Renacer Eléctrico Music Magazine. Diciembre 2015

Page 1

LA REVISTA DONDE CONFLUYEN TODAS LAS MÚSICAS

´ RENACER ELECTRICO DICIEMBRE 2015

MUSIC MAGAZINE

MARC BOLAN POKEY LAFARGE UFO ELECTRIC BOYS ALBERTO MARÍN TRACK DOGS ALLEN GINSBERG MOTORZOMBIS GRAHAM BOND

FM

HÉROES DEL ROCK MELÓDICO BRITÁNICO LÍMITE 48 HORAS VS. ARMA LETAL, KAOTHIC, KITAI, ALANIS MORISSETTE, GIUDA, ELVANDAR LEIZE, CUTI VERICAD, STONEY LA RUE, BUIKA, ELVIS COSTELLO, THE MAMAS & THE PAPAS



Diciembre de 2015

SUMARIO 04. LA ENTRADA. EAGLES OF DEATH METAL. 06. CRÍTICAS DE DISCOS. 51 GRADOS, ELVANDAR, GIUDA, LOS SINGIN, MOHAMA SAZ, KITAI, BLUESTAIN, MOTORZOMBIS, CALIGARIS, KAOTHIC, MALICK DIAW, LUIS GUERRA E ISRAEL SANDOVAL, DIXIE TOWN, STONEY LA RUE, ALANIS MORISSETTE, CUTI VERICAD, BUIKA, VENUECONNECTION, LEIZE, SAKE MATE, SEBASTIÁN CHAMES, MI CAPITÁN, KIKO GARCÍA BAND, MAYTE MARTÍN, POIRE. 24. REPORTAJE. VISIONES DE ALLEN GINSBERG. 28. CINE MUSICAL. BORN TO BOOGIE. 30. CINE. EL DUELO DE LAS BUDDY MOVIES. 36. LA RETRO SERIE. FAWLTY TOWERS. 38. TELEVISIÓN ÁCIDA. SANDRO REY. EL REVIVAL DE DON DIABLO. 40. REPORTAJE ESPECIAL. PROCOL HARUM (SEGUNDA PARTE). 43. DESTRIPANDO EL CANCIONERO. ALISON (ELVIS COSTELLO). 44. CRÓNICAS DE CONCIERTOS. POKEY LAFARGE, SALLIE FORD, UFO, REDS’COOL, HOLLIS BROWN, PATÁX, TRACK DOGS, EM, ELECTRIC BOYS. 58. REPORTAJE. THE MAMAS AND THE PAPAS. 62. LIBROS. QUEEN, 33 REVOLUCIONES POR MINUTO, SKA EN ESPAÑA. 65. CONCURSOS. GANADORES MONÓXIDO Y LA BROMA NEGRA. NUEVO CONCURSO NAVIDADES 2015. 66. EL DOSSIER DEL INSTRUMENTISTA. ALBERTO MARÍN. 70. MATRÍCULAS DE HONOR. HARRY BELAFONTE, GRAHAM BOND.

Dirección: Sergio Guillén Redacción: Andrés Puente, Sergio Guillén, Fat Professor, María Manuela Cortinas y Julio L. Tecglen Fotografía: África Paredes Diseño y maquetación: Sergio Guillén Encargado Facebook: Sergio Guillén / Encargada Twitter: África Paredes Contacto: renacerelectrico@hotmail.com Foto portada: África Paredes RENACER ELÉCTRICO MUSIC MAGAZINE no se hace responsable de ls opiniones vertidas por su colaboradores y anunciantes ni se identifica, necesariamente, con las mismas.

www.renacerelectricomusicmag.com renacer.electrico

@renacerelectric


04


LA ENTRADA

Viernes, 13 de noviembre, 2015 En La Entrada de este mes cedemos la palabra a los miembros de Eagles Of Death Metal –por medio de uno de sus comunicados oficiales– como homenaje a todos los desaparecidos, a todos los heridos y a las familias de todos los que se vieron golpeados por los atentados del pasado 13 de noviembre en París: «Mientras la banda está ahora a salvo en casa, estamos horrorizados y seguimos tratando de asimilar lo sucedido en Francia. Nuestros pensamientos y corazones están primero con nuestro hermano Nick Alexander, nuestros camaradas de la compañía de discos Thomas Ayad, Marie Mosser y Manu Pérez, y con todos los amigos y fans a los que se les quitó la vida en París, así como con sus amigos, familias y seres queridos. Aunque unidos por el dolor con las víc mas, los fans, las familias, los ciudadanos de París y todos los afectados por el terrorismo, estamos orgullosos de estar juntos, con nuestra nueva familia, unidos ahora por un obje vo común de amor y compasión. Nos gustaría dar las gracias a la policía francesa, a los Departamentos de Estado de EE.UU. y Francia, y especialmente a todos aquellos que estuvieron con nosotros en la zona cero y se ayudaron unos a otros lo mejor que pudieron durante esta inimaginable y terrible experiencia, lo que demuestra una vez más que el amor eclipsa el mal. Todos los conciertos de EODM quedan suspendidos hasta nuevo aviso. Vive la musique, vive la liberté, vive la France, y vive EODM». Eagles Of Death Metal


MIEDO (51 Grados, Entrebotones / Tricornio Producciones) El trío madrileño 51 Grados define su es lo como rock de los 90, y no cuesta entenderlo después de escuchar este EP de cinco canciones que actúa a modo de presentación para cualquiera que no los conociese hasta ahora, como es el caso de quien escribe estas líneas. Hasta hace bien poco apostaban por el inglés, pero esto cambió con La Conjunción De Los Opuestos, editado en 2013. Puede parecer complicado llenar el sonido de un grupo con sólo tres componentes, y más en el es lo que tocan 51 Grados. Sin embargo, este obje vo está más que conseguido gracias a la producción de Pablo Pulido y Omar Carrascosa. En mi opinión, el sonido de 51 Grados ene un claro referente en la escena patria, y es el de los valen-

51 Grados

06

cianos Uzzhuaïa. Sin embargo, ellos van más lejos y citan a Queens Of The Stone Age y Foo Fighters, y yo desde luego no les voy a quitar la razón. Y es que la manera de combinar dureza y melodía de estos grupos concuerda perfectamente con los postulados básicos de estas cinco canciones que responden a los !tulos de “Síndrome”, “G.P.M.”, “Tamiz”, “Zener” y “Seguir Aquí”. Elegantes y vibrantes, 51 Grados consiguen sin duda con Miedo avivar el interés de cualquier aficionado a este es lo en par cular y al rock en general. Habrá que seguirles la pista. por Andrés Puente


C R ´I T I C A S D E D I S C O S VIOLENTO (Elvandar, Autoeditado) Este tercer disco del quinteto catalán Elvandar se postula como una suerte de resurgir de la banda después de unos años de mantener el proyecto en estado latente. No tengo el gusto de conocer sus dos anteriores trabajos, El Fin Del Mundo y Nuevos Ídolos, pero las seis canciones que componen Violento producen muy buenas sensaciones. Lo primero que sorprende al escuchar este trabajo es la alternancia de es!los vocales. Parece increíble que las voces melódicas y las desgarradas procedan de la misma persona, pero así es. El fenómeno responde al nombre de Chepa, y con su voz marca unos contrastes que se reflejan dentro del es!lo del grupo. Así, las partes más potentes suenan a thrash o groove metal (quizá la e!que-

ta que englobe ambas tendencias sea metalcore) a lo Ktulu, Machine Head o Pantera, mientras que las secciones más melódicas !enen un poso power realmente atrac!vo. El sonido de la banda en general es duro y denso, aunque hay interesantes juegos con las guitarras y picos y valles de intensidad que hacen que el disco respire y que man!enen al oyente en constante tensión y expecta!va. No es fácil compaginar los filos del metal con las su!lezas melódicas de es!los más accesibles, pero Elvandar demuestran en Violento que tal logro es posible. Intenso, contundente y, por qué no, pegadizo al mismo !empo. por Andrés Puente

SPEAKS EVIL (Giuda, Burning Heart) La cultura de los SHARPs (Cabezas Rapadas Contra el Prejuicio Racial) !ene su origen en la escena skinhead que aterrizó en diversas partes del mundo como desarrollo del crecimiento en Jamaica de corrientes como la del ska o el posterior rocksteady. Una variante totalmente abierta y mul!rracial con una esté!ca muy caracterís!ca. Resultaría llama!va la manera en la que pegó este movimiento en Australia. Los atuendos les hacían la mar de reconocibles, lejanos ellos de cualquier similitud glamourosa del rimbombante gli!er estándar. Los cortes de pelo eran probablemente su marca de dis!nción, mostrando los varones desde rapados a pelos cortos o mulets. Los vaqueros, las botas con alzas en el tacón, en los chicos, y las faldas cortas conjuntadas con sandalias bombás!cas y calce!nes chillones, en las chicas, se convir!eron en su marca de fábrica. Poco a poco, y con la eclosión glam rock, esta instantánea se vio alterada ganando en prendas

más estrambó!cas que chocaban con los !rantes y las perneras cortas o de pirata de los pantalones. Tal fue la presencia de aquellos Sharpies que hasta Greg Macainsh, miembro de los Skyhooks, llegó a montar una filmación en pleno 1974 (Sharpie) documentando la nueva fiebre. Giuda lucen similar esté!ca a la de aquella escena de grupos australianos, incluso tocante con los primeros días de Slade cuando paseaban rapada la cabeza por aquella estrategia comercial en busca de granjearse las simpa$as de los pendientes a nuevas modas. Lo curioso del asunto es que ellos llegan desde Italia, más en concreto desde Roma, una !erra donde el glam aterrizó en sus días dorados con ejemplos más rimbombantes que crudos (véase el caso del oportunista Renato Zero). Sin embargo, el Speaks Evil de Giuda !ene la rítmica de los antes citados Slade, rozando el boogie trotón, en una suerte de fusión entre T. Rex y Status Quo, crujiendo los 07


amplificadores en pura onda cien por cien macarra, aunque con la melodía si lo requiere la pieza de unos The Ark (lo mejor que ha dado el glam del nuevo milenio) y poniéndole mucha, pero que mucha ac!tud. Así “Roll The Balls”, “It Ain’t Easy”, “Bad Days Are Back”, “Watch Your Step” o “You Can Do Everything”,

por citar algunas pistas de un álbum perfecto, colocan a Giuda como potente y muy respetable exponente de ese glam que puede pasarse la pelota con el rock, el pop e incluso el inicial proto-punk británico. por Sergio Guillén

¿PUEDES TÚ DECIR LO MISMO? (Los Singin, La Produktiva Records) Las más frescas no!cias de Carlos Gambarte nos llegaban este año en relación a su trabajo en la novela de Nando Caballero !tulada Rocanrol. Carlos, histórico dibujante para nombres que muchos tenemos en el corazón como El Víbora o Makoki, ilustraba la obra literaria del creador de La Produk!va Records. Sin embargo, no termina el año sin que volvamos a tener a Gambarte me!do en faena, en esta ocasión estrenando en oficialidad discográfica a Los Singin. Carlos, como guitarrista, armonicista y cantante, ya se había movido tocando aquí y allá, si no era firmando como Los The Roals podía ser como Los Singin’ Mornings, pero el hecho es que el hombre no paraba quieto. En cualquier caso, ha tenido que llegar 2015 para

encontrar el primer elepé como tal de sus finalmente rebau!zados Los Singin, un grupo con ac!tud punk pero que ofrece mucho más. Historias contadas sin demasiadas vueltas, sin buscar sobreproducciones innecesarias; aquí hay canciones que llevar en el bolsillo, que consumir cuando la música que nos rodea se convierte en hilo musical y necesites algo palpable, a un trío de ar!stas poco convencionales que te den verdad a cambio de tus monedas. Y qué mayor emoción que la que se transmite cuando lo que haces lo haces sin vender una men!ra. Anda, responde, ¿puedes tú decir lo mismo? por Sergio Guillén

MORE IRÁN (Mohama Saz, Influx Records) Florian Fricke, padre de Popol Vuh, una de las agrupaciones más originales y menos dadas a ser catalogadas del rock fusionista y experimental germano, se habría emocionado al escuchar “Introyebel”, la primera pista musical de este More Irán de Mohama Saz. El desaparecido geniecillo Fricke, creador que fue parte más que relevante en algunas de las bandas sonoras que mejor han acompañado a las imágenes dirigidas por Werner Herzog, sabría de inmediato que sus creaciones habían encontrado finalmente otra que les tomaba el tes!go. 08

Mohama Saz destaca, además de por ser una unión de virtuosos talentos ante sus instrumentos, por ofrecer una apertura en lo que para otros sería un encorsetamiento pedido por una u otra e!queta. Aquí hay psicodelia, jazz y pasos incluso progresivos, pero siempre tratados con la libertad de poder volar a Turquía o a cualquier pueblo árabe perdido entre las dunas del !empo. El folclor de estos lugares se puede unir con el temperamento del rock andaluz setentas –ahí está esa versión del “Recuerdos De Una Noche” de Triana– o el devenir de unos


C R ´I T I C A S D E D I S C O S arreglos tan atmosféricos como insinuantes y misteriosos (“Hami”). Excepcional crecimiento ar$s#co en busca de romper con ataduras, alcanzando esa meta que es hacer música bella, que haga viajar a la imaginación,

que nos inquiete y que nos sirva de reto, que nos asalte sin pedir permiso y capture nuestra memoria grabando un recuerdo imborrable en ella. por Sergio Guillén

QUE VIENEN (Kitai, Entrebotones) Puede parecer que en el rock ya no hay grupos que ejerzan una influencia notable sobre sus contemporáneos, que las bandas de nuevo cuño solamente se fijan en lo que se hizo en décadas doradas para el género como las de los 70 y los 80. Sin embargo, cuando uno escucha el debut del cuarteto nacional Kitai descubre que también existen formaciones actuales que crean tendencia. Sin ser un refrito, Kitai recuerdan poderosamente a tres grupos fundamentales de la escena rockera del siglo XXI. Por una parte, el sonido de guitarras y batería, el primero denso y el segundo muy marcado y tremendamente protagonista, remiten a una formación como Queens Of The Stone Age. Los ritmos directos, en ocasiones casi bailables, te traen a la mente a Franz Ferdinand. En tercer lugar, la combinación de la dureza del rock con la sensibilidad

pop de la que hacen gala es un rasgo plenamente iden#ficable con los británicos Muse. Puede que todo esto haga caer a Kitai en una suerte de #erra de nadie, algo que puede ser tan beneficioso como perjudicial. Yo en este caso me decantaría por lo primero. Escuchando Que Vienen uno se da cuenta de que, si se lo siguen trabajando tan bien como en este disco, estos cuatro #pos pueden llegar a alcanzar el tan ansiado estatus de grupo que atrae tanto a seguidores del rock más duro como del pop más accesible. Solamente hay que escuchar “Cadáver Exquisito”, “Kitai” o “Nº 1” para percatarse de esto. Rock moderno que no #ene miedo de jugar con el pop. por Andrés Puente

Kitai 09


MAYBE A MOVIE (Bluestain, Autoeditado) Igual que el hongo de la mancha azul se ex ende por los pinares, la música de la banda madrileña Bluestain se ha extendido por las salas más renombradas de la escena rockera de la capital. Además han tenido buena suerte en su todavía corta carrera habiendo sido dis nguido su trabajo en varios concursos, entre ellos el Play Out Fes val, organizado por Noise Off Fes val, que les ha permi do grabar este disco. Maybe A Movie es un EP de cinco temas que representan una variada visión de todo lo que es el rock, con sus múl ples interpretaciones y atributos. La primera muestra que se ha desgranado de este trabajo es “Crazy Genius Superstar”, que aporta el toque irónico al disco, aunque cantada con el tono lánguido que impregna todas las piezas. Sin embargo, los cortes que más llaman la atención son “When Summer Leaves This Town” y “Love Youth

Dignity War”, las más atrac vas tal vez por las reconocibles evocaciones musicales de clásicos del rock americano y británico de los 80. Los demás temas, si bien enen un buen encaje en el producto final, poseen unos ma ces vocales e instrumentales que los hacen un tanto más ásperos. Bluestain ofrecen un rock di%cil de definir y su primer disco es un producto diferente, elaborado por unos músicos manifiestamente devotos del rock más clásico y seguidores aventajados de un buen número de representantes del género de géneros. Unos ar stas que han aprendido mucho de sus maestros y siguen aprendiendo. Con su ac tud y su trabajo están en una posición privilegiada para alcanzar grandes metas en no demasiado empo. por María Manuela Cor nas

