Revista aurobindo #5 by Revista Aurobindo

Aurobindo Revista gratuita Nº 5 Diciembre 2014

¿Quién fue Sri Aurobindo? Segmento biográfico (reedición de la primera parte)

Yoga Nidra El sueño psíquico

Bhakti Yoga

¿Quién

Editorial

fue

Sri

Aurobindo?

(reedición de la primera parte)

En esté número 5 de la revista y último del año, decidimos reeditar dos artículos que salieron en la revista Nº1 y que sólo fueron publicados en formato digital: la primera parte de la biografía de Sri Aurobindo y un artículo sobre Yoga Nidra. Esperamos que sea útil para quienes deseen coleccionar la revista en forma impresa. Por otra parte, dedicamos un artículo especial al bhakti yoga e invitamos a reflexionar sobre lo que significa la práctica del ideal de la noresistencia, tan en boga entre practicantes de yoga, y que sentimos debe ser abordado con mucha precaución para evitar caer en ciertos engaños. Les deseamos unas muy felices fiestas y buen fin de año, esperando que el próximo traiga paz, amor y claridad para atraer hacia nosotros lo que sea necesario para poder realizarnos tanto a nivel individual como colectivo. ¡Nos volvemos a encontrar en el 2015! Gracias de nuevo a quienes hacen posible esta revista. A.V.

Resulta difícil escribir una reseña biográfica sobre la vida de Sri Aurobindo, ya que como bien lo remarca Vicente Merlo en su libro Sri Aurobindo, lo más acorde a su espíritu sería no conceder demasiada importancia a los aspectos exteriores de su vida. De hecho en una de las ocasiones en las que se le consultó para escribir una biografía sobre él, Aurobindo contestó: “Veo que insiste en ofrecer una biografía, ¿cree que es realmente necesario o útil? El intento está condenado al fracaso, porque ni usted ni nadie sabe absolutamente nada de mi vida; mi vida no ha sido vivida en la superficie, para ser vista por los hombres”(1). Y es que como declaró en otra ocasión, “el valor de una persona no depende de lo que aprende, de su posición, de su fama, ni siquiera de lo que hace, sino de lo que es, y de aquello que llega a ser interiormente”(2). Teniendo esto presente, me limitaré a presentar al lector acontecimientos de su vida que nos permitan comprender luego mejor su obra. 1ra etapa de infancia y formación intelectual: Aurobindo (Akroyd) Ghose nace en Calcuta el 15 de agosto de 1872, siendo el tercer hijo varón. Su padre, el Dr. Krishnadhan Ghose, hombre generoso y de buen corazón, había estudiado en Inglaterra y se había convertido desde todo punto de vista a la cultura inglesa. De ningún modo quería que sus hijos se contagiasen del misticismo y religiosidad hindú, ni siquiera quería que conociesen ninguna tradición ni lengua india. Su madre, Swarnalotta, era hija de una de las figuras más destacadas del siglo XIX en Bengala, Rajnarain Bose, escritor e intelectual del renacimiento bengalí. En 1877 los tres hermanos son enviados al Loreto Convent School en Darjeeling, para luego ser enviados a Manchester, Inglaterra, en 1879. Allí viven con el Sr. Drewett y su esposa. Él, ministro calvinista, había adquirido con el padre de los niños el compromiso de mantenerlos alejados de toda influencia religiosa. Sri Aurobindo tiene siete años y hasta los veinte no aprenderá bengalí, su lengua materna, ni volverá a ver a su padre, muerto poco antes de su regreso a la India; a su madre sí, aunque enferma, apenas lo reconocerá al verlo. Nos hallamos, pues, en presencia de un niño que ha crecido

fuera de toda influencia familiar, nacional o tradicional, en presencia de un genio libre. Acaso la primer lección que nos dará Aurobindo sea justamente una lección de libertad. El Sr. Drewett le enseña inglés y latín y su esposa aritmética, historia, geografía y francés en la casa, con lo cual no necesita ir a la escuela. Aurobindo ya leía mucho en esta época, especialmente literatura e historia. Con doce años, en 1884, se trasladan a Londres, donde su hermano Manmohan y Aurobindo ingresan al St. Paul‟s School. Es aquí donde comienzan las dificultades, ya que el dinero mandado por su padre resulta insuficiente. Durante los años subsiguiente los hermanos viven en la pobreza. El director de la St. Paul‟s School queda impresionado por el dominio del latín que muestra el joven alumno y decide enseñarle él mismo el griego. Luego de tres años, Aurobindo puede tomarse la libertad de saltar la mitad de los cursos y de entregarse casi por entero a la literatura, su ocupación favorita. Sobre todo le interesan los poetas románticos, Shelley, Keats y Byron, sumado a todo los trabajos de Shakespeare. Incluso sabe lo suficiente de alemán e italiano para leer a Goethe y Dante en sus idiomas originales. Lo que sabemos es que cada uno de los tres hermanos hacía su propia vida. Mientras su hermano Manmohan recorre Londres junto a su amigo Oscar Wilde y habrá de distinguirse en la poesía inglesa, Aurobindo parece no preocuparse por crearse relaciones. Él sólo se halla “en otra” y su mundo está lleno. En 1888 entra en la clase de quienes aspiran a formar parte del Indian Civil Service (ICS), puesto con el que el padre de Aurobindo siempre había soñado para su hijo. En 1889 consigue una beca en el King‟s College de Cambridge, algo que deja en evidencia su asombrosa cultura. A esta altura, la ayuda familiar había desaparecido por completo, y la

