LA REVISTA DONDE CONFLUYEN TODAS LAS MÚSICAS
´ RENACER ELECTRICO SEPTIEMBRE 2015
MUSIC MAGAZINE
RATATAT VANILLA FUDGE TOKYO BLADE THE ELECTRIC PRUNES ASIA SONS OF BILL EL SOBRINO DEL DIABLO ESPECIAL: REBELIÓN ZOMBIE
LOS TOREROS MUERTOS Siempre con el espíritu satírico en todo lo alto SPINAL TAP, MICHAEL JACKSON, MIGUEL ZAGUÁN, MALA REPUTACIÓN, ANTONIO FLORES ORSON WELLES, NANDO CABALLERO, THE PRETTY THINGS, NACHO, NANDO & MIGUEL
Septiembre de 2015
SUMARIO 04. LA ENTRADA. MICHAEL JACKSON. 06. CRÍTICAS DE DISCOS. JOSÉ LUIS PARDO, SALTIMBANKINS, THE KISS THAT TOOK THE TRIP, RATATAT, MIGUEL ZAGUÁN, KARENIN, AMÍGDALA, LOS TUERCAS, MALA REPUTACIÓN, HOLA HOLA HERMANITA, ASIA, INSOMNIA, DANGER, EL SOBRINO DEL DIABLO, THE FOXHOLES. 16. ENTREVISTA. SONS OF BILL. 18. REPORTAJE. VANILLA FUDGE. 22. CINE MUSICAL. THIS IS SPINAL TAP. 24. ESPECIAL CINE. REBELIÓN ZOMBIE. 36. LA RETRO SERIE. MAGNUM P.I. 38. TELEVISIÓN ÁCIDA. ¿QUIÉN DA MÁS? 39. DESTRIPANDO EL CANCIONERO. ZIGGY STARDUST. 40. ENTREVISTA. LOS TOREROS MUERTOS. 46. ARTÍCULO. THE ELECTRIC PRUNES. 48. REPORTAJE. ENSLAVED Y VIKINGLIGR VELDI. 50. LIBROS. 56. ENTREVISTA. TOKYO BLADE. 60. REPORTAJE. NO MORE HELL TO PAY Y STRYPER. 62. EL DOSSIER DEL INSTRUMENTISTA. VICENTE PERELLÓ. 66. MATRÍCULAS DE HONOR. PRETTY THINGS, ANTONIO FLORES, PETER PAUL & MARY. 69. CONCURSO. NACHO, NANDO & MIGUEL.
Dirección: Sergio Guillén Redacción: Andrés Puente, Sergio Guillén, Fat Professor, María Manuela Cortinas y Julio L. Tecglen Fotografía: África Paredes Diseño y maquetación: Sergio Guillén y África Paredes Encargado Facebook: Sergio Guillén / Encargada Twitter: África Paredes Contacto: renacerelectrico@hotmail.com Foto portada: Archivo Los Toreros Muertos RENACER ELÉCTRICO MUSIC MAGAZINE no se hace responsable de ls opiniones vertidas por su colaboradores y anunciantes ni se identifica, necesariamente, con las mismas.
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Un paseo lunar playero...
El filme Moonwalker se estrenó el 22 de diciembre del 88 en Madrid, película que no vería hasta el verano siguiente en un cine al aire libre de El Campello, Alicante, disfrutando de unas calurosas vacaciones. Recuerdo el suelo lleno de cáscaras de pipas –siempre es así, algo recurrente en aquellas mezclas de terrazo y asfalto–, el ruido de la circulación colándose por la parte superior abierta de la sala y todo el mundo atónito mirando a la pantalla. Había chascarrillos y pequeñas charlas, pero sólo para comentar este baile, aquel movimiento, la virguería visual de más allá. La trama era totalmente insustancial en su ciencia ficción para párvulos, pero Michael, las coreogra!as y unos vídeoclips de infarto valían el precio de la entrada y más, mucho más. El “muñegote” de “Speed Demon”, la impagable puesta en escena entre “retro-futuro” y el Chicago de los hampones desplegada para “Smooth Criminal” –pletórico homenaje le hicieron al single de marras los alterna"vos Alien Ant Farm en 2001, acompañado por un clip tributando toda la ar"llería escénica que puso de moda Jacko; no se lo pierda–, ¡ese “Bad” versión niños macarras! –“Badder”– o la aparición de los Ladysmith Black Mambazo en los créditos finales, pocos años antes acompañando a Paul Simon en su superventas Graceland. Exquisito. Sergio Guillén (Director)
LA ENTRADA
... o Jacko aterrizando en El Campello
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13 FORMAS DE LIMPIAR UNA SARTÉN (José Luis Pardo, Blues R Us) El joven porteño José Luis Pardo, a caballo entre Buenos Aires y Madrid, ha logrado hacerse un nombre en la escena internacional del blues a través de sus discos y de las actuaciones que ha realizado en algunos de los más pres!giosos fes!vales del género, todo compaginándolo con las clases de guitarra que imparte profesionalmente a ambos lados del Atlán!co. En 13 Formas De Limpiar Una Sartén, sin embargo, Pardo apuesta por el rock, un rock que acaricia el soul y en el que, por supuesto, se deja sen!r el blues pero de forma muy su!l, tallando los temas como si de diamantes en bruto se trataran, puliéndolos y transformándolos en pequeñas joyas aplicándoles un laborioso trabajo de orfebrería musical. Pardo lleva impregnado en los genes todos los eflu-
vios de la mejor tradición rockera – mamada desde la cuna como todos los jóvenes de la Argen!na– y, a la vez, hace gala de sus mejores artes a la hora de escribir unas canciones muy en la línea de los grandes cantautores de su país, canciones notables como “Voy A Intentar Seguir Sin Vos”, “Sabías Que Iba A Ser Así” o “Pensando”. En total son 12+1 temas, alternando el castellano con el inglés, en los que destacan los cuidados arreglos instrumentales (se incluyen incluso arreglos de viento) y en los que queda bien patente el talento de este músico a la hora de escribir textos enmarcados dentro de un rock hecho con amplitud de miras que, en lugar de cerrarse puertas, las abre de par en par. por Fat Professor
SALTIMBANKINS (Saltimbankins, Autoeditado) ¿Por y para qué existen los proyectos paralelos a bandas ya consolidadas? Dados los resultados, a veces mediocres, de este !po de propuestas, uno se plantea esta pregunta a menudo. En el caso de Sal!mbankins, el nuevo proyecto del guitarrista de Hombres G Rafa Gu!érrez, he encontrado una respuesta rápida y sa!sfactoria a dicha cues!ón. Siendo Hombres G un grupo que nunca me ha tocado la fibra en demasía (para qué vamos a men!r), tengo que reconocer que este álbum homónimo de Sal!mbankins me ha encantado. Es cierto que también este quinteto le da al pop-rock, pero la banda de Gu!érrez opta por el pop más elegante y elaborado de formaciones como Nacha Pop, Los Secretos o La Unión. Posiblemente hay más enjundia en las once canciones contenidas en Sal!mbankins que en toda la discogra$a de Hombres G. 06
Tampoco es que estemos hablando de pop sofis!cado a lo Supertramp o Roxy Music, pero canciones como “Es Tu Voz”, “Eternidad (Maquinillo)” o “Está En Tu Mente” gozan de una riqueza de arreglos realmente admirable, sin perder nunca de vista la accesibilidad de su sonido y sus estructuras. Llego a apreciar incluso un regusto a la etapa más experimental de Talk Talk en más de un momento (en “Mundos Pequeños”, por ejemplo), lo cual me parece francamente interesante. Escuchar este primer disco de Sal!mbankins es como volver a La Movida pero sin tener que ponerse necesariamente de nuevo las hombreras o enfundarse los calentadores. Atrac!va propuesta. por Andrés Puente
C R ´I T I C A S D E D I S C O S ELECTROFOREST (The Kiss That Took A Trip, Cheap And Pretentious Records) Con la popularización de los medios informá cos y el más sencillo acceso a la tecnología para crear música, cada vez nos topamos con más proyectos como The Kiss That Took A Trip, alter ego de M.D. Trello. Este ar sta madrileño lleva trabajándose desde 2006 su propio universo musical, el cual ene su culminación, por el momento, en este Electroforest. El álbum es un cúmulo de influencias y es los muy bien conjugados. Aquí encontramos ambient a lo Brian Eno (con momentos que recuerdan a sus mí cas colaboraciones con el guitarrista Robert Fripp), post-rock po Mogwai, Sigur Rós o Radiohead y hasta pop experimental. Dado que Trello se ocupa de las guitarras y las voces y el resto de los instrumentos los genera un sistema informá co, podemos deducir que hay un elevado componente sinté co en este Electroforest. Sin
embargo, esto no provoca que el álbum suene frío, sino misterioso y envolvente. La carga instrumental es ciertamente elevada, con temas como “Jammed Drainpipe Blues” o “Champions Of Delay” que de seguro encandilarán a los amantes de las correrías más progresivas de unos Ulver. El compositor Angelo Badalamen es citado como una gran influencia musical por el propio Trello, y no seremos nosotros quienes le quitemos la razón. Ahí tenemos un tema como “Snowstorm”, que perfectamente podría haber formado parte de la banda sonora de Mulholland Drive. Disco sorprendente del que podemos encontrar pocos precedentes en la escena nacional. por Andrés Puente
MAGNIFIQUE (Ratatat, Because Music/Warner Music International) El proyecto Ratatat publicó su primer sencillo en 2003 (“Seventeen Years”) y su larga duración de debut en 2004 (Ratatat), y desde entonces no ha parado. Este tándem ar"s co formado por Mike Stroud y Evan Mast, y cuyo centro de operaciones se encuentra en el neoyorquino Brooklyn, inyecta una vez más en su nuevo disco su abierta manera de entender el rock electrónico. Aquí estamos hablando de dos mul instrumen stas que se mueven sobradamente bien por las aguas más dispares. De esta manera pueden crear una “Intro” en la que pareciese que el Mozart más juvenil hiciese pareja al piano con la guitarra del mismísimo Brian May (Queen). Y eso únicamente en el pequeño diver mento de apertura; pues, si se mete a fondo en Magnifique, el oyente no podrá por más que dar su aprobación ante el "tulo del
elepé. Este dueto puede crear pasajes atmosféricos, pelotazos de urban funk, andanadas de electro-psicodelia, pero siempre se encuentra concentrado en redondear composiciones (instrumentales) que funcionen como piezas de principio y fin, que no se tengan que extender en progresiones banales por las que darse ridículo fuste. En eso, al menos a mi forma de ver, superan con este álbum a los que hasta el momento eran reyes del género: Da$ Punk. Magnifique es por tanto uno de los discos del año en cuanto a electrónica se refiere, al igual que Ratatat se crece en su nueva reinvención, llegando incluso a realizar una versión magnífica de la joya setentas “I Will Return” (Springwater). por Sergio Guillén 07
MIGUEL ZAGUÁN (ROCK&DALUZ) (Miguel Zaguán, Discmedi Blau) Aunque parezca a veces que el rock andaluz es un es!lo que nació y murió en los 70, la realidad es que llevamos unos años bastante excitantes en lo que al resurgir de este es!lo se refiere. Es verdad que los grupos y ar!stas de este género no gozan de la prominencia que tuvieron en !empos, pero nombres como Saraqusta, Juan Reina o Randy López están colaborando a mantener viva la llama de este es!lo. La banda sevillana Zaguán, con dos discos editados en la primera mitad del siglo XXI, fue una de las que contribuyeron a la causa. Ahora es uno de sus componentes, Miguel Ángel Gómez (cantante y teclista), quien se lanza a la piscina con un fantás!co primer álbum en solitario. Un disco que concentra prác!camente todas las tendencias del género, las más comerciales y las más progresivas, distribuyéndolas con buen !no en ocho canciones
de su exclusiva autoría. En todos y cada uno de estos temas late con fuerza el alma del rock andaluz, pudiendo disfrutar el oyente con esa sonoridad tan par!cular que combina las voces aflamencadas, las guitarras españolas y las eléctricas y, por supuesto, el caracterís!co órgano Hammond que aporta el propio Gómez. El toque de auten!cidad lo ponen dos curiosidades: la breve cita a “En El Lago” (Triana) en “El Viejo Barrio” y los punteos de Luis Cobo “Manglis” en “Andalucía”. Sin embargo, y aunque estos apuntes no exis!eran en el álbum, el disco !ene esencia y feeling a raudales. Tremendo final con la épica y melancólica “El Frío” y su versión rap a modo de bonus track. por Andrés Puente
KARENIN (Karenin, Autoeditado) Después del éxito de su anterior trabajo, el EP El Puente De Los Peligros, grabado entre Manchester y Albacete, regresa la banda murciana Karenin. Lo que en sus inicios fue el proyecto personal de Isaac González se presenta ahora con una nueva formación con la guitarra de Paco Morán, el bajo de Juan Francisco Belchí, Alejandro Garriga a las baterías y programaciones y Carlota Cobarro a los teclados y “sintes”. Los primeros acordes del disco transportaran a los oyentes con cierto grado de veteranía al universo melancólico e inquietante de la televisión de los primeros 90 cuando en la pantalla nos saludaba un pequeño reyezuelo y observábamos los bucólicos paisajes del Norte de Washington aderezados con prosaicas imágenes de la decadencia industrial. Cuando Kyle MacLachlan, encarnando al agente 08
Cooper, se esforzaba por descubrir quién mató a Laura Palmer mientras saboreaba la deliciosa tarta de cerezas del Doble R. No en vano el tema inicial es un claro homenaje a David Lynch y lleva por !tulo “Dick Laurent Está Muerto” recordando el leitmo!v de Carretera Perdida uno de los films más inquietantes del genial director estadounidense. Tras el éxtasis lynchiano avanzamos por los cortes del LP que nos transportan a otras realidades más co!dianas en una sucesión de composiciones que !enen en común las buenas letras y el uso de las melodías con distorsión, sonidos eléctricos y grandes desarrollos instrumentales. Cabe destacar el contraste entre la melancolía efervescente de “Nos Volverá A Pasar” y el éxtasis sombrío de “Figuras Sin Cabeza”. El disco ofrece un compendio de melodías con dis-
torsión muy noventeras, que en cierta medida nos pueden recordar en lo instrumental a Mercromina o a Los Planetas. Aunque son nuevos permanecen fieles a un es!lo del agrado de muchos fans incondicionales, algunos de los cuales se han implicado
con sus modestas aportaciones en el proyecto de micromecenazgo que ha hecho posible la edición de este LP. por María Manuela Cor!nas
AMÍGDALA (Amígdala, La Produktiva Records) Estoy seguro, no hay duda alguna, “Bendiciones Y Buenas Noches” es una canción que habría encantado a Poch, ese soñador irónico e incansable que puso voz a Derribos Arias y que nos dejó en 1998. La canción la firma el proyecto Amígdala, un dúo en sus inicios que ahora funciona como trío: guitarra, batería y teclados. Oscar García e Isma Ruiz, los que empezaron esta apuesta, son los que se encargan de las voces en este EP grabado en directo en los Estudios Dalton. En los cuatro cortes del trabajo se siente el gusto por el pop rock independiente de nuevo cuño, que al mismo !empo también ha sabido mirar al pasado. No son pocos los grupos que hoy se acercan a la cara más tranquila de Joy Division, a los primeros pasos de los posteriores New Order y a la camada que con los años hizo del post-punk un género re-
conocido. Y hablaba de días del ayer, décadas atrás en las que “Extraños” podría haber pertenecido a los primeros singles de The Cure, corriendo al mismo ritmo, a igual la!r que, por ejemplo, “Boys Don’t Cry”. De similar manera algo como “Hey Trol” tendría que casar sin mayores problemas con la es!lís!ca y desarrollo tanto de los oyentes hermanados con la escena gó!ca como de los buscadores de extraños objetos de deseo dentro del art pop underground. Amígdala nos da en este EP una pequeña cucharada, cierto, pero colmada hasta sus lindes. Incluso en la despedida muestran su potencial centrándose en un fantás!co desarrollo instrumental !tulado “1-2”. Hay que seguirles la pista sí o sí. por Sergio Guillén 09
GUIGNEOOZA (Los Tuercas, Flor Y Nata Records) Los Tuercas llevan diez años haciendo rock desde !erras valencianas, debutaron con el EP Piruletas en 2007 y ahora publican su tercer larga duración !tulado enigmá!camente Guigneooza (pronunciado guiñeuza). Los de Torrent nos ofrecen una decena de composiciones originales cantadas en castellano, un rock eléctrico de influencias sureñas que te agarra para no soltarte desde la inicial “En El Infierno Estoy” y hasta llegar a la “Chica Rock’N’Roll” con la que se cierra el álbum, y todo gracias a la inmediatez y energía que desprende al haberse grabado, en gran medida, en directo en el estudio. El sonido de este trío se muestra tan solvente como contundente gracias a una sólida base rítmica a cargo del bajo y la batería (en “Deprimido” y “El Rock No Acabará” encontramos dos buenos ejemplos) y
a una guitarra que suena a ratos enérgica (“Bares Y Mataderos”, el primer single), por momentos atmosférica y fronteriza (“Mexicana”) o bien delicada en los medios !empos (“Lobo Feroz”). Como digo, Los Tuercas hacen un rock que bebe de las fuentes del southern o, directamente, del padre del rock & roll: el viejo blues; ahí encontramos pequeños destellos de armónica o el corte “El Blues De Robert Johnson”, un homenaje explícito al reconocido como King of the Delta Blues. Una más que atrac!va propuesta la de estos valencianos ofreciéndonos atrayentes textos reves!dos con un rock electrizante. por Fat Professor
