociales. El interés de este trabajo es abordar la presencia de empresarios y grupos empresariales en la política latinoamericana en tanto élites económicas de poder emergente en los últimos tiempos. Esta influencia aparece como un fenómeno recurrente en la política de Latinoamérica con consecuencias políticas, ideológicas y económicas relevantes sobre el devenir de la democracia y la reproducción de la desigualdad en la región. Algunas preguntas guía de la investigación fueron: ¿De qué empresarios hablamos? ¿Son grupos nacionales o representantes de multinacionales? ¿Cómo se relacionan las élites y las Cámaras Empresariales con el campo político? ¿Cuáles son los empresarios que ingresan a la política? ¿Qué prácticas son más frecuentes? La presencia pública de empresarios, empresas y gremiales empresariales en la vida política es un signo de los tiempos contemporáneos en los países de América Latina. (…) Una interpretación sencilla diría que las reformas económicas neoliberales colocaron en el centro el empoderamiento al sector privado y a los empresa-


rios como agentes del desarrollo económico y del orden social. De todas formas, para comprender esta influencia hay que entender otros procesos. En primer lugar, hubo cambios subterráneos relevantes en la relación empresarios- Estado a partir de la década del 70’ a través de “colonización” y “captura” de reductos de la burocracia estatal por parte de sectores empresariales o de grupos técnicos representantes de intereses privados nacionales e internacionales. Lo hicieron a través de la influencia ejercida por economistas neoliberales: los Chicago Boys articulando con la dictadura chilena y sus homólogos de los Ministerios de Economía en los países del Cono Sur. Después, durante las reformas neoliberales de los 90’ reaparecieron en puestos claves de toma de decisiones, como Ministerios de Economía y Bancos Centrales. Parte de esa “colonización” se produjo a partir del fomento de mecanismos institucionales de asociación “colusoria” entre intereses privados y públicos en áreas privilegiadas de intervención estatal para la acumulación y captura de rentas, como las privatizaciones. También se sumó la aparición de grupos técnicos intermediarios entre grupos empresariales, burocracias estatales y partidos políticos como consultoras, think tanks, profesionales con saber especializado y vínculos con instituciones referentes del capitalismo internacional y de las redes de gobernanza mundial.

Estos asesores especializados promovieron nuevos enfoques manageriales de la gestión pública, imbuidos del “nuevo espíritu del capitalismo”, de los valores asociados a la industria del management (como ser el liderazgo, la innovación, emprendedurismo), las virtudes de la eficiencia del libre mercado y de la empresa como agentes de modernización. Chile es un caso emblemático del empoderamiento de los tecnócratas y los technopols en la formación de los programas de gobierno para las políticas públicas. En segundo lugar, desde la década del 70’ se registran cambios dentro del campo empresarial en los sectores económicos y la composición de sus organizaciones. Esto se produjo en tres grandes grupos: 1) La reproducción parcial de las élites tradicionales locales asociadas a la propiedad de la tierra y el control de las gremiales empresariales nacionales. 2) La conformación y expansión de grupos económicos nacionales asociados al Estado (resultado de las privatizaciones, la intervención estatal en áreas económicas privilegiadas, el complejo industrial militar estatal). 3) La incorporación de capitales extranjeros y empresas multinacionales, muchas veces en asociación con capitales locales. En tercer lugar, ocurrió una reconversión política de los empresarios en democracia. La politización de los empresarios se trasladó de las arenas ocultas del poder del Estado en los períodos autoritarios a los espacios públicos de la política partidaria en democracia. Este ascenso político resulta, en parte, de implementar reformas neoliberales que pusieron en el centro el empoderamiento del sector privado y a los empresarios como agentes del cambio económico y del orden social. La organización colectiva e influencia política de los empresarios en América Latina se ha caracterizado por diversos “tipos de acción política empresarial”: 1) Protestas y revueltas. 2) Golpes de Estado; 3) Invasiones militares; 4) Elecciones con acomodos empresariales a partidos o candidaturas populistas; y 5) Candidatu-

ras y Gobiernos conservadores. Las primeras tres prácticas han sido más comunes en el pasado y en los períodos de crisis, en tanto las últimas se relacionan con las estrategias de adaptación e inserción en el juego democrático. Durante la transición democrática, los empresarios tuvieron “escasa” representación política porque estaban asociados a los sectores civiles que apoyaron a los regímenes autoritarios de los ‘ 60. De todas formas, las democracias emergentes no cuestionaron los intereses fundamentales de la economía de mercado, y esos empresarios fueron progresivamente insertándose como un actor económico y político de creciente visibilidad pública. El impulso del segundo ciclo de reformas neoliberales en un contexto de democratización facilitó su reconversión a la competencia electoral, su politización creciente y el ascenso a posiciones de poder a través de partidos políticos. Algunos ejemplos: el fujimorismo en Perú, el menemismo en la Argentina. Al cierre del ciclo neoliberal de los 90’, se produjo la concentración y extranjerización de las estructuras económicas, con el debilitamiento de grupos empresariales tradicionales. A ello se sumó la multiplicación de crisis económicas y el ascenso del giro político de las izquierdas latinoamericanas a los gobiernos a partir de los años 2000, lo que obligó a un repliegue táctico de los empresarios en la política. Las coyunturas más recientes de reacciones conservadores y frenos al ciclo progresista, por la persistencia del peso parlamentario de los partidos de derecha y la renovación de candidaturas de empresarios en partidos empresariales o conservadores, vuelven a poner en primer plano a los empresarios como actor político. Además, en este último período histórico emergen protestas y movilizaciones políticas activas de los empresarios apoyadas desde los grandes medios como el caso de “nao vou pagar o pato” de la FIESP en Brasil previo al Golpe de Estado encubierto impulsado en 2016. *** De acuerdo con la amplitud estos cambios emergen tres perfiles de países en América Latina. Los que mantuvieron una continuidad en las políticas públicas y matrices socioeconómicas típicas del neoliberalismo como Chile, Colombia, México y Perú. En una posición intermedia, están los que vieron llegar al poder izquierdas moderadas e institucionales, que llevaron a cabo reformas sociales pero convivieron con el peso de las derechas en la oposición, como Resultado de imagen para chavez correa evoUruguay y Brasil. En el otro extremo, las experiencias de gobiernos de Izquierda que apostaron a cambios más radicales al tiempo que las derechas tradicionales perdían espacio político, como Bolivia, Ecuador y Venezuela. Con sus diversas trayectorias, el peso político de las derechas vuelve a poner en el centro de la escena la necesidad de analizar la convergencia entre programas políticos neoliberales y el reclutamiento de políticos provenientes del campo empresarial. En América Latina este análisis es especialmente interesante por la influencia histórica que tienen las clases altas en la composición de las élites políticas. Está probado el vínculo entre el capital social y cultural familiar de origen de los parlamentarios y los indicadores de desigualdad socioeconómica de los países. Dicho patrón elitista no se relaciona positivamente con una mejor práctica democrática. *Fragmento del informe Oxfam/CLACSO El poder fáctico de las élites empresariales en la política latinoamericana: Un estudio comparado de ocho países, por Miguel Serna y Eduardo Bottinelli.


Argentina: Baja de la imputabilidad, xenofobia y mayor represión como argumentos electorales

Rubén Armendáriz| El Gobierno argentino anunció que en febrero enviará al Congreso un proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad a los 15 años, en un texto más moderado que el que proponía el ala más dura encabezada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que sostenía que la edad de imputabilidad debía fijarse en los 14 años de edad, en lugar de los 16 que rige en la legislación vigente. No hay que olvidar que 2019 es, en Argentina, un año electoral, en el que el gobierno neoconservador de Mauricio Macri, en el tope de su impopularidad y carente de noticias positivas en materia económica y social y mientras ensaya fórmulas políticas con el calendario de los comicios para sacar el mejor provecho, insiste en difundir más medidas de “mano dura” y represión, en un discurso que espera réditos en parte del electorado.Imagen relacionada El proyecto contempla que la pena de prisión máxima para adolescentes mayores a 15 y menores de 18 sea de 15 años. La decisión del Gobierno para reimpulsar un proyecto que se encuentra “dormido” -desde 2017, cuando lo propuso el ministro de Justicia Germán Garavano- se debió a la repercusión neutra que tuvo en la opinión pública la iniciativa de la Ciudad de Buenos Aires de incorporar pistolas Taser en aeropuertos y trenes. Para Bullrich, se trata de “trabajar para impedir que ese chico avance en la carrera delictual”. En Argentina, la mayoría de los chicos que permanecen privados de la libertad es por delitos menores “contra la propiedad” y no por delitos graves. Según un relevamiento realizado con Unicef en 2015,

había 82 menores de 16 años privados de su libertad (el 6,3%), otros 789 entre 16 y 17 años (60,5%), para un total de 871 sumando ambas edades. El resto eran jóvenes que hoy tienen más de 18 años, pero que cometieron sus infracciones siendo menores. La suma total de jóvenes privados de libertad era de mil 305. Según Unicef, bajar la edad de imputabilidad “no suma” y sólo conduciría a “llenar con chicos” los institutos de menores. La moderación del proyecto facilitaría los acuerdos con sectores moderados de la oposición, y permitiría reemplazar lo previsto por ley 22.278 sancionada en plena la dictadura militar. Dirigentes de la oposición manifestaron inmediatamente su repudio. El diputado Leonardo Grosso calificó a Bullrich como “bruta, fascista e ignorante”. “No sorprende que pretenda construir un discurso y perfil similar al de Jair Bolsonaro. Las principales cualidades ya las posee”. Según los relevamiento de la Universidad Católica y UNICEF, el 51,7% de los menores de 17 años son pobres, el 40, 2% nunca leyeron un libro, el 22% comparte el colchón para dormir y el 17% nunca festejó su cumpleaños. ¿La única respuesta que propone Macri y Bullrich es mandarlos a la cárcel?”, agregó el joven legislador. Para el legislador izquierdista Gabriel Solano la iniciativa busca “reforzar la represión” como respuesta a la crisis” económica. “Después del nuevo protocolo para el uso de armas de fuego y la compra de pistolas Taser (dispara proyectiles que administran una descarga eléctrica a través de un cable, considerada como elemento de tortura por organismos humanitarios), ahora el gobierno vuelve con la baja de la

edad de imputabilidad. Los gobiernos en crisis refuerzan la represión”, aseguró. El defensor del Pueblo adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriel Fucks, sostuvo que la utilización de las 300 pistolas Taser por las fuerzas de seguridad “viene a sumarse al polémico reglamento del Ministerio de Seguridad, que busca convalidar prácticas policiales contrarias a los estándares y acuerdos internacionales, como lo es el disparo intimidatorio, o el uso de la fuerza letal contra una persona que huye”. El proyecto La iniciativa macrista contemplaría un criterio de escalas por edad: a los 15 años, los adolescentes serán imputables únicamente por delitos considerados graves, como homicidios, violaciones, lesiones gravísimas, secuestros extorsivos y robos con armas de fuego. Entre los 16 y los 18 años, serán imputables siempre que no se trate de un delito cuya pena máxima de prisión es igual o menor a tres años; y podrán ir a la cárcel cuando cometieran un hecho reprimido en el Código Penal con una pena máxima igual o mayor a diez años.Resultado de imagen para menores presos argentinas En el caso de los menores de 15 años (inimputables) que cometan delitos reprimidos con penas de hasta 10 por el Código Penal, el proyecto contempla un programa de asistencia a través de la intervención de equipos multidisciplinarios (integrados por médicos, psicólogos, psicopedagogos, docentes, especialistas en adicciones y trabajadores sociales) para acompañar a los niños y evitar que desarrollen una “carrera delictiva”.


Si, como no JM. Rodríguez

El delito juvenil es insignificante en términos estadísticos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich dijo que es el 7%, lo que demuestra que no es el principal problema para pensar la inseguridad en el país Para la abogada Karina Valobras, del servicio jurídico gratuito en la villa de emergencia del Bajo Flores, en Buenos Aires, señaló que el oficialismo insiste con bajar la edad de imputabilidad, cuando esa posibilidad ya lo permite la ley actual. “Hoy la ley dice que entre los 16 y los 18 años un adolescente es punible y se le puede imputar un delito. Por debajo de los 16, no son punibles, sin embargo la ley le permite al juez adoptar medidas.Ese “sin embargo” es muy arbitrario, porque depende de un juez”. Valobras recordó a la Agencia Paco Urondo que la inmensa cantidad de los adultos privados de libertad pasaron por el sistema penal de menores, lo que demuestra que el sistema no funciona para resolver la inseguridad, sino todo lo contrario. “Está estudiado: si se trata a una persona como delincuente desde muy chica lo que se produce es la reproducción de una lógica a través de la estigmatización, y finalmente esa persona va a ser un delincuente. Por eso, ese contacto temprano con el sistema penal no es recomendado por la criminología a nivel internacional, porque reproduce una conducta que uno pretende eliminar. Estos son algunos de los motivos para rechazar la iniciativa oficial”, añadió. Xenofobia extranjerosBullrich anunció otro proyecto para agilizar la deportación de extranjeros que cometan delitos en la Argentina y adelantó que, aún antes de esa norma, Migraciones ya “ha construido un listado de personas impedidas de estar en el país” y eso es apenas “parte de un programa más extenso que será llevado al Parlamento”. Inflexible con niños, niñas y adolescen-

tes en conflicto con la ley y con los extranjeros. Bullrich quiere capitalizar votos para el sector más duro del Gobierno en materia represiva quizá en su ilusión de llegar a ser candidata a la vicepresidencia o a alguna gobernación, mientras respalda y promueve el gatillo fácil de las fuerzas de seguridad, y arremete contra los jueces “garantistas”, no complacientes con los designios del gobierno. Otro frente es la represión de la protesta social cuando no alcanza con la contención que dan los subsidios y los planes sociales, antes cuestionados y denostados y ahora utilizados por sus antiguos detractores como parapeto frente a las consecuencias de la debacle económica, señala el analista Washington Uranga. Bullrich enarbola la consigna de que la seguridad se soluciona con más represión y medidas punitivas, a sabiendas de que ese discurso es placentero a los oídos de una parte de los votantes argentinos que incluso aplauden los avances en la misma materia que Bolsonaro viene haciendo en Brasil aún desde antes de asumir el gobierno, añade. Sin dudas, el discurso sobre la seguridad –basado en el imaginario colectivo formado desde los medios hegemónicos y oficiales de comunicación- es parte de la estrategia electoral del macrismo, lo que significa descartar paralelamente cualquier discusión sobre la crisis económica, la inflación, la caída del empleo, el cierre de industrias y el aumento de la pobreza. También es la forma de aislar el debate de la seguridad como si se tratara de una cuestión en sí misma, sin ninguna vinculación con el contexto que la genera. Sin nada positivo que publicitar, el oficialismo hace de la seguridad el eje central de la campaña electoral, con el discurso bélico punitivista en la materia anunciando “éxitos” en la “lucha contra el narcotráfico” que son desmentidos hasta por la legisladora oficialista Elisa Carrió.