beca no resulta suficiente para poner fin al frío y el hambre (teniendo en cuenta que con esa ayuda mantiene también a sus hermanos). Desde su primer año en el King‟s College gana todos los premios de poesía griega y latina, pero esos asuntos lo tienen sin cuidado. Es en esta época en que la idea de la revolución lo persigue, la liberación de su país, la India, de la cual será uno de sus primeros artesanos. Se hace miembro de los Indian Majlis, una asociación de estudiantes indios de Cambridge, donde pronuncia discursos revolucionarios y más tarde se une a la sociedad secreta Lotus and Dagger. Así, pronto aparece en la lista negra de sospechosos de Whitehall. Obtiene mientras tanto su licenciatura en Letras clásicas y se presenta al célebre concurso del ICS, que le abriría las puertas del gobierno de la India, al lado de los administradores británicos; obtiene excelentes resultados pero no se presenta a la prueba de equitación –quizás porque a esa altura ya habría perdido el interés en un puesto así- y queda descalificado. Tiene veinte años cuando el maharajá de Baroda, impresionado por su preparación cultural, le ofrece un puesto en dicha ciudad. En enero de 1893 se embarca rumbo a su tierra natal. Aurobindo vivirá en Baroda durante los próximos 13 años. Es la época en que comienza activamente su período revolucionario, así como también empieza a tener experiencias espirituales espontaneas, antes de haber iniciado cualquier disciplina yóguica.

-Reedición del artículo publicado en el número 1 de la revista, en su versión digital. (1) y (2) Autobiographical notes, Sri Aurobindo

Ashram, Pondicherry 2006, p. 11 y 12. *Bibliografía: Sri Aurobindo o la aventura de la consciencia, Satprem, Ed.Obelisco. Sri Aurobindo, the story of his life, Sri Aurobindo Ashram, Pondicherry, India. Sri Aurobindo, Vicente Merlo, Ed. Kairós. Autobiographical notes, Sri Aurobindo ashram, Pondicherry, India. “Lo primero que hay que hacer en el sadhana es establecer en la mente una paz y un silencio estables. De no hacerlo así, será posible tener experiencias, pero nada tendrá carácter permanente. Sólo en una mente silenciosa puede erigirse la verdadera consciencia”. Sri Aurobindo

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Yoga Nidra—El sueño psíquico Yoga Nidra deriva de la antigua práctica tántrica Nyasa. Es una importante técnica de meditación y relajación profunda desarrollada por Swami Satyananda Saraswati (discípulo directo de Swami Sivananda) que adaptó y actualizó estas prácticas antiguas, conservando su esencia pero quitándole las complicaciones ritualistas. Es un método sistemático que induce a una completa relajación física, mental y emocional. En los términos de yoga nidra, el estado de sueño no es lo mismo que relajación. Para obtener una absoluta relajación uno debe permanecer consciente, por eso yoga nidra se trata de un estado de sueño dinámico. Un estado intermedio entre el estado de vigilia y el de sueño, en el que entramos en contacto con nuestras dimensiones inconscientes y subconscientes espontáneamente. A través de la auto-observación reconocemos nuestro mundo interior y podemos limpiarlo y encontrar soluciones a nuestros problemas y conflictos.

El secreto de la transformación

Por medio de esta práctica no sólo nos estamos relajando, sino que reestructuramos y reformamos toda nuestra personalidad desde adentro. En cada sesión, estamos quemando los viejos samskaras, hábitos y tendencias para volver a nacer. De este modo, Satyananda explica que el secreto de la transformación está en la liberación de las tensiones, en la relajación y paz mental. Una persona relajada se vuelve natural, conoce la realidad, su verdadero yo. Es por eso que Yoga Nidra debería practicarse con el propósito de utilizarlo para el crecimiento y la evolución personal y espiritual.