ESTÁN VIVOS! (Motorzombis, Chaparra Entertainment) A Marty McFly se le condensa el fluzo al descubrir que es al mismo empo su padre y su hijo y corre a gorrazos a Doc Brown por incompetente, mientras que en el hogar de los Peltzer estas Navidades no sólo tendrán bajo el tradicional árbol al peludo mogwai Gizmo y a sus hermanos Gremlins, ya que los huevos de Cri!er también harán acto de presencia. El wrestler Roddy Piper tendrá que meterse una vez más en la piel de John Nada para gritar aquello de «¡Están Vivos!» y Aaron Boone volverá a soñar con Midian noche tras noche. La mujer rep l Diana nos cau vará con su amor alienígena, claro que no antes de pasar las pruebas de iniciación de la Pandilla de los Monstruos liderada por Sean Crenshaw; habrá que luchar contra La Momia, El Hombre Lobo, Drácula y La Criatura del Lago Negro, aunque 10

siempre con el monstruo de Frankestein de nuestra parte. Y mientras los gladiadores de La Cúpula del Trueno se las hacen pasar putas a los guerreros del Bronx en pleno Goremageddon, sobrevuela sus cabezas un barbudo dragón blanco que responde al nombre de Fújur. ¿Acaso es todo esto una incongruencia? Si no has vivido los años 80 con amor de fan por el cine de género seguramente el concepto de este disco te pille descolocado; pero para los locos irredentos que hemos soñado con darnos una vuelta en el Delorean, que nos pirrábamos por las frikadas de la casa Troma o animábamos las andanzas de Snake Plissken, este Están Vivos! es un trabajo fundamental. Mortorzombis se superan a lo largo de trece canciones que no bajan el listón en ningún momento, mar-


C R ´I T I C A S D E D I S C O S

Motorzombis

cando a ritmo de rockabilly, retro rock o psychobilly, unas historias perfectamente estructuradas en textos que te !rarás repi!endo sin parar desde la primera escucha. Así que no dejes de mirar la foto de tu carné pues puede que este disco, minuto a minuto, te devuel-

va a tu infancia o juventud recordándote aquello que sirve de estribillo en su canción de apertura “Nacido En Los 80”: «Mira atrás y verás que el presente es una estafa cultural... ¡Los 80 molan más!». por Sergio Guillén

CIRCOLOGÍA (Caligaris, Discos Pop Art / Sony Music) Aunque se fundaron en los úl!mos años de la década de los 90 del siglo pasado, Caligaris no editarían su primer elepé oficial, aquel Yernos Perfectos, hasta el año 2002. Sin embargo, una vez publicado aquel trabajo las cosas han ido bastante seguidas. Estos argen!nos son la fiesta personificada, materializada en unas canciones que hacen del ska su bandera, pero que a par!r de ahí pueden moverse de uno a otro es!lo colindante. “Todos Locos”, el tema que inicia su nueva propuesta discográfica, y que igualmente ha sido elegido como single merecedor de videoclip oficial, es una canción frené!camente skatalí!ca pero de estribillo muy pop, diver!da y que es muestra clara de lo que significa formar parte de una banda tan especial como es la reunida bajo el nombre de Caligaris. “El Amor Nunca Pasa De Moda”, asegura el $tulo de la pista número doce de este Circología; aun así,

también hay minutos para las rupturas y el desamor en esta grabación, aunque siempre intentando mirar con esperanza al mañana. Y para los que quieran el cachondeo por el cachondeo, “Vino Y Soda” les hará disfrutar de una beoda sesión de baile desinhibido. Aunque la curiosidad llega en el plato de postre, pues como canción extra nos presentan una revisión del “Que Corran” (que para entonces ya habrás escuchado como segunda pieza de este álbum) interpretada ahora a pachas con La Pega!na, banda catalana que los ha tenido cual teloneros este año durante su periplo nacional. Circología es por tanto un acierto seguro tanto si ya conocías a esta agrupación como si eres seguidor de nombres como Che Sudaka, los antes citados La Pega!na, Alamedadosoulna o Strombers. por Sergio Guillén 11


LIGHTS AND SHADOWS (Kaothic, Autoeditado) Desde que comenzara el siglo XXI los seguidores del metal extremo hemos podido disfrutar de discos francamente buenos realizados por bandas nacionales que nada !enen que envidiar a los nombres clásicos del género. Entre ellas, y a bote pronto, cabe mencionar formaciones como Numen, Morphium, Noctem o los veteranos Avulsed. A grandes rasgos, podríamos clasificar cada una de estas bandas en uno de los grandes es!los del metal extremo, por ejemplo el black o el death metal. Pero como siempre hay excepciones a la regla, aquí tenemos un grupo que desa#a toda clasificación: Kaothic. Diez años después de editar su álbum de debut Order To Chaos, Kaothic se decide a engendrar una con!nuación del mismo. En esta ocasión, la banda (actualmente cons!tuida por Alberto Marín, Dani Criado, Zyrus y Andy C.) se lanza a experimentar con diversos es!los y sonoridades, y lo cierto es que el resultado obtenido resulta estupendo. Aquí hay death melódico, thrash noventero (algunos dirían groove metal) e incluso power metal a

la americana, todo ello aderezado con ocasionales elementos electrónicos y orquestales. Lights And Shadows, como avanza su propio $tulo, es una obra de contrastes en la que te puedes encontrar tanto con partes más melódicas como con segmentos más brutales. Este cambio está personificado en la voz de Zyrus, capaz de conferir credibilidad a ambas facetas musicales. Kaothic me recuerdan en este álbum, en espíritu, a los estadounidenses Dååth. Sobre todo, por su similar capacidad para ofrecer variantes melódicas y estructuras en constante evolución dentro de un marco de metal extremo. Dado que los americanos se encuentran en punto muerto desde hace unos cuantos años, no me resulta di#cil ver a Kaothic como sus legí!mos sucesores y eso, créanme, es señal de que Lights And Shadows es un gran disco. Edición que, por cierto, se completa con un DVD que con!ene los making of de los dos álbumes de la banda y el videoclip de “Belong”. por Andrés Puente

AINSI VA LA VIE (Malick Diaw, Rosazul) Malick Diaw ve por fin materializado su primer álbum personal en Ainsi Va La Vie. Es este su disco iniciá!co bajo su nombre, cierto, pero no es su comienzo en el mundo de la música pues Malick lleva desde 1993 colaborando con ar!stas relacionados con sus raíces, al igual que viajando por países como Francia o España para empapar su visión musical de diversas referencias, de diferentes formas de enfocar sus canciones, tanto en el campo instrumental como a la hora de escribir sus textos o la temá!ca de los mismos. Ainsi Va La Vie, donde la esencia mandinga se fu12

siona con !ntes de blues e incluso algunos dejes highlife, es un álbum que captura piezas por las que Diaw luce cual autén!co creador de ritmo, hacedor de canciones que lustran las corrientes a las que representan; ahí está “Santa Yalla” para demostrarlo, al igual que “Maman”, que recuerda a formaciones como Savuka. Una grata experiencia musical la que nos ofrece este ar!sta de marcado calado crea!vo, contador de historias y comprome!do buscador de nuevas vías de expresión. por Sergio Guillén


C R ´I T I C A S D E D I S C O S RECORDANDO A BILL EVANS Y JIM HALL (Luis Guerra E Israel Sandoval,Youkali Music) En el número de julio de este año de Renacer Eléctrico Music Magazine analizábamos el trabajo publicado por Youkali Music Recordando A Ella Fitzgerald Y Joe Pass; ahora, cerrando 2015, y bajo el mismo sello discográfico madrileño, nos llega otra capítulo musical de esos Recordando, en esta ocasión dedicado a las figuras de Bill Evans y Jim Hall. Y si en aquel elepé antes citado era Ángela Cervantes y Chema Saiz los que se enfundaban los roles de Ella y Joe, ahora es Luis Guerra el que toca las teclas de Bill mientras Israel Sandoval marca con una delicadeza magistral las notas que en su día grabase Jim. Este trabajo, cuya fotogra"a de portada (Underwater View Of A Woman, original de Toni Frissell, 1947) es rendición al vinilo Undercurrent del tándem al que se rememora –y que curiosamente aparecía como imagen de cubierta del álbum Joyas De Princesas Muertas (2010) del conjunto nacional La Broma Negra–, sinte#za en diez piezas lo ocurrido en la Bogui Jazz madrileña las sesiones del 25 de sep#embre y el 2 de octubre de 2014. Así se pue-

den rememorar composiciones firmadas tanto por Evans (“Very Early”, “Time Remembered”, “Turn Out The Stars” y “Peri’s Scope”) como por Hall (“All Across The City”), aquel ar#sta siempre necesitado de expresar sen#do y coherencia con cualquiera de sus notas, al #empo que se repasan versiones que ellos grabaron y que en manos de Guerra y Sandoval son tanto tributo como lecturas frescas y profundas (“I Got You Under My Skin”, “My Funny Valen#ne” o “Stairway To The Stars”, por citar tres de ellas). Precioso homenaje y muy bien realizada grabación por parte de Edu Blanco y Deme Gómez en uno de los templos del jazz nacional. Sin olvidar algo que me parece fundamental: la ajustada producción de Israel y Samuel Arjona, buscando evitar los fuegos fatuos y manteniendo la realidad de unas jornadas para el recuerdo. por Sergio Guillén

SAME OLD STORY (Dixie Town, Gaztelupeko Hotsak) Los vigueses Dixie Town publican Same Old Story, el quinto álbum de su carrera y el cuarto de estudio tras publicar el año pasado el directo Burned Alive. En dicho directo ya colaboraba, entre otros músicos amigos, el teclista Isaac Campos (Sugar Mountain) que ahora se incorpora defini#vamente como nuevo miembro de la banda, sumándose así a los ya conocidos Pepe Ferrández (voz y guitarra), Óscar Fontán (voz y bajo) y Lucas Ferrández (batería). Este trabajo, bajo la producción del Deltonos Hendrik Röver, supone un paso adelante en la carrera de esta formación que pasa de ser un power trio

a conver#rse en cuarteto y explorar así nuevos caminos musicales, nuevos caminos que siguen transitando el territorio del viejo blues. Desde las iniciales “Up” y “Taste It” nos queda bien claro que nos encontramos ante un disco de Dixie Town, blues sudoroso surgido de las fangosas aguas del Misisipi, que puede acariciar el góspel en un corte como “My Lord” o rendir pleitesía sin complejos a los grandes maestros –ahí está la clarificadora “Lightnin’ Hopkins”–; pero, entonces, entra en juego el hammond para llevar el sonido un paso más allá, para abarcar un más amplio espectro del abanico musical en el que se mueven estos músi13


Dixie Town

cos con verdadera alma de blues. Así pues, junto a incues!onables temas marca de la casa como “Maybe” y “Lost Peter’s Blues”, vemos la manera en la que el teclado amalgama y aglu!na el sonido de la banda, ya sea en la balada “Useless Dog” o en un tema de aire funk como “Friends”. Dixie Town es un huracán de fuego sonoro que

aúna blues rural del Delta, blues de Chicago, country, rock, boogie, funk, soul y góspel; y Same Old Story es la misma vieja historia de siempre, una historia que no nos cansamos nunca de escuchar. por Fat Professor

US TIME (Stoney La Rue, Blue Rose Records) Stoney La Rue es un músico na!vo de Texas, establecido en Oklahoma y una de las figuras preeminentes de la actual escena de la Texas Red Dirt –un subgénero de la Red Dirt Music, es!lo originario de Oklahoma- que algunos definen como “country hecho con ac!tud”–. Us Time, el disco que nos ocupa, está concebido como un regalo para los seguidores de La Rue y en él se nos ofrece lo más celebrado de su repertorio combinado con versiones de otros músicos y algunos temas inéditos. Grabado en Nashville, cuenta con dos miembros habituales de la familia del sello Blue Rose como son David Grissom a las guitarras y Cody Canada colaborando en las voces. Las versiones de “Box #10” y “Into The Mys!c” dan el pistoletazo de salida a este trabajo que sabe llevar a su terreno tanto el repertorio propio como el ajeno; junto a los mencionados temas de Jim Croce y Van Morrison encontramos las revisiones de “Train To Canada” de John Hia$, “Empty Glass” de Gary Stewart y “Wi14

chita Lineman”, la canción de Jimmy Webb que, entre otros, grabara Glen Campbell. Como digo, La Rue no se olvida de aquellos temas imprescindibles en sus actuaciones en vivo como “Oklahoma Breakdown” o “Feet Don’t Touch The Ground”, y entre las sorpresas están dos temas inéditos nunca antes grabados, “Us Time” y “Easy She Comes”. Por encima de e!quetas musicales, La Rue !ene siempre bien presente la figura Woody Guthrie –el gran icono musical de la Oklahoma de los años 30 y uno de sus referentes– y lo cita como fuente de inspiración a la hora de abordar sus composiciones: «siempre se ha tratado de hablarle a las personas», dice. Eso es lo que Stoney La Rue hace con su música, ya sea a través de sus propios textos o por boca de otros, te habla directamente a ! que estás escuchando este disco. por Fat Professor


C R ´I T I C A S D E D I S C O S JAGGED LITTLE PILL (DELUXE EDITION) (Alanis Morissette, Maverick / Rhino) Siempre se ha dicho que antes de Jagged Li le Pill Morisse!e ya había alcanzado grandes logros en Canadá con sus dos primeros elepés, Alanis y Now Is The Time, pero la verdad es que el salto a la palestra mundial de esta compositora de O!awa no llegó hasta 1995, y fue gracias a su tercer disco. La historia es hoy bien sabida: Alanis logra dejar atrás un contrato por dos discos –los anteriormente nombrados– con MCA Records Canadá, conoce al mánager Sco! Welch, se traslada de O!awa a Toronto y de allí a Los Ángeles, donde comienza a trabajar con Glen Ballard. Jagged Li le Pill abriría las puertas del éxito a Morisse!e, convir"éndose en uno de los álbumes más rentables de la década noventas y llegando a alcanzar el primer puesto del U.S. Billboard 200. Un disco del que, entre el 6 de julio de 1995 al 1 de diciembre del 96, se extrajeron seis singles, siendo ya el primero de ellos un autén"co bombazo. Y es

que “You Oughta Know”, que con los años sería versionado en directo o en estudio por ar"stas tan dispares como Britney Spears, Beyoncé o el descacharrante “Weird Al” Yankovic, tenía a los reconocidos Flea (Red Hot Chili Peppers) y Dave Navarro (Jane’s Addic"on, Red Hot Chili Peppers) ocupándose del bajo y la guitarra respec"vamente; un sencillo que marcaba los parámetros del nuevo rock de autor de los 90. Este 2015 se celebra el 20 Aniversario de la publicación de aquel trabajo que cambió la vida de Alanis, y Maverick Recording Company, junto con Rhino Entertainment Company, lo reeditan para total disfrute de los acólitos de la canadiense, ya que el lanzamiento incluye un segundo CD cargado de diez maquetas jamás antes publicadas y que ha producido el ya citado Ballard. por Sergio Guillén

Alanis Morissette 15


EL CAMINO DEL SAMURÁI (Cuti Vericad, El Camino Del Samurái Records) Cu Vericad, un jaqués con vein cinco años de carrera musical a sus espaldas que ha tenido que esperar a publicar su noveno álbum, El Camino Del Samurái, para poder presentar uno de sus trabajos en directo en una ciudad como Madrid. Así están las cosas y, atendiendo a la música contenida en este disco, no se alcanza a comprender dicha espera. Vericad es un ar sta que cumple religiosamente, desde hace veinte años, con la tradición de ofrecer un concierto homenaje a Elvis Presley en cada aniversario de su supuesta muerte, interpretando tantas canciones como años han transcurrido desde 1977. Y es que su música bebe tanto del legado de El Rey como del de los Beach Boys, tan deudor del cancionero de Elvis Costello como del de Fito Páez, inspirado igual por los outlaws del country americano como por el rock hecho en español; de lujo es la extensa lista de colaboraciones que incluye este álbum: Micky, Carlos Segarra, Trogloditas, El Hombre Lento, Fernando “Desperados” Mar!n,

El Factor Humano, Tachenko y Guisante (una buena muestra del rock hecho en este país desde la década de los 60, pasando por los 80, y llegando hasta la actualidad). Nos encontramos ante canciones que cuentan con numerosas referencias tanto musicales (“Malcolm (En La Parte De Atrás)”, “Lo Aprendí De Bob”) como cinematográficas (“El Luchador”, “Exterminador Del Futuro. Parte 2”) llenas de ironía y sen do del humor, pero también hay cabida para temas de corte biográfico y llenos de sensibilidad –sin por ello resultar sensibleros– como “La Máquina De Humo”, “El Escapista” o “Dulce Canción De Infancia”. Vericad lidera con maestría, bien sea con su guitarra o con su piano, un cancionero sin desperdicio. Cu Vericad lucha día a día por sacar adelante con dignidad su repertorio por amor a la música; él mismo canta con sorna: «Soy el luchador, soy el jodido Mickey Rourke del rock and roll». por Fat Professor

VIVIR SIN MIEDO (Buika, Warner Music Spain) «No conozco a ninguno que esté pasando fa gas en Estados Unidos. Somos uno de los países que exporta una mayor can dad de intelectuales y personas preparadas», dice Concha Buika en referencia a los ar stas españoles que como ella han tenido que buscar fuera el reconocimiento que tal vez no encontraban en España en su merecida medida. Y es que esta vocalista se ha asentado en Miami para con nuar camino, un camino que en esta ocasión se centra en el mapa geográfico amplio y sin fronteras que conforman el reggae, el flamenco, el trip-hop y hasta el pop elegante de nuevo cuño; un mapa, a todas luces, digno de ser recorrido con curiosidad y oídos bien abiertos. 16

Buika es considerada, por los que disfrutamos de su talento, de una de las voces más originales, expresivas y generosas que ha dado el nuevo siglo. Ha cantado a la copla, a la tradición cubana y a los aires soplados desde México, por lo que Vivir Sin Miedo es un álbum que no debería extrañar a nadie, un nuevo movimiento de ficha sobre el tablero que la lleva a trabajar con otros colores sonoros de la amplia paleta cromá ca que conforman sus influencias. Estamos por tanto ante un trabajo arrebatador, un lanzamiento de compra obligada que nos trae a una Buika profunda y llena de ma ces. por Sergio Guillén


