Yo Sí Soy De Por Aquí Una mirada sobre el desplazamiento forzado en Colombia
Materiales para hacer una comunicación inclusiva
Textos: Mauricio Beltrán Gladys Herrera
MINISTERIO DE COMUNICACIONES: Cra. 8, Calle 13, Edificio Murillo Toro, Piso 5 Teléfono: 3 44 34 60 Ext. 5061 - Fax: 3 44 22 49 Bogota – Colombia UNAD: Calle 14 sur No. 14 - 23 Piso 6 Barrio Restrepo, Bogotá D.C. Convenio 00064 Fondo de Comunicaciones/UNAD Plan de Formación “Municipios al Dial” Noviembre 2006-Julio 2007 Comité Técnico Francisco Javier Roldán - Director Dirección de Acceso y Desarrollo Social Ministerio de Comunicaciones Jesús Hernán Zambrano Coordinador Grupo de Seguimiento y Control de Proyectos Dirección de Acceso y Desarrollo Social Patricia Ruiz Perdomo Decana de la Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades - UNAD María Isabel Cortés Coordinadora Nacional Programa Comunicación Social Mónica Valdés Coordinadora Plan de Formación “Municipios al Dial” Convenio UNAD - Ministerio de Comunicaciones Claudia Piñeres Fadul Profesional Grupo de Seguimiento y Control de Proyectos Textos Gladys Herrera Mauricio Beltrán Diseño Gráfico María Cristina Gaviria Montoya Inventtio, www.inventtio.com
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .................................................
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¿De dónde es usted? ............................................................ ¿De Colombia? ..................................................................... El territorio .......................................................................... ¿Extrañas? ...........................................................................
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1. ¿QUÉ ES ESO DEL DESPLAZAMIENTO? ..............
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Errar ..................................................................................... Horror .................................................................................. ¿Qué es el desplazamiento? .................................................. ¿Qué personas se afectan? .................................................... ¿De dónde salen y a dónde llegan? ........................................ ¿Por qué es un problema? .....................................................
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2. ¿QUÉ TENDRÍA QUE SUCEDER PARA DESPLAZAR EL DESPLAZAMIENTO? ......................................... 17 ¿Por dónde empezar? ............................................................. Lazos familiares .................................................................... ¿Qué hacer después? ............................................................. Aprender de la experiencia ................................................... Asociaciones y redes de apoyo .............................................. Responsabilidad social .......................................................... Reparación integral ...............................................................
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3. ¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO PARA ATENDER Y PREVENIR EL DESPLAZAMIENTO? ................. 23 Ley 387 ............................................................................. Sentencia T-025 ................................................................ Apoyo Internacional y del Sector Privado ........................... Un Sistema ........................................................................ Política Pública .................................................................. Otras entidades que trabajan con el desplazamiento .........
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4. ¿QUÉ PUEDE HACER UNA EMISORA COMUNITARIA? ........................................... 29 La tarima del sol ................................................................ Puntos de encuentro .......................................................... Comunicación para la inclusión .......................................... Las palabras ....................................................................... ¿Un programa especial? .................................................... La Ruta: Información clave ................................................. Otras acciones ................................................................... Un ejercicio práctico .......................................................... Ejemplos radiofónicos .......................................................
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BIBLIOGRAFÍA ................................................... 35
“A mis hijos les dije que nos veníamos para que se abrieran camino aquí en la ciudad. Pero esa mentira duró poquito, pues tan pronto llegamos quedamos marcados: somos desplazados y eso duele ”.
Tomado del radioclip, “No nos gustan las armas”. www.radialistas.net
INTRODUCCIÓN ¿De dónde es usted?
Nuestra casa, en el sentido más amplio, es el universo, y le siguen, en su orden, la vía láctea, que es nuestra galaxia; la tierra, nuestro planeta; América, nuestro continente; Colombia, nuestro país, el oriente, el centro, el sur, el norte o el occidente, nuestra zona, en donde está el departamento, luego el municipio, el corregimiento o el barrio y en él, las 4 o más paredes a las que llamamos nuestra casa, en el sentido más estrecho. Sin embargo, cuando nos preguntan de dónde somos, no decimos que del cosmos o de la Vía láctea o de la casa de ladrillo con tejas de barro que tiene ventanas que miran a la calle o a la vereda tal o pascual. Decimos simplemente que somos de Antioquia, de Chocó, del Tolima o de Santander. Y si estamos fuera del territorio nacional, al unísono, decimos que somos de Colombia.
¿De Colombia?
¿Allá donde el idioma oficial es el castellano y en donde además existen más de 65 lenguas indígenas y otras lenguas más como la criolla del archipiélago de San Andrés y Providencia o el bantú del Palenque de San Basilio? O, ¿será el País de la arepa? Pero, ¿de cuál? ¿De la blanca o de la amarilla? ¿De la que tiene queso, huevo o chicharrón? O, ¿de la que tiene o no tiene sal? Pero también es el país de la lechona, el mondongo o el sancocho. ¿Será la tierra del vallenato? ¿O será la tierra del bambuco, la cumbia, el porro o la champeta? ¿Qué será lo que nos define como colombianas y colombianos? ¿Lo que comemos, lo que hablamos, lo que bailamos o el amarillo, azul y rojo de la bandera? Las personas nacidas en Colombia no pueden definirse por una raza o color de piel; tampoco por una costumbre gastronómica o musical; mucho menos por una particular forma de ser. Somos diversidad, somos personas distintas compartiendo 1.141.178 kilómetros cuadrados.
El territorio
Quizá, el único referente indiscutible que puede definir esa “colombianidad” es el territorio, que, internamente, está dividido en regiones, departamentos, municipios, corregimientos, veredas y barrios, en donde finalmente están las viviendas en donde duermen, se bañan y se cocinan los alimentos y los afectos que consumen y nutren a los hombres y mujeres de distintas edades que conforman este país diverso. El mismo que ocupa el tercer lugar en el mundo, en relación con la fauna por el número de vertebrados terrestres que tiene, y el segundo lugar, con respecto a sus habitantes, por las cifras del desplazamiento interno de su población.
¿Extrañas? Si una familia, por el conflicto que vive Colombia, debe dejar su casa para salvar la vida, no puede quedarse sin dónde vivir. Tiene derecho a llegar a las otras casas que, en el sentido más amplio, le corresponden. Ese gran número de personas que se ven en las calles, en las terminales de transporte o en barrios improvisados buscando nuevas oportunidades, no son extrañas. Son personas que están viviendo una situación de desplazamiento interno. Sí son de por aquí, son de Colombia. La relación que el resto de colombianas y colombianos establezcan con estas personas, la mirada que se tenga sobre ellas y el trato que les brindemos, les afecta o les beneficia en su camino por alcanzar los derechos a los que también tienen derecho: al trabajo, a la educación, a la salud, a una vida digna y grata. Su bienestar es un asunto que compete no sólo a quienes viven en esta situación de desplazamiento, sino también al Estado y a la sociedad civil colombiana. En esta cartilla, las personas que trabajan en los medios de comunicación radial comunitarios, encontrarán elementos para comprender este drama que viven quienes han tenido que dejar su tierra para conservar la vida. Conocerán cómo participar desde su emisora en este proceso de construcción de una política pública que garantice, de forma permanente, los derechos de estas gentes, tan colombianas como todas las demás. Como decía Bajtín: “somos capaces de existir, en la medida que somos reconocidos por el Otro, a través del lenguaje *”. Éste último es la materia prima con la que se elabora el trabajo en su radio, en la comunicación; la misma con la que hemos construido este texto que espera ser leído -no guardado-, que busca ser de su interés y aportar lo suficiente en este camino de hacer una comunicación para la inclusión social. A Stella Maris Bermeo le agradecemos su lectura atenta de este texto y sus aportes. Para terminar de empezar, les dejamos con un breve fragmento de Viviana, una niña de 14 años que hace parte de uno de los grupos que Stella lidera en Caquetá con personas en situación de desplazamiento. A partir de la lectura, en un proyecto de bibliotecas, alimentan el espíritu: En mi tierra hay flores que extraño… Le contaré a mis flores que encontré otras amigas por estos caminos de una Colombia que no conocía. De algo sirve errar…flores mías.
