Renacer Eléctrico Music Magazine. Julio 2015

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LA REVISTA DONDE CONFLUYEN TODAS LAS MÚSICAS

JULIO 2015

BRIAN WILSON PAT BENATAR MIGUEL RÍOS JIM PETERIK LITTLE HURRICANE THE EXCITEMENTS MUSE ROSA NEGRA

ROBIN BECK Y la noche se trufó de elegante rock melódico BLUR, THE BREW, IAN CURTIS, EDI CLAVO, IRON MAIDEN, JOHN LYDON, DOBLE ESFERA, FM, EUROPE, ALVIN STARDUST, LOS SECRETOS, TOPO, MAKALA, THERAPY?, NELSON


GRAN cONCURSO con

Los miembros de CROMÁTICA PISTONA nos han cedido dos paquetes en los que se contiene toda su discografía, es decir, las copias originales en CD de su PORKA TROIKA y su EP CASTA BRAVA, para que las regalemos en Renacer Eléctrico Music Magazine. Así que, si queréis entrar en el sorteo para llevaros dos de los más originales trabajos del swing/ska/jazz nacional de este nuevo milenio, sólo tenéis que enviarnos un mail a renacerelectrico@hotmail.com (con el asunto “CONCURSO CROMÁTICA PISTONA”) contestándonos a la siguiente pregunta: ¿Qué agrupación popularizó en los 60 el tema “Midnight In Moscow” que versiona la banda en su último trabajo? En el próximo número de agosto daremos el nombre de los ganadores.


Julio de 2015

SUMARIO 06. 19. 21. 23. 26. 30. 32. 34. 39. 40.

CRÍTICAS DE DISCOS. CINE MUSICAL. THIS IS SPINAL TAP. ENTREVISTA. FM. CARRER DEL TALLERS. UNA HISTORIA VERDADERA. ENTREVISTA. JIM PETERIK. ENTREVISTA. LA GRAN ESPERANZA BLANCA. BRIAN WILSON Y SMILE. LIBROS MUSICALES. ALVIN STARDUST. TUPÉ, PATILLAS, ALZAS Y POP AND ROLL CRÓNICAS DE CONCIERTOS. DUO KIE, TOPO, THE EXCITEMENTS, LITTLE HURRICANE, THE BREW, DOCTOR DIVAGO, ROBIN BECK, LUKE WINSLOW-KING, TRACK DOGS, ARIEL ROT, LITTLE CAESAR.

56. 58. 59. 60. 63.

MATRÍCULAS DE HONOR. PAT BENATAR, MIGUEL RÍOS. ENTREVISTA. EL SEVILLA. QUIÉN TE HA VISTO... Y QUIÉN TE VE: JOHN MILES. ENTREVISTA. ROSA NEGRA. GRAM PARSONS Y THE FLYING BURRITO BROS. ARCHIVES VOL. 1 Dirección: Sergio Guillén Redacción: Andrés Puente, Sergio Guillén, Fat Professor, María Manuela Cortinas y Julio L. Tecglen Fotografía: África Paredes Diseño y maquetación: Sergio Guillén y África Paredes Encargado Facebook: Sergio Guillén / Encargada Twitter: África Paredes Contacto: renacerelectrico@hotmail.com / Edita: Bubok Publishing S.L. Foto portada: África Paredes RENACER ELÉCTRICO MUSIC MAGAZINE no se hace responsable de ls opiniones vertidas por su colaboradores y anunciantes ni se identifica, necesariamente, con las mismas.

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LA ENTRADA

Los reyes del metal se van de campamento El verano era posiblemente el momento del año más ansiado por cualquier escolar, la etapa del descanso lec vo, del cerrar los libros y arrinconarlos en lo más recóndito de nuestras habitaciones, vaciando nuestra cabeza de cualquier cosa que no tuviese que ver con la diversión infan l-juvenil pura y dura. Sin embargo, ahí estaban, los cuadernillos de Vacaciones San llana –y demás sucedáneos–; ahí se erigían, inquebrantables, encima de la mesa del comedor o sobre la nocturna mesilla, en nuestro propio cuarto, como diciéndonos: «A mí no te me escapas. Mañana rendiremos cuentas y refrescaremos la lección». Para muchos la idea de que les enviasen sus padres a un campamento de verano era en parte una salvación, pues ya les podían dar bien dado a aquellos rijosos cuadernillos. Pero a algunos, con la cosa del “a aprender inglés, que es de gran porvenir”, como cantaban los nacionales Topo, nos montaban en un autocar y, ¡venga!, derechitos a un campamento de idiomas –y eso que en mi caso no bajaba del sobresaliente o el notable alto en esta asignatura a lo largo del año–. A mí, durante unos cuantos veranos, me tocó asis r a varios de ellos, todos pertenecientes a la organización King’s College. No negaré que me costaba horrores meterme en estos fregados, ante todo por la vergüenza que sen a y por el poco gusto que le tengo a los cambios en mi vida –aunque en ella, al final, siempre se terminen produciendo los más insospechados... y casi siempre para bien–. Luego sí, cuando pasada la primera semana me hacía con el si o, con los compañeros de cuarto, con los profesores y demás, regresaba a casa con una sonrisa de sa sfacción. Y es que, más allá de lo que se pueda pensar, aquellos eran campamentos de verano para hacer deporte, estar al aire libre, convivir con otros chavales y chavalas –dejando al fin descansar unas semanas a los sufridos padres, no nos engañemos–; por lo que, aunque había sus horarios de clase, todo 04

se intentaba llevar a puerto firme cual un juego, como ac vidades entretenidas (por lo general). Pero no hablo de esto para hacer loa o chanza de este po de ins tuciones. Mi obje vo es revivir un recuerdo musical, el momento en el que descubrí una agrupación que me ha hecho disfrutar durante años. Me estoy refiriendo al cuarteto de heavy metal norteamericano Manowar. Pongámonos en situación: es 1994, en un campamento sito a la afueras de un pueblecito turís co de la Costa Brava. Acababa de cumplir los quince años y era la úl ma posibilidad de regresar a dichos recintos, pues llegado a los dieciséis te tenías que apuntar a los cursillos que el King’s College ofrecía en Madrid ya en unas oficinas acondicionadas para las clases mondas y lirondas. Regresando al “summer camp” y a sus lecciones de la lengua de Shakespeare, sinceramente, en aquellos días lo que más me interesaba del inglés era conocerlo únicamente para poder entender todas mis canciones preferidas de Led Zeppelin, Deep Purple o AC/DC; tanto es así que a la menor les daba la chapa con insistencia a los profesores más jovencitos y liberales para que en los descansos entre clase y clase me echasen una mano en las traducciones de piezas como “Dirty Deeds Done Dirt Cheap” o “Whole Lo"a Love”. Como decía, mis compañeros, más allá del día a día veraniego de toda chavalería con ganas de desfogarse, me trataban con veneración por la edad, excesiva diría yo, ya que en ocasiones ejercía más como paño de lágrimas o consejero amorososen mental que otra cosa –llámenme pagafantas si lo prefieren... aunque no me tocase pagar ninguna–. Sin embargo, entre tanto estudiante-veraneante conocí a una chica que me introduciría de lleno en el mundo de esos cuatro pos yanquis metaleros. No, no hablo de romances playeros en plan el arranque del filme Grease; el asunto era mucho más prosaico. Aquella adolescente era algo así como el personaje de Ally Sheedy en la película El Club De Los Cinco –ya hablaré largo y tendido sobre los largometrajes del cineasta John Hughes y de la manera en la que marcaron a toda una generación es-


LA ENTRADA

pañola... aunque por estas erras poco o nada se viviesen las historias que él retrataba; pero, a fin de cuentas, tampoco por los States, no se crean–; eso sí, con mucha más personalidad y mucho menos introver da. A lo largo de mi periplo “campamen#s co”, y con el paso de los años, había hallado a verdaderos forofos “monomusicales”, faná cos inquebrantables de ar stas o grupos concretos: uno que se sabía hasta la úl ma letra de Joaquín Sabina, otro que mataba por El Úl mo De La Fila, aquel compañero de cuarto que día sí y día también ponía en el radiocasete una desgastadísima cinta de Sopa De Cabra o el cargado de abalorios de pega, con gorra calada a la inversa, que inyectaba en nuestros oídos a los Snap! más tralleros con su cóctel de house y eurodance –lo del eurodance pegaba con fuerza en los primeros 90, y hasta a un servidor, haciendo de disc-jockey en una fiesta del campamento, le tocó pinchar repe das veces el “Saturday Night” de Whigfield para que los allí congregados se pegasen el bailecito de marras–. En aquel verano en Costa Brava mi recuerdo se centra en una casete recopilatoria, un trabajo de compilación tulado The Hell Of Steel, y cuyas canciones pertenecían a una banda de logo po con letras pun agudas, rojas y regias; un disco firmado por unos tal Manowar. Aquella chica, al verme hablar constantemente de grupos rockeros –aunque tampoco hiciese ascos a las melodías vocales de formaciones de r&b o pop, por ejemplo, y las tararease casi de forma inconsciente–, se decidió a mostrarme su secreto; y no, que los más calenturientos no empiecen a dejar volar su imaginación, pues no ene nada que ver con las películas del italiano Jaimito o con el destete de las andanzas de Pajares y Esteso. Ella puso en mi mano aquella cinta de casete y me animó a que le echase una escucha, algo a lo que pasé en la hora siguiente. Encajé aquel artefacto en mi walkman, que por entonces me acompañaba a todas partes, y le di a la tecla del “play”. Empezó a sonar el hard rock metálico de “Figh ng The World”, con sus andanadas vocales eufóricas, un estruendo de guerreros de la carretera –algo así como si la pandilla de The Humungus, el malo-malísimo de Mad Max 2, alzase su desesperado grito de batalla al cielo–. Era algo emocionante, al igual que la voz de su vocalista, el neoyorquino Eric Adams (aunque, a la hora de comer, y en la mesa familiar, le llamasen bajo su

nombre de pila: Louis Marullo). Desde el primer momento caí hechizado por la música que facturaban aquellos pos, tanto cuando sonaba más hard & heavy como cuando casi rozaban el speed metal; incluso al llegar el relato “The Warriors Prayer”, un cuento de bárbaros, espadas, sangre y honor peliculero de unos cinco minutos de duración, fui incapaz de pasarlo, de saltármelo. A los pocos días ya me lo había aprendido y pasaba el rato recitándolo para mis adentros. Al regresar a Madrid tras las dos semanas de campamento, lo primero que hice fue acercarme al centro, a la Gran Vía y sus aledaños, en busca de aquel disco, de aquella compilación que me terminé comprando en formato casete –pues por esos días la prioridad era dar de comer a mi walkman con material original–, no sé bien si en Madrid Rock o en Hard Vinyl. Lo curioso del tema es que, una vez me puse a adquirir sus discos oficiales, mi acercamiento fue precisamente por el que menos se parecía a lo que ya había escuchado en The Hell Of Steel, es decir, el elepé Ba!le Hymns. Lo adquirí el primero pues, no teniendo ninguna preferencia en mente, y con la intención de poco a poco hacerme con toda su discogra"a editada hasta la fecha, lo que primaba eran las ofertas, y el disco compacto de Ba!le Hymns resultó el que menos pesetas me obligaba a pagar al pasar por caja. Los que conozcáis la obra de Manowar, os podréis imaginar mi sorpresa al escuchar el arranque de rock duro troglodita, cervecero, incluso mal producido, que era “Death Tone”; me quedé frío: «Estos pos no pueden ser los mismos que tengo en la casete recopilatoria». Y es que, qué tenía que ver “Metal Daze” con, por ejemplo, “Black Wind, Fire And Steel”; con todo y con eso, el citado trabajo, su debut discográfico, con sus carencias (y sus aciertos, pues posee momentos memorables, mágicos), se terminaría quedando anclado entre mis favoritos... y hasta pude disfrutarlo íntegro en directo en la gira del cuarteto de 2011. Sergio Guillén (Director)

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CRÍTICAS DE DISCOS

EL BAILE DE LOS NECIOS (Doble Esfera, Santo Grial) «Siempre nos ha gustado hacer algo diferente, con es lo propio y mucha personalidad. Procuramos hacer canciones que enganchen, que sean pegadizas, pero que al mismo empo nos permitan desarrollar nuestra habilidad musical y explorar diferentes campos», me reconocía Antonio Elzaurdia, guitarrista de Doble Esfera, en la entrevista que en noviembre de 2013 le hice en relación a su elepé Mi Universo. Ahora, ya en 2015, y nuevamente de la mano de Santo Grial, el cuarteto sigue fiel a esa libre norma que subrayaba Antonio. Los cuatro cortes que componen el EP tulado El Baile De Los Necios nos traen a unos Doble Esfera tan personales como en su obra anterior, aunque tal vez algo más concisos en su manera de materializar la corriente metálica. La definición de

su sonido es admirable, además de lograr esa personalidad que muchos otros ansían y jamás logran. Si has escuchado alguna vez a Doble Esfera no te será di"cil reconocerles en cualquier otra canción que tengan compuesta. “El Baile De Los Necios”, “2030” y “Noches De Fuego” capturan en sus letras originales formas de escribir este po de tonadas, unos textos que no son precisamente el sota, caballo y rey que para otros es religión. Incluso en “Ladrillo De Hormigón”, homenaje al murciano bar El Ladrillo, consigue Elzaurdia un retrato diferente de la #pica noche de música en directo y bebidas alcohólicas a gogó. Doble Esfera siguen firmes en el camino, sin la menor duda. por Sergio Guillén

DUERMEVELA (Xebi SF, Doneu-li Records) Xebi Salvatella es un bandautor (término que defiende el propio Xebi SF) que, tras formar parte de la banda Sàvats, publica su debut en solitario: Duermevela. Para dar forma a estas canciones –canciones que, en palabras de su autor, están «escritas entre el consciente y el inconsciente, entre el despertar y el no poder dormir»– este músico de Girona decidió alquilar una furgoneta, instalar en ella un colchón y un equipo de grabación, liarse la manta a la cabeza y echarse a la carretera durante 19 días, recorriendo 4000 kilómetros a lo largo y ancho de la Península Ibérica; no en vano el sub#tulo de este disco reza “grabado en ruta viajando en libertad...”. Xebi SF nos ofrece en Duermevela un repertorio bilingüe castellano-catalán en el que predominan 06

composiciones introspec vas en la línea de un Nacho Vegas, que gozan de una total libertad crea va muy a lo Very Pomelo y que se mueven en un imaginario onírico y surrealista digno de Adrià Pun#. Entre estas creaciones encontramos desde historias costumbristas como las que se nos cuentan en “La Abuela” y “En Mi Pueblo”, pasando por la sorprendente “Llepadesagranota” y hasta un instrumental de #tulo antológico como es “You Hit Just A Girl! Where Are You From? From New Jersey?”. “En La Sala De Espera” se revela como un tema especialmente inspirado mientras “Submergit O Volant” (sumergido o volando), por su parte, sirve para dar nombre al vídeo documental que recoge el tes monio de la grabación de esta valiente propuesta en forma de álbum que no puede más que merecer nuestros elogios, por la calidad del


CRÍTICAS DE DISCOS trabajo y por la osadía que demuestra su hacedor. A pesar de tratarse de un disco en solitario Xebi SF no ha estado, ni mucho menos, solo en este viaje pues ha contado con las colaboraciones de una docena de músicos con los que ha ido dando en su camino, músicos como Adrià Bauzó (The New Raemon), Esteban Perles (Bigo ), Albert Dondarza (La Banda del Surdo), Joan Colomo o Paco Loco. En unos empos en los que cualquier músico opta por

montarse su propio estudio de grabación en casa, Xebi SF dobla la apuesta y se monta un estudio sobre ruedas en el que poder capturar sus canciones en cualquier escenario que se le antoje; cual Kerouac contemporáneo ha logrado plasmar en los surcos de este disco las vivencias de tan par cular viaje, sin el cual estas mismas canciones habrían sonado, sin duda, dis ntas. por Fat Professor

RECORDANDO A ELLA FITZGERALD Y JOE PASS (Ángela Cervantes y Chema Saiz,Youkali Music) Sin duda, Ella Fitzgerald fue una cantante reputada, excepcional, que se salía de cualquier gráfica y que recibió, y sigue recibiendo tras su muerte, una importante can dad de homenajes y tributos. Sin embargo, y por desgracia, al virtuoso Joe Pass no se le recuerda tanto, a no ser que se mire en círculos de instrumen stas o charlas de amantes del jazz. Pero no hay que olvidar jamás de Pass fue uno de lo más elegantes y evolu vos guitarristas de las seis cuerdas jazz. Nacido en 1929 en New Brunswick, Nueva Jersey, este hijo de padre siciliano comenzó a tocar la guitarra con nueve años, para a los catorce estar ya me do en la escena de bandas. En las siguientes décadas grabaría con los mejores sellos del género y acompañaría con su Gibson ES-175 a decenas y decenas de ar stas consagrados. Joe nos dejó en 1994, dos años antes que Ella. Este Recordando A Ella Fitzgerald & Joe Pass trae a nuestra memoria aquellas piezas inolvidables que gra-

baron juntos y que habían compuesto talentos de la talla de George e Ira Gershwin, Benny Goodman, Duke Ellington o Antonio Carlos Jobim; pero las trae en las versiones que plantea el dueto conformado por la vocal Ángela Cervantes y el guitarrista Chema Saiz, dos muy capacitados ar stas que juntos han hallado esa misma magia que Pass y Fitzgerald podían llegar a generar sobre un escenario. Eso sí, no estamos ante unas revisiones siguiendo al pie de la letra los originales. Estas son creaciones que cada intérprete debe sen r, debe dar vida, así que no valen copias. La química entre la cantante y las cuerdas de Saiz deben encontrar su par cular espacio –y lo hacen, doy fe–. Escuchar el scat de Ángela doblado por los apuntes elegan"simos de Chema es una autén ca delicia, creando en nuestros oídos un cambiante laberinto del que siempre salen airosos. Suprema grabación. por Sergio Guillén

POLSAGUERA (Virgen, Rock Estatal Records) Tengan por seguro que cuando un grupo apuesta por realizar algo diferente ene toda mi atención. Esto es lo que me ha ocurrido con Virgen, un quinteto radicado en la comarca de la Vega Baja del Segura (Alicante) que en estos días nos presenta su

segundo álbum. Polsaguera se convierte un disco de lo más enigmá co desde que uno le echa un vistazo a su daliniana portada. Es en ese instante cuando uno comienza 07


CRÍTICAS DE DISCOS a imaginar y se pregunta a qué demonios sonará la grabación contenida en dicho envoltorio. Quizá el mayor referente de este álbum sea The Mars Volta, aunque tampoco es cierto que este trabajo conceptual (y que realmente funciona así, como una unidad en la que se va encadenando un tema con el siguiente) rinda una pleitesía total e incondicional a tan relevante formación estadounidense. El es lo de Virgen es di cil de definir, lo cual no quiere decir necesariamente que la banda se pierda en retruécanos y laberintos musicales. Más o menos podemos emparejar al grupo con el llamado post-hardcore, aunque el disco bascula entre el rock y el metal con ciertas ínfulas experimentales, enhebrando todo ello con un sen do del humor de lo más par cular. En este sen -

do, es imposible soslayar un tema como “La Casa De Las Conchas” en el que uno de los componentes del grupo habla con una señora que afirma que la música de Virgen “no está bien” y que es “música de porreros”. Hacía empo que no me llevaba a los oídos un disco tan alejado de lo habitual en el rock español. No sólo el concepto es surrealista a la par que cachondo (escúchense temas como “Ojos De Arcasil” o “El Capullo Gana”), sino que el álbum está bien tocado, los temas son buenos y se ha puesto un cuidado notable en todo lo que rodea a este trabajo. Hay que aplaudir a estos muchachos, no queda otra. por Andrés Puente