C R ´I T I C A S D E D I S C O S STATE OF MIND (VenueConnection, Keepin’ The Groove) No sé si ustedes se han dado cuenta, pero con cada día que pasa el groove está más de moda en nuestras la!tudes. Es realmente llama!vo el impulso que están experimentando en los úl!mos años es!los como el soul, el funk o el disco. Si esto es así, es gracias a grupos como VenueConnec!on, que en estos días nos ofrecen su cuarto álbum de estudio. De estudio sí, pero también en directo, y es que State Of Mind se ha registrado de esta manera. La banda consta de siete componentes, estando al frente de la misma dos cantantes: el estadounidense Karl Frierson y la ferrolana Ángeles Dorrio. Ambos firman, en colaboración alterna!va con el guitarrista Javier del Águila, las once composiciones que dan vida a este LP. También de forma alterna!va se apoderan de las voces principales de las canciones, temas que son puro soul y funk aun-

que con una cobertura jazz fundamental a la hora de redondear su sonido. VenueConnec!on bebe de las fuentes de estos es!los aunque no teme emparentarse con referentes más contemporáneos como Sade (“Should I?”) o Seal (“Lovely Confusion”). Tampoco se amilanan a la hora de contar con el sitar de Fara Álvarez, que aporta un toque de dis!nción a canciones como “The Forest” o “Some Time”. Quizá lo único que se puede reprochar a un disco como State Of Mind es la larga duración de sus temas, y es que la prác!ca totalidad de ellos alcanza los cinco minutos. Esto dificulta un tanto la escucha completa de un álbum que, a todas luces, es canela en rama. por Andrés Puente

CUANDO TE MUERDEN (Leize, Produlam Records) Qué bien les está sentando el nuevo milenio a esta querida banda guipuzcoana, que tantas veces ha sido comparada con Barricada y demás bandas urbanas, radicales y luchadoras del norte de nuestro país, pero que no tuvieron la suerte de iniciarse en la era en que esas mismas bandas marcaron el camino a seguir, arrastrando a toda una legión de fans. Hace aproximadamente dos años que presentaron su directo XXX, mostrando un sonido absolutamente demoledor, y ahora confirman que ese poder sónico que ellos saben arrancar en el escenario siendo capaces de trasladarlo al estudio. Y es que desde su Sólo Para Ti, la banda ha dado un paso de gigante en cuanto a producción y sonido. Escuchad “Bajo La Ley” y entenderéis que esto no es simple rock radikal vasco, es puro heavy metal que no esca!ma en potencia y que puede mirar de

tú a tú a unos Maiden, con esas guitarras en paralelo y unos riffs de alto octanaje. Letras iracundas acompañadas de un muro de sonido capaz de hacer temblar los cimientos de un rascacielos. Pero también hay momentos para la calma y para pasajes más reposados, donde la sensibilidad se abre camino con naturalidad, tal como ocurre en “Sin Ti” y especialmente en esa balada que se inicia con acús!cas y que cierra el disco, “Tu Amistad”. «Hoy, si doblas las rodillas y te dejas llevar, perderás hasta el aire que respiras. Hoy, levanta la cabeza y dime lo que ves, porque puedes cambiarlo con tus manos». Con estas palabras se inicia “Hoy”, incrustadas en toda una batalla de riffs de guitarra que harán las delicias de cualquier amante de unos incisivos Accept pero que a la vez desea corear unas letras que le son cercanas, extremadamente apro17


Leize

piadas a los empos que corren y cuyo mensaje le llega alto y claro: Todos sabemos quiénes nos están mordiendo, todos sabemos cuál es su fin, no dejes que lo hagan. Y es que si añadimos la contundencia de los temas de este álbum con la comba vidad de

sus letras, podemos decir que estamos ante uno de los discos cumbre de esta inagotable banda. por Julio L. Tecglen

PÍDEME LA LUNA (Sake Mate, Rock CD Records) Hay grupos que suenan mejor en directo que en estudio. Es lo que siempre ha ocurrido, a mi modo de ver, con bandas como Ramones o The Who. No es que sus álbumes de estudio tengan una calidad pobre ni mucho menos, es más bien el hecho de que hay conjuntos que ofrecen su mejor versión sobre las tablas, que no de forma “enlatada”. Esto es lo que pienso mientras me enfrento al nuevo álbum de Sake Mate. Sake Mate es un cuarteto madrileño que en estos días nos trae su segundo LP, justamente una déca18

da después de publicar Tiempo De Soñar, su trabajo de debut. De su primera época ya sólo quedan en la banda el guitarrista Javi Molina y el cantante (y también guitarrista) Pedro Fuentes “Bronson”, que son los ar!fices de las composiciones propias de Sake Mate en Pídeme La Luna. Su negociado musical es el heavy rock, y sus temas suenan ochenteros a más no poder. Hasta aquí todo correcto, ya que ellos se lo trabajan bien y sus canciones despliegan todos los elementos que aprecian los seguidores de este es lo. Sin embargo, bajo mi punto de vista, aquí no


C R ´I T I C A S D E D I S C O S se ha conseguido un sonido lo suficientemente pulido. En varias ocasiones el disco suena demasiado “maquetero”, y que me perdonen tanto los miembros del grupo como sus seguidores, pero pienso que a una formación de la trayectoria de Sake Mate hay que pedirle un plus de calidad en este sen do. Como venía diciendo, es una pena que no se haya logrado mejor sonido en Pídeme La Luna. Intuyo que estas canciones mejorarán considerablemente

en directo, porque repito que los temas en sí son bastante potables. El álbum termina con una muy buena versión hardrockerizada de la mí ca “Días De Escuela” de Asfalto, siendo ésta la prueba defini va de que aquí hay mucho potencial pero no se ha llegado a canalizar todo lo bien que debería haberse hecho. por Andrés Puente

CUÁNTICO (Fractal, Autoeditado) ¿En que se parece la “Mariposa de Hofstadter” –fractal cuán ca cuya existencia quedó demostrada hace un par de años con gran repercusión mediá ca– y un grupo madrileño que presenta su primer disco? Obviamente en nada, salvo una desconcertante coincidencia nominal. El LP Cuán!co del quinteto madrileño Fractal, liderado por el cantante y guitarrista Ryk Ramos, grabado en los estudios Arcadia Music y producido por Pablo Cebrián, incluye doce temas hábilmente mezclados y masterizados por Felipe Guevara, que deja una huella fácilmente reconocible. El primer corte, “Trozos De Papel”, integra rasgos sonoros que evocan referencias tan dispares como U2 o La Unión, y es probablemente lo más pegadizo del álbum. Sin embargo, musicalmente destacan “Revolución” y “Una Vez Más”, ejemplos de un rock

más potente con un destacado papel de las guitarras. El tema “Cuán co” destaca por el alarde vocal, tal vez un poco forzado. Para poner el colofón al disco se da un giro radical, ya que el úl mo “Mar” es una pieza acús ca donde la voz y la guitarra de Ryk adquiere todo el protagonismo. Lejos de la complejidad geométrica que poseen las fractales –cuán cas o no–, este trabajo de Fractal se caracteriza más bien por su sencillez, por sus melodías asequibles y pegadizas. El conjunto se convierte en un producto que se aproxima bastante a los gustos de un público mayoritario, y que, con una adecuada ges ón comercial podría conver rse en un éxito que asalte las aparentemente inexpugnables fortalezas del mainstream. por María Manuela Cor!nas

PICK UP THE PHONE (Sebastián Chames,Youkali Music) El pianista Sebas án Chames acaba de presentar la tercera muestra discográfica de su talento, que lo consolida como una de las mayores figuras del jazz español actual. Su éxito se fundamenta en una sólida formación musical adquirida aquí y al otro lado del Atlán co. Cierto es que ha tenido buenos maestros, ya que estudió en Nueva York con Rodney Kendrick,

Barry Harris, Bruce Barth o Fred Hersch, entre otros. Pero lo más importante es que nunca deja de aprender, y para ello gusta de trabajar rodeado por grandes ar stas y profesionales. En la grabación del disco ha contado de nuevo con un destacado elenco de avezados músicos neoyorquinos, como Gregory Tardy al saxo y Gerald Cannon al contrabajo. 19


Asimismo, el trompe sta Jeremy Pelt y el baterista Willie Jones III, que ya habían colaborado en el anterior disco de Chames, repiten en este nuevo trabajo. Desgraciadamente, quien no pudo repe r fue Dwayne Burno, que falleció prematuramente a finales de 2013. Al malogrado contrabajista dedica Chames el tema “Dwayne Deserves”, una de las piezas más melancólicamente bellas de este trabajo. Ciertamente, éste es un disco lleno de homenajes. “Pianist At The Park” está dedicado al pianista y compositor Mulgrew Miller, fallecido también en 2013, y la pieza que da nombre al disco es una sen da muestra de admiración que Chames tributa a su mentor, el pianista Rodney Kendrick. En cierto modo, “Captain Furillo”, podría considerarse también un homenaje al personaje interpretado por Daniel J. Travan , en la popular serie ochentera Canción Triste de Hill Street, y ciertamente la composición respira un evocador aire de blues. Además de las piezas originales de Sebas án Chames,

en el álbum podemos encontrar un par de arreglos, como son el desarrollo instrumental del conocido y versionadísimo standard “Moonlight in Vermont”, al que Sebas án Chames consigue extraer nuevo jugo, y la animada interpretación del “Dear Old Stockholm”, la canción popular sueca que ya inspiró a grandes genios del jazz como Miles Davis y John Coltrane. Realmente Chames imprime su es lo de jazz prevanguardista en cada uno de los cortes del álbum y consigue escribir diálogos fluidos entre los diferentes instrumentos, logrando energía rítmica y fluidez melódica. Los que no tengan la suerte de poder escucharle en sus actuaciones en directo pueden disfrutar de una muestra de su arte, así como del trabajo de talentosos músicos, todo empaquetado en un solo CD listo para disfrutarlo. Pick Up The Phone, un disco bueno, bonito y barato. No se puede pedir más... o tal vez sí. ¿Para cuándo el próximo? por María Manuela Cor nas

DRENAD EL SENA (Mi Capitán, Warner Music Spain) Gonçal Planas era un nombre conocido entre bas dores dentro del negocio musical, pero un tanto desconocido para el gran público. Un día decidió dar un paso al frente y mostrar la decena de canciones que había escrito a algunos buenos amigos –amigos músicos todos ellos que pertenecen a algunos de los grupos referentes del indie barcelonés, grupos como Egon Soda, Stands ll o Love Of Lesbian– con los que Planas había trabajado a lo largo de los úl mos años y, de este modo, se juntaron en el estudio durante nueve días para grabar el grueso de lo que ha resultado ser este disco tulado Drenad El Sena. La banda se hace llamar Mi Capitán y está formada por Gonçal Planas (guitarra y voz), Ricky Falkner (batería), Ferran Pontón (bajo), Julián Saldarriaga y Víctor Valiente (guitarras), Ricky Lavado (percusiones) y Dani Ferrer (teclados). “Es Suave La Voz” fue el tema de presentación de este disco de pop-rock en el que, inevitablemente, encontramos ecos del sonido de las bandas a las que pertenecen los mú20

sicos integrantes de este proyecto y otras formaciones enmarcadas en eso que ha venido a llamarse indie. Es en los textos donde Planas ha sabido imprimir su par cular visión del mundo y su sello personal que, sumado a la experiencia de los buenos músicos de los que se ha rodeado, hace que el conjunto resultante goce de una muy buena factura; sin sobresaltos ni sorpresas, pero sin fisura alguna en sus surcos. Buenas historias, melodías que enganchan, acordes certeros y enérgicos guitarrazos son la tónica dominante. La presente edición con ene además tres bonus tracks entre los que se incluye una canónica interpretación del “Alta Suciedad” de Andrés Calamaro. Mi Capitán y, por extensión, este Drenad El Sena son el resultado de reunirse en el estudio de grabación no sólo buenos músicos sino, por encima de todo, un grupo de amigos pasándoselo en grande, y eso se nota. por Fat Professor


C R ´I T I C A S D E D I S C O S CHEAP TALK (Kiko García Band, Santo Grial Records) La guitarra, voz y armónica de Kiko García lidera la Kiko García Band, formación que se completa con José Ramón Abella al bajo y Wally Fraza a la batería y percusión. El de Colmenar Viejo (Madrid) edita su segundo disco, Cheap Talk, un trabajo que nos ofrece un blues eléctrico y cantado en inglés heredero de todos aquellos pioneros que llegaron a las grandes ciudades de Estados Unidos venidos desde el campo, véase el sonido Chicago años 50 de un corte como “Shot”. Pero no sólo del blues bebe este disco, en él encontramos influencias del rock, del soul, del funk y hasta del jazz; “Rain Out” es un buen ejemplo de la amplitud de miras que demuestra tener Kiko García a la hora de entender un es"lo un tanto encorsetado a veces como es el blues. Entre las colaboraciones encontramos a Luis Criado a las percusiones,

Andreas Lutz (O’Funk’Illo) poniendo la voz en “La Regaera” –el único tema en castellano del álbum, con letra del propio Lutz y el más heterodoxo de cuantos aparecen en el disco– y la magistral guitarra de Javier Vargas en la rotunda “One More Trouble”. El blues acús"co de corte rural “Slow Down”, únicamente con voz y guitarra slide, sirve para cerrar este fantás"co disco, lleno de su"lezas pero sin ar"ficios superfluos. En los Estados Unidos Kiko García ya se labró una reputación y, ahora en España, ha compar"do escenario con ar"stas de la talla del mencionado Javier Vargas o Joanne Shaw Taylor; ha llegado la hora de poner el nombre de la Kiko García Band en la primera línea de la actual escena del blues patrio. por Fat Professor

COSAS DE DOS (Mayte Martín, Satélite K) Mayte Mar$n posee una voz única para el bolero, sabiendo con su registro y su forma de interpretar el cómo hacer transcurrir de la manera idónea esas historias inmortales que ha dado el género. Piezas que compusieron Francisco López Vidal, Alberto Cortez, Roberto Cantoral o Boby Capó, toman un tono aún más profundo al ser cantadas por Mar$n, proclamada en los años 90 como la mejor bolerista del mundo según el legendario Tete Montoliu –palabras mayores–. A lo largo de este viaje sen"mental sen"remos el regalo de una noche en la que se tratarán las penas que se esconden en un rincón del alma tras un adiós, en la que se nos pedirá que dejemos de ser niños para entender lo sencillo que es amar y en la que se morirá de desconfianza, sin importarnos, por supuesto, que se quede el infinito sin estrellas.

