The Red Bulletin_Stratos Special_ES

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Felix Baumgartner / Joe Kittinger / Art Thompson / Marle Hewett / Jon Clark / Mike Todd / Jay Nemeth / Don Day

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EL MUNDO DE RED BULL

Stratos PÁGINA 6

1

Los Héroes 1.1 Felix Baumgartner 1.2 Joe Kittinger

FOTO DE TAPA: SEVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS. FOTOGRAFÍA:SVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS

¡Bienvenidos! Red Bull Stratos es una misión hacia las puertas del espacio exterior: El austriaco Felix Baumgartner se elevará en un globo de helio a 36 km de altura en Roswell, Nuevo México, y volverá a la tierra con un salto en caída libre. Además, recogerá valiosos datos para la ciencia y establecerá cuatro récords mundiales: el vuelo en globo tripulado más alto, la obtención de la velocidad del sonido sin apoyo mecánico, el salto en caída libre de mayor altitud y la caída libre más larga. The Red Bulletin ha acompañado muy de cerca a Felix Baumgartner y ha documentado minuciosamente su gran misión. ¡Que se diviertan!

En el primer capítulo entrevistamos a Felix Baumgartner 1.1 y al estadounidense Joe Kittinger 1.2, quien en 1960 realizó con éxito una misión similar. Después, estuvo en el centro de la escena la cápsula de Baumgartner 2.1, con su cabina de piloto 2.2 y sus cámaras de a bordo, las que documentan toda la aventura de Baumgartner 2.3. En el capítulo tres presentamos el globo de helio que elevará a Baumgartner a la estratosfera, cómo el gigante se eleva en el aire 3.1 y cómo Felix obtuvo la licencia necesaria para volar en globo 3.2. Echamos un vistazo al curioso vestuario de Felix 4.1 y a la historia de los trajes espaciales 4.2. En el siguiente capítulo hablamos con el estadounidense Jonathan Clark, director médico de Red Bull Stratos, sobre los peligros para el cuerpo de Baumgartner en su misión 5.1 y emprendimos un lunático viaje con el autor de Sci Fi Leo Lukas hacía el más allá 5.2. En el penúltimo capítulo, probamos el paracaídas de Felix junto al paracaidista de caída libre Luke Aikins 6.1, hicimos calcular por un físico la velocidad de Felix 6.2 y lo acompañamos durante su salto de prueba desde 22 kilómetros de altura 6.3. Por último, visitamos Roswell, en Nuevo México 7.0, la ciudad desde la que partirá Red Bull Stratos (y en la que esperamos que Felix pueda aterrizar de forma segura).


EL MUNDO DE RED BULL PÁGINA 16

2

La cápsula de Felix

PÁGINA 38

4

El traje espacial 4.1 El traje en detalle 4.2 La historia de los trajes espaciales

PÁGINA 46

5

Cuerpo & mente 5.1 El cuerpo de Felix 5.2 Sci Fi: Überworld

FOTOGRAFÍAS: CHRISTIAN PONDELLA/RED BULL STRATOS (2), LUKE AIKINS/RED BULL STRATOS, SVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS, JOERG MITTER/RED BULL STRATOS, JAY NEMETH/RED BULL STRATOS

2.0 ¿Nave o globo? 2.1 Cápsula 2.2 Central de mando 2.3 Cámaras


EL MUNDO DE RED BULL

PÁGINA 30

3

El ascenso del gigante 3.1 Tecnología del globo: cómo y cuándo partir 3.2 Mi hermoso globo

PÁGINA 64

7

Roswell 7.1 Despegue y pista de aterrizaje

PÁGINA 54

6

Cómo saltar 6.1 Luke en el cielo 6.2 Cálculo de velocidad 6.3 7 minutos, 52 años 5


1 En enero de 2010, el gran saltador BAsE Felix Baumgartner presentó su proyecto Red Bull stratos. una misión al borde del espacio que recoge datos para futuros proyectos espaciales y además busca romper cuatro récords mundiales. una aventura cuya complejidad excede todas las dimensiones. Ahora Red Bull stratos está listo para el despegue

fotografía: Sven Hoffmann

la misión


F

elix Baumgartner quiere ser elevado en un globo aerostático a 36 km de altura. Nunca antes un hombre saltó desde tan alto. Nunca un salto en paracaídas ha sido tan largo. Tampoco ha conseguido un hombre en caída libre alcanzar la velocidad supersónica. Este es el plan maestro del saltadador BASE Felix Baumgartner. 1. Velocidad en caída libre 2. Altura en caída libre 3. Tiempo de caída libre 4. Vuelo en globo más alto El proyecto científico Red Bull Stratos sigue las huellas del Excelsior, por el cual en 1960, el coronel Joe Kittinger saltó desde 31 km y sobrevivió de milagro. Ahora Joe Kittinger es el mentor de Baumgartner en el intento de adentrarse en un mundo hostil, en el que cada error puede tener consecuencias mortales para Felix. Red Bull Stratos lleva a todos los participantes hasta sus límites. En los últimos dos años el equipo sobrepasó más obstáculos de los que imaginaba. Ahora Red Bull Stratos se alza definitivamente. Desde su comienzo, The Red Bulletin acompañó a Felix y a su equipo, desde el primer día, hasta el salto récord. Empezando con una entrevista a Felix y el retrato de su mentor, el legendario pionero, coronel Joe Kittinger. Texto: Werner Jessner Fotografías: Balazs Gardi En Este capítulo: Las entrevistas al héroe de ayer, Joe Kittinger, y al héroe de mañana, Felix Baumgartner. 1.1 El retorno de Felix y 1.2 La historia de Joe.

7


FeliX BAUMgArtNer

eNtreviStA 2 eNero 2012 SalZburGo, auSTria

Felix Baumgartner al desnudo: en el reportaje nos cuenta acerca de la desaceleración, los límites físicos y por qué, a pesar de todo, nunca pensó en el fracaso del proyecto Entrevista: Werner Jessner Fotografía: Gian Paul Lozza

Para el público en general fueron casi nueve meses sin saber nada acerca del Red Bull Stratos. ¿Qué ha pasado en ese tiempo? tendríamos que remitirnos hasta el momento en que se detiene el proyecto por los derechos de autor. Cosa que fue resuelta fuera de la corte. en diciembre de 2010 teníamos la última gran prueba con el traje espacial y por lo menos para mí, estaba claro que existía un problema. este se encontraba en un lugar que jamás me hubiera imaginado: en mi mente. tuve problemas al ponerme el traje y con el tiempo todo se volvió cada vez peor. no podía soportarlo más de un par de minutos. ¿Podrías describir los síntomas? Siempre se ha dicho que el traje debería ser como una segunda piel, pero nunca llega a serlo. tú estás en movimiento, en tu percepción del límite. tan pronto como la visera se cierra predomina un silencio opresivo. el traje es como estar prisionero. nunca se nos ocurrió previamente mantener el traje cerrado con la visera cerrada durante cinco horas, que es precisamente lo que dura toda la misión. Creo que a nadie se le ocurrió que el simple hecho de vestir el traje podía poner en peligro la misión, ni siquiera a mí con la experiencia que tengo y las cosas extremas que he hecho en mi carrera. al fin el traje fue lo que terminó generándome estados de pánico. Exageras… Por el contrario. Cuando nos acercamos a la gran prueba de la cámara de presión a 60 grados bajo cero, donde se simularían las condiciones reales de presión y altura, rodeados por cámaras, personal de la fuerza aérea y científicos, lo supe: no lo lograría. no encontré solución posible. Los presuntos grandes obstáculos como la caída libre en el traje de presión los había superado valientemente y ahora lo que fracasaba era

fotografíaS: gian PaUL Lozza, Joerg mitter/reD BULL Contnet PooL, WoLfgang LUif, ULriCH griLL/reD BULL Content PooL, fLo Hagena

1.1

“ TODO SE VOLVIÓ CADA VEZ PEOR”


llevarme desde tener que aguantar 30 minutos en el traje a que me de igual cuánto tiempo tengo que llevar esta cosa puesta. Ese ha sido, hasta el momento, mi mayor triunfo: haber encontrado el límite que he buscado durante toda mi carrera. Ni el Canal de la Mancha, ni ningún tipo de cueva, ni ninguna estatua de Jesucristo han logrado lo que logró ese traje aquí en la Tierra. Junto a Mike he conseguido superar esos obstáculos y aunque la frase suene de lo más banal, siento que estoy más fuerte que nunca.

mi propia mente. En vez de ir a Brooks a realizar las pruebas, fui al aeropuerto y hui precipitadamente de EU. Lloré por teléfono. Fue el peor momento de mi vida. Hasta entonces sabía cómo liberarme solo de los inconvenientes. Esta vez, ante los ojos del mundo entero, encontré mi propio límite.

1

El público conoció a Felix Baumgartner el 15 de abril de 1999, cuando disfrazado de hombre de negocios ingresó a la Torre Petronas en Kuala Lumpur y se tiró en caída libre desde el piso 88.

2

Medio año más tarde, el 7 de diciembre de 1999, subió por el Cristo Redentor en Río de Janeiro al mejor estilo de James Bond y saltó de su mano derecha –récord mundial con 29 metros para los saltos BASE más bajos.

3

El 31 de julio de 2003 se convirtió en el primer hombre en volar sobre el Canal de la Mancha en caída libre, para lo que utilizó unas alas de carbono construidas por él mismo. Algunas de esas experiencias han influenciado el proyecto Red Bull Stratos.

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Un lugar de privilegio para Felix, el salto BASE de 2004 en el oscuro y angosto cuello de las cuevas de Mamet en Croacia: este lanzamiento es considerado, hasta hoy, el salto BASE más difícil de todos los tiempos.

Lo cual evidentemente quieres sobrepasar. Hicimos algunas pruebas en los entrenamientos, según los médicos una mejor condición física aumentaría mi resistencia al estrés. Pero, por favor, he hecho durante 20 años los saltos más extremos, he volado sobre el Canal de la Mancha. Mi resistencia al estrés la he comprobado sin largas sesiones de ergometría. El problema debía solucionarse de otra manera. O sea… A través de Mike Shaway, un psicólogo de EU que me ha entendido perfectamente y me ha dado muchas herramientas psicológicas, con estas he aprendido a llevar la situación. En el lapso de dos semanas consiguió

¿Cómo ha conseguido este cambio en ti? Con artillería pesada. Por ejemplo, le he tenido que explicar a un hijo ficticio lo que Red Bull Stratos significa para mí. Ha sido duro, pero si lo que hago sirve para mi objetivo, haré todo lo que sea necesario. Cuando llevaba el casco puesto tenía que calificar mi estado de ánimo cada tres minutos con un valor de uno (tranquilo) a diez (pánico). Al mismo tiempo, también llevaba puesto un medidor de pulso. Lo interesante de esto fue que entre los valores tres y ocho mi pulso se mantuvo siempre constante. Ver eso ha sido muy importante. Luego hemos analizado mi rutina: hasta ese momento perdía el apetito un día antes de ponerme el traje y esto escalaba hasta llegar a un estado de pánico justo antes de ir a ver al director de misión, Art Thompson. Mike había trabajado previamente con un luchador que, camino al cuadrilátero, se sentía retroceder en una espiral del mismo modo que yo me sentí. Para él la pelea estaba perdida antes de siquiera dar el primer golpe. Mike me ha mostrado esos mecanismos y me ha dado las herramientas necesarias, con las cuales he podido dejar ese impulso negativo en el momento indicado. ¿Por ejemplo? El hombre puede tener solo un pensamiento a la vez. Si bien puede saltar rápidamente de uno a otro, solo puede procesar uno por vez. Entonces cuando tengo un mal pensamiento tengo que salir mentalmente del casco, y por nombrar una técnica, deletrear alguna palabra de atrás hacia adelante. Ningún misterio, son simplemente herramientas que te sirven para toda la vida. Mike me ha obligado a pensar las cosas hasta el final: ¿qué pasaría si alguien me atara a mi traje y yo me desesperara? Yo creía que me volvería loco, me acalambraría hasta llegar a tener un ataque cardiaco. Pero resulta que estaba equivocado: cuando nuestras

“Ni el Canal de la Mancha, ni una cueva, ni una estatua de Jesucristo habían logrado lo que logró conmigo ese traje”


La Misión RED Bull Stratos en detalle 36,576 m

–23°C

Felix salta. A 36,576 metros, es evidentemente más templado que durante el ascenso

36,576m

Felix abre la puerta de su cápsula y entra al vacío

34,000 m

32,000 m

35 seg. después Felix llega a la máxima velocidad

30,000 m

Hasta menos de –60°C Frío atroz en el camino hacia arriba, el frío es mayor en la troposfera

28,000 m

28,000 metros 26,000 m

24,000 m

5 horas

durará la misión completa

22,000 m

25,929 m SR-71 / BLACKBIRD

Ahora el aire es más denso. Esto frena a Felix, pero hace que sea más sensible y aerodinámico. Riesgo de flat spinning

LA CAPA DE OZONO PROTECTORA ES MÁS POTENTE AQUÍ

20,000 m

17,000 m

Estratosfera

15,000 m

15,447 m PERLAN GLIDER

Tropopausa 12,000 m

Troposfera 10,000 m

05:00 horas

Red Bull stratos alza vuelo. La luz matinal y el viento calmo son indispensables para el despegue del gigantesto globo

8,000 m

11,000 m ALTURA MÁXIMA PARA VUELOS COMERCIALES

SITIO DE DESPEGUE: ROSWELL (NUEVO MÉXICO)

8,848 m CIMA DEL MONTE EVEREST

6,000 m

4,000 m

2,000 m

Roswell

Felix abre el paracaídas cinco minutos despúes del salto. El aterrizaje se lleva a cabo 15 minutos y miles de metros más tarde

1,500 m


defensas se encuentran en una situación extrema, uno se tranquiliza y vuelve a pensar razonablemente. La certeza de que la tormenta pasará y todo volverá a estar mejor, provoca mucha seguridad y ayuda a uno a estar más tranquilo. ¿Te has vuelto más humilde también? [Piensa] En realidad no. Quizás más comprensivo en lo que concierne a las debilidades de los otros. En mis proyectos anteriores nunca había necesitado recurrir a ayuda externa, hasta que llegó este. Ahora, con esa comprensión adquirida, puedo sobrellevar más fácilmente que otras personas no sean perfectas. Tras todo lo que pasaste, ¿ahora ves el proyecto con más esperanza que al principio? Mi respeto ha crecido. Nosotros, un par de personas independientes, un saltador BASE, una empresa de bebidas y un par de osados, nos hemos metido en el negocio de la fuerza aérea y la NASA, hemos creído que en tres, máximo cinco años, lograríamos algo que en realidad llevaría décadas. Éramos ingenuos y creíamos que comprando una cápsula, tres globos aerostáticos y un traje, haríamos historia. Error: era un número demasiado grande. Al final no competimos contra Ferrari o McLaren y mucho menos contra NASA o la fuerza aérea: lo nuestro es una ciencia. Somos pioneros, estamos permanentemente en un territorio desconocido. El proyecto es tan grande y se desarrolla a tantos niveles diferentes que cada uno de ellos debe funcionar tanto de manera independiente como en relación a los demás. Cuando a un reloj se le rompe un engranaje, se estropea el mecanismo entero y no funciona.

ILUSTRACIÓN: albert exergian

Flaco gigante: El globo De hilo a esfera gigante. En la plataforma de lanzamiento el globo es muy delgado pero tiene 168 m de altura. Con la disminución de la presión del aire se hincha como un balón hasta alcanzar los 122 m de diámetro

Podrías explicar ¿cómo hace un grupo de abogados para asumir el control? En diciembre de 2010 contaba con las herramientas mentales necesarias, todas las pruebas se habían llevado a cabo satisfactoriamente. Era el momento para que el proyecto tomara un nuevo impulso y ahí nos topamos con las cuestiones legales. El proyecto no solo estaba detenido, aun era peor: ¡proyecto terminado! Luego de esa conversación telefónica estuve dando vueltas con el auto sin saber qué hacer, en la radio sonaba Bruce Sprinsteen. Yo me preguntaba, ¿estuve un mes en la trinchera y ahora debía terminar la guerra sin haber disparado un tiro? Eso sacudió el piso bajo de mis pies por segunda vez en un año. ¿Qué has hecho hasta ahora? Podía haberme ahogado en mi autocompasión, pero en lugar de eso, me he parado sobre mi

4

Récords

1

Velocidad en caída libre

segundo punto de apoyo: volar en helicóptero. En los últimos meses había sido piloto profesional; logré siete calificaciones con helicóptero, una formación de montañista y acumulé horas tras horas de vuelo. Pero no me resigné a abandonar el proyecto. Sé que pronto llegará el día en que me sacaré la ropa de piloto y volveré a vestir ese tan anelado traje espacial. ¿Cómo han reaccionado en tu entorno ante la postergación del proyecto? Lo interesante fue que muchas personas dijeron en ese momento su verdadera opinión. Incluso mi madre me dijo: “La verdad es que estamos contentos de que no saltes”. Yo les he dicho que no se acostumbren a pensar que el Red Bull Stratos está muerto. Para mí está claro: un día en el futuro cercano voy a subir, saldré de la cápsula y volaré de regreso a la Tierra a velocidad supersónica.

Velocidad esperada: Mach 1, aproximada­ mente 1,100 km/h. Récord actual: Mach 0.9 (988 km/h) por Kittinger

¿Qué tan difícil te resulta el cambio de piloto profesional a astronauta? Fácil. Había guardado mentalmente el traje espacial en el armario y ahora lo desempaqué.

2

¿También trajo algo bueno la pausa? Definitivamente. Hemos podido reestructurar un par de procesos, ahora hay otro espíritu. Podemos lograr con fiabilidad nuestros objetivos intermedios, lo cual al principio no había sido así. Naturalmente todavía la regamos, pero aprendemos de eso y ponemos en práctica lo aprendido. Un ejemplo: para la primera prueba de vuelo no tripulado era importante que el globo estuviera, a más tardar, a las 7:30 am en el aire porque luego aumenta el viento. La primera vez la empresa encargada del globo aerostático lo había empacado al revés. Darle vuelta demoró 25 minutos y cuando finalmente logramos estar en el aire a las 8:00 am el viento se llevó el globo. El gigante inflado, que había subido durante unos instantes, murió ante nuestros ojos. No son las grandes cosas que arruinan todo el proyecto, sino los pequeños detalles en los que nadie piensa.

Altura en caída libre

Altura esperada: 35,000 m* Récord actual: 31,333 m por Joe Kittinger

3

Tiempo de caída libre

Tiempo esperado: 5 minutos y 35 segundos Récord actual: 4 minutos y 36 segundos por Joe Kittinger

4

Vuelo en globo más alto

Altura esperada: 36,576 Meter Récord actual: 34,667 m por Victor Prather y Malcolm Ross el cuatro de mayo de 1961 * Felix Baumgartner tira del anillo a unos 1,500 metros de altura

Por lo tanto, con estos pequeños errores, se pone en juego el ánimo de todo el equipo… Exacto. Yo quiero una luz roja giratoria en el centro del mando y que tan pronto yo esté dentro del traje, esa luz se encienda. En ese momento ya no hay lugar para tomar un café o escribir algo en el celular. La seguridad viene con la repetición. Cada unidad de élite ejercita a sus soldados hasta que estos dominan sus armas con los ojos cerrados. En la práctica hay un montón de factores en los que no puedes influir. Bien puedes tener influencia sobre ti mismo. Somos el centro de atención, los ojos del mundo están sobre nosotros. No nos podemos permitir ningún error. ¿Cuando piensas en el día X qué ves? Disciplina y perfección extrema. Cuando sabes que la cámara te está enfocando, hasta te cepillas los dientes de otra manera. Ese día la presión será tremenda y nosotros debemos no solo resistirla, sino lucirnos. Vamos hacia una prueba y podemos decir que estamos excelentemente preparados. No será de ningún modo 11


un día de diversión, después de todo, está en juego mi vida. En lo posible, intentaré comprender el carácter irreversible del momento. No volveré nunca ahí arriba, nunca más me pondré ese traje, nunca más me volveré a sentar en esa cápsula, el equipo nunca volverá a trabajar junto. Hay ejemplos de campeones olímpicos que se han desilusionado al llegar al podio, porque después de entrenar por tantos años para ese momento, se lo habían imaginado más lindo. Y yo, trato de evitar eso al disfrutar del camino hasta ahí.

Coronel Joe

Antes de que llegaran los cohetes: Joseph Kittinger y la suerte de un ascenso al más alto nivel. Cincuenta años después de su salto récord, es una autoridad para Felix Baumgartner Texto: Herbert Völker

“Un final de carrera sin ese salto sería como una casa a la que nunca se le ha puesto la puerta de entrada” ¿Qué estarás haciendo exactamente dentro de un año? No podré salir más de mi casa porque he defraudado a todos o porque afuera hay una masa de gente esperándome. Ambas son posibles. La Navidad de 2012 me gustaría festejarla con todo mi equipo: Joe Kittinger tiene 82 años; el promedio de mi equipo es de aproximadamente 70 años. Esa es mi familia, con los que he pasado los últimos cinco años y ya no existirá por mucho tiempo. Quiero alquilar una casa, pondremos un árbol navideño, la mujer de Joe asará un pavo, nos daremos las manos alrededor de la mesa y le agradeceremos a Dios porque nuestra misión conjunta ha salido bien y todos seguimos con vida. Así me gustaría despedirme del equipo.

La moda de los años 60: el coronel Joe Kittinger en su traje espacial. Credit

¿Y si no es así? Entonces quizás tendría un problema. Un final de carrera sin ese salto sería como una casa a la que nunca se le ha puesto la puerta de entrada. He realizado durante 25 años todas las visiones que he tenido y estoy seguro de que también lograré mi último objetivo deportivo.