XAKE! (Makala Jazz Funk Band, Orrua Diskak) Mi primer acercamiento a la música de Mikel Unzurrunzaga Schmitz fue por medio de su trabajo Unexpected Tapas, un álbum perfecto para disfrutar al calor del verano, con el agua mojándote los tobillos. Este DJ ya tenía algunos discos publicados con anterioridad firmados bajo su nombre de guerra, Makala, pero para mí fueron esas sónicas tapas inesperadas las que me abrieron a su forma de concebir la música. Oído lo oído en aquel trabajo –al que le seguiría el totalmente recomendable Global Funk Remixes 2004-2014–, era más que normal que Mikel pusiese en marcha una banda completa y real para poder desarrollar su pasión por el funk, una pasión totalmente abierta a roces de jazz, r&b o soul conviviendo con el día a día del barrio la no neoyorquino. Pero no, Makala Jazz Funk Band no nace en La Gran Manzana sino en Zarautz; pero eso no es impedimento o barrera para que Mikel Makala y sus compañeros, al acercarse a tres homenajes, el trío de versiones que con ene este Xake!, no puedan saltar el charco para soñar con Los Ángeles (ese “Hector” original de The Village Callers), ate08

rrizar en influencias en el Chicago de “Wack Wack” o incluso cambiar de dirección, poner el morro de su imaginario avión enfilando hacia Ghana para revisar el afro-funk de “Karam Bani” (Sidiku Buari). La labor instrumental en la totalidad del elepé es excelente, sonando sueltos, ligeros, en ocasiones muy vitaminados –en “Orrua” la base rítmica pareciese la de aquellos Archie Bell And The Drells revisitando el “Knock On Wood” de Eddie Floyd y Steve Cropper–. Además me gusta la tesitura vocal que aporta el registro de Oihan Lopetegi, cantante que se aleja de ese habitual que parece ya norma de que las féminas que canten música de raíces negras deban sonar con una enjundia y unas subidas extremas –no tengo nada en contra de ello, siempre que lo pida el grupo y la música que el mismo facture–. Oihan posee una voz más suave, aunque no exenta de reconocible personalidad, lo que ayuda a que el fluir del combo no se ralen ce. por Sergio Guillén


CRÍTICAS DE DISCOS

THE MAGIC WHIP (Blur, Parlophone) Una de las frases más manidas en el campo de la crí ca musical es aquella que se les endilga a bandas que han crecido en la industria y que viene a decir más o menos lo siguiente: «Este es su disco más maduro» o «Se puede escuchar un sonido más maduro en sus canciones». La madurez en ocasiones se u liza como piedra de toque sinónimo de letras más profundas o cambio esté co; sin embargo, hay ocasiones en las que el músico ha madurado como melómano, como recolector de influencias, como aprendiz de oídos abiertos. Y ese es el caso de los Blur que han grabado este The Magic Whip. No hay que olvidar que Damon Albarn, tras sus días de éxito con Blur, fundó el proyecto Gorillaz, colaboró con todo aquel que le pidiese un empujoncito e incluso militó en el supergrupo The Good,

The Bad & The Queen. Y qué decir del guitarrista Graham Coxon, músico inquieto que no se quedó tampoco parado y cuya discogra!a en solitario es más que extensa. En The Magic Whip los Blur transforman su pop en una materia oscura, elegantemente rara, misteriosa, llena de recovecos. En defini va, sonidos no aptos para los que no puedan ver más allá de “Girls & Boys” o “Charmless Man”. Pero que no se en endan sus nuevas canciones como ejercicios de autocomplacencia y de tedioso transitar. Si seguiste la evolución de Blur, un disco como el que nos trae este regreso te parecerá la pieza idónea que le faltaba al rompecabezas, el movimiento que se habían dejado por hacer y que ahora materializan con profundo garbo. por Sergio Guillén

DISQUIET (Therapy?, Amazing Records Co.) A estas alturas de la película es probable que no haya mucha gente que recuerde al trío norirlandés Therapy?. Tremendamente populares en su momento y liderados por el vocalista y guitarrista Andy Cairns, tuvieron su etapa de gloria en la década de los 90, cuando se convir eron en punta de lanza del llamado rock alterna vo en Europa. Seguramente muchos piensen que esta es la #pica reunión de un grupo mí co, pero la verdad es que la banda no ha parado de editar discos desde que iniciara su carrera en 1989. De hecho, este es el sép mo álbum que publican en el siglo XXI, y su música sigue siendo tan vital y potente como antaño. Rock de guitarras duras, con querencias metaleras e incluso hardcorianas; y, por encima de todo, el gusto

por las melodías vocales que se convir ó en común moneda de cambio en la llamada era del grunge. Pudiera parecer un anacronismo lo que ofrecen Therapy? en pleno 2015, aunque lejos de sen rse como tal, obtenemos un disco con once canciones dinámicas y totalmente sa sfactorias que supondrán un vendaval de aire fresco para cualquiera que disfrute con este po de sonidos. Quizá haya oyentes que despachen Disquiet como mero ejercicio de nostalgia, pero hay que reconocer que en este disco hay mucho material de calidad que hará las delicias de los amantes del power pop y el rock duro en general. Hay que romper una lanza por este trío porque sacar un álbum así en el momento actual ene mucho mé09


CRÍTICAS DE DISCOS rito; y es que mantenerse en ac vo durante todos estos años editando material nuevo, cuando casi todos te catalogan como un nombre del pasado y cuando lo fácil habría sido vivir de las

glorias pretéritas... es una tarea digna de tanes. por Andrés Puente

THE SWEET PRETTY THINGS (The Pretty Things, Repertoire) Con un sugerente y sensual !tulo regresan los británicos The Pre"y Things, autén ca ins tución de la música inglesa. Y además lo hacen manteniendo su núcleo duro intacto, ese tándem formado por el vocalista Phil May y el guitarrista Dick Taylor. Tanto el uno como el otro levantaron la banda en sus primeros días de r&b penetrante, ácido, de cuerpo electrizante. Sin embargo, a par r de su obra cumbre conceptual S.F. Sorrow, Taylor decidió distanciarse del proyecto abandonando sus filas. Pasarían algunos álbumes orientados hacia el classic rock con ntes de rock musculado hasta que Dick volviese a su verdadero hogar, justo para la grabación del muy power pop Cross Talk (1980). En cualquier caso, y aunque aquel elepé tenía la suficiente calidad como para comerse a lo más granado de la nueva ola de aquellos días, The Pre"y Things dejó de grabar álbumes de estudio hasta los años 90; de hecho, no sería hasta su ...Rage Before Beauty (1999) el momento en el que volveríamos a saber de ellos. Luego, otros casi diez años hasta Balboa Island (2007) y un siguiente parón en ediciones nuevas hasta este 2015. Es cierto que entre medias se han editado compilaciones y discos en directo, pero es The Sweet Pre!y Things (Are In Bed Now, Of Course...) el autén co pan recién salido del horno. Un pan, todo sea dicho, de una masa madre

deliciosa y perfectamente elaborada. En la banda, además de May y Taylor, y del ya fijo desde hace muchos años Frank Holland –otro autén co veterano–, podemos encontrar a los más jóvenes George Woosey y Jack Greenwood, músicos de plena confianza para los capitostes de tan legendaria agrupación y a los que se les ha permi do en todo momento par cipar del trabajo crea vo (George aparece en los créditos de cuatro canciones y Jack en los de una). Todos los temas nuevos casan con ese r&b psicodélico y áspero que tan bien manejaba –y sigue haciéndolo– este combo. La rotunda “The Same Sun”, el árido blues “And I Do”, la beat revival “Turn My Head”, la monumental “Dark Days”, el ejercicio baterís co de “Greenwood Tree”, el carácter un tanto folk de “Hell, Here And Nowhere”, la muy rítmica en su atmósferas ácidas “In The South” o esa “Dirty Song” que parece sacada de los primeros días de Pink Floyd, son en su totalidad un ejercicio de maestría y conocimiento del terreno. Sin olvidar, por supuesto, las dos versiones apabullantes: el “Renaissance Fair” de The Byrds y aquel “You Took Me By Surprise” que Sky Saxon firmó para sus The Seeds. Disco del año incues onable. por Sergio Guillén

CITY OF HEROES (Kiske/Somerville, Frontiers Records) Desde el centro de operaciones de Fron ers Records se suele animar a sus ar stas a realizar reuniones y proyectos musicales con otros pupilos 10

o futuros fichajes. Cualquiera que conozca el sello estará más que al corriente de todo este po de apuestas en formato de tándem, firmadas por los


CRÍTICAS DE DISCOS apellidos de los instrumen stas, compositores o vocalistas implicados. Kiske/Somerville fue una idea que el sello puso sobre la mesa en 2009 y que tanto Michael Kiske como Amanda Somerville aceptaron de buena gana. Cada uno de sus miembros llegó al 2010, año de edición del primer álbum homónimo, desde diferentes puntos o estadios de sus carreras profesionales. Michael, tras forjar leyenda como voz de los germanos Helloween, había sido un invitado recurrente en los primeros trece años del nuevo siglo dentro del supergrupo Avantasia parido por Tobias Sammet. Por otra parte, intentó crear su propia banda con SupaRed, una apuesta que no funcionó demasiado bien por más promoción que se le quiso hacer. Sin embargo, ya como Place Vendome, y junto a la gente de Fron ers, se ha establecido, sin dejar por ello de ser cabeza visible en proyectos como Unisonic (con su amigo Kai Hansen) o estos Kiske/Somerville, fundados precisamente dos años antes de que Unisonic fuese una realidad. Amanda, que se labró una buena carrera como solista, se ha puesto al servicio cual colaborado de apuestas como Aina,

Epica, Edguy, Avantasia o A er Forever. Y una vez ya establecido el primer paso de Kiske/Somerville, incluso amor zaría el empo en el mismo sello dentro de la banda relámpago Trillium. Ahora, en City Of Heroes, el segundo disco de este tándem –quinteto en realidad, con Mat Sinner en sus filas–, ambos vocalistas salen fortalecidos; renacidos, si se prefiere. Frases como «elevándome, como un Fénix desde las llamas. Te lo he dicho, romperé estas cadenas», de “Rising Up”, no parecen precisamente ser meras casualidades (por mucho que sea Sinner y Magnus Karlsson los que firman la canción en su totalidad). Estamos ante un disco muy efec vo, de buenos estribillos, con una banda ejecutando un metal sin demasiadas florituras, que va al grano y que no olvida un muy agradecido toque melódico en sus arreglos vocales. Todo notablemente tocado e interpretado, producido con el acierto que pone Mat Sinner a todo trabajo en el que se involucra. por Sergio Guillén

EL HOMBRE ORQUESTA! (Candy Caramelo, Warner Music) Me viene a la memoria cómo, en marzo de 2009, Candy Caramelo presentaba en directo en la sala Costello de Madrid el que era su disco debut en solitario Por Amar No Hay Que Pagar; y recuerdo que lo hacía rodeado de buenos amigos como José “El Niño” Bruno, Julián Kanevsky, Jaime Urru a, Andy Chango o Ariel Rot. Ahora Caramelo publica un nuevo trabajo en solitario en el que se pone el traje de hombre orquesta que reza el "tulo para tocar él mismo todos los instrumentos en un disco en el que –a pesar de la aparente contradicción– no se encuentra solo, ¡ni mucho menos!, pues las alargadas sombras de numerosos colegas de aventuras musicales se ciernen sobre sus

surcos. Fijándonos en las canciones de este disco, en él encontramos textos con las firmas de Lichis o Sergio Makaroff, otros autoría del propio Caramelo (en solitario o junto a Emilio Cid), uno escrito codo con codo junto a Andrés Calamaro y otro compuesto a seis manos con los antes mencionados Rot y Chango. Pero es en el plano instrumental donde reside su mayor baza; mezclado y masterizado por José Nortes, el sonido resultante es cien por cien Caramelo, un Caramelo a veces dulce pero también picante, un Caramelo que se deshace en tu boca a ratos y otros en los que lo has de morder con los dientes. Caramelo nunca ha disimulado su 11


CRÍTICAS DE DISCOS querencia por el sonido y la esté ca de los años 50, así pues, es lógico que encontremos aquí mucho swing, rock and roll y rockabilly, persiguiendo siempre la esencia de ese sonido analógico que está volviendo en plena era digital y logrando aquel sabor añejo de los instrumentos grabados en directo en el estudio. El Hombre Orquesta! es un gusto –un gusto cocinado a fuego lento en casa, con esmero, dedicación y con sus propias manos de principio a fin– que se

ha dado este experimentado productor, compositor y músico que ha colaborado con algunos de los más relevantes nombres del rock en castellano. Caramelo quiere saciar nuestra hambre de rock and roll clásico y demás es los afines ofreciéndonos un es mulante y delicioso plato musical sazonado con buen criterio, elegancia y saber hacer. por Fat Professor

ROBOT CALÓ (Achilifunk Sound System, Wah Wah Records) Achilifunk es mucho más que una serie de publicaciones discográficas. Achilifunk es mucho más que un pinchadiscos embebido por la rumba. Achilifunk es mucho más que un simple trabajo de inves gación. En los úl mos diez años Txarly Brown, sin duda uno de los mayores expertos en la rumba, sus maridajes y las influencias dejadas por dicha corriente –o los mil y un vericuetos por los que él, al contrario que muchos otros, ha transitado compilando, estudiando y divulgando tanto arte, pataita, farol y duende escondido–, ha hecho historia. Tal vez ni él se diese cuenta, pero así es. Carles “Txarly Brown” Closa no sólo ha editado discos, pinchado en salas, coleccionado vinilos, difundido la palabra de la rumba a todo aquel que le quisiese escuchar o escrito la autén ca Biblia sobre este género (esa maravilla tulada Achilibook y publicada por la Editorial Milenio en 2013), pues este ar sta inquieto, aglu nador igualmente de talentos, lanza este 2015 una verdadera joya tulada Robot Caló, la cual firma con un autén co supergrupo denominado Achilifunk Sound System, una suerte de Fania All-Stars catalana con igual impulso y sabor.

En las pistas finales se toca, se interpreta y se mezcla tomando pizcas de aquí y de allí, retales de una historia de la música rítmica y con salero. Así hacen viajar a Chipén hasta Jamaica o ponen a Los Amaya a marcar el danzón tropical de los Radio Futura más mes zos; al igual que Peret es rememorado con un respeto y una enjundia inusitados. Y de tal manera, paso a paso, y con total cariño y conocimiento de causa, toman la ver cal cosas como “Hawayano”, “Mala Suerte”, “Ruega”, “El Barón” o “Raskayú”, así hasta completar dos caras –efec vamente, este trabajo sólo se edita en vinilo– con cinco piezas cada una. Y aunque entre los invitados que amplían esta gran familia de amigos se encuentran nombres tan admirados como Makala, Sr. Wilson o Miguelito Superstar, por citar tres ar stas de una extensa lista, son Sam Mosketón, Lalo López, Rambo, Jack Chakataga y el propio Brown el autén co quinteto residente. Cinco pos que no es que hagan caminar la música, es que directamente la transportan a una nueva dimensión, convir endo al oyente en sorprendido a la par que sa sfecho astronauta del sonido. por Sergio Guillén

LOS TIKI PHANTOMS Y EL MISTERIO DEL TALISMÁN (Los Tiki Phantoms, Discmedi Blau) Catalogar a Los Tiki Phantoms como grupo de surf instrumental es simplificar demasiado. Cierto es 12

que el surf es la base de su sonido, pero probablemente lo más correcto es definir su música como


CRÍTICAS DE DISCOS como rock instrumental. Y a par!r de ese tronco, trace usted todas las ramas que se le ocurran, que seguramente sus puntas toquen unas y otras tendencias dentro de este género. Los Tiki Phantoms Y El Misterio Del Talismán es el cuarto disco de larga duración de este grupo barcelonés, y además marca el décimo aniversario de la banda. Así lo desvela esa portada que bascula entre el cine de serie B y la esté!ca del vinilo clásico, y que guarda en su interior el tarro de las esencias que es este álbum. Como decía, el actual cuarteto (formado por El Bravo, El Dorado, El Jíbaro y El Caníbal) rinde pleitesía a grandes iconos culturales como el spaghe western (“Saca De Oro”, “No Viniste A Mi Funeral”), el psychobilly

(“Espiral Cósmica”), el power pop (“El Hombre De Las Tabernas”) o, por supuesto, el surf de los 60, en temas como “C’mon” o “La Bella De Hamburgo”. Sin embargo, y esto es muy atrac!vo, tampoco es que Los Tiki Phantoms parezcan muy interesados en replicar el sonido de grupos como The Ventures, The Surfaris o The Chantays, sino que ofrecen su visión actualizada del mismo, adaptándolo a las apetencias del rockero del siglo XXI. Así, no es infrecuente verles inmersos en muros de guitarras más propios del punk o del hard rock. Pura energía y amor por la tradición se dan, por consiguiente, la mano en este notable álbum. por Andrés Puente

BUMPING INTO NOTHING (The High Line Riders, Blue Rose Records Records) Dieciocho años han tenido que transcurrir para que The High Line Riders editen un nuevo disco desde que publicaran el anterior, Somewhere South Of Here, con el que precisamente debutaron allá por 1997. Ed Pe"ersen, músico inquieto neoyorquino con raíces noruegas, es el líder de esta banda a la que ha decidido reunir de nuevo para brindarnos este Bumping Into Nothing, un trabajo que él mismo se ha encargado de producir. Si bien es cierto que el sonido de The High Line Riders muestra una querencia por el rock con influencias del Americana, no es menos cierto que su propuesta es cien por cien neoyorquina, emparentándola –valga como ejemplo– con un Willie Nile y todos esos ar!stas que con sólo rasgar un acorde o pronunciar un primer verso dejan bien patente que son carne del asfalto de las humeantes calles de NYC. Aunque grabado en Nashville, todo el disco rezuma aires de la Gran Manzana; guitarras y acordes que inmediatamente te transportan a orillas del East River, tal como si nos encontrásemos a bordo del vehículo desde el que está tomada la ins-

tantánea que ilustra la portada del álbum cruzando sus aguas a través del Puente de Brooklyn, con el Puente de Manha"an y el inconfundible skyline de la ciudad como telón de fondo mientras sus cortes suenan a todo volumen sobrevolando el salpicadero. Una docena de canciones directas, guitarreras y de letras pegadizas que encuentran el contrapunto en unos teclados y un pedal steel que les otorga ese cierto aire country, sin dejar de sonar por ello a rock and roll de la vieja escuela. Pe"ersen ha tocado durante su carrera todos los palos, desde el folk al jazz, pasando por el power pop o la electrónica; y ahora ha decidido que es !empo de rock, un rock cristalino que en este trabajo ha sido mezclado y masterizado por Bob Olhsonn (un histórico que ha trabajado con Stevie Wonder, Marvin Gaye o Grateful Dead) y que cuenta, además, con la colaboración de numerosos colegas de ambos lados del Atlán!co, estableciendo así un puente musical entre Noruega y Norteamérica. por Fat Professor 13


CRÍTICAS DE DISCOS

PEACE OUT (Nelson, Frontiers Records) The Nelsons no era más que una apuesta pop perdidamente ochentas cuando falleció el cantante Ricky Nelson en 1985. Él, uno de los nombres recordados con cariño de la escena del rock & roll en las décadas de los 50 y 60, ar!sta que popularizase el single de Gene Pitney “Hello Mary Lou”, había visto cómo sus vástagos formaban aquella bagatela que llevaba su apellido, ejercicio de entrenamiento que sus hijos Gunnar y Ma"hew cambiarían tras la muerte del progenitor por un tándem con mayor peso en las guitarras. Así termina pisando la calle Nelson y un disco !tulado A!er The Rain (1990), pieza puntal del adult oriented rock norteamericano que alcanzaría el doble pla!no.

Y ahora, con este CD sonando en el reproductor, el oyente se percata inmediatamente de que el power pop o el pop de traza rockera es el hoy de los Nelson. Gunnar se carga sobre el hombros el hecho de sacar adelante casi la totalidad del álbum ya que, además de componer él solito el grueso del mismo, igualmente toca todos los instrumentos que se le ponen a !ro mientras no deja de ocuparse de la voz principal; Ma"hew, por su parte, se ocupa de tocar bajo y de conjuntar armoniosos coros con su hermano. Únicamente se invita a un colaborador, Neil Zaza, profesional que añade sus solos de guitarra en cinco de los cortes del álbum.

Tras rifirrafes con el sello Geffen, la creación de Stone Canyon Records, la publicación con!nuada de discos (uno al año desde 1995 hasta 2000) y la posterior desaparición, los hermanos Nelson regresaron en 2010 para volver a poner en marcha la máquina de hacer rock melódico. Sin embargo, tras Lightning Strikes Twice, Before The Rain y Perfect Storm. A!er the Rain World Tour 1991 (el primero, la autén!ca vuelta con nuevo material, y los otros dos lanzamientos extensiones de todo lo que rodeaba a A!er The Rain, tanto sus maquetas como las giras de presentación de dicho elepé), todos puestos a la venta en 2010, hemos tenido que esperar unos cuantos años más para que llegase Peace Out.