ETERNAS PROMESAS (Mala Reputación, Rock Estatal Records) Con más de veinte años de trayectoria y más de media docena de discos, los asturianos Mala Reputación son una banda de rock sólida aunque aún sigue siendo bastante desconocida en el panorama nacional mayoritario. A lo largo de su carrera han ido evolucionando desde el punk rock más radical hasta este trabajo en el que muestran algunos ejemplos de su faceta sensible, sin ser por ello menos duros. El nuevo disco ve la luz tras una larga espera, como suele ser habitual en ellos, que gustan de madurar sus trabajos antes de que vean la luz. Al escuchar el primer corte “Fuego” no parece que estemos ante el mismo grupo autor de un disco como Carácter (Autoeditado, 2011). El comienzo del tema evoca más el pop de Elefantes que el hardcore que ha caracterizado gran parte del repertorio de Mala Reputación. No obstante, el desenlace de la canción se acompaña por un alarde de poten10
cia instrumental, siguiendo una estructura que no es nueva en el repertorio de la banda. El primer single extraído del LP, “Que La Tierra”, y el segundo corte, “Cobarde”, representan dos conceptos y es!los diferenciados, aunque complementarios, siendo probablemente los dos temas más impactantes del álbum. También cabe destacar la crudeza de “Las Uvas De La Ira” y el habitual guiño al asturiano en “Fálame”. El conjunto de temas se caracteriza por la solidez en la interpretación instrumental y unas letras impactantes y bien vocalizadas. Estamos ante un disco que rompe esquemas, aunque cuanto más se escucha más se aprecia su valor y se da uno cuenta de que en realidad no es tan diferente a lo que el grupo ha venido ofreciendo a lo largo de su carrera. Mala Reputación nunca han querido ajustarse a esquemas preestableci-
C R ´I T I C A S D E D I S C O S
MALA REPUTACIÓN dos, huyen de e quetas y convencionalismos y no se achantan a la hora de adoptar formas innovadoras o cuando enen que poner de manifiesto su madurez musical. Esto les puede valer el rechazo de los más intransigentes, pero demuestra su solidez ar s ca, sin caer en radicalizaciones ideológicas ni presunciones que agarrotan a otros cerca-
nos representantes del género. La banda asturiana no solo bebe de las influencias sino que en muchos aspectos puede considerarse a la altura de bandas punteras del hardcore melódico como Rise Against, NOFX o los pioneros Bad Religion. por María Manuela Cor nas
DÍA #1 (EL FIN DEL PRINCIPIO) (Hola Hola Hermanita, Warner Music) Desde que en 2012 publicaron Silencio, este quinteto oscense se ha venido prodigando por los paraderos actuales del indie patrio. Con este nuevo disco, que es ya su tercera referencia, consolidan una formación caracterizada principalmente por la presencia de Carmina como voz principal, que imprime un sonido caracterís co y diferente a la banda en esta nueva etapa de su trayectoria. Las piezas que forman este álbum se caracterizan por la profusión de guitarras y sinte zadores, generando unos sonidos muy pegadizos, que nos resultan a veces tremendamente familiares. El conjunto de temas pretende desarrollar una historia cíclica que tratan de transmi r al oyente, con incierta fortuna a través de las letras y mediante algunas evocaciones sonoras en las canciones. Entre los cortes destacan las animadas melodías de
“Ayer Es Tarde” y el electropop de “Sobre el Cristal”, que están llamadas a conver rse en las canciones más populares de este Día #1. Sin embargo, hay que destacar también un tema como “Claroscuro 2”, una interesante propuesta sonora, con una aproximación demasiado su l al noise. Aunque la banda bebe de post-punk ochentero y el noise noventero, este disco se caracteriza por una marcada vocación pop. Los aragoneses han madurado ar s camente, algo que va inevitablemente unido a la experiencia vital. El disco debe ser escuchado con buena voluntad y sin prejuicios. Que nadie espere encontrar los sonidos que caracterizaron a la banda en sus orígenes ya lejanos, ni siquiera existe demasiado parecido con su anterior trabajo. Defini vamente, los Hola Hola Hermanita han op11
tado por imprimir un aire dis nto en su música, con un es lo que probablemente los acercará a una audiencia mucho más numerosa, gracias también a
una distribución masiva. por María Manuela Cor nas
HIGH VOLTAGE LIVE (Asia, Frontiers Records) No suelo hablar de un álbum desvelando a la primera de cambio unas conclusiones, pero en este caso lo considero necesario. Es más o menos como adver r a un comensal con el que compartes mesa que el plato del que se va a llevar la primera cucharada a la boca no va a ser de su gusto, así que es mejor que pida al camarero directamente algo más apetecible. Y es que de Asia uno se espera que el guiso no solamente alimente, sino que además permita un disfrute a nuestro paladar. Y desde el mismo momento en que nos encontramos con este álbum en directo –el enésimo, por cierto–, por mucha reunión de sus miembros originales que haya de por medio (We!on, Palmer, Howe y Downes), si el sonido y el aspecto visual no van acorde con lo que se espera de una banda de la talla de Asia, en la que sus miembros presentes y pasados provie-
ASIA 12
nen de lo más granado del prog y el melodic rock, y cuyo setlist de esa actuación tumbaría de espaldas a cualquier lista de éxitos que pudiéramos imaginar en una banda actual de similares caracterís cas, pues es di"cil extraer unas conclusiones posi vas. La actuación está grabada en el fes val High Voltage de Londres en el año 2010 y se recoge tanto en formato CD como en DVD. En primer lugar, olvidémonos de cualquier glamour visual, puesto que la actuación es a plena luz del día. Y en cuanto al sonido, nos encontramos con un desacertado equilibrio instrumental donde la voz de We!on predomina con demasiada vehemencia sobre el resto de instrumentos, donde en ciertas ocasiones los coros dejan mucho que desear y donde el vocerío del público y los ecos están más presentes de lo necesario, convir endo este artefacto casi
C R ´I T I C A S D E D I S C O S en un bootleg para comple!stas. Eso sí, si hay algo posi!vo en dicha actuación es que la banda apostó a caballo ganador desplegando a lo largo de la escasa hora en que tocaron, toda la ar!llería basada en su primer disco, del que no dejan a faltar ningún tema y sólo añaden dos más de sus úl!mas entregas hasta aquella fecha (Phoenix y Omega). Por lo demás, puedo decir que, si bien Asia es la banda precursora de lo que tres décadas después Fron!ers Records busca con demasiado –a veces,
excesivo– ahínco (es decir, unir a diferentes pesos pesados del rock melódico para crear una “super banda”), en este caso el !ro no les ha salido demasiado acertado. La reunión ya venía de serie pero han fallado los extras, por u!lizar un símil automovilís!co. Y es que los seguidores de Asia esperan algo más de esta excelsa banda que lo que nos presentan con este producto. por Julio L. Tecglen
PORTRAIT (Insomnia, Ikarus) Insomnia nos ofrece en su retrato musical una cadencia cargada de gusto, de sabores profundos y calmos trufados de sen!miento. Ismael Perera cierra un cuarteto junto a Teyo Garrido, José Pablo Gallego y Frank Salazar por el que sublimar unos temas que lo mismo navegan en el pop introspec!vo como en lo mejor del alma negra o del jazz de escobilla insinuante sobre un parche de batería experta. «Tengo versos dentro del !ntero que aún están buscando su lugar, tengo abrazos, besos y te quieros, sólo esperan su oportunidad», canta Ismael en “Tengo”, una pieza que está en la onda de un primera línea como Pedro Guerra. Pero no es Perera el único vocal a lo largo de este álbum, ya que la
banda se ve acompañada por muy destacables invitados, por lo que en ocasiones es Sandra Morales la que toma el puesto principal tras el micrófono, y en otras lo hace Cris!na Maez. Pero si arropado por tanto y tanto talento Ismael saca par!do a su arte, hay que reconocer que como solista este pianista posee un calado envidiable; ahí está la versión alterna!va que ofrece de “Your List”, composición que abre el disco y que en el corte número doce se vuelve a interpretar con Perera solo al piano y voz. Una maravilla. Es por tanto Portrait un muy agradable descubrimiento. por Sergio Guillén
RESCUE 1989 (Danger, Rock CD Records) Luis Joaquín Perona, Jorge Fontecha, Carlos Abad, J. A. Mar"n y J. A. Pereira cons!tuirían a inicios de 1989 la que se puede considerar como formación más reconocida del quinteto madrileño Danger. Con estas filas compi!eron en el concurso de Yamaha llamado Band Explosion ’89, y estos mismo cinco músicos son los que aparecieron ese mismo año sobre el escenario del mí!co Budokan japonés, en la
final mundial de tan llama!va propuesta en la que Joey Tempest y Jon Bon Jovi ejercieron de jurado junto con otras personalidades seleccionadas para la ocasión. Ahora es ese mismo quinteto el que, tras no tener entonces la oportunidad merecida –léase grabar un larga duración– una vez realizado tan prometedor despegue, regresa a la actualidad discográfica regrabando las canciones 13
que formaron parte de su primera maqueta junto con algunas composiciones más de su autoría, subrayando así un álbum de hard rock con mucho de melódico. En 2015 se publica una segunda edición de este Rescue 1989, un lanzamiento en el que en su portada se puede leer: For fans of Night Ranger, Whitesnake, Winger. Y no es una recomendación baladí, pues ciertamente este conjunto nacional ha reverdecido unos laureles que no pudieron lucir todo lo que merecían en aquella década de los 90 que por entonces comenza-
ba. Ahora, en unos momentos en los que el adult oriented rock, sus derivados y del hard tradicional están volviendo a recibir el respeto que merecen por parte de la afición –no por los grandes medios, es verdad... pero esos no se enteran de nada, es cosa sabida–, Danger aterrizan con un disco tremendo, muy meritorio y que ha sabido capturar en el hoy toda la magia de aquel ayer. Fabulosos. por Sergio Guillén
DANGER
ANTOLOGÍA SOBRINESCA.THE FIRST YEARS (1999-2004) (El Sobrino Del Diablo, La Produktiva Records) «No fue de golpe, sino más bien progresivo: cuando di mis úl"mas clases, en 2001, ya tenía varias maquetas editadas, me pinchaban en Radio 3 y llevaba años tocando en pequeños locales de Barcelona y alrededores. Cuando grabé el primer disco y empecé a tocar por toda España vi que era incompa"ble con la docencia y tuve que escoger», me contaba Juan “El Sobrino Del Diablo” Gómez en una entrevista que para nuestro medio le realicé en enero de 2011. Hablábamos en ese momento de su paso de la Filología Hispánica al mundo de 14
la canción. El propio Juan asegura que comenzó a tocar la guitarra y a cantar a los veinte años, allá por 1990; puede que parezca tarde, cuando muchos otros ar"stas hablan de que ya ofrecían sus primeros recitales con ocho años, pero lo cierto es que Gómez ha sabido en estos úl"mos vein"cinco años crearse una carrera en la escena musical y humorís"ca. En el 99 ya se hace llamar El Sobrino Del Diablo y ahí comienza lo bueno. Con el paso de los años, y disco tras disco, Juan ha evolucionado consiguiendo con cada nueva grabación redondear un sonido
C R ´I T I C A S D E D I S C O S sólido que acompaña a letras originales, diver das, cargadas de imaginación, crí ca y análisis social. Esta Antología Sobrinesca, de la cual ahora se presenta la primera parte que cubre de 1999 hasta 2004 –es decir, hasta su elepé Pulgatorio–, nos muestra el crecimiento de este talentoso intérprete; de esta manera le podemos escuchar en sus días junto con Los Monjes o haciendo tándem con
Mr. Rodríguez (Juan asegura que los seis temas que cubren estas etapas reflejan fielmente aquello que ellos llamaron zarzuela a!erpunk), al igual que ya con sus primeros trabajos firmando únicamente con el que es su nombre de guerra. Perfecto para novatos en sus artes o para amantes comple stas. por Sergio Guillén
RADIO CINCINNATI (The Foxholes, Autoeditado) ¿Rock progresivo? ¿Pop sofis cado? ¿Electro rock? Es di#cil clasificar a un grupo como The Foxholes. Y es así porque sin duda enen cosas de todos estos es los, pero en realidad no prac can un género claro. Esto no quiere decir en ningún momento que The Foxholes acusen una falta de definición o una cierta incongruencia. Muy al contrario, este Radio Cincinna" (su quinto disco) ha resultado toda una sorpresa para quien suscribe. Posiblemente la banda con la que encuentro una mayor similitud sería Blackfield, ante todo por su habilidad para conjugar lo experimental con lo accesible, además de por un muy acertado uso de los sinte zadores. De todas maneras, ya digo que es más una semejanza en cuanto a concepto que
en lo que concierne a las formas musicales. Aparte de que las canciones contenidas en Radio Cincinna" son buenas, funcionan fenomenalmente bien como conjunto, y la producción del disco es muy pulcra y al mismo empo muy directa, proveyendo una audición agradable y equilibrada, ausente de cualquier saturación para con el oyente. Media hora de disfrute para tus oídos. Excitante y elegante álbum para melómanos que busquen algo más en la escena pop nacional. Muy buen disco, limpiamente realizado. De lo mejor que he escuchado úl mamente en este sen do. por Andrés Puente
THE FOXHOLES 15
ENTREVISTA
SONS OF BILL “Estaremos cada noche mezclando las pociones” por Sergio Guillén
El conjunto de Virginia que responde al nombre de Sons Of Bill sacaba el año pasado el que ya es su cuarto álbum oficial de estudio, el titulado Love & Logic. Se estrenaban así con nuevo sello discográfico, dejando atrás su etapa en Blue Rose Records –tema del que prefirieron no hablar en esta entrevista– y afrontando nuevos retos; uno de ellos, su primera gira española que les trajo los pasados meses de febrero y marzo a ciudades como Bilbao, Valencia, Madrid, Zaragoza o Barcelona. ¿Cómo definirías el dialogo que se crea entre los compositores de la banda? A la hora de escribir todos somos diferentes compositores, aunque usualmente tenemos ese ins n16
to similar cuando llega el momento de acercarse a una canción. Es necesaria mucha confianza para coescribir con otra persona, la fe de saber que lo que sea que estés escribiendo te acompañará a lo largo del viaje. Por eso creo que ayuda que seamos
familia, pues hay mucha confianza y tenemos mucha historia a nuestras espaldas. En este nuevo elepé, y fijándonos en vuestra evolución, ¿habéis sen do alguna diferencia en el proceso de creación del mismo? Se ha sen!do como algo diferente, sí. En parte creo que !ene que ver con el hecho de trabajar con Ken Coomer, pero pienso que también radica en que hemos crecido un poco. Sé que suena a cliché de rock and roll eso de decir: «finalmente estamos todos en consonancia y hemos regresado de la experiencia con este disco», pero honestamente es lo que sen!mos. Nos sen!mos defini!vamente confortables dentro de nuestra piel y es un gran lugar en el que estar. Este es un disco muy honesto y no tenemos demasiado por lo que excusarnos.
¿Os rodeaba la música en vuestra infancia? ¿Era algo común en el hogar familiar? Sí había, sí. Mi padre escuchaba ante todo música clásica, aunque él tocaba con gran acierto música country o tradicional de Virginia. Nos enseñó desde temprana edad a tocar la guitarra, aunque más que nada pienso que mi padre jugó un papel importan"simo en la forma que tenemos de ver el campo de la composición. Las canciones cobraron una importancia especial desde muy joven. No te imaginas lo que ellas significaban para mi padre. Pienso que aquello se nos pegó a todos los hermanos. ¿Qué impresiones habéis sacado de un lugar tan icónico como es Nashville, donde habéis grabado Love & Logic? Nashville es una hermosa ciudad por varias razones: hay mucho talento y !ene muchísima historia musical. Creo que el mayor peligro de la ciudad es la excesiva atención que ponen en la industria musical, en lugar de en el arte en sí. Si no !enes cuidado puedes comenzar a dudar de tus ins!ntos, de lo
que hizo que amases la música en un principio. Es un bello lugar en el que tener puesto un pie, pero nosotros seguimos sin!éndonos orgullosos de ser una banda de Virginia. Por cierto, ¿cómo han capeado Sons Of Bill con unos úl mos años tan ajetreados en lo que a trabajo se refiere? He viajado a lo largo del mundo tocando mi música con mi familia y mis mejores amigos. Han sido un par de años magníficos. Esta vida es siempre humilde, pero en la mejor de las maneras. Honestamente te man!ene queriendo ser siempre mejor y mejor. ¿Cuál dirías que es la meta o el propósito de una buena canción?