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Filósofo ruso
1. ¿QUÉ ES ESO DEL DESPLAZAMIENTO? No puedo olvidar Burundi, pero con el tiempo dejaré de pensar que quiero volver. Aquí seré feliz si puedo vivir sin terrorismo *.
Errar Los antiguos miraban el cielo con tanta atención que lograron diferenciar las estrellas de los planetas. Descubrieron que las primeras eran fijas y que los segundos se movían. Por eso los griegos, a la hora de escoger una palabra para nombrar a los planetas, optaron por que significa errante. Ese ha sido su destino, vagar de una parte a otra por todo el universo. La tierra, un planeta, un errante, carga en su lomo redondo a miles de mundos más habitados por pueblos diversos. Unos del río o del mar. Otros de la montaña o el desierto. Ser de un lugar es remontarse al principio, ser hombre del agua o mujer de la tierra. Allí está la historia y con ella el futuro. En ese sitio están los muertos que nos dieron la vida. Está el bosque donde habitan, de noche, los espantos y, de día, las aves, los juegos y los escondites. Tener un lugar o una casa en la tierra ha sido causa de penas y de guerras. Cada pueblo, una vez descubre su espacio vital, se propone protegerlo y hacer parte de él, aunque no siempre se pueda estar en casa.
Horror Las invasiones, las necesidades y las guerras han hecho que millones de personas dejen atrás el olor de los prados y los secretos de los ríos. A veces por voluntad propia, tras el deseo de bienestar y de aventura; a veces por la presión de la fuerza, con una amenaza a la espalda y un interrogante infinito en el futuro. Estas últimas son víctimas de una violencia que rompe las tradiciones y desprende a las gentes de su mundo. La tierra convertida en botín o en campo de batalla queda en manos de quienes tienen la fuerza, sus verdaderos dueños
* Burundi es una pequeña nación de África Oriental, llamada anteriormente “la otra Rwanda”. Este testimonio es de Bartazar, un hombre de 80 años. Fue tomado de la Revista COLORS ·# 41 dedicada al tema de los refugiados. Italia. Diciembre 00-Enero 01.
tienen que volverse planetas y errar por lugares desconocidos y culturas distintas, en busca del momento para retornar o de un nuevo suelo en donde sembrar las puntas recién nacidas de sus raíces.
¿Qué es el Desplazamiento? Perder la tierra propia y huir de ella para preservar la vida y la integridad, es vivir en situación de desplazamiento. Llegar a sitios extraños donde el alimento es distinto, las casas desconocidas, las palabras nuevas, los climas diferentes, es vivir en situación de desplazamiento. Dejar atrás el vecindario, volver a iniciar el tejido que permite que las demás personas que están cerca conozcan quiénes son esas personas recién llegadas y viceversa, es vivir en situación de desplazamiento. La población en situación de desplazamiento es aquella que ha tenido que abandonar su lugar de origen o residencia como consecuencia de la amenaza, la intimidación y la violencia. El desplazamiento es, casi siempre, la consecuencia de otra tragedia: un enfrentamiento armado, una masacre colectiva, la toma de un pueblo, etc. En Colombia, en los últimos 10 años, más de 3 millones de personas han tenido que buscar albergue y seguridad alejándose de sus campos de cultivo, de sus barrios o de sus pueblos. El desplazamiento es considerado una infracción al Derecho Internacional Humanitario. Es una agresión contra la población civil que debería ser respetada por las partes en conflicto. Una persona desplazada ha sufrido antes otras vulneraciones a la vida, a la integridad o a la honra. La expulsión es el último eslabón de una cadena que contiene otros sucesos espantosos como amedrantamiento, asesinatos, intimidación, atentados, agresiones, violaciones, torturas o mutilaciones. Según el Estado colombiano, hay dos tipos de desplazamientos: individuales (o familiares) y masivos; estos últimos causados por emergencias que perjudican a una población civil y les obliga a desplazarse en conjunto.
¿Qué personas se afectan? El desplazamiento forzado es como un gran aguacero. Al principio parece que sólo afecta a quienes están fuera de casa o sin protección; pero más temprano que tarde se descubre que puede afectar a todas las demás personas.
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Como lo anota Marta Nubia Bello Albarracín, Profesora de la Universidad Nacional
y coordinadora de la Cátedra sobre Desplazamiento Forzado en Colombia , “un 74% de la población desplazada tiene un vínculo con la tierra. Son pequeños y medianos propietarios”. Sin embargo, no sólo la conforman las campesinas y campesinos. “Es una población diversa, heterogénea. Cualquier persona puede ser objeto de desplazamiento forzado en Colombia: docentes, funcionarios públicos, pequeños comerciantes, etc”, anota la profesora Bello. Esta docente llama la atención sobre el peso significativo que tienen entre la población desplazada las comunidades étnicas: “el 20% son población afrocolombiana y el 12% población indígena: un 32% que equivale a más de 1.200.000 personas afectadas”. Un tercer grupo que hace parte de la población en situación de desplazamiento, según Bello, son “las mujeres, las niñas, niños y jóvenes.
¿De dónde salen y a dónde llegan? Las zonas de desplazamiento, también llamadas zonas de expulsión, han ido girando con la dinámica del conflicto armado. Los grupos paramilitares ocuparon en los últimos 10 años los valles interandinos y las zonas agroindustriales De esta manera se hizo evidente el desplazamiento de los ribereños del Magdalena y el Cauca, el despojo de tierras en el Urabá, zona bananera, zonas de palma africana, entre otras. La guerrilla concentró su presión en las selvas y montañas haciendo ostensible el abandono de tierras amazónicas y laderas como los Montes de María, los páramos y bosques del Oriente Antioqueño y el Macizo colombiano. La guerra entre unos y otros también produjo y sigue produciendo desplazamiento en las rutas de su interés como los ríos del Pacífico, la Sierra Nevada de Santa Marta, la frontera con Ecuador, el andén Pacífico en general, las selvas de Catatumbo y los llanos orientales. El desplazamiento es una pandemia por el territorio colombiano, regada por casi toda su geografía. Ningún departamento se escapa de su influjo. Cada colombiana y colombiano conoce una historia de tierras arrebatadas o de familias que han sido desarraigadas.
