AÑO VIII. nº85
la revista mensual del siglo XXI THE 21st CENTURY MONTHLY MAGAZINE
ESPAÑA..............€3.00 U.E....................€4.00
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cultura contemporánea • contemporary culture • www.revistamu.com 1MU
| sumario |
año VIII. nº85 «“Amemos a España porque no nos gusta. Los que aman a su patria porque les gusta la aman con una voluntad de contacto, la aman física, sensualmente. Amémosla con una voluntad de perfección. No amemos a esta ruina, a esta decadencia de nuestra España física de ahora. Amemos a la eterna e inconmovible metafísica de España”»-JAPR-
CINE
LITERATURA
6 | Las aventuras de Harry Dickson
La película frustrada de Resnais
PENSAMIENTO
10 | Fractalia
12 | Zeitgeist
Las Matemáticas en poesía
FOTOGRAFÍA
Análisis del espíritu de los tiempos
PINTURA
20 | Historias
ARTE
32| Jorge Galindo
del Sur de Italia
44 | John Baldessari
La pintura y la furia
Cinco fotógrafos
Prometo no hacer arte aburrido Fotografía Letizia Battaglia, p. 20
página
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ENGLISH VERSION PORTADA
24 | Del Toreo como éxtasis Tauromaquia
FOTOGRAFíA
48 | Lisette Model Shoot from the gut
MCA2
DISEÑO
54 | Chico Repullo 56 | Alex & Nels Minimalismo y movimiento
Clein
Continuation & Coward
EXPLORADORES Café Metropole, New York c. 1946 Silver gelatine, period copy MAPFRE FOUNDATION Collections, Madrid © The Lisette Model Foundation Inc. (1983) Used by permission p. 48
60 | Llegar cuando las luces se apagan
Chico Repullo, p. 54
El fin de lo inexplorado
Includes English Version / Edita: Islamorada ediciones • Presidente y editor: José Ignacio Santos y Gugel (arte@revistamu.com) • Directora: Laila Escartín Hamarinen (redacción@revistamu.com) • Maquetación: Diego Alonso/Mondo Gráfico (mda@mondografico.es) • Product Manager: Luís Moral • Distribución: Coedis • Secciones: Literatura / Pensamiento: Inés Ruiz / Manuel Ruiz Zamora • mca2 / PISTAS: Jesús Gonzalo • La Columna: Maximina Bescós • Cine: Santiago & Andrés Rubín de Celis •Portada: José Tomás por Fito Carreto• Colaboradores: Luisa Fernández, Juan López, Javier Martín, Lucas Olvido, Felipe Ortega-Regalado, Lucía Pérez, Javier Redondo Jordán, María Sánchez, Fernando Sánchez Dragó, Lenny Waker • Portal MU: Mondo Gráfico (www.mondografico.es) • Publicidad: 607 738 033 • Redacción: 667 667 816 • Impresión y Fotomecánica: Rotabook• Depósito Legal: SE-951-2002 • ISSN: 1699-1176 • MU no se hace responsable de las opiniones de nuestros colaboradores. MU es una marca registrada. Todos los derechos de las obras reproducidas son de sus creadores. MU es miembro de la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas AEEPP, perteneciente a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales CEOE, a la Federación Internacional de Prensa Periódica FIPP y la Federación Europea de Editores de Publicaciones Periódicas FAEP. El principio fundacional de la revista mu es proporcionar soporte mediático a las nuevos creadores y buscar el acercamiento de la cultura, el arte y la creación contemporánea a los ciudadanos. Esta
Mejor Publicación 2009 Best Publication 2009
revista ha recibido una subvención de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas para su difusión en bibliotecas, centros culturales y universidades de España, para la totalidad de los números editados en el año.
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Tirando a dar
EDITORIAL
Evolución por LAILA ESCARTÍN HAMARINEN (Directora)
E
l homo sapiens sapiens –el mamífero más inteligente y hábil– camina con sus dos piernas desde hace mucho sobre la faz de esta tierra que lo ha concebido; a lo largo de los milenios esta criatura creativa se ha hecho con la supremacía del globo, y quizás los únicos que puedan ofrecer cierta oposición seria sean los virus, a parte de ellos, nadie amenaza la proliferación incontrolada del grandioso (y a menudo, ¡oh! desastroso) homo sapiens sapiens. Desde las cuevas hasta los rascacielos de cristal que tocan las alturas con sus orgullosas cabezas, pasando por los lujosos palacios de los reyes absolutistas europeos y las impresionantes pirámides de los egipcios y los mayas. El camino ha sido largo, y la evolución sorprendente, y cuanto más pasa el tiempo, más veloz sucede el desarrollo de este curioso mamífero. Recientemente leí ‘Mary and The Wrongs of Woman’ de una de las primeras feministas declaradas de la historia occidental, Mary Wollstonecraft –también madre de Mary Shelley, autora de ‘Frankenstein’ y esposa del poeta Percy Byshee Shelley –, y queda muy claro que en el destino de la mujer occidental ha habido una enorme evolución, y nunca, desde que los dorios impusieron su sistema patriarcal en Grecia –cuna de la cultura occidental tal y como la conocemos hoy – hemos estado mejor las mujeres. Esta evolución y mejoría supongo se debió a muchos factores,
empezando por las denuncias públicas que hizo entre otros Mary Wollstonecraft, y la presión que ejercieron ella y otras mujeres y hombres simpatizantes con la causa, pero la presión no sirve de nada si los presionados no están preparados para el cambio.
tructivo hacia otro ser vivo. Por ello nos atrevemos a constatar que la educación, el conocimiento y el refinamiento y desarrollo de la inteligencia y la creatividad, vuelven al ser humano más benigno, bondadoso y constructivo.
Hace todavía pocas décadas era aceptable que el hombre pegara a su esposa y a sus hijos; hace varios siglos se expulsaba de las comunidades a las adúlteras y a las madres ilegítimas; se golpeaba y mataba a los siervos de los señores; se expoliaba sin pena ciudades y países ajenos en nombre de la religión; se metían en las mazmorras y se mataban a los que osaban oponerse a los gobernadores… todo esto ha cambiado, pocos seres humanos occidentales de hoy ven con buenos ojos este tipo de comportamiento; en muy pocos siglos, ha cambiado radicalmente nuestro concepto moral de lo correcto y lo condenable. Dos de los grandes responsables de estos cambios colectivos en la moral de la sociedad son la educación y el arte. Está sobradamente probado que cuanto más ignorante sea el ser humano, más probabilidad hay de que realice actos brutales, inspirado por sus prejuicios y su pensamiento y sus sentimientos poco evolucionados. La mayoría de los mamíferos carecen de empatía, al igual que el homo sapiens sapiens antes de los tres años de edad; una criatura sin empatía no tendrá ningún reparo en ser violento y des-
Desde la mu realizamos una labor de difusión y apoyo a la comunidad artística y pensante. (Ah, olvidé mencionar el mes pasado a algunos de nuestros grandes compañeros de viaje: la especialista en edificios Saara, y nuestro añorado Carlos, que ahora disfruta en otra dimensión con sus queridos Camarón y Dylan Thomas, ¡gracias!) Quien abra las páginas de esta revista, y se detenga a leer y observar sus reportajes, verá alimentada (aunque no tan contundentemente como haría un opus académico) su necesidad de desarrollo y enriquecimiento intelectual y estético, y si se entrega a ello, hasta podremos inspirarlo a ser más creativo, más atrevido, a soltarse la melena e ir más allá a romper los límites internos que encadenan su creatividad. No debemos dudar ni un minuto más de que el homo sapiens creativus –el ser humano del futuro… de hoy – es el único que puede redimirnos de la bazofia, la mezquindad y la destructividad a las que tantos de nuestros congéneres aún se entregan con el corazón oscurecido y putrefacto. ¡Larga vida al homo sapiens creativus! 5MU
Alain Resnais y Las Aventuras de Harry Dickson
CINE
Los enigmas de un film maldito
La niebla cae sobre Londres… negra y espesa. Apenas si se ven los faroles de tres luces incandescentes. Las altas y potentes lámparas eléctricas parecen pobres lunas perdidas entre las nubes hechas jirones. El frío azota a los escasos viandantes como un látigo despiadado… Por Santiago y Andrés Rubín de Celis Pour Marcos Uzal, ami et maître de la peur
P
ara empezar, una afirmación: Guigues, editores de un libro -según la el cine también se lee. A veces, fórmula de Cocteau- “con historias”, incluso, se sueña, y ciertos sueños que, tras años de investigaciones, nos afortunadamente pueden descifrarse. ofrecen un variado cúmulo de textos y Este es el caso Les Aventures de Harry Dickson (Capricci, Nantes, 2007), el guión inédito (y no realizado) de Frédéric de Towarnicki para Alain Resnais. Detrás de este proyecto interrumpido hace ya tantos años, como en tantos casos similares (pensemos sino en la media docena de hermosos esbozos de Welles -de It’s All True a The Other Side of the Wind pasando por El Quijote, The Deep, The Merchant of Venice o The Dreamers- o en Eisenstein y su sueño de adaptar El Capital, por ejemplo), hay Alain Resnais y Jean Ray una historia fascinante que clama por documentos absolutamente revelador. salir a la luz, que exige ser relatada. Un Imposible, sobre todo para los conoceesfuerzo que debemos agradecerles a dores de la obra de Resnais, no visuaJean-Louis Leutrat y Suzanne Liandratlizar la película a medida que se lee el
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libro. Su estilo está en él, presente en cada página. Es como si la películaque-nunca-será, tomando al libro por espejo fiel, admitiera: ¡Qué bien refleja mis imágenes! Una simbiosis perfecta, ¡por fin!, entre cine y literatura. Ambos, Towarnicki y Resnais, aprendieron a leer a través de la “literatura popular”. De la mano de los Fantomas, de Souvestre y Allain, y Mandrake. Y de Jean Ray y sus aventuras de Harry Dickson, “el Sherlock Holmes americano”, un folletín inspirado en Conan Doyle pero decididamente orientado hacia el terreno de lo fantástico. Jean Ray (su verdadero nombre era Raymond de Kremer), un antiguo marinero y contrabandista de la “Ruta del ron” durante la Ley Seca, había iniciado su trayectoria literaria traduciendo del alemán varias
entregas de la serie Detecktiv Sherlock Holmes seine weltberühmten Abenteuer (El detective Sherlock Holmes y sus aventuras de renombre mundial). Si hemos de creer la leyenda, aburrido de su tarea, pronto comenzó a escribir él mismo las historias que debía traducir. Esos fueron los primeros pasos de un escritor que, con los años, se convertiría en uno de los referentes de la literatura fantástica europea del siglo pasado. Y es que Ray no sólo fue de los pocos autores no anglosajones en escribir para la mítica Weird Tales, sino que además -dejando de lado la serie Harr y Dicksones responsable de una extensa obra que incluye títulos tan celebrados co m o M a l p e r tuis (llevada a la gran pantalla por Harry Kümel en 1971), Los cuentos del ron, Les 25 Meilleurs Histories noires et fantastiques, Les derniers contes de Canterbury o La ciudad del miedo indecible.
deric de Towarnicki, poeta, “agente de relaciones filosóficas” -como a él mismo le gusta denominarse-, periodista (Le Magazine littéraire, Le Nouvel Observateur, The New York
En torno a 1958 (la fecha es bastante imprecisa; Cinco aventuras de Harry Dickson por Jean Ray en cualquier caso, mientras Resnais preparaba el rodaje Times), autor de dos libros fundamende Hiroshima mon amour) el cineasta tales sobre Martin Heiddeger (del que sugirió a Towarnicki colaborar juntos fue secretario y amigo), aceptó el reto en una adaptación cinematográfica de pese a su inexperiencia como guionislas aventuras de Harry Dickson. Fréta. Consciente de la tremenda capaci-
dad de síntesis necesaria para incluir un universo tan extenso en un único largometraje, se dedicó inmediatamente a la elaboración de un diccionario, en tres volúmenes, que incluía entradas temáticas muy diversas: índice de personajes, organigrama de Scotland Yard, relación de mansiones, tipología de pasadizos secretos, etc. Más tarde, un trabajo abrumador que se extendió durante casi una década: una sinopsis y un tratamiento de guión/presentación del proyecto, varios resúmenes de las distintas aventuras tomadas como punto de partida , un guión completo y una versión reducida del mismo. Mientras tanto, Resnais, que ya había destacado como cortometrajista, se labraba una reputación de autor riguroso y renovador de las formas narrativas cinematográficas de la mano de escritores como Marguerite Duras, Alain Robbe-Grillet, Jean Cayrol o Jorge Semprún con Hiroshima mon amour (1959), El año pa sado en Marienbad (L’Année dernière à Marienbad, 1961), Muriel (Muriel ou le temps d’un retour, 1963), La guerra ha terminado (La guerre est finie, 1966)... Después de cada nueva película, parecía que, por fin, Les Aventures de Harry Dickson se 7MU
Alain Resnais y Las Aventuras de Harry Dickson
convertirían en realidad.
