Renacer Eléctrico Music Magazine. Marzo 2016

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LA REVISTA DONDE CONFLUYEN TODAS LAS MÚSICAS

´ RENACER ELECTRICO MARZO 2016

MUSIC MAGAZINE

MIGUEL COSTAS CHRIS CORNELL SUEDE JAVIER VARGAS DREAM THEATER LOS TOREROS MUERTOS WENDY O. WILLIAMS

MARC ALMOND

LA ELEGANCIA QUE ROBA EL CORAZÓN THE MONKEES, RODRIGO MERCADO, OUTER SPACE, THE FIRE TORNADOS, FLAMINGO TOURS EL TUBO ELÁSTICO, THE ELECTRIC ALLEY, LUIS PRADO, DANIEL CROS, FITO PÁEZ, VAN MORRISON


CD Track List: 1. Nightmare | 2. Ethiope | 3. 5 Rosas | 4. Paseando con Salvi | 5. Zodiac | 6. En patinete | 7. Recordando | 8. Dream


Marzo de 2016

SUMARIO

04. LA ENTRADA. LOS ESPEJOS QUE ERAN MÚSICA O LA NANA NEW AGE. 06. CRÍTICAS DE DISCOS. KABOOM, CASANOVA, THE KISS THAT TOOK A TRIP, RODRIGO MERCADO, LUIS PRADO, CABALLERO REYNALDO, MARIA CAMBRAY, BRAIS MORÁN, BARCELONA GIPSY KLEZMER ORCHESTRA, SUEDE, JULIO ROSPIR, COSTAS, MAR DE FONDO, OUTER SPACE, THE FIRE TORNADOS, TUCAN MORGAN, FLAMINGO TOURS, EL TUBO ELÁSTICO, PROZACK, RECICLAJE, DREAM THEATER, THE ELECTRIC ALLEY. 22. REPORTAJE ESPECIAL. WENDY O. WILLIAMS Y PLASMATICS. 28. TELEVISIÓN ÁCIDA. LA SARTÉN, EL FOGÓN Y CHICOTE. 30. CINE. DERANGED, LA VUELTA DE TUERCA DEL AMERICAN GOTHIC. 31. DESTRIPANDO EL CANCIONERO. LAST TRAIN TO CLARKSVILLE (THE MONKEES). 32. CRÓNICAS DE CONCIERTOS. LOS TOREROS MUERTOS, MARC ALMOND. 42. REPORTAJE ESPECIAL. MÚSICA PARA INADAPTADOS. 47. LIBROS. ANTES DE QUE EL SOL SE APAGUE, SIEMPRE SUPE QUE VOLVERÍA A VERTE, AURORA LEE, VAN MORRISON. TOMA INTERIOR. 50. LA FIRMA INVITADA. DANIEL CROS, JAVIER VARGAS. 54. MATRÍCULAS DE HONOR. FITO PÁEZ, CHRIS CORNELL.

Dirección: Sergio Guillén Redacción: Andrés Puente, Sergio Guillén, Fat Professor, María Manuela Cortinas y Julio L. Tecglen Fotografía: África Paredes Diseño y maquetación: Sergio Guillén Encargado Facebook: Sergio Guillén / Encargada Twitter: África Paredes Contacto: renacerelectrico@hotmail.com Foto portada: África Paredes RENACER ELÉCTRICO MUSIC MAGAZINE no se hace responsable de ls opiniones vertidas por su colaboradores y anunciantes ni se identifica, necesariamente, con las mismas.

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Los espejos que eran mĂşsica o la nana

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LA ENTRADA

new age Mi ligazón con la música se remonta a los días de cuna, chupete y biberón. Mi madre, con los años, no ha perdido la oportunidad de recordarme con insistencia –y en repe das y repe das y repe das ocasiones– que todavía en ese momento de falta de raciocinio por mi parte, en esa infancia de bebé, me ponía una casete en la que sonaba la canción “Mirrors” que Sally Oldfield había publicado unos meses antes a mi nacimiento. Aquel trabajo discográfico al que ella hacía referencia, y en el que estaba esa composición a medio camino entre la new age y el pop, no es otro que el elepé Water Bearer, el disco con el cual debutó la hermana de Mike Oldfield como solista. Años antes había conformado junto al propio Mike el dueto de folk The Sallyangie; de igual manera par ciparía en los 70 en varios lanzamientos de su hermano y en uno de los vinilos del ex Genesis Steve Hacke!, aquel Voyage Of The Acolyte. Aquella remembranza de esos “Espejos” de Sally se aúnan con los de un pequeño joyero negro, con cuerpo de caja de música, que atesoraban mis padres en la habitación conyugal. Y más que el joyero, era la tonadilla clásica que repicaba de sus entrañas al abrir la portezuela del mismo. Con el paso de mis primeros años de vida, sen ría autén ca obsesión por esa melodía que me hipno zada y por la que daba y daba cuerda día tras día a tan extraña máquina musical.


ALTER EGO (Kaboom, Lemuria Music) ¿Hacen Kaboom hard rock o heavy metal? La pregunta repiquetea en mi cerebro a medida que voy escuchando Alter Ego. Poco a poco me doy cuenta de que presentan elementos y manierismos de los dos es!los. Tanto podemos hablar de un hard rock endurecido como de un heavy metal endulzado. Finalmente, llego a la conclusión de que lo importante es que el disco es bueno. Un álbum que, por cierto, es el segundo de este quinteto procedente de la localidad madrileña de Alcorcón, siendo una formación que cuenta con más de diez años de historia. La década de progreso se nota cuando uno escucha Alter Ego. Aquí todo está muy medido y estudiado, trascendiendo la concurrencia de una banda perfectamente compenetrada. Su sonido es más americano que europeo, y siempre está protagonizado por unas guitarras

Kaboom

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densas y cortantes que contrastan con la melódica voz de Mercedes Prato. De cuando en cuando aparecen arreglos de teclados y sinte!zadores que no hacen sino ensalzar la música de Kaboom, tal y como ocurre en “Entre Sombras”, “Ruidos” o en “Preso A Tu Voluntad”, la canción que abre el disco. En una ocasión Kaboom experimentan con el inglés, concretamente en el tema “My Decision”. No les queda nada mal, pero personalmente preferiría que siguieran la senda del castellano, que casa perfectamente con el es!lo que prac!can. Nueve canciones y treinta y siete minutos son más que suficientes para descubrir a un grupo profesional y efec!vo. por Andrés Puente


C R ´I T I C A S D E D I S C O S MI MUNDO ROCKABILLY (Casanova, Postal Rock) Hubo un empo en el que la música interesaba por lo que era, después nos la vendieron por los ojos. Ahora se roba deslizando el dedo índice sobre una pantalla y nos intentan atrapar al por mayor con sus redes sociales como si fuésemos ese pajarito de color de azul. En empos de ignominia resulta grato encontrarse con una propuesta honesta y sincera para con la música. Mi Mundo Rockabilly no engaña. Eddie Cochran, Gene Vincent, Johnny Burne!e, Chuck Berry y Elvis –en defini va, aquellos pioneros de la década de los 50– u otros nombres como Stray Cats y nuestro Carlos Segarra son las influencias de las que se ha nutrido Casanova desde la adolescencia y de las que ha echado mano para éste su primer disco en solitario. El de On nyent (Valencia) inicia una nueva etapa y lo hace seleccionando dieciocho temas, algunos

tomados de su an gua agrupación (Descarriados) y otros inéditos, y los graba en el despojado y siempre efec vo formato de trío: voz y guitarra (Casanova), contrabajo (Julio Fuster) y batería (Enrico García). El grado de elemental sencillez de la propuesta es inversamente proporcional al grado de disfrute que proporciona; el oyente se encontrará con una voz cálida muy bien acompañada por unos arreglos que empujan el repertorio siempre hacia delante. Casanova recrea en este disco todo su imaginario musical; un mundo donde el rock and roll, el country y el blues son des lados siguiendo la fórmula clásica, sin prisas ni adi vos: 100% rockabilly. por Fat Professor

ELECTROFOREST (BY NIGHT) (The Kiss That Took A Trip, Cheap And Pretentious Records) Hace cues ón de medio año reseñábamos en esta revista Electroforest, el más reciente LP del madrileño M.D. Trello, factótum musical y conceptual de The Kiss That Took A Trip. Ahora nos encontramos ante un EP de cinco temas que puede considerarse un apéndice de aquel álbum. Varias pistas que no entraron en aquel trabajo no por falta de calidad, sino por no encajar en el mismo. Electroforest (By Night) pone en solfa un puñado de composiciones en la misma línea de aquel disco de larga duración (lógicamente grabados en las mismas sesiones), por lo que nuevamente atrapará a oyentes interesados en los sonidos electrónicos y post-rock. Sigo sin encontrar parangón en nuestro país a lo que The Kiss That Took A Trip condensa en este EP. Esos ambientes misteriosos, futuristas y ex-

perimentales que igual te llevan a Brian Eno, Vangelis, Tangerine Dream o los más recientes Zombi con nuarán fascinando a propios y extraños. Lo mejor es que además de saber hacer temas instrumentales atrac vos, el po también es más que competente a la hora de realizar canciones, como lo demuestra “The Last Ar san”. Vein séis minutos más que nos invitan a soñar que en España todavía una música diferente es posible. Que a veces el que arriesga gana, y que se puede desarrollar un es lo experimental y atrevido sin necesidad de perder al oyente por el camino. Bravo. por Andrés Puente

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EL FONDO DE LA CHISTERA (Rodrigo Mercado, Warner Music) Aunque a día de hoy la banda que acompaña a Rodrigo Mercado ha cambiado totalmente, todavía este segundo álbum del cantautor pop descendiente de cierto solista admirador de Rory Gallagher ha sido grabado con la formación presente en su disco de debut. Por ello, parece absolutamente lógico verificar que El Fondo De La Chistera es la única con"nuación posible a aquel fantás"co Puntualmente Demora (2013). Si Rosendo se ha decantado a lo largo de toda su carrera por géneros como el rock o el blues, Rodrigo "ra hacia es"los como el ska, el funk, el reggae o lo la"no. Es decir, que el talento ha sido heredado aunque canalizado por otras vías igualmente sabrosas pero diametralmente opuestas. Aparte de esto, la propuesta musical de Rodrigo Mercado, por así decirlo, es bastante más comercial que la de su padre, aunque esta frase suene un poco a chufla teniendo en cuenta que hablamos de uno de los ar"stas más populares de nuestro país. Sin embargo, es así. Canciones como el primer sencillo “Creo En

Rodrigo Mercado

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Ti”, el número ska “Bota”, la vacilona “Tramposo” o el funky tema-$tulo son claramente más radiables y fáciles de digerir que muchos de los temas de Rosendo, sin querer quitar valor alguno a la calidad crea"va de Rodrigo. Algunos dirán que “así cualquiera”, que “siendo hijo de quien es” es fácil lograr resultados de este nivel. No les faltará razón, pero también podemos citar casos en los que el dinero y los medios a espuertas no han servido para realzar la mediocridad. ¿Alguien se acuerda de unos tales Amset? Resulta evidente que muy poca gente en España puede contar ahora mismo con las facilidades para crear, grabar y editar que pueda tener Rodrigo Mercado, y solamente hay que echarle un fugaz vistazo a la presentación del CD que con"ene El Fondo De La Chistera, mas hay que estar muy cegado por los prejuicios para no reconocer que nuevamente el ar"sta ha dado en el clavo. por Andrés Puente


C R ´I T I C A S D E D I S C O S MIS TERRORES FAVORITOS (Luis Prado, Hall Of Fame Records) Hemos oído obras conceptuales de todo po, tocantes con lo épico, con la ciencia ficción, con la recreación de una novela o un poema, o tal vez un trasunto de narración apocalíp ca, pero, ¿cómo sería una grabación musical cuyo monográfico en textos tratase el día a día de un urbanita cualquiera y su círculo más cercano? Un urbanita como tú y como yo, con sus sen mientos, sus dudas, la presión social que le rodea, las men ras piadosas –y no tanto–. Luis Prado a lo largo de Mis Terrores Favoritos canta frases como «Estoy gordo y no sé qué pudo ser / debe ser algo raro en mi metabolismo / si como lo mismo que tú», «Solía maldecir tu suerte / pero ahora que te he conocido / me siento tan perdido», «Me resisto a pensar que sea todo tan fácil / es tan raro encontrar mi cara en tu portá l» o «Todos lo estaban pasando tan bien / hasta que apareciste tú / me temo que hay unanimidad / en lo de tu toxi-

cidad». En este álbum de pop honesto se mezclan las vidas de F., de Guille, de Ángela, de personas que pueden estar aba das, que pueden requerir de un cambio en la perspec va vital para volver a sen rse ellos, los de siempre, de seres que se dejan llevar por la religión del sillón que imponen las nuevas tecnologías mientras recuerdan lo maravilloso que era tomar los bares al asalto, hablar con gente de carne y hueso, cara a cara. Coque Malla y Miguel Ríos surgen, en sus duetos junto a Prado, como entes dispuestos a redimirnos, como sueños, como cuando a Frenchy se le aparecía Frankie Avalon en el largometraje Grease, momentos de una extraña lucidez que llaman a la despreocupación pero al mismo empo al dar un giro a la existencia de uno. Una muy meritoria apuesta la de Luis. por Sergio Guillén

