El complejo arqueológico del Cabezo del Cascarujo (Alcañiz), situado en el valle medio del río Guadalope, está integrado por un poblado ubicado en un espolón fácilmente defendible, datado entre los siglos VII y V a. C. (BALSERA
et al.
2012b), y un mínimo de cinco agrupaciones tumulares. Estas diferentes concentraciones, compuestas por una excepcional cantidad de túmulos y cistas, forman el mayor exponente de este fenómeno funerario conocido en toda la zona del Bajo Aragón. Tanto el poblado como las necrópolis tumulares fueron objeto de un análisis puntual en 1920 por Mosén Vicente Bardavíu (BARDAVÍU 1926, 33-66; BOSCH GIMPERA 1923, 55). Posteriormente, Adrián Bruhl realizó en 1931 unos trabajos más extensos que se centraron en el área del poblado (BRUHL 1932). Son numerosas las citas bibliográficas que mencionan el yacimiento recogiendo fundamentalmente la información obtenida en estas primeras intervenciones...