12


1.2 Joseph Kittinger

Entrevista

fotografía: picturedesk.com

13 mayo 2009 Albuquerque, Nuevo México, EU

De una manera u otra, un coronel estadounidense sigue siendo coronel, hasta si ya ha pasado los 80 años y su cuerpo (atlético en su época) ya demuestra ser el de un hombre más tranquilo. Es una mezcla de aplomo y sencillez, así como uno se imagina al coronel, robusto pero apacible, como resultado de su edad. Después de poco tiempo, ya se le puede decir “Joe”. Así conviene sacar la cita más curiosa de las diez mil notas de archivo: “more guts than brains”, es decir, “más coraje que cerebro”. ¿Un insulto, acaso? Joe es tranquilo. Sí, claro que se puede preguntar esto, que simplemente es un fragmento de una conversación que después se usaba en exceso cuando Joseph Kittinger ya era famoso. Ya saben cómo trabajan los medios de comunicación. Joe, oficial y piloto de pruebas, solicitó trabajar en un proyecto y su jefe dijo: approved. “More guts than brains”. Aprobado. Más coraje que inteligencia. Esa no es ninguna declaración sobre Kittinger, lo es más bien sobre los comienzos de la astronáutica, cuando se arriesgaba mucho y se sabía poco de lo que iba a pasar allá arriba. Hoy, con naturalidad y sin emoción, Joe Kittinger dice haber sido el primer hombre en el espacio sideral, antes de Yuri Gagarin y Alan Shepard. Él sabe naturalmente que el debate sobre dónde empieza el espacio sideral está abierto, pero dice que de todos modos las condiciones en la estratosfera, para la supervivencia del ser humano, son las mismas que en el espacio sideral. A partir de una altura de 19 kilómetros, la presión atmosférica es tan baja que sin traje espacial de presión, la sangre en el cuerpo humano herviría. Joe fue más allá, se le puede decir pre-astronauta. Para él, eso está bien. La Guerra Fría, entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, a mediados de los años 50. Los militares estadounidenses minimizaron la astronáutica como ciencia ficción. Todavía no existía la NASA, la Fuerza Aérea experimentaba por cuenta propia. Un grupo de

especialistas simplemente quería entender qué tan alto se podía llegar y si era posible sobrevivir. Era necesario que fuera en globo, porque ningún avión podría llegar a una altura semejante. En 1957, Joseph Kittinger ascendió a una altura de 30,000 metros en la estratosfera para luego bajar sin el globo. Los Estados Unidos ovacionaban al “primer hombre en el espacio sideral”, pero más bien como héroe en una expedición exótica que no servía para nada. Tan solo medio año más tarde, la situación cambió. Los rusos mandaron su satélite Sputnik no tripulado a la órbita terrestre. Eso dio comienzo al tema “amenaza del universo” que luego se convirtió en una carrera más o menos pacífica por llegar al espacio sideral. Pacífica, pero una carrera al final. Estados Unidos invirtió mil millones de dólares en la investigación de cohetes y se fundó la NASA. En los pocos años entre el choque de Sputnik y el Proyecto Mercury de la NASA, la Fuerza Aérea seguía probando los factores técnicos y médicos de la astronáutica. También para encontrar una respuesta a la pregunta: ¿Cómo logra el ser humano captar las amenazas procedentes de este mundo desconocido, tanto con el cerebro como con el corazón? Con esos augurios, el salto de Joe Kittinger del 16 de agosto de 1960 se convirtió en el hito de la investigación de la estratosfera. Después de 50 años, tres de los récords establecidos siguen estando vigentes hoy: • El salto en paracaídas más alto (31,332 metros) • El hombre más rápido en caída libre (988 km/h) • La caída libre más larga (4:36 minutos) Esos son los requisitos de Felix Baumgartner: más alto, más largo, más rápido y, por supuesto, la velocidad del sonido que Joe no alcanzó por un pelo en aquel tiempo. ¿Cómo es posible que estos récords perduren 50 años? Con cohetes, la NASA y los soviéticos que continuaban con su propia exploración del universo. Ellos alcanzaban alturas que solo son posibles con

“A mediados de los años 50 no existía la NASA. La fuerza aérea experimentaba por su propia cuenta”


los cohetes. Aunque la estratosfera al borde del espacio sideral sigue siendo importante para los terrestres. Distinto al avión o a un cohete, el globo de gas sigue siendo la única posibilidad de quedarse allí un rato. No cabe duda de que tienta a una caza de récords y que tiene un toque deportivo glamoroso, pero también representa un tema científico. Mientras más proyectos fallaron en las décadas pasadas, más se destaca el personaje, Joe Kittinger, en la historia de este tipo de ascensos y en las leyendas a su alrededor.

La inconmensurable soledad a 13 km de altura y las geniales imágenes del salto de Joe Kittinger no han perdido nada de su grandiosidad incluso medio siglo después.

El apellido de Kittinger, por cierto, se pronuncia con una g, como la g en “agua”, por ejemplo. Es decir, no como la g del político mundial Henry Kissinger, que se pronuncia como la j en la palabra inglesa “job”. Él opta por la pronunciación inglesa de su apellido, aunque era más cercana al alemán. En el año 1783, el tatara-tatara abuelo de Kittinger emigró a los Estados Unidos con su familia cuando tenía 14 años. Eran procedentes de Zurich, Suiza, donde cultivaban papas. Se fueron a Pensilvania e hicieron lo que ya sabían. Se hicieron granjeros de papas, eran fértiles y se reprodujeron. Hasta hoy hay mucha gente con el apellido Kittinger en los Estados Unidos, pero tan solo existe un Joe, que salió de una góndola para acercarse a la velocidad del sonido. Hay muchos paralelos entre lo que vivió Joe hace 50 años y lo que ahora le está esperando a Felix. La preparación mental no es un buen ejemplo, dado que los métodos se han perfeccionado con el tiempo. A Joe, por ejemplo, le encerraron en una caja de 1x1x1 metro en una prueba de claustrofobia. Joseph Kittinger dice: “Es como un ataúd, estrecho y oscuro. Pero se puede superar la claustrofobia con mucha disciplina. El hecho de que ya no estaría en el proyecto si no pasaba la prueba bastaba como motivación para mí”. La primera prueba en una cámara de descompresión de Felix Baumgartner en un traje espacial era más refinada en cuanto al aspecto técnico, en cuanto a la sobrecarga de trabajo, sin embargo, es comparable con el enfrentamiento de alguien que no está acostumbrado a que lo metan en oxígeno hasta no poder más. Kittinger y Baumgartner se encuentran llegando de dos direcciones, no solamente del pasado y el futuro. Joe era un piloto de globo con experiencia, aunque practicaba saltos en paracaídas desde el avión solo por si hubiera un caso de emergencia. Se dejó caer como un saco de harina con un botiquín de emergencia debajo de su trasero. El acróbata Felix ya ha pasado tres mil saltos, es un acróbata del aire y para eso tenía que acostumbrarse al globo. Como piloto de aviones de combate, Joe Kittinger ya había estado a alturas de 15,000 metros, donde nada funciona sin traje de presión, el cual se ponía con una naturalidad como nosotros nos ponemos unos jeans, aunque quizás con un poco más de cuidado. Estuvo en una cámara de descompresión centenares de veces. Los trajes de presión son muy rígidos, cada movimiento de los brazos o de las piernas es una maniobra en sí. Felix, como deportista extremo, no está acostumbrado a eso y primero tenía que asimilar la cámara de descompresión y el traje de presión psíquicamente para luego aprender un nuevo tipo de 14

“Si bien no puedes sentir realmente el vacío, está allí, inquietante, hostil”


“Antes de saltar dije: ‘Señor, ten piedad de mí’. Luego del salto le di amablemente las gracias”

fotografías: getty images (2)

movimientos. Joe asiente: “Si no sabes manejar cada situación con el traje de presión puesto, eres un hombre muerto”. El ascenso en el globo básicamente es parecido para Joe y Felix, solo que el globo nuevo tendrá diez veces más volumen, lo que se precisa para ganar 5,000 metros adicionales de altura. También tienen un sufrimiento en común: los aeronáutas y los astronáutas lo llaman flat spinning (barrena plana). Probablemente nadie en el mundo sabe tanto de este movimiento giratorio como Joe Kittinger. Él estaba presente cuando tiraban los primeros muñecos inflables que generaban 200 rotaciones por minuto (los 140 giros se supone que son letales) y también vivió el sentimiento de no poder hacer nada cuando empezó a girar como un propulsor; se despidió de la vida, se desmayó y recobró el conocimiento 20 km más abajo, enganchado en el paracaídas de reserva. A través de las décadas, flat spinning –la barrena– ha sido el peligro más grave para los paracaidistas que se lanzan desde la estratosfera. Cuando se lanza en un vacío, el cuerpo no se enfrenta con la corriente atmosférica o con la resistencia del aire. En este caso, los movimientos del atleta bien entrenado que tantas veces se estudiaban y practicaban literalmente caen en el vacío. Después de los primeros 200 metros de su lanzamiento, Kittinger logró desenganchar un pequeño paracaídas estabilizador que, aunque no redujo la velocidad, lo pudo salvar del spinning. El paracaídas verdadero se abrió tan solo 25 kilómetros más abajo donde el aire ya estaba más denso y los giros se detuvieron. ¿Qué nos puede contar Joe hoy sobre estar al borde del universo? Por ejemplo: ¿Cómo se imagina el estado de ánimo del terrestre en cuanto a la estratosfera? There is a contrast between beauty and peril—Hay un contraste entre la belleza y el peligro, la disparidad entre embeleso y el peligro a -70 grados. Aunque no puedes

sentir el vacío, sigue estando allá, tenebrosamente hostil. Puedes ver la Tierra desde una distancia de hasta 700 kilómetros y el cielo encima tuyo, negro y de varios matices de azul hacia el horizonte. ¿Cómo puede ser negro el cielo a estas alturas si hay luz del día? La luz allá arriba no está difundida, para nosotros se pone azul solamente por la reflexión. No existe la reflexión de la luz encima tuyo en el vacío y tampoco puedes ver las estrellas. Tienes los ojos deslumbrados y por eso las pupilas se achican. En el punto más alto usted se quedó en el globo por lo menos nueve minutos. ¿Existe la euforia de las alturas y se puede correr peligro de una euforia incontrolable y perder el conocimiento? No. La hostilidad del medio ambiente siempre está presente y no es que una sobredosis de oxígeno te cause euforia. El silencio tenebroso logra el resto. ¿Qué tan solo se siente uno allá arriba? Yo fui entrenado como piloto de aviones de prueba, y me lancé mil veces en mi imaginación. Cuando llegó el momento, estaba preparado. El lanzamiento en sí, la gran velocidad en caída libre, ¿cómo se perciben mil kilómetros por hora? No se notan porque no hay viento que te arrastre. Al principio solo se siente la felicidad de no haber empezado a girar, pero después de dos minutos ves las nubes acercándose a toda velocidad y tienes que seguir diciéndote a ti mismo “solo son de vapor”. ¿En cuanto a primeras palabras famosas...? Antes del lanzamiento solo pensaba: Dios, cuida de mí ahora. Cuando mi paracaídas se abrió, educadamente le di las gracias. ¿Se pone nostálgico cuando ve que alguien puede llegar a batir su propio récord? No. En aquellos tiempos no se trataba de récords. Subimos para obtener conocimientos sobre las posibildades de una salida de emergencia a estas alturas. Por lo tanto, nunca me preocupaba de que mis datos fueran registrados por una autoridad deportiva. ¿Después, no tenía ganas de ir a la Luna? Cuando empezó el Proyecto Mercury, tenía la posibildad de presentarme para hacer justo eso, pero no lo hice y nunca miré hacia atrás diciendo que me hubiera gustado ser astronauta de Mercury e ir a la Luna. Estaba contento con lo que había logrado. No se puede decir que Joe se volvió flojo después. Era piloto de un F-4-Squadron en Vietnam, disparó un avión MIG, le dispararon a él, fue prisionero de guerra en la prisión sarcásticamente llamada el “Hanoi Hilton” y fue liberado un año después. No cuenta mucho sobre eso. En 1978, se retiró de la Fuerza Aérea, se dedicó al viaje en globo y estableció el récord del viaje solitario más largo en tiempo y en distancia cuando fue el primero en atravesar el Atlántico sin compañía. “Uno no se quiere amargar la jubilación”. A los 82, astuto y listo, lleno de conocimientos de aire denso y ligero, el coronel Joe Kittinger estará sentado en el puesto de comando al lado de los ingenieros y médicos, siempre que Felix Baumgartner se vaya de viaje. www.redbullstratos.com


La cápsula de Felix

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l centro de comando en la estratosfera será la cápsula. Es la única protección que tendrá Felix Baumgartner contra un mundo en el que no hay oxígeno y en el que el agua en la sangre podría comenzar a hervir debido a la casi ausente presión atmosférica externa. La cápsula, diseñada para funcionar en la estratosfera, comprime en pocos metros cúbicos la más alta tecnología de una forma que rara vez en la vida como civiles podríamos presenciar (solo militares o astronautas tienen la capacidad de igualar algo semejante, y solo cuando la situación lo requiere). Los diseñadores de la cápsula nos muestran en exclusiva el lugar de trabajo de Felix Baumgartner y nos revelan los secretos de esta notable pieza de ingeniería. Texto: Werner Jessner Fotografía: Balazs Gardi

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El corazón de Red Bull Stratos late en Lancaster, California, más precisamente en el High Desert, situado a solo dos horas en auto al norte de Los Ángeles. Allí, en las cercanías de la base aérea Edwards, se halla la empresa aeronáutica que lleva el mítico y simpático nombre de Cheshire, en español: el gato sonriente o el gato de Cheshire (personaje del cuento Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll). El equipo extraordinariamente reducido de Art Thompson consiste en solo 20 especialistas dedicados al proyecto Red Bull Stratos. Ellos trabajan en dos edificios modestos a las afueras de la ciudad. Es una misión que traspasará los límites del ser humano, adentrándose en el espacio exterior.


FOTOGRAFÍAS ADICIONAL: CHRISTIAN PONDELLA/RED BULL STRATOS

EN ESTE CAPÍTULO: El equipo de Art Thompson y su saga por conseguir la mejor nave espacial para el proyecto Red Bull Stratos. 2.0 ¿Nave o globo? 2.1 Cápsula 2.2 Central de mando 2.3 Cámaras


Condición real

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Hasta 60°C bajo cero y una presión externa tan baja que podría hacer hervir el agua en la sangre: en la cámara de presión serán simuladas estas condiciones para poner a prueba la cápsula y el traje espacial.

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2.0 PRÓLOGO

FOTOGRAFÍAS ADICIONAL: CHRISTIAN PONDELLA/RED BULL STRATOS, JOERG MITTER/RED BULL STRATOS

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¿Nave o globo aerostático?

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veces la casualidad puede ser el mejor constructor. Al margen de mi trabajo en la aeronáutica, por ejemplo, en la función de asistente para la Northrop Grumman en el bombardero Stealth B-2 y otros proyectos similares de la Fuerza Aérea y la NASA (que fueron altamente confidenciales y tenían los mayores adelantos científicos), siempre he trabajado con tecnología ligera. Mi empresa, que está a cargo de este proyecto, se llama A2ZFX (¡fácil de recordar!) y se dedica a la producción de los más exigentes requisitos técnicos del cine en Hollywood. Nuestro trabajo se puede ver en Batman, Duro de matar, Expedientes X y Contacto. Mi amigo Arnold Schwarzenegger, a quien conocí trabajando en la filmación de una película, fue el anfitrión de los Taurus Stunt Awards y Felix Baumgartner resultó ganador por su vuelo sobre el Canal de la

Mancha. Arnold fue muy amable, me dio su tarjeta personal y me presentó a Felix. Con Felix nos entendimos de inmediato. Pocos meses después volé a Linz (Austria) para el “Art of Kart”, una carrera de karting a beneficio de la fundación Wings for Life, donde yo represente al equipo de EU y Felix hizo lo propio para el equipo de Austria. Después fuimos al circuito Hungaroring (en Mogyoród, Hungría) donde Felix dio un par de vueltas en un auto de Fórmula 1. Unos pocos días después de mi retorno a California sonó el teléfono a las seis de la tarde (horario local). Era Felix, y me preguntó: “Art, ¿si quisieras superar el salto récord de 31 km impuesto por Joe Kittinger, cómo lo harías?” –“Eh… ¿Felix, en Austria son las tres de la madrugada?” –“Sí, lo sé. Justo estoy saliendo de la casa de mi novia”. Así es Felix: cuando se ocupa de algo está concentrado en ello 24 horas al día. Era el momento de hacer algunas llamadas telefónicas a colegas de los viejos tiempos: el primero al que llamé fue Rick Searfoss, un comandante de la NASA, quien ya había volado en el Space Shuttle Columbia y en el Atlantis. Además nos podía aportar su experiencia como piloto de pruebas. Después de retirarse de la NASA se desempeñó como presidente del jurado para el Ansari X-Prize, que fue la primera nave espacial privada de la historia. Mi segundo llamado fue a Eric, un diseñador. Con él hemos trabajado en dos posible soluciones para resolver el problema de poder elevar a una persona a más de 30 kilómetros de altura, en la estratosfera: de forma clásica, con globo aerostático y cápsula o con una nave similar a las que usan en los X-Prize. La opinión de Rick era que, para tener éxito, debíamos comprar la capa exterior a Scaled Composites y la propulsión de cohetes de XCOR. Ambas compañías se especializan en vehículos espaciales para proyectos privados.

Art Thompson, director técnico del proyecto, comparte cómo se llegó a la idea y más adelante al diseño de la cápsula. También cuenta qué otras alternativas se consideraron.


2.0 PRÓLOGO

¿Nave o globo?

Casi nos desmayamos al calcular costos. Además, había una serie de problemas sin resolver que tal vez no tenían solución: debíamos lanzar a Baumgartner de una nave espacial a 36 km de altura, después cerrar la escotilla herméticamente y lograr que el piloto y el vehículo regresen a la Tierra de forma segura. Junto a Felix y Red Bull el equipo optó por la variante más “anticuada”, la más “romántica y clásica”, la del globo llevado

a la mayor altitud posible. Superar 36 km con un globo aerostático es difícil, ya que por encima de esa altura todos los cálculos necesarios son casi imposibles de realizar: ¡solamente el globo ya es más alto que la torre Eiffel! Cualquier cosa de mayor tamaño es prácticamente inmanejable. Dadas todas estas circunstancias, estamos bastante seguros de que jamás habrá alguien que supere nuestra misión en condiciones semejantes.

Mezclador de aire La atmósfera en el interior de la cápsula consiste en una mezcla de oxígeno y nitrógeno, que Felix puede regular manualmente. Dentro de la cápsula hay 0.5 bar de sobrepresión. Puesto que la presión externa disminuye continuamente durante el ascenso, Felix también debe reducir la presión de la cabina gradualmente.

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2.1 TECNOLOGÍA

Cápsula

FOTOGRAFÍAS ADICIONAL: CHRISTIAN PONDELLA/RED BULL STRATOS

T

odo el diseño de la cápsula de Red Bull Stratos está dictaminado por la física: esta célula esférica de supervivencia mantiene durante todo el vuelo una sobrepresión de ocho psi (0.5 bar). El tamaño de 183 cm fue adaptado a la necesidad de tener una puerta de 122 cm, indispensable para que Felix, aun con traje espacial y paracaídas, pueda descender cómodo y con seguridad de la cápsula. La idea inicial de hacer la esfera de carbono tuvo que ser desechada muy rápido: por el frío extremo y la falta casi absoluta de oxígeno esta esfera se dilataría, mientras que la puerta de plástico transparente, hecha a base de acrílico, bajo las mismas condiciones se contraería. Así que se optó por hacerla de fibra de vidrio, una forma más anticuada. No menos brillante por su simplicidad y eficiencia es el mecanismo de apertura; la puerta se desliza sobre un riel inferior ligeramente más grande y otro superior algo menor. Por consiguiente queda inclinada diez grados; esto hace que la apertura sea muy fácil y se ahorre energía. Esta construcción tan simple, cuya hermeticidad se basa en la mera sobrepresión y tres sellos de silicona, tiene otra ventaja: si la presión en el interior decae, Felix puede empujar con los pies el lado interno de la puerta y el aire que respira circularía desde el interior del traje, cerrando herméticamente la cápsula como consecuencia de la sobrepresión resultante. La esfera está sujeta en las partes superior e inferior por tubos de acero al cromo-molibdeno; un material robusto, fácil de trabajar y de soldar, que ha sido probado millones de veces en las más

diversas aplicaciones, desde mountain bikes hasta autos de carrera de NASCAR. La forma de jarra de toda la unidad se debe a la necesidad de generar espacios adicionales. En la parte inferior están ubicadas las baterías espaciales para la tensión requerida a bordo. Ambas tienen la forma de una batería de camión y están envueltas generosamente con poliestireno expandido para aislarlas térmicamente. También aquí se agrupan, en un espacio mínimo, los conductos hidráulicos, de oxígeno, de nitrógeno y todo el hardware que no necesita de una atmósfera especial para su funcionamiento. Es importante tener en cuenta que la cápsula se compone de dos mundos completamente separados. Uno de ellos es el que está dentro de la esfera, donde hay un ambiente “respirable”; el otro, el exterior, expuesto sin protección a las más bajas temperaturas y a una atmósfera adversa durante el ascenso. Para construirla hubo que considerar muy cuidadosamente qué componentes se podían adosar a la parte exterior y cuáles debían ser cargados en el interior de la esfera. Por naturaleza, la transmisión por medio de cada uno de los cables y conductos que comunican ambos mundos supone potenciales riesgos de recalentamiento, los cuales se intentan reducir al mínimo posible. El cilindro colocado en la esfera aloja el cerebro de las cámaras, que tiene tanta capacidad de transmisión como una unidad móvil de radio y TV de 36 toneladas, similar a las utilizadas en los grandes

estadios de futbol. El revestimiento lateral consiste de diez cm de poliestireno y está cubierto a su vez por una capa de plástico duro. Los paneles individuales se pueden quitar fácilmente, así como en general la construcción de la capa exterior recuerda a un estante de exposición. En este aspecto la construcción no requiere demasiado refinamiento en los detalles, ya que ni el ascenso ni el descenso en paracaídas suponen una carga extra a la capa exterior. Tampoco es necesario un recubrimiento con placas de cerámica, como los que utilizan los transbordadores espaciales, para proteger al fuselaje de aluminio del calor en el reingreso a la atmósfera. Felix será elevado a pocos metros por segundo, lo cual no es comparable con la velocidad a la que regresan objetos desde la órbita, y por lo que no debe tener problemas de este tipo al momento de descender. A simple vista no se puede apreciar el lugar donde se amortigua el impacto en la parte inferior de la cápsula: unos 50 cm de cartón en forma de panal atenúan la fuerza de choque en el aterrizaje. Luego del descenso de Felix, y de haber estado a más de 36 kilómetros sobre el nivel medio del mar, el globo queda suelto al desprenderse de la cápsula a control remoto, esta se precipita hacia la tierra y aterriza frenada por un paracaídas. En las primeras pruebas realizadas, la maniobra entera funcionó a la perfección: la fuerza del impacto alcanzó apenas a 6.8 G, una carga bastante baja (el límite permitido es diez G).

