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Dosier- PISO proyecto

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Dosier de Adál

Dosier de Adál

Dosier: PISO

siete: aniversario

Noemí Segarra:de lo imposible aPISO

Noemí Segarra Ramírez, estudiosa de la energía y la presencia, recibió su bachillerato de Hunter College (NY) y su maestría de Temple University (PA), ambos títulos en Danza Contemporánea y Performance. Segarra ha enseñado en Temple University, Bryn Mawr College, Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto Río Piedras e Universidad Interamericana de Puerto Rico. Como parte de su labor docente, diseñó dos currículos para cursos del Programa Menor en Danza Contemporánea en la Universidad Interamericana, creado en 2012. Asimismo, ha diseñado y facilitado el curso Cuerpo y Ciudad en la Maestría de Administración y Gestión Cultural, Programa de Estudios Interdisciplinarios y Programa Estudios Mujer y Género en la UPR, Recinto Río Piedras. Esta investigación ha cobrado formas diversas: curso académico, Laboratorio en Casa de Cultura Dr. Bailey K. Ashford y proyecto artístico de intervención virtual a través del Fellowship for Utopian Practice de Culture Push 2016-2018. Cuerpo y Ciudad se deriva de la práctica peatonal de Segarra y de PISO proyecto. En actualidad Segarra es una de las cinco co-directoras de Pepatián, organización sin fines de lucro que apoya artistas Latinxs en la comunidad del Sur del Bronx, NY y que busca afianzar vínculos con el Caribe.

Desde todos estos ángulos, reproducimos esta conversación que sostuvimos a través de Messenger con Segarra para abordar PISO proyecto como plataforma interdisciplinaria de gestión y praxis de movimiento y relación con el espacio.

PISO surgió de un intensivo de verano en julio 2011, titulado de lo imposible a lo posible. Había regresado de Nueva York y Filadelfia con la idea de formar o dar vida a un espacio que aún no existe en Puerto Rico. Ese año conocí a Marielys Burgos Meléndez, una estudiante de Sociología que andaba trabajando y estudiando el cuerpo desde unas necesidades par-

ticulares que no necesariamente eran el producto o experiencia estética, sino clara y abiertamente de un cuestionamiento político y descolonial. Generamos un diálogo de práctica en cuanto a estos temas. Además, supe de Marili Pizarro, había visto su trabajo que también era plástico o interdisciplinar, y me gustaban los experimentos y riesgos que estaba tomando. La quería conocer más: su proceso creativo. También, Cristina Lugo [en la actualidad bailarina de la Trinchera y Andanza] y yo veníamos conversando. Ella venía a casa a recibir terapias en las que exploramos de diversas formas la integración o conexión mente-cuerpo para entrar en estados alternos o de relajación o de cómo permitir que el músculo suelte y se trabaje con la fuerza de gravedad desde el hueso. Estas tres jóvenes ya jugaban con el cuerpo y su movimiento de una manera no formal, tradicional o clásica, abriéndose a otras maneras de sentir, iniciar, explorar, dejarse llevar y seguir los impulsos del cuerpo. Por eso de alguna forma nos autoconvocamos y dimos la tarea de un intensivo en julio. La necesidad de plantearme urgente e inmediatamente la relación cuerpo-espacio creo que tiene que ver con buscar mi lugar en el mundo. Y mi voz, no solo fónica, sino corporal y esencial.

De pequeña en casa, hija, hermana y nieta mayor, rompí hielo y estuve un rato sola. O sea, sin hermana u otros modelos inmediatos de mi edad. Compartía en un mundo de adultos. Así que me las tuve que ingeniar para hacer mi propio mundo que atendiera mis necesi-

dades, ritmos, preguntas de manera visceral. También aludí a la cuestión del movimiento como método de sobrevivencia, para cambiar la energía de un espacio: antes que alrededor, interior. Quizás como método de autoregulación y expresión. Lo de la energía y el espacio ha sido algo que desde siempre he intuido. También la cuestión de recurrir al movimiento para soltar o vaciar lo que llevo dentro, que sé que sino suelto, me carcome o enferma. Afortunadamente de pequeña nací con ese chip: que las cosas que no se sienten bien hay que moverlas o soltarlas y no quedárselas por dentro. Incluso decirlas, esa inmediatez de soltar, produce bienestar, ante todo con una misma. Método de regulación interno-externo. Insisto esto es un método de evitar el dis-ease y facilitar el ease.

A la vuelta a Puerto Rico a fines de 2009, regreso y aún no entiendo que está pasando en el espacio público. El área metro ante todo: Paseo De Diego no es la sombra de lo que era. Iba allí de pequeña con mi abuela que hacía compra de telas y cocía. En fin, veo este fenómeno que insisto es la cara del capitalismo desarmando, desmantelando para privatizar o compartamentalizar para venderte quizás el alma, el aire o lo que necesitas, pero que no se vende.

Yo crecí de la mano de mi mamá, caminando de aquí para allá en guagua y transporte colectivo. Eso tampoco es ni la sombra. ¿Dónde están los cuerpos en el espacio público? ¿Dónde estamos? Son preguntas que me hago casi a diario.

La calidad del espacio público en este país —que no es país— es deplorable para el o la peatona, quien va a pie o en bici, skate e interactúa a cuerpo pela’o o entero vis a vis con lo que hay o hace falta. Pos-María: la falta de alumbrado adecuado es un issue que ha incrementado haciendo a veces no recomendable el

salir a la calle. Como he tenido el privilegio de vivir primero en Venezuela a inicios de los noventa, luego en Nueva York, y por último, entre Filadelfia y Nueva York (además de viajar fuera de nuestro hemisferio), tengo la experiencia de que las ciudades las hacen de veras el movimiento de cuerpos fuera de automóviles interactuando directamente con su entorno. Al menos eso me parece a mí. Recuerdo haber dicho que el tejido conectivo de la ciudad es la acera. De ahí el goce del básico y pleno del cuerpo. Al estar en un entorno urbano, pero envuelta en sol y calor, practico mi autonomía en la colonia. Sin dependencia al auto, me declaro y practico a diario el bienestar derivado de andar a pie, andar la ciudad y conocerla de cerca: lo bello y lo incómodo. Lo que anda desmantelándose y ya está en escombros, y lo que no se le da seguimiento o mantenimiento y no queremos ver.

Quizás es esto parte de mi práctica intuitiva cuerpo-mente desde pequeña. Porque sí, para mí el cuerpo es primero. El movimiento es el sonido del cuerpo: mi primer lenguaje, antes que el español y que luego el inglés. El cuerpo hace cosas y sabe cosas que anteceden la lógica o razón. Eso desde siempre lo he sabido, no con mi mente, sino con mi corazón y cada célula o fibra de mi ser. Antes que me enseñaran o educaran. Quizás o creo que eso es el feminismo para mí. El percibir u organizar, estructurar no desde la mente o razón, pero desde el cuerpo.

Quiero dar la referencia de la artista Luciana Achugar, uruguaya que tiene una práctica del placer y que nos invita a descivilizarnos y ser las brujas que somos. También otra mujer artista que admiro es Tania Bruguera, cubana que las canta como las ve y su trabajo deliberadamente incomoda y es política, social y como ella denomina “arte útil.”

A mí se me ocurre la idea de arte práctico para estudiar

sobrevivir en Puerto