localizaron exteriores en Londres y en Escocia y Bélgica. Todo parecía listo. A finales de 1968 la revista americana Variety anunció el inicio del rodaje de As You Like It, Harry Dickson, protagonizada por Bogarde y Redgrave, a los que podría unirse Maggie Smith. Sin embargo el proyecto se canceló súbi-
Alrededor de la pareja Resnais-Towarnicki, el productor Anatole Dauman, con el que cineasta ya había colaborado en varias ocasiones, construyó un brillante equipo que reunía al pintor Paul Delvaux (como encargado del vestuario de la película) y al escenógrafo (y luego también director cinematográfico) René Allio, entre otros. Se especuló con posibles repartos que incluían a Delphine Seyrig (como Georgette Cuvelier), Laurence Olivier (en el papel de Harry Dickson), Vanessa Redgrave, Derek Jacobi, John Gielgud, Jean Vilar, Colin Blakely (que años más tarde interpretaría al “rey de los detectives” en La vida privada de Sherlock Holmes, de Billy Wilder) y Roger Planchon. Imposible: Olivier estaba comprometido con otros proyectos; Redgrave, gracias al éxito de Blow Up, duplicaba de la noche a la mañana sus honorarios... Ante la necesidad de contar con estrellas internacionales que garantizaran un proyecto de presupuesto tan elevado, se sucedieron los posibles Dickson: Christopher Plum- Harry Dickson / Le American Sherlock Holmes mer, Gregory Peck, Peter O’Toole, tamente ese mismo año. Resnais rodó Dirk Bogarde. Con ayuda del antiguo Je t’aime, je t’aime (1968) y, tras ésta, crítico de Cahiers du cinéma y director sufrió un período de seis años en el Pierre Kast, Resnais había conseguido que no consiguió sacar adelante otros aproximarse a una duración estándar: de sus proyectos más gratos (Flores frente a las dos horas y cuarenta minucarnívoras de nuevo con Semprún; The tos del guión original de Towarnicki, Inmates y The Monster Maker, según la nueva versión era más asequible, los guiones del célebre dibujante de unos noventa minutos. También se novelas gráficas Stan Lee; Delivrez MU8
nous du bien, biograf ía del marqués de Sade y un mediometraje sobre H. P. Lovecraft). Dauman, por su parte, intentó revivir sin éxito varias veces el proyecto interesando a cineastas del prestigio de Claude Chabrol, Joseph Losey o Chris Marker. Desde entonces Les Aventures de Harry Dickson había dormido casi cuarenta años en el cajón. Hasta ahora. Además del guión íntegro de Towarnicki, dividido como la tragedia griega en cinco actos (Les Triomphes, Georgette, Euryale (La Gorgone), Rheina y Minerve), el libro incluye sus canciones de Harry Dickson, unos breves poemas destinados a servir de puntuación a la película, y una extensa entrevista con él realizada por Leutrat y Philippe Met. Junto a ellos, dos textos más, “Une errance subtile” y “La grande ombre de Harry Dickson”, que documentan la cronología de este proyecto imposible y rastrean su huella en la obra posterior de Resnais. Por último, dieciséis fotograf ías (incluidas con anterioridad en su libro Repérages) que representan diversas localizaciones, en su mayoría londinenses, elegidas por el cineasta para ilustrar los procesos de escenograf ía y diseño de decorados. En fin, un libro imprescindible, testimonio apasionado de un proyecto, a partir de ahora indestructible, que consigue comunicar con gran intensidad la pasión y el compromiso de sus autores.
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Carlos Escartín
LITERATURA
Fractalia
Recientemente publicado, el ganador del premio de la Academia CastellanoLeonesa de la Poesía 2008, Fractalia, de Carlos Escartín, nos sumerge en un lírico y complejo mundo de números poetizados por Inés Ruiz
N
o suele ser común que los números inspiren a un poeta a componer versos ricos en metáforas, mas éste es el caso de Fractalia, poemario numeral compuesto por el poeta Carlos Escartín (Madrid, 1972). El poemario Fractalia nos ofrece un viaje histórico y numérico por los números del uno al diez pasando por el cero y el uno. El libro se abre con el poema Fondo, en el que el poeta nos pinta el mundo antes de los números y el resurgir de los mismos en el seno del granito mesopotámico, de las tablas de barro sumerias, del papiro egipcio, del pergamino medieval; un viaje histórico e imaginado a la génesis de los
Wiherheimo Oopperan MU10
números que permiten la existencia de las matemáticas. Le sigue Números: ‘Los números nos estaban esperando / al final de la mano, / como el mar aguarda al final de río fértil, / como un camino estrellado para entender / el implacable manantial mudable de la vida.’ Los números, nos recita el poeta, vienen a poner orden al caos que es la vida y el mundo concebido por el ser humano, o sea, el mundo reflejado en los ojos del hombre que tan poco comprende y que tanta necesidad tiene de comprender. Carlos Escartín nos deja adivinar lo que vienen cargando sus poemas en la cita de Einstein que precede a los poemas y que reza: ‘La naturaleza es
la realización de las ideas matemáticas más simples que puedan imaginarse.’ La idea de las matemáticas como ordenación de la realidad impregna este poemario en todos sus poemas. Después de Números vienen once poemas, del Uno al Diez con el Cero y uno intercalado entre el Nueve y el Diez, seguidos de un poema que cierra el libro y que reúne todo lo anterior, Fruto Fractal. Los poemas van describiendo la naturaleza y personalidad de cada número, y el poeta imagina la función y la génesis de cada uno de ellos, dotándolos de un significado espiritual, mundial y cósmico. Todo se inicia con el Uno –‘El uno fue la selva azul / de lo indiviso, el agua sobre la
tierra, / el sol un día de amor, / la tristeza dentro del conocimiento / herido de nieve. / Símbolo del fin supremo, / de la sombra amarilla sobre la ciudadela, / limitada conciencia de uno mismo, / vida y muerte del maíz y de los dioses.’ El uno que viene a terminar la oscuridad que provoca la ignorancia, y que libera al hombre para subir por el luminoso camino del saber. El poeta hace alusiones culturales: ‘El uno fue la base de los seres / la veta insondable del monoteísmo cereal / de arterias blanquecinas,’; el número uno está en la base de la religión monoteísta. Cada número se construye sobre el precedente, y va más allá, más alto, llevando consigo al Hombre que supo inventar este instrumento divino que lo sacó de la ignorancia. El mundo (y la poesía) se vuelve más y más complejo a medida que los números van incrementándose. El poemario es un crescendo de personajes numéricos , de números hechos criaturas palpables y espirituales, de números que encierran mundos y universos y sangre palpitante en sus entrañas lineales y curvas. El Dos nos introduce a la dualidad: ‘Si el sueño del trueno fue bueno, / la mirada del cóndor azul sólo maldad / como una oquedad terrestre.’; ‘Así, el dos fue abismo y contrasEnd te,The / división múltiple necesaria / para la abrasadora comprensión / de la
unidad del tiempo, del espacio, / de la piedra y la palabra.’; ‘Para leer en negro / siempre hizo falta blanco, / y viceversa.’ Y el Tres es aún más: ‘El tres fue la
frontera donde nace el movimiento,’; ‘El tres fue la reconciliación imparcial y rosada / entre la unidad del invierno y la dualidad del verano.’
Y así sucesivamente hasta llegar a la existencia de los números : Cero y uno. ‘Entre el cero y el uno / se halla toda la tensión original / nutrida de misterio y materia de la vida.’; ‘Ceros y unos de longitud ene para la informática, / secreto bordado en lo profundo de la tecnología, / que unirá arte y matemática en los ordenadores / universos de las pautas repetidas, fórmulas / intuitivas de la geometría de la naturaleza / que desembocarán en lo fractal, / explosión infinita de la creatividad digital / conquistado a lo líquido, a lo frío, a la luz inerte, / latitud secreta de colores / en las células algorítmicas del arte.’ Una mezcla de contemporaneidad, tecnología, espiritualidad, belleza , actualidad y eternidad. Los versos de Carlos Escartín son exuberantes en metáforas complejas, multidimensionales e inteligentes. Las imágenes que crea el poeta son frías, afiladas y cristalinas como el hielo en los eternos glaciares de las altas montañas. Sus poemas están repletos de alusiones culturales e históricas, y de visiones embriagadoras de belleza y dificultad. No es un libro de poesía fácil. Fractalia exige una alta concentración y atención por parte del lector, pero nos garantiza un viaje alucinante y enriquecedor. 11MU
Tiempos y valores de ayer y hoy
Pensamiento
Zeitgeist ,
El espíritu de los tiempos
¿Los tiempos y los valores? ¿El espíritu del tiempo? Rodeados por la crisis financiera, los cambios climáticos, la bomba de relojería de los pensionistas y la gripe A, el alma occidental se ve aquejada por la confusión, el miedo y las sensaciones contradictorias. Los pesimistas culturales adivinan una guerra mundial, revoluciones y el fin de occidente. Los optimistas sonríen creyendo en el futuro –infantilmente según los escépticos como viajeros en la cubierta del Titanic –. El investigador finlandés de la contemporaneidad Dr. Sam Inkinen ausculta los tiempos y su espíritu por Sam Inkinen (trad. L. Escartín Hamarinen)
‘
Vivimos nuevos tiempos creativos. Es feliz ser joven en un tiempo como éste,’ escribió el escritor, ‘portador del fuego’ (perteneciente al grupo de jóvenes artistas y pensadores que se autodenominaban ‘portadores del fuego’, y que encontraban su inspiración entre otros en Nieztsche) y súper estrella de la historia cultural finlandesa Olavi Paavolainen en su libro ‘En busca de los tiempos modernos’ (1929), un respetado y polémico clásico que describe con precisión el ambiente que se vivía en la Finlandia de los años 20. ‘Es el tiempo de las revoluciones y las utopías. Ya no creemos en las verdades del pasado, MU12
las verdades del futuro aún no se han perfilado. No existe otra certitud más que el presente –y si le preguntas su verdad, te dirá: ¡busca!’ Éste podría ser el lema de su libro y su tiempo. La obra de Paavolainen ha conservado sorprendentemente intacta su frescura –la cita anterior podría haber sido escrita ayer –. Los temas centrales de ‘En busca de los tiempos modernos’ son las máquinas, la tecnología, los países extranjeros, la vida de la gran ciudad, la arquitectura, los rascacielos, las tendencias internacionales artísticas y culturales, la gastronomía, la erótica, la conciencia de la contemporaneidad del siglo XX y
la vanguardia. Las tendencias modernas Los tiempos modernos del siglo pasado confundían de muchas maneras la vida y el conjunto de valores de los ciudadanos. El teléfono, el zeppelín, las medias de nylon y el sensual jazz sacudían las costumbres y los modelos vitales que hasta entonces habían prevalecido. Al portador de fuego Paavolainen le fastidiaba que en la pequeña y periférica Finlandia aún no hubiesen “inventado” la modernidad: “Las casi únicas obras en las cuales se descubre que poseemos la electrici-
Homosapiens (Electro Domini), Š Diego Alonso. 2006
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Tiempos y valores de ayer y hoy
dad, que Helsinki es después de Berlín y Estocolmo la capital más moderna de Europa, que se puede viajar en nueve días desde Hanko hasta Nueva York, que el pelo corto pertenece al perfil típico de la provinciana de Seinäjoki, y que vivimos en el vecindario del centro neurálgico político –la U.R.S.S. – , están escritas por mujeres y son en su mayoría sospechosamente libros de entretenimiento.” La preceptiva mirada intelectual de Paavolainen (1903-1964), al igual que la de sus coetáneos portadores del fuego, se concentra en la modernidad de principios del siglo XX, y busca apasionadamente los temas centrales de su tiempo, con la intención de abrir ventanas a Europa. Sólo puedo desear que los autores de nuestro tiempo consiguieran describir con el mismo talento los temores, los sentimientos y las esperanzas de nuestra época. La herencia de Hegel La necesidad de definir los tiempos y su ‘espíritu’ es una característica típica de la cultura (post)moderna. El filósofo ensayista Walter Benjamin, contemporáneo de Paavolainen, escribe acertadamente sobre los diagnósticos de la contemporaneidad: “Los adivinos que intentan descubrir lo que los tiempos esconden, seguro que no perciben la época como homogénea ni vacía.” Tanto en las observaciones académicas como en el arte contemporáneo y el periodismo cultural se considera importante el concepto de Zeitgeist, heredado del romanticismo alemán del siglo XIX. Podemos decir que con el zeitgeist o el ‘espíritu del tiempo’ se procura expresar el sentimiento y la mentalidad generalizadas de una cierta época y cultura específicas: valores, ambiciones y temas centrales. Podemos detectar el zeitgeist de diferentes siglos o décadas. Tienen especial interés las coincidencias y los paralelos temáticos. Por ejemplo, a finales de los años 20 y principios de los 30 pareció existir el mismo espíritu que a finales de los años 60, y que en el grandilocuente (e inútilmente MU14
aterrador) reciente cambio de milenio. El concepto de Zeitgeist está ligado a la herencia intelectual del filósofo alemán Hegel (1770-1831): la interpretación de la cultura como una dialéctica continua (tesis, antítesis, síntesis) en la forma del ‘espíritu’ que la caracteriza en cada momento. Asimismo podemos considerar el Zeitgeist emparentado con el concepto de ‘estructura de sentimiento’ (structure of feeling) del teórico cultural Raymond Williams, también un instrumento conceptual útil para los analistas de la contemporaneidad. El espíritu del tiempo se muestra, además de en los medios de comunicación masivos, los temas de conversación y los lemas, en los productos de la cultura, como las novelas, el arte pictórico y la música. Por otra parte, los historiadores adoptan una postura escéptica con este concepto, porque a menudo los medios de comunicación trivializan la definición del ‘espíritu del tiempo’ generalizando y simplificando el término. Se trata también del uso de poder: el espíritu del tiempo y los conceptos generacionales son a menudo definidos por fuentes y coetáneos que se piensan en el núcleo de la modernidad y el desarrollo. Temas centrales contemporáneos ¿Catástrofe ecológica? ¿Biosociedad? ¿Cyborgs? ¿Tecnología ubicua? ¿El fenómeno China? Aunque nuestro tiempo esté fragmentado y es ambiguo, es fácil encontrar temas generales que definen el zeitgeist. Las máquinas y la tecnología, la mecanización de la vida, la organización en red de las personas y las cosas, la aceleración de los procesos, la internacionalización, la fractura de las fronteras, y las turbulencias económicas y sociales han sido temas centrales a la hora de conversar sobre la cultura y la sociedad actuales. En las últimas dos décadas, la globalización, la tecnología informática y mediática y las sociedades de la información y las sensaciones han sido temas de debate a la hora de definir