Bello Albarracín, Marta Nubia. Tomado de UN radio, en Cátedra Manuel Ancizar, Desplazamiento Forzado en Colombia En: http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/humanas/2004945/index.html
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Las principales receptoras son las grandes ciudades. Miles de afrodescendientes, acostumbrados al sol y al mar, ahora deambulan por entre las frías calles de Bogotá, Pasto o Medellín. Indígenas de la Sierra Nevada, campesinos de montaña, están poblando los suburbios de Cartagena, Barranquilla o Cali. También en las ciudades intermedias crece la demanda de nuevos habitantes obligados a desplazarse, pero que tratando de mantenerse cerca de su territorio o detenidos por la falta de recursos, se quedan en los pueblos que son cabeceras provinciales o donde consideran que pueden refugiarse del peligro.
CONSECUENCIAS DEL DESPLAZAMIENTO o o o o o o o o o o
Más de 3 millones de personas desplazadas directas. Más de 10 millones de hectáreas apropiadas de manera ilegal. Miles de millones de pesos en pérdidas. Ecosistemas en peligro. Grupos étnicos en riesgo de extinción Escuelas sin alumnos. Alumnos sin maestros. Veredas deshabitadas. Barrios marginales creciendo en las grandes ciudades. Personas desempleadas que están preparadas para tareas que en la ciudad no existen. o Personas desarraigadas que deben aprender una nueva cultura en medio de la pobreza y un imaginario social adverso.
¿Por qué es un problema? El desplazamiento, como explica Marta Nubia Bello, “ha generado un cambio dramático en la tenencia y en el uso de la tierra en Colombia, en donde las actividades agrícolas, por excelencia, han estado ligadas al pequeño propietario, no al gran hacendado o terrateniente. Esta situación del uso de la tierra pone en peligro, por un lado, la seguridad alimentaria, no sólo de las comunidades ubicadas en las zonas de conflicto, sino de todo el país”. Las personas del campo ven truncada su tarea de producir alimentos y con ello cambian los procesos de abastecimiento, pues si bien los supermercados siguen atestados de productos, ahora el maíz llega de Norteamérica, el plátano de Ecuador, el ajo de China.
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Por otro lado, esta situación del uso de la tierra representa un peligro ambiental: “de 10. 4 millones de hectáreas aptas para la agricultura solamente se emplean 3.9 millones. Y de las 10.2 millones de hectáreas aptas para la ganadería se están utilizando 41.7 millones, o sea, 400 veces más de lo recomendado”, dice Bello . Otro costo invaluable que trae consigo el desplazamiento, al afectar a los grupos étnicos mencionados, es, como lo anota Bello Albarracín, “la destrucción de culturales ancestrales que en algún momento nos permitieron autodenominarnos país pluri- étnico y multicultural, como aparece consagrado en la Constitución de 1991. Si es motivo de preocupación la extinción de la fauna y la flora, debe serlo aún más la extinción de culturas ancestrales: se pierde la transmisión de todo un legado o una sabiduría” . Además de lo anotado anteriormente, el desplazamiento representa, “una destrucción en términos de líderes y de organizaciones sociales”. A cambio se da un florecimiento del terror y la desconfianza. Reinan el silencio y nuevas normas de conducta que obligan “a lealtades y obediencias como se puede observar en buena parte de las zonas afectadas”. Se han creado, en su gran mayoría, ambientes de violencia que llegan a confundirse con ambientes de paz y progreso. Ante tanto caos y tanta desinformación, las víctimas del conflicto se vuelven victimarias y viceversa; una inversión de valores que representa una destrucción en términos éticos, como lo anota la Profesora Bello: “Los victimarios aparecen en el discurso público como los adalides del orden social, de la limpieza social. Lo que hicieron lo hicieron por el bien de la patria, ‘algún día’, dijeron ellos, ‘la historia se lo reconocerá’. Gracias al terror viene la paz y el progreso. Es lo que hemos visto en las versiones libres de muchos de los victimarios. No son versiones de arrepentimiento ni muestras de perdón; son partes de victoria, como se ha planteado en varios medios, donde básicamente dicen: ‘la verdad es esa y esa tenía que ser’. Esto se hace en nombre de la defensa de la institucionalidad, de la defensa del progreso. Y ese es un discurso público con un gran posicionamiento y una gran aceptación social, lamentablemente. El victimario aparece justificado socialmente, es decir, ‘pobrecito, lo tuvo que hacer’, y la víctima, en cambio, aparece culpabilizada. En este país las víctimas terminan siendo las responsables del caos, del desorden, del daño, señaladas, estigmatizadas, y acusadas.” .
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De otra parte, se calcula que por lo menos 10 millones de hectáreas fértiles han sido abandonadas por sus verdaderos propietarios. Debido a este saqueo, los grupos armados ilegales fortalecen su capacidad destructora y mientras la guerra sigue ganando terreno, la gente sigue perdiendo su tierra. El desplazamiento forzado suele estar relacionado con el minado de los campos. Miles y miles de hectáreas útiles se han vuelto campos de muerte que no se pueden pisar y más de 200 municipios tienen sembradas minas antipersona, cuyos saldos son la destrucción y la muerte. Una vez alejados de su tierra, estos hombres y mujeres requieren una atención de parte del Estado que debe ser generosa, pero dadas las limitaciones de los recursos, tan sólo consigue paliar los problemas elementales, dejando las soluciones definitivas para el largo plazo. Las ciudades y pueblos que les reciben no cuentan con los mecanismos para acoger y brindar apoyo a la población en situación de desplazamiento. Por eso, el destino principal que tienen estas personas son los cinturones de miseria, los barrios marginales, en donde no hay servicios públicos; sólo pobreza y desempleo. Las personas desplazadas, víctimas del conflicto armado en Colombia, cuando llegan a la ciudad se vuelven doblemente víctimas. Se ha creado un imaginario social en el que prima la sospecha: “si en las cartulinas que narran su situación dice que vienen de córdoba o de Montería, con facilidad se les relaciona con los paramilitares; si vienen de Cartagena del Chairá o Caquetá, se piensa que algo tienen que ver con las FARC. Así, la población desplazada es portadora de la identidad del actor armado que controla la zona de donde proviene y entonces se convierten en sujetos sospechosos, y peligrosos. Son pocas las manifestaciones de solidaridad en las zonas de llegada, pero paradójicamente, las que se dan provienen de los estratos 1 y 2, no del estrato 3 hacia arriba, quienes los ven con mucho recelo y desconfianza”, comenta Bello Albarracín . En las ciudades, las personas en situación de desplazamiento se tropiezan, por un lado, con personas desinformadas, de mirada perdida, que desconocen lo que está sucediendo en el país: “saben que en Colombia hay guerra pero no saben por qué. Han escuchado que hay grupos armados, pero no saben cuál es la diferencia entre unos y otros. La desinformación que hay sobre el tema facilita que cuando las víctimas llegan con su drama humano, se escuchen comentarios como: ¿Ese
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por qué está ahí en la esquina? ¿Por qué no va a conseguir trabajo?; ¿para qué se vino de su tierra? Allá estaba muchísimo mejor… ” Por otro lado, en la ciudad se encuentran con personas que tienen otra mirada, ya no de rechazo sino de lástima, que mueve “a la caridad más que a la responsabilidad social”, expresa Bello Albarracín, para quien los medios de comunicación, en buena parte, son responsables de esta forma de ver porque en la mayoría de los casos confunden sensibilizar con dolerse por el drama de las personas que salen sin sus pertenencias, con sólo lo que llevan puesto. Resumiendo, cuando hay desplazamiento, las pertenencias materiales, culturales, ambientales y sociales, se pierden. El dinero invertido en construir las casas y mejorar los terrenos, se pierde. Los animales domésticos y los cultivos también quedan abandonados. Tras cada familia desplazada hay una casa en ruinas y un campo destruido. La relación con aquellas personas que brindaban ayuda material o anímica, en momentos de emergencia, se corta abruptamente. No es “simplemente” dejar la casa. Es echarse la soledad a cuestas, romper ese tejido social conformado por las personas conocidas, allegadas, amigas y familiares, que te cobijan y te respaldan en las buenas y en las malas. Recuperar la familia, los sentimientos heridos, un modo de sustento, un lugar dónde vivir, una historia, unas ganas de vivir, un respeto y una verdad, no es tarea fácil.