El tamaño importa La abertura de salida es de 122 cm de diámetro, justo lo suficiente para permitir que Felix descienda, medianamente cómodo, con su traje de presión y el paracaídas. Durante el vuelo un sistema de poleas en el traje espacial le impide estirarse. Solo una vez fuera de él, Baumgartner podrá volver a erguirse.

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CREDIT:

Con vista al mar: A 36 km, Felix podrรก mirar por su ventana y ver la curvatura azul de la Tierra.


2.2 EL MUNDO INTERIOR

Central de mando

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FOTOGRAFÍAS ADICIONAL: JOERG MITTER/RED BULL STRATOS

ueríamos darle a Felix algo para hacer en el camino hacia arriba”, dice sonriendo Marle Hewett, de 74 años. Si no fuera por sus ojos sagaces, parecería un acomodado jubilado norteamericano. Y esos ojos han visto mucho, ya que quien hoy es mánager e ingeniero del programa de vuelos de prueba del Red Bull Stratos, ha dirigido en la Academia Naval de EU el departamento de ingeniería aeroespacial, fue comandante de la armada y, al igual que Joe Kittinger, combatió en Vietnam como piloto de guerra. No hay nada que pueda impresionar fácilmente a alguien como Marle Hewett. Es entendible, él simplemente está acostumbrado a que las cosas funcionen correctamente. El simple hecho de que alguien como él esté a bordo es un testimonio del nivel de profesionalidad de esta misión. Un veterano como él no tendría paciencia para lidiar con un amateur dentro de su propio equipo de trabajo. El juicio sobre Felix se precipita casi eufóricamente: “Es un joven inteligente, con mucha capacidad de aprendizaje, voluntarioso, resistente, centrado. En el aire es impresionante, y su experiencia con helicópteros es notable. Es el hombre adecuado para esta misión”. El lugar de trabajo de Felix tiene varios niveles que están claramente separados, tanto en la distribución del espacio como en el contenido (véase la página anterior). Dado que apenas puede moverse en su traje espacial, la ergonomía de la cabina de piloto era crucial. Los primeros prototipos para las pruebas han sido verdaderas obras de construcción: en una cabina de forma oval, hecha de madera terciada, se

Controles

Doble sistema

Si la situación lo requiere, Felix puede tomar el control. Él es capaz de manejar todo desde su posición.

Cada sistema operativo tiene como mínimo una función extra de seguridad. Existe un control remoto y otro manual.

Toda la responsabilidad es del control de mando en la Tierra. En el aire Felix sigue sus órdenes y solo en caso de emergencia asumiría el control.

La lista de control de tareas de la misión es extremadamente precisa. Solo el procedimiento de salida consta de 36 puntos, el último de los cuales se denomina “¡Jump!”

hicieron pruebas exhaustivas, cambiando de lugar una silla de oficina de IKEA y láminas de goma espuma hasta lograr un diseño adecuado para llevar a la práctica. Es importante destacar que, aunque la misión Red Bull Stratos en su totalidad se controla desde el comando central en Tierra, Felix Baumgartner debe tener siempre la posibilidad de intervenir desde su sitio en la cápsula. Arriba a la izquierda está ubicado el controlador para el globo, provisto únicamente de cinco interruptores. Para Felix, estos no deberían significar una preocupación adicional, al igual que la

Marle Hewett, mánager del programa de Red Bull Stratos, fue, al igual que Joe Kittinger, piloto de guerra en Vietnam. Posteriormente, como técnico en aeronáutica, ha trabajado en puestos directivos para la Marina de Estados Unidos y de la NASA.

radio de a bordo, ubicada justo al lado de dicho controlador, que está diseñada para funcionar con un sistema redundante (doble) para poder hablar y escuchar al mismo tiempo. Los especialistas alemanes de Riedel Communications son responsables de la conexión entre la estratosfera y la base de control. Es una pieza clave del rompecabezas, cuya importancia no debe ser subestimada. El panel grande ubicado en el ángulo izquierdo de la cabina consta de unos 80 interruptores, cada uno de los cuales permite activar o desactivar por separado todas y cada una de las funciones en la cápsula. De modo que, si algo anduviera mal o incluso si no estuviera funcionando exactamente según lo planeado, Felix podría intervenir manualmente y reiniciar o desactivar los circuitos individualmente. Según una antigua máxima de la ciencia espacial: mantenlo simple y piensa en un plan B. A pesar de que toda la misión Red Bull Stratos será controlada remotamente desde la Tierra, Felix cargará con la responsabilidad en todo momento: debe conocer la posición y la función de cada interruptor de memoria y acceder a ellos con los ojos cerrados.

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2.2 EL MUNDO INTERIOR

Central de mando

Minibar

El contenedor de bebidas tiene capacidad para cinco botellas, las cuales serán absolutamente necesarias por el efecto deshidratante que provoca el oxígeno en estado puro. Puedo alcanzarlas sin inconvenientes.

Atmósfera

En este panel se encuentran las válvulas de oxígeno y de nitrógeno, además del indicador que me muestra el nivel y la composición del aire dentro de la cápsula.

Manual de uso ¿Siempre has querido estar en la piel de Felix Baumgartner? Por lo menos en la cápsula es posible: Felix nos muestra su lugar de trabajo y nos explica todo lo referente a las funciones del habitáculo. Por supuesto ya las conoce todas de memoria, así como también la posición de cada uno de los interruptores. Ha entrenado una y mil veces durante las pruebas bajo las más diversas condiciones para asegurar el éxito de la misión.

Salida

Sin esta palanca no hay escape de la cápsula: con ella activo el mecanismo para abrir la puerta. Con un botón rojo que está en el suelo (no se ve en la foto) luego puedo fijar la puerta abierta en esa posición.

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Controles

Este es mi tablero y espejo retrovisor al mismo tiempo. En la pantalla a mi izquierda aparece la información básica acerca de mi posición y en el monitor que está a su lado puedo seleccionar las posiciones de la cámara.

El globo

Arriba a la izquierda están las válvulas de control del globo, aseguradas por medio de compuertas para evitar su activación accidental. En condiciones normales no tendrían nada que ver con mi trabajo.

Interruptor

Entre estos dos paneles hay distribuidos aproximadamente 80 interruptores con los cuales puedo activar o desactivar, de forma independiente, cada uno de los circuitos eléctricos dentro de la cápsula.

Radio

Durante mi misión estaré permanentemente en contacto con la estación en la Tierra. Del otro lado, solo hablará Joe Kittinger. La radio está diseñada para una función dual, así puedo hablar y recibir la señal simultáneamente.


2.2 EL MUNDO INTERIOR

Central de mando

Encima del sistema de interruptores está ubicado un panel de control plegable, donde se leen los valores principales del vuelo en globo. A su lado hay un monitor desde el cual Felix puede seleccionar entre nueve posiciones diferentes de la cámara. Esto es de gran importancia ya que, debido a la escasa movilidad que permite el traje espacial, sin esta cámara estará prácticamente ciego. En el suelo, a la izquierda, hay lugar para un tubo de oxígeno adicional con el aire necesario para media hora, lo que asegura el suministro de oxígeno en caso de que fallen todos los otros sistemas. La palanca en la parte inferior derecha descomprime la cápsula, deja que la puerta se pueda deslizar hacia un lado y la bloquea por medio de un botón rojo ubicado en la base del anillo inferior para que no pueda volver a cerrarse (por si acaso Felix provoca alguna vibración al levantarse de la butaca). A la derecha se encuentra el control de la atmósfera interior, compuesto por dos válvulas con las que puede regular la presión de aire y la composición atmosférica. Él inhala oxígeno puro. El aire exhalado dentro del traje, que luego alcanza el interior de la cápsula, todavía conserva un alto porcentaje de oxígeno. Sin embargo, la composición del aire en la cápsula puede contener un máximo de 30%, cualquier otro valor podría ser demasiado peligroso: una mera chispa y la cápsula ardería en llamas. Para evitar esta situación Felix debería mezclar nitrógeno como neutralizador. De producirse fuego a bordo, tendría una única posibilidad de apagarlo: si el globo estuviera elevado a suficiente altura, abriendo la puerta se ahogarían las llamas, ya que la falta de oxígeno dejaría al fuego sin el elemento indispensable para la combustión. A la derecha detrás del asiento hay soportes en el suelo que contienen cinco botellas con popotes, que se introducen

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Control de altura Dos altímetros en la mano derecha de Felix le informan sobre el ascenso. Después de una tercera parte del vuelo, sobrepasará la altitud de un vuelo comercial trasatlántico. A los 36 km se abren las válvulas del globo de forma automática para no dejar que siga su curso. Esto protege a Felix de la presión y la delgada atmósfera.

en el casco por medio de una válvula con cierre hermético. Los pulmones humanos tienen la capacidad de respirar aire con 100% de humedad. Pero el oxígeno puro seca el cuerpo drásticamente rápido partiendo de los pulmones, por lo tanto Felix deberá beber permanentemente para evitar la deshidratación. Todo lo que entra en el cuerpo debe ser luego expulsado, para eso implementó bajo el traje espacial una especie de condón, que está conectado a un depósito en la parte inferior del asiento por medio de una manguera.

Sabiduría espacial de antaño: Mantenlo simple y piensa en un plan B.

El asiento es una copia de los usados en un Trophy Truck, que son los más estables que existen en el automovilismo. Para que Felix pueda sentarse con el paracaídas en la espalda, la superficie del asiento fue alargada cerca de medio metro hacia adelante. El ajuste (la palanca está en el lado derecho del asiento, en diagonal detrás del desbloqueador de la puerta) es necesario para que Felix suba a la cápsula con su traje de presión. ¿Qué más? Tres cámaras (ver página siguiente) y una elegante luz en el techo sobre una alfombra de LED azules. Así lo quiso Art Thompson, ya que el contraste resultante entre la salida del sol a 36 km sobre el suelo y la relativa oscuridad en el interior de la cápsula, habrían sobreexigido la lente de las cámaras. “También se instalaron tres ventanas”, sonríe Art. “No hay otra nave espacial mejor provista”.


2.3 Cámaras A BORDO

C

omo base hemos usado videocámaras HD aptas para el espacio exterior, modificándolas y adaptándolas a nuestras necesidades. En la estratosfera los condensadores normales son inservibles: hemos reemplazado todos por otros aptos para el espacio. No puedes comprar estas cámaras en cualquier tienda, obviamente. Solo se consiguen a través de proveedores especializados que trabajan para la NASA o para las Fuerzas Armadas. Además hemos perfeccionado todas las configuraciones estándar con las que vienen de fábrica. Por ejemplo, tuvimos que reducir la velocidad de obturación para evitar el efecto staccato (como en la película Salvando al soldado Ryan). Se debe poder ver lo más natural posible y lograr un grado de claridad agradable. Tenemos nueve de estas cámaras de alta definición a bordo. Dos de ellas se encuentran dentro de la cápsula: una está dirigida hacia Felix desde la parte frontal y la otra filma por encima de su hombro. Esto nos proporciona, en primer lugar, imágenes espectaculares y en segundo, permite al equipo supervisar el momento en que Felix sale de la cápsula. Si se enredara el paracaídas en alguna parte, lo veríamos en las imágenes desde el puesto de control y podríamos alertar a Felix antes de que salte. Otras dos de estas cámaras HD están ubicadas en el traje, una de ellas orientada hacia arriba y la otra hacia abajo. En la pechera tiene montada una cámara Go-Pro que le permite, durante la caída libre, un ángulo de visión de 110°. Tanto a nivel escénico como para que los espectadores puedan comprender mejor la situación, es importante que se le pueda ver de cerca durante la caída (aunque sea con el visor empañado) y que luego se pueda apreciar el momento en el que se abre el paracaídas.

De las cámaras exteriores quisiera destacar especialmente aquellas que se encuentran en los brazos externos, revestidas por una carcasa de aluminio herméticamente cerrada. Metimos en estas carcasas una cámara de alta resolución, una cámara fotográfica (Canon 5D, de 14 mm con lente óptico de grado angular) y una RED respectivamente. La RED capta imágenes en 4K, es decir, que podrían ser utilizadas incluso hasta por IMAX. Actualmente es el mejor equipo que existe en cuanto a calidad de imagen. Hemos modificado nuestras cámaras RED de tal manera que las podríamos utilizar como si fueran cámaras ópticas comunes de una Canon Reflex.

Jay Nemeth es responsable de las imágenes del Red Bull Stratos (filmaciones y fotografías). Desde hace 25 años filma todo lo que vuela y es una de las pocas personas en el mundo que posee un certificado “Zero-G”: una licencia para trabajar en gravedad cero.

Triple ojo Una cámara fotográfica y dos videocámaras filman Red Bull Stratos desde los brazos externos de la cápsula. Esas serán las imágenes más espectaculares. Durante el ascenso, la cámara toma una fotografía cada 10 segundos. Durante el descenso de Felix estará configurada para hacerlo de forma ininterrumpida.


2.3 A BORDO

Cámaras Estas carcasas de aluminio son muy estrechas, una de ellas pesa 25 kg y puede soportar tres veces la presión atmosférica circundante. Extrayendo todo el oxígeno y toda la humedad de los cilindros, creamos una atmósfera compuesta únicamente por nitrógeno. Esto es necesario para evitar que se empañen las lentes. Las cámaras RED generan altas temperaturas y los disipadores de calor requieren de aire para ventilarlas. El intercambiador de calor funciona a base de glicol. La tecnología en sí no es del todo nueva. Es utilizada, por ejemplo, para fotografiar lanzamientos de misiles desde abajo, pero nunca se usó a 36 km de altura.

Toda la información que registran las cámaras se puede ver dentro de la cápsula, en la parte superior. Lo que tenemos aquí es algo así como una unidad de tecnología móvil completa, incluida la conexión satelital. Nueve videocámaras HD, nueve controladores de cámara, un multiplexor, un conversor, los elementos de audio, un conversor de potencia, un interruptor automático, telemetría, refrigeración y control remoto para todo: creo que nunca antes han sido dispuestos tantos elementos en tan poco espacio. Este enorme cableado de todo ha sido el gran logro: la unidad de la cámara está conectada al panel de control dentro de la cápsula por medio de una interfaz de 128-pin. Querríamos ahorrarle a Felix este trabajo, pero si tuviéramos problemas con el control remoto, él debería ser

Control total: Felix podrá tomar control de las cámaras si fuese necesario.

capaz de tomar el control manual de las cámaras. Para eso hemos modificado la grabadora de tal manera que pueda funcionar de forma remota o bien para que pueda ponerse automáticamente en modo de grabación, siempre y cuando tenga suministro de energía. Estamos trabajando con una copia de seguridad de la copia de seguridad. No podemos permitir que no quede nada grabado en el chip luego de que Felix haya saltado… En total estaremos generando solo con las cámaras a bordo tres terabytes de datos y hemos podido reducir aún más el índice de almacenamiento posible de 100 megabytes por segundo a 50, una tecnología de excelencia. Por supuesto, los discos duros convencionales con piezas móviles son un tabú. No podrían funcionar en la estratosfera, ya que al estar ubicados fuera de la cápsula, quedarían casi indefensos ante el vacío casi total y las bajas temperaturas extremas. Por ese motivo trabajamos solo con tecnología de almacenamiento de estado sólido o SSD (acrónimo en inglés de solid-state drive). www.redbullstratos.com

Central de imágenes La pieza clave de la documentación de Red Bull Stratos tiene tanta capacidad como una unidad móvil de transmisión y tiene un lugar especial en el techo de la cápsula. Las grabaciones generarán 3 terabytes de datos. El índice de almacenamiento se redujo de 100 a 50 megabytes por segundo para adaptarse a la memoria disponible.

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El globo de helio del Red Bull Stratos contiene alrededor de 850 mil metros cúbicos de gas, al despegar tiene una longitud de lado a lado del equivalente a tres Boeing 777 y transporta a Felix Baumgartner tres veces más alto que la altura máxima del avión comercial más grande del mundo. Aquí esta la logística y precisión detrás de la impresionante salida del globo Texto: Werner Jessner

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FOTOGRAFÍA: JOERG MITTER/RED BULL STRATOS

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El ascenso del gigante


EN ESTE CAPÍTULO: Nos concentramos en el globo que llevará a Baumgartner a la estratosfera: 3.1 Tecnología del globo: cómo y cuándo partir y 3.2 Boleto de salida: Felix Baumgartner obtiene su licencia para volar un globo.


3.1

Tecnología del globo: cómo y cuándo partir

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obre del meteorólogo, el más frecuente de todos los chivos expiatorios. “Siempre nos echan la culpa”, dice Don Day. “Así es nuestro trabajo”. Por supuesto, la modestia del climatólogo cheyenne es engañosa. Day, un eje vital del equipo Red Bull Stratos, sorprende constantemente al piloto Felix Baumgartner y compañía con su precisión asombrosa. ¿El secreto? Más que simple predicción del clima, Day se dedica a practicar precálculos climáticos. “Muchos factores deben llegar a la vez para que un globo de estas dimensiones se eleve del suelo”, dice. “En primer lugar, nada de viento. No podemos tener viento de más de tres km/h a ras del suelo y con nuestros tres globos climatológicos a una altitud de 60 metros, 6.5 km/h es el límite. Incluso en una región que es perfecta para despegues de globos, como Nuevo México, solo consigues este tipo de calma justo antes del amanecer. En segundo lugar, necesitas que casi no haya nubes y la humedad más baja posible. Sobre toda la superficie del globo, las gotitas de agua rápidamente suman peso y se convierten en una carga de varios cientos de kilos. En tercer lugar, necesitamos buena visibilidad. Y cuarto, al subir, no puede haber vientos fuertes, pues éstos podrían alejar mucho de la ruta planeada a Felix”. “Solo cuando estos parámetros queden satisfechos, puedo dar el Okey y Red Bull Stratos puede despegar”. Para ello, Day tiene información de hasta 40 mil metros de altitud, el punto más alto determinable para la meteorología, incluso más alto que lo que Felix subirá. Al combinar simulaciones climáticas calculadas por computadora, información de distintos globos climatológicos a diferentes altitudes, registros almacenados y una pizca de genialidad meteorológica, es posible formar un pronóstico tres días antes de iniciar: preparen el despegue para el miércoles. Veinticuatro

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horas antes del inicio, el pronóstico es tan preciso ese día que podría hablarse de “90% de precisión”. Ocho horas antes del despegue debe discutirse si hoy es o no el gran día. De hecho, ocho horas es lo que toma dar inicio a todo el procedimiento. El hombre que se encarga de elevar el globo al cielo es Ed Coca, jefe del equipo de lanzamiento. Pese a ser un veterano en este negocio, no ha visto muchos lanzamientos como éste, organizado por Red Bull Stratos. “Después de todo”, explica, “no cualquier día haces que un inmenso globo se levante del suelo a esa altura”. Unas cuatro horas y media antes de la salida, Coca llama a Day para investigar la dirección exacta de cualquier brisa posible (de no más de 3 km/h). El globo, el paracaídas y la cápsula van conectadas como en configuración de tren (“tren de vuelo”) y así es como se acomodan en el campo aéreo de Roswell, Nuevo México, con la cápsula pendiendo de una grúa.

“No todos los días puedes hacer volar un globo tan grande como éste” Se tienen que asegurar de tener un lanzamiento controlado y, para lograrlo, la ligera brisa permitida debe de soplar directo en contra de la cápsula, pero de ninguna manera en la dirección opuesta a ella o en ángulo hacia la pista. El globo de Red Bull Stratos está hecho de un tejido de polietileno transparente muy delicado y delgado, que es parecido al que se usa en bolsas de tintorería. El grosor de la pared protectora varía, pero en todo lugar, su grosor es menor a un milímetro. La construcción del globo, como puedes imaginar, es una labor que exige precisión exacta. No hay lugar para errores. Además, también está la labor,

¡A despertar al gigante! ¿Cómo elevas algo de 75 pisos de altura en solo una hora? Así es como se hace

Inflado 1. Mangueras de dos camiones con un total de 10,194 metros cúbicos de helio, se utilizan para inflar el globo, una hora antes de despegar. 2. Un brazo de lanzamiento mantiene el globo en su lugar. El inflado se hace de arriba a abajo. 3. La parte superior del globo comienza a elevarse. 4. El brazo de lanzamiento mueve lentamente el globo en toda su longitud.

A

El helio es más ligero que el aire. La parte superior del globo se eleva.

El helio entra por dos tubos de inflado. El helio es transportado por dos tráileres de gran tamaño.

El globo es sujetado por un freno.


Balanceo

B

La grúa mueve la cápsula debajo del centro del globo.

Este es el “tren” con el paracaídas que llevará la cápsula a salvo a tierra firme.

C Despegue

Tras soltar el brazo de lanzamiento, el globo se eleva de manera autónoma.

1. La grúa libera la cápsula. 2. Red Bull Stratos despega.

FOTOGRAFÍA: JOERG MITTER/RED BULL STRATOS. ILUSTRACIÓN: ALBERT EXERGIAN

En un ángulo de 20º, todo comienza a ponerse delicado.