El resultado es un disco fresco, actual pero que no reniega de la lógica evolución que venía desarrollando este tándem. De hecho, Gunnar ya catalogaba el trabajo Life del 99 como «un álbum de pop rock que no hace prisioneros», así que no es de extrañar que en Peace Out puedan recordar en más de un caso a Cheap Trick –“Hello, Everybody” parece segunda parte de “Welcome To The World”, pieza que abría el redondo Rockford del cuarteto nombrado–. No supera a Lightnig Strikes Twice pero se queda muy cerca. por Sergio Guillén

WAR OF KINGS (Europe, UDR) Escuchando este nuevo álbum de Europe me asaltan sen!mientos encontrados. Recuerdo aquellos años en los que el grupo sueco retornaba a la ac!vidad con discos que, francamente, a mí no me decían mucho. Me refiero a trabajos como Start From The Dark (2004), Secret Society (2006) o Last Look At Eden (2009), en los que la banda intentaba 14

ser “moderna” tropezando por el camino. Cierto es que posteriormente se han terminado centrando en un es!lo que casa mucho más con su personalidad, pero aun así tengo mis dudas de si a la formación que publica War Of Kings se la puede seguir llamando Europe. El giro hacia el hard rock a lo Deep Purple o Led Zeppelin que vuelven a explotar


CRÍTICAS DE DISCOS en este disco (recordemos su anterior Bag Of Bones) les sienta bien y ahora sí se les nota cómodos en esta posición. Sin embargo, yo me sigo resis!endo a iden!ficar este grupo con el que grabase obras como Wings Of Tomorrow o The Final Countdown. La diferencia es como de la noche al día, si me permiten la comparación. Es cierto que aquí están los músicos de siempre, pero la esencia de su sonido ha experimentado un cambio tal que es inevitable pensar que hay otra banda detrás de estas once canciones. Ganan en madurez y enjundia, eso es verdad, pero para mi gusto han perdido en chispa y espontaneidad. Y conste que en ningún caso hablo de emplear sus energías en aparentar que siguen siendo jóvenes para intentar atraer a las nuevas generaciones de oyentes, dado que esto ya lo aplicaron en sus primeros años de regreso en el siglo XXI y les quedó fatal, en mi opinión. La cues!ón principal es que en War Of Kings hallo buenas canciones pero poca sustancia verdaderamente destacable, giros musicales o melodías de esos que te hacen sen!r esca-

lofríos de melómano. Algo que te impulse a volver a reproducir el disco nada más terminar de girar. No es por meterme en la piel del abuelo Cebolleta, pero esto sí lo tenía antes Europe, y a espuertas. Si cuando escucho “Rainbow Bridge” estoy acordándome de “Perfect Strangers” (Deep Purple), es que algo chirría. Si cuando llego a “Second Day” me vienen a la mente “No Quarter” o “Kashmir” (Led Zeppelin), algo raro pasa. Me parece lícito que quieran volver a los 70 y concentrarse en el classic rock en lugar de montarse en el Delorean y plantarse de nuevo en los 80, pero entonces no le encuentro mucho sen!do a seguir u!lizando el nombre de Europe en sus discos de estudio. Y vuelvo a decir que War Of Kings me parece un buen disco, pero aquí falta algo. Han intercambiado emoción visceral por adultez cartesiana, y será el oyente el que decida qué prefiere. por Andrés Puente

DRONES (Muse, Warner Music) El mundo necesita urgentemente más grupos como Muse. Bandas que consigan reunir seguidores de toda condición y procedencia, capaces de aglu!nar en sus conciertos mul!tudes variopintas unidas en una pasión común por la música. Son comerciales, pero al mismo !empo emocionantes, interesantes, aventureros y, sobre todo, conocen a la perfección lo que hacen. De dónde vienen y a dónde van. Una vez más, su nuevo disco supone un acontecimiento musical de primer orden. Drones es, como es habitual en el trío, un magnífico compendio de todas las ver!entes de este grupo. El disco comienza con los singles ya conocidos por todos: “Dead Inside”, “Psycho” y “Mercy”. Dentro de lo accesible y pegadizo de estas canciones (algunos dirán que son temas “fáciles”; nada más lejos de la

realidad), podemos disfrutar del tremendo talento crea!vo de esta formación que igual te alucina con el pop más directo y preciosista que !ra a lo hímnico e incluso a esencias cercanas al heavy metal. Esta es la grandeza de Muse, pero algo incluso mejor está por llegar cuando bordeamos el ecuador del álbum. Ma#hew Bellamy, ya conver!do en uno de los mayores genios del rock del siglo XXI, sigue siendo el principal ar$fice de la obra de Muse, pero estoy seguro de que sin Chris Wolstenholme y Dominic Howard esto no sería lo mismo. Ahí tenemos “Reapers”, una locura controlada que exprime al máximo las capacidades del trío y en la que podemos apreciar en todo su esplendor la excelencia en las labores de producción del mí!co Robert John “Mu# ” Lange. 15


CRÍTICAS DE DISCOS No conozco a muchos grupos actuales capaces de conjugar la su leza con la dureza sonora, y Muse lo hacen posible por enésima vez en dos temas como “The Handler” y “Defector”. En esta úl ma podríamos reconocer a unos Queen futuristas, la extraordinaria confirmación de que el grupo viene de la tradición rockera sin dormirse en los laureles de la copia cansada y fofa de lo que ya se hizo hace décadas. Una canción maravillosa, de esas que te hacen sen r escalofríos en los brazos mientras la escuchas. “Revolt” es el retorno a las sonoridades electrónicas tan del gusto de la banda en los úl mos trabajos, un tema que muere para resucitar en el tramo más experimental del disco. “A ermath” es una suerte de balada que evoca tanto a Vangelis como a Pink Floyd, aunando melancolía y épica. Tras “A ermath”, la composición tulada “The Globalist”, el tour de force de Muse en este disco y desde ya uno de los temas más increíbles de su

trayectoria. Comienza como una genuflexión total ante el spaghe! western y Ennio Morricone, derivará en una explosión de fuerza y terminará con una adaptación realizada por Bellamy de las “Variaciones Enigma” (el fragmento “Nimrod”, concretamente) del compositor clásico Edward Elgar. “The Globalist” es una sincera declaración de amor hacia la música, la plasmación de la absoluta carencia de prejuicios de este grupo. Cuando cierras tu disco con una adaptación de “Sanctus And Benedictus”, un canto religioso de Giovanni Pierluigi da Palestrina (siglo XVI) bajo el "tulo de “Drones” es que, sencillamente, los enes cuadrados, con perdón de la expresión. Mi deseo después de escuchar este álbum es claro y simple: Muse, no lo dejéis nunca. por Andrés Puente

LOCATIONS (Azul Y Negro,Vaso Music) Aunque para muchos oyentes las canciones de la catalogada como primera etapa de Azul Y Negro son las que reconocen y ya resultan parte de su vida, hay que reconocerle a Carlos Vaso un arrojo y pericia superla vos a la hora de recuperar el proyecto y darle un nuevo sen do. Desde que en 1997 comienza la nueva etapa de la apuesta, ya sea firmando Carlos con su nombre y la segunda mitad de su apellido compuesto (Vaso, de García-Vaso) o recuperando finalmente la marca Azul Y Negro, es de recibo reconocer el mayor riesgo que plantea la música de este ar sta. Los días de Joaquín Montoya quedaron atrás, por lo que a par r de la segunda mitad de los 90 Vaso se atreve a muchas más cosas, más originales en ocasiones, más retro en otras, evolu vas siempre. De hecho esta citada segunda etapa cuenta con más discos de estudio que la inicial. Hablaba de riesgos tomados y ahí tenemos su Crystalline World de 2012, un trabajo en el que, sin necesidad de evocar a aquellos Granada en los que militó en su juventud, regresa al rock experimental. 16

Pero antes estaba Vision, su elepé de 2010 y uno de los más aplaudidos por haber sabido sinte zar la esencia ochentas con tanta fidelidad como en su día la viviese el propio Carlos en dicha década. Y tal vez Loca"ons pudiese ser hermano en planteamientos y reminiscencias de aquel disco de hace cinco años. En este nuevo lanzamiento una vez más Azul Y Negro maneja como tándem – Vaso ha encontrado en Carlos López a su compañero musical perfecto– la ideal mixtura entre piezas instrumentales y canciones propiamente dichas, cargadas de esos estribillos imposibles de pasar por alto de lo tan netamente pop que se desenvuelven. En este 2015 vamos de Berlín a Atacama, saltando luego a Tailandia, Moscú, Barcelona o París; un i nerario que los dos Carlos nos van marcando entre otras composiciones que son igual de coherentes con la idiosincrasia de Azul Y Negro. De el synth pop de la eró ca “Cimas Prohibidas” hasta la totalmente evocadora “Rosa De Los Vientos” –en una interesante extended version–, de la marcha berlinesa del corte que abre el álbum hasta la saltarina


CRÍTICAS DE DISCOS “Tibidabo”; incluso ese “Area 51” que podría ser con nuación en temá ca (aunque ésta sin letra) de “Ovnis En El Cielo”. El grueso de este Loca ons man ene al grupo en un estado vital y de gran crea vidad di cil de alcanzar por otros colegas de

corriente musical. El techno pop nunca estuvo tan vivo. por Sergio Guillén

ALGO PRESTADO (Los Secretos, Warner Music) Álvaro Urquijo se convierte en émulo de Bruce Springsteen en la portada de Algo Prestado, el disco de versiones con el que Los Secretos homenajean a compositores que les han marcado. Pero si el Boss que presidiese aquella carpeta de Born To Run aquí está interpretado por Álvaro, ¿quién ocupa el puesto del desaparecido Clarence “Big Man” Clemons? Para qué echarlo a suertes; Ramón Arroyo, Jesús Redondo, San Fernández y Juanjo Ramos aparecen en la contraportada como ya lo hiciese en el 75 uno de los saxofonistas más elogiados del rock. Pero esto es sólo la fachada, el guiño inicial. ¿Qué nos espera en las pistas de este Algo Prestado? Pues ni más ni menos que unas versiones muy respetuosas, hechas con sen do y arropándolas con un poco de su carácter original y otro poco del es lo reconocible de Los Secretos. Nombres de compositores como Mick Jones y Lou Gramm (las que fuesen piezas clave de la banda de rock me-

lódico Foreigner), Peter Gabriel, Rodney Crowell, Nick Lowe, Gram Parsons o Ron Sexsmith, entre otros, son rememorados con delicadeza y ternura, sacando todo lo bueno de composiciones que jamás se perderán en nuestra memoria. El año pasado SantaRosa Records publicaba Han Llovido 15 Años. Homenaje A Enrique Urquijo, disco compacto con DVD en el que todo po de ar stas, tanto de la quinta de Los Secretos como de nuevo cuño, realizaban su reverencia musical a las letras del fallecido en 1999 Enrique. Incluso su banda de siempre, capitaneada por su hermano, abría aquel recuerdo con “Hoy La Vi”. Ahora, y también tras encargarse de una de las cabeceras del serial Cuéntame Cómo Pasó, Los Secretos han conseguido una vez más sorprender a su público. por Sergio Guillén

PRESENTS OF THE PAST/REQUESTS REVISITED (Ad Vanderveen, Blue Rose Records) Ad Vanderveen es un cantautor noruego con más de cuatro décadas de carrera musical a sus espaldas al que no puedo evitar hermanar con Neil Young (en su música están también presentes Townes Van Zandt o Gordon Ligh!oot), y lo hago por su caracterís ca voz –no especialmente dotada pero sí capaz transmi r como pocas–, por sus textos, sus acordes de guitarra y fraseos de armónica; pero, por encima de todo, lo equiparo a Young por su prolífica carrera y por poseer un ingente repertorio

en constante crecimiento y evolución. Este nuevo doble álbum es una muestra más de la volcánica crea vidad de Vanderveen, y es que no nos encontramos ante un doble LP al uso. El primer disco (Presents Of The Past) recoge una decena de nuevas composiciones grabadas en directo en un pequeño teatro, sin audiencia y con una banda acús ca en la que predominan el contrabajo, el banjo, el acordeón, el teclado y el lap steel acom17


CRÍTICAS DE DISCOS Hammond–.

pañando la guitarra acús ca y la armónica de Vanderveen. El segundo (Requests Revisited) engloba otras tantas canciones de esas que los aficionados le suelen pedir en sus conciertos y que di"cilmente pueden localizarse en sus discos; éstas han sido grabadas en el estudio con banda eléctrica, con una mayor producción, arreglos de cuerda, un coro de góspel y la par cipación de numerosos músicos invitados –ahí está un tema escondido de, nada menos, veinte minutos de duración en el que colabora, entre otros muchos, un tal Al Kooper al

De las dos facetas que nos muestra Vanderveen en este nuevo trabajo es en el primer disco en el que encontramos la esencia de sus composiciones en su forma más pura, textos oníricos entre acordes brumosos, sugerentes arreglos instrumentales para unas canciones grabadas de forma que puedes oír la respiración del propio Vanderveen y puedes, casi, aprehender la música misma entre tus dedos. por Fat Professor

Rock And Roll (Boder Caballero, Autoeditado) Si mencionamos el nombre de Harry Palmer podríamos estar hablando perfectamente de una trama de espionaje protagonizada por Michael Caine; si citamos Border Caballero podríamos estar refiriéndonos a un viejo western en blanco y negro, pero –a pesar de encontrarnos a John Wayne en la portada– en realidad estamos hablando de Rock And Roll, el EP que firma el guitarrista Harry Palmer al frente de la formación Border Caballero. Este sexteto madrileño nos ofrece un trabajo lleno de lo que promete su #tulo: rock & roll; aunque no sólo, pues por sus pistas se desparrama también el rockabilly, el surf, el r&b y el western rock. Cuatro ros repletos de adrenalina y ritmos que te incitan al baile desde buen principio: desde la inicial “Don’t Leave Me Alone” en la que brillan el saxo y la trompeta, seguida de “I Won’t Believe” con el teclado y la base de bajo y batería marcando la pauta, un tema de aires netamente fronterizos como “Save My Soul” o un corte en el que la guitarra de Palmer echa humo como es el caso de “Stories”.

Como bonus track nos encontramos “Surrender” (una adaptación de la tonada napolitana “Torna A Surriento”) que cuenta con la colaboración especial de Andreu “Lobo” Muntaner, la rugosa voz de los actuales Trogloditas. En la línea sucesoria de la Casa Real del Rock & Roll irrumpen estos hijos bastardos reclamando el #tulo musical que legí mamente les corresponde. Border Caballero son una suerte de combinación entre la figura del Duque –John Wayne– y la del Rey –Elvis–, aunando la ac tud del uno y las maneras del otro, demostrando que por sus venas hierve sangre del color a juego con sus zapatos de gamuza azul. por Fat Professor

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CINE MUSICAL

LA PEQUEÑA TIENDA DE LOS HORRORES El perfecto terror cómico en clave de musical por Andrés Puente Para comprender la génesis de esta película musical de culto –lo cual viene a significar que en su día no se comió un colín aunque hoy es venerada– es necesario pisar tres escalones. El primero toma forma en The Li!le Shop of Horrors, la comedia negra dirigida por Roger Corman en 1960. La segunda parada nos conduce al espectáculo de Broadway con música de Alan Menkes y letras de Howard Ashman basado en aquel film y estrenado con parabienes de crí ca y público en 1982. El desenlace se concreta en La Pequeña Tienda De Los Horrores, la adaptación al celuloide de la obra teatral. Llevar a la pantalla grande un musical como el de Menkes y Ashman no fue una tarea sencilla. Se prescindió del reparto original que actuaba en los teatros a excepción de Ellen Greene (Audrey), optando por un elenco estelar conformado por muchos de los grandes nombres de la comedia americana en aquellos días. El apocado Rick Moranis se destacó como el más apropiado para dar vida a Seymour Krelborn, muchacho de existencia gris que verá cambiar las tornas de su des no gracias a una descarada planta carnívora procedente del espacio exterior a la que bau za Audrey II en homenaje a la chica por la que suspira a diario. Vincent Gardenia se me!a en la piel del cascarrabias señor Mushnik, dueño de la enda donde se ganan los cuartos Seymour y Audrey. Cerrando el triángulo amoroso asomaba Steve Mar n en su fantás co papel del den sta sádico Orin Scrivello, que protagonizaba uno de los números más logrados de La Pequeña Tienda De Los Horrores. Solamente de espectacular se puede calificar el tema “Den st” en el que hace su entrada triunfal en la cinta un Mar n en estado de gracia. No menos mí co es el duelo entre Mar n y Bill Murray, interpretando este úl mo (diálogo totalmente improvisado, por cierto) al masoquista Arthur Denton que las goza con las dolorosas artes del doctor.

Si había alguien que pudiera insuflar vida a la planta carnívora esa era la factoría de Jim Henson. Dicho y hecho, y finalmente todo quedaría a pedir de boca, con una Audrey II que lucía en pantalla unos movimientos prác camente perfectos a los que sólo faltaba acoplar una voz apropiada a tan singular personaje. Los astros se alinearon y Levi Stubbs, miembro de los Four Tops, se ocuparía de dar la pincelada maestra a Audrey II. No sería el único homenaje a las agrupaciones negras de los 60, ya que las tres chicas que aparecían insistentemente en los números musicales atendían a los nombres de Rone e, Crystal y Chiffon (parafraseando los nombres de tres de los más conocidos girl groups de aquella década). Con estos ingredientes, no resulta complicado adivinar el sonido que evocaba la fil19


CINE MUSICAL mación, de marcado y alegre carácter retro. Sin embargo, todo habría quedado en agua de borrajas sin la mano de un director capaz de plasmar en el celuloide los números musicales que divir eron al respetable en la obra de Broadway. Frank Oz se mostró brillante en su labor, creando planos y movimientos de cámara cargados de dinamismo y vida que conseguían introducir al espectador en el par cular y alocado universo de La Pequeña Tienda De Los Horrores. A pesar de todo, el film terminó pasando sin pena ni gloria por las pantallas y logrando una recaudación ligeramente superior al presupuesto inver do. Los Oscars también se

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resis eron al encanto de la cinta, y ninguna de las dos nominaciones –mejores efectos visuales y mejor canción original por “Mean Green Mother From Outer Space”– dio la estatuilla deseada. Aliens y Top Gun enen la culpa. Título original: Little Shop Of Horrors. Director: Frank Oz. Intérpretes: Rick Moranis, Ellen Greene, Vincent Gardenia, Levi Stubbs, Steve Martin. Año: 1986.


ENTREVISTA

FM “La audiencia española es de las mejores del mundo” por Sergio Guillén

FM es una de las agrupaciones más reputadas del adult oriented rock parido en las Islas Británicas. Fundados en 1984 en plena escena londinense, esta banda ha grabado a lo largo de su carrera algunos de los elepés más rememorados y queridos del género. En este nuevo milenio siguen disco a disco reforzando su sonido con arreglos y melodías que ayudan a engrandecer su incuestionable marca. Steve Overland, vocalista del quinteto, viaja con nosotros desde el inicio de FM hasta la actualidad de su último Heroes And Villains. FM editasteis Indiscreet, vuestro elepé de debut, en 1986. Por aquel entonces girasteis con grupos como Magnum, Foreigner o Bon Jovi. ¿Cómo describiríais aquella etapa temprana en la que ya estabais en ruta con nombres tan reconocidos de la

escena rock? Fueron días fantás cos, pasamos grandes momentos y conocimos a una gente irrepe ble. Esto ayudó a asentar el legado de la banda en aquellos días y 21


ENTREVISTA ahora somos lo suficientemente afortunados para hacer todo aquello una vez más. Vosotros trabajasteis en vuestros comienzos –más en concreto, en el segundo vinilo de FM– con el compositor Desmond Child. ¿Qué me puedes contar del hecho de tener a un creador tan reconocido y admirado colaborando con vuestro grupo? Resultó una gran experiencia para mí el poder trabajar con Desmond. En aquel momento él ya había escrito para Bon Jovi y para muchas otras bandas. Cada uno tenemos una forma diferente de componer y siempre puedes aprender de otra gente. Tras la edición de Dead Men’s Shoes en 1995 vuestros seguidores se topan con una triste no!cia: la disolución de FM. ¿Cuáles fueron las razones de aquel adiós? La banda había estado unida durante once años y de hecho teníamos un gran número de seguidores; aunque lo que se llevaba a cabo en otras tendencias imperantes en aquellos días, como es el caso del grunge, habría conver!do en irrelevante cualquier cosa que estuviésemos haciendo. Así que nos pareció un buen momento para separarnos. Sin embargo, tras el Firefest de 2007 FM regresa a la carga en oficialidad. ¿Qué hizo que finalmente os animaseis a reunir a la banda tras algo más de diez años? Aquello nos dejó alucinados, no teníamos ni idea de que aún contábamos con tantos seguidores. Pensamos que al menos les debíamos un nuevo intento, el hacer otro álbum sin importarnos lo lejos o no que nos pudiese llevar; y aquí estamos ahora, cuatro elepés después, pasándolo en grande. Heroes And Villains es un disco trufado de canciones muy interesantes, ¿cuáles dirías que son tus favoritas en estos momentos?

para cada álbum de las cuales escogemos las que creemos que mejor darán forma a la obra final. Las canciones siempre llegan de una idea en crudo, de un primer boceto que luego la banda coge y trabaja en él hasta dejar su marca reconocible. No son pocos los seguidores de FM que llevan años esperando las remasterizaciones en disco compacto de vuestros elepés. ¿Existe alguna posibilidad en un futuro próximo? Por el momento no hay ningún plan concreto a este respecto; aunque quién sabe lo que deparará el futuro. FM estuvisteis actuando en Madrid el año pasado. ¿Qué os pareció el recibimiento de vuestro público español? Nos abrumó la respuesta de los seguidores españoles. Pasamos una jornada estupenda y estamos deseosos de regresar. La audiencia que tenéis allí es una de las mejores del mundo. Vuestra banda está claro que no para. ¿Qué planes de futuro esperan a FM? Estamos actualmente de gira y seguiremos dando conciertos el resto del año, incluidas nuevas fechas en España. Una vez terminado esto, comenzaremos a preparar el nuevo disco con el que espero nos podamos poner a principios del próximo año. ¿Cómo ves la escena británica actualmente en cuanto a música se refiere? ¿Crees que hay un si!o para el adult oriented rock? Pues parece que la cosa va viento en popa y hemos hallado un apoyo tremendo de las cadenas de radio y la prensa, logrando incluso que nuestras canciones se emitan en la BBC Radio 2, la emisora más escuchada del Reino Unido. Y qué tal funciona el tema de la venta de discos.