REYNALDO PLAYS ZAPPA? (Caballero Reynaldo, Hall Of Fame Records) Cualquiera que conozca la discogra!a completa de Caballero Reynaldo de sobra debe saber ya de la pasión de Luis González por la obra del desaparecido Frank Zappa. Y es que este ar sta siente la obra del de Bal more como un segundo hogar al que regresar de manera habitual, convencido de encontrar siempre ese manan al de agua fresca en el que echar un buen buche –y es que pasarán los siglos y aún nos quedarán a todos lecciones de Frank por aprender–. En Reynaldo Plays Zappa? Luis, como Caballero Reynaldo acompañado por The Grand Kazoo, visita a su siempre original, diver da y muy personal manera trece piezas del norteamericano, de ese hombre del Renacimiento que nos dejó en 1993

con apenas 52 años. En 2015 se cumplían los veinte años de carrera de Luis funcionando como Caballero Reynaldo y este álbum es uno de los festejos de tan memorable aniversario ya que, como bien explica su creador, hay aquí canciones ya rememoradas en anteriores trabajos de González dedicados al cancionero de Zappa, pero para la ocasión se las ha ves do con nuevos arreglos, construyendo una barbacoa sónica en la que sacarle otros aromas a la manduca trabajada con amor y empo –un empo que puede no necesariamente ser excesivamente largo para Luis, pues posee la capacidad de reinventar lo ya oído en mínimos periodos de meses–. por Sergio Guillén 09


GOLPE (Maria Cambray, Satélite K) El Taller de Músics de Barcelona es una de esas escuelas de música –más que pres giosa escuela en este caso– en la que alumnos pertenecientes a dis ntas disciplinas se unen para compar r experiencias y aunar talentos. Una de estas alumnas resultó ser Maria Cambray, una ar sta cur da a base de actuaciones en la calle pero sin disco todavía en el mercado; y la verdad es que no me cuesta trabajo imaginarme a esa Maria Cambray en pleno Raval barcelonés congregando entorno suyo a puñados de curiosos viandantes prestos a dejarse atrapar por su arte. Otro de esos alumnos era Jack Tarradellas, conocido como Jack Chakataga, que con su Factoría Chakataga ha terminado por hacerse todo un nombre en lo que se ha venido a denominar post-rumba catalana. La conjunción de talentos, pues, se había producido. Cambray hace su debut discográfico con Golpe, un álbum que cuenta con once canciones escritas y compuestas en su mayoría por ella misma, con arreglos y producción musical del propio Jack Chakataga, y la colaboración de mul tud de músi-

Maria Cambray 10

cos de tantas otras formaciones catalanas. El trabajo está dominado por ritmos rumberos y flamencos salpicados con toques de jazz (“Secretos”), de soul (“Balcones”), de swing –con scat vocal incluido– (“Chinay”) o, incluso, hay espacio para acercarse a la rumba-disco (“Fantasma”). También encontramos, por supuesto, un corte con base de rumba catalana (“Caminant”); y si algo ha caracterizado siempre a la rumba catalana ha sido la fusión de músicas y el mes zaje cultural y, en este sen do, Golpe se presenta como una más que es mulante y ecléc ca propuesta musical. Visto lo visto –parafraseando el verso inicial de “Visto”, el primer sencillo– Maria Cambray es una nueva voz que emerge con total libertad crea va que escapa a las cadenas de las e quetas musicales, que se resiste a ser encasillada fácilmente y que ene mucho que decir a todos aquellos que dispongan de orejas bien abiertas. por Fat Professor


C R ´I T I C A S D E D I S C O S CRUZANDO O ECLIPSE (Brais Morán, Discmedi Blau) Los úl mos empos han sido profusos en eclipses, incluyendo “lunas de sangre” y “anillos de fuego”. El eclipse siempre ene una connotación apocalíp ca –y probablemente también otras más simbólicas y personales– que el músico gallego Brais Morán ha conseguido cruzar hasta llegar a materializar este LP de "tulo tan significa vo. Brais forma parte de una familia de músicos, que hacen música y viven para este arte. Su padre es el músico y escritor César Morán, y entre su parentela lejana también está el compositor Pascual Veiga, autor de la letra del himno de Galicia. Él, por su parte, empezó a componer canciones a muy temprana edad y desarrolló anteriores etapas musicales en bandas como Lore#a Mar n. Ahora inicia una nueva andadura en solitario con este trabajo, una apuesta arriesgada de rock en gallego. Cruzando O Eclipse es un álbum impregnado por los aires de Galicia, desde su grabación en el estudio de Arturo Vaquero en plena montaña lucense, la intervención de músicos como Fran Pérez “Narf” o Miguel Queixas, o la su l melancolía que inspiran sus trece temas cantados en gallego. Pero, ante todo, el disco es una muestra de rock sencillo, aun-

que contundente, basado en una voz profunda bien sustentada por la fuerza de la instrumentación. Entre los cortes presentados destaca la pieza que abre el disco, “Des no”, que cuenta con la colaboración de Fran Pérez “Narf”, y de hecho comparte estribillo con “Onda Soante” del músico silledense. Igualmente destacan las interpretaciones rockeras de “Os Pensamentos Da Estrada”, “Madrugada” o “Luz De Setembro”. También se incluyen algunas propuestas menos convencionales, como los ritmos tribales que aparecen en “Sen Parar” o el aire funk de “Soan As Campás”, que aportan cierta diversidad al repertorio. Brais Morán es un músico que, pese a su juventud, demuestra solidez y parece tener las ideas claras, demostrando profesionalidad y gran madurez personal. No duda en defender sus convicciones ar"s cas por encima de otras consideraciones más enfocadas hacia las “fórmulas del éxito”, aunque en ocasiones sucumbe a ciertos tópicos que están en el subconsciente de cualquiera que haya vivido ac vamente los años más recientes de la música pop. por María Manuela Cor nas

BALKAN REUNION (Barcelona Gipsy Klezmer Orchestra, Satélite K / Diggers Music) Aunque hay grandes talentos representantes de la música de Europa del Este en el ámbito musical, tal vez sea la labor de estudio y recuperación del folclore tradicional de dichas erras llevada a cabo por el compositor nacido en Sarajevo Goran Bregovic la que más ha hecho por abrir ese universo interesante y lleno de mixturas al gran público. Su trabajo en las bandas sonoras de los filmes de Emir Kusturica son ya un paso obligado para todos los interesados en sumergirse en esta tan especial atmósfera. Aun

así, al escuchar este Balkan Reunion me viene a la cabeza una de las secuencias más memorables del largometraje de Radu Mihaileanu tulado El Tren De La Vida –cuya banda sonora también es obra de Bregovic–. En aquella escena, los habitantes del pueblo judío protagonista, que ha fletado un tren en su intento por huir de la invasión nazi, se topan con un grupo de familias gitanas; tras terminar hermanándose en una pitanza nocturna, los músicos de cada con ngente sacan sus instrumentos 11


e intentan alardear de sus tradiciones folclóricas frente a sus compañeros de mesa. Lo que empieza como un duelo musical termina conver do en una ver ginosa mixtura de desarrollos instrumentales que casan a la perfección. Me sen subyugado entonces, y así me siento ahora escuchando este fundamental trabajo de la Barcelona Gipsy Klezmer Oschestra, álbum tomado en directo y que ha hecho que se retrase un poquito más el segundo elepé de estudio del proyecto; un retraso, todo sea dicho, que vale la pena a la vista de los resultados. El conjunto, entre el 2 y el 4 de marzo de 2015, compar ó escena con tres nombres muy a tener en cuenta en esta escena por ser autén cos por-

tentos, verdaderos iconos: la soprano clásica venida de Turquía Nihan Devecioglu, el gran poeta de la música gitana eslovena Vlado Kreslin y Ferus Mustafov, monarca de la música balcánica en lo que al saxofón se refiere. Con este plantel de invitados, unido a la capacidad y compenetración de las filas de la Barcelona Gipsy Klezmer Oschestra, el álbum que da como resultado es una autén ca obra sonora de orfebre, a la par que un tributo a la música heredada por generaciones, hecha de tradición, de pesares y también de alegrías, colmada de verdad. por Sergio Guillén

NIGHT THOUGHTS (Suede, Warner Music) Suede ha esperado a 2016 para publicar su disco Night Thoughts, lanzamiento que hace el número siete en lo que a grabaciones de estudio de refiere. Siete discos, sin contar compilaciones o directos, en vein trés años; cierto, pero no hay que olvidar que los cuatro primeros de esta lista, los que editaron bajo el manto del sello Nude, lograron en su país ventas estratosféricas (Suede, Dog Man Star y el cuarto Head Music alcanzaron el Disco de Oro, mientras el tercero, Coming Up, el de Pla no). Tampoco hay que obviar que esta banda es una de las rara avis que supo mime zar el brit pop de los 90

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con cierto aire glam y bohemio en sus interpretaciones. Para enero de 2014, aproximadamente un año después de que saliese el sexto Bloodsports, Suede ya estaban me dos de lleno en la composición de los temas que terminarían dando forma a este nuevo Night Thoughts. Un disco sin duda ambicioso, al cual se le puede considerar un álbum en toda regla al igual que una banda sonora, pues los británicos han llegado ya a presentarlo en directo –13 y 14 de noviembre de 2015 en el London Roundhouse– junto a una filmación de mismo tulo que, en las ediciones especiales del


C R ´I T I C A S D E D I S C O S CD, aparece como DVD extra. El resultado del nuevo esfuerzo musical de Suede, sin llegar a la brillantez y fulgor crea vo de sus álbumes de los 90, ofrece una muy bien planteada dualidad entre drama smo pausado (“When You

Are Young”) y colosal pop de guitarras puramente suedeianas (“Like Kids”). La banda londinense sigue estando en forma. por Sergio Guillén

Julio Rospir

DE MOLINOS Y GIGANTES (Julio Rospir, Gaser Discos) El segundo disco del madrileño Julio Rospir se presenta como un trabajo de esencia quijotesca –en el mejor sen do de la expresión... ¿acaso puede entenderse de otra manera?)– donde este escritor de canciones se rebela y hace frente a la falsa sensatez imperante en un loco mundo que gotea sin cesar, que a todos nos empapa y a algunos acaba por desbordar. De Molinos Y Gigantes nos presenta a este hidalgo de las seis cuerdas recorriendo las calles de un Madrid de otoño, con las hojas de los árboles entremezclándose por las aceras con los recuerdos y los sueños perdidos de un empo ya pasado; una ciudad a modo de escenario de una obra en la que la nostalgia cederá el paso a nuevas ilusiones que, con el empo, se transformarán ¿irremediablemente? en nuevas viejas decepciones. Referencias explícitas a des lados de alta graduación como Rimbaud y Baudelaire se combinan con influencias de los poetas malditos de la noche Jack Daniel’s y Johnnie Walker. En otras ocasiones las conexiones son más su les. “Quemando Las Horas” ene mucho (a servidor así se lo parece) de aquella “Mala Suerte”, la composición de otros ilus-

tres gatos madrileño-argen nos: Los Rodríguez; incluso creo percibir en este corte cierto acento porteño en la cas za voz de Rospir. El imaginario de Daniel Defoe le sirve a Rospir como base para el corte “Robinson” mientras en “Horas De Oficina” se sirve de un clásico del cine contemporáneo de Clint Eastwood; en este punto, incluso los pos más duros, habrán de reconocernos que el desenlace de Los Puentes de Madison –ella deba éndose interiormente con la mano aferrada a la maneta de la puerta del automóvil mientras él aguarda la decisión bajo la lluvia para terminar esbozando una sonrisa amarga pero llena de comprensión– es de una fuerza incomparable. De Molinos Y Gigantes emplea un sonido principalmente acús co para ves r unas canciones melancólicas, in mistas y –se presume– autobiográficas; y si no son historias vividas por Julio Rospir no nos importa, ya nos encargamos nosotros de vivirlas mientras las escuchamos. por Fat Professor