No sé si existe una respuesta adecuada para eso de cuál es “la meta” de una canción. Tal vez sería el alcanzar la profundidad suficiente como para llegar a otra gente, hallar algo universal siendo extremadamente par!cular. Camus dijo una vez que el ar!sta se asemeja a todos y que nadie se asemeja a él; es un concepto interesante. La inspiración puede llegar de cualquier lugar, pero !enes que estar preparado... y no siempre es fácil. Sabiendo que Sons Of Bill es una banda que se crece en escena, ¿cuál dirías que es vuestra manera de afrontar una actuación en directo? Tocar en directo trata sobre el hecho de volver a conectar con una canción que ya habías compuesto; cuando lo haces, cuando conectas, te es posible regresar al lugar en el que te encontrabas cuando la escribiste, y es entonces cuando realmente eres capaz de llegar a la gente. Es la razón por la que los mejores compositores suelen ser igualmente los mejores intérpretes en directo, por esa conexión. No siempre se puede forzar la magia, pero nosotros estaremos allí cada noche mezclando las pociones. 17
REPORTAJE
Vanilla Fudge, los monarcas psicodélicos de la costa este norteamericana por Sergio Guillén
Cuando a mediados de los 60 toda la nueva ola hippie psicodélica venía desde puntos como Inglaterra o la costa Oeste norteamericana, la casi olvidada costa Este vería nacer a una de las agrupaciones que más genios instrumen stas ha terminado dando al mundo de la música: Vanilla Fudge. El combo, formado en sus inicios por Mark Stein, Tim Bogert y Joey Brennan, comienza su andadura bajo el originario nombre The Electric Pigeons en Long Island; de ahí pasaría a llamarse The Pigeons, ya con el guitarrista Vince Martell cerrando el cuarteto, y Mark Stein And The Pigeons (etapa en la que publicarían el LP While The Whole World Was Ea ng Vanilla Fudge, !tulo del que terminaría saliendo el nombre defini vo del conjunto). Tras la salida de Brennan, y gracias a la nueva pieza clave para la banda, el crea vo baterista Carmine Appice, la agrupación graba una de las obras clave de la década, Vanilla Fudge. Este trabajo está basado en la música que generaban en sus días como The Pigeons, pues la idea consis!a en tomar canciones ya grabadas por ar stas reconocidos y darles un giro radical pasándolas por 18
la ba dora de la psicodelia. De esta forma, el oyente podía volver a sorprenderse con clásicos como “Ticket To Ride”, “People Get Ready”, “She’s Not There” o “Eleanor Rigby”; aunque sin lugar a dudas el tema que les hizo saltar a las listas de éxitos de la época fue su original visión de “You Keep Me Hangin’ On” (The Supremes). Tal sería el impacto de la tonada que, al igual que pasaba con muchas otras agrupaciones que se habían subido al carro del art rock, se tuvieron que grabar dos versiones de la misma: el single promocional para las radios y el corte original extendido. Y es que, además de ser una grabación de siete minutos, este fresco “You Keep Me Hangin’ On” se iniciaba y cerraba con dos arreglos instrumentales a los que se habían llamado “Stra (Illusions Of My Childhood - Part One)” y “Wber (Illusions Of My Childhood - Part Two)”. Vanilla Fudge resultó ser, en defini va, uno de los primeros saltos cualita vos para el posible desarrollo del rock experimental y sinfónico. En enero de 1968 la agrupación Vanilla Fudge realiza varias actuaciones en el Fillmore de San Fran-
cisco compar!endo cartel con la Steve Miller Band. Una semana después aparecen en el pres!gioso programa televisivo de Ed Sullivan interpretando en directo la versión reducida de su éxito “You Keep Me Hangin’ On”. El 18 de ese mismo mes ve aparecer en las !endas el primer sencillo original del conjunto, un “Where Is My Mind” que refleja claramente el estado en el que se encuentra Norteamérica en aquellos días, una sociedad golpeada por la tragedia. El 2 de febrero el cuarteto ya está listo para presentar a su público su siguiente larga duración, el segundo The Beat Goes On. Este enigmá!co trabajo que vuelve a tener en la pro-
Renaissance en la onda de otras obras de la época como Wheels Of Fire de Cream o Axis: Bold As Love de Jimi Hendrix Experience (a quien servirían de teloneros en una gira por el oeste del país). Lo curioso del asunto es que, a toro pasado, los miembros de Vanilla Fudge reconocerían que The Beat Goes On había sido en gran parte un experimento conceptual de Morton y que, al no estar contentos con el resultado final, se vieron apremiados para publicar nuevo material en el que no se perdiese el espíritu y la pegada evolu!va de su primer vinilo.
ducción a Shadow Morton se muestra como una obra basada en los fundamentos clásicos. El álbum, tras iniciarse con la composición propia de la banda “Sketch”, se divide en cuatro fases en las que los desarrollos psicodélicos se mezclan con las nuevas corrientes del jazz, al mismo !empo que siguen jugando con la idea de revisar creaciones de la música moderna, ya sea el “The Beat Goes On” de Sonny Bono, el “Hound Dog” de Leiber y Stoller o el “Day Tripper” de The Beatles. Además, y buscando sumergirse en los sonidos idealizados, Vanilla Fudge se mueve entre variaciones de Mozart y Beethoven.
mocionar en Europa su úl!mo trabajo. De hecho, y aunque habían significado una parte fundamental en la escena de San Francisco, en ese mismo año empiezan a granjearse un éxito inesperado en Australia y en diferentes países europeos, llegando a recibir en el fes!val de Venecia el Golden Gondola Award. El 2 febrero de ese año regresan al programa de Ed Sullivan para interpretar en esta ocasión la canción “Shotgun”, tema que un día después se editaría como sencillo, con “Good Good Lovin’” como cara B, bajo el auspicio de ATCO. Ese mes sale también a la calle Near The Beginning, otro álbum que añadir a la discogra#a Fudge. Este disco sería el más sinfónico y el que mejores arreglos vocales ofrecería de todos los grabados hasta el momento, al igual que fue el primero en el que decidieron prescindir de Shadow Morton como productor. Near The Beginning contenía el cinismo que pocos meses después ofrecería el Tommy de The Who, al mismo !empo que mostraba una cara crí!ca que encontraba similitudes con la Creedence Clearwater Revival.
Por aquellos días se inicia una rivalidad entre los Fudge y Frank Zappa. Realmente no fue una cosa que saliera de dichas formaciones, pero el hecho de que el público se dividiese en dos bandos dejó claro que empezaba a crearse una competencia. Viendo dichas reacciones, ATCO decidió reeditar “You Keep Me Hangin’ On” en junio de ese mismo año, añadiendo como cara B “Come By Day, Come By Night”, otra de las canciones originales del combo. Pero no se cerraría el año antes de que el sello editase el tercer, y obra maestra, disco de Vanilla Fudge. Shadow Morton consigue ponerlos con 20
El cuarteto comienza 1969 centrándose en pro-
Pero con la llegada de ese verano de 1969 los seguidores de Vanilla Fudge verían materializados los peores presagios. Por aquellos días, y mientras
REPORTAJE Vince Martell se encontraba guardando reposo tras una enfermedad, la banda se había unido a Jeff Beck con la intención de grabar dos anuncios para la marca Coca-Cola. El caso es que Carmine salió tan ilusionado de aquellas sesiones que empezó a plantearse la idea de montar un trío al es!lo de Cream junto a Jeff Beck. Y aunque la banda siguió con sus giras, ese momento fue el principio del fin. El 25 de sep!embre de 1969 Vanilla Fudge edita su álbum de despedida Rock And Roll. Los Fudge ofrecerían su úl!mo concierto el 14 de Marzo de 1970 en el Phil Basille’s Ac!on House, no volviéndose a reunir hasta 1982. Es entonces cuando ATCO deci-
!empo que se une a Ted Nugent para grabar las partes de batería en el álbum Li"le Miss Dangerous del guitarrista norteamericano, regresando a Vanilla Fudge en 1987 para realizar diversas giras hasta que pasado el año se incorpora de nuevo a King Kobra para dar forma a su tercer disco en estudio. En el 89 aterriza en las !endas el primer álbum del proyecto Blue Murder, en el que el baterista cierra las filas de un power trio con John Sykes y Tony Franklin como los otros dos vér!ces del triángulo.
de editar el recopilatorio The Best Of Vanilla Fudge, obra que es recibida con gran ilusión por parte del público y que anima al conjunto a realizar una nueva reunión.
par!cipa en el primer álbum como solista de Vince Martell, Endless High, al igual que se vuelve a reunir con la otra parte fundamental de la espina dorsal rítmica Bogert/Appice. Ambos, junto al guitarrista Martell y al teclista invitado Bill Pascali, realizan dos conciertos como Vanilla Fudge.
En 1984, y tras girar Carmine con Ozzy Osbourne presentando el LP Bark At The Moon (que había grabado en estudio tras los parches el baterista Tommy Aldridge), se publica lo que sería la corta vuelta de la agrupación, un Mystery que presenta a unos instrumen!stas que han aprendido mucho en los úl!mos años. Entre medias de las dos historias de los Fudge se han creado formaciones como Cactus o Beck, Bogert And Appice, al igual que Carmine ha conseguido el éxito internacional acompañando a un Rod Stewart en racha, cantante al que ayuda a componer canciones que se conver!rían en obligadas en aquellos finales de los 70 y principios de los 80. Aun así, y aunque el conjunto retomaba su labor con nuevas fuerzas, Mystery ha perdido la frescura de trabajos como Renaissance o Near The Beginning. Un año después Carmine Appice se estrena con el proyecto de hard melódico King Kobra, grupo cuyo álbum presentación lleva por #tulo Ready To Strike. En 1986 sigue publicando con King Kobra (Thrill Of A Life!me), al mismo
1999 verá cómo Tim Bogert es incluido en el Hollywood Rock Walk Of Fame. En ese mismo año
Llegados a 2001 podemos ver la edición del elepé Doin’ Business As... del proyecto Derringer, Bogert And Appice. Y ya al siguiente año se presenta la considerada como segunda vuelta oficial de Vanilla Fudge, The Return, un disco cuyo #tulo deja las cosas claras. Estamos ante una grabación en la que visitan los clásicos de su primera época aportando las producciones y arreglos que ha traído el nuevo siglo. Las úl!mas no!cias oficiales algo trascendentes sobre Vanilla Fudge en las que se involucran los cuatro ases (Appice, Martell, Stein y Bogert) son el disco que dedican en 2007 a las grandes piezas grabadas por Led Zeppelin (Out Through The In Door) y el CD de 2015 Spirit Of ‘67 (aunque esta grabación sin Tim al bajo). En cualquier caso, las versiones planteadas en las citadas ediciones poco o nada !enen que ver con el ingenio experimental que inyectaba el cuarteto en aquel Vanilla Fudge sesentero. 21
THIS IS SPINAL TAP El mockumentary definitivo del rock por Sergio Guillén
Al enfrentarnos al siguiente reto descubrimos que nuestra visión ácida queda aplastada por la mirada de tres genios adorables. Los humoristas Michael McKean, Christopher Guest y Harry Shearer hacen el trabajo por nosotros en esta ocasión. Prepara el Almax, lo vas a necesitar ya que This Is Spinal Tap no es una filmación musical al uso. Estamos ante el falso documental llevado hasta los más insospechados extremos de la locura más jocosa e hilarante. Hablamos de un punto de inflexión, el antes y el después en cuanto a este po de documentales se refiere. Estaba The Rutles, por supuesto, pero la americanización en conceptos lo llevó todo a unos niveles di!ciles de imaginar por mente sana. La pantomima comienza casi como un juego de niños, como una diver da parodia con la que hacer chanzas sobre los clichés mil veces mas cados de la vida de todas esas estrellas del rock que vieron evolucionar la escena. Los tres actores antes citados se transforman en los inventados músicos David St. Hubbins, Nigel Tufnel y Derek Smalls, respec vamente, llevando su crea vidad de risotada fácil al The Tv Show de la cadena ABC en pleno 1978. El asunto no se quedaría en mera anécdota, ya que en 1984 se presentaría en Estados Unidos This Is Spinal Tap el mockumentary defini vo, o para entendernos el falso largo que analizaba la carrera de tan disparatada formación. Rob Reiner, que en los años siguientes dirigiría joyas de la década como La princesa prome!da o Cuenta conmigo, se encargaría de pilotar la nave buscándose un rol de ficción para sí mismo. Reiner pasaría a ser inmediatamente Marty DiBergi, un fracasado filmador de comerciales que pegaba el salto a un nuevo campo en busca de fortuna. Así, y haciendo de director inusual, guía las entrevistas con el trío y monta un sa"rico enredo de lo más es mulante. Un resumen que parece mirásemos de soslayo, pero que sin duda podría estar fragmentado en mil y una anécdotas, chascarrillos varios que han terminado imponiéndose en el mundo musical con 22
un carácter de lo más realista. Y es así que de las influencias y co lleos de los que bebieron unos, los actores, al final fueron alimentos en retrotracción para los primeros en generarlos, los ar stas y músicos. Todavía hoy no es extraño escuchar en una entrevista estadounidense a bandas de relumbrón preguntas como: “¿Cuál fue vuestro momento más Spinal Tap?”. Irónico pero cierto. La película se convir ó en e queta para los momentos absurdos del rock and roll, al mismo empo que creo unos personajes fuera del celuloide. Tal era la credibilidad impresa por los actores en sus papeles que tanto la industria como la escena musical quedó prendada con aquellos “instrumen stas” entrañables. El background de cada uno se estudió a conciencia, escribiendo un guión específico con el pasado de cada componente del combo. Por ejemplo, Nigel Tufnel (Guest) no paraba de trabajar en una composición clásica en Re menor –la más triste de las tonalidades, según él– a la
CINE que provisionalmente había tulado “Lick My Love Pump”. David Ivor St. Hubbins (McKean) se había casado con su novia de toda la vida, Jeanine Pe bone, y ahora ella ejercía cual madre-dictadora del grupo (efecto Yoko Ono, que le llaman). Derek Albion Smalls (Shearer) hacía las veces de mediador entre esa relación tan par cular que tenían los dos líderes del conjunto, bastante similar a la de Lennon y McCartney, y que Smalls calificaba como de “fuego y hielo”. Se suponía que la apuesta llevaba en pie desde mediados de los años 60, y que, por lo tanto, habían asis do a todos los cambios es lís cos imaginables: sonido beat, psicodelia, hard rock, heavy, glam metal, etcétera. De ello daban fe muchas imágenes de archivo que DiBergi había recopilado cuidadosamente para su largometraje. Tal sería el trabajo de asimilación del género, llegando a aprender cada uno a tocar el instrumento elegido para su rol, que cuando saltaron de la pantalla a la calle los nombres propios de la escena del rock duro les invitaron a par cipar en el Hear ‘n Aid (posiblemente una de las inicia vas más significa vas en las que se ha visto involucrado el movimiento). El 20 y 21 de mayo de 1985, y siguiendo el impulso de la mastodón ca Band Aid de “Do they know It’s Christmas?” o la conjunción de astros del USA For Africa y aquel “We are the world”, Ronnie James Dio reúne a la crema del hard con mayúsculas en el californiano estudio de A&M Records para sacar las tomas de un LP tulado Stars, igual que el sencillo que lo representaría. Spinal Tap resultaron parte de tan ilustre elenco. El mime smo con el medio se
había logrado, el conjunto hacía realidad un sueño imposible: sa rizar a un sector que sabiamente supo asimilarles y respetarles por tan arriesgada hazaña. This Is Spinal Tap –cuya autén ca duración es de 4 horas y media, reducido el metraje para su estreno– se conver ría con los años en obra de culto, película que abriría la veda para que muchos otros probasen suerte con mayor o menor fortuna. S!ll Crazy (Siempre locos) de 1998 logró con creces su propósito, aunque no se apoyaba en el falso documental y realmente se centraba en las desventuras de unas maduritas rock stars que regresaban en pleno revival setentero. La banda norteamericana Fozzy se inició con un par cular camino, pura copia modernizada de aquellos Spinal Tap (incluía su personal documento !lmico con su primer CD). Y así un sin!n de "tulos que han mirado o guiñado el ojo a aquel acierto del 84. En los años 90 el trío regresaría con un segundo álbum, si entendemos la banda sonora del filme como debut autén co (ellos aseguraban tener una can dad ingente de vinilos editados). Y dicho lanzamiento, como es lógico tratándose de estos gamberros, sin duda se había grabado con los amplificadores al 11.
Título original: This Is Spinal Tap. Director: Rob Reinar. Intérpretes: Rob Reiner, Christopher Guest, Michael McKean, Tony Hendra, Harry Shearer, Bruno Kirby. Año: 1984.
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REBELIÓN
ZOMBIE 20
por Sergio Guillén y Andrés Puente
Según la Wikipedia, ese centro enciclopédico que es religión para todo aquel cibernauta que quiere buscar información o datos sobre cualquier cosa que se le pase por el cerebro, la palabra zombie viene a significar lo siguiente: «Término usado para referirnos a un cadáver andante vuelto a la vida por medio de ritos místicos, tales como la brujería». Sin embargo, cualquier incansable cinéfago adorador de la planta de casquería que ha ofrecido el género del horror cuando se ha animado a tratar a estos personajes, de seguro bien sabe que la cosa no termina ahí y que, con el paso de las décadas, el zombie universe ha ganado en complejidad y tramas, guiones que han evolucionado de La legión de los hombres sin alma (1932) de Victor Halperin a La noche de los muertos vivientes (1968) de George A. Romero, y de ahí a un inabarcable infinito de las mil y una mutaciones en la idea base. El vudú seguirá levantando a los muertos de sus tumbas, pero también desastrosas catástrofes nucleares, virus varios y cualquier perogrullada que logre casar, aunque sea cogida con alfileres, con estos terroríficos y hambrientos malos malísimos de la gran pantalla. De Haití al sur o al oeste africano, y hasta en el Tibet, ya que en su folclore se llegan a incluir figuras con características más que similares con el zombi tradicional: los ro-langs. En cualquier caso, desde hace ya algunos decenios la figura del “zombificado” ha ganado tal valor y peso que se ha convertido por derecho propio en uno más de los granos de arena que colman la playa de la cultura popular. Desde el cine (Rec, 28 días después, The Omega Man) a la televisión, pasando por los comics (Raise Of Dead, The Walking Dead, 68’), la música (canciones como “Zombie Zoo” de Tom Petty, “Zombie Boy” de The Magnetic Fields o la acelerada “I, Zombie” de los norteamericanos White Zombie, por citar tres), los videojuegos (Zombies Ate My Neighbors, Resident Evil, The House Of The Dead) y
hasta, cómo no, el arte, todos quieren su pedacito de carne en avanzado estado de putrefacción. A continuación hallará la verdad de esos diarios zombis que dirigieron a la británica Michael Bartlett y Kevin Gates, con todo lo que este tipo de filmes conllevan cuando se facturan desde el Reino Unido. Zombis nazis y Zombies Party nos demostrarán la manera idónea de hacer chufla con estos decrépitos depredadores y engullidores de cerebros humanos, siempre sin perder el respeto a una corriente merecedora de uno de los podios más lustrosos de la escena. El No profanar el sueño de los muertos de Jorge Grau ejemplificará cómo nos las gastábamos en esta España nuestra, que decía la malograda cantante Cecilia, en una década de los 70 cuando menos peliaguda. Y hasta David Cronenberg meterá la mano para poner su firma y talento en una historia que con su estilo cual cineasta marcaría no sólo al público, sino también sus futuros pasos tras la cámara. Hágase el muerto y que no se le salgan las tripas. 25
Devil’s Playground (Mark McQueen, 2010)
Los zombies atletas han llegado para dar una nueva dimensión al cine de terror. Y no es Devil’s Playground un filme que mezcle el horror de los no muertos con la comedia de palomitas y refresco, pero ahí quedan escenas en las que muertos vivientes –que llegan hasta a correr con es"lo– se lanzan en plancha por los aires para atravesar con suma pericia el marco de la ventanilla resquebrajada perteneciente a una puerta de automóvil, cayendo con una limpia voltereta. Es como si, además de perseguir a su presa, estos “infectados” intentasen no hacerse más daño del necesario. Y acabamos de escribir la palabra clave para que sirva cual catalogación de estos no muertos, ya que por medio de un proceso químico pasan a dicho estado rabioso. El centro de la trama es la búsqueda de una cura para tamaña pandemia, la necesidad de dar con el an#doto salvador. Es aquí donde se subraya el rol de Angela (MyAnna Buring), la única persona a la que se le inyectó la sustancia virulenta y demostró ser inmune a sus efectos. Cole (Craig Fairbrass), un mercenario que ha trabajado para la empresa química culpable del caos, y que tras la catástrofe 26
sufre una dura lucha interna contra una conciencia que le mar"riza, se erigirá como defensor de la joven hasta que algún cien#fico especializado pueda analizarla y obtener una síntesis para la ansiada vacuna que impida finalmente nuevas infecciones. ¿Hijos de los hombres en un cruce con 28 días después? Quién podría negarlo, ¿verdad? Sin embargo, y si es de los que gusta en rebuscar sacando lazos, inspiraciones anteriores o tramas para conver"r la novedad en secuela, tal vez debiera visionar el largometraje de 2009 Exam. Sí, no "ene zombies, por mucho que los protagonistas del guión estén más que locos por pisotearse unos a otros; aun así, hay ideas que, con un poco de ingenio, se podrían haber tomado como base para la apuesta de 2010. Exam trata sobre una extraña prueba de ap"tud que se les realiza a unos candidatos especiales con la idea de que uno de ellos termine como nuevo miembro de una misteriosa empresa que, con el desarrollo de la película, se descubre que trabaja en la inves"gación química para el campo de los fármacos. El miembro que dirige la sesión de prueba está interpretado por el actor Colin Salmon, cuyo personaje de Invigilator
CINE igualmente huele a alto cargo de la mul nacional, firma que está a punto de revolucionar el mundo con uno de sus descubrimientos o avances en la materia. Devil’s Playground arranca con la infección que propaga una compañía química a la caza de la nueva panacea, mastodonte empresarial en el que, precisamente, Colin Salmon es el gerifalte Peter White. ¿Acaso no cuadra? Pero, dejando a un lado conspiraciones o recovecos argumentales dignos de todo el serial televisivo Perdidos, lo que se confirma una vez más
es que el cine británico adora a los zombies hiperac vos y desaforados trotadores si de mas car un buen pedazo de carne humana se refiere. Algo que, aunque en ocasiones se olvide, cruzó el charco en 2007 para cau var al director austriaco Francis Lawrence en su proyecto norteamericano Soy leyenda. Allí Will Smith se las veía y se las deseaba con otros seres saturados por una inexplicable infección –bes as generadas por ordenador– que se pegaban unos carrerones que ya los quisiera para sí Carl Lewis.
