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MI FEELING CON EL CINE
Por Renato Vinatea (*)
ya está, sin tener que quedar en una hora con alguien. Puedes comprar 5 minutos antes. Entras a la sala a comer canchita o un pan con hotdog y tomar una gaseosa. La pasas excelente; aunque depende de la película. Actualmente, pasa algo muy particular. Me invitan a los Avant Premiere de las películas de diferentes distribuidoras de cine en Perú. Aparte de vivir agradecido con ellos, siento un mood completamente diferente; porque es imposible no entrar a la sala de cine emocionado por toda la previa que te rodea. Ya no solo es canchita y gaseosa; sino convivir con famosos, luces, fotos, entrevistas, conversar con amigos del medio (creadores de contenido de cine), terminar comentando expectativas antes de entrar y rápidamente abordar resultados posteriores a la cinta. Aún ni has procesado los sentimientos que has vivido en la sala, pero ya estás emitiendo una opinión. Hermosamente abrumador. Un sueño hecho realidad. Mi feeling con el cine nació a los 24 años. Antes estaba en otra. Creo que por eso me apasiona tanto lo que ahora escribo en estas líneas. Trato de recuperar el tiempo perdido. En cualquiera de los casos, solo busco encontrar esas emociones que provocan diferentes directores. Llorar y reír son algunas de las experiencias que persigo cuando ingreso a una sala de cine. Me emociona estar expectante al sentimiento con el que voy a conectar. Siempre es una ruleta rusa. Quiero agradecer a August y Louis Lumière, quienes fueron pioneros en la tecnología de su tiempo y proyectaron ante un público imágenes en movimiento el 28 de diciembre de 1895 en París, Francia. Gracias por inventar la primera experiencia de cine.
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