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NO ME CUENTES TU VIDA (Costas, Warner Music) Miguel Costas siempre va a ser recordado por su exitosa y provechosa etapa en Siniestro Total. Sin embargo, conviene recordar que, aparte de mantener en paralelo una banda llamada Aerolíneas Federales en aquellos años, tras su salida del grupo de Julián Hernández ha desarrollado una carrera con Los Feliz y, de un empo a esta parte, bajo su propio apellido. Si Siniestro Total permanecieron en una con nua mutación es lís ca después de 1994, Miguel Costas pareciera anclado en el sonido de discos como Made In Japan y Sesión Vermú (sí, ya sé que él ya no estaba en este LP). Ningún problema. Costas sigue par endo la pana con su actual banda, descargando pop rock en ocasiones endurecido hacia el punk (“Sálvame”, “Old, Wild & Free”), el hard rock o el grunge (“Tal Para Cual”). Pop cañero o power pop (Cheap Trick viene a la cabeza en ocasiones) con toneladas de retranca, podríamos decir. Costas sigue mostrando un notable cuidado por los detalles. Por ejemplo, me cuesta creer que el riff de guitarra que aparece hacia la mitad de “Carne De Cañón” no sea un críp co homenaje

al recientemente fallecido Lemmy por su similitud con uno de “Ace Of Spades”, por no decir que la entrada del tema es puro Motörhead. Lo dicho, me cuesta creer que sea casualidad, pero a lo mejor es cosa mía. Tampoco pienso que sea casualidad que “De Palisandro” suene a AC/DC por los cuatro costados. Las influencias enen que salir por algún lado, y Costas siempre sabe sacarles el mejor resultado. Musicalmente el disco es todo un triunfo, rock guitarrero sin tonterías. En cuanto al contenido de las letras, éste es doblemente genial, empezando por el cachondo "tulo del álbum y terminando por el humor que siempre está presente en las canciones. Muy buen trabajo perfectamente indicado para rockeros que necesiten de vez en cuando volver a lo básico. Y ya si después de escuchar este disco uno se pone a inves gar en la trayectoria de Los Feliz (grupo olvidado y totalmente reivindicable), miel sobre hojuelas. por Andrés Puente

DESTELLOS DE OSCURIDAD (Mar De Fondo, Rock CD Records) Dos textos narrados con una voz en off sobre el rugido de un mar de fondo, a modo de prólogo y epílogo, enmarcan los ocho cortes que conforman el debut del coruñés Jesús Suárez al frente del proyecto que lidera bajo el nombre de –precisamente– Mar de Fondo, término que el diccionario nos define como agitación de las aguas del mar propagada desde el interior y que en forma atenuada alcanza los lugares próximos a la costa. J.V. Foix escribía aquello de és quan dormo que hi veig clar (es cuando duermo que veo a las claras); Suárez, por su parte, canta en el tema que da nom14

bre al álbum: «Parece que ya empiezo a entender ese hueco que la oscuridad encontró en mis ojos». Este disco parece surgir de la necesidad imperiosa de un joven en plasmar en canciones aquellos nuevos sen mientos, experiencias y sensaciones que le abordan en un determinado momento de su vida –como les ocurre a todos aquellos que se lanzan a la aventura de componer y grabar un disco pero, tal vez en el caso de Suárez, de forma un poco más acusada si cabe–. Sen mientos que se agitan violentamente en el interior de un músico y los propaga hacia el exterior alcanzándonos a todos


C R ´I T I C A S D E D I S C O S los que nos encontramos en las proximidades portando su disco entre las manos. Los temas de estos Destellos De Oscuridad los ha compuesto el propio Suárez (voz) y han sido producidos y arreglados por Iago Blanco (batería) y Miguel Thomas (guitarra y bajo), dos de los maestros que han guiado al ar!sta en el terreno instrumental y han dado salida a sus inquietudes musicales y a su pasión por el rock. Nos encontramos con unos ritmos y unos solos de rock tan de libro como bien ejecutados, preferen-

temente eléctrico aunque con algunos interludios más pausados de corte acús!co. Treinta minutos, breves pero atronadores e iluminadores, como esas tormentas con aparato eléctrico en la que un rayo ilumina la completa oscuridad reinante en el cielo; se ha hecho el silencio por un instante pero tú ya sabes que el trueno sucede al rayo y, efec!vamente, el silencio se rompe estruendosamente. por Fat Professor

CHASE ACROSS ORION (Outer Space, Tucxone Records) ¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que suena en el equipo de música de una nave Anunnaki? Querida amiga, admirado amigo, estáis de suerte, me ha llegado un chivatazo cien por cien fiable desde Homey Airport, un secreto a voces que no han podido ocultar los trabajadores de Groom Lake... Sí, efec!vamente, del Área 51. Pues, por lo que parece, en las listas musicales más selectas de los viajes interestelares es el elepé Chase Across Orion la banda sonora perfecta, las composiciones compañeras para todo starman que se precie de cabalgar las galaxias. Outer Space, por medio de un álbum de ocho piezas fijas y dos extras que redondean la decena de

cortes, escapan de Centaurus A para alcanzar la entrada al Quasar y, de paso, mostrarnos su incues!onable talento para ejecutar creaciones que pasan por el filtro de lo retro su querencia por el funk, el afrobeat o el jazz más étnico y con regusto a ese groove que tan de moda está hoy en día en las soirees más chic del otro lado de la constelación Andrómeda. Una ventana que, desde tu casa, y sólo con dar al play en tu reproductor, se abrirá al Universo. Chase Across Orion es por tanto un pase vip, una invitación para que inicies un excitante trayecto más allá de lo conocido. por Sergio Guillén

Outer Space 15


PATIENCE (The Fire Tornados, Wild Lion Records) El panorama musical underground en Zaragoza parece estar viviendo un momento especialmente dulce en los úl!mos !empos con el auge de una nueva hornada de bandas de es!los muy diferentes, como Los Bengala, The Faith Keepers, Calavera, My Expansive Awareness, Sheriff, Grupo De Inventores, Gabriel Y Vencerás, Nosequé Y Los Catalí!cos, Kim Fas!cks, etcétera, que han trascendido más allá de las !erras aragonesas. Una buena representación de los músicos ar#fices de este éxito se reúnen en la banda The Fire Tornados. Ellos son Guillermo Sinnerman (Los Bengala, The Faith Keepers), Juan Gracia (My Expansive Awareness, Stabilito, Delirium Tremens), Jaime Comet (Victorious Fleet Commanders) y Alberto Solobera (Almas Mudas, Globo). También formaba parte de la banda Guillermo Esteban (de Pa!ne%es, Stabilito). Reconocen que han tenido que armarse de paciencia para sacar a la luz este primer LP a pesar de los contra!empos sufridos –cambios de nombre y de formación incluidos– desde sus inicios allá por 2013, cuando se hacían llamar Maybe Boom. El sello Wild Lion Records, fundado por el propio Guillermo Sinnerman, también ha contribuido al despegue de algunas bandas de su ciudad.

El álbum con!ene nueve temas cantados en inglés, en los que predomina el sonido crudo y simple del rock de garaje, que en ocasiones refleja pinceladas de blues y otras veces puede aproximarse al hard rock. En muchos de los cortes destacan unos contundentes riffs de guitarra que aportan personalidad a la obra. Dentro de estas premisas encontramos diferentes ejecuciones, que van desde la potencia desatada de “Throw It Away” y “Out Of Control” a las melodías más afables de “I Know What I Want” o “No Way”. En “For That Woman”, la voz de Raquel Povar aporta un llama!vo contraste. Las propuestas incluidas en este primer trabajo discográfico de The Fire Tornados se salen de las expresiones más convencionales de la escena alterna!va en la que se integran, lo que aporta dis!nción y personalidad propia a la banda. Podemos escuchar un sonido áspero, próximo al directo, que es uno de los puntos fuertes del grupo. El disco es muy recomendable para todos aquellos que disfrutan con las expresiones del rock caracterizadas por la distorsión y la alta densidad sonora. por María Manuela Cor nas

MOON CABARET ROOMS (Tucan Morgan, Autoeditado) Tras un lustro de andadura y dos EPs ‒Tucan Morgan (2010) y Scary Folios (2012)‒, los madrileños Tucan Morgan editan su primer largo. Durante este !empo han pasado de ser un dúo formado por So*a Comas y Carlos Ramos a contar con una banda completa en la que se integran Gonzalo Rivas al bajo y Juan Manuel Padilla a la batería. El cambio de formación también aporta un nuevo sonido, aunque la guitarra de Carlos y, sobre todo, la voz de So*a, 16

siguen siendo piezas claves y dis!n!vas. Moon Cabaret Rooms ha sido grabado en los estudios Subsonic y producido por Charlie Bau!sta ‒que también ha trabajado con Russian Red, Chris!na Rosenvinge o Jero Romero‒. El primer tema del LP, “All Is Going Well”, fue promocionado como adelanto, aunque no es precisamente lo mejor del disco pese a su melodía pegadiza y bailable. También podemos encontrar ritmos más


C R ´I T I C A S D E D I S C O S tranquilos, pero que alcanzan mayor expresividad, basada en el protagonismo vocal, como en “Foolish Bird”, o con la sencillez piano-vocal de “Ten”. Sin embargo, la pieza que más llama la atención es “Ghosts”, en la que una interpretación muy sen da de So a y una instrumentación destacable se combinan para resultar en una pieza altamente equilibrada y evocadora. Estamos ante un disco ecléc co y complejo de clasificar, que con ene una música cercana a las nue-

vas vanguardias urbanas de inspiración tradicional. Por momentos se a sban caracterís cas de las evoluciones electrónicas y experimentales de los géneros que enen sus raíces en el r&b, concretamente eso que se ha dado en llamar r&b alterna vo, y que se iden fica con intérpretes como Kelela, NAO o FKA Twigs. Puede ser muy del agrado de sibaritas de la música. por María Manuela Cor nas

Tucan Morgan

RIGHT ON TIME (Flamingo Tours, A-Wamba Records) Robert Mitchum por fin se ha animado y ha decidido abrir un ki bar a imagen y semejanza del que salía en la portada de su LP Calypso Is Like So. Sin embargo, y en contra de lo previsto, no ha sido Harry Belafonte el llamado a tocar en la inauguración del garito, pues Screaming Lord Sutch ya tenía puesto frente a las narices un contrato de exclusividad escrito por la mano firme Mitchum y que, por supuesto, no dudó en firmar. Y en el citado bar toca el cantante con su banda de calaveras canciones de ultratumba a ritmo de rock and roll, mientras otro Screamin’, en este caso Jay Hawkins, y Eddie Cochran, el muchacho prodigio que se quedó en los 21 para toda la eternidad, guiñan un ojo

a Lula Marie!a McCleland, más conocida como Lula Reed, que exclama al escuchar una versión de “What Makes You So Cold” por el hilo musical: «¡Ésta es mía!». Freddie King asiente desde una esquina y comienza a silbar “You Can’t Hide”. Steve McQueen da un úl mo trago a su copa y repite la letra de “Racing Monsters”. Escenas de un soñado club con forma de coctelera, coctelera que se agita a diez manos, las de Myriam Swanson, Jordi Mena, Jorge Rebenaque, Lere Mases y Salva Suau, y que es un delicioso micro universo retro de rockabilly, r&b y rock and roll. Perfectamente en su punto. por Sergio Guillén 17


EL TUBO ELÁSTICO (El Tubo Elástico, Autoeditado) Hacer música instrumental en España supone todo un reto si pretendes vivir de ello. Y ya si hablamos de es los experimentales o progresivos, casi que te puedes ir olvidando. Sin embargo, un grupo como Toundra está demostrando que no todo está perdido en este sen do, y si la escena fuese justa y homogénea una banda cual El Tubo Elás co debería correr una suerte similar. El Tubo Elás co es un cuarteto procedente de la localidad gaditana de Jerez de la Frontera, y ha cuajado un disco de debut realmente fantás co. Muy bien producido e interpretado, El Tubo Elás co compendia siete largas piezas que harán las delicias de todos los amantes del rock progresivo y es los afines. Música cerebral y al mismo empo emocional que busca en la neo psicodelia de unos Ozric Tentacles los cimientos, en los King Crimson de los 90 en adelante los pilares y en el post-rock

el cemento que dan forma al sólido edificio levantado por El Tubo Elás co en este trabajo. Se trata de temas decididamente complejos y elaborados, aunque no por ello emi dos desde una cumbre inalcanzable para el oyente. Como cualquier obra de este es lo, El Tubo Elás co requiere atención, implicación por parte del receptor, y quizá esto sea demasiado pedir en una sociedad que parece requerir productos mas cados y suavizados. Probablemente por ello estos cuatro pos enen que autoeditarse su disco, un álbum verdaderamente fantás co. Afortunadamente, sabemos que muchos los lectores de Renacer Eléctrico Music Magazine no dejarán pasar la ocasión de disfrutar de este álbum. por Andrés Puente