, la Legion de los hombres sin alma (Victor Halperin, 1932)
Los ojos. Sus ojos. ¡Esos ojos! La mirada hipnó ca de Bela Lugosi que se muestra ya desde el comienzo de White Zombie es una de las más icónicas del cine de terror. En la inicial escena que nos sitúa a las afueras de la plantación hai ana de Charles Beaumont (Robert Frazer), durante algunos fotogramas, el espectador queda sobrecogido al descubrir que un primer plano de la mirada del maestro en vudú “Murder” Legendre (Lugosi) se superpone y termina fundiéndose con la imagen del carruaje en el que van montados Madeleine y Neil, los protagonistas. Bela, todavía habiendo rodado un año antes bajo las órdenes de Tod Browning ese hito de la Universal Pictures que fue Drácula, posiblemente el personaje por el que mejor se le recordaría a nivel mundial, interpreta en La legión de los hombres sin alma a uno de esos villanos que se quedan
clavados en la memoria del cinéfilo apasionado. Lugosi tomando el rol de Legendre, el pérfido santero, luce elegante y nada sobreactuado – siendo un papel y un filme en el que cualquier otro actor podría desmadrarse, como así les pasa a los tortolitos protagonistas–. Puede transitar de la leve sonrisa a una mueca de seriedad infranqueable, de la frase medianamente jocosa a la amenaza contenida. Sabiéndose seguro de su poder, del control de esos cuerpos sin raciocinio, de sus esclavos, en defini va, no necesita acongojar a los que le rodean con el grito constante. Todo lo contrario. Lugosi es aquí un gentleman de la magia negra, un malo de los que le encantarían a Vincent Price, un genio del vudú que ene en el gigantesco zombie Chauvin, un an guo verdugo, su mejor fuerza de ataque. A veces, como cuando se pone su elegante esmo27
CINE quin, pareciese un ilusionista a punto de hacernos desconfiar de nuestra vista. Talla sin descanso figuritas sobre orondas velas blancas, retratos de cuerpo entero de sus futuras víc mas. Es Bela el que sos ene este filme de culto, metraje del que se dice fue el primero en presentar para la gran pantalla a muertos vivientes. Nada más estrenarse White Zombie, la crí ca despiadada se ró a la yugular de los hermanos Victor y Edward Halperin (director y productor, respec vamente) por presentar una película con escaso diálogo en unos empos en los que el sonoro era nueva religión y se pedían más y más líneas de texto. Y es que sólo hay que ver la poco creíble y excesivamente airada interpretación de John Harron –casi cómica– para pensar que el actor se sen!a más en un film mudo que un proyecto post El cantor de jazz. Esta apuesta de los Halperin, que era
una adaptación de la obra teatral Zombie, a su vez remozo del libro The Magic Island (W.B. Seabrook), conjuga el control de las almas con una historia de obsesiones y encaprichamientos por conseguir el amor inalcanzable. Cinta de poco más de una hora de duración que ene hasta su pequeño momento precursor del gore en el universo del horror: mientras una larga fila de zombies cargan con la caña del azúcar, transportándola de los campos hai anos a la fábrica de Legendre, uno de estos esbirros cae sobre la hélice madre que incesantemente tritura la planta. El mecanismo que hace girar las aspas – la fuerza bruta de otros revividos que controlados por Murder empujan día y noche– no se de ene, y aquél que cayó a la máquina fallece sin el menor grito, aún sumergido en su posesión. Se le quitan a uno las ganas de probar tan condimentado azúcar, ¿no le parece?
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No profanar el sueno de los muertos (Jorge Grau, 1974)
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A veces las obras más geniales surgen de las ideas más peregrinas. No profanar el sueño de los muertos, uno de los !tulos más mí"cos del subgénero de zombies, nace así de la ocurrencia del productor italiano Edmondo Ama" –quien curiosamente había sido carnicero– de rodar el clásico de George A. Romero La noche de los muertos vivientes en color. Así, Ama" propone a un inicialmente re"cente Jorge Grau tan extraño proyecto. Grau se involucraría en la realización de la película tras su lectura de un primer guión escrito por Sandro Con"nenza y Marcello Coscia, sin"endo que este texto respondía plenamente a sus intereses personales y profesionales. El caldo de cul"vo estaba servido. Afirmar que No profanar el sueño de los muertos es un remake del filme de Romero es tan cierto como falso. Es evidente que ambas películas comparten elementos comunes como la repen"na aparición del primer zombie (una inquietante recreación del actor Fernando Hilbeck), el tenso asalto de los muertos vivientes a un espacio cerrado –una casa en el film de Romero, una iglesia en el de Grau– o ese primer final en el que el reaccionario inspector (Arthur Kennedy), dando forma a una tremenda ironía, termina a balazos con George (Ray Lovelock), único superviviente de la brutal carnicería perpetrada por los zombies en un hospital. Sin embargo, la película de Grau se muestra más cruda y violenta que la del estadounidense, no renunciando a momentos ciertamente gore como el destripamiento de un policía (y el posterior fes!n de los muertos) o el de una empleada del centro sanitario, escenas que no esca"man en detalles escabrosos. Incluso se atreve Grau a sugerir la exis-
tencia de bebés agresivos en el departamento de maternidad del hospital, niños que habrían adquirido tendencias violentas desmedidas por la misma razón que los muertos recientes de la región, esto es, debido a la acción de una máquina agraria de efectos pes"cidas. Esto nos lleva a uno de los mensajes claros de la película: desafiar a la naturaleza siempre "ene consecuencias. No se puede negar, sin embargo, la escasa credibilidad del componente fantás"co sugerido por Con"nenza, Coscia, Juan Cobos y Miguel Rubio en el guión defini"vo –sólido texto por otra parte– que determina que un muerto viviente puede despertar a otro simplemente manchando los párpados del segundo con sangre humana. De todos modos, este hecho (al igual que algún otro acontecimiento de la película no lo suficientemente explicado) es pasado por alto fácilmente gracias a la opresiva atmófera de terror creada y las sobresalientes actuaciones del reparto, en el cual destaca el violento y odioso inspector encarnado por Arthur Kennedy, quien se sumergió de manera entusiasta en la elaboración del largometraje. Prác"camente cuatro décadas después de su estreno, No profanar el sueño de los muertos se ha conver"do en uno de los clásicos del cine de zombies a nivel mundial. Curiosamente, la película es conocida por numerosos y muy diferentes !tulos a lo largo y ancho del planeta, desde el estadounidense Let Sleeping Corpses Lie al The Living Dead At The Manchester Morgue británico, pasando por el canadiense Don’t Open The Window o el francés Le Massacre Des Morts-Vivants.
Vinieron de dentro de... (David Cronenberg, 1975) «Me interesa meterme bajo la superficie para ver qué está ocurriendo en realidad y cómo funcionan realmente las cosas. Eso molesta a mucha gente, y para mí es una consecuencia inevitable de ser un ar"sta serio». Esta frase del realizador canadiense David Cronenberg resume a la perfección lo que ha sido la carrera cinematográfica de este incansable provocador. Ya en 1975 logró unos resultados ampliamente perturbadores con lo que se considera habitualmente y de forma errónea su primer largometraje, Shivers. De hecho, Vinieron de dentro de... (!tulo español que procede de una imprecisa traducción del que le asignaron para Estados Unidos, They Came From Within) es la terce-
ra película de Cronenberg, aunque también es con seguridad la que marcaría sus rasgos es"lís"cos personales a par"r de ese momento. Vinieron de dentro de... no es una cinta de zombies al uso, aunque sí se puede catalogar como tal. Y es que los zombies de Cronenberg no son muertos vivientes, sino personas parasitadas por una grimosa y enorme babosa que se transmite por contacto ín"mo –de ahí la similitud que han querido buscar algunos con la propagación del VIH– que las hace presas de un salvaje e irracional impulso sexual que las obliga a atacar a cualquiera que se cruce en su camino. Esta es en esencia la base argumental de Shivers, obra que sigue impresionando 29
hoy en día por su atrevimiento a la hora de mostrar imágenes de lo más escabrosas sin ningún po de pudor. El hecho de que el film transcurra en su prác ca totalidad dentro de un bloque de viviendas (el infame Starliner, que es presentado en una genial introducción asemejando una cuña publicitaria), para más inri situado en una isla cercana a Montreal, confiere el plus de claustrofobia necesario en cualquier película del género. A pesar de que el argumento de Shivers es eminentemente fantás co y rehúye de manera obs nada cualquier lógica realista (aunque intente dar una explicación no demasiado convincente
del origen del parásito), consigue enganchar por el encadenamiento de secuencias cada vez más escalofriantes y extrañas que incluyen sangre, violencia, sexo y caos, es decir, todos los ingredientes que puede buscar cualquier amante del subgénero zombie. Vinieron de dentro de... se configura así como una obra prác camente única en su es lo y que anuncia elementos de la posterior Alien, el octavo pasajero (1979). Un trabajo por el que David Cronenberg consiguió uno de sus primeros reconocimientos como director, el premio del Fes val de Sitges a su labor.
THE Zombie Diaries (Michael Bartlett y Kevin Gates, 2006) Desde el Reino Unido se ha intentado en los úl mos años dar otra visión del cine de muertos vivientes. La forma en la que 28 días después conver!a en enfermedad inicial y contagiosa la pandemia que trabajaba como mecha ya aporta un punto importante por el cambio. Otros directores de su mismo país han seguido las migas dejadas por Danny Boyle buscando otras maneras de retratar un género que, siguiendo en sus trece y sin salirse de su premisa clave, todavía puede plantear vericuetos de mayor enjundia –o, al menos, que complementen los centenares de veces recuperados estamentos “clásicos”, por definirlos de alguna ma30
nera–. Michael Bartle# y Kevin Gates lo hacen aquí. A primer visionado se puede acusar a la cinta de un amateurismo galopante, aunque en su fin está el acto que salva y ofrece importancia a la grabación. El mundo de los medios de comunicación inyectados en la Red de redes, en ese gran almacén que es Internet, esa nueva erra de las grandes oportunidades que simbolizó durante años los Estados Unidos de América. Ahora todo se resume a un ciberespacio en donde la no cia la puede cocinar y servir uno mismo; sólo hace falta una conexión –a poder ser de banda ancha–. Es por ello razonable, o al menos esto podría jus ficar la línea
CINE de proceder en las diferentes historias –diarios–, que siempre que uno tenga una cámara de vídeo a mano se sen rá en la necesidad de ser el tes go ac vo que se atrevió a filmar la tragedia, el horror, lo diferente a la co dianeidad mundana. Y así sucede aquí, pasando de un sujeto ejerciendo la profesionalidad de su oficio (un cámara de televisión) a meros interesados en capturar la que esperan sea ocasional hecatombe. ¿Los zombies? Qué decir. Para algunos de los asistentes al Fes val de Sitges de 2007 estos infectados comedores de casquería humana lastraban el ritmo de la película. Craso error el mirar al contrincante como un ser que debe ser despiadado como el alienígena de Depredador. Aquí es donde se busca el mayor “realismo” de esta trama zombie, al mismo empo que de manera intencionada se homenajea al pasear arrastrado de las criaturitas que George A. Romero sacaba de sus tumbas en La noche de los muertos vivientes. Los supervivientes a la pandemia se deben enfrentar a un adversario muy numeroso, sí, pero desorientado, lento, únicamente con ganas de llenar el estomago
pero poco dado al esfuerzo para lograrlo. Siguen el olor de la comida, el anhelo de carne viva que les sacie, pero sin demasiadas prisas pues su estado no es precisamente el de corredor de los cien metros lisos –como otros largometrajes de esta índole intentan subrayar–. Aquí no hay carreritas de las de echar bilis por la boca, pues lo que retratan las diversas tomas son el desarrollo de esta enfermedad que acaba por infectar al mundo entero. Y mientras todo ello pasa, aún quedan humanos que en su locura insana arramblan con lo que se les pone por delante, ya tenga vida en su interior o esté putrefacto; violan, torturan y juegan con la más terrorífica incógnita que se le plantea al Homo sapiens ante una catástrofe de estas magnitudes: ¿Somos simplemente animales que por estar en sociedad contenemos nuestros ins ntos bárbaros o realmente poseemos algo de humanidad bajo la piel? Película incomprendida por ser más moralista de lo esperado, me endo el dedo en el ojo para demostrar que si hay que tener miedo, por qué no empezar desde ya mismo. No hay que estar infectado para ser un demente asesino.
Zombis nazis (Tommy Wirkola, 2009) ¿Sam Raimi ene la culpa? Pues seguramente sí, aunque él ni siquiera lo sepa. Tal vez el dedo acusador no deba apuntar a su persona y sí al mundo que creó gracias a Posesión infernal, Terroríficamente muertos y El ejército de las "nieblas. Unos amigos, unas vacaciones, una excursión a una casita perdida en el bosque –nevado, en el caso de este Dead Snow–. ¿Le suena? Lógico. Y aunque Tommy Wirkola tampoco se avergüenza de unos guiños generosos a la primera etapa como director del neozelandés Peter Jackson –incluso uno de los protagonistas luce una camiseta de Braindead–, es el universo primero de Raimi el que recibe mayores cariños a lo largo de este tributo con unos villanos no muertos no tan originales como parecen. El proyecto Grindhouse de Robert Rodríguez y Quen n Taran no presentado en 2007, y que contenía los filmes Planet Terror y Death Proof, también incluía, cual chanza para los faná cos de la serie B, unos falsos trailers de películas que no exis!an. Una de ellas era Werewolf Women Of The SS de Rob Zombie, cantante y cineasta que se había 32
inspirado para tamaña broma en los largometrajes de Fu Manchu y en la obra cinematográfica de Don Edmonds Ilsa, She Wolf Of The SS (1974). Aquí puede hallar las otras referencias necesarias para encontrar sen do al trabajo final de Wirkola, una película que empieza con una joven perseguida a través del campo nevado mientras flota de fondo el “In The Hall Of The Mountain King” que Edvard Grieg compuso para el Peer Gynt de Henrik Ibsen. Desde ahí hasta el final del metraje la carga gore va en aumento; pero, eso sí, siempre tomándolo desde el punto humorís co. La historia de estos nazis que se convierten en muertos vivientes se remonta a la Segunda Gran Guerra; a unas tropas alemanas apostadas en un pequeño pueblo de las montañas para impedir el comercio de ingleses y rusos; a una venganza de los lugareños contra los militares como cas go por ser unos torturadores y saqueadores; y, como suele pasar en estos casos, a un tesoro maldito que, al igual que acontecía en Piratas del Caribe con las huestes del Capitán Barbosa, posee un hechizo sobre los
UNO DE LOS SUPERVIVIENTES DE ZOMBIS NAZIS SE QUEJA DICIENDO: OS DIJE ´ QUE TENIAMOS QUE IR A LA PLAYA
condenados –en este film analizado, los zombis–. Lo llama vo, más allá de la terrible predilección por los intes nos humanos que enen estos pendencieros nacionalsocialistas revividos –ante todo por ese punto caracterís co de sus víc mas–, es que usan armas; en concreto, la bayoneta desmontada del fusil. Pero, ya lo decíamos, como base un humor ácido y en ocasiones malsano –tras una de las muertes más truculentas de los jóvenes campistas, uno de los supervivientes se queja diciendo: «Os dije que teníamos que ir a la playa»–. Y la esen-
Zombies Party (Edgar Wright, 2004)
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cia del iniciá co Sam Raimi sobrevolando escenas como la del cober zo, con sierra eléctrica incluida. La cosa alcanza unos límites que hasta el gran combate final pareciese un videojuego de lucha en el que, tras vencer a las tropas y a la camarilla de allegados del sanguinario Herzog, que van apareciendo sobre la nieve como si fuesen diferentes fases de uno de estos entretenimientos digitales, finalmente se enfrentan con el citado capitoste. Un largometraje que, sin renovar el género, entre ene y cumple cual homenaje a sus mayores.