el ‘espíritu’ de nuestro tiempo. Pero detrás de los conceptos actuales influyen las viejas ideas históricas. A la hora de analizar en profundidad las aclamadas revoluciones, las transformaciones y los saltos adelante, las mismas se descubren como utopías contemporáneas. ¿Hay pues algo nuevo bajo el sol? Tomemos como ejemplo el debate de las pasadas décadas sobre la sociedad de la información, los medios digitalizados y las “revoluciones”, que puede ser equiparado a la construcción de la red de ferrocarriles y telégrafos en la década de 1880. Según las promesas, el ferrocarril y el telégrafo tenían que profundizar la comunicación internacional, superar las estrechas fronteras nacionales, impedir las guerras y permitir la comunicación veloz y amable entre las personas –al igual que prometen Internet, la telefonía móvil y la teledemocracia –. Pero ¿cómo es el espíritu del tiempo en el año del Señor 2009? Una lista espontánea de temas centrales podría empezar así: el pueblo global (global village), el cambio climático, los riesgos globales, las turbulencias económicas, el terrorismo, el fundamentalismo, la cultura mediática, la economía de las vivencias, la estimulación, las tecnologías sociales, las biociencias, la manipulación genética, el extremismo, el escapismo, los problemas psíquicos y el dramático crecimiento de la importancia de Asia. En el mundo académico han obtenido importancia temas como la globalización, el postmodernismo, el nomadismo y los juegos de identidad. En el mapa de valores, han subido los valores espirituales (retiros, meditación, yoga, new age…) y ‘la vida lenta’ (slow life), posiblemente como una reacción a las tendencias exaltadas, cínicas, súper conectadas y agotadoras de la cultura de los ejecutivos. Según los críticos, el cuadro gráfico Excel del ordenador se ha vuelto el barómetro espiritual de nuestros tiempos tecnocráticos y codiciosos de dinero: todo se mide y se pesa de una manera infantil, miope y sin importar las consecuencias. Y esto sucede
a pesar de que se sea consciente de la importancia de la mirada panorámica y amplia, y la síntesis. Apoyémonos de nuevo en los clásicos. Es muy sano que el europeo estresado y agotado de hoy recuerde que la ensayista austriaca Marie Herzfeld escribía sobre la sociedad fin-de-siècle en 1890, que estaba llena de personas debilitadas neurológicamente por los cambios y el desarrollo, que se había llegado al fin de la cultura y que las ideologías morían. El tema del ‘fin de los tiempos’ ha estado de moda en muchas ocasiones: pensemos en las premoniciones escatológicas de muchas religiones, o en la polémica obra del filósofo y economista norteamericano Francis Fukuyama The End of History and the Last Man (1992). Por otra parte, está bien recordar las palabras del autor: ‘no hay que esperar demasiado del fin del mundo.’ La sociedad de los riesgos, las catástrofes y la inseguridad
(la caída del comunismo y el socialismo estatal, y el muro de Berlín, la unión de las dos Alemanias, los cambios en Europa del Este, las crisis de los Balcanes, el resurgimiento de Asia, etc.) han creado nuevos conflictos y problemas de identidad en el mundo post-Guerra Fría. La amenaza de la guerra nuclear se ha convertido en eco-catástrofe; la Guerra Fría entre el bloque occidental y oriental se ha convertido en el dramático juego de poder del Oeste Judeocristiano y el Este Islámico, y los EE.UU. y Asia. Es sintomático cómo en el debate social se ha instalado el término acuñado por el sociólogo Ulrich Beck: sociedad de riesgo. El clásico de Beck Riskogesellshaft (1986) fue publicado justo antes del accidente nuclear de Tchernobyl. Después del 11-S (2001), el concepto de Beck hizo un comeback. El destino de Europa es experimentar los cambios a menudo por las malas. La última vez que en el continente se
¿Cuáles serán los Grandes Te m a s de los a ñ o s venideros? ¿ C o n q u é tipo de valores, reservas y expectaciones debemos de enfrentarnos a la nueva década? Basándonos en los a ñ o s Cuenco (Electro Domini) - A J.J.Cambre -, © Diego Alonso. 2006 recientes, el espíritu del cambio de visionó y se intentó construir un reino milenio ha sido y es intranquilo, encenmilenario, el esfuerzo desembocó en dido e imprevisible. En el mapa polítihogueras de libros, fascismo, la gran co, los cambios posteriores al año 1989 guerra, campos de concentración y
la destrucción total del continente. Éstas son la herencia-Zeitgeist y la dimensión cultural que las voces más chirriantes nunca se cansan de recordarnos en Europa. Aunque estas voces gruñonas y sombrías sólo suenan ahí –normalmente en humosos ambientes intelectuales– donde aparece el cuasiextinto pensamiento crítico, en medio de la banal tecno-cháchara y el maniaco ruido mediático que nos inunda. En una visión de conjunto podemos decir que el pesimismo se ha profundizado en Europa en las últimas décadas (aunque el futu-rap americanizado aún tiene fuerzas para sonreír, reír y bailar como si estuviera en la cubierta del Titanic). Jürgen Habernas, importante sociólogo alemán, escribió hace ya décadas ‘de la nueva falta de visión de conjunto’ (die neue Unübersichtlichkeit). El observador de la contemporaneidad puede constatar que la visión que los intelectuales tienen de nuestros tiempos, sus problemas y su ‘espíritu’ se ha ensombrecido claramente. Las soluciones existentes y los planes de salvamento sólo pare cen llevar a nuevos problemas y estupideces. Por otra parte, se podría s e ñ a lar a los escépticos y los pesimistas que no todos piensan que nuestra cultura se estrella. Aunque los intelectuales pintan demonios en las paredes con razón, parece que la situación contemporá15MU
Tiempos y valores de ayer y hoy
Detrås de todo (Electro Domini), Š Diego Alonso. 2006
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nea general (sobre todo en los campos de la política, el gobierno de la UE y la tecnología) se regodea en visiones, fantasías y energías utópicas. Especialmente vistosa y penetrante es la neomoderna fe en el progreso que prevalece en el debate sobre la tecnología digital y la globalización. Hace unos años, en la Finlandia Hitech –el país prometido de los ingenieros y los locos de las máquinas –, ninguna otra historia parecía caber en el debate nacional. La ruina de Occidente El año 2008, turbulento y volátil, quedará en la historia como un período en el que muchas autoridades perdieron su posición, muchos directores su reputación, y muchas “verdades” debieron ser revaloradas de forma dramática. La bancarrota de bancos norteamericanos en el otoño de 2008, y la elección de Barack Obama como primer presidente negro de EE.UU. quedarán como fuertes símbolos que en el futuro serán estudiados y analizados en los libros de historia. Lo digno de atención para muchos, es el optimismo que ha surgido con la elección de Obama a la presidencia, a pesar de los problemas colosales que hay. Los optimistas esperan mucho de la sociedad de bienestar global y multicultural del tercer milenio. Igualmente podemos presentar en el espíritu del clásico de Oswald Spengler (1914-1918), La ruina de Occidente, la interpretación de los pesimistas culturales: el “desarrollo” actual es únicamente el último “florecimiento” antes de la inevitable destrucción total y catástrofe masiva. Muchos observadores de la contemporaneidad opinan que la democracia occidental está en grave crisis. Según los críticos, nuestro tiempo es vacuo, estúpido, superficial, afectado y falsamente satisfecho de sí mismo. La política se ha vuelto un concurso de mises en el que participan personajes mediáticos que disparan trivialidades instantáneas; el debate profundo sobre la contemporaneidad se ha sustituido por reality-shows y talk-shows
egoístas que le hacen la pelota a las masas con sus juegos públicos. A nuestro alrededor y en la vida cotidiana sobreabunda el éxtasis de la comunicación –en palabras de Jean Baudrillard –, pero no se refiere a la reflexión, al auto-análisis, a la argumentación o a algo similar, sino a un palique inútil y necio. Se asusta y se despierta a la gente con el terrorismo, la violencia y las epidemias –por otra parte, estos temas se olvidan terriblemente rápidos, cuando nuevos temas más fulgurantes entran en el escenario. El vacío en los valores y la nueva falta de visión de conjunto se notan también posiblemente en el campo de las artes. Como es prácticamente imposible definir el valor estético de una obra de arte, al menos queda la etiqueta en la que reza el precio. En última instancia podemos deducir que el “buen” y “valioso” arte contemporáneo, es aquél que expuesto en las paredes de la galería de arte o el museo tiene el precio más caro. La cultura Pop como reflejo y espejo de nuestro tiempo Los tiempos que corren se pueden comentar de muchas maneras. Beck, Habermas, Baudrillard y compañía presentan sus comentarios desde la intelectual y académica torre de observación de la ciencia y las universidades. Con otra actitud han comentado el Zeitgeist del cambio de milenio, entre otros, la cultura y la música popular. La Ballad of thin man (1965) de Bob Dylan deja entrever el Gran Carnaval de fines de los 60 con su movimiento hippie, sus manifestaciones contra la Guerra de Vietnam, su píldora anticonceptiva y su marcha a la luz de diferentes sub-culturas. En el mundo de la música electrónica, uno de los ejemplos más dignos de notar es la banda alemana Kraftwerk (que significa: central de energía), muy en consonancia con el espíritu súper tecnológico, extendido y robotizado de nuestros tiempos. El mensaje de la banda vanguardista es ambivalente: la
música mecánica y la lírica minimalista pueden ser interpretadas tanto como un ligoteo robótico-romántico con los cachivaches de Mefistófeles, tanto como un aviso del peligro de un mundo mecanizado, emocionalmente pobre y nihilista. Otro buen ejemplo es la banda tecno Orbital, de los hermanos ingleses Hartnoll, sobre todo el disco Snivilisation (1994), que hace una crítica irónica a la cultura. El nombre ácido del disco es la unión de las palabras snivel (queja, lamento, llanto) y civilisation (civilización). Además del título ácido del disco, la foto de portada y las canciones son igual de agrias, irónicas y creíbles en su comentario crítico del estado actual de la civilización y de la escala de valores de occidente. Las utopías y la Valentía de soñar Citando al filósofo Bertrand Russell: la persona es una gran soñadora y necesita sus utopías. Etimológicamente la palabra utopía viene de las palabras griegas ou/eu y topos, o sea, “el lugar que no está”. Con utopía podemos referirnos a un estado ideal, o a la descripción de las circunstancias ideales. A lo largo de los siglos han nacido múltiples utopías: desde el clásico La República de Platón de hace 2400 años, a las obras maestras del renacimiento (Thomas More, Tommaso Campanella, Francis Bacon); desde las películas de ciencia ficción y fantasía al Imagine de John Lennon, o a los sueños sociales y estéticos que se articulan a través del arte contemporáneo. Pero ¿tiene alguien ganas de creer todavía en la Verdad, los Ideales y los Sueños? Al fin y al cabo, hace tiempo ya que hemos constatado el derrumbe de la credibilidad de “las grandes historias”. ¿Poseemos aún alguna influencia sobre el macrocosmos y las mega-tendencias del gran mundo; o sería mejor y más realista limitarse a hacer algo por el propio microcosmos y las áreas del micro-poder subjetivo? Junto a las utopías, las distopías, o sea las anti-utopías, están vivas y coleando. La distopía es una visión amena17MU
Tiempos y valores de ayer y hoy
zante negativa del futuro próximo. Junto a los clásicos de Aldous Huxley (Un mundo feliz) y George Orwell (1984), el paisaje interior de las distopías ha sido presentado por la dura cyber-literatura y el arte contemporáneo más sombrío. Tanto las utopías como las distopías han estado últimamente en el candelero. El debate sobre la contemporaneidad y la dirección que toma el futuro ha continuado apasionado en seminarios de contemporaneidad, exposiciones de arte, y panfletos. Especialmente interesante es el burbujeo cultural en centros súper conectados y laboratorios de modernidad como Berlín, Moscú, Nueva York y Shanghai. Filósofos, sociólogos, semióticos e investigadores del futuro están interesados por los temas centrales del espíritu del tiempo. Junto al optimismo y al pesimismo hay una tercera actitud vital digna de mención: el meliorismo (del latín melior, mejor), creado por el clásico de la filosof ía William James; es un estado intermedio entre el pesimismo y el optimismo, una actitud vital y una manera de percibir la contemporaneidad en la que se procura ir hacia un futuro mejor, sin pecar de un optimismo viva-todo. En la aspiración por un mañana mejor no es central la fe en algo mejor, sino la esperanza de algo mejor. ¿Hay algo nuevo bajo el sol? ¿Qué hemos aprendido de la historia? Al menos que en el siglo XX sucedieron dos Guerras Mundiales, cientos de conflictos bélicos menores y que Europa quedó demacrada en dos ocasiones. Mientras esperamos la eco-catástrofe, la gripe A y la próxima Guerra Mundial, merece la pena
recordar que en los debates sobre la contemporaneidad de los últimos años hay muchas coincidencias con lo que pensaban los intelectuales en los años 20 y 30. Citando de nuevo a Olavi Paavolainen; las técnicas de comunicación y viajes admirados por los “empresarios de la modernidad” (el teléfono, la radio, el cine, el ferrocarril y el zeppelín) tienen como nietos la televisión, el jet, Internet, la realidad virtual y los viajes espaciales. Cuando Paavolainen definió el espíritu de sus tiempos diciendo que “la máquina es la marca de nuestros tiempos; el ritmo mecánico rige nuestra vida”, podríamos tomar el mismo eslogan para definir el inicio de siglo XXI cambiándolo levemente: “El ordenador y las redes son la marca de nuestros tiempos; el ritmo digital rige nuestras vidas.” Al comentar la globalización en los años 20, Paavolainen escribió: “En Tokio se pinta igual que en Montparnasse, y un ensayo escrito en Bombay puede ser publicado sin cambios en el Times o en el Uusi Suomi”. En estos tiempos de informática y redes, de tecnología digital, de atontamiento mediático y capitalismo globalizado, es nostálgico y confusamente contemporáneo leer el texto escrito por este pensador hace más de ochenta años: “Todo lo personal se vuelve hoy público. La modernidad dicta los grandes temas. […] Lo fantástico de la tecnología ridiculiza la mitología. La gente se mueve perpleja entre antenas y maniquíes, que sonríen desde los escaparates, y que salen de esos escaparates para participar en las elecciones, bailan el foxtrot y aman a nuestras esposas. Parece que se avecinan un nuevo diluvio, una manía mecánica y una cruzada de maniquíes.”
