Revista CIS n°5

Page 1

Segundo semestre 2004

CIS CENTRO DE INVESTIGACIÓN SOCIAL

Dinámica de la pobreza en campamentos 2003-2004 ¿Es Chile un país clasista? Patricio Navia y Javier Nuñez Seminario Cis 2004 Encuesta Casen: Los cambios a la fotografía de la pobreza Entrevista a Jeannette Fuentes, Mideplan Dinámica de la Pobreza, Desigualdad y Movilidad Social en Chile Por Ryan Cooper y Christopher Nielsen Políticas de Integración socioespacial Un fin a los ghettos urbanos Evaluación del programa de microcréditos de Un Techo para Chile Tertulia Joseph Ramos y Ricardo Solari

Revista semestral

Año 3 número 5

Flexibilidad Laboral

Publicación

CENTRO INVESTIGACIÓN SOCIAL UN TECHO PARA CHILE E INFOCAP


INDICE

Editorial

1

Seminario

2

¿Es Chile un país clasista?

Investigación

10

Dinámica de la pobreza en campamentos de la Región Metropolitana M. Alejandra Córdova S.

Entrevista

20

Encuesta CASEN Posibles cambios a la fotografía de la pobreza Jeannette Fuentes

Artículo Editora Victoria Paz

23

Dinámica de la pobreza, desigualdad y movilidad social en Chile Ryan Cooper y Christopher Nielsen

Opinión Equipo Publicación María José Guallar Soledad González

34

¿Qué impacto posee el programa de microcréditos de Un Techo para Chile en el ingreso de los habitantes de campamentos? Ana María Montoya, Juan Pablo Larenas y Dante Contreras

Reportaje

37

Ana María Montoya Políticas de integración socioespacial El fin de los ghettos urbanos

Colaboradores Teresita Mujica Juan José Covarrubias

Tertulia

43

Flexibilidad laboral Conversación con Ricardo Solari y Joseph Ramos

Diseño Macarena Cortés

cis@untechoparachile.cl

www.untechoparachile.cl/cis


A fines del 2004 y cada vez más cerca del Bicentenario debemos preguntarnos qué y cuánto queda por hacer para lograr erradicar los campamentos, y cuáles son los pasos que debe dar el país para reducir los niveles de pobreza y desigualdad. Últimamente Chile ha logrado crecer económicamente, llegando al número 22 en el ranking de Competitividad Global, lo que nos lleva a ser uno de los países más desarrollados de América Latina. Por su parte los resultados de la Casen han sido auspiciosos, mostrando un descenso del nivel de pobreza desde un 20,6% a un 18,9%. Pero la realidad de los campamentos sigue siendo de pobreza y desigualdad lo cual lleva a preguntarse cuáles son las políticas adecuadas que permitirán erradicar definitivamente la situación de marginalidad en la que viven más de 32.371 familias.

EDITORIAL

EDITORIAL

En la presente edición analizamos en profundidad la dinámica de la pobreza y por lo tanto también debemos analizar los factores que inciden en la vulnerabilidad. De acuerdo a investigaciones realizadas por el Centro de Investigación Social dos de los principales factores que inciden en la posibilidad de caer bajo la línea de pobreza son la cantidad de personas trabajando en el hogar y la estabilidad laboral, lo cual va ligado a la posesión de un contrato de trabajo. Es por esto que en esta edición tanto la tertulia como una de las investigaciones que presentamos están relacionadas con el mercado laboral y los micro créditos, buscando indagar en la gran herramienta que representa el trabajo y el empleo para lograr salir de la pobreza y a la vez mantenerse fuera de ella. Estos estudios pretenden recalcar la importancia de estos factores pero asimismo potenciar el debate respecto de las políticas sociales que se aplican en estos ámbitos y evaluar si éstas son realmente focalizadas y efectivas. En relación a esto también incluimos el tema del clasismo, ya que aún cuando la importancia de la educación es indiscutida dentro de los factores relevantes para poseer un trabajo estable, existe evidencia empírica respecto de que las características socioeconómicas siguen siendo un factor de discriminación. El resultado de esto es un obstáculo adicional para la movilidad social. Si queremos lograr ser completamente desarrollados, disminuir los niveles de pobreza, desigualdad y lograr un Bicentenario sin campamentos debemos aproximarnos a la realidad y hacer un trabajo en conjunto con las políticas que apuntan a disminuir los niveles de pobreza y modificar la cultura de un país clasista. Este panorama de la realidad chilena al 2004 nos demuestra que estamos ante un Chile que crece pero en el cual aún queda mucho por hacer.


SEMINARIO

El 19 de agosto el Centro de Investigación Social de Un Techo para Chile (CIS) organizó su sexto seminario en torno a la temática “¿Es Chile un país clasista?”. A través de las exposiciones y la discusión generada en el seminario se buscó reflexionar sobre la existencia de meritocracia y clasismo en Chile, sus antecedentes históricos y su manifestación en distintos ámbitos. Asimismo, buscando la integración y convivencia sana y justa de los distintos segmentos en nuestro país, se discutieron las posibles formas en las que, a través de las políticas públicas, se puede contribuir a una disminución de este clasismo y de las desigualdades que nos afectan a todos como sociedad. En torno a estas temáticas nos preguntamos ¿qué nivel de meritocracia existe en Chile? ¿Cómo afecta esto a nuestra democracia y al desarrollo de nuestras instituciones? ¿En qué ámbitos y de qué formas se manifiesta el clasismo en nuestro país? ¿Qué podemos hacer para incentivar una sociedad que se base en los méritos académicos y profesionales y no en sus antecedentes socioeconómicos o personales?

SEMINARIO “¿ES CHILE UN PAÍS CLASISTA?”

Primer Panel:

la Universidad de Chile.

“Clasismo y sus distintas expresiones hoy” José Bengoa, Fundación para la Superación de la pobreza. Alfredo Jocelyn Holt, Historiador. Eugenio Tironi, experto en comunicación, profesor de la Universidad Católica de Chile.

Tercer panel:

Segundo Panel: “Clasismo v/s meritocracia y cómo construir un país más integrador”. Patricio Navia, profesor del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales. Javier Núñez, profesor del Departamento de Economía de

Eledino Parraguez, comentario de la película Machuca basado en su experiencia personal. El clasismo en el mercado laboral y su incidencia en el acceso a los puestos de trabajo y en las diferencias de sueldos, que no están basadas en el desempeño y los logros, nos afecta como país y genera dificultades en los niveles de movilidad social deseables. En pos de analizar este fenómeno y las posibles estrategias para tender hacia una mayor meritocracia en el país, incluimos un extracto de las exposiciones de Javier Núñez y Patricio Navia.


Extracto Seminario CIS 2003

La desigualdad es antidemocrática. Necesidad de Políticas Públicas y gestos simbólicos

Patricio Navia; Doctor en Ciencias Políticas y profesor adjunto del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Nueva York. En Chile, es profesor del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales. Aquí quisiera sugerir que el problema del clasismo es tanto resultado de los profundos niveles de desigualdad en nuestra sociedad, como de la poca movilidad social que existe en el país. La combinación de estos dos factores contribuye a crear sociedades clasistas donde el origen familiar de las personas pesa mucho más que los méritos a la hora de determinar los ingresos y el estatus social. El tema del clasismo lo relaciono con la ausencia de meritocracia y la desigualdad. Quisiera discutir ambos temas desde la perspectiva de la movilidad social. Es de todos sabido que la distribución del ingreso en Chile es profundamente desigual. La Figura 1 más abajo muestra los resultados más recientes de la encuesta CASEN con datos del 2003. Más del 70% de los chilenos percibe ingresos inferiores al ingreso promedio nacional. Esto es, las diferencias entre los ricos y el resto del país son tales que 3 de cada 4 chilenos está por debajo del ingreso promedio nacional. Ahora bien, sabemos que en Chile existe bastante movilidad social al menos entre los deciles más bajos, las familias pasan de uno a otro con bastante facilidad dependiendo de si hay más o menos ingresos en la familia. Algunos entienden esto como la rotación de la pobreza.

Dado que los ingresos de los deciles de más abajo están relativamente cerca entre sí, resulta mucho más fácil pasar de un decil a otro. Imaginemos por ejemplo una familia donde trabajan dos personas con sueldos de 250 mil y 200 mil pesos respectivamente. El ingreso familiar es de 450 mil pesos. Con ese ingreso, esa familia está en el séptimo decil. Esto es, más del 60% de los chilenos percibe ingresos inferiores a esa familia. Pero si por algún motivo una de las dos personas que trabaja por un salario deja de hacerlo (ya sea porque pierde el trabajo o porque abandona a la familia), entonces el ingreso familiar cae drásticamente, haciendo que la familia inmediatamente pase al III o IV quintil. De la misma forma, si una familia vive solo con el ingreso de una persona que trabaja por el sueldo mínimo, y de pronto una segunda persona en la familia encuentra trabajo también por el sueldo mínimo, los ingresos de ese hogar aumentarán casi al doble Naturalmente, aunque en estricto sentido estadístico estamos hablando de movilidad social, en realidad nos deberíamos referir a esto como rotación de la pobreza. La movilidad de verdad, aquella que permite a las personas salir definitivamente de los deciles donde corren el riesgo de volver a niveles demasiado cercanos a la pobreza si una de las dos personas que perciben


SEMINARIO

ingreso pierde el trabajo, se refleja en la rotación existente en los deciles de más ingresos. Aunque aún no hay muchos datos al respecto, la sensación generalizada es que en el décimo decil, el de mayores ingresos, no

hay mucha movilidad. Los mismos apellidos se van repitiendo a través de las generaciones. Es lamentable que la movilidad solo exista entre los sectores más precarios.

CUADRO 1. DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN CHILE, 2000-2003 ($ NOVIEMBRE DEL 2003) Decil de ingreso I

Ingreso promedio autónomo 2000 $60.329

Ingreso promedio autónomo 2003 $63.866

Ingreso total (incluidos subsidios) 2000

Ingreso total (incluidos subsidios) 2003

$149.428

$164.595

II

$138.841

$144.442

$218.136

$229.621

III

$194.042

$191.812

$262.359

$258.207

IV

$236.351

$250.284

$289.474

$307.045

V

$300.067

$291.995

$344.983

$337.232

VI

$348.663

$348.773

$384.509

$383.285

VII

$417.234

$437.417

$444.278

$467.863

VIII

$558.249

$568.279

$574.671

$585.561

IX

$805.775

$810.931

$813.361

$820.527

X

$2.240.304

$2.177.245

$2.239.065

$2.174.676

Total

$529.857

$528.507

$571.989

$572.863

Fuente: MIDEPLAN. 2004. CASEN 2003. Volumen 1: “Pobreza, Distribución del Ingreso e Impacto Distributivo del Gasto Social. http://www.mideplan.cl/sitio/Sitio/portada/Casen_2003.pdf En ese contexto, yo sugeriría que las políticas públicas que se adopten para abordar el problema de la desigualdad y la discriminación deben tener en cuenta este hecho. Las políticas públicas que buscan terminar con la desigualdad, promover la meritocracia y la movilidad social deben abocarse a la necesidad de crear una clase media que sea autosustentable, donde la precariedad no sea una amenaza constante sino que sea un temor ya superado. Cabe recordar que desde que llegó al poder en 1990, la Concertación se ha concentrado en reducir la pobreza. Este combate ha sido el gran objetivo de los tres gobiernos de la Concertación. Y creo que lo han hecho bien. Los datos sobre pobreza que ha entregado MIDEPLAN son bastante positivos. Menos del 20% de la población vive bajo el nivel de pobreza. Estos datos demuestran que se consolida una buena política de combate contra la pobreza y la indigencia. Pero creo que queda pendiente como desafío de la Concertación, la reducción de la desigualdad. ¿Y por qué la desigualdad es tan importante? En ciencia política sabemos que la desigualdad es incompatible a largo plazo con la democracia. Las democracias se sustentan sobre el principio del gobierno de mayoría. Sin duda que incluyen también el respeto a los intereses de las minorías y una serie de otras garantías. Pero una parte fundamental de la democracia es suponer que las mayorías son capaces de adoptar políticas públicas que les favorezcan. Si tenemos un país donde la gran mayoría de las personas percibe ingresos inferiores al promedio

nacional—como es el caso de Chile—es improbable que la democracia se vaya a sostener en el largo plazo. Eventualmente, más temprano que tarde, aparecerán presiones redistributivas que lograrán llegar al poder y amenazarán los intereses de las minorías más acaudaladas. Si en un país casi el 80% de la población percibe ingresos inferiores al promedio, entonces eventualmente ese 80% pudiera querer apoyar a un partido político que prometa quitar riqueza a los ricos para darles a todos el ingreso promedio nacional. Al menos el 80% de los habitantes del país terminarían siendo favorecidos por ese esquema de drástica redistribución. La democracia no puede subsistir en sociedades desiguales, a menos que haya tasas sostenidas de crecimiento o que haya mucha movilidad social. Cuando hay tasas de crecimiento elevadas que se distribuyen de tal forma de no empeorar la distribución de la riqueza, las tensiones que genera la desigualdad se reducen porque todos logran mejorar sus ingresos. A su vez, cuando hay mucha movilidad social, la desigualdad se hace menos intolerable porque las familias de menos ingresos tienen la expectativa que sus hijos no tendrán inevitablemente que vivir la misma suerte de infortunio que los padres. Pero si tenemos sociedades desiguales sin movilidad social, como parece ser el caso chileno -al menos en los deciles de más arriba-, y si esta sociedad tan desigual comienza a caracterizarse por tasas de crecimiento menos dinámicas que las que tuvimos durante los 90,


Patricio Navia La desigualdad es antidemocrática es muy posible que la estabilidad democrática de Chile no se pueda mantener en el largo plazo. Dado que todos los expertos nos señalan que será muy difícil que el país vuelva a tener tasas de crecimiento tan saludables como las que experimentamos en los 90, necesariamente debemos hacernos cargo de los profundos niveles de desigualdad si queremos que sobreviva y se consolide nuestra democracia. Creo que amerita que se discuta bastante el cómo hacerlo para reducir los profundos niveles de desigualdad que tenemos en Chile. Insisto, si bien es cierto que la Concertación lo hizo muy bien en combatir la pobreza, no hizo mucho respecto a la desigualdad. La desigualdad no empeoró, pero tampoco se redujo. Y este es el momento para empezar a abordar ese problema. Asuntos básicos que se deben abordar en materia de políticas públicas para reducir la desigualdad. • Fundamentalmente, se debe transferir más de los ricos a los pobres. Esto se logra con Estados más eficientes. Se necesita un Estado que recaude los dineros y los dedique a invertir en programas para los más pobres y eventualmente también en programas para la clase media. Esto requiere de políticas públicas mejor diseñadas, y ahí hay mucho en que avanzar. • Se requiere también de mayor transparencia. Las asimetrías de información existentes favorecen a los que tienen más ingresos, los que pueden tener más acceso a la información o los que pueden pagar por ese acceso a la información. Eso se da en todo orden de cosas, desde el hecho que la gente que tiene más ingresos sabe generalmente quién financia las campañas y por lo tanto tiene mejor información respecto a los verdaderos motivos por los cuales distintas personas prometen hacer diversas cosas en las campañas; hasta también saber cómo diferentes tipos de impuestos afectan diferentes tipos de políticas públicas. Hay muchos otros ámbitos donde las asimetrías de información favorecen a los que más tienen. Mientras más transparencia haya, más se reducen los costos para permitir que las personas de menos ingresos tengan igualdad de acceso a información relevante. • Otro punto importante es que tenemos que luchar y combatir con fuerza diferentes tipos de mecanismos del Estado que existen en nuestra sociedad, donde se producen transferencias de los más pobres a los más ricos, no a través de los impuestos, sino a través de subsidios, bandas de precios y sistemas tarifarios que son atentatorios contra una mejor distribución de la riqueza. Pero no basta sólo con políticas públicas para combatir la desigualdad. Además de políticas públicas, son importantes los símbolos, los gestos y las imágenes.

Creo que es importante considerar a los que están fuera de la élite como igualmente válidos que aquellos que son parte de esa élite. La igualdad de derechos debe ser verificada en todos los ámbitos. Y ahí los símbolos son muy importantes. Hay ciertas cosas que deberíamos combatir porque son por definición antimeritocráticas y porque consolidan el clasismo, dificultan la movilidad social y, en el fondo, contribuyen a mantener los profundos niveles de desigualdad. Solo un ejemplo, la foto en los currículums. Y más que con políticas públicas o con leyes que las prohíban, esta práctica se termina con el comportamiento coordinado y responsable de personas. Otra cosa que deberíamos intentar eliminar para así combatir la desigualdad es la discriminación basada en los colegios a los que asistimos. Discriminar respecto a qué colegio asistimos es casi tan antimeritocrático como determinar la calidad de una persona preguntándole en qué hospital nació. Ahora bien, en ciertos contextos me parece que la pregunta sobre el colegio es legítima. Uno puede querer saber ocasionalmente en qué hospital nacieron otras personas o a qué colegio fueron. Pero en tanto permitamos que en nuestra sociedad el colegio al que se asiste determine qué tipos de amigos puedo o no puedo tener, y a qué tipo de trabajos y grupos puedo o no aspirar, no estamos contribuyendo simbólicamente a reducir los niveles de desigualdad. Insisto en que la desigualdad en Chile no es solo económica, sino que también se manifiesta en asuntos sociales y culturales. Un tercer punto que sólo voy a mencionar, ya que ameritaría una discusión un poco más profunda de gente que sabe mucho más de esto, es la Acción Afirmativa. Creo que en Chile es importante comenzar a pensar en adoptar políticas de Acción Afirmativa. Políticas que estén bien diseñadas, que no sean voluntaristas. Por cierto, no estoy sugiriendo herramientas del tipo “Machuca.” Pero si estoy sugiriendo políticas de Acción Afirmativa que han sido probadas en otros países y que han demostrado ser exitosas en mayor o menor grado en distintos lugares. EE.UU es un caso en particular porque existen diferentes políticas afirmativas a través de los diferentes estados, por lo que hay por lo menos unos 50 casos diferentes a estudiar para tratar de aprender algunas lecciones que sean positivas, que permitan reducir la desigualdad tanto en el nivel de políticas públicas, como en el nivel social y cultural”. Para concluir, quiero enfatizar la necesidad de enfrentar la desigualdad como un problema que es potencialmente atentatorio contra la democracia chilena. El clasismo se manifiesta y se torna particularmente molesto en sociedades donde reina la desigualdad. Si queremos terminar con el clasismo en Chile, necesitamos primero comenzar a dar los primeros pasos para poner fin a la desigualdad y para comenzar a adoptar valores propios de las sociedades meritocráticas.


SEMINARIO

En el mercado laboral, el origen socioeconómico vale más que el mérito académico Extracto Cátedra 2004

Javier Núñez; Ingeniero Comercial de la Universidad de Chile y Doctor en Economía de la Universidad de Oxford. Es especialista en microeconomía aplicada, organización industrial y regulación y actualmente se desempeña como profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Chile.