¿Cómo funciona?

Cuando la relajación es completa, la receptividad es mayor, cuando la conciencia está conectada a todos los sentidos, la receptividad es menor. Esa es la clave del yoga nidra. Un aspecto muy importante es el sankalpa. Es una palabra sánscrita que puede traducirse como “sembrar la semilla” El sankalpa es una resolución afirmativa que se repite mentalmente varias veces durante el transcurso de la sesión. Es un método poderoso para reformar la personalidad y la dirección de la vida en lineamientos positivos. En estado de yoga nidra se manifiesta nuestra verdadera naturaleza e integridad, de carácter divino. Logramos así ampliar la conciencia más allá de nuestra personalidad frontal. Su práctica es sencilla ya que al ser la mente naturalmente activa, lo que se hace es darle una actividad a la mente, que la va guiando paulatinamente hacia un estado más allá de los estímulos externos. Se realiza en posición Shavasana (acostados).

Beneficios

Más allá de un superficial estado de bienestar, la mayoría de las personas vivimos llenas de tensiones. Nos mordemos las uñas, hablamos compulsivamente o mostramos constante irritabilidad, etc. Todo esto se debe a la falta de conciencia respecto de nuestra tensión interna. Aun mientras dormimos, pensamientos y preocupaciones inquietan la mente, a tal punto que mucha gente se despierta sintiéndose agotada. A través de la práctica regular de yoga nidra se logra liberar esas tensiones musculares, emocionales y mentales alcanzando un estado de tranquilidad y equilibrio. Se trata de una forma más efectiva de rejuvenecimiento y descanso que el sueño convencional. La total y sistemática relajación de una sesión de yoga nidra genera un descanso equivalente al de cuatro horas de sueño convencional.

energía dentro del cerebro. Este flujo es acompañado por una experiencia subjetiva de relajación y liberación, como consecuencia de la espontanea disociación de la conciencia de los canales sensorial y motor. Este estado de retrotraimiento de la conciencia sensorial, es enumerado por Patanjali como el quinto estadio del raja yoga: pratyahara. De este modo a través de la práctica de yoga nidra se logra estimular el cerebro por medio de la atención en las distintas partes del cuerpo, relajando no sólo el cuerpo, sino también despejando los canales nerviosos y relajando la mente.

Yoga Nidra y el cerebro La neurofisiología describe como las distintas partes del cuerpo están representadas gráficamente sobre los pliegues de la corteza cerebral de una forma cartográfica, tanto en lo motor, como en lo sensorial; hecho que los yoguis conocen desde hace milenios. Esta representación existe como una abstracción neuronal del cuerpo físico, operando en el área de las neurotransmisiones y la energía eléctrica que fluye a través del sistema nervioso central y, desde la óptica del yoga, a través de la red de nadis que forman el cuerpo pránico o energético. Todas las partes del cuerpo por las que pasa nuestra atención durante la rotación de conciencia pueden ser localizadas allí. Es por eso que esta parte de yoga nidra es tan importante, ya que induce un flujo de

* Bibliografía: Yoga Nidra, Swami Satyananda Sarasvati. Yoga Publications Trust, Munger, Bihar, India

El monje - Sri Ramakrishna Hablando Sri Ramakrishna con sus discípulos contó la siguiente historia:

para beber. Cuando se la vertieron en la boca, volvió a la consciencia. Abrió los ojos y miró en derredor. Uno de los monjes dijo: „veamos si está plenamente consciente y nos puede reconocer‟. Gritando en su oído dijo: „Reverendo señor, ¿quién le está dando leche?‟ „Hermano –replicó el santo en voz queda -, aquel que me pegó, ahora está dándome leche‟. Y agregó Ramakrishna: “Pero uno no alcanza semejante estado mental sin la realización de Dios. Las almas completamente despiertas están por encima de la virtud y el vicio. Comprenden perfectamente que es Dios quién lo hace todo”.