En China hace pocas semanas, en el 40º aniversario de la política de “Reforma y Apertura”, decía Xi Jinping: La hegemonía del PCCh no está en cuestión… los principios del marxismo-leninismo son el patrón científico-político conductor para crear un gran país socialista moderno que sea próspero, fuerte, democrático, avanzado culturalmente, armonioso y hermoso… Igualmente hegemónico, pero de signo contrario, es el poder que ejerce en USA la media docena de corporaciones que tienen como brazo político a los dos partidos gemelos existentes. En ambos regímenes nada sucede que no esté bajo total control. Como tiene que ser. En la Unión Soviética de Lenin (más allá de la incógnita por no haber contrarrestado, como en el caso chino, el papel de los campesinos ricos con las comunas) el plan económico (NEP) que él formuló comenzó a funcionar en los pocos años que le quedó de vida. Muerto él la revolución se fue al diablo. Sería equivocado asumir, de este muy breve recuento, que los tres resultados logrados se debieron al motor empresarial privado. Funciona en China y en USA por esa hegemonía indiscutible del poder gobernante. Y pareció funcionar en la Unión Soviética cuando, luego de cinco años de luchas terribles, se logró derrotar a los ejércitos blancos financiados por los potencias occidentales. Luego de eso la pequeña y gran burguesía rusa, totalmente derrotada, se quedó sin opciones. En Venezuela, pretender que la burguesía apatrida, que sigue siendo la única que aún produce algo, apoye la recuperación económica del país, es no entender aquel aforismo de Sun Tzu: Lo que dependa de mí puedo hacerlo, lo que dependa del enemigo nunca está garantizado… Es bueno aclarar que hablo del sector empresarial no de la derecha política, efectivamente acorralada más por sus torpezas que por la fuerza del gobierno. Siendo así la machacona postura oficial de buscar alianzas con el empresariado, habla de su incapacidad para conducir los asuntos del Estado de manera ordenada, disciplinada y medianamente eficaz. Dada tal incapacidad (hasta con el petróleo), le piden al sector privado que ayude. Si Luís.


La calle desnudó la crisis ¿final? del régimen corrupto fujiaprista peruano Mariana Álvarez Orellana

La crisis del régimen impuesto por la élite corrupta que ha tenido el poder desde el golpe de Estado de Alberto Fujimori del 5 de abril de 1992, parece no tener marcha atrás, en un Perú donde la lucha anticorrupción sintetiza el conjunto de demandas populares, revelando en toda su podredumbre del sistema y la injusticia reinante. Pareciera que para el presidente Martín Vizcarra, quien accediera el poder ante la rnuncia del corrupto neoliberal Pedro pablo Kuczinsky, limpiar la casa (en este caso con la salida del sospechado fiscal general), se convierte en el punto clave para poder luego enfrentar los graves problemas nacionales. Las iniciativas tomadas por Vizcarra, avizoran el surgimiento de un frente democrático anticorrupción cuyo primer resultado se vio en el referéndum del 9 de diciembre donde sus propuestas tuvieron más de 80% de apoyo. De lo que parece que no ha llegado aún la hora en esta lucha democrática es la de plantear una agenda alternativa, en especial por la falta de unidad de movimientos y partidos izquierdistasprogresistas. Pero Vizcarra no es un hombre progresista y está acompañado por neoliberales que quieren seguir con un modelo exitoso en cifras macroeconómicas pero devastador para las grandes mayorías, y que, ahora, montados sobre la credibilidad del presidente, siguen exigiendo la disminución de los ya precarios derechos laborales de los trabajadores, con el argumento por demás falaz de que son costos que hay que eliminar para que la economía recobre su competitividad. La historia de las últimas tres décadas del Perú muestra que la transición liderada por Valentín Paniagua se frustró por no cambiar la constitución impuesta por la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimir Montesinos y la “Gran Transformación” de Ollanta Humala primero la diluyeron y luego abandonaron totalmente. La espe-

ranza de cambios en el modelo neoliberal, no solo fueron impedidos o frustrados, sino que dejaron consecuencias que hoy se padecen. De crisis en crisis, habla la calle Hace un año, con el indulto del entonces presidente Kuczinsky a Alberto Fujimori, se inició una crisis de régimen político que se ha agudizado gravemente con los intentos de remover a los fiscales de los casos de corrupción por cuestionado fiscal general Pedro Chávarry, dejando en claro para los peruanos, que la mafia fujiaprista se resiste a ser investigada por la justicia y está dispuesta a usar todo su poder para impedirlo. Ni 48 horas le duró la jugada a Chávarry y tras contundentes marchas populares en Lima y otras regiones del país y ante la decisión de sus flamantes reemplazantes de declinar formar parte del equipo anticorrupción (Lava Jato), tuvo que dejar sin efecto la resolución que sacaba de sus puestos a Rafael Vela y José Domingo Pérez, y luego renunciar a su cargo ante la Junta de Fiscales Supremos. La flamante fiscal de la Nación, Zoraida

Ávalos, declaró en emergencia a la institución y explicó que será titular del Ministerio Público hasta que se instale la Junta Nacional de Justicia (JNJ), órgano que reemplazará al desactivado Consejo Nacional de la Magistratura. Vela, coordinador del equipo especial Lava Jato, dijo que se han propuesto denunciar y llevar a juicio a Keiko Fujimori, hija del exdictador y genocida Alberto, junto a otros implicados en el presunto delito de lavado de activos, antes de que termine el 2019. Chávarry estaba involucrado en el caso de “Los Cuellos Blancos del Puerto” y acusado de encubrimiento a favor de la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori. Su decisión de dimitir sirve como llamado de atención para quienes consideran que la movilización ciudadana no sirve de nada, y señalan por los medios hegemónicos que las marchas son solo realizadas por un grupo de violentistas que quiere ver arder todo. Los peruanos han aprendido que en la calle se pelea por derechos y por una verdadera democracia. La sociedad movilizada, la acción ciudadana parece haber arrinconado a los poderosos de antaño y estos


podrían estar viviendo las vísperas de su liquidación política, aventura el analista Nicolás Lynch. Mientras, la vicepresidenta, Mercedes Aráoz, señaló que la decisión de Chávarry contribuirá a garantizar la independencia de las investigaciones y dijo que “ahora lo que sigue es ver en el Congreso todas las acciones orientadas a mejorar la situación de la Fiscalía” para que los fiscales trabajen con libertad e independencia frente a todos los casos de corrupción. El Congreso debe analizar el proyecto de ley presentando por el Ejecutivo para reformar el Ministerio Público. El presidente de la Asociación Civil Transparencia, Allan Wagner, dijo que la renuncia de Chávarry no debe detener las investigaciones contra el citado magistrado, contra quien hay cinco denuncias en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales en el Congreso, las que se deben resolver. El fujimorismo está de regreso y más fuerte que nunca, encabezado ahora por el presidente Martín Vizcarra, señaló Fernando Rospiglosi, exministro del Interior de Alejandro Toledo. “ El descarado intento de tomar el control del MP se parece como una gota de agua a lo que hizo Alberto Fujimori luego del golpe del 5 de abril”. (…) un amplio respaldo popular, que es lo que logró Fujimori atacando primero al Congreso y al sistema judicial y luego interviniéndolos”, señaló. Rospligosi indicó que Vizcarra tiene ahora un apoyo similar al de Fujimori y lo ha obtenido igualmente agrediendo a las mismas desprestigiadas instituciones. (…) la coalición (…) antikeikista se ha convertido en la más entusiasta defensora del neofujimorismo y están endiosando a niveles ridículos y patéticos al presidente Vizcarra (…) “además de los ingenuos que creen que están luchando contra la corrupción y haciendo historia, hay gente muy corrupta que hasta ahora está saliendo bien librada del Caso Lava Jato”. Es el modelo Este modelo neoliberal fue impuesto por un golpe de Estado, y solo su derrocamiento con cambios estructurales, con una nueva Constitución que no solo sea la herramienta para cambiar no sólo el modelo económico y el enquistaminto mafioso en el poder del Estado, “sino también el control de las mentes y los cuerpos afianzado en las últimas décadas”, dice Lynch. Para ello es imprescindible terminar con el contubernio mafioso y corrupto fujimorista-aprista, no para poner orden en el modelo de dominio neoliberal y expoliación de los recursos naturales del país, sino para terminar con las enormes desigualdades. Fujiaprismo contra la leyLos tecnócratas –que se dicen dueños del conocimientoquieren cambiar algo para que nada cambie, los demócratas, sueñan con imponer una democracia participativa, a través de una profunda reforma política que barra con las barreras de acceso para los partidos y los movimientos sociales, haciendo trizas la legislación de criminalización de la protesta que aún rige en el Perú. VLa crisis de régimen no parece hoy tener vuelta atrás, pero la reforma del mismo es una larga marcha que no llevará de inmediato al objetivo de una Nueva Constitución. A menos que la calle la imponga.

Xenofobia contra venezolanos Supuesto Negado

Ecuatorianos, chilenos, colombianos y peruanos vinieron en masa en los 70, 80 y 90 a trabajar y mandar remesas a sus países para mantener sus familias. No hay un niño ecuatoriano que no se haya alimentado del petróleo venezolano. Nosotros les abrimos nuestras casas para que trabajaran y entendíamos perfectamente su posición. En cuanto a violencia, recordemos que los venezolanos conocimos de desmembramientos por motosierra, extirpación de los ojos, sacar la “lengua de corbata” y otras atrocidades más, de nuestros compañeros colombianos, cuyas bandas delictivas diseminaron esas técnicas de venganza y horror criminal entre nuestra juventud. Pero nunca hubo un levantamiento xenófobo contra ellos. Fueron excelentes trabajadores y prácticamente levantaron la ciudad, como hoy lo hacen en sus países los venezolanos, debido a la hecatombe económica que sufrimos. Nunca, ni cuando cometieron los peores crímenes (que los hubo por montón), hubo un levantamiento xenófobo por parte de los venezolanos. Nunca hubo un barrio venezolano que les negara un espacio para construir. Nunca les dijimos “muertos de hambre”. Hace unos años un delincuente apodado “El Colombia”-por provenir de ese país- asesinó a puñaladas a un joven diputado, Robert Serra, y nadie apedreó los negocios de sus connacionales, sus empresas no fueron expropiadas, tampoco se convocaron movilizaciones para sacar a sus paisanos de sus casas, lincharlos y expatriarlos. Ningún presidente de nuestra historia pensó jamás en crear un escuadrón contra ellos, como hoy ha declarado el mandatario ecuatoriano, liberando, en su demagogia politiquera, las peores pasiones contra nuestros compatriotas. Eso es lo que estamos viendo hoy en Ecuador. ¿Qué nos queda? La comunidad de extranjeros sabe que los venezolanos no pagaremos con la misma moneda. En Venezuela, sus negocios seguirán abiertos, sus hijos seguirán en la escuela pública jugando con los nuestros. El venezolano fue noble cuando lo tenía todo y sigue siendo noble en las malas. Pero los venezolanos que migran deben organizarse para confrontar ese levantamiento y reclamar sus derechos. Venezuela siempre creyó en la Patria Latinoamericana, y lo demostramos con hechos. Con Bolívar y sus ejércitos, con Chávez y sus generosos y visionarios aportes políticos y económicos al proyecto latinoamericano, incluso en los gobiernos adeco-copeyanos ayudamos, de muchas maneras. Así que no podemos sentir miedo por las próximas oleadas migratorias que se vienen, pero ahora hay que levantarse organizados y compactados por un objetivo común: salvaguardar la vida y el trabajo que sostiene -y eso no podemos minimizarlo-a millones de familias venezolanas. Vamos a hacerlo, igualito a como ellos lo hicieron.