“Para entender realmente el fenómeno del clasismo en Chile queda un largo trecho por recorrer. Me parece que, aunque el fenómeno del clasismo en nuestro país es antiguo, el debate en torno a este tema recién se inicia, de modo tal que falta mucho para poder imaginarse políticas públicas que permitan ir removiendo en el tiempo este fenómeno. La pregunta que nos convoca en este seminario es si Chile es un país clasista, y cuán clasista. Aunque pueden existir opiniones diferentes sobre la materia, responder a esta pregunta académicamente no es fácil. Me parece que el modo razonable y serio de proceder es abordar esta pregunta desde un punto de vista empírico, es decir, recopilando evidencia en torno a cuánto clasismo existe en la práctica, más allá de las opiniones personales y subjetivas que cada uno de nosotros pueda tener al respecto. Al hablar de clasismo, automáticamente se cuela en el

análisis un segundo concepto, que es el de meritocracia. De este modo, por ejemplo, si se le preguntara a alguien cómo logró obtener un trabajo determinado, surgirían tres posibilidades: que esté ahí por su origen socioeconómico, por ejemplo por su “linaje”, colegio al que asistió el individuo, comuna de la que proviene, etc. Por otra parte, este individuo puede estar ahí por “méritos” propios y finalmente, puede haber obtenido el trabajo por una combinación de las anteriores. De modo que si queremos responder la pregunta sobre cuán clasista es Chile, también debemos analizar simultáneamente cuán meritocrático es el medio en el cual se puede o no ejercer ese clasismo ya que ambos conceptos van de la mano. Mi análisis del clasismo se va a restringir a lo que es el mercado laboral. Por cierto que existen otras manifestaciones sociales en las que el clasismo puede darse, por ejemplo en el establecimiento de amistades o


relaciones de pareja, pero el mercado laboral es una de las dimensiones relevantes a partir de la cual se puede examinar razonablemente este fenómeno. CHILE, UN PAÍS PARTICULARMENTE DESIGUAL Para entender el fenómeno del clasismo en Chile, hay que señalar ciertas características que hacen de Chile un país muy particular. Existen algunas cosas que pueden decirse respecto a características propias de Chile, que son poco comunes a nivel internacional. Una primera particularidad que tiene Chile, es que es un país especialmente desigual en cuanto a la distribución del ingreso. En segundo lugar, esta desigualdad propia de Chile es aparentemente algo que nos ha acompañado desde que se puede medir este fenómeno (los años 50), lo que sugiere que la mala distribución del ingreso tiene orígenes estructurales que nos han acompañado por mucho tiempo y que por lo mismo es difícil de remover en el corto y mediano plazo. Por otra parte, y esto es menos sabido que lo anterior, nuestra gran desigualdad es explicada por una brecha desproporcionadamente grande entre una élite económica de 5-10 % y el resto del país. Por ejemplo, hay estudios que han consignado que excluyendo a ese 10% más rico, Chile pasa de ser uno de los más desiguales de la región, a uno de los más igualitarios. De ese modo, nuestra gran desigualdad es además atípica, porque viene dada fundamentalmente por una gran brecha entre quienes tienen altos ingresos versus el resto de la población. Desde ese punto de vista, si se combinan estas dos características, es posible argumentar que ellas son un caldo de cultivo natural para el surgimiento de manifestaciones clasistas o descripciones de clase en nuestra cotidianeidad. Incluso si comparamos nuestra desigualdad con países de distinto PIB per cápita, Chile está entre los más desiguales. En Chile, desde 1958, nuestra desigualdad viene por el lado de los que tienen más riqueza, que son minoritarios. EL CASO DEL MERCADO LABORAL Existe amplia evidencia sobre lo importante que es el origen socioeconómico en la determinación de los ingresos en el mercado laboral. Un estudio publicado en la revista Capital consigna que la elite corporativa y gerencial de Chile proviene fundamentalmente de un conjunto de 10 colegios de Santiago, de dos carreras –Ingeniería Civil y Comercial-, y de dos universidades –U. Chile y U. Católica. Esto habla de un proceso muy

selectivo y excluyente que opera en el mercado laboral, al menos en este nicho. La pregunta global de si “¿Chile un país clasista?”, voy a transformarla en 4 preguntas, ya que desde el punto de vista empírico me parece que es la mejor forma de proceder: Estas son las siguientes: Primero, ¿existe o no una asociación estadística entre el origen socioeconómico de los individuos y los ingresos que ellos perciben en el mercado laboral, a igualdad de méritos?. Segundo, ¿existe una brecha de ingresos atribuible a una diferencia en el origen socioeconómico, y cuán grande es esa brecha?. Tercero, ¿cuán importante es esa brecha con relación al rol que puede jugar el mérito en el mercado laboral?, Es decir, ¿qué pesa más en la determinación de ingresos: méritos del individuo ó el origen socioeconómico?. Finalmente, ¿cómo estamos en esta materia, en comparación con la evidencia que existe en otros países del mundo?. Un estudio realizado por la Facultad de Economía de la Universidad de Chile examinó los ingresos laborales de un grupo de Ingenieros Comerciales a partir de una encuesta de seguimiento, con lo cual se obtuvo como resultado una base de datos que se compone de información individual muy rica, que va desde la “cuna” del individuo hasta su mercado laboral, pasando por su comuna de origen, el colegio al que fue y su desempeño en la universidad. Las medidas de origen socioeconómico empleadas en este estudio son las siguientes: comuna y colegio de procedencia. Además, hay dos variables también vinculadas al origen socioeconómico, que tienen que ver con el tema del linaje. Hay amplia evidencia, proporcionada por historiadores, respecto a que la élite chilena, en general, fue originada y constituida básicamente por lo que fue la denominada “aristocracia castellano-vasca”, la cual posteriormente fue mezclándose con flujos de emigrantes europeos. Desde ahí uno puede preguntarse cuán importante es esa procedencia hoy día. Para abordar este tema, en el estudio se hace una clasificación de los apellidos de los individuos, a partir de una medida subjetiva sobre cómo eran percibidos los apellidos que estos individuos portaban consigo de la siguiente manera: a un menú de evaluadores en forma anónima, se les pidió que contestaran la pregunta ¿Con qué estrato socioeconómico asocia Ud. los siguientes individuos?. Por ejemplo, y usado nombres hipotéticos, supongamos que un individuo de apellido Machuca, un segundo de apellido González Tapia (como la canción de Los Prisioneros) y otro de apellidos Errázuriz Mackenna (como la columnista de The Clinic), debían clasificarse en una escala de 1 a 5, donde 1 es estrato socioeconómico bajo y 5 estrato socioeconómico alto, Machuca obtiene como resultado un promedio de 2,2; González Tapia alcanza un


SEMINARIO

promedio 2,1; y Errázuriz Mackenna promedia 4,8. Estos numeros son un promedio de la percepción subjetiva que provocan estos nombres en evaluadores chilenos respecto del origen socioeconómico que se le imputa a alguien que porte esos apellidos. Lo que es sumamente interesante, es que se usaron también evaluadores extranjeros, quienes no fueron capaces de percibir estas sutilezas de los apellidos o de inferir una serie de cosas respecto del origen socioeconómico del individuo. Lo anterior –percepción y clasificación de apellidos-, constituye otra variable de origen socioeconómico que se emplea en el estudio. Lo que se hace a continuación, es ver cuánto importan estas variables de origen socioeconómico en la determinación de los ingresos laborales de los individuos. Lo que se obtiene, y que es el resultado principal de esta investigación, es lo siguiente: GRÁFICO: PREDICCIÓN DE INGRESOS Ingresos $ 25%

Peor Alumno

Desempeño Académico

Buen Alumno

Estrato Socioeconómica Alto Estrato Socioeconómica Bajo Fuente: Núñez y Gutierrez (2004), Departamento de Economía, Universidad de Chile.

Este gráfico mide en su eje horizontal el desempeño académico del individuo –lo cual constituye la medida de mérito que necesitaba para contrastar con clasismo. Por otra parte en el eje vertical tenemos los ingresos obtenidos en el mercado laboral, y se segmenta la muestra entre un estrato socioeconómico bajo –sobre las variables antes descritas-, y aquellos que provienen de un estrato socioeconómico alto, tomando como constantes a los demás factores tales como el género (sexo) de las personas, la experiencia laboral, el sector económico en que trabaja y todas las demás variables de la base de datos a las que tenemos acceso.

Y este gráfico sugiere lo siguiente: La pendiente positiva de las curvas indica al menos parcialmente, una buena noticia; Algo de meritocrático es el mercado laboral chileno, en el sentido que un buen desempeño universitario, tiende a ser mejor remunerado en este mercado laboral (estando todo lo demás constante). Sin embargo, si uno descompone cuán importante es el desempeño académico sobre los ingresos, se encuentra con que el desempeño académico es más importante para estudiantes que provienen de estratos socioeconómicos bajos, que para aquellos de estrato socioeconómico alto. De hecho, para estos últimos, el desempeño académico casi no afecta sus ingresos. Mi hipótesis ahí es que para ellos, si no se tienen méritos académicos, siempre existirá una red, un soporte social –el extremo es trabajar en la empresa del papá, por ejemplo-, lo que hará que tenga buenos ingresos en el mercado laboral. Esa red social, llamémosla contactos, es algo que no poseen los individuos de estrato socioeconómico bajo, de modo que la principal o casi única bandera de lucha que tiene el estudiante egresado de un estrato socioeconómico bajo, es el mérito académico que pueda mostrar en su currículum. El grafico también permite contestar otra pregunta; al poner en la misma balanza méritos académicos y origen socio económico, ¿cuál es más importante?. Para responderla, comparemos los ingresos previstos


Javier Núñez En el mercado laboral, el origen socioeconómicovale más que el mérito académico

para un alumno que fue muy bueno, pero que proviene de un estrato socioeconómico bajo, con el ingreso que va a obtener uno de los peores alumnos de su generación, pero que proviene de un estrato alto. El gráfico indica que, en promedio, lo que tenemos es que un individuo flojo, pero de estrato socioeconómico alto, va a tener un ingreso un 25% mayor al de un individuo brillante, de los mejores de su generación, pero que proviene de un estrato socioeconómico bajo. Desde ese punto de vista, entonces, la evidencia indica que el origen socioeconómico es más importante que los méritos académicos en la determinación de los ingresos laborales, al menos en este nicho, lo cual es una mala noticia. Dicho de otro modo, un alumno de estrato bajo que hace su mejor esfuerzo para obtener buenas credenciales académicas, va a lograr cerrar parcialmente esta brecha respecto de sus pares de nivel socioeconómico alto, pero en promedio, esa brecha va a persistir. Por otra parte, este estudio permite también establecer cuán grande es la diferencia entre alumnos “promedio”, o del “montón”, de estrato socioeconómico alto v/s estrato bajo. Esa brecha es del orden de 35-50 % y la razón de por qué es tan grande este valor, es porque si yo comparo alto v/s bajo, me da un 50% de diferencia; si comparo bajo v/s alto, da 35 %. La diferencia da lo mismo, lo importante es que el orden de magnitud es bastante grande. En conclusión, lo que tenemos es, primero, un modesto grado de meritocracia en el mercado laboral, y segundo, que el origen socioeconómico es más importante que el mérito académico en el mercado laboral (para este nicho), y los individuos de estrato alto tienen de algún modo un piso de ingresos asegurado que los egresados pobres no poseen. Es importante recalcar, que la gran brecha que nosotros obtenemos no es explicada por otros factores como post grados, dominio del inglés, o calidad académica del colegio de procedencia, entre muchos otros factores que ya fueron considerados en el análisis anterior. Con respecto a la comparación con evidencia internacional, la evidencia es concluyente: las brechas de ingresos reportadas en nuestro estudio son 2

a 3 veces más grandes que las brechas de ingreso entre profesionales blancos y afro-americanos en los Estados Unidos y Europa. Además, en otros estudios (particularmente uno de Inglaterra) se obtiene que el efecto del origen socioeconómico sobre los ingresos de los profesionales es cero!!. De este modo en comparación con la evidencia internacional el problema del clasismo en el mercado laboral chileno es severo. Finalmente, en materia de contraste entre meritocracia y clasismo, habría que afirmar que el vaso está más vacío que lleno. Las causas y orígenes de esta gran brecha de ingresos son líneas de investigación académica que actualmente estamos desarrollando en el Departamento de Economía de la U. de Chile. Al respecto hay muchas hipótesis que se pueden plantear. Una primera posibilidad, es que esta brecha sea sólo discriminación ejercida directamente por parte de los empleadores; pero alternativamente o incluso coexistiendo con la anterior, puede ser que finalmente los agentes discriminadores sean los compañeros de trabajo, los clientes, los proveedores e incluso los subalternos de estos individuos. Si esas formas de discriminación “ambiental” de algún modo se traducen en diferencias de productividad de esos egresados, puede generar que el empleador se anticipe a los hechos, y contrate a un individuo de estrato socioeconómico alto, no porque ese empleador sea directamente clasista y discriminador, sino porque sabe que el individuo se va a desempeñar en un medio clasista, lo cual podrá afectar a su productividad en algún grado. En esta segunda interpretación, todos los chilenos seríamos clasistas, de modo tal que el problema de fondo no sería únicamente reducible a la conducta de los empleadores, aunque su rol sea importante. Por lo tanto algo que hay que hacer, para recién empezar a pensar en alternativas de políticas públicas, es entender bien este fenómeno. De primar la segunda interpretación, puede ser que el fenómeno no sea abordable por medio de políticas públicas, sino más bien el problema sería de orden “cultural”, y de este modo, habría que esperar que el problema del clasismo “ambiental” vaya paulatinamente desapareciendo con el tiempo”.


INVESTIGACIÓN

La presente investigación estudia el tema de la pobreza en los campamentos de la Región Metropolitana, y corresponde a la segunda etapa del estudio panel del Centro de Investigación Social de “Un Techo para Chile”. A través de un enfoque multidimensional el objetivo es conocer la situación en que se encuentran los hogares de los campamentos de la Región Metropolitana, tanto desde el punto de vista de las condiciones materiales como de la condición sociocultural. Bajo el enfoque de vulnerabilidad social se da cuenta de una dinámica de la pobreza que resulta desalentadora, identificando sin embargo elementos importantes a tomar en cuenta para la superación de esta problemática social.

DINÁMICA DE LA POBREZA EN CAMPAMENTOS DE LA REGIÓN METROPOLITANA RESULTADOS ESTUDIO PANEL 2003-2004

Mª Alejandra Córdova S. Licenciada en Sociología Universidad de Concepción

I. MARCO TEÓRICO La temática de la pobreza es multidimensional, y por lo tanto exige distintos niveles de análisis y de comprensión teórica. En esta oportunidad, (y de acuerdo al enfoque utilizado el año 2003), el enfoque teórico y analítico es el de Vulnerabilidad Social, elaborado por un grupo de científicos sociales coordinados por Ruben Kaztman (1999) que responde a la necesidad de ampliar la mirada sobre esta temática en nuestras sociedades. Dentro de esta perspectiva, el análisis de la pobreza reconoce dos dimensiones centrales. Por un lado la dimensión macrosocial, referida a la oferta institucionalizada de oportunidades de integración social

10

que brindan el mercado, el estado y la sociedad; de desarrollo del capital humano de las personas, que en lo fundamental se refiere a la oferta de oportunidades de acceso a la salud y educación; oportunidades de acceso a la protección que otorga la previsión social; y finalmente, oportunidades de integración dentro de la comunidad (redes y organizaciones sociales). Por otro lado, una dimensión microsocial, relacionada con los recursos, capacidades y activos que tienen y movilizan los hogares para aprovechar estas oportunidades. En este sentido, capacidades como capital humano, recursos entendidos como bienes materiales, capital de trabajo, capital social


y capital familiar de los hogares. Para convertir estos recursos en activos, y éstos a su vez en oportunidades concretas de integración social y de reducción de la pobreza, se deben reconocer las estrategias, potencialidades y limitaciones que tienen los hogares pobres para enfrentar su condición social. Es importante reconocer cómo los hogares movilizan sus recursos, de acuerdo a sus capacidades, para aprovechar la oferta de oportunidades de integración/exclusión que brindan el mercado, el estado y la sociedad; (Wormald et al 2002). Es precisamente esta última dimensión la que aborda la presente investigación, dado los límites de tiempo y la información más acotada que puede entregarnos una encuesta. La pobreza, por lo tanto, más que una simple situación de carencia material es una condición dinámica de vulnerabilidad social. La vulnerabilidad a la pobreza se entiende como el riesgo que enfrentan algunas personas y sus hogares de caer en una situación de carencia material, bajo la línea de la pobreza o en la indigencia, producto de la precariedad de la estructura de oportunidades y/o de su limitada capacidad de movilizar los recursos necesarios para acceder a las oportunidades institucionales que les permitan superar esa condición de precariedad social (Wormald, et al 2002). De esta forma, una de las fortalezas del presente enfoque es el rol activo del sujeto para superar su condición de vulnerabilidad, sin olvidar el contexto social en el cual está inserto. Según el Catastro Nacional de Campamentos 2003, realizado por el Centro de Investigación Social de Un Techo para Chile, existen 531 campamentos en todo Chile, de los cuales más del 56% se concentra en las regiones V, VIII y Metropolitana. Respecto de ésta última, y centrándonos en la presente investigación, encontramos 120 campamentos, donde se distribuyen 11.114 familias. A pesar de que en el último año ha habido una reducción del número de campamentos a nivel nacional y en la región metropolitana, la pobreza y todos sus correlatos persisten; la forma de su persistencia, sus lógicas y funcionamiento, es lo que pretendemos estudiar en la presente investigación. Los objetivos centrales de esta investigación son: • Conocer el número de hogares de campamentos que se han movilizado desde y hacia la pobreza, no pobreza o indigencia en el período 2003-2004. • Comparar la distribución de los distintos capitales estudiados por hogar en el período 2003-2004 según línea de pobreza. • Determinar los factores que inciden en la pobreza / no pobreza de los hogares de campamentos.

II. METODOLOGÍA Diseño de la Investigación: estudio comparativo- explicativo El presente estudio se caracteriza por ser comparativo– explicativo. Comparativo pues se compara la distribución y el comportamiento de distintas variables en una población atendiendo a dos momentos de aplicación del instrumento encuesta (2003-2004), y explicativo ya que busca encontrar las razones de los posibles cambios encontrados en el transcurso del tiempo estudiado. En esta segunda etapa de la investigación se intentó ubicar a los 320 hogares que componían la muestra del año 2003, sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos realizados, logramos ubicar a 247 hogares, es decir, al 77% de la muestra inicial, de tal forma que el error muestral asociado fue del 6,2%. El proceso de recolección de información estuvo guiado por una estrategia de contactos, la cual consistió en llamadas telefónicas a las personas encuestadas, en los casos en que esto fue posible, donde junto con constatar su permanencia en el campamento, se les recordó su participación en la investigación, motivándolos a participar nuevamente. Contacto con dirigente de campamento, quien se constituyó en informante clave para los fines de este estudio, pues nos proporcionó información relevante para ubicar aquellos hogares y personas que por diversos motivos eran inubicables, además, nos permitió conocer desde su experiencia la organización del campamento, los principales problemas que los aquejan, etc. Con el fin de evaluar el cuestionario y la formulación de preguntas (D’ancona:1999), se realizó un pre test a una pequeña muestra de individuos de iguales características a la población del estudio, esto es, al campamento Tierra Prometida que consta de 14 hogares seleccionados para la presente investigación. El objetivo esencial fue tener una primera aproximación acerca de lo que podría ocurrir al momento de aplicación de la encuesta, poniendo énfasis principalmente en la capacidad de contar con los mismos jefes de hogar del año anterior. Producto de la aplicación del pre test, fue posible vislumbrar ciertos detalles del instrumento encuesta que eran muy importantes a la hora de establecer comparaciones con el año anterior, por lo cual se incluyeron algunas modificaciones al instrumento de modo de poder maximizar la información que queríamos obtener. La aplicación de la encuesta se realizó cara a cara, en el hogar del encuestado, o en su defecto, en las sedes de Infocap de cada campamento, lo cual dependía básicamente del contacto oportuno y directo que se tuvo con los dirigentes del campamento, casos en los cuales se pudo coordinar conjuntamente una aplicación de la encuesta de la forma más rápida y expedita posible.

11


INVESTIGACIÓN

III. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS

HOGARES SGÚN LÍNEA DE POBREZA AÑO 2004

Los resultados se presentan en dos apartados fundamentales, el primero descriptivo-comparativo y el segundo, explicativo (modelo de regresión logística).