Mis elegidas son “You’re The Best Thing About Me”, “Incredible” y “Life Is A Highway”. ¿Cómo definirías el proceso de composición en una agrupación como la vuestra? ¿Cómo se trabaja en el seno de FM cada canción? En FM siempre escribimos unas veinte canciones 22

Todo está marchando de maravilla y Heroes And Villains ha entrado en el UK Top 40, además de estar en el sép!mo puesto en las listas de éxitos oficiales en la categoría de álbum de rock. Aun así, la autén!ca llave que abre la puerta de la venta de discos en estos días es estar de gira y nosotros no dejamos de poner todo nuestro empeño en ello.


REPORTAJE

Carrer dels Tallers 08001 Barcelona. Una historia verdadera por Fat Professor

Recientemente he cumplido una breve condena en la Modelo de Barcelona por una falta menor sin importancia (sí, yo también tenía entendido que ya la habían clausurado). A la salida de chirona me estaba esperando Dan Aykroyd, vestido con su traje negro, la corbata estrecha, las gafas de sol y el sombrero; junto a él un viejo coche patrulla que había adquirido en una subasta de los Mossos d’ Esquadra por un módico precio. Le dije que al primer sitio al que me apetecía ir después de pasar una temporada a la sombra era a la calle Tallers. La calle Tallers, para los que no la conozcan, les diré que es una céntrica calle de Barcelona popular por sus endas de discos. Para que la visualicen: seguro que en los úl mos empos han tenido oportunidad de ver imágenes por televisión en las que un grupo de exaltados y energúmenos destrozan los vidrios

del Burger King situado frente a la fuente de Canaletas, en Las Ramblas, con mo vo de las celebraciones de los triunfos futbolís cos del Barça; pues la calle Tallers empieza justo al lado, hasta desembocar en la Plaça Universitat. En Tallers se ubican algunas de las endas de discos en las que puedes encontrar 23


REPORTAJE cosas que di cilmente podrás encontrar en otros lugares de la geogra a nacional –las ferias de discos son una buena oportunidad para visitar los stands que montan exponiendo parte de su “material”– y, por descontado, que no encontrarás en ningún otro lugar de la ciudad. Allí también se pueden encontrar algunas endas especializadas en instrumentos musicales, ropa vintage y otras que te proporcionan todo lo necesario para el cul vo de plantas en tu propio domicilio, dándole un aroma único (de orines aún recientes de la noche anterior) a una calle, ya de por sí, estrecha y sombría. Aún y así, hay que decir que Tallers ya no es lo que era. Apenas quedan unas pocas endas abiertas de todas las que se encontraban antaño. Algunas de esas an guas endas de discos ahora lo son de moda de lo más hortera, y otras simplemente permanecen con la persiana bajada. Recuerdo la época en la que acudías excitado a una de sus endas a comprar una entrada para el concierto de tu grupo favorito de la época. Ibas al mostrador, pedías tu entrada, y entonces sacaban un cajita metálica donde tenían el taco con las entradas para todos los conciertos que se celebrarían en la ciudad en los próximos meses; te rasgaban la

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entrada delante tuyo y te hacían entrega de un una llave mágica que te daría acceso a un mundo de fantás cos sonidos. Eran unas entradas de una belleza sin par (o así me lo parecieron entonces) con los rostros de los miembros de tu grupo de cabecera torpemente impresos en ellas, el nombre de la banda adornando la composición y unos hologramas que hacían volar tu imaginación hasta las nubes; entonces, doblabas con cuidado la entrada para que no se rompiera y te la me as en el bolsillo deseando que avanzaran rápido las manecillas del reloj para que llegara el día que figuraba en ella impreso y disfrutar del que iba a ser, sin ninguna duda, el mejor concierto de tu vida. Nada que ver con las entradas que, hoy en día, te escupe tu impresora cuando las compras por Internet. También recuerdo con nostalgia mis visitas a Discos Balada, que era otra enda de discos situada a unos pocos metros de allí, en la calle Pelai, paralela a Tallers. En Balada podías encontrar infinidad de álbumes a precios de saldo; especialmente en la planta situada en su sótano, con una iluminación ar ficial que te destrozaba la vista, pero en la que te podías pasar toda la tarde rebuscando entre discos


REPORTAJE

de todos los es los imaginables: de Ber n Osborne perpetrando rancheras a las primeras grabaciones de Gabinete Caligari, de un doble en directo de B.B. King en el Teatro Apollo a un recopilatorio del folclore musical del Perú, de una película X a una representación de la Caballé en el Liceu… Estudiantes, jubilados, heaviatas y yayas remenando discos codo con codo, en perfecta armonía y con total naturalidad. También hace años que desapareció, dejando huérfanos de discos raros a precios imposibles de ba r tanto a la gente del barrio que la visitaba como a los que hasta allí nos acercábamos. La calle Tallers y sus aledaños han sido, históricamente, el lugar idóneo para deleitarse contemplando las esté cas de las dis ntas tribus urbanas de Barcelona. An guamente podías encontrar rockers, punks, heavies… Por algún mo vo que no alcanzo a descifrar, actualmente sólo soy capaz de iden ficar a los grupos de gó cos que pasean su blanca palidez y su luto riguroso arriba y abajo. Dentro de diez años contemplaremos otras esté cas (esté cas futuristas inimaginables hoy día o, tal vez, la misma ropa que causaba furor en la España de los años 60 rescatada del baúl de los recuerdos) poblando la calle Tallers y, entonces, hablaremos con añoranza de los gó cos que se paseaban por allá el año 2012. Deshaciendo mis propios pasos volví al inicio de Tallers, desembocando en Las Ramblas de nuevo, y allí me encontré con otra tribu urbana, una plaga de

dimensiones bíblicas: los turistas. Turistas con sus ridículos gorritos, su rojo-gamba y sus camaritas de fotos que llevan tomando la ciudad a golpe de Visa y talonario desde hace dos décadas. Me deprimí. Le pedí a Dan que me llevara al Tibidabo para contemplar desde una de sus laderas la ciudad mientras anochecía; desplegándose ante nosotros una panorámica inigualable de una urbe llena de luces parpadeantes, aviones despegando y aterrizando en el horizonte con el mar de fondo y a la que apenas ya reconozco. Siempre he tenido la descacharrante idea de que contemplar Barcelona desde una de las curvas del Tibidabo en plena noche se debe asemejar mucho a contemplar L.A. desde una de las colinas de Mulholland Drive, con la diferencia que el universo de David Lynch me parece mucho más coherente y racional que muchas de las situaciones y personajes que pueblan la Barcelona de 2012. ¿Qué fue lo que hice para acabar en la Modelo? Nada. Ocurrió que unos amables agentes de la autoridad me invitaron gen lmente a que me iden ficara, simplemente por el hecho de que mi piel es ligeramente más morena que la de la mayoría de Jordis, Marcs y Paus; entonces yo mencioné a la Generalitat y al Tercer Reich en la misma frase y, por lo visto, me malinterpretaron. ¡Qué falta de sen do del humor!

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ENTREVISTA

JIM PETERIK “Marc Scherer es una joya como vocalista que me inspira lo mejor a la hora de escribir” por Sergio Guillén

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ENTREVISTA

Jim Peterik es un tipo excepcional, uno de esos músicos difíciles de hallar. Fue miembro de una de las más importantes bandas del rock melódico de los años 80, el quinteto Survivor. Junto a ellos no sólo tocó, pues también compuso –ya fuese en tándem con Frankie Sullivan como él solo– algunas de las canciones más impactantes del grupo y que quedaron en la memoria colectiva del género. Es productor, ha trabajado con decenas y decenas de artistas, y en el nuevo siglo puso en pie uno de los nombres clave del resurgir melódico, el proyecto Pride Of Lions, hoy un grupo asentado. Ahora que anda envuelto en la promoción de su disco Risk Everything junto a Marc Scherer, en Renacer Eléctrico Music Magazine nos hemos propuesto repasar su muy envidiable carrera profesional.

Jim, a estas alturas, y tras tantos años de una excepcional carrera profesional, ya eres considerado como una verdadera ins tución en la historia del rock. ¿Cómo recuerdas tus comienzos profesionales? Tengo buenos recuerdos de aquellos primeros años en los que me empezaba a baquetear con los Ides Of March. Aquello era el autén co uno para todos y todos para uno. Nos lo pasamos genial cruzando el país de pueblo en pueblo en nuestras furgonetas gemelas Corvair Greenbriar; en ocasiones incluso dormíamos en la parte de atrás de las mismas junto con el equipo. ¿De qué canciones te sientes más orgulloso de tus días como miembro de Survivor? Me sigue encantando “The Search Is Over”. Adoro cantarla en escena, aunque nadie puede cantarla tan bien como lo hacía Jimi. También amo canciones como “Man Against The World”, “Desperate Dreams”, “Silver Girl” y “I Can’t Hold Back”... ah, y “Summer Nights” también. Todas son especiales para mí por dis ntas razones. Siempre me han gustado de igual manera las voces y los registros de Dave Bickler y Jimi Jamison. Dos grandes vocalistas, muy personales y perfectos para una banda como Survivor. Háblame un poco de la personalidad de cada uno.

Ellos siempre fueron unos pos fantás cos dispuestos a darlo todo en cada canción. Sin salidas de tono, sin grandes egos. Muy similares en lo que a ello respecta. Jimi tenía un sonido más puro, más bello; mientras que Dave, por su parte, poseía ese toque un tanto rasposo tan de rock clásico... ese sonido tan de Dave que adoraba Stallone. La escena musical perdió el año pasado a una magnífica persona como era Jimi Jamison. Cuéntame un inolvidable recuerdo que compar eses con él. Me encantaba salir con Jimi por Sausalito cuando estábamos haciendo aquel Vital Signs; yendo de bares, dando vueltas por ahí, hablando sobre música, contando chistes malos. También cuando produje su disco en solitario Crossroads Moments, en el que tras realizar un gran trabajo en el estudio solíamos pasarnos por un estupendo restaurante italiano cerca de mi casa y disfrutábamos de una gran comida. Peterik y Sullivan, Sullivan y Peterik... ¡Qué magnífico equipo de compositores! ¿Qué ha significado para trabajar con Frankie? Los resultados hablan por sí solos. Él sacaba lo mejor de mí y viceversa. Era la persona a la que más deseaba impresionar pues era una audiencia dura de pelar. 27


ENTREVISTA Saltando ahora a Pride Of Lions, tú dijiste en una ocasión sobre este proyecto: «Es mi visión de los mejores elementos de la gran era del rock melódico, los años 80, aunque actualizada con un sonido más moderno en la producción». Llevas más de diez años grabando con esta apuesta musical. ¿Cuál es actualmente tu visión de vuestro sonido?

cada mañana en jornadas de tres horas, desde las seis hasta las nueve. Me encargué de cada palabra yo mismo, aunque luego he contado con algunos buenos editores como Lisa Torem.

Es diver do pensar que esto comenzó cuando Serafino Perugino de Fron ers Records me dijo que buscaba un nuevo Vital Signs. Unas semanas después, me aseguraba que lo siguiente que quería era repe r el es lo de nuestra puesta de largo en sociedad. Supongo que hemos establecido nuestro propio sonido. Eso me agrada.

Sí, así es. Me gusta el disco que hemos hecho. Las crí cas ante todo han sido brillantes. Marc es una joya como vocalista que me inspira lo mejor a la hora de escribir. Su claridad y es lo hacen que cada tema salte fuera de los altavoces. Me gustan especialmente las canciones “Risk Everything”, “Thee Crescendo” y “Cold Blooded”, el tema que ha salido como sencillo y del que se ha rodado un videoclip.

He leído en el Twi!er oficial de Toby Hitchcock que también es fotógrafo y director de cine. ¿Ha trabajado en alguno de los vídeos de Pride Of Lions? La verdad es que no. Fue Greg Bizarro de Jaffe Films el que lo hizo. Pero para el próximo disco probaremos con Toby, es muy bueno en ello. Hablemos un poco de tu libro Through The Eye Of The Tiger. ¿Cuándo decidiste que era el momento de comenzar a escribir este libro? ¿Cuál fue el proceso de escritura? Me llevó unos tres años escribirlo, dedicándole casi

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Ahora estás promocionando Risk Everything, tu disco junto a Marc Scherer.

Entonces, ¿es esta banda un nuevo Pride Of Lions o simplemente un proyecto temporal? El empo lo dirá. Nosotros ya estamos planeando un segundo disco. Y en cuanto a poder escuchar este elepé interpretado sobre un escenario, ¿hay posibilidades de un próxima gira europea? No actualmente, aunque estamos mirando si existe alguna posibilidad. En fin, tal vez.


expo Garbo, Dietrich... y Katharine Hepburn Durante

años, la vida pública y privada de las estrellas de cine no coincidió. Los estudios mantenían una rígida disciplina a la que las divas se tenían que adaptar. Sin embargo, y como es lógico, una cosa es lo que se veía en la gran pantalla y otra muy diferente la propia vida personal de las intérpretes.

En la exposición Garbo, Dietrich... y Katharine Hepburn cerca de cincuenta artistas dan su visión de estas mujeres, la reinterpretan o reflexionan sobre lo que hay detrás de la exposición mediática. Fotografía, pintura, collage, grabado, objetos, cerámica, pequeñas instalaciones, todo es válido para acercarse al universo de las grandes del cine. Una exposición heterodoxa y divertida para saludar el verano.

LUGAR: EL FORO de Pozuelo (Plaza San Juan, nº 2)


ENTREVISTA

LA GRAN ESPERANZA BLANCA “Nuestras canciones van sobre emociones” por Sergio Guillén

Curioseando en el apartado de influencias que La Gran Esperanza Blanca tiene en su Facebook oficial, el interesado se podrá encontrar una lista que comienza con la siguiente frase: «Bob Dylan es la primera influencia, sin lugar a dudas, pero cada miembro del grupo ha aportado un matiz diferente y la lista se haría interminable». Con Zimmerman en la cabeza, y con más ganas de saber cosas sobre este conjunto que nació décadas atrás pero que ahora está más asentado que nunca, comienzo esta entrevista. ¿De dónde sale La Gran Esperanza Blanca? ¿Cuál fue el autén co punto de par da del proyecto? Por empezar rotundamente, diría que salimos de la noche de los empos. El grupo inició su camino en 1986, durante la mili de Spagnolo Ferocce y de Cisco Fran; luego ya en Valencia fue un proyecto al que se unieron Chuso Al y Chi Chitez. Si hacemos cuentas, llevamos vein nueve años vivos. 30

Antes de entrar en la escucha, el comprador, por lo que puede ver en el tracklist de este álbum, pronto asocia el lanzamiento con el mundo ferroviario, pues la referencia al tren no se queda sólo en el !tulo del álbum. Canciones como el tema !tulo o “Aquí Estoy (En Vía Muerta)” y “El Chico Del Tren” van apareciendo como recuerdo de tal vez el leitmo v de la obra. Una vez escuchado, da la sensación de que lo que realmente intentáis plantear es


ENTREVISTA un viaje por medio de narraciones más allá de una posible propuesta conceptual. Me parece acertada esa forma de verlo. Es más una colección de canciones que viajan por el empo y que nos llevan a algún lugar, sobre todo por las noches, en la quietud y ensimismamiento de cada cual. En ese momento único de soledad es cuando aparece el Tren Fantasma y convierte nuestra vida en algo que merece la pena. La escena valenciana !ene gran !rón y está volviendo a recuperar el vigor de antaño. ¿Cómo se siente vuestra apuesta en este circuito? ¿Se nota la camaradería más allá de los es!los? No demasiado. Es verdad que hay mucha gente muy joven que está moviéndose muy bien y con menos prejuicios sobre los es los; no obstante, aún hay bastante sectarismo dentro de esta escena. Me parece muy acertada la inclusión de May May Ibáñez y Rafa Adrián Ureña en el disco como colaboradores... Me trae recuerdos de la manera en la que La Frontera se planteó su lista de ar!stas invitados que colaborasen en aquel acús!co Siempre Hay Algo Que Celebrar, donde Harry C. al violín y Lucrecia Garx a la voz femenina hacían lo propio al revisar las canciones de la banda. ¿Conocíais el disco citado? Si es así, ¿os influyó de alguna manera? No. Con todo el respeto hacia La Frontera y sus fans, más allá de ramalazos esté cos musicales comunes, ellos revisaron la esté ca del western y eso es algo que no nos interesa nada. Nuestras canciones van sobre emociones.

El grupo mezcla muy bien los !ntes pop con el rock es!mulante y el salpimentado que dan las raíces de la música del terruño, de los aires sudistas norteamericanos. ¿De qué punto nace cada canción y cuál es su recorrido hasta ver la luz como una composición terminada? Todo parte de un sen miento, una imagen o un hecho puntual; el estado de ánimo que me provoca me conduce a una música, y una vez establecida esa música y melodía, aparece la letra llenando su espacio. Es muy mágico e inesperado incluso para quien lo hace. ¿Existe algún disco o discos que creáis que son inspiración directa para este Tren Fantasma? No, aunque es cierto que los gustos personales están ahí. Me hubiera gustado estar influenciado por M. Ward o Conor Oberst, pero creo que al final han pesado mucho más otros ar stas de Americana como Old Crow Medicine Show o los eternos Neil Young y Dylan. Si La Gran Esperanza Blanca fuese una película del oeste, ¿sería una de John Ford o de Sam Peckinpah? Y, por supuesto, cuál sería y por qué. Creo que Sam Peckinpah se nos ajusta mejor. La balada de Cable Hogue me parece que sería la que mejor se ajustaría. Esa socarronería del personaje, un verdadero vividor, y la pugna, casi marital, entre lo tradicional y lo moderno, es algo que creo que se puede dejar traslucir en nuestra música.

el nuevo disco de estudio de uno de los nombres puntales del rock nacional


REPORTAJE

Brian Wilson y SMiLE: La odisea de la ópera pop de bolsillo por Sergio Guillén

El año era 1966 y el grupo dispuesto a la mutación evolutiva no podían ser otros que los miembros de The Beach Boys. Ellos no renegarían jamás de su pasado, aunque había llegado el momento de exclamar aquello de renovarse o morir. Los ritmos frenéticos de guitarra impuestos por Dick Dale And His Del-Tones no sonarían a dinero eternamente, al igual que la caída en el olvido de muchos de sus contemporáneos en hazañas del rock and roll playero resultaban un aviso que no debían pasar por alto. También las huestes de los hermanos familia Wilson terminarían pasando por el aro de lo moderno, de la última moda. Ellos, quinteto que a principios de los 60 se alzaron como la enorme cabeza del movimiento surf vocal estadounidense, parecían estar dispuestos a mudar de piel de una forma casi radical. Aunque el ar!fice 32

del truco no fue otro que el genio del proyecto Brian Wilson, uno de los compositores más destacados de la cultura pop norteamericana. Él había parido la idea de su Pet Sounds (1966), un salto cualita#-


REPORTAJE vo que hasta llegó a avivar las llamas del ingenio de los británicos intocables The Beatles. The Beach Boys estaban en racha y no era momento de desperdiciar el viento para adentrarse en los océanos de la música experimental. Juntando pop con psicodelia y algo del aún en pañales sonido progresivo británico, Brian y el letrista-compositor Van Dyke Parks se prepararon para poner en marcha una obra a la que tularían SMiLE. El disco nacía con la intención de conver rse en una opereta para la década del cambio. Al final el cas llo de naipes se derrumbó y el LP no apareció en las endas, aunque Los Chicos de la Playa salvaron los muebles editando Smiley Smile (1967), un álbum que con núa con las ansias de crecer en la psicodelia, aunque lejano al portentoso Pet Sounds. Los pasajes recortados, demasiado abstractos y sin chispa terminarían por apagar el fuego de una hoguera que desaparecía por momentos. Wild Honey se editaría en el mismo año, aunque con un resultado bastante similar. El es lo deja algo de lo psicodélico aunque con un carácter netamente accesible. Un ritmo que ya no podía seguir la cabeza pensante del quinteto, un Brian saturado por su propio mundo de pesadillas, hizo que el grueso de la banda par cipase más ac vamente, mostrando con claridad que poco les quedaba por innovar.

