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CLAUSTRO ACADÉMICO Ing. Ernesto Vázquez Herrera
Por: Rosalba Delgado Zárate
EL 27 de marzo de 2023 tuvo verificativo en la facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Guanajuato, la ceremonia correspondiente a la determinación tomada por el H. Consejo General Universitario que decidió nominar la sala de juntas del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la División de Ingenierías del Campus Guanajuato como: Claustro Académico “Ing. Ernesto Vázquez Herrera”.
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La ceremonia estuvo encabezada por el Rector General
Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino, la Secretaria General Dra. Cecilia Ramos y el Ing. Ernesto Vázquez Herrera quien estuvo acompañado por familiares y amigos, ante una gran cantidad de ingenieros egresados de la máxima casa de estudios.
El Ing. Vázquez es uno de los maestros y director de la Escuela de Ingeniería Civil mas representativos, recordado y querido por los egresados de esta importante carrera universitaria, donde dió clases por más de tres décadas. Reconocido cariñosamente por toda la comunidad universitaria como “El Ratón”.
Hizo uso de la voz el Ing. José Visoso Septién para exponer la reseña de vida profesional, académica y familiar del homenajeado, impregnando el ambiente de fraternidad y regocijo por tan significativo evento.
En su turno, el Ing. Vázquez Herrera se dirigió muy emocionado a los presentes de la siguiente manera:
“Muchas gracias por sus palabras a Pepe Visoso, de hecho…ha descubierto muchos aspectos de mi vida, que yo no conocía, lo voy a invitar a que me platique más, se equivocó solo al decir que cumplo 84 años, son 48, en matemáticas, el orden de los factores no altera el producto, así es de que me gusta más el 48.
Muy agradecido con todos por su presencia, de veras, de veras de corazón estoy muy agradecido.
Buenas tardes a todos y a cada uno de ustedes, distinguidos miembros del H. Consejo Universitario, distinguidos miembros del presídium, distinguidas damas, caballeros y estudiantes que nos acompañan.
Valoro y aprecio mucho que me reciban en esta gran ocasión y más aún en este acto y en este lugar, testigo de muchas de mis actividades, planes y sueños, de verdad, que siempre intenté desarrollar con los ideales de nuestra Universidad. Sin duda hubo muchos errores, defectos, cuando tenía la convicción, el ánimo, la voluntad, la actitud y decisión positivas, además de libertad de criterio y acción y gusto por hacerlo.
Hago esta reverencia quizá solo para explicar y fundamentar las exigencias que tuve en mis clases, pero no eran solo para los alumnos, yo también me regía por ellas, y aún hoy cada que puedo en voz alta comento, intervengo, expreso mi opinión y hasta crítico soy de las actividades de mi Universidad, pero siempre con la intención y la esperanza de que algo sea útil.
Qué de recuerdos vienen a la memoria, pero la estancia en la Universidad como estudiante la entendí, viví una gran época cuyo objetivo era pasarla bien, y la pasamos muy bien; y el conocimiento y la preparación y la formación la afrontaríamos más tarde.
Como profesor recobré conciencia y me vi obligado a echarles a perder gran parte de esa vida a los estudiantes y sentí la disyuntiva de cómo convencerlos de que al egresar debían ser los mejores profesionistas; los mejores porque siempre expresarían y mostrarían un comportamiento con decoro, honradez, sinceridad, honestidad, disciplina, ética y profesionalismo, siempre apegados a la verdad, aplicando el conocimiento y el criterio adquirido o por aprender, pero siempre con respeto, educación, calidad profesional en cualquier medio y ambiente que estemos; nada más ni nada menos, porque donde sea representamos a nuestra Universidad y a todos los egresados de la Universidad.
La tarea no era solo para mí, de hecho, la mayor parte les tocaba a los alumnos, pero recordarán que intenté siempre mostrar el criterio con que calificaba un examen, un trabajo, una participación, etc. Y aún recuerdo las notas, avisos o amenazas que tenía que poner en las boletas para que, si querían algún punto en préstamo, se les prestaba pero se los cobraba en el curso siguiente si no mejoraban. Esta actitud, considero, es la que rige mis acciones y mis actividades y me ha dado ahora la gran satisfacción de ver a todos esos alumnos, que quizá hice sufrir, como mis amigos, y a todos mi agradecimiento por aceptarme como tal.
Lo anterior, espero que no sea presuntuoso, y lo expreso, no con la intención de ser reconocido en lo que fue mi colaboración, sino porque me siento orgulloso, honrado y muy agradecido con la oportunidad que tuve en mi Universidad de estudiar y después colaborar en ella.
En mi vida profesional también he participado tiempo variable, en algunas instituciones, empresas, dependencias gubernamentales y por mi cuenta, y de verdad, de nuevo, sin presunción, ha sido muy satisfactorio.
Desde luego, también existieron algunos casos de desilusiones, desacuerdos, pero siempre en todos tuve la oportunidad de aprender y desarrollarme profesionalmente.
