ISBN: PPI201402DC4571
WWW.BOTICA.COM.VE Edición número 6 / Año 2011
ISSN: 2443-4388 Distribución por suscripción
Dengue
Árbol de decisiones para su diagnostico y tratamiento El dengue es una enfermedad viral transmitida por el zancudo Aedes aegypti. Se estima que ocurren unos 50 millones de infecciones por dengue anualmente y aproximadamente 2.5 billones de personas viven en países donde el dengue es endémico. Existen 4 serotipos del virus del dengue (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4). Venezuela forma parte de los países andinos, subregión constituida además por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. En Colombia, Perú y Venezuela los 4 serotipos del virus han sido identificados. El dengue tiene un amplio espectro de manifestaciones clínicas de evolución impredecible. La mayoría de los casos sigue un curso autolimitado y leve, sin embargo una pequeña proporción de pacientes progresa hacia una enfermedad severa caracterizada por extravasación de plasma con o sin hemorragia. En estos casos la rehidratación endovenosa es la terapia de elección; pudiendo reducir la tasa de fatalidad a menos de 1% de los casos severos. Manejo clínico El dengue es una infección sistémica y dinámica. Tiene un amplio espectro clínico que incluye manifestaciones severas y no severas. Luego del período de incubación, la enfermedad comienza de manera abrupta y es seguida de 3 fases clínicas: fase febril, fase crítica y fase de recuperación (Tabla 1). A pesar de ser una enfermedad compleja en sus manifestaciones clínicas, el manejo es relativamente sencillo, de bajo costo y muy eficaz en la reducción de la mortalidad siempre y cuando sea instituido de manera correcta , en corto plazo y sin demoras. La clave es el reconocimiento y diagnóstico temprano de la enfermedad y la comprensión de los problemas clínicos que se presentan durante las diferentes fases de la enfermedad. El triaje y toma de decisiones son críticos en determinar la evolución de la enfermedad. Diagnósticos diferenciales deben ser considerados (Tabla 2).
TABLA 1 Fases clínica del dengue Fase febril
Fase crítica Fase de recuperación
Deshidratación, fiebre alta que puede ocasionar desórdenes neurológicos o convulsiones febriles en niños
Estado de shock por extravasación de plasma, hemorragia severa, daño a órganos diana
Hipervolemia sólo si la terapia de fluidos endovenosas ha sido excesiva o se ha prolongado dentro de este periodo
Fase febril Los pacientes generalmente desarrollan fiebre alta de inicio súbito. Esta fase febril dura generalmente entre 2 y 7 días y está acompañada de enrojecimiento facial, eritema, dolores musculares generalizados, dolores articulares y cefalea. Algunos pacientes presentan dolor de garganta e inyección conjuntival. Es común la presencia de anorexia, náuseas y vómitos. En esta fase es difícil distinguir el dengue de otras enfermedades febriles. Una prueba del torniquete positiva en esta fase, hace del dengue un diagnóstico probable. Es importante el monitoreo para reconocer signos de alarma y otros parámetros clínicos (Tabla 3) para reconocer la progresión de la enfermedad a su fase crítica. Manifestaciones hemorrágicas leves pueden verse durante esta fase como: petequias y sangramiento de mucosas (nariz y encías). Sangramiento vaginal masivo en mujeres en edad fértil y sangrado gastrointestinal pueden ocurrir durante esta fase sin embargo no es común. El tamaño del hígado suele estar aumentado pocos días después del inicio de la fiebre. El contaje blanco disminuye de manera progresiva y es el signo de laboratorio más temprano y debe alertar al médico de la posibilidad de dengue como diagnóstico probable.