Para finalizar Como dice Bob Dylan: los tiempos cambian… rápido. Las estructuras se tambalean, las verdades cambian y –para citar al filósofo francés JeanFrançois Lyotard – cada vez más veloces pasan las nuevas generaciones. Característico de la evolución en las últimas décadas es que el mundo se encoge, se mecaniza, se electriza y se conecta con redes. El espíritu de los tiempos es marchoso. ¿Qué cambia, pues? ¿Cambia algo desde un punto de vista cualitativo en cuanto a los Grandes Temas? Parece ser que sí y que no. Suceden cambios sociales, y estos procesos influyen en la vida del ciudadano de a pie. Parece claro que el coetáneo del cambio de milenio –lo que Paavolainen llamaba la persona del cambio– está destinado a aceptar una gran cantidad de caos, sorpresas e irresponsabilidad en medio de las estructuras tecnológicas y políticas que sacuden la vida. Debemos aceptar que el espíritu del tiempo se muestra (también) en nuestra contemporaneidad conflictiva: como un paraíso y un infierno, como una salvación y una perdición. Pero la era global, digital y mediática puede carecer de espíritu. Puede ser ultra-tecnológica, anti-humanística y espiritualmente pobre. Sólo los bárbaros que desconocen la historia pueden constatar que todo cambia y es radicalmente distinto a cómo era antes. Citando por último al filósofo de principios del siglo XX, Eino Kaila: la civilización significa que el pasado está presente y vive en el momento actual, y que influye profundamente y con frescura en el espíritu de nuestro tiempo.
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Zeitgeist (Electro Domini), Š Diego Alonso. 2006
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Fotógrafos italianos
FOTOGRAFÍA
Historias del sur de Italia
El ojo silencioso de la cámara de cinco fotógrafos originarios del sur de Italia nos muestra la realidad variable de esa zona marginada en la Italia de las últimas décadas por Lenny Waker
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etizia Battaglia, Mario Cresci, Luciano D’Alessandro, Mimmo Jodice, Marialba Russo son los cinco fotógrafos propuestos por el Museo di Fotografia Contemporanea en una exposición que presenta diferentes situaciones humanas y ambientales en el sur de Italia durante la década de los 60, 70 y 80, en ocasión con la primera edición de MEMORANDUM –Festival de Fotograf ía Histórica. Letizia Battaglia, nacida en Sicilia, es internacionalmente conocida por sus reportajes sobre la mafia. En la exposición se verán retratos de mujeres
Wiherheimo Oopperan
desde la infancia a la vejez, con diferentes papeles en la vida. Luciano D’Alessandro es otro reportero conocido nacido en Nápoles; sus imágenes son muy fuertes, muestran el malestar de la sociedad, la enfermedad mental, el paro, la marginación y un interés en todo tipo de personas que existen fuera de la sociedad. El trabajo de Marialba Russo, también nacida en Nápoles pero viviendo y trabajando en Roma, tiene un lado antropológico y una visión conceptual. La fotógrafo compone una suerte de catálogo misterioso: toma fotos de hombres disparados por la espalda y lo considera símbolo del sur de
Italia. Mimmo Jodice, fotógrafo napolitano, es famoso en todo el mundo; tuvo su debut en los años setenta con sus estudios sociales en busca de iconos visuales. En la exposición se muestran sus imágenes de los niños de Nápoles. Mario Cresci, fotógrafo y diseñador gráfico afincado desde hace años en Basilicata, ha desarrollado estudios conceptuales sobre los interiores de casas, donde los objetos y los espacios revelan una cultura anciana y compleja, mientras que los rostros en movimiento indican la dificultad que tiene la personalidad para emerger.
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Foto : Letizia Battaglia.
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Fotógrafos italianos
Foto : Luciano D’Alessandro
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Foto : Mimmo Jodice
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¡Viva la tauromaquia!
PORTADA
Del toreo como éxtasis
Es trágico y grave que la tauromaquia –tradición milenaria y valiosísima – esté amenazada de muerte por el despotismo y la intransigencia de personas, que carecen de la capacidad de valorar una cosa que quizás no sea de su agrado personal con el ancho entendimiento que dan el saber, la inteligencia y el cosmopolitismo por Fernando Sánchez Dragó
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n griego de nuestros días «éxtasis» significa «parada de autobús»: allí se detiene el tiempo y los usuarios se suben a un vehículo que los conducirá a un lugar lejano: el del arrobo o estado de conciencia alterada y situada fuera del mundo sensible en el que se sumerge el aficionado cada vez que el torero cita, MU24
para, templa, manda, liga y carga la suerte, respetando los cánones y, a la vez, reinventándolos, frente a los pitones de un toro bravo. Ése es, de todos los momentos y emociones que la vida me ha ofrecido, el que yo prefiero, el más estimulante, el más revelador y embriagador, el más excelso, el que más felicidad me ha
dado, el que más me dolerá perder cuando la muerte se me lleve. «Y yo me iré», decía Juan Ramón, «y se quedarán los pájaros cantando», y José Tomás, o el que lo herede, seguirá toreando al natural, de frente y por derecho con el alma puesta en el punto de la plaza donde otros sólo ponen la muleta y, si acaso, que no es
Foto : Fito Carreto
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ยกViva la tauromaquia!
Foto : Fito Carretode Agencia Group, por Reto Halme Verena Jover,
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Foto : Fito Carreto
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Foto : Fito Carreto
poco, la mirada, la femoral y los testículos. A nadie quiero convencer de nada. El apostolado, en el toreo, es ocioso. Dirijo sólo este cantar a quienes conmigo van. Las emociones no se explican: se sienten, y quien no sienta en la plaza lo que sentimos los aficionados, jamás lo sentirá ni lo entenderá. Déjenos en lo nuestro, dedíquese a otras cosas. La tauromaquia es -por encima de cualquier otra definición o comparación posibles, y son muchas las que le cuadran- un sacramento. Vale decir: la manifestación de algo visible que provoca en quien lo ve (y más aún en quien lo genera) un estado de gracia procedente de lo invisible. El torero
es un místico que al torear levita, el espectador es un devoto y la faena es un trance. Echemos mano del catecismo, repasemos -aunque cabría irse a otros ámbitos, pero con éste basta- la lista de los sacramentos que la Iglesia de Roma nos propone. Bautismo: el torero borra el pecado original -que es el de la cobardía, el de negarse a admitir que toda vida es, por definición, pericolosa y no tiene más horizonte que la muerte- y busca, como lo hizo Teseo al perderse en el laberinto de los lances, los terrenos y los tercios del Minotauro, su propio centro de gravedad. Es la apuesta y la ruta -la tentativa del hombre infinito- del nosce te ipsum (conócete a
ti mismo) y del ne te qaesiveris extra (conviértete en quien eres) para no haber vivido en vano. Confirmación: el novillero es sólo un catecúmeno. Hay que tomar la alternativa y confirmarla después en la basílica del Vaticano de Las Ventas y ante un obispo de Roma -el que la preside- para llegar a ser torero de verdad. Orden sacerdotal: a partir de ese instante -el de la alternativa y su confirmación- ya no hay vuelta atrás. Se ha cruzado el Rubicón, la suerte está echada, la ceremonia imprime carácter y el torero es ya, y lo es para siempre, del mismo modo que el cura sigue siéndolo aunque ahorque los hábitos, matador, maestro, sumo sacerdote, 29MU
¡Viva la tauromaquia!
Foto : Fito Carreto
pontifex maximus, hierofante. Penitencia: el torero se confiesa -revela su personalidad- en público, y frente al público, y éste lo perdona con el ego te absolvo del silencio, lo premia con los olés y los pañuelos o, cuando a su juicio peca, esto es, cuando conculca los cánones de la doctrina, del Dogma o del devocionario de la tauromaquia, le impone la penitencia del silbido, del abucheo, de la bronca, y le niega -impidiéndoselo- hasta el saludo. Matrimonio: el torero es ying, mujer, cuando hace el paseíllo y se pavonea, cuando se adorna, cuando embarca al animal en el vuelo -verónica o lo que sea- de su falda, cuando ofrece la taleMU30
guilla y abre el compás de sus piernas para que el toro -macho, varón, yangse encele, acuda al reclamo de la hembra y embista su ingle con el falo de los pitones. Luego, a lo largo de la corrida (¿corrida?), van cambiándose las tornas por contacto, por ósmosis, por empatía, por trasvase, por contagio, por restregón y achuchón, hasta formar -el torero y el toro- volcándose, recibiendo o al encuentro, lo que el latino llamaba «monstruo de las dos espaldas». ¿Tercio de muerte o tercio de cópula? El estoque, erguida verga de curvo bálano, se hunde hasta la cruceta en el hoyo o coño de las agujas, golfo de sombras éste (lo dijo Alberti) que tiene, como el pubis
femenino y el símbolo del feminismo, forma de triángulo isósceles. El torero, tras consumar así el matrimonio, se yergue, jaquetón, y el toro, convertido en esposa desflorada, se derrumba con las patas por alto mientras los ojos se le vidrian al sentir que lo inunda el orgasmo de la muerte. De la herida, por cierto, brota sangre: la del himen. Y, por último, eucaristía. A las cinco de la tarde (a las siete hoy, pero sigue siendo la hora lorquiana de Ignacio Sánchez Mejías), cuando el sol inicia el declive del crepúsculo y con él se retira la energía de esa metáfora del mundo que es el ruedo, la sangre derramada actúa como savia sabia que
Sissi
Foto : Fito Carreto
mantiene la vida del planeta durante el letargo nocturno. Y así la tauromaquia, transformándose en pascua de resurrección, nos redime como la comunión al feligrés e impide la muerte de la naturaleza y la extinción del ser humano. Por cierto: la carne del toro -rabo, por lo general (va con segundas… ¡Curiosa felación!)- se come, convertida en Sagrada Forma y acompañada por copiosas libaciones de vino tinto, que parece sangre, altera nuestro estado de conciencia, nos ayuda a encontrar y proclamar la verdad -la veritas del borracho- y, para colmo, como el Grial, se sirve en cáliz. ¿Dije eucaristía? Embriaguez divina, religión, sacra-
mentalidad, éxtasis… Nadie, en consecuencia, se extrañe si añado ahora que la reaparición de José Tomás el 17 de junio en Barcelona es para la afición algo similar a lo que la parusía -la Segunda Venida- representa para los cristianos. El regreso del Redentor, el retorno del Jedi, la llegada del Reino prometido, la resurrección de la carne y de la idea de España allí donde ésta corre más peligro. ¡Toree luego don José -el Mahdi, Kalki, Maitreya, Quetzalcoátl- en Bilbao, en San Sebastián, en Vitoria, y en Las Ventas como sólo él sabe torear, y el milagro se habrá consumado! Para terminar, un quite. Encontrábase cierto día José Tomás en el domicilio de Joaquín Sabina, haciendo sobre-
mesa y velada, cuando a uno de los contertulios se le ocurrió lanzar la pregunta de cómo y dónde preferiría morir cada uno de ellos. Fue pasando la vez y la voz, llegó el turno del torero, reflexionó éste, abrió una pausa con orla fúnebre y, recreándose en la suerte, de la respuesta dijo:Mercado 2 -En la plaza. Ante eso, por mi parte, sólo cabe una reacción. La de exclamar lo mismo que exclamó Dalí cuando, al volver a España tras la guerra se enteró de la muerte de su amigo Federico y, consciente de que aquella estocada asesina era el perfecto remate de la extraordinaria faena compuesta por la vida y obra de Lorca, apostrofó: -¡Olé! 31MU
Jorge Galindo
PINTURA
La Pintura y La Furia
El último proyecto expositivo del artista madrileño Jorge Galindo, una declaración de principios en torno al oficio y la posición del pintor en el mundo actual, parte de las obras que el autor ha realizado en los últimos años, en las que la furia del hecho creativo será evidente a través de un montaje que pretende acercar al público al hecho creativo del artista por Lucas Olvido
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e suele dar por hecho que la pintura es el género artístico más arraigado en la historia del arte español, y que es sobre el soporte de un marco y un lienzo desde donde se han realizado las más importantes aportaciones a la cultura universal desde nuestro país. Tanto es así que en España solemos confundir Historia del Arte con Historia de la Pintura. Un repaso a nuestra estela de hitos artísticos habla por sí sola: El Greco, Ribera, Velázquez, MuriMU32
llo, Zurbarán, Goya, Sorolla…, y ya desde el siglo XX Picasso, Miró, Dalí, Tàpies y muchos otros, hasta posiblemente llegar a Barceló, el último gran mito consensuado de nuestra reciente historia artística. Damos por válido el hecho de entender que España es un país de pintores y que nuestra tradición parte de una reflexión estética constante dentro del lenguaje pictórico. Si queremos buscar un ejemplo den-
tro del arte más reciente generado en nuestro entorno, sin duda Jorge Galindo es el pintor que de una forma más clara continúa la utópica investigación que desde el lienzo han buscado tantos y tantos artistas a lo largo de los siglos. Galindo viene demostrando desde hace más de veinte años ser un explorador absoluto de lo pictórico, y para ello en su largo proceso ha ido atravesando las diversas estancias de la pintura con una resolución y ligereza inauditas. Desde la más dura
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Jorge Galindo
abstracción gestual al gigantismo de la figuración de la sociedad de consumo urbana, el artista ha desarrollado un trabajo en el que ha llegado a abordar el hecho pictórico con una actitud de absoluto enfrentamiento a lo esencial de la cuestión creativa implícita en la pintura. El ser humano, las herramientas, la imagen. Éste es el esquema y es desde el primer elemento hasta el tercero en el que el artista actúa infundiendo rabia, osadía, actitud, descaro, arrogancia, valentía en general y movimiento siempre. Cada uno de los cuadros toma vida propia y es fruto de un enfrentamiento entre el artista y los elementos, el resultado de una ecuación imposible en la que MU34
todo está engarzado de antemano. El atractivo esencial del universo de Jorge Galindo reside sin duda en su forma de asumir su posición como pintor en el mundo actual. Estamos ante un compromiso que se ha ido agrandando con las dificultades y con el desprecio que desde ciertas posturas falsamente modernas han infundido durante estas últimas décadas a esta práctica artística. Este posicionamiento ha hecho que sea siempre la pintura en sí misma la exclusiva protagonista. Todo lo demás son excusas. Así, las texturas, las composiciones, los gestos, los estilos y las imágenes han ido mezclándose siempre de una
forma caótica en la búsqueda de una autonomía del resultado. Su trabajo ha sido siempre una asunción de este hecho absoluto. La Pintura y la Furia supone una declaración de principios en la que Jorge Galindo pone de manifiesto la grandeza de un oficio antiguo, romántico, pero absolutamente radical, un oficio de constantes trasformaciones donde el artista lucha para mantener una coherencia que le posibilite ofrecer al mundo una voz propia generada a través de su propia rabia, su propia obsesión por lo que el constante escarbar en la pintura y lo pictórico le ofrecen.