1. El brazo de lanzamiento libera el globo. 2. Una grúa sostiene la parte inferior del globo y la cápsula. 3. El globo se eleva hasta estar completamente recto. 4. Con el globo en un ángulo aproximado de 10-20º, se libera la cápsula. 5. La grúa maniobra la cápsula exactamente debajo del centro del globo.

Los globos climatológicos indican la dirección del viento.

La cápsula es elevada por una grúa. Baumgartner espera sentado dentro de su cápsula.

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Incluso un solo hoyo en el globo, sin importar cuán pequeño, puede dar problemas, así que se hace una revisión con luz especial

HELIO Más ligero que el aire El helio (He) es un gas noble no tóxico, incoloro e inodoro. Es el segundo elemento más ligero y abundante en el universo (después del hidrógeno). La mayor parte se formó durante el Big Bang. Para su uso comercial, el helio se extrae por destilación fraccionada de gas natural. Un metro cúbico de helio pesa solo 179 g, mientras que un metro cúbico de aire pesa aproximadamente 1.3 kg (dependiendo de la temperatura y composición).

Helio

Aire

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nada simple, de incorporar una cinta reflectante para que el envase vacío que flota hasta la Tierra luego de que la cápsula se separe, pueda ser localizado con radar en cualquier momento. Incluso un hoyo en el globo, sin importar cuán pequeño, puede ser problemático. Por esta razón, todo el globo (y hay dos más, solo por precaución) es revisado con luz negra especial antes de tomarlo de la gran mesa donde pegan los tramos individuales del material para después cargarlo en la caja de transporte. Para que el delicado globo no se dañe cuando lo extiendan en el asfalto, una capa protectora de herculite, un material sintético de uso industrial que eligieron especialmente, se ubica entre el suelo y el globo. Hay un estricto código de vestimenta para los 15 hombres que preparan y lanzan el globo: guantes de algodón, nada de cierres, nada de ojales, nada de joyas y nada de fuerza; cada contacto, cada movimiento del globo, tiene el riesgo de provocar una falla en potencia. Debe evitarse cualquier tentación a dar un tirón para corregir una posición; la pura bolsa del globo pesa 1,682 kg, tanto como un vehículo mediano. Una vez que el gigante durmiente al fin queda tendido en el suelo, los mecanismos de desprendimiento se arman, los mismos que, cuando Baumgartner aterrice sano y salvo, separarán el globo de la cápsula. En este proceso exacto, la bolsa del globo se desgarrará por una línea predefinida, el helio se liberará en el espacio y la bolsa del globo comenzará su lento descenso hacia la Tierra, donde un equipo la recuperará y la llevará a Roswell en la cama de un gran camión. Pero aún no estamos nada cerca de este punto, para empezar, la aeronave de Baumgartner primero tiene que despegar. Una hora antes del ascenso, el centro de control da el Okey a los preparativos de lanzamiento. Cincuenta y cinco minutos antes del despegue, inician el proceso de llenar el globo con helio. Para hacerlo, se necesitan dos camiones repletos de este elemento,

cada uno con capacidad de 5,097 metros cúbicos. A fin de llenar el globo tan cerca del lanzamiento como sea posible, se tomó la decisión de usar un método de inflado dual, lo que significa que el helio se bombea de manera simultánea por medio de dos mangueras que están colocadas en la parte superior de la bestia transparente. Después de un rato, el globo levanta la cabeza y crece hasta convertirse en una burbuja gigante. Durante los siguientes minutos, la burbuja se hace cada vez más grande y más firme, mientras el brazo que mantiene el globo en el suelo unido al camión suelta más tramos del globo centímetro por centímetro. Al otro lado del gigante, el embutido de polietileno aún yace en el suelo y dentro de la cápsula, Felix espera pacientemente. Esta cápsula permanece en lo alto gracias a una grúa móvil modificada, la cual dirige un chofer extremadamente hábil. Al momento en que el brazo de lanzamiento libera el globo, éste empieza su ascenso vertical, izando las porciones aún vacías del suelo. El globo sigue subiendo dirigiéndose hacia la grúa; la cápsula de Baumgartner siente sus primeros tirones de tensión. Cuando el globo alcanza entre diez y 20º de inclinación (una regla práctica del veterano Coca), la grúa que sostiene la cápsula empieza a moverse. Ahora debe ser llevada con precisión justo debajo del globo, algo parecido a balancear una escoba con la punta del dedo, aunque en una escala ligeramente distinta, mientras que el globo tira de su carga desde lo alto. Coca guía la grúa, pero se para apenas a unos metros de la pista: “Pararse a un lado te da mejor perspectiva de cómo hacer la mejor maniobra con la cápsula desde abajo ”, explica Coca. Estar calmado desde el inicio es bueno. Incluso en un espacio tan grande como un campo aéreo, aunque la cantidad de kilómetros cuadrados no es ilimitada. En el momento en que Coca da el Okey, el equipo necesita liberar la cuerda de remolque lo antes posible. En la extendidísima pausa antes del momento en que Felix Baumgartner se eleva a los despejados cielos matinales sobre Roswell, ninguno de los que lo ven elevarse se atreven a respirar. Todo este trabajo culminó en otro pequeño éxito para el equipo Red Bull Stratos pero en las palabras de Felix está claro que… “A pesar de que hoy superamos grandes obstáculos al momento del despegue, todavía nos falta mucho. Esto apenas es el inicio”.


3.2 Mi

hermoso globo FOTOGRAFÍAS: JOERG MITTER/RED BULL STRATOS (2), BALAZS GARDI/RED BULL STRATOS, SVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS

¿

C

ómo controlas un globo? Bueno, no puedes discutir con el viento, pero si eres un aeronauta suficientemente experimentado y conocedor, sabrás cuán alto, por cuánto tiempo y hacia dónde sopla el viento. Por tanto, entenderás que un ligero viento del Norte a 200 m puede ser un fresco viento del Sur a 400 m. Avanzarás a 40 km/h o más, pero no lo sentirás, porque te mueves con el viento. Solo hasta que el viento cambia, lo sientes: primero en la cara, luego en tu ropa. Controlas la altitud de un globo de helio con una válvula que permite que el gas escape, bajas, o al tirar un lastre, elevas. El sistema trabaja con una precisión increíble, aunque con un retraso de cerca de medio minuto. Ajustarte a esto es parte del arte de la aerostática: jamás lanzarías sacos de arena, como ves en algunas películas. Para empezar, el saco podría caerle en la cabeza a algún inocente que pasa por debajo y, además, sería un método muy burdo. Normalmente basta con vaciar tan solo una cucharada de los grandes sacos de arena para recuperar altura. Los lastres son el oro de los aeronautas. Una vez que los lanzaste por la borda, perdiste una ayuda crucial para navegar. No es únicamente que no puedas subir más (imagina que hay montañas adelante) sino que, aún más importante, no puedes usar las capas atmosféricas superiores para moverte. Si estás desesperado, la única opción es tirar el equipo y, obviamente, ese es el último recurso. Mi viaje para Red Bull Stratos es hacia un solo lugar; ¡hacia arriba! Pero aun así tuve que recibir entrenamiento en globo.

Antes de saltar desde una altura de 36 km tienes que llegar hasta allá. Y si planeas ascender a la orilla del espacio en un globo enorme, necesitarás una licencia legítima. Así fue como el aventurero del proyecto Red Bull Stratos, Felix Baumgartner, obtuvo su licencia Texto: Felix Baumgartner


La aeronáutica tiene sus momentos llenos de aventura. Yo los descubrí a la mala.

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“Solo tenía dos días para aprender a dirigir un globo. Al tercer día, el presidente Obama llegaría de visita” poco tiempo para practicar los despegues y aterrizajes, pero al poco tiempo empecé a entender mejor el juego táctico del aire y a memorizar las direcciones del viento a diferentes alturas. Me siento en casa en el aire: ahí estoy en “mi elemento”. Tras dos días de volar en globo, me sentí listo para el examen. Joe Kittinger, nuestro consultor de misión, me aseguró que en mi caso no tendría que hacer el examen escrito, así que me sorprendió que mi examinador (un caballero alto y canoso de la Administración Federal de Aviación) me pida que suba las escaleras y que Joe se apartara. No me es natural hacer cosas a medias, y cuando hago algo, quiero hacerlo a la perfección. Así que odio cuando me topo con una situación complicada para la que no estoy preparado. También soy muy honesto, así que le dije al examinador que tenía entendido que el examen escrito no seria necesario y que no había estudiado. Le expliqué el proyecto y que no planeaba pasear en globos tras Red Bull Stratos y que, definitivamente, no transportaría ningún pasajero. Para mi sorpresa, me escuchó y sacó una carta aeronáutica que mostraba una ruta marcada. Estoy más familiarizado con cartas de navegación, gracias a mis vuelos en helicóptero, y me di cuenta de una pregunta con truco que el examinador hizo, así que me mostré suficientemente competente para que el viejo y severo caballero me aprobara y pudiera hacer el examen práctico al día siguiente. El globo estaba amarrado en un gran campo de futbol enrejado. Había un par de autos estacionados y me pareció que

“Obtener una licencia para volar globos es un poco más complicado que pasar un examen de manejo” estaban demasiado cerca, pero el examinador y el profesor determinaron que no había problema. Nos elevamos sin complicaciones, pero después dejamos de subir y nos llevamos el espejo lateral de un auto y abollamos el toldo. ¡Ni al profesor ni al examinador pareció importarles! Apenas logramos superar la reja, yo me sentí algo mal. No obstante, mis dos compañeros me dijeron que no me preocupara, que había sido una “elevación falsa”. Entonces me di cuenta de que obtener una licencia para volar globos era bastante más complicado que pasar un examen de manejo. Las elevaciones falsas no son deshonrosas. Son “una de esas cosas” que suceden. Son causadas cuando el viento empuja la parte inferior del globo para crear una elevación. Dejas ir la línea creyendo que tienes un empuje fuerte, pero se detiene justo cuando el globo alcanza la velocidad del viento. En nuestro caso, eso fue justo a la altura del espejo del auto. Yo quería empezar desde más atrás y tanto el examinador como el profesor asumieron que estábamos suficientemente lejos, así que no fue mi culpa. Durante nuestro vuelo, comenzamos a acercarnos a una montaña. El examinador sugirió tirar unas paladas de arena, pero yo dije que estábamos bien. Entonces propuso

FOTOGRAFÍAS: SVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS

Empecé llenando 25 o 30 sacos de arena. Luego del cuarto, le aseguré a mi profesor que ya había entendido el sistema, pero no mostró misericordia. ¡Si tan solo me dejaran construir un castillo de arena! Después de la diversión vino lo serio: concentrarme en la comunicación precisa con el meteorólogo. Esa es la principal de las buenas preparaciones. Un buen meteorólogo te prepara para condiciones de viento diversas a distintas altitudes para que puedas preparar tu ruta, sin importar si vas de A a B, y de vuelta a A, o en un recorrido de vuelo triangular: la ruta más común en globo. El globo espera en el suelo la partida: el helio es costoso, así que por lo general no se deja escapar. Simplemente rellenas el gas faltante. Los globos de gas son más costosos todavía que los de aire caliente, pero los pilotos de globos de gas están arriba en la jerarquía social de los aeronautas. (Para Red Bull Stratos, un globo de gas es la única opción, debido a la ausencia de atmósfera). Una de mis primeras experiencias de aprendizaje con globos es que es un deporte para madrugadores. Comienzas a prepararte a las 3 am, para estar volando antes de que el sol salga y los primeros vientos soplen. Siempre tienes que buscar tener el menor viento posible al salir. Hice mi entrenamiento en globo en la ciudad de Albuquerque, Nuevo México y por coincidencia, atraje algo de acción al lugar. Tres días después de mi llegada, se declaró que no se podía volar en todo el espacio aéreo porque el presidente Obama iría de visita. Eso me dejó con dos días acelerados para aprender a usar un globo;


Obtuve mi licencia en Albuquerque, Nuevo México. ¡Incluso tuve que llenar yo mismo los sacos de arena!

Volar globos es un deporte de madrugadores. Los preparativos inician a las tres de la mañana y comienzas tu elevación al amanecer.

hacer una apuesta sobre si sobrevolábamos o no la montaña. Acepté, “Claro”. Estuvo cerca, pero la superamos sin tirar lastres. Sentí que empezaba a entender. Del otro lado de la montaña nos encontramos con un viento duro (de entre 80 y 90 km/h), que nos provocó turbulencia. Nos acercábamos a otra cordillera y no se veían muchos lugares adecuados para aterrizar. Teníamos que bajar rápido. Tiré de la cuerda para soltar gas y dejé que el globo bajara rápidamente. En la superficie había vientos de 40 kph, eso me preocupó. Nos preparamos para el aterrizaje, nos pusimos los cascos y metimos los sacos de arena a la canasta para que no se desgarraran en caso de un aterrizaje difícil que nos volviera a elevar. El área de aterrizaje no era muy grande: por lo menos estaba descampado, pero rodeado de alambre de púa. No había muchas opciones para rectificar un error de aterrizaje en un globo de reacción tardía. Debíamos lograrlo en el primer intento. Cuando ves que el suelo se te aproxima a 40 kph lo sientes como si fuera mucho más rápido, el aterrizaje fue violento. La canasta se volteó y nos arrastró por el suelo. Todos nos esforzamos por alcanzar la válvula y terminar con nuestro agitado recorrido. Metimos la cabeza e intentamos mantener los brazos y piernas dentro de la canasta. “Tiren, tiren, tiren”, gritó el examinador mientras la canasta hacía surcos en el suelo. No podíamos movernos, pero al final la cuerda se enrolló, el helio se había liberado y todo se quedó quieto y en silencio. “¿Están bien, muchachos?” Subimos para ver la cicatriz de casi 80 m de largo que la canasta había arado en el campo. ¡La aeronáutica a veces tiene momentos difíciles! De cualquier manera: ¡examen aprobado! www.redbullstratos.com

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4

El traje espacial Red Bull Stratos de Felix Baumgartner está lleno de pequeños detalles prácticos. Por ejemplo, un espejo retrovisor en cada guante para lograr compensar las molestas restricciones de visión que le provoca el casco.

Sastre del tiempo y del espacio Por más de 50 años, David Clark Inc. ha sido la mercería para ocasiones muy especiales: la compañía estadounidense ha fabricado trajes espaciales para generaciones de astronautas y pilotos. Ahora provee a Red Bull Stratos las capas de protección de Felix Baumgartner para su salto desde la estratosfera Texto: Werner Jessner & Robert Sperl

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FOTOGRAFÍAS: SVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS

EN ESTE CAPÍTULO: Hablamos sobre el traje espacial de Baumgartner 4.1 y exploramos la colorida historia de los trajes espaciales 4.2.


EN EL EPICENTRO DE DAVID CLARK INC. El destino de los viajeros yace más allá de nuestro mundo, pero el atuendo obligatorio (en este caso, el traje espacial de Felix Baumgartner) se revisa una y otra vez a la usanza tradicional. La única pieza de equipo digital que se puede encontrar en el área de pruebas es un teléfono móvil.

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de juguetes de madera. Esta impresión persiste al otro lado de su estrecha puerta de entrada. La única seguridad que debes pasar es un portero que parece conocer el nombre de todos y cada uno de los 300 empleados que ahí laboran. Un asistente que va al frente de un grupo por una escalera austera les muestra el lugar a los visitantes. Hay un silencio similar al de una escuela en vacaciones. Cobras conciencia de tus propias pisadas. La ruta zigzaguea a través de oficinas con cubículos separados por particiones de madera de media altura para el equipo técnico y acuarios para el staff de mayor rango, pasas por gabinetes de metal y

Todos los astronautas que lograron subir al Transbordador Espacial vistieron un traje David Clark, el pionero en protección antigravedad

escritorios sencillos en los que los amables empleados saludan al verte. Mientras más tiempo te quedas aquí, más palpable es la sensación de que esta compañía está involucrada en algo especial. Puerta tras puerta se revela una escena similar, hasta llegar al sanctasanctórum, un cuarto sin ventanas de tamaño modesto con paneles de madera y piso de linóleum. Cualquiera que espere algo eureka (como un cuarto iluminado por neón y con estilo futurista) se llevará una sorpresa. El corazón de David Clark Inc. (sastre maestro de trajes para astronautas de transbordador, compañía que viste a cada piloto de élite que guía una misión como espía en jets secretos y ultrarrápidos) es un cuarto en el que el único equipo digital es el celular en el bolsillo de nuestro guía. Hay pedazos de equipo del tamaño de tazas, todo analógico y cubierto con estaño color verde olivo. Todos tienen brillantes controles y perillas cromadas. Sobre estas máquinas, la gente colocó tubos de precipitado graduados y equipos más pequeños. Una polea oscila desde el techo simulando un salto en paracaídas, y aunque hay un juego de básculas de

FOTOGRAFÍA: SVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS

W

orcester se encuentra a 70 km al oeste de Boston y tal vez sea la ciudad peor pronunciada en todo EU. (Se pronuncia “wuss-ter”, por su relación con Worcester en Inglaterra, hogar de la salsa del mismo nombre). Igualmente confuso es que, aunque Worcester tiene solo 200 mil habitantes, de cualquier dirección que entres a esta ciudad, quedas enredado en la jungla suburbana de supermercados, estacionamientos, departamentos y fábricas. Estas últimas están ocultas detrás de anónimas fachadas con ladrillos y David Clark Company Inc., en Franklin Street, no es para nada la excepción. La compañía llegó al negocio en 1941, cuando el fundador, David M. Clark, un fabricante de tejidos, ideó los primeros trajes antigravedad (utilizados por pilotos en la Segunda Guerra Mundial). Esto derivó en trajes de protección para presión y ruido, así como cascos especiales para pilotos y astronautas de la Fuerza Aérea Estadounidense y la NASA. La compañía ofrece una vasta gama de productos de alta tecnología, pero desde el exterior, DCCI se parece más una fábrica


cocina (número de inventario DC1452) en un archivero, se intuye que éste es un lugar en el que la genialidad, la aptitud y la experiencia coexisten con un espíritu pionero. Es como el taller de un relojero tradicional, pero esta gente no está en el negocio de los minutos y los segundos. Su verdadero negocio es ir al espacio. Sobre las paredes cuelga una pequeña galería de certificados que documentan las áreas de experiencia del equipo de DCCI. Junto con ellos, hay fotografías de pilotos parados en la escalerilla de sus jets, de equipos de astronautas frente a sus naves. Varias fotos están firmadas, agradecen al equipo su gran trabajo. La plataforma con un asiento de piloto sobre ella domina el cuarto. Se parece a “Old Sparky”, nombre que en los Estados Unidos le dan a la silla eléctrica. Aquí es donde miden y someten a las pruebas finales y de fugas a los astronautas en sus trajes recién confeccionados. No antes de que los ingenieros de DCCI completan estas pruebas, palomean las cajas finales y los trajes pueden salir del local. (Algunos vuelven luego de completar la misión: se convierten en trofeos envueltos en nailon

VALET MIKE TODD (derecha) viste a Baumgartner (arriba) con su traje. Incluso la más pequeña arruga podría provocar problemas. Todd será la última persona que vea a Baumgartner antes de que entre en la cápsula y la primera persona que lo reciba cuando aterrice. Esta cercanía profesional los ha convertido en grandes amigos.

y guardados en un cuarto de archivo, al igual que en una tienda de alquiler suele guardar ropas costosas). Felix Baumgartner se sentó por primera vez en este cuarto de pruebas en enero de 2008, durante tres horas de medidas. El contacto con DCCI lo estableció Art Thompson, director técnico del proyecto Red Bull Stratos y un nombre reconocido en la industria aeroespacial. Todo se sintió decididamente frío en la mesa de reunión, cuando Baumgartner se sentó por primera vez cara a cara para negociar con la gerencia de DCCI. Las expectativas de ambas partes eran altas. Tanto la industria del espacio como la de la aviación se han construido sobre proyectos y contratos redactados con precisión y cálculo que, para el no conocedor, parece un nivel desapasionado en exceso. Éste es un negocio que funciona con infalibilidad absoluta y sin lugar para sentimientos. Para Baumgartner, todo esto era nuevo. “Red Bull simplemente es un mundo más cálido”, dice Felix, “lleno de bromas y caras sonrientes, ahí todo es relajado, nadie usa corbata”.

Algunos trajes usados terminan envueltos en nailon y guardados, al igual que una tienda de alquiler suele guardar ropas costosas Al otro lado de la mesa estaba John W. Bassick, el entonces vicepresidente ejecutivo de David Clark Inc. Él explicó las reservas de su compañía al respecto a proyectos de civiles. La última vez que se involucraron en uno fue a mediados de la década de 1960, cuando Nick Piantanida, un conductor de camiones de Nueva Jersey, quería vencer el récord de altitud para un salto impuesto por Joe Kittinger en 1960 y el mismo que Baumgartner planea romper. Durante el intento de Piantanida, hubo un incidente en el que estaba a una altitud de 19 km. La falta de oxígeno lo dejó en coma; cuatro meses más tarde, murió. “Yo lo conocí aquí en David Clark”, dice Bassick.


EL CASCO

Este casco, hecho con materiales compuestos, también fue desarrollado por David Clark. Dentro del casco, Baumgartner tiene un micrófono y audífonos para comunicarse. El visor, el cual puede calentarse para no empañarse ni congelarse, tiene un parasol ajustable. Baumgartner también obtendrá oxígeno a través del casco; durante el salto, el oxígeno sale de dos cilindros portátiles contenidos dentro de la estructura del paracaídas. Puedes distinguir el traje de Baumgartner de aquellos hechos para pilotos y astronautas por el corte. La movilidad no es de tanta importancia para ellos, y Baumgartner estará en caída libre: imagina a un saltador de esquí en vuelo, pero posicionado con la cabeza por delante. La correa frente al pecho es un amarre del casco. Está ahí para mantener el casco en la cabeza cuando el traje presurizado se infle (pues la presión tiende a levantar el casco sobre los hombros). La correa afecta la posición de Baumgartner porque es corta cuando él está de pie y tiene que extenderla para levantarse cuando sale de la cápsula.