MUNDOS PARA LELOS (Prozack, Flor Y Nata Records) Prozack es un grupo de rock alterna vo formado a finales de 2013 en Sant Sadurní d’Anoia –no confundir con el gallego Juan Carlos Ordóñez, también conocido como Prozack en la escena techno–. En el caso de los saturnienses, el nombre de la banda bien podría ser un homenaje al cantante de Rage Against The Machine, ya que reconocen su admiración a la banda californiana, así como hacia otros representantes de diferentes expresiones del rock alterna vo anglosajón en la década de los noventa. Mundos Para Lelos es el primer disco que publican, tras un duro trabajo al más puro es lo “hazlo tú mismo” y gracias al éxito de una campaña de crowdfunding. El LP está conformado por diez piezas que crean una amalgama de sonidos inspirados en diferentes 18

subes los del rock alterna vo, desde el grunge al stoner, pero siempre mediante su par cular forma de interpretación. También se dis nguen por su lírica cargada de rabia, expresada en castellano. Predominan temas altamente contundentes en cuanto a letra y música, tales como “Lobos En Tu Césped”, con su brío guitarrero y su peculiar interpretación vocal, o “Solo Sonreír”, más próximo al grunge. Pero también podemos encontrar algún corte más sosegado, como “En Llamas”. Estamos ante un disco que encantará a los amantes del sonido sucio y la distorsión, sobre todo a nostálgicos del fenómeno que inspiró musical y socialmente a muchos jóvenes de erras lejanas dos décadas atrás. Eso sí, los seguidores más acérrimos de Queens


C R ´I T I C A S D E D I S C O S Of The Stone Age, o incluso de Nirvana, corren el riesgo de necesitar Prozac (fluoxe na) o Prozack (planta “medicinal”) para calmar su agitación tras

escuchar Mundos Para Lelos. por María Manuela Cor nas

Reciclaje

ANTES DE QUE LLEGUE (Reciclaje, Red Beard Records) Si pensamos en un dúo de músicos que tras pasar por diversas formaciones decide montar una banda de rock directo, algo canalla y con estribillos y melodías pegadizas nos puede venir a la mente rápidamente el nombre de, por ejemplo, aquellos primeros Pereza; y es que, no en vano, la banda de la que vamos a hablar ha acompañado en directo a Sidecars ‒como es bien sabido, una formación hermanada con el otrora dúo Leiva-Pozo‒ y que, además, cuenta con la par"cipación del propio Manu Solís en la grabación del disco que ahora nos ocupa. Reciclaje es la banda de los canarios Quino Mar#nez (voces, guitarra y batería) y Ángel Quintana (voces y guitarras) que, tras publicar un EP acús"co, lanza Antes De Que Llegue. Se trata éste de un LP que apuesta por el rock eléctrico ya desde el corte que lo abre y le da nombre; aquí los aficionados al rock de corte clásico y sus es"los adyacentes

disfrutarán de lo lindo. Algunos ejemplos: “Mente Fría” homenajea al rock de los años 50, “Cielo Color Marrón” se presenta como un country campero acús"co, “Fulminante” "ene aires de soul, “Como Lo Quieres” es un blues cortante y afilado con el uso del precep"vo slide. Entre las colaboraciones del álbum encontramos las de Carolina Valido, Ignacio Khoury y el ya citado Manu Solís en el medio "empo “Nada Será Igual”, uno de los cortes más atrac"vos de la docena de temas que Reciclaje nos proponen. Dos voces alternándose y combinándose en un repertorio ameno, encendido y enérgico donde las guitarras apenas si te darán tregua antes de que llegue el amanecer y te sorprenda apostado en la barra de algún bar. por Fat Professor

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THE ASTONISHING (Dream Theater, Roadrunner Records) «La gente simplemente no ene empo para la música y a nadie parece importarle». Esta es una de las frases que componen la letra de “The Gi Of Music”, primer single del más que ambicioso nuevo trabajo de los estadounidenses Dream Theater. Pareciera que se refieren a la actualidad, pero en realidad hablan del futuro distópico dibujado en esta ópera de metal progresivo. A tal afirmación yo respondería que todavía quedamos muchos en este mundo que nos preocupamos por la música, pero desde luego si uno se ene que enfrentar a una obra de este calibre hay que echarle paciencia y horas. Más de dos horas de ciencia-ficción hecha música progresiva. Si hasta ahora pocos se han atrevido a encarar un reto así es por algo. Es muy di"cil mantener la atención de alguien, incluso el mayor melómano de este viejo planeta, durante ese empo. De hecho, sólo hace falta pensar un poco para descubrir que todas (o casi todas, no vaya a haber alguno que me salga con un disco muy concreto; de hecho ellos mismos lo lograron en un álbum como Metropolis Pt. 2: Scenes From A Memory) las grandes obras maestras del rock progresivo son traba-

Dream Theater 20

jos que no llegan a la hora de duración. Pues bien, ahora llega Dream Theater para echar por erra la norma no escrita. Yo diría que lo intentan, pero no lo logran. The Astonishing es un trabajo pantagruélico, casi producto de megalómanos, que una vez más va a dividir a los seguidores de la banda. Aquí hay muy buena música, no cabe duda, y el grupo pone toda la carne en el asador, haciéndose acompañar de la Orquesta Sinfónica de Praga y hasta tres coros en muchos de los temas que lo conforman. Sin embargo, es un desa"o al alcance de muy pocos escuchar los dos CDs seguidos. Aquí hay de todo (baladas, marchas militares, himnos, guiños a los grupos progresivos de los 70 y hasta una especie de tango metalero en “Lord Nafaryus”) y todo trabaja para imbuir al oyente en la historia que se cuenta, pero finalmente la cosa resulta tan abrumadora que uno siente que de un momento a otro se le va a caer la torre encima y le va a aplastar de manera inmisericorde. La estructura de The Astonishing busca claramente un efecto cinematográfico, con numerosos interludios y copiosos leitmo!vs asignados a cada uno de los personajes de la narración, y es una tarea que


C R ´I T I C A S D E D I S C O S sin duda se agradece en unos empos tan “fofos” en lo musical como los que nos toca vivir ahora mismo, pero encuentro de locos el pensar que alguien fuera del núcleo más duro de fans de la banda va a sentarse durante más de dos horas a prestar a esta obra toda la atención que se merece. Si ya Six Degrees Of Inner Turbulence (2002), con sus casi cien minutos de duración, era di!cil de escuchar de una sentada, imagínense The Astonishing. Y esto lo dice alguien que lleva siguiendo con interés la carrera de este grupo desde hace unos veinte años.

La grandiosidad de la obra solamente es comparable a lo farragoso de su contenido. Sinceramente, creo que Dream Theater deberían replantearse exactamente hacia dónde quieren dirigir su trayectoria. Porque, como decía aquel anuncio, la potencia sin control no sirve de nada. ¿Meterse en este berenjenal te hace mejor músico? Mi respuesta es que no necesariamente. por Andrés Puente

GET ELECTRIFIED! (The Electric Alley, Autoeditado) The Electric Alley representan la energía del hard rock de alto octanaje, pero no ése que sirve para escuchar un rato y después pasar a otra cosa como si de un sonoro chicle se tratase. Estoy hablando de una banda que, en un mundo donde la jus cia musical fuese algo más que una suerte de eterna y domes cada Operación Triunfo, tendría que estar llenando salas, llenando páginas de revistas musicales y preparando giras junto a lo más granado del rock internacional. Y no, no vienen de Sacramento ni de Florida; estos gaditanos han salido de uno de los puntos más alejados del universo rock en este planeta, aunque úl mamente Andalucía me está sorprendiendo gratamente. Personalmente doy gracias esta vez a la diosa Fortuna porque esto sea así y por mo vos meramente egoístas: los tengo a ro de piedra. Con su primer disco, Backward States Of Society, uno podía intuir esperanzadoramente que había madera suficiente para quemar muchas noches de fiesta, rock and roll, cerveza y bourbon. Las influencias se encontraban aún deslavazadas pero la base parecía estar bien asentada sobre sólidos pilares. Con este nuevo disco encontramos que no había lugar para los equívocos, ya que muestra un equilibrio perfecto entre lo que se pretende y lo que se consigue. ¿Y qué se consigue? Pues que nos enteremos de una puñetera vez que para hacer hard rock del bueno, las bandas, vengan de donde vengan, salgan del local que salgan, enen que haber mamado mucho de aquellas formaciones que en la

década de los 70 pusieron sus Marshall a tope de potencia y rasgaron con pasión los trastes de los más les de sus Les Paul, siempre sin perder la perspec va de que todo esto había nacido del blues, esa música surgida de una mezcla de desesperación y esperanza, a partes iguales, que la población negra inoculó sin opción de vuelta atrás a la cultura musical que nos hace mover el culo todavía casi un siglo después. Somos blanquitos, pero tenemos el alma negra, muy negra. Tesla, The Black Crowes o Rival Sons pudieran servirnos como compara vos actos reflejos a la hora de encuadrarlos, pero eso sería poco justo por nuestra parte, porque antes de esas bandas citadas ya exis eron unos Bad Company, unos Led Zeppelin o unos Humble Pie, y The Electric Alley se han escuchado sus discogra!as hasta sangrarles los oídos. No tendríamos que apostar mucho por ello. ¿Qué quieres incendiar la casa? No enes más que poner a tope “Get Electrified!”, “No Reserva ons”, “Go” o “Last La%er” y no quedará un ladrillo sobre otro; pero si lo que deseas es abrasarte desde el interior a fuego lento, has de escuchar “Can We Have Some Love Between Us?”, “Eagles Fly Solo” o “Live While You’re Alive” hasta que tu alma se convierta en una humeante ceniza. Hard rock, blues y soul mezclados en una electrificada coctelera. Eso es lo que es Get Electrified! Recomendarte este disco sería decir poco por mi parte: listen or die. por Julio L. Tecglen 21


Wendy 0 Williams y Plasmatics Porno, mentiras y cintas de vídeo El 6 de Abril de 1998 Wendy O. Williams, la que fuera vocalista de la banda de freak punk los Plasma!cs, aparecía muerta por un disparo de bala. La ar!sta había decidido suicidarse y eso es lo que intentaba explicar en la carta que dejó escrita. “El acto de quitarme la vida no es algo que decida hacer a la ligera. No creo que nadie se quite la vida sin antes haberlo reflexionado profundamente durante un largo periodo de !empo. De todas formas, estoy convencida que el derecho a poder hacerlo es uno de los derechos fundamentales que alguien puede llegar a tener en una sociedad libre. Pienso que la mayoría de lo que hace el mundo no !ene ningún sen!do, pero el sen!miento con respecto a lo que estoy haciendo suena alto y claro en el interior del oído, en un lugar en el que no hay nadie, sólo la calma. Amor eterno, Wendy”, decía dicha misiva. Wendy desaparecía con sólo treinta y ocho años, dejando tras ella a su madre y a dos hermanas. Su historia había terminado, empezaba la leyenda. Erase una vez... los Plasma cs Wendy Orleans Williams nació en Rochester, Nueva York, en 1949. En su juventud ya tenía claro que quería ser ar!sta, por esta razón empezó a tomar clases de baile y claque. De hecho, cuando tenía seis años debutó en la televisión en un programa sobre esta disciplina. Por aquella época Wendy vivía en Webster, un suburbio de Rochester, y acudía la escuela R. L. Thomas High. Su paso por dicha ins!tución no fue un camino de rosas para ella, así que desencantada con el sistema educa!vo decide abandonar las aulas alrededor del Décimo 22

Grado. Llegado este momento, y deseando alejarse de unos padres que no podían comprenderla, rompe con todo y decide marcharse de casa. Su an!pa#a hacia su padre, un periodista de Alabama, y su madre, una mujer de clase media de Nueva York, la hacen escaparse a Europa. Esto le servirá para ver mundo y abrir su mente, algo que acabaría de rematar con su vuelta a Nueva York. En 1978 nos encontramos con una Wendy que trabaja haciendo shows sexuales y con cierto contenido pornográfico para Captain Kink. Este apodo pertenecía a Rod Swenson, un promotor con sueños de divo al que se acabó denominando como un “an! ar!sta radical”. En sus delirios de grandeza decidió que su próxima meta era dar vida a una banda de música, un grupo en el que él llevaría la batuta y el resto seguirían sus deseos. Un paso más en sus obsesiones sexuales. Y así es, ya que Plasma!cs nacieron como una formación que llevaba mucho más allá el shock rock, de hecho sus espectáculos estaban bastante más cercanos a la agresión visual por parte de intensas demostraciones sexuales. Y para Rod la única reina que podría llevar esto hasta el final era Wendy O. Alrededor de la nueva cantante, Swenson reclutó a tres músicos más para poder cerrar así su proyecto sonoro. El guitarrista Richie Sto%s, el bajista O. Chosei Funabara y el batería Stu Deutsch... acababan de nacer Plasma!cs. Con este cuarteto inicial, y sin salirnos de 1978, Plasma!cs se ponen en marcha y empiezan a tocar en los garitos de moda dentro del movimiento underground neoyorquino. Así es como en ese