No puedo dejar de mencionar en este aspecto mi participación en la Constructora UBSA, que como mi Universidad, entregaron toda la confianza, me ha proporcionado un magnífico contrato y una gran oportunidad de aprendizaje.
Además UBSA, me enorgullece decirlo, es una empresa que reconoce, confía, apoya y quiere a nuestra Universidad, cómo no voy a mencionarla si siento mucho orgullo de comentarlo.
Entre paréntesis, desde lue- go, siempre donde estuve, tuve la oportunidad de aprender, ya estoy muy poco en las empresas, pero sigo aprendiendo.
Considero tener una vida feliz, desde luego con algunos problemas propios y naturales de mi profesión, pero en su resolución he tenido una gran e indispensable ayuda, participación y apoyo de mi esposa y mis hijos, la familia que hemos formado y con quienes deseo compartir esta distinción que hoy me otorgan; también desde luego la comparto con todos mis amigos que siempre me han ayudado en la vida y actividad de la docencia, del ejercicio profesional y la gran convivencia;, en todo esto he tenido grandes satisfacciones.
No puedo dejar de decir que me complace y honra este reconocimiento, me enorgullece, pero si me permiten, lo recibo también a nombre de tantas otras personas, cualquiera que sea su trabajo en la Universidad que lo merecen, pero en este caso yo fui el afortunado y favorecido de que se me otorgue a mí, por disposición e iniciativa de grandes amigos, estudiantes, profesionistas, maestros y autoridades universitarias.
Muchas gracias a quienes para este reconocimiento me consideraron, me propusieron y aceptaron.
Este reconocimiento lo valoro mucho, les aseguró que lo respetaré y lo honraré.
No sé si he logrado expresar lo que siento en este acto, pero les aseguro que mis palabras solo tienen la intención de decirles que les quedo muy agradecido por todo esto.
Amigos todos, muchas gracias”.
En su intervención el Dr. Guerrero Agripino manifestó:
“Con el permiso del H. Consejo General Universitario, de quienes integran el Consejo Universitario campus Guanajuato, del Consejo Divisional de Ingenierías, con el permiso de Maestro Ernesto Vázquez y de su apreciable familia y de toda la comunidad universitaria aquí reunida el día de hoy.
En el caso que hoy nos ocupa, estamos aquí para concretar un acuerdo que viene de distintas instancias universitarias, vamos a denominar Claustro Académico Ing. Ernesto Vázquez Herrera a la sala de juntas de este espacio, de esta sede de grandes historias, de incontables historias, y lo que hoy hacemos es concretar un acuerdo unánime de volunta- des, primeramente del Consejo de la División de Ingenierías, y reconozco al Dr. Gilberto Carreño por dar seguimiento y por impulsar esta noble iniciativa como presidente de ese consejo, y luego al Consejo Universitario del campus Guanajuato, reconozco la decisión y la voluntad de su presidente de la Rectora Dra. Teresita de Jesús Rendón Huerta y luego al llegar al Consejo General Universitario de quienes hicieron lo propio desde la Comisión de Honor y Justicia impulsados por su secretaria, y luego al Pleno del Consejo General Universitario, quien decidió otorgar esta loable distinción.
En consecuencia, como ustedes podrán apreciar, se encuentran reunidas todas las áreas del conocimiento, todos los cuatro cargos y la representación del Colegio del nivel Medio Superior, ese es el significado, esa es la importancia y esa es la relevancia.
Y nos llena de especial satisfacción de que en este evento se encuentran reunidos múltiples generaciones, muchas generaciones y todas ellas dando un sentido testimonio a la trayectoria y a la obra del Maestro Ernesto Vázquez.
Déjenme decirles que yo en lo particular lo conocí desde hace muchos años, siendo yo estudiante. Cuando uno es estudiante en Guanajuato, máxime a finales de los 80s y principios de los 90s, uno convive con estudiantes de todas las carreras, y uno, en ciertos recintos hace amistades con compañeros de otras carreras, y ya después de varias horas uno platica y uno se desahoga con compañeras y compañeros de distintas carreras, a finales de los 80s y a principios de los 90s yo escuchaba la materia “mecánica de suelos” y creo que otra que se llamaba “matemáticas aplicadas”, y las escuchaba por voz de mis compañeras, de mis compañeros que estudiaban ingeniería civil y hablaban de cómo los hacía sufrir el maestro, que eran exámenes muy prolongados, en ocasiones rayando en la tortura y yo les decía “bueno, entonces por qué lo quieren tanto, ya no entiendo”, con el paso de los años comprobé por qué lo querían y lo quieren tanto.
Ahora con el desarrollo institucional de varios quehaceres universitarios creamos protocolos, formas, procesos, mecanismos, acrónimos y llamamos por ejemplo a los profesores o profesoras que destacan por su labor docente, por la divulga- ción del conocimiento, les decimos tienen perfil Prodep ¿qué es eso? Eso significa que la persona se entrega en cuerpo, corazón y alma a la docencia, y que no escatima en compartir su conocimiento más allá del acrónimo que le pongamos.