DEL CORTE

4.1

Imagina la segunda capa del traje (la malla) como una red tejida con ganchillo hecha con un hilo especial. Ésta previene que la membrana inflada se estire.

LA SEGUNDA CAPA Cota de malla del siglo XXI

La capa interna del traje está hecha de una membrana correosa con costuras soldada ultrasónicamente. No deja salir ni entrar nada. (En una emergencia, puede servir incluso con huecos del tamaño de una moneda pequeña). Una vez que Felix abre la puerta de la cápsula, el traje se llenará de aire hasta tener una presión equivalente a una altitud de 10,700 m. Esta atmósfera artificial evita síndromes de descompresión (cuando se forman burbujas de gas en la sangre). Durante la fase de caída libre, una válvula de control (el “cerebro” del traje) regulará la presión y la mantendrá constante a pesar de los cambios de altitud. Una vez que Baumgarter se pone el traje, es hora de la prerrespiración: dos horas de respirar oxígeno puro para liberar la sangre de nitrógeno. Burbujas de ese gas podrían formarse en las alturas. Sin embargo, cualquiera que respire oxígeno puro debe compensar sus propiedades deshidratantes. Así que, en el caso de Baumgartner, hay una entrada para comida en el casco que permite suministrar líquidos a través de un tubo. No obstante, puede deducirse que una persona que come y bebe más, producirá más desperdicios. Baumgartner decidió no vestir un desagradable pañal y prefirió un dispositivo similar a un condón que va enlazado a un contenedor. El contenedor permanecerá en la cápsula, dice Baumgartner, “porque no lo necesitas durante la caída libre”.

LA PRIMERA CAPA Una atmósfera para Felix

Una vez que alcance los 36,500 m sobre la Tierra, Felix Baumgartner dejará su cápsula presurizada e iniciará su caída libre de vuelta a Tierra firme, necesita un traje presurizado para sobrevivirlo. Se necesita soportar temperaturas de cerca de -60°C. La presión baja del aire en altitudes sobre los 19 km significa que sin el traje, el agua en la sangre prácticamente herviría y mataría al hombre por cuyas venas fluye.

El traje espacial de Felix Baumgartner es el primero que David Clark Inc. ha manufacturado especialmente para un individuo privado. Hicieron tres para él

El traje en detalle


Los guantes son desmontables con el traje, lo que ofrece confort y maniobrabilidad óptimas durante el mayor tiempo posible antes del vuelo. Se adosó un espejo a cada guante para ayudar con la visión periférica limitada de Felix en el casco. También utilizará un par de botas que son sustancialmen te más grandes que su número de zapato para que los botines presurizados (que forman parte de la “vejiga” interior del traje) puedan ir dentro. El tejido blanco del traje que cubre el exterior de sus botas es retardante contra el fuego.

MANOS Y PIES

Al igual que el casco, los guantes se cierran herméticamente. Se ajustan al traje con una muñequera giratoria.

ABIERTO Y CERRADO

...tiene que salir. Hay un contenedor recolector de orina debajo de la silla de Baumgartner. Una manguera conecta a un dispositivo similar a un condón que está dentro del traje. Antes de salir de la cápsula, él desconectará la manguera y subirá el cierre en su traje.

TODO LO QUE ENTRA...

Un vistazo bajo la superficie. Aquí puedes ver cuán delicadamente se tejió y ensambló la malla con fibras artificiales. Los cables van hasta los calentadores de botas de Felix.

Mantiene automáticamente la presión en el traje a un nivel fijo a pesar de los cambios en altitud que Baumgartner experimente.

CONTROLADOR DEL TRAJE

Se utiliza para ventilar el traje con aire frío o caliente durante el ascenso. El aire caliente ayuda a evitar que Baumgartner se congele mientras que el aire frío evita la transpiración, la cual empañaría el visor.

VENTILACIÓN

La tercera y última etapa al exterior del traje es un textil de una capa con un efecto aislante y retardador del fuego. Baumgartner también vestirá ropa interior térmica para protección durante el ascenso (que durará cerca de dos horas y media) y el descenso (cerca de cinco minutos y medio de caída libre), luego su paracaídas se abrirá alrededor de los 1,500 m sobre la superficie. Solo tres trajes han sido producidos para Baumgartner: un prototipo que fue adaptado continuamente durante la fase de pruebas, un modelo subsecuente para más pruebas y finalmente, el tercer traje, que, por razones de seguridad, solo será utilizado para unos cuantos saltos de prueba y para el verdadero intento de romper el récord en un salto de caída libre.

LA TERCERA CAPA Para proteger del viento y del fuego

FOTOGRAFÍAS: BALAZS GARDI/RED BULL STRATOS (2), SVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS


4.2 La historia de los trajes espaciales

Los primeros trajes espaciales, con un diseño basado en los trajes de buceo, se hicieron en la década de 1930. La Segunda Guerra Mundial aceleró el desarrollo de trajes espaciales y antigravedad, al igual que la subsecuente Carrera Espacial entre EU y la Unión Soviética, de mediados de los cincuenta a mediados de los setenta. La David Clark Company siempre ha estado al frente de esta industria

1965 Este traje fue utilizado en el avión experimental impulsado por cohetes, X-15, que podía alcanzar velocidades Mach 6.72 (7,242 kph). Fue el primer traje con una capa restrictiva hecha completamente de Link Net, un material desarrollado por David Clark que ha demostrado su valor desde la primer caminata espacial, en 1965, hasta hoy día. El traje presurizado de Baumgartner tiene elementos hechos de Link Net.

DESDE 1973 El traje espacial ruso Sokol se utilizó para viajes a la Estación Espacial Internacional. Fue hecho a la medida para su usuario y, a diferencia de los trajes para el Transbordador Espacial de la NASA hecho por David Clark, era un traje espacial que no se podía reusar.

HACIA 1960 Este traje cabrestante hecho por los soviéticos para un perro se utilizó en los primeros programas de desarrollo de viaje. En los trajes cabrestante, la presión se produce directamente por una serie de tubos inflables, un método desarrollado por el Dr. Jim Henry, de la University of Southern California, cerca de 1940. Más tarde, la David Clark Company creó trajes para los pilotos X-1 basados en este diseño. En 1960, la tecnología llegó a la Unión Soviética, cuando Francis Gary Powers fue derribado en territorio soviético en su avión espía U-2. 1965 Ed White usó este traje Gemini G4C en la primera caminata espacial estadounidense en 1965. Se puede observar la capa protectora externa adicional deTMG (thermal micrometeoroid garment) y un visor dorado para protegerse del sol. Jim Lovell y Frank Borman usaron versiones más desarrolladas cuando rompieron el récord en su vuelo espacial de 14 días en el Gemini VII, ese mismo año.

HACIA 1959 Este traje es de cuando la Fuerza Aérea de EU se hizo la única responsable por todos los trajes presurizados (incidentalmente, sigue siendo el caso en la actualidad). El traje se basa en una línea de BF Goodrich, pero en lugar del cierre frontal en diagonal tiene un cierre en forma de U al estilo de los trajes X-15 de David Clark. Este prototipo es similar al traje que David Clark hizo para la marina estadounidense.

HACIA 1950 La década de 1950 vio un número de compañías experimentar con la manufactura de una gama de trajes espaciales: BF Goodrich, General Electric, US Rubber, Arrowhead, ILC y, el último pero no por eso menos importante, David Clark. Este traje prototipo de origen desconocido es típico de la época.

DESDE 1977 Con torsos duros; las Hamliton Standard Space Shuttle Extravehicular Mobility Units eran conocidas como “trajes de armadura”. Trajes similares a éste cargaban la mochila con los sistemas de supervivencia y monitoreo en los viajes al espacio y ayudaban a proteger las herramientas para trabajar en el exterior del Transbordador Espacial.

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DESDE 1975 Éste fue el reemplazo del primer traje para los pilotos del SR-71 Blackbird de Lockheed y fue utilizado por la NASA para sus pruebas de vuelo a altas velocidades. Los micrófonos y los sensores de presión de microswitch se implementaron para eliminar el ruido de la respiración durante toda la comunicación.

HACIA 1955 Este traje espacial Apollo fue confeccionado por la International Latex Corporation. El casco de policarbonato incluye una unidad de comunicaciones y fue desarrollado por Air-Lock Inc, fundada por David Clark y una compañía que ahora forma parte de David Clark Company.

1961 Este traje espacial Mercury, como el utilizado por Alan Shepard, se basa en el modelo Mark IV que BF Goodrich diseñó para la marina de EU. Mientras lo desarrollaban, el equipo altamente calificado se mudó de la marina de EU a la NASA.

DESDE 1960 Por más de cincuenta años los científicos han investigado “trajes suaves” que puedan ser usados en otros planetas. El ideal sería vestir el traje fuera del interior controlado por una nave espacial y poderlo remover fácilmente dentro de un compartimento hermético que minimizaría la contaminación. La NASA evalúa actualmente muchos conceptos como éste.

DESDE 1961 Con un casco inflable de policarbonato, el diseño del traje Apollo (aquí usado por el astronauta del Skylab, Owen Garriott) aún se utiliza fuera de la Estación Espacial Internacional.


FOTOGRAFÍAS: PICTUREDESK.COM (2), GETTY IMAGES (7), CORBIS (3), FRANÇOIS PORTMANN/RED BULL CONTENT POOL, GIAN PAUL LOZZA

EDICIÓN LIMITADA Los trajes espaciales se hacen a mano en David Clark. Puede tomar un mes hacer un traje completo, un flujo de trabajo suficiente para mantenerse al día con la demanda.

Baumgartner y Thompson presentaron bien su caso. La idea de desarrollar, junto con el equipo Red Bull Stratos, un prototipo para la próxima generación de trajes presurizados, que podrían salvar las vidas de futuros astronautas, convenció a DCCI y esa tarde las dos partes cenaron en The Country Club, en Brookline. En un country club clásico de Estados Unidos (éste es el más viejo de todo el país) los pantalones de vestir son un requisito obligatorio y Baumgartner, como acostumbra, vestía jeans rasgados. Thompson saltó al rescate, pero es considerablemente más grande que Baumgartner, al igual que el par de pantalones prestados. “Me senté ahí”, dice Baumgartner, “con la facha de un vendedor de carros de segunda mano”. Baumgartner fue sometido a las pruebas iniciales con un traje similar al que se fabrica para pilotos de reconocimiento, explica Mike Todd, miembro del equipo de Baumgartner. El estadounidense es el ingeniero de soporte vital de la misión. Todd es responsable de cada aspecto del traje y de cómo funciona en coordinación con el resto del equipo de la misión. También ayuda a Baumgartner a entrar al traje antes del salto para conservar su energía y asegurar que cada componente esté en su lugar y sellado a la perfección. Del paracaidismo al salto BASE, a cruzar el Canal Inglés en un traje con alas de carbono, Baumgartner ha tenido mucha experiencia con trajes. “También he ido a bodas”, dice. Su traje Red Bull Stratos trae consigo mayor dificultad: pocos

“Felix debe pasar tanto tiempo como le sea posible en ese traje. Tiene que ser como una segunda piel”

movimientos y un campo más estrecho de visión. Y también está la sensación de claustrofobia al sentirte atrapado en confines estrechos y sentir dificultad al respirar. “Tu respiración siempre encuentra resistencia”, dice Baumgartner. “Es como sostener un trapo permeable en la boca y correr a toda velocidad. Está bien, recibes suficiente aire, pero tienes la sensación de que es demasiado poco”. Joe Kittinger, ahora parte del equipo Red Bull Stratos, es claro respecto a la relación de un hombre con su traje. “Felix, este traje”, dice. “Tiene que convertirse en una segunda piel para él”. (Baumgartner requirió de ayuda psicológica para usar el traje, una historia que aparece en la edición de febrero de The Red Bulletin, disponible para descarga en iPad). De vuelta en la visita, el asistente de DCCI continúa al área en que 12 especialistas terminan los trajes. Incluso en estos cuartos de sastrería con techo bajo, DCCI da prioridad a la tradición. La tradición ha comprobado ser infalible por décadas.

El tiempo se quedó deliberadamente atrapado aquí dentro. Es en este cuarto que las costureras hacen las mallas: una capa que se acomodará entre un fondo a prueba de aire y la capa protectora exterior del traje con máquinas que no han hecho una gran labor en los últimos 50 años. Esta malla prevé que la capa más al interior se infle incorrectamente. Es como un macramé complicado y recuerda la cota de malla de un samurái. David M. Clark, el fundador de la compañía, ayudó a desarrollar las maravillas mecánicas que tejen la malla, hilera tras hilera, hasta dejar una red compleja. Los materiales del traje son de última tecnología, permiten la respiración y son a prueba de fuego, pero aún son cortados con plantillas gastadas en el taller sobre grandes tablones de madera. Las personas que aquí trabajan son virtuosas con las tijeras, la cinta métrica y el gis de sastre. Todas las piezas individuales se cosen juntas en máquinas de coser mecánicas Singer. Puntada a puntada, cada costura se revisa y documenta muchas veces. Pasan cientos de horas antes de que un traje como el de Baumgartner quede terminado, a una tasa de uno al mes. Si hubiera una falla eléctrica, este dedicado departamento no dejaría de producir: los trabajadores simplemente encenderían velas y sus máquinas Singer seguirían cosiendo trajes. www.redbullstratos.com

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5 Cuerpo y mente CREDIT:

¿Qué sucede cuando el cuerpo se vuelve supersónico? ¿Qué debe comer alguien que salta desde el límite de la estratosfera antes de iniciar su misión? ¿Y qué lecciones científicas habrá que aprender cuando Felix Baumgartner y Red Bull Stratos despeguen? Le preguntamos al director médico Jonathan Clark. Además: el escritor de ciencia ficción, Leo Lukas, nos lleva de viaje a Überworld

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FOTOGRAFÍA: GARTH MILAN/RED BULL STRATOS

EN ESTE CAPÍTULO: Hablamos con Jonathan Clark, director médico de la misión, sobre los riesgos que le esperan al cuerpo de Baumgartner 5.1 y tomamos un viaje de ciencia ficción a Überworld 5.2.


I Barrena plana A grandes alturas y casi sin aire, el cuerpo de Baumgartner corre el riesgo de comenzar a girar descontroladamente

5.1 “Somos conscientes de que Felix corre un peligro muy serio” Jonathan Clark es el director médico de la misión Red Bull Stratos. Lo entrevistamos para conocer los riesgos esperados e inesperados en la estratosfera, cómo abordarlos y cómo es que la humanidad entera se verá beneficiada por el resultado de este proyecto Entrevista: Werner Jessner

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  : ¿Qué etapas de la misión Red Bull Stratos son las más peligrosas para Baumgartner, desde un punto de vista médico?  : El inicio es incierto. Debajo de los 300 m no hay manera de que el paracaídas se abra y frene la caída. Si la bolsa del globo se rasgara al inicio, las probabilidades se pondrían severamente en contra de Baumgartner porque salir de la cápsula demora 13 segundos y a una altitud tan baja eso es demasiado. Es por tal razón que él viajará en un asiento de camión de carreras modificado con un arnés de seguridad para hacerlo con la mayor seguridad posible. Durante el lanzamiento tendremos en alerta a todos los equipos de rescate. Incluso me atrevería a decir que la fase de cero a 300 m es la que más peligro representa de todas.

EJE ROTACIONAL

Mientras más bajo esté el eje rotacional, más peligroso es para el cerebro. Si hay demasiada sangre en los pies, Baumgartner se desmayará.

¿A partir de qué altura Baumgartner podría salir sin problemas? A partir de los 1,220 m estamos en terreno seguro. A partir de ahí tendría suficiente tiempo para salir de la cápsula incluso si la bolsa del globo se rasgara. Pero enfrentaría otros problemas... Por encima de la Línea Armstrong, a 19,200 m, la presión es tan baja que el agua en la sangre ‘hierve’ y se evapora. Eso es precisamente lo que le sucedió a Joe Kittinger en la mano cuando saltó (nota del editor: debido a una falla en el traje presurizado), le pasó a una persona durante una prueba de trajes espaciales y a una más en una cámara de vacío. También marcó el destino de la tripulación de la nave espacial soviética Soyuz 11 en 1971: los cosmonautas no vestían trajes presurizados, la cápsula perdió presión y cinco minutos después estaban muertos. ¿Qué es lo que lo hace letal? 70% del cuerpo humano se compone de agua. Hay dos métodos diferentes para hacer que el agua hierva: o aplicas calor o

VELOCIDAD Y DURACIÓN

Un sensor de fuerzas G desplegará un paracaídas de frenado, esto si el cuerpo de Baumgartner se expone a más de 3.5 G por más de seis segundos.

reduces la presión. El agua que se evapora por encima de la Línea de Armstrong no es termalmente caliente; es el gas lo que causa el daño: inflamación, burbujas en la sangre. El peor daño ocurre en los pulmones, directamente en los alveolos donde el intercambio del gas con la sangre sucede. A esto le llamamos ebullismo. ¿Existe la posibilidad de supervivencia? Estamos conscientes de que Baumgartner corre un peligro muy serio y es nuestra obligación hacerlo todo para asegurar que tenga buenas probabilidades de sobrevivir en caso de un ebullismo. Tenemos dos respiradores con los que podemos ejecutar el intercambio de gas con la sangre de forma segura, incluso con un pulmón destruido. ¿Cómo hacen para que funcione? Los humanos necesitamos cierta cantidad de oxígeno. Básicamente no importa si lo recibes en bajas o altas amplitudes. Con estos inhaladores ‘respiras’ 12 veces por segundo. Eso evita una onda de presión pulmonar masiva. De esta manera, como si fuera por magia, recibe oxígeno.


II Onda de choque ¿Qué sucederá cuando Baumgartner rompa la barrera del sonido?

BARRERA DEL SONIDO

Cuando Felix se vuelva supersónico, creará una explosión sónica (aunque él no podrá escucharla).

INTERACCIÓN CHOQUE-CHOQUE

ILUSTRACIÓN: ALBERT EXERGIAN

La gran incógnita: ¿qué sucede si una onda de choque colisiona consigo misma? Esto podría dañar el traje presurizado de Baumgartner y exponerlo a la hostil atmósfera en altitudes elevadas.

¿Y cómo se siente? Extraño. El cuerpo y la mente pelean la ausencia de respiración, pero en realidad no es necesaria. Este inhalador es uno de los mayores avances científicos asociados con Red Bull Stratos. Con anterioridad, esta máquina se utilizaba en salas de bebés prematuros porque los pulmones de los niños extremadamente pretérmino se adhieren. También puede usarse en casos severos de quemaduras donde los pulmones de los pacientes han colapsado. Ahora extendimos el campo de aplicación para incluir lesiones por vacío. ¿Cuánto tiempo le tomaría a Felix Baumgartner volver a la normalidad? Un par de semanas, todo si el pulmón no se llena de sangre. Tan pronto el cuerpo recibe oxígeno, puede comenzar a sanar. ¿Qué peligros existen durante el salto? Desde un punto de vista médico, dos: el primero es una barrena plana, una rotación incontrolable y rápida alrededor del eje de uno mismo; el segundo es la onda

expansiva que ocurre cuando rompes la barrera del sonido. A ese efecto le llaman interacción choque-choque. Comencemos con la barrena plana… Por suerte, sabemos mucho gracias a los muñecos que la Fuerza Aérea lanzó como globos en los años 50 y 60 de una altura de 9,145 m. La velocidad rotacional está entre las 20 y 120 revoluciones por minuto. Tirarse de alturas mayores aumentaba la velocidad de rotación. Más tarde, la Fuerza Aérea puso a animales y gente en centrifugadoras para ver cómo reacciona el cuerpo. Sin importar la duración y velocidad de la rotación, el eje sobre el que el cuerpo gira es muy decisivo. Si giras sobre la cintura, la mitad de la sangre se va a la cabeza y la otra a los pies. La sangre en los pies significa que el corazón se queda vacío y quedas inconsciente. Si el giro puede detenerse suficientemente rápido, puedes sobrevivir. Es mucho más desagradable tener demasiada sangre en la cabeza, pues desgarra y aprieta los ojos y el cerebro.

Monitoreo corporal

La información fisiológica de Baumgartner será registrada durante la misión. La imagen de abajo fue tomada de su primer salto a principios de año. Jonathan Clark: “Los pilotos de autos de carreras tienen todos los instrumentos en sus carros, así que saben lo que sus motores hacen. El cuerpo de un atleta también es una gran maquinaria. Esto se ha vuelto muy importante para atletas serios y Red Bull va más allá con este tipo de tecnología. Este sistema fue probado rápidamente y ahora saltamos hasta la estratosfera. ¿No es increíble? Trabajamos en conjunto con la rama de medicina de la University of Texas y con el Baylor College of Medicine para tener mejores maneras de analizar la maquinaria de Felix”. Sensores probados en el espacio vigilan la posición del cuerpo del piloto (los tres ejes), miden la temperatura corporal, el ritmo cardiaco, el de respiración y la frecuencia respiratoria. Una vez que la misión se complete exitosamente, toda la información obtenida se pondrá a disposición de la ciencia.