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2. ¿Qué tendría que suceder para desplazar el desplazamiento? He dejado mi vaca que se estaba sanando de una oreja. Fue largo el camino que no quise caminar. Ahora estoy enferma, lejos, sin ella. Ella sin mí. Sola yo, con hambre y ella con su ubre llena de queso. Viviana Participante de Biblioteca 14 años.
Para desplazar el desplazamiento habría que desandar el camino, devolviéndoles a su territorio y a su riqueza. Este sería un escenario deseable. Sin embargo, para muchas de estas personas, el dolor es más fuerte y el recuerdo de la muerte de sus seres queridos o de las batallas vividas, les hace descartar esta posibilidad del retorno. Otras, simplemente no pueden hacerlo por estar expropiadas sus tierras y ocupadas a sangre y fuego. Hay quienes emprendieron ese camino de regreso y han vuelto a fundar poblados como “Esperanza en Dios” o “El Valle soñado”, nombres que reflejan sus anhelos acumulados. La mayoría de la población en situación de desplazamiento construye una vida nueva. Poco a poco adapta su gusto a la nueva comida, su vestido al nuevo clima, su trabajo a la nueva oferta. Es un proceso largo que requiere apoyo de los gobiernos y de los habitantes de los lugares receptores. Un día, cuando la sociedad les acoja solidariamente, dejarán de ser mirados como extraños, sospechosos y peligrosos; tendrán un lugar y un vecindario que los integre y los haga sentir parte de esa tierra. El día en que se conviertan en comadres y compadres, en amigos, vecinas y conocidos, la palabra “desplazado” se desplazará, quedará atrás. Dejarán de ser aquellas personas recién llegadas. La paz desarmada, construida desde la justicia, la equidad y los acuerdos, pasará finalmente la página amarga de las migraciones obligadas. Sin armas y con estudio, hospitales, vías de acceso y trabajo, se acabará la imagen de las personas que han sido desarraigadas. Volverá a ser fuerte la raíz que se aferra a la tierra.
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¿Por dónde empezar? Pasos para la Atención Integral Mientras todo esto es posible, hay que empezar por algún lado. Cuando el desplazamiento se produce, el Estado tiene la obligación, de acuerdo con la ley 387, de prestar una ayuda humanitaria que sólo será entregada si se ha hecho la declaración de los hechos ante las Personerías u oficinas de la Defensoría del Pueblo o de la Procuraduría General de la Nación; o para el caso de las ciudades, en las Unidades de Orientación y Atención a las personas desplazadas (UOA). En esta declaración hay que narrar cuáles fueron las razones que ocasionaron el desplazamiento, dar información sobre la familia, el sitio en el que vivían, el trabajo que realizaban y sobre las tierras y propiedades que han dejado atrás. Esta ayuda inicial tiene una duración de tres meses y consiste en la entrega de elementos como colchonetas, cobijas, ollas, platos, cubiertos, implementos de aseo y alimentos no perecederos, así como un apoyo para alojamiento. Igualmente, se puede acceder a los servicios básicos del Estado como son la salud, y en el caso de jóvenes y niñas y niños a la educación y los servicios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Sin la declaración inicial, no se accede a esta ayuda. La población en situación de desplazamiento está amparada por acuerdos internacionales y en Colombia la jurisprudencia se ha desarrollado para responder a la calamidad humanitaria que plantea los millones de hombres y mujeres desarraigados.
Lazos familiares No se puede seguir adelante sin que se den los pasos necesarios para acercarse a sí mismo y/o al núcleo familiar que se tenga. Las crisis se enfrentan mejor si se amarran afectos, recuerdos y sobre todo fortalezas. Si están bien anudados estos lazos familiares, tendrán cuerda para este proceso que puede llegar a ser bastante largo y desgastante.
¿Qué hacer después? Para que, una vez se cumplan los tres meses de esta ayuda, no se vuelva al mismo punto donde se comenzó, hay que emprender paralelamente la búsqueda de soluciones duraderas, a largo plazo, que dependan no sólo de la ayuda del
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Estado sino también de la propia gestión. Ya se han perdido seres queridos, tierra, toda una vida, como para perder también la capacidad de crear futuro. ¿Cómo mantener viva las esperanzas?
Aprender de la experiencia El desplazamiento no nació ayer. Precisamente por eso se ha acumulado una experiencia de la cual se puede aprender. Una de las principales lecciones es la de asociarse, juntarse, unirse con todas aquellas personas que han vivido o están viviendo una situación similar, porque una golondrina no hace verano. Varias, sí. Otra lección aprendida es la de buscar alianzas, socios diferentes para hacer posible la construcción de una vida con independencia del Estado y sostenible en el tiempo. Así, en esta tarea de construir nuevamente un camino para la vida, estarán pedaleando muchas partes: por un lado el Estado; por otro, las personas en situación de desplazamiento y, de ahí en adelante, todas aquellas que quieran unirse por iniciativa propia o por invitación expresa de alguna de las partes, como pueden ser el sector privado, la ayuda internacional y las demás organizaciones que representan a la sociedad civil colombiana.
Asociaciones y redes de apoyo En Colombia existen cientos de organizaciones de personas desplazadas. Unas expertas en apoyar afectiva y psicológicamente a sus pares, otras líderes en emprendimientos económicos; algunas conocedoras de la organización del Estado y con experiencia en buscar socios y hacer alianzas; también las hay conocedoras de sus derechos y de formas legales de hacerlos valer. La Asociación Mujeres del Oriente Antioqueño AMOR, es un grupo que surgió hace 23 años en el municipio de El Peñol. Se capacitaron en formación ciudadana y comunitaria y desde el 2000, tras un recrudecimiento de la violencia y el conflicto armado en la zona, la organización empezó a trabajar por los derechos de las mujeres y su reconocimiento. En el 2003, iniciaron el Proyecto “Reconciliación”, acompañadas de “Provísame”, otro grupo de mujeres promotoras de vida y salud mental. Así, atienden psicológicamente a las mujeres víctimas de la violencia armada, mediante grupos de ayuda mutua en la que tienen la oportunidad de escuchar y ser escuchadas para elaborar sus propios duelos. Las
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mujeres “abrazadas”, como son llamadas en este proyecto las mujeres víctimas de la violencia, han ideado rituales en los cuales encienden velas para recordar la luz de los seres amados y la necesidad de resistir por ellos y con ellos. En este proceso van recuperando sus esperanzas y renovando sus expectativas de vida. Otro ejemplo más, entre muchos, es AFRODES, La Asociación de Afrocolombianos Desplazados. Esta es una organización que surge en 1999 y agrupa a pobladores afrocolombianos desplazados en Bogotá. Entre sus propósitos están la denuncia de la invisibilización de las personas afrocolombianas desplazadas, la reivindicación de sus derechos y el impulso a la creación de medidas específicas de atención y protección frente al desplazamiento forzado interno. En la actualidad AFRODES agrupa a 176 familias afrocolombianas en Bogotá y tiene núcleos organizados en varias localidades del país entre ellas Cartagena, Buenaventura, Quibdó y Riosucio. Está inscrita en el Registro de las Organizaciones de comunidades afrocolombianas en el Ministerio del Interior y es ejecutora de proyectos estatales de establización socioeconómica de estas comunidades.