El “Lía” de José María Cano, y que popularizase Ana Belén, suena aquí en una adaptación soberbia, tan sorprendente como el total de la obra, de este Cosas De Dos capturado en directo en la barcelonesa sala Luz de Gas durante dos noches de mayo de 2012. De hecho, este trabajo ya se vendió en edición limitada para todos aquellos seguidores de Mayte que par"ciparon en una campaña de crowfunding realizada entonces. Ahora, finalmente a la venta desde el 30 de noviembre para el gran público, sirve cual celebración de otra actuación fundamental en la carrera de esta ar"sta: su triunfal par"cipación en el fes"val Les Voix Humaines de La Habana. En fin, un regalo necesario para los oídos. por Sergio Guillén 21


Poire

ATLANTIS (Poire, Autoeditado) Frente a la habitual tendencia de inspirarse en las grandes bandas de los 70, en ocasiones nos topamos con formaciones de rock progresivo que deciden apostar por las corrientes más contemporáneas del género. Esto úl!mo es lo que trasciende cuando escuchamos Atlan!s, el notable álbum de debut del trío barcelonés Poire. En este disco vamos a encontrar música inspirada en los trabajos de Porcupine Tree, Opeth, Anathema (en concreto las úl!mas etapas de las dos bandas anteriores) e incluso los estadounidenses Tool o los islandeses Sigur Rós. Temas muy atmosféricos, con un trasfondo de psicodelia suave, mostrando una mayor querencia por la concreción y la efec!vidad que por los desvaríos de virtuoso. Sorprende que, teniendo los teclados, sinte!zadores y demás programaciones una importancia capital en el sonido de Poire, no 22

se indique en el libreto quién o quiénes son los responsables de estos elementos, fundamentales a la hora de crear las texturas que sustentan los ocho temas que conforman Atlan!s. Francamente bien estructurado y pensado en lo que a las canciones y su colocación en el álbum se refiere (hay un juego constante entre secciones más enérgicas y otras más melancólicas o misteriosas), Atlan!s se postula desde este mismo momento como uno de los trabajos discográficos más ilusionantes de los úl!mos años dentro de la escena nacional del rock experimental. Habrá que ver con qué nos sorprenden Pere Miralles, Àlex Miralles y Aleix Burgúes en el siguiente disco de Poire. por Andrés Puente


21


Visiones de Allen Ginsberg: 1965-1975. Momentos de poesía Beat compartidos con Bob Dylan por Fat Professor «Un amigo mío ha fallecido, esta mañana creo, ésta era una de sus canciones favoritas... el poeta Allen Ginsberg». Estas palabras las pronunciaba Bob Dylan después de interpretar “Desola on Row” en el concierto que ofreció en Moncton (New Brunswick, Canadá) el 5 de abril de 1997. Y es que Ginsberg fue mucho más que un poeta al uso para Dylan; y Dylan, a su vez, fue más que un músico de moda para Ginsberg. Allen Ginsberg, una de las figuras icónicas de la generación Beat junto a Burroughs, Ferlinghe , Corso, Cassady o Kerouac. Vean en el personaje de Carlo Marx de En el camino la persona de Ginsberg, como en tantos otros personajes que pululan por las páginas de las obras de Kerouac. Allen Ginsberg, autor de uno de los versos iniciales más poderosos de cuantos se hayan escrito nunca: «He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura...» –en un aullido de desesperación. Autor de poemas por los que transitan diferentes personajes de la música popular de su empo, véanse: “Comienzo de un poema de estos Estados”, “Poesía de autopista LA-AlburquerqueTexas-Wichita”, “Cruzando la Nación” o “Ecólogue”. Allen Ginsberg, tes go de excepción en los primeros encuentros entre Dylan y The Beatles; ya saben, el día del primer porro de los de Liverpool, el de «no, no, en “I Want To Hold Your Hand” no decimos “I Get High”, decimos “I Can’t Hide”»... En mayo de 1965, en Londres, fue él el que tuvo que romper el hielo en uno de esos encuentros iniciá cos preguntándole a Lennon si había leído algo de William Blake, a lo que éste le respondió con su tono más socarrón: «Nunca he oído hablar de él», y tuvo que ser la por entonces esposa del Beatle, Cynthia, la que le reprochara: «Vamos, John, no digas men ras...». No en vano Blake ejerció una gran influencia 24

tanto en Ginsberg como en el propio John Lennon. Allen Ginsberg, figurante en el considerado por muchos como el primer videoclip de la historia de la música (décadas antes de que se inventara dicho término): “Subterranean Homesick Blues” –extraído del documental Don’t Look Back, dirigido por D.A. Pennebaker. Obsérvenle conversar con Bob Neuwirth, al fondo, en el callejón. Allen Ginsberg, la figura que supuso un revulsivo en la forma de escribir del Dylan más mercurial, tanto en sus canciones (“Posi vely Van Gogh”, “I Can’t Leave Her Behind” o “Luna c Princess Revisited”) como en su libro Tarantula –escrito en 1966 aunque publicado en 1971– que bebe directamente de las fuentes de la cultura Beat y se sumerge en la más genuina corriente dadaísta.


REPORTAJE Allen Ginsberg, captado por las cámaras fotográficas en San Francisco en 1965, posando junto a Dylan (en la época de su primera gira eléctrica por Estados Unidos), Robbie Robertson (miembro por entonces de The Hawks, la banda de acompañamiento de Dylan y que posteriormente se conver rían en The Band), Michael McClure (poeta de San Francisco) y Lawrence Ferlinghe (¿recuerdan su memorable aparición en el El úl mo Vals, filmado por Scorsese?). Las fotogra!as fueron tomadas frente a la librería City Lights Bookstore –propiedad del propio Ferlinghe – en el callejón que va a dar al Vesuvio Pub, local que solía frecuentar Kerouac. No es casual que al lugar se le conozca coloquialmente como Jack Kerouac Alley. Allen Ginsberg, el nombre que hace que Dylan y The Band –mientras están grabando sus Cintas del Sótano en una finca pintada de color rosa situada en el 56 de Parnassus Lane, Sauger es (Nueva York) en la boscosa zona de Woodstock durante el otoño de 1967– empiecen cantando ese juguetón verso que reza «See you later, Alligator» (Hasta luego, cocodrilo) y acabe derivando durante la grabación en un espontáneo e hilarante «See you later, Allen Ginsburg» (sic). Allen Ginsberg, el poeta que no sólo escribía, sino que recitaba, cantaba, musicalizaba e interpretaba sus poesías y que, incluso, publicó un disco: First Blues, en el que encontramos esa joya literario-musical tulada “Vomit Express”: Come back to earth, walk the streets in shock Smoke some grass and eat me some cock Kiss the mouth of the sweetest boy I can see Who shows me his white teeth and brown skin joy. I’m going down to Puerto Rico I’m going down on the midnight plane I’m going down on the Vomit Express I’m going down with my suitcase pain. Allen Ginsberg, que en 1975 se uniría a esa caravana gitana que se llamó la Revista del Trueno Rodante y que recorrería buena parte de la Nueva Inglaterra otoñal ofreciendo una serie de espectáculos que aunarían música, recitales poé cos y teatralidad al más puro es lo vodevil con nombres en el cartel como los de Joan Baez, Roger McGuinn, T-Bone Burne", Ramblin’ Jack Ellio", Joni Mitchell, Ronnie Hawkins, Bob Neuwirth, Ronee Blakley o Gordon Ligh#oot, amén del propio Dylan; y que 25


REPORTAJE

G I N S B E R GINSBERG culminaría el 8 de diciembre del citado 1975 en un gran concierto en el Madison Square Garden Ga de Nueva York: La Noche del Huracán, que tenía como o finalidad conseguir la puesta en libertad del boxeador Rubin “Huracán” Carter, contando esa noche con la par cipación del el mismísimo Muhammad Ali.

Allen Ginsberg, actor improvisado improv ovisado al que encontramos en el reparto de la película que retrató ret etrató toda aquella odisea carnavalesca: Renaldo & Clara. Durante Du sus casi cuatro horas de metraje podemos contemplar ar a Ginsberg –en su papel de “El Padre”– recitando poemas (solo (so solo o acompañado de un pequeño armonio), bailando alegre alegremente remente al son de un vals o en momentos tan ín mos como cuando cu se deja afeitar su poblada barba ante las cámaras o como com omo cuando recita algunos pasajes de En el camino –en compañ compañía añía de Dylan– frente a la tumba de Jack Kerouac en el cement nterio de Lowell, Massachuse!s; cementerio incluso podemos verle confun undiendo a los niños que juegan confundiendo en un parque de dicha localidad localida dad preguntándoles qué aspecto ene Dios o bien si Dios toca la guitarra, y los niños contestan unísono: a esto úl mo todos al unísono no: «Noooo» –chiquillos, qué ingenuos...–. Allen Ginsberg que, bajo los os rasgos del personaje de Carlo imaginación Marx, hizo volar la imaginac ación de un adolescente llamado Hibbing Bobby en su cuarto de Hibbin ing (Minnesota) mientras leía En Dean el camino y vivía junto a Dea ean Moriarty y Sal Paradise mil y ancho una aventuras a lo largo y anc ncho de ese pedazo de erra que media entre Nueva York y Los os Ángeles –a la que los estadounidenses llaman América– sin ssospechar que algunos años después, no sólo lo conocería een persona, sino que se dejarían influir mutuamente y se conver conv nver rían en amigos.

camino, Quién no ha leído En el cami mino, siendo un adolescente, y se autostop ha imaginado haciendo auto tostop cuando se le han acabado quedaban en el bolsillo a las polas úl mas monedas que le q cas horas de abandonar la casa ca de su #a en Paterson (Nueva duro y frío banco de madera en Jersey), o durmiendo en un d Greyhound en alguna remota ciuuna estación de autobús Grey dad perdida del Medio Oestee o conduciendo un desvencijado Dodge por las llanuras llenass de polvo en mitad de la noche, sobre el salpicadero con las botas desgastadas descansando de negra y la radio sonando en la neg egra noche con las estrellas como única compañía.

26

S E E

Y O U L A T E R

A L L E N

G A T O R


29


BORN TO BOOGIE Más allá del largometraje musical por Andrés Puente

En 1972 Marc Bolan ya era toda una superestrella del rock. La demanda por verle en directo junto a sus T.Rex era enorme y miles de fans esperaban con ansia la oportunidad de poder contemplar a su ídolo sobre las tablas. Es significa"vo el hecho de que el mismísimo Ringo Starr hubiera tanteado a Marc Bolan en 1971 proponiéndole la idea de tomar parte en una serie de documentales que habrían incluido a personalidades como Richard Burton, Elizabeth Taylor o el legendario futbolista George Best. Finalmente, la intención primera quedaría reducida a este Born To Boogie –que sería producido por Apple Corps, la compañía creada por The Beatles– cuando llegó a oídos de Ringo Starr que Marc Bolan pretendía filmar sus actuaciones en el Wembley Empire Pool. Dicho local se encontraba en el norte de Londres y contaba con un aforo de 10.000 personas, capacidad que sería colmada dos veces en un mismo día: el 18 de marzo de 1972. Finalmente, Born To Boogie terminaría conver"do en un largometraje en el que, aparte de poder disfrutar de una parte de dichas actuaciones, se incluían secuencias surrealistas al más puro es"lo Magical Mystery Tour. No en vano Marc Bolan y T.Rex ya eran considerados en aquel momento como los verdaderos sucesores de The Beatles. Solamente hay que ver las dos primeras canciones de la banda ante una audiencia enloquecida como sólo se había visto en los conciertos del cuarteto de Liverpool años atrás. No es para menos, porque sus interpretaciones de “Jeepster” y “Baby 28


CINE MUSICAL

Strange” siguen sonando como dos cañonazos hoy en día, y con núan desprendiendo ese enorme carisma del que hacía gala Marc Bolan. El propio Bolan comentaba: «Ya lo ves, nací estrella. Sé que soy bueno. Siempre he creído que un día otras personas lo reconocerían, y me han dado la razón». La cinta con nuaba con una histórica jam session que tuvo lugar en mayo de 1972 en los Apple Studios, con Marc Bolan y T.Rex uniéndose a Elton John y Ringo Starr en una frené ca versión del “Tu Fru ” de Li le Richard y en un “Children Of The Revolu on” que comenzaba con Bolan me do dentro del piano de Elton John. En contraposición a los momentos más eléctricos y marchosos surgía la figura de Bolan solo con su guitarra acús ca, quizá recordando su período inicial con Tyrannosaurus Rex, desgranando temas como “Spaceball Ricochet” o “Cosmic Dancer”. Con nuando en esta faceta, Bolan se unía a un cuarteto de cuerda dirigido por Tony Viscon para tocar sobre la hierba de los terrenos de la mansión de John Lennon en Ti enhurst Park, amenizando una merienda campestre, “Jeepster”, “Hot Love”, “Get It On” y “The Slider”. Viscon recuerda así aquella época: «Era como el reconocimiento del sueño que enes cuando eres un niño, y le estaba ocurriendo a Marc, a mí mismo y a los chicos de la banda. Te daban escalofríos, fue un empo muy emocionante para nosotros...». Poco más queda por decir.

29


EL DUELO DE LAS BUDDY MOVIES ARMA LETAL

vs

´ limite 48 horas

por Sergio Guillén y Andrés Puente

En la década de los 80 del siglo pasado, y generalmente centrado en filmaciones que mezclaban la acción con medidos toques de comedia, surgiría un subgénero totalmente americano conocido como buddy movies (películas de colegas, se podría traducir). En ellas, una pareja protagonista, cuyos componentes son completamente opuestos en carácter y personalidad, se ve obligada a sumar fuerzas para llevar a puerto soleado la trama elegida en cada caso. Se habla de antecedentes marcados en el cine que encumbró a Stan Laurel y Oliver Hardy, igualmente que se mira a las tiras del cómic en las que Batman se hace acompañar por un adlátere llamado Robin. Aun así, el joven compañero del Hombre Murciélago nunca será tratado con el mismo respeto o colocado a la misma altura que su jefe, por lo tanto podría aflorar cierta queja. Posteriormente, y ya en los años 70, ronda las televisiones algo más que una serie de culto. Starsky y Hutch cumple la normativa para poderse catalogar dentro de esas buddy movies, pero aún hablamos de un serial. Saltemos a la gran pantalla. Iniciados los 80, los directores de acción deben asumir una realidad. La necesidad por parte de la población negra de sentirse identificada con los lanzamientos de lo que se conocía como Blaxploitation habían robado dólares a las cajas de películas realizadas por autores reconocidos que extrañamente vendían un mundo blanco en el que actores de otras etnias sólo llegaban a representar el otro lado de la realidad made in USA. Los protagonistas de Foxy Brown, Black Caesar, Shaft o The Mack eran ídolos que seguir, paridos desde un cine independiente que a fuerza de machacona insistencia y de poseer líneas muy claras había conseguido la catalogación de subgénero en alza. Hollywood se tenía que poner las pilas para contentar a todos, y la respuesta aterrizó con la definitiva concepción de buddy movies multirraciales. Walter Hill se atrevió a poner la primera piedra con Límite 48 horas, largometraje que contaba como cabecera con el extraño dúo formado por Nick Nolte y Eddie Murphy. El primero, uno de los duros de la meca cinéfila que realmente se había vuelto reconocido por su trabajo en el mini serial Hombre rico, hombre pobre, y que en 1980 daba cuerpo en Heart Beat a aquel maldito de la generación beat que fue Neal Cassady. Murphy era todo lo contrario. Considerado por aquellos días como uno de los humoristas negros con más éxito, puntal del Saturday Night Live, estaba preparado para saltar a la mermelada del nuevo celuloide ochentas. Era 1982 y Walter Hill acertó de pleno. A partir de ahí se sucedieron decenas de copias, teniendo en la saga de Arma letal una de las más rentables. Ya en el nuevo siglo, filmes como Hora punta, con Jackie Chan y Chris Tucker, vuelven a exprimir la naranja. Si hacemos caso a lo recaudado en taquilla, parece que todavía le sobra pulpa. 30


CINE En las buddy movies LA pareja protagonista, cuyos componentes son completamente opuestos en carรกcter y personalidad, se ve obligada a sumar fuerzas


CINE

LIMITE 48 HORAS ´

Si bien se habla en ocasiones de Una extraña pareja de polis (Freebie And The Bean, 1974), protagonizada por Alan Arkin y James Caan, como de la primera buddy movie, no cabe duda de que la película que dio origen al subgénero y marcó una verdadera tendencia en los años 80 fue Límite 48 Horas. Es en este !tulo donde se establecen todos los clichés que serían explotados por un número rela"vamente importante de filmes en los años siguientes al de su estreno. La idea era confrontar las personalidades en un principio opuestas de dos personajes que, muy a su pesar, se ven obligados a trabajar juntos para resolver un caso, base sobre la que se construyen todo "po de situaciones cómicas en el marco del cine de acción más puramente ochentero. Walter Hill, el director de Límite 48 horas, ya gozaba de una establecida reputación como guio-

32 30

nista y realizador para el momento del estreno del film que nos ocupa. Sus dos anteriores películas, Forajidos de leyenda (1980) y La compañía bravo (1981), se contaban como éxitos rela"vos de crí"ca y público, pero con Límite 48 horas llegaría el ansiado taquillazo. Nick Nolte se me!a en la piel del pendenciero Jack Cates, quien en su lucha por detener al peligroso y psicopá"co delincuente Albert Ganz (James Remar) no "ene más remedio que formar improbable tándem con Reggie Hammond (Eddie Murphy), liberado de su condena en prisión durante las 48 horas que dan !tulo a la cinta. Dos días en los que Cates y Hammond vivirán diversas aventuras y desventuras que les conducirán en úl"mo lugar a establecer una extraña amistad. Durante todo ese "empo se muestran al espectador gags previsibles aunque no por ello menos diver"dos que surgen de la interacción entre las diferentes maneras de


pensar y connotaciones raciales de Jack y Reggie. Especialmente memorables son las secuencias de la pareja en un club repleto de rednecks y en el V Roman’s, establecimiento en el que actúa el grupo de rock negro The BusBoys, banda que gozó de un tremendo éxito durante aproximadamente un lustro para posteriormente difuminarse en el olvido. A pesar del entretenido y dinámico guión pergeñado por Hill, Roger Spo#swoode, Larry Gross, Steven E. De Souza y Jeb Stuart y las sensacionales actuaciones desplegadas por Nolte y Murphy, también hay que comentar la innecesaria subtrama que se establece con la relación tormentosa entre Jack Cates y su novia Elaine (Anne$e O’Toole), muy poco desarrollada y de un interés casi nulo para el espectador. Por otro lado, los fans del serial Twin Peaks descubrirán en Límite 48 horas a dos actores que tendrían posteriormente sus minutos de gloria en dicho espacio televisivo: David Patrick Kelly (Je-

vid Patrick Kelly (Jerry Horne) y Chris Mulkey (Hank Jennings). Ocho años después de Límite 48 horas aterrizaría en las salas de cine la secuela 48 horas más –apoyado en el lema “The boys are back in town”, extraído de una de las canciones que sonaban en la primera parte–, de nuevo con Nick Nolte y Eddie Murphy en los papeles protagonistas y repi!endo equipo de guionistas y director. Sin embargo, una vez finiquitado el factor sorpresa y dada la proliferación de filmes con similar argumento, la película no pasaría de un moderado éxito. En cualquier caso, a Límite 48 horas corresponde el honor de acuñar una manera de hacer cine, y esto es algo de lo que pocas producciones del mundo del celuloide se pueden jactar.