REPORTAJE ESPECIAL

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mismo año aparece un 7’’ con su single presentación “Butcher Baby”, al que acompañan dos temas extraídos de su directo en el CBGB´s: “Fast Food Service” y “Concrete Shoes”. Ya entrados en 1979, y con la incorporación al combo del guitarra rítmica Wes Beech, los chicos publican nuevos singles y un EP que empezaría a sonar fuerte y a golpear los basamentos del punk emergente en Nueva York. En otro 7’’ meten tres composiciones, cortes que ya dejaban bastante claro de lo que iba la agrupación. Gracias a estas composiciones (la !tánica versión de “Dream Lover”, “Corrup!on” y “Want You Baby”) y a las que aparecieron en su EP Meet The Plasma!cs, Rod Swenson ya había creado un nombre en la escena musical underground y consigue sin muchos problemas que fuera aceptado por sus contemporáneos. Y así es como llegan Plasma!cs a 1980, con una fama –ganada sobre todo por sus impactantes puestas en escena– que pedía a gritos un primer álbum. El sello S!ff America Records, que ya les publicase un año antes su 7’’, se atreve con el reto y auspician bajo su manto la carta de presentación del grupo en forma de larga duración: New Hope For The Wretched. Pero no podemos seguir hablando de Plasma!cs sin hacer referencia concreta a sus canciones. Desde sus inicios siempre hubo un nombre tras la composición de las mismas, y ese nombre no podía ser otro que el de Rod Swenson. El padre del invento se dejaba ayudar por algunos de los miembros de la banda, en especial por Richie Sto#s y Wes Beech, para dar vida a verdaderas odas sexuales de letras explicitas que no pasaban de los tres minutos de duración. Aun así, uno de los primeros grandes éxitos de Wendy O. Williams con Plasma!cs llegó con su versión del clásico de Bobby Darin “Dream Lover”. Este cover venía coleando desde 1979, y en su debut discográfico no querían dejar pasar la oportunidad de volverlo a incluir. La fuerza rockanrolera que desprendía la base del corte mezclada con la rabia y velocidad punk con la que lo remataba la banda consiguió conver!rlo en su seña de iden!ficación. Además, en este New Hope For The Wretched tampoco faltaban sus guiños a lo estrafalario y delirante: “Tight Black Pants”, “Living Dead” y “Some!mes I” son buena muestra de ello. Si a esto le añadimos unos conciertos llenos de pornogra%a, in!midación y mucha ac!tud destruc!va sobre las tablas, la bomba acaba estallando. Los discos de Plasma!cs se siguieron de24

sarrollando bajo este velo tan curioso. Unos más oscuros que otros, algunos más brutales de lo esperado, pero siempre manteniendo la marca de la casa... la marca de Wendy O. Williams. Así es como a su primer disco le seguirían otros cuatro que también darían tema para rato. S!ff America Records les publicaría sus dos siguientes redondos, Beyond The Valley Of 1984 y Metal Priestess (que llegaría a salir con portadas alterna!vas), ambos en 1981. Pero será un año después cuando las cosas parecen cuajar defini!vamente para el grupo: Capitol Records les cogen como miembros de su escudería, les ponen en la calle su nuevo Coup d´Etat y hasta graban un 7’’ conjunto con los mismísimos Motörhead. Este interesante trabajo, !tulado genéricamente Wendy and Lemmy (Motörhead and Plasma!cs), contenía tres curiosidades que todavía hoy son verdaderas joyas de coleccionistas. En la cara A del disco nos topamos con una versión del “Stand By Your Man” de Tammy Wyne#e a cargo de Wendy y Lemmy y, como es lógico, pasado por la trituradora visión musical de ambos. Y en la cara B nos encontramos los clásicos guiños, es decir, Plasma!cs haciendo el “No Class” de Motörhead y, para no ser menos, Lemmy y sus huestes descargando el “Masterplan” de los chicos de Mrs. Williams. Wendy contra el mundo Pero, como viene siendo habitual en esta clase de formaciones en las que el líder se convierte en el único estandarte visible de la agrupación, a Wendy se le ofrece un nuevo comienzo aunque, claro está, en solitario. Así es como nuestra protagonista se desmarca en 1984 con su iniciá!co WOW, una obra sonora en la que contaría con unos padrinos de excepción. La banda más caliente del mundo se ofrece a par!cipar en el proyecto, así que, además de encontrarnos con el plás!co producido por el mismísimo Gene Simmons, los componentes de Kiss ponen sus instrumentos al servicio de Wendy en algún que otro tema. A par!r de ahora, y aunque no se olvida de sus raíces, la vocalista se acerca más al hard rock. En 1985 publica un EP en directo con tres cortes muy destacados. El trabajo era Fuck ´N Roll y esas tres perlas del rock sucio y agresivo llevaban por &tulo “Fuck ´N Roll”, “Ain´t None Of Your Business” y “Bump And Grind”. Tendremos que saltar un año para toparnos con el que significará el úl!mo legado oficial de Wendy O. Williams como tal, ya que Kommander Of Kaos será su defini!vo larga duración.


REPORTAJE ESPECIAL

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REPORTAJE ESPECIAL El úl mo intento de echar algo de luz sobre la historia de los Plasma cs se realizó en 1987, momento en el que se pone a la venta en las endas la más delirante hazaña del combo: Maggots: The Record (Ninth Anniversary Album)... Y es que este compendio de canciones no era un álbum al uso, su significado se acercaba al de la ópera rock con un argumento cercano al de las películas de serie B. El disco en cues ón, que contenía en su grueso siete cortes, poseía también un diálogo que a lo largo del mismo nos narraba la terrible historia de unos gigantes gusanos mutantes que poco a poco estaban devorando el planeta. Aquí ponemos el punto final a estos Plasma cs, pero no a la vida de Wendy O., su polifacé ca frontwoman.

De todas formas los seguidores de Wendy y Plasma cs todavía tendrían alguna oportunidad más para disfrutar de sus estrellas favoritas. El que fuera mano derecha de Williams en Plasma cs, Richie Sto#s, realiza varios cameos en dos películas de los 80: Slamdance, en la que Tom Hulce aparece como protagonista principal, y Nine ½ Weeks, el clásico film eró co en el que Kim Basinger y Mickey Rourke desatan todas sus fantasías sexuales. Y por úl mo nos comemos a la banda al completo en los finales veinte segundos de Young Doctors In Love realizando, como se puede deducir por su duración, un mínimo cameo en esta película del director Garry Marshall.

La estrella más caliente del celuloide Wendy no perdió el empo a lo largo de su vida, así que tampoco dejó pasar la oportunidad de flirtear con las cámaras. Su primera incursión llegó en 1979, año en el que par cipa en el film pornográfico Candy Goes To Hollywood (en cuyos minutos se atreve a realizar una parodia porno del ya clásico Gong Show). Esta cinta era la segunda parte de una caó ca y más bien corta de presupuesto The Ero"cs Adventures Of Candy, que un año antes había rodado el mismo Gail Palmer. Pero si queremos hablar de la primera película con algo de proyección y con cierto nombre, debemos saltar hasta 1986. Reform School Girls será el autén co salto a la gran pantalla, una historia con más peso aunque no faltan los ramalazos sexuales y alguna que otra escena de alto contenido eró co. Dirigida por Tom DeSimone, este paseo por el nuevo rostro de Wendy nos presenta a una joven, Charlie Chambliss, que es recluida en un reformatorio para mujeres. Aquí DeSimone recupera en cierta medida la temá ca ya usada en su Prison Girls del 72. Para encontrarnos por úl ma vez con Wendy O. en un largometraje, ya tenemos que viajar hasta 1990. Llegados a este punto nos toparemos con nuestra protagonista conver da en Butch, uno de los pocos personajes curiosos de la olvidable Pucker Up And Bark Like A Dog. Un cinta bastante sosa que salió de las manos del inexperto Paul S. Parco. Este director, que no dirigía una cinta para la gran pantalla desde 1978 con su thriller Deadly Alliance, llega con esta nueva obra a rozar los límites de lo reprochable. 27


La sartén, el fogón y Chicote... de pesadilla en pesadilla Pesadilla En La Cocina ha calado en el público español, y no sólo en los que tenemos alma de chef o disfrutamos pasando horas entre fogones; los televidentes, casi en masa, se han reunido, semana tras semana, frente a la pequeña pantalla para ver a Chicote, a Alberto Chicote, enmendarle la plana a tanto y tanto dejado o pasota de la restauración culinaria, a tanto criminal contra la salud pública. No somos pocos los que ya seguíamos al escocés Gordon Ramsey en el formato original de este mismo espacio, pero lo cierto es que Alberto ha llegado a un grupo mayor de adeptos. No sé muy bien si es por la sencilla razón de que a la gente le gusta saber si al final, aquella noche que llegó con cagalera al hogar, fue por culpa de una simple indiges"ón por hartarse a comer a deshoras o simple y llanamente porque le habían envenenado a base de recetas pergeñadas en cocinas pobladas por ratas, insectos, colillas y grasa a manos llenas. Reconozco que el es"lo televisivo de Chicote "ene su encanto, aunque los programas de Ramsey siguen estando mejor estructurados. Las líneas son las mismas, pero la verdad es que el "ming, que dicen por aquellas "erras, de cada pieza o segmento está resuelto con mayor veracidad en la versión extranjera. En la de aquí, la presentación, esa suerte de introducción al restaurante a salvar, la puesta en antecedentes, es perfecta. Ahora bien, cuando el chef Alberto ya ha colocado a todos en su si"o y les ha mostrado las nuevas directrices en un sí o sí para salir del agujero, la resolución de los problemas se produce en pocos minutos a lo largo de una cena que parece extremadamente fantás"ca, un servicio que comienza fatal, acumulándose los platos, llamado al desastre, y que en pocos segundos se despeja por el ilusionismo de las hadas, los gnomos o –quién sabe– unos adláteres de Chicote que, al igual que ayudan a los dueños reformando el local en cues"ón, quién sabe si no les hacen tabula rasa en el momento de tensión y les montan los platos a los damnificados para salir bien en la tele. De hecho, es normal ver en estas manducas nocturnas a crí"cos culinarios invitados que, cuando les traen los aperi"vos y los primeros 28

aseguran que son flojos, por no decir una mierda pinchada en un palo, para un plato después reconocer y ensalzar la pitanza al completo como de capricho de dioses. Nada convincente, ¿no es cierto? Pero lo que más me llamaba la atención, lo que me tenía maravillado es el momento en el que, una vez reconocidos los errores de los dueños y chefs residentes en el establecimiento escogido por Pesadilla En La Cocina para ser visitado y tocado con la varita del éxito, Chicote muestra y da a probar una selección de platos que ha creado para la nueva carta. Algunas de esas especialidades "enen sus buenos bemoles, ocultando en su elaboración recetas complicadas de sacar adelante si no eres un experto con base de años; incluso las que son más “normalitas” necesitan de un toque experimentado, de alguien que en"enda los "empos de cocción, de fritura, el hechopoco hecho-crudo-sangrante, que sepa que usar las especias o salpimentar "ene su arte si se quiere llegar a algo sublime. Y esto se lo ofrecen a gente como la cocinera de El Castro De Lugo, en Tetuán, Madrid, una persona que era todo menos profesional, una individua que dudosamente te podría hacer una simple tor"lla francesa. El propio Alberto, viendo cómo estaba el percal, se le escapó la primera arcada en la misma cocina del local, para acto seguido salir de estampida rumbo a los aseos a vomitar. A día de hoy El Castro De Lugo ha cerrado sus puertas, al igual que el Da Vinci de Moraira, Alicante, pues Chicote puede parecer Papá Noel con tanto y tanto regalo pero no es Dynamo, por lo que la magia la deben hacer los propios dueños una vez el chef les pone las pilas. Pero claro, no todos "enen la capacidad, el empeño, el equipo y los arrestos para "rar del carro cobrando conciencia de la importancia capital que ello conlleva para sus vidas en un futuro inmediato. por Sergio Guillén


TELEVISIO ´ N ´A C I D A

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CINE

A C R E U T E D A T L E U V A L , D C I H T O G DERANGE N A C DEL AMERI

por Andrés Puente

Pocas veces los fotogramas de un rollo de celuloide han logrado captar la esencia de la locura de una manera más cruda que como este olvidado tulo del American Gothic. Deranged (1974) cuenta a grandes rasgos la misma historia que La matanza de Texas (esto es, las barrabasadas perpetradas por el asesino Ed Gein), aunque de una manera más enfermiza si cabe que el largometraje de Tobe Hooper. Lo más curioso del asunto es que Deranged fue es-

más pasado de rosca. Horrores que, para el espectador de hoy en día, quizá no impresionen de una forma visual tanto como en el momento de su estreno pero que siguen impactando por su violencia psicológica. Al igual que en Psicosis, la figura de la madre represiva y castradora es fundamental en el origen y desarrollo de la locura de Ezra Cobb, tal y como subraya la secuencia inicial en la que la señora Cobb

trenada en Estados Unidos ocho meses antes. Los escasamente prolíficos Jeff Gillen y Alan Ormsby condensan a lo largo de los 82 minutos de este film una atmósfera decrépita, polvorienta y casi maloliente que toma cuerpo en la figura del actor Roberts Blossom, perfecto para su papel del psicópata y necrófilo Ezra Cobb. A lo largo de toda la película se llega a respirar un aire viciado gracias a una de las fotogra#as más sucias que se hayan podido contemplar en el cine estadounidense y a las retorcidas escenas planteadas por el guión de Alan Ormsby. Es notorio descubrir cómo algún que otro segmento parece prác$camente copiado por la cinta de Tobe Hooper (especialmente llama$va es la secuencia en la que la joven Mary es presentada a la “familia” de Ezra alrededor de la mesa de comedor), aunque lo más relevante de Deranged es la absoluta falta de pudor a la hora de mostrar horrores a cual

(Cose%e Lee) sufre una muerte paté$ca y brutal. A par$r de entonces, su voz y sus “consejos” irrumpirán simultáneamente en la mente de Ezra y en los fotogramas de la película en momentos claves, gracias a un efecto sencillo a la par que funcional. La sobrecogedora narración, por otro lado, aparece canalizada por el relato periodís$co de un reportero que se integra perfectamente en la película de manera muy similar a como lo hacía Rod Serling en la serie televisiva The Twilight Zone, logrando el acercamiento del espectador a los hechos que se van sucediendo en la pantalla. Probablemente Deranged permanezca siempre a la sombra de La matanza de Texas, aunque bien merece un reconocimiento como película de culto y monumento a la serie B más inquietante y visceral, esa que produce imágenes di#ciles de olvidar.