No Pobre 21,1%

Indigente 42,1%

Comparación línea de pobreza en Hogares de Campamentos. Región Metropolitana años 2003/2004 Uno de los primeros factores a considerar al estudiar la dinámica de la pobreza en campamentos, es observar las diferencias respecto de la ubicación según línea de pobreza1 de los hogares en ambos años. HOGARES SGÚN LÍNEA DE POBREZA AÑO 2003

Indigente 39,3%

No Pobre 29,1%

Pobre No Indigente 31,6%

Pobre No Indigente 36,8% Como lo muestran los gráficos, el estrato que más sufrió modificaciones en este último tiempo, es el No Pobre, que, de 72 hogares el 2003 ( 29%), disminuyó a 52 hogares, (21,2%) el presente año. Respecto de la Pobreza No Indigente, aumentó de 78 hogares, (31,6%), a 91 hogares, que representan el 36,8%; finalmente, respecto de los hogares Indigentes, éstos aumentaron de 39,3%, 97 hogares, a 42,1%, 104 hogares. Estos gráficos permiten una mirada general respecto de los niveles de pobreza observados para cada año, pero es preciso analizar también las movilidades experimentadas por los hogares. Para esto utilizaremos las categorías de cambio elaboradas por MIDEPLAN aplicadas a los hogares de campamentos.

TABLA Nº1: CATEGORÍA DE CAMBIO 247 HOGARES. TRAYECTO 2003-2004 HOGARES

INDIGENTES 2004

POBRES NO INDIGENTE 2004

NO POBRES 2004

TOTAL HOGARES 2003

INDIGENTES 2003

A

58

B

30

B 9

97

POBRES NO INDIGENTES 2003

C

29

D

39

E 10

78

NO POBRES 2003

F 17

F

22

G 33

72

52

247

TOTAL HOGARES 2004 104

91

A: Hogares Indigentes que se mantienen; B: Hogares Indigentes que presentan un cambio positivo (pasan de la indigencia a la Pobreza no indigente o salen de la situación de pobreza); C: Hogares Pobres no Indigentes que sufren un cambio negativo (pasan a la Indigencia); D: Hogares Pobres no Indigentes que se mantienen; E: Hogares Pobres no Indigentes que presentan un cambio positivo (abandonan la situación de pobreza); F: Hogares No Pobres que sufren un cambio negativo (pasan a la situación de Pobreza o indigencia); G: Hogares No Pobres que se mantienen.

1 Línea de indigencia establecida en relación al ingreso autónomo de los hogares, $0 a $21.802 Indigente; $21.803 a $43.604 Pobre no indigente; $43.605 y más No Pobre.

12


La Tabla Nº1 nos muestra un evidente escenario de Rotación de la Pobreza, entendida como un fenómeno de entradas y salidas de hogares en condiciones de marginalidad y exclusión (CEPAL: 2000). De esta tabla podemos concluir: De los 130 hogares que mantienen su ubicación en la línea de pobreza, el 45% corresponde a Indigentes; el 30% corresponde a Pobre No Indigente mientras que el 25% corresponde a No Pobres, es decir, es el estrato No Pobre el que presenta mayor movilidad, por cierto de carácter negativa. Esto se explica porque si bien los hogares no pobres cuentan con mayor soporte económico, ante cualquier imprevisto, (laboral o de salud), no poseen las suficientes armas de contención, o no se encuentran lo suficientemente blindados, por lo cual siguen siendo vulnerables a la pobreza, mas aún en una realidad tan compleja como estos asentamientos precarios. De los 117 hogares que presentan movilidad, el 58% lo hace de forma negativa, mientras que el 42% se moviliza positivamente. La trayectoria negativa más recurrente, 43%, se realiza desde la Pobreza No Indigente hacia la Indigencia; mientras que la trayectoria positiva desde la indigencia hacia la Pobreza No indigente se ve representada por un 61%. Este último punto nos habla de hogares que conforman una pobreza dura, debido a que rotan al interior del propio mundo de la pobreza y develan por tanto una realidad aún más compleja y específica para la superación de su vulnerabilidad donde todos los esfuerzos por superar esta condición, ya sea mediante políticas sociales o intervenciones institucionales, debiesen apuntar y trabajar en base a esta particularidad de la pobreza aquí reflejada.

Tal como refleja la tabla Nº2, si bien la mayoría (54,4%) de los hogares mantiene el grupo familiar, un 18,6% lo disminuye, mientras que un 26,8% lo aumenta. Entre las razones mas recurrentes para este aumento del grupo familiar destacan el nacimiento de hijos o nietos (32%) y la llegada de amigos o parientes (68%), lo cual refleja una realidad de los hogares bastante dinámica en cuanto a su composición, y por tanto en extremo vulnerables si tomamos en cuenta que al aumentar el grupo familiar hay más posibilidades de caer respecto de la línea de pobreza. Con esto nos podemos dar cuenta que esta realidad en tránsito de la cual muchas veces se habla al referirse a un campamento, muchas veces no es tal ya que los campamentos configuran espacios sociales donde los hogares se asientan por mucho tiempo (en promedio 7,8 años), y donde hay un constante flujo de entradas de personas a los hogares, allegados que se valen de la solidaridad de sus familiares o amigos para sobrevivir. La estructura del hogar en los campamentos no varía conforme el paso de un año, es así como la gran mayoría de los hogares (70,4%) son principalmente nucleares (compuestos solo por padres e hijos, sin la presencia de familiares indirectos o no familiares); el sexo del jefe de hogar continúa siendo en su mayoría masculino (68%); y la etapa del ciclo familiar se mantiene en evidente formación, es decir, con hijos aún pequeños entre 1 y 12 años. A continuación se presentan resultados descriptivoscomparativos de los principales elementos estudiados bajo el enfoque de Vulnerabilidad Social: Capital humano, Capital Trabajo, Capital Físico, Capital Social y Capital Familiar

Algunas consideraciones sobre la composición de los hogares

I. CAPITAL HUMANO Educación Formal

La composición numérica de los hogares puede variar en el período de un año, ya sea por nacimientos, muertes, independencia de familiares o llegada de amigos o parientes a un hogar. Veamos qué nos dicen los datos al respecto: TABLA Nº2: CAMBIOS OCURRIDOS EN EL GRUPO FAMILIAR

Nº Hogares Porcentaje Aumenta el 66 26,80% grupo Familiar Se mantiene el 134 54,40% grupo familiar Disminuye el 46 18,60% grupo familiar Total 246 100%

Fuente: Base Dinámica 2004.

a) Promedio educacional de los mayores de 18 años: al igual que el año anterior, en promedio la educación de las personas mayores de 18 años es de 7,5 años es decir, enseñanza básica incompleta. b) Porcentaje de hogares en que al menos un integrante haya terminado su enseñanza media: El 71% de los hogares de campamentos, al igual que el año 2003, no presenta integrante alguno que haya finalizado la enseñanza media. Estos datos no hacen más que develar la precariedad de los hogares y las escasas herramientas que poseen para superar esa condición, sin embargo y, a pesar de esto, las altas tasas de participación escolar reflejan que éste es un panorama que ciertamente cambiará en el largo plazo. c) Tasa de Participación escolar La Tasa total de participación escolar, indicador que da cuenta de todos los individuos que están estudiando en

13


INVESTIGACIÓN

relación al total de personas en el tramo de edad que va de los 6 a los 18 años, es de 86,5% porcentaje que se mantiene inalterable a lo largo del tiempo, y que se constituye en una de las fortalezas y oportunidades a futuro para superar la precariedad propia de los hogares de campamentos. Esto se corrobora al conocer la opinión de los jefes de hogar o cónyuges respecto de la educación de sus hijos. Ante la afirmación: “La educación de los hijos es lo mas importante en una familia”, el 76% de los encuestados afirma estar Muy de Acuerdo, lo cual sin duda es positivo ya que reconocen en la educación un mecanismo para superar su condición de precariedad. Si ahora vemos parceladamente las tasas de participación escolar según tramos de edad, tenemos que para aquellos individuos de 6 a 13 años actualmente estudiando, la tasa de participación durante los años 2003 y 2004 en Educación Básica supera el 90% (95% y 93% respectivamente), en tanto que la tasa de participación para Enseñanza Media (de 14 a 18 años) el año 2003 es de 68% en tanto en 2004 es de 74%. Si bien se aprecia un aumento de este indicador en el transcurso de un año, al compararlo con la tasa de participación escolar para educación básica vemos que es muy inferior producto de la necesidad en que se ven los hogares de aumentar sus ingresos incorporando a estos jóvenes a la fuerza laboral. Sin duda es éste uno de los principales problemas a los cuales se enfrentan los hogares, un dilema entre la inversión a futuro, que correspondería a la educación, y la solución de problemas que los afectan aquí y ahora, de forma más contingente. El ingreso de jóvenes no calificados a la fuerza laboral si bien puede mejorar el nivel de ingresos del hogar, no mejora a largo plazo las condiciones de vida, sino que más bien reproduce

su condición de vulnerabilidad y genera a la vez más hogares de extrema pobreza si es que estos jóvenes se independizan con sus propias familias. Según los datos del presente año, se observan 32 individuos que no estudian actualmente en la enseñanza media, de los cuales hay 18 hombres y 14 mujeres. Entre las causas más recurrentes por las cuales los hombres no siguen su educación destaca el estar trabajando (12,9%) y la dificultad económica (15%), mientras que para las mujeres la principal razón apunta a maternidad o embarazo (22%), que muchas veces, y más en estos estratos, se transforma en un impedimento para finalizar la educación de las jóvenes al no contar con apoyo en el cuidado de sus hijos. II. CAPITAL TRABAJO Número de personas trabajando por hogar 2003-2004 Más de la mitad de los hogares en ambos años presentan sólo una persona trabajando, quedando bajo ésta la responsabilidad económica de todo el grupo familiar. Este es un dato relevante si tomamos en cuenta que el número de integrantes por hogar en los campamentos de la Región Metropolitana supera la mayoría de las veces las 4 personas. Si ahora vemos la relación entre el número de personas trabajando y la situación de pobreza de los hogares, los datos son bastante claros. Cuando ninguna persona trabaja, la mayoría de los hogares se encuentran en la indigencia, cuando una persona trabaja, la concentración está en los hogares pobres no indigentes, mientras que para la categoría tres o más personas trabajan, más del 50% de los casos se ubican en la no pobreza.

TABLA Nº3: Nº DE PERSONAS QUE TRABAJAN POR HOGAR Y SITUACIÓN DE POBREZA Número de personas en el hogar que trabajan

Línea de Pobreza Indigente

Pobre No indigente No Pobre

Total

Total

Ninguna

Una

Dos

Tres o más

Hogares 104

32

55 13

Porcentaje

42,10%

97%

39,60%

Hogares

91 1

62 19

9

Porcentaje

36,80%

44,60%

33,30%

Hogares

52

Porcentaje

21,10% 15,80%

33,30%

51,90%

Hogares

247

48

27

3,00%

4

27,10% 14,80% 39,60%

22 16 14

33 139

Porcentaje 100% 100% 100% 100% 100%

Fuente: Elaboración Propia Base Dinámica 2004. Lógicamente mientras más personas trabajen por hogar, reducirán sus niveles de vulnerabilidad, pudiendo situarse por sobre la línea de la pobreza, sin embargo, también hay que tener presentes la posesión de contrato y el tipo

14

de empleo que tienen las personas. Tipo de Empleo Del total de personas trabajando actualmente (327),


el 40% se define como trabajador por cuenta propia, esto implica por cierto que estas personas no están sujetas a un contrato de trabajo ni a un sistema de cotización previsional. Son empleos esporádicos, de corta duración, que no entregan elementos de apoyo o de seguridad social y que dependen de la capacidad de la persona para movilizar su mano de obra. Estos trabajadores por cuenta propia generan mayoritariamente lazos fuertes, que corresponden a aquellos constituidos por familiares, parientes,

amigos y gente del vecindario, y que tienden a generar información de carácter redundante que no permitiría la movilidad ascendente de los hogares. Posesión de Contrato Laboral El 33% de los hogares de campamentos posee al menos un integrante con contrato de trabajo, en tanto el 67% no posee integrante alguno con contrato, (datos coincidentes con el año 2003). Si ahora lo relacionamos según línea de pobreza los datos son bastante claros al respecto:

TABLA Nº4: POSESIÓN DE CONTRATO SEGÚN LÍNEA DE POBREZA Línea de Pobreza

Posesión Contrato Sin Contrato

Con Contrato

Total

Total

Indigente

Pobre No Indigente

No Pobre

Nº Hogares 166

85

60

21

Porcentaje

67,20%

81,70%

65,90%

40,40%

Nº Hogares

81 19

31

31

Porcentaje

32,80% 18,30%

34,10%

59,60%

Nº Hogares

247 104

91

52

Porcentaje 100% 100% 100% 100%

Fuente: Elaboración propia. Base Dinámica 2004 En la tabla Nº4, se aprecia una evidente relación entre poseer al menos un integrante con contrato de trabajo por hogar y su ubicación según línea de pobreza. A mayor precariedad económica, es menor la probabilidad de poseer contrato de trabajo. Los datos aquí analizados no hacen más que graficar y constatar la vulnerabilidad a la cual están sujetos los trabajadores de los campamentos, supeditados a un mercado laboral informal en todas sus expresiones.

III. CAPITAL FÍSICO Los bienes materiales que poseen los hogares tienen un doble valor, por un lado su valor de uso, es decir por la función que cumplen en la satisfacción de necesidades de un hogar y por otro lado poseen un valor de cambio, ya que pueden venderse o canjearse por otros bienes con el fin de afrontar alguna necesidad que surja en un momento dado. En ese sentido, los bienes se convierten en capital físico.

TABLA Nº5: ÍNDICE DE CAPITAL FÍSICO 2003-2004

Índice Capital Físico

Nº Hogares Porcentaje Año 2003

Nº Hogares Año 2004

Porcentaje

Capital Bajo 157

63,6% 110

44,5%

Capital Medio

87

35,2% 130

52,6%

Capital Alto

3 1,2%

7

2,8%

Fuente: Base Dinámica 2003-2004

Como se puede apreciar, hay un aumento en el capital medio y capital alto, conforme el paso de un año, sin embargo, hay que ser cuidadosos en este análisis ya que este índice sólo permite conocer el número de bienes de un hogar, y no la calidad ni la importancia de éstos.

Aún así, es un dato a considerar ya que de todas formas estamos ante una acumulación de bienes materiales y cabe preguntarse cuáles son las lógicas de consumo que se asientan en estos estratos. Si ahora analizamos la movilización de los bienes en el

15


INVESTIGACIÓN

último año, los datos nos dicen que: TABLA Nº6: VENTA DE BIENES

Nº Hogares

%

Si

85

37,90%

No 139 Total

62,10%

224 100%

Fuente: Elaboración Propia. Base Dinámica 2004.

Los datos reflejan que el 38% de los hogares ha debido movilizar algún bien material para solucionar problemas económicos puntuales en el último año. De éstos, la mayoría, más del 80%, corresponde a hogares que se encuentran por debajo de la línea de pobreza, en tanto el resto corresponde a hogares no pobres. Este dato es de suma importancia, por cuanto implica el reconocimiento de los recursos que tiene el grupo familiar, que se transforman en activos a la hora de movilizarlos en pos de satisfacer alguna necesidad. IV. CAPITAL SOCIAL Y CAPITAL FAMILIAR Estos capitales resultan de difícil medición y comparación con el año anterior ya que contamos con muchos casos perdidos. La razón de este hecho radica en que los índices construidos para cada capital se establecen según una serie de condiciones que en la presente muestra muchos hogares no cumplían, sin embargo y a pesar de esta salvedad, pasaremos a revisar los datos más relevantes. a) Índice de Capital Social La tendencia en este índice, tras el transcurso de un año, no varía pues los hogares de campamentos en su mayoría poseen lazos fuertes (60%), lo que implica que confían o recurren a familiares o amigos cercanos. El problema de esto es que les proporcionan información redundante y no permite una movilidad ascendente de los hogares. Los hogares con lazos débiles son prácticamente insignificantes, mientras que hogares con ausencia de lazos (ni débil ni fuerte) representan un 38% y adquieren relevancia en tanto implica no tener a quien recurrir en caso de problemas u otras situaciones que requieran ayuda. El 66% de los hogares con lazos ni débiles ni fuertes corresponden a hogares indigentes, aún más vulnerables y que no cuentan con una red de apoyo que les permita aminorar los efectos o enfrentar situaciones adversas. b) Participación en Asociaciones La participación en asociaciones de los campamentos estudiados es bastante alta, al igual que el año 2003. Más

de un 70% de los hogares cuenta con un integrante que participa en al menos una organización, lo cual constituye una de las fortalezas que presentan los campamentos. Su marcada organización, en la gran mayoría de los casos, constituye un puente con las instituciones a las cuales postular para obtener una solución definitiva en cuanto a vivienda. c) Clima Familiar Coincidiendo con los datos del año 2003, la mayoría de los hogares (68,6%) posee buenas relaciones familiares, esto es, el ambiente que los rodea es positivo, y forma parte de los activos intangibles que ayudan a reducir los niveles de vulnerabilidad, pues, mientras el clima familiar mejora, lo hace también el nivel socioeconómico de las familias. Algunas consideraciones sobre los Capitales Como se puede apreciar y, tal como lo muestran los datos, no existen grandes diferencias tras el paso de un año en el comportamiento de los distintos capitales estudiados. La razón es el tiempo de réplica del estudio panel, ciertamente el comportamiento de los capitales obedece más que nada a procesos que las familias deben experimentar, y en un año éstos no logran decantar lo suficiente como para establecer relaciones sustanciales entre éstos y la línea de pobreza. Es preciso entonces tomar en cuenta que para próximas oportunidades o réplicas de este estudio, como mínimo habría que esperar dos años para establecer relaciones más concretas con los datos. V. MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA Es un modelo matemático formulado con el fin de predecir el comportamiento de una variable dependiente en función de una o más variables independientes; la variable dependiente asume valor 1 cuando ocurre el suceso, y valor 0 en ausencia de éste. La construcción de un modelo de regresión tuvo como fin, en un comienzo, conocer qué factores incidían en una trayectoria positiva o negativa de los hogares respecto de la línea de pobreza en el período 2003-2004. Sin embargo, dada las pocas diferencias observadas en los datos, como se pudo apreciar en el apartado descriptivo-comparativo de cada capital, el modelo de regresión no arrojaba resultados muy claros. Producto de esto, se procedió a construir dos modelos de regresión, uno para cada año2, que dieran cuenta de los factores que influyen en la ubicación de los hogares por sobre la línea de pobreza. ¿Qué variables influyen en la probabilidad de NO ser pobre (estar sobre la línea de pobreza)? Variable dependiente dicotómica: No ser Pobre/ Ser Pobre.

2 El modelo de regresión aquí descrito se aplicó para el año 2003 al total de 320 casos, y para el año 2004 al total de 247 casos.

16


TABLA Nº7: ATRIBUTOS MODELO REGRESIÓN Variables Independientes

Valor 1

Valor 0

Tamaño del Hogar 1 a 4 integrantes

Más de 4 integrantes

Algún individuo con contrato

Algún individuo

Sin individuos con contrato

Algún individuo termina IV Medio

Algún individuo

Sin individuos que hayan

finalizado IV medio

2 o más personas trabajan

Trabajan 2 o más

Trabaja una o ninguna

personas en el hogar

persona en el hogar

Sexo Jefe de Hogar

Hombre

Mujer

TABLA Nº8: RESULTADOS MODELO REGRESIÓN

EXPONENTE (B)

Variables

Año 2003

Año 2004

2 o más personas trabajan * 5,28 5,13 Algún individuo con contrato*

4,10

4,75

Tamaño del hogar*

3,51

3,89

Algún individuo termina 4to medio* 1,98

2,13

Sexo jefe de hogar 1,22 1,13 *Variables estadísticamente significativas TABLA Nº9: PROBABILIDADES MODELO REGRESIÓN Variables

Peso 2003

Peso 2004

2 o más personas trabajan

428%

413%

Algún individuo con contrato

310%

289%

Tamaño del hogar

251%

375%

Algún individuo termina IV medio

Comparando los pesos de las probabilidades para cada año, claramente se aprecia una semejanza en los datos. Las variables que más inciden son el número de personas que trabajan, la posesión de contrato y el tamaño del hogar. La finalización de estudios de enseñanza media, si bien incide en la ubicación de un hogar por sobre la línea de pobreza, no es tan determinante como las otras variables estudiadas. Finalmente, el sexo del jefe de hogar no presenta relación alguna con la variable dependiente pobre/no pobre en ambos años. Esto se explica en el hecho de que la relación de sexo jefe de hogar y situación de pobreza está determinada por la presencia o ausencia de roles parentales, es decir, depende más bien de si el hogar es monoparental o biparental. Ahora, ¿Cuál es la realidad de los hogares de campamentos?