Los militares brasileños, el expansionismo, las fronteras ideológicas y la alianza con EEUU Aram Aharonian Las aspiraciones geopolíticas de Brasil desde su restricción regional, centrada en convertirse en satélite privilegiado de EEUU para hegemonizar Sudamérica, hasta sus devaneos globales contemporáneos, pese a los retos internos como la pobreza extrema, 12 millones de desempleados, el hambre, la desnutrición. Los militares brasileños, “reacios” al plan del nuevo presidente Jair Bolsonaro de albergar bases militares de Estados Unidos (en Alcántara, la frontera noreste, la Triple Frontera con Argentina y Paraguay o la Amazonia), lograron que, por el momento y a apenas nueve días desde la toma de mando, desistiera de sus planes. La decisión fue anunciada por el ministro de Defensa, general Fernando Azevedo e Silva, tras la repercusión negativa entre la cúpula militar. En los primeros diez días en el poder y su relación amorosa con las Fuerzas Armadas también parece haberse deteriorada. No habrá cesión de territorios a EEUU por ahora, pero para satisfacer a la poderosa bancada ruralista del Congreso (representando de terratenientes , trasnacionales y del negocio agroindustrial exportador), el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra) ordenó suspender todos los proyectos de atribución de tierras en el país para asentamientos familiares.Un general del Ejército brasileño, Luiz Eduardo Ramos Baptista Pereira, habla con el presidente Jair Bolsonaro El Incra ordenó detener los procesos de adquisición, enajenación u otra forma de obtención de tierras para el programa nacional de reforma agraria (suspensión de un proyecto en curso desde los años 19709, medida que afecta a mil 700 procesos abiertos en el país para identificar y delimitar territorios de afrodescendientes y pueblos originarios. Bolsonaro firmó un decreto con el cual el Incra dejó de pertenecer a la Casa Civil de la Presidencia para pasar a ser parte del Ministerio de Agricultura. Alexandre Conceição, de la dirección nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra, advirtió que la medida agravará la situación en el campo y traerá mayores conflictos. Ceder territorios Al asumir la presidencia, el mandatario ultraderechista afirmó que analizaba la posibilidad de ceder espacio territorial para instalación de bases de EEUU en territorio brasileño, un anuncio que sorprendió al ministerio de Defensa y a la alta oficialidad. Los mandos consideraron que es innecesaria e inoportuna, que no está afinada a la política nacional de Defensa y podría

complicar las delicadas discusiones bilaterales para el uso del Centro de Lanzamiento de Alcántara, de la Fuerza Aérea, en el estado Maranhao, para el posicionamiento de satélites: los brasileños quieren vender servicios en régimen de cooperación y no ceder el control de la base. Bolsonaro, en entrevista con la cadena SBT, admitió una aproximación bélica con Washington, en una agenda que quiere diseñar cara a cara con Donald Trump. Según Matias Spektor, de la Fundación Getulio Vargas, la instalación de una base se traduciría en altos costos financieros y para justificarlos sería necesario un escenario en el cual Washington intentara una intervención militar o defender la región de otra potencia. En la entrevista, Bolsonaro habló de la supuesta intención “de la dictadura de Maduro, y –dijo- Brasil debe preocupase”. Por su parte, EEUU está preocupado por el aumento de las presencias china y rusa en la región y una base transformaría la dinámica regional. Lo cierto es que ningún otro país latinoamericano va en ese sentido, lo que crearía sospechas en el relacionamiento de Brasilia con sus vecinos, mientras transforma a Brasil en aliado de EEUU, señala Spektor. Paradojalmente, las bases de EEUU en Brasil llegaron en el ámbito de la participación en los combates al nazifascismo con la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB), al comienzo de la década de 1940. El temor cobró fuerza cuando al final de 1941 los japoneses atacaron Pearl Harbor y EEUU –convertido en beligerante- presionó a Brasil a negociar el uso de las bases de Belém, Natal e Recife, a lo que no se opuso el presidente Getúlio Vargas Después de la Segunda Guerra Mundial del siglo XX, las bases estadounidenses fueron blanco de un duro embate entre la derecha y el Partido Comunista do Brasil, liderado por Luiz Carlos Prestes, que movilizó grandes masas para exigir la devolución de las instalaciones militares y navales, en defensa de la soberanía del país y contra la presencia de los militares norteamericanos. Bolsonaro es un partidario acérrimo de la política del presidente estadounidense, Donald Trump, al punto de que lo apodan el Trump brasileño, y no escatima esfuerzos para fortalecer sus lazos con Washington. Los dos presidentes han sido acusados de misóginos, racistas, xenófobos y enemigos de la prensa tradicional e independiente, entre otras acusaciones. Las tesis del expansionismo brasileño y su política exterior, netamente colonialista, no son nuevas. Si bien uno puede remontarse a su “independencia”, éstas tomaron especial vuelo durante la dictadura militar-empresarial de 1964-1985, donde el general Golbery do Couto e Silva –autor en 1966 de Geopolitica do Brasil- se convirtió en el teórico de la dictadura (y luego también de la apertura democrática, con la fragmentación total de la oposición civil en varios partidos).


Pero, incluso en los años de los gobiernos del Partido de los Trabajadores (2002-2017), pasaron a proliferar entre los militares de derecha (en las escuelas Superior de Guerra y de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas) y también entre los diplomáticos brasileños, teorías sobre el papel hegemónico que estaría reservado a Brasil en Amé­rica del Sur. De esos estudios surgieron varias teorías netamente expan­sionistas que fueron motor de la dictadura: las de las fronteras ideológicas, la de la Fuerza Interamericana de Paz, la del gendarme mantenedor del orden continental, la del satélite privilegiado, la del destino manifiesto de Brasil al sur del Caribe, la de su vocación rioplatense, la de que las fronteras brasi­leñas deben estar en los Andes, la de las aperturas hacia el Pací­fico, la del puerto libre en el Caribe, la del control del Atlántico Sur, la de la instalación en la Antártida, la de heredar las excolonias lusas de África, etcétera. Pero también surgieron de allí los frenos a los procesos de integración latinoamericanos y caribeños, con el desmantelamiento del Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), aun cuando fue, con Lula da Silva, uno de los promotores del fracaso del Área de Libre Comercio de América Latina (ALCA), que proponía Estados Unidos. Hoy, aquellas viejas tesis y teorías parecen haber reflotado con el gobierno de Jair Bolsonaro, quien cree que la Unión Soviética aún existe y por ello hay que combatir al comunismo. Y por eso incluso ha amenazado con intervenir militarmente contra Venezuela. Las fronteras ideológicas y el satélite privilegiado Cuando analizamos las posiciones de Brasil en relación con sus vecinos, que llegan hasta a las amenazas más o menos veladas de intervención militar, es necesario volver a analizar la teoría del satélite privilegiado o del subimperialismo brasileño y la tesis de las fronteras ideológicas, señalaba en 1971 el analista y politólogo brasileño Paulo Schilling.libro geopolitica del brasil - gral golbery do couto e silva La idea básica de la integración latinoamericana bajo la tutela norteamericana fue expuesta crudamente por N. J. Spykman, uno de los teóricos geopolíticos más influyentes en Estados Unidos: “Todo lo que no sea forjar una Grossraumwirtschaft -el gran espacio vital- que incorpore todo el continente en base a una economía planificada, con producción controlada y dirección centralizada del comercio internacional, no podrá sobrevivir ( …). Ninguno de los estados latinoamericanos se avendría a realizar de buen grado los cambios imprescindibles para crear esa economía regional ( … ). Solamente la conquista del hemisferio por EEUU y la implacable destrucción de las economías nacionales ahora existentes podría realizar la integración necesaria”., señalaba. Partiendo de la estrategia estadounidense, los teóricos geopolíticos de la Escuela Superior de Guerra brasileña pro-

curaron adaptarse a lo que parecía ser una fatalidad ineludible, tratando simultáneamente de asegurar para Brasil una situación privilegiada. El general Golbery do Couto e Silva, el gran teórico de la geopolítica durante la dictadura y de la Sorbonne, exponía así el problema: “Las naciones pequeñas se ven de la noche a la mañana reducidas a la condición de estados pigmeos y ya se prevé su melancólico fin, bajo los planes de inevitables integraciones regionales; la ecuación de poder en el mundo se reduce a un pequeño número de factores, y en ella se perciben solamente pocas constelaciones feudales – estados barones- rodeadas de estados satélites y vasallos (…). No hay otra alternativa para nosotros sino aceptarlos (los planes de integración del imperio) y aceptarlos conscientemente…” “(…) Brasil parece estar en condiciones superiores, por su economía no competitiva con la economía de Estados Unidos, por su larga y comprobada posición de amistad y, sobre todo, por los recursos decisivos de que dispone, para una ‘bargaña ( canje) leal’ (… )”, y proponía concretamente “una alianza que, por otro lado, traduzca el reconocimiento de la real estatura de Brasil en el Atlántico Sur, poniendo término a cualquier política bifrontal y acomodaticia con relación a nuestro país y a la Argentina … “. En resumen, según los geopolíticos de la “Sorbonne”, Estados Unidas deberían reconocer el destino manifiesto de Brasil en América del Sur, eligiéndolo “satélite privilegiado”: “También Brasil puede invocar un destino manifiesto tanto más cuanto que éste no choca, en el Caribe, con el de nuestros hermanos del Norte”. Con el golpe militar del 1º de abril de 1964 y la eliminación de las fuerzas nacionalistas populares, las tesis de la Escuela Superior de Guerra pasaron a constituir la estrategia de ltamaratí, la cancillería brasileña, para América latina. Los militares de derecha brasileños -partiendo del dogma castrense de la necesidad de unidad de comando- se prepararan para la ingrata tarea que les fuera atribuida por el Pentágono y por los monopolios norteamericanos, dentro de su estrategia global de entonces, de lucha contra el comunismo. brasilgolpe-1964-a La idea de la creación de un estado militarista subdesarrollado al servicio del plan imperialista de integración latinoamericano y del mantenimiento de la paz imperial, podría ser entonces puesta en práctica, señalaba Schilling. La piedra angular de la “doctrina de la Sorbonne” (inteligencia vernácula) era la bipolarización mundial entre Washington y Moscú y la inevitabilidad de la tercera guerra mundial. Para “mantenerse fiel a su formación occidental y cristiana”, no le quedaría a Brasil otra alternativa que la incorporación total e incondicional al bloque occidental, o sea, a Estados Unidos. Otro de los hombres de la “Sorbonne”’, el mariscal presidente Castelo Branco, analizaba la situación así: “En la presente coyuntura de una confrontación del poder bipolar, con radical divorcio política-ideológico entre los dos respectivos centros de poder, la preservación de la independencia presupone la aceptación de un cierto grado de interdependencia, ya sea en el campo militar o en el político. Consideramos nuestro deber optar por una íntima colaboración con el sistema occidental, en cuya preservación repasa la propia supervivencia de nuestras condiciones de vida y dignidad humana”.


El diario O Globo, reflejando los puntos de vista oficiales de la dictadura de Castelo Branco, aconsejaba “deshacerse de interpretaciones anticuadas sobre la soberanía absoluta por incompatibles con el derecho internacional y principalmente con el derecho de gentes (…). Las modernas doctrinas de soberanía condenan el culto idólatra e irracional de la soberanía y afirman el concepto de la soberanía relativa”. Vasco Leitao da Cunha, el, ministro de Relaciones Exteriores de Castelo Branco, establecía de la siguiente manera la tesis de las fronteras ideológicas de Itamaraty: “Las fronteras físicas entre los países americanas son anticuadas: la hora exige el sacrificio de una parte de la soberanía nacional; la interdependencia deberá sustituir a la independencia”. En un documento confidencial -AAA 520.1 (22) (del ministerio de Relaciones Exteriores) -, divulgado por Tribuna da Imprensa 11, Itamaratí aceptaba totalmente la tesis estadounidense de integración continental, no sólo en el terreno económico, político y cultural sino también en el militar: ” El principio de interdependencia debe tener sentido práctico, tanto en la propuesta alianza como en la Organización de los Estados Americanos -OEA-, que se podría encargar de ciertos deberes, obligaciones y derechos hasta ahora de competencia exclusiva de los gobiernos de los respectivos países”. La Fuerza Interamericana de Paz -FIP-, entonces en estudio, era definida así por el ministro Leitao da Cunha: “La idea precisamente de una fuerza de paz es la que preside la organización de un cuerpo de bomberos. Por lo tanto, es una idea de cooperación, de pacificación. No es una idea bélica. La fuerza de paz nunca puede tener un objetivo bélico. Ella puede, en un momento determinado, si fuera atacada, tener que emplear sus armas para defenderse. Pero eso también lo hace la policía y el propio cuerpo de bomberos: cuando hay pánico en un incendio, tiene a veces que usar sus armas”. La política de intervención militar del Brasil en países del continente que son considerados sus áreas estratégicas, fue intensa y profundamente debatida por la Escuela Superior de Guerra. Un documento secreto divulgado en la época por el semanario uruguayo Marcha, colocaba la preocupación de los militares brasileños respecto a la “subversión” en los países limítrofes. Durante el gobierno de Castelo Branco Brasil estuvo a punto de poner en práctica la tesis intervencionista en relación con Uruguay, entonces “convulsionado por intensa agitación sindical”. Hermano Alves, en el Correio da Manha, describía cómo el general comandante del III Ejército Justino Alves Barros”traducía” en lenguaje popular la complicada filosofía geopolítica de la “Sorbonne”: “El llamado principio de autodeterminación de los pueblos sirvió solamente a los comunistas. Yo mismo era contrario a la política entonces seguida por Itamaratí y que resultó en la pérdida de Cuba para el mundo democrático, en favor de los soviéticos. Aseguro, sin embargo, que no habrá nueva Cuba en América latina a despecho de la ofensiva comunista en Santo Domingo, en Bolivia y en otros países del continente…”. En lo económico, los planes integracionistas se desarrollaban, aparentemente, también sin mayores obstáculos. El esquema elaborado en Wall Street y aprobado prácticamente por unanimidad (regístrase la única excepción de Ecuador), en Punta del Este, bajo la batuta personal de Lyndon Johnson, era perfecto. Con la institución del Mercado Común Latinoamericano, desaparecerían las fronteras económicas,

