¿Que es un Poblador?

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¿Qué es un Poblador? Red Nacional de Programas Regionales de Desarrollo y Paz Marzo de 2015

¿Cuál es rol de un Programa de Desarrollo y Paz y el de la Redprodepaz en relación con la red de pobladores? ¿Cómo trabajar coordinadamente? ¿Qué entendemos por empoderamiento de los pobladores? Para contestar estas preguntas resulta oportuno revisar la experiencia al interior de los Programa de Desarrollo y Paz sobre la noción de poblador y deducir algunas reflexiones como la siguiente: el rol que debe jugar la Redprodepaz -con su visión nacional- está en diseñar una estrategia de formación política, y de incidencia en los aspectos públicos, que potencie la red pobladores como sujeto político de paz.

Marco Fidel VARGAS, Paula CÁRDENAS, Santiago SÁNCHEZ.

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Aproximación Histórica El término “pobladores”1 fue adoptado en el sur de América Latina en los años 50 para referirse a aquellos emigrantes del campo a la ciudad que levantaron viviendas precarias en los “márgenes” de estas, invadiendo las tierras. Como resultado de este proceso, existen poblaciones con características específicas, y para diferenciar las unas de las otras, fue necesario crear nombres diferentes: barriadas, barrios, comunas, asentamientos humanos, urbanizaciones populares, favelas, villas-miserables, invasiones y poblaciones clandestinas. De esta manera, el término “poblador” se empleó en Chile como una categoría social en los estudios sobre los sectores pobres que habitaban las márgenes de las ciudades latinoamericanas. Esta categoría hacía referencia al conjunto heterogéneo de organizaciones formadas entre núcleos poblados que compartían un rasgo en común: las organizaciones de tipo comunitario. Estas organizaciones se caracterizaron por la solidaridad para enfrentar las necesidades integrales de sus familias en forma de asociación con el fin de orientarlas hacia soluciones como: organizaciones de ollas comunes, comedores populares, comités de abastecimiento, “merquemos juntos”, bodegas populares, huertos familiares, mini granjas, talleres laborales, organizaciones de desempleados y grupos de auto-ayuda. Así, la categoría de poblador fue percibida como una conquista, como un motivo de realización, de estímulo de acciones e iniciativas de lógica comunitaria y de organizaciones de economía popular. No existía una ética comunitaria entre los pobladores en ese tipo de asociaciones, pero la necesidad de la sobrevivencia no pudo ser resuelta individualmente, obligando a organizarse de manera colectiva. En la medida en que las necesidades básicas de sobrevivencia se fueron resolviendo por asociación, estas organizaciones se convirtieron en un símbolo, en un imaginario, en una manera de protección contra la desintegración social, y como un modo de protesta hacia el tipo de desarrollo excluyente impulsado desde las lógicas de mercado de las dictaduras del sur. En los años 90 -en un contexto de alta conflictividad como el colombiano- las categorías de “popular”, “pueblo”, “proletariado” y “marginados” enfatizaron las diferencias y la polarización. El aporte de la categoría “poblador” en este contexto de guerra reconoce en el territorio a quienes habitan la tierra: pescadores, campesinos, curas, comerciantes, profesores, jóvenes, putas, pinpineros, trabajadores, es decir, 1

Ver Quijano, Aníbal. La economía popular y sus caminos en América Latina. Ed. Mosca. Lima Perú. 1998.

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todos los que sienten pertenencia por el territorio y quieren vivir la vida con dignidad. El rasgo común de esta nueva construcción de la categoría “poblador” es el carácter incluyente de la diversidad para construir participativamente alternativas para superar la pobreza y la violencia.

Los pobladores y los Programas de Desarrollo y Paz A partir de la apropiación de la noción de “poblador”, nace en 1995 el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM) cuyo fin se enfocaba hacia la vida digna de todos los hombres y mujeres de la región. “Este fin no es algo que el PDPMM construye para los pobladores sino un fin que realizan las personas del Magdalena Medio al realizarse a sí mismos como personas”2. Bajo estos supuestos, el PDPMM tendría un papel hito para los posteriores Programas de Desarrollo y Paz (PDP), ya que sentaría las bases de aprendizajes y buenas prácticas que posteriormente serían socializadas y adoptadas por los pobladores. De esta manera, los obstáculos sólo son superables si las personas adquieren la capacidad para dominarlos y construir una realidad distinta de calidad de vida y de convivencia. Lo importante de este proceso es la capacidad de las personas para decidir sobre su vida y ponerlos al servicio del buen vivir. Este proceso de fortalecimiento, de asociarse, de ampliación de capacidades, de control en libertades y vínculos en red, es lo que se denomina en el PDPMM “empoderamiento de los pobladores”. La formación de una red de pobladores es la construcción del sujeto social3 que, en un proceso paulatino y creciente de empoderamiento, supera la pobreza y la violencia de manera irreversible, generando y dirigiendo el proceso para establecer condiciones en una realización humana de armonía con la naturaleza. El sujeto social regional es una red que articula a los pobladores vinculándolos a propósitos comunes que permitan generar capacidades de su propio proceso de desarrollo humano y sostenible. Por lo anterior, un PDP tiene un significado interno: construir la red de pobladores. Como metodología de este proceso se propone la creación de núcleos de Pobladores (organizaciones de base territorial) quienes integran las necesidades del poblador con el vínculo territorial o lugar de producción social (pescadores, alfareros, mujeres, jóvenes, maestros) conectándoles con otros lugares geográficos para ganar visión regional. 2