“En cierto lugar había un monasterio. Los monjes que allí residían salían a diario a mendigar su alimento. Un día, un monje, mientras mendigaba, vio a un terrateniente golpear sin piedad a un hombre. El monje, compasivo, se adelantó y pidió al propietario que cesara de pegarle. Pero el propietario estaba tan lleno de rabia que volvió su ira contra el inocente monje y lo golpeó hasta que cayó al suelo inconsciente. Alguien avisó lo sucedido al monasterio. Los monjes corrieron al lugar y hallaron a su hermano que yacía allí. Cuatro o cinco de ellos lo llevaron de vuelta y lo acostaron en una cama, todavía inconsciente. Los otros monjes se sentaron alrededor de él, triste el corazón; algunos lo abanicaban. Finalmente, alguien sugirió que le dieran un poco de leche

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Bhakti Yoga Cuando el bhakti alcanza la madurez, llegando al grado supremo, no hay posibilidad de que se produzca esa desviación -propia de las mentes débiles- donde se ama el propio ideal y se odia a todo otro ideal. Cuando el bhakta ha madurado lo suficiente, está tan cerca de Dios en su aspecto de Amor que no puede convertirse en un instrumento para la difusión del odio. A veces se considera la devoción a Dios en alguna forma particular como una devoción inferior, pero esto es sólo producto de la ignorancia. El Dios personal (ishvara) o Dios impersonal (Brahman), no son dos dioses separados, sino dos aspectos de lo mismo, Sat-chit-ananda (Existencia-Consciencia-Dicha). Desde la perspectiva del yoga, todo es Brahman, el Uno sin segundo, pero Brahman como unidad o absoluto es demasiado abstracto como para que se lo pueda amar y adorar, por eso el bhakta elige el aspecto relativo de Brahman, que es Ishvara, el Gobernador Supremo. Ishvara es de quien proviene el nacimiento, la permanencia y la disolución del universo. El Dios personal es la más alta interpretación que la mente humana puede dar de lo Absoluto. En el Bhagavad Gita Arjuna pregunta a Krishna: -“¿Cuáles son los más grandes yoguis, aquellos que te adoran con una atención constante o aquellos otros que adoran lo Indiferenciado, lo Absoluto?”. Y la contestación fue: “ Aquellos que concentran su mente en Mi, que me adoran con eterna constancia, y que están dotados de la fe más elevada, son mis mejores devotos; son los más grandes yoguis. Los que adoran lo Absoluto, Indescriptible, No-diferenciado, Omnipresente, Inamovible y Eterno, dominando el juego de los órganos, y teniendo la convicción de su ecuanimidad para con todas las cosas, consagrados a hacer el bien a todos los seres, estos hombres también vienen a Mi. Pero para aquellos cuya mente ha sido puesta en lo Absoluto, no-manifestado, la dificultad de la lucha a lo largo del camino es mayor, pues, en verdad, es sólo con grandes dificultades que el sendero

Según la mentalidad particular de cada aspirante, hay un sendero correspondiente por donde iniciar el camino espiritual, aunque cabe aclarar que estos senderos no son excluyentes el uno del otro, sino que al converger en una misma meta, generalmente se complementan, predominando más bien uno de ellos por sobre los demás, sobretodo al inicio del sendero del yoga. Para quienes en cuya naturaleza predomina la emoción, el sendero recomendado es el de la devoción. El Bhakti yoga es una búsqueda de Dios, que comienza y termina en el amor puro. En su explicación de los aforismos sobre el bhakti, Nárada nos dice: “Bhakti es un amor intenso por Dios”. “Cuando un hombre lo alcanza, ama a todos los seres y no odia a ninguno; queda satisfecho para siempre”. Se trata de una experiencia devocional que no puede ser enseñada ni aprendida, ya que es un proceso que se despierta espontáneamente como consecuencia de la evolución de la persona. Pero todos tenemos la semilla del amor puro en nuestro interior, a la espera de ser despertada. Dice Vivekananda: “Entre el Conocimiento (Gñana) y el Amor (Bhakti), no hay, realmente, tanta diferencia como algunas veces la gente imagina. Ambos terminan por converger y encontrarse en un mismo punto. Lo mismo sucede con el raya yoga que, cuando se hace de él un instrumento para alcanzar la liberación y no un instrumento para engañar gente demasiado confiada (llegando frecuentemente a manos de charlatanes y milagreros), nos conduce también al mismo fin”. (1) Una de las principales ventajas del bhakti es que resulta el camino más fácil y natural para alcanzar la unión con Dios. Si el amor del devoto llega a ser extremadamente arrebatador, resulta suficiente para que en un instante la persona alcance la liberación. Su mayor desventaja es que, en sus formas inferiores, frecuentemente degenera en fanatismo. Pero este peligro sólo existe en la etapa preparatoria.