98% 113%

1. Dos o más personas estén trabajando; El 69% de los hogares posee a una o ninguna persona trabajando. 2. Poseer al menos un integrante con contrato de trabajo; El 33% de los hogares posee al menos un integrante con contrato de trabajo. El poseer un contrato da cuenta de la formalidad del empleo y provee al trabajador de un cierto stock de seguridad social que de otra forma se transforma en una incertidumbre constante cuando éste no media las relaciones laborales; además la posibilidad de ahorrar mediante el sistema de cotizaciones va muchas veces acompañada de un contrato, por lo tanto, además de proveer estabilidad en el presente, asegura al menos alguna capacidad de ahorro en el futuro 3. Tamaño del hogar = 4 integrantes o menos; El 45% de los hogares se compone de 5 integrantes o más. 4. Que al menos un integrante haya finalizado IV medio; El

17


INVESTIGACIÓN

28% de los hogares presenta un integrante con enseñanza media completa. Esta variable si bien es significante en ambos años tiene una incidencia mucho menor que las otras variables hasta ahora analizadas. ¿Qué hace que la educación no sea tan relevante para reducir los niveles de vulnerabilidad de los hogares de campamentos?. En los últimos años se ha producido una cierta devaluación educativa en el mercado del trabajo, debido a que los niveles de escolaridad exigidos para acceder a ocupaciones de buena calidad han tendido a aumentar con el tiempo. Este fenómeno ha sido acompañado por una escasa mejoría en los niveles de escolaridad de los más pobres, así como por un acceso a la educación de menor calidad. Estos tres fenómenos tienden a reducir las posibilidades de lograr una adecuada integración social. Ha aumentado la distancia entre los logros educacionales de los más pobres y las oportunidades de integración a un buen trabajo. (Wormald et al: 2000) . VI. CONCLUSIONES • Dinámica de la pobreza de carácter negativa; se aprecia un aumento del número de hogares que se encuentran bajo la línea de pobreza, con la consecuente disminución de hogares no pobres. • En los hogares de campamentos se aprecia una rotación de la pobreza. • El estrato que presenta mayor movilidad es la No Pobreza, siendo su trayectoria más recurrente hacia la pobreza no indigente; en tanto, quienes menos se movilizaron durante el período en estudio fueron los indigentes. • Los distintos capitales estudiados no presentan mayor variación conforme el paso de un año producto de la distancia entre las réplicas del estudio (1 año). • Las variables que más inciden en la superación de la pobreza de los hogares son: nº de personas que trabajan, posesión de contrato y tamaño del hogar. La educación presenta una incidencia menor, en tanto que el sexo del jefe de hogar no presenta incidencia alguna. • Los campamentos, los hogares y las personas que pertenecen a éstos configuran una exclusión social evidente y preocupante, donde las formalidades como el contrato laboral, la educación de buena calidad y la integración efectiva al mundo laboral, no tienen espacios garantizados de despliegue. Consideraciones Finales Respecto de los aspectos de la investigación en torno a los cuales vale la pena reflexionar, en primer lugar se encuentra el ya mencionado escaso tiempo en la aplicación de la réplica del estudio. En segundo lugar, si bien la presente investigación proporciona respuestas, abre una serie de interrogantes o más bien sugerencias para futuras investigaciones, no quedarse sólo con los

18

datos “duros” sino que indagar por ejemplo en temas como el capital social y capital familiar, que resultan de difícil medición mediante un instrumento tan estructurado como la encuesta; indagar en los proyectos de vida de las familias, y en las posibilidades reales de alcanzar sus objetivos mediante el análisis de la estructura de oportunidades que les provee el entorno en el cual están insertos. En este sentido, es importante complementar los datos actuales con estudios cualitativos que enriquezcan los datos y ayuden a tener una visión más integral de la pobreza en campamentos.

Bibliografía • Cea D’ Ancona, Mº de los Angeles: Metodología cuantitativa de investigación, Madrid, 1996 • CEPAL: Panorama Social de América Latina 1999-2000 • Flores, Fabián & Tassará, Gonzalo: Dinámica de la Pobreza en Campamentos de la Región Metropolitana. 2003 • Mideplan. Dinámica de la Pobreza; Resultados Encuesta Panel 1996-2001. www.mideplan.cl • Mideplan. Encuesta Casen 2003. www .mideplan .cl • Vivanco, Manuel Análisis estadístico multivariable teoría y práctica. Editorial Universitaria. Santiago de Chile 1999 • Wormald Guillermo & Kaztman, Ruben (coordinadores); Trabajo y Ciudadanía. Cebra, 2002

Ficha Técnica Diseño metodológico: carácter cuantitativo Tipo de estudio: comparativo- explicativo Unidad de Análisis: 2. Hogares de campamentos e individuos de campamentos Diseño muestral: carácter probabilístico, representativo de 12000 hogares de campamentos de la Región Metropolitana. Técnica de recolección de información: Encuesta compuesta de 58 preguntas en su mayoría cerradas. Muestreo: (2003) bietápico. 1) La R.M fue dividida en cuatro conglomerados zonales: nor poniente, nor oriente, sur poniente y sur oriente. 2) dentro de cada zona fueron seleccionados 3 campamentos de acuerdo al siguiente criterio: campamento chico (2050 casas), mediano (51-150 casas) y grande (más de 150 casas). Se seleccionaron en total 12 campamentos de la Región Metropolitana. En esta segunda etapa del estudio panel la muestra quedo conformada por 247 hogares, se cubrió un 77% de la muestra inicial del año 2003 (320 hogares)


REFLEXIÓN PARA UN CHILE SIN POBREZA

Entre el 24 de Agosto y el 5 de Octubre se llevó a cabo la VII Cátedra de liderazgo social, “Pobreza y desigualdad en el Chile de hoy”, organizada en conjunto por la Universidad Alberto Hurtado y el Centro de Investigación Social de Un Techo para Chile. Varios jóvenes, en su mayoría universitarios, se sumaron a esta iniciativa de reflexión profunda sobre las implicancias de la pobreza, donde especialistas en el tema expusieron sobre ética social, modelos de aproximación a la pobreza y desigualdad, la pobreza como construcción social, los barrios estigmatizados, promoción social de las familias en situación de riesgo, políticas sociales e inclusividad y la educación como punto de partida para superar la pobreza. Los expositores que contribuyeron a esta iniciativa fueron: -Francisco López, Director Magíster en Ética Social y Desarrollo Humano Universidad Alberto Hurtado -Dante Contreras, Director Departamento de Economía Universidad de Chile -Leonardo Moreno, Director Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza -Aldo Mascareño, Director Magíster Gobierno y Sociedad Universidad Alberto Hurtado -Ignacio Irarrázaval, Investigador del Centro de Estudios Públicos -Franz Vanderschuer, Investigador Universidad Alberto Hurtado -Gonzalo Vargas, Gerente General Fundación Paz Ciudadana -Ana María Aron, Directora Programa de Educación para la No Violencia PUC -María Elena Montes, Directora Ejecutiva Centro Nacional de la Familia -Luciano Tomassini, Director Magíster de Política y Gobierno FLACSO -Leonardo Oneto, Académico Universidad Católica de Valparaíso -Juan Eduardo García-Huidobro, Director Escuela de Educación Universidad Alberto Hurtado -Teresa Marshall, Coordinadora Nacional Nivel Media MINEDUC -Juan Enrique Guarachi, Director Fundación Belén Educa

19


ENTREVISTA

ENCUESTA CASEN: POSIBLES CAMBIOS A LA FOTOGRAFÍA DE LA POBREZA

Jeannette Fuentes Jefa del departamento de evaluación de la división social de MIDEPLAN

por Victoria Paz

Considerando las críticas que ha recibido la encuesta CASEN y la supuesta necesidad de convertirla en un estudio de panel. ¿Qué aportaría este cambio y qué impide realizarlo? La metodología actual que utiliza la encuesta CASEN es una de corte transversal y permite observar un momento del tiempo, tener una fotografía de lo que está pasando en un instante determinado. Un estudio panel permite ver las dinámicas a través del tiempo, ver cómo se mueven los grupos, ya que las mismas personas son entrevistadas más de una vez. Pero el mismo hecho que hace interesante un panel es a la vez su piedra de tope ya que al hacerse más compleja la metodología (hay que buscar a los mismos hogares que ya fueron entrevistados) los costos pueden incrementarse casi al doble (la encuesta actual cuesta 1000 millones de dólares). En la búsqueda de que la encuesta CASEN se transforme en un estudio de panel, ¿qué está dispuesto a sacrificar Mideplan para lograr este objetivo? La metodología actual de la encuesta CASEN permite realizar un cálculo de medición de pobreza, distribución de ingreso y otros índices debido a la representatividad que tiene. Hay quienes plantean que para lograr una encuesta CASEN en formato panel, sin que los costos se transformen en un obstáculo, una posibilidad sería disminuir la cantidad de encuestas realizadas en comparación a la encuesta actual. Si esto es así yo no estoy de acuerdo con cambiar la metodología ya que un menor numero de observaciones acarrearía una menor representatividad. Esto afectaría muchos de los objetivos de esta medición.

20

Con menor representatividad la encuesta CASEN sólo permitiría analizar políticas a nivel nacional y global, ya que no sería lo suficientemente significativa para desagregar los resultados por región y comuna. Esta información es de gran importancia para saber cómo funciona la descentralización de cada una de las políticas. Transar esta representatividad no es aceptable. Si se pudieran mantener las mismas características de la medición, pero con una metodología panel, el cambio valdría la pena. ¿Mientras se realiza este cambio, hay forma de combinar ambos métodos? Un panel a partir de los datos de la encuesta CASEN sirve para complementar la información que se requiere. Por ejemplo, a raíz de la casen 2003 se está levantando una encuesta panel para las familias que forman parte del programa Chile solidario y para familias similares a las que integran el programa aún sin pertenecer a él. ¿Cuál es la principal razón que apoya el hecho de realizar una gran encuesta nacional en vez de descentralizar el sistema a cada ministerio o municipio y que éstos realicen estudios de acuerdo a sus necesidades? La principal razón es técnica. Es necesario tener una metodología homogénea que permita tener un nivel adecuado de comparabilidad. Si cada organismo hace estudios propios, entonces cada uno elige la metodología que usará y después no necesariamente pueden ser comparados. Podría darse que todos acordaran una metodología común pero posteriormente en la aplicación también


Los sistemas de medición de pobreza en nuestro país han generado diversas opiniones desde que aparecieron sus más recientes resultados. Tanto la ficha CAS como la CASEN (Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional) han sido cuestionadas en su metodología y su necesidad de actualización. La ficha CAS fue reformulada en varios aspectos y en este contexto Jeannette Fuentes analiza la situación actual de la encuesta CASEN, sus posibles cambios y los índices adicionales que podrían añadirse.

pueden existir diferencias por los encuestadores y la institución que la aplique. Al optar por una gran encuesta central lo que se hace es incentivar la participación de cada uno de los ministerios e instituciones en la formulación del cuestionario. De esta forma se asegura el correcto tratamiento de los temas y asimismo permite estudiar aquellas áreas que son de interés particular de cada organismo. Posteriormente, si alguno de estos departamentos encuentra un dato estadístico en los resultados y quiere ahondar en ese índice, puede hacer un estudio propio especial para eso. Si la encuesta CASEN fuera de panel, ¿cambiarían los resultados obtenidos? ¿Influiría esto en la

fabricación de las políticas sociales? Si se mantiene la representatividad actual, las tasas que se calculen deberían ser similares pero con el valor agregado de la posibilidad de determinar la situación de las personas en el pasado y en el momento actual. Este mayor grado de análisis representa una posibilidad de mejorar lo existente pero no creo que las políticas den un vuelco. Esto ya que aún cuando la dinámica de la pobreza no se puede medir con la encuesta de corte transversal que se realiza actualmente, las personas que trabajan en el ministerio conocen la varianza que hay y saben que existe un sector de la población tan grande en el borde la línea de pobreza que es evidente que van a

21


ENTREVISTA

Jeannette Fuentes Encuesta CASEN

estar moviéndose. Por lo tanto las políticas no se diseñan con un enfoque de pobreza estática.

número por el que se guía la línea de separación puede someterse a discusión.

La CASEN se basa en la línea de pobreza y la canasta básica. ¿Existen otros sistemas que puedan representar una alternativa?

¿Qué modelos extranjeros podría tomar Chile como referente en la evolución de sus sistemas de medición?

Es bueno que nuestra tasa sea comparable con las de otros países y el método más usado a nivel internacional es el de la línea de pobreza. Lo que sí se podría revisar es que actualmente la definición de pobreza se establece en 2 canastas básicas por persona. Pero quizás hoy la línea de pobreza no necesariamente se encuentra en dicha cantidad sino que en 3 o dos y media porque hay muchos más gastos incorporados. Más que la composición de la canasta o si efectivamente constituye un buen sistema, el

La calidad de los modelos de encuestas depende de cada país pero es posible destacar algunas en el sudeste asiático y en Estados Unidos, mientras que en América Latina nuestra encuesta es de las mejores. Pero a la hora de buscar referentes hay que tomar varias precauciones. Por ejemplo, en Estados Unidos las encuestas se hacen vía correo. Esto es eficiente porque son muy baratas pero el problema para aplicar algo así en Chile es que es difícil que las personas que integran los hogares pobres entiendan las preguntas sin que un encuestador se las explique, por las tasas de analfabetismo que existen en nuestro país. Por otro lado, lo que se hace en Estados Unidos para que los encuestados contesten las preguntas y posteriormente vayan a dejarlas al correo es pagar un monto por encuesta contestada. En Chile el método de pago no se usa y para incorporarlo habría que entrar en un debate valórico y preguntarse si esto se podría considerar políticamente incorrecto, si podría estimular respuestas falsas, si podría mal utilizar el sistema, etc. ¿Hay algún indicador que falte en la encuesta CASEN y que sea conveniente agregar? Un indicador interesante es el de calidad de vida. Todas las preguntas de la encuesta Casen miden la calidad de vida pero no hay un indicador único e identificable como el que sí existe en relación a la pobreza o el ingreso. Un índice de este tipo que considere las diferencias que hay entre tipos de familias, porque no es lo mismo una familia de 4 adultos, otra de 4 ancianos o una de 2 adultos y 2 niños, sería útil para identificar lo que como país se considera necesario para una calidad de vida digna.

22


Este artículo presenta los principales resultados del estudio “Dinámica de la pobreza y Movilidad Social: Chile 1996-2001” el cual examina los movimientos en el ingreso per capita de hogares de la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) entre los años 1996 y 2001. Se caracteriza a los grupos vulnerables y se realizan aproximaciones a los determinantes de la entrada y salida de la pobreza. Esta información muestra que si bien en el último tiempo el país ha sido exitoso en la reducción de niveles de pobreza, dadas las características particulares de la desigualdad de ingresos en Chile, una gran cantidad de hogares no-pobres es altamente vulnerable a caer en la pobreza. Ryan Cooper Estudió Ingeniería comercial en la Universidad de Chile. Actualmente desarrolla un magíster en economía en la misma universidad y es analista de evaluación en la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda. Christopher Nielsen Estudió Ingeniería comercial en la Universidad de Chile. Actualmente desarrolla un magíster en economía en la misma universidad y es ayudante del departamento de economía. Basado en el estudio “Dinámica de la Pobreza y Movilidad Social: Chile 1996-2001”, realizado el año 2004, del Departamento de Economía de la Universidad de Chile.

ARTÍCULO

DINÁMICA DE LA POBREZA, DESIGUALDAD Y MOVILIDAD SOCIAL EN CHILE

Noviembre 2004 La experiencia de reducción de la pobreza de los últimos años en Chile es considerada tremendamente exitosa tanto en América Latina como en el Mundo. Las cifras señalan que en 1990 el porcentaje de individuos pobres llegaba casi al 40% de la población y que sólo 10 años más tarde esta cifra se redujo a la mitad. Estos resultados fueron ratificados en el último Censo, ya que al considerar el equipamiento de los hogares se pudo observar una significativa mejora en las condiciones de vida de los chilenos. El principal elemento que explica estas mejoras es el crecimiento económico de la década pasada. La evidencia empírica sugiere que en el período de mayor reducción de la pobreza, el crecimiento económico contribuyó en aproximadamente un 80% a tal reducción, principalmente mediante la generación de más empleo e incrementos salariales.

TABLA Nº1: CRECIMIENTO ECONÓMICO POR DECIL Decil 1987 1990 1992 1994 1996 1998 Prom. 1

6.017

8.403 11.866 12.058 13.984 15.222

Var. Anual 8,8%

2 10.910 15.645

20.099

22.165

24.869

28.028

9,0%

3 14.664

20.793

26.702

29.520

33.663

38.338

9,1%

4 18.747

26.464

33.237

37.486

42.763

49.183

9,2%

5

32.873

41.028

46.911

53.405

61.350

9,1%

23.438

6

29.408

41.135

51.336

58.603

66.856

76.909

9,1%

7

37.789

52.225

65.233

74.025

85.963

98.380

9,1%

8

51.298

69.063

86.065

99.231 115.468 132.963

9,0%

9

79.800 104.758 127.345 147.987 173.687

10 Total

226.552

305.257

384.565

49.843

67.631

84.687

202.639

8,8%

579.726

8,9%

92.818 110.365 128.263

9,0%

400.724

493.519

Fuente: MIDEPLAN, elaborado a partir de información de Encuesta CASEN 1987-1998.

23


ARTÍCULO

Es interesante notar que en el caso chileno el crecimiento ha beneficiado de manera homogénea a los distintos grupos socio-económicos del país. La tasa de crecimiento por decil de ingreso ha sido relativamente parecida entre grupos durante el período que va desde 1987 a 1998. La tabla Nº1 muestra que en el período de mayor auge de la economía chilena, todos los grupos de la sociedad se vieron beneficiados por el crecimiento económico. Este fenómeno ayuda a entender la marcada reducción en la tasa de pobreza para el período. Sin embargo, a pesar del avance en la reducción de los niveles de pobreza y en la mejora en el desarrollo

económico del país, la desigualdad de ingresos se ha mantenido constante y alta. La repartición de ingreso sigue siendo de las más desiguales en el mundo. La figura Nº1 muestra la relación entre desigualdad de ingresos, medido por el coeficiente de Gini1, y el ingreso per cápita de un grupo de 33 países del mundo. El gráfico muestra cómo la desigualdad en Chile es significativamente alta en relación a países del mundo, incluso comparándola con otras naciones que tienen niveles de ingreso per cápita similares al chileno. La figura muestra que sólo Brasil, Paraguay, Sudáfrica y Colombia exhiben mayor desigualdad que Chile.

FIGURA Nº1: DESIGUALDAD E INGRESO PER CÁPITA EN EL MUNDO

Desigualdad 60

Brazil Paraguay S. Africa Colombia Chile

50

México Malasia Venezuela Perú

40

Estonia

30

20

US

Lituania Rusia Hungría Cz.R.

Israel Irlanda UK España Canada Slovenia

Suiza Francia Holanda Alemania Finlandia Noruega Suecia Dinamarca

Lux

Belar Slova 2

5

8 10 15

20

25

30

35

40

45

Producto per Capita

La figura Nº2 muestra el ingreso laboral promedio por quintiles para personas del Gran Santiago entre los años 1958 y 1996. El gráfico refleja dos características importantes de la distribución de ingresos en Chile. Primero, que los niveles de desigualdad son explicados por la parte superior de la distribución de ingresos (quintil 5). Las diferencias entre el quinto quintil y los otros cuatro grupos es significativamente mayor que las diferencias entre los quintiles 1-4. Si se hace el ejercicio de obviar

al quinto quintil, la distribución de los demás grupos socioeconómicos tiene niveles de desigualdad mucho más bajos y comparables con aquellos de países europeos, conocidos por ser relativamente igualitarios. Segundo, se aprecia en el gráfico que la desigualdad ha sido alta y persistente en prácticamente toda la última mitad del siglo pasado2. La desigualdad no ha sido alterada por shocks macroeconómicos importantes como la crisis de deuda de 1982, los cambios políticos estructurales de los 70, ni por el alto crecimiento económico en los años 90.