Informe Ecopetrol. Documento central. Marzo 31 de 1977. Consorcio SEAP-CINEP. En este momento -1997- se entendía por sujeto social el conjunto de personas que trabajan por un fin común acordado libremente, que ejercen un control grupal en que respetando la autonomía, libertad de expresión y creatividad de todos, se busque continuamente el objetivo compartido. 3

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Como resultado de este vínculo de necesidad-territorio, se identificaron los proyectos estratégicos territoriales regionales e identidades -como sectores especializados en el trabajo- orientándolos en la construcción de redes tales como: mujeres, jóvenes, escuelas campesinas, emisoras comunitarias, gestores culturales, de palmeros, cacaoteros, pescadores, educadores, en salud y sistema regional de participación. De este proceso se aprendió que en una lógica de proyectos con un énfasis en resultados de corto plazo, los núcleos de pobladores fueron fortaleciendo redes sectoriales, debilitando el vínculo integral con lo territorial-local-regional, disipando la fuerza del sujeto social colectivo. El afán de fortalecer lo sectorial con resultados inmediatos -por los intereses de los financiadores- debilitó la visión de lo colectivo y el espíritu del PDPMM. El reto hoy está en la construcción del vínculo entre lo territorial– sectorial.4 En la década del 2000, con la creación de nuevos PDP desde múltiples regiones, con diversas lógicas e intereses, la noción de poblador fue adquiriendo nuevos significados y metodologías heterogéneas de trabajo, según la historia de poblamiento y conflicto de cada territorio. En los últimos años el espacio deja de ser concebido como mero “referente geofísico”, principalmente ligado a la noción jurídico-política de “territorio”, para pasar a ser considerado como “producto y productor de lo social”. Es decir, una serie de relaciones que se transforman y son transformadas por procesos históricos, económicos, políticos y culturales. En este sentido, el territorio es un escenario de interacciones entre condiciones ambientales y biofísicas, así como de interacciones entre actores sociales diversos, con intereses heterogéneos, y diferentes capacidades para la negociación política. Progresivamente, el espacio se va convirtiendo en una categoría de análisis central para la comprensión de los fenómenos sociales contemporáneos. El desarrollo territorial es diferenciado, los espacios tienen ritmos de vida simultánea, la yuxtaposición, lo cercano y lo lejano, la proximidad, lo disperso y lo central, hace cada vez más complejos los territorios. En esta idea del espacio adquiere importancia la dimensión cultural, que va imprimiendo una nueva lectura de poblador como es el caso de la Sierra Nevada de Santa Marta y el del Cauca, con una visión de cosmogonía ancestral. Desde esta visión del indígena, ser poblador es habitar el territorio; va más allá del término vivienda, casa o morada, ya que tiene relación con el ser y el estar en la tierra. Poblar se vincula con el cuidar, cultivar, y construir con otros. En este sentido, 4

Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo y el Programa de Desarrollo y Paz en el Magdalena Medio. Rutas y Vivencias de Nuestra Gente. Bogotá. 2008. Págs. 46,47 y 48.

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los humanos habitamos en la medida que construimos espacios, nos apropiamos de ellos y los cuidamos, es decir, se habita (re)creando el hábitat y esta creación significa (co)crear el imaginario de una vida con dignidad. En consecuencia, podemos afirmar que ser poblador se construye desde las diferentes y variadas formas de ocupar el territorio, dando lugar a diversas y complejas formas culturales. Por eso nuestro habitar como pobladores ha dado como resultado una amalgama rica y compleja de culturas regionales y locales en Colombia. En palabras del padre Rafael Castillo, director del Programa de Desarrollo y Paz del Canal del Dique y Zona Costera, con una visión desde el Caribe se entiende que “la palabra pueblo viene del latín popolum, que significa a la vez el sitio y la gente: vivimos en pueblos y somos pueblo. Esta es una afortunada dualidad semántica que recoge el sentir profundo de cómo las personas y sus caseríos somos la misma cosa. En los Programas de Desarrollo y Paz todos somos pobladores. Los pueblos que conforman las dinámicas territoriales de los PDP son más que sus calles, sus plazas, sus árboles y sus perros. Nuestros pueblos no sólo son memoria, también son recuerdos coagulados. Nuestros pueblos, por la fuerte tradición oral que nos distingue, los hemos hecho de historias contadas y vueltas a contar. Pero también los hemos hecho de esperanzas. Nuestros sueños han sido el pegamento con que vamos construyendo las comunidades. Por eso en el Caribe los pueblos se siembran como se siembran las personas… porque en los pueblos verdaderos viven los vivos pero igual viven los muertos. Sigamos trabajando por la vida plena que se merecen nuestros pobladores”.

