Antonio Tortosa Caballero .................................Pag

120 Denarios de plata

stando Jesús en Betania, en casa “E de Simón el Leproso, llegó a él una mujer con un vaso de alabastro, lleno de perfume o ungüento de gran precio, y derramarlo sobre la cabeza de Jesucristo, el cual estaba a la mesa. Algunos de sus discípulos, al ver esto, lo llevaron muy a mal, diciendo: ¿A qué fin este desperdicio, cuando se pudo vender esto en mucho precio, y darse a los pobres? Lo cual entendiendo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer, y reprobáis lo que hace, siendo buena, como es, la obra que ha hecho conmigo? Pues a los pobres los tenéis siempre a mano; más a mí no me tenéis siempre. Y derramando ella sobre mi cuerpo este bálsamo, lo ha hecho como para disponer de antemano mi sepultura. En verdad, os digo, que do quiera que se predique este Evangelio, que lo será en todo el mundo, se celebrará también en memoria suya lo que acaba de hacer. Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, fue a verse con los principales de los sacerdotes, y les dijo: ¿ Qué queréis darme, y yo le pondré en vuestras manos? Y se convinieron con él en treinta monedas de plata. Y desde entonces andaba buscando coyuntura favorable para hacer la traición.”1

1 Oficio de la Semana Santa y Pascua de Resurrección. Por el M.R.M.Fr. Marcelino Diez de Anton, del orden de S. Agustín. Madrid 1828.

¿Fueron tetradracmas de Tiro y no otras monedas las que se usaron para pagar la traición de Judas Iscariote?, ¿qué se esconde detrás de ellas?, intentaré con este humilde artículo echar luz sobre esta cuestión y encontrar la relación entre los enemigos de Cristo y el pago de la traición de su discípulo.

El protagonista de la acción es Judas Iscariote, originario de Kerioth o Carioth, el único de los discípulos de Jesús de origen judío, ya que el resto eran galileos, poseía debido a su origen ideas religiosas más tradicionales y esperaba un Mesías en la forma de un rey poderoso que derrotaría a los romanos, por lo que la doctrina de amor y paz de Jesús le debió suponer una gran decepción. No se menciona en los evangelios cómo fue la llamada de Jesús a Judas Iscariote para que le siguiera, sin embargo, de entre sus discípulos fue Judas el que reveló a los miembros del Sanedrín el lugar y la hora donde podrían apresarlo sin que sus seguidores pudieran intervenir. Judas Iscariote era el encargado de la administración del dinero de los 12, haciéndose constar en (Juan 12:6) sus malas prácticas haciendo mención a que robaba el dinero destinado para los pobres.

Según los evangelios condujo a los guardias del Templo hasta el huerto de Getsemaní y allí les señaló al hijo de Dios con un beso con la mejilla (Marcos 14: 43-46), por este servicio fue pagado con 30 monedas de plata (Mateo 26:15), Judas, al poco, presa del remordimiento devolvió las 30 monedas a los sacerdotes antes de suicidarse ahorcándose, los sumos sacerdotes decidieron que no podían incorporar dicha cantidad de nuevo al tesoro del templo, por ser monedas manchadas de sangre.

Judas Iscariote era un hombre codicioso y envidioso, a pesar de ser de los primeros en unirse a Jesús y siendo el más instruido del grupo, Jesús prefería a Pedro lo que hacía crecer la envidia en él, Judas no tenía la intención de que Jesús fuera crucificado, y al ver las terribles consecuencias de su traición creció en él un profundo remordimiento, que no es lo mismo que arrepentimiento, que no mostró en ningún caso puesto que no pidió perdón, Satanás se apoderó de Judas Iscariote y el instrumento de su mal fueron aquellas malditas treinta monedas.

La cantidad de 30 monedas de plata tiene un significado simbólico puesto que esta cantidad se encuentra presente en varios episodios de los evangelios, como en el pasaje de Zacarías ( Zacarías 11: 12-13) y 116

(Zacarías 11: 12-13RV6) donde se cita esta cantidad como precio que las ovejas pagan por su buen pastor, y también es establecida como compensación por un esclavo muerto por negligencia (Éxodo 21:32)

Los estudios numismáticos sobre la época concluyen que las monedas utilizadas fueron tetradracmas de Tiro, la tradición y las leyes judías, además de las normas impuestas por el imperio, dictaban que en el templo de Jerusalén sólo y exclusivamente se podían atesorar didracmas y tetradracmas de Tiro como pago por los tributos anuales, por lo tanto el pago por parte del sanedrín a Judas Iscariote se hizo con 30 siclos (Shekel), un siclo equivalía a 4 dracmas, el Shekel de Tiro fue acuñado en esta ciudad fenicia entre el año 126 a.c. y el 56 d.c., y era la moneda de plata que más circulaba en Palestina en aquella época. Roma no permitía a los judíos acuñar monedas de plata, por lo que debían pagar los impuestos anuales al imperio con tetradracmas de Tiro o siclos.

El siclo era una cantidad de peso hebrea que oscilaba según la época entre los 9 y los 17 gramos. En la época que nos ocupa a Judas se le pagó con monedas de 14,4 gramos, lo que nos da una suma total de 432 gramos de plata los recibidos de parte de los sumos sacerdotes.

El valor de un tetradracma era de 4 denarios romanos de plata, un legionario cobraba un salario por servir al imperio de 18 denarios, por lo tanto hemos de concluir que Judas recibió una más que considerable suma.

TETRADRACMA DE TIRO.

do de 14,4 gramos, en su anverso un busto laureado del dios Baal y en su reverso la figura de un águila y la leyenda “ Turovieras Kaiasulou “, que quiere decir “ De la ciudad de Tiro, la sagrada e inviolable”. Fue en Tiro donde Jezabel, reina de Israel de origen fenicio, que introdujo el culto a Baal durante su reinado, hizo construir un templo para el culto a este dios.

Baal era un dios del panteón cananeo, dios de la tormenta y la fertilidad, cuyo nombre significa “ señor “ o “ amo “. Su culto estaba muy extendido en el antiguo oriente, cuando los israelitas llegaron a Canaán se les prohibió su culto. Esta lucha entre Yahvé y Baal hizo que en las culturas judía y cristiana Baal fuera demonizado, presentando su culto como uno de los pecados más comunes tanto de los gobernantes como del pueblo el volver la espalda a Yahvé para adorar a Baal, y la propia reina Jezabel fue muerta por su pueblo cansados de sus constantes prácticas lujuriosas. Baal es considerado en la Biblia como uno de los falsos dioses.

El Águila, aunque se podría pensar que se trata de la representación del imperio romano, al ser esta moneda acuñada en Tiro, representa a los enemigos más ancestrales de Israel, el imperio asirio que los mantuvo cautivos durante el siglo VIII a.c.

Antonio Tortosa Caballero

Estante del Santísimo Cristo del Amparo

Acerca de la descripción de dichas monedas decir que tenían un diámetro de 28mm y un peso anteriormente menciona-