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DESTRIPANDO EL CANCIONERO AVISO AL LECTOR: Agárrate... Que resulta que el padre de Jack The Lad fue el primero en montar en España, en los años 60, un club de fans dedicado al cuarteto norteamericano The Monkees. Y asegura que lo creó en el pueblo Zarzapalejos de Enfrente. También dice que José María Iñigo le robó la idea del prominente mostacho... pero de nada le sirve, le hemos dejado de escuchar los cuentos de Antoñita La Fantástica cuando nos dijo que la paella a Spielberg se la había hecho su madre –la de Jack, queremos entender–.

LAST TRAIN TO CLARKSVILLE (The Monkees)

Un “ye-yé” con un flequillo XXL que responde al nombre de Micky Dolenz llama por teléfono a cobro rever do, el muy canalla, a su gachí, una cariacontecida niña de papá. Le dice que “a ver si te pasas a verme y eso”, “que estoy más solo que la una” y “que a ver si de camino me compras una de churros”. La niña, aunque de papá, no es tonta, y pronto se huele la tostada. Encima, el o cara está en la estación, a punto de marcharse de gira, de encamarse con todo bicho viviente, y no va y me suelta que coja el úl mo tren a Clarksville. Anda y vete a cagar, muchacho.

Él intenta convencerla prome éndole besos con sabor a café. Y eso sí que no, hasta ahí podría llegar la cosa. Vale aguantarle su vida de “pop star”, vale que le cante lo de la letra de “Devórame Otra Vez” (“Y haciendo el amor te he nombrado sin quererlo yo / Porque en todas busco lo salvaje de tu sexo amor”... ¡Menuda jeta enes, macho!), pero eso de pasarse por el arco del triunfo el cepillo de dientes es algo que en su casa se lleva muy mal. Así que ha hecho borrón y cuenta nueva, y ahora sale con el pimpollo que aparece en los anuncios de Oral B. Acabáramos. por Jack The Lad

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LOS TOREROS MUERTOS Sala El Sol, Madrid, 30/01/2016 «El movimiento se demuestra andando. Yo voy a seguir haciendo canciones y a ver qué pasa». Con esta declaración de intenciones terminaba Pablo Carbonell la entrevista que le realicé el año pasado para nuestro número de sep embre en relación a Los Toreros Muertos. Y si algo ha demostrado Pablo, y por extensión en resto del quinteto, es que no habla por hablar. En el concierto del 30 de enero en la sala El Sol no solamente se hizo un muy completo repaso –como ha sido norma en todas sus actuaciones desde el regreso– de lo más conocido y también lo más curioso u original de la obra del grupo, ya que igualmente se buscó presentar nuevo material, esas canciones que formarán parte del esperado nuevo álbum de estudio de Los Toreros. Si bien es cierto que “Sin Dios” y “Hasta Siempre” ( tulada en el setlist de aquella noche como “Canción Del Adiós”) ya han aparecido

36Fernando Polaino y Guillermo Piccolini

en el CD en directo En Vivo, “El Himno A Teruel” y “Bicicleta Está ca” son piezas totalmente nuevas para los seguidores de la banda, aunque Carbonell ya nos adelantase algo en la entrevista antes citada para Renacer Eléctrico Music Magazine cuando hablábamos de los temas del directo de 2015 que no habían salido nunca en un LP de estudio: «En realidad de esos cuatro temas nuevos, nuevos son dos: la canción religiosa “Podría Vivir Sin Dios” y la de despedida “Hasta Siempre”; las otras son de repesca y reescritura. Pero desde entonces hemos hecho tres absolutamente genuinas, y que responden al patrón iconoclasta de nuestro primer disco. Una es “El Himno A Teruel”, un genero de canto regional que no habíamos tocado. La otra es una como “Yo Tenía Diez Perritos”, pero con siete novias llamadas Elena. Algo polí camente muy incorrecto que me la refanfinfla. Y un vals, otro es lo nuevo para


CRO ´NICAS DE CONCIERTOS

Pablo Carbonell


nosotros, que se tula “El Vals De Los Balseros”, la canción más seria que hemos hecho nunca». Pero, como decía, primó lógicamente el material clásico, jugando la banda a empalmar, como ya viene siendo habitual, ciertas tonadas: por ejemplo, “Falangista” con “Tu Madre Tiene Bigote”. Y entre tanto jolgorio no faltó ese detalle para ponerse emo vos en medio del viaje psicodélico-espacial del “Mono De La Nasa”, composición en cuyos estertores Pablo se atrevió con una interpretación personalísima y tremendamente acerta-

da del “Space Oddity” del recientemente fallecidoDavid Bowie, algo que sin duda nos caló hondo. Es de recibo gritar bien alto tres hurras por la entrega que demuestran Los Toreros Muertos en este regreso, manteniendo más que nunca la parte teatral de su show, incluso superando las ocurrencias escénicas del pasado. Sublimes y en plena forma. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

MARC ALMOND

Sala Arena, Madrid, 12/02/2016 Charlaba animadamente en los aledaños de la sala Arena, tras la actuación de Marc Almond, con Carlos Caballero, vocalista de La Broma Negra; comentábamos un concierto, el de aquel viernes 12 de febrero, que a ambos nos había dejado un excelente sabor de boca y Carlos subrayaba la genialidad de Almond, esa magia que enen sólo algunos contados ar stas y que les lleva a brillar con su sola presencia, llenando el escenario con una frase, un gesto, un movimiento de manos. El duende que se busca sobre un tablao, el alma del arte. Marc podría haber cantado cualquier cosa aquella noche que, únicamente con que hubiese creído en ella, con que la hubiese hecho suya en el hechizo, la canción habría cobrado vida. Qué decir entonces de las canciones que forman parte de su carrera, de su vida. Desde el primer “Minotaur”, con unos misteriosos ojos de animal mitológico, brillantes como faros en la noche, que cubrían las espaldas de Marc desde la pantalla de la sala y que a nosotros nos servían de luz guía en el camino, Almond tuvo al público en sus manos. Esta pieza de su úl mo álbum de estudio, el aclamado The Velvet Trail de 2015, no fue su única mirada a su hoy más reciente; del nombrado elepé también se pudieron escuchar canciones como la sublime “Scar”, colmada de un sen miento de los que te rompen por dentro, las enérgicas “Demon Lover” y “Bad To Me” o “Zipped Black Leather Jacket”, con la imagen de la espalda de esa chaqueta negra de cuero y con cremalleras proyectada en la pantalla. Y es que este cantante y su banda estuvieron arropados en gran parte del repertorio –casi en su totalidad– por imágenes o 34

proyecciones que ilustraban los temas o que hacían referencia a ellos; es el caso de la versión de “Something’s Go!en Hold Of My Heart”, que en su día grabasen David And Jonathan pero que alcanzase su carácter de corte mí co en la voz de Gene Pitney. Durante la interpretación de este tema, que Marc grabó en su momento tanto en solitario como acompañado por el hoy desaparecido Pitney, a la espalda de Almond se pudo ver un enorme retrato del vocal que cantase aquello de “The Man Who Shot Liberty Valance” en los años 60. Todo lo contrario pasó con “Burn Bright”, composición que precedió al citado cover y que el británico de Southport, Lancashire, dedicó al recientemente fallecido David Bowie; durante esta interpretación la pantalla se fundió a negro y un emo vo luto cubrió con su manto la sala. Con su grupo de directo, Marc gusta de no ceñirse a las interpretaciones de estudio, no las sigue a pies jun llas, creando una atmósfera que mezcla el cabaret con el glam pop y la esencia del crooner añejo, con esos años vividos que dan verdad a cada historia contada, memorables minutos de encanto, de brujería musical llevada a otra escala desconocida para el mainstream. El guitarrista Neal X, an gua pieza de las filas del combo londinense Sigue Sigue Sputnik, se ha conver do en figura clave del sonido de Almond; algo así como el Mick Ronson de Bowie, el Steve Stevens de Billy Idol o el Billy Duffy de Ian Astbury. Con sus gafas de sol y su negra indumentaria esgrime su guitarra contra la apa$a o el aburrimiento y siempre en favor del arte, salpimentando con guitarrazos tocantes con el rock cuando la ocasión lo requiere.


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Marc Almond


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En el bis de la noche, y como queriendo hacer estallar a la concurrencia en un placentero éxtasis revival, “Tainted Love” y “Say Hello, Wave Goodbye” volvieron a rememorar –como ya había hecho por medio de “Bedsi!er”, “Soul Inside” o “Darker Times”, por ejemplo– los años en que Marc actuaba junto a David Ball en ese tándem de pop electrónico llamado So" Cell. Almond ha asegurado que tras la úl#ma reunión del dúo no #ene pensado volver a recuperarlo, ya que el asunto terminó mal con Ball tras la gira de regreso; sin embargo, en cada declaración actual, y ante todo cantándolas sobre los escenarios, confirma que no hace ascos a las piezas que grabó en So" Cell y las sigue manteniendo vivas para nuestro disfrute.

Y llegaron los virtuales fuegos ar#ficiales con “Say Hello, Wave Goodbye” colmándose la pantalla del local de estallidos y colores, de celebración y fin de fiesta. Atrás quedaba una velada cuya banda sonora había sido un buen puñado de canciones como “The Idol”, “Champagne”, “Variety”, “The Dancing Marquis”, “Meet Me In My Dreams”, “Black Heart” o “Tears Run Rings”. Marc Almond, ese ar#sta único que te roba el corazón. por Sergio Guillén fotos por África Paredes

Para ver más imágenes de estos conciertos y de muchos otros cubiertos por nuestra fotógrafa África Paredes, entra en su portal en flickr: https://www.flickr.com/photos/africaparedes/albums


´ MUSICA PARA INADAPTADOS El pasado mes de octubre el canal televisivo BBC Four emi ó la serie documental de tres episodios Music For Misfits: The Story Of Indie. Aprovechando esta circunstancia realizaremos un breve repaso a las tres décadas de historia del indie británico siguiendo la estructura propuesta en el documental. Los años 70: el auge del “hazlo tú mismo” A mediados de los años 70, Gran Bretaña, como buena parte del mundo, vivía una situación compleja en todos los aspectos sociales. En lo musical se percibía un espíritu transformacional. El heavy rock británico vivía una fase de transición previa a la llegada de la nueva ola metalera. Por su parte, el brillo de algunas grandes estrellas del gli!er comenzaba a apagarse, y los gurús del progresivo empezaban a aburrir –y a aburrirse incluso ellos mismos–. El has!o social y musical influyó sobremanera en la eclosión de las nuevas formas integradas en el punk, que no era un género al uso sino una manifestación ar!s ca anárquica por definición. No habiendo un camino marcado, avanzó por diferentes derroteros. Buena parte de estos caminos se hicieron de papel. Fundado por Mark Perry en julio de 1976, Sniffin’ Glue fue el primer fanzine británico –Punk había empezado a publicarse en Nueva York meses atrás–. Aunque sólo llegó a sacar doce números, marcó la esté ca, los contenidos y hasta el lenguaje de muchas publicaciones similares que nacerían poco después: Sideburns, Jamming, Chainsaw o el más tardío Burnt Offering. En buena medida, Sniffin’ Glue definió la frontera entre dos formas diferentes de entender el punk 42

cuando comenzó a cri car duramente a The Clash por firmar con la mul nacional CBS. En la década de 1970, la industria musical del Reino Unido estaba dominada por los grandes sellos discográficos como Polydor, Mercury, Parlophone, EMI, y el emergente Virgin. La idea de publicar un disco de manera independiente parecía un sueño imposible, aunque en octubre de 1976 The Damned publicaron con el sello independiente S ff su primer single “New Rose”, considerado el primer disco del punk británico. Por aquel entonces los Sex Pistols aún no tenían un disco en el mercado –debutarían con el single “Anarchy In The UK”, publicado por EMI en noviembre de aquel año– pero marcaban una tendencia en auge y fueron la inspiración para muchos jóvenes con grandes inquietudes musicales pero pocos recursos. Entre estos jóvenes estaba Pete Shelley, uno de los promotores de la primera actuación de los Sex Pistols fuera de su nido londinense. Aquel concierto que se celebró en el Lesser Trade Hall de Manchester el 4 de junio de 1976, si bien ha sido magnificado como acontecimiento revolucionario, es cierto que contó entre la audiencia con figuras como Peter Hook, Morrissey o el periodista Paul Morley, aunque es di%cil determinar el impacto que el evento pudo tener en el subconsciente de aquellos sujetos. Sea como fuere, a par r de ahí se desarrollaron unas inquietudes que desembocarían la búsqueda de nuevas maneras de crear y difundir la música. Tras diversas peripecias, la banda The Buzzcocks, liderada por Pete Shelley y Howard Devoto, grabó a finales de 1976 y sin la intervención de nin-