Brian Wilson declaró en octubre del 66 que estaba dando vida a una sinfonía adolescente para Dios. Y para poder ofrecerle textos apropiados a tamaña hazaña, superando en su intención los logros de Pet Sounds, necesitaba de un nuevo camarada en el estudio. Van Dyke Parks sería el escogido, un talentoso joven que cual compositor se ocuparía de las letras que finalmente completarían las músicas y arreglos salidos del cerebro de Brian. Los experimentos psíquicos que Wilson provocó por medio de intensas sesiones con LSD marcaron de manera incues onable la estructura que seguiría la obra SMiLE. Un mundo de texturas, detalles, guiños al oyente con tablas y bromas privadas que se comenzó a grabar en agosto de 1966. De una manera poco constante el impulso crea vo se mantuvo en marcha hasta los primeros meses del año siguiente. Los retrasos, las dudas, la falta de comprensión ante una obra tan relevante y futurista en métodos, hicieron que tras duros rifirrafes de Brian con su psique y con muchos de los que le rodeaban, el asunto quedase aparcado. No sería hasta 2011 el momento en el que los seguidores de la banda hallarían publicado de manera oficial un álbum ingeniado para cambiar la escena musical poniéndola patas arriba. Nunca es tarde.

Entre Pet Sounds y Smiley Smile sucedería algo electrizante. El 11 de julio de 1966 Capitol Records edita el sencillo “Wouldn’t Be Nice” de The Beach Boys, un precioso medio empo cuya cara B no era otra que la magnífica balada “God Only Knows”. La pieza de la cara A llegaría al puesto número 8 de las listas de éxitos norteamericana, algo que no le pasaría a su siguiente “Good Vibra ons”. Esta composición ya no pertenecía a Pet Sounds, era algo nuevo, excitante, tan fresco y psicodélico como pop, un invento que atraparía el primer puesto tanto en su país de origen como en Inglaterra o Australia. Brian Wilson había llevado al límite su concepción de las grabaciones detallistas. Tomando cada parte de los arreglos e instrumentación, incluyendo pistas de voces, como capítulos inicialmente estancos que luego sí se fundirían o ensamblarían en la traca final, Wilson graba en ese insuperable single su mirada al futuro, a los sonidos del cambio. Sinfonía de bolsillo que pertenecería a una ópera en miniatura para el Verano del Amor, una época que se perdió a la postre aquel LP jamás editado, aquel SMiLE. 33


LIBROS MUSICALES

IRON MAIDEN. DECONSTRUCCIÓN (Juanjo Ordás, Editorial Milenio) El escritor madrileño Juanjo Ordás plantea este libro como un trabajo totalmente dis nto a lo que se ha venido editando en los úl mos años en lo que a un grupo como Iron Maiden se refiere. El reto no es sencillo, y ya sólo por ello hay que agradecer el esfuerzo que ha realizado este autor para llevar a cabo dicha tarea. Sin embargo, finalmente tampoco resulta algo tan extremadamente innovador como pueda parecer, al menos para alguien que venga siguiendo la andadura de este grupo durante décadas.

es donde se encuentra la sustancia y la verdadera razón de ser de este trabajo, porque es cierto que la parte biográfica se de ene demasiado en tópicos y cosas harto conocidas por los grandes fans de la banda. Los análisis y comentarios crí cos de Juanjo Ordás son precisos, incisivos y ponen a disposición del lector un panorama bastante acertado de lo que Iron Maiden ha supuesto para la historia de la música, moviendo al seguidor a seguir inves gando en los discos y temas de la banda.

Iron Maiden. Deconstrucción relata la historia de la banda británica desde su nacimiento hasta prác camente el momento de edición del libro. Pero esto no es lo más importante. Lo relevante de esta obra es que Ordás ofrece su visión crí ca sobre la trayectoria de la formación, deteniéndose en completos análisis de sus discos (canción a canción), sus giras de conciertos e incluso los proyectos paralelos o personales de sus componentes (ASAP, Psycho Motel, Bruce Dickinson en solitario, Primal Rock Rebellion y el álbum Bri!sh Lion), los cuales aparecen perfectamente explicados y desmenuzados. Aquí

Como decía, siempre es digno de alabanza que un autor se moje a la hora de opinar, y más cuando lo uno lo hace con una de las vacas sagradas de un género como el heavy metal. Aunque esto, inevitablemente, provoque discrepancias entre lo que uno lee y lo que uno piensa, pero siempre está bien conocer otros puntos de vista bien desarrollados y argumentados como lo hace Ordás en su libro. Curioso ensayo del cual los seguidores del grupo podrán sacar mucho provecho. por Andrés Puente

YONQUI (Paco Gómez Escribano, Editorial Erein) “Este Madrid” de Leño sonando junto al Made In Japan de Deep Purple en un billar, una camiseta de los Ramones a juego con unas zapa llas Yumas mientras echas una par da al futbolín y un Renault 5 aparcado junto a un Citroen GS frente al SEPU. Es 1978 y estamos en Madrid, o mejor dicho, nos encontramos en Canillejas. El Botas, un adolescente desorientado en el mundo que concentra todo su universo en el barrio, es el protagonista de esta historia que transcurre en una época reciente de este país en la que 34

las drogas echaron a perder a toda una generación de jóvenes detrás de cada una de las esquinas que doblaban las calles de nuestras ciudades; y el rock urbano, ¡cómo no!, ejerciendo de banda sonora en esta odisea urbanita. Como muy bien se encarga de aclararnos el propio Paco Gómez Escribano en la introducción, en esta novela ha optado porque sea el propio protagonista el que nos narre los acontecimientos, en primera persona, em-


LIBROS MUSICALES pleando sus propias palabras y haciendo uso de la jerga natural de la época y del entorno en el que se mueve nuestro héroe (al que como todo héroe que se precie acompaña su heroína). El resultado es un tes monio que pretende transmi r veracidad, en un tono casi documental –como si ahora le proporcionaras a un chaval una cámara digital para que él mismo se filmara un día cualquiera de su existencia durante vein cuatro horas– del día a día de aquellos adolescentes a los que les tocó vivir los primeros años de una recién estrenada “democracia” en los suburbios de la gran ciudad, en ambientes marginales donde el desarraigo y la falta de perspec vas de futuro era todo lo que oteaban en su horizonte. Los estragos que las drogas causaron en gran parte de estos jóvenes y la música como única vía de escapatoria enen un papel predominante en una novela que te sumerge en una vorágine de

alucinaciones estupefacientes, violencia callejera, vacíos existenciales, sueños rotos y esperanzas en forma de canciones. Yonqui es el primer tulo de una serie de tres novelas –la “Trilogía de Canillejas”– que el autor ene ya completadas, un libro para situar en la estantería junto a tus vinilos y casetes de Leño y Asfalto, y al lado de tus cintas Beta y VHS de películas como ¿Qué hace una chica como tú en un si o como éste? de Fernando Colomo o Navajeros de Eloy de la Iglesia. Si enes que consultar tu smartphone para saber qué es eso de Beta y VHS, es que no lo vas a entender. «Ah, no, sin vivir en Madrid no lo entenderás», que cantaba Toño. por Fat Professor

IAN CURTIS: EN CUERPO Y ALMA (Deborah Curtis y Jon Savage, Malpaso Editorial) Ian Cur s, cantante y líder de Joy Division, es sin duda uno de los personajes malditos por antonomasia de la historia de la música pop. Su legado, muy breve en el empo aunque considerable en influencia y trascendencia, abarca cuarenta y tres canciones que, con el paso de los años, se antojan cruciales en la transición entre el punk rock y la new wave, movimientos que marcarían el devenir de la música popular en el Reino Unido en las décadas de los 70 y los 80. Cur s, acosado desde hacía empo por el fantasma de la epilepsia y otras clases de demonios personales, terminaría suicidándose antes de cumplir los vein cuatro años. Leyendo este libro ( tulado originalmente Love Will Tear Us Apart, con seguridad la canción que permi ó a su grupo pasar a los libros de historia) uno puede llegar a comprender, con las lógicas reservas que un trabajo de este po puede plantear en el lector, las interioridades de una personalidad compleja como la de Ian Cur s. A través de documentos exclusivos como los textos manuscritos por el propio vocalista para cada una de las canciones de Joy Division (con escasas excepciones que no se pudieron localizar),

ensayos biográficos de quien fuera su pareja Deborah y el autor Jon Savage, un análisis de sus libros predilectos e incluso correspondencia privada entre Cur s y sus fans, podemos sen rnos tes gos privilegiados del proceso crea vo de Ian y llegar a a sbar las aristas de un atribulado ser humano, más aún si atendemos a la juventud del mismo en el momento de su muerte. Es este un libro para leer y releer, sobre todo si uno es seguidor de Joy Division. Como es habitual en Malpaso, la edición es una verdadera gozada, y la posibilidad de acceder a los manuscritos originales traducidos (con sus respec vas enmiendas y versiones alterna vas) cons tuye sin duda un plus de interés que ninguno de los fans de la banda debería pasar por alto. Y ya si se complementa con el visionado de dos películas fundamentales como 24 Hour Party People (2002) y Control (2007), podemos hacernos una idea bastante fidedigna de lo que se cocía en el Manchester del cambio de década. por Andrés Puente

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LIBROS MUSICALES

ELECTRICIDAD REVISITADA (Edi Clavo, Editorial Milenio) Seguramente no son pocos los que, tras escuchar que el libro que Edi Clavo ha publicado con la Editorial Mileno no es otra cosa que un ensayo, se han planteado las más variadas preguntas. ¿Será esta una biogra a sui géneris de Gabinete Caligari? ¿Será esta Electricidad Revisitada un estudio sobre la historia de la música española? ¿Será acaso un tratado sobre el mundo de los bateristas? Lo cierto es que este trabajo de Clavo es un campo abierto para el recuerdo, un recuerdo que le lleva a versar su historia como músico profesional de fama, al igual que a tratar tanto sus inicios, etapas anteriores a Gabinete Caligari y proyectos posteriores. De la misma manera, Edi es diestro y muy detallista en su análisis de la escena nacional y en su evolución desde los 70 hasta la actualidad. U lizando como excusa diferentes conciertos a los que ha asis do de público a lo largo de su vida, Edi Clavo retrocede con su memoria a situaciones, hechos, anécdotas y

curiosidades acaecidas en los años colindantes con las actuaciones seleccionadas. Además, de cada interpretación de cada ar sta de los que habla (incluidas las de los conjuntos de los que ha sido parte), el autor gusta de analizar técnica, es lo y equipo (baterías, guitarras, amplificadores, etcétera) con los que se crea la música. Electricidad Revisitada es una obra fantás ca de un muy entretenido escritor, un baterista y Licenciado en Historia del Arte al que se le nota adorar la inves gación de la iconogra a del rock. Además, se muestra todo un caballero en sus comentarios a an guos conocidos o camaradas que a día de hoy ya no lo son; jamás busca la vende a fácil, jamás escupe bilis, Clavo prefiere narrar con sen do, elegancia y ritmo los momentos vividos, momentos que son ya historia de nuestra música. por Sergio Guillén

¡GRITÉ UNA NOCHE! (Gabriel Abril, Editorial Milenio) Gabriel Abril u liza muy acertadamente el !tulo de uno de los éxitos de los madrileños Nacha Pop para dar nombre a su nueva obra, un libro en el que ahondar en una comple!sima lista de los álbumes más relevantes o curiosos que se han grabado sobre las tablas en nuestro país. Una antología de discos en directo que viaja a lo largo de cincuenta años para poner en su si o y analizar lanzamientos de lo más variopinto. Y es que si algo hay que agradecerle al autor, además de su buen es lo escribiendo y una gran capacidad de síntesis (sin por ello perder por el camino 36

ni un ápice de información), es la apertura con la que se acerca a un género como el pop-rock, una mirada viva que mete en el saco cualquier expresión musical que no tema, desde esta corriente, fusionar los es los más insospechados –y viceversa–. Por lo tanto, aquí el lector puede leer la reseña del Úl mo Concierto de 091 y unas páginas más adelante hacer parada en el Directo A Los Cojones de La Banda Trapera Del Río, el En Concierto de Hilario Camacho o ese En Directe de las leyendas catalanas Iceberg. Este quinto libro de la colección Vinilomanía de la


LIBROS MUSICALES de la Editorial Milenio, que aparece casi dos años después de aquel Achilibook. Biogra a Gráfica De La Rumba En España 1961-1995 de Txarly Brown, es un maravilloso cajón de sastre por el que perderse y en el que poder ir dando saltos por orden

alfabé!co para repasar cinco décadas de música capturada en ese suspiro cargado de emociones que es una actuación en directo. por Sergio Guillén

LA IRA ES ENERGÍA. MEMORIAS SIN CENSURA (John Lydon, Malpaso Editorial) En estas memorias de John Lydon el vocalista se lamenta en varias ocasiones de la escena punk nacida tras los pasos de los Sex Pistols y demás contemporáneos. Incluso suelta mensajes directos a los seguidores del punk que no han sabido entender ni a su banda posterior, los PiL, ni a su gusto por los cambios: «No hay que imitar, repe!r, duplicar. Avanzas o desestructuras o haces lo que haya que hacer para adaptar el viaje al contenido». La Ira Es Energía resulta un libro apasionante para ir mucho más allá de lo que significaron los Sex Pistols, incluso para profundizar aún más metros y metros tras la imagen reconocible de esos locos mutantes en pos de la experimentación que son PiL; esta edición nos muestra a un Lydon que sigue siendo Ro#en pero que igualmente ha aprendido con la edad, ha sabido reflexionar sobre su vida, su familia, sus amigos, la música, y todo le ha llevado a poder afrontar esta obra por medio de análisis bien desarrollados, entretenidos y buscando explicaciones o lógicas a las diferentes etapas de su existencia-carrera.

Se mofa de tanta leyenda urbana sobre su persona, ya fuese en sus días como Pistol como en lo que vendría después; aunque eso no quita para que valore con insistencia en diferentes capítulos lo que significaron las Pistolas Del Sexo en le escena musical de su !empo y en la de los venideros. Aun así, llega a puntos un tanto extremos cuando pone de vuelta y media a casi la totalidad del resto de bandas de la escena punk que crecieron al mismo !empo que su grupo (empezando por The Clash). Un extenso viaje de más de seiscientas páginas en el que desplazarnos desde su infancia hasta sus diferentes proyectos musicales y los programas televisivos por los que ha pasado o ha presentado. Excepcional documento de un ar!sta cargado de humanidad –así se nos muestra ahora John– mil veces copiado pero nunca igualado. por Sergio Guillén

SERAPIO GUITART,YEYÉ DE CHAMBERÍ (Antonio Perales, Artgerust) Cuando se publicó la novela Serapio Guitart, Un Yeyé En El Franquismo no fueron pocos los lectores que quedaron prendados con la figura de su protagonista. Ese héroe tan an!héroe, ese joven canalla, ese quijotesco chaval que se enfrenta a los gigantes con forma de molinos que representan la represión, la censura, la España gris para un mu-

chacho que siente que hay otra vida por vivir. Un yeyé en toda regla que necesitaba de más páginas para con!nuar sus andanzas. Y aquí llega de nuevo Serapio, acompañado por su amigo-escudero Goros!za, siempre implacable en pos de la canción británica pop de moda, siempre 37


LIBROS MUSICALES prendado de The Beatles, siempre anhelando el contacto femenino, siempre buscando el ser aceptado por la pandilla más enrollada de Madrid. En Serapio Guitart, Yeyé De Chamberí le vemos ocupando su si!o junto a la panda hippie del “niño bien” Máximo Glande; el comprador conocerá así las nuevas correrías de este figura que ya juega en otra liga gracias a ser aceptado en un círculo más selecto. Eso no pervierte, eso sí, la pasta de la que está hecha Guitart, siempre pensando –además de en la música y las chicas– en las promesas de amistad hechas a Goros!za y en los lazos de camaradas que los unen más allá de modas y encrucijadas adversas.

Antonio Perales se man!ene en el empeño de hacer una suerte de saga con las vivencias de tan curioso, iconoclasta e interesante yeyé, y de hecho el postre de esta nueva novela –que se lee en un pis pas– deja a nuestro Serapio a las puertas del desvirgue, con una propuesta de dos rombos que de seguro no rechazará. Pero eso, claro está, queda para la tercera entrega que esperemos no se demore mucho en ofrecernos Perales. por Sergio Guillén

EN TIERRA DE NADIE. 25 AÑOS DE DOCTOR DIVAGO (Mario López Torregrosa, Carena Editors) Vein!cinco años haciendo música bajo un mismo nombre no es algo de lo que muchos se puedan enorgullecer. El camino es pedregoso, más todavía cuando uno no trabaja a favor de las modas o debe reinver!r lo ganado haciendo música para hacer más, para ir más allá, para con!nuar grabando, dando conciertos, luchando. Y si encima tu es!lo disfruta de esa poco oída personalidad que te hace único pero que igualmente te pone en contra a todos aquellos que necesitan de pega!nas es!lís!cas para saber si les gusta o no una canción, la cosa es ya digna de una epopeya. Por lo tanto, En Tierra De Nadie es un #tulo perfecto para un libro que versa sobre una agrupación nacional única, un conjunto de instrumen!stas que canción a canción, disco a disco, han creado una forma fresca de amalgamar, fundir, agitar o sumar corrientes musicales sacando a la postre un sonido perfectamente reconocible. Y es que ya debemos hablar con propiedad de un “sonido Divago”. Eso no quiere decir que siempre suenen igual, que todas sus canciones se parezcan; sin embargo, sí es cierto que cuando escuchas una composición de este grupo, !re por el palo que !re, siempre acier38

tas a reconocerles. La armónica explosiva de Antonio Chumillas, el toque preciso a los parches de Asensio Ros (el inigualable Wally) y el arte, la guitarra y la voz de Manolo Bertrán –además del imaginario personalísimo que habita en sus textos– han sido y son el núcleo duro de una banda por la que han pasado un número más que considerable de musicazos, completando el quinteto desde hace ya bastantes años David Vie y Edu Cerdá, dos autén!cos genios. Este libro repasa, analiza y describe minuciosamente una vida profesional que pocos nombres de nuestro panorama se han trabajado con tanto empeño como los Divago. Gracias por tanto a la labor enciclopédica de Mariano López Torregrosa, que se ha entrevistado con todo aquel que es o ha sido alguien en el universo Divago para dar mayor realidad a esta obra, y a los apuntes finales de Bertrán comentando sus propias letras. Un libro indispensable. por Sergio Guillén


ARTÍCULO

Alvin Stardust. Tupé, patillas, alzas y pop and roll por Sergio Guillén

Alvin Stardust podría casar perfectamente con aquel tulo que pusiese The Kinks a uno de sus mayores éxitos: “Dedicated Follower Of Fashion”, aunque Bernard William Jewry, nombre de pila de este adalid glam, en el campo musical. En su adolescencia jugó a ser un clon de The Shadows en una banda lista para los jóvenes menos preparados. Aquellos polluelos musicales llamados Shane Fenton And The Fentones perdieron a su vocal, líder que daba nombre a la banda (aunque realmente se llamaba Johnny Theakstone), a causa de unas fiebres reumá"cas que segaron su vida a los diecisiete años. Bernard terminaría frente al micro tras pedirles la madre del fallecido a The Fentones que con"nuasen en marcha en honor al hijo perdido. Los sencillos no se les dieron mal en el Reino Unido, aunque el cambio de década y la llegada de unos 70 cambiantes llamarían al reinventarse o morir. Michael Levy de Magnet Records ya sabía de esta necesidad, así que no tardó en engatusar al bueno de Jewry para que pasase a ser el extraño Alvin Stardust. Y es que, aunque la mona se vista de seda... El nuevo Alvin resulta algo así como un seudo Elvis un tanto macarrónico en maneras, pa"llas picudas e interminables a lo Curro Jiménez y una falta de

ac"tud que le llevan a no rechazar campañas por la seguridad vial. Es así como, todavía grabando canastas de tres puntos cual “My Coo-Ca-Choo” o “Jealous Mind”, el público británico le guarda en la re"na para los restos por ser el pimpollo que aleccionaba a dos infantas de cómo cruzar la calzada tras mirar bien a izquierda y derecha, derecha e izquierda. Tanto monta, monta tanto, en inglés como en esperanto (y más si nos referimos a una inicia"va por el Green Cross Code que enarbolaba lemas para el recuerdo como “you must be out of your !ny minds” o “be smart, be safe”, la úl"ma de las dos le dio a Stardust hasta para una tonada). Esto le ganó amistades con todos los escolares empollones de clase, aunque le quitó credibilidad ante la parroquia más macarra y barrial del glam agresivo o rebelde. Hasta el 77 editó LPs con bastante intención, a la par que ideaba prontas compilaciones que le ayudaron a vivir en los 80 de final mutación a niño bueno de jersey y sonrisa. The Untouchable Alvin Stardust, Alvin Stardust o Rock With Alvin son ejemplos fehacientes de que la industria de aquella década no se libro de este Presley por el márke"ng.