“Si no cultivamos en nuestro interior el sentimiento arraigado de que hay algo que está por encima de nosotros, nunca encontraremos la fuerza para desarrollarnos hacia un nivel superior. El iniciado ha conquistado la fuerza para elevarse hacia las cumbres del conocimiento, sólo por haber llevado su corazón a las profundidades de la veneración y de la devoción.” Rudolf Steiner

de lo Absoluto, no-manifestado, puede ser reconocido por un ser encarnado cualquiera. Aquellos que habiendo ofrecido todas sus obras a Mi, con absoluta confianza en Mi, meditan en Mi, y Me adoran sin apego alguno hacia otra cosa, a ellos Yo pronto los rescato del océano de los repetidos nacimientos y muertes, porque tienen su mente enteramente dedicada a Mi”. Como vemos, aquí se hace alusión al gñana yoga y al bhakti yoga. EL camino del gñani es más difícil, porque los riesgos de caída son más grandes. Cualquiera puede citar textos sagrados y de enseñanza espiritual, y sin embargo no avanzar nada en el sendero. Porque las palabras fácilmente pueden ser utilizadas para repetir lo que el alma en verdad no ha experimentado, y con el solo fin de alimentar el egoísmo. El sendero del conocimiento es caldo de cultivo para aquellas personas que disfrazadas de espiritualidad, sólo se engañan a si mismas y a los demás, ya que parece ofrecer justificativos para todo. Este es el gran peligro del gñana yoga (senda del conocimiento). Pero el bhakti yoga es en cambio natural, agradable, moderado; el bhakta no pretende vuelos tan altos como el gñani, y por lo tanto no está expuesto a grandes caídas. Un camino es más difícil y riesgoso que el otro.

que no requiere de ningún intermediario. En su estado mayor, se trata del amor puro que lleva al devoto a percatarse que él y su Dios son lo mismo. En este sentido, el secreto central está en comprender que las diversas emociones y sentimientos humanos no son malos en sí mismos; lo que hay que hacer es darles una dirección cada vez más elevada, hasta que alcancen el grado más alto de pureza. Y la dirección más elevada es aquella que conduce a Dios. Así, dice Swami Vivekananda: “cuando una persona sufre porque no posee riquezas o cualquier otra cosa mundana, está dando una dirección errónea a su sentimiento. Sin embargo, el sufrimiento tiene su utilidad. Que un hombre sienta el dolor de no haber alcanzado al Ser Supremo, de no haber llegado a Dios, y ese dolor servirá de ayuda para su realización. Cuando os regocijáis de poseer un puñado de monedas, dais una equivocada dirección a la facultad de gozar; debería dársele una dirección más elevada: hay que ponerla al servicio del Ideal Supremo. El placer que se logre siguiendo esta clase de ideal debe ser, seguramente, el gozo más elevado. Lo mismo reza para con todos nuestro otros sentimientos. El bhakta dice que ninguno de ellos es malo, se apodera de todos y los dirige invariablemente hacia Dios”. (2)

Quizás sea preciso aclarar, que esta idea de devoción, esta disposición del alma hacia tales sentimientos de veneración hacia Aquello que representa la Verdad, nada tiene que ver con la sumisión o esclavitud. Lamentablemente parecería ser que nuestra época reprime este tipo de sentimientos como si fueran antagónicos a la razón y por lo tanto despreciables. El bhakti es algo que como dijimos al principio, no se puede enseñar, sino que se cultiva progresivamente en lo más profundo de uno mismo. En el Bhakti yoga el devoto se entrega completamente. El estrecho vínculo que se genera entre el bkakta y el aspecto personal de Dios es tal,

(1) y (2) págs. 14 y 87 Bhakti Yoga, Swami Vivekananda, Ed. Kier.

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A propósito de la no-resistencia Hace tiempo que vengo leyendo en redes sociales y otros sitios, frases o citas alusivas a la práctica de la no-resistencia, y me pregunto si somos realmente conscientes de lo que esto significa. Me pregunto esto porque en tiempos en los que somos bombardeados de información en fragmentos, de mucha variedad pero sin profundización en los temas en particular; en que los sectores de poder buscan monopolizarlo todo, no dejar nada librado al azar y hacer que lo que en un principio parecería antagónico, se vuelva funcional a sus intereses, la práctica de la no-resistencia puede volverse algo peligroso. Hay todo un discurso al respecto que, si uno observa con atención, parece jugar un papel que encaja como anillo al dedo en el rompecabezas de los grupos de poder multinacionales, que precisamente lo que estimulan es la “no-resistencia” a sus políticas de dominio y saqueo. Y uno se pregunta quién financia y está detrás de muchos pseudo-gurues, que quizás aun en su “buena intención” son utilizados –o no-, propagando un discurso bajo el pretexto del ideal supremo de la paz, que invita a “no resistir”, a aceptar las cosas “como son”, en definitiva, a no luchar. Quienes alegan que el fútbol o determinados programas de TV –sólo por dar un ejemplo- adormece a la gente, nos entretiene para que seamos “rebaño”, no pensemos, y no seamos un estorbo en las políticas y decisiones que otros toman, podrían incluir también en el listado de esa estrategia de adormecimiento a quienes atiborrados de buenas intenciones, y motivados por un ideal de paz y armonía, creemos que la práctica de la noresistencia es nuestro deber y “contribución al mundo”. Lo curioso es que cuando vemos alrededor y dentro nuestro también, observamos que el mundo en su conjunto es una lucha constante de fuerzas de todo tipo intentando abrirse paso, sometiendo unas a otras, compitiendo ferozmente. No resulta difícil percatarse de todo esto. Si me detengo a observar, desde el punto de vista de mi vida interior, fuerzas espirituales luchan contra fuerzas vitales y mentales