CINE The Full Monty, dirigida por Peter Ca!aneo, impuso desde 1997 una nueva forma de entender el humor británico. El cine del día a día, de lo co"diano que rodea al habitante de clase media o baja, podía ser narrado con cierta acidez crí"ca en una suerte de tragicomedia acorde con el fin de la década. Muchos resultarían los largometrajes deudores de esta manera de retratar la monotonía inglesa en los barrios obreros o las ciudades dormitorio. Lo curioso de Zombies Party es que Edgar Wright, el ojo tras la cámara, u"liza esta excusa para montar la cara real de una filmación sobre muertos vivientes. Así que no se sitúa ante una mera parodia, pues el transcurrir del proletario y sus problemá"cas sen"mentales son la otra gran bomba con la que chocan las escenas de canibalismo. Shaun, el protagonista interpretado por Simon Pegg, se ajusta al perdedor entrañable que pasa su existencia intentando esquivar las complicaciones al "empo que desea estabilizarse en el terreno amoroso. Es un "po sin empuje, acomplejado, sin salidas aparentes. El Winchester Tavern significa su posada diaria, el pub en el que dar sen"do a su segunda vida, la vida fuera de su trabajo como dependiente en una "enda de electrodomés"cos. Y en ese devenir siempre está Ed, su inseparable compañero de cervezas e ideas absurdas. Shaun casi no se relaciona con nadie, más allá de su novia, sus amigos y el bueno de Ed, lo que no impide que, gracias a un travelling perfectamente planteado por Wright, el espectador descubra la “fauna” que se mueve alrededor del piso del protagonista: gente de barrio, dueños de pequeños comercios, niños insoportables pateando balones de fútbol, carteros, mendigos; y todos con una ac"tud tan pasiva, tan mecánica, que ya parecen enfermos o idos antes de que la temida pandemia que hará saltar la chispa haga su aparición. Una vez que reina el caos la cosa se pone aún más hilarante, formando Shaun un grupo de supervivientes cuya meta es alcanzar las puertas del Winchester para hallar cobijo tras sus paredes. Es a lo largo de sus peripecias en esta odisea de bolsillo cuando se topan con otro conjunto similar de personas que aún no han caído infectados. Pronto se descubre que ambas pandillas poseen diferentes elementos que casan con los estereo"pos de las películas de terror norteamericanas: el chico, la chica, el amigo sabelotodo, la amiga introver"da, el "po freak, y aquí, como extra desternillante, la madre del personaje principal, una mujer cuyas facciones y actuar apagado le dan un aspecto de
zombie sin serlo. Ya refugiados en el $pica taberna británica que es el Winchester, Pegg y Wright como guionistas logran fundir música, humor negro y terror cuando Shaun, Ed y Liz –pareja del primero– se enzarzan a golpes con un muerto viviente blandiendo tacos de billar; lo extravagante del asunto es que cada acome"da la realizan al ritmo de la batería del tema original del cuarteto británico Queen “Don’t Stop Me Now”, canción que sale de forma automá"ca desde la jukebox del pub. Para los buscadores de cameos quedaban las apariciones fugaces de Mar"n Freeman –uno de los personajes fundamentales en el serial The Office– o del humorista Ma! Lucas –una de las cabezas del bicéfalo reparto fijo de Li"le Britain–. Aunque para momentos dignos de destapar el rotulador fosforescente la actuación en el pequeño papel de Philip, padrastro de Shaun, de Bill Nighy, aristócrata de la nueva comedia y que en 1998 consiguió meterse en el alma de todo melómano que se precie interpretando al vocalista del fic"cio combo musical Strange Fruit en la película Siempre locos.
Texto perteneciente al libro de Sergio Guillén y Andrés Puente titulado “El Terror Desconocido. Más Allá Del Cine De Género”, publicado por la editorial Bubok. Libro de gran formato con análisis detallados de más de 140 títulos del género, transitando de vampiros a licántropos, de psicópatas a zombies, de fantasmas a niños satánicos, profusamente ilustrado con carteles de las películas, fotos de producción y demás memorabilia. Puedes comprarlo en la Web de la editorial: http://www.bubok.es
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NA, A I A W A HA S I M O A UNA C ERRARI ROJ HO TAC UN F S O M BUEN N U Y fessor por Fat Pro
En la década de los 80 tal vez perdimos la ocasión de disfrutar de un gran Indiana Jones interpretado por Tom Selleck pero, a cambio, la pequeña pantalla nos regaló a Thomas Sullivan Magnum IV, es decir, Magnum P.I. Durante ocho temporadas, de 1980 a 1988, la serie creada por Donald P. Bellisario y Glen A. Larson nos deleitó con las peripecias de este detec!ve privado en la paradisíaca isla de Oahu, ataviado con su caracterís!ca camisa hawaiana roja Jungle Bird, conduciendo el no menos memorable Ferrari 308 GTS también bermellón y luciendo un icónico y espeso bigote con porte majestuoso al alcance de muy pocos. Junto a él sus inseparables
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la retro serie tre la vida y la muerte y, de forma muy reveladora, lleve por tulo “Limbo”). El Infierno aquí ene un nombre: Vietnam. Magnum, Rick y T.C. formaron parte de la misma unidad de combate en la guerra –la VMO-2, en Da Nang– y el trauma de Vietman subyace a lo largo de toda la serie; fuerzas nega vas derivadas de los recuerdos de aquellas experiencias como son la culpa y la traición se ven superadas en la serie por otras fuerzas posi vas como el honor y la amistad; la amistad es lo más importante en la vida de Magnum. La trama no se centra tanto en averiguar cómo se resuelve cada capítulo al final del mismo, la verdadera cues ón radica en comprender el desarrollo y la evolución del personaje gracias a la con nuidad narra va que nos ofrece la serie de principio a fin. Magnum no es un gran detec ve –sus clientes son escasos y le pagan mal, si es que logra que le paguen– es a sí mismo a quien trata de encontrar y salvar Magnum a lo largo de los 162 episodios que protagoniza.
amigos T.C. (Roger E. Mosley) y Rick (Larry Mane") y, como contrapunto, el encargado de la custodia de la espléndida finca propiedad del afamado escritor de novelas de misterio Robin Masters, en cuya casa de los invitados se aloja Magnum: el quisquilloso mayordomo inglés Higgins (John Hillerman) y sus fieles dóberman –Zeus y Apollo– siempre prestos para hacerle la vida imposible a nuestro protagonista y que nos brindaron algunos de los más hilarantes y cómicos momentos de la televisión. Atrás quedó el viejo cliché del sabueso vis endo gabardina y sombrero mientras recorre los oscuros callejones de la ciudad en una fría y lluviosa noche. Así pues, bienvenidos al Paraíso. Pero al Paraíso no se llega sin antes haber vivido un Infierno y pasado por el correspondiente Purgatorio (no es casual que en el episodio final de la penúl ma temporada –originalmente concebido como final para la serie– Magnum se debata en-
La serie es una de las pioneras en romper la cuarta pared haciendo que Magnum mire o sonría directamente a cámara, interpela al telespectador con una voz narra va durante todo el episodio haciéndonos par cipes de lo que “su vocecita” le dice –una voz interior, una especie de Pepito Grillo, la voz de la conciencia– alertándole cada vez que algún peligro le acecha. Para el recuerdo quedan dos crossover, la vez en que los también detec ves Simon & Simon vuelan desde San Diego hasta las islas y la ocasión en la que Magnum visita el con nente y une sus fuerzas con la infalible Jessica Fletcher, protagonista de Se Ha Escrito Un Crimen; y para el resto de los empos siempre nos asaltará la eterna pregunta de si realmente exis a la tan novelesca figura de Robin Masters –al que no llegamos más que intuir en pantalla y a quien presta su voz Orson Welles– o si resulta que, en realidad, Robin Masters no era otro que… Higgins, ¡el mayordomo! Nunca lo sabremos. Pocas series han logrado combinar tan eficazmente acción, drama, comedia y misterio como lo hizo Magnum P.I. en los años 80. Como, muy certeramente, apunta Christopher Anderson en su ensayo Reflec"ons on Magnum P.I.: «Magnum P.I. ha desarrollado una fascinación prous"ana con la interacción entre los recuerdos, la historia y la ficción».
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TELEVISIO ´ N ´A C I D A
¿QUIÉN DA MÁS? No gastes tu dinero en ese almacén Uno de los reclamos del espacio televisivo estadounidense ¿Quién Da Más? reza lo siguiente: «La serie que sigue a individuos oportunistas en busca de hacer su mayor fortuna en las subastas de depósitos». Al hilo de esto, y como bien explica la sabelotodo Wikipedia: «Cuando la renta no se paga en un depósito de almacenamiento durante tres meses en California, los contenidos se venden por un subastador como un solo lote de ar"culos. El programa sigue a los compradores profesionales que adquieren los contenidos basados sólo en una inspección de cinco minutos de lo que pueden ver desde la puerta cuando se abre». Si no habéis visto nunca Storage Wars, que es como se llama este invento de telerrealidad original de la cadena A&E Network, ya os podéis hacer una rápida idea; debéis añadirle, eso sí, ese sen do del espectáculo que enen las productoras al otro lado del charco: personajes estereo pados a la par que cercanos, situaciones hilarantes –aunque los protagonistas se encuentren apostando por el más simplón contenido de un cochambroso almacén–, ritmo en el metraje y demás etcéteras mil veces vistos pero que, como bien sabemos, siguen funcionando a la perfección.
Dav D avee He av Hest ster st er,, Da er Darr rrel rr elll y Br el Bran ando an don do n Sh Shee eets ee ts,, Ba ts Barr rryy rr Dave Hester, Darrell Brandon Sheets, Barry Weis We iss, is s, jjun unto un to con con el el matrimonio matr ma trim tr imon im onio on io formado fforma mado ma do por or Jarrod JJar arro ar rod ro d Weiss, junto Schu Sc hulz hu lz y Brandi Bra B rand ndii Passante nd Pass Pa ssan ss ante an te – – ene en tela tela el el apellido... apel ap ellililido el do... ni Schulz pues pu esto es to adrede, aadr dred dr ede, ed e, vvam amos am os– fueron os fuer fu eron er on los os protagonistas pro p rota ro tago ta goni go nist ni stas as en en puesto vamos– la versión vver ersi er sión si ón inicial iini nici ni cial ci al del del programa, pro p rogr ro gram gr ama, am a, ya ya que que St Stor orag or age Wars ag Wars Storage term te rmin rm inar in aría ar ía eest stre st rena re nand na ndo nd o también tamb ta mbié mb ién ié n una una reinterpretarein re inte in terp te rpre reta ta-ta terminaría estrenando ción ci ón de de la idea iide deaa base de base versado vver ersa er sado sa do para par araa la ocasión ar oca o casi ca sión si ón en n los los comp co mpra mp rado ra dore do ress de Texas. re TTex exas ex as.. Ahora as Ahor Ah oraa bien, or bien bi en, no he en he sacado saca sa cado do a compradores la palestra pal p alestr al traa ¿¿Qu tr Quié Qu ién Da Más? ié Más M ás?? p ás par araa hacer ar hace ha cerr sa ce sang ngre re d dee ¿Quién para sangre suss personajes, pers pe rson onajes es,, que que buenos buen bu enos en os y cachondos ccac acho ac hond ho ndos nd os momenmom m omen en-en toss me h to han an hecho hec echo ho pasar. pas p asar as ar.. Al que ar que quiero qui q uiero ui o retratar retr re trat tr atar ar aquí aaqu quíí qu es a eese se sseg egme eg ment nto nt o de dell pú públ blico totalmente bl tota to talm ta lmen lm ente en te incauto, inc ncau auto to,, to segmento público opor op ortu or tuni tu nist ni sta, st a, sin in dos dos dedos ded d edos ed os de d frente fren fr ente en te para par araa comprenar comp co mprennoportunista, derr qu de quee el trabajo traba bajo ba jo real rrea eall de Dave, ea D e, D Dar arre rellllll,, Barr re rry o Ja Ja-Darrell, Barry rrod rr od ene ene muc ucha hass pérdidas, ha pérd pé rdid rd idas id as, muchas as much mu chas ch as inversiones iinv nversiones nv es y muchas much mu chos ch os años aaño ños de prueba-error ño pru p rueb ru ebaeb a-er aerror a sus er sus espaldas. espa es paldas. Por Por muchos quéé digo qu digo esto, e muy sencillo... ssen enci en cillllllo... En ci n Estados Esta Es tado dos Unidos se do se muy han ha n dado dado casos os de de personas pers pe rson rs onas que on que han an dejado sus sus trab tr abaj ab ajos aj os,, que os qu se han han despedido des d espe es pedi pe dido do de de sus oficinas o de de trabajos, suss empresas su empr em pres pr esas es as y h han an inver iinv nver nv er er do lo poco poco que que tenían en pone po ners rsee una un pequeña pequ pe queñ qu eñaa enda. eñ enda en da. Una da Una vez vez hecho esto, esto to,, to ponerse han ha n comenzado come co menzado o a asis asis as is is r a estas esta tass subastas, ta suba su bastas, fulmiba fulm lmilm inand na ndo o a la postre postr tree los los úl úl mos mo fajos fajo fa joss de billetes que jo que nando less quedaban le qued qu edab aban en la cuenta ccue uent ue ntaa del banco. nt banc ba nco. nc o. Resultado: R se han ha n dado dado la l castaña castañ añaa padre, añ padr pa dre, dr e, han an terminado tter ermi er mina mi nado ojiplá na á coss cual cual conejo ccon onejo al que que le le dan da lass largas larg la rgas rg as y, cual coloofón, se han dado cuenta cue uent ntaa de que ue tenían tten enía en ían ía n que vender er todos sus bienes si al día ía siguiente ssig iguien ig ente en te querían que q uerí ue rían tener un rí un litro de leche para el desayuno des d esay ayuno de sus ay sus hijos. h Tal vez por ello, aprovechando apr prov pr ovec ov echa ec hand ha ndo nd o uno de los os especiales elenes espe peci pe ciales en Las Vegas que grabó grab gr abó ab ó el primer p elen enen co, y en el que se desvelaban co desvelaba ban lass adquisiciones adqu ad quis qu isiciones más is más chorra chor ch orra or ra o los momentos álgidos álgido doss en el el cara ca a cara con con loss subastadores, lo suba su bastadores, algunos de estos ba eest stos os expertos eexp xpertos comxp mpradores prad pr ador ores or es profesionales explicaban explica caba ban n ante ante las cámaarass qu ra quee sus su negocios y las ganancias ganan anci cias dee los mismos os no habían hab h abía ab ían llegado de la noche a la mañana, mañ añana, al igual añ igua uall ua quee no se qu s podía poner una enda enda del del po de la que que ellos ello el loss regentan rege re gentan sin tener, por lo menos men m enos os los primeros primero ross ro años añ os,, otro os ot empleo o algún ingreso extra que qu no dedeaños, pend pe ndaa de estas subastas. El quee avisa nd avis av isaa no es e traidor. traido dor. do r. penda por Se por Sergio Guillén
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DESTRIPANDO EL CANCIONERO AVISO AL LECTOR: En Renacer Eléctrico nos hemos dejado engatusar por Jack The Lad y le hemos dado esta sección. Él nos ha prometido aporrear las teclas de su decrépita máquina Underwood y sacar a la luz, con su particular vena destroyer por bandera, las auténticas historias que hay tras los personajes o protegonistas de las canciones más famosas de la cultura pop y rock. Agárrese los machos que vienen curvas.
ZIGGY STARDUST (David Bowie) “Ziggy played guitar, jamming good with Weird and Gilly and the spiders from Mars. He played it left hand but made it too far. Became the special man, then we were Ziggy’s band. Now Ziggy really sang, screwed up eyes and screwed down hairdo. Like some cat from Japan, he could lick ‘em by smiling he could leave ‘em to hang.‘Came on so loaded man, well hung and snow white tan. So where were the spiders, while the fly tried to break our balls? With just the beer light to guide us, so we bitched about his fans and should we crush his sweet hands? Ziggy played for time, jiving us that we were voodoo. The kid was just crass, he was the nazz with God given ass. He took it all too far but boy could he play guitar.Making love with his ego Ziggy sucked up into his mind like a leper messiah. When the kids had killed the man I had to break up the band”.
Ziggy es un pollo pera que le da a la guitarra en sus ratos libres y sueña con ser más famoso que Bertín Osborne. Tiene liados a unos quillacos de su barrio, a unos tales Weird y Gilly, para que le hagan las palmas y le rían las gracias. Encima, y como pago, el Ziggy les dice que son más raros que una araña de Marte. Contentos los tiene, vamos. Entre eso y su megalomanía galopante, todo pinta a que la cosa no va a terminar precisamente bien. Pero no responda todavía... lo sabremos tras la publicidad. Pasan los comerciales y llega la segunda parte de la historia, cuando el Ziggy, que entre concierto y concierto se lo monta con su ego –eso dice él para quedar “fisno”, que lo suyo en realidad es el onanismo de toda la vida–, se ha convertido en un fenómeno de masas, número uno en la lista del Carrefour e invitado sorpresa del programa La Mañana de Mariló Montero. Como sólo quiere hablar con María Teresa Campos y sucedáneos, a sus fans se les hinchan las joyas de la corona, le pegan una patada en el culo y le mandan a la mierda. Ziggy queda para el arrastre, en un estado de siniestro total que no le arreglan el careto ni en Carglass; su grupo, viendo que han matado a la gallina de los huevos de oro, se vuelve a los billares a jugar al futbolín mientras tararean entre dientes el “Funciona Legal” de Banzai.
por Jack The Lad
ENTREVISTA
LOS TOREROS MUERTOS “Hay una involución en las libertades y tenemos que seguir con nuestro norte bien puesto” por Sergio Guillén fotos por África Paredes
Los Toreros Muertos tienen ahora tanta o más vigencia en su mensaje que en aquellos años 80 que les vio crecer como apuesta musical, igual de crítica que de cachonda. Esta afirmación es totalmente incuestionable a tenor de lo visto en las actuaciones que el conjunto ha ofrecido en este más que esperado regreso. El álbum En Vivo ha capturado fielmente todo el desmadre que la apuesta sigue ofreciendo sobre un escenario, que es mucho. Pablo Carbonell nos cuenta a continuación todo el periplo artístico vivido desde la fundación del grupo. Los Toreros Muertos se fundan como grupo en el hoy ex nto bar madrileño Casi-Casi. ¿Cómo llegasteis a congeniar Many, Guillermo y tú? Inicialmente sólo componíais el proyecto Many y tú, ¿no es así? Me refiero a las primeras actuaciones en el citado local. 40
Así es. El grupo éramos Many y yo, una caja de ritmos y un libro tulado Enciclopedia del Sexo. PIccolini, recién llegado desde Buenos Aires, nos vio y le parecimos un grupo intelectual; se fue a su pensión y volvió con un sinte zador que parecía una centralita telefónica de pueblo, llena de clavijas y botones.