1 El coeficiente de Gini resume la información en relación a qué porcentaje de ingresos está asociada a cada percentil de la población. El coeficiente toma valores dentro del intervalo [0,1]. Si un país tiene un Gini igual a 0 significa que todas las personas tienen la misma proporción de ingresos y si el Gini es 1 significa que una persona es dueña de todo el ingreso del país. 2 Esto es, desde que se tiene información que permita medir desigualdad en el país.

24


FIGURA Nº2: DISTRIBUCIÓN DE INGRESOS LABORALES (1957-1996)

70 60 50 40 30 I 20

II III

10

IV V

0 58 60 62 64 66 68 70 72 7 4 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 Fuente: Elaborado por el Departamento de Economía de la Universidad de Chile en base a Encuesta de Ocupación y Desocupación para el Gran Santiago. Esto sugiere que el fenómeno observado está relacionado con características estructurales de largo plazo. El panorama del país, mediante el análisis hecho sobre la información anterior, evidencia una situación relativamente positiva. Si bien se observan altos niveles de desigualdad, se aprecia un crecimiento económico considerable, el cual ha beneficiado a todos los grupos socio-económicos del país. Este fenómeno se ha traducido en que la tasa de pobreza haya disminuido en un 50%. Sin embargo, toda la información anterior se basa en una visión estática, que no permite percibir la evolución temporal del bienestar de los hogares3. En Chile no se han evaluado fenómenos dinámicos porque no han existido los instrumentos para hacerlo. Las mediciones de pobreza oficiales han utilizado datos sobre ingresos mensuales. En efecto, los indicadores de pobreza se han construido a partir de la encuesta CASEN, la cual utiliza información de ingresos mensuales. Con ella se comparan los ingresos per capita de cada hogar con requerimientos de una canasta de consumo básica. Es decir, una familia que en el mes dónde se levantó la encuesta tenía ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas es considerada como no pobre. Pero, lo que no ha sido posible observar es qué ocurrió con esa misma familia en otro momento del tiempo. El

hogar pudo haber sufrido la perdida de empleo al mes siguiente, con lo cual su situación de no pobreza pudo verse modificada. Para una mejor apreciación del problema de pobreza, de sus causas y determinantes resulta más valioso utilizar datos de los hogares en distintos momentos del tiempo, que permitan conocer sus movimientos socioeconómicos. Es decir, información de panel. No existe en Chile este tipo de información. El INE, MIDEPLAN y el Departamento de Economía de la Universidad de Chile, principales productores de información primaria, no toman de manera regular este tipo de encuestas. El costo de las mismas es usado como argumento para su inexistencia. Sin embargo, han existido esfuerzos parciales en este sentido. En el año 2001, Mideplan junto al Departamento de Economía de la Universidad de Chile realizó una encuesta panel en base a dos años. A una muestra de hogares que habían sido entrevistados en 1996, se les volvió a visitar y a entrevistar. La base muestral correspondiente a 1996 se ubicó en las regiones: III, VII, VIII y RM y en total, se entrevistaron 5.320 hogares. Este artículo expone los resultados del estudio “Dinámica de la Pobreza y Movilidad Social: Chile 1996-2001” realizado por el departamento de Economía de la

3 Si bien ha sido posible observar la evolución promedio de la población, no ha sido posible identificar las variaciones en el bienestar de cada hogar en particular.

25


ARTÍCULO

Universidad de Chile en base al Panel de datos CASEN 1996-2001. Por primera vez se investiga el fenómeno dinámico de la pobreza en Chile. Se evidencia una nueva e importante dimensión del bienestar social: la Movilidad Social, la cual es fundamental para entender los problemas que aquejan al país y poder descubrir las políticas públicas óptimas para su desarrollo económico y social. En base al seguimiento de hogares, el estudio entregó nueva y sorprendente evidencia respecto a una alta vulnerabilidad de caer en la pobreza para la gran mayoría de la población. Dada la baja distancia relativa en ingresos entre los primeros nueve deciles de la población y las características móviles de los hogares observadas en este estudio, gran parte de las personas son vulnerables4. Si bien solo 20% de la población es pobre en un momento dado del tiempo, un gran porcentaje de los chilenos “no pobre” vive al borde de la pobreza. Estos resultados son importantes al menos por dos razones. Primero, el aparente éxito en la reducción de pobreza se relativiza dado el alto grado de vulnerabilidad existente. Segundo, es de esperar que hogares sujetos a un significativo grado de variabilidad en su trayectoria de ingreso (incertidumbre) tomen decisiones de inversión en educación y asignación de otros recursos socialmente sub óptimas, respecto a hogares con menor variabilidad, para intentar protegerse de los cambios de ingreso en el corto plazo. Dicha situación hace más difícil reducir la desigualdad y movilidad social en el largo plazo. Esto plantea desafíos nuevos para la política económica. Mas allá de medidas orientadas a los segmentos más pobres de la población, se requieren también políticas de largo plazo que aseguren, a través de mecanismos de mercado, una reducción en la vulnerabilidad de la sociedad en general. ASPECTOS METODOLÓGICOS Al caracterizar la pobreza es posible dividirla en dos tipos; pobreza crónica, como resultado del bajo capital productivo de un hogar y pobreza transitoria, asociada a shocks que algunos hogares con características particulares no fueron capaces de asimilar. Los pobres crónicos, independiente de la variación en ingresos que experimenten, dado su bajo nivel de capital, se mantienen continuamente en la pobreza. La pobreza transitoria se traduce en que los hogares sean vulnerables a caer en la pobreza en cualquier momento del tiempo a causa de algún fenómeno que esté fuera de su control, como crisis macroeconómicas o problemas de salud.

Por lo tanto, las políticas para enfrentar la pobreza crónica deben orientarse a aumentar el capital o la remuneración del capital de los hogares, mientras que las políticas para combatir la pobreza transitoria deberían estar enfocadas en suavizar el consumo de los hogares mediante mejoras en los mercados de capitales, redes sociales, sistemas de seguros, etc. Esta investigación abordó el problema conceptual mediante un análisis en dos etapas. Primero se analizó la movilidad social de la población y en particular los movimientos en torno a la línea de la pobreza, identificando de esta forma a los grupos que experimentaron ambos tipos de pobreza y posteriormente se buscó identificar los determinantes de esta dinámica. El término vulnerabilidad se define como el riesgo que tiene un hogar hoy de caer en la pobreza mañana. ¿Quiénes son las personas vulnerables de caer en pobreza?, ¿cuál es el grado de vulnerabilidad? y ¿qué factores determinan esta situación? son preguntas fundamentales de hacer en un análisis de bienestar social y anterior a la propuesta de política pública. Para contestar estas preguntas, en primer lugar se realizó un estudio descriptivo de la vulnerabilidad; utilizando matrices de transición5 a través de las cuales se estudió en detalle quiénes y cuántos son los nuevos pobres, y de qué deciles de la población provienen. Por otro lado se analizó la dinámica de los hogares que salen de la pobreza, cuántos son y cuánto se mueven. Finalmente, a través de estimaciones econométricas, se intentó encontrar los determinantes de entrar y salir de la pobreza, y los factores que explican el cambio en ingresos para toda la población y para sub grupos de ella. Datos El Panel CASEN 1996-2001 es la primera base de datos en Chile que sigue a una muestra representativa de la población nacional en dos períodos en el tiempo. El marco muestral de la Encuesta Panel está compuesto por la muestra de hogares entrevistados en la Encuesta CASEN 1996, en las comunas de las regiones III, VII; VIII y Metropolitana. La muestra total fue de 5,326 hogares y se logra entrevistar a 4700 de éstos, de los cuales 4060 fueron hogares entrevistados en 1996 mientras los hogares restantes correspondían a nuevos hogares que surgen de los hogares originales en 1996. Los datos del panel son representativos para las cuatro regiones consideradas en la encuesta, las cuales representan aproximadamente el 60% de la población y 64% del PIB nacional.

4 El término vulnerabilidad se define como el riesgo que tiene un hogar hoy de caer en la pobreza mañana. 5 La Matriz de transición es una tabla que permite observar el porcentaje de hogares que entraron, salieron y se mantuvieron pobres de un momento del tiempo a otro.

26


Esta sección relaciona movilidad social en Chile con características estáticas de la distribución de ingresos6. Utilizando el coeficiente de correlación de Pearson entre el ingreso per cápita de 1996 y 2001 se obtiene que la correlación de ingresos de los hogares para Chile es sólo de un 0.37, muy por debajo de la misma medición para Dinamarca y Alemania, países para los cuales las correlaciones de ingresos para el período 1986-19917 fueron de 0.65 y 0.79 respectivamente8. Según este resultado la movilidad de ingresos en Chile es mayor que la que muestran estudios hechos para Dinamarca y Alemania. Esto puede ser explicado en parte por el fuerte shock macroeconómico que se vivió en el período producto de la crisis asiática, la cual causó alto movimiento de ingresos asociado a pérdidas de empleo, quiebras de empresas y rentabilidades negativas de proyectos riesgosos. También hay que considerar que Chile es un país en desarrollo, económicamente menos estable que países europeos en los cuales los sistemas de protección social, como los seguros de cesantía y pensiones, están mucho más desarrollados. Sin embargo, a pesar de estas razones, es sorprendente observar niveles de movilidad tan altos para el país. Es difícil pensar que tal movilidad sea consistente con la alta desigualdad en la calidad educacional9 y de ingresos que existe en Chile. En general se tienden a utilizar los resultados de movilidad posicional como indicadores del grado de desigualdad de oportunidades. Se argumenta que detrás de la movilidad hay un proceso meritocrático en el cual personas con bajos ingresos, potencialmente productivos, pueden mejorar su situación y donde una condición necesaria para mantenerse en grupos de ingresos altos es también el mérito y la productividad. Además de las propiedades éticas asociadas a la movilidad, existen razones económicas para desear el fenómeno. Una sociedad más móvil permite mayor competencia entre agentes, la cual mejora la asignación de recursos en el mercado laboral. Desde esta perspectiva la movilidad es una dinámica positiva asociada a características deseadas para la sociedad como es la igualdad de oportunidades y la eficiencia económica. Es importante entonces, identificar claramente qué elementos están detrás de la alta movilidad observada

FIGURA Nº3: DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO POR DECILES

Ingreso Promedio 2001

Movilidad Social

en los datos y luego ver si es razonable asociar estos movimientos con propiedades socio-económicas deseadas. El análisis que se expone a continuación, sugiere que la alta movilidad posicional observada en Chile no refleja las características positivas generalmente deducidas de este tipo de información, sino que al contrario muestra ser una movilidad no deseada ya que refleja la alta vulnerabilidad económica de la gran mayoría de la población.

0 100000 200000 300000 400000

RESULTADOS

1

2

3

4

5

6

7

8

9 10

La figura N°3 evidencia una característica particular de la distribución de ingresos chilena. En los primeros 9 deciles, la distribución de ingresos es igualitaria. Las diferencias de ingreso entre grupos son muy pequeñas en relación al grupo de personas con mayor ingreso en la población. Esto significa que variaciones no muy grandes de ingresos, para hogares de los primeros nueve deciles, puedan traducirse en cambios importantes de posición. Con variaciones de ingresos de tan sólo cien mil pesos per cápita un hogar puede caer o escalar más de 4 deciles. Entonces, es posible que la alta movilidad sea particular a los primeros nueve deciles de la distribución. Por otro lado, dada la alta diferencia en ingresos entre los primeros nueve deciles y el décimo, uno podría esperar baja movilidad entre estos grupos. Con el objetivo de verificar la hipótesis de que la alta movilidad observada para toda la población es reflejo de la movilidad de los primeros nueve deciles, se estimó la correlación de ranking de las familias pertenecientes a estos nueve grupos y se compara con el mismo parámetro

6 Dado que la movilidad social es un concepto de largo plazo, que refleja los cambios en productividad de las personas, es prudente considerar la dinámica de ingresos del período 1996-2001 como una aproximación de movilidad, ya que ésta es producto de una combinación de cambios en productividad, stock de activos y de shocks. 7 Para realizar comparaciones de coeficientes de correlación entre países es necesario que el tiempo transcurrido entre cada período comparado sea el mismo. La evidencia muestra que mientras mayor es la distancia entre períodos, menor es la correlación computada. 8 G, Fields 2001. 9 Bravo, Contreras y Sanhueza 1999.

27


ARTÍCULO

para toda la población. En la tabla 2 se presentan los resultados: TABLA N°2: CORRELACIÓN DE RANKING 1996-2001 Ranking Toda la Muestra Sub Grupos

Deciles 1-9 0.63 0.54

El cuadro muestra que el coeficiente de correlación de ranking es menor para los primeros nueve deciles que para toda la población. Estos datos indicarían que la movilidad es mayor si se consideran los nueve primeros deciles en vez de toda la muestra. Pareciera ser que los hogares del décimo decil tienden a quedarse dentro de él, mientras que en los demás deciles habría mucho flujo entre grupos. Tal como el gráfico de ingresos promedio por deciles adelantó, estos resultados confirman que en Chile la alta movilidad ocurre en los grupos para los cuales la diferencia en el ingreso per cápita promedio es baja y sugieren que entre estos

grupos y el grupo más rico del país existe una inmovilidad considerable. Para estudiar esta hipótesis se compara el coeficiente de inmovilidad10 para el quinto quintil con el de dos países en desarrollo11. El coeficiente de inmovilidad para Chile es mayor que el de Perú y Sudáfrica, los valores son 0.58, 0.50 y 0.5612 respectivamente13. Estos coeficientes representan el porcentaje de familias pertenecientes al quinto quintil más rico de la distribución, que se mantienen en el grupo en ambos períodos. La evidencia nos muestra que la inmovilidad del grupo más adinerado en Chile es aún mayor que en países que destacan por tener estructuras sociales injustas y desiguales, lo cual da más fuerza al argumento de que el problema de inmovilidad en Chile es relativo a la entrada y salida de este grupo. A continuación se reportarán diagramas de movilidad, para comparar los movimientos desde y hacia los deciles uno y diez. En un gráfico es posible analizar los movimientos de cada una de las familias provenientes de un decil en particular para un período dado.

FIGURA N°4: DIAGRAMA DE MOVIMIENTOS DESDE Y HACIA DECILES 1 Y 10.

08 10 06 04 02 0

02

04

06

Posición Relativa 2001

08 10

¿De adónde vienen los Nuevos Ricos?

0

Posición Relativa 2001

¿De adónde vienen los Pobres?

0

2

4

6

Posición Relativa 1996

8 10

0

2

4

6

8 10

Posición Relativa 1996

10 El coeficiente de inmovilidad no es más que el porcentaje de hogares que se mantiene en el decil en ambos períodos sobre el total de hogares que pertenece al decil en el período base. 11 Dado que para medir movilidad de ingreso se requieren datos longitudinales en los cuales se sigue a familias o personas en el tiempo, la evidencia de movilidad para países en desarrollo es muy escasa. Perú y Sudáfrica son casos en los que sí existe alguna evidencia de movilidad posicional. Se utilizan quintiles por la no disponibilidad de datos de deciles. Se asume que los resultados no deberían cambiar significativamente al usar deciles como unidad de análisis. 12 Debe considerarse en este caso que la muestra utilizada para obtener el parámetro de inmovilidad para Sudáfrica solamente incluye a hogares de raza negra. Es probable que al incluir a la población blanca, el coeficiente sea mayor al obtenido. 13 El coeficiente para Perú fue calculado para el período 1985-1990, con datos de la Encuesta para la Medición del Estándar de Vida en Perú (Herrera 1999) y la información para Sudáfrica fue recogida de las encuestas KIDS y PSLSD, para el período 1993-1998 (I. Woolard 2003)

28


En las figuras es posible observar que las personas que estuvieron en el decil uno en el 2001, en 1996 pertenecían a todos los grupos socio-económicos exceptuando el décimo y que, por el contrario, aquellas familias pertenecientes al décimo decil en el 2001 están concentrados en el grupo alto. Prácticamente todos los hogares también pertenecían al décimo grupo más rico14. Nuevamente, los diagramas revelan la particularidad de la movilidad social en Chile, la cual es pronunciada entre los primeros nueve deciles reflejando una alta vulnerabilidad de caer en la pobreza para la mayor parte de la población. Por otro lado los diagramas revelan una baja movilidad entre el decil diez y el resto de la población. Son muy pocos los hogares que entran y salen del decil diez. Una visión integral de los resultados indica que las características móviles de la distribución del ingreso en Chile son preocupantes. Por un lado, se aprecia que una alta movilidad entre los primeros nueve deciles se traduce en que un gran porcentaje de la población es vulnerable. De la misma manera que se observa a muchos hogares saliendo de la condición de pobreza en el período analizado, también es posible apreciar la cantidad de hogares que caen en la condición de la pobreza, incluso hogares pertenecientes al segundo decil más rico del país. De esta manera, si bien una visión estática de la economía chilena puede identificar a un grupo muy grande de hogares no pobres, es muy difícil garantizar que aquellos hogares no serán pobres en otro período. Ser de la “clase media” chilena no es sinónimo de seguridad. Determinantes dinámicos de la pobreza Esta sección presenta evidencia respecto de los determinantes dinámicos de la pobreza en Chile. Se utilizan dos estrategias para examinar la solidez de los resultados. En primer lugar, mediante un análisis logit15, se examinan los determinantes de entrada (salida) de la pobreza. En segundo lugar, se analizan los factores que afectan las variaciones en el ingreso per capita de los hogares. Los resultados del modelo logit señalan que las familias propietarias de otra vivienda, que probablemente son además dueños de otros bienes de capital físico y de ahorros, logran salir de la pobreza y no caer en ésta con mayor facilidad16.

Las características demográficas del hogar también son importantes al explicar la dinámica de la pobreza. El ciclo de vida del hogar, medido por la edad del jefe de éste, disminuye la probabilidad de sufrir la trayectoria negativa. Es decir, los hogares más jóvenes son más vulnerables. Un mayor número de niños y preescolares en el hogar reducen la probabilidad de salir de la pobreza. Estos resultados son consistentes con estudios estáticos de pobreza. Los sectores donde trabaja el jefe del hogar resultan significativos en explicar la trayectoria de ingresos del hogar. En particular, jefes de hogar trabajando en las F.F.A.A. y como asesoras del hogar, muestran un impacto positivo en salir de la pobreza. Los jefes de hogar pertenecientes al sector público y quienes son empleadores tienden a no caer en la pobreza y exhiben menor vulnerabilidad. Dado que las F.F.A.A. tienen estructuras salariales en las cuales los aumentos son en base a antigüedad, significa que un jefe de hogar pobre en el año 1996 puede ver su ingreso aumentar al pasar el tiempo y de esta manera salir de la pobreza. En cambio para el resto de la economía dichos efectos no se observan, pues los salarios responden al ciclo económico. Un resultado interesante es la asimetría de la educación en los cambios de pobreza. Al examinar los distintos ciclos educacionales, la evidencia sugiere que los niveles secundarios son significativos para evitar caídas en la pobreza, mientras que dichas categorías no muestran incidencias en la probabilidad de salir de esta condición con la excepción de la educación técnica. Estos resultados sólo son posibles de obtener con datos de panel. En particular la evidencia de que la educación técnica es relevante para salir de la pobreza en contraposición con la educación media general, es un resultado nuevo que significa un importante aporte a la literatura de pobreza para Chile y es de gran relevancia para el diseño de política pública17. Otro resultado importante del análisis logit es que los hogares donde el jefe de hogar sufre un problema de salud tienden a no lograr una trayectoria positiva de ingresos. Es decir, jefes de hogares pobres en 1996, y que además sufren problemas de salud, exhiben una menor probabilidad de salir de la pobreza. Al estar expuestos a shocks negativos, como lo es un problema de salud,

14 Las circunferencias más grandes representan a más hogares. Esto es porque para crear el diagrama se utiliza un factor de expansión. 15 Este análisis econométrico permite estimar los determinantes de la probabilidad de entrada y salida de la pobreza. 16 Estudio BID: Activos y los Pobres. 17 Al estimar los determinantes del nivel de ingresos con los datos para el año 1996 y 2001 por separado, se observa que indistintamente los parámetros asociados a la educación media general, técnica y universitaria son todos positivos y significativos. Este resultado no permite ver el impacto relativo de la educación técnica para superar la pobreza, el cual se obtiene con la estimación dinámica.