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CRÓNICAS DE CONCIERTOS

DUO KIE Sala Arena, Madrid, 10/04/2015 «Bailad para mí, bailad para mí», «esta noche seremos estrellas» u «hoy no nos pueden parar, podemos volar» son algunas de las frases que aparecen a lo largo del texto del tema “Sonríe Y Que Se Jodan”, canción de Duo Kie con la que este tándem comenzó la noche y palabras que eran una afirmación de lo que pasaría aquella jornada en Madrid dentro de la sala Arena. Locus y Nerviozzo, los componentes de tan excepcional apuesta, se han ido convir endo desde finales de los 90 hasta la actualidad en uno de los duetos más resolu vos en la escena hip hop nacional. “Mátalos A Todos”, “Yeah!” –en la que Nerviozzo canto algunas estrofas al oído de una de las chicas de la primera fila–, la muy crí ca “Sembrando Balas”, “Madriz” o “Las De Perder” se fueron sucediendo con muy acertados incisos del dúo en los que se sen"a el gran compañerismo que hay entre ambos y lo bien que conocen el !ming de su parlamento, siempre marcado por el humor, la sorna y esa acertada forma de meter al público en su juego. Tan especial noche, acompañados para la ocasión los dos MCs y el DJ Yulian por el bajo de Mey Alean, la batería de Carlos Mirat y la guitarra de Richie Pa-

lacin, nos entregó curiosidades como ese “Fuerte”, en la que Locus se emocionó viendo a su madre sentada entre el público; unas “Bon Voyage”, “Nosotros Lo Hicimos” y “¿Quién Se Apunta?” que enloquecieron a los asistentes, el scratch del ya citado Yulian sobre canciones de The Knack, Twisted Sister, Survivor y Gotye o ese estallido final que resultó escuchar el texto de “Charlie Sheen” cantado sobre la base instrumental del “Seven Na on Army” (The White Stripes), ejecutada para la ocasión por el trío Alean/Palacin/Mirat. Por cierto, este úl mo no decepcionó y, al igual que le hemos visto hacer junto a Obús, mezcló sus partes de batería con constantes malabarismos, giros y trucos con sus baquetas. Carlos también milita junto a Mey en la banda Labelle, de ahí el buen rollo que desprendía la base rítmica aquel viernes. Un comienzo de fin de semana dis nto, un concierto único –o, al menos, eso explicaron Locus y Nerviozzo diciendo que seguramente sería la úl ma vez que tocarían con banda eléctrica sobre el escenario–, una cita perfecta. Y es que ya lo dijeron ellos en 2008: «Duo Kie da la patada y ra la puerta». por Sergio Guillén

TOPO Sala Paddock, Madrid, 11/04/2015 Presenciar el nuevo concierto de una banda que te gusta, de la que te sabes al dedillo sus discos, de la que has visto un gran número de conciertos suyos a lo largo de tu vida, suele ser di#cil pues puedes llegar al mismo con ideas preconcebidas y con el listón alto –muy alto, en el caso de Topo, siempre excelentes sobre un escenario–. La razón de esa aparición en la madrileña sala Paddock era la presentación de un disco que, como decía en mi reseña, les ha rejuvenecido todavía más que Prohibido Mirar Atrás pues en El Ritmo De La Calle se puede hallar el tuétano de cada época de la banda en el total de las canciones que lo componen. Escucharles comenzar apostando fuerte por esa dupla que hacen de “Los Chicos Están Mal” y “Marea Negra”, con José Luis Jiménez con su eterna cara de felicidad por encontrarse ante su público y sus movimientos vivaces de adolescente con el bajo en 40

en ristre, ya avisaba de otra noche de buenas notas en las calificaciones finales. Pero fue en el “Blues Del Dandy”, tras presentar dos piezas de su recién editado elepé (“El Ritmo De La Calle” y “La Máquina Del Tiempo”), cuando comprendí que la garra que habían traído las baquetas y el tempo de José Martos al grupo había resultado jarabe rejuvenecedor. Acababan de pasar cuatro canciones como si de un suspiro se tratase, por lo que escuchar entonces cantar a Lele Laina ese blues encarnado a la par que socarrón y percatarse toda la sala de que aquella noche el guitarrista y vocal había regresado a los veinte años, fue todo uno; menuda forma de afrontar los textos y menuda garra a la hora interpretar sus partes de guitarra más bravas. Sonaron de seguido “Autorretrato” y “Abélica” como homenaje a los rincones más experimentales


Lele Laina (Topo)


CRÓNICAS DE CONCIERTOS del primer elepé, algo que ya se escuchó en la Revirock en 2011 y en la Ego Live hace dos años (cuando presentaron a Martos como nuevo miembro). Y nombraba al baterista que ha sus tuido a Miguel A. Bullido, e incluso creo que debe tomarse muy en cuenta su entrada en la banda; aunque con es lo diferente al de Terry Barrios, me dio la impresión de que es el músico que más se ha acercado al empuje y el ritmo que movía a Topo en sus días de despegue. La locomotora Martos inyecta con su dura pegada y sus arreglos la necesidad de sonar canción tras canción con mayor vigor. Igualmente, reverenciar la técnica de Luis Cruz, que con las seis cuerdas de su guitarra incluso doblaba las notas de teclado de las primeras canciones que grabó el grupo en sus comienzos. “Vallecas 1996”, “El Periódico”, “Policías Y Ladrones”, “Ciudad De Músicos”, “Después Del Concierto”, y tantas y tantas otras que enmarcaban una carrera sobresaliente de un

grupo inolvidable. Momentos tan emocionantes y significa vos como esos segundos tras tocar “Tarzán (J.W. El Único Tarzán)”, ya en los úl mos minutos de los bises, cuando a José Martos le dio un pequeño acaloramiento o mareo; Jiménez se acerca a ver que le pasa a su compañero, agachada su cabeza sobre el ven lador situado en el lateral del puesto del baterista. Lele pide un momento y Cruz también mira para el fondo de la escena; y cuando todos comenzamos a preocuparnos, Martos, haciendo de tripas corazón y sacando fuerzas de lo más profundo, se arranca a marcar el ritmo de “Mis Amigos Dónde Estarán”, proeza que llenó de júbilo a los allí reunidos y que demostró una vez más que la veteranía es un grado. Cuando un grupo lo hace de matrícula de honor hay que decirlo. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

THE EXCITEMENTS + THE LIMBOOS Sala Caracol, Madrid, 25/04/2015 Mes de abril de 2015. Se rebasan las nueve de la noche de un lluvioso sábado madrileño. Fuera de la sala Caracol está el destemple, el escalofrío húmedo; dentro el recinto atesora el calor, un calor nacido de la música con enjundia y alma. Un momento. Para la concatenación de tonadas de espera y, todavía cerrado el telón de escena, comienzan a sonar por los amplificadores las primeras notas de “Early In The Morning”, canción perteneciente al elepé Space Mambo del cuarteto The Limboos. En esta ocasión Daniela Kennedy, Roi Fontoira, Sergio Alarcón y Marcos Mascato se hacen acompañar por un quinto componente que ponga vientos en las vibrantes interpretaciones de la banda. Suenan en pocos minutos “Not A Soul Around”, “Rockin’”, “What I’m Saying”, “Up The Line” o “Brownie”, con Daniela sacando rítmicos tempos de su set de batería, poniendo a bailar la estructura total que completa junto al resto de sus compañeros. Marcos echa un vistazo de vez en cuando a su espalda, buscando la mirada cómplice de Kennedy en una nota concreta o en una entrada o cambio preciso, mientras Roi se acerca y se separa del micrófono punteando con su guitarra, moviendo los pies al compás en una danza corta pero vivaz. The Limboos presentan tema nuevo (inspirados por el sonido de The James Hunter Six, tras haber sido sus teloneros), no olvidan piezas fundamentales de su 42

espectáculo, como ya son “Space Mambo” y el single “Big Chef”, y cierran por medio de la electrizante “Jambalaya Walk” –la cual se sin ó más revolucionada y de presta palpitación que en la grabación en estudio–. La Penniman Records R&B Revue, parte de las ac vidades oficiales del madrileño Fes mad 2015, cruzaba el ecuador de la velada cuando se sube al escenario la totalidad del combo The Excitements. Bueno, la totalidad no, ya que falta alguien frente al micrófono principal. El amplio y completo conjunto, todo trajeado como es norma en una apuesta de estas caracterís cas, se adentran en la noche con su perfectamente engrasado sonido y con un Daniel Segura que ya desde el minuto uno destaca por su nervio excepcional dirigiendo la base rítmica desde el bajo. Adrià Gual se acerca entonces a un micrófono lateral y, a pleno pulmón, rememorando aquellas presentaciones que caracterizaban a la entrada de James Brown a escena, avisa a propios y extraños de que Koko-Jean Davis va a hacer acto de presencia sobre la tarima. Y allí aparece ella, decidida, con paso firme a la par que ligero, luciendo un breve ves do de raja a un lado ideado con un único fin: poder moverse y interpretar a su antojo cada tema, pegar patadas al aire, balancearse, girar o bailar con soltura –algo que no paró de hacer a lo largo


Koko-Jean Davis (The Excitements)


CRÓNICAS DE CONCIERTOS del concierto de la agrupación a la que pertenece–. Era ver a Koko-Jean Davis desenvolverse con tesón y desparpajo en canciones como “Don’t You Dare Tell Her”, “Some mes To Much Ain’t Enough”, “I Need You Baby” o “Keep Your Hands Off ” y rememorar aquellas actuaciones que a principios de la década de los 70 ofreció Tina Turner junto a Ike y su banda en el programa germano Beat-Club –aunque aquí sin coristas femeninas, al contrario que en las actuaciones de Ike y Tina–. “Ha, Ha, Ha” es casi una segunda parte del “Respect” de O s Reding en la voz de Aretha Franklin; Koko-Jean la imprime de ese orgullo, esa personalidad y ese juego entre ca-

dencia r&b y voz soul. “I’ve Bet And I’ve Lost Again”, la balada preferida de la cantante, sonó estremecedora y totalmente ín ma, en contraposición de la energía jovial de “Fishing Pole”; ambas ros acertados, como todo el repertorio de esta magnífica apuesta musical. Ya me esperaba buenos resultados sabiendo de los dos grupos sobresalientes que conformarían el evento, pero al final Penniman Records R&B Revue superó cualquier expecta va y se convir ó en una cita imborrable en la memoria. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

LITTLE HURRICANE La Boite Live, Madrid, 26/04/2015 Unos delicados pies femeninos descalzos que lucen uñas cuidadosamente pintadas reposan sobre los pedales del bombo y pla llos del charles de la batería respec vamente. Unas botas masculinas pisan sobre los múl ples pedales de efectos sonoros de una guitarra. Los pies de ella son los de Celeste “C.C.” Spina, las botas de él pertenecen a Anthony “Tone” Catalano; juntos forman el dúo afincado en San Diego Li!le Hurricane que está de gira por vez primera en España desplegando su irrefutable repertorio repleto de dirty blues –de hecho el concierto que ofrecen en la madrileña sala La Boite es apenas la segunda actuación que dan en Europa en toda su carrera musical después de haber par cipado ya en reconocidos fes vales musicales allá en su país–. La aparente fragilidad que desprende la esbelta figura de C.C. Spina envuelta en un elegante ves do de noche se desvanece cuando ésta asesta el primer golpe de baqueta; desde ese preciso instante, Tone Catalano manejará con maestría los infinitos pedales de su guitarra eléctrica para sacarle el máximo par do posible a su instrumento mientras establece un constante diálogo con su compañera; un diálogo lleno de miradas cómplices y juegos vocales e instrumentales. Li!le Hurricane hacen gala de un blues sucio y arrastrado pero con amplitud de miras, abierto a otros es los musicales. La guitarra de Catalano sangra acordes cenagosos y solos rugosos mientras la batería de Spina dirige con mano firme tanto los ritmos más cadenciosos como los más salvajes, en ocasiones marcando el ritmo con un porte marcial digno de una marcha 44

militar y convir endo el escenario en un par cular campo de batalla sonoro. A lo largo de la noche habrá empo para que Spina combine la batería con la mandolina mientras Catalano toca el slide en la guitarra que reposa horizontalmente dispuesta para tal efecto a la vez que canta empleando un micrófono vintage que otorga al conjunto ese sonido añejo que caracteriza su úl mo disco Gold Fever. Este dúo deja bien patente que en directo le sobran los recursos y que no necesitan de nadie más para comerse el escenario ellos solitos. En Madrid, Li!le Hurricane presentaron los temas de su más reciente álbum y repasaron otros pertenecientes a su debut discográfico Homewrecker, ofreciendo un extenso paisaje sonoro; un paisaje en el que retrataron todos esos escenarios que conforman el camino que media entre los pantanos del Sur Profundo y las áridas erras de los desiertos de California. En el recorrido de uno de sus directos hay empo para hacer un alto en el camino parando a comer algo en un Taco Bell –momento idóneo para escuchar “Hold Me Back”, tema que alcanzó notoriedad al dejarse oír en una campaña publicitaria de dicha franquicia– o para, incluso, sintonizar en la radio del salpicadero el “Money” de Pink Floyd. Esperemos que esta sea la primera visita a nuestro país de las muchas que este súper dúo nos ofrezcan en el futuro. Una cita imprescindible para los amantes del blues más visceral y enraizado. por Fat Professor


CRÓNICAS DE CONCIERTOS

THE BREW Sala Supersonic, Cádiz, 03/05/2015 Es curioso que pasando en tantas ocasiones por Cádiz, dedicando tantas jornadas a tan bella ciudad, aún no hubiese visitado la Supersonic; pero qué mejor que un concierto de la talla de los que ofrece la formación británica The Brew para desvirgarse con dicha sala. Este trío no es precisamente una banda desconocida para el que esto escribe, como ya he remarcado con anterioridad en este medio, pero seguramente sea en el local gaditano

citado donde los he podido disfrutar más de cerca. Y es que una vez montada la batería, de la parte frontal del bombo al borde de la baja tarima –no más alta de mi rodilla– había escasamente dos palmos; así que, situado en primerísima fila, no fueron pocas las veces que tuve que esquivar el clavijero de bajo de Tim Smith. Eso te hacía estar totalmente dentro del show, muy similar a la sensación que se vive en la madrileña La Boite. Ade-

Jason Barwick (The Brew)

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CRÓNICAS DE CONCIERTOS más, si a ello añadimos el empuje y fiereza con la que tocan todos los componentes de The Brew, estamos entonces ante un terremoto que revolucionaría aquella noche de domingo la Tacita de Plata. Desde “Repeat” hasta “Shuffle”, pasando por “Mute”, “Pause” o “Skip” de su úl mo Control, arreme eron con fluidez y seguridad, conociendo al dedillo el camino que siguen. “KAM” se presentó precedida por un introducción en clave de jam totalmente embriagadora, mientras “Every Gig Has A Neighbour” resultó tan convincente como lo viene siendo desde que la presentaran por primera vez sobre un escenario. En “Six Dead” Jason Barwick agarró el arco de violín que siempre ene a mano en escena para frotar y golpear las cuerdas

de su guitarra, tan a lo Jimmy Page como siempre. Tras el completo solo de Kur s Smith a la batería, los tres ofrecieron un buena tanda de versiones un tanto recortadas a modo casi de popurrí –un poco de The Doors por aquí, algo de Led Zeppelin por allá–; aunque está a tal nivel y su material propio es tan bueno, que me atrevería a decir que la banda podría sus tuir perfectamente estas versiones por cosas como “Imogen Molly”, “Postcode Hero” o “Sirens Of War”. Tremebundos, como no podía ser de otra manera viniendo de ellos. por Sergio Guillén foto por África Paredes

DOCTOR DIVAGO + ANGRY SAINTS Sala Wurlitzer, Madrid, 23/5/2015 Precedidos por el cuarteto Angry Saints y esa penetrante mixtura rock que dan a su sonido un británico, un australiano y dos españoles, Doctor Divago regresaban a Madrid para abrir el tarro de las esencias, en esta ocasión con la forma de esa olla express que ilustra la portada de su trabajo compilatorio Especial De La Casa con el que el conjunto valenciano está celebrando sus vein cinco años de historia. Pero estos instrumen stas no son de los que se ciñen a guiones preestablecidos y el hecho de que viajasen a la Sala Wurlitzer no era necesariamente sinónimo de sen rse en la obligación de presentar un setlist ajustado únicamente a las canciones reunidas en el citado recopilatorio. No hay que olvidar que de la discogra!a de los Divago uno puede sacar canciones memorables a paladas, fuesen o no singles en su momento; y que si no aparecen más en Especial De La Casa es por falta de espacio en el disco compacto, no por carecer de material brillante y excepcional. Por lo tanto, “Sólo La Mitad De La Mitad De Mí”, “El Asesino Tocaba La Armónica”, “En Otra Vida”, “La Deriva Con nental” o la estupenda versión que hacen del “Voy Buscando” de Nino Bravo, igualmente encontraron su posición y momento.

ROBIN BECK + PHASE II PHASE Sala Caracol, Madrid, 26/05/2015 46

Una actuación pletórica, tan llena de encanto, ganas y tablas, que no la ensombreció el escaso aforo –escaso, sí, pero totalmente entregado a cada canción–. Y yo me pregunto, siendo Doctor Divago la banda que es, con la carrera impoluta que se han labrado durante tan"simos años, con los instrumen stas sobresalientes con los que cuenta y con el que es para mí uno de los mejores letristas que hemos tenido en nuestro país, ¿qué narices hacía la gente apalancada en su sillón casero sin salir a abarrotar la Wurlitzer? Qué pasa, ¿que todo el mundo estaba pegado a la pantalla de la televisión para ver si Edurne pasaba o no de los puestos de cola en las votaciones de Eurovisión? Es llama vo que en una ciudad en la que se alardea de cultura, en la que hemos conseguido con nuestros votos situar a Manuela Carmena donde está, no seamos capaces de valorar conciertos de este calibre. Y comprendo que no todos los que quisieron asis r pudieron, siempre surgen contra empos, ¡pero los Divago se merecían una sala llena, hombre ya! por Sergio Guillén


James Christian (Robin Beck)


CRÓNICAS DE CONCIERTOS Tras actuar por primera vez en nuestro país el pasado año, Robin Beck y su banda volvían a Madrid para nuevamente repasar sus éxitos del ayer y sus más recientes grabaciones. Y decía banda pero bien podría catalogarlos de familia –la propia Robin así lo hace– pues, como es norma, al bajo la acompaña su marido, el House Of Lords James Chris an; y como remate, y para cerrar los parentescos sanguíneos, la hija de ambos, Olivia Deicicchi, se había unido a este viaje para conocer mundo con mommy y daddy. Mientras llegaba el momento de la aparición del grupo de Beck, en el que se encuentra el talento nacional de las seis cuerdas Jorge Salán, Phase II Phase, el proyecto de hard melódico que lidera frente al micrófono Zalo López tomó la tarima. El conjunto encontró poco público frente al escenario, aunque eso no quitó para que se arropasen en los aplausos de sus conocidos y que esto les ayudase a desarrollar una actuación bien estructurada. Entre canción y canción hablaban con los asistentes, ganándose a muchos con su cercanía. Era una di!cil papeleta la que les había tocado, pero se subieron al escenario de la Caracol con intención de presentar su material, sus creaciones, y así lo hicieron, destacando en sus ejecuciones la labor a la batería del joven instrumen sta Stelian Cotet.