REPORTAJE ESPECIAL

Pete Shelley

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guna discográfica preexistente el EP Spiral Scratch, que sería el primer disco de punk autoeditado en Gran Bretaña –la banda australiana The Saints ya había autoeditado su single “(I’m) Stranded” en el mes de sep!embre–. Otros que emprendieron la aventura independiente poco después fueron Joy Division, y a par!r de ahí todo empezó a cambiar. La idea de publicar la propia música de manera autónoma comenzó a verse como algo viable y mucha gente se lanzó a la aventura. Comenzaron a aparecer sellos discográficos independientes en todo el Reino Unido: Factory en Manchester, Zoo en Liverpool, Postcard en Glasgow y los sellos londinenses como Mute, Beggars Banquet y Rough Trade. Todos ellos fueron fundados por personas sin experiencia en los negocios pero apasionados por la música y comprome!dos con la idea de ayudar a otros a alcanzar la autonomía crea!va. Estos sellos se ocupaban de todas las facetas del negocio: grababan, editaban y distribuían la música con sus propios medios. Los dormitorios se convir!eron en oficinas y los sótanos se transformaron en estudios de grabación. En eso consis!ó el “hazlo tú mismo” que se manifestó como un movimiento contracultural frente a todo lo que ofrecía el mainstream. Estos nuevos sonidos indie ofrecen una postura desafiante de oposición a las tendencias prevalecientes en la cultura popular. Aquellos sellos independientes tuvieron un papel fundamental, ofreciendo nuevos sonidos a una generación ávida de cambios. Las bandas hacían cola para entregar sus maquetas, y la primera oleada de bandas indies emergieron de los nuevos sellos. Fue un momento increíblemente crea!vo, aunque algo precario en lo que a medios se refiere. Sin embargo, las bandas también tenían la libertad de tomar todas las decisiones sobre su imagen y de dirigirse musicalmente a sí mismos. Entre estas bandas pioneras tenemos, además de los mencionados Buzzcoks y Joy Division, a Throbbing Gristle, Echo And The Bunnymen, Orange Juice y Aztec Camera. Algunos ex componentes de estos grupos protagonizan el primer episodio de Music For Misfits, relatando su par!cular visión de aquellos !empos de cambios y oportunidades, o de tristeza y desesperación en otros casos. Los años 80: la “edad de oro” del indie británico A principios de los 80, las bandas indie parecían mantenerse deliberadamente al margen 44

del mainstream, pero al final de la década, el indie no era sólo popular, sino que se había conver!do en música pop. El segundo episodio de Music For Misfits explora un momento en el que los sellos independientes se transformaron de industrias artesanales en verdaderos negocios que podían compe!r con las grandes mul!nacionales. Examina la evolución del indie como sonido y su relación con la moda y la cultura. En los 80, la e!queta “música independiente” lo abarcaba todo, desde el pop-punk de Buzzcoks al sonido industrial de Throbbing Gristle, pasando por el ska de The Specials. Los sellos discográficos independientes proporcionaron una plataforma de lanzamiento para algunos de los ar!stas británicos más innovadores del momento, incluyendo The Jesus And Mary Chain y The Smiths, que irrumpieron en la escena en 1983, iniciando una pequeña revolución. Los de Manchester se convir!eron en la primera banda que cruzó la frontera del mainstream estando en una discográfica independiente. También cambiaron el discurso anteriormente establecido oponiéndose a la anarquía y nihilismo caracterís!cos de la primera etapa del punk. El fenómeno de la música independiente pasó de ser un movimiento contracultural y netamente underground a conver!rse en algo verdaderamente alterna!vo, es decir, capaz de compe!r con las majors. Así, el indie se convir!ó en una e!queta comercial más. A finales de esta década otro fenómeno hizo que la música alterna!va irrumpiese en las listas de éxitos del mainstream. Se trataba de la escena Madchester, liderada por una nueva generación de bandas como The Stone Roses y Happy Mondays, que alcanzaron el éxito inspirados por la fusión del indie rock y la floreciente cultura acid house, dando origen a la llamada música indie dance. Hablando de la independencia relacionada con la estela del acid house, el documental resalta la trascendencia de los londinenses The KLF y su discográfica KLF Communica!ons. Los años 90: el mainstream contrataca En la transición hacia una nueva década, mientras que los sellos independientes originales luchaban en la estela del acid house y su influencia en una nueva oleada de grupos indie, prosperaban nuevos sellos independientes, como Heavenly y Crea!on, que firmaron con Manic Street Preachers


REPORTAJE ESPECIAL

The Smiths

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REPORTAJE ESPECIAL y Primal Scream, respec vamente. Hacía un empo que las majors habían empezado a fichar bandas que estaban con las independientes y algunas bandas en esta situación se enfrentaban al dilema de ser indies sin ser “independientes”. También en esta década emergen nuevos sellos completamente independientes, que han aprendido de los errores de los viejos sellos y son más cuidadosos en el trato a los ar stas. Sellos como Domino, que llegaría a ges onar a los Arc c Monkeys y a Franz Ferdinand. En el documental se explica por qué estas dos bandas, que tenían a las majors peleándose por firmar con ellos, eligieron a Domino en su lugar.

The Libertines

A mediados de los años 90, en un intento por romper el dominio de las bandas del grunge estadounidense, la industria, con el ines mable apoyo de buena parte de la prensa musical, impulsó a las bandas Oasis y Blur, a la cima del éxito, dando origen al denominado britpop, que coprotagonizarían grupos como Radiohead, Pulp, Elas ca… La clave que separa las bandas de britpop de la generación anterior es la forma de pensar. Estas bandas, que crecieron en la era Thatcher, querían vender millones de discos –y ganar millones de libras–. Bandas que mantenían el viejo espíritu indie, como Suede que todavía estaban en el candelero, pero que pasarían de sellos independientes a majors, garan zando así su reconocimiento internacional. Según algunos tes monios presentados en Music For Misfits, el indie se convierte defini vamente en mainstream cuando Noel Gallagher estrechó la mano de Tony Blair y Oasis llenó Knebworth Park. El espíritu del boom del “hazlo tú mismo” había desaparecido completamente, y el indie deja de ser un enfoque alterna vo sobre la forma de hacer y publicar la música. Los úl mos años 90 son días oscuros para el indie, aunque Rough Trade resurge de sus cenizas con dos nuevos representados: The Liber nes y los estadounidenses The Strokes, que también marcan en cierto modo un regreso a las formas originales del indie. Estas bandas también alumbraron una nueva manera de descubrir la nueva música. Son los fans quienes comparten los trabajos de sus bandas favoritas a través de los medios de comunicación social, y es ahí donde las discográficas empiezan a descubrir nuevos talentos. Sea como fuere, el indie británico no sucumbió al cambio de siglo, pero sí evolucionó hacia nuevas formas, incluyendo 46

nuevos sonidos alejados del rock de guitarras. Pero esa es otra historia. Finalmente, cabe decir que Music For Misfits es un interesante y ameno repaso de la historia del indie británico. Muy recomendable, sobre todo por alguno de los tes monios que ofrece, que pueden resultar bastantes esclarecedores, aunque siempre acogidos con la debida cautela. En todo caso, a la pregunta inicial de “¿qué es el indie?” no llega a darse una respuesta concreta. Realmente es un concepto complejo, y su definición también es necesariamente intrincada. El indie, más que como un género de la música, se en ende como un espíritu, una ac tud, una manera de hacer las cosas. Algo que, en “sen do amplio”, correspondería al concepto clásico de ethos, profusamente u lizado por algunos teóricos de la sociología de la música. por María Manuela Cor nas


LIBROS ANTES DE QUE EL SOL SE APAGUE

(Ernesto Goñi Montero, Ediciones Atlantis) Hay que echarle mucho valor para lanzarse hacia un proyecto tan complejo como el que encara el médico, músico y escritor madrileño Ernesto Goñi Montero con este Antes De Que El Sol Se Apague ejerciendo de mascarón de proa de la travesía. La tarea a priori se vislumbra trabajosa y di!cil. El libro que nos ocupa supone piedra de toque de la llamada Trilogía Índigo. A lo largo de casi ochocientas páginas, Goñi desarrolla una historia de fantasía y cienciaficción que se me antoja influida por series televisivas que han marcado de una forma u otra a las generaciones nacidas a finales de los 70 o principios de los 80. Encuentro ecos de Héroes y de Perdidos en esta narración repleta de personajes y cruces de caminos argumentales. Poderes especiales, ecuaciones matemá$cas que desatan los prodigios, sociedades secretas y conflictos de intereses. Evidentemente,

todo lo que un seguidor de la cienciaficción puede desear. La novela nunca pierde la fuerza o el atrac$vo. Sin embargo, no es una obra sencilla de leer. La prolijidad del texto a veces puede llegar a abrumar a quien no esté acostumbrado a embarcarse en trabajos de esta densidad. La drama$s personae y el mapa de la mí$ca isla de San Borondón, que ostenta un papel fundamental en la trama, ayudan a no perderse, pero se requiere constancia y perseverancia para no perder ripio. No hay problema: los buenos fans de la fantasía y la ciencia-ficción sabrán reconocer la valía de Antes De Que El Sol Se Apague y los siguientes capítulos de la trilogía. por Andrés Puente

SIEMPRE SUPE QUE VOLVERÍA A VERTE, AURORA LEE

(Eduardo Lago, Malpaso Ediciones) Dice Enrique Vila-Matas en relación a la obra de Eduardo Lago que «ante sus libros $ene uno siempre una sensación: es imposible retroceder, sólo avanzar hacia una repen$na extraña genialidad». Es fácil estar de acuerdo con esta afirmación pues lo que Lago consigue con sus novelas no muchos lo logran por más empeño que le pongan; sin embargo, en Eduardo parece algo innato, hace sencilla la trama más enrevesada –y mira que le gusta meternos en laberintos a lo largo del nudo de sus libros–. Siempre Supe Que Volvería A Verte, Aurora Lee es un espléndido trabajo de metaliteratura, esa metaficción, que dicen los norteamericanos, que abre varios planos de acción, unos dentro de otros, unas llamémoslas “dimensio-

nes” enmarcadas en la materialización de un libro por medio de otro, de ese libro dentro del libro. Y es que no es tarea fácil jugar con la revelación de una trama oculta tras El Original De Laura de Nabokov y, encima, crear un desarrollo lógico y con gancho, con misterio, con unos personajes principales que, aunque limitados en número, ofrecen una visión de profundidad al evolucionar en su inves$gación que me remite a la frase de Vila-Matas rescatada al inicio de esta reseña. No hay vuelta atrás, no hay momentos de relajo para girar la cabeza y mirar lo que se queda a nuestras espaldas. El lector necesita, más que nunca, perderse en el dédalo que conforman estas doscientas ochenta y seis pá47


ginas para al ďŹ nal no sĂłlo dar con el desenlace, sino comprender la manera en la que el pensamiento de uno ha entrado en la mascarada y a la postre ha