Golbery do Couto e Silva y la teor´pia de los hechos consumados

Base de Alcántara haciendo más racional la explotación del continente sur por los monopolios estadounidenses. El enorme complejo industrial yanqui instalado en Sao Paulo, fue planeado con miras al mercado común. Al contrario de la estrategia inglesa para América latina (dividir para explotar mejor), la estadounidense se basaba en el principio de que hay que integrar para explotar mejor, más racionalmente. El fracaso de los planes integracionistas La “filosofía de la entrega”, elaborada y divulgada por la Escuela Superior de Guerra brasileña, partía de dos premisas fundamentales: la polarización de fuerzas entre Washington y Moscú y la inevitabilidad de la tercera guerra mundial. Sucede que el antagonismo Unión Soviética-Estados Unidos no era absoluto ni irreversible. La “coexistencia pacífica” se consolidaba cada vez más. Crecía, consecuentemente, el número de militares latinoamericanos que convencidos de haber creído un “cuento del tío” al apoyar la sumisión a los Estados Unidos bajo el pretexto de “salvar a América latina de la hidra del comunismo’, cuando observaban la cordialidad y el entendimiento casi total existente entre el Kremlín y la Casa Blanca, y, luego la diplomacia del ping pong entre chinos y yanquis. Otra de las causas fundamentales del fracaso de la política integracionista latinoamericana puede ser encontrada en los frutos de la dominación inglesa en el continente sur. Los efectos de la “balcanización” son difíciles de anular. La desconfianza y los conflictos entre nuestros países -en general hábilmente incentivados por el imperia1ismo- produjeron brechas profundas, generaron resentimientos y rivalidades muchas veces absurdos. El nacionalismo de nuestros pueblos fue -en muchos caso– dirigido en contra de un pueblo hermano vecino y no en contra del enemigo común: el imperialismo de turno. Podríamos definir como una “herencia maldita” ese fenómeno geopolítico, una herencia dejada por Inglaterra a sus herederos, los estadounidenses. Como la estrategia de los dos imperios es diametralmente opuesta (dividir para explotar mejor – integrar para explotar mejor) los planes de Washington eran obstaculizados por los “efectos residuales” del imperio que pasó. Eso quedó absolutamente claro en los casos del Mercado Común Latinoamericano y en el de la Fuerza Interamericana de Paz. Como vimos anteriormente, os planes yanquis de integración se procesarían en distintos campos. En lo político, la Organización de Estados Americanos asumiría una serie de atribuciones y prerrogativas de los actuales estados-miembros, dentro de las tesis de la interdependencia o de la independencia relativa. En el campo militar, la Fuerza Interamericana de Paz se encargaría del mantenimiento de la “paz imperial”, tornando dispensables las intervenciones directas y unilaterales tantas veces consumadas por los EEUU en el pasado. En lo económico, la solución estaría en el Mercado Común, en la abolición de las fronteras económicas, que permitiría una explotación más racional del continente por los monopolios internacionales. Spykman admitía que “solamente la conquista del hemisferio por los EE. UU. (…) podría realizar la integración necesaria”, pues “ninguno de los estados latinoamericanos se avendría a realizar de buen grado los cambios imprescindibles para crear


Lucha de poder en el Vaticano Castello Branco esa economía regional… “. Es obvio que habría resistencia por parte de las burguesías nacionales de nuestros países a aceptar una integración que incluyera a los propios EEUU en el Mercado Común, que debía establecerse a partir de 1973. Sería el equivalente a admitir un lobo en un rebaño de ovejas. La idea fundamental consistía en establecer una base territorial preferencial para los monopolios internacionales. Se repetiría, entonces, en el ámbito continental, la exitosa experiencia de Sao Paulo -la gran base territorial del capital extranjero en Brasil-. La situación privilegiada que el estado bandeirante ocupa hoy dentro del contexto brasileño (una gran parte de la plusvalía generada en el resto del país afluye a Sao Paulo, asegurando a los paulistas –incluso a los obreros– un nivel de vida muy superior al nacional), es una muestra de lo que sResultado de imagen para industrias de sao pauloería la posición que ocuparía Brasil dentro de una América latina, o por lo menos de una América del Sur integrada según los planes yanqui-brasileños. La asociación entre la burguesía industrial y los militares (una versión subdesarrollada del “estado militarista” vigente en EEUU), tenía como objetivos fundamentales el mantenimiento del status interno (amenazado durante el gobierno de Goulart por los planes reformistas .y por el acelerado avance de las masas), y la abolición de las fronteras económicas en el continente, lo que aseguraría a los monopolios internacionales establecidos en Brasil y a la burguesía industrial brasileña asociada a los mismos, una considerable ampliación de mercado. En lugar de incorporar al mercado de consumo la masa campesina brasileña (como pretendían los sectores nacionalistas populares), se intentaría conseguir clientes allende las fronteras. Hay mandos militares que entienden que la situación es muy diferente y que insisten en que no están dispuestos a entregar territorios (y menos la Amazonia) al hegemón del Norte. Sobre todo cuando la economía brasileña depende de sus exportaciones a China y de sus posibles inversiones en proyectos de infraestructura. Ya EEUUs pidió a Brasil que reduzca su dependencia económica con China, su mayor socio comercial. Brasil ya sintió los efectos de la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Como contracara del aumento de las exportaciones debido a la interminable demanda de materias primas del gigante asiático, hay que computar una creciente dependencia como socio comercial. China fue el destino en 2018 del 28,8% de los embarques que partieron de los puertos brasileños, resultado concreto de la guerra de aranceles que redundó en el aumento de la demanda hacia Brasil de granos, carne y minerales. Casi la mitad de lo que el país produce de estas commodities (47.300 millones de dólares sobre un total de 53.200 millones) tuvieron como destino China, mientas que hacia EEUU viajó el 12% del total. Desde 2001 que las exportaciones de productos primarios no estaban tan concentradas en un único destino, cuando la Unión Europea ostentaba el 50,6% de las ventas, con un monto de 13.200 millones de dólares. Y esta mayor dependencia llega en momentos en que Bolsonaro, elevó la tensión con eses país al que amenazó con restringir las inversiones chinas en Brasil. Pero por más que el tango de Enrique Cadícamo (Por la vuelta) insista que la historia vuelve a repetirse, la situación geopolítica mundial es muy diferente hoy a las que se vivía en 1940 y durante la dictadura. Pero las amenazas de Bolsonaro no hay que tirarlas en saco roto. Será difícil aliarse a EEUU cuando de las ventas a China y de sus eventuales financiamientos en infraestructura, depende su presente y seguramente su futuro.

El que debió coartar por lo sano -ante los frecuentes problemas tras un año de turbulencias con la información del Vaticano-, fue el papa Francisco, que en el último día del año aceptó la renuncia de su portavoz, el estadounidense Greg Burke, y de la subdirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la española Paloma García Ovejero. Burke y García Ovejero no han ofrecido aclaraciones sobre las motivaciones por las que presentaron su renuncia. En su reemplazo, ejercerá de manera temporal como director de la Sala de Prensa del Vaticano el italiano Alessandro Gisotti, un funcionario veterano de la institución, de 44 años, y hasta ahora responsable de las redes sociales del dicasterio (ministerio) de Comunicación de la Santa Sede. Los analistas vaticanos recuerdan que en algún caso, los dos portavoces osaron salir a minimizar algunas declaraciones del Papa concedidas directamente a reporteros en encuentros privados. Resultado de imagen para lettergatey el papaEl primer cortocircuito visible fue el denominado ‘lettergate’, un escándalo que en marzo pasado hizo rodar la cabeza de Darío Viganò, un monseñor italiano que había sido designado al frente de la Secretaría de Comunicación en junio de 2015, y que rápidamente se había convertido un personaje de gran influencia en el Vaticano. El sacerdote fue acusado de haber manipulado información, por haber divulgado parcialmente una carta privada de Benedicto XVI con una foto alterada, dañando la credibilidad del Vaticano y del Papa. Luego, en agosto, el sector adverso al Papa lo atacó acusándolo públicamente de encubrir a un excardenal acusado de abusos y pidió su dimisión. La agresión tuvo su momento más incendiario el 26 de agosto, con la difusión de una carta acusatoria del exnuncio en EEUU, Carlo Maria Viganò y divulgada por cuatro medios conservadores, incluido el español ‘InfoVaticana’ y el canadiense ‘LifeSiteNews’. Ante ello, la defensa más fuerte a favor del Papa provino desde fuera del Vaticano y de Andrea Tornielli, un veterano vaticanista italiano y periodista de La Stampa y Vatican Insider.

El jesuita Antonio Spadaro, amigo del Papa pero sin puestos de relevancia en la Santa Sede, grupos de informadores latinoamericanos y antiguos comunicadores vaticanos, como el sacerdote estadounidense Thomas Rosica, aportaron pruebas, documentos y testimonios en defensa del Papa, en particular por su gestión del caso de Theodore Edgar McCarrick, antiguo cardenal despojado de la púrpura en junio por voluntad de Francisco. El pasado 18 de diciembre, Francisco nombró a Tornielli como Director de la Dirección del Resultado de imagen para andrea tornielli y el papaDicasterio para la Comunicación, un cargo nuevo que no existía antes. El nombramiento de Tornielli se sumó al Paolo Ruffini, quien pasó de esta manera a estar a cargo de la influyente estructura mediática de la Santa Sede, integrada por L’Osservatore Romano, el diario papal, el sitio Vatican News, Radio Vaticana y Vatican Media (el antiguo Centro Televisivo Vaticano), que posee unos 600 funcionarios. Por otra parte, Francisco también nombró al profesor Andrea Monda, docente de religión, como director del diario L’Osservadore Romano, en reemplazo de Gian Maria Vian, lo que fue interpretado por algunos analistas como una decisión vinculada a que éste no reflejaba en el rotativo la opinión del Papa. De acuerdo con algunas fuentes, el nombramiento de Tornielli, en particular, fue probablemente la gota que hizo desbordar el vaso y llevó a la dimisión de Burke y García Ovejero, según opinó el vaticanista Francesco Grana, del diario Il Fatto Quotidiano. La renuncia de los dos voceros fue “una bofetada” contra el papa Francisco, indicó Grana.


Argentina: Megadevaluación e inflación del 47,6% en 2018: ¿el 2019 será peor?

Claudio Della Croce El gobierno de Mauricio Macri batió un record en 2018: el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) informó que la inflación alcanzó el 47,6%, la más alta de desde 1991, duplicando a la del año anterior (24,8%), montado sobre una indetenible carrera descendente del peso argentino, tratando de evitar un deterioro mayor de su imagen y credibilidad, que hoy supera el 50 por ciento. Este logro del gobierno de Cambiemos no fue un acto de magia, sino que fue tejido en años previos en base a un deterioro cada vez más marcado de la situación externa que estalló en abril pasado, fue acompañado por tarifazos y falta de control de parte del Estado de precios sensibles para el bolsillo, señala un análisis de Javier Leucowitz. La inflación produjo un deterioro generalizado de las condiciones de vida y fue además determinante en el giro del escenario político en contra del oficialismo y del hundimiento de la economía nacional.Resultado de imagen para argentina inflacion La deuda externa contraída y la falta de perspectivas hizo que el dinero que presta el Fondo Monetario Internacional (FMI) -para pagar al poder financiero- tenga intereses que duplican a los empréstitos a otros países; la caída de la economía y la industria es la mayor desde la década de los 90´; la pobreza, la desocupación y la desigualdad alcanzan niveles récord, que recuerdan los peores momentos de la crisis 2001/2002, aquella del estallido social, cuando el pueblo exigía “que se vayan todos”. Nunca llegó la prometida lluvia de inversiones extranjeras, y la realidad muestra la dolorosa realidad de un país endeu-

dado y parado. La deuda pública bruta llegó a 308 mil millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2018, un 95,4 por ciento del PIB. El pago de intereses saltará de 16,4% en 2018 a 18,2 este año y su peso sobre el PIB trepará de 3,1% a 3,6%. Más que duplicará el valor heredado, ya que en 2015 dicho cociente se ubicó en 1,3 por ciento. Pese a la propaganda oficial, la corrupción no ha desaparecido, aunque tenga otras modalidades mucho más sofisticadas y dañinas, como la autocondonación de deudas del Correo; blanqueo a los familiares del poder (decreto 2016/17); soterramiento del ferrocarril Sarmiento, innumerables cuentas offshore (los “Panamá Papers”) de la familia Macri y sus empresas, con el propósito de esquivar el control y facilitar la fuga de sus dineros. Costo de (sobre)vida Difunden la inflación del 2018: estiman será del 47,5% - Argentina - Diario Rio Negro - rionegro.com.arDe las 12 divisiones que componen el nivel general del Índice de Precios al Consumidor, el que más subió fue el de transporte -gracias a sucesivos tarifazos y alza desmedida del precio de los combustibles- con el 66,8% en el año, seguido por el de comunicación (en especial los servicios concentrados de telefonía móvil, internet y servicios de tv por cable, con el 55,3% y “otros bienes y servicios, con el 53,2%. En este último rubro se agrupan los servicios financieros y los seguros, dos rubros con muy fuertes alzas en el año, especialmente en las comisiones bancarias. También incluye los servicios vinculados con el cuidado personal y la seguridad social: geriátricos, residencias y ayuda en el hogar, por ejemplo. El organismo argentino

