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MAESTRO INSPIRADOR
ALFREDO AMBRIZ TAPIA,
urbanista de corazón
POR ARTURO PADILLA
umamente observador, mira a su alrededor, se asombra de las ciudades, la piedra, el granito y el paisaje, como quien separa todas las piezas de un objeto para armarlo de nuevo en su mente. Sin embargo, es también un profesor que podríamos llamar “ajonjolí de todos los moles”, porque en casi todos los proyectos estudiantiles, foros, coloquios y más que tengan relación con el urbanismo y la arquitectura, ahí se encuentra él. Se trata del arquitecto Alfredo Ambriz Tapia.
A sus 50 años, el “Arqui Ambriz”, como lo llaman alumnos y compañeros, es uno de los profesores más apreciados en la Universidad Autónoma de Guadalajara, por su trabajo apasionado, comprometido y optimista.
Maestro base del Departamento de Diseño y la carrera de Arquitectura, es egresado de la licenciatura en Arquitectura de la UAG, y desde 1997 es profesor de esta institución, luego de terminar su maestría en la Universidad de Michigan.
Cursa actualmente el doctorado en Estudios Interdisciplinarios de Arquitectura y Urbanismo en la Universidad Contemporánea de las Américas (UNICLA), y recuerda que su primera mentora fue la profesora Raquel Lozano, urbanista colombiana que lo “aventó al campo de batalla” a dar su primera clase de urbanismo.
S“Mi primera vez fue una experiencia complicada, pero interesante. Para mí, un maestro debe volverse alguien cercano al estudiante, un acompañante, un guía que le ayude a desarrollar al máximo sus cualidades. El estudiante se transforma cuando deja de ver al maestro como alguien paternal y lo encuentra casi como un igual en el futuro tras aprender, vivir y retarse.” Para el Arq. Ambriz Tapia, un maestro inspirador es aquel que se interesa de manera legítima por los estudiantes. Comparte la siguiente anécdota de cuando descubrió lo anterior: “Formamos un Club de Liderazgo en Arquitectura, y el día del cierre de ese periodo tuvimos una convivencia en la que los jóvenes comentaron que la clave para ser un buen maestro, a ojos de los alumnos, es que este se preocupe legítimamente por ellos. Es importante que sepa lo que enseña, y no tiene que ver con la técnica: es que el profesor se preocupe, que los conozca, que cuando pregunte ‘¿cómo estás?’, sea sincero, no un formulismo”, dijo. Considera que un alumno que sobresale entre otros es el que se transforma y tiene claro a dónde va, tiene una meta clara; se interesa por aprender, quiere aprender de verdad, y lo refleja con atención, esfuerzo, interés en cada actividad, y se motiva en crecer para su actividad profesional. “Si te comprometes con lo que haces y tienes una meta, tendrás éxito como estudiante. Me llena de orgullo ver a los jóvenes comportarse como profesionales; cuando la gente los aborda en la calle, les preguntan cosas; en los viajes de estudios, los cuestionan; emprenden proyectos y se comportan con entusiasmo
y proactividad. Eso me llena de orgullo, me siento contento cuando los retan y ellos responden con talento y profesionalismo. Ahí sabes que has hecho un buen trabajo”, dijo.
El arquitecto Ambriz Tapia es un ferviente promotor de la investigación y de los viajes, por lo que ha organizado muchas escapadas de estudio con sus alumnos: a Dubái, Florencia, Nueva York, a la Ciudad de México… para explorar la arquitectura del mundo y cómo esta transforma a las personas e influye en el comportamiento de las sociedades. Como parte de su profesión, opina que el urbanismo es una rama básica de la arquitectura, en la que se conjuntan la tecnología, la ingeniería civil, la ciencia y la innovación. Imparte talleres para liberar el talento de estudiantes que pasan de la preparatoria a la universidad.
Esta mirada profesional, constructiva y humana también la aplica en su vida familiar y fuera de las aulas. Está casado con la Mtra. Ana Cecilia Pérez y tiene tres hijas: María Cecilia, Ana Lorena y Daniela Elizabeth.
Le gusta armar objetos, desde muy niño era uno de sus hobbies, y se dedica a crear proyectos donde deba juntar las partes de las cosas. Su último reto fue armar una computadora desde cero. También le gusta el tiro deportivo con rifle de aire.
Él y su esposa, quien estudió Lengua y Literatura, trabajan en conjunto dedicados a la divulgación arquitectónica, con publicaciones de artículos en sitios web, conferencias, charlas y clases sobre el urbanismo y cómo las ciudades han crecido y cambian los hábitos de quienes las habitan, entre otros temas.
Todo lo anterior forma parte de su filosofía de vida, que compartió: “La felicidad no es una meta lejana; la felicidad es disfrutar lo que haces, es ese viaje que emprendes y que te reta. Que debes mirar, apreciar, contemplar; no siempre es la meta. La felicidad es poder ser feliz haciendo lo que te gusta hacer, haciendo lo mejor y apoyando a otros”.
Arquitecto Alfredo Ambriz Tapia.
TRAYECTORIA
Alfredo Ambriz Tapia se ha desempeñado como jurado del Premio de Ciencia, Tecnología e Innovación del Consejo de Ciencia y Tecnología de Jalisco; Jurado del Premio de Obra (nacional) Cemex, Jurado del Premio de Obra Jalisco (2008) y del Premio Estatal de Vivienda (con IPROVIPE).
Ha sido coordinador de la mesa de Metropolización en el Segundo Foro de Consulta Pública de la Comisión de Desarrollo Urbano de la LIX Legislatura estatal y es miembro de número del Capítulo Guadalajara de la Academia Nacional de Arquitectura.
Es docente del Diplomado en Gestión Urbana y del Diplomado en Arquitectura y Construcción Sustentables, así como de programas de Arquitectura orientados al Desarrollo del Hábitat, tanto a nivel pregrado como postgrado.