Y eso no es nada bueno. Lo que queremos es que el eje rotacional de Baumgartner esté tan arriba como sea posible. ¿En qué momento se vuelve crítico? Luke Aikins, un consultor de paracaidismo, descubrió en pruebas consigo mismo que quedaba inconsciente cuando se exponía a más de 3.5 fuerzas G por más de seis segundos. Así que desarrolló un sensor que lanza un paracaídas de frenado cuando supera esta lectura. Este miniparacaídas tiene la forma de una dona que ralentiza el giro y la velocidad de caída libre y esa no es la intención de este proyecto. ¿Y qué sucederá cuando Felix rompa la barrera del sonido? Esa es una de las pocas áreas que aún no entendemos por completo: ¿qué sucede cuando una onda de choque se estrella consigo misma? Es por eso que decidimos establecer el mismo protocolo médico que preparamos para el ebullismo. ¿Hay riesgo de que vomite dentro del casco durante la barrena plana? Es un riesgo muy real. Si el vómito entra en sus pulmones, podría causar un daño masivo. Sin embargo, en el mejor de los casos el vómito se meterá en los ojos de Felix y tendrá que caer a ciegas hasta que llegue a una atmósfera respirable. Así que debe intentar contener el vómito en la boca durante el mayor tiempo posible y luego liberarlo pero hacia un lado. 49


Sentirse mal en un traje espacial es un peligro más serio del que imaginarías De esta manera, al menos uno de sus ojos no será afectado. Sentirse mal en un traje espacial es un peligro más serio del que imaginarías. La NASA tuvo un caso así durante una caminata espacial: el vómito se coló en el material que absorbe el dióxido de carbono y provocó un desastre. ¿La radiación es una amenaza? No, por muchas razones: estaremos ahí arriba solo por un rato, no hay suficiente altura y Roswell (el área en que Felix aterrizará) está ubicado cerca del ecuador, muy alejado de los campos magnéticos mayores en los polos. Una tormenta solar masiva podría retrasar el proyecto, pero no por razones médicas sino porque esta podría interferir seriamente con los GPS. En los saltos de prueba, Felix se puso gel para el pelo, a pesar de no estar permitido porque contiene alcohol… Claro, el oxígeno y el alcohol combinados podrían causar un pequeño incendio. Aunque, por otro lado, un poco de alcohol en un poco de gel para el pelo se evapora de inmediato. El casco es muy apretado, así que no llega mucho oxígeno ahí. Los medios se dieron cuenta del asunto del gel y en algún punto todo se hizo grande. Si Baumgartner come frijoles antes, ¿explotará en la estratosfera? Cuando la presión del exterior es baja, los gases se expanden dentro del cuerpo: en el oído, el estómago, los senos carotídeos. Esto puede resultar muy serio. En especial en el tracto intestinal el problema, por lo general, se resuelve solo: disculpa el lenguaje, pero o lo eructas o lo sacas como pedo. ¡Luego de cada prueba en la cámara presurizada todo huele como a planta de tratamiento de desagües! Si no ocurriera así, corres el riesgo de que Felix sufra un barotrauma intestinal, una explosión de intestinos. Así que la única solución es que Baumgartner no coma nada que se digiera rápidamente antes de saltar. Puedo decir que los astronautas suelen comer bistec y huevos el día previo al vuelo. 50

¿Por qué Baumgartner comenzará a inhalar oxígeno puro dos horas antes de que inicie la misión? Su cuerpo está saturado con nitrógeno que, con la presión a la baja, se comporta como agua carbonatada en una botella: cuando abres la botella, sale con burbujas. El nitrógeno en la sangre se comporta de manera similar y se forman burbujas: a este efecto le llamamos síndrome de descompresión rápida. Al inhalar oxígeno puro sacamos el nitrógeno de la sangre. Así conseguiremos sacar 80% y eso nos basta para estar tranquilos. ¿Qué se podría esperar que aprenda la ciencia de Red Bull Stratos? Necesitamos desarrollar trajes espaciales que te permitan sobrevivir en la estratosfera. El turismo del espacio exterior es apenas el comienzo, así que se necesitan afirmaciones y seguridades confiables, en particular para propósitos de seguros. Siempre hay alguien preparado para usar a alguien más y Red Bull Stratos será la referencia para esto. Pero más importante: ¿cómo salir de una nave espacial y seguir vivo? Muchos astronautas y cosmonautas seguirían vivos ahora si hubieran tenido acceso a toda la información que nosotros tenemos hoy. ¿Cómo tratas a las víctimas de una presión en caída, como en una estación o en una nave espacial? Red Bull Stratos desarrolló el protocolo médico para este tipo de problemas. Este proyecto generará cantidades muy importantes de información que no se habían recopilado. Baumgartner estará conectado durante toda la misión y pondremos toda la información que registremos a disposición para futuras investigaciones. El valor científico de Red Bull Stratos es enorme. ¿Cambiarías lugares con Baumgartner? Si tuviera un traje a la medida que me quedara, no lo dudaría ni un segundo. Jonathan Clark ha sido seis veces cirujano del Space Shuttle y ahora es director médico de Red Bull Stratos.


5.2

“Existe un lugar al que puedes ir… Donde Marilyn baila con DiMaggio… Y el nombre de ese lugar es…” “Marilyn and Joe”, de Kinky Friedman

Überworld Texto: Leo Lukas *

FOTOGRAFÍA: SVEN HOFFMANN/RED BULL STRATOS CREDIT: ILUSTRACIÓN: THOMAS KIKERT/ANIMAGIC

F

elix saltó. No le tomó ni el menor esfuerzo. Simplemente lo hizo. Se levantó, apenas la puerta se abría hacia un lado. Trepó con calma hacia afuera de la cápsula hasta el estrecho umbral con movimientos que había practicado cientos de veces. Por radio, informó su aprobación al control de la misión. Se inclinó al frente. Y saltó a las profundidades. Ahora caía. Se precipitaba veloz hacia la Tierra, en caída libre, desde más alto de lo que cualquiera antes que él. Dejó de pensar en eso. Mantuvo la cabeza fría; sin dudas, nerviosismo, euforia u otro tipo de lastres, tal y como lo había practicado… Chocó con un obstáculo. Imposible. No puede ser. Seguro se equivocó. Allá iba, casi en la frontera del espacio, no había nada, no podía haber nada que frenara su caída, apenas a diez segundos de saltar. La fase de aceleración apenas comenzaba. Se suponía que tomaría un minuto para que Felix, al otro lado de la barrera del sonido, alcanzara su velocidad máxima. Sin embargo, sintió que algo suave, elástico e invisible lo frenaba y terminó por detenerlo. Como si el aire a su alrededor se hubiera convertido en una gelatina espesa, se quedó suspendido, incapaz de moverse. Entonces escuchó voces. “Lo atrapé. ¿Tienes algo que decir?”. “Estás loca, Julieta. Ya deja ir al tipo. ¡Si alguien se entera de esto!”. “Lo atrapé y gané la apuesta. Me debes tres onzas de ambrosía”. “Caray, pensé que estabas bromeando”. “La diversión apenas comienza. ¿Qué dices, le quitamos ese atuendo tan poco favorecedor?”.


“Creo que es un traje presurizado”. “Bueno, obviamente. Pero muero por saber si gente tan de la Edad de Piedra realmente explota y duplica su tamaño cuando sus fluidos corporales comienzan a evaporarse”. “¡Ya basta, Julieta! Ni siquiera se supone que deberíamos estar aquí”. Cierto. Nadie tendría que estar aquí, además de mí, pensó Felix. Sintió escalofríos. ¿Será que estaba alucinando? ¿Que sufría de un fenómeno de desprendimiento? Hasta ahora, todo había salido de acuerdo al plan. No había notado la más mínima señal de peligro, ni siquiera de hipoxia. Su suministro de oxígeno funcionaba como debía. ¿O no? No entres en pánico. Intentó llamar al centro de control para preguntar si todo estaba OK y descubrió que la conexión no funcionaba. ¡No entres en pánico! Al fin, se dijo con firmeza: hay una explicación lógica. Quizá son los reflejos de las ondas de sonido y señales de radio en las capas superiores de la atmósfera, algo así como una Fata Morgana acústica que mi cerebro, sin las sensaciones habituales y alterado por la situación excepcional, captó estas palabras aisladas. O algo así. De alguna manera, tendrá una explicación. Diablos, realmente estaba más que desconcertado. ¿Qué sucedía? ¿Por qué sentía que unos dedos fantasmales tiraban de los sujetadores de su traje? “Basta, Julieta. Ya no es gracioso. Apuesto a que está prohibido”. “No estoy haciendo nada. Solo quiero jugar un poco. No te alteres, Romy”. Felix Baumgartner gritó al momento en que la cubierta de su traje se abrió y el aire comprimido salió. Su grito sonó apagado, como si flotara y desapareciera, ahogado por el ruido más y más intenso en sus oídos. No podía respirar. El frío lo paralizó por completo. Solo vio oscuridad que pulsaba cada vez con más furia.

E

ntonces, Felix despertó y escuchó música. Alguien cantaba: “Muss i denn, muss i denn zum städtele...”. Felix abrió los ojos. Cegado, los volvió a cerrar de inmediato. Parpadeó hasta que pudo habituarse a la luz intensa. “Hola”, dijo Elvis. “Bienvenido a Überworld. En realidad no era parte del plan traerte a bordo. Pero no podíamos dejarte a tu suerte, después de lo que esos mocosos te hicieron”. Recargó cuidadosamente su guitarra, una sencilla Martin D-28, en el muro fluorescente y se aproximó un poco a la cama de hospital en donde estaba Felix. El tipo vestía una playera deslavada y

Diablos, ¿qué sucedía? Estaba realmente desconcertado. “Basta, Julieta. Ya no es gracioso. Y apuesto a que está prohibido” pants bombachos, lucía algo despeinado, su aliento era agrio y estaba sin rasurar, aunque sin lugar a dudas era… “¿Elvis?”. “Sí. Esa es la buena noticia. Estamos vivos, tú y yo. Pero las cosas se ponen más complicadas”. Elvis miró hacia un lado para leer rápidamente la brillante pantalla holográfica de color violeta. “Vaya que te recuperas sorprendentemente rápido. Debes de haber entrenado bien para tu loca aventura, ¿hmmm?”. “Por años”, dijo Felix con tono áspero. “Pero, obviamente, no lo suficiente. De otra manera, no estaría soñando contigo”. Elvis suspiró, se inclinó hacia Felix y le pellizcó la mejilla. “¿Eso duele?”. “¡Ay! De cualquier manera, eso no prueba nada. Puedes imaginar dolor al igual que cualquier otra sensación”. “En realidad, no me importa si confías en tus sentidos o no. De todos modos, mientras te habitúas a la idea de aceptar esta realidad, déjame mostrarte el lugar”. Felix lo pensó por un momento: algo había salido muy mal pero ahora tenía una visión, probablemente la última de su vida. ¿Por qué no disfrutarla? En especial cuando tenía problemas para librarse de esa ilusión absurda, sin mencionar que no sabía en qué condiciones estaba.

“OK. ¿En dónde estamos?”. “En Überworld”, dijo Elvis con alegría, mientras ayudaba a Felix a levantarse. “Donde los buenos poderes se reúnen. Está completamente oculto, porque de acuerdo con la doctrina actual de habitantes de la Tierra, nada puede existir por demasiado tiempo aquí”. Con una mano arriba en defensa, dijo: “Por favor, no me preguntes de tecnología. Solo sé que funciona. Creo que algo tiene que ver con la antigravitación y todas las consecuencias que eso conlleva”. “¿Cómo conseguiste…? Digo, ¿de qué manera…? No pudo ser con un globo. Y, sobre todo, ¿cuándo?”. “Aquí el tiempo es relativo. Recibí una oferta que no pude rechazar”. Elvis guiñó. “Bien podría decirse que debí dejar a los habitantes de la Tierra mucho antes”. El hábitat era espacioso y decorado con buen gusto en un balance impresionante y casi vibrante entre Bauhaus y Art Deco: líneas elegantes intercaladas con dorados distintivos y ornamentos de oro rojo. Elegante fue la palabra que saltó a la mente de Felix. Se sentía fuera de lugar, como un polizón, o más bien un náufrago que por suerte había sido pescado en el océano, y se encontraba desorientado por el cansancio.


Una pareja de belleza sobrenatural bailaba a media luz. “Monroe”, murmuró Felix. “¿Y su compañero debe ser…?”. “Giuseppe Paolo DiMaggio, el mejor beisbolista de todos los tiempos, hasta la fecha y hasta la eternidad: 361 home runs en 13 temporadas. Honestamente, me parece que se merecen este baile. Allá abajo Marilyn y él no se llevaban del todo bien. Se divorciaron luego de apenas siete meses. Pero a partir de entonces decidieron disfrutar el momento de su alegría más grande. Eternamente”. “¿Bailan, eso es todo?”, dice Felix. “Así es, mientras este universo exista. El alemán es tu lengua madre, ¿cierto? Fausto de Goethe debería decirte algo. Y cito: ‘Ah, detente, eres tan hermoso…’”. “¿Eso es lo que sucede aquí? ¿Congelas a la gente en el pináculo de sus vidas?”. “Es algo mucho más complicado”, dijo Elvis, calmándolo. “Nadie envejece si no lo desea; ni un granuja adolescente como Romeo y esa detestable Julieta”.

ILUSTRACIÓN: THOMAS KIKERT/ANIMAGIC

“Leonardo lo ha visto una y otra vez. Él viene del futuro donde tú eres famoso” Clic. El centavo finalmente le cayó. Por alguna razón, su intento de imponer el récord fracasó. Fatalmente. Felix tenía una experiencia próxima a la muerte: luz blanca al final del túnel, etcétera. Pero, en su lugar, fantaseaba sobre el paraíso, un Olimpo extraño en la estratosfera habitado por personajes en parte históricos y en parte ficticios. Desplegó una sonrisa. “¿Entonces Jesús también anda por aquí?”. “No. Lo siento. Es que su búsqueda no rindió frutos. Podría presentarte a Che Guevara, si te agradan los mártires. O a la reina Nefertiti. Ella podría contarte un par de grandes anécdotas. Pero si lo que quieres es saber de planes a largo plazo, será mejor que hables con Leonardo”. “¿Di Caprio? Pero él…”. “Da Vinci, payaso”.

E

l laboratorio era tan espacioso como el hangar de un jet jumbo, pero aun así estaba repleto, lleno de vigas con masas de obras de arte y aparatejos Leonardo obviamente era un coleccionista apasionado, así como un acumulador compulsivo. Y albino. Y gay. “¿Mira a quién tenemos aquí?”, trinó, afeminado, mientras se limpiaba las manos en el delantal. “¡Dame un abrazo, herr Baumgartner! Yo simplemente adoro a los intrépidos pioneros del aire”. Una nube espesa de perfume de menta y mentol flotaba sobre él. Felix apenas pudo recuperar el aliento luego de soportar el saludo terriblemente afectivo. “¿Cómo sabes mi nombre?”. “Ah, es que hemos estado vigilándote por años. No se nos pasa mucho de lo realmente importante. Créemelo, los tenemos bien vigilados a todos allá abajo y cuidamos su bienestar con atención”. Felix frunció el ceño. Parecía inútil meterse en una discusión con una figura mística tan extraña, de piel transparente de tan delgada, angelical y andrógina; pero si había algo que no podía tolerar era el entusiasmo demasiado exagerado. “Bueno, la situación global no es particularmente optimista en este momento”. “Eso depende de tu perspectiva, amigo mío. Si ves todo desde aquí arriba, a la distancia, la humanidad progresa bien”. Leonardo pasó los dedos por su rizada melena blanca como nieve. “Podría transferirte a peores eras, si así lo deseas”. “Tienes una máquina del tiempo”. Sí, justo lo que necesitas y una máquina de movimiento perpetuo. Apuntándole con el índice, Leonardo amenazó en broma a Elvis. “¡Rey travieso! ¿No le has explicado nada?”. “Lo siento. Tú eres el responsable de las grandes revelaciones”. “Pero hay hambruna, guerra, desastres naturales, SIDA”, Felix enlistó con ira, “extinción de especies, calentamiento global, etc. ¿A eso le llamas cuidarnos?”. “Hacemos lo mejor que podemos para limitar el daño colateral. No nos confundas con dioses. No somos todopoderosos. Si así fuera, no dependeríamos del todo de sus recursos planetarios”. “Espera un minuto. El consumo global de energía que aumenta con rapidez. Los recursos financieros que se desvanecen en el aire… ¿Todo eso va a Überworld?”. El albino despejó la garganta. “Bueno, es obvio que muchos miembros selectos de la élite reinante contribuyen. Como una especie de inversión, entenderás. Al final, quieren estar a bordo cuando surquemos hacia las estrellas algún día”.

“¿Entonces eso es? ¿Saquean la Tierra por castillos en el aire? ¿Para una arca en la que un par de estrellas pop y algunos magnates puedan gobernar el cosmos?” “Cuarenta mil”, interrumpió Elvis, “esa es la cantidad inicial, a fin de que dondequiera y cuando sea que encontremos un mundo adecuado para colonizar, tengamos la diversidad genética más elevada posible”. Señaló el logotipo en la camiseta de Felix. “De hecho, tu patrocinador, el barón de las bebidas energéticas, tiene bastantes probabilidades de unirse”. “No entiendo. ¡Pero si los seis billones de personas restantes pagan una fortuna por esto! ¿Quién está detrás de esta conspiración? ¿Un dictador lunático?”. Leonardo le dio palmadas a Felix en el hombro. “Calma, muchacho. Sé honesto: si tú, de entre tanta gente, tuvieras la elección, ¿no volarías con nosotros?”.

P

ero no tenía elección. Sin importar sus contribuciones a la aeronáutica de guerrilla, le dijeron a Felix que tenían que devolverlo a su globo. La experiencia adquirida en su heroica misión desencadenaría eventos de gran importancia para esta zona en la cúspide del tiempo. En última instancia, el éxito de Überworld dependía de qué tanto su récord mundial lograra encender la gran llama de la imaginación en investigaciones futuras. “Supongamos que quiero sabotearlos”, dijo Felix, mientras lo acomodaban en la máquina del tiempo. “Por ejemplo y no tiro del cordón de mi paracaídas en el momento correcto. ¿Eso marcaría una buena diferencia?”. Elvis sacudió la cabeza. “Leonardo lo ha visto una y otra vez. Él viene del futuro, donde tú eres alguien famoso. Y no tienes la menor idea: la explosión sónica borrará por completo cualquier recuerdo de nuestra reunión”. “¿Y qué hay si me comporto como un idiota a partir de ahora?”. “Incluso así. Quieras o no, aterrizarás en la Tierra sano y salvo”. Felix Baumgartner saltó. Y esta vez no le tomó el menor esfuerzo. www.redbullstratos.com * Leo Lukas es uno de 11 escritores de la serie de ciencia ficción Perry Rhodan, establecida en 1961. Tras vender más de un billón de libros alrededor del mundo, es la serie de libros de ciencia ficción más exitosa de la historia.

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Cómo saltar FOTOGRAFÍA: JAY NEMETH/RED BULL STRATOS

Una vez que Felix Baumgartner abra la puerta de su cápsula, todo se pondrá serio. Años de trabajo del equipo científico de Red Bull Stratos se reducen a unas cuantas decisiones tan vitales como calculadas EN ESTE CAPÍTULO: 6.1 Hacemos caída libre con Luke Aikins, 6.2 calculamos si Felix alcanzará la velocidad supersónica y 6.3 oímos al mismo Baumgartner mientras hace pruebas a 21.8 km de altura. 55


6.1 Luke en el cielo

Cómo volver a la Tierra: Luke Aikins, especialista en salto de caída libre, nos dice todo sobre cómo hacer que la caída de Baumgartner desde la estratosfera sea lo más segura posible Texto: Werner Jessner

Saltar desde la estratosfera se siente como “manejar un automóvil con neumáticos agujereados”.

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É

l saltó. Tiró del paracaídas de reserva y, una vez que se abrió, cortó la línea y confió en que el paracaídas principal se abriría. La próxima vez que saltó, abrió el paracaídas de frenado y el de reserva juntos. También saltó y comenzó a girar sobre su propio eje, cada vez más rápido, hasta que se mareó y el horizonte ante sus ojos se nubló. Hizo muy mal todo lo que podría hacer mal… Y exploró cada eventualidad que amenazara la seguridad de Felix en su misión Red Bull Stratos. Veinte días después del nacimiento de su hijo Logan, a Luke Aikins se le ocurrió saltar del Mandalay Bay, uno de los hoteles más grandes en Las Vegas. ¿Jamás te pones a pensar en el miedo y el riesgo, Luke? El gigante de la gran sonrisa sacude la cabeza con fuerza: “El segundo en que una idea extraña llega a mis pensamientos antes de un salto, me detengo de inmediato”. Aikins, de 38 años de edad, es un niño del cielo. Literalmente creció en Kapowsin Airfield en Kapowsin, Washington, donde su abuelo fundó una compañía de salto en caída libre, que al pasar el tiempo quedó en manos de su tía y su tío. El padre de Luke Aikins es un piloto y, además, todos sus hermanos vuelan. Otras familias van de pesca o a bucear,

pero los Aikins van al cielo. A los 12 años, Aikins hizo su primer salto tándem, pero por razones legales tuvo que esperar hasta celebrar su cumpleaños 16 para saltar solo por primera ocasión. Las bitácoras de saltos en caída libre de Aikins, que registran cerca de 15 mil con paracaídas, llenan la mitad de un librero. Al lado de los científicos que se encuentran detrás del proyecto Red Bull Stratos hay verdaderos profesionales del deporte que contribuyen con piezas cruciales del rompecabezas para el éxito de la misión. Gente que con toda la dedicación pone a prueba los cálculos y prototipos de los científicos y técnicos. Los otros “clientes” de Aikins son los soldados de élite de los SEAL de la Armada estadounidense. Él les enseña los detalles más avanzados que implica el salto en caída libre. Al inicio, no se tenía contemplado que Aikins tuviera un papel importante en el proyecto Red Bull Stratos. Lo contrataron para fungir como el fotógrafo en el aire, responsable de tomar imágenes de Felix Baumgartner durante su familiarización con el traje presurizado en el túnel de viento y, más tarde, durante los primeros saltos desde el avión. Aikins no quedó para nada impresionado con el diseño original del paracaídas, pero no dijo nada y se preparó para convertirse en un ángel guardián volador por si Baumgartner se enredaba en el confuso diseño. Los primeros saltos de prueba en abril de 2009 fueron manejados como ultrasecretos: en California City, dos helicópteros estaban a la espera para documentar los primeros saltos de Baumgartner en el traje presurizado. Además, tenían una cámara HD Red de 15 kg en el casco de Aikins para que pudiera filmar a Baumgartner durante la caída. La misión fue un fracaso desde el inicio. “Había mucho viento, lo que no es una gran sorpresa”, dice Aikins. “No es coincidencia que el área alrededor de California City esté llena de molinos”. Dos helicópteros y una cámara Cineflex esperaban en tierra; el equipo meneaba los pulgares ansiosamente, Baumgartner comenzó a sentirse mal. Parecía que les habían echado una maldición. La espera siguió, el tiempo se acababa. ¿Qué hizo Aikins? Llamó a un amigo en Taft (a menos de 30 minutos de viaje en helicóptero), una ciudad muy pequeña cuya ubicación, detrás de una gran cadena montañosa significaba tener condiciones más calmadas. Le inventó una historia a la gente del aeródromo, algo sobre la filmación de un comercial de Red Bull. Danos 500 dólares, le dijeron, y pueden Hacer lo que quieran.