33


ARMA LETAL «Lo que amo de Arma letal es la oportunidad que se me puso en bandeja para rodar una película de acción con un total sen!do de la realidad. No soporto la violencia gratuita, así que enfocamos la historia en la relación de Mel y Danny al trabajar juntos». Richard Donner debía estar de guasa o con una curda de mil demonios cuando soltó tamaña perla. Es cierto que la compenetración entre dos policías de primeras en polos totalmente opuestos ofrece carcajadas excelsas gracias a situaciones de lo más delirantes, pero que eso no nos separe de uno de los puntos clave en cuanto a películas de “maderos” se refiere en los fiesteros 80: la carta blanca para el despilfarro de balas. En los largos de soldados mi!ficados y heroicos (sí, Stallone y otros amantes de los esteroides), de polis y cacos, de con!endas barriales, y demás etcéteras derivados, pareciese como si los cargadores jamás se vaciasen. Andanadas de balazos, ráfagas, !ro a !ro, 34

daba igual la modalidad seleccionada, aquello era como un videojuego, es decir, munición ilimitada. Aun así, se encuentra ante una de las sagas más interesantes y añoradas del cine de acción parido hace unas décadas. El imaginar dos personajes como Roger Murtaugh (Danny Glover) y Mar!n Riggs (Mel Gibson), en aquellos días, es casi como ir contra el sistema de las grandes productoras. Los vigías del pedestal por el pueblo norteamericano mutaban en dos seres totalmente absurdos para un filme de estas caracterís!cas. Seguramente eso sea lo que les haga especiales, y a la posterior copia Tango y Cash, una tonta pantomima de chistes contados («poli malo y poli peor», gritaban Sly y Kurt Russell). Murtaugh es uno de esos agentes de la ley que ya está deseando recibir su merecida jubilación para pasar jornadas completas con su numerosa y amada familia. Riggs, por su parte, no es más que un ex comba!ente del conflicto bélico en Viet-


CINE

nam que vive como agente en el desasosiego de una vida en favor de la autodestrucción. Su meta es acabar con su propia existencia, un suicidio que no llega; por ello, y mientras consigue mandarse al otro barrio, acepta las misiones más arriesgadas para pasar el rato. Arma letal avanzaba bastantes pasos como buddy movie con respecto a Límite 48 horas a la hora de meterse en el bolsillo al público negro. El papel de Eddie Murphy en la citada filmación, aunque termina subiendo en cuanto a estatus se refiere, simplemente se resume en la vida de un delincuente con oportunidades cuando se topa con Nick Nolte (que le trata a patadas casi en la totalidad de la historia). Sin embargo, en Arma letal Danny Glover en el cuerpo de Murtaugh ejerce de padrazo de familia, figura respetada de su comunidad, hombre de bien con una moral y una é"ca sin mácula; mientras Gibson explota un rol maca-

rra y de suburbio. El tercer punto esencial fue un malvado glorioso como Joshua, que tuvo la facha de Gary Busey, otro pilar del cine norteamericano a reivindicar. «Tenía mariposas en el estómago, nunca había hecho de chico malo y parecía que nadie me había visto desde que perdí peso. Decidí tomar la propuesta de trabajar junto a Dick, Joel, Mel y Danny. Constantemente busco a alguien que saque lo mejor de mí como actor, y estos "pos pueden», declaraba el propio Busey. Entre los expedientes X y casualidades que de primeras pareciesen sucesos paranormales se encuentra un diálogo de Tom Atkins (Michael Hunsaker). El personaje explica la operación de la CIA conocida con el nombre clave Air America. Aquella línea privada funcionando en Laos durante la guerra de Vietnam tendría en 1990 su film en las grandes pantallas,... ¿y a que no adivina quién era su máximo protagonista? ¡Exacto! El mismo Mel Gibson que viste y calza. 35


´IOS L LOS E D L E EL HOT DE SE E E L C JOHN fessor por Fat Pro

36


la retro serie El Hotel Fawlty se conver a en un verdadero camarote de los Hermanos Marx en cada uno de sus episodios: enredos y entuertos salpimentados con ironía y mala baba. El rol central de la serie lo desempeña un John Cleese en estado de gracia que, me do en su papel de Basil Fawlty, nos regala un personaje de lengua viperina y maniá co que, de tan detestable y desagradable, acaba por hacérsenos inexplicablemente entrañable. Siempre some do y resignado a las exigencias de su mandona mujer Sybil (Prunella Scales), siempre rescatado de mil y un apuros por su asistenta Polly (Connie Booth), y siempre a la gresca con el camarero Manuel (Andrew Sachs), un inmigrante inocente y bobalicón que no en ende una palabra de inglés, fuente inagotable de problemas para su jefe y que se convierte en el blanco de todas las agresiones (tanto verbales como sicas) por parte de un Cleese que hace gala de mordaces diálogos y de todos aquellos gags visuales que su alargada figura le permiten llevar a escena y que el público recordaba ya de la época de los Monty Phyton.

En 1970, durante el rodaje de algunos de los sketches de Monty Python’s Flying Circus, el matrimonio formado por los actores John Cleese y Connie Booth se hospedó en un hotel de Torquay, en la costa de Inglaterra, donde tuvieron “el placer” de conocer a su estrambó co y malhumorado propietario. Ese personaje real fue la semilla que dio como fruto algunos años después una emblemá ca serie creada para la BBC: Fawlty Towers (Hotel Fawlty). Dejando atrás viejas andanzas con sus colegas de los Monty Python, Cleese cogió el món de su propia nave y demostró seguir en plena forma navegando entre las ácidas y corrosivas aguas del mejor humor británico. Con guion de los propios Cleese y Booth, la acción se desarrollaría en un fic cio hotel sito en el mismo Torquay, regentado por el matrimonio Fawlty, y en el que se contrapondría el es lo de vida del campo con el de la ciudad, se haría crí ca de la sociedad inglesa, de las costumbres de sus países vecinos y todo mediante situaciones de lo más delirantes y surrealistas.

En España la serie adolecía de un grave problema con el doblaje al castellano puesto que el personaje de Manuel era originariamente español, concretamente de Barcelona, y muchos de los juegos de palabras y malos entendidos que formaban la trama de la serie surgían, precisamente, debido a la falta de comprensión del inglés por parte de este pobre desgraciado que constantemente contestaba en castellano a las órdenes de su jefe con un afirma vo «Sí» para, acto seguido, añadir un desconcertante «¿Qué?». El argumento que esgrimía Basil ante los atónitos huéspedes para estas situaciones era la demoledora frase «He´s from Barcelona…», a modo de jus ficación. Quizá esta imposibilidad de adaptación del doblaje —Manuel pasó a ser italiano en la versión castellana— fuera la causa de que la serie no cuajase entre la audiencia cuando se emi ó por TVE en 1981. No sucedió así cuando se dobló a otros idiomas autonómicos unos años después. En el doblaje al catalán, por ejemplo, resolvieron la papeleta haciendo que Manuel fuese mexicano ¡ándele, ándele!. Hoy día ya no hay excusa que valga: basta con hacerse con la serie completa en DVD y disfrutarla en su versión original. Contando con tan sólo doce episodios, divididos en dos temporadas (1975 y 1979), Fawlty Towers supuso un hito televisivo y con el paso del empo se ha conver do en todo un referente en el mundo de las sitcoms. 37


TELEVISIO ´ N ´A C I D A

SANDRO REY El revival de Don Diablo

38


Si saco a la palestra la primera etapa musical de Miguel Bosé a más de uno se le escapará una risa enfermiza, pero... ¿Acaso el vástago de Lucía Borloni no era un adivino? ¿No deberíamos subrayarlo cual el Nostradamus de 1980 por poner en las listas musicales un sencillo como “Don Diablo”? Él, mucho antes que nadie, profe zó la llegada, el aterrizaje en la televisión de esa astracanada de la curación homeopá ca y la videncia que es Sandro Rey. Bosé nos marcaba la profecía con sus buenas pistas a lo largo de la canción de marras. Don Diablo que es muy cuco Siempre sale con el truco Del futuro colorado colorín; Y si acaso cedes, Usará sus mil placeres Para ver cómo te puede Conseguir. No sé bien si mil placeres, pero sí es cierto que el señor Rey se enamora de su persona con cada llamada; o, mejor dicho, en los espacios en blanco entre que cuelga a una “paciente” y vuelve a sonar el teléfono. Los primeros planos en la pantalla de un Sandro puro Locomía –no, lo juro, jamás perteneció a tal aberración dance, por más que he intentado hallar lazos que le incriminen–, agarrando una bola de cristal que hace girar entre sus manos, a la que acaricia con deseo, o haciéndose un abanico con las cartas de la buena fortuna, extendiéndolas ante el obje vo como el que alardea de colección nueva de cromos en un recreo infan l, es impagable. Te agarra muy suavemente, Te acaba en un pis pas. No !ene moral Y es di"cil de saciar... Te gusta y todo lo das. Discúlpanos, Miguel, no supimos entenderte. Javier Cárdenas sólo tenía diez años cuando tú ya estabas viendo el futuro de los frikis catódicos; te tenía que haber contratado Alfonso Arús para

su Al Ataque, eso está más que claro. Quién sabe, lo mismo “Super Superman” poseía una doble lectura, igual era premonitoria del caso Rumasa y de aquel José María Ruiz-Mateos disfrazado en mallas azules y calzón bermellón. Pero no quiero desviar mi atención de Sandro, puro arte del mo esotérico. Un tahúr de los sen mientos que, como decía Bosé, “te acaba en un pis pas” –sobre todo si se da cuenta de que no le sigues el rollo o de que está me endo hasta la rodilla al dar la buenaventura–. Él se dedica a errar una y otra vez, a lucirse mís co junto a una compañera de show que hace de adlátere y traductora; es decir, cada vez que Rey se mete en un jardín con sus críp cas predicciones, allí está ella dispuesta a reinterpretar de la mejor manera posible tamañas chaladuras. En fin, ni Sandro Rey ni su acompañante “ enen moral”, pero a sus acólitos “les gusta y todo lo dan”. Don Diablo se ha escapado, Tú no sabes la que ha armado, Ten cuidado, yo lo digo por si... Esta frase de aviso abría la piecita “Don Diablo”, ya dejando claro que en algún frenopá co están esperando la vuelta del escuálido Sandro Rey, ídem de bastos, espadas y copas; o, al menos, eso cantaban las girls de Miguel en los estertores del single –«ron con Coca-cola, ron con Coca-cola»– emulando en cutre a las divinas Andrews Sisters. Y hablando de música: ¿Qué hacen los músicos contratados para tocar en todos estos programas de adivinación? Me lo pregunto pues, aunque azarosos se muestran en su tarea a la hora de ejecutar nota tras nota, lo cierto es que por lo altavoces de nuestras televisiones nada se escucha de todo eso; si acaso un hilillo de teclado new age. Sin embargo, ellos están ahí, poniéndole empeño. Lo mismo se encuentran atacando el “Sólo Lo Hago En Mi Moto” de Obús, ¿qué se apuesta? por Sergio Guillén

39


PROCOL HARUM CONTRa VIENTO Y MaREa. 1971-1977 (Segunda parte) por Andrés Puente

Llegamos a 1971, un año clave dentro de la trayectoria de Procol Harum. Se publica Broken Barricades, álbum en el que se consumaban las aspiraciones guitarreras de Robin Trower, las mismas que a la postre determinarían su salida de la banda para labrarse una carrera en solitario al margen de Brooker y compañía. Y es que nunca un álbum del conjunto había sonado con tal dureza, con momentos cercanos al hard rock como “Simple Sister” o “Memorial Drive”. Incluso Trower podía incluir en el disco “Song For A Dreamer”, su par!cular y sen!do homenaje a uno de sus héroes confesos: Jimi Hendrix. Lo cierto es que el álbum en su conjunto exhalaba una frescura bastante mayor que Home, así que fue una lás!ma que la formación se rompiera, principalmente porque según declaraciones del propio Robin Trower el guitarrista estaba “cansado de ese sonido de órgano y piano”. Por otro lado, Keith Reid seguía en forma en el aspecto letrís!co y con40

!nuaba proporcionando a Procol Harum las líneas más arriesgadas, controver!das y desgarradas de su !empo. Así, se podía encontrar su caracterís!co humor negro en composiciones tales como “Playmate Of The Mouth” o “Broken Barricades”, o sus veladas alusiones al sexo femenino en la sinfónica y magistral “Luskus Delph”. Pero 1971 no sólo contemplaría la marcha de Trower (la cual finalmente se reveló como un acierto para el guitarrista, ya que dos de los tres primeros álbumes con su propia banda llegarían a los primeros puestos de las listas de ventas de Estados Unidos a mediados de los setenta), sino que Procol Harum vería reconocida su labor al ser invitados a actuar como teloneros en la gira británica de Jethro Tull. En julio de este mismo año se incorporaban Dave Ball y Alan Cartwright, guitarrista y bajista respec!vamente. Ya con la renovada formación, el ahora sexteto (si incluimos al letrista Keith Reid) se


REPORTAJE ESPECIAL embarcaba en su nuevo proyecto, algo que ya habían probado con éxito grupos como The Moody Blues o The Nice: la colaboración con una orquesta sinfónica. En noviembre de 1971 se grababa de esta manera en directo In Concert With The Edmonton Symphony Orchestra, álbum que saldría publicado al año siguiente y que contaba con nuevas versiones orquestadas para la ocasión por Gary Brooker de temas como “Conquistador”, “Whaling Stories”, “A Salty Dog”, “All This And More” y el inevitable “In Held ‘Twas In I”. En concreto, el single “Conquistador” extraído de este LP llegó a altos puestos en las listas de ventas de ambos lados del Atlán!co. El éxito de su álbum en directo permi!ó que Warner/Chrysalis pusiera sobre la mesa una oferta que el grupo no pudo rechazar. De esta manera, Procol Harum disfrutaría de un mayor presupuesto que les permi!ría dar un paso más allá en su fusión del rock con la música clásica. Fusión que se consumaría en su LP de 1973 Grand Hotel, repleto de inmensos himnos sinfónicos como el tema que lo !tula, el extrañamente melódico “Fires (Which Burnt Brightly)” (que contaba con la soprano Chris!anne Legrand) o el cadencioso vals de “A Rum Tale”. Tampoco olvidaba la banda los momentos más duros como “Toujours L’Amour” o “Bringing Home The Bacon”. Además, en Grand Hotel debutaba como guitarrista de Procol Mick Grabham, quien llegó a declinar la proposición de Andy Fraser (Free) de unirse a su grupo para donar su sabiduría musical al conjunto de Brooker y Reid. Lo cierto es que el buen momento de Procol Harum era evidente ya que Grand Hotel llegó hasta el número 21 del Billboard estadounidense, manteniéndose en esta lista durante cinco meses. En el Reino Unido no fue menos y alcanzó la categoría de Disco de Plata. Pero el favorable momento de forma desafortunadamente no iba a durar mucho. El úl!mo ál-

bum de Procol Harum producido por Chris Thomas (quien llevaba asis!endo al grupo desde los !empos de Home y que era considerado un miembro más de la banda por el letrista Keith Reid), !tulado Exo!c Birds And Fruit, iba a suponer un descenso notable en cuanto a calidad musical. A pesar de que la portada del LP era una obra de arte (una pintura de Jacob Bogdani !tulada “Aves Y Fruta”), lo que se contenía en los surcos del vinilo no lo era tanto. Todo parecía menos inspirado y más vacío de sustancia, a excepción de momentos inconmensurables como “Nothing But The Truth”, “Beyond The Pale” (inspirada en el folklore nórdico) o la excepcional “As Strong As Samson”. El grupo incluso apelaba al pasado incluyendo una versión de su viejo tema “Monsieur Armand”, rebau!zándolo para la ocasión como “Monsieur R. Monde”. Y es que la intención del conjunto era volver al sonido más rockero de su primer álbum, pero no resultó. La promoción del LP se completó con una actuación el 22 de marzo de 1974 en el programa de la BBC Live In Concert (grabación que permanecería inédita hasta que fuera publicada vein!cinco años después en formato CD). A pesar del no enteramente sa!sfactorio Exo!c Birds And Fruit, en su álbum de 1975 Procol’s Ninth, Procol Harum decidía escoger el mismo camino: el regreso a las raíces. Para ello contrataron los servicios del legendario tándem rockero formado por Jerry Leiber y Mike Stoller en las tareas de producción. Además Leiber y Stoller cedieron su composición “I Keep Forge"ng” para su interpretación e inclusión en el LP por la banda. Pero fue “Pandora’s Box”, la original canción que abría el disco, el momento álgido de un plás!co que una vez más no alcanzaba las cotas de gloria de clásicos como Shine On Brightly o Broken Barricades. Como nota anecdó!ca, Procol’s Ninth terminaba con una versión del “Eight Days A Week” de The Beatles. 41


REPORTAJE ESPECIAL En 1976, la escena progresivo sinfónica británica comenzaba a mostrar los primeros síntomas de agotamiento: King Crimson y Yes se encontraban en un período de “descanso”, mientras que Genesis ya había perdido a Peter Gabriel por el camino y afrontaba un futuro incierto. Procol Harum por su parte veía cómo el bajista Alan Cartwright abandonaba y tenía que ser sus tuido por Chris Copping, de tal suerte que el puesto de teclista quedaba vacante. El elegido para ocupar el asiento tras los teclados fue Pete Solley, músico que había formado parte del grupo SNAFU junto a Mick Moody (Whitesnake), Bobby Harrison (curiosamente ex miembro de Procol Harum), Colin Gibson (Ginger Baker’s Air Force) y Terry Popple (Mickey Jupp’s Legend). Esta formación de SNAFU había grabado dos álbumes bien recibidos por la crí ca en 1974: SNAFU y Situa on Normal. Pete Solley aportaba un elemento prác camente inédito en Procol Harum hasta aquel momento, y eran los sinte zadores (aunque no hay que olvidar que los habían empleado esporádicamente en discos como Broken Barricades), además de sus tuir el clásico órgano Hammond por el órgano Farfisa. La renovada formación publicaba en 1977, en un úl mo estertor de genialidad, Something Magic. Este LP de sonido elegante y majestuoso devolvía a Procol Harum el interés por el rock sinfónico y la fusión con la música clásica. Los máximos exponentes del cambio eran la propia “Something Magic” y la suite “The Worm And The Tree” que cerraba el trabajo. En “The Worm And The Tree” Gary Brooker narraba un pequeño cuento con moraleja incluida acompañado de secciones instrumentales excelentes y verdaderamente emo vas, una idea que no fue comprendida por muchos de sus segui42

dores en su momento. Como adelanto del álbum se publicó el single “Wizard Man”, un directo rock diametralmente opuesto a los elaborados temas que formaban Something Magic. En cualquier caso, con el Punk ganando peso en la escena rockera, grupos como Procol Harum estaban abocados a la desaparición. No tardó mucho en llegar la escisión, ya que en la primavera de 1977 Chris Copping anunciaba su marcha y era sus tuido para la gira por Estados Unidos por Dee Murray (quien había sido bajista de Elton John), y pocos meses después era el guitarrista Mick Grabham quien decidía dejar al grupo en la estacada. Con estas perspec vas, muy pocos dudaban que el final para Procol Harum estaba cerca. Sin embargo, se hizo un concierto a modo de despedida con Alan Cartwright al bajo y con un guitarrista nuevo (Tim Renwick) coincidiendo con el Jubileo de la Reina Isabel II. Además, “A Whiter Shade Of Pale” recibía el honor (compar do junto a “Bohemian Rhapsody” de Queen) de ser nombrado Mejor Single Pop Británico 1952-1977 en los Premios Britannia, concedidos por la industria discográfica británica. Aunque no hubo ningún pronunciamiento oficial por parte de Warner Bros./Chrysalis al respecto, a finales de 1977 Procol Harum eran historia. A par r de entonces, cada uno se buscaría la vida por su cuenta y eso es lo que trataremos en la úl ma parte de esta biogra"a, ya que todavía quedan algunas sorpresas por descubrir.