La actuación de Robin Beck, por su parte, comenzó con toda su agrupación sobre el escenario mientras se escuchaba un grabación de los coros de “If You Where A Woman And I Was A Man”, para acto seguido aparecer Robin en el escenario, tomar el centro del mismo y arrancar con la letra de tan rememorada canción de su elepé Trouble Or Nothing de 1989. Tanta es la importancia que sigue teniendo aquel álbum en la carrera de esta vocalista que en directo toca siete de las diez piezas que lo componían –y estamos hablando de un setlist que en Madrid llegó a las trece canciones–. Beck no defraudó y, bien secundada por su siempre resolu vo esposo James –dedicándose comentarios familiares muy emo vos– y por unos músicos de matrícula de honor, ofreció unas interpretaciones pletóricas, incluso ganando su voz cada vez que la subía en las partes más altas y forzadas. Más allá de composiciones inolvidables como “Don’t Lose Any Sleep”, “Hold Back The Night” o “Save Up All Your Tears”, que el combo interpretó con gran fidelidad, Robin se centró en varios temas de sus dos úl mos larga duración, obviando inexplicablemente los dos discos compactos que publicó junto a Fron ers Records –y en los que hay, todo sea dicho, muchos mejores temas que en The Great Escape y Underneath–. Y aunque el concierto Olivia Deicicchi, Robin Beck y James Christian

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CRÓNICAS DE CONCIERTOS no llegó a los ochenta minutos de duración, en la actuación se encontró espacio para un muy explosivo solo de batería y un homenaje a B.B. King en el que Salán tomó la voz cantante para recuperar la versión del “The Thrill Is Gone” que este año ha aparecido en su trabajo Madrid/Texas. Al principio de la crónica hablaba de Olivia Deicicchi, la cual, aunque no forma parte de la banda en esta gira, sí salió un par de veces al escenario: una para que sus orgullosos padres la pudiesen presentar y otra para que cantase “First Time” en un dueto con su

madre, tándem que no le quedó nada mal pero que se escuchó poco compensado por problemas con el micrófono de Olivia. La noche se cerro con todo el público asistente coreando emocionado junto a Beck la siempre animada “Hide Your Heart” de Kiss, que también apareció en su día en el vinilo del 89 de Robin. Así, un año más, la noche se trufó de elegante rock melódico. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

LUKE WINSLOW-KING El Sol, Madrid, 10/06/2015 Luke Winslow-King era un muchacho de diecinueve años, oriundo de Michigan, que recorría Estados Unidos tocando canciones de Woody Guthrie con su banda, cuando le robaron el coche y todos sus instrumentos a su paso por Luisiana; se quedó entonces dos semanas en Nueva Orleans y ese !empo fue suficiente para que le atrapara la ciudad y su música, decidiendo instalarse allí. La providencia quiso que tres meses antes de que el huracán Katrina azotara la ciudad, Winslow-King se mudara a Nueva York, al barrio de Harlem. Superado el primer impacto que supuso tamaño desastre regresó a la Ciudad Creciente donde se dedicó a tocar durante tres años por sus calles, empezó a grabar discos y ya no la ha abandonado excepto para hacer llegar su rico legado cultural y musical a todos los rincones del planeta a través de sus actuaciones. Enmarcada dentro de la gira española de presentación de su úl!mo disco Everlas ng Arms, para la cita madrileña en la sala El Sol Winslow-King se hizo acompañar de un trío formado por el bajista de Detroit Brennan Andes, el baterista de Nueva Orleans Benji Bohannon y el guitarrista Roberto Lu!, fantás!co músico italiano (de Livorno) con el que coincidió durante los años en los que ambos se ganaban la vida tocando por la calles del Barrio Francés. Temas como “Travelin’ Myself”, “Tell Me You Love Me” o “No More Crying Today” sirvieron para poner un trocito de Luisiana a nuestros pies, un gumbo sonoro en el que se mezclaron el blues del Delta del Misisipí con el jazz de Nueva Orleans, el rag!me con el swing, el folk con el boogie y en el que se vivieron momentos de pura New Orleans Rhumba

–allí no había ningún piano pero se respiraba en el ambiente el espíritu del Professor Longhair–. Winslow-King alternó durante la hora y media de concierto hasta cuatro guitarras diferentes –una acús!ca, una eléctrica, otra semi-acús!ca y un dobro electrificado– y, a pesar de ser un miércoles de junio, convir!ó la pista de la sala en una celebración digna del Mardi Gras al ritmo de “Swing That Thing”, quizá el más reconocible de sus nuevo temas y que incitó al público presente a bailar y cantar; a fin de cuentas, de eso trata la música de Nueva Orleans, por encima de todas las tristezas y pesares. Hubo en la noche un momento de receso en el que Winslow-King se quedó a solas en el escenario acompañándose únicamente de su vieja guitarra acús!ca y su armónica para compar!r unos minutos de ín!ma complicidad con los asistentes; ahí quedó para el recuerdo su interpretación del clásico “San Francisco Bay Blues”. La música de Nueva Orleans (y el blues en su conjunto) es tradición, herencia y cultura. Luke Winslow-King es uno de esos jóvenes músicos que se ha apropiado de ella, se la ha hecho suya y la ha sabido asimilar para reinterpretarla y reinvidicarla allá donde fuere; así es que, qué mejor forma de cerrar una noche de celebración y exaltación de una de las más ricas tradiciones musicales del mundo que revisitando el imperecedero “Kokomo Blues”. por Fat Professor

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El Twanguero


CRÓNICAS DE CONCIERTOS

TRACK DOGS + MISS GI El Sol, Madrid, 13/06/2015 Cada vez que uno acude a ver al cuarteto Track Dogs sabe de antemano que terminará la noche en un estado de placentera sorpresa, pues estos músicos son de esos extraños magos que de lo poco hacen mucho, de los que aunando detalles y arreglos variopintos consiguen redondear canciones que no se escapan de tu memoria. En su úl mo concierto en la sala El Sol sucedió eso mismo. Les había antecedido la actuación profunda y minimalista de Miss Gi que, mientras hipno zaba con su teclado a la audiencia por medio de canciones apetecibles, se dejaba mecer por las percusiones que Juan Manuel Padilla sacaba por medio de sus baquetas sobre un mínimo kit consistente en un tom y el socorrido hihat. Cuando finalmente Track Dogs tomaron el escenario y sonaron “Blindspot”, “Watching You Fall”, “Play It My Way” y “Dust Devil”, el público asistente de inmediato se embebió del ímpetu, alegría y compañerismo de los cuatro. Garre , Dave, Howard y Robbie sonaron perfectamente conjun-

tados desde la primera nota, por lo que al llegar una pieza ya bandera de la agrupación como es “La Banda”, la sala al completo cantaba desinhibida el estribillo de la misma. Además, y como bien explicó Garre Wall –muy dicharachero, acertado y entretenido en sus comentarios entre tema y tema–, Track Dogs aprovechaban esa noche para presentar nuevas creaciones, composiciones que en algunos casos ya se podían escuchar en su Facebook y en otras redes sociales o portales oficiales de tan meritoria formación. Así sonó “Whatever Happens”, de la que ya enen hasta videoclip en Youtube, o la perfecta “Bon Sco , He Rocked”, con historia ochentera de Garre sobre su amor por la música de AC/DC y sus vivencias de adolescente –que caló profundo en todos los que adoramos el rock and roll de tan excepcional y longevo quinteto–. Y, como ya se puede adivinar por mis comentarios, no son precisamente estos Track Dogs unos músicos que se ciñan una y otra vez al mismo guión. El sábado en El Sol subieron a Miss Gi para que puGarrett Wall (Track Dogs)

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CRÓNICAS DE CONCIERTOS siese la voz principal en una de las versiones de la noche, ese “Happy” que Pharrell Williams cantó hasta la extenuación el pasado 2014 desde su elepé G I R L. Y no sería ésta la única revisión al material de otros compositores o ar!stas. El Twanguero, otro de los invitados de la velada, extendió sus minutos sobre la tarima para hacer varios temas, entre ellos la pieza que grabó con Garre" en su día para la película Buried (“In The Lap Of The Mountain”) y una vitaminada reinterpretación del “Mystery Train”, original de Junior Parker y versionada por nombres dorados como el de Elvis Presley o The Band. Y precisamente de estos canadienses hay que hablar si me tengo que referir a uno de los mo-

mentos que pusieron la carne de gallina al respetable: “The Weight” o Track Dogs conver!dos en Rick Danko, Levon Helm, Garth Hudson, Richard Manuel y Robbie Robertson. Cerraron el show por todo lo alto, y para eso únicamente tenían que bajarse del escenario, dejar atrás los micrófonos y compar!r a pecho descubierto con sus seguidores las dos úl!mas canciones de la noche. Si todavía no los conoces –que ya es delito–, apúntate el nombre de este grupo y no te pierdas sus próximas andanzas. por Sergio Guillén foto por África Paredes

ARIEL ROT El Sol, Madrid, 20/06/2015 El madrileño Ariel Rot –sí, madrileño nacido en Buenos Aires– no precisa de presentación alguna. Poseedor de una extensa trayectoria musical en solitario y fundador de bandas imprescindibles del rock en lengua castellana como Tequila y Los Rodríguez... pero, ¡basta! ¿No hemos acordado que eran innecesarias las presentaciones? Ariel Rot, decía, impar!ó una clase magistral de cómo se puede hacer rock con gusto, clase y elegancia; alejándose de ese otro rock dominado por las campañas publicitarias y lleno de estridencias superfluas. Enmarcada dentro de su gira Solo, Rot se presentó en solitario sobre el escenario de la sala El Sol, en Madrid, en una cita en la que todo el peso de la actuación recayó sobre sus hombros y que nos deparó un espléndido show estructurado en tres partes claramente diferenciadas. En la primera parte del concierto fue la guitarra eléctrica (primero una Gretsch y después la reconocible Gibson SG de Rot) la que tomó el protagonismo en un set que se abrió con los temas “Debajo Del Puente”, “Lo Siento, Frank” y “Baile De Ilusiones”, y que incluyó otros como “Viridiana” o “Los Tipos Duros No Bailan” –aquí con guiño incluido a “¿Qué Hace Una Chica Como Tú En Un Si!o Como Éste?”–. Que Rot es un excelente guitarrista no lo duda nadie, pero en este set eléctrico demostró una vez más el buen gusto que posee para pulsar las seis cuerdas y dosificar a la perfección la electricidad de su instrumento. Por momentos la guitarra resultaba prác!camente impercep!ble como su!l acompañamiento de su voz, instantes en los 52

que los asistentes contenían el aliento en silencio, y en otros su instrumento derrochaba adrenalina por doquier, entonces aquí el público coreaba y se agitaba con deleite. Con el segundo tercio del show llegó el momento Ray Charles de la noche –en boca del propio Rot y entre risas– cuando se sentó frente al piano eléctrico. Ante el teclado fue donde Rot se sin!ó más libre para improvisar melodías y “deconstruir” el repertorio a su antojo; temas como “Dos De Corazones”, “Una Casa Con Tres Balcones” (con una picada de ojo a la siempre agradecida “Salta”) o una sublime interpretación de “La Mirada Del Adiós” demostraron el dominio que Rot posee a las teclas y cómo reformular las canciones para dotarlas de una existencia, paralela a las grabaciones de los discos y a las ejecuciones con banda, pero completamente nueva e inédita hasta el momento. En este punto de la noche ya hubo quien, a pie de pista, se había encargado de recordar al siempre añorado Julián Infante, pero Rot no quiso dejar pasar la oportunidad de homenajear desde el escenario la figura del también desaparecido Norberto Pappo Napolitano e interpretar un fragmento de su blues “Descon&o”. La tercera y úl!ma parte del concierto consis!ó en un set acús!co en el que Rot, con su guitarra Mar!n, interpretó temas como “Muñeca Rota” (incluyendo un sorprendente pasaje instrumental tomado prestado de “El Manisero”), el estreno en directo sin el acompañamiento de la banda de una canción como “Adiós Carnaval” o una casi irrecono-


CRÓNICAS DE CONCIERTOS cible “Mucho Mejor”, completamente alejada de la versión eléctrica que tan popular se hizo en su día, y que sirvió para cerrar el show. Llegado el momento de los bises de rigor, Rot se situó de nuevo frente al piano para obsequiarnos “Cenizas En El Aire” y la infalible “Milonga Del Marinero Y El Capitán”, instante suspendido en el aire que se convir ó en el de máxima comunión entre todos los allí presentes y un fin de fiesta perfecto para una velada memorable. Tocar en casa (en la ciudad que sientes como propia) permite que un ar sta se sincere con su público y haga algunas pequeñas confesiones. Una canción como “Bar Soledad” dio pie a Rot para rememorar cómo llegó a España en el año 1976 y cuáles fueron sus primeras impresiones de un país que, por enton-

ces, le era todavía ajeno. Con “Geishas En Madrid” tuvo la oportunidad de revivir aquellos excitantes años 80 que se dieron en Madrid, a nivel cultural y musical, y de los que él fue un tes go de excepción (a la par que protagonista); y con una composición como “Pólvora Mojada” nos reveló que, con el paso de los años, se ha vuelto un poco más escép co con toda la parafernalia que envuelve el mundo del rock pero que, no por ello, ha perdido un ápice de emoción a la hora de tocar en directo, extremo del que puedo dar fe tras la magistral actuación que nos ofreció en una noche tan especial, una noche en la que la in midad y complicidad entre el ar sta y su audiencia fueron las protagonistas. por Fat Professor

LITTLE CAESAR La Boite Live, Madrid, 30/06/2015 Tener a Li!le Caesar por nuestro país es algo excepcional, tan poco predecible como muy reconfortante; al igual que lo fue su regreso discográfico de 2009 Redemp!on, larga duración que funcionó

bien y les dio ánimos para enfrentarse con su defini vo American Dream. Y es que este quinteto vio truncada su carrera en un momento en el que todo va cinaba un despegue inmediato. Se dice que Ron Ron Young (Little Caesar)

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CRÓNICAS DE CONCIERTOS

Tom Morris (Little Caesar)

Young pasó en los años 80 de trabajar como portero de un club nocturno a conver rse en el fundador de Li le Caesar, autén ca banda de culto del hard rock hecho desde las entrañas y el corazón. Cuando en 1989 editan para Restless Records su EP Name Your Poison las cosas se disparan: aparecen en una compilación de grupos emergentes realizada por Metal Blade, fichan por una subsidiaria de Geffen Records, John Kalodner se encarga de hacer de A&R para el grupo y el mismísimo Bob Rock les produce su primer elepé homónimo. Tanto aquel primer larga duración como el siguiente Influence se convir eron en obras sagradas para todo aquel que había visto en la banda un arrojo y una pasión inusitada para facturar rock emocionante. El problema es que Influence no funcionó bien en cuanto a ventas se refiere, algo a lo que el cambio de modas y es los en la década de los 90 no ayudó mucho. Parecía que la cosa se terminaba antes de empezar. Ahora el conjunto, con un núcleo duro en el que siguen estando el baterista Tom Morris, el guitarrista Loren Molinare y el cantante Ron Young, ofrece un setlist de directo bastante completo en el que no olvidan ni su pasado ni su presente. Por supuesto, y como es lógico sabiendo del valor 54

composi vo que se concentra en los surcos de su primer vinilo, Li"le Caesar es del álbum del que más canciones se extraen para ser interpretadas en directo: “Rock And Roll State Of Mind”, “Hard Times”, “Down-N-Dirty”, “In Your Arms”, esa sublime versión que es “Chain Of Fools” –aunque en gira sin coros femeninos, lógicamente–, “I Wish It Would Rain”, “Drive It Home” o “Wrong Side Of The Tracks” sonaron intercaladas a lo largo de un actuación que llegó a las dos horas de duración, disco del que sí se echó a faltar “From The Start”, con uno de los mejores estribillos de su generación. La noche se abrió con “Dirty Water” (American Dream) para cerrarse con dos gruesos bises en los que se incluyeron unas cinco composiciones más, extra jugoso a una cita que no se presentó corta en canciones. Se dio la bienvenida al nuevo material (“Crushed Velvet”) y se cantó como si fuese ya parte de la vida de Li le Caesar el cover de “Every Picture Tells A Story” que compusiesen a pachas en su día Rod Stewart y Ronnie Wood. Espectacular muestra de que estos músicos están en perfecto estado de revista y listos para poner ahora en pie la merecida carrera que el pasado les negó. por Sergio Guillén foto por África Paredes


Ron Young (Little Caesar)


MATRÍCULAS DE HONOR

Mientras el paso de Cher por el adult oriented rock fue totalmente circunstancial, un hecho puntual traducido en unos pocos discos de estudio con los que estar a la moda en la segunda mitad de los años 80, el de Pat Benatar, por el contrario, resultó totalmente relevante. De hecho, ella marcó un antes y un después con su forma de entender la mixtura del rock con el pop. Secundada por su mano derecha, el guitarrista y compositor Neil Giraldo –que terminaría siendo su esposo–, Benatar cierra un quinteto con el que desde 1979 editar álbumes de pegada incues onable y una rendida dedicación a los estribillos imperdible, de esos que no te puedes sacar de la cabeza. por Sergio Guillén

PAT BENATAR Get Nervous (Chrysalis, 1982)

Tal fue el impacto causado por esta vocalista en Estados Unidos, que durante la década ochentas se convir ó en un verdadero icono a seguir, quedando las adolescentes prendadas por sus es lismos –que copiaban sin reparo– y apareciendo su nombre citado en películas juveniles de la época. Pero si algo consiguió Pat Benatar fue abrir un camino para muchas cantantes que vendrían después en la escena del rock melódico. Get Nervous, el cuarto disco de la ar sta con su banda, marcaría un punto de inflexión más que subrayable: es el primero de sus elepés en los que no se puede encontrar ninguna versión, al igual que en este vinilo se presenta a los teclados 56

Charlie Giordano (hasta entonces era Giraldo el que compaginaba las partes de guitarra solista con las de teclista); igualmente se pierde, por su par da del seno del grupo, la segunda guitarra que aportaba Sco" St. Clair Sheets. Estamos por tanto ante un disco revelador, cargado de creaciones musicales de alto nivel, perfectas para sonar en la frecuencia modulada pero con el empaque y peso suficiente como para perdurar; “Shadows Of The Night”, “Anxiety (Get Nervous)”, “Li"le Too Late”, “I’ll Do It” o la dramá ca power ballad “Fight It Out” son claros ejemplos de lo dicho.