FOTOGRAFÍA: JOERG MITTER/RED BULL STRATOS

“Creo que su equipo es inseguro. Tenemos que reconstruir el sistema de paracaídas”

Baumgartner junto con el resto del equipo estaban felices: bueno, mira nada más: el fotógrafo/camarógrafo resuelve problemas así de fácil. Salvó el día, pero no completamente: en el diseño original del paracaídas, el paracaídas de frenado también salía y volaba al tirar del cordón del principal. Aikins se paró en la puerta listo para saltar y le indicó al piloto del helicóptero que no bajara inmediatamente en caso de que los rotores se enredaran con el paracaídas. Pensar en la seguridad de un helicóptero no es una prioridad típica de un saltador de caída libre. De cualquier manera, él lo hizo. Entonces saltó y filmó. Para Aikins resulta ser normal tomar la iniciativa y resolver problemas. Mike Todd, el ingeniero de soporte vital, Baumgartner, y Art Thompson, el director técnico del proyecto, quedaron tan impresionados por

el desempeño del supuesto camarógrafo, que lo quisieron en su grupo. Pero Aikins hesitó. “Creo que tu equipo no es muy seguro. Si colaboro con ustedes, tenemos que reconstruir el sistema de paracaídas”. En origen, el paracaídas de frenado tenía que ir fijo a los hombros. Aikins pensó que el riesgo de que las cuerdas se enredaran en el cuello de Felix era demasiado alto. Mientras otros calculaban y modificaban, Aikins estaba en el cielo haciendo pruebas con una de sus ideas. “Enganché el de frenado directamente a mi paracaídas y salté de un avión y lo solté con la mano. En realidad, el truco se trataba de replicar una de las primeras generaciones de paracaídas de frenado… y funcionó realmente bien. Así que al día siguiente les mandé un video”. Derivado de esto y con comentarios del encargado

del traje, Todd, Aikins fabricó un modelo en crudo del nuevo sistema de paracaídas. Aikins es, y lo dice con sus palabras, “no un tipo que da el toque final, sino soy más de ideas”. Los toques finales los dio Kelly Farrington, fundador de los especialistas en paracaídas Velocity Sports. Durante meses de turnos nocturnos y trabajo de fin de semana, construyó el aparejo de paracaídas que Baumgartner ahora usa en la misión Red Bull Stratos. Con su inmensa experiencia en caída libre, Aikins tal vez puede imaginar mejor lo que le espera a Baumgartner durante su descenso a través de la estratosfera. “El primer minuto y medio, no notará viento. Para un saltador en caída libre, eso es como conducir un auto con los cuatro neumáticos agujereados. Lo que sospecho es que podría dar un par de vueltas en los primeros 30 segundos. Verdaderamente no hay suficiente aire que le permita hacer su trabajo. Tan pronto como sienta suficiente aire bajo su cuerpo, podrá asumir su posición de salto normal. Creo que allá arriba Felix ni siquiera debería intentar evitar dar volteretas. No hay nada que se pueda hacer, ni aletear con los brazos ni patalear para cambiar la posición. Eso es difícil de aceptar para aquel que salta, pero en una atmósfera tan ligera que una pluma cae a la tierra tan rápido como una pesa de plomo, no queda sino aguantarlo y esperar el aire más denso”. En pruebas para Red Bull Stratos, se dejó caer un cilindro de metal desde 120 mil pies (casi 36 mil 600 m) para ver cómo reaccionaba (el equipo bautizó el objeto “Felix Bombgartner”). El cilindro 57


6.2 Cálculo de velocidad Grandes discusiones en internet: ¿Puede un ser humano que salta desde la estratosfera llegar a la velocidad supersónica? Para clarificarlo, fuimos con el Dr. Martin Apolin, del Instituto de Ciencias del Deporte en Viena. ¿Qué es lo que tiene que decir la física pura? Es algo asombroso Texto: Martin Apolin 58

P

or qué Felix Baumgartner puede romper la barrera del sonido en caída libre cuando un paracaidista en posición cabeza abajo solo puede alcanzar los 300 km/h? Primero, la respuesta corta. La densidad del aire es mucho más baja en grandes altitudes, lo que significa que su proporción de descenso será significativamente mayor. En cambio, la velocidad del sonido es mucho más baja ahí debido a las bajas temperaturas. Estos factores se combinan para que sea posible romper la barrera del sonido. Esa es la respuesta corta. Si quieres entender a mayor detalle y hacer cálculos, tienes que rascar en la física. Es un caso de estudio para demostrar los problemas que surgen cuando intentas hacer una predicción demasiado precisa y demostrar que la realidad es muy compleja para permitir cálculos exactos. Primero, debes considerar los factores que regulan la velocidad máxima en caída libre. Entonces tienes que entender las dos fuerzas que actúan sobre una persona en caída libre. La primera es la fuerza de gravedad: FG = –m g, donde g es igual a la aceleración gravitacional y m es la masa de la persona que salta y su equipo. ¡Baumgartner pesa 140 kg cuando está en su traje presurizado! Al FG tirar hacia abajo, le damos signo negativo. Cuando la persona que salta se mueve en el aire,

una fuerza de desaceleración también entra en acción, la resistencia del aire: FR = ½ v² Cx A , donde es la densidad del aire, Cx es el coeficiente de arrastre, A es el área de flujo y v es la velocidad instantánea. Por lo tanto la fuerza total que actúa sobre la persona que salta es Ftotal = FR + FG = ½ v² Cx A – mg. Más simple, asumamos que la aceleración gravitacional es constante. Esto significaría que el peso también lo es. Claro que es diferente en lo que respecta a la resistencia del aire, que crece proporcionalmente con la velocidad al cuadrado. Si la velocidad se duplica, FR se cuadruplica. Sí, al aumentar la velocidad, aumenta la resistencia del aire. De tal manera que la velocidad máxima se alcanza cuando la resistencia del aire y la fuerza de gravedad se balancean y eliminan una a la otra, por ejemplo, cuando Ftotal es igual a cero. Así que en este caso podemos decir que la fuerza total en la ecuación es cero y resolver para v y obtener v =√ 2mg/ Cx A . Esto corrobora la afirmación inicial. Dada la misma posición del cuerpo y masa, todos los valores salvo el de la densidad del aire son constantes y, por lo tanto, v es proporcional a √ 1/ . Al hacerse más ligero el aire, más alto subes, y la velocidad máxima aumenta con la altitud. Si, como se planea, Baumgartner salta desde 120 mil pies (36,576 m),

FOTOGRAFÍA: JOERG MITTER/RED BULL STRATOS

comenzó a dar giros y esto preocupó a los técnicos pero no al saltador en caída libre, Aikins: “Donde hay aire que te permita tambalearte, hay aire con el que puedes trabajar. Podemos hacer con el aire más de lo que muchos aerodinamicistas imaginan. En 1960, cuando Joe Kittinger saltó, solo había hecho 33 saltos en paracaídas. Felix ha hecho cerca de tres mil. En 1960, el récord de gente en formación en caída libre era de ocho. Actualmente estamos casi en 500 personas que se toman de las manos mientras caen libremente. Ha habido una cantidad sorprendente de cambios en este campo”. Y, sin embargo, hay que tener algo muy claro: “Nadie ha saltado desde tan alto como Felix planea hacer con Red Bull Stratos. Solo hay una manera de saber realmente lo que sucede durante la caída libre desde una altura como esta: alguien tiene que hacerlo, alguien tiene que ser el primero”.

Aikins (derecha) y Baumgartner durante saltos de prueba con un wingsuit.


El trabajo de Aikins es investigar todas las eventualidades, predecir problemas y trabajar en soluciones. Para lograr esto con precisión, Aikins ha saltado más de 100 veces con el equipo de Red Bull Stratos, para probar cualquier falla posible. Suponiendo que Baumgartner salte y el paracaídas de reserva se abra de forma accidental: Felix no sobreviviría porque el oxígeno que llevará con él o le alcanzará en un descenso lento. Así que necesita tener la posibilidad de cortar el paracaídas de reserva, una posibilidad que sería imposible de pensar en un salto cotidiano. Y este sistema necesita alguien que esté preparado para probar si eso realmente funciona como creen.

Aikins no se considera para nada una rata de laboratorio y no es un cazador de emociones fuertes. Por el contrario, podría decirse que es uno de los saltadores más experimentados y calmos del mundo. Y su respeto por Baumgartner es enorme. “Felix tiene tanto que hacer en esta misión que es de utilidad tener a un saltador de caída libre que se haga cargo de algunas de las pruebas. En el automovilismo hay pilotos de pruebas. El piloto de la misión no puede hacerlo todo él solo”. Durante una prueba en Taft, un salto con el sistema antiguo de paracaídas casi sale mal. “Felix tiró del cordón equivocado y el paracaídas no se abrió. Muchos paracaidistas han muerto en situaciones así.

“Un gran atleta quiere esa oportunidad de fracasar. Muchos se encogen en ese momento, pero un campeón quiere ese disparo”

Densidad del aire en kg/m3

0,08

Fig. 1

Info. sin refinar (puntos blancos) y la curva de densidad del aire entre 20 km y 40 km.

0,06 y=1,5906e-0,151x

0,04 0,02

1,4E–16

20 Altitud en km

25

30

35

40

1200

Fig. 2

Simulación de la velocidad que alcanzaría Baumgartner los primeros 100 segundos desde tres diferentes alturas (mira el texto).

Velocidad en km/h

800

400

0

0 20 40 Tiempo de vuelo en segundos

60

80

100

Si ves la fig. 2, notarás que los saltos son casi idénticos durante los primeros diez a 15 segundos. ¿A qué se debe?

Entran en pánico y tiran de un cordón hasta que es demasiado tarde. Pero Felix inhaló y con calma tomó otra decisión: tiró del cordón de despliegue correcto. En lugar de esperar a que alguien le ayude, actúa. Y toma las decisiones correctas. Eso hace especial a Felix Baumgartner. Un gran atleta quiere esa oportunidad de fracasar, únicamente para demostrar que puede lograrlo. Mucha gente se encoge en el momento, pero un campeón quiere ese disparo. Felix es del segundo grupo”. En Red Bull Stratos, Aikins aprecia por encima de todo el valor deportivo, los récords, la misión para empujar un poco el límite de su deporte. “Queremos mostrar que es posible saltar desde la estratosfera con un traje espacial y un paracaídas, romper la barrera del sonido y aterrizar de manera segura y controlada”.

conseguirá su velocidad máxima hasta 92 mil pies (28 mil metros). Si le damos a la densidad del aire a nivel de mar un valor teórico de 1, a esta altitud es solo 0.02 (o 2%). Por tanto, para máxima velocidad, usamos √ 1/ = √ 1/0,02 7. Así que a esta altitud Baumgartner puede alcanzar una velocidad siete veces más rápida debido a la baja densidad que en una atmósfera más densa. Una simulación que muestra qué velocidad puede alcanzarse es particularmente fascinante. La manera más simple de hacerlo es numéricamente, es decir, calcular los valores paso a paso. Esto en realidad es bastante simple si usamos software de hojas de cálculo. Procedes paso a paso de los valores conocidos a los desconocidos y repites. Comienzas con la altitud desde la que se hará el salto y una velocidad de cero. Calculas la fuerza total sobre la persona que salta en ese momento (que entonces únicamente sería la gravedad). Luego asumamos que la fuerza general permanece constante por un breve lapso (por ejemplo, una décima de segundo). Esto en realidad no es correcto, pero es solo una desviación marginal. Podemos calcular la aceleración a partir de la fuerza total y de ahí, la nueva velocidad, altitud y así sucesivamente. En esencia, se trata de algo muy simple, pero el secreto está en los detalles. 59


“Si Felix desciende en picada y, en el peor de los casos, usa su paracaídas de frenado, puede olvidar el romper la barrera del sonido”

Para una simulación lo más precisa posible, primero debe considerar que la aceleración gravitacional g, consecuencia de la fuerza de gravedad, disminuirá con la altura. En Roswell es 9,795 mps², pero a 120 mil pies (36,576 m) es solo de 9,684 mps², así que es alrededor de 1% más baja. Al pasar por alto la diferencia, sobrestimaríamos la velocidad final.

U

n problema mayor es que resulta imposible calcular el área de flujo A y el coeficiente de arrastre Cx en todo el descenso: dependientes de la posición en que esté su cuerpo. Pero podemos intentar. Para iniciar, no es necesario saber los valores individuales; solo el producto de A Cx. Se puede estimar al evaluar el salto de prueba que hicieron el pasado 15 de marzo. Esa vez, Felix saltó de 71,600 pies (21,820 m) y consiguió una velocidad máxima de 587 km/h. Ahora ajustamos A Cx en la simulación hasta conseguir ahí la misma velocidad. La evaluación da un valor de 1.06 para A Cx, que ahora podemos usar en nuestra simulación. Asumamos que la posición de su cuerpo será la misma para su salto por el récord. (Fig. 1).

ALTITUD DE SALTO

110,000 pies 33.528 metros 120,000 pies 36.576 metros 130,000 pies 39.624 metros

U

n auténtico momento de la verdad resulta cuando estimamos la densidad del aire porque no hay mucha información de la estratosfera, entre 15 y 50 km, la evidencia resulta ser ligera, como el aire. Si tomamos la poca información que tenemos para altitudes elevadas, podemos estimar la densidad del aire entre 20 y 540 km con la siguiente ecuación = 1.5906e–0.151h (fig. 1), donde h es la altura en km. La densidad del aire cambia y depende de factores como la hora, el mes, el año, humedad y ubicación. La densidad del aire no puede predecirse. Así que podría haber condiciones distintas en el salto para tratar de imponer el récord. Estamos listos para simulaciones (fig. 2). Hice simulaciones para los primeros 100 segundos del salto porque la fórmula para calcular la densidad del aire podría no ser precisa después. Como sea, lo más importante ocurrirá en los primeros 50 segundos.

E

legí alturas de inicio de 110 mil pies (33,528 m), 120 mil pies (36,576 m) y 130 mil pies (39,624 m) para las simulaciones. Si ves la Fig. 2, notarás que los saltos son casi idénticos durante los primeros diez o 15 segundos. ¿A qué se debe esto? La respuesta es la densidad de aire extremadamente baja en la altura de inicio: en las tres alturas lidiamos con una caída libre virtualmente sin obstáculos. Algo que Joe Kittinger dijo después de su salto en 1960: “Al final de la cuenta regresiva doy un salto hacia lo desconocido. No hay viento que sople, mi traje no se infla. No tengo la menor sensación de que la velocidad aumente”. Pero las velocidades son notablemente distintas tras 30 segundos. Ya existe una diferencia de 100 km/h en ese punto y una diferencia de más de 260 km/h en velocidad máxima entre los saltos desde la mayor y menor altura. Esto se ve bien

en la tabla de abajo. Esta simulación produce una velocidad máxima de 1,156 km/h para el salto planeado desde 120 mil pies (36,576 metros). ¿Pero cuánto es eso en Mach? Aquí una última complicación. La velocidad del sonido se denota como 1,245 km/h y es conocida como Mach 1. Baumgartner solo habría alcanzado 0.96 Mach en el salto desde 120 mil pies (36,576 m): no rompería la barrera del sonido. Por fortuna, el valor establecido por defecto solo aplica a temperaturas de 20 °C, pero la velocidad del sonido depende de la temperatura y esta desciende a grandes alturas. Se puede calcular mediante la siguiente fórmula vsonica = 20 mps · √ T – 273,15 donde T es temperatura en grados Celsius. Para saber cuántos Machs alcanza Felix a una altura específica, debemos saber la temperatura preponderante ahí. Como ya lo dijimos, no es fácil tener información sobre la estratosfera; sin embargo, tenemos información de temperatura dada en incrementos de dos kilómetros con la que calcularemos. Pero es similar al problema con la densidad de aire porque podrían existir condiciones ligeramente distintas al momento del salto. La tabla de abajo, que muestra las temperaturas en las alturas respectivas y las velocidades Mach, enseña que Baumgartner no alcanzaría la velocidad del sonido si saltara desde 110 mil pies (33,528 m). El salto desde 120 mil pies (36,576 m) le otorga a Felix un margen de protección de 7% y el salto desde 130 mil pies (39,624 m), un margen de 9%. Sin embargo, nadie puede anticipar lo que podría suceder antes de que rompa la barrera del sonido. Si cae en picada y, en el peor caso, tiene que abrir su paracaídas de frenado, puede despedirse de romper la barrera del sonido. Pero pese a lo que suceda, el salto será fascinante porque ni siquiera la mejor simulación podrá reemplazar el acontecimiento real.

Tiempo necesario para alcanzar la velocidad del sonido

Altitud a la que se alcanza la velocidad del sonido

Tiempo necesario para alcanzar la velocidad máxima

Velocidad máxima (vmax)

Altitud a la que se alcanza la máxima velocidad

T en °C a esta altitud

Vsonido a esta altitud

vmax en Mach

43 segundos

1028 km/h

26.000 metros

-50.7° C

1076 km/h

0,96

37 segundos

30.500 metros

46 segundos

1157 km/h

27.600 metros

-49.1° C

1080 km/h

1,07

34 segundos

34.200 metros

50 segundos

1289 km/h

29.000 metros

-47.7° C

1084 km/h

1,19

Tabla: Información de los tres saltos simulados. Todos los valores fueron redondeados salvo aquellos de la velocidad y temperatura máximas.

60


“Ese momento de saltar los primeros seis segundos de caída libre, en que no sabes exactamente qué te pasará, fue muy divertido”.

6.3 FOTOGRAFÍA: LUKE AIKINIS/RED BULL STRATOS

7 minutos, 52 años Una caída libre desde la estratosfera es como subir el monte Everest: Felix Baumgartner habla de su salto desde 22,000 m, la imposibilidad de entrenar para vuelos supersónicos y de los detalles que en realidad le preocupan Por Felix Baumgartner

E

l espacio es negro azabache. Puedes ver la curvatura de la Tierra. Este es el momento en que te das cuenta de cuán afortunado eres de estar aquí arriba, parado en la plataforma de la cápsula a una altitud de cerca de 22 kilómetros, listo para saltar. Te sientes aliviado de finalmente poder mostrar en lo que has trabajado durante los últimos cinco años. Aliviado de dar algo en pago a toda esa gente que todo el tiempo creyó en nosotros. Entonces sueltas los pasamanos y simplemente caes, tal y como lo imaginaste un millón de veces. Ese momento de pararte solo y saltar, los primeros seis segundos de caída libre en que no sabes exactamente qué te puede suceder: eso fue muy divertido. Luego de seis segundos, me giré hacia el frente hasta que quedé sobre la espalda. Mi centro de gravedad más elevado por los botes de oxígeno, el paracaídas y el enorme paquete en el pecho me pusieron en esta posición. Más abajo, cuando el aire se hace más denso, tendré suficientes oportunidades para corregir mi posición. “Solo resiste”, es lo que el profesional de salto en caída libre, Luke Aikins, dice y, como era de esperar, pude asumir una posición de salto estable poco tiempo después. Luego de una caída libre de seis segundos ya teníamos la respuesta a una

pregunta: en qué posición estaré luego de saltar. Nuestras pruebas en salto bungee no nos habían dejado nada claro, porque cuando estás amarrado a una cuerda, la diversión se acaba luego de dos segundos. Para mi salto récord desde 36.6 km, significa que posiblemente podría romper la barrera del sonido de espaldas, ciego e indefenso. Eso no es lo que quieres, pero no puedes descartar un escenario así de horroroso. En tanto, los científicos ni siquiera saben qué sucede cuando rompes la barrera del sonido. La anticipación es difícil porque en realidad no sé lo que debería de anticipar. Y también está el traje presurizado que, básicamente, diría que dificulta cualquier respuesta rápida. Saltar en un traje presurizado es como caminar bajo el agua: muy lento y difícil. En un entorno que exige el 100% de los

atletas, resulta que el equipo necesario para sobrevivir reduce a un 30% tu capacidad. Es un hecho, no puedes entrenar para volar supersónicamente. Cuando me encamine hacia mi salto desde 36.6 km, habré acumulado cerca de siete minutos de prácticas en caída libre gracias a dos saltos de prueba a grandes altitudes: tres minutos del primero y cuatro del segundo. Eso suma apenas siete minutos de experiencia para romper un récord que data de hace 52 años: tienes que ver eso en relación directa. Tuve que obtener rápidamente todo el conocimiento que necesitaba para las altitudes elevadas: en primer lugar, cómo se siente volar; en segundo, cómo lidiar con el estrés psicológico de ir más allá de la Línea de Armstrong, donde estás muy consciente de que te rodea el peligro letal, 61


Baumgartner planea hacer otro salto de prueba desde 90 mil pies (27,432 m) antes de ir por la grande.

que es invisible, pero igualmente real. Incluso si el primer salto fue bueno, apenas estábamos a la mitad de altura. Cualquier alpinista puede escalar hasta los cuatro mil. Pero el monte Everest es un calibre completamente diferente. Con frecuencia, la gente me pregunta si no tengo miedo conforme se acerca el salto. En realidad, es lo opuesto: espero que llegue porque a partir del momento en que salte, me acercaré cada vez más a la seguridad de la madre Tierra. Esto es algo más que también puedes comparar con el alpinismo: luego de llegar a la cima, los alpinistas comienzan el descenso al campamento base. Yo alcanzaré una atmósfera respirable. Con cada segundo que pase, el aire se vuelve más maniobrable, puedo controlar mi posición y el mayor problema es algo relativamente trivial, es decir, las manos heladas. A partir de ahí, el resto del salto ya no es gran cosa: puedo hacerlo, me encanta hacerlo, este es mi mundo.