La primera parte de este monográfico sobre Procol Harum la puedes encontrar en el número de noviembre de Renacer Eléctrico.


DESTRIPANDO EL CANCIONERO AVISO AL LECTOR: Jack The Lad ha prometido dejarnos en paz por un tiempo... bueno, realmente ha asegurado su regreso para el número de febrero de 2016. Dice que tiene ojeriza a las festividades y que pasa de lucir paño por la edición especial de enero en celebración a nuestros quince años en Internet. Aun así, que nadie se asuste, como veréis a continuación Jack sigue tan tarado como de costumbre.

ALISON (Elvis Costello) Aunque cuando pone la sopa sobre la mesa su madre le pega un berrido a grito de “¡Declan Patrick!”, él prefiere que le digan como al rey Elvis; aun así, y para marear la perdiz y descolocar a los del “insti”, el muchacho se compra unas gafas de pasta a lo Buddy Holly. Con una pinta de empollón que tira para atrás, el salao va de ligón; pero cuando se encuentra con la jamona de sus primeros disloques pélvicos, descubre que como mucho le va a dar para pagarle una Fanta y poco más. El zagal le pone empeño, incluso se tira el pisto de ser más frío que un helado de limón –“que le gustan un montón”... o eso canta Tom Hanks en Big–. ¡Paso de sentimentalismos, muñeca! Pero ni por esas. Su chica ya está casada y recasada, se ha vuelto más pija que un flamenco rosa con pajarita y pamela, y le habla de “la prensa de la patata” con una ídem en la boca. Y Declan, como es muy suyo, deja clarinete a la Alison –“La Ali” antes, ahora señora de Robledo y Estévez– que el mundo está acabando con ella. Sin embargo, el que regresa a casa con el calentón y la tienda de campaña es él.

por Jack The Lad

43


POKEY LAFARGE + SALLIE FORD Teatro Barceló, Madrid, 30/10/2015 Sallie Ford, la bajista Anita Lee Ellio y la baterista Amanda Spring iniciaron la actuación de la noche, concierto de apertura para el espectáculo de Pokey LaFarge, con “Baby Won’t You”, todas a una frente a los micrófonos, trabajando un perfecto arreglo coral. Pero lo de Ford y sus compañeras –faltó la teclista Cris na Cano– no iba a transitar por lo bucólico y pastoril precisamente. Ese estribillo que a capella nos decía aquello de «Cariño, no podrías dejarme tenerte como te tuve la pasada noche» dio paso a un “Dive In” netamente garage, que aunque perdía las pinceladas comple stas de las teclas originales, se resolvía perfectamente en el formato de trío. Sallie, tocando una Fender Jaguar, la que en su día fue instrumento arque!pico del surf sound, nos trasladaba a medios empos pantanosos como el de “They Told Me”, donde el penetrante bajo de Anita Lee ofrecía un plus de profundidad y misterio. Destacar precisamente la labor de esta bajista durante todo el show, ya que no solamente despuntó sobremanera a las cuatro cuerdas de su

50 Sallie Ford y Anita Lee Elliott

Fender Musicmaster Bass; de igual forma cambió los aperos musicales con Ford para demostrar su elegancia con cualquier instrumento de cuerda que le pongan entre las manos, acompañándolo todo con pequeños movimientos que no hacían que se desplazase de su posición. Amanda, por su parte, lograba una pegada con bastante swing para la limitada técnica en ejecución que lució; cumple con cada canción al cien por cien, aunque debería empezar a u lizar más el impulso de los dedos en el contacto con la baqueta si no quiere terminar con las muñecas destrozadas de aquí a unos pocos años. En el repertorio de aquella velada también se pudo escuchar el pop arenoso, pendular e hipnó co de “Hey Girl”, su single de éxito “I Swear” o aquella “Fuck That” que tan retro lucía en su Summer EP y que en el Teatro Barceló salió a flote mucho más reforzada, casi alterna va. Pokey, por su parte, no dio más que alegrías, tema tras tema, texto tras texto cantado, nota tras nota ejecutada por su completa banda que ya pareciese familia. Las filas agrupadas entorno a LaFarge


CRO ´NICAS DE CONCIERTOS

Pokey LaFarge


fueron las misma que cuando le pudimos ver en La Boite el 19 de noviembre de 2013: Adam Hoskins, Ryan Koenig, Joey Glynn, TJ Muller (líder del combo TJ Muller & The Dixie Six) y Chloe Feoranzo; sin embargo, en esta gira el kit de batería venía representado al completo, no sólo la caja y un plato, y en lugar de ocuparse de dichas percusiones Koenig – que, por otro lado, ya ene bastante con sacarse de la manga los mil y un trucos frente a la armónica, el banjo o la tabla de lavar–, fue el virtuoso Ma hew Meyer el que hizo un revival con esos arreglos del ayer que tan bien casan con lo deliciosamente añejo del joven LaFarge. Y es que el sonoro líquido de al sima graduación que atesora este conjunto se logra por medio de agitar en la botella algo de blues y canciones de los Apalaches, medio litro de bluegrass con primigenio swing y varios chorros de guitarra con punteos a lo jazz manouche. Si a esto se le suma la pasión de unos músicos que no solamente tocan música, ya que la viven en escena con credibilidad, que te hacen par cipe de su jarana, de una fiesta par cular que organizan en tu honor, al final de la noche enes ganas de todo excepto de dormir.

“Knockin’ The Dust”, “Something In The Water”, la versión del “Carmelita” de Warren Zevon, “Wanna Be Your Man”, “All Night Long”, esa rendición al inmortal “Riverboat Suffle” de Hoagy Carmichael o “Bowlegged Woman”, fueron sólo algunas de la veintena de canciones que se pudieron escuchar en el Barceló, todas tremendamente aplaudidas por una sala llena en sus dos plantas, con un público que acudió con el conocimiento de ir a visualizar un milagro musical que se materializa en el hecho de tomar las raíces de Estados Unidos haciéndolas sonar con la credibilidad de un ejecutante decano. Para “La La Blues” parte del combo se esfumó entre bambalinas para dejar sobre el escenario a Pokey LaFarge And The South City Three, y cuando en los úl mos coletazos sonó “Central Time”, el sencillo monumental de su LP homónimo, ya todo el Barceló cantaba a una sola voz aquello de «I’m just a plain ole Midwestern boy... Ge!n’ by on Central "me». Sublime momento atemporal. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

UFO + REDS’COOL Sala But, Madrid, 07/11/2015

Ver tocar a un sonriente Andy Parker tras su batería Premier de doble bombo un tema tan emblemá co del rock británico como “Rock Bo om”, verle disfrutar de su ejecución mostrándose como un adolescente de sesenta y tres años, es digno de mención. Él, que estaba en UFO desde sus dos primeros elepés (UFO 1 y UFO 2: Flying), cuando aún era una banda que fundía el hard rock en fluido entre psicodélico y space rock, cuando su guitarrista principal era el hoy olvidado por muchos Mick Bolton; él, Andy, que formó parte de la marca clásica del luego quinteto, siendo así pieza fundamental a las baquetas desde el 69 hasta 1983, regresando posteriormente en diversas etapas y quedándose nuevamente de manera defini va a par r de 2005. Como decía, ver a un músico tan carismá co como él diver rse con la pasión y la buena onda que desprendió durante su actuación en su concierto madrileño convierte el momento en algo único; y si encima sus compañeros se encuentran a la par, como así sucedió, la cosa ya es para enmarcarla. 44

Como apertura de la noche se nos agasajó con la actuación del quinteto ruso Reds’Cool, mucha mejor elección que aquellos 4Bi en griegos que abrieron para UFO en la sala Arena en marzo de 2013. La banda de San Petersburgo, fundada en 2009 por el guitarrista Sergey Fedotov –émulo esté co de Glenn Hughes, como comentaron varios de los presentes en la sala But–, tocó su muy interesante repertorio que es tan hijo del classic rock como de un hard con ntes ochentas y mira británica; de hecho, llegaban a recordar a los primeros Thunder en algunos de los temas interpretados sobre el escenario. El vocalista Slava Spark, realmente entregado con la audiencia, intentando conectar con ella con cada comentario, coro, palmada o mirada en busca de aprobación, cantó con total convicción los textos de “Dangerous One”, “My Way”, “The Way I Am”, “Hey You” o “Stranger Eyes”, la cual dedicó al público; y aunque enseguida nos iden ficamos con su rock vigoroso y muy entretenido, seguramente fuese “Bad Story” la pieza que mejor funcionó de


CRO ´NICAS DE CONCIERTOS

Phil Mogg (UFO)


todo su setlist. Se presentaron muy acertadamente, sin descuidar por un segundo la vitalidad con la que !ene que contar todo telonero que desee salir victorioso de su lance, y por ello se ganaron unos sinceros aplausos y que a muchos se nos quedasen en la memoria, llevándonos a sumergirnos aún más en su material discográfico una vez llegados a casa. UFO, por su parte, ofreció uno de los mejores conciertos que les he visto en años. En pura comunión ar#s!ca, conjuntados como pocas bandas saben tocar, dejaron que su espectáculo fluyera con la naturalidad de aquellos profesionales que se saben al dedillo su trabajo diario, pero que no por ello se aburren de repe!rlo noche tras noche. La entrega fue absoluta y, aunque a Phil Mogg lógicamente se le notan los años, resultó una de las mejores actuaciones que le he visto en directo, cumpliendo con notable alto su come!do frente al micrófono. Con un repertorio de dulce poblado por quince piezas que repasaban el espectro discográfico de décadas que llevan entre pecho y espalda estos ingleses, UFO emocionó canción a canción. Cierto es que, por mucho afán a la hora de componer que ahora le pongan, “Messiah Of Love” o “Run Boy Run” nunca serán “Lights Out”, “We Belong To The Night” u “Only You Can Rock Me”; pero

Slava Spark (Reds’Cool)

también es lógico, ya que esta banda posee en su pasado tamaña can!dad de obras maestras en forma de tonada rock que es casi imposible volver a alcanzar la calidad crea!va de entonces. Esto no quita para que en escena, como bien dieron muestras consecu!vas aquella noche, se luzcan como lo que son: toda una ins!tución musical a prueba de modas y quinquenios. Ya hablaba de Andy Parker al principio, pero no quiero olvidarme a un músico extraordinario que muchas veces es olvidado entre los nombres de Vinnie Moore o Phil Mogg, y ese instrumen!sta es Paul Raymond. El teclista y guitarrista británico de 70 años man!ene la elegancia de antaño, marcando las partes rítmicas con deje clásico y apostándose tras los teclados cada vez que se requiere de sus precisos dedos. Siempre un caballero, se acercaba al borde del escenario de vez en vez, secundado por un Rob de Luca que no es sólo un virtuoso del bajo, pues ya le ha cogido el punto a eso de comerse las tablas. Un quinteto bien estructurado para un nombre, el de UFO, que ha dejado huella en la historia del rock con mayúsculas. por Sergio Guillén fotos por África Paredes


CRO ´NICAS DE CONCIERTOS

Paul Raymond (UFO)


HOLLIS BROWN

Sala Caracol, Madrid, 11/11/2015 Bajo la cazadora de Mike Montali, y tapada parcialmente por su guitarra acús ca, se podía intuir una camiseta estampada con el rostro de aquel Bob Dylan de pelo enmarañado, parapetado tras sus gafas de sol, del mercurial año de Nuestro Señor de 1966. Esa sería alguna de las tácitas referencias a Dylan que encontraríamos en el concierto que ofreció en su cita madrileña la banda neoyorkina liderada por Montali, un quinteto que no por casualidad se hace llamar Hollis Brown. Hollis Brown era, ya saben, aquel personaje del cancionero dylaniano que en 1963 (mientras los empos estaban cambiando) vivía en las afueras de la ciudad, en una cabaña con su mujer y cinco hijos, en una granja de Dakota del Sur y cuya desesperación hizo que la cosa terminara bastante mal. Tras un inicio de concierto algo pausado, llegada la cuarta canción, Montali se colgó la guitarra eléctrica y atacó junto a sus compañeros el repertorio de su más reciente trabajo de estudio, y que era el que venían a presentarnos: 3 Shots. Junto al tema que daba nombre al disco encadenaron “Sandy” y “Wait For Me Virginia”; en esta úl ma, durante el solo, el sombrero vaquero del guitarrista Jonathan Bonilla saltó volando por los aires propulsado por sus frené cos movimientos de cabeza, demostrando de este modo cómo esta banda ha cogido la tradición del folk y del country y la ha aderezado con el rock más enérgico y electrizante. La interpretación de “John Wayne” fue, sin duda, uno de los momentos álgidos de la noche; más de siete minutos de canción que comienza delicadamente para devenir en un torrente de fuerza y rabia, cargada de crí ca social y polí ca. Podría-

mos conjeturar que así se aunaban la esencia de la canción protesta del folk y la libertad crea va del rock. Medio siglo después del escándalo del Fes val de Newport de 1965 parece que sí, que el muro mental que separaba ambos es los ha quedado derribado defini vamente. Como buenos neoyorkinos, Hollis Brown no quisieron dejar de revisitar a The Velvet Underground interpretando “Train Round The Bend” y “Sweet Jane”, ambas rescatadas de su álbum Hollis Brown Gets Loaded de 2014 en el que, precisamente, reinterpretaban el disco Loaded de la Velvet. En la parte final de la velada, el caracterís co y afilado ritmo de “Rain Dance” –el tema que Montali y Bonilla escribieron sobre un riff de guitarra que dejó grabado para la posteridad el enorme Bo Diddley– sirvió para hacer las presentaciones de rigor de los miembros de la banda, agradecer al público su asistencia y encadenar la que sería la úl ma canción de la noche, “Ride On The Train”, el tema de su disco homónimo de 2013. Y así, cogiendo el tren a toda marcha, Hollis Brown se volvieron de vuelta para la Gran Manzana. Ese fue el único pero de la noche: los sesenta minutos exactos que duró su actuación nos supieron a poco, más teniendo en cuenta que Hollis Brown es una banda que ene mucho que ofrecer a un público ávido de buen rock, un rock construido sobre los sólidos cimientos musicales de la mejor tradición norteamericana. Esperamos que nos visiten pronto de nuevo y que la próxima vez prolonguen un poco más su estancia sobre el escenario. por Fat Professor

PATÁX

Teatro Calderón, Madrid, 17/11/2015 Tanto Patáx como el propio sello discográfico del proyecto, Youkali Music, ya lo habían venido avisando a lo largo del úl mo mes: el próximo disco de la agrupación se grabaría en directo sobre las tablas de un teatro. Por lo que su actuación en el Teatro Calderón no sólo suponía un salto, una cita original debido al marco en la que se encuadraba, también resultaba la posibilidad de asis r a la gra50

bación de un álbum, un disco muy especial. Todavía fresco ese Patáx Plays Michael, tributo sorprendente al cancionero de Michael Jackson, era más que lógico esperar toparse en la actuación con alguna que otra pieza de aquel homenaje; de hecho, Patáx ya habían grabado en Live From Infinity sus revisiones a “Man On The Mirror” y “The Way You Make Me Feel”.