Las asociaciones o redes de apoyo de la sociedad civil para personas en situación de desplazamiento han acumulado experiencia en: ß ß ß ß ß
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Ayudar a quienes sufren la misma situación Contribuir a la formulación de Planes Integrales Únicos PIU de cada municipio, ciudad o departamento. Participar en las mesas de prevención, atención humanitaria y reubicación. Acceso a derechos ya ganados pero cuya existencia muchas veces es desconocida por las víctimas. Apoyo para el reclamo de las indemnizaciones y reparaciones a las que haya lugar por causa de la acción de los violentos u omisiones del Estado. Desarrollo de la política pública en aspectos concernientes a garantizar la superación integral de este flagelo. Desarrollo de campañas culturales, sociales y comunicativas que permitan a la población en situación de desplazamiento el reconocimiento de su situación y la incorporación en los lugares de recepción.
Hay un gran número de organizaciones de personas en situación de desplazamiento con diversidad de propósitos. Algunas se centran en la recuperación de tierras, como la de las Víctimas de las Autodefensas en Montería, quienes demostraron la manera en que decenas de familias de Córdoba fueron obligadas a vender y dejar sus propiedades. Otras organizaciones han generado diversidad de empresas productivas que van desde las confecciones hasta el café orgánico; desde las huertas caseras hasta las granjas integrales; desde grupos juveniles hasta expresiones artísticas y de comunicación.
Responsabilidad Social Marta Tafalla, investigadora española que ha escrito sobre la ética ante las víctimas, plantea que los derechos de las personas en situación de desplazamiento no sólo son la reivindicación de esta población sino también la de la sociedad en su conjunto. Sin embargo, aquí en Colombia, como lo anota Marta Nubia Bello, “apreciamos la profunda soledad en que las víctimas reivindican sus derechos: Yolanda Izquierdo, era una víctima que asistió a las audiencias públicas de Mancuzo. Cuando se le asesina el mensaje es claro para todas las demás víctimas: ojo con volver a reclamar tierras, derechos o verdad. Esto pasa, dice Bello Albarracín, “porque la sociedad no se ha apropiado de los derechos de las víctimas; si esa reivindicación pasa por cuenta de todos nosotros, estamos reivindicando no sólo los derechos de la personas afectadas sino también la posibilidad de un país con menos exclusión social, menos inequidad, menos impunidad.10”
Reparación integral Ni la mirada compasiva ni mantenerse al margen, ayudará a desplazar el desplazamiento. Sólo una mirada responsable, en colectivo, formará un “nuevo país”: “de eso habla la reparación integral, que además habla de reforma agraria, habla de justicia, de nuevas estructuras democráticas, de responsabilidad social.11” Una reparación integral será aquella que incluya no sólo la atención de emergencia sino también la dignidad, las garantías para continuar la vida en un lugar seguro y con acceso a todos los derechos y deberes que como personas
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ciudadanas tienen. Que incluya la posibilidad de acceder a la verdad y a la justicia de los hechos. Que la vida normal pueda seguir el curso porque ya ha sanado el dolor y el sufrimiento. Una reparación que logre borrar esos sentimientos de venganza que muchas veces activan la violencia. En ese sentido, debe dirigirse la política pública para promover la garantía de los derechos de las personas en situación de discapacidad.
3.
¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO PARA ATENDER Y PREVENIR ESTA SITUACIÓN12? Señora, buenos días; señor, muy buenos días. Decidme, ¿es esta granja la que fue de Ricard?... Hace treinta años estuvo aquí mi cama; hacia la izquierda estaban la cuna y el altar… Decidme, ¿Y por los techos aún fluye y se derrama, de noche, la armonía del agua en el pajar? Parábola del retorno Porfirio Barba Jacob
Ley 387 de 1997 En un comienzo el Estado sólo llevaba un registro de las personas desplazadas y ofrecía ayuda humanitaria. Sólo hasta 1997, cuando se comprende que esta situación del desplazamiento interno no es un asunto sólo de atención de necesidades sino también de protección de los bienes y las tierras abandonadas y de las que están en riesgo de serlo, se expide la ley 387, por medio de la cual “se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado, la atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia.” En el 2001, como desarrollo de lo que ordena la ley 387, se expide el Decreto 2007 que dice que si “alguna región de Colombia se encuentra en riesgo o ya vivió una situación de desplazamiento por la violencia, el Comité Departamental, Distrital o Municipal para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia de ese departamento o municipio, debe actuar y producir un acto administrativo llamado ‘Declaratoria de Inminencia de Riesgo o de Desplazamiento por Causa de la Violencia. Esta declaratoria sirve para que en esa zona sólo se puedan negociar los predios si los dueños lo hacen de manera libre y voluntaria, y presentando una autorización especial dada por el respectivo Comité Territorial. Para lograr que esta Declaratoria del Comité sea verdaderamente efectiva, deben participar varias instituciones del Gobierno y, por supuesto, las comunidades afectadas13”.
12 La colección Red de Servicios ha nutrido la información que aquí se presenta. 13 Puede acceder al texto completo en http://www.derechoshumanos.gov.co/modules.php?name=informacion&file=article&sid=120
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Sentencia T-025 de 2004 En el 2004, la Corte Constitucional se pronuncia, en materia de desplazamiento, para manifestar la urgente necesidad de articular de forma más eficiente los recursos y las acciones de todas las partes, tanto nacionales como locales. Es así como, a través del Decreto 250 de 2005, se promulga el Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia que coordina la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, antes Red de Solidaridad Social. Así se está trabajando conjuntamente con las zonas urbanas receptoras y con las zonas rurales expulsoras para atender la situación y al mismo tiempo prevenirla, buscando consensos mínimos para este trabajo integral14.
Apoyo internacional y del sector privado Existe un grupo de países cooperantes liderados por la Unión Europea y por España, en particular, que han dado apoyo económico a los programas dirigidos a la población en situación de desplazamiento. Igualmente, el sector privado ha hecho sus aportes para apoyar proyectos productivos y empresas asociativas de trabajo que han generado alternativas de ingreso a esta población. La Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR ha estado también acompañando este proceso buscando una mejor articulación de todos los esfuerzos. Es así como propuso en el 2004 una alianza humanitaria entre las diferentes autoridades locales del país. Uno de los resultados de esta alianza fue la creación de las Unidades de Atención y Orientación (UAO) en cada localidad15.