29


ARTÍCULO

no cuentan con las herramientas para superar este problema. Por otra parte, los hogares no pobres lograrían evitar trayectorias negativas de ingreso a pesar de verse afectados por este tipo de shocks. Esto puede estar reflejando la existencia de un grupo grande de hogares no pobres que está provisto de mecanismos para protegerse de los shocks negativos de salud. El resultado también puede ser evidencia de una desigualdad en la provisión y/o efectividad del sistema de salud del país. Al separar la muestra en el 40% mas pobre (rico) en 1996, los datos indican que los problemas de salud del jefe de hogar tienen efectos negativos y significativos, sobre la variación de ingresos, sólo para el grupo de los más pobres de la distribución. Tal como se sugirió en el párrafo anterior este resultado indica que el 40% más rico de la población es capaz de suavizar los efectos negativos causados por problemas de salud. Finalmente, los resultados del análisis de cambio en el ingreso fueron consistentes con la evidencia obtenida mediante la estimación logit. CONCLUSIONES En este artículo se analizó la dinámica de la pobreza y movilidad social en Chile entre los años 1996 y 2001. Si bien un análisis estático del país muestra una mejora en niveles de bienestar de la población y en reducción de la tasa de pobreza, el análisis dinámico evidencia que gran parte de la población es vulnerable a ser pobre en algún momento de su vida. Primero se estudió la movilidad social de toda la distribución y se caracterizó la vulnerabilidad de caer en la pobreza. En una segunda etapa se identificaron los determinantes de entrar y salir de la pobreza y los factores que explican los cambios en ingresos para toda la población y para subgrupos de ella. Las principales conclusiones del estudio fueron las siguientes: En primer lugar, la evidencia indica que en Chile existe una alta movilidad social en los primeros nueve deciles de la distribución de ingresos, asociado a la vulnerabilidad de caer en la pobreza. Sin embargo se verificó la hipótesis de la existencia de una importante inmovilidad entre el noveno y décimo decil. Si bien hay mucho movimiento entre los primeros nueve deciles, la probabilidad de entrar y de salir del décimo decil es muy baja. Segundo, el estudio detallado de la movilidad en torno a la línea de la pobreza señaló que el 54% de los pobres del año 1996 fueron no pobres el año 2001. De la misma forma, 48% de los pobres en el año 2001 eran no pobres el año 1996. En efecto, se ha identificado una pobreza transitoria en torno a 24% y una pobreza crónica de 10%. Hay más hogares saliendo de la pobreza de los que entran, pero para avanzar en este sentido es necesario

30

diseñar políticas específicas para la pobreza transitoria y la pobreza crónica. Tercero, entre los determinantes de la vulnerabilidad destacan los siguientes resultados. Primero, la cantidad de niños y preescolares influye en la probabilidad de salir como también de entrar a la pobreza. Segundo, se encuentra una asimetría en la incidencia de la educación sobre la dinámica de la pobreza. Los niveles de educación media reducen la probabilidad de caer en la pobreza, pero no tienen impacto positivo sobre la probabilidad de salir de esta condición. Por el contrario, se encontró evidencia de que la educación técnica influye positivamente en la probabilidad de salir de la pobreza. Por último, se encuentra que los hogares más pobres son vulnerables a shocks negativos de salud. Tanto el análisis logit como la estimación del cambio en el ingreso reflejan que los hogares más pobres no son capaces de asimilar de manera eficaz los problemas de salud. Por el contrario los hogares más ricos están provistos de mecanismos para suavizar el efecto negativo de shocks de esta naturaleza. El resultado también señala la existencia de una desigualdad en la provisión y efectividad de la salud en Chile. La evidencia obtenida en este estudio muestra la necesidad de diseñar políticas que no sólo enfoquen su ayuda en los grupos que son pobres en un momento dado, sino que apoyen a los hogares vulnerables, que si bien en un cierto período pueden ser catalogados como no pobres, tienen una probabilidad extremadamente alta de caer en la pobreza en cualquier momento del tiempo. Los datos reflejan una realidad alarmante. Más de un 80% de la población vive en una situación de vulnerabilidad. A pesar de que se observa en un momento dado del tiempo que solo una fracción pequeña de la población se encuentra bajo la línea de la pobreza, no es posible asegurar que un gran porcentaje de hogares “no pobres” no caigan en la pobreza en otro momento del tiempo. Solamente el 10% más rico de la población no es vulnerable. Dados estos resultados es de interés preguntarse qué es lo que diferencia a los nueve primeros deciles del decil 10. ¿Existe algún elemento estructural que determine la vulnerabilidad de los primeros nueve deciles y la seguridad y altos niveles de bienestar del décimo decil? En este sentido es interesante notar que la cobertura de educación escolar privada en Chile es de un 10%. Luego, considerando que para matricular a niños en colegios privados es condición necesaria tener una cantidad de recursos mínimos, es directo pensar que prácticamente todas las personas que estudian en establecimientos privados provienen del décimo decil. Esta observación en conjunto con la evidencia empírica de calidad educativa en Chile, que refleja las abismantes diferencias entre educación pública y privada, las cuales determinan los puntajes de pruebas de admisión a la


universidad, hacen pensar seriamente que éste es uno de los elementos más importantes que asegura el status socio económico del 10% más rico del país y determina la vulnerabilidad y escasez de oportunidades para los nueve deciles más pobres. Las características dinámicas de la población chilena, junto con la insuficiente calidad de salud pública evidenciada en el análisis econométrico, más la alta desigualdad en calidad de educación básica y media, sugieren fuertemente que las políticas sociales en Chile deben ser de largo plazo. Se debe dar énfasis al mejoramiento del sistema de salud y calidad de educación pública, de tal manera de que personas potencialmente productivas que pertenezcan al 90% más pobre puedan competir con aquellas personas que estudien en colegios privados del decil 10 y tener coberturas que los protejan de shocks

de salud. Esto permitirá que aquellos que ingresen a la universidad y posteriormente ocupen cargos importantes en la sociedad, efectivamente sean las personas más productivas del país. Este tipo de políticas tendrá un efecto redistributivo, aumentará la movilidad social y repercutirá en la eficiencia y crecimiento económico de largo plazo. Se requiere de más estudios en esta área para identificar en mayor detalle los efectos de la educación y su impacto en la movilidad social. Para seguir avanzando en la lucha contra la pobreza y hacia la igualdad de oportunidades, se deben crear las condiciones de estabilidad que permitan a los hogares más pobres invertir en actividades que tengan retornos de largo plazo, como la educación de sus hijos. Este es el camino a la igualdad de oportunidades y en este ámbito la sociedad requiere de un activo apoyo del sector público y privado.

BIBLIOGRAFÍA: Aguilar, O. (2002). Dinámica de la Pobreza: Resultados de la Encuesta Panel 1996-2001. Technical report, MIDEPLAN, Santiago, Chile. www.mideplan.cl. Baulch, B. and Hoddinott, J. (2000). Economic Mobility and Poverty Dynamics in DevelopingCountries. Frank Cass Publishers. Baulch, B. and McCulloch, N. (2000). Simulating the Impact of Policy Upon Chronic and Transitory Poverty in Rural Pakistan. Frank Cass Publishers. En Economic Mobility and Poverty Dynamics inDeveloping Countries, editado por Baulch,B. and Hoddinott,J. Besley, T. and Kanbur, R. (1993). The Principals of Targeting. World Bank, Washinton, D.C. Christiansen, L. and Boisvert, R. (2000). On measuring household food vulnerability: Case evidence from northern mali. Technical report, Cornell University, Ithaca, New York. Contreras, D. and Larañaga, O. (2001). From quantity to quality: Human capital and income in chile. En Portrait of the Poor, editado por Attansio, O. y Szekely, M., p. 113-135, Inter-American Development Bank, Washington, D.C. Contreras, D. and Larañaga, O. (1997). Poverty and income distribution in a high-growth economy 1987-1995. Technical Report 16377-CH, World Bank. Dercon, S. (1999). Who Benefits from Good Weather and Reforms? A Study of Ethiopian Villages. Poverty in Africa: Causes and Solutions. Dercon, S. and Krishnan, P. (2000). Vulnerability, Seasonality and Poverty in Ethiopia. Frank Cass Publishers. En Economic Mobility and Poverty Dynamics in Developing Countries, editado por Baulch,B. and Hoddinott,J. Klugman, J., editor (1999). Poverty and Social Development in Peru, 1994-1997. World Bank, Washington, D.C. Klugman, J., editor (2002). A Sourcebook of Poverty Reduction Strategies. World Bank, Washington, D.C. Maluccio, J., Haddad, L., and May, J. (2000). Social Capital and Household Welfare in South Africa, 1993-98. Frank Cass Publishers. En Economic Mobility and Poverty Dynamics in Developing Countries, editado por Baulch,B. and Hoddinott,J. Ravallion, M. and Jalan, J. (2000). Is Transient Poverty Di_erent? Evidence for Rural China. Frank Cass Publishers. En Economic Mobility and Poverty Dynamics in Developing Countries, editado por Baulch,B. and Hoddinott,J. Scott, C. (2000). Mixed Fortunes: A Study of Poverty Mobility among Small Farm Households in Chile, 1968-86. Frank Cass Publishers. en Economic Mobility and Poverty Dynamics in Developing Countries, editado por Baulch,B. and Hoddinott,J. Scott, C. and Litchfield, J. (1994). Inequality, Mobility and the Determinants of Income Among the Rural Poor in Chile, 1968-86. STICERD Working Paper 53, London School of Economics. Wodon, Q. and Cruces, G. (2003). Transient and chronic poverty in turbulent times: Argentina 1995-2002. Economic Bulletin, 9(3):1-12. Yaqub, S. (1999a). Born Poor, Stay Poor? A Literature Review. Technical report. Institute of Development Studies, University of Sussex. Yaqub, S. (1999b). Poverty Dynamics in Developing Countries: An Annotated Bibliography. Technical report, Institute of Development Studies, University of Sussex.

31


ALBERTO HURTADO Por su vida, su obra y su mensaje de justicia, el Padre Hurtado hace mucho es un santo para todos nosotros. Desde nuestros primeros trabajos, en 1997, hemos estado inspirados en él y, estando ahora próximos a su canonización, queremos acercar esta alegría a las personas que viven en los campamentos y a cada uno de nuestros voluntarios. Fieles a su espíritu, queremos que los más pobres de los pobres sientan propio a este nuevo santo que dio la vida por ellos. Aspiramos a llegar con esta invitación a todos los campamentos de Chile. Que conozcan su obra y difundir los valores que lo inspiraron. Para ello, estamos trabajando desde septiembre realizando actividades en la mayoría de los campamentos de Santiago y en 12 ciudades. Las actividades que hemos realizado hasta el momento son concursos de pintura y greda para niños, arpilleras con las dueñas de casa, graffiti y murales con los más jóvenes, obras de teatro y tardes de cine viendo la miniserie del Padre Hurtado, siempre en torno a su obra y sus valores. Queremos que la canonización de este chileno sea vivida por ellos intensamente y en cada campamento donde Un Techo para Chile está trabajando o aspira a trabajar, porque si él estuviera vivo, estaría trabajando con ellos.

32


“El hombre es nuestro hermano. No soporta, por tanto, que mientras las cosechas se guardan con pisos de cemento y muros de concreto, y los caballos de carrera tienen abrigo para el invierno y un cuidador que les prepare la cama y la comida, los pobres, a causa de un salario injusto y de falta de caridad social, vivan en chozas con suelo de tierra y techo de totora y en la práctica sean tenidos en menos estima que los animales que se presentan a la exposición.” Alberto Hurtado s.j.

33


OPINIÓN

¿QUÉ IMPACTO POSEE EL PROGRAMA DE MICROCRÉDITOS DE UN TECHO PARA CHILE EN EL INGRESO DE LOS HABITANTES DE CAMPAMENTOS? El presente artículo está basado en un estudio que analiza el impacto del programa de micro créditos de Un Techo para Chile en el ingreso de los clientes. Los resultados demuestran que se obtiene un impacto positivo y significativo en el aumento del ingreso per cápita, debido a la participación de los clientes en este programa. Ana María Montoya

Ingeniero Comercial Mención Economía, U. De Chile Juan Pablo Larenas

Ingeniero Comercial Mención Administración, U. de Chile Dante Contreras

Los programas de micro créditos brindan servicios a las personas que carecen de ingresos y oportunidades laborales. El micro crédito se ha convertido en una herramienta fundamental para superar la pobreza, dando a millones de familias en todo el mundo la oportunidad de mejorar su calidad de vida. El economista bengalí Muhammad Yunus fue uno de los pioneros en la creación de instituciones relacionadas con las microfinanzas. Él fue responsable de cambiar la forma de hacer banca privada con su ya famoso Banco Graneen, también conocido como “el banco de los pobres”, en la década de los 80. Los resultados de estas corporaciones, fundaciones y organizaciones -casi todas sin fines de lucro-, han sido disímiles. Si bien algunos han obtenido tasas de retorno casi iguales a las de la banca tradicional y han entregado millones en créditos, son pocos los que han logrado alcanzar al nicho de clientes más difíciles, quienes se encuentran bajo la línea de la pobreza. Se estima que en el mundo existen 12 millones de personas que se ven beneficiadas con este sistema y se espera que en el 2005 esta cifra aumente a 100 millones. En Chile existen una serie de instituciones dedicadas a las microfinanzas, tales como el Hogar de Cristo a través de su ONG “Fondo Esperanza”, la Fundación Contigo, los Bancos Estado, del Desarrollo y Santander Santiago. Éstos son sólo algunos de los agentes prestamistas protagónicos que han surgido en el área nacional de los micro créditos durante el último tiempo. Asimismo,

Ingeniero Comercial, PHD Economía U. California

instituciones de gobierno como el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y la CORFO, han entregado estos créditos desde hace muchos años para fomentar el desarrollo agropecuario o industrial entre los pequeños y medianos empresarios. Por micro crédito se entiende el préstamo que una institución, ya sea banco, financiera, cooperativa u otro, entrega por montos que fluctúan entre los 70 mil pesos hasta sumas que pueden alcanzar los 4 millones de pesos. En general el promedio de los préstamos fluctúa entre 400 y 700 mil pesos, por lo que el público al que están dirigidos es principalmente el micro empresariado que ya tiene un negocio funcionando y que factura hasta tres y medio millones de pesos mensuales. En Chile, según la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN), realizada el año 2003, existe un 4.7 % de la población, equivalente a 728.100 personas, que vive en condiciones de indigencia, es decir, bajo la línea de pobreza. Este grupo, ha permanecido permanentemente postergado de las organizaciones de micro finanzas en Chile. Debido a esto Un Techo para Chile decidió lanzar su proyecto de micro créditos y dar a los pobladores de los campamentos que interviene, la posibilidad de recibir un crédito que les permita desarrollar algún negocio. Cabe destacar que alrededor del 78,9% de los hogares de campamentos vive bajo la línea de pobreza, de los cuales un 42,1% son indigentes1.

1 Ver “Dinámica de la pobreza en campamentos”, Un Techo para Chile, año 2004.

34


Programa de Microcréditos de Un Techo para Chile

Conclusiones del Estudio

Este proyecto, cuya duración es de 12 meses, está dirigido a personas de economía de subsistencia que requieren crédito con el fin de iniciar o fortalecer una actividad productiva. Su público objetivo no ha tenido acceso a sistemas bancarios y vive en 44 campamentos del país desde Arica a Puerto Montt. El programa de Microcréditos busca que las personas que lo integran tengan la opción de acceder a diferentes montos de crédito que fluctúan entre $20.000 y $90.000, los cuales se entregan en diferentes períodos del año. Asimismo, pueden participar en cursos de capacitación y posteriormente ser derivados a otras instituciones que entregan créditos más altos. Con el cumplimiento de todas estas etapas, los clientes del programa podrán optar al sistema de crédito formal que entregan los bancos chilenos, así como a las distintas redes de apoyo y asistencia que hoy resultan inalcanzables para este segmento. Los clientes son visitados semanalmente por estudiantes universitarios2, los cuáles son los encargados de impartir las capacitaciones, de hacer un seguimiento detallado sobre los negocios y de cobrar las cuotas de cada cliente. Por otro lado, para pedir un crédito los clientes deben formar grupos solidarios3, los cuales están basados en la confianza, respeto y objetivos comunes. Los principales objetivos del programa de micro créditos son aumentar los ingresos de los negocios de los clientes, derivarlos al sistema de crédito formal y potenciar sus habilidades emprendedoras y de responsabilidad, lo que permitirá mejorar su calidad de vida sustancialmente. Los clientes del programa incluídos en el estudio, no superan en promedio la educación básica completa, y tanto ellos como sus cónyuges tienen alrededor de 7,6 años de escolaridad. Su edad promedio es de 35 años, con una muestra que incluye personas entre 16 a 74 años. El tamaño de los hogares es de 4 personas en promedio, de las cuales 2 son hijos que viven en el hogar. El ingreso per cápita promedio que poseen los clientes del programa es de $39.341. Esto significa que están situados debajo de la línea de pobreza, la cuál según la medición del MIDEPLAN y ajustado por las variaciones del IPC entre los meses de Noviembre de 2000 y Junio de 2003, es de $43.604.

Considerando que el objetivo del estudio fue analizar el impacto que posee el programa de microcréditos en el ingreso per capita de los individuos que participan en él, la metodología se dividió en dos etapas de análisis, debido a que se hace un seguimiento durante el primer crédito de los clientes y luego durante el segundo. Esto, con el fin de comparar cuál es el aumento del ingreso al solicitar un crédito, continuar con el segundo, o bien no participar en el programa. En la primera etapa, el grupo a evaluar se conformó con los clientes que recibieron el crédito en Mayo de 2003 y el grupo de control con el cual se comparó, lo constituyó una muestra de hogares con características similares y que no participan en el programa. Se pudo determinar que el impacto del primer crédito en el ingreso per cápita de los clientes es de $12.678. Una vez que se controló por las diferencias en las características de los grupos, (campamento superior, tamaño familiar, número de hijos, escolaridad cliente, edad cliente, escolaridad cónyuge, edad cónyuge, campamento superior), el impacto del programa disminuye, pero siendo siempre estadísticamente significativo. Esta evidencia indica la existencia de un impacto positivo en el cambio de la calidad de vida de los clientes del programa. En la segunda etapa del estudio se utiliza una muestra que posee datos desde Mayo hasta Octubre de 2003. Los principales resultados señalan que, al participar del programa de microcréditos, los clientes poseen aumentos en su ingreso per cápita estables en el tiempo. Es decir, cuando los clientes acceden a un segundo crédito aumentan su ingreso en la misma suma que lo hicieron al iniciar su participación en el programa, en un monto de $12.000 aproximadamente, por lo tanto, la diferencia del ingreso per cápita de los clientes entre Agosto 2003 y Octubre 2003 no es estadísticamente significativa. Sin embargo, un punto relevante es que aquellos clientes que dejaron de pertenecer al programa no mantuvieron el alza de ingresos obtenida en Mayo de 2003, por lo que podemos concluir que el nivel de dependencia de los clientes con el programa es muy alto. Por lo tanto, para que este sistema tenga resultados debe existir una participación constante, ya que los logros se visualizan en el largo plazo. Luego, la evidencia aquí presentada demuestra que el programa tiene un alto impacto en el primer crédito, aumentando el ingreso per cápita promedio en un 25% y

2 Se les llama “Asesores”. Son alumnos de educación superior, siendo recomendable que tengan conocimientos científicos y que hayan hecho anteriormente cierto tipo de voluntariado. 3 Grupo Solidario: Concertación espontánea de tres a cinco personas que realizan o desean iniciar una actividad en conjunto o actividades independientes cada uno, que deciden reunirse obedeciendo a principios de conocimiento previo, confianza mutua y objetivos comunes, uno de los cuales es tener acceso al crédito.