Pablo Carbonell
ENTREVISTA Era el 12 de Mayo de 1985. ¿Qué significó Javier López de Guereña, más allá de su talento como guitarrista, en los comienzos de Los Toreros Muertos? Yo me crucé con López y, como le había visto con Krahe, y sabía que era un reputado arreglista de jazz, le pedí que viniera a vernos. Su opinión fue demoledora: dedícate a otra cosa, me dijo. Le pedí que nos diera una segunda oportunidad y esta vez se convenció de que lo que estamos haciendo era el revulsivo que necesitaba la música en aquel momento. ¿Qué hay de cierto en aquella historia en la que aparecen el sello Ariola, unos discos de pla!no que se tenían que entregar a Isabel Pantoja a los postres de una cena y un grupo que se ve obligado a cambiar su nombre pues no le parece a la discográfica de buen gusto que unos chavales llamados Los Toreros Muertos aparezcan en tamaño sarao? ¿Es una historia cierta aquella de que os planteasteis por unos momentos cambiaros el nombre para aquella cena por el de Los Panaderos Muertos?
Guillermo Piccolini
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Sí. Isabel Pantoja no sé si se enteró. Sé que a su hermano Agus!n le sentó fatal nuestro nombre, pero yo creo que uno no enviuda de un torero sino de un marido. Además nosotros no habíamos hecho nada malo. Yo redacté un discurso para leérselo personalmente a Isabel en Cantora pidiéndole comprensión hacia el nombre de nuestra banda. Se la leí al director ar!s"co de la compañía, nos decojonamos un rato y ellos decidieron que mejor nos quedáramos en casa. ¿Qué significó para el grupo un disco como Treinta Años De Éxitos? La verdad es que aunque el "tulo del debut tuviese su guasa, no estaba para nada equivocado pues sus diez canciones eran autén!cos pelotazos, un disco muy bien pensado. La idea de aquel disco era que cada canción supusiera un es"lo o una idea habitual de las canciones. Una especie de sá"ra hacia el concepto de canción. Ecléc"co y con mucha carga musical. No era habitual que las bandas de jóvenes u"lizaran semejante ar"llería de cuerda, vientos, trompe"llas, pianos, etcétera. Fue un disco muy culto a nivel musical y con unas letras y una idea iconoclasta hacia la música
Many Moure
que se escuchaba entonces. ¿Cómo fue vuestro primer salto a Suramérica? ¿Cómo os recibió el público? A día de hoy sigue notándose en las redes sociales el cariño que os profesan. Nosotros fuimos la única banda española que se presentó en el Concierto De Conciertos en Bogotá. Y sin quererlo ni preverlo nos conver!mos en la punta de lanza de un movimiento polí!co que u!lizando el castellano en el rock pretendía inducir al gobierno a no admi!r las injerencias de los norteamericanos en la polí!ca interna colombiana con respecto a la lucha contra el narco. En Colombia nos adoran y nosotros los adoramos a ellos. En 1989 habían pasado cuatro años desde vuestro primer álbum, sale el tercer trabajo de Toreros, Mundo Caracol, y poco después la banda se disuelve. ¿Era algo que ya teníais claro cuando sacasteis aquel elepé? ¿Queríais !empo para funcionar cada uno en solitario y en otros proyectos, como algo temporal, o ya os proponíais entonces que fuese un adiós defini!vo? Éramos muy jóvenes, éramos ricos y teníamos el
cerebro some!do a mucha presión. La idea inicial se había desdibujado y yo no me di cuenta de que las canciones, a par!r de cierto momento, ya no se improvisan en un bar, se escriben en casa. Dediqué muchas jornadas completas a empimplarme y a improvisar en el Ya´sta. A la mañana siguiente de lo que había sucedido en el escenario, algunas cosas sublimes, otras paté!cas, no quedaba más que un dolor de cabeza. Según comentabais en su día, vuestro regreso en el 92, Los Toreros Muertos Cantan En Español, fue el disco con el que el sello Pasión se fue a pique junto con la banda. Sin embargo, los años han demostrado que canciones como “Tu Madre Tiene Bigote” o “El Úl!mo Mono De La Nasa” siguen funcionando de maravilla en vuestros directos. ¿Cómo ves con el paso del !empo aquel álbum? Yo creo que podía haber funcionado mejor de lo que funcionó, pero es que a nuestra demencia había que sumar mi enfrentamiento hacia las listas de éxitos y mi renuncia a aceptar ceder el cincuenta por ciento de mis derechos de autor a las editoriales de las discográficas por al defensa de esos mismos derechos. Una prác!ca habitual que yo vi injusta. 43
ENTREVISTA Quiero regresar por un momento a vuestro segundo vinilo, Por Biafra, y al tema “Los Niños De Colores”. En el concierto que disteis el 10 de junio de 2013 en la Moby Dick, concierto que reseñamos en nuestro medio y donde sonó este tema, explicabas muy bien toda la historia detrás de la canción. Háblame un poco sobre tu relación con los hermanos Cano y con el resto de bandas de aquellos días que englobarías en esos “niños de colores”. En aquella época todos teníamos una boca chancla bastante importante. Lo cual no dejaba de tener gracia. Mantengo una buena relación con los Cano. Su talento está muy lejos de resen rse por una gilipollez como aquella. La úl!ma vez que os he visto en directo fue en vuestro show en la Plaza Mayor de Madrid, este mismo año junto a La Orquesta Mondragón. Me encantó que en un acto en el que otros tal vez se hubiesen cortado o hubiesen !rado del material más polí!camente correcto, vosotros os mantuvieseis firmes en vuestra actuación y coherentes con vuestro espíritu. Los que os seguimos de siempre agradecimos ese gesto, ese no dejar que os tapen la boca. Esa ácida crí!ca que es “Falangista” debió hacer saltar chispas a más de uno. ¿Qué te pareció la respuesta del público aquella noche? La verdad es que, más allá de algún que otro trasnochado, la recepción me pareció muy buena... incluso por parte de gente que se notaba que tal vez era la primera vez que os escuchaba.
co. Una es “El Himno A Teruel”, un genero de canto regional que no habíamos tocado. La otra es una como “Yo Tenía Diez Perritos”, pero con siete novias llamadas Elena. Algo polí camente muy incorrecto que me la refanfinfla. Y un vals, otro es lo nuevo para nosotros que se tula “El Vals De Los Balseros”, la canción más seria que hemos hecho nunca. Tratando el tema de vuestros discos, ¿crees que hay en el horizonte alguna posibilidad de reedición para vuestros cuatro discos de estudio? Lo digo pues, aunque el primero se puede aún encontrar en CD con mayor o menor facilidad, los otros son casi ya piezas de coleccionista, trabajos de los que como mucho te puedes encontrar copias sueltas en Amazon. Yo tampoco los tengo. He oído campanas de que hay cierto interés por hacer un pack con nuestros cuatro discos de estudio pero, la verdad, para mí no es una prioridad. Vivir de los laureles no me apasiona ni quiero que me quite ni un segundo de empo. Y ahora que nuevamente se os ve imparables, ¿hay idea de un siguiente disco de estudio o las canciones nuevas sólo las habéis preparado como acicate extra para el álbum en directo? El movimiento se demuestra andando. Yo voy a seguir haciendo canciones y a ver qué pasa.
Discograf ía Torera
Me quedo con tu valoración. Se agradece. Nosotros no podemos cambiar. Ya lo he dicho en alguna ocasión. Hay una involución en las libertades y nosotros tenemos que seguir con nuestro norte bien puesto hacia un espíritu sa!rico que creo que sirve al ciudadano.
30 Años de Éxitos
Hablemos ahora de la actualidad de Los Toreros Muertos y de los nuevos temas que ya estáis presentando en vuestros directos y que, de hecho, aparecen en el disco grabado sobre las tablas que tenéis actualmente a la venta.
Mundo Caracol
Cantan en Español
Toreros Muertos
En Vivo
En realidad de esos cuatro temas nuevos, nuevos son dos: la canción religiosa “Podría Vivir Sin Dios” y la de despedida “Hasta Siempre”; las otras son de repesca y reescritura. Pero desde entonces hemos hecho tres absolutamente genuinas, y que responden al patrón iconoclasta de nuestro primer dis44
Por Biafra
The Electric Prunes y su particular agosto del 67 por Sergio Guillén
Al contrario de su debut, un LP dotado de certeros singles, Underground es el disco que cimenta la verdadera reputación de The Electric Prunes como conjunto propagador de una psicodelia oscura caracterís!ca. Angelinos ellos, la agrupación dejaría el es!lo garage para mime!zarse con el entorno ácido que ofrecía el trip psicotrópico. “The Great Banana Hoax” les pone en camino y man!ene en tensión a una afición que poco antes les entendía más barriales. Dave Hassinger se presentaría en el estreno y carta de apertura The Electric Prunes: I Had Too Much To Dream (Last Night) cual productor que me!ó la directa un tanto recargada para hacer de su primer vinilo un hijo de su !empo; ahora, sin embargo, los Prunes quitaban protagonismo a las creaciones de
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A R T ´I C U L O
the electric prunes Anne e Tucker y Nancie Mantz para centrarse en lo que salía de sus propios cerebros. Tal es su propósito que cuando graban “Hideaway” les queda una pasta alucinógena a ro de piedra de The Doors y a dos pasos de unos The Seeds firmando Future. Cierto es que las bagatelas pop bluesy pueden llegar a tener sen do en Underground (“Captain Glory”), pero pronto se descubrirá aturdiéndose con el espíritu turbio de un hippismo freak (“Big City” o “WindUp Toys”). Aun así, y lejos de retrasar al equipo, el tándem Tucker/Mantz firma tres piezas de orfebre: “I”, “Dr. Do-Good” y “An que Doll”. Pero si la élite composi va recuerda un aspecto subrayable de este segundo viaje de The Electric Prunes es la cesión por parte de los tanes de las letras y el pentagrama Gerry Goffin y Carole King de “I Happen To Love You”. Menos discernido para las emisoras radiofónicas que su antecesor pero tan espontáneo como se podía esperar de unos notables canallas del sonido eléctrico.
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Enslaved y Vikingligr Veldi: Cuando el black metal se hizo épico por Andrés Puente
Dentro de la corta e influyente historia del sello underground Deathlike Silence se encierra un pequeño puñado de discos (nueve exactamente) que se han convertido con el paso de los años en manual de instrucciones para todo aquel que pretenda introducirse en géneros como el black metal o el viking metal, ya sea como oyente o como músico. Por una vez dejaremos aparte los detalles horrendos y morbosos –a veces sensacionalistas– que rodean la existencia del sello y su propio creador Øystein Aarseth, alias Euronymous, para centrarnos en la octava referencia de Deathlike Silence Productions: el primer LP de Enslaved, titulado Vikingligr Veldi. Con letras escritas originalmente en noruego y traducidas al islandés para la edición final del álbum, Vikingligr Veldi supone uno de los mejores ejemplos de black metal con claras referencias viking. Ya el primer y extenso tema que abre el disco, “Lifandi Lif Undir Hamri” (“Viviendo la vida bajo el mar!llo”) resulta una fusión tremebunda de ambos subgéneros, un alarde épico donde unos pocos riffs son capaces de sostener durante casi doce minutos una composición memorable. La combinación de las oscuras y gélidas partes de guitarra con sonidos pronunciados y profundos de bajo y una siempre imagina!va batería logran un efecto hipnó!co en el oyente que termina acentuado por unos sinte!zadores simpre en su justa medida. El entonces trío Enslaved demuestra en este tema que el black metal no !ene por qué ser siempre un alarde de velocidad. En este sen!do, la segunda pista del disco, el contundente “Vetrarno# ” (“Noche de invierno”) apuesta por un enfoque más frené!co, aunque siempre balanceado con secciones más lentas y acompasadas. Uno de los aciertos de este trabajo es su producción, ese denso muro de sonido desarrollado por la banda y el mí!co Eirik Hundvin alias “Py#en”, seguramente el principal responsable de la creación del caracterís!co sonido del black metal noruego de los 90. “Midgards Eldar” (“Fuegos de Midgard”) hace 48
buen uso de dichas técnicas, tomando el clásico sonido de la etapa media de Bathory y confiriéndole un plus de crudeza. “Heimdallr” (“Heimdall”), por otro lado, resulta la composición menos arriesgada del disco merced a su propuesta de black metal veloz directo al cerebro. Todo lo contrario que “Norvegr” (“Noruega”), instrumental de once minutos de duración de paso firme y pesado que cierra el LP de una manera original y arriesgada haciendo uso de recursos como guitarras acús!cas, piano, sinte!zadores y otros elementos electrónicos. Después de este álbum, Grutle Kjellson e Ivar Bjørnson con!nuarían conduciendo paula!namente a nuevas cotas el sonido de Enslaved, siendo los dos únicos miembros originales que han persis!do en todas las encar-
REPORTAJE naciones de la banda. El baterista Trym Torson terminaría recalando en Emperor, otro de los grandes grupos del metal noruego, tras grabar el siguiente álbum de Enslaved: Frost (1994). En cualquier caso, Vikingligr Veldi sigue despuntando como pieza clave entre la visceralidad del black y la monumentalidad del viking. En este sen!do pocos álbumes lo han superado, siquiera igualado.
