ciencia ficción proyecto
especial
Revista Entresalas. Número
Revista Entresalas. Editada en Majadahonda por IES Margarita Salas ISSN: 3020-3171
En este número especial de nuestra revista, presentamos los trabajos realizados por los alumnos y alumnas de Literatura Universal del curso 22-23. Durante un trimestre, estos talentosos estudiantes se dedicaron a investigar el fascinante género de la ciencia ficción. Exploraron no solo sus características y temáticas, sino también los autores y obras más representativos que han dejado una huella imborrable en este campo literario.
Para enriquecer su comprensión y creatividad, los estudiantes participaron en una serie de ejercicios de escritura creativa. Estos ejercicios no solo les permitieron aplicar los conocimientos adquiridos, sino también dar rienda suelta a su imaginación. Como resultado, cada uno de ellos construyó sus propios relatos originales, reflejando tanto su estilo personal como los elementos distintivos de la ciencia ficción.
En una segunda fase del proyecto, los estudiantes tuvieron la oportunidad de participar en un taller sobre álbum ilustrado. Consideramos que sería interesante y enriquecedor orientar su trabajo en esta dirección, dado que la combinación de texto e imagen puede potenciar la narrativa y ofrecer una experiencia más completa al lector. Para llevar a cabo esta tarea, los alumnos aprovecharon herramientas de inteligencia artificial generativa. Estas herramientas les proporcionaron apoyo para ilustrar sus textos, añadiendo una dimensión visual a sus relatos.
El proyecto culminó con la fase de maquetación. Los estudiantes aprendieron sobre la importancia del diseño y la presentación de sus obras. Se involucraron en todo el proceso de edición, desde la creación literaria inicial, pasando por la ilustración y la corrección de textos, hasta la maquetación final. Este enfoque integral no solo les permitió desarrollar habilidades técnicas y artísticas, sino también experimentar de primera mano el proceso completo de publicación de una obra literaria.
Estamos muy orgullosos de presentar en este número especial el fruto del esfuerzo y la creatividad de nuestros estudiantes. Sus trabajos no solo
demuestran su talento y dedicación, sino también el potencial de la colaboración entre la literatura y la tecnología. Esperamos que disfruten de sus relatos tanto como ellos disfrutaron creándolos.
ÍNDICE
Realidades de Lucía Bueno
El precio de la carne de Julia Yunta
Siempre quedan héroes de Emilio Ndong
El resultado de la sequía de Borja Pérez
Corazón artificial de Isidora Pino
El fin de Lucía Aliaga:
La destrucción mundial de Manuel Sánchez de Ocaña
REALIDADES
Había perdido la cuenta de los días que llevaba caminando por las grisáceas y abandonadas calles no me acordaba de dónde debía ir.
A veces pensaba en los demás ¿qué estarían haciendo?
Casi parecía que era la única persona que quedaba en el planeta
Entonces encontré una peluquería,
no parecía encajar allí pero a mí me recordaba a algo..
Y cuando le ví
ahí sentado
empecé a hacer memoria
y comencé a darme cuenta..
de que,
en realidad,
no
estaba
SOLA SOLA sola sola sola sola
El precio de la carne
Julia Yunta Pérez
Han pasado tan solo unos meses desde que la Tierra no dio más de sí, pero parece que hayan pasado años, vagando solo en busca de algo que comer.
Hace meses que camino solo. Hoy en día todos somos nómadas.
Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que comí, pero cambié mis dos zapatos por unas migas duras. No me paré a pensar qué podrían ser. Era mejor así. Aquellos comerciantes me contaron historias terribles de cosas que tuvieron que hacer por sobrevivir, por saciar su hambre.
Pero ya no me quedan fuerzas. A mi alrededor hay dunas de escombros y basura. Es todo lo que queda de esta ciudad.
Quiero tirarme al suelo y dejar que el tiempo acabe conmigo.
Pero entonces, ahí entre las nubes de polvo, me parece ver una silueta.
Se acerca despacio, dando tumbos, y con un poco de nitidez descubro que se trata de una mujer. Me parece un milagro.
Se derrumba en el suelo, y con la poca voluntad que me queda me acerco a ella y me arrodillo a su lado.
Tiene el cuerpo destrozado. Ya parece más esqueleto que humano. Pero aún respira, y me susurra un “ayuda” afónico y rasposo.
Estoy desesperado, no sé como ayudarla y mi mente solo gira en torno al hambre que me consume.
