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Perlas negras

Bodegas Rodero presenta algunos de los mejores vinos de Ribera del Duero, España. En exclusiva, Carmelo Rodero, propietario y fundador, nos brindó detalles de su trabajo y el portafolio que ofrece en el Perú gracias a Lc Group.

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Carmelo Rodero puso los primeros cimientos de su sueño vitivinícola en Pedrosa de Duero hace más de tres décadas. La pasión por el campo y la viña, que heredó de sus padres y abuelos, le motivaron a levantar la bodega con la que siempre había soñado. Desde temprana edad tuvo claro que, para elaborar grandes vinos, necesitaba cosechar la mejor uva. Sus «perlas negras» son el fruto de toda una vida dedicada a cuidar el viñedo.

Las hijas de Carmelo, Beatriz y María, siguieron los pasos de su padre e hicieron suya esta pasión por la tierra, la viña y el vino. Beatriz es la directora técnica de Bodegas Rodero, la encargada de elaborar los elegantes, sutiles y sofisticados vinos que llevan el nombre de su padre. María es la directora comercial, responsable de hacer que las referencias que elaboran recorran el mundo. De esta manera, la tradición y la innovación van de la mano. El legado de Carmelo Rodero no podía estar en mejores manos, pues la historia de esta bodega familiar vive dentro de cada uno de sus vinos icónicos.

«La uva que utilizamos proviene de viñedos propios repartidos en 170 hectáreas. Para garantizar la calidad de los racimos, supervisamos el ciclo de la vid desde que salen los primeros brotes, hasta que los frutos se encuentran en un estado óptimo de maduración. Vendimiamos a mano, consiguiendo que la uva llegue perfecta, y utilizamos nuestras ‘perlas negras’ para elaborar los extraordinarios vinos de la bodega», comenta Carmelo Rodero.

La altitud de sus viñedos se sitúa en cotas que oscilan entre los 900 metros en el caso de las lomas interfluviales, hasta los 750 metros en los valles. Los terrenos son arcillosos, aunque no se excluyen los calcáreos, pobres en materia orgánica y ligeramente alcalino, combinados con cantos rodados, limos y arenas. «Considero que presentamos complejidad de terreno. Las parcelas de tierra suave como la arena nos da vinos perfumados y frutales, sin embargo, la arcilla calcárea brinda más cuerpo. Es interesante hacer una mezcla de tierras para conseguir los productos», agrega.

La calidad de los vinos se trabaja durante todos los procesos de elaboración. Mediante un sistema único y patentado de vinificación, manipulan sus frutos por gravedad, sin bombeos y cuidando al máximo todas las propiedades. Los vinos están en el mercado peruano desde hace ocho años. Hoy, las cinco líneas llegan gracias a la distribuidora e importadora Lc Group: 9 meses, Crianza, Reserva, Pago de Valtarreña y TSM.

«El ‘9 meses’ es un varietal 100% Tempranillo. Lo elaboramos con las uvas más jóvenes. Cambiamos el 50% de barricas cada año. Para quitar el golpe fuerte de madera, terminamos 3 meses con este vino y redondeamos con otras que vamos a desechar. Se agota rápido en el mercado. El ‘Reserva’ y ‘Crianza’ son distintos. La composición varietal es 90% Tempranillo y el 10% Cabernet Sauvignon, el cual es difícil de encontrar en copa. Aporta frescura, fruta y un largo final que te invita a seguir tomando. Ello permite que los vinos evolucionen perfectamente. La Denominación de Origen Ribera del Duero nos permite mezclar Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, pero debe tener un 75% de base de Tempranillo», menciona Rodero.

Por su parte, el Pago de Valtarreña es 100% Tempranillo. Presenta aromas y sabores a frutas negras con recuerdos tostados de cueros y cafés. En boca es aterciopelado, fresco y equilibrado. Finalmente, TSM es un blend de Tempranillo (75%), Merlot (15%) y Cabernet Sauvignon (10%). Ha pasado por fermentación maloláctica en barrica y posee una crianza de 18 meses en roble francés. Su cuerpo es excelente, por lo que genera un final persistente en boca.

No cabe duda de que el objetivo principal de Bodegas Rodero es obtener la máxima calidad en sus uvas. «Soy consciente de que haremos las cosas que podamos dominar. Mientras estas botellas tengan mi nombre, nunca va a entrar un vino que no corresponda. Hay bodega para rato», finaliza Carmelo. Entérate de más en https://www.bodegasrodero.com/es/ y @carmeloroderobodegas. //

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