Finalizando, en el territorio se manifiesta la mirada del poblador y su relación con la tierra y el agua. Dicha relación construye una cosmovisión del sitio, del ser y estar en la tierra en un espacio y tiempo determinado; la apropiación de este espacio, su ocupación, ordenamiento y relación con el otro, va marcando las características de cada región.

Diversidad y pluralidad en el enfoque de los núcleos de Pobladores Hoy existen diferentes enfoques y metodologías de trabajo sobre la red de pobladores en los 24 PDP y, si bien la mayoría hacen énfasis en la transformación de las causas profundas del contexto y las causas del conflicto, cada uno de estos tiene un enfoque diferente según los problemas que caracterizan la región, sus procesos históricos y culturales, y las diferentes estrategias que desarrollan los actores que orientan los Programas. Este accionar se puede apreciar en varias características diferentes: 1. Fortalecimiento de los proyectos regionales y ampliación de capacidades, control en libertad y vínculos en red sectoriales con la metodología de núcleo de pobladores. 5


2. Énfasis en la participación y formación ciudadana, desde el fortalecimiento de organizaciones y relación con el estado local y regional, con la metodología de mesas municipales y subregionales. 3. Reconstrucción comunitaria del tejido social para responder a los efectos del conflicto armado. Estas propuestas se caracterizan por un fuerte énfasis en el trabajo comunitario, arraigo y la protección de los pobladores. 4. Competitividad económica para contribuir al desarrollo y la paz en la región. La finalidad es generar un proceso de construcción de capacidades que permita mejorar oportunidades y reducir las desigualdades, para el desarrollo de las poblaciones rurales. Estas propuestas parten de la concepción de un desarrollo orientado a la incorporación competitiva de los campesinos al mercado, de un enfoque de Desarrollo Humano Integral Sostenible, y del supuesto de que dicho avance contribuye a la paz en la región. 5. Cultura de la reconciliación y la defensa de la vida a través de redes sociales, culturales y sectoriales. Ejemplo: la Red Montemariana. 6. Desde la reconstrucción de la memoria histórica se fortalece el proceso organizativo y cultural para reconstruir el territorio que es la raíz de la vida de los pueblos indígenas, con su metodología de los cabildos indígenas.

Algunas reflexiones y consideraciones 1. De lo anterior se puede concluir que la categoría de poblador es una construcción histórica, social y cultural, incluso política, que varía según los diferentes territorios. 2. Las redes de pobladores en su carácter tienen un ámbito local o municipal, y la mayoría de sus preocupaciones son de reivindicaciones por las necesidades que logren atenuar la guerra y superar la pobreza. 3. Los pobladores se encuentran vinculados directamente a las Entidades Facilitadoras (corporaciones y fundaciones). De esta manera, se genera una interdependencia o alianza estratégica entre poblador y corporación para superar la violencia y la pobreza mediante la participación social y política. Las Entidades Facilitadoras son el puente de mediación entre los pobladores, las instituciones del Estado, y las empresas. 4. Con el transcurrir del tiempo y los problemas de financiación se ha producido un desgaste en la participación de los pobladores, una desaceleración o, incluso, un estancamiento del proceso de expansión de las redes de pobladores en los diferentes territorios. Y como en política no hay vacío, el espacio que los PDP fueron dejando comenzó a ser aprovechado o cooptado por otros actores políticos del territorio. La 6


propuesta de red de pobladores está dejando de motivar a las generaciones más jóvenes deslumbradas por una sociedad de consumo. 4. La paz como reforma de la estructura política no está en la agenda de las redes de pobladores locales y municipales. La paz positiva como estrategia y fin reside más en un sujeto político que la asuma como objetivo de acción. 5. La conexión entre la lógica de la red de pobladores local-regional y una Red nacional de Pobladores está en el esquema de gobernanza colaborativa para la construcción de la paz. La articulación entre los movimientos históricos, culturales, sociales y ambientales es un imprescindible para la consolidación de una paz positiva.

El rol que debe jugar la Redprodepaz con su visión nacional está en diseñar una estrategia de formación política y de incidencia de la red de pobladores para potenciar un sujeto político de paz que coordine los diferentes niveles de la propuesta en los temas estratégicos.

¿Podemos decir que cuando hablamos del sujeto político y la expresión movimiento por la paz son sinónimos? Podríamos decir que el movimiento por la paz es colectivo, pero el individuo que se define como sujeto no puede hacerlo sin reconocer al otro, a los otros, igualmente, como sujetos políticos. Es fundamental en esta coyuntura de negociación que la Redprodepaz fortalezca la Red de pobladores nacional como un sujeto político para hacer una presencia activa en el debate nacional, de lo contrario, se corre el riesgo de quedarnos en un sujeto social con una visión sectorial y con reivindicaciones regionales o locales.

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