desoyó a la ONU y no desdobló seguros y financieros, de un lado; cuidado personal y social, por el otro, mostrando guarismos “engañosos”, según los analistas. También los alimentos y bebidas mostraron a lo largo de 2018 un incremento del 51,2%, un rubro por demás importante porque es la base del cálculo de los valores de las canastas básica total y alimentaria, que marcan el ingreso mínimo por debajo del cual se es pobre o indigente, respectivamente. Lo que sorprende de las cifras oficiales es que el rubro “vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” muestra un alza del 45,7%, por debajo del nivel general, dando la sensación que no influyeron los tarifazos de gas, electricidad y agua. No se puede dejar de considerar que los alimentos son la base de las exportaciones argentinas. El dólar tiene incidencia en la formación interna de los precios porque los molinos harineros, la producción de arroz, los frigoríficos, las aceiteras o los tambos no tienen por qué vender más barato en el mercado interno que en el mercado externo. El año pasado comenzó con un dólar a 18,95 pesos y terminó en 38,83 pesos (105%). El gobierno acompañó la tensión inflacionaria con un refuerzo en la quita de subsidios en servicios públicos, con lo cual alimentó directamente el alza de precios. Estudios de la Universidad Metropolitana (UMET) señalan que la inflación de los pobres y de los sectores más vulnerables fue superior a las de los sectores de mayores ingresos. Estos datos del INDEC lo corroboran. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) advirtió que la inflación fue contenida por la recesión: “Las tasas de inflación de 2018 fueron relativamente menores a las que precedieron a otras devaluaciones


en el pasado reciente, si se tiene en cuenta el enorme ajuste cambiario. Esto fue producto del sesgo contractivo de la política monetaria que emprendió el Banco Central”, indicó. Más importante aún que la variación nominal de los precios es el deterioro en términos reales de los ingresos: salarios, jubilaciones y asignaciones familiares quedaron relegados frente a los precios. La jubilación mínima arrancó 2018 en 7.246 pesos y ahora está en 9.300 pesos (alza de 28,3%), al igual que el alza en la Asignación Universal por hijo (AUH), que pasó de 1.412 pesos por infante a los 1.816 pesos. El salario real promedio del sector privado registrado, según el Ministerio de Trabajo, tuvo hasta octubre de 2018 una caída del 10,9%. En peor posición están los trabajadores no registrados, que ascienden a un tercio del total y ni qué hablar de los desocupados. Es la inflación, i….. “En mi presidencia la inflación no va a ser un tema, no va a ser un desafío”, dijo el entonces jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires (y hoy presidente) Mauricio Macri en 2014. No fue la única vez se refirió a este tema. El diario Página12 recogió algunas de sus frases más destacadas: “La inflación se produce por culpa de un gobierno que administra mal”. “Si la inflación no baja, va a ser responsabilidad de mi gobierno, no le voy a echar la culpa a otros”. “Eliminar la inflación será la cosa más simple que tenga que hacer si soy Presidente”. “Me cuesta creer que ustedes piensen que la inflación puede ser un tema de agenda en mi futuro gobierno. Cuando yo veo que el 99% de los países del mundo tienen inflaciones de un dígito…si nosotros no entramos en ese grupo de países, vayámonos a la casa”. ¿El pez por la boca muere? Lo que ¿vendrá? Mientras que en el oficialismo vuelven a prometer una mejora que provendría de una buena cosecha, de la indulgencia estadounidense vía FMI y de la infatigable codicia de los mercados financieros que los haría persistir en la apuesta cortoplacista por los bonos argentinos, en la oposición más nítida se espera un fortalecimiento de la protesta social impulsada por un continuo deterioro del nivel de vida de las ma-

yorías. El analista Ricardo Aronskind, preocupado por la falta de programas de la oposición política, señala que, de todas formas, una lección importante de estos tres años de macrismo es que es equivocado reducir mecánicamente el comportamiento político de la población a la evolución de las variables económicas. La derecha gobernante se ha revelado como maestra en el estímulo de otros determinantes de la percepción política, y del posicionamiento de “la gente”. “La necesidad de alivio es urgente, ya que el rápido empobrecimiento de amplias franjas de ingresos bajos y medios está dañando la vida de millones. Los niños y jóvenes hoy hundidos en el máximo desamparo material y espiritual están siendo condenados a un futuro nefasto, en las antípodas de la igualdad de oportunidades. Desaparecen empresas y saberes productivos. La necesidad de frenar la tarea de destrucción de instituciones, equipos profesionales y capacidades científicas y tecnológicas acumuladas en el estado es perentoria. En materia de esclavización financiera, el daño ya está hecho”, afirma. El gobierno depende no solo de que se renueven gran parte de los vencimientos de los títulos de la deuda (roll over), difícil para un país sin perspectivas de crecimiento económico. A ese roll over se le suma que la administración debe procurar quien le financie la diferencia por unos 24.942 millones que, en estas circunstancias, sig-

nifica subordinarse a lo que impongan los acreedores y acepte el FMI. Con el crédito de 2019 del FMI no logra pagar el total de vencimientos y, además, una cláusula del segundo stand-by (de fines de octubre de 2018) impide utilizar las reservas internacionales del Banco Central de libre disponibilidad, sin la autorización del FMI. Por más que el gobierno neoliberal de Macri pretenda reducir el gasto público en 2,7% del PIB (equivalente a unos 12.400 millones de dólares) en una economía que no para de caer, y no se avizora ningún sector de punta que traccione al resto de la producción. El gobierno asienta toda su recuperación en las buenas cosechas –con precios internacionales a la baja y que solo significa un 25% del ingreso nacional- cuando el 75% restante está ligado al mercado interno, que se derrumba ante las altas tasas de interés, la suba permanente de las tarifas y el descenso del consumo, fruto de la destrucción de empleo y la caída del salario real, señala el economista Horacio Rovelli Al gobierno no le importan los impactantes números de la pobreza y la desocupación, la destrucción de eslabones de la cadena productiva, la desaparición de 9.500 pequeñas y medianas empresas registradas, ya que lo único que pretende es llegar a las elecciones sin incurrir en el default, es decir no poder pagarle a los acreedores. Una simple extrapolación matemática indica que el incumplimiento de los compromisos de deuda, por más ajuste que hagan, es inevitable y solo podría salvarse si se llegase a un acuerdo con los acreedores y el FMI autorizase a usar parte de las reservas del Banco Central. 2018 terminó con una tasa de riesgo país medido por el banco JP Morgan de 833 puntos básicos, o sea que sólo le prestan a la Argentina a una tasa cercana al 11% anual (la tasa de referencia de EU es de 2,5% anual), por lo que los acreedores se preparan para una reestructuración de la deuda a tasas siderales, igualando al Plan Canje de junio de 2001, cuando el gobierno de Fernando De la Rúa rescató 46 bonos por 29.477 millones de dólares, reprogramando su vencimiento en tres años, con una tasa del 15% anual. Desde ya que, cualquier acción, método o unidad, que sirva para acabar con el macrismo, es válida; pero éste es el momento para instalar otros debates sobre el futuro. Repetir el pasado no parece ser el mejor medicamento para esta Argentina enferma, recuerda Juan Guahán.


La corrupción generalizada del establishment colombiano y las nuevas acusaciones de Petro

Camilo Rengifo Marín|

La corrupción es hoy en Colombia la principal preocupación de los ciudadanos, pero la investigación sobre los sobornos de la trasnacional brasileña Odebrecht a empresarios y la ultraderecha colombiana no ha arrojado mayores resultados, a consecuencia del contubernio de funcionarios, magistrados y medios hegemónicos, cartelizados para invisibilizar los grandes escándalos. Pero la muerte de un testigo clave y el envenenamiento de su hijo introdujeron incertidumbre y dramatismo a la mayor trama de corrupción descubierta en América Latina, Lo de mano fuerte contra la corrupción prometida por el presidente Iván Duque, quedó apenas como consigna de campaña y así lo demostró en los últimos días una extensa y documentada acusación del senador y excandidato presidencial Gustavo Petro, quien acusó al fiscal Néstor Humberto Martínez de encubrir un entramado de corrupción. También apuntó a la trasnacional brasileña Odebrecht, al empresario Luis Carlos Sarmiento y a empresas colombianas como Conalvías, Odinsa y Sálini Impregilo de haber hecho un acuerdo para ganar licitaciones de la Ruta del Sol. Hoy la realidad muestra la protección de Duque a dos figuras salpicadas por escándalos como Alberto Carrasquilla (exministro de Hacienda y Crédito Público, involucrado en el escándalo de los Papeles de Panamá: se enriqueció con el endeudamiento de más de 100 municipios en la emisión de bonos de acceso al agua) y Alejandro Ordóñez, aún embajador ante la OEA y con causas abiertas por tráfico de influencias y cohecho ante la Corte Suprema y el Consejo de Estado. En sus primeros meses, el gobierno colombiano del ultraconservador Duque vivió el desborde de la corrupción y asesinatos de dirigentes sociales mientras el pueblo vive en la permanente amenaza de dos guerras simultánea: uno interna y otra contra su vecino del norte, Venezuela. Su

bombardeo verborrágico contra el gobierno venezolano, el envío de tropas hacia la frontera y el financiamiento a las actividades (políticas y subversivas) de la oposición radical del país vecino, pone en vilo a la paz en la región. Mientras que el estancamiento en la puesta en marcha de los acuerdos de paz con la guerrilla y el asesinato sistemático de dirigentes sociales, junto a la reaparición del paramilitarismo, hace temer un rebote armado en el país. Nada menos que el fiscal general de Colombia (desde 2016), Néstor Humberto Martínez, quedó en el centro de la polémica por una grabación que demostraría que desde 2013 sabía de los sobornos que la constructora brasileña Odebrecht pagaba al gobierno y no denunció el hecho. El ingeniero Jorge Pizano -auditor financiero del consorcio que formó Odebrecht junto con Corficolombiana, empresa del hombre más rico de Colombia, el influyente banquero Luis Carlos Sarmiento-, quien padecía un cáncer linfático, falleció por un aparente infarto el 8 de noviembre Tres días después de su muerte, su hijo Alejandro murió envenenado con el cianuro que bebió de una botella de agua que encontró en el escritorio de su padre, según la fiscalía. Pizano dejó grabada una entrevista para que fuera publicada en caso de que falleciera u obtuviera protección en otro país. Su explosivo testamento salpica al fiscal general, Néstor Humberto Martínez, y plantea dudas sobre la investigación de la trama. La televisora Noticia Uno reveló una violenta conversación sostenida en 2015 entre el Martínez (entonces abogado de la empresa Aval) y Pizano, que como auditor de Ruta del Sol II (un proyecto de Odebrecht y Repisol, del grupo colombiano Aval, que finació un tramo de 528 kilómetros de una carreta hacia el Caribe a un costo de más de mil millones de dólares) ayudó a la Fiscalía a investigar sobornos. Lo expresado en la conversación develó que el ahora fiscal estaba enterado de los

pagos ilegales desde 2013. Martínez cuestionó al ingeniero Pizano: “Hijo de puta, esto es una coima, marica. ¿Cuánto vale esto?”. Pizano admite que él no está seguro si los pagos eran licitaciones, al insinuar que podría tratarse de gastos para grupos paramilitares. Pizano ya había sido contactado por la fiscalía para que rindiera testimonio sobre el caso Odebrecht, en el juicio contra Luis Fernando Andrade, ex presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, uno de los acusados. La diligencia se aplazó por el grave accidente que “casualmente” sufrió en octubre pasado la fiscal del caso durante sus vacaciones en Chile. También negociaba con el FBI estadounidense para declarar como “testigo priotegido”, Él “era la prueba de que los sobornos en Colombia no fueron solo de Odebrecht, sino una telaraña de corrupción que se urdió desde la concesión de la obra (vial) más grande que se ganó Odebrecht en compañía de Luis Carlos Sarmiento”, dijo la periodista María Jimena Duzán, quien se mantuvo en contacto con Pizano hasta horas antes de su deceso. Los puntos clave de la denuncia de Petro sobre Odebrecht Aunque el debate de control político por el caso Odebrecht nunca se retomó en el Senado como pedía la oposición, el excandidato presidencial de centroizquierda, Gustavo Petro, retomó sus denuncias de 2010 y si bien acusó al fiscal Martínez de encubrir un entramado de corrupción, de la trasnacional brasileña Odebrecht y empresarios y empresas colombianas (Luis Carlos Sarmiento, Conalvías, Odinsa y Sálini Impregilo) de haber hecho un acuerdo para ganar licitaciones de la Ruta del Sol, la carreta hacia el Caribe. La idea principal de la denuncia de Petro es en el país existe un cartel de la contratación a nivel nacional que no fue investigado gracias a dilaciones de algunos funcionarios, ya que la investigación de la