por A. V.

(hábitos adquiridos) que buscan imponer su dominio. Las fuerzas del ego, del egoísmo, intentan prevalecer por sobre las fuerzas espirituales que buscan un lugar en la propia historia de mi existencia. Desde el punto de vista físico, he podido observar recientemente cómo, encontrándome en el estado febril, todas las fuerzas vitales en mi luchaban como un ejercito ante el invasor “extraño”, producto de una intoxicación. Y mirando ya hacia afuera, vemos cómo las voluntades, dominadas por el deseo y la ambición, intentan imponerse unas sobre otras, en un juego casi sin límites de lucha de fuerzas, visibles e invisibles. Entonces planteo, si mi cuerpo no resiste ante el agravio de la enfermedad, muero. Si por medio de la voluntad, de mi aspiración y la gracia divina no logro disuadir a mis instintos más primitivos y resistir las tentaciones del ego, ¿cómo puedo transformar mi naturaleza en pos de una vida más espiritual, donde la acción egoísta le seda el paso a la acción como instrumento de la Voluntad Divina y al servicio de la humanidad (al Dios en el hombre)? Y por último, si como comunidad o grupo social, ante las acciones opresivas de los más poderosos que sólo buscan su propio beneficio a costas de una gran mayoría, no oponemos resistencia, ¿no nos transformamos en cómplices a través de la inacción, contribuyendo así a la desigualdad social, la pobreza, la injusticia y la sumisión? ¿No estaríamos “por omisión”, contribuyendo con aquellas fuerzas que sólo buscan perpetuarse en el poder a través de la destrucción y el sometimiento? ¿Acaso no es prioritario, como sociedad, crear las condiciones básicas necesarias para que cada individuo tenga la oportunidad de desarrollarse tanto física y mental, como emocional y espiritualmente? Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de “no resistir”? ¿No resistir a qué? ¿Está mal resistir al

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mal? Vemos que tomar una frase a la ligera puede causar más daño que beneficios, si no ahondamos en ella con mayor profundidad. En el campo de Kurushetra (Bhagavad Gita), cuando Arjuna, confundido por tener que enfrentarse a sus tíos y primos, es increpado por Krishna y llamado hipócrita y cobarde por rehusarse a pelear, alegando el ideal de no-resistencia, Krishna le hace ver que su deber (dharma) es precisamente el de luchar y defender la justicia y que la acción siempre es superior a la inacción (tamas). Dice Krishna: “Aquel que ve la inacción en la acción, y la acción en la inacción, ese es un sabio entre los hombres, él es un yogui”. Porque la “acción” de quien aunque activo, internamente no se cree el hacedor ni desea el fruto de sus acciones es “inacción”. Y la “inacción”, de aquel que aunque externamente evite la acción, esta siempre construyendo castillos en el aire en su mente, eso es “acción”. Y también dice “El que refrena los órganos de la acción, pero cuya mente permanece en los objetos de los sentidos completamente engañado, ese es un hipócrita”. Desde un punto de vista interno, vemos que en nuestro sadhana o práctica espiritual, la lucha entre nuestra naturaleza inferior y superior es una constante. En este sentido, debo aprender a diferenciar a qué cosas debo “resistir” y en qué casos precisamente debo aprender a “no-resistir”. En relación al mundo exterior, quizás debamos percatarnos que podemos construirnos nuestro pequeño castillo de paz, armonía y belleza, pero tarde o temprano tendremos que confrontar con su contraparte, porque ambas son las dos caras de la totalidad. Y mientras alrededor siga existiendo la pobreza, la violencia y el sufrimiento, mirar para otro lado no hará que desaparezcan, y nuestra propia paz y progreso espiritual no va a ser completo, porque todos estamos conectados. Cuando menos lo imaginemos, la indiferencia teñida de no-resistencia terminará mostrando su verdadera cara, y quizás sea entonces demasiado tarde y el daño sea mucho mayor. Y bien vale recordar las palabras, erróneamente atribuidas a Bertolt Brecht, del pastor protestante Martin Niemöller: “Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindi-

calistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mi, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”. Concluyendo, la vida es lucha, lucha de fuerzas en todos los niveles de mi existencia. Y mientras no tenga el efectivo poder para resistir, la práctica de la no-resistencia podrá ser un hermoso ideal, pero vacío. Porque sólo podré beneficiarme espiritualmente cuando teniendo el poder de resistir, opte por no hacerlo, como acto de amor y siendo plenamente consciente de su sentido, y no por miedo, comodidad o cobardía. Lo primero tiene que ver con trascender las tres gunas y ver mas allá (ser consciente del Espíritu Inmortal que no nace ni muere, ni puede ser destruido), lo segundo es una actitud dominada por tamas, inercia, que no puede traerme ningún beneficio, ni a mi, ni a nadie. O en todo caso, sí, ya que beneficia a la fuerza adversa, que no encontrará resistencia para avanzar en sus intentos de conquista. Por esto y mucho más, quizás debamos ser más cuidadosos cuando hablamos de no-resistencia. Ser conscientes que no resistir no tiene nada que ver con la paz y tampoco con la violencia. Porque la inacción puede ser tan violenta como la acción. Porque la inercia, la indiferencia y la resignación fácilmente suelen ponerse la máscara de la sabiduría. Simplemente tengamos en cuenta que al hablar de no-resistencia, le abrimos la puerta a un montón de interpretaciones y que esta práctica puede ser usada nocivamente, tergiversando el verdadero significado de este ideal e incluso para manipular. Ideal que por cierto es totalmente válido y muy elevado, pero que tomado a la ligera, sin observar exhaustivamente cada caso en particular, puede causar más daño que otra cosa. Finalmente, viveka significa discernimiento en sánscrito, es algo fundamental que uno debe cultivar en el camino del yoga. El gran Swami Vivekananda le hace honor a su nombre y trae luz sobre este tema. Hemos compartido sus palabras sobre la no-resistencia al mal en la revista número 3 de octubre, pág. 8.

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Dichos de Sri Aurobindo “Porque un hombre de bien muere o fracasa mientras el malvado vive y triunfa ¿es Dios perverso? No veo la lógica de esta consecuencia. Primero debo estar convencido de que la muerte y el fracaso son malos; y a veces pienso que, cuando éstos llegan, son en ese momento nuestro supremo bien. Pero nosotros somos las marionetas de nuestro corazón y de nuestros nervios y argumentamos que lo que éstos no desean o lo que no les gusta, debe, por supuesto, ser un mal.” ”En el mundo han tenido éxito media docena de revoluciones y de éstas la mayor parte parecieron fracasos. Pero gracias a grandes y nobles fracasos la humanidad avanza”. “Pensamientos no expresados pueden salir y producir sus efectos. Es un error pensar que un pensamiento o deseo puede tener efecto sólo cuando es expresado en el habla o en el acto; el pensamiento no expresado, la voluntad no expresada también son energías activas y pueden producir sus propias vibraciones, efectos o reacciones”.

Lo que vos tenés para decir Crónicas de viaje: Camino hacia La Madre Iba camino a Kankhal, a unos 3 km de Haridwar, donde se encuentra el ashram de Anandamayi Ma. Por primera vez viajaba en un rickshaw a pedal, es decir una especie de enorme triciclo impulsado por una persona. Con anterioridad me había negado a utilizarlos, sosteniendo que eran una explotación del hombre. Me parecía desde todo punto de vista inhumano y abusivo. Sin embargo, recientemente leí un artículo en el diario local, que hablaba de una supuesta ley que quería prohibir en Calcuta este tipo de vehículos pero tirados manualmente –sin pedales- por similares razones. El artículo hablaba de una marcha opositora de miles de personas cuyo único ingreso dependía de esta actividad. Calcuta es la única ciudad de India donde todavía existe esta versión de rickshaw manual. Aunque el rickshaw a pedal es un “avance” en relación al manual, no dejaba de resultarme vergonzoso ser llevada en uno de estos vehículos con temperaturas, además, superiores a los 30ºC. Ya había observado temprano en la mañana a varias personas durmiendo en el asiento de pasajeros de sus rickshaws, y así pude comprender que aquella personas no tenían casa, y su única posesión era ese rickshaw, con el cual se ganaban la comida del día realizando viajes por la ciudad. Algunos, supe después, en realidad los alquilaban. De ese modo, mientras yo mantenía mi “consciencia” tranquila, oponiéndome a utilizarlos, estos hombres no comían si no tenían pasajeros que llevar. ¿Quién era yo para juzgar o actuar de esa manera?. A quién beneficiaba mi actitud? ¿A la pureza de mi conciencia? Luego de un interesante viaje por las afueras de la ciudad llegamos al ashram y decidí que al menos podía pagarle al “taxista” algo más de lo que me cobraba. Al entrar me dirigí hacia un pequeño mandir