Un Sistema Para velar por los hogares o comunidades que se encuentran afectadas por el desplazamiento y atenderles en forma integral, se creó el Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia –SNAIPD-, cuya coordinación y articulación está a cargo de Acción Social (antes RSS). Su función es
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Para acceder al texto completo puede ir a: http://web.minjusticia.gov.co/jurispru-
dencia/CorteConstitucional/2004/Tutela/T-025-04.htm
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Ampliar esta información en http://64.233.167.104/search?q=cache:wutSz_S43YoJ: www.acnur.org/biblioteca/pdf/1341.pdf+creacion+UAO+Unidades+de+Atencion&hl=es&ct=clnk &cd=4&gl=co
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unir los esfuerzos, inquietudes y aportes de todas las instancias que conforman el Sistema, que son instituciones públicas, privadas y comunitarias, tanto nacionales como internacionales16. Acción Social cuenta con 35 Unidades Territoriales en el país que funcionan a nivel regional, desde donde se promueve la atención a la población desplazada y vulnerable por la violencia. Estas unidades tienen el compromiso de apoyar el proceso de constitución y consolidación de los Comités Departamentales, Municipales y Distritales que harán posible esta tarea de integración. Los Comités son equipos de trabajo constituidos legalmente de acuerdo con la ley 387 que da facultades al Gobernador o al Alcalde para convocar a las personas que los integran en cada región. Los Comités departamentales capacitan y orientan a los municipales y distritales y éstos a su vez les aportan la información necesaria por ser quienes están más directamente relacionados con la población desplazada y conocen más de cerca la situación que viven.
En Los Comités para la Atención Integral a la Población Desplaza por la Violencia deben participar: - El Gobernador, el Alcalde, o quien haga sus veces, quien lo presidirá. - El Comandante de Brigada o su delegado. - El Comandante de la Policía Nacional en la respectiva jurisdicción o su delegado - El Director del Servicio Seccional de Salud o el Jefe de la respectiva Unidad de Salud, según el caso. - El Director Regional, Coordinador del Centro Zonal o el Director de Agencia en los nuevos departamentos, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. - Un representante de la Cruz Roja Colombiana. - Un representante de la Defensa Civil. - Un representante de las iglesias. - Dos representantes de la Población Desplazada
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Ver más en: http://64.233.167.104/search?q=cache:lfpPIcflm4IJ:www.acnur.org/biblioteca/pdf/4707.pdf+Sistema+Nacional+de+Atenci%C3%B3n+Integral+a+la+Poblaci%C3%B3n+D esplazada+por+la+Violencia+SNAIPD&hl=es&ct=clnk&cd=5&gl=co
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Estos Comités, a su vez se organizan y operan a través de Mesas de Trabajo o Comisiones Técnicas, discuten la problemática de la población y del territorio desde la Prevención, la Atención Humanitaria de Emergencia y la Estabilización Socioeconómica. Cuando en la región funciona la Unidad de Atención y Orientación a la población desplazada (UAO), éstas se convierten en instancias de apoyo a la labor del Comité, aportándoles la información que necesitan para su trabajo. La UAO es un centro de servicios que atiende a la población desplazada que necesita información y orientación sobre los programas que adelanta el SNAIPD. Está coordinado por la Alcaldía donde funciona y en algunos casos por la Gobernación. Está constituido conjuntamente por Acción Social, las administraciones municipales, departamentales y distritales, del Ministerio Público (Defensoría del Pueblo, Procuraduría y Personerías), las secretarías de salud, las secretarías de educación, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y las organizaciones no gubernamentales operadoras de Atención Humanitaria de Emergencias, entre otras. El trabajo realizado en las Mesas es el insumo fundamental para que el Comité diseñe y ponga en marcha el Plan Integral Único PIU que es la ruta de trabajo para todas las entidades y organizaciones participantes. En él se fijarán las características de la situación, las estrategias que se implementarán para mejorarla, y las actividades, tareas, responsables, recursos y tiempos para ejecutarlas17*.
Política pública La mejor contribución para que la existencia y la dignidad de las personas en situación de desplazamiento sea efecto del derecho, más que de la caridad pública, es que se reconozcan en su condición de víctimas de la violencia; por lo que se les debe garantizar sus derechos, máxime en un Estado Social de Derecho como el nuestro. Todo el Sistema anteriormente reseñado es el diseño propuesto en Colombia para construir una política pública en materia de desplazamiento interno. Así, con la participación de la comunidad, del sector privado, del gobierno y de la ayuda internacional, se espera superar la concepción asistencialista que suele caracterizar este tipo de situación social y atenderla en cobertura y calidad.
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Para obtener mayor información sobre este Sistema Nacional diríjase a o comuníquese con la línea gratuita 018000913740
www.vertice.gov.co
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Otras entidades que trabajan con el desplazamiento Varias entidades nacionales e internaciones vienen trabajando buscando mejorar la calidad de vida de la población vulnerable y desplazada por la violencia en Colombia. Algunas de estas entidades son:
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Fundación Panamericana para el Desarrollo - FUPAD www.fupad.org
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Organización Internacional para las Migraciones – OIM www.oim.org.co
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Sala de Situación Humanitaria OCHA - SSH Colombia www.colombiassh.org
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DANSOCIAL www.dansocial.gov.co
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La Red ACT (Action by churches together) Acción de la iglesias unidas.
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CARTA DE DERECHOS BÁSICOS DE TODA PERSONA QUE HA SIDO VÍCTIMA DE DESPLAZAMIENTO FORZADO INTERNO 1. Tiene derecho a ser registrado como desplazado, solo o con su núcleo familiar. 2. Conserva todos sus derechos fundamentales y por el hecho del desplazamiento no ha perdido ninguno de sus derechos constitucionales; por el contrario, es sujeto de especial protección del Estado. 3. Tiene derecho a recibir ayuda humanitaria inmediatamente se produzca el desplazamiento y por el término de tres meses, prorrogables por tres meses más. Tal ayuda comprende como mínimo: • Alimentos esenciales y agua potable. • Alojamiento y vivienda básica. • Vestido adecuado. • Servicios médicos y sanitarios esenciales 4. Tiene derecho a que se le entregue el documento que lo acredita en una entidad promotora de salud, con el fin de garantizar su acceso efectivo a los servicios de atención en salud. 5. Tiene derecho a retornar en condiciones de seguridad a su lugar de origen y sin que se le pueda obligar a regresar o reubicarse en alguna parte específica del territorio nacional. 6. Tiene derecho a que se identifiquen, con su plena participación, las circunstancias específicas de su situación personal y familiar para definir, mientras no retorne al lugar de origen, cómo puede trabajar con miras a genera ingresos que le permitan vivir digna y autónomamente. 7. Tiene derecho -si es menor de 15 años- a acceder a un cupo en un establecimiento educativo. 8. Estos derechos deben ser inmediatamente respetados por las autoridades adminsitrativas competentes, sin que éstas puedan establecer como condición para otorgarle dichos beneficios que interpongan acciones de tutela, aunque está en libertad para hacerlo.
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9. Como víctima de un delito, tiene todos los derechos que la Constitución Nacional y las leyes le reconocen por esa condición para asegurar que se haga justicia, se revele la verdad de los hechos y obtenga de los autores del delito una reparación.
4. ¿QUÉ PUEDE HACER UNA EMISORA COMUNITARIA? Nosotros como desplazados, no somos gente mala. ¿En qué sentido? Nosotros no estamos aquí porque queramos. Estamos aquí porque verdaderamente nos obligaron a salir de lo poco que teníamos18.