t o

Los PIzano, envenenados Fiscalía solo se adelantaba sobre el cartel en Bogotá, pero “dejaba en la impunidad al cartel nacional de contratación entonces asociado al gobierno de Álvaro Uribe”. Petro intenta probar que hubo corrupción en todos los tramos de la Ruta del Sol, no solo en el segundo, con manejos irregulares “en todas las vías de concesión 4G entregadas a particulares en Colombia”. Señala que en las fases I, II y III de la Ruta del Sol se habrían adjudicado de la forma de un concierto delictivo. Al decir del senador, “Odebrecht, Luis Carlos Sarmiento, Conalvías, Odinsa y Sálini Impregilo serían las empresas vinculadas a una colusión”, o sea que se habría dado un acuerdo previo entre contratistas y contratantes futuros para ganarse las licitaciones. Según Petro, esta denuncia la hizo infructuosamente el empresario Carlos Totto ante Sabas Petrel de la Vega. Sabas Petrel, empresario, político, ministro del Interior de Uribe y embajador en Italia y Chipre, , fue inhabilitado y destituido por la Procuraduría General de la Nación por el caso de la Yidispolítica y condenado a seis años y ocho meses de cárcel en abril de 2015 por corromper congresistas. “El italiano Carlos Toto, quien quería participar de la licitación en 2009, fue avisado del entuerto por su propio socio, quien era copartícipe del negociado en Colombia, la sociedad Impregilo, quien es el socio mayoritario del consorcio Yuma de la fase III de la Ruta del Sol”, explicó Petro. En septiembre de 2018 la Superintendencia de Sociedades formuló pliego de cargos por prácticas anticompetitivas en Ruta del Sol tramo II, tras hallar que durante la indagación preliminar, en el marco del proceso de licitación pública de Ruta del Sol, Episol, Corficolombiana y Odebrecht “intentaron celebrar un acuerdo anticompetitivo o conformar un cartel con sus eventuales competidores, entre los que se encontraban Odinsa, Impregilo y Ohl”. Según la Supersociedades esta especie de cartel se quería conformar o bien para hacer un gran proponente que después hiciera las reglas de juego en la que salieran ganando, o para repartirse entre los proponentes los diversos sectores del Proyecto Ruta del Sol. Sabas después admitió la existencia de la denuncia de los italianos en declaración al entonces procurador Alejandro Ordóñez, quien también la engavetó. El columnista de Semana, Daniel Coronell denunció en marzo de 2017 que Ordóñez se encargó de engavetar el proceso que cursaba en el Ministerio Público. “El candidato presidencial Alejandro Ordóñez no puede lavarse las manos en

Fiscal Néstor H.Sarmiento, encubridor el caso Odebrecht. La Procuraduría, que él dirigió, dejó prescribir la investigación por los sobornos a funcionarios en la licitación de la Ruta del Sol y la autopista BogotáGirardot. El expediente terminó archivado por una sola razón: el entonces procurador Ordóñez le ordenó expresamente a la funcionaria a cargo de la investigación que se concentrara en otros procesos”, aseguró Coronell. Según Petro, para ganar las licitaciones de la Ruta del Sol “no solo Odebrecht” habría otorgado al gobierno de Álvaro Uribe sobornos que habrían ascendido a los 6,5 millones de dólares, “sino que el acuerdo corrupto habría englobado a las tres fases de la Ruta del Sol, con los Solarte de Odinsa y los italianos de Impregilo, Andrés Jaramillo de Conalvías, Luis Carlos Sarmiento y José Elías Melo del grupo Aval. Los sobornos son por tanto muy superiores”, explicó Petro. Actualmente, el exviceministro de Transporte Gabriel García Morales está condenado a 62 meses de prisión por su responsabilidad en los sobornos. En cuanto a la gestión de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez, Petro cuestionó que Andrés Jaramillo – expresidente de Conalvías Odebrecht: Gustavo Petro dice que hubo cartel de contratación en Ruta del Solseñalado de participar en el carrusel de contratos de Bogotá- fuera dejado en libertad “a pesar de haber sido sindicado por nueve delitos entre ellos lavado de activos y ser el gran desfalcador de la Avenida 26 de Bogotá”. También cuestionó que José Elías Melo – presidente de Corficolombiana- esté en libertad “sin oposición de la Fiscalía” y que ahora también quieren dejar en libertad a Paola Solarte, a quien le fueron imputados los delitos de contratación sin cumpli-

Marcelo Odebrech y Álvaro Uribe

miento de requisitos legales, peculado por apropiación y cohecho. “Néstor Humberto Martínez está bajo chantaje, si encarcela a los corruptos en las fases I y III de la Ruta del Sol, los señores Solarte (Carlos Solarte y su hija Paola), el señor Andrés Jaramillo, los ejecutivos de Impregilo, estos terminarían denunciando a Luis Carlos Sarmiento, su jefe. Es por esto que los están poniéndolos en libertad”, explicó Petro. Petro también les pidió explicaciones a los fiscales Juan Vicente Valbuena y Jaime Cetién, a quienes acusa ser el palo en la rueda para que se hubiera pasado a investigar un cartel de la contratación a nivel nacional. “Jaime Cetién debería explicar por qué a Jorge Enrique Pizano le pedían condena por 21 años de prisión y en cambio el gran desfalcador de la avenida 26 Andrés Jaramillo fue puesto en libertad. La corrupción se ha asimilado en la cotidianidad de Colombia como algo natural y que al no ser castigada no se crea la obligatoriedad de cambiarlo. Según Transparencia por Colombia, el país se ubica en el indecoroso puesto 90 de 180 países analizados. Un estudio de Dejusticia y Fedesarrollo encontró que existen cuatro factores que la Facilitan: debilidad interinstitucional del Estado; clientelismo; narcotráfico como promotor de una economía ilegal y la cultura del incumplimiento de las reglas. El analista Víctor de Currea ha dicho que “algunos de estos corruptos y algunas de las organizaciones donde más corruptos hay, son precisamente los que eligieron al presidente Iván Duque”. Colombia no aguanta más corrupción, dijo el presidente, pero todo demnuestra que no hace nada para castigar a un poder fáctico corrupto, que incluso hizo grandes fortunas con la guerra interna que hoy intentan perpetuar.


La inauguración del pasado

Boaventura de Sousa Santos* Los comienzos de año son propicios para los augurios que anuncian un tiempo nuevo, tanto en el plano individual como en el colectivo. De vez en cuando, estos augurios se traducen en actos concretos de transformación social que rompen de manera dramática con el statu quo. Entre muchos otros, destaco tres actos inaugurales que ocurrieron en 1 de enero y tuvieron un impacto trascendente en el mundo moderno. El 1 de enero de 1804, los esclavos de Haití declararon la independencia de la que en ese momento era una de las colonias más rentables de Francia, responsable de la producción de cerca del 40 % del azúcar entonces consumido en el mundo. De la única revuelta de esclavos exitosa nacía la primera nación negra independiente del mundo, el primer país independiente de América Latina. Con la independencia de Haití el movimiento por la abolición de la esclavitud ganó un nuevo y decisivo ímpetu y su impacto en el pensamiento político europeo fue importante, especialmente en la filosofía política de Hegel. Sin embargo, como se trataba de una nación negra y de exesclavos, la importancia de este hecho fue negada por la historia eurocéntrica de las grandes revoluciones modernas. Los haitianos pagaron un precio altísimo por la osadía: fueron asfixiados por una deuda injusta, solo liquidada en 1947. Haití fue el primer país en conocer las consecuencias fatales de la austeridad impuesta por el capital financiero global del que aún hoy es víctima. El 1 de enero de 1959, el dictador Fulgencio Batista era depuesto en La Habana. Nació la Revolución cubana encabezada por Fidel Castro. A escasos kilómetros del país capitalista más poderoso del mundo emergía un gobierno revolucionario que se proponía llevar a cabo un proyecto de país en las antípodas del big brother del norte, un proyecto socialista muy consciente de su novedad y especificidad históricas, inicialmente tan distante del capitalismo norteamericano como del comunismo soviético. Tal y como Lenin cuarenta años antes, los revolucionarios cubanos tenían la conciencia de que el pleno éxito de la revolución dependía de la capacidad del impulso revolucionario para extenderse a otros países. En el caso de Cuba, los países latinoamericanos eran los más cercanos. Poco tiempo después de la revolución, Fidel Castro envió al joven revolucionario francés, Regis Debray, a varios países del continente para conocer la forma en la que se estaba recibiendo la revolución cubana. El informe elaborado por Debray es un documento

de extraordinaria relevancia para los tiempos de hoy. Muestra que los partidos de izquierda latinoamericanos seguían muy divididos respecto de lo que había pasado en Cuba y que los partidos comunistas, en especial, mantenían una enorme distancia e incluso sospecha con relación al “populismo” de Fidel. Por el contrario, las fuerzas de derecha del continente, bien conscientes del peligro que representaba la Revolución cubana, estaban organizando el contraataque; fortalecían los aparatos militares e intentaban promover políticas sociales compensatorias con el apoyo activo de Estados Unidos. En marzo de 1961, John Kennedy anunciaba un plan de cooperación con América Latina, a realizarse en diez años (Alianza para el Progreso), cuya retórica pretendía neutralizar la atracción que la Revolución cubana estaba generando entre las clases populares del continente: “Vamos a transformar de nuevo el continente americano en un crisol de ideas y esfuerzos revolucionarios, como tributo al poder de la energía creadora de los hombres libres, y como ejemplo al mundo, de que la libertad y el progreso marchan tomados de la mano”. La expansión de la Revolución cubana no fue como se preveía y sacrificó, en el proceso, a uno de sus más brillantes líderes: el Che Guevara. Pero la solidaridad internacional de Cuba con las causas de los oprimidos todavía no ha sido contada. Desde el papel que tuvo en la consolidación de la independencia de Angola, la independencia de Namibia y el fin del apartheid en Sudáfrica, hasta los miles de médicos cubanos esparcidos por las regiones más remotas del mundo (más recientemente en Brasil), donde nunca hasta entonces habían llegado los cuidados médicos. Sesenta años después, Cuba continúa afirmándose en un contexto internacional hostil, orgullosa de algunos de los mejores indicadores sociales del mundo (salud, educación, esperanza de vida, mortalidad infantil), pero ha fracasado hasta ahora en la acomodación estable del disenso y la implantación de un sistema democrático de nuevo tipo. En el plano económico se atreve, una vez más, a lo que parece imposible: consolidar un modelo de desarrollo que combine la desestatalización de la economía con el no agravamiento de la desigualdad social. El 1 de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) inició una insurrección en el estado de Chiapas, en el sudeste de México, por vía de un levantamiento armado que ocupó varios municipios de la región. La lucha de los pueblos indígenas mexicanos contra la opresión, el abandono y la humillación irrumpía sorprendentemente en los noticieros nacionales e internacionales, justo el día en el que el Gobierno de México celebraba la suscripción del Tratado de Libre Comercio de América del Nor-


te (NAFTA, por su sigla en inglés) con Estados Unidos y Canadá, con la proclamada ilusión de haberse juntado así al club de los países desarrollados. Durante un breve período de doce días hubo varios enfrentamientos entre la guerrilla indígena y el ejército mexicano, al fin de los cuales los zapatistas renunciaron a la lucha armada e iniciaron un vasto e innovador proceso de lucha política, tanto a nivel nacional como internacional. Desde entonces, la narrativa política y las prácticas del EZLN se constituyeron en una referencia ineludible en el imaginario de las luchas sociales en América Latina y de los jóvenes progresistas en otras partes del mundo. El portavoz del EZLN, el Subcomandante Marcos, él mismo no indígena, se afirmó rápidamente como un activistaintelectual de nuevo tipo, con un discurso que combinaba las aspiraciones revolucionarias de la Revolución cubana, entretanto descoloridas, con un lenguaje libertario y de radicalización de los derechos humanos, una narrativa de izquierda extrainstitucional que sustituía la obsesión por la toma del poder para la transformación del mundo en un mundo libertario, justo y plural “donde quepan muchos mundos”. Uno de los aspectos más innovadores de los zapatistas fue el carácter territorial y performativo de sus iniciativas políticas, la apuesta por transformar los municipios zapatistas de la Selva Lacandona en ejemplos prácticos de lo que hoy podía prefigurar las sociedades emancipadoras del futuro. Veinte y cinco años después, el EZLN enfrenta el desafío de concitar un amplio apoyo para su política de distanciamiento y suspensión con relación al nuevo presidente de México, Andrés Manual López Obrador, electo por una amplia mayoría del pueblo mexicano con una propuesta que pretende inaugurar una política de centroizquierda sin precedentes en el México posrevolucionario de 1910. Estos tres acontecimientos buscaron inaugurar nuevos futuros a partir de rupturas drásticas con el pasado. De diferentes formas, apuntaban hacia un futuro emancipador, más libre de opresión y de injusticia. Cualquiera que sea hoy nuestra evaluación con el beneficio de la posterioridad del presente, no cabe duda de que tales levantamientos alimentaron las aspiraciones liberadoras de las poblaciones empobrecidas y vulnerables, víctimas de la opresión y la discriminación. ¿Había lugar para un acontecimiento de este tipo el 1 de enero de este año? Supongo que no, dada la ola reaccionaria que atraviesa el mundo. Más bien, hubo una amplia posibilidad para momentos inaugurales de sentido contrario, reinauguraciones de un pasado que se creía superado. El acontecimiento más característico de este tipo fue la posesión de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil. Su llegada al poder significa el retroceso en términos de civilización a un pasado anterior a la Revolución francesa de 1789, al mundo político e ideológico que se oponía ferozmente a los tres principios estrella de la revolución: igualdad, libertad y fraternidad. De la revolución triunfante nacieron tres familias políticas que pasaron a dominar el ideario de la modernidad: los conservadores, los liberales y los socialistas. Divergían en el ritmo y el contenido de los cambios, pero ninguno de ellos ponía en duda los principios fundadores de la nueva política. A todos ellos se oponían los reaccionarios, que no aceptaban tales principios y querían resucitar la sociedad prerrevolucionaria, jerárquica, elitista y desigual por mandato de Dios o de la naturaleza. Eran totalmente hostiles a la idea de democracia, que consideraban un régimen peligroso y subversivo. Dada la cartografía política posrevolucionaria que ubicó espacialmente las tres familias democráticas en izquierda, centro y derecha, los reaccionarios fueron relegados a los márgenes más remotos del mapa político, donde solo crecen las hierbas dañinas: la extrema derecha. Pese a su deslegitimación, la extrema derecha nunca desapareció totalmente porque los imperativos del capitalismo, del colonialismo y del heteropatriarcado, sea directamente, sea a través de cualquier religión a su servicio, recurrieron a la extrema derecha siempre que la vigencia de los tres principios se reveló como un estorbo peligroso. Ese recurso no siempre fue fácil, porque las diferentes familias políticas democráticas se opusieron con éxito a la extrema derecha. Cuando esta oposición no tuvo éxito, la propia democracia se puso en cuestión, acorralada contra la pared de la alternativa entre ser totalmente eliminada o desfigurada hasta el punto de ser irreconocible. Bolsonaro, un neofascista confeso, admirador de la dictadura y defensor de la eliminación física de los disidentes políticos, representa, por ahora, la segunda opción. *Académico portugués. Doctor en sociología, catedrático de la Facultad de