35


OPINIÓN

así, permite al cliente superar la línea de la pobreza, con un ingreso promedio de $46.855. A través del programa, los clientes tienen la posibilidad de acceder a un crédito, situación que no es posible en el mercado de capitales formal. Esto les da la opción de insertarse en el mercado laboral, obteniendo resultados positivos. Según los resultados obtenidos, para que el programa de microcréditos de Un Techo para Chile logre tener un impacto positivo, significativo y sostenido en el ingreso per cápita, éste debiese dar al cliente la posibilidad de acceder a mayores herramientas desde su inserción al programa, tales como utilizar, aprovechar y obtener la tecnología e información disponible. Es necesario acompañar el programa con capacitaciones en oficios básicos y nivelación escolar, y con la búsqueda permanentemente de redes de apoyo, que permitan expandir y mantener los negocios iniciados con el microcrédito.

Bibliografía • • • • •

Plan de Educación 2003, Área de Intervención Social, Un Techo para Chile. Plan de Fomento Productivo 2003, Área de Intervención Social, Un Techo para Chile. Plan de Vivienda 2003, Área de Intervención Social, Un Techo para Chile. “Catastro Nacional de campamentos”, Un Techo para Chile, año 2001. Bravo, David y Dante Contreras (2000). “Impacto de la Introducción de un incentivo monetario en el programa de capacitación laboral Chile Joven”. Seminario de Título. Contreras, Dante (2002). “Simce 1999: Un análisis econométrico de las características de los mejores y peores colegios de Santiago”. Seminario de Título.

Metodología del estudio Diseño metodológico: Carácter cuantitativo. Experimentos naturales con datos de panel (seguimiento). Consiste en comparar los ingresos per cápita exhibidos por el grupo experimental respecto a los ingresos per cápita del grupo de control. Es posible realizar este método dado que ambos grupos pertenecen a la misma muestra y son estadísticamente comparables, es decir, en promedio los grupos poseen características similares sin diferencias estadísticamente significativas. Tipo de estudio: Evaluativo. Unidad de análisis: Clientes del programa de micro crédito de Un techo para Chile en el año 2003. Diseño muestral: Carácter probabilístico simple. Grupo experimental: 94 clientes del programa, siendo esto representativo de 318 clientes de la región metropolitana. Grupo de control: 48 casos, siendo éstos representativos de personas que residen en campamentos donde no se aplica el programa. Se utiliza un 90% de confianza para el análisis de la significancia estadística. Técnica de recolección de la información: A través de encuestas en tres etapas, mayo, agosto y octubre 2003 a las mismas personas para obtener los datos de panel. Muestreo: Mono etápico. Análisis: A través de estimaciones econométricas con método de diferencia en diferencia y por mínimos cuadrados ordinarios utilizando el programa STATA para análisis de los datos. Cabe señalar la enorme dificultad para obtener la información de todas las variables que explican el ingreso per capita. Para esto fue necesario realizar un cuidadoso proceso de completación y validación de la información recibida.

36


REPORTAJE

POLÍTICAS DE INTEGRACIÓN SOCIOESPACIAL: UN FIN A LOS GHETTOS URBANOS

Plaza de San Pedro

Los precios del suelo y la segregación residencial en Santiago son fenómenos que afectan directamente a los habitantes de viviendas sociales y que mayoritariamente causan sentimientos de desesperanza y exclusión. El desencanto de estas familias es un problema importante, considerando que el 22,1% de los hogares que han sido erradicados de campamentos en los últimos años declara estar “peor que antes”.1 Pero la culpa no es de la vivienda, sino del entorno en que se ubica y de las nuevas complicaciones que surgen por ese cambio en el estilo de vida. El concepto de integración residencial cobra mucha fuerza en este contexto y es urgente buscar soluciones, tarea que ya han empezado a plantearse algunos sectores de la sociedad. por Constanza Casanello colaboración María José Guallar 1 Centro de Investigación Social de Un Techo para Chile, “Estudio descriptivo de la situación post erradicación de las familias de campamentos de la Región Metropolitana.”, Isabel Brain, María José Concha, Paula del Campo, 2003.

37


REPORTAJE

Sólo el 9% de los jefes de hogar que han sido erradicados de campamentos de la Región Metropolitana durante estos últimos cinco años, sienten que viven en mejores condiciones que antes.2 Ésta es una desalentadora realidad si se toma en cuenta que todas esas familias juntaron con esfuerzo y perseverancia el dinero para poder postular a los subsidios habitacionales, y terminar con el precario estilo de vida de los campamentos. Esta situación se seguirá repitiendo indefinidamente si es que no se buscan soluciones concretas para combatir el alto grado de segregación socioespacial existente en Santiago. ¿Y qué es segregación socioespacial? Es el grado de proximidad espacial o de aglomeración territorial de familias pertenecientes a un mismo grupo social, ya sea definido en términos étnicos, etarios, religiosos o socioeconómicos, según lo define el sociólogo y docente de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Francisco Sabatini. Se conforman espacios socialmente homogéneos donde no existe una interacción social con los otros grupos. Así, la sociedad se desintegra y se genera exclusión. El mapa de Santiago es una muestra clara de este fenómeno ya que revela la existencia de cordones periféricos donde se ubican las familias más pobres de la capital, en contraste con el sector oriente, donde hay una presencia casi nula de viviendas sociales. Quienes viven en viviendas sociales bajo 400 UF, otorgadas principalmente entre los años 1980 y 2000, son 700 mil personas. Si bien nuestra política habitacional ha sido exitosa cuantitativamente –se han logrado construir entre 80 mil y 95 mil viviendas al año, con lo que se ha disminuido considerablemente el déficit habitacional, la calidad de ésta y el cambio de vida que acarrea para las familias beneficiadas ha traído nuevas complicaciones. En Chile gran parte de la segregación espacial tiene su origen en políticas que se han implementado a lo largo del tiempo, “la decidida política de liberalización de los mercados de suelo urbano emprendida por el gobierno militar en la segunda mitad de los años 70 incluyó, entre otras medidas, la rebaja o eliminación de impuestos a las transacciones de propiedades o a la tenencia de sitios eriazos, la liquidación de las reservas estatales de suelo formadas en el periodo intervencionista, y la eliminación de la norma sobre límites urbanos y definición de un área abierta a la urbanización que, en el caso de Santiago, casi doblaba el área ocupada por la ciudad…uno de los efectos más interesantes asociados a las resonancias geográficas en Santiago es la multiplicación de espacios de borde entre las zonas pobres y usualmente postergadas de la ciudad, y los barrios y centros terciarios modernos que el desarrollo económico ha hecho surgir.”3

Periferia y vivienda social. Las comunas periféricas de la ciudad son las que concentran la mayor cantidad de personas de los niveles socioeconómicos más bajos (D y E). Dentro de éstas, un 54% de la población de La Pintana pertenece al grupo D y un 19,8% al grupo E. Cerro Navia, Lo Espejo y San Ramón, comparten porcentajes similares. En cambio, las comunas de Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea son habitadas por casi la totalidad del grupo ABC1, que representa un 11,3% de Santiago. “Las familias de altos ingresos en Santiago han tendido a localizarse casi en su totalidad en la zona oriente de la ciudad, respondiendo a aspiraciones de lograr en ese sector, una especie de “país desarrollado”, mientras que las zonas sur y poniente han conformado grandes aglomeraciones de pobreza. En amplias zonas de la capital la homogeneidad socioeconómica puede ser total”, explica Sabatini. En tanto, las comunas con mayor superficie de viviendas sociales construidas entre 1991 y 2000 son Puente Alto y Maipú, con un 37% y 18% de la superficie respectivamente, siguiendo las comunas de Quilicura y Pudahuel, todas comunas periféricas. Esta segregación socioespacial es una importante causa PRINCIPALES COMUNAS CON HABITANTES GRUPO D Y E

% 100 90 80 70 60

54%

52,7%

52,3%

50

51,2%

40 30 20

19,8%

17,5%

15,8%

15,9%

Lo Espejo

San Ramón

10 0

La Pintana

Cerro Navia

Grupo Socioeconómico D Grupo Socioeconómico E

2 Op.Cit 3 Sabatini, Francisco y Arenas, Federico. Entre el Estado y el mercado: resonancias geográficas y sustentabilidad social en Santiago de Chile. EURE, Santiago, dic. 2000.

38


LOCALIZACIÓN DE LA VIVIENDA SOCIAL. DIEZ COMUNAS CON MAYOR CONCENTRACIÓN

QUILICURA

PUDAHUEL

LO BARNECHEA

HUECHURABA

VITACURA CONCHALÍ RECOLETA INDEPENDENCIA LAS CONDES QUINTA NORMAL PROVIDENCIA LA REINA LO PRADO SANTIAGO ÑUÑOA ESTACION CENTRAL MACUL PEÑALOLÉN CERRILLOS SAN MIGUEL MAIPÚ LO ESPEJO LA FLORIDA RENCA

LA GRANJA EL BOSQUE LA PINTANA PUENTE ALTO SAN BERNARDO

Comunas con mayor cantidad de viviendas sociales, diez primeras mayorías (1980-2000) Fuente: Nueva pobreza urbana, Manuel Tironi, 2003

VIVIENDAS TIPO D

PADRE HURTADO 1% QUILICURA 14%

RENCA 1%

HUECHURABA 2% CERRILLOS 4%

SAN BERNARDO 11%

de problemas sociales como la deserción escolar, la desocupación, el embarazo adolescente, y de este modo, delincuencia y drogadicción, según el sociólogo Manuel Tironi. “La vivienda social en Santiago ha sido concentrada y segregada, alejando la pobreza de la ciudad y generando grandes zonas de bajo valor inmobiliario, y con ello una serie de anomalías urbanas, como la carencia de servicios, equipamientos y oportunidades en general, cuya implicancia es la exclusión del mercado urbano, y con ello, la pérdida de la inversión estatal”, explica Mirko Salfate, director del área de Vivienda Definitiva de Un Techo para Chile. El hecho de que se construya en zonas periféricas de la ciudad se debe principalmente a que en estos sectores el valor del terreno es más barato. “Hoy en día no hay oferta de suelo bajo 1 UF el metro cuadrado, y para construir viviendas básicas se puede pagar máximo hasta 0,6 UF el metro. Por eso una proporción creciente de la vivienda social se construye fuera de la ciudad”, explica el economista de la Universidad Católica Pablo Trivelli. Otro factor que determina el valor del suelo de las comunas es el grado de urbanización de éstas. Una comuna donde existen los servicios básicos (alcantarillado, agua potable, electricidad), que tiene transportes y que está bien equipada (existencia de colegios, hospitales, áreas verdes, etc.), tiene un precio de suelo más alto, ya que los costos de la urbanización están asociados a su valía. Sin embargo, siempre van a existir diferencias de precios, como lo explica Mario Torres, arquitecto urbanista de la Universidad de Chile: “Hay un tema de status e imagen. La diferencia de costo de suelo en Santiago Centro y en Las Condes no es porque la urbanización sea de mejor calidad. Es un tema adicional, que está dado por la plusvalía”. Si bien el precio del suelo es un argumento clave para impedir la integración, por otro lado hay un factor cultural que incide con fuerza, y que, como explica Francisco

PUDAHUEL 12%

PUENTE ALTO 37%

MAIPU 18%

Fuente: Área urbana de Santiago 1991-2000: expansión de la industria y la vivienda, María Elena Ducci, 2002.

Bahía Catalina

39


REPORTAJE

Sabatini, es el miedo que la sociedad le tiene al pobre, al que asocia como delincuente y se rechaza, todo por un prejuicio social que alimenta aún más la segregación y desarticula el tejido social. El costo social del aislamiento Aún más complejas son las consecuencias sociales y culturales de los conjuntos de vivienda social en la capital, producto de la segregación residencial que generan. Según el sociólogo Manuel Tironi, éstos mejoran el estándar material de las familias, pero producen un quiebre comunitario, a través de su característica segregadora de localización, su diseño funcionalista, la gestión mercantil y su lógica de producción y dotación. La asignación impersonal de distribución de viviendas que no permite a los beneficiados elegir su localización según sus necesidades laborales, familiares o educacionales, impacta directamente en los lazos afectivos, productivos y económicos que pueden tener con sus residencias de origen. Esta nueva realidad les genera apatía, hostilidad interpersonal, desafección cívica, individualismo y así, mayor pobreza. Pero otro tipo de pobreza, la “nueva pobreza urbana”, como la define Manuel Tironi, una pobreza de calidad y no de cantidad. Empieza a perfilarse un fenómeno que antes no se daba, y que ocurre principalmente en las ciudades más grandes. Como explica Francisco Sabatini: “Se trata del ghetto, aquella conformación urbana periférica compuesta principalmente por vivienda social, considerablemente deteriorada, de alta homogeneidad social y fuertemente estigmatizada”.

Colina

40

La gente pierde la esperanza de progresar dentro del sistema debido a una experiencia de rechazo permanente. “Es claro que la segregación hoy día es grave”, agrega Sabatini, “y eso no involucra sólo a los grupos afectados, ya que el ghetto se constituye en un semillero que se va a descargar contra la ciudad. Por eso el tema de dónde estén localizadas estas familias es muy importante”. Para él, lo ideal es que los hogares de los grupos más pobres estén dispersos por todo el espacio urbano, en constante contacto con los otros grupos sociales. Las contrariedades urbanas que se presentan en esta situación, como embarazo adolescente, drogadicción, violencia y deserción escolar, forman parte de una cadena de fenómenos que son parte del problema de desintegración social. Como advierte Francisco Sabatini, “el aislamiento hace que las personas se salgan del normal funcionamiento social. Sienten que están abandonadas por el resto de la sociedad, no tienen expectativas de lograr sus aspiraciones. La pobreza en campamentos es una pobreza con esperanza en el futuro porque la vivienda definitiva es una causa por la cual luchar. Pero la pobreza en viviendas sociales aisladas es de desesperanza, no creen que exista la oportunidad de progresar en el sistema, ya que, por ejemplo, se encuentran lejos de las oportunidades laborales”. Integración residencial en otros países: ¿un modelo posible de aplicar? Los países desarrollados están realizando esfuerzos significativos por revertir la segregación residencial de los grupos más pobres. Estas iniciativas extranjeras incluyen diferentes medidas, como la demolición de


conjuntos estatales de vivienda social y su reemplazo por conjuntos pequeños dispersos en barrios de mejor condición social. La tendencia se inclina a asumir que una ciudad con ghettos no es segura y que los distintos grupos socioeconómicos no pueden estar aislados unos de otros. En Francia, hace cuatro años, se está aplicando gradualmente, una política urbana que pretende lograr un verdadero desarrollo económico, social y urbano de los barrios más desfavorecidos. Una de las metas es luchar contra la segregación. Para este fin, se creó por consenso una ley sobre solidaridad y renovación urbana la cual exige que las aglomeraciones de más de 50 mil habitantes incluyan en sus municipios un 20% de viviendas sociales antes de 2020. Los municipios que no cumplan estas disposiciones son sancionados con una multa de mil francos anuales por cada vivienda que falte para completar la cuota. Si bien ha costado sacar adelante esta política, su gran mérito es que ha logrado instaurar en la sociedad francesa la conciencia de que la segregación espacial de los grupos más postergados representa un daño no solo para éstos, sino que para todos. Este modelo de cuotas que obliga a que en distintas áreas se desarrolle el proyecto a escala parcial, se repite en forma similar y con éxito, en Malasia, Inglaterra y otros países europeos. Francisco Sabatini cree que esta es una buena solución pero que en Santiago puede ser difícil de implementar. Señala que lo primero que se necesita es discutir el tema, que exista “aprendizaje social”, porque es un principio que debe imperar y que toma mucho tiempo internalizar en la conciencia colectiva. “Existen muchos fantasmas con respecto al tema: que al vivir cerca de los pobres va a bajar el precio de las propiedades, que va a aumentar la delincuencia...Ninguna de esas cosas es seguro que ocurra”. Ricardo Tapia, Director del Instituto de la Vivienda de la Universidad de Chile (INVI), cree que el ejemplo francés puede ser factible de realizar, pero para ello “se necesita el acuerdo de los principales protagonistas del desarrollo urbano y habitacional: el sector privado, el poder legislativo y el Estado a través de su rol subsidiario. Después de los acuerdos se necesitan sistemas que funcionen y que sean beneficiosos para los inversionistas y para el Estado”. El economista Pablo Trivelli considera que el ejemplo de Francia es muy interesante, pero que las dificultades para llevarlo a cabo son grandes. “La principal razón por la que la gente estaría en contra es la creencia de que se arruinarían sus plusvalías”. Trivelli cree que existe un problema político-ideológico y cultural grave en cuanto a la convivencia, y que si no se termina con eso, difícilmente se podrá actuar, ya que la segregación forzosa no es buena. “La integración se va a producir bien

Los Húsares

cuando sea algo que se produzca con aceptación de la gente”, agrega. En la búsqueda de soluciones Héctor López, jefe del comité asesor de la ministra de Vivienda y Urbanismo, Sonia Tschorne, afirma que en el gobierno se conoce la ley francesa y que gradualmente se está comenzando a aplicar algo que se le aproxima: “a los proyectos que se generan en las zonas de desarrollo urbano condicionado se les exige que un 20% de las viviendas estén destinadas a vivienda social, ya que de no pactarse así, no se aprueba el proyecto inmobiliario”. Otra alternativa para que el Estado pueda destinar más recursos y así invertir en mejores (er)radicaciones es planteada por Mirko Salfate, quien propone desarrollar la capacidad estatal o municipal de recuperar plusvalías sobre el mercado de suelo urbano. “Esto, junto a la participación activa del sector privado en la generación y aplicación de nuevas soluciones, permitiría tener mas recursos y optimizar el uso de estos, logrando así elevar el estándar y revertir el estigma de la vivienda social.” Para el sociólogo Francisco Sabatini, hay ciertas medidas que podrían tomarse para lograr una sociedad menos discriminatoria y que se traduzcan en una mayor integración geográfica en Santiago. “Es necesario restringir las ganancias especulativas del precio del suelo y poner impuestos a la tenencia de sitios eriazos para inducir a la integración, que se lograría fomentando el sistema de cuotas francés y facilitando la penetración de barrios ricos en comunas pobres, como ha ocurrido en Peñalolén y Huechuraba donde se está produciendo una mezcla social muy valiosa”. La escasez de suelo no es un factor que impida construir en zonas céntricas de la capital. El asesor de la ministra de Vivienda, Héctor López, asegura que “el centro de Santiago se puede optimizar y recuperar, tanto desde el punto de vista de densificación, como desde el punto de vista de la recuperación patrimonial que se haga de edificios antiguos. El centro de Santiago tiene

41


REPORTAJE 42

un porcentaje importante de hectáreas que aún son utilizables, y hay muchos edificios en el casco antiguo que pueden recuperarse tanto para vivienda social, como para vivienda de alto costo”. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) está llevando a cabo actualmente un proceso de revitalización de un área del centro, la antigua línea férrea. Si el proyecto de revitalización del centro de Santiago (de la Dirección Ejecutiva de Obras Bicentenario), es canalizado correctamente, permitiría la renovación de mil hectáreas pudiéndose construir ahí distintos tipos de vivienda. Llevando a cabo este plan, se evitaría en parte más segregación. “El tema de la segregación es un tema de voluntad política por llevar adelante ciertos programas específicos para habitar la ciudad”, afirma el arquitecto Mario Torres. Explica que hay una gran cantidad de hectáreas eriazas en el centro, que mediante políticas de subsidio reales se podrían usar como zonas residenciales. “Si uno estudiara el costo real de lo que implica construir una vivienda en las afueras, al sumarle todos los costos de transporte, servicios, etc. seguramente llegaría al mismo valor que si se ubicara en el centro de la ciudad”, agrega. Desde el Minvu, el año 2001 se implementó el programa Fondo Solidario de Vivienda. Esta alternativa busca que la gente se organice y busque una entidad que los patrocine, ya sea una fundación, una corporación o la Municipalidad para trabajar en conjunto y presentar un proyecto habitacional desde diez hasta 300 familias. La idea es que las familias puedan elegir dónde quieren vivir, dentro de las alternativas existentes y de acuerdo a la cantidad de UF que les da el subsidio y sus ahorros. Claudia Pinto, directora del programa, explica que el 2001 se partió con un programa piloto de 2500 subsidios. El 2003 se implementó el “Banco de Proyectos”, donde las entidades organizadoras presentan el proyecto para que sea analizado, y si es aprobado –dependiendo de su viabilidad técnica, financiera y social- se empieza a realizar. Este año el cupo fue de 22 mil 500, en todo el país. El programa requirió un incremento muy fuerte en la inversión del ministerio, pero esa inversión tuvo una respuesta, debido al éxito que tuvo. “El programa fue pensado con una lógica de integración, no de segregación. Es difícil decir que es la solución, pero tiene una mirada distinta, ya que apunta a que la gente puede seguir viviendo en el lugar donde reside, o en sectores cercanos. No expulsa a la gente de su territorio”, explica. Esta política también apunta a hacer uso de los barrios que están consolidados y de la infraestructura que existe. Existen varias alternativas de proyectos que se pueden presentar: construcción en nuevos terrenos, construcción en sitios de residentes, densificación predial, adquisición de vivienda usada, adquisición de vivienda nueva y rehabilitación de cités.