Y a mi mente vuelven las historias de aquellos comerciantes… Dejo de pensar.
La mujer extiende una mano temblorosa a mi rostro, pero yo la aparto, y llevo las manos a su cuello. Y aprieto. Dejo de pensar.
El estómago me golpea desde dentro con fiereza. Ella ya no se mueve.
Y dejo de pensar, porque ahora tengo carne, y por fin puedo dejar de moverme,
Aún lo recuerdo. Todo comenzó creando aquellos supuestos defensores de la Tierra.
Fue años atrás cuando invadieron la Tierra por un mensaje malinterpretado. Entonces surgió nuestro miedo: no estábamos solos en el universo
Nuestra aparente gran solución se convirtió en nuestra perdición. Los dos robots creados para protegernos se rebelaron y destruyeron el 80% del planeta
Estaba solo. En ese momento, deseaba que nunca me hubiera picado aquella araña, pero no podía rendirme, no ahora.
Debía pedirle ayuda a alguien más poderoso.
Pero, ¿a quién podía acudir? Los Vengadores, acabados; los X-Men, controlados. Aunque no quisiera, sabía que solo me quedaba una opción: Loki, el dios de las historias y las mentiras
Ambos diseñamos un traje con el que podría derrotar a los enemigos. Y aunque este era fascinante, aún así no podría hacerlo solo; teníamos que buscar héroes.
Y los encontramos en otros universos Continuará...
Corazón artificial Isidora Pino
Soy Maya y en mi mundo no se puede confiar en nadie. Entre nosotros hay androides y no podemos diferenciarlos. Por eso te contaré mi historia
Todo empezó el día en el que un chico me pidió un lápiz. Se llamaba Lucas. Desde el primer día conectamos y nos empezamos a conocer.
Empezamos siendo amigos, pero pronto nacieron sentimientos el uno por el otro y una tarde me besó. A partir de ahí empezamos a salir. No me podía sentir mejor con él.
Hasta que una mañana lo escuché hablar por teléfono.
- Tengo que contárselo, no puedo seguir ocultándoselo. Tiene que saber que soy un androide.
En ese momento me quedé paralizada, me sentía traicionada. Había confiado en él y me había mentido. Me estaba diciendo que lo sentía pero no era capaz de escucharlo ni de hacer nada.
Ahí fue cuando me dejó verlo en su forma real por primera vez y lo siguinte que vi fue oscuridad.
Continuará...
EL LTADO E LA QUÍA
ez Viudes
Como otra noche cualquiera, yo estaba sentado en el sofá viendo las noticias cuando se cortaron por un aviso de máxima urgencia. Decían que se había agotado la poca agua que quedaba y que habría consecuencias ecológicas rápidas.
Me alarmé y me levanté de inmediato a comprobar si era verdad. Cuando abrí el grifo comenzó a temblar y lo cerré de inmediato. Del agobio empecé a notar la sed y solo me quedaba una garrafa de cinco litros, pero estaba a menos de la mitad. En situación de pánico, comencé a beberme todo el agua inconscientemente.
No sabía qué hacer así que decidí irme a dormir para ver si por la mañana se arreglaba el problema y todo volvía a ser normal.
Me desperté a las cinco de la madrugada ya que tuve una pesadilla.
Me quedé dando vueltas en la cama hasta las ocho y media. A esta hora decidí levantarme ya que es cuando se abren los supermercados. Fui al baño y al abrir el grifo ocurrió exactamente los mismo que con el de la cocina, así que no había vuelto todo a la normalidad.
Me vestí corriendo y salí rápidamente hacia el supermercado más cercano, pero cuando estaba bajando la cuesta empecé a ver un tumulto de gente y de coches. Supuse que estaban intentando entrar al supermercado para lo mismo que yo, para coger el agua.
es
qu as est d, en uació pánic
Del agobio que tenía, decidí volver a mi casa, coger un martillo e ir al bazar que estaba un poco más lejos del supermercado.
Tuve que pasar a través de toda la gente que estaba gritando, llorando y algunos incluso pegándose. Conseguí pasar por todos y llegar al bazar.
Iba convenc que rompe robar el agu
no era lo m había hecho encontré co que algui ade
Volví a entr ya que mi ú Me senté que empecé a marearme me autoconvencí de pero poco después m que era la falta de ox plantas y los árboles proporcionarlo porqu Conseguí levantarme