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–lugar de culto o templo-, allí se podía observar detrás de una puerta de rejas el samadhi –sepulcrode Anandamayi Ma. Tradicionalmente en la India, no se creman los cuerpos de maestros realizados, sino que son guardados en lo que se denomina samadhi. Una o dos veces al año la puerta de rejas se abre para que los devotos puedan acercarse más y ofrecer sus plegarias tocando el sepulcro. Había apenas unas pocas personas. Me senté frente al samadhi y permanecí en silencio. Unos minutos después sentí como si me vaciaran, y oleadas de una alegría inexplicable atravesaron mi cuerpo. Ciertos espasmos me sacudían hacia los lados. Así permanecí un rato, envuelta en esa alegría que llenaba mis ojos de lágrimas, hasta que una persona se acercó para decirme que estaban por cerrar el mandir y lo volverían a abrir por la tarde. En contra de mi voluntad salí y me senté en el patio del ashram, contra una pared a la sombra. Casi no había otras personas allí. Unos instantes después dos hombres se me acercaron a hablar. Era evidente que yo no tenía ganas de hablar pero insistieron, oficiando uno de traductor del otro. Quien supuestamente no hablaba inglés, decía que era hermano de Anandamayi Ma y se hacia llamar maestro. Yo lo miraba con los ojos todavía nublados por las lágrimas, tratando de racionalizar lo que me decía. Había leído la biografía de Anandamayi Ma y no tenía registro de que tuviera un hermano. Tampoco me daban las “matemáticas”, aunque eso podía ser cuestionable. ¿De qué me hablaba este hombre? Me dijo que yo era muy espiritual y que él me iba a dar un mantra, al tiempo que sacaba una tarjetita y me invitaba a que lo visitara, aludiendo

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que no nos habíamos cruzado por “casualidad”. Yo intentaba obligar a una parte de mi ser a tomar consciencia de lo que este hombre me decía a través de su traductor. Era como si desde otro lugar de mí supiera que todo lo que decía era mentira, pero me costaba darle forma. En ese momento un señor de lentes que hacia unos instantes se había acercado al lugar y observaba lo que pasaba desde cierta distancia se acercó. Le dijo a los dos hombres que me dejaran en paz y los echó. Los hombre se fueron balbuceando cosas en hindi y de mala gana. Luego me dijo que tuviera cuidado, que no eran más que charlatanes que se aprovechaban de la gente. Le di las gracias y ya bastante más lúcida partí hacia el guest house para averiguar si podía alojarme allí. Al día siguiente cuando volví al ashram y hablando con la persona a cargo de la pequeña librería del mismo, me sugirió que fuera a la administración a contar lo sucedido. Así lo hice y allí me explicaron que hacía poco una mujer occidental había denunciado abusos de un hombre que se hacia pasar por maestro, en las mismas circunstancias de lo ocurrido. Aporté todos los detalles que pude y me explicaron que era un problema, porque el ashram estaba abierto al público.

Finalmente y agradeciendo a Dios, me instalé por varios días allí, pudiendo corroborar la increíble energía que hay en el mandir, y a medida que uno se aproxima más al samadhi. Así pude experimentar por primera vez el sentido de esta práctica y la tradición que establece que parte de la energía del maestro iluminado permanece allí, beneficiando espiritualmente a quienes se abren a ella. -Andrea B. Veselich

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Shabda Brahman Yoga Diciembre—2014 Todos los martes 12:30hs y miércoles 19hs. Clases de yoga integral.

Dom. 7 - 19hs. Yoga Nidra* Dom. 14 - 19hs. Recitación de Mantras y meditación* Hacé tu consulta y reservá un lugar en shabdabrahman.yoga@gmail.com.

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Un espacio para reencontrarse con el Ser a través de la práctica del Yoga Integral. shabdabrahman.yoga@gmail.com 154007655 Pque. Ecol. EL Doradillo—Pto. Madryn

“No hay nada en la simple erudición. El propósito del estudio es el de encontrar los medios para conocer a Dios y realizarlo. Un santo tenía un libro; cuando le preguntaron qué contenía, lo abrió y mostró que en todas sus páginas estaban escritas las palabras „Om Rama‟, y nada más”. Sri Ramakrishna 12