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Antonio Godoy
PINTURA
Pintar sobre lo pintado
“Pero cualquier texto sobre las pinturas de Antonio Godoy no hará otra cosa que ocultar el titileo que las sostiene en el firmamento del imaginario colectivo, pues son estrellas que brillan con luz propia” Por Felipe Ortega-Regalado
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as primeras pinturas de Antonio Godoy (Mérida, 1978), podrían leerse sobre un pentagrama. Eran pinturas cargadas de ritmos, pinturas en busca de armonías y disonancias, intentando siempre sonar raro, a lo John Cage, haciendo música con el mismo instrumento, manipulando el propio objeto, desarmándolo. Y así pasó tiempo Antonio, tocando la pintura, y haciendo pintura con la pintura misma. Consiguiendo un resultado tan puro y tan experimental, que ahogó todas las posibilidades que el automatismo y la gestualidad podían ofrecerle. No cabe duda de que ya en sus inicios, su interés viraba más allá de la composición y las formas, más allá del color, todo esto aprendido, apreciándose en cada pincelada depositada en el lienMU36
zo, que la semilla conceptual permanecía en ciernes. Más adelante y con más rotundidad, adquirió un extraño equilibrio compositivo de corte metaf ísico, donde pintaba emblemas. El juego consistía en desvelar analogías y hallar imágenes a través de lo impreciso. Así aprendió el poder de la significación y la libre asociación de ideas. Representaciones que, aunque aludían a la carne en muchas ocasiones, no eran más que masas pictóricas o mejor dicho, despojos híbridos entre lo natural y sintético que el espectador habría de acabar modelando, como los esclavos de Miguel Ángel. Digamos que esa serie intermedia entre lo gestual y la actual, eminentemente conceptual y simbólica; ahí está la clave para poder valorar una personalidad creativa en constante evolu-
ción, donde cada paso, tiene conexión directa con el anterior. Ahora el interés está depositado en la intervención que supone pintar sobre lo ya pintado por otro, y va en busca de cuadros de los años 60 a los 80, cuyas escenas son típicas: bodegón zafio o paisaje espantoso y relamido. Consigue estos objetos, que no cuadros, en mercadillos o tiendas de segunda mano. Sus cuadros bastardos, término con el que bautiza a estos trabajos, son un campo de batalla, un soporte para verter sobre ellos toda su fantasía. Digamos que al igual que se interviene la naturaleza en el Land-Art, Antonio Godoy interviene estas imágenes, devolviéndonoslas renovadas y enriquecidas por su mirar. Así el ciervo que salta el riachuelo con la jauría de perros detrás acosándole, o el bodegón de
Smash
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el baqo 2009 - 贸leo sobre lienzo 55x45 cm
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Antonio Godoy
Disparen sin flash 2009 - Óleo sobre lienzo
ostentosas flores, acaba por convertirse en una nueva aplicación pictórica que bien podríamos denominar como retro-ready-made. Si tenemos en cuenta el proceso de trabajo como un hecho válido en sí mismo, por el contenido creativo que conlleva, y la intensidad encomendaMU38
da, no deberíamos pasar por alto los distintos niveles. Primero, la búsqueda del objeto; segundo, la expansión de la mirada crítica y científica actuando como un restaurador; y tercero, la intervención misma del producto mental sobre ello. Este acto creativo, procesual al máximo, ritualiza un tipo
de pintura que, por olvidada o trasnochada, conserva aún energía útil que Antonio Godoy trasmuta y enriquece con un replanteamiento actual. De este modo, cada imagen obsoleta no es más que un diamante en bruto que pulir, y en él subraya, anula o genera elementos que inserta rompiendo
Pixeland 2009 - Óleo sobre lienzo
nuestro esquema cotidiano. Vemos como, incluso, ha de sintonizar su pulso con el hallazgo, y como su paleta habrá de codificar aquello, consiguiendo de esta manera una mezcla exquisita, un elixir donde la apariencia de lo bello desemboca en lo inefable del significado. Obteniendo
siempre una tensión que protagoniza cada una de sus obras. ¿Quién no se ha quedado perplejo ante la decoración de la casa de su tía, al ver encima del sofá aquel cuadro de ciervos saltando el riachuelo, o al ver encima de aquella mesita auxiliar del teléfono un bodegón con
unas flores indescriptiblemente ordinarias? ¿Quién no ha visitado o tenido una vivienda cuya decoración era un híbrido entre lo rancio y lo alternativo donde los ciervos compartían pared con el Che Guevara o la hoja de marihuana? Antonio ha modificado el ADN de nuestra memoria. 39MU
Daniel García
PINTURA
Human Variations
Pinturas en las que el artista ha trabajado en los dos últimos años, centrada en el ser humano en su entorno doméstico y cotidiano. En ellas intenta siempre buscar la belleza a través de imágenes fragmentadas, figuras incompletas, escenas casuales, composiciones atípicas y temas insólitos Por Juan López
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stos cuadros se pueden interpretar desde un punto de vista sociológico, antropológico, o simplemente como una visión fetichista o voyeur, del que observa sin ser observado. Centrándose siempre en una parte de la anatomía, deja fuera del encuadre, intencionadamente, parte de la figura. Así la atención se despliega por todos los detalles de la escena MU40
concediéndole la misma importancia a todos los elementos que la componen, consiguiendo de alguna manera cosificar el cuerpo humano. La ausencia de rostro en los personajes los despersonaliza y facilita la identificación del espectador con ellos. De esta manera también consigue retratar no a un individuo sino una escena determinada, un instante concreto detenido en el tiempo.
La obra de Daniel García ha evolucionado en los últimos años hacia un estilo hiperrealista muy minucioso, pero sin perder por ello la subjetividad a la hora de transcribir la realidad. Con estas escenas inusuales trata de evitar los temas convencionales y mostrar que lo bello puede encontrarse en lugares y momentos que a veces nos pasan desapercibidos.
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Sin título
Brume Virage de l’espoir 2008 - Acrílico sobre tela técnica mixta Óleo119 sobre lienzo X 99 cm. 162 X 97 cm. 41MU
Daniel GarcĂa
Atardecer
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John Baldessari
ARTE
I will not make any more boring art
John Baldessari (1931) es uno de los más destacados e influyentes artistas norteamericanos que vive y trabaja en Santa Monica (California) y que recientemente ha sido galardonado con un León de Oro en la Bienal de Venecia (2009) Por Lucía Pérez
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u trabajo disecciona con humor e ironía las ideas que hay detrás de la práctica artística y cuestiona las reglas históricas aceptadas sobre cómo hacer arte. Fascinado por el lenguaje y su significado, jamás ha perdido el interés por la relación entre lo visual y las palabras. La combinación de película, fotograf ía y pintura es también uno de los elementos clave del arte de Baldessari. Sus primeros trabajos tempranos de pintura sobrevivieron al Cremation Project (en 1970 Baldessari quemó toda su obra anterior a 1966, una acción con la que quiso celebrar su muerte como pintor, y de las cenizas, guardadas en una urna en forma de libro, surgió el Cremation Project, símbolo de MU44
su renacimiento artístico), seguidos por sus obras de fotograf ía-y-texto, e incluye las fotograf ías combinadas que realizó en la década de los ochenta a partir del uso extensivo de imágenes de archivo procedentes de películas antiguas, trabajos irregulares y superpintados de los noventa y vídeos. Cierran la exposición sus trabajos más recientes. En los sesenta, Baldessari trasladó al lienzo citas extraídas de manuales y teorías de arte contemporáneo. A partir de los setenta trasladó al formato f ílmico su búsqueda humorística de un nuevo lenguaje visual. En I Will Not Make Any More Boring Art (1971), aparece Baldessari escri-
biendo línea tras línea la misma frase («Nunca más haré arte aburrido»). En esa época inició sus experimentaciones con el collage y concibió series de imágenes. En las Blasted Allegories (1978) exploró el lenguaje de las imágenes al crear un diccionario de fotograf ías extraídas de forma aleatoria de la televisión. Más allá del formato rectangular de lienzos y fotograf ías, el artista ha producido trabajos en los que combina imágenes para crear nuevos formatos. Baldessari ha desarrollado una intensa y confirmada labor pedagógica en la que ha formado a numerosos artistas, desde Matt Mullican hasta Rita McBride.
Nadie supo lo que se venĂa
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Portrait: (self) # as Control + 11 Alterations by Retouching and Airbrushing 1974 12 color photographs with airbrushing on museum board 356 x 273 mm Glenstone Š John Baldessari, 2009
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John Baldessari
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Fissures (Orange) and Ribbons (Orange, Blue): With Multiple / Figures (Red, Green, Yellow), Plus Single Figure (Yellow) in Harness (Violet) and Balloons (Violet, Red, Yellow, Grey) 2004 - 2 three-dimensional digital archival prints with acrylic paint on Sintra, Dibond, and Gatorfoam panels 3035.3 x 2298.7 x 88.9 mm / frame: 3035.3 x 3365.5 x 88.9 mm Commissioned by the Deutsche Bank in Consultation with the Solomon R. Guggenheim / Foundation for the Deutsche Guggenheim Berlin / Deutsche Bank Art, Frankfurt L.20076443 Š John Baldessari, 2009
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NuevasModel Lisette tecnologías
FOTOGRAFÍA
Shoot from the gut
Si algo caracteriza la fotografía de Model es la falta de pretensiones y la privacidad. A lo largo de toda su vida fue extremadamente celosa de su intimidad, y se reinventó a sí misma Por Luisa Fernández
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lise Amélie Félicie Stern nació en 1901 Viena en el seno de una rica familia burguesa; de joven se mudó a la Francia natal de su madre; allí se casó con el pintor de origen ruso Evsa Model; con la crecida del poder de Hitler, Lisette y su marido huyeron a Nueva York; ya en París tuvo que ponerse a trabajar para subsistir. Para Model lo importante era hacer fotograf ías; lo demás pasaba a un plano secundario. Comenzó en la fotograf ía por casualidad y por necesidad. Esa casualidad marcó su vida (antes se había dedicado al canto y a la pintura) y la necesidad no desapareció hasta pocos años antes de su muerte, cuando como fotógrafa reconocida pudo olvidar las penurias económicas que le acecharon durante gran parte de su vida. “Dispara desde el estómago” (Shoot from the gut). Ésta es una de las frases más célebres de la fotógrafa, quien además de su faceta como artista, desarrolló una gran labor como proMU48
fesora, influyendo de manera radical en una generación de fotógrafos entre los que se cuentan referentes como Diane Arbus o Larry Fink. Model pertenece a ese grupo de artistas que, huyendo de la guerra y la situación en Europa, llegó a Nueva York a finales de los años treinta para encontrar refugio e inspiración. La ciudad la fascinó, y se convirtió en protagonista, objeto de estudio y laboratorio de pruebas para ella. No en vano Weegee, Helen Levitt y ella han sido calificados como “los fotógrafos de Nueva York”. Gracias a sus primeras fotograf ías conocidas, las que retratan la sociedad decadente y perezosa de la Costa Azul (la serie Promenade des Anglais) consigue su primer trabajo de la mano de Ralph Steiner, editor de la revista PM’s Weekly. Steiner publica expectante, las fotograf ías de la burguesía en reposo: la mirada incisiva de Model comienza a atraer atención.
