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Ruptura prematura de membranas (RPM)
DEFINICIÓN:
Es la solución de continuidad de las membranas ovulares antes de que se inicie el trabajo de parto (una hora antes) (ENARM 2016/ENARM 2014).
FACTORES DE RIESGO:
El factor de riesgo más asociado es la infección genital (vaginosis (ENARM 2011), infección de tracto urinario (ENARM 2021) o corioamnionitis). Otros factores son polihidramnios, gestación múltiple, hemorragia obstétrica, tabaco y trauma.
DIAGNÓSTICO:
La historia clínica de una gestante con RPM es la pérdida de líquido claro, olor a lejía de forma continua por el interior de los muslos (sensibilidad del 90 %) (ENARM 2014).
Para confirmar el diagnóstico, se solicita test de nitrazina, método práctico que evalúa el pH vaginal, test de Fern (cristalografía en forma de helecho), test de Amnisure (detecta la microglobulina placentaria α) o, en la ecografía, encontrar oligohidramnios.
TRATAMIENTO:
Una vez confirmado el diagnóstico, se hospitaliza y se indica reposo absoluto, lavado perineal y, dentro de las medidas específicas, se utilizan corticoides prenatales (betametasona o dexametasona) para madurar el pulmón fetal entre las 24 y 34 semanas. Si no existe dinámica uterina, el uso de tocolíticos es innecesario (no existe la tocolisis profiláctica) y todo RPM debe recibir antibióticos profilácticos para evitar las complicaciones infecciosas con ampicilina más eritromicina por 7 días (ENARM 2005/ENARM 2012/ENARM 2015)
El neuroprotector es el sulfato de magnesio que se indica a gestantes <32 semanas (6 g durante 20 a 30 minutos, seguida de una infusión de mantenimiento de 2 g por hora).
Si una gestante tiene >34 semanas (pulmón maduro) y tiene RPM, se indica inducción del trabajo de parto (ENARM 2005); si tiene <24 semanas, reposo y conducta expectante. Hay que descartar signos de infección y monitoreo fetal, en caso exista corioamnionitis se finaliza el embarazo independientemente de la edad gestacional.