Economía y Director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal). Profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU) y de diversos establecimientos académicos del mundo. Es uno de los científicos sociales e investigadores más importantes del mundo en el área de la sociología jurídica y es uno de los principales dinamizadores del Foro Social

Antiinmigración, antinmigración,

antimigración Lucila Rodríguez-Alarcón* En 2015, Viktor Orban inició su cruzada explícita contra las personas extranjeras que llegaban a Hungría, país en el que ya gobernaba. Ese mismo verano levantó la primera valla en la frontera con Serbia. A esa valla le siguieron varias más. La valla es la expresión arquitectónica de la xenofobia que rezuman los discursos de Orban. En 2016, gana el Brexit y gana Trump, y Orban deja de ser un caso aislado en un país pequeño. De nuevo la valla, el muro se presentan como la solución a todos lo males, un elemento arquitectónico que nos salvará de la crisis económica y gracias al cual podremos volver a ese pasado que era glorioso, make our country great again. Desde que esto sucediera, el auge de este discurso simplista y gregario es abrumador. Durante el año 2017 estos partidos llegaron al gobierno en todos los países en los que hubo elecciones. En algunos casos su presencia en el gobierno era muy pequeña, en otros muy representativa, pero en todos consiguieron marcar al agenda pública y contaminar los discursos del resto de partidos. Siguiendo el análisis #migraleaks: xenofobía populista en Europa, publicado en 2017 por la Fundación porCausa, se extrae que estos partidos no tienen en común tanto como parece. De hecho, a parte de un modus operandi que comparten, prácticamente solo tienen en común el discurso radical en contra de la diversidad y de los extranjeros, a quienes presentan como agresores y responsables de todos los males. De ahí nace el término antiinmigratorio, que intenta denominar un tipo de xenofobia muy concreta: la que se aplica a los inmigrantes. Según la Fondeu, para facilitar el consumo de la palabra se puede quitar una ‘i’ para decir antinmigratorio, lo cual simplifica mucho el tema. Pero no deja de ser una palabra bastante complicada y finalmente no del todo correcta para enmarcar el eje de estos nuevos discursos. Las ideas de estos partidos van mas allá del simple rechazo al de fuera, también incluyen un rechazo a lo de fuera, es decir, al mundo exterior que se encuentra fuera de las fronteras nacionales que estos partidos defienden con ahínco. El miedo a la diversidad se expresa en un rechazo a cualquier otra cultura, que podría potencialmente contaminar la cultura histórica que se defiende. Igual que estos partidos no quieren que entre nadie, tampoco quieren que sus ciudadanos salgan. En realidad estos partidos son antimigratorios. Es muy probable que la mayoría de personas que actualmente están defendiendo el discurso de estos partidos en los foros no sean conscientes de lo implicaría para sus hijos, sobrinos o cualquier otro ser amado de las generaciones futuras, aplicar las ideas marco antimigratorias. Se acabó irse a estudiar a otro país, por ejemplo. Se acabó viajar para conocer, solo se viaja para explotar. Se acabo estudiar otros idiomas, ¿para qué? Dónde naces te quedas, y defiendes lo tuyo y te aseguras de trabajar ahí, dónde naciste. No vendrá gente de fuera, así que, sean como sean los trabajos, todos los puestos los tendrán que ocupar personas nacidas en el sitio donde el trabajo tiene lugar. En realidad, es obvio que los problemas que sufre nuestro mundo desarrollado son mucho más complejos que todo esto. Frenar los movimientos de personas en el planeta no hará que volvamos a un pasado idealizado, que por cierto, en España siempre ha sido fruto de movimientos migratorios complejos. Y sin embargo, cerrando nuestra fronteras estamos perdiendo mucho más de lo que imaginamos, para empezar, y principalmente, el derecho a movernos nosotros también.


Récord de Trump con 7.645 declaraciones falsas y/o engañosas Álvaro Verzi Rangel| En los dos primeros años de su gestión, el presidente estadounidense Donald “Pinocho” Trump realizó siete mil 645 declaraciones falsas o engañosas y en los últimos 12 meses: pronunció 15 en promedio. El tuit aguanta todo, pero lo peor es que crea imaginarios colectivos a lo largo y ancho del mundo. ¿A quién se le puede ocurrir que un presidente sea tan mentiroso, tan manipulador? Estas realidades, lamentablemente, son apenas una mancha más en el historial del magnate. El que debió coartar por lo sano -ante los frecuentes problemas tras un año de turbulencias con la información del Vaticano-, fue el papa Francisco, que en el último día del año aceptó la renuncia de su portavoz, el estadounidense Greg Burke, y de la subdirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la española Paloma García Ovejero.Renuncian voceros del Papa y nombran portavoz interino Ambos son representantes, ambos, del ala conservadora, que perdió poder con la elección de Francisco en 2013, un pontífice considerado progresista en temas socioeconómicos. Burke es un supernumerario del ultraconservador Opus Dei y fue corresponsal de la (también conservadora) cadena estadounidense Fox News. Ovejero, en cambio, fue reportera en Madrid y Roma de la cadena Cope, la radio de la Conferencia Episcopal Española, y, según algunas fuentes, está vinculada al Camino Neocatecomenal. Las metralleta de falsedades de Trump El prestigioso diario The Washington Post hizo el cálculo de los fake-news del mandatario, con base en un puntual seguimiento de las declaraciones y los tuits difundidos por el mandatario. Glenn Kessler detalla allí que “el año de mentiras, declaraciones falsas o engañosas del presidente Trump comenzó con varios tuits matutinos”. Y agrega que cuando 2018 iniciaba, Trump ya acumulaba mil 989 declaraciones falsas o engañosas y que finaliza el año con más de siete mil 600 falsedades acumuladas. Trump comenzó 2018 a un ritmo similar que en 2017: hasta mayo pasado promediaba entre 200 y 250 declaraciones falsas por mes. Sin embargo, a partir de junio comenzó a superar las 500 falsedades mensuales “ya que parecía cambiar al modo campaña”. Entre julio y agosto, pronunció más de 500 falsedades; en septiembre unas 600; en octubre mil 200, y en noviembre más de 900. En diciembre, Trump regresó a su media de 200 al mes. Resultado de imagen para washington post y los tuits de trumpMás de una cuarta parte de las afirmaciones de Trump se dieron durante mítines de campaña: el 5 de noviembre pasado, un día antes de la elección intermedia de Estados Unidos, Trump encabezó tres mítines, lo que arrojó un total de 139 declaraciones falsas o engañosas. Tras revisar los discursos de dos de sus mítines registrados antes de 2018 Kessler encontró que Trump exageró o completó al menos 70% de sus declaraciones.

Muchas de sus falsedades se dieron durante comentarios a la prensa, y aproximadamente 17% fueron resultado de su “itchy Twitter finger” (su dedo que pica en Twitter). “El Presidente engañó a los estadounidenses sobre grandes y pequeños problemas. Dijo mentiras sobre los pagos que su ahora abogado convicto dice que Trump autorizó para silenciar a las mujeres que alegaban ser abusadas por él. Rutinariamente, su ego lo lleva a exagerar sus logros, como afirmar que superó el recorte de impuestos más grande de la historia, que presidió la mejor economía de la historia, obtuvo tratos masivos para empleos en Arabia Saudita y que casi solucionó la crisis nuclear de Corea del Norte”. Lo peor es que muchos, y no sólo en EEUU, creen lo que dice. El periódico recuerda que Trump también ha atacado a sus enemigos. Acusó falsamente a Clinton de coludirse con los rusos; al ex director del FBI James B. Comey, de filtrar información clasificada, y a los demócratas, de buscar permitir a los migrantes que invadan las fronteras de Estados Unidos. Dijo que su Gobierno no tenía una política de separación de familias en la frontera (cuando sí lo hizo) y luego que la política de separación sí era necesaria. Resultado de imagen para trump y los tweets De acuerdo con una encuesta de diciembre realizada por el Fact Checker del Post, menos de tres de cada 10 estadunidenses creen estas declaraciones del presidente Donald Trump. El sondeo del diario incluyó 18 pares de declaraciones opuestas, una verdadera y otra falsa, sin que se identificara quién lo había dicho. El 33% de los encuestados, que tienen como fuente Fox News, cree en las afirmaciones falsas de Trump., los que consideran a MSNBC y a CNN como una de sus dos fuentes principales para informarse, rechazan las falsedades de Trump.


Un nuevo fantasma atormenta Europa

Roberto Savio A partir de la derrota de Teresa May en el parlamento ha quedado claro que un nuevo fantasma está atormentando Europa. Ya no se trata sólo del fantasma del comunismo que destapó el Manifiesto de Marx en 1848 sino del fantasma del fracaso de la globalización neoliberal, que ha regido sin oposición desde la caída del muro de Berlín hasta la crisis financiera de 2009. Los gobiernos gastaron en 2008 la asombrosa cifra de 62 billones de dólares para salvar el sistema financiero y casi la misma cantidad en 2009 (ver Britannica book of the year, 2017). Según el estudio publicado por el Banco de Reserva Federal, esto sucedió a un costo de 70.000 dólares por cada estadounidense.Resultado de imagen para fracaso de la globalizacion Las instituciones económicas abandonaron con retraso la macroeconomía que estaban utilizando hasta entonces para evaluar el crecimiento del PNB y comenzaron a interesarse en la forma en que se redistribuía el crecimiento. Por ende, el FMI, el Banco Mundial (también debido a la insistencia de los estudios de la sociedad civil, sobre todo los elaborados por Oxfam), llegaron a la conclusión que se estaba gestando un enorme problema de desigualdad. Por supuesto, si los 117 billones de dólares se hubieran distribuido a la gente, ese dinero habría provocado una notable expansión del consumo, aumentando las manufacturas, los servicios y los fondos para las escuelas, los hospitales, la investigación, etc. Pero los pueblos quedaron totalmente marginados de las prioridades del sistema. Bajo el gobierno de Renzi en Italia, 20 mil millones de dólares fueron destinados a salvar cuatro bancos, mientras que los subsidios para la juventud italiana podían calcularse ese mismo año en mil millones de dólares en el mejor de los casos. Por tanto, después de la crisis de 2008-2009 todo se desintegró. En todos los países de Europa (con excepción de Portugal y España, que ahora se ha puesto al día) surgieron partidos populistas de derecha y el sistema político tradicional comenzó a desmoronarse. Los nuevos partidos resultaban atractivos para los perdedores de la globalización: los obreros cuyas fábricas habían sido trasladadas a donde los costos fueran más bajos para maximizar las utilidades; los pequeños tenderos desplazados por la llegada de los supermercados; los que quedaron redundantes ante las nuevas tecnologías, como la Internet, en el caso de las secretarias; los jubilados cuyas pensiones quedaron congeladas para reducir el déficit nacional (en los últimos 20 años la deuda pública se había duplicado a nivel mundial). Se había abierto una nueva brecha entre quienes disfrutaban de la globalización y los que fueron sus víctimas. Es evidente que el sistema político estimó que debía rendir cuentas a los ganadores y los presupuestos se inclinaron a su favor. Los centros de población tuvieron prioridad porque aho-