El MoMA crea entonces su primer departamento de fotograf ía y Beaumont Newhall y Ansel Adams se interesan por su obra y compran algunas fotograf ías para la colección del museo. Son Ralph Steiner y Alexey Brodovitch quienes le facilitan ese contacto. Con este último comienza la relación profesional más larga de su carrera (15 años). Brodovitch era entonces director de arte de la revista Harper’s Bazaar y una figura clave en el campo del diseño y la fotograf ía. “Positivo y negativo, soberbio e imposible. Realmente, justo como me gusta”, decía Model de él, mientras éste jaleaba a sus fotógrafos al ritmo del mantra: “Sorpréndeme” (Shock my aesthetics). Y Model siempre era una sorpresa. Durante muchos años publicó de manera regular en Harper’s Bazaar, aunque trabajara con otras revistas. Exponía prácticamente todos los años en las colectivas de fotograf ía que realizada el MoMA y estaba
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Opera, San Francisco, 1949 [Ópera, San Francisco], 1949 Gelatina de plata, copia de época National Gallery of Canada, Ottawa Donación del Estate of Lisette Model, 1990, bajo la dirección de Joseph G. Blum, Nueva York, a través de los American Friends of Canada © The Lisette Model Foundation Inc. (1983) Used by permission
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NuevasModel Lisette tecnologĂas
Running Legs, Fifth Avenue, New York, c. 1940-1941 [Piernas a la carrera, Quinta Avenida, Nueva York], c. 1940-1941 Gelatina de plata, copia posterior (1980) National Gallery of Canada, Ottawa Š The Lisette Model Foundation Inc. (1983) Used by permission
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Diana Vreeland, New York, c. 1945 [Diana Vreeland, Nueva York], c. 1945 Gelatina de plata, copia de Êpoca National Gallery of Canada, Ottawa Š The Lisette Model Foundation Inc. (1983) Used by permission
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NuevasModel Lisette tecnologías
Las Vegas, on the bar, c. 1949 [Las Vegas, en el bar], c. 1949 Gelatina de plata, copia de época Colecciones FUNDACIÓN MAPFRE, Madrid © The Lisette Model Foundation Inc. (1983) Used by permission
en contacto con los fotógrafos de la Photo League. La artista no empezó a sentir la escasez de encargos hasta años más tarde, y en ese momento comenzó una labor docente excepcional tanto desde la New School for Social Research como a través de clases privadas. No dejó de dar clase hasta 1983, año de su muerte. Desde 1951 compaginó ambas actividades: enseñanza y la fotograf ía. Dejó de revelar, afirmaba que no podía estar en todo, pero cuando conoció al galerista interesado en su obra, Gerd Sander, (nieto de August Sander ) en los años setenta comenzó de nuevo. A finales de esta década se publica su monograf ía en Aperture (con prólogo de la también fotógrafa MU52
y gran amiga Berenice Abbot) y un número de la revista Camera dedicado a su obra, realizado en colaboración con Allan Porter. En los últimos años de su vida los problemas económicos desaparecieron: Evsa Model había fallecido y su vida había cambiado completamente. Model comenzaba una fotograf ía mirando, viendo lo que otros no podían ver, y terminaba el proceso en el laboratorio, recortando los negativos para que éstos respondieran a la intensidad que ella había vislumbrado. Su proceso fotográfico la distingue. Sus imágenes están dotadas de una cierta ironía o compasión, son primeros planos que nos permiten entrar en el ámbito privado del foto-
grafiado, escenas de calle que nos hablan de una privacidad de alcoba. “Lo que me interesa es la superficie. Porque la superficie es el interior. La gente siempre dice que hay que investigar dentro. Olvídalo. Todo está por fuera” afirmaba la artista. Las imágenes de Model retratan una época, pero llegan mucho más lejos. Son la semblanza del ser humano como género: vulnerable, fascinante y complejo. Nunca nos parecerá suficiente lo que podemos aprender de la observación detallada de los otros, y Model congela ese objeto de estudio para nuestro placer.
Santiago Infierno
Belmont Park, New York, 1956 [Parque Belmont, Nueva York], 1956 Gelatina de plata, copia de época National Gallery of Canada, Ottawa Donación del Estate of Lisette Model, 1990, bajo la dirección de Joseph G. Blum, Nueva York, a través de los American Friends of Canada © The Lisette Model Foundation Inc. (1983) Used by permission
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Chico Repullo DISEÑO
Minimalismo y movimiento
Como dijo el pintor Pablo Picasso: “Todos los niños nacen artistas. El problema es seguir siéndolo al crecer”. Y si son pocos los que pasados los treinta son considerados artistas, aún menos se encuentran entre los que, después de esa edad, emergen como tal Por María Sánchez
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n este grupo se destaca Chico Repullo, escultor malagueño nacido en 1956 y que, tras toda una vida dedicada al mundo empresarial, abandonó sus negocios para dedicarse por completo al arte. Sin embargo, esta lucha del niño-artista interior que afloró en Chico Repullo hace pocos años no es el único vínculo que le une a Pablo Picasso. Hay que buscar esa relación en la herencia genética ya que la madre del escultor, María Luisa Repullo Picasso, es sobrina del gran pintor español del siglo XX.
una de las piezas. Con la conjugación de partes cóncavas y convexas, tal y como predicara Pablo Gargallo con su Profeta, aparecen volúmenes inmateriales. Un ejemplo claro de esta técnica es la pieza de Repullo titulada Planeta Residual, una obra que reflexiona sobre los excesos de la humanidad hasta los límites de convertir la Tierra en un lugar esquilmado. Planeta Residual es un esqueleto que apenas se sostiene en equilibro sobre un pie de metal. Y sin embargo, no deja de girar, de moverse, de latir.
Su primera serie, Sinergia Tubular, fue presentada el pasado mes de marzo en la Galería Cartel de Málaga. 22 piezas figurativas forman esta colección en la que se combinan metales como el acero o el aluminio, creando diferentes texturas y sensaciones visuales. Todas ellas encuentran su punto de unión en el movimiento continuo que provoca la curva de sus diseños. Las figuras son esculpidas y ensambladas a partir de materiales tubulares reciclados, de ahí el nombre de la serie. El uso de aristas vivas aparece en la obra de Chico Repullo para equilibrar las piezas, un recurso que se funde a la perfección con su tendencia circular. El estilo minimalista domina la creación de Chico Repullo y, aunque utiliza materiales pesados como el acero, crea una sensación aérea y dinámica en cada
Además del nombrado Gargallo, Chico Repullo señala entre sus influencias más directas a escultores como Chillida, Mariscal o Henry Moore. Pero no sólo de escultura vive el escultor; el mundo de la música también tiene su hueco en Sinergia Tubular, ya que cada obra va asociada a una canción que inspiró al escultor durante el proceso creativo. Así, el nombre de Pink Floyd, Supertramp, Bob Dylan o Joaquín Sabina aparece siempre en la ficha de la exposición, bajo el título de la pieza.
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De formación autodidacta, la técnica y el estilo de Chico Repullo revela su afición por el mundo del motor. “Restaurar coches antiguos ha sido una de las grandes pasiones de mi vida. Los compro casi inutilizables y los reconstruyo paso por paso. Eso me ha dado mucha
habilidad con las herramientas y con el manejo de los metales”, reconoce el artista. La temática sobre la que el escultor trabaja abarca desde aspectos etéreos como el mar, la luz o el amor, hasta la tecnología, la velocidad o la economía. Arquetipos universales -y cotidianosque permiten su comprensión e interpretación desde cualquier perspectiva cultural. Así lo avala su experiencia en México, donde Chico Repullo ha participado en la Feria Taurina de Guadalajara con varias manifestaciones artísticas: la exposición de seis piezas de su colección; una obra ef ímera, dirigida por el pintor Andrés Mérida, sobre el albero de la plaza de toros, y una performance junto al pintor. Esta performance, que realizaron por primera vez en la Noche en Blanco malagueña, consiste en la sincronización de pintura y escultura para la creación de una figura taurina. Sobre un bloque rectangular de poliuretano, los dos artistas trabajan de forma simultánea para darle vida a un toro azul de facetado cubista. Dinamismo, elegancia y movimiento curvilíneo definen la vida de Chico Repullo y de su obra. Un escultor emergente que ya empieza a definir nuevos proyectos artísticos.
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mca2
Una visión superficial sobre la condición de gemelos suele resolverse con mayor énfasis sobre las semejanzas que sobre las diferencias de personaliMateria gaseosa
ALEX CLINE Continuation
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in escuchar apenas una nota, a todo oyente curioso le atraerá un grupo que incluye en su plantilla percusión, chelo, violín, voz, piano/ órgano, bajo o guitarra. Alex Cline (Los Angeles, 4 de enero de 1956, fecha de nacimiento del gemelo Nels) ha construido gran parte de su sonido en base a esta plataforma de estructura variable antes citada. Como otros creadores americanos, que se despegan de los modos y recursos de la tradición europea, el percusionista ha ido conformando un colectivo fiel a su ideario, un grupo eficaz que es capaz de expresar plenamente un argumento estético sin lugar a dudas personal. Su reciente Continuation para el sello donde su producción última se ha ido acumulando (Cryptogramophone: también domicilio discográfico de su hermano) mantiene el hilo umbilical con el origen en la construcción de su estilo, si lo comparamos con la primera, y lejana, grabación relevante de su carrera con este formato. The Lamp and the Stars era, con el tiempo ya no tanto, un “producto anómalo”, una visión fugaz dentro del catálogo del sello ECM. Este trabajo reúne las claves de un sonido que recurre a la expansión sensitiva desplegada desde el silencio, las percusiones ondulantes y de relieves misteriosos y el tejido aéreo de las cuerdas y las voces. Un sentido oriental de los timbres y las alturas, las inflexiones en el rozamiento metálico de la percusión, unas introducciones hechas de figuras abiertas a la música de cámara contemporánea, la creación de atmósferas turbadoras, el advenimiento de espacios jazzísticos de intensidad creciente y una melodiosidad de placidez melancólica
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que se adelantó una década al pop, son algunos de los planteamientos que por su sencillez y claridad expositiva nutren una expresión (viniendo de la tierra de la New Age) emocionante antes que autocomplaciente, trascendente antes que introspectiva y hechizante antes que exótica. Alex inició su carrera como percusionista ligado con solistas de vientos que continuaron la estela oriental iniciada en estos instrumentos por Coltrane: junto al saxofonista Jamil Shabaka en el Duo Infinity (1977) y luego en el grupo del multiinstrumentista y pintor Vinny Golia, mentor de ambos hermanos. Con su hermano Nels y el multiinstrumentista Brian Horner formó el trío Spiral. Ya en los ochenta coincide con su colaborador más estable, el violinista Jeff Gauthier, en Quartet Music (1979), donde estaban Nels Cline y Eric Von Essen. En un marco bastante más aguerrido y aristado estaría el interesante trío de batería, violín (eléctrico) y guitarra de Cline-Gauthier-Stinson en The other shore (2001). Entre sus colaboraciones con el jazz de vanguardia de la Costa Oeste estarían las de Richard Grossmann, Charlie Haden y Arthur Blythe. En formatos más nutridos, la elocuencia embriagadora de su música se dosifica y muta desde The Lamp and the Stars (1987) hasta Continuation (2009). The Constant Flame (2001) extendía la producción realizada por el maestro de la batería Peter Erskine en Sparks Fly Upward (1999), que tenía como protagonista a la guitarra y a sus posibilida-
des tanto melódicas como ambientales. Se plantea en ese disco un escenario muy evolucionado que no prescinde de “partículas elementales” contenidas en The Lamp and the Stars como el violín de Jeff Gauthier y la voz alada de Aina Kemanis. Dominado por las guitarras (ácidas, punzantes y brumosas) de su hermano Nels y de G.E Stinson, en perfecta sincronía con los vientos catárticos de Vinny Golia, en The Constant Flame rinde tributo a una serie de creadores (John Carter, Don Cherry, David Sylvian, Toru Takemitsu…) poniendo al día un estilo que bascula entre el folkpop soleado de Paramita (Aina Kemanis canta con letra), la languidez trágica en decorado tibetano de Evening Bells o el turbulento y poderoso cruce de voces (jazzísticas) de Driving to Iceland. Los títulos de estos tres trabajos destacados contienen un mensaje contemplativo no exento de cierta poética del instante. Continuation es el resultado de un largo proceso de integración donde la intensidad melódica entre lo corpóreo y lo etéreo, ora evocadora ora acaudalada, se sublima en una naturalización de sus elementos. Bajo la fórmula Quintet, se concita piano y trío de cuerdas con percusión. La inclusión de Myra Meldford a los teclados (recuperados desde que los tocaba Wayne Peet) resulta reveladora por una lectura profunda y angulosa que permite abrir espacios y crea alturas. Peggy Lee (donde Hank Roberts) al cello se suman al bajo (con mucho arco) de Scott Walton y cierra el trío de cuerdas el imprescindible Jeff Gauthier al violín. La expresión no es reflexiva sino interiorizada y con aliento oriental (Open Hands), y crece en intensidad colectiva (jazzística en On the Bone of the Homegoing Thunder, folk en Clearing our streams) desde una contención estilizada, serena y persuasiva (Sumerge).