La Tarima del Sol A un pueblo, de menos de diez mil habitantes, llegaron una noche más de veinte mil personas. Nadie quería salir de su casa. Las miradas recelosas parecían denunciar una invasión, se sentía el espanto. Entonces, la emisora comunitaria sacó los micrófonos del estudio y dejó que las personas recién llegadas contaran el sufrimiento del largo camino y el sentido de su marcha. Poco a poco los mensajes se fueron convirtiendo en coplas, en canciones, en saludos a los amigos distantes. Se llamó la Tarima del Sol y desde ella los habitantes de Belén de los Andaquíes, en Caquetá, se enteraron de lo que estaba pasando. Dejaron el miedo y salieron a ayudar con alimentos y bebidas. Así, el paso por este pueblo de las marchas campesinas de 1996, una de las migraciones más grandes de este departamento, pudo ser superado sin dramas y con información amplia y oportuna. Desde entonces, las personas que llegan a Belén son vistas con tolerancia, pueden ser escuchadas y cuentan con un espacio para hablar, con un medio de comunicación. Gracias a esa actitud, en la radio nacieron programas de salsa de la mano y del corazón de la gente venida del pacifico; sonaron las arpas que aportaron las personas venidas del llano. Ver a las otras personas como posibilidad y no como amenaza hizo posible cambiar la situación del desplazamiento por una situación de inclusión. Nuevos proyectos sociales como las Huertas Caseras o la Escuela Audiovisual Infantil son compartidos por los viejos y nuevos habitantes belemitas. Nadie perdió. En cambio, toda la comunidad ganó.
18 Testimonio de joven del grupo Grupo Historia Juvenil-La Ruta del Encuentro en Santander. Fue tomado de la serie radial La Vida al Derecho, producida por la Fundación Colombia Multicolor para la Defensoría del Pueblo, en alianza con el Sistema de Comunicación para la Paz, Sipaz.
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Puntos de encuentro Los medios comunitarios de comunicación son un espacio para integrar a la comunidad. Abrir los micrófonos de la radio a las personas en situación de desplazamiento es dar a conocer su cultura, su experiencia de vida, su música. Son voces que deben escucharse, que narran, como dice Arturo Alape, “complejas historias de amor, abrazos filiales, historias de sangre y venganza, historias de sueños soñados y sueños por soñar, historias de aventuras, relatos que cantan y danzan para exorcizar el miedo19.” Todas estas narraciones orales son instrumentos para remover el temor, la desconfianza, la extrañeza que se percibe tanto en las personas que llegan al nuevo lugar como en las que les ven llegar. La radio comunitaria puede disminuir la exclusión, le puede quitar peso al discurso de “la sospecha” que casi siempre ha rondado al forastero. Como medio de comunicación puede ser un punto de encuentro, de acercamiento, de reconocimiento de culturas y gentes distintas, iguales en deberes y derechos.
Comunicación para la inclusión Cuando se permite la expresión de nuevas voces, ideas y sonidos, se hace inclusión. Cuando se abre la posibilidad para conocer y disfrutar lo que tenemos en común y lo que nos hace diferentes, se hace inclusión. Una radio comunitaria debe ser tan amplia o más que un estadio de fútbol, con suficiente espacio para rotar la palabra de muchas personas, no sólo de unas cuantas. Hacer comunicación para la inclusión no es un asunto de movilización y de visibilidad durante sólo un día al año, como generalmente hacen los medios durante el Día Mundial del Refugiado, cada 20 de junio. Es hacer presencia diaria en la programación de la radio, es abrirles las puertas de la emisora a las organizaciones de personas en situación de desplazamiento; es no verles sólo como fuentes de información sino también como socias del desarrollo que entre todas las instancias gubernamentales y no gubernamentales se está promocionando. Hacer comunicación para la inclusión no es sólo un asunto de “solidaridad” y buen corazón. Es sobre todo, un asunto de derechos humanos. Por eso, además de abrir los micrófonos, la radio comunitaria debe participar en las decisiones y conversaciones
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19 Alape. Arturo. El desplazamiento: cruce de todas las violencias. Publicado en: Revista Número. Edición 35. Pág. 80. Bogotá. Diciembre 2002-Enero-febrero 2003
que se den en la Mesa Local de Derechos humanos o de Desplazamiento que hay en cada municipio, en donde se define el Plan Integral Único PIU.
Las palabras Con el lenguaje que se emplee se sentirá también la inclusión o exclusión que hacemos de las personas. Por ejemplo, casi siempre se habla de desplazados y sin embargo la mayoría son mujeres. Sería no sólo justo sino necesario mencionar a hombres y mujeres por igual. Y nótese que van primero los hombres porque va primero la “h” que la “m”. Es un uso correcto de la norma gramatical. Si en un momento se siente saturación, puede usarse la palabra PERSONAS que es el genérico que los incluye a los dos. Hablaríamos entonces de Personas desplazadas o mucho mejor, de Personas en situación de desplazamiento. Igual, si se quiere hacer referencia a la niñez, hay que incluir a las n¡ñas y a los niños. Esta vez las niñas van al inicio porque la “a” va primero que la “o”. Pero lo más importante es que, a la hora de hacer referencia a ellas se sienta primero que es persona y luego, si es necesario, que es desplazada. Estas palabras terminan siendo “rótulos” que ocultan muchas veces la humanidad.
¿Un programa especial?
Muchas veces con el ánimo de incluir terminamos excluyendo (sin querer queriendo). El ejercicio que se propone no es abrir programas especiales para hablar sobre la situación de las personas en situación de desplazamiento. Se trata de nombrarles, de mostrarles a lo largo y ancho de la programación, como personas que también “son de por aquí”: en el noticiero, en los musicales, en la programación infantil, en la hora culinaria, etc. En otras situaciones, como la de las personas con discapacidad, hasta hace poco la tendencia era la de crear escuelas especiales, ascensores especiales, sistemas de transportes especiales. Hoy, bajo el enfoque social, se habla de construir sociedades en donde quepamos todas las personas. Campos y ciudades que le queden buenas a grandes, pequeños, jóvenes, ancianos, con piernas o con sillas de ruedas, con baja visión o sin ella, etc. Igual sucede en este tema del desplazamiento. Se trata de incluirles en lo que ya tenemos: las escuelas, los barrios, las empresas, las iglesias, la cultura y por supuesto, también en la comunicación.
La ruta: información clave La radio comunitaria, como medio de comunicación local por excelencia, puede dar una mano a la hora de dar a conocer los derechos de las personas en situación de desplazamiento. Además, puede ilustrar cómo es la ruta que les puede llevar a que estos derechos empiecen a ser una realidad: por dónde empezar, a dónde ir, qué
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hacer, qué esperar, etc. El siguiente es un resumen de este proceso: -
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Las personas que han sido expulsadas denuncian su caso ante alguna de las instancias del Ministerio Público (Defensoría de Pueblo, Procuraduría o Personería en donde busca refugio. El personero o el secretario de gobierno tienen la obligación de tomar la denuncia y proceder a enviar los datos para que sean evaluados en la dependencia más cercana de Acción Social. La Secretaría de Gobierno, la Defensoría o la entidad creada para tal fin debe proveer ayuda humanitaria de inmediato con condiciones básicas de alojamiento, alimentación, atención médica y psicosocial. Todas las entidades y organizaciones, incluyendo a las mismas personas desarraigadas, deben trazar los planes para garantizar la consolidación de condiciones de vida dignas, bien en un proceso de retorno, bien en una eventual reubicación.
Otras acciones desde la radio Además de ofrecer información, la radio puede: • Hacer seguimiento de los recursos asignados para la atención de los casos que requieren medidas de protección. • Asistir a reuniones periódicas con organizaciones de personas desplazadas para conocer la situación de amenazas hacia ellas. • Apoyar al sistema de información que registre los casos de amenazas a población desplazada.