CRO ´NICAS DE CONCIERTOS

Alana Sinkey y Dee Burrows

Patáx al completo


En el Calderón sonaron, pasadas por el tamiz Patáx, un buen número de esas piezas que inmortalizase Jacko, material como “Smooth Criminal”, “Thriller” (con un Valen n Iturat supremo a la batería –norma en el es lo de este instrumen sta, uno de los mejores que han dado las baquetas en nuestro país– y muy mejorada en cuanto a la versión que incluían en el ya citado Patáx Plays Michael), “Billy Jean” (con Paula Domínguez ocupándose de la voz, alzando un excitante toque flamenco que sería secundado por un taconeo exquisito de Lidón Pa ño, al igual que por un solo de cajón del propio Jorge Pérez), “Beat It” (donde la introducción a violín de Maureen Choi terminó fundiéndose con arreglo puramente swing), “They Don’t Care About Us” o “Wanna Be Star n’ Somethin’”; aunque también otras rendiciones a ma-

Willie Dixon (“I Just Want To Make Love To You”), Madonna (“Like A Prayer”) o a la ópera dramá ca en cuatro actos Carmen que firmase Georges Bizet (“L’amour Est Un Oiseau Rebelle”). A lo largo del repertorio de la noche, la vocalista de Patáx Alana Sinkey se vio acompañada por Sheila Blanco y Paula Domínguez –aunque en alguna ocasiones les dejó incluso el puesto de solista a ellas–, labores vocales que se ampliaron en momentos muy concretos por los textos rapeados que Dee Burrows. Un concierto casi de total tributo a las influencias de Jorge Pérez en el que sólo quedo si o para un par o tres de sus creaciones originales. Una experiencia, a fin de cuentas, irrepe ble. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

TRACK DOGS

Teatro Del Arte, Madrid, 19/11/2015 Quién le iba a decir al cuarteto Track Dogs que el mini concierto que ofreció como telonero de la banda de rock melódico The Val en el invierno

Track Dogs

del pasado 2014 le abriría una puerta insospechada hasta entonces. Y no lo digo solamente por descubrir la buena acogida que obtenían reduciendo


CRO ´NICAS DE CONCIERTOS su espectáculo habitual a una actuación de los cuatro frente a un único micrófono mul direccional, ya que también está el hecho de salir de aquel show ganando nuevos seguidores que aún no habían oído hablar de ellos; audiencia melómana también amante, gran parte de ella, de corrientes como el folk de autor, pero que no esperaría toparse con una propuesta tan merecedora de todo po de parabienes como Track Dogs. Esto es algo que recordarían en su actuación en el original marco de el Teatro Del Arte madrileño, espacio donde curiosamente no hace mucho realizaron las sesiones de grabación del videoclip promocional para uno de sus nuevos singles: “Bon Sco!, He Rocked”. Otro concierto para mi gusto realmente representa vo en la carrera de la banda fue el ofrecido el 13 de junio de este mismo año en la sala El Sol, en el que compar eron escenario con Miss Gi. En aquella cita, Miss Gi subió a cantar junto a Track Dogs el radiofónico “Happy” que popularizase en 2014 Pharrell Williams; y de igual manera se

reunió en el Teatro Del Arte para repe r dicha versión tan bien adaptada al gusto acús co de estos talentos –el segundo invitado a compar r escena, ya para los postres, fue el percusionista Clive James Bolger–. La emocionante “All Of The Above” inició una noche de extenso repertorio, donde las más de veinte canciones ejemplificaban la apertura ar#s ca de estos músicos y su pureza como ejecutantes de música plena de armonías, colmada de profundidad. “Looking To Start A War”, “La Banda”, “Out Of The City”, “Take My Word”, “Raise Your Head”, “All Roads”, “The Wrong Man”, “Fooled You Once”, ninguna faltó y todas fueron jaleadas con similar intensidad fes vo-emo va, ya fuesen piezas movidas o de carácter sen mental, terminando la jarana con una invitación a que el público tomase el escenario y acompañase al conjunto en pleno en la labor vocal. Track Dogs, únicos en su especie. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

FM + ELECTRIC BOYS Sala Cats, Madrid, 21/11/2015

Conny Bloom (Electric Boys)


Franco Santunione (Electric Boys)


CRO ´NICAS DE CONCIERTOS

Steve Overland (FM)


Steve Overland, Merv Goldsworthy y Jem Davis (FM)


CRO ´NICAS DE CONCIERTOS En 1988 los Electric Boys, el grupo sueco que funde funk rock con posturas sónicas del hard rock y hasta del metal, publicaba la primera versión del que sería uno de sus éxitos rompehielos, aquel “All Lips ‘N Hips” que un año después sería parte del elepé Funk-O-Metal Carpet Ride y que en 1990 tomaría una vez más las listas en una nueva grabación de sencillo copando el número 76 del US Hot 100 y ascendiendo al 16 de US Mainstream Rock. Y aunque parecía que los 90 no podrían con ellos, ya que casi iban entonces a álbum por año, tras 1994 la máquina paró. Sin embargo, el revival hard rock ochentas del nuevo milenio nos los trajo de vuelta a la escena discográfica en 2011 gracias a And Them Boys Done Swang, repi"endo aciertos tres años después con Starflight United. El cantante y guitarrista Conny Bloom, el guitarra solista Franco Santunione, el bajista Andy Christell y el baterista Niklas Sigevall, la considerada marca clásica del cuarteto, llegaban a Madrid como teloneros de FM para demostrar que su pasado y su momento actual casan a la perfección, creando en escena un aquelarre de funk rockerizado lleno de un músculo que pasa del dicho al hecho gracias a unas guitarras vibrantes y a una base rítmica llena de groove jugoso. Ya fuese “Rags To Riches” o “All Lips ‘N Hips” –donde Conny "ró de su guitarra Coral Sitar para introducir el tema– como “The Change”, “Electrified” o “Captain Of My Soul”, todas se ganaron sus buenos aplausos. La única pega de su espectáculo residió en el hecho de que, aunque Bloom estuvo espléndido como vocalista – como pudimos comprobar la primera fila–, la mala amplificación de su micrófono hizo que su voz desapareciese bajo las palpitantes andanadas instrumentales del resto de la agrupación. «Aquello nos dejó alucinados, no teníamos ni idea de que aún contábamos con tantos seguidores. Pensamos que al menos les debíamos un nuevo intento, el hacer otro álbum sin importarnos lo lejos o no que nos pudiese llevar; y aquí estamos ahora, cuatro elepés después, pasándolo en grande», me comentaba hace unos meses Steve Overland, vocalista de FM. Era esta declaración su respuesta a mi pregunta en relación a la buena aceptación que hallaron en el Firefest de 2007 y a su regreso a la oficilidad, pregunta planteada en aquella charla para la entrevista que saldría publicada en el número de julio de Renacer Eléctrico. Y

realmente ha sido una vuelta triunfal, con unos FM rebosando ganas de mantener viva la esencia del rock melódico británico. Steve Overland, Merv Goldsworthy, Pete Jupp –el trío que cons"tuye la vieja guardia de FM, los miembros que aún quedan de la primera marca de la banda–, Jem Davis y Jim Kirkpatrick están insuperables en un nuevo milenio que les ha visto renacer. Y es que con elepés del tallaje de Heroes And Villains, su úl"mo disco de estudio, lo normal es salir del probador listo para quedarte con todos los elogios habidos y por haber. Sin embargo, FM no centra su repertorio de directo precisamente en este elepé, del que únicamente interpretan dos cortes: “Digging Up The Dirt” –abriendo el concierto, como así lo hace en el CD– y “Life Is A Highway” –una de las preferidas de Overland del úl"mo lanzamiento, junto a “Incredible” y “You’re The Best About Me”, según me reconoció–. El resto es la perfecta conjunción de piedras preciosas de la discogra#a FM: “I Belong To The Night”, “Don’t Stop”, “Closer To Heaven”, “Tough Love”, “All Or Nothing”, “Tough It Out”, “That Girl”, “Other Side Of Midnight”, y así hasta un total de diecisiete canciones que fueron coreadas con furor por un público escaso –al menos para lo que se merece una leyenda como la que representa este quinteto– pero entregado desde el primer minuto. Excepcional actuación en la que una vez más Steve demostró la razón por la que es considerado una de las mejores voces del adult oriented rock parido desde las islas británicas. Sigue manteniéndose en un magnífico estado de forma como cantante, al igual que Merv y Pete son la base rítmica soñada que todo buen grupo de rock elegante desearía tener. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

Para ver más imágenes de estos conciertos y de muchos otros cubiertos por nuestra fotógrafa África Paredes, entra en su portal en flickr: https://www.flickr.com/photos/africaparedes/albums

57


REPORTAJE

58


THE MAMAS AND THE PAPAS Más allá del sueño californiano por Sergio Guillén y Andrés Puente Posiblemente una de las formaciones más ricas en ma!ces a la hora de representar, en los cambiantes años 60, la estrenada fusión del folk y la florida psicodelia aún en pañales fue el cuarteto The Mamas And The Papas. En 1964 ve la luz un conjunto que tenía padre cercano. Denny Doherty se hace acompañar por dos an!guos miembros de Journeymen, John Phillips y Michelle Gilliam, y compone en pocos meses la agrupación vocal The New Journeymen. Sus influencias estaban asentadas en la demoledora escena folk que había tomado el underground del país. Aun así, y aunque la idea parecía coherente como trío, no sería hasta la llegada de Ellen Naomi Cohen el momento en que todo el engranaje iniciaría su correcta función de máquina nacida para dar éxitos

rápidos y seguros. Ellen, conocida posteriormente como Cass Elliot o Mama Cass, aportó una gran gama de colores a la paleta de un conjunto que no tardaría en trasladarse de Virgin Islands hasta California. Pronto descubren que necesitan un nombre más apropiado, algo más cercano a la onda que traían los años 60. The Mamas surge buscando en la jerga de los pandilleros Hell’s Angels, motoristas que en su jeringonza conocen a sus novias como mamas. Así que todo dispuesto. El primer acercamiento oficial a la industria llega en 1965, año en el que el productor y propietario de Dunhill Records les propone aparecer como coristas en el álbum Precious Time de Barry McGuire. Phillips ofrece para dicho trabajo una tonada !tulada “California Dreamin’”, tema que curiosamente les serviría un año después como segura presentación. Desde el primer momento el cuarteto dejó claro que lo suyo iba a ser el pop de raíces folk, consiguiendo abrirse paso hasta aquellos que gustaban del segundo de los es!los pero que no se atrevían con muchas de las propuestas de la década por excederse en sus alardes psicodélicos. “California Dreamin’” y “Monday Monday” (que llegaría al nº 3 de las listas norteamericanas) ya se han publicado como sencillos para el momento en que pisa la calle If You Can Believe Your Eyes And Ears (1966) donde, además de las brillantes composiciones ya destacadas, se alzaba con fuerza la revisión al “Do You Wanna Dance” de Bobby Freeman. Poco después, y tras editar el sencillo “I Saw Her Again”, Michelle decide re!rarse del proyecto alegando problemas en el campo sen!mental con su marido, el también miembro de The Mamas And The Papas John Phillips. Jill Gibson sus!tuirá temporalmente a Gilliam, aunque el regreso no se hará esperar pues la vocalista ayudará a sus compañeros a la hora de poner el cerrojo a Cass John Michelle Denny (1967). 59


REPORTAJE Este álbum con núa mostrando las irreprochables intenciones de su antecesor, una altura a la que no estarán futuras obras. Deliver (1967) y ...Presen ng The Papas And The Mamas (1968) bajan un escalón pero man enen su firmeza, agraciado estado del que despiertan a la realidad en julio del 68.

una simple curiosidad.

La agrupación es un navío al que las adversidades de la vida le propinan imparables cañonazos. Ruptura matrimonial, arrestos relacionados con consumo y posesión de drogas, al igual que tensiones en la relación con Dunhill Records terminan siendo razones más que suficientes para hundirse en el más profundo de los océanos. De los cuatro será Mama Cass la que más pronto se gane las judías. En diciembre de ese mismo año ya ene su presentación en solitario tulada Dream A Li"le Dream, para en 1969 desmarcarse defini vamente de sus an guos compañeros de viaje con Bubblegum, Lemonade And... Something For Mama. Tras este despliegue de inicia vas, Cass Elliot colabora con Dave Mason en algunas de sus grabaciones. John Phillips, el gran compositor de The Mamas And The Papas, lo intenta también como solista pero de una forma algo menos ruidosa, aunque con mejores resultados en las listas que los logrados por Mama Cass. John, The Wol#ing Of L.A. (1970) queda como algo más que

do para ser el nuevo If You Can Believe Your Eyes And Ears. Otra vez a la rueda y a seguir girando en busca de oportunidades como solistas. Mama Cass, ahora firmando como Cass Elliot, con núa apostando fuerte por su carrera ar#s ca y graba en dos años álbumes como Cass Elliot (1971) o The Road Is No Place For A Lady (1972). En julio del 74, y tras diversos devaneos con el mundo de las drogas, Mama Cass Elliot fallece tras un ataque al corazón. RCA, discográfica que la había apoyado con sus dos úl mas obras, decide de forma oportunista reeditar Cass Elliot tulándolo ahora bajo el nombre de una de sus tonadas, la representa va “Don’t Call Me Mama Anymore”. Un triste final, aunque con hermoso legado en forma de grabaciones fundamentales en su mayoría para toda una generación que no podría olvidar los alardes de la desmesurada Mama Cass.

60

Al año siguiente flota por encima de las cabezas de los cuatro an guos colegas la idea de reflotar el barco, sueño que les devuelve nuevamente a la realidad tras descubrir que People Like Us no había naci-



QUEEN. LA HISTORIA ILUSTRADA DE LOS REYES DEL ROCK

(Phil Sutcliffe, Grijalbo) Phil Sutcliffe escribió en su juventud para el Newcaste Evening Chronicle. Sin embargo, su autén ca carrera se forjará a par r de 1974, año en el que se hace freelance y comienza a escribir sobre su gran pasión: la música. Es uno de los autores más reputados en cuanto a periodismo musical se refiere, firmando para las reconocidas publicaciones Mojo o Sounds, por citar un par de ellas, al igual que no se corta a la hora de pergeñar libros de estudio dentro de la citada materia. De él son, por ejemplo, las ediciones que Grijalbo ha presentado en nuestro país bajo los "tulos AC/DC. Rock And Roll De Alto Voltaje y Queen. La Historia Ilustrada De Los Reyes Del Rock. La publicación que aquí nos llega pone sobre la mesa un impresionante trabajo de estudio de la carrera de esta magnífica banda que fue mucho más allá de los cánones rock. Pasaron del art rock con ntes glam a un rock duro que, poco a poco, mudó su piel en favor del pop o la música disco, en su faceta más elegante, para regresar a una mezcla de

Queen

62

pop-rock rotundo y majestuoso. Sabedor de todo ello, Phil compila datos curiosos, fechas completas de los tours que ofrecieron como presentación de cada nuevo álbum y un montón de memorabilia que jalona un relato que en ningún momento se hace aburrido. Es este libro una obra obligada para todo aquel que disfrute de la música de Mercury, May, Deacon y Taylor. Un viaje a las entrañas del cuarteto y al camino que recorrieron, a sus esfuerzos por conseguir dejar su nombre en la primera línea del rock y a sus constantes evoluciones o experimentos sónicos. Un total de casi trescientas páginas con, posiblemente, las mejores ilustraciones y fotogra#as que se han podido recopilar nunca de este combo excepcional. Por no citar la extensa lista de invitados, músicos que ofrecen sus comentarios e impresiones de lo que significó y sigue significando para ellos la agrupación Queen. Más que necesario. por Sergio Guillén


LIBROS

Bob Marley

33 REVOLUCIONES POR MINUTO

(Dorian Lynskey, Malpaso Ediciones) 33 Revoluciones Por Minuto es sin lugar a dudas el mejor tratado que se ha hecho sobre la canción protesta. No hablo de música folk, no hablo de cantautores, hablo de canción protesta al ciento por ciento, sin depender de uno u otro es!lo musical. Hablo de todos aquellos creadores que han u!lizado y u!lizan la música en su más amplio espectro para luchar contra las injus!cias, ya sean polí!cas, raciales, sociales, debidas a la condición sexual, etcétera, etcétera. Dorian Lynskey escribe a lo largo de casi mil páginas un estudio sobre esta forma de afrontar la canción, consiguiendo una obra culmen, con un es!lo ágil a la par que serio –aunque nunca aburrido–, con un trabajo de inves!gación tan apabullante que deja muchos otros libros de este !po en pañales. Desde

el “Strange Fruit” que cantase Billie Holiday hasta nuestros días, el autor nos hace viajar de Estados Unidos a Chile, de Chile a Jamaica, de Jamaica a África, de África al Reino Unido, desenmarañando una madeja cargada de historia, una historia en la que dichas composiciones son situadas en los textos de Lynskey en su lugar preciso, siempre coherentes con lo que sucedía a su alrededor. Malpaso Ediciones una vez más acierta apostando por una obra llama!va, diferente, que te hace ver la para algunos tan manida “canción protesta” con el valor que merece, con la crucial importancia que tuvo y !ene. Un libro que no puede faltar en tu casera biblioteca melómana. por Sergio Guillén 63