ra vivían en ellos el 63% de los ciudadanos. Los perdedores se concentraban mayormente en el ámbito rural, donde se hicieron muy pocas inversiones de infraestructura. Por el contrario, con el pretexto de la eficiencia, se cortaron muchos servicios: líneas de ferrocarril suspendidas y hospitales, escuelas y bancos cerrados. La gente se vio obligada a trasladarse con frecuencia varios kilómetros para ir al trabajo y a utilizar un auto para ello. Un aumento modesto de los precios del combustible provocó la rebelión de los chalecos amarillos. No ayudó que de los 40 mil millones que obtiene el gobierno francés de los impuestos a los recursos energéticos, menos de la cuarta parte regresó a favor de la infraestructura del transporte o de los servicios. Las universidades, los hospitales y otros servicios en los centros de población sufrieron mucho menos, fueron focos de excelencia donde no faltó el transporte público, y una nueva brecha se abrió entre esas poblaciones y las del ámbito rural, entre los que habían cursado estudios y recibido instrucción y los que quedaban alejados y atomizados en el interior. Surgió una nueva brecha y el pueblo votó en contra del sistema de los partidos tradicionales que los había ignorado. Este mecanismo fue el que elevó a Trump al poder y provocó la victoria del Brexit en el Reino Unido. Esta brecha está provocando la eliminación de los partidos tradicionales y auspiciando el regreso del nacionalismo, la xenofobia y el populismo. No está trayendo de vuelta a la derecha ideológica sino a las derechas e izquierdas viscerales, con escasa ideología … Todo esto debiera ser obvio … El sistema está dirigiendo su atención a los perdedores por primera vez, pero ya es demasiado tarde. La izquierda está pagando la drástica ilusión de Tony Blair, quien, considerando que la globalización es inevitable, decidió que sería posible dejarse llevar en la


cresta de la ola. Entonces, la izquierda perdió contacto con las víctimas y mantuvo la lucha por los derechos humanos como su principal identidad que la distinguía de la derecha. Eso fue bueno para las ciudades, donde los gays y los LGBT, las minorías (y las mayorías, como las mujeres) podían congregarse, pero distaba de ser una prioridad para los del interior. Mientras tanto, las finanzas continuaron creciendo, convirtiéndose en sí mismas en un mundo que ya no estaba vinculado a la industria y los servicios, sino a la especulación financiera. La política pasó a ser subordinada. Los gobiernos rebajaron los impuestos a quienes escondieron la increíble cantidad de 62 billones de dólares en paraísos fiscales, según lo señala Tax Justice Network. Se estima un flujo anual de 600 mil millones de dólares, el doble del costo de los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas. Además, los Papeles de Panamá, aunque sólo revelaron un pequeño número de propietarios de cuentas, identificaron al menos a 140 políticos importantes de 64 países: el primer ministro de Islandia (que se vio obligado a renunciar), Mauricio Macri de Argentina, el presidente Petro Poroshenko de Ucrania, un grupo de socios cercanos de Vladimir Putin, el padre de David Cameron, el primer ministro de Georgia, y así sucesivamente. No es de extrañar que los políticos hayan perdido su brillo y que ahora se los considere corruptos, inútiles o ambas cosas. En el actual orden económico, Emmanuel Macron actuó racionalmente rebajando el impuesto a los ricos para atraer inversiones. Pero ignoró por completo que para aquellos franceses que tienen dificultades para llegar al fin del mes, ésta era una prueba de que estaban siendo totalmente ignorados. Y los sociólogos coinciden en que la verdadera “primavera” de los chalecos amarillos fue su búsqueda de la dignidad. Es irónico que los partidos británicos, especialmente el Conservador y el Laborista, debieran estar agradecidos por el debate sobre el Brexit. Es obvio que el Reino Unido está cometiendo un suicidio, tanto en términos económicos como estratégicos. Con un Brexit ‘duro’, sin acuerdo alguno con la Unión Europea, podría perder al menos el siete por ciento de su PIB. Empero, la brecha que permite la victoria del Brexit en todos los pueblos, las ciudades, los sectores económicos y financieros, los académicos, los intelectuales y todas las instituciones, ha confirmado el temor de los habitantes del interior. Pertenecer a la Unión Europea era rentable para las élites, pero no para ellos. Escocia votó en contra porque ahora tiene un programa distinto al de Inglaterra. Y esta brecha no va a cambiar con un nuevo referendo.

El hecho de que Westminsteer, la cuna de la democracia parlamentaria, no sea capaz de alcanzar un compromiso es una prueba fehaciente de que el debate no es político sino un choque de mitologías, como la idea de retornar al antiguo Imperio Británico. Es semejante a la idea de Donald Trump de reabrir minas de carbón. Contemplamos un pasado mítico como si fuera nuestro futuro. Esto es lo que propició la explosión de Vox en España, por parte de quienes creen que la vida en la época de Franco era más fácil y barata, que no había corrupción, que las mujeres se quedaban en su lugar y que España era un país unido, sin los separatistas de Cataluña y el País Vasco. Corresponde a lo que Jair Bolsonari está explotando en Brasil, presentando a la dictadura militar como una etapa en que la violencia era limitada. Nuestro futuro es el pasado …v En consecuencia, esta brecha –una vez que el Reino Unido resuelva de una manera u otra su dilema del Brexit– pasará a ser parte integral de la política normal y provocará, como en otras partes, un declive dramático de los dos principales partidos tradicionales. A menos que, mientras tanto, los partidos populistas, xenófobos y nacionalistas se hagan cargo del gobierno y demuestren que no tienen la respuesta a los problemas que han identificado tan acertadamente. A

Las derechas gritan y las izquierdas se hacen las distraídas Raúl Zibechi

La situación que atraviesa Venezuela es dramática y sin salida aparente. La economía está fuera de control y todos los planes para orientarla en alguna dirección han fracasado. Formalmente, Venezuela es una democracia. Hay elecciones, funciona un parlamento y una asamblea constituyente, existen medios de comunicación no alineados con el gobierno y se pueden formular críticas en público. La situación de los derechos humanos no es muy diferente a la que rige en otros países de la región. Maduro fue reelegido con el 67 por ciento de los votos porque la mayor parte de la oposición decidió no acudir a las urnas, por lo que su partido controla 20 de las 24 gobernaciones, 310 de las 335 alcaldías y la totalidad de la Asamblea Nacional Constituyente, pero es minoritario en el parlamento. Si las elecciones y la libertad de prensa son los parámetros centrales para medir una democracia, se puede decir que Venezuela está en el límite inferior. Es un régimen en el borde de la legalidad, pero su forma de actuar es completamente ilegítima. Comparada con China y Arabia Saudita (por poner dos dictaduras que nadie cuestiona), es una joya democrática. Incluso si se la compara con Honduras y Guatemala, sale bien parada. Recordemos que el presidente Jimmy Morales ordenó esta misma semana la salida del país de los funcionarios de las Naciones Unidas y dar por finalizada la misión de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala. En Honduras hubo un evidente fraude electoral; en las elecciones de noviembre de 2017, y durante las protestas, las fuerzas de seguridad mataron a por lo menos 33 manifestantes, según el informe de 50 organizaciones de derechos humanos. Ni que hablar de México, con más de 200 mil asesinados y 40 mil desaparecidos en una década, con activa participación de las fuerzas armadas. Crímenes como los de Ayotzinapa nunca fueron aclarados, pero sus autores siguen siendo protegidos por el Estado. Nicaragua es otra cosa. El régimen orteguista, acosado por su propio pueblo, está en las últimas y su caída es cuestión de tiempo. Un pueblo que echó al dictador Anastasio Somoza, poniendo el cuerpo a las balas, no se va a dejar dominar por un violador y una delirante, ambos enamorados del poder. Lo que indigna es el doble rasero. En carta al papa Francisco, 20 ex presidentes rechazaron el llamado a la concordia del prelado en Venezuela. Algunos de los que firmaron ese mensaje no tienen la menor autoridad moral para sentenciar al régimen venezolano. Los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox estamparon sus rúbricas debajo de un texto que denuncia que el pueblo venezolano sufre “la opresión por una narco-dictadura militarizada, que no tiene reparos en conculcar de manera sistemática los derechos a la vida, a la libertad y a la integridad personal”. Viniendo de gobernantes mexicanos, una canallada. Algo similar puede decirse del colombiano Álvaro Uribe, que presidió un narco-gobierno y acuñó la figura de los “falsos positivos”, con la que las fuerzas armadas justificaron el asesinato de inocentes que hicieron pasar por guerrilleros. La derecha tiene un problema que la torna poco creíble. Rechaza la pantomima de Nicolás Maduro, pero no aplica el mismo rasero a otras realidades. Tiene razón el periodista venezolano Ociel López cuando se pregunta, ante el movimiento de fichas de las potencias mundiales sobre Venezuela, si “le importa al mundo la legitimidad de Maduro o priman otros intereses”. O apostamos por la soberanía nacional o por la injerencia. Hamilton Mourão, vicepresidente de Brasil, acaba de proponer una invasión “humanitaria” para derrocar a Maduro. La izquierda regional no entra en el debate, pero respalda la represión de Daniel Ortega. Un gobierno disparando sobre su pueblo es una línea roja que nadie, en ninguna circunstancia, debe traspasar. La izquierda está procediendo a un suicidio ético, mucho más grave que la peor desviación política, porque lo hace en aras del poder.


El imperativo de ser felices

Nicolás Centurión

Parece que no se puede fallar. La sonrisa lista para el próximo flash. La cámara pronta con el filtro perfecto para realzar el almuerzo que vamos a degustar. El video de un minuto mostrando en un paneo rápido la fiesta en la que estamos y el alcohol que estamos bebiendo. La música que estamos escuchando y el atardecer que estamos viendo. El libro que nos regalaron y el helado que acabamos de comprar. Tres son los pilares que sostienen nuestra dominación: nuestra privacidad a la vista de todos, la inmediatez y la obligación a ser felices. El filósofo coreano-alemán Byung-Chul Han hace hincapié en que la psicopolítica recurre a un “sistema de dominación que, en lugar de emplear el poder opresor, utiliza un poder seductor, inteligente (smart), que consigue que los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación”.Resultado de imagen para imperativo de felicidad Me gustaría hacer hincapié en esta última cuestión. Hoy las redes nos mandatan a ser felices. No hay espacio para la reflexión ni la tristeza. Las frases de autoayuda pululan en hermosas gráficas bien pensadas. El sermón light, el slogan que será tatuaje. La frase precocinada que será motivo de un best seller o un stand up de golpe bajo. La moraleja arrancada de una moralidad lavada solo para levantar aplausos. Entre new age, inmediatez y “sé feliz cueste lo que cueste” es que vamos transitando por esta época del capitalismo del desastre como dice Naomi Klein. “La industria de la felicidad”, escrito por el economista y sociólogo William Davies nos muestra como la industria pone como imperativo la “felicidad” de los consumidores para que no nos preocupemos por temas políticos, sociales, comunitarios, etc. Este Capitalismo emocional al decir de Eva Illouz que apela a procesos identificatorios cada vez más primitivos, (cualquier simili-

tud con líderes de derecha y sobretodo de extrema derecha son pura coincidencia) nos sumerge en una realidad de dientes amarfilados, rostros plenos, postales y paisajes que distan mucho de la realidad que simplemente asoma si lo intentamos; por detrás de la pantalla de nuestro dispositivo electrónico preferido. Resultado de imagen para capitalismo emocionalEsta cápsula de las redes, de publicaciones que buscan el mejor hashtag y nuestro mejor perfil, distan mucho pero mucho de la realidad durísima de muchos congéneres de nuestros países. Latinoamérica sigue siendo el continente con mayor desigualdad del mundo y hay gente que insiste con su leit motiv de “si sucede conviene”. Ojalá alguien tenga el coraje de decírselo a un niño que duerme en la calle, una mujer abusada, una familia desahuciada por la codicia de los bancos, un padre que le mataron el hijo los narcos. Así vivimos, de sobredosis de fármacos y anestesiados en el alma y la conciencia con frases placebo que suenan muy lindas, pero que están hechas para los que comemos 3 veces al día, nos angustiamos porque Netflix anda lento o nos volvemos locos por si hay descuentos en alguna tienda. La empatía reposa en una linda imagen de Instagram. La solidaridad cabe en 140 caracteres de Twitter. La conciencia yace en un posteo sesudo en Facebook donde dice lo que le hubiéramos dicho al patrón cara a cara hace unas horas. Los dueños de todo leyeron mejor a Gramsci que nosotros, o más bien lo aplicaron mejor y con todos los recursos de su lImagen relacionadaado. Para ser y estar en este mundo pero de manera pasiva, siguiendo a Pichón Riviére, no se necesita más que consumir y estar a la moda. Vacuos de toda reflexión y crítica incómoda. Porque eso pesa, molesta, genera compromiso y una acción. Y eso lleva tiempo. Tiempo que podría invertir en sacarme selfies con amigos en el boliche. Además es

incómodo plantear cosas distintas en una reunión, cumpleaños o casamiento y quedar como el “raro”, el “disidente”. Porque deconstruir al mundo, desentrañar sus mecanismos para volverlo a armar de otra manera es desarmarse a uno mismo y volver a reconstruirse. Y no siempre estamos dispuestos a transitar por ese proceso. Mientras tanto, lector/a ¿me etiqueta en su instagram con esta nota? #UnaPsicologiaParaelPueblo/ CapitalismoEsElVerdugo/ #FelicesAlienados /#ImplosionDesdeAdentro


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