MATRÍCULAS DE HONOR

A finales de 1972 Miguel Ríos termina, merced a una redada an droga, con sus huesos en la cárcel de Carabanchel. Este período de empo de casi un mes, unido a un viaje emprendido por el ar sta a Estados Unidos tras su liberación (donde conoce a quien se conver ría en su mujer Margaret Wa y), le hace reflexionar sobre su próximos pasos musicales. La decisión final pasa por hacer girar su sonido hacia terrenos más experimentales y sinfónicos, al mismo empo que llevar sus letras a un mayor compromiso social. Consecuencia de todo esto es el LP Memorias De Un Ser Humano. por Andrés Puente

MIGUEL RÍOS Memorias De Un Ser Humano (Hispavox, 1974)

En este disco Miguel Ríos toma lo aprendido junto a Waldo de los Ríos en el famoso “Himno A La Alegría”, conduciendo su propuesta a un nuevo nivel. El primer trío de canciones es revelador a este respecto. “Vivirás Tanto... (Como Ganas Tengas De Vivir)” contrasta con “El Juglar” y éste, a su vez, con “La Mina”. El primero se apoya en un sonido preciosista y casi bucólico, eminentemente acús co, para construir un canto al op mismo escogido. En “El Juglar”, en cambio, Miguel Ríos plantea una ácida metáfora donde eleva su crí ca hacia la censura del momento y quienes se terminaban plegando a ella. En lo musical, dicho tema es todo un prodigio art rock que desemboca en la tremendamente rockera “La Mina”, de nuevo portadora de una letra comba va. En la bonita “Buenos Días” Miguel Ríos retoma un enfoque lírico –potenciado por los instrumentos

clásicos de cuerda, una constante en este álbum– que se endurece ligeramente en “Por Si Necesitas”, adornada por los inconfundibles teclados de Teddy Bau sta. “Sweet California”, por otra parte, es resultado de la colaboración de Miguel con Margaret Wa y, obteniendo el vocalista conveniente réplica de su excelente banda de acompañamiento en su faceta más rockera. Para la recta final quedan “Desde Mi Ventana”, inconfundiblemente compuesta por José María Guzmán, y el tema que da !tulo al disco. “Memorias De Un Ser Humano” comienza con una sobria aunque sen mental introducción de piano para ir avanzando hacia terrenos sinfónicos y rematar cerrando el círculo con un nuevo fragmento de piano que se disolverá en el silencio. 57


ENTREVISTA

EL SEVILLA “Soy un gran seguidor y lector de El Jueves” por Sergio Guillén

Selfi, Bragas Y Rocanró es el título del nuevo trabajo discográfico de los Mojinos Escozíos. Renacer Eléctrico Music Magazine pilla por banda a El Sevilla para hacer un repaso a un estilo tan característico como el que factura su grupo, al igual que para tratar diferentes aspectos de la cultura en los que ha estado o está involucrado este vocalista. En cada disco os superáis, vais un paso más allá. Haciendo rock en el que se mezcla el humor en ocasiones puede el propio creador llegar a estancarse y !rar de los mismos clichés una y otra vez. Sin embargo, en Mojinos siempre lográis alejaros de lo esperado y sorprender. ¿Cómo consigues zafarte del sota, caballo y rey para conseguir una vez tras otra textos frescos y con ese gancho tan vuestro? Te aseguro que no es fácil y que cada disco nos lo trabajamos como si fuese el primero pero adaptándonos a los empos que corren; pero no es fácil. De este nuevo trabajo, ¿qué crees que más va a sorprender al oyente habitual de Mojinos Escozíos? Hemos intentado hacer un disco contundente y sencillo de componer, con canciones directas y no muy di!ciles de tocar, por lo que esperamos que entre de la misma manera, de forma sencilla y directa. Tal vez sea eso lo que sorprenda, que a la primera escucha guste. Escribiste durante unos cuantos años para la revista El Jueves, un autén!co referente de la sá!ra nacional. ¿Cómo fue tu experiencia en dicha publicación? Posiblemente sea el si o donde más feliz he estado como colaborador, pues desde hace muchos años hasta nuestros días he sido y soy un gran seguidor y lector de El Jueves. ¿Te han ofrecido en los úl!mos !empos algún proyecto realmente interesante para la pequeña pan58

talla? ¿Qué conclusiones has sacado de tu paso por televisión? Este año he estado en dos programas diferentes de La Sexta: con Buenafuente hasta enero y en El Úl mo Mono de Manu Sánchez desde abril; y si he estado, es porque realmente me han parecido proyectos interesantes. La conclusión es que tengo la suerte de que me siguen llamando para programas en los que me apetece mucho estar. ¿Has escuchado a bandas como El Reno Renardo o Monóxido? ¿Cómo ves su forma de abordar el humor y la crí!ca en sus canciones? Claro que sí. Me encanta que haya savia nueva en esto de la música y el humor. Con el Reno Renardo, que coincidimos en Villena, me llevé una gran impresión; me gustaron y mucho. Hace unos años, en una entrevista con un diario nacional, cuando te decía el periodista que Mojinos Escozíos hacíais “canciones chiste”, tú le espetaste entre otras cosas lo siguiente: «Quiero dejar claro que no hemos inventado nada, grupos como Pata Negra o No Me Pises Que Llevo Chanclas ya lo hacían antes. Nosotros hemos añadido el toque rockero a esas letras de humor». ¿Qué grupos del pasado que tuviesen muy presente el humor ácido en sus letras te han marcado, ya sea para conformar Mojinos o para disfrutar de sus discogra"as? Con escuchar a Frank Zappa y traducir sus letras, se en enden muchas de las cosas que hemos hecho Mojinos a lo largo de nuestra historia.


QUIÉN TE HA VISTO...Y QUIÉN TE VE

S E L I M N H JO e abril de 1949

23 d ino Unido) e (R r, a e W & Jarrow, Tyne

Quién te ha visto... En 1976 el británico John Miles edita Rebel, primer trabajo discográfico bajo su nombre y el que le daría la fama mundial, aunque su posterior Stranger In The City (1977) quedase en un mejor puesto dentro del Billboard Album 200. El bajista Bob Marshall solía ser pieza clave a la hora de afrontar las nuevas composiciones de este vocal, teclista y guitarrista, pero para “Music”, el imponente sencillo del LP Rebel, Miles busca su propio camino. Así queda la defini!va canción, una epopeya musical de seis minutos que roza el art rock y el pop más imagina!vo. Una tonada para echarse a dormir esperando cobrar de por vida los derechos de autor. Casi un one-hit wonder. No sería así, pero cerca estuvo. Melody Maker le pondría por las nubes aquel 76, pero pronto el público se olvidaría de su talento. Tan es así que para mediados de la década de los 80 no tenía mayores seguidores de sus nuevas obras que su parroquia fija en la escena inglesa.

El ímpetu de Miles no decayó, por lo que, una vez comenzada la época de las vacas flacas, pronto supo enrolarse como colaborador en otro proyectos. Giró con Tina Turner en esa segunda juventud que fueron para ella los años 80, cuando el reconocimiento a su es!lo y a la forma en la que orientaba su pop de ínfulas rock era incues!onable. Se sin!ó parte de The Alan Parsons Project en más de una ocasión, al igual que par!cipó en una de las obras de rock más interesantes de 1988: Outrider. Este lanzamiento, firmado en solitario por Jimmy Page, no sólo contó con el tacto musical de John Miles, pues el bajista Tony Franklin, el vocal Chris Farlowe o el mismísimo compañero de Page en Led Zeppelin, Robert Plant, fueron algunos de los que se pasaron por las sesiones de grabación. En los 90 Joe Cocker también contó con sus servicios, en esta ocasión al órgano Hammond. Además, y como miembro de una larga lista de estrellas, este ar!sta par!ciparía en alguna de las ediciones del Night Of The Proms, gran evento ru!lante que mezcla la escena pop con la música clásica. En 2007 el creador de “Music” aterrizaba en España para par!cipar en el evento que dicho año tenía montado la organización, compar!endo velada con Mike Oldfield, Tears For Fears, Chico & The Gypsies o nuestra Ana Torroja (Mecano).

... Y quién te ve 59


ENTREVISTA

ROSA NEGRA “Volver ha sido todo un cúmulo de circunstancias” por Sergio Guillén

Ha sido una de las grandes noticias del año. Rosa Negra regresa a la actualidad discográfica con un nuevo elepé de estudio. Uno de los puntales del hard rock nacional de los 80, desaparecidos por décadas pero nunca olvidados por sus incondicionales, vuelven a publicar un álbum con el que dar continuidad a sus larga duración Rosa Negra del 84 y El Beso De Judas del 86. Nos entrevistamos con Tony León, voz y uno de los dos guitarristas del cuarteto, para hacer un poco de historia, a la par que enterarnos de toda la actualidad de tan fundamental agrupación. Este nuevo disco de Rosa Negra comienza con un instrumental de muy significa vo tulo, “1973”, el año en el que tu hermano Jorge y tú formáis vuestro primer proyecto musical juntos. Era Pioneers, ¿verdad? ¿De qué manera os tomabais la música 60

en aquellos días? ¿Enfocabais vuestros ensayos pensando ya en la profesionalidad o era inicialmente una toma de contacto? Sí, 1973 es el año en el que actuamos por prime-


ENTREVISTA ra vez como profesionales; Nico, Jorge y yo descargamos todo nuestro repertorio preparado durante dos años a base de temas de nuestros ídolos (Grand Funk, Trapeze...) y algunas composiciones propias. El grupo, como bien dices, se llamó Pionneers y fuimos conocidos en Mallorca por “brusquets”, ruidosos rockeros. Creíamos en nosotros y nos veíamos en los grandes escenarios del mundo actuando junto a nuestros consagrados. A pesar de trabajar en horario comercial, dedicábamos el resto del !empo a la música. Desde aquellos Pioneers a Rosa Negra qué cosas pasan en vuestras vidas a nivel musical. Mallorca se queda pequeña para una banda que quiere compe!r por lo más grande. El salto a Madrid en 1976/77 fue drás!co; arrastramos a la familia en pos de un sueño, mi madre encabezaba esta cruzada. Fue llegar, tocar en la sala M&M de Madrid y los Lyon Bros ya fueron bau!zados como “Rock de Mallorca”, sonido espectacular e innovador ante un público profesional perplejo. Ya se tocaban, en inglés, temas que aparecerían más tarde como Rosa Negra: “Lose” (“Noche De Esclavos”), “Only You” (“Apocalipsis”), “Do It’n V” (“Paranoicos”)... No encontramos compañía que editara nuestra música hasta 1983. Durante esos años grabamos muchos discos para otros ar!stas como músicos de sesión. En 1984 Rosa Negra toca en la Casa de Campo de Madrid, en las fiestas del PCE, frente a unas ciento treinta mil personas. Un reto de los que hielan la sangre. ¿Qué fue para vosotros presentar vuestro primer elepé en un espacio como aquel? La imagen que queda incrustada en la re!na es otear una masa ingente de cabezas hasta el infinito, cantando al unísono el “Madre” o “Espejo del Agujero”, no habiéndose editado aún el disco. ¡Espeluznante! Pasados unos eternos segundos tras arrancar con “Kamikazes”, la galopante presión castradora del momento se convir!ó en pura energía, ácida y limpia que nos permi!ó cerrar un concierto épico. Frases como «Rosa Negra son perros viejos que saben lo que hacen» eran las crí!cas del día siguiente. ¿Qué recuerdas de las bandas que tocaron aquel año en dichas fiestas? ¿Cómo os trataron, hubo camaradería? Ya nos conocíamos por dis!ntas historias; había

buen rollo con Barón, Banzai (compar$amos mánager: Jesús Caja), Asfalto y Topo. En apenas tres años, entre 1984 y 1986, publicáis dos singles y dos álbumes de estudio. Sin embargo, tras esto, Rosa Negra deja de editar. ¿Fue una decisión vuestra? ¿No encontrasteis el debido apoyo de una discográfica que entendiese vuestra apuesta? Desde que entramos en contacto con las compañías en el 79 ya descubrimos cómo funcionaban, y CBS no iba a ser de otra manera. El primer disco lo apoyaron y la promoción funcionó pero con grandes lagunas: no hubo tele, ni vídeo, etcétera. La compañía nos contrató porque tenía un buen proyecto de rock nacional entre manos pero no le salió bien. Y el segundo disco pasó sin pena ni gloria por sus manos; hicimos algún programa de televisión pero sin apoyos. No tenían intención de seguir con el proyecto de rock y además ya no iban a editar el tercer disco que estábamos preparando. Ni nos apoyaban ni nos soltaban. Había dos opciones: salir de la compañía, cambiar el nombre del grupo y volver a empezar (como hicieron otros: Coz-Barón Rojo); o esperar a que pasaran los años del contrato que nos ataba a la discográfica. Muy quemados, optamos por la segunda opción. Esperamos, nos relajamos, nos sen!mos liberados y cada uno fue optando poco a poco por respirar otros aires después de trece intensos años de cruzada. ¿Qué os parece la remasterización con temas extra que publicó Leyenda Records de vuestros dos primeros larga duración? ¿Colaborasteis con ellos en la elaboración de ese lanzamiento en 2012? Claro. Alfonso, de Leyenda Records, llevaba muchos años buscando alguna pista de la banda para poder remasterizar los discos grabados. Cuando nos contactó fue muy di%cil encontrar un material en condiciones. Jorge buscó en sus recuerdos y encontró algunas cintas de 71/2 todavía en buen uso y pudimos recuperar el material en un estado suficiente como para remasterizar los dos discos, incluyendo además cuatro temas que se grabaron pero que no se publicaron en los elepés. Dos de ellos completamente inéditos. Tanto tu hermano Jorge como Nico Mar"n o tú mismo estáis en este regreso de Rosa Negra; sin embargo, es Cachorro (Miguel A. López) el que se 61


ENTREVISTA encarga de la otra guitarra. ¿Cuándo contactáis con él? ¿En qué momento entra de forma fija en el conjunto? Volver Rosa Negra a escena ha sido todo un cúmulo de circunstancias. Yo estuve viviendo fuera de España, en China, durante once años. Cuando regresé en 2009 hubo tres encuentros fundamentales que más tarde haría que reuniese la banda y volviéramos para grabar otro disco. El primero fue integrarme en un proyecto (Harakiri) de Miguel A. López para cantar y grabar un disco, más un videoclip (entre 2011 y 2012); el segundo, remasterizar los dos elepés (2012): y el tercero el ser invitados a actuar en el macroconcierto del Leyendas del Rock 2012, úl ma banda legendaria de los 80 que quedaba por hacer acto de presencia en este fes val. A par r de conocer a fondo a Cachorro, tanto en el estudio de grabación como en directo, además de confesarse fiel seguidor de Rosa Negra desde que ene uso de razón, la buena energía entre ambos es completa. Tras el infructuoso intento de que Daniel Henestrosa pudiese volver de Suecia e incorporarse de nuevo a la banda, Cachorro me pidió que contara con él si algún día formaba de nuevo el grupo. Fue fácil. Él se conocía todo los temas, sólo fue dar el paso. De hecho, Cachorro ha compuesto con!go uno de los temas, ese “Mala Vida”. ¿Cómo ha sido trabajar con él a la hora de crear una nueva canción cuando el resto del elepé está compuesto únicamente por !? Antes de decidir volver a resucitar los fantasmas de Rosa Negra, me puse a componer a destajo. Hacía vein siete años que editamos El Beso De Judas; tenía que fabricar una historia completa de la supuesta trayectoria y posible evolución del grupo a través de esa larga ausencia, en lo que toca a las composiciones musicales. Medio año 2013 lo dediqué al reto de igualar o mejorar los dos discos y pico que se conocían de la banda. Compuse vein trés temazos. Y hablé con los componentes del grupo. Sólo Jorge estaba en condiciones de poder integrar este proyecto al cien por cien. Daniel, enraizado en Suecia, no. Con Nico asentado en Mallorca podría contar para la grabación del disco y para algunas actuaciones; es decir, Nico se integra en un cincuenta por ciento. Con Miguel A. cuento desde el inicio del proyecto. Se integra también Jose L. Aragón, bajista magistral con una trayectoria impresionante, gran admirador y seguidor de Rosa Negra también. El proyecto del 62

nuevo disco se inicia a finales de octubre 2013 y se acaba la grabación y master a primeros de 2014. Los vein trés temas se reducen a catorce, los más significa vos, los que expresan mejor el sonido Rosa Negra y su supuesta evolución a través de unas décadas de ausencia. “Mala Vida” es uno de esos temas que nos recuerdan a nuestros grandes ídolos: Grand Funk Railroad. En el proceso de preparar los nuevos temas surge una idea de Miguel con unos riffs portentosos; a todos nos llega el fulgor de nuestra mí ca banda y trabajando mano a mano con Cachorro el tema se monta solo. Este nuevo trabajo está dividido en dos partes con sus correspondientes introducciones. Háblame un poco sobre esta idea. Es fácil y deducible adivinar el origen del !tulo del álbum RN19732015. Rosa Negra, 1973 año de nacimiento, 2015 año de renacimiento. Pero el !tulo ene otra connotación más profunda y es aplicable a una crí ca a las discográficas de aquellos empos en los que los grupos y ar stas éramos para ellos una simple referencia. El RN19732015 es una referencia de letras y números, sí, pero detrás hay personas que dan su vida, su corazón, su alma y sus ilusiones por algo que sienten y que les ha costado mucho trabajo, muchos sacrificios y mucha entereza para poder transmi r lo que sale de su imaginación y de sus instrumentos. La compañía sólo conocía a los ar stas por una referencia de letras y números. Queríamos haber hecho un doble álbum con todos los temas, pero preferimos reducirlo, compactarlo y hacer un disco con dos partes resultantes. Una primera más ochentera, potente, desgarrada, de un hard rock que con nuara la línea de Rosa Negra de la época; y otra más alterna va, más en presente. La primera la comanda “1973”, una intro para abrir la caja de Pandora. Los temas a con nuación, muy rockeros, duros y cargantes, también enen una evolución en el empo. La segunda parte, en la mitad del disco, parodiando el efecto vinilo, el de tener que cambiar el disco para seguir escuchando, también la comanda una intro: “2015”. Mismo tema, mismo engranaje, evolución al canto, dureza, pegada, pero más armonías, más instrumentación... Más Rosa Negra actualizada. Los temas que siguen con núan las raíces primarias llaneando en empo futuro. Abanico abierto a tendencias de otra época, actual, futura, retro-avanzado. El grupo está contento con el resultado. Un disco con la calidad que se merece. Amén.


ARTÍCULO

Gram Parsons con The Flying Burrito Bros. Archives Vol. 1 por Sergio Guillén

En los úl mos tres años de la década de los 60 el rock sufrió un shock evolu vo excitante. El sonido ácido de la psicodelia capturó el espíritu de gran can dad de propuestas listas para dar un paso al frente y adscribirse a la nueva panacea. Pero no todos los grupos californianos apostaban de manera tan decisiva por la corriente de vanguardia como lo hicieron It’s A Beau ful Day o The United States Of America. Otros preferían mirar hacia atrás y remontarse a las raíces de la música popular de los Estados Unidos. Entre ellos se encontraban los Flying Burrito Bros. de Gram Parsons y Chris Hillman, quienes decidieron tras su marcha de The Byrds con nuar en la línea country rock lograda con su anterior banda. Para ello reclutaron al guitarrista “Sneaky” Pete Kleinow y al bajista Chris Ethridge. El puesto de baterista sería ocupado en un principio por músicos de sesión, y con esa formación grabarían su álbum de debut The Gilded Palace Of Sin (1969). Su primer LP, pese a ser un gran trabajo, no atrajo a un elevado número de compradores aunque sí desplegó una influencia palpable entre grupos como The Eagles. Poco empo después de la publicación del disco, Parsons comenzó a perder el interés en The Flying Burrito Bros. (parece ser que algo tuvo que ver en ello su amistad con Keith Richards) aunque finalmente par cipó en la grabación de Burrito Deluxe (1970), registrado ya con una base rítmica nueva, ahora compuesta por Bernie Leadon (bajo) y Michael Clarke (batería, otro ex The Byrds). Burrito Deluxe mantenía un nivel de calidad considerable, aunque no llegaba a las cotas de The Gilded Palace Of Sin, el gran clásico de The Flying Burrito Bros. Poco empo después Gram Parsons dejaría la banda para posteriormente iniciar una carrera en solitario que produciría únicamente dos discos, ya que en 1973 moriría de una sobredosis de morfina y tequila. Por su parte, los Flying Burrito Bros. con nuarían

durante esos años liderados por el también californiano Rick Roberts, llegando únicamente a publicar un álbum en estudio (The Flying Burrito Brothers, en 1971) y un LP en directo tulado The Last Of The Red Hot Burritos (1972). Tras su gira por Europa en 1973, The Flying Burrito Bros. dejarían de exis r. Archives Volume One: Live At The Avalon Ballroom 1969 recuperaba a unos Burrito llenos de ilusión y energía en unos espectáculos de apertura para sendos colofones de velada con esos Grateful Dead que ya eran considerados cual capitostes del rock psicodélico. Los temas de la agrupación se emparejan con versiones aceleradas y totalmente fronterizas de un, por ejemplo, “Dream Baby (How Long Must I Dream)” compuesto por Cindy Walker –al que Roy Orbison le otorgó con los años un peso especial– o ese “Lucille” de vena rock and roll. De la misma manera homenajean a Hank Williams recuperando “You Win Again”. Dos discos compactos, dos conciertos, dos fechas de aquel abril de 1969. A pocos meses del concierto de los conciertos, un fes val de Woodstock que cambiaría la forma de concebir un sarao mul tudinario, Gram y sus Flying Burrito Bros. se retratan sin saberlo en un punto clave de su corta pero apasionante carrera. 63


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