dad. Alex y Nels Cline llevan tres décadas rompiendo los moldes consanguíneos que los unen y los de la música que hacen, siempre situada más allá del jazz. Sus dos últimos trabajos de 2009, para el mismo sello, son buena muestra de la música aérea del primero y acerada por el rock del segundo por Jesús Gonzalo Materia sulfurosa
NELS CLINE
E
Coward
mpezó a tocar con 12 años con cuando menos de apariencia caprichosu hermano y es, con toda probasa, intersecciones melódicas y también bilidad, el guitarrista más dotado un siempre sorprendente y gozoso seny creativo de la última década. La de tido del ruido electrónico. El uso audaz Metheny fue la de los 80. La de Frisell de múltiples efectos y distorsiones y la y Scofield, pese a iniacumulación de tenciarse una antes, los 90. siones atmosféricas La del 2000 es de Nels sesgadas por timbres Cline, prototipo del punzantes dan lugar músico que asimila lo a una poética turbaanterior (sobre todo en dora y por momentos la versión más crispada violenta. y marciana en el uso de pedales en el caso de The Nels Cline SinFrisell-Scofield) y abre gers es uno de sus un camino propio en el proyectos más desque el rock ruidista de tacados y The Giant (digamos) Sonic Youth convive con lo Pi (2004) el mejor ejemplo. Como su anterior. Como le sucede a Alex, con el hermano hiciera en Cline-Gauthierque compartió sus primeros pasos proStinson, es éste un trabajo en torno a fesionales en Los Angeles (Wadada Leo un núcleo instrumental a trío. Guitarra Smith, Vinny Golia, Tim Berne, etc) su (Nels), contrabajo (Devin Hoff ) y bateestilo esquiva los terrenos estereotiparía (Scott Amendola) dimensionan plados del instrumento instalándose en un espacio donde se da cabida a estimulantes combinaciones de melodía, ruido inteligente y patrones rítmicos (bop, hard rock o punk), metabolizando en su guitarra, para poder llevarlos acabo, las naturalezas más extremas del sonido. La desfiguración entendida dentro de una arquitectura dialogante entre estilos (jazz, improvisación libre y rock sin fusión tópica) predomina en un discurso al que sólo Marc Ducret podría acercarse. Un Nels y Alex Cline mundo hecho de texturas o de aristas nos sonoros alternos entre prominentes en suspensión y no tanto de asimetrías, secciones de clara adhesión al rock prodonde la tensión lingüística permigresivo (He still carries a torch for her), te, dentro de una morfología bizarra o espacios de enunciación jazzística (Fly
Fly) y otros de un ensimismado y suave lirismo folk (Watch over us). Entre las formaciones más destacadas en las que ha participado, y siguiendo esa línea reducida a tres elementos, estaría el trío con el gran baterista Tom Rainey y una colaboradora muy especial, la siempre escurridiza a la hora de acotar estilísticamente, Andrea Parkins (acordeón y electrónica), grupo de fracturas luminosas y una capacidad de creación simultánea sencillamente hipnótica. Pero de cara a un público más amplio, no cabe duda de que la más reconocida de ellas es como primer guitarra del grupo Wilco, uno de los exponentes más gozosos y estimulantes de un panorama, entre rosa y gris, como el del rock. Los criterios de estilo (rock, jazz, folk, world musics) y de intensidad en contraste, de comprensión y descompresión, de relajación y saturación antes apuntados, son extensibles a la expresividad en solitario desplegada por Nels Cline en Coward (Cryptogramophone, 2009). Auténtico diorama electro-acústico, el mensaje solista crece sobre la base de una paleta infinita de sonidos, sobreexposiciones y repeticiones, masas en suspense aristado, melodías aisladas en el silencio o que trascienden entre decorados enervantes y plácidos. Fantasía instrumental en la que los estilos definitorios acaban sustanciados, prodigio técnico y estético, Coward es un relevo imprescindible, diez años después, del disco de Bill Frisell Ghost Town. Turbador y hechizante. 57MU
J-G.R
DISEÑO
Mind in ruins El joven J-G. R. Presenta su álbum Mind in Ruins. Una muestra espléndida compuesta por este precoz músico Por Luisa Fernández
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ind in Ruins fue compuesto cuando J-G R. contaba tan solo 15 años y se encontraba bajo una depresión debido a la muerte de un familiar, a la marginación social, a la soledad, a un amor a distancia y a no vivir donde quería (Madrid), y en vez tenía que convivir en una ciudad de provincias con gente que no le satisfacía ni le llenaba.
El álbum Mind in Ruins lo compuso entre julio de 2008 y febrero de 2009. Pretende estar entre Trip-Hop, IDM y música alternativa. Lo ha llevado a cabo solo, y nunca esperó que gustase a nadie, por eso dudó mucho en presentar la maqueta en algún sitio, pero al final tomó la decisión de presentarlo a la revista mu (semanas antes, la SGAE). Y aquí está, en sus páginas.
J-G. R. se inspira en figuras como: Björk, Portishead, Massive attack, Tricky, Smoke City, Air, Murcof, Jan Jelinek, Nitin sawhney.
J-G. R. ha trabajado en cine con la escuela “Orson the kid” llevando a cabo rodajes en Jerez, Cantabria y Madrid, además de haber participa-
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do en cortometrajes independientes. Además de la música y el cine, el joven creador se ha dedicado a escribir y a la fotograf ía. También ha conseguido pinchar en locales como dj (principiante) de música gótica y post punk. Ahora mismo lo que le gustaría sería encontrar un equipo, entre ellos instructores que le enseñen a conocer mejor el lenguaje de la música; publicar su álbum de forma comercial y seguir trabajando en la música; tiene en la recámara otros dos álbumes que están por terminar.
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Explorando el mundo inexplorado
EXPLORADORES
Llegar cuando las luces se apagan Por Javier Redondo Jordán / www.avuelapluma.com
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ías de frío afilado, noches de año viejo. El aguanieve a través del cristal de la ventana me ha traído a la memoria una noticia que vi en un telediario nocturno hace días. Se trataba de Chus Lago, la tercera mujer del mundo en subir al Everest sin oxígeno. También había coronado con éxito los picos más altos de la Unión Soviética. Sin embargo, aquéllos no eran más que logros pasados; ahora acababa de llegar del Polo Sur, donde en el transcurso de dos meses había atravesado 1100 kilómetros caminando en solitario, sin trineo ni perros ni ayudas externas. Su rostro lívido y amoratado, aun feliz por haber satisfecho su propósito, manifestaba la dureza MU60
de la hazaña, el rigor de las tormentas heladas, la inclemencia del frío antártico, pero su gesto y sus palabras apenas ocultaban la desolación de quien encuentra las metas vacías. O no. Contaba la heroína que, después de atravesar la Antártida y llegar a la posición 90° 0’ 0’’, el Polo Sur Geográfico, descubrió, con absoluto asombro, que tras la estaca de bronce que señala el kilómetro cero de todos los meridianos, se levanta una inmensa ciudad industrial. En contra de la idea que uno pueda formarse del último conf ín de aquel vasto desierto blanco, lo cierto es que allí abajo el ruido de máquinas y la actividad humana ensordece el silencio
eterno de los hielos. Otra mujer, al parecer una trabajadora que surgió de las entrañas de aquel monstruo de acero y hormigón que emergía de la nieve, la sorprendió vagando desorientada por el laberinto de metal y uralita, perdida entre los callejones y las naves, y le mostró la salida hacia el lugar donde debía acampar, a las afueras de aquella civilización contra natura. Muy atrás quedaban las hazañas de Amundsen y Scott. Este último escribió dos de las páginas más trágicas de la exploración geográfica en los tiempos de los descubridores del XIX. En una carrera contra el reloj y la naturaleza, Scott y Amundsen perseguían, cada uno para su patria,
cada uno siguiendo una ruta distinta, los laureles del descubrimiento del último lugar de la tierra jamás pisado por el hombre: el Polo Sur. Cuando la brújula de Scott se volvió loca sobre el eje de su carcasa, incapaz de marcar una dirección más al sur, el explorador inglés avistó una mota negra en lontananza. Unos metros más adelante reconocería el contorno de una tienda de campaña en medio de la nada blanca, apoyada sobre un estandarte en el que ondeaba la bandera de Noruega. Puede uno imaginarse a aquel hombre llorar amargamente, presa de la frustración, leyendo la carta que Amundsen, líder de la expedición noruega, le había dejado al pie de la estaca. «Querido comandante Scott: Como usted será probablemente el primero en llegar aquí después de nosotros, ¿puedo pedirle que envíe la carta adjunta al rey Haakon VII? Si los equipos que hemos dejado en la tienda pueden serle de alguna utilidad, no dude en tomarlos. Con mis mejores votos, le deseo un feliz regreso. Sinceramente suyo. Roald Amundsen.» La carta estaba fechada sólo un mes antes. Sus meses de esfuerzos y su férrea voluntad sólo le valieron para llegar tarde a su cita con la gloria. El regreso del equipo de Scott al campamento base se tornó penoso por momentos, imposible a cada jornada. Derrotados por el frío, el hambre y el desánimo del fracaso, asediados por las congelaciones, las gangrenas y la muerte, apostada a cada paso, los héroes se vieron prisioneros de la violencia del temporal que los envolvía, que borraba su rastro en la nieve,
velando el camino de vuelta. Scott escribió en sus últimas horas una carta a su esposa en las páginas de su diario. «Viernes, 29 de marzo. Afuera, delante de la puerta de la tienda, todo el paisaje es una terrible ventisca. Resistiremos hasta el final. La muerte ya no puede estar lejos. Es una lástima, pero no creo poder seguir escribiendo. […] Querida, no es fácil escribir por el frío (setenta grados bajo cero y únicamente el resguardo que nuestra tienda nos ofrece). Sabes que te he amado, sabes que mis pensamientos han estado siempre dedicados a ti y, oh querida, debes saber que lo peor de esta situación es pensar que no volveré a verte. […] Qué de cosas podría contarte de este viaje. No sabes cuánto mejor ha sido tener que renunciar a tu hermoso rostro (cuántas aventuras que contar a nuestro hijo, pero, oh, a qué precio) que quedarse en casa cómodamente en el sofá. […] Dios te bendiga, cariño. Intentaré escribir más tarde.» Más tarde sólo pudo tachar una palabra. Donde previamente había escrito «envíen este diario a mi esposa», la claridad de la muerte le hizo sustituirlo por «mi viuda». Quien escribía aquellas líneas postreras no era ya Scott, sino el albor de un mito, un hombre que con su gesta trascendía su propia existencia. Era Ulises susurrando a los dioses del viento las últimas palabras de aliento para Penélope y su único vástago, Telémaco. Llegó tarde a su encuentro con el destino y, como Arthur Gordon Pym, se dio de bruces con la visión de la Reina de las Nieves. La vida lo había vencido, la eternidad aguardaba en los versos de las baladas de los poetas.
Al año siguiente, en la primavera de 1912, otra expedición halló los cadáveres de Scott y sus compañeros. Se hallaban a escasos kilómetros de uno de los depósitos de alimentos con los que debían abastecerse a la vuelta. A su llegada a España, Chus Lago declaraba en el aeropuerto a los medios que, cuando contempló aquella colosal base en el Polo Sur, tras haber cruzado la Antártida durante dos meses a solas con la inmensidad y el vacío de la tierra de los hielos, tuvo la sensación de llegar un siglo tarde. No se habrá oído frase más devastadora. Sus palabras resuenan en la conciencia, devolviendo un rumor remoto que conozco. Llegar tarde. Llegar cuando las luces se apagan, en palabras de Mauricio Wiesenthal. Llegar cuando los días de vino y rosas se han marchitado, cuando no queda nada por lo que luchar, cuando los mapas ya no albergan secretos, cuando volar ha sustituido al arte de la navegación y al vapor de los trenes, cuando las islas de los mares del Sur pueden localizarse desde la pantalla líquida de un artefacto conectado a un satélite. Me pregunto qué futuro nos espera en una vida sin misterio. Parece el argumento de una película de la que se sabe el final de antemano: que moriremos sin haber vivido. Una existencia sin incertidumbre, sin aventura, es el mal de nuestros días, una enfermedad mortal que acabará con nosotros. Lejos, y muertos, quedaron en la marea del tiempo aquellos buscadores de lo desconocido con alma de poetas. Memoria de un tiempo glorioso y trágico a la vez que, para nuestra desgracia, murió con ellos.