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CIUDADANO WELLES (Orson Welles y Peter Bogdanovich, Capitán Swing) Habla mucho en favor de Peter Bogdanovich el hecho de que Orson Welles, quien odiaba conversar sobre Ciudadano Kane (considerada por muchos la mejor película de todos los !empos), acceda en este libro a comentar toda clase de pormenores relacionados con dicho largometraje. Con igual franqueza y disposición, Welles respondió a todo !po de cues!ones relacionadas con su apasionante vida en esta obra desde ya fundamental para cualquier amante del cine. Inédita durante muchos años, esta recopilación de conversaciones mantenidas por el también cineasta Peter Bogdanovich con Orson Welles (sin duda uno de los personajes primordiales de la cultura del siglo XX) es un autén!co tesoro que nos permite conocer en bastante profundidad la figura del guionista, productor, actor, director de teatro, locutor de radio e incluso mago. No sólo podemos disfrutar con el ácido sen!do del humor de Welles –convenientemente espoleado por el siempre incisivo Bogdanovich–, sino que vamos conociendo toda clase de anécdotas referidas a películas como Sed de mal, El cuarto mandamiento, El proceso o Campanadas a medianoche, entre muchas otras. Sus luchas por imponer su visión ar#s!ca sobre las arbitrariedades de productores y jefes de estudio (en muchos casos saldadas con brutales mu!laciones y todo !po de tropelías ejercidas sobre los metrajes ideados e incluso ya montados por él), los proyectos que quedaron
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en el !ntero (por ejemplo, una adaptación de El corazón de las !nieblas de Joseph Conrad, novela que años después sería llevada al cine por Francis Ford Coppola en su Apocalypse Now) o sus muy interesantes opiniones sobre sus compañeros de profesión y sobre el propio arte de hacer películas hacen de este libro un documento realmente fascinante. No sólo podemos leer en esta obra las palabras de Welles y Bogdanovich, sino que hay también un importante proceso de intercalado de ar#culos, cartas, memorandos y notas del editor que, a buen seguro, contribuyen a generar en el lector una certera visión de conjunto sobre los temas que se tratan. Resulta también de lo más esclarecedora la oportunidad de adentrarse en la faceta teatral y radiofónica de Welles (por supuesto, el capítulo dedicado a La guerra de los mundos es rico en detalles), definiéndole como un ar!sta completo. Únicamente echo en falta algún comentario sobre la surrealista colaboración de Welles con la banda de heavy metal Manowar a principios de los 80, hecho comprensible por una mera cues!ón de !empo, dado que estas entrevistas se realizaron antes. Así las cosas, podemos situar Ciudadano Welles tranquilamente en nuestra estantería al lado de otro libro clásico en este mismo es!lo: el de Truffaut con Hitchcock. por Andrés Puente
LIBROS ROCANROL (Nando Caballero, La Produktiva Books) Nando Caballero nos ofrece en Rocanrol, su primera novela –que no su primer libro editado–, una historia que transcurre con un ritmo imparable, entretenido y cuya trama está especialmente indicada para todos aquellos amantes de la música en general y del rock en par!cular. Caballero firma un thriller a pie de calle, un relato de música e incógnitas por resolver en el que los grandes enclaves cinematográficos escogidos para estas lides se cambian por avenidas, plazas y rincones barriales por los que todos pasamos a diario. Su rockero protagonista, conver!do en una suerte de Sherlock Holmes en pos de un misterioso pedal
Muff “GP” para guitarra, es totalmente icónico; y como pasa con el Serapio Guitart de Antonio Perales, el músico coleccionista y amante de la carrera de Frank Zappa creado por Nando pide a gritos nuevos capítulos que alarguen las correrías que ya ha vivido en este Rocanrol (magníficamente ilustrado, como no podía ser de otra manera, por la originalidad de Carlos Gambarte). Por suerte, el propio autor ya nos ha asegurado que esto es sólo el principio de un trilogía. Pues bienvenida sea. por Sergio Guillén
COCAÍNA (Carlotto, Carofiglio y De Cataldo, Malpaso Ediciones) Dos autores nacidos en 1956 y el tercero en la década de los 60, cada uno natural de !erras italianas como Padua, Bari o Tarento, los tres autores de talento reconocido y que son referentes en la escena de la novela de género policíaco. En Cocaína se cosen tres relatos, uno de cada uno de los literatos, Massimo Carlo$o, Gianrico Carofiglio y Giancarlo De Cataldo, con la conocida como Dama Blanca como hilo conductor. Podemos de esta manera asis!r a unas historias que nos ponen en situación de cómo funcionan los departamentos especiales italianos designados a perseguir a todos aquellos que trafican con polvo blanco y demás sustancias estupefacientes. Cada relato posee un marcado punto de vista, una manera muy concreta de hacer que el río de la narración fluya sin cortapisas; sin embargo, y al mismo !empo, las tres crean el perfecto mosaico y por momentos algunos personajes pareciesen coexis!r en dos historias. Este sería el caso de la Sara de La
Velocidad Del Ángel, a la cual no hay que echarle demasiada imaginación para que nos recuerde de inmediato a la excepcional policía Annina, compañera de guardias del inspector Campagna en La Pista De Campagna, el primero de los relatos ofrecidos en Cocaína. Tampoco hay que dejar atrás a personajes llama!vos y que dan mucho juego como el policía infiltrado mutado en ese mariachi de textos veloces y ajustados llamado El Norte, comparsa del temible Güero en El Baile Del Polvo. En defini!va, estamos ante una edición que encantará a los adeptos al género, siempre en busca de nuevos retos en los que sumergirse, y que de seguro servirá de amplia puerta de entrada para todos los que quieran acercarse por primera vez a estos tres escritores, considerados por el Club Dante como “los tres tenores de la novela negra italiana”. por Sergio Guillén 51
MÚSICA ALTERNATIVA. AUGE Y CAÍDA (1990-2014) (Ramón Oriol, Editorial Milenio) Aunque el autor de este libro ubica el inicio de la era alterna va en 1991, tras la muerte de Freddie Mercury, por aquel entonces el término “alterna vo” referido a lo musical no era algo nuevo. Ya a finales de los 60, bandas como The Velvet Underground, los Stooges o MC5 producían un po de música que se diferenciaba de la mayoría de la música de su empo, tanto en sonido como en contenido. Aunque todavía no se había acuñado el término “alterna vo” para definir este po de contraste musical, esos grupos fueron los precursores de un sonido alterna vo. Esta tendencia a la diferenciación musical fue llevada aún más lejos en la década de 1970 por ar stas como David Bowie, Slade, Sweet, T. Rex, Kra werk, Television o New York Dolls. A finales de los 70 y principios de los 80, el punk marcó un importante punto de inflexión en la forma de entender la música y, especialmente, en la industria musical. No sólo era una forma alterna va de expresión musical y es lís ca, sino un modo alterna vo de producción, en forma de sellos discográficos independientes. Algunos sellos independientes americanos (SST, Twin/Tone, Touch & Go o Dischord) presidieron el auge del hardcore punk, que dominó la escena alterna va americana hasta mediados de los 80, momento en que el rock alterna vo derivó hacia un sonido más elaborado. Aquí destacaron grupos
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como Hüsker Dü y The Replacements, que fueron aclamados por la crí ca y obtuvieron rela vo éxito comercial. Esto les sirvió para pasar de sellos independientes a la mul nacional Warner. Sin embargo, nunca llegaron a alcanzar un éxito comercial masivo en el mainstream, y siguieron estando considerados como parte de la escena alterna va, pese a haber firmado con una major. Es por aquella época ochentera cuando empieza a generalizarse el uso de “alterna vo” para designar la música que emergió influida por el movimiento punk, y también por ar stas anteriores que producían un po de música que se diferenciaba de la mayoría de la música de su empo, tanto en sonido como en contenido. El término “alterna vo” hace referencia a lo que se contrapone a los modelos oficiales comúnmente aceptados. Los términos “música alterna va” y, sobre todo, “rock alterna vo” se emplearon profusamente en las radios universitarias estadounidenses, para referirse a grupos como Pixies, Dinosaur Jr, o los británicos The Smiths y The Jesus And Mary Chain. Sin embargo, es a principios de los 90 cuando se produjo la dilución del sen do original de “rock alterna vo”. El significado de la palabra cambió debido a un punto de inflexión: la irrupción de Nirvana en el mainstream, seguidos por otros grupos como Radiohead, Smashing Pumpkins, Pearl Jam o Soundgarden. Por primera vez el “rock alterna vo”
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BILLY CORGAN obtuvo un gran éxito comercial. Muchos ar stas “alterna vos” rechazaron ese éxito, porque entraba en conflicto con la rebeldía, la é ca punk del Do It Yourself y las ideas de auten cidad ar!s ca. Después de este pequeño viaje por los cerros de Úbeda –o por los alrededores de Sea"le, si ustedes lo prefieren– , sin duda debido a la emoción transmi da por Ramón Oriol en las páginas de su libro, volvamos a la obra en sí. Música Alterna!va. Auge y Caída (1990-2014) es algo más que un mero recorrido descrip vo por una parte de la historia musical de las fechas a las que hace referencia el !tulo. El autor hace un resumen de todo lo llamado “alterna vo” basándose en su propia visión inspirada en sus gustos personales y por la gran pasión que pone al escribir sobre el tema. La visión general ofrecida por Oriol huye de simplicidades, medias ntas o declaraciones polí camente correctas. El autor no duda en alabar –a veces desmesuradamente– a sus ídolos y en despacharse a gusto con quienes no son santos de su devoción. Además de un repaso de lo que es estrictamente la música alterna va, el autor hace un descripción muy personal de lo que podríamos llamar “la cultura de los bichos raros”, que vivió su momento álgido allá por los años noventa cuando por un momento pareció que los antaño llamados “perdedores” vivían su momento de gloria vinculado al éxito de este po de música alterna va. Aunque, como bien se pone de manifiesto en el libro de Oriol, con su amplio recorrido en el espacio y en el empo, lo alterna vo no se refiere a ningún es lo musical par cular, pero connota un origen underground y
la no pertenencia a la corriente principal. El entusiasmo y vehemencia que muestra el autor en sus páginas sirve de es mulo a la curiosidad del lector que encontrará en el libro una gran can dad de recomendaciones para profundizar en el conocimiento y disfrute de obras que no por ser poco conocidas dejan de ser interesantes, o incluso algunas de ellas pequeñas joyas. La extensa y variada colección de discos que se muestra gráficamente en las páginas centrales dan una idea bastante aproximada de los gustos y la trayectoria músicovital del autor de este libro. El recuerdo de muchas de esas portadas, algunas que forman parte ya del imaginario colec vo, otras desconocidas hasta para los más adeptos a las rarezas y las más olvidadas o al menos perdidas en las profundidades de la memoria, sacudirán el alma y los sen mientos de quienes comparten con el autor gustos y experiencias, sobre todo de aquellos que acaban de entrar en la cuarentena o están a punto de hacerlo. Aunque resulta una obra muy recomendable para profundizar sobre la historia reciente de la música, no es un libro para todos los públicos. Para poder disfrutarlo en toda su profundidad es recomendable tener una buena base de conocimientos sobre la música y la cultura populares. Sólo podrá ser disfrutado en su máxima plenitud por aquellos que hayan vivido la época y su música con una intensidad parecida –no creo que nadie lo haya hecho con intensidad igual o superior– a la de Ramón Oriol. Conviene leerlo despacio incluso releerlo para poder asimilar toda la información que nos da. por María Manuela Cor nas 53
PANDEMONIO (Francis Picabia, Malpaso Ediciones) La editorial Malpaso publica en España Pandemonio, texto de Francis Picabia que vio la luz en Francia en 1974 después de permanecer olvidado en un cajón durante cincuenta años. Caravansérail –su !tulo original– es la única novela que escribió Picabia, ar"sta parisino vanguardista que durante la primera mitad del siglo XX coqueteó con diferentes es"los como el fovismo, cubismo o pos"mpresionismo, y que terminó destacando como firme militante del dadaísmo. Picabia le dedicó ocho meses a su escritura en 1924 –el mismo año en el que André Breton publicaba el primer manifiesto surrealista– para abandonar el manuscrito sin terminar siquiera la labor de revisión y ser descubierto, póstumamente, en 1971. Ante la rigidez dogmá"ca del surrealismo que representaba Breton –con quien Picabia había roto relaciones ese mismo año por discrepancias irreconciliables–, Pandemonio contraataca con una prosa libre de todo dogma en la que, se nos dice, puede considerarse como la única novela dadaísta. Ciertamente una primera lectura puede resultar altamente desconcertante pero ahí radica, en gran medida, el interés para el lector inquieto. El autor esboza un autorretrato en el personaje protagonis-
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ta para hacernos una crónica de la vida social del París de los años 20, sumergiéndonos de cabeza en la noche de sus restaurantes, cabarés, casinos, las alcobas de sus amantes… mientras tanto, un joven literato, representado en la caricaturesca figura de Claude Lareincay, le persigue como una lapa para hacerle par!cipe de sus úl"mas creaciones literarias y del que trata de librarse por todos los medios. Imprescindibles resultan las numerosas y clarificadoras notas al pie para contextualizar y poner cara a los numerosos personajes reales de la época que, en ocasiones bajo nombres falsos, desfilan por sus páginas (Breton, Cocteau, Aragon, Ernst, Éluard, Sa"e, Duchamp, Morand, Apollinaire…); sólo así se consigue comprender por completo el sen"do de los dis"ntas escenas que se suceden ver"ginosamente capítulo tras capítulo. Picabia, con una visión sa!rica y haciendo gala de altas dosis de cinismo, "ra a dar en esta inclasificable novela que no se propone sino hacer una crí"ca de la intelectualidad de la Europa de entreguerras que le rodea. por Fat Professor
LIBROS SARAJEVO (Alfonso Armada, Malpaso Ediciones) Aún me recuerdo, hace seis o siete años, charlando con mi entrañable amigo Daniel Vega sobre los días que pasó en Nicaragua en el 79 y en El Salvador un año después. Él había grabado como músico una obra fundamental para el folk progresivo como era aquel La Noche Que Precede A La Batalla, pero Daniel también era periodista y decidió conver!rse en reportero de guerra. Hablando sobre la posibilidad de haber publicado un diario de vivencias sufridas en aquellos conflictos, el hoy desaparecido Vega solía responder lo siguiente: «Al principio, cuando me entregaba por completo y sacaba notas para mi crónica en un frente de combate (recuerdo ahora el frente sur en mi primera guerra, en Nicaragua), con el ruido de metralla cercano; pero la crudeza, las barbaridades que viví en El Salvador fueron de tal calibre que me harté de todo aquello y pedí a Madrid no cubrir más conflictos». No hay duda de la necesidad que existe de que estos cronistas ofrezcan su lectura real de unas guerras que se nos venden por los medios de comunicación de una manera fría, en unas ocasiones basándose sólo en cifras de decesos, de bombas lanzadas, de ciudades y pueblos desolados, y en otras, jugando con detalles truculentos por el mero hecho de buscar un impacto momentáneo en la re!na.
Sarajevo es por tanto una obra realmente valiosa, cargada de vivencias y de análisis de un periodista que ante todo es persona, de un escritor contratado por un periódico que ante todo es ser humano. Su cuaderno de bitácora, su diario par!cular de aquellos años 92 y 93, se funde con los ar#culos, textos o no!cias que Armada pergeñaba para el diario El País relatando todo lo que acaecía en la guerra de Bosnia. Los sen!mientos propios se encuentran con los de tantos y tantos hombres, mujeres, ancianos y niños que se cruzan cada día con Alfonso, un autén!co conocedor de la palabra que detalla con frases emo!vas, profundas, crudas y reales aquello que sucedía a su alrededor, en una !erra herida, en un infierno de esos que sólo es capaz de crear sobre este planeta la raza humana. Clara Usón, autora de La Hija Del Este, prologa el libro, mientras Gervasio Sánchez, amigo ín!mo de Armada (que compar!ó con él aquellos días), uno de los más reconocidos fotógrafos de nuestro país, y remarcado fotorreportero de guerra, ilustra con parte del trabajo allí capturado la complejidad de un conflicto que marcó la Europa que hoy conocemos. por Sergio Guillén
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TOKYO BLADE “Llevamos peleando desde que salimos de nuestras madres” por Sergio Guillén
Tokyo Blade se funda a finales de los años 70, en plena eclosión de la que se conocería como New Wave Of British Heavy Metal. Considerada como una de las grandes bandas de culto de aquella escena, los Blade viven una segunda juventud en este nuevo siglo. No han perdido la garra de antaño y lo demostraran con el que promete ser un arrollador paso este mes por nuestro país, además de con un futuro nuevo disco que vendrá a continuar su anterior Thousand Men Strong. El guitarrista Andy Boulton nos lo cuenta. 56
ENTREVISTA La historia de Tokyo Blade es bastante par cular, al igual que su discogra a, al menos en los comienzos. Uno se encuentra con lanzamientos oficiales, ediciones únicamente para Estados Unidos, EPs, en fin, esto ofrece una imagen de banda llamada a asentarse en la primera división del heavy metal; sin embargo, Tokyo Blade terminaría siendo considerado como grupo de culto. ¿Cómo sientes el nombre de la banda en la actualidad? ¿Finalmente se os ha hecho jus cia? Es una pregunta interesante. Todo depende de a quién le preguntes. Resumiendo te puedo decir que los Blade hemos luchado desde que en 1978 formé la banda. Desde el principio éramos pobres y no teníamos dinero. Todos veníamos de familias de clase obrera, nos montamos nosotros el equipo y compramos un an quísimo camión para transportarlo. Aprovechábamos cualquier oportunidad de trabajo para así poder girar por Inglaterra. Vivíamos a base de mala comida, aunque en ocasiones incluso llegábamos a estar sin comer un par de días. Cuando conseguimos nuestro primer contrato discográfico nada cambió, yo me encargué de hacer el logo de la banda, mientras algunos amigos nos hicieron las fotos y el artwork, y nunca llegaron a cobrar por ello. Teníamos cuatro días para grabar y trabajamos de ocho de la mañana a dos de la madrugada, durmiendo luego en el suelo del estudio. Podría seguir hablando y hablando del duro trabajo que pusimos en ello, de la falta de dinero, pero sé que parecería simplemente una queja. Creo que Tokyo Blade nunca conseguimos el reconocimiento que merecíamos y como dije en una entrevista anterior: Tokyo Blade encapsula el espíritu del perdedor británico de clase obrera. Llevamos peleando desde que salimos de nuestras madres y hemos tenido que patear la mierda a nuestro alrededor al más puro es lo británico. Seguimos luchando y lo haremos hasta que creamos que no queda nada por lo que luchar. Mientras la masa produce la música de mierda actual para que sea pinchada en cada emisora de radio y venda millones, el heavy metal deberá luchar por sobrevivir. Ellos querrían que nos jodiésemos y muriésemos, pero no caeremos ni abandonaremos pues no estamos en ello únicamente por nuestro amor a la música que tocamos; nosotros amamos el metal en sí y prefiero morir antes de ver que a millones de seguidores no se les permite el derecho de escuchar una música tan magnífica como el metal. Que se lo traguen los medios de comunicación corpora vos.
¿Qué fue lo que te inspiró para volver a dar una nueva oportunidad a Tokyo Blade? En parte, lo que te decía... Básicamente, si sientes que tu música merece el duro trabajo que significa crearla y ejecutarla, no puedes hacer otra cosa que ponerte a ello. Seguimos disfrutando con el hecho de tocar, encontrándonos con los seguidores e incluso viajar ene sus recompensas. Nuestros seguidores han sido muy leales, autén cos fans que nos han acompañado incluso en nuestros “días oscuros”. Como todos terminaremos muertos algún día, opino que hay que vivir la vida y ser feliz. La música de Tokyo Blade me hace feliz. Háblame de vuestro disco Thousand Men Strong. ¿Cómo fue reencontrarse en el estudio tras tanto empo distanciados? Es algo extraño pero cuando nos reunimos para el primer ensayo tras vein cinco años, todos sen mos como si nunca nos hubiésemos separado. La grabación fue por lo general como la seda: tocamos todo en directo, a la primera, segunda o tercera toma... El mayor problema fue mi salud; estaba seriamente enfermo en aquellas fechas y esto hizo que cogiese peso. Necesitaba dormir y descansar entre las tomas. Recuerdo estar sentado esperando junto a la banda y a nuestro productor, Chris Tsangarides, para escuchar en la cabina de control del estudio la toma final del álbum al completo; lo siguiente que sé es que todos se habían levantado y ya se estaban poniendo los abrigos... Me había quedado dormido durante todo aquello. ¿Qué os llevó a regrabar un tema como “Night Of The Blade”? Es una gran canción aunque nunca me gustó realmente la voz de Vic, así que quería escucharla con la de Nic. Creo que hizo un gran trabajo y eso es lo que al final importa. En esta nueva etapa que está viviendo Tokyo Blade, ¿te sientes tentado por las nuevas tecnologías a la hora de grabar o sigues en la onda de la vieja escuela? Defini vamente soy de la vieja escuela. Así somos. No es que tenga nada contra la tecnología, pero cuando hablamos de música la vieja escuela es lo mejor, al menos en mi humilde opinión. 57
© Cindy Stegeman
ENTREVISTA
Está claro que los métodos de grabación han evolucionado y cambiado por medio de esas nuevas tecnologías de las que hablábamos. ¿Qué echas de menos de aquella forma de grabar más tradicional de décadas atrás? Echo de menos la diversión de estar dándole vueltas a las cosas hasta dar con ese sonido concreto que buscabas. En aquellos días u lizábamos todo po de ideas o trucos locos y raros para dar con nuestro sonido, mientras ahora está todo ahí, sólo hay que apretar un botón. Sin embargo, no echo de menos las restricciones en hora que ofrecían aquellas cintas. A muchos seguidores de la banda llamó la atención el fichaje de Nicolaj Ruhnow, tal vez por ser tan diferente a los vocalistas que pasaron antes por los Blade. Nosotros dimos la no cia de que andábamos buscando un vocalista y Nic respondió a la llamada. Ciertamente es diferente a Alan y a Vic, aunque fue la calidad de su voz lo que me atrajo de él. Claro que cuando las cosas dejaron de funcionar con Nicolaj nos preocupamos un poco al no saber quién podría reemplazarle. Fue entonces cuando, como salido de la nada, me llegó un mensaje de correo electrónico de Chris Gillen con el que había trabajado con anterioridad. Él no es solamente lo más cercano a un hermano que tengo, ya que también es el mejor vocalista de metal de la actualidad como podréis com58
probar en nuestros próximos conciertos en España y en nuestro próximo elepé. ¿Alguna composición que realmente te emocione tocar en directo? ¿Alguna canción favorita de los primeros álbumes? Diría que “Night Of The Blade”, “Break The Chains”, “Someone To Love”, “Sunrise In Tokyo” y “If Heaven Is Hell”, pues todos los seguidores las cantan. Hemos tratado ya el tema de la “vieja escuela”, ¿te pasa lo mismo con las guitarras? ¿Cuál es tu preferida para interpretar el repertorio de Tokyo Blade? Creo que probablemente sea mi vieja guitarra “Lag”. Es un pedazo de chatarra a la que le cambié el cuerpo yo mismo, pero sigue atronando como si costase un millón de dólares y consigue ese sonido que busco. La New Wave Of Bri sh Heavy Metal, escena que junto a otros grupos de finales de los años 70 ayudasteis a formar, fue un autén"co huracán para la cultura inglesa. ¿Hay en nuestros días espacio para una nueva revuelta musical de ese calibre? Quién sabe la respuesta a esa pregunta. En estos momentos, con las radios trufadas de toda esa basura pop, no parece que quede mucho espacio. Pero quién iba a pensar que alguien como Ozzy podría ser la estrella de su propio reality show.