L

62

El radio te da información, y esta da tiempo para reaccionar. Incluso si hubiera sido solo una pierna o un brazo roto, nadie quiere quedarse tirado en medio del desierto de Chihuahua (lugar cercano a Roswell, Nuevo México). ¿O qué habría pasado si no hubiera podido abrir mi visor? Simple: el oxígeno se agota y me sofoco en el traje, ¿y todo porque el radio no funcionó? Eso no debe suceder. Solo volveré a meterme a la cápsula cuando el radio sirva sin fallas. Ahora sabemos que el error se originó en el paquete que va al pecho, el cual, además de tener distintas funciones de control, también lleva el radio. Ahora el dispositivo está en reconstrucción y los especialistas de (la compañía alemana de comunicaciones) Riedel lo resolverán. Mientras tanto, ahora me siento con bastante confianza en general en lo que respecta a mi equipo. Durante los últimos meses han leído sobre la cápsula, el traje y el globo. Estoy muy contento de cómo

hemos perfeccionado el paracaídas. Debemos tener respuestas para cualquier problema que enfrentemos. La más grande incógnita sigue siendo romper la barrera del sonido. Solo hay un modo de saber qué sucede: tenemos que probarlo. Y eso es lo que haremos este verano. www.redbullstratos.com

“¿Si tengo más miedo conforme se acerca el salto? En realidad, es lo opuesto. Porque en el momento en que salte, me acercaré más a la seguridad de la madre Tierra”

FOTOGRAFÍA: LUKE AIKINIS/RED BULL STRATOS

o hemos practicado todo tantas veces, desde distintas altitudes, con y sin traje inflado, desde una cuerda bungee y en el túnel de viento. Debido a esto, el salto salió con precisión casi alarmante. Cuando subes la misma montaña por centésima ocasión, no te parece tan emocionante como la primera vez. Ya no notas la velocidad. Llegué a los 587 km/h en este salto de prueba, la tercera velocidad de caída libre más elevada que cualquier humano haya alcanzado, pero se sintió como un salto normal. No hay puntos de referencia, no sientes la velocidad a través del traje presurizado. Ni siquiera notas el sonido de la velocidad: más adelante pasas volando a través de las moléculas del aire, y mientras más bajas, más te ralentizas debido a más moléculas. Al final del día, eso no hace una diferencia. Tenía miedo de que el radio tuviera fallas durante el primer salto desde grandes altitudes. No porque quisiera hablar durante la caída libre, sino porque uno de los objetivos de nuestra misión es comunicarnos durante la caída. Una falla en el radio es peligrosa, como pudieron ver en mi aterrizaje: debido a que no pude dirigir al helicóptero con las luces de bengala que llevaba, aterricé con el viento y golpeé el suelo a 4G. Incluyendo el traje, peso 140 kg, así que mis tobillos tuvieron que amortiguar el peso de dos motos Harley Davidson grandes.


COMPETICIÓN

DROP ZONE

¿DÓNDE ATERRIZARÁ EXACTAMENTE FELIX BAUMGARTNER CUANDO SALTE DESDE LAS PUERTAS DEL ESPACIO?

VE A LA PÁGINA WWW.REDBULLSTRATOS.COM, PARTICIPA EN NUESTRA COMPETICIÓN DROP ZONE Y GANA UN EXCLUSIVO RELOJ ZENITH EL PRIMERO STRATOS FLYBACK STRIKING 10TH. Este verano, Felix Baumgartner saltará de 36.576 metros en un intento de romper la barrera del sonido en caída libre - por el avance científico y humano. La fuerza y dirección del viento definirán la trayectoria de vuelo y punto final de aterrizaje en el desierto de Nuevo México. Usando pistas del clima y el paisaje, dinos con precisión en qué punto exacto crees que Felix va a aterrizar y compártelo con tus amigos en Facebook y Twitter. La predicción que más se acerque a la posición final donde Felix aterrice ganará un reloj como el que Felix llevará cuando intente romper la barrera del sonido en caída libre, un Zenith El Primero Stratos Flyback Striking 10th. Del resto de participantes, los cinco que más se acerquen ganarán merchandaising oficial del Red Bull Stratos, disponible en Agosto.

REDBULLSTRATOS.COM


7 El sitio de lanzamiento de Red Bull Stratos visto desde arriba.


BILD: PREDRAG VUCKOVIC/RED BULL STRATOS

Roswell Serpientes de cascabel y centros turísticos para esquí, pistoleros y alienígenas, dunas blancas y un río llamado Felix: echamos un vistazo a los posibles sitios en que aterrizará Red Bull Stratos Texto: Werner Jessner

EN ESTE CAPÍTULO: Nos dirigimos al lugar más peculiar de Estados Unidos: Roswell, Nuevo México 7.0, área de lanzamiento (y, esperemos, aterrizaje) del proyecto Red Bull Stratos. 65


65

años tras el supuesto aterrizaje forzoso de un OVNI que puso en el mapa a la quinta ciudad más grande de Nuevo México, Roswell está de vuelta en el escenario internacional gracias a Red Bull Stratos. Claro que por el momento los OVNI aún acaparan los reflectores. Un conteo rápido por Main Street revela 57 extraterrestres. Los hombrecillos verdes lo anuncian todo: comida, bebida, hoteles, autos, zapatos, música... además de, obviamente, todo el ejército de productos que van desde playeras con ingeniosas frases como “¿Y qué si no creemos en ustedes?”, hasta pisapapeles. Solo el panadero ubicado en un breve callejón, al lado del museo con el largo nombre de “International UFO Museum and Research Center” (Museo y Centro Internacional de Investigación OVNI), es un tanto ambivalente. Para ir a la segura, también cree en Jesús, con calcomanías del resucitado y de los aterrizados de

Baumgartner llegó a su primer salto de prueba vistiendo una chaqueta que decía “Cazador de alienígenas”

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emergencia alienígena conviviendo en gran armonía (uno junto al otro) a todo lo largo de la fachada de la tienda. Todo esto solo porque en el verano de 1947 un tal William Mac Brazel encontró objetos extraños en su granja a 48 km al norte de Roswell. Él creyó que el origen de la basura y los residuos de globo regados parecían sospechosos. Sin embargo, entre una llamada telefónica al diario local y la fiebre OVNI mundial que duró y fue cultivada por décadas, yace una muy poco atinada política de comunicaciones de la Fuerza Aérea de EU: cuanto más la negaban, disfrazaban y ocultaban, más se interesaba la gente en la rara historia. Estados Unidos, que desde antes era suelo fértil para teorías de conspiración, había encontrado un gran tema… Y uno que podía animarse una y otra vez. Sobre la mencionada calle Main de Roswell, el International UFO Museum and Research Center aún irradia ese encanto de los setenta. Hay carteles escritos a máquina cuidadosamente laminados en


54

Estación de esquí Apache

ROSWELL 380

Parque Estatal Bottomless Lakes

Red Bull Stratos

HAGERMAN 285

White Sands

Río Felix

BOSQUE LINCOLN

82

CARLSBAD

Roswell: una ciudad próspera con una población de cerca de 50 mil humanos (e innumerables alienígenas).

FOTOGRAFÍAS: SVEN HOFFMANN, DDP, PREDRAG VUCKOVIC/RED BULL STRATOS ILUSTRACIÓN: ANDREAS POSSELT

Monumento Nacional de White Sands: hasta hace 150 años, esto era territorio apache mescalero.

cartulina que cuentan historias de lo que pasó o tal vez no sucedió. Siempre son lo suficientemente vagos para no quedar en completo ridículo, pero al mismo tiempo ponen las piezas del rompecabezas poderosamente juntas para no desilusionar a quienes creen que los alienígenas llegaron a la Tierra. ¿Qué fue lo que Mac Brazel realmente encontró? Jon Clark, director médico de Red Bull Stratos: “Parte de un globo, bastante parecido a uno de los que usamos para nuestro Red Bull Stratos”. ¿Y los supuestos alienígenas? Clark ríe: “Muñecos equipados con instrumentos, como aquellos maniquíes utilizados por la industria automotriz para pruebas de impacto. En 1940 dichos muñecos eran nuevos, así que, ¿cómo podría un hombre rural de Nuevo México tener la menor idea de lo que se trataba?”. Roswell prospera gracias al furor OVNI: la ciudad encontró su punto de diferencia, vive bien gracias a él, progresa y te costaría tanto trabajo encontrar a un

Roswell y sus alrededores: mucho que descubrir.

lugareño que no crea ni un poco en la existencia de aliens como encontrar a un agnóstico en pleno Vaticano. ¿Qué sería de Roswell, qué sería de Nuevo México, sin alienígenas? A decir verdad, probablemente seguiría siendo un lugar bastante emocionante. Tomamos la autopista 380 hacia el este. A menos de una hora del centro Roswell está el Parque Estatal Bottomless Lakes. El sol golpea despiadadamente y hay señales que advierten al visitante beber agua. La escasa vegetación que crece aquí es dura, gris y correosa. Estas plantas tienen que adaptarse para sobrevivir con poca humedad, así como todos los especialistas de aquí han evolucionado para estas condiciones únicas. En Bottomless Lakes, la franja más al norte del desierto chihuahuense se topa con la pradera, lo que origina depósitos de yeso. El agua disuelve el yeso y deja cráteres en la tierra que se llenan de agua, las llamadas dolinas. Son los Bottomless Lakes. Su color turquesa dio a los vaqueros la idea de que eran inconmensurables (en realidad tienen una profundidad máxima de 27 m). En 1.6 kilómetros cuadrados se puede encontrar tanto agua fresca como 67


68

Donde el Viejo Oeste se encuentra con E.T.: alcohol, póquer y un teléfono rosa para, eh, llamar a casa. Conoce amigos alienígenas en el festival anual OVNI (“Un gran lugar donde caer”).

a James John Hagerman, quien construyó la línea ferroviaria de Roswell al actual Carlsbad, Nuevo México (Carlsbad se llamaba Eddy: parece que en Nuevo México gustan de bautizar lugares con nombres de pila). Líneas férreas han cambiado dramáticamente las vidas de la gente. En el pasado, los rebaños eran guiados por vaqueros en marchas de una semana del sur al norte y de regreso. Esa profesión se hizo obsoleta. El ferrocarril le quitó lo salvaje al Salvaje Oeste. Muchas historias clásicas del Viejo Oeste ocurrieron en esta región. Lo que Roswell es para los alienígenas, Lincoln es para el joven forajido, pistolero y cuatrero, Billy the Kid (famoso en cine, cómics, TV, y más tarde baleado por su examigo y sheriff Pat Garrett). El célebre villano de Lincoln fue inmortalizado en la cinta de

Te costaría tanto trabajo encontrar a un lugareño que no crea en los aliens como encontrar a un agnóstico en pleno Vaticano

FOTOGRAFÍAS: CHRISTIAN PONDELLA/RED BULL STRATOS, WERNER JESSNER, PREDRAG VUCKOVIC/RED BULL STRATOS (3)

salada, corriente y estancada. En esta agua viven peces y ranas que no existen en otro lugar. En la tierra hay que tener cuidado con las serpientes de cascabel. Aquí uno espera toparse con el tráiler de Michael Madsen, alias Budd, de la obra maestra de Tarantino, Kill Bill 2, con el exquisito De Tomaso Mangusta 1969 estacionado al frente. Pero en la vida real se trata de una pareja de retirados venidos del norte con su gigantesca y nueva casa rodante. Linda y AJ vinieron de vacaciones. Eligieron este lugar por el aire seco del área: Linda padece problemas de bronquitis y su esposo sufre de artritis. Tomamos una carretera secundaria y nos desplazamos a 80 km/h por un paisaje perfecto para la fotografía de portada de un álbum de Calexico. Un puente, una señal: Felix River (Río Felix). Si el viento lleva a Felix al sur en su cápsula, podría aterrizar en el río con su nombre. Hagerman, el pueblo más cercano, fue rebautizado en 1905. Una lástima porque en 1894 se fundó con el nombre de “Felix”. ¿Por qué el cambio? En honor


Puente del río Felix: un buen lugar para aterrizar. Cuando la aledaña ciudad de Hagerman fue fundada, se llamaba Felix. ¡Cuán adecuado fue eso!

Sam Peckinpah de 1973 (en gran medida por la banda sonora de Bob Dylan) y ahora es parte integral del canon de los más grandes westerns. Aquí, en el área que circunda Lincoln, William H. Bonney, al parecer el verdadero nombre de Billy the Kid, vivió, disparó, mató, amó, se ocultó y fue capturado. La frontera entre EU y México siempre ha atraído a personajes turbios; gente que ha cambiado de bando o desaparecido. La frontera es un punto límite entre dos mundos, entre dos vidas: los cuatreros de la pradera se ocultaban aquí; Black Jack Pershing dirigió una expedición de hombres a México para derrotar a Pancho Villa; un pobre contrabandista, los indios pueblo, los mescaleros, los apaches, los zuñi. Quienes pasan por aquí pueden reconocer el territorio indio antes que nada por los casinos al lado del camino que brotaron y trajeron un ingreso lucrativo a las tribus nativas norteamericanas luego de la Ley India de Regulación de Juegos de Azar de 1988. Y por lo general hay una vinatería cercana. Es una parte pintoresca del país pero también algo triste.

Si el viento llevara a Baumgartner a una hora en coche hacia el norte, podría creer que aterriza en su nativa Austria. El Ski Apache Resort en Mescalero es una región hecha y derecha para esquiar incluso para estándares de Europa Central: nueve telesillas, más senderos negros que azules, el pico Sierra Blanca tiene una elevación de 3600 metros y una nevada promedio de casi 4.6 m. En el horizonte puedes ver el desierto chihuahuense. Es casi imposible obtener mayor diversidad en un área tan pequeña. Si Nuevo México fuera un apartamento, estaría ubicado en el centro de la ciudad de Tokio y estaría equipado con mobiliario sueco. Si los vientos del sureste son ligeros, Baumgartner otra vez podría aterrizar en polvo blanco, pero esta vez en arena de yeso. White Sands, con 434 kilómetros cuadrados de superficie, es el desierto de yeso más grande del mundo, espectacular por sus gigantescas dunas blancas y por las plantas y animales que sobreviven en estas difíciles condiciones. Sin embargo, Baumgartner ha recibido advertencias de dónde aterrizar. Parte de White Sands es un sitio de pruebas de aviones robot y cohetes para el ejército de EU. Aquí, el 16 de julio de 1945, detonó la primera bomba nuclear del Proyecto Manhattan. Hace 30 años, el transbordador espacial Columbia aterrizó aquí por el mal clima en el lugar de aterrizaje planeado, la Base Edwards de la Fuerza Aérea, en California. A decir verdad, es algo improbable que Felix Baumgartner llegue tan al oeste. Pero, ¿y qué si descendiera exactamente en el lugar de su partida? El aeropuerto en Roswell, el lugar que servirá como plataforma de lanzamiento para Red Bull Stratos, está en lo que alguna vez fue la Base Walker de la Fuerza Aérea, misma que los militares entregaron a la ciudad el 30 de junio de 1967.

El International UFO Museum and Research Center en la calle Main de Roswell aún irradia ese encanto de los años setenta 69


El aeropuerto de Roswell también funge como estacionamiento de aeronaves y en ocasiones alberga a más de 300 aviones.

COMPETENCIA DROP ZONE

¿Exactamente dónde aterrizará Felix cuando salte desde el borde del espacio? Adivínalo. Ve a www.redbullstratos.com y participa en la competencia Drop Zone. Funciona así: decide tu posición basado en la velocidad del viento, su dirección y temperatura, así como en pistas de los expertos de Red Bull Stratos. Marca tu posición y compártela con amigos (Drop Zone funciona con Google Maps). Verifica tu identidad a través de Facebook o Twitter. El fanático cuyo pin esté más cerca de la posición de aterrizaje real de Felix (longitud/latitud), gana un premio que no se puede comprar: un souvenir de la misión.

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El aeropuerto de Roswell y la Base Walker de la Fuerza Aérea tienen una historia accidentada. Durante la Segunda Guerra Mundial, aquí entrenaban pilotos. Los dos bombarderos estadounidenses que soltaron las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki estaban apostados aquí. Cuando los militares tuvieron que irse, se llevaron todo con ellos. Lo que quedó fueron pistas de despegue y aterrizaje: más de dos mil hectáreas tan solo dentro del terreno enrejado. ¿Cómo sacar provecho y administrar una extensión de asfalto con conexiones aéreas de estas dimensiones? En 1991, la ingeniosa gente de Roswell lo convirtió en un estacionamiento de aeronaves. En la primavera de 2012, había 200 aviones en Roswell. Cuando la economía de EU tocó fondo, había unos 350, de acuerdo con Jennifer Brady, “y teníamos más espacio disponible, si lo requeríamos”. Ella trabaja en el Aeropuerto de Roswell desde 1983, y actualmente la pequeña dama es la gerente del aeropuerto. De hecho, algunas de las aeronaves han estado ahí desde 1991. Las cuotas que han acumulado deben de ser estratosféricas a estas alturas. El sistema de cobro es muy parecido al de un estacionamiento típico. “Cobramos por día y en tres tarifas diferentes, dependiendo del tamaño del avión”, explica Brady. Este negocio es de temporada. En primavera, cuando la temporada de vacaciones inicia, muchos aviones se ponen en marcha y despegan para no volver hasta el otoño. Brady y su equipo son flexibles, algo impertérritos y abiertos a peticiones especiales. Pero quedó sorprendida cuando Joe Kittinger, el poseedor del récord para

salto libre con paracaídas y uno de los consejeros más cercanos de Baumgartner, así como algunos de los miembros del equipo de Red Bull Stratos, entraron a su oficina en el primer piso del edificio principal hace tres años. No obstante, ya que el aeropuerto es propiedad municipal, cuando se hizo la petición, esta fue aceptada con los brazos abiertos: sí, Roswell no tenía problemas en servir de anfitrión para Red Bull Stratos. Se hizo un acuerdo para el área en la parte trasera del campo de aviación en la que se encuentran dos hangares vacíos: perfectos para Red Bull Stratos y suficientemente alejados del estacionamiento de aeronaves, del tránsito aéreo normal y de los obsesos de los OVNI que no tienen sino un destino en mente: Hangar 84, donde los supuestos alienígenas fueron examinados luego de su aterrizaje de emergencia en 1947. Cuando todo salga de acuerdo al plan, Roswell tendrá una segunda atracción este verano, junto con los alienígenas. “En el aeropuerto tenemos mucho espacio para un monumento de Red Bull Stratos”, dice Brady. Y Felix, un tipo empático con los lugareños, llegó a su primer salto de prueba vistiendo una chaqueta, pero en lugar de su nombre, decía “Alien Hunter” (cazador de alienígenas). Todo Roswell lo amó por eso. www.redbullstratos.com

FOTOGRAFÍA: MAURITIUS

Los militares se fueron y llevaron todo con ellos. Solo quedaron pistas de despegue


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“Queremos extender los límites de la humanidad aún más” FOTOGRAFÍA: JAY NEMETH/RED BULL STRATOS

Felix Baumgartner sobre Red Bull Stratos

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FOTOGRAFÍA: LUKE AIKINS/RED BULL STRATOS

THE RED BULLETIN Edición especial es publicado por Red Bull Media House GmbH Editor en jefe Robert Sperl Coordinador editorial Alexander Macheck Gerente general de imprenta Alexander Koppl Director de la editorial Franz Renkin Director creativo Kasimir Reimann Editor asociado Marion Wildmann Editor México Alejandro García Williams Editor de cierre Gerardo Álvarez del Castillo, José Armando Aguilar Editor adjunto Pablo Caldarola Corrector Alma Rosa Guerrero Project Manager Paula Svetlic, Rodrigo Xoconostle Waye Autores Martin Apolin, Felix Baumgartner, Werner Jessner, Leo Lukas, Robert Sperl, Herbert Völker Diseño Kevin Goll, Esther Straganz Editores de fotografía Fritz Schuster (dirección), Ellen Haas, Catherine Shaw, Rudi Übelhör Litografía Clemens Ragotzky (dirección), Karsten Lehmann, Josef Mühlbacher Gerente de producción Michael Bergmeister Producción Wolfgang Stecher (dirección), Walter Sádaba Impreso por R.R. Donnelley de México, S. de R.L. de C.V. (R.R. DONNELLEY) en su planta ubicada en Av. Central no. 235, Zona Industrial Valle de Oro en San Juan del Río, Querétaro, C.P. 76802 Fecha de impresión 5 de agosto de 2012 Finanzas Siegmar Hofstetter, Simone Mihalits Gerencia de Marketing y Management Nacional Barbara Kaiser (Dirección), Stefan Ebner, Lukas Scharmbacher, Elisabeth Salcher, Peter Schiffer, Julia Schweikhardt, Sara Varming Oficina central Red Bull Media House GmbH, Oberst-Lepperdinger-Strasse 11-15, A-5071 Wals bei Salzburg, FN 297115i, Landesgericht Salzburg, ATU63611700 Distribución Red Bull S. de R.L. de C.V., José Luis Lagrange 103 piso 2, col. Los Morales Polanco CP 11510, México DF. Tel. 5481 1570 Para anunciarte llama a Jesús González, +5255 54811570 ext. 1561 o envíale un correo a jesus.gonzalez@mx.redbull.com o a Frauke Landi: frauke.landi@at.redbulletin.com The Red Bulletin es publicada simultáneamente en Austria, Francia, Alemania, Suiza, Irlanda, Kuwait, México, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos. Sitio web www.redbulletin.mx Escríbenos a redbulletin@mx.redbull.com. Registro de marca ante el Instituto Mexicano de la propiedad Industrial #1116982 de fecha 26 de agosto de 2009, Certificado de licitud de título y certificado de licitud de contenido ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas No. 15429. Editor responsable Rodrigo Xoconostle Waye.


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