Eduardo Lago 48

logrado encontrarse. por Sergio GuillĂŠn


LIBROS TOMA INTERIOR

(Van Morrison, Malpaso Ediciones) La editorial Malpaso publica Toma Interior, una antología bilingüe que abarca buena parte de la producción lírica compuesta por Van Morrison a lo largo de cinco décadas de carrera musical. El propio Morrison se ha encargado de hacer la selección de los textos que integran esta excelente edición a cargo de Eamonn Hughes –doctor especialista en historia de la cultura y la literatura irlandesas–, con prólogo de Ian Rankin y traducción de Miquel Izquierdo. Es remarcable el hecho que haya sido el propio ar!sta el que haya elegido las composiciones que aquí debían aparecer pues, de este modo, nos encontramos –parafraseando a Morrison– con una muestra representa!va de su viaje crea!vo. Resulta también elogiable la labor de traducción que ha llevado a cabo Izquierdo; una tarea, a veces tan ingrata, y que aquí camina con buen pie por una delicada senda que conserva en buena medida la cadencia del verso original sin alejarse en exceso del significado que el autor ha querido dar al conjunto del texto. Como el Odiseo de Homero, el poeta Van Morrison nos ha relatado su personal odisea a través de cada una de sus canciones. Igual que hiciera Joyce con su Ulises por Dublín, el narrador de historias Van Morrison recorre las calles de Belfast y deambula entre sus gentes sumido en sus pensamientos a lo largo de su extenso cancionero. Al modo de los re-

tratos de Rembrandt, el pintor Van Morrison perfila los paisajes del alma en todas sus letras. Cual Titanic, el gigante Van Morrison zarpó de los as!lleros de la ciudad que le vio nacer y puso rumbo al Nuevo Mundo, con una diferencia: él sí llegó a su des!no, tocó !erra firme en Boston y se adentró en el corazón del país para abrazar las raíces de la música de Norteamérica y poder regresar después a sus orígenes celtas. Van Morrison: hermanado con Homero, Joyce, Rembrandt, Debussy, Blake, Wordsworth, Coleridge, Byron, Keats, Shelley, Rimbaud, T.S. Eliot, Kerouac y los pioneros del jazz, del blues y del rock… tan similar a ellos y, a un mismo !empo, tan absolutamente único. En estas páginas el lector podrá sumergirse de lleno en el viaje vital de un Van Morrison que puede que pasara demasiado !empo exiliado buscando la piedra filosofal, otros dirán que lo que lo buscaba era la G-L-O-R-I-A; o tal vez resulta que era, sencillamente, un hombre a la busca de sí mismo. Tal vez el lector logre también acercarse un poco más a sí mismo a través de las letras uno de los grandes ar!stas contemporáneos que ya nos avisó en su día que esto va de conver!r el plomo en oro; y no cabe duda que de las páginas de este libro fluye el precioso y fulgente oro de la lira de Van Morrison. por Fat Professor

Van Morrison 49


NO MÁS CANCIONES TRISTES En sintonía con las giras que he estado realizando estos úl mos tres años por Perú, Colombia, México, Argen na y Chile, buscaba para el nuevo disco un acercamiento al folklore la noamericano, con un sonido austero, marcado por la guitarra acús ca que me acompaña en las giras y con la que he ido escribiendo estas nuevas canciones. Siendo pues un disco musicalmente parco, siento que es también emocionalmente rico por la colaboración con otros músicos como Alejo García de Medellín, Zaira Franco de la Ciudad de México, Sylvia Patricia de Bahia y Pablo Grinjot de Buenos Aires que han abierto las ventanas y han dejado correr el aire fresco de su arte. 01. No Me Falles Tú Es una canción sobre los apoyos afec vos, aquellos con los que contamos verdaderamente y que nos ayudan a afrontar las luchas que elegimos y las que nos presenta la vida. 02 Jamás Me Curaré Es lo que los mexicanos llaman un “palomazo”, un dueto, aquí con Zaira Franco, a quien conocí estando ella de gira por Europa. Es la historia de un amor imposible, atado de pies y manos. 03. Mi Moto Más mediterránea que sudamericana simboliza una manera de sen r y de vivir la vida al aire libre, muy de la ciudad de Barcelona, con ese espíritu que teníamos antes de que nos obligaran a llevar el casco. 04. De Todos Los Bares Del Mundo El !tulo está sacado de la película Casablanca, que es la frase que Humphrey Bogart le suelta con amargura a Ingrid Bergman cuando ella entra en su bar acompañada de su marido, después de que el idilio que vivieron en París quedara interrumpido por la entrada de los nazis en la ciudad. Es el chispazo que ocurre en la oscuridad de una sala entre dos seres que se dejan llevar por lo inevitable. 05. No Más Canciones Tristes Es una canción que he compar do con diferentes cantautores en las giras (Javier 50


Maldonado, Pedro Reñé, Pablo Grinjot, Omar Camino), y que finalmente acabamos grabando con Alejo García en mi estudio una madrugada, muertos de sueño. El arreglo de bolero; la grabación de las congas, el contrabajo y la trompeta lo hicimos sobre esa primera grabación, al revés de como suele hacerse. 06. Meus Olhos Es un tema de Sylvia Patricia, con esa suavidad que !enen los brasileños, que cantamos en la gira que hicimos juntos por España en 2014 y que le pedí si podía incluirla en el disco. 07. A La Vera Del Río Soledad Fue en una sala que llaman el Escaramujo en Rosario donde recuperé esta canción que tenía medio abandonada y sin acabar para dedicársela a una Soledad que sabía que vendría al concierto, así que me puse a reescribirla horas antes y se la dediqué. Es una canción que habla del proceso de composición de las canciones. 08. Suéltame Pasado Tiene que ver con las interferencias que crean situaciones del pasado mal resueltas que afectan al presente. El "tulo está sacado de una escena de Les Luthiers (“una mujer atrapada por su pasado”) y pensé que le podía encajar a Pablo, con quien compar!mos escenario en Buenos Aires. 09. Sin Darnos Cuenta Es un rebobinar sobre la amistad y sobre el paso impercep!ble del !empo; con la bendición de haber contado con el pedal steel de David Soler que le aporta ese aire country. 10. Lágrimas De Viento Es la única canción que lleva piano del disco y es una mezcla de elementos curiosa, los coros que están de fondo me recuerdan las bandas sonoras de Ennio Morricone. 11. Que Venís, Que Te Vas Es un tema de Alejo que me alucina por su sencillez y por su atemporalidad. Yo lo que hice fue traducirle algunos versos al catalán y aquí cantamos solamente con las guitarras, mano a mano, como si estuviéramos en el bosque, alrededor de una fogata, como de hecho estuvimos una noche en el Monte de Santa Elena, a las afueras de Medellín en compañía también de Rolo Diorio de Puerto Madryn.

por Daniel Cros

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© Laura Romero

L A F´ I R M A I N V I T A D A


S E D E R U M I A L T H B Hard Time Blues está grabado en estudios de Las Vegas y en Madrid, en los estudios Cube con Alberto Seara, que se encargó también de la mezcla y la masterización. Cuenta con la colaboración además de Paul Shor no, Gaz Pearson, Devon Allman y Tim Mitchell. Hard Time Blues recoge catorce nuevos temas que combinan ritmos la nos, blues y rock. He dado forma a este nuevo proyecto junto a la sólida sección rítmica de Luis Mayo (bajo y voz) y la batería y voz de Peter Kunst. 01. Welcome To The World Cantado por Gaz Pearson, además de Luis y Peter, cuenta con los teclados de David Lads Sánchez. Abre el álbum y creo que es un tema que transmite energía posi va.

Dedicado al guitarrista de Chicago Mike Bloomfield, uno de mis favoritos; estuvo con Dylan y grabó junto Al Kooper Super Session. Quise tener un blues instrumental en el álbum dedicado a ese sonido; además se grabó en una sola toma. 08. Bo"leneck Blues No podía faltar un buen rock and roll con Paul otra vez dando un feeling tremendo y una base rítmica muy sólida también. U licé mi Strat del 61. 09. Down By The River Este tema ene esencia muy Hendrix con una melodía muy de rock clásico, otra vez con Paul haciendo de las suyas y una base rítmica colmada de groove.

02. King Of The La n Blues Este tema lo ha cantado Peter Kunts y ene un groove muy blues la no; es un poco un guiño a mis inicios.

10. Playing At The Crossroads Podría haber estado esta canción en el álbum Texas Tango. Tiene un riff muy blues con un puente más rock, perfecto para directo. También está Paul, que precisamente escribió la letra.

03. Ibiza Moon En este tema colabora en la parte cantada Paul Shor no y en los coros Gaz Pearson. La letra habla de un paraíso que conozco muy bien y que es Ibiza. Tiene un sonido muy rockabilly y a la vez muy surf rock.

11. Spanish Road Blues en tonos menores que habla de los años en la carretera. El "pico tema en el que te dejas llevar por ese sen miento, con una interpretación de Paul muy sen da.

04. Fulton In The House Tiene ese punto Tamla Motown otra vez, con una increíble interpretación de Paul. La letra está dedicada al amigo de Robert Johnson en el tema “Crossroads”, el desconocido Blind Dog Fulton (aka Willy Brown).

12. Space Jam Otro instrumental que no se por qué mo vo ene influencias de Blackmore y Satriani; salió así cuando se me ocurrió la melodía, después lo pensé cuando estaba acabado.

05. Road To Freedom Es un blues rock con un riff hipnó co también cantado por Shor no. La pieza está inspirada en todos esos refugiados que esperan un tren que les lleve a un si o mejor. Está tocada en directo por Luis Mayo al bajo, Peter a la batería y yo con mi vieja Strat del 61. 07. Burning Shuffle 52

13. Avenida De mayo Blues instro que hice con el fantás co teclista argen no Pehuen Innocen . 14. Hard Time Blues Ya lo grabé en Madrid-Memphis en el año 92 y es un tema muy actual. La letra habla de los empos que corren. Está Tim Mitchell en los teclados y voz; el arreglo es bastante diferente a la primera versión, un poco más psicodélica.


L A F´ I R M A I N V I T A D A 15. Tobacco Road Un clásico del blues rock. Aquí está Devon Allman en la guitarra rítmica y otra vez Tim haciendo una increíble interpretación con Luis y Peter en la base rítmica y yo con el bo!leneck slide.

por Javier Vargas

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M A T R ´I C U L A S D E H O N O R Cuando John Lennon fue roteado a los pies del edificio Dakota, Fito Páez, uno de los ar stas argen nos a los que más influenció el talento del ex Beatle, estaba a punto de sacarse el bachiller. Antes de la veintena ya le tenía comida la cabeza la música rock, por lo que en los años venideros tocaría junto a formaciones como Staff, El Banquete o la banda de acompañamiento de Charly García –todo un honor para un Páez que pasaba las horas cantando en el pa o de su escuela canciones de Sui Géneris, proyecto de García junto a Nito Mestre–. por Sergio Guillén

FITO PÁEZ Circo Beat (Warner Music, 1994)

Saltemos ahora a la década de los 90: Fito publica en 1992 El amor después del amor, consiguiendo un éxito tan rotundo como inesperado. Han pasado ocho años desde la edición de Del 63, su LP debut. Este furor merece una con!nuación, un siguiente lanzamiento que se hará esperar hasta el 94. Circo beat es su nombre, y un regreso al recuerdo inocente de su Rosario natal, casi su premisa principal. La introducción del disco compacto retrotrae al “Being For The Benefit Of Mr. Kite!” de sus idolatrados The Fab Four, aunque el corte que lo !tula !ene alma funk con estribillos a juego. “Mariposa Tecknicolor” resulta emocionante, llena de sen!mientos, resu54

men de un ayer totalmente agridulce pero con la esperanza en el horizonte; una autén!ca delicia que debería estar en el podio del pop rock parido en las !erras del Pelusa. “Lo Que El Viento Nunca Se llevó” es al Liverpool sesentas lo que “Normal 1” a “Penny Lane”, ambas mimé!cos encuadres en pos de la influencia. “Soy Un Hippie” toma la vía del power pop para echarse unas risotadas con la fama. La fusión de The Beatles con los norteamericanos The Byrds se quita la chistera gracias a “Tema De Piluso”. Una obra siempre rescatable producida con conocimiento por el propio Fito Páez.


´ Entre la disolución de Soundgarden en 1997 y la formación del supergrupo Audioslave en 2001 pudimos disfrutar del disco más personal de Cornell hasta el momento de su publicación. Un álbum como Euphoria Morning fue posible a través de la amplificación de la idiosincrasia del músico gracias a la ines"mable colaboración de Natasha Shneider y Alain Johannes, dúo compositor que redondeó la ya de por sí meritoria labor de Cornell hasta dar forma a un conjunto de canciones melancólicas, sen"mentales hasta la médula y, por momentos, hasta psicodélicas. por Andrés Puente

CHRIS CORNELL Euphoria Morning (A&M, 1999)

En “Can’t Change Me”, primera canción del trabajo y que incluso llegó a contar con un videoclip, se perfilaban las líneas generales de la obra. Sin embargo, dicha creación contaba con un lógico poso comercial del que quizá carecían el resto de temas del álbum, más dados a la introspección y al escalofrío que a la balada amable. Basta escuchar los arreglos y melodías devastadoramente emocionales de piezas como “Flu er Girl”, “Preaching The End Of The World” o “Follow My Way” para darse cuenta de que el mundo de Cornell es uno muy peculiar. “When I’m Down” funcionaba, por otra parte, como un improbable cruce entre el crooner melódico y el “Oh! Darling” de The Beatles.

En el polo opuesto se encontraban el rock psicodélico de “Mission”, la cual contó con una versión específica para la banda sonora de Mission: Impossible 2 o la descarnada “Sweet Euphoria”, solos Chris y su guitarra acús"ca. Por encima de todos los temas revoloteaba la par"cular voz de Cornell, sinuosa y misteriosa, que terminaba de plasmar su impronta en genialidades como “Pillow Of Your Bones” o la maravillosamente depresiva (que no deprimente) “Steel Rain”, perfecto final antes de encarar “Can’t Change Me” en versión francesa y con arreglos de acordeón, a modo de reprise. Un disco para llorar de emoción. 55


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