Si las reformas de política urbana, cambios en la mentalidad ciudadana, y posibles acuerdos para reducir el problema se llevan a cabo en forma adecuada, los cambios deberían operar haciendo más heterogéneas zonas que actualmente son uniformes. Se favorecería así el contacto entre familias de diferente condición social y la creación de espacios públicos más diversos. Esta conectividad, para las familias pobres, es sin lugar a dudas una importante ayuda para salir de su condición. El economista Pablo Trivelli siente que hay expresiones que manifiestan que están ocurriendo cambios. Una de esas expresiones se da en la segunda vivienda, ya que en los sectores donde están las casas de descanso se está produciendo, hace pocos años, una mezcla social que no era conocida en Chile. “Los que viven en esos lugares son de diferentes extracciones sociales y eso es una novedad. Por otra parte, la juventud de ahora es menos prejuiciosa de lo que hemos sido los mayores”. El sociólogo Francisco Sabatini plantea que las grandes infraestructuras que existen actualmente, como autopistas y carreteras construidas a escala regional, permiten que las empresas puedan construir nuevos conjuntos habitacionales donde sea, creando ciudades mas competitivas. “Al construir barrios ricos en comunas pobres, se logra el acercamiento social, al contar con más recursos la comuna progresa, hay mas organización, seguridad, comercio, calidad de servicios, calles mejores, alumbrado público. Eso le da esperanza a los más pobres, y posibilidades de integración y progreso en su mismo espacio”. La idea es que los beneficios de la modernidad lleguen a todos. Para eso hay que tener accesibilidad, lo que no se logra radicando a los más pobres solo en la periferia. Lograr una sociedad más integradora es algo que debe partir desde las personas para ir potenciando la cultura de la solidaridad y de la equidad en nuestro país.

Colina


TERTULIA FLEXIBILIDAD LABORAL La flexibilidad laboral es el conjunto de acciones y normativas que afectan al mercado laboral introduciendo jornadas parciales flexibles, remuneraciones variables y otras medidas. La larga discusión que este tema ha causado en el país y la tasa de cesantía que hoy se vive, motivó a organizar la tercera tertulia del año en Un Techo para Chile, donde el ministro Ricardo Solari y el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Joseph Ramos, intercambiaron opiniones y coincidieron en que es necesario flexibilizar el mercado laboral chileno para ganarle la guerra al desempleo

“El tema de la flexibilidad laboral es muy importante, y su consecuencia directa es que no hay otra estrategia de superación de la pobreza más que aquella asociada a la creación de empleo”. De esa forma, el ministro del trabajo Ricardo Solari inició su exposición frente a los jóvenes reunidos en la Tertulia organizada por el Centro de Investigación Social de Un Techo para Chile. La última encuesta publicada por el INE, reveló que el índice del desempleo de mayo-junio fue de un 9,7%. Esta cifra es preocupante si se considera que la economía está en plena reactivación y para este año se proyecta un crecimiento superior al 5%. Para el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Joseph Ramos, lo extraño de estos datos es que ha aumentado el empleo en las empresas, pero ha caído el empleo por cuenta propia. “Este dato es importante, y permite en parte descartar que el pobre desempeño del empleo se deba a que las empresas están inhibidas a contratar por temor a los altos costos de despido u otras rigidices. Si el problema radicara en que debido a la inflexibilidad no se está contratando, sería el

empleo por cuenta propia el que crecería y no el empleo en las empresas”. El ministro Solari cree que no hay que olvidar que Chile tiene una tendencia histórica de desempleos altos, y que el período de gloria económica desde fines de los años ’80 hasta 1996, fue excepcional. El Panorama actual Según el ministro, el problema del desempleo y su relación con la flexibilidad laboral debe verse desde el escenario micro y macroeconómico. Sostiene que “en relación a lo micro existe discusión sobre si las normas laborales, las que determinan la relación de contrato de trabajo entre empleador y trabajador, son flexibles o rígidas, siendo que en realidad somos flexibles para algunas cosas y rígidos para otras. Respecto a la flexibilidad, en Europa hay muchos países en que están prohibidos los despidos colectivos, pero en Chile sí puede hacerse. Es en el despido individual en el que Chile presenta una rigidez a través de la indemnización por años de servicio. El problema de ello

43


TERTULIA 44

es que la empresa despide cuando tiene problemas, no cuando está progresando; y cuando tiene problemas, le cuesta doblemente pagar las indemnizaciones.” Destacó también el hecho de que las mujeres son quienes deben asumir prácticamente todo el costo laboral adicional que significa la maternidad. Por ejemplo, las salas cunas que deben funcionar por cuenta del empleador en las empresas que tengan más de 20 mujeres, llevan a que la curva de contratación de mujeres comience aceleradamente, pero en la número 19, se detenga. No se contrata a la vigésima mujer, para no tener que contar con esa disposición legal, a menos que sea una ocupación femenina por naturaleza. En ese caso se observa un caso de rigidez muy dramática, puesto que se castiga a la maternidad por una parte, y por otra hace que las empresas eludan contratar mujeres. Para el economista Joseph Ramos el problema es serio y el objetivo de una política de empleo no deben ser los empleos de emergencia. “Yo creo que el desafío para los economistas es idear políticas de empleo que generen un trabajo bastante más permanente. Limpiar las hojas y cosas por el estilo no es una solución. Hay que hacer un menú de opciones”, sostiene. En relación a esto, hay propuestas de ley que tratan de flexibilizar las contrataciones. La idea radica en que si es muy difícil despedir gente por las exigencias de indemnización, tal vez también se evite contratar. “Hay 2 propuestas que recoge el proyecto de ley: una es permitir que la jornada laboral de 48 horas se pueda distribuir a lo largo de un período más largo, no semana por semana, porque hay mucha estacionalidad en la producción. La otra es una suerte de salario mínimo más bajo para los jóvenes de 18 a 24 años, en el sentido de que se les permite eliminar la indemnización si es que esos trabajadores son capacitados. Yo creo que eso está bien, pero no es una solución, ya que no lograría un descenso en el desempleo más allá que desde 9,7% a 9,6%. El desafío intelectual real de Chile, es que como país pequeño, con una economía abierta, será siempre vulnerable a shocks externos, y hay que crear mecanismos para resguardarse de eso”, afirma Ramos. “El tema de la escolaridad, también es importante; existen múltiples estudios que avalan el hecho de que las probabilidades de conseguir un empleo tiene estrecha relación con los años de estudio. Es preocupante que el 40% de la fuerza laboral chilena no ha concluido los estudios medios, entonces cuando se habla de problemas estructurales en materia de crecimiento de la economía nos enfrentamos a la dificultad que las economías modernas requieren a personas mucho más escolarizadas, que tengan competencias transversales, manejar un computador, saber entender instrucciones y

ojalá ser bilingües”, señala el ministro del trabajo. Las Propuestas EL Ministro Solari considera que hay una serie de reformas que podrían ser muy positivas para crear nuevos empleos. “Lo primero es facilitar las posibilidades de despedir. Esto aunque suena muy cruel es lo que abre y facilita la contratación. Pero debe ir asociado a la creación de un buen seguro de desempleo, porque si se facilita el despido es necesario darle una solución a esa persona que queda sin trabajo”. El experto Joseph Ramos coincide en la importancia de mejorar el seguro de desempleo. “Es muy distinto quedar cesante cuando el desempleo es 6% que cuando es 10%. El seguro no hace esa diferencia. Lo que buscamos es un catastrófico para el seguro de cesantía, que el seguro dure más meses cuando la cesantía sea mayor a alguna cifra, y dure menos cuando la cesantía sea normal, porque cuando es normal es más fácil encontrar trabajo que cuando hay despidos generalizados”. En relación a las mujeres, Ricardo Solari asegura que se deben hacer dos cosas: “Quitarle a las normas legales el sesgo “antimujer” que tienen y, de haber algún tipo de protección a la maternidad como salas cunas, fueros maternales, licencias preferentes, etc, esto tendrá que ser vinculado de algún modo a hombres y mujeres, para que no sea un castigo, especialmente para mujeres más pobres que acceden a puestos de trabajo informales. En segundo lugar está el tema del cuidado infantil, que existan más jardines infantiles para que una mujer que quiere trabajar y no tiene con quien dejar a sus hijos, pueda dejarlos ahí. El tercer punto es el de la jornada de trabajo, en cuanto a turnos y modificación de la jornada. Pero como las jornadas no se imponen, sino que se pactan, para llegar a acuerdos es necesario un consenso


Flexibilidad Laboral social que esté inspirado en la confianza mutua”. Para Ramos, el tipo de desempleo que debe frenarse, es el que va asociado a shocks externos, que llevan a tener saltos en el desempleo de 6 a 10% o, peor aun, de 15 a 20% como en los años ’80. “La propuesta es incentivar la reducción de horas en lugar del despido. En situaciones calificadas como críticas por algún consejo económicosocial, como el Banco Central, se autorice a empresas a bajar horas en lugar de despedir. Cuando hay recesión, cuando a todos les va mal, todos despiden, entonces la idea es que en vez de despedir al 5% de la gente se disminuyan las horas de trabajo en un 5%, conservando el derecho del trabajador a aceptar el despido y recibir una indemnización si no está de acuerdo con la reducción de horas. Esto porque la primera reacción de una empresa ante una baja en sus ventas, es bajar las horas de trabajo, las horas extras. Pero tan pronto llegan a las 48 horas (45 en Enero), comienzan a despedir, porque si quieren reducir la jornada, están violando el contrato”. Promover el trabajo a 2 y 3 turnos es otra de las medidas propuestas por el profesor Ramos. “En Chile cuesta más o menos 30 mil dólares generar un empleo productivo, variando de acuerdo al sector. Si por ejemplo una retroexcavadora en lugar de trabajar 8 horas, trabajara 16, generaría 2 empleos en vez de uno, con la misma inversión. Y si en lugar de trabajar 16 horas, o sea 2 turnos, trabajara 3, esa misma inversión generaría 3 empleos, y serían empleos productivos, no empleos ficticios, a medias”. Para ello habría que tomar ciertas medidas técnicas, tales como que la depreciación de los equipos fuera según la intensidad de uso y no según años, o sea, la fábrica que trabaja 16 horas, deprecia al doble de ritmo que la que trabaja 8 horas. Lo segundo sería facilitar jornadas sobre la base de un mes, e incluso de un año, algo que hoy

se está discutiendo en un proyecto de ley. Y por último, licitar proyectos de viviendas y obras públicas que se lleven a cabo en 2 y 3 turnos. Los temores Frente a la pregunta de cuáles son los temores que impiden que se pueda llevar a cabo una mayor flexibilidad laboral, ambos invitados coinciden en que la innovación siempre ha costado en Chile, pese a la gran capacidad que puedan tener los empresarios. Hay una serie de trancas y de miedos que se arrastran a través de la historia, lo que impide lograr la innovación pese a los beneficios. Los empresarios por un lado, tienen aprensiones desde la época de la Unidad Popular, y temen que sus trabajadores se tomen las fábricas, empresas, campos. De ahí que sean muy cautelosos en dar ciertas libertades o garantías. Por otra parte, los trabajadores tienen un enorme temor a perder el empleo y esa incertidumbre hace que ellos no sean trabajadores solventes de sus propias situaciones y condiciones de trabajo. Además, existe un sindicalismo con muchos retrasos, con una representación muy sesgada y conservadora. Como conclusión, el ministro Solari sentenció: “La importancia de tener flexibilidad laboral es esencial, pero es necesario que la sociedad sea capaz de estructurar un cuerpo de acuerdos y de consensos que permitan poner la confianza como base de la construcción de las leyes. Los pactos sociales se han logrado en muchos países, donde empleadores y empleados entregan algo. Pero a nuestro país le queda mucho por recorrer para llegar a eso y hay que seguir empeñándonos cada día, porque sin la posibilidad de pactar, todas las legislaciones seguirán siendo conflictivas y toda norma laboral parecerá como una imposición”.

45


REDES

POBLADORES DE CAMPAMENTOS Y MUNICIPALIDAD

UNA RED DE DESAFÍOS La vulnerabilidad social se asocia a la capacidad que tienen las personas de movilizar sus propios recursos para aprovechar oportunidades ofrecidas en el entorno, formado por el mercado, la sociedad y el Estado. La calidad del vínculo, entre las personas y las oportunidades, se relaciona con la capacidad de utilizar los recursos y con la calidad de las oportunidades ofrecidas.

Los pobladores de campamentos, debido a su situación de vulnerabilidad social, muchas veces presentan dificultades para movilizar sus recursos y utilizar las oportunidades de integración social brindadas. Al mantenerse alejados de las oportunidades, se encuentran inmersos en un círculo de exclusión y pobreza. Como una forma de contribuir a superar la vulnerabilidad y hacer que la relación entre pobladores y oportunidades sea adecuada, es necesario que existan y operen las redes sociales, como mecanismo de vinculación entre los diferentes sistemas. Las redes sociales son vínculos que favorecen los contactos, abren oportunidades y permiten a las personas obtener nueva información. Actúan como mecanismo que incide en las oportunidades, generando un aumento en la movilidad social. Para las personas que viven en campamentos las redes sociales representan una posibilidad de movilizar sus recursos y de acceder a más y mejores oportunidades. Para esto es necesario que los pobladores sean capaces de visualizarlas y luego beneficiarse de ellas. Entre las oportunidades que son ofrecidas a las personas, la municipalidad tiene gran importancia, ya que es la estructura estatal a nivel local y ofrece bienes y servicios que se constituyen en derecho o condición mínima exigibles por todas las personas. Sus servicios representan oportunidades asistenciales y promocionales para los habitantes de la comuna, posibilitando su integración en la medida que sean visualizadas y aprovechadas. En los campamentos, la mayoría de las personas se relacionan con su municipalidad, lo que les permite obtener información y acceder a los servicios ofrecidos. En este sentido, la institución se constituye en una oportunidad, en el momento que las personas hacen uso de algún beneficio. Sin embargo, a pesar que los pobladores movilizan sus recursos y se vinculan con sus respectivos municipios, los beneficios que reconocen y aprovechan, son sólo una parte de las oportunidades que ofrece la institución. La principal relación se da con departamentos asistenciales, solicitando ayuda de tipo material, con lo que logran solucionar problemas de carácter urgente, principalmente emergencias en sus viviendas, problemas de alimentos, abrigo y bienes materiales. Los pobladores consideran que la calidad de la relación que establecen con la municipalidad es buena, debido a que no evidencian problemas en la atención, los tiempos de espera son moderados y los funcionarios entregan al público una atención de calidad. En este sentido la relación es un facilitador para hacer uso de los servicios. Las personas valoran de manera positiva su relación con la institución, así como también los beneficios obtenidos, ya que les

46


son útiles para la solución a algunos de sus problemas más urgentes. Los pobladores encuentran en la municipalidad un espacio de ayuda asistencial, por lo que la red establecida no posibilita la movilidad social ascendente de las personas ni facilita su inserción a la sociedad, ya que están dejando de lado oportunidades de promoción de empleo, talleres, capacitación, recreación, que posiblemente tendrían un mayor impacto en la calidad de vida de los pobladores y serían un aporte que les permitiría vincularse con el mercado del trabajo y con oportunidades mayores ofrecidas desde el Estado y la sociedad. Beneficiarse de estas oportunidades de carácter promocional podría aportar a disminuir la vulnerabilidad que presentan los pobladores, caracterizada entre otras cosas, por un debilitamiento de los lazos que unen al individuo con la sociedad. De esta manera, se puede decir que la vinculación de las personas con oportunidades de promoción que hoy no son aprovechadas, se presenta como un desafío para superar la pobreza, en cuanto podría facilitar la integración de las personas a la sociedad. En la medida que los sujetos logren visualizar una mayor cantidad de beneficios y servicios, y hacer uso de ellos, la municipalidad se constituirá en una oportunidad significativa para las personas, facilitando su inserción en la sociedad. A través de lo mencionado, se puede concluir que la red entre los pobladores y la municipalidad es una relación estable, sin embargo los beneficios que se obtienen, al ser asistenciales, no se constituyen en vehículo movilizador de recursos, por lo que la relación no logra contribuir a disminuir la vulnerabilidad de las personas. Considerar las características de la red social entre los pobladores de campamentos y la municipalidad es relevante para el diseño de intervenciones en contextos de pobreza, ya que estos elementos arrojan nuevas luces para mejorar el trabajo en terreno. En este sentido el desafío de trabajar en este ámbito es contribuir a que las personas y comunidades logren visualizar y aprovechar las distintas oportunidades que brindan instituciones presentes en su entorno. Para acercarse al desafío planteado es necesario diseñar intervenciones que promuevan el protagonismo de las personas que viven en situación de pobreza, como una forma de desarrollo social de largo plazo, potenciando sus propias capacidades y habilidades para que logren contactarse con redes de apoyo apropiadas que les permitan mejorar su calidad de vida, contribuyendo de esta manera al proceso de inserción significativa de las personas en la sociedad y a la superación de su situación de pobreza de manera autónoma. Referencias Bibliográficas • Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza. “Potencialidades y oportunidades: Un Enfoque Global de la Pobreza y su Superación”. FNSP. Santiago 1999. • Granovetter, M. “La Fuerza de los Vínculos Débiles”. En: American Journal of Sociology, vol 78, Nº 6, USA. 1973. • Marshall, N; Moral, M. “Capacidades y Dificultades para Tejer Redes Sociales en Campamentos de la Región Metropolitana”. Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago. 2004. • Wormald, G. “Algunas reflexiones sobre pobreza y vulnerabilidad social” En revista CIS Nº 3. • Wormald, G; Cereceda, L; Ugalde, P. “Estructura de oportunidades y vulnerabilidad social: los grupos pobres de la Región Metropolitana de Santiago de Chile en los años noventa”. En Wormald, G; Kaztman, R (coordinadores); “Trabajo y Ciudadanía”, Cebra, Santiago. 2002.

Por Natalia Marshall Líbano y Macarena Moral Ansoleaga

47




CIS CENTRO DE INVESTIGACIĂ“N SOCIAL

cis@untechoparachile.cl

www.untechoparachile.cl/cis


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.