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translation Painting and Fury This exhibition is a veritable manifesto of painting as a craft and the painter’s position in today’s world. It shows the Jorge Galindo’s most recent work, staged in such a way that the fury of the creative moment strikes the viewer with full force. It is generally understood that painting is the most firmly rooted artistic genre in Spanish Art History; some of Spain’s most valued contributions to universal cultural heritage lie on canvas and stretcher, to such an extent that in Spain we often confuse Art History with the history of painting. A sweeping glance at our collection of monumental figures speaks for itself: El Greco, Ribera, Velázquez, Murillo, Zurbarán, Goya, Sorolla ...; from the 20th Century: Picasso, Miró, Dalí, Tàpies and many others. We could even include Barceló, the most recently acclaimed contemporary master. We take it for granted that Spain is a land of painters and that our tradition springs from a sustained aesthetic i nt r o s p e c t i o n t h r o u g h pictorial language. If asked to find an MU62
example in the art most recently produced in our contemporary context, Jorge Galindo is the artist that most clearly continues in that utopian investigation – that quest pursued by so many painters over the centuries, through their canvases. Galindo has revealed himself to be an utmost explorer of the pictorial universe. This lengthy process has taken him through diverse stages of painting; his resolve and ease are unprecedented. Be it his harshest gestural abstraction or g ig antic f ig urative representation of the urban consumer society, this artist’s work is an honest head-on collision with the essence of the creative act; with the very act of painting. The human being, the tools, the image: this is the outline. In the creative act, he saturates all three elements with rage, braveness, determination, shamelessness, arrogance, courage; all moving nonstop. Each painting takes on a life of its own, fruit of the confrontation between artist and elements. The result is an impossible equation where every piece previously belonging to some other assemblage. The main grab in Jorge
Galindo’s universe is without a doubt the stance he takes as a painter on today’s creative scene. His commitment has strengthened in the face of the difficulties encountered: the devaluation of painting as an artistic practice, coming from so-called modern positions in recent decades. In this context, the artist defends painting for painting’s sake. All else is an excuse. Textures, compositions , gestures , styles and images become entangled with no apparent rhyme or reason in the search for a completely autonomous end. This imperative has always been a given in his work. La Pintura y la Furia is Jorge Galindo’s statement, a manifestation of the grandeur of an ancient craft; romantic but absolutely radical. He displays an art form of continuous transformations where the painter struggles for coherence and a unique voice – a voice that echoes his own rage, his own obsession with reaping the fruits of an endless excavation into the canvas.
Painting over what is painted …But any text about Antonio Godoy’s paintings will do nothing more than concealing the twinkling which sustains them on the firmament of the collective ideal, as they are stars shining in their own light. The first paintings of Antonio Godoy (Mérida, 1978) could be read on a pentagram. They were paintings full of rhythm, paintings in search of harmonies and dissonances, always trying to sound weird, à la John Cage, making music with the same instrument, manipulating the object itself, disassembling it. And that way Antonio spent his time, handling painting and making painting with the painting itself, achieving such a pure and experimental result that he stifled all the possibilities automatism and body language could offer him. There is no doubt that by his commencements, his interest already veered beyond composition and shapes, beyond colour –all this learned, becoming visible in each brush stroke deposited on the canvas that the conceptual
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seed stood in the making. Later on and more firmly, he acquired a strange compositional equilibrium of a metaphysical nature where he painted allegories. The game consisted in unveiling analogies and finding images through the inaccurate. That way he learned the power of signification and free association of ideas. These representations , despite alluding to the flesh, in many occasions were just pictorial masses or rather hybrid spoils between the natural and the synthetic which the spectator will have to end up modeling, as Michelangelo’s slaves.
painting over what is already painted by other and goes in search of paintings from the 60’s to the 80’s, whose scenes are typical: tasteless still life paintings or dreadful and overdressed landscapes. He gets these objects, not paintings, in street markets or second-hand stores. His cuadros bastardos (bastard still life paintings) are a battleground, a pillar for all his fantasy to be poured into. Let’s say that the same way nature is intervened in Land-Art, Antonio Godoy intervenes in these images, returning them renewed and enriched. Thus the deer which jumps over the rivulet with
intensity, we should not bypass the different levels. First: the search of the object; second: the expansion of critical and scientific view acting as a restorer; and third: the intervention itself of the mental product over it. This creative act, processual to the utmost, ritualizes a sort of painting, which, for being forgotten or haggard, still preserves useful energy which Antonio G o doy transmutes and enriches with an actual redefinition. Thus, each obsolete image is nothing but an uncut diamond to be polished, and in it he underscores, revokes or generates elements he
his works. Who has not been perplex before the decoration of his/ hers aunt’s house when seeing over the sofa that painting of the deer jumping over the rivulet, or when seeing on that auxiliary telephone table a still life painting with some indescribably ordinary flowers? Who has not visited or had a house whose decoration was a hybrid between the rancid and the alternative where the deer shared the wall with Che Guevara or the marihuana leaf? Antonio has modified the DNA of our memory.
Tales from Southern Italy Letizia Battaglia, Mario Cresci, Luciano D ’A l e s s a n d r o , M i m m o Jodice, Marialba Russo are the five Italian photographers proposed by Museo di Fotografia Contemporanea in an exhibition that presents different human and environmental situations in Southern Italy during the 60s, 70s and 80s in occasion of the first edition of MEMORANDUM – Festival of Historical Photography.
Let’s say that in that intermediate series between the gestural and the actual, eminently conceptual and symbolic is the key to be able to esteem a creative personality in constant development, in which each step has a direct connection with the previous one. Now interest is deposited on the intervention that means
the pack of dogs besieging it, or the still life painting of ostentatious flowers end up by turning into a new pictorial application we may well denominate as retroready-made. If we take into account the working process as being itself a valid fact for the creative content it involves and the consigned
inserts by breaking our dayto-day scheme. We see how he even has to syntonize his pulse with the finding, and as his palette should codify that, achieving this way an exquisite combination, an elixir where appearance of beautiful debouches into the ineffable of the meaning, always obtaining a strain which is a protagonist in all
Letizia Battaglia, born in Sicily, is internationally well known for her reportages about mafia. In the exhibition are shown portraits of women, from infancy to old age, with different roles in life. Luciano D’Alessandro is another well known reporter. Born in Naples, his images are very strong. They show so cial disea se, mental illness , unemployment , marginalization, and interest 63MU
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for the outcasts.
of a book, the Cremation Project emerged, a symbol of his artistic rebirth); next comes his photographyand-text works, including the combined photographs he took in the eighties from the extensive use of archive images from old films, the irregular, painted over works of the nineties and video. The exhibition concludes with his most recent works.
The work of Marialba Russo, born in Naples but living in Rome, has an anthropological side and a conceptual vision. She composes a sort of mysterious catalogue: she photographs men shot from behind, as symbols of Southern Italy. Mimmo Jodice, Neapolitan photographer famous all over the world, had his debut in the 70s with some social research trying to find visual icons. In this exhibitions are shown images dedicated to children from Naples. Mario Cresci, photographer and graphic designer that lived for many years in Basilicata, developed long conceptual researches on house interiors , where objects and spaces reveal an ancient and complex culture, while faces in movements indicate the difficulty of the personality to emerge.
John Baldessari at the MACBA This exhibition is the biggest retrospective organized in Spain of the work of John Baldessari (1931), one of the most notable and influential American artists. It contains over 130 works, some of them hardly known, and reviews the main concerns of this legendary artist who lives and works in Santa Monica (California) and has recently been awarded a Golden Lion at the Venice Biennale (2009). With humour and irony, his work dissects the ideas behind artistic practice and questions the accepted MU64
historical rules for making art. Fascinated by language and its meaning, he has never lost his interest in the relation between that which is visual and words. The combination of film, photography and painting is also a key element in his art. The exhibition opens with the early paintings that survived the Cremation Project (in 1970 he burnt all the work done before 1966, an action with which he wanted to celebrate his death as a painter; from the ashes, kept in an urn in the form
In the sixties, Baldessari put on canvas quotations taken from manuals and theories of contemporary art. The exhibition will include a number of those works. From the seventies he transferred his humorous search for a new visual language to film. In I Will Not Make Any More Boring Art (1971) Baldessari himself appears writing the same phrase over and over (“I will not make any more boring art”). That was the time when he began his experiments with collage and conceived series of images. In Blasted Allegories (1978) he explored the language of images by creating a dictionary of photographs taken at random from the television. The exhibition also shows the elaborate formal structures, which he has increasingly introduced into his work and which have become a key component. Beyond the rectangular format of canvases and photographs, he has produced works, which combine images to create new formats. He has also carried out an intense and steady educational task training many other artists, from Matt Mullican to Rita McBride. On the occasion of the exhibition a catalogue will
be published with texts by Bartomeu Marí, Jessica Morg an, Le slie Jone s , Russell Ferguson, David Salle, Douglas Eklund, Marie de Brugerolle, John C. Welchman, Tim Griffin, Friedrich Meschede, Rainer Fuchs and Bice Curiger.
Lisette Model Shoot from the gut If anything truly characterises Lisette Model’s photography it is her lack of pretension and her jealously guarded privacy. Throughout her life she took extreme pains to separate the professional from the personal, and she reinvented herself. With ample material with which to do so (born in Vienna, she married the Russian painter Evsa Model, fled from the wave of Nazism which threatened Europe, came from a wealthy bourgeois family and yet was forced to earn a living…), taking photographs was what mattered most to Model; the rest was secondary. She embarked on photography quite by chance (having previously focused on singing and painting) yet also out of necessity, a situation which continued until a few years before her death when, as a reputed photographer, she was at last free from the financial penury that plagued almost her entire life. “Shoot from the gut,” was one of the photographer’s most famous sayings and in addition to her facet as an artist, she had a distinguished career as a teacher, radically influencing a generation of photographers, including such renowned figures as
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Promenade des Anglais, Nice 1934 [Promenade des Anglais, Niza] 1934 Gelatina de plata, copia de época National Gallery of Canada, Ottawa Donación del Estate of Lisette Model, 1990, bajo la dirección de Joseph G. Blum, Nueva York, a través de los American Friends of Canada © The Lisette Model Foundation Inc. (1983) Used by permission
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Diane Arbus and Larry Fink. Curated by Cristina Zelich, the exhibition is a coproduction between the MAPFRE FOUNDATION and Paris’s JEU DE PAUME, which will host the show in 2010. The National Gallery of Canada (headquarters of the Lisette Model archives and funds), the Baudoin Lebon Gallery in Paris and the Keitelman Gallery in Brussels, together with the MAPFRE FOUNDATION itself (which has recently acquired works by the artist) have loaned the works which have enabled Madrid to open its doors once again to an extensive, individual show featuring the work of this photographer, who has not been treated to an exhibition of this scope in Spain since 1998. On the occasion of this show a catalogue has been published in three editions (Spanish, French and English) which features an essay by Ann Thomas, curator of the National Gallery of Canada and responsible for the most exhaustive research carried out on the photographer to date. Model belongs to that group of artists who, fleeing war-torn Europe, reached New York in the late 1930s in search of refuge and inspiration. The city fascinated her and became the theme, object of study and dark room for her. Not in vain have Weegee, Helen Levitt and Lisette Model
herself been described as members of the “New York School of Photography”. Thanks to her earliest known photographs, which portray the decadent, indolent society of the Côte d’Azur (the series Promenade des Anglais), she obtained her first job through Ralph Steiner, editor of the magazine PM’s Weekly. Steiner eagerly published the photos of the bourgeoisie at ease: Model’s incisive eye began to draw attention. It was at this time that the MoMA created its first Department of Photography. Beaumont Newhall and Ansel Adams were drawn to her work and purchased some of her photographs for the museum’s collection. Ralph Steiner and Alexey Brodovitch facilitated this contact. It was with the latter that she embarked on the longest professional relationship of her career (15 years). At the time Brodovitch was the art director of Harper’s Bazaar and a key figure in the field of design and photography. “Positive and negative, proud and impossible. Really, just what I like,” said Model of him, while the latter urged on his photographers with the mantra-like “Surprise me!” (Shock Me Aesthetics). And Model was invariably a surprise. For many years she was a regular contributor to Harp er ’s B azaar while working for other magazines
as well. She exhibited on a more or less yearly basis in the group photography shows held by the MoMA and was in contact with the photographers of the Photo League. The artist had no dearth of commissions until years later and, when that time came, she embarked upon an exceptional teaching career both at the New School for Social Research and through private classes. Her teaching ended only with her death in 1983. From 1951 on, she combined the two activities: teaching and photog raphy. She practically ceased her work in the dark room (claiming she couldn’t do everything), yet when she met Gerd Sander (August Sander’s grandson), a gallery owner interested in her work, in the 1970s, she began afresh. At the end of that decade she published her monograph in Aperture (with a prologue by her fellow photographer and close friend Berenice Abbott) and in an issue of Camera magazine devoted to her work in collaboration with Allan Porter. In the last years of her life her financial problems were finally solved: Evsa Model had died and her life completely changed. Lisette Model commenced a type of photography by observing what others were unable to see, and completed the process in the dark room, cutting the negatives so that they would respond to the intensity she had witnessed. It is her photographic
process that sets her apart. Her images possess a certain irony or compassion; they are close-ups that enable us to enter the private ambiance of the photographed subject, street scenes that reveal a bedroom-like intimacy. The selection made for this show features her bestknown series (such as Promenade des Anglais and Sammy’s), yet also includes photos from other works of vital importance such as Pedestrians and the images of Reno and Las Vegas commissioned by Ladies Home Journal magazine. In the artist’s own words, “It’s the surface that interests me. Because the surface is the interior. People always say that you have to investigate what’s inside. Forget it. It’s all outside.” Model’s images profile an era and yet they go much further. They are portraits of the human being as a genus: vulnerable, fascinating and complex. It seems we can never learn enough from the detailed observation of others, and she freezes that scrutinising gaze for our pleasure. We can never tire of Lisette Model’s photographs; just as we cannot tire of the images that recall the grandeur and squalor of everyday life, the details, those small defining elements that, simultaneously and contradictorily, set us apart and yet bring us together.
HIstorias del Sur de Italia: Museo di Fotografía Contemporánea de Milan. La pintura y la Furia: MUSAC de León. Human Variations: Galería Concha Pedrosa de Sevilla. John Baldessari: MACBA de Barcelona. LisetTe Model: Sala AZCA MAPFRE Madrid.
Para cartas al director y colaboraciones escribir a: arte@revistamu.com poner en asunto “Cartas al director”.
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