Un ejercicio práctico Cuando se encienda la luz roja que le indica que está al aire y usted quiera conversar o informar sobre algún hecho o persona relacionada con el desplazamiento interno que se vive en Colombia, no olvide hacerlo con gracia, no con desgracia; con respeto, con precisión y con la creatividad de la que sea capaz para que la comunidad en general pueda establecer con esta población una relación entre iguales, es decir, entre seres humanos que comparten una ciudadanía colombiana, que están en todo su derecho de decir: “Yo también soy de aquí”. A continuación les ofrecemos dos testimonios distintos que plantean situaciones reales que viven hoy algunas personas colombianas que viven el desplazamiento interno. De igual forma, y como complemento, hemos redactado una situación
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“irreal”, que si bien todavía no existe pero que podría algún día llegar a ser. A partir de las tres situaciones, usted deberá definir: - - -
un tema a trabajar, una audiencia con la que quiere conversar (jóvenes escolares, empleadores, mujeres cabeza de familia, gobernantes, etc) y un esquema, estructura o formato para producir su programa radial.
De esta manera le invitamos a diseñar, en compañía de su equipo de producción y de las organizaciones de personas en situación de desplazamiento de su localidad, un espacio corto, de máximo tres minutos diarios, que ayude a espantar los prejuicios que existen sobre esta población y que trabaje por la promoción de sus derechos humanos. La continuidad y persistencia en el tema es un asunto clave.
Situación 1
“Como desplazadas tenemos la discriminación, por ejemplo en las jóvenes, llega uno y empiezan, como se dice, esas gomelitas, “uy miren esa campesina, mire esos zapatos, mire todos embarrados, mire que no se viste bien”, y empiezan a hablar de uno, empiezan a chiflarnos, mejor dicho, no hay un entendimiento entre la sociedad20”
Situación 2
“Nadie quería dar trabajo, porque por una persona que se comportara mal, dañaba la imagen de los desplazados, y nos mencionaban como un problema social; algunas veces no querían ni arrendar viviendas – nos tildaban de muchas cosas malas, y por este motivo algunas familias desesperadas por no conseguir ninguna ayuda, se regresaron al lugar expulsor, lo que les costó la vida y la pérdida de familiares, quedando muchas viudas, y niños y niñas menores de edad huérfanos por la desaparición o asesinato de sus progenitores21”.
20 Op.cit. Serie radial La Vida al Derecho. Testimonio Grupo Historia Juvenil- Santander- Fundación Colombia Multicolor-Defensoría del Pueblo-SIPAZ. 21 Testimonio de una señora tomado del “Informe Actual sobre la Situación de Violencia en los Pueblos Indígenas del Departamento de Putumayo/Colombia y en particular, de la Población Indígena Desplazada en Mocoa, en: http://www.onic. org.co/mision/informe_putumayo.pdf
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Situación 3
Ya no existen fronteras. Las personas circulan libremente, sin visas y discriminaciones por cualquier lugar del planeta. Ya la gente no tiene que arriesgar sus vidas intentando cruzar muros y mares en pateras o barcos sobrecargados, muertos de hambre, sed o agotamiento. Las políticas públicas a nivel local en el mundo entero, han dado los frutos necesarios y hoy todas las personas gozan del pleno derecho de ciudadanía. Hoy, en todas las ciudades del mundo existe el reconocimiento de un derecho universal de asentamiento, sin traba, sin exclusiones, sin distinción de origen. Ese futuro razonable y decente ha llegado. Tardó pero llegó. Ya no se seguirá añadiendo sufrimiento innecesario, a la ya de por sí dura emigración. En cualquier lugar del mundo es posible decir: “yo sí soy de por aquí”.
Ejemplos radiofónicos En el Sistema de Comunicación para la Paz, www.sipaz.net usted encontrará varias producciones relacionadas con el tema de los derechos de las personas en situación de desplazamiento como “Hazlo por ti, hazlo por todos. Derechos humanos, el mejor plan”; “Buenas Prácticas en Derechos humanos” o “La Vida al Derecho”, entre otras. Igualmente en www.radioteca.net encontrará “Cruzar la raya para vivir”. Esta es una serie que contiene tres radionovelas basadas en testimonios recogidos de miles de refugiados y desplazadas de Colombia. Pueblo de Lluvia, Acordeón de Vida y Silencio de Mayo son sus títulos. Fue realizada por Fe y Alegría en Venezuela, con el apoyo del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Usted podrá descargar libremente, los audios referenciados en estas dos direcciones. Así tomará impulso para realizar una producción propia en la materia.
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BIBLIOGRAFÍA DE TEXTO Arturo Alape. El desplazamiento. Cruce de todas las violencias. REVISTA NÚMERO Edición 35. Diciembre 2002 Enero –febrero de 2003. Plan Integral Único (PIU) Colección Red de Servicios. Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada, SNAIPD. Red de Solidaridad Social. Bogotá, Diciembre, 2004. Comités Departamentales, Municipales y Distritales. Colección Red de Servicios. Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada, SNAIPD. Red de Solidaridad Social. Bogotá, Diciembre, 2004. Unidades de Atención y Orientación a la Población Desplazada (UAO). Colección Red de Servicios. Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada, SNAIPD. Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional. Bogotá, Noviembre, 2005. Plan Nacional para la Atención Integral a la población Desplazada por la Volencia. Vértice. Edición Especial. Presidencia República de Colombia. Bogotá, Abril, 2005. Iniciativas para la fortalecer las políticas públicas de atención al desplazamiento interno. Acuerdo de voluntades. Planes Integrales de Atención a Población Desplazada: Bogotá y Medellín. Alcaldía Mayor de Bogotá, Alcaldía de Medellín, ACNUR. Bogotá, Julio, 2005. BRÚJULA LEGAL. Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación InternacionalAcción Social. Proyecto Protección de Tierra y Patrimonio de la Población Desplazada. Bogotá, 2006.
DE INTERNET http://www.cinep.org.co/radiosciudadanas.htm http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/humanas/2004945/index.html http://www.codhes.org/ http://www.ub.es/geocrit/sn-94-37.htm http://web.minjusticia.gov.co/jurisprudencia/CorteConstitucional/2004/Tutela/T-02504.htm http://64.233.167.104/search?q=cache:wutSz_S43YoJ:www.acnur.org/biblioteca/ pdf/1341.pdf+creacion+UAO+Unidades+de+Atencion&hl=es&ct=clnk&cd=4&gl=co http://64.233.167.104/search?q=cache:lfpPIcflm4IJ:www.acnur.org/biblioteca/pdf/4707. pdf+Sistema+Nacional+de+Atenci%C3%B3n+Integral+a+la+Poblaci%C3%B3n+Desplazada+p or+la+Violencia+SNAIPD&hl=es&ct=clnk&cd=5&gl=co http://dialnet.unirioja.es/ Nieto López, Judith. Miedo, desplazamiento y exclusión. Una mirada al caso colombiano. Arango, Joaquín. Inmigración y diversidad humana. http://www.lablaa.org/blaavirtual/ Pizarro Leóngomez. Eduardo. Desplazados. Factores de una cultura del desarraigo. Revista Credencial Historia. No. 119. Bogotá, Noviembre, 199.
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