SKA EN ESPAÑA. LA VIDA NO SE DETIENE

(Gonzalo Fernández Monte y Jaime Bajo González, Editorial Milenio) Tienen toda la razón los autores de este libro cuando afirman que el ska es un género musical desconocido por el gran público en España. Si ya de por sí es di!cil dar con alguien que conozca a las grandes leyendas de este es"lo originario de Jamaica, nombres como Skatalites, Toots & The Maytals, Desmond Dekker o Laurel Aitken, imagínense la cara que nos pondrían si citamos a Skarla"nes, Malarians, Dr. Calypso o Skatalà. Afortunadamente, a par"r de ahora contamos con una guía fundamental para poder entender la rica historia de este género en nuestro país. Reconozco que mi conocimiento del ska hasta ahora se limitaba a los clásicos relacionados unas líneas más arriba o a grupos de carácter más popular como Madness, Specials o The Selecter. Después de leer este libro, puedo afirmar que tengo una visión bastante completa tanto de los orígenes de este es"lo como de sus múl"ples variantes (me ha encantado descubrir por ejemplo que existen ar"stas que fusionan el ska con el jazz, algo que sinceramente ignoraba), aparte de sus profundas

Desmond Dekker

64

interconexiones con programas de radio, fanzines o fes"vales que han contribuido a impulsar el género en España. Puedo imaginarme la "tánica labor de Gonzalo y Jaime a la hora de inves"gar y poner en orden tal can"dad de datos y acontecimientos, así que desde esta humilde tribuna me pongo en pie y les dedico una ovación de gala. Ska En España: La Vida No Se De!ene es, por ende, una completa crónica de prác"camente todo lo ocurrido desde que Los Blues De España publicaran en 1964 el EP Lecciones De Ska Y De Yenka, la considerada primera referencia de ska producida por un ar"sta español, hasta 2012. Siendo este un trabajo básicamente de carácter académico, quizá lo único que echo en falta es un punto de vista crí"co por parte de los autores, aunque esto se puede entender si tenemos en cuenta la metodología empleada por Fernández Monte y Bajo González. Un estudio musical de primer orden, por tanto. por Andrés Puente


CONCURSOS GANADORES CONCURSO MONÓXIDO La respuesta a nuestra pregunta era la siguiente: “... Fúmate tres o varias” Y los cinco ganadores que se llevan la gorra de la banda son: Alberto Pinto, Mayte González, Sergio Fresnedo, Manuel Martos y Miguel Mora En estos días nos pondremos en contacto con vosotros para enviaros vuestro premio..

GANADORES CONCURSO LA BROMA NEGRA La respuesta a nuestra pregunta era la siguiente: David Infantes Y los cinco ganadores que se llevan el úl!mo disco de la banda son: Laura Pascual, Antonio Fresneda, Pepe Moncada, María Luisa Pérez y Luz Blanco En estos días nos pondremos en contacto con vosotros para enviaros vuestro premio.

GRAN CONCURSO NAVIDADES 2015 Este año regalamos un completo paquete de CDs, una suerte de cesta navideña cargada con algunos de los discos más destacados de 2015. Acierta la pregunta que planteamos a con!nuación y entra en el sorteo: ¿Qué ar!sta o grupo fue portada en nuestro número de agosto de este año? En el próximo número daremos el nombre del ganador. Para par!cipar en este concurso mándanos un mail a renacerelectrico@hotmail.com con el asunto CONCURSO NAVIDADES 2015 y la respuesta. A con!nuación listamos la totalidad de discos que con!ene nuestra cesta de este año.

EL LEGADO

THE FOXHOLES

MOTORZOMBIS

LA BROMA NEGRA

NACHO, NANDO & MIGUEL

KIKO GARCÍA BAND 63 65 57


, ALBERTO MARIN (GUITARRISTA) Alberto Marín ha sido guitarrista para agrupaciones como Avulsed o Hamlet, ha colaborado en directo con Mónica Naranjo, militado en Ankhara –con los que edita en estos días el DVD Dueños Del Tiempo– y es pieza fundamental en las actuales filas de directo de Def Con Dos. Pero si por algo está de enhorabuena Marín es tanto por el lanzamiento de un nuevo disco de su proyecto Kaothic como por la celebración de los quince años de vida del mismo. Por ello, qué mejor momento para acercarnos al Alberto instrumentista y conocer a fondo su trabajo a las seis cuerdas.

Vayamos a los inicios, ¿cómo empezaste a tocar la guitarra? ¿Quién o quiénes fueron los culpables que hicieron interesarte por éste y no por otro instrumento?

tante es tocar todos los días un rato, sea haciendo ejercicios de coordinacion, ligados, bends o sacando una canción preferida, dedicándole mínimo treinta minutos cada día para tocar.

Pues la verdad es que fue de una manera intui va. La primera vez que cogí una guitarra fue una guitarra española que tenían mis primos en una funda de tela llena de polvo me da en un armario; la pillé y me puse a tocar notas sueltas y a sacar melodías de oído. También recuerdo que me regalaron un Cuatro (guitarra de cuatro cuerdas venezolana) e intentaba tocarla. Más adelante tuve una guitarra clásica y de ahí pase a la acús ca, hasta que llegué a mi primera guitarra eléctrica: una Aria Pro II negra.

Imagino que, al principio, intentarías sacarte tus canciones favoritas de los discos que escuchabas, ¿qué canciones fueron las primeras que aprendiste o aquellas que más dolores de cabeza te trajeron consigo? ¿Alguna que se te resis!ó y diste por imposible?

Coméntanos tu formación como músico. ¿Cursaste estudios o eres autodidacta? ¿Cuáles dirías que son los ejercicios y las técnicas imprescindibles que todo aspirante a buen guitarrista debería prac!car a diario hasta dominarlas de memoria? Sí, sobre los trece o catorce años tuve un profesor par cular unos cuantos años que me inicio en la guitarra eléctrica y que me abrió los oídos a otros es los que no sólo fueran el hard rock y el heavy metal. Unos años después entre en la Escuela de Música Crea va de Madrid, en la que estuve unos cinco años estudiando guitarra con diferentes profesores, algo de piano, conjunto vocal, educación audi va, etcétera. Hay muchísimos ejercicios importantes dependiendo de la etapa de aprendizaje en la que te encuentres como guitarrista, pero lo más impor66

¡Sí, por supuesto! Como todo guitarrista que está empezando, lo que más te apetece es tocar tus canciones preferidas y pasar del solfeo y todo eso... ¡Pero todo es importante! Pues así, de primeras, recuerdo sacar canciones de Maiden, Judas Priest, Metallica, Skid Row. Me acuerdo que de las primeras canciones que aprendí a tocar de pe a pa fue “Is There Anybody Out There?” de Pink Floyd, y que al principio me costaba porque es un tema que se toca con dedos y guitarra clásica, y entonces no estaba acostumbrado a tocar arpegios con dedos. De todos los es!los musicales que has tocado a lo largo de tu carrera, ¿con cuál te has sen!do más a gusto, el que se aproxima más a tu forma de entender la guitarra? ¿Tienes alguna grabación predilecta de todas las que has realizado hasta la fecha? Pues la verdad es que con todos. Siempre me he considerado un guitarrista bastante ecléc co a la hora de tocar y de entender la música. Con Kaothic es sin


EL DOSSIER DEL INSTRUMENTISTA


duda con la banda que más puedo mostrar todas mis influencias, pero disfruto muchísimo cuando toco o he tocando un rollo más heavy con Ankhara, death metal old school con Avulsed, metal más moderno con Hamlet, Skunk D.F. o ahora con Def Con Dos... ¡todo mola! ¡En la variedad está el gusto! En cuanto a grabaciones que he realizado, te diría que el nuevo disco de Kaothic, Lights & Shadows, por la can dad de música que abarca, porque es un disco muy mío y por el empo que ha pasado y que por fin haya visto la luz después de diez años. Pero también les tengo mucho cariño a discos como Esencia de Skunk D.F. o Amnesia de Hamlet, y estoy muy orgulloso de los temas que compuse y de todo lo que aporté en esos discos.

¿Qué guitarristas son para ! un referente? ¿Qué técnicas o caracterís!cas destacarías de ellos que los convierten en unos músicos únicos a tu parecer?

A la hora de tocar en directo, ¿te permites improvisar con la guitarra y reinterpretar los temas en vivo –en la medida que el repertorio lo permita– o procuras mantenerte fiel a la versión de estudio?

Pepe Risi (guitarrista de Burning) decía en una entrevista que la energía nunca debía ser sus!tuida por la técnica, que con los años había ganado en técnica pero que la energía siempre tenía que estar presente, que se notara que era un grupo de rock and roll; en su caso era el rock pero la frase puede ser válida con cualquier otro es!lo, ¿estás de acuerdo con esta afirmación? En tu experiencia, con los años, ¿cómo ha evolucionado este equilibrio entre energía y técnica?

Pues normalmente lo llevamos todo muy ensayado y preparado, pero algunas veces me permito cambiar algún solo o variar alguna parte determinada en algunos temas; sobre todo en Kaothic, que al ser más experimental da pie a variar algunas cosas en directo. En cuanto a la afinación del instrumento, ¿usas habitualmente la estándar? ¿U!lizas o has experimentado con las posibilidades que te puedan ofrecen las afinaciones alterna!vas? ¡Qué va! Dependiendo del grupo con el que toco uso una guitarra u otra con diferentes afinaciones. Suelo usar bastante la Gibson Explorer de 7 cuerdas con la que fácilmente puedo tocar temas Si, Mi Re, Do sin necesidad de bajar o subir una cuerda u otra. Aunque hay veces que por sonoridad si bajo alguna guitarra de 6 a Dropd, C Standard o A# Drop, dependiendo del es lo de la banda y la sonoridad que busco en cada momento. Cuando ves tocar a un guitarrista, ¿en qué te sueles fijar primero? ¿Cuál crees que es el punto clave para valorar su faena a las seis cuerdas? Pues la verdad es que igual hace bastantes años me fijaba en que fuera muy virtuoso y que me era mil notas por segundo y fuera muy impresionante, pero la verdad es que cada vez más me fijo sobre todo en que tengan una seña de iden dad. 68

A mí me gustan y me han influenciado muchos guitarristas muy diferentes como David Gilmour, Trey Azagoth, Steve Morse, Randy Rhoads, Nuno Bettencourt, Chuck Schuldiner, Zakk Wylde, Andy La Roque, etcétera. Buf sería muy complicado destacar y analizar uno por uno las técnicas que los hace únicos, pero a mí me han influenciado todos ellos por tener un sonido especial y cada uno ellos ser originales en su es lo. ¡Al escucharlos sabes que son ellos rápidamente!

Sí, estoy bastante de acuerdo con Pepe Risi, al cual tuve la oportunidad de rendir tributo este año con mi amigo Johnny y los Burning actuales en la grabación de su nuevo DVD en el Palacio de los Deportes de Madrid. Como te decía antes, para mí la energía y el feeling lo son todo encima de un escenario, y a la hora de tocar un instrumento igual o incluso más que poseer una técnica impecable. Para terminar, y como curiosidad que a los guitarristas aficionados les gustará conocer, ¿qué juego de cuerdas u!lizas habitualmente? ¿Tienes alguna preferencia en cuanto a la púa? Pues depende de la guitarra y la afinación. Normalmente uso un juego de la marca Elixir 010/052 en E Standard y con la de 7 010/46 y 056 en la 7 o un juego de 010/52 y un 060 en la 7, dependiendo de la guitarra que use. Suelo usar puas pequeñitas po JazzIII con mucha punta, o similares. U lizo amplificadores y pantallas George, hechos en Barcelona y con un tono espectacular, y a eso le sumo un Tube screamer Maxon OD808, más mis guitarras Explorer de 7 y la LP BFG de Gibson y mis guitarras Framus Custom Shop y Black Night.


EL DOSSIER DEL INSTRUMENTISTA


M A T R ´I C U L A S D E H O N O R Aunque nacido en un hospital de Nueva York, Harry Belafonte es hijo de un chef jamaicano de la marina estadounidense. La erra natal de su progenitor sería su mayor influencia en cuanto a música se refiere, ya que durante su infancia vivió allí en casa de su abuela paterna, bebiendo de los tan caracterís cos ritmos tradicionales de la zona. A su regreso a La Gran Manzana, Harry terminará sus estudios y se alistará en el ejército, tomando parte como soldado en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, esa vida que sufre en pleno conflicto le termina llevando a revelarse como un po con personalidad, ar sta con impronta reconocible. por Sergio Guillén

HARRY BELAFONTE Mark Twain And Other Folk Favorites (Coral, 1971)

Recordando las raíces del pueblo norteamericano e inyectándole algo del sabor jamaicano en su acento, Belafonte canta “Mark Twain” desnudando la letra, limitando la guitarra a rasgueos contados. Las percusiones tropicales acompañan el fondo de “Man Piaba”, una canción dedicada a todos los padres cuyos hijos han alcanzado la edad de la curiosidad –según palabras del propio cantante–. “John Henry” era un folk ya reputado, aunque en manos de Harold George Belafonte, Jr. –su nombre de pila– casi se escucha la locomotora para la que John estaba colocando los rieles (muy al es!lo de lo que patentaría poco después The Kingston Trio, con sus chascarrillos incluidos). 70

El calypso de “The Fox” calienta la aldea mientras sus habitantes lloran con el apasionado drama!smo de “Kalenda Rock (Mourning Song)”. Y así va de la plantación a la playa, de los campos a los Everglades, aspirando la esencia de lo an!guo y respetado para ponerlo a marchar bajo su significa!vo compás. Hasta 1956 y el LP Calypso no se abrirían las puertas de la aceptación masiva para la labor de Belafonte; sin embargo, Mark Twain And Other Folk Favorites es fiel retrato de los cantautores estrenados en los años 50 sabedores de que la casa debía ser construida inicialmente con ladrillos traídos de !empos pasados.


´ Graham Bond pasó de estrella británica ejecutando blues árido y rhythm and blues retumbante a extraño ar!sta hambriento de drogas y totalmente hundido en el mundo del ocul!smo. Holy Magick pertenece a esta segunda etapa, lejana entonces de esos Blues Incorporated de Alexis Korner o la Graham Bond Organiza!on en la que dio cobijo a Jack Bruce y Ginger Baker (futuras luminarias trabajando cual Cream con el ex The Yardbirds Eric Clapton). Su esposa Dianne Stewart y el propio Bond quedaron engatusados por el universo de la magia, siendo primordial en sus existencias poder llevarlo a un LP con todo el sen!do misterioso que merece. Así nace este trabajo, y más en concreto el hechizo llamado a flanquear las puertas de su nuevo reino, una invocación a la magia blanca más allá de las leyendas druidas o de sueños celtas. por Sergio Guillén

GRAHAM BOND Holy Magick (Mercury, 1970)

Bond asegura que la grabación es la guía para los verdaderos buscadores de la luz, aunque el tenebrismo instrumental con el que se abre la pieza inicial de veinte minutos, y dividida en catorce partes, sobrecoge al oyente perturbando sus pensamientos. Los cán cos, los platos vibrantes de la batería, la entrada del órgano de Graham de forma frené ca, apoyado por el saxo tenor de John Gross, es todo sobrenatural. Ácido en esté ca instrumental, profundamente psicodélico, aunque siempre pendiente de sus bases r&b de club oscuro y cargado de humo. En “Return Of Arthur” se muestra accesible, pero siempre con imágenes que no se escapan del concepto de la obra. “The Magician” inquieta sobremanera

debido a los contrapuntos en vientos sobre un bucle en las teclas del líder que marea al oído inexperto. A los que requieran de blues para poder conciliar el sueño, “The Judgement” les tranquilizará de insana manera, mientras que “My Archangel Mikael” es el nexo de unión con el inicio de la búsqueda del Santo Grial, aquella leyenda sobre la lucha cósmica del arcángel contra la figura de Lucifer. El 8 de mayo de 1974 Graham Bond segaría su propia vida arrojándose bajo las ruedas de un tren; por aquel entonces se creía hijo de Aleister Crowley, el famoso escritor ocul sta británico que vivió a caballo de los siglos XIX y XX. 71


Si te gusta nuestra revista... ¡Compra nuestros libros!

RADIOGRAFÍA DEL ROCK EXPERIMENTAL www.castellarte.es

EL MUNDO SECRETO DE LAS CANCIONES www.cinemitos.com

PSICODELIA AMERICANA www.edmilenio.com

80 PELÍCULAS DE LOS 80 www.cinemitos.com

RADIOGRAFÍA DEL ROCK EXPERIMENTAL (SEGUNDA PARTE) www.castellarte.es

GLAM ROCK www.edmilenio.com

DISCOS PARA INQUIETOS www.castellarte.es

SÁTRAPA. ROMPECABEZAS PARA UNA CANCIÓN PERFECTA www.castellarte.es

EL TERROR DESCONOCIDO www.bubok.es

LA FRONTERA. PALABRAS DE FUEGO www.quarentenaediciones.com

Pídelos en tu librería más cercana o cómpralos directamente en las páginas Web de cada editorial (las que aparecen bajo los títulos de los libros)


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.