Ahora decimos: es que cuenta mucho la tutoría y tienes que llenar formularios y formatos, y eso ¿en qué se traduce? Se traduce en que la profesora y el profesor van hombro con hombro con su estudiante y lo acompañan y no solamente en clase, sino en múltiples aspectos de la vida o que puedan marcar su vida, por lo cual el Maestro Vázquez es un gran ejemplo de que no se requieren acrónimos ni procedimientos, ni formularios para trascender en una muy loable labor, función profesión, arte y oficio de la docencia.
Este reconocimiento debe representar un mensaje a diversos sectores, al sector de profesionistas en Ingeniería Civil para entender que no solamente basta el conocimiento, sino también la honestidad y la ética en el desarrollo de esa profesión."
También es un mensaje al sector empresarial de la industria de la construcción que crean y sigan creyendo en la Universidad de Guanajuato porque aquí se forman profesionistas de alto alcance con profesores como el Maestro Ernesto Vázquez.
También es un mensaje para el personal académico porque más allá de méritos institucionalizados, distinciones, grados académicos o membresías o reconocimientos, en el centro está la persona con su vocación, con su formación y con su decisión de ejercer una de las actividades más destacadas que se han inventado en la humanidad: la docencia.
También es un mensaje para quienes ocupamos un cargo directivo, empezando desde la rectoría general, rectoría de campus, divisiones, departamentos, y toda la estructura de gestión universitaria, nosotros no somos lo más importante, la autoridad académica no es quien ocupe una silla directiva, la autoridad académica es la que se gana en el aula, en el laboratorio o en el taller.
También es un mensaje para nuestra comunidad universitaria estudiante, la universidad lo que hoy es, no surgió de la noche a la mañana, ha sido fruto del esfuerzo de muchas personas que han hecho posible que hoy la universidad sea lo que es; y al final podemos concretar todo este homenaje a la digna labor de la docencia y lo que puede significar en cada persona.
Generalmente hay dos tipos de profesoras y profesores, los que creen que enseñan mucho más de lo que de verdad enseñan y los que ni siquiera se dan cuenta de la importancia, de la relevancia que tiene lo que enseñan con su ejemplo a muchas personas, como es el caso que hoy está sucediendo con el ejemplo y el acompañamiento del Maestro Ernesto Vázquez en muchas personas, y no me dejarán mentir no es en el aula, sino en la impronta que deja en nuestro corazón.
Esto me recuerda algo que quiero compartir con ustedes, Albert Camus obtuvo el premio Nobel de Literatura en 1957 y murió en 1960 en un accidente automovilístico. Albert Camus nació en Argelia, su padre murió en la Primera Guerra Mundial, su madre prácticamente analfabeta y tenía un problema físico no podía hablar y una abuela muy violenta, y aún así Camus estudió, se superó, y obtuvo el premio nobel de literatura.
Y cuando Camus obtuvo el premio Nobel de Literatura envió una carta, y esta carta y su respuesta se consigna en un libro que se publicó después de la muerte de Camus porque estaban los papeles que iban a conformar su libro en el portafolio que llevaba cuando sufrió el accidente, se rescató y hasta la década de los 90s se publicó el libro. Y la carta que envió Camus a su maestro, daré lectura a una parte, dice: “Querido señor Germaín, esperé a que se apagara un poco el ritmo que me ha rodeado todos estos días, antes de hablarle de todo corazón, he recibido un honor demasiado grande que no he buscado ni pedido, pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted, sin usted, sin la mano virtuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo no hubiese sucedido nada de todo esto, no es que dé demasiada importancia, a un honor de este tipo, pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y lo que sigue siendo para mí, y de recordarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso de usted que puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que pese a los años, no ha dejado de ser su estudiante agradecido. Lo abrazo con todas mis fuerzas”.
Y el profesor le responde a Camus: “Soy incapaz de expresar la alegría que me haz dado con la gentileza de tu gesto, ni sé cómo agradecértelo, si fuera posible abrazaría muy fuerte al mocetón en que te has conver- tido y que seguirás siendo siempre para mí, mi pequeño Camus he visto la lista de constante aumento de las obras que se han publicado y que hablan de ti, y es para mí una satisfacción muy grande comprobar que tu celebridad, no se te ha subido a la cabeza, sigues siendo Camus, ¡bravo¡.
Y culmina de la siguiente manera, en cuanto a su labor de la formación de Camus: “Solo cumplí con mi deber, creo haber respetado durante toda mi carrera lo más sagrado que hay en un estudiante, el derecho a buscar su verdad”.
Maestro Ernesto Vázquez Herrera, la comunidad universitaria, su comunidad universitaria le reconoce y le agradece su deber y el acompañamiento con sus estudiantes en su incansable búsqueda de ellas y de ellos de su verdad, le reconocemos y le aplaudimos y le seguiremos respetando y queriendo mucho.
Gracias maestro Vázquez”.