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El rock no ha muerto
Charlie, Renzo, Daniel y Juan Carlos «Perro», más conocidos como «Los Outsaiders», están contando los días para llevar a cabo la grabación de su cuarto disco en México. La banda visita nuevamente el exterior, pero es la primera vez que Adan Jodorowsky produce su música.
EscribE claUDia MartEns
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Si hablamos de bandas de rock nacionales, es indispensable mencionar a «Los Outsaiders». Esta agrupación, que lanzó su primer álbum en el 2013, ha llegado más lejos que cualquier otra. No solo logró trabajar con Gordon Raphael, Julián Navejas y Rudy Pagliuca en la producción de sus discos; sino que dio varios conciertos en diversos países de Latinoamérica.
Ahora están preparando un prometedor proyecto que genera muchas expectativas entre el público, pues está bajo la producción de Adan Jodorowsky. Este personaje ha trabajado en la misma área con Enrique Bunbury, Natalia Lafourcade, Bándalos Chinos y otros grandes artistas. Según Renzo Pinedo, baterista de la banda, se sienten muy emocionados por lo que se avecina.
«Adan ha estado dentro de la bolsa de nuestros objetivos desde hace muchos años. Inclusive, para el disco anterior nosotros habíamos considerado que él lo produjera. No se pudo dar en ese momento, pero ahora volvimos a intentarlo y felizmente esta vez sí se nos dio. Estamos en preproducción del disco y trabajamos directamente con él».
A través de su trayectoria musical, «Los Outsaiders» han renovado su estilo. Ello se puede apreciar en las canciones que pertenecen a cada álbum. En «Outsaiders» (2013) presentan ritmos ásperos y duros. Por otro lado, en «El asesino del Rey Peste» (2018) y en «Tiempos de Bronce» se ofrecen ciertas canciones más suaves, con mayor trabajo de voces y uso de pianos. Sin embargo, nunca han dejado de lado los ritmos iniciales y la temática de sus letras.
«Hemos cambiado nuestra música porque también evolucionamos como personas. Lo que viene ahora es diferente», expresa Juan Carlos, el bajista. «Yo creo que algo imprescindible para nosotros es la honestidad. Nadie se sentiría cómodo si es que alguno sugiere que hagamos otro estilo para obtener mayor pegada. Cada idea lleva la esencia del grupo», añade Charlie, el vocalista.
A pesar de que por el momento no les gustaría dar un giro radical en la música que producen, no se cierran a la posibilidad de trabajar con músicos o grupos que pertenezcan a otros géneros. Para el próximo álbum, están planificando ciertas colaboraciones que aún no están confirmadas.
«Cada disco es una oportunidad para relacionarnos. Tenemos algunas versiones no oficiales, pero ninguna colaboración dentro de un disco», explica Renzo.
«Los Outsaiders» son una banda de rock de la que todo peruano debería estar orgulloso. No solo por triunfar en el Perú y el mundo con su arte, sino por inspirar a futuras generaciones a adentrarse en la senda musical. Basta con escuchar alguna canción para darse cuenta del talento, empeño y calidad que poseen.
«Quiero que digan: ‘Sí, se puede hacer música en Perú’. Me gustaría ser inspiración para gente que quiere hacer lo mismo que nosotros», comenta Juan Carlos. A pesar de esto, la banda conoce todas las dificultades que presenta la industria musical en nuestro territorio. Se muestran muy optimistas ante futuros cambios que podrían lograr que este espacio artístico se fortalezca y sea una parte sólida de la eco- nomía nacional.
«Para mí es muy importante mirar hacia adelante. Está bien tener referencias. Lo malo es cuando ello impide que ciertas cosas puedan ser superadas en la actualidad. Luchar contra esa barrera es extremadamente fuerte y complicado. Hay gente que ni siquiera quiere escuchar algo nuevo. De arranque te dicen que en esta época no existe buena música. Sin lugar a dudas, debemos innovar», puntualiza Charlie. //
Me gusta comentar lo que pasa en un filme con el objetivo de validar el hype que presenta. Es evidente que eso molesta a muchísima gente, pero ¿no es lo emocionante de ver una película con alguien que también se apasiona por lo que está mirando contigo? Es como evidenciar un partido de fútbol y cantar los goles cuando ya ha culminado el encuentro. Una conversación para la que seguramente no estás preparado. En cualquiera de los casos, nunca tan hablador en fondo y forma. Tengo una lista de películas que quiero ver a lo largo del año, las cuales mostré en mi primera columna de esta revista. Mi pasión es observar una por una y esperar a la siguiente, solo por puro placer. No me gustan las cintas viejas. Veo las que se estrenan en el cine y alguna power que salga en streaming. Siempre ingreso a la sala con una polera corta viento, sea invierno o verano; pues el aire acondicionado me mata. Previo a la pandemia, recuerdo que a menudo me dormía a mitad de las películas. No porque fuera mala —aunque sí me tocó un par—, sino porque llegaba tan cansado del trabajo que, cuando terminaba la canchita, mis ojos decidían irse también. Hoy, con el teletrabajo, siento que los horarios se han acomodado de manera fabulosa, pese a que las funciones de medianoche desaparecieron. Eran unos buenos preestrenos. Antes de casarme, iba muy seguido al cine solo. Algunos amigos preguntaban si la gente me miraba raro. Yo siempre respondía: ¿tú crees que los demás andan pendientes de uno? Cuando estaba en el colegio, lo pensaba constantemente. Con los años aprendí que no. Comencé a disfrutar de las cosas que más amaba sin prejuicios, y una de ellas era ir al cine en solitario. Es divertido porque te planificas y