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SALUD
Por Angie López Arias
Entornos laborales sanos, colaboradores felices
Más allá de herramientas de trabajo idóneas, escritorios y sillas ergonómicos y oficinas más amigables, la salud ocupacional debe enfocarse en el bienestar mental de sus colaboradores.
Una oficina espaciosa, con luz natural, adecuada ventilación, sillas y escritorios ergonómicos, entre otros, son indispensables para un desarrollo óptimo de los colaboradores, pero ¿y su bienestar emocional?
Si bien esos aspectos son muy importantes y por supuesto inciden en la salud mental de los trabajadores, en ocasiones las empresas carecen de verdaderas estrategias para garantizarles plenitud en el ámbito laboral.
“La salud mental es una condición básica para el funcionamiento social de todo ser humano, que incluye el desempeño laboral”, afirma Alejandra Chaves, directora ejecutiva del Consejo de Salud Ocupacional del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) de Costa Rica.
Según Chaves, la salud ocupacional, y ese especial cuidado a la salud mental de los colaboradores, promueve mejores condiciones laborales en los centros de trabajo, permite identificar los peligros y evaluar y controlar los riesgos en el lugar de trabajo y prevenir accidentes y enfermedades.
Además, se reducen las tasas de absentismo, hay mayor satisfacción de las personas trabajadoras, con un aumento de la confianza, en la motivación y en la concentración en el trabajo, mejora la productividad y competitividad y existe una disminución considerable de las indemnizaciones y gastos del seguro por riesgos del trabajo, detalla la experta.
Digno
Para Chaves, el trabajo, desde la perspectiva del desarrollo humano, da sentido a la vida de las personas, en tanto, les permite desplegar sus capacidades como sujetos activos, productivos y, por ende, contribuir con la autorrealización y el reconocimiento social.
“De manera que el trabajo, las condiciones en que este se desarrolla, y el grado de bienestar que este otorga a la persona, tiene el potencial de otorgar salud o afectarla. El trabajo es un determinante de la salud mental de la población”, afirma.
“Cuando la persona se adapta al campo laboral de forma funcional, produce efectos positivos en su salud, incrementa su seguridad, autoestima, sentido de pertenencia y autonomía, entre otros elementos clave para dar sentido a la vida y al quehacer diario. Todos son aspectos que se asocian en sí con el concepto de salud mental”, agrega.
Por el contrario, si el trabajo tiene características precarias y/o violentas o es insatisfactorio para la persona, estas situaciones tienen un efecto directo en la afectación de la salud física y mental.
Chaves asegura que el trabajo precario, inestable, por obra o plazo determinado, el salario reducido o ineficiente para cubrir las necesidades básicas o los niveles de endeudamiento, el carecer de acceso a la seguridad social y a la protección de riesgos del trabajo o trabajos con características peligrosas, son condiciones que pueden generar insatisfacción y aparición de enfermedades físicas o mentales en la persona trabajadora.
También lo producen actividades laborales de alta demanda cuantitativa, mental y emocional, trabajos que se desarrollan en ambientes violentos y poco empáticos, dificultades en la conciliación entre la vida personal y laboral y trabajo con factores de riesgo psicosociales no controlados.
Más conciencia
La pandemia por COVID-19 creó nuevos problemas de salud mental y aumentó los ya existentes. Implicó retos, pero también permitió que las empresas voltearan sus ojos a los colaboradores para verlos como personas, más allá de simples trabajadores.
Verónica Gutiérrez, psicóloga de Bienestar y Desarrollo, comenta que la salud ocupacional había estado muy posicionada en cuanto a, por ejemplo, contar con médico de empresa. Sin embargo, en lo que a psicología y promoción de salud mental se refiere, estaba poco visibilizada antes de la pandemia.
“La educación en salud mental ha venido tomando auge en los últimos años y uno de los aspectos que más promovió la importancia de la salud mental en las empresas fue la pandemia”, detalla.
Por ello, considera que la promoción de la salud mental en las empresas, lejos de ser un lujo, como antes se creía, es una necesidad que responde a una estrategia.
“Si le brindamos recursos psicosociales, psicológicos, de salud mental y emocional a las personas, van a estar mejor para la empresa”, asevera.
Gutiérrez aconseja a las empresas que deseen implementar una estrategia para promover la salud mental en sus colaboradores hacer un diagnóstico en salud mental organizacional en el que se miden diversas variables y a partir de allí se establece un plan estratégico.
“Debe ser una estrategia para que la salud mental sea parte de la cultura de la empresa. Hay muchas cosas que se pueden hacer, desde formación para líderes, hasta primeros auxilios psicológicos y psicoterapia, lo cual es más especializado”, asevera.
EN CIFRAS
Estas son algunas estadísticas que reflejan el estado de la salud mental en el trabajo en el caso de Costa Rica, pero ocurre similar en la mayoría de países de la región.
• 4 de cada 100 personas que enferman a causa del trabajo presentan trastornos mentales y del comportamiento.
• Las mujeres son quienes más evidencian su afectación emocional a causa del trabajo.
• Las principales afecciones son la ansiedad, depresión y trastornos del comportamiento.
• Las principales manifestaciones de violencia en el trabajo son la discriminación, el acoso laboral y sexual.
• En orden descendente, los trastornos mentales y del comportamiento ocupan el quinto lugar de problemas de salud, después de enfermedades relacionadas con el sistema oseo-muscular (lesiones de rodilla, hombros, manos y columna vertebral).
Fuente: Alejandra Chaves, directora ejecutiva del Consejo de Salud Ocupacional MTSS.
¿QUÉ ES LA SALUD OCUPACIONAL?
Es una actividad multidisciplinar que tiene como finalidad:
• Promover y mantener el más alto nivel de bienestar físico, mental y social de la persona.
• Prevenir todo daño causado a la salud de la persona por las condiciones del trabajo.
• Proteger en su empleo contra los riesgos resultantes de la existencia de agentes nocivos a la salud.
• Colocar y mantener a la persona en un empleo con sus aptitudes fisiológicas y sicológicas y, en síntesis, adaptar el trabajo a las personas y cada persona a su tarea.
Fuente: Alejandra Chaves, directora ejecutiva del Consejo de Salud Ocupacional MTSS.