No More Hell To Pay, o la segunda juventud de Stryper por Julio L. Tecglen En muchas ocasiones se cargan demasiado las tintas sobre el grunge culpabilizándolo y colocándolo como parapeto para defender la dignidad de infinidad de bandas de heavy rock que, habiendo reinado durante los años 80, se perdieron como agua por el desagüe tras el lavado de cara que propiciaron las huestes de Nirvana y Pearl Jam para con el rock. A algunos nos costaba un tanto admitir que muchas de esas bandas ochenteras se estaban cavando su propia tumba, abusando de ciertos manierismos y excesos que facilitaron su extinción cual dinosaurios tras un meteorito.
Stryper es una de dichas bandas y podría servir de paradigma para entender la desaparición durante gran parte de los años 90 y del nuevo siglo de numerosas bandas surgidas de aquellos gloriosos años. Tras su obra cumbre To Hell With The Devil, quisieron transmutar el oro en pla!no y la alquimia se les fue de las manos al presentar un In God We Trust cargado de baladas marca MTV, blanditas composiciones que miraban más hacia un mercado más trillado y menos exigente pero mucho más vo60
luble u olvidadizo. Quisieron enmendar la plana y lo estropearon aún más dando un viraje hacia puertos más afines al hair metal. Tras esta fugaz y desesperada demostración fueron devorados por los chicos de cabezas despeinadas, camisas de cuadros y pantalones raídos. En su regreso a mediados de la década pasada, y todavía con el favorable revival que ha ido mostrando paula!namente mi género favorito del rock, no llegaron a terminar de convencer con sus nuevas propuestas, con composiciones
REPORTAJE que se quedaban a medio camino entre los sonidos de aquella época y la más actual. Pero lejos de rar la toalla, y tras un disco versionando lo más granado del hard & heavy y otro de regrabaciones de temas propios (Second Coming), Stryper nos han dado una inesperada y agradable sorpresa. Este No More Hell To Pay quizá podría considerarse el disco que hubiese tenido que ocupar el lugar inmediato tras su imprescindible To Hell With The Devil, pero con una fuerza y una calidad tales que los sitúa en lo más alto de los mejores discos de 2013 y seguramente de su carrera. Un disco que ha dado una soberana patada a dos décadas (¿perdidas?) y que nos va a ofrecer lo que de verdad queremos: inspiración, técnica, garra y melodía plasmadas en unos temas que no desfallecen y que nos harán recordar el cómo y el porqué de que siempre congeniasen unas afiladas guitarras con una voz melódica. Y es que Michael Sweet ha liberado en este disco una de las mejores muestras de poderío vocal. Sea cual sea la demanda de la canción de turno, ahí estará él, ya sea llegando a
la brutal estratosfera (desgarradores los gritos de la adrenalí ca “Saved By Love” y los agudos de la marcial “Marching Into Ba"le”) o a la delicadeza de las baladas, aunque esta vez se haya quedado en una solamente (“The One”). No contentos con esta demostración, el resto del grupo no se queda ni mucho menos descolgado, ya que la pegada de su hermano Robert a la batería y el juego que Oz Fox propicia a la guitarra junto a Michael son de antología. Y para aquellos que siempre hemos disfrutado de esos coros tan #picamente Stryper, aquí nos encontraremos como gorrino en lodazal o mejor dicho, como cura en capilla ya que, aunque aún no había hecho alusión a la par cularidad de que se han considerado siempre como una de las más genuinas bandas de rock cris ano, ni falta que hace. La religión puede que sea su apellido pero su nombre es heavy rock a la vieja usanza, donde es posible que prediquen la palabra de Cristo pero en el que tocan como demonios.
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EL DOSSIER DEL INSTRUMENTISTA
, VICENTE PERELLO
(bATERISTA) Vicente Perelló es en la actualidad el motor a la batería que empuja con sus baquetas y groove a la agrupación nacional La Frontera. Con una marca muy personal, este instrumentista, como aclara el mismo Javier Andreu en el libro La Frontera. Palabras De Fuego, se ha convertido en pieza fundamental: «Tuvimos la suerte entonces de introducir a la batería a un elemento crucial, Vicente Perelló. El entusiasmo que demostró fue importantísimo para que Rivas Creek viera la luz». Hoy entrevistamos a Vicente por medio de nuestro Dossier Del Instrumentista.
Me parece primordial que nos sumerjamos inicialmente en tu formación como baterista. Mis estudios reglados con tulación son los siguientes: - Solfeo Completo. - Grado Elemental y Medio de Percusión Clásica. - Seminario Jazz 2000 (Valencia). - Seminario Jazz 2001 (Valencia). - Seminario La n-jazz 2000 (Alicante). - E I P Jazz Groove 2011. The Drummer Collec ve School (Nueva York). ¿Qué es!los musicales has tocado a lo largo de estos años como profesional y en cuál te sientes más a gusto o es el que iden!ficas netamente cercano a tu forma de entender la batería?
rock, comentaba en una entrevista que jamás le ha gustado sen!rse encorsetado con unas notas en directo, prefiriendo hacer cambios en cada show para notar su evolución. ¿Qué piensas sobre ello? ¿Abogas por buscar diferentes vías de expresión en los parches en una misma canción siempre que se ofrezca la base rítmica idónea o ves lógico ceñirse a la par!tura? No estoy de acuerdo. Depende del es lo musical. Mantener el mismo groove (pulso, me, etcétera) todo el tema, sin hacer cambios, es lo más di!cil; y más en el rock.
He tocado y toco: jazz, la n-jazz, blues, country, soul, funky, pop, rock. Y en concreto lo que más me gusta es el la n-jazz y el jazz.
Qué opinión !enes sobre el mazo del bombo en cuanto al parche: ¿pegado en el descanso o separado? Hay muchos bateristas que prefieren dejarlo pegado, matando la reverberación pero consiguiendo inmediatez. Puede eliminar demasiados ma!ces, aunque eso depende del es!lo que estés ejecutando.
Junto a La Frontera !enes que defender en directo canciones que no grabaste tú originalmente (a excepción de los pertenecientes a Rivas Creek). ¿Cómo las has adaptado a tu toque? ¿Les añades algún extra o marca personal?
Depende del contexto musical, es muy personal. Hay que saber tocar de las dos maneras para conseguir dinámica y musicalidad. Cuando tocó con La Frontera, talón levantado siempre, y más sí necesito velocidad.
Me he limitado al groove (caja-bombo). Mi marca personal es mi sonido.
Siguiendo con el bombo, ¿u!lizas con el pie la alternancia de heel up y heel down para simular el efecto del doble pedal en uno?
El baterista británico Aynsley Dunbar, que ha tocado con lo más granado del rock, el blues o el art 62
No lo necesito. Llevo media vida trabajando el doble
© África Paredes
EL DOSSIER DEL INSTRUMENTISTA golpe, dándole importancia al segundo golpe para, a tempos rápidos igualar sonido, pegada y claridad de ejecución. En cuanto a composiciones, y a lo largo de tu carrera, ¿hay alguna conocida que te costase sacarla más que el resto? No. Primero me transcribo la composición, la trabajo muy lento, hasta llegar al tempo original. Regresando a tus días de introducirte en este mundo, y centrándome ahora en los rudimentos para neófitos, ¿cuál ves como ejercicio ideal para terminar sincronizando correctamente y, al mismo "empo, coger similar velocidad entre la zurda y la diestra? ¿Qué piensas de los rudimentos como evolución y aprendizaje para principiantes? Los rudimentos son la base, como las escalas. Aconsejo: estudio de simples, dobles y paradiddles, a diferentes tempos, por todo el set, con dinámicas. Estudio de acentuación con bombo a negras y charles en 2 y 4. Para empezar lo veo básico, junto a las progresiones (diferentes figuras rítmicas). Aparte de los rudimentos, estudiar ritmos ambidiestramente. Aconsejo igualmente estudiar otro instrumento, como complemento. En mi caso estoy con el piano. Te ayudará a tocar más musical y entender la música, lo que está pasando: Piano (ritmo, armonía y melodía).
gla general? Si toco jazz y la n-jazz u"lizo las 7A punta de madera. En el resto de es"los musicales que yo toco, u"lizo 5A, también punta de madera. Desvela las técnicas de tus bateristas favoritos, ¿qué técnica caracterís"ca les hace únicos? No es la técnica en mi opinión. Son únicos porque, aparte de su trabajo personal de prác"ca diaria, como podamos hacer nosotros, no paran de trabajar: giras, grabaciones, etcétera, con los mejores. Eso les hace únicos, por mucho que estudies y tengas una muy buena técnica, nunca llegarás a esos niveles sino lo pones en prác"ca trabajando como hacen ellos. Esa es la gran diferencia. Si no me equivoco par"cipas en otro proyecto musical, en otra banda, fuera del seno de La Frontera, ¿no es así? Sí, Delta Hot, un grupo de blues. Y también Jazzaben, un trío de la n-jazz (piano, contrabajo y batería). Como baterista, ¿te dedicas a la docencia? Si es así, ¿dónde se te puede encontrar impar"endo clases? Sí, soy docente desde hace más de diez años. Actualmente imparto clases en A Tempo, Academia de Música y Movimiento. Está ubicada en Majadahonda.
© África Paredes
En cuanto a baquetas, ¿qué grosor u"lizas por re-
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The Pre y Things comulgaron con el r&b británico el !empo justo para desembocar en un rock aguerrido que no a muchas brazadas encontraría el flotador de la psicodelia, salvavidas por el que no sólo hicieron buena diges!ón, ya que defendiendo tamaña disciplina editarían un LP cumbre como resultó significar para la historia de la música evolu!va su S.F. Sorrow (1968). Cuando probaron la suerte del hard la cosa les salió rana, terminando con su carrera a mediados de los 70. Sin embargo, y oliendo un pronto torbellino en lo que a gustos transgresores se refiere, Pre y Things –que ya habían cortado el lastre que les unía con el ar$culo “the”– elucubran una vuelta a la modernidad de la mano de esa tan jaleada en Nueva York new wave. por Sergio Guillén
PRETTY THINGS Cross Talk (Warner Bros., 1980)
Cross Talk seducía por el concepto fresco y rejuvenecido de unos instrumen stas que ya pataleaban por la inglesa Kent maqueados hasta el mentón en 1963. El power pop se apodera de un conjunto listo para superar a los recién nacidos por la escena. Al ser recordados entre los nuevos airados como “aquellos músicos hippies”, los Things perdieron una credibilidad que merecían atendiendo a su disco de 1980, pues “I’m Calling” podía codearse en igualdad de medallas con el primer Joe Jackson. Cuando extraen del sobre de la correspondencia “Office Love” el asunto gana en crudeza por medio de una historia de amores secretos de despacho en despacho sito en una ajetreada oficina #pica. “Edge Of The Night” 66
con el repiqueteo de su estribillo o la rock & roll “Lost That Girl” ofrecen bonificaciones en la par da de marcianitos. El combo toma el otro gran eslogan punk –junto al machacado “do it yourself”– y se las apaña para en “No Future” sonar extrañamente a los 10CC de 1978. Por su parte, “Falling Again” ene un regusto a Buddy Holly que se encuentra de morros con unos Blondie de tarde dominguera. Algunos no se podían creer que en ese nuevo mundo adolescente del sonido inmediato, un po que rozaba la cuarentena y respondía al nombre de Phil May obtendría con sus muchachos lo que muchos asesinarían por tener.
M A T R ´I C U L A S D E H O N O R Una vida marcada por unos apellidos y graves problemas con las drogas. Un ar sta que única y tristemente recibe merecido reconocimiento después de muerto. Mucho se ha escrito de un músico como Antonio Flores, y demasiadas veces para tratar de hacer leña del árbol caído, cuando no emborrachándose de superficialidad. Visto con perspec va, se puede hablar de un gran ar sta en potencia pero que desgraciadamente jamás llegó a explotar en toda su dimensión su talento, engullido y mu lado por sus propios pensamientos. Nos dejó con tan sólo 33 años, legando una escasa discogra a formada por cuatro álbumes, esparcidos a lo largo de catorce años. por Andrés Puente
ANTONIO FLORES Antonio (Epic, 1980)
A pesar de todo, su primer LP, este Antonio publicado en 1980, permite a!sbar algo del genio que únicamente dejó entrever en su vida ar"s!ca. El inicio con su canción más conocida, “No Dudaría”, es sencillamente apoteósico, pop rock con un mensaje atemporal. En “Fe Ciega, Faca Afilada”, comparte protagonismo a las voces con su hermana Rosario en un efec!vo número pop con interesantes arreglos. No menos lograda es “Cáliz”, versión de un verdadero himno de Chico Buarque y Gilberto Gil contra la dictadura militar brasileña (1973), transformada aquí en una especie de encuentro entre canción melódica y gospel. “Chuck Berry Fields Forever” es un canto al mes!zaje, original mezcla de rock, blues y reggae con brillantes solos de guitarra.
Algo similar propone “María Mola”, aunque inclinándose más por el lado jamaicano del asunto. Un tema diametralmente opuesto a “Rosas De Fresa”, firmemente enclavado en el terreno de la llamada canción de autor. Por eso sorprende aún más la llegada de una canción como “Norte De Recuerdos”, vitalista número de pop con reminiscencias ska capaz de dibujar una sonrisa en la faz del oyente. Más rockero y bluesero se presenta “Quisiera Escribir Un Verso”, de nuevo portador de un mensaje posi!vo, canción que contrasta enormemente con el final “Libre”, compuesto por Paco Cepero. Así las cosas, sería justo recuperar un LP como Antonio, un disco sobrado de calidad y nada "pico para la España de 1980. 67
M A T R ´I C U L A S D E H O N O R Durante los primeros años de la década de los 60 se habló de un movimiento de revival dentro del folk estadounidense, con portaestandartes tales como The Kingston Trio, The Brothers Four, Joan Baez o, por supuesto, Bob Dylan. Tomando buena nota de maestros como Pete Seeger o Woody Guthrie, ar!stas como los citados fueron ganando notoriedad hasta llegar a ocupar posiciones de importancia dentro de la escena contracultural de la década de las flores y las cuentas, merced a su poli!zación y explotación de lo que sería conocido como el género de la “canción protesta”. Inmersos en el hervidero que era entonces el Greenwich Village de Nueva York, surgía como unidad dedicada al folk el trío Peter, Paul And Mary. por Andrés Puente
PETER, PAUL AND MARY Peter, Paul And Mary (Warner Bros., 1962)
Su manera de enfocar el es!lo, con armonías a tres voces y cuidados arreglos de guitarra, enganchó desde un principio al público ávido de esta musical medicina minimalista. Así, en 1962, Peter Yarrow, Paul Stookey y Mary Travers lograban ver publicado su primer LP, todo un hito dentro del género. Escuchando Peter, Paul And Mary cualquiera puede percatarse de dónde podía venir la inspiración de una banda tan fundamental en el posterior movimiento psicodélico como The Mamas And The Papas. Ahí tenemos como grandes ejemplos sus interpretaciones de “Cruel War”, “Lemon Tree” o “If I Had A Hammer”, el clásico de Lee Hays y Pete Seeger. Un 68
Seeger que volvería a recibir merecido homenaje en “Where Have All The Flowers Gone?”, convir!éndose este par de canciones en punta de lanza del folk más comba!vo. Pero no sólo de versiones vivía este álbum, porque hasta seis temas de los doce que lo componían eran temas propios escritos por Stookey y Yarrow, capaces de medirse sin complejos con estándares del es!lo como los citados. Un disco imprescindible para entender el ascenso del folk estadounidense en los años 60.
CONCURSO
nacho, nando & miguel Recuerdo cuando en 2012 me llegó un envío postal directamente desde el hogar de Miguel Zanón en el que se contenía un disco compacto de elaboración casera –es decir, grabado en el típico CD virgen–. Reconozco que ya me había puesto al tanto él mismo no hacía mucho tiempo avisándome de la creación de una nueva banda de la que formaba parte: Nacho, Nando & Miguel. Nacho era el baterista Nacho Álvarez y Nando, el mismísimo Nando Oterino. La cosa pintaba mejor que bien. Miguel como Juan Zarppa acababa de publicar su excepcional JZ12, posiblemente su mejor trabajo hasta la fecha, mientras Oterino había hecho de Gallina –o Gran Gallina, como se rebautizó posteriormente su proyecto junto a Ángel Santiago– una de las apuestas más originales del pop rock nacional, dotando el grueso de sus dos elepés (Gallina y Gran Gallina Monster Heavy) de un surrealismo
cotidiano excepcional. ¿Qué pasaría ahora que Zanón y Oterino juntaban fuerzas en oficialidad? Sí, ya habían colaborado con anterioridad y mantenían una buena amistad pero, qué podría deparar este trío de mentes tan inquietas. Aquel trabajo que me llegó entonces al cajetín del correo, y que lleva por título Dr. Zanofer, sólo se podía escuchar hasta este 2015 en el bandcamp de Nacho, Nando & Miguel. Sin embargo, y aprovechando la edición de su segundo larga duración en estudio, el genial L´Home Polaroid, La Produktiva Records hace un acto de justicia y pone también a la venta en formato físico su primer disco. Obras complementarias pues las bromas privadas o públicas, según el caso o la canción, pueden llegar a saltar de un elepé a otro –ahí está, por ejemplo, esa nueva “Para Ringo Siempre Es
Domingo”, frase sacada del texto de “Galibier”, canción fundamental de su debut–. Lo surrealista en las canciones no está siempre buscado adrede, inventado, ya que en la gran mayoría de las ocasiones de nuestra vida con mirar alrededor y poner un poco de atención se puede dar con casos salidos de madre, casi dalinianos; la magia de estos creadores es saber transformar todo esto en canciones con humor pero también con poso. Cuando me encontré ante el momento de sumergirme en L´Home Polaroid sentí cierto miedo; y es que me había parecido tan perfecto el pistoletazo de salida de estos tres músicos, que temía no poder hallar una segunda parte a la altura. Pero nada de segundas partes, esto es pura continuación, ya que en ningún momento parece uno haberse apeado de tan estrambótico, alucinante, hilarante y satisfactorio viaje.
Si queréis entrar en el sorteo para llevaros una copia original de L´Home Polaroid, sólo tenéis que enviarnos un mail a renacerelectrico@hotmail.com (con el asunto “CONCURSO NN&M”) contestándonos a la siguiente pregunta: ¿Qué actor británico sale en la letra de “Galibier”? En el próximo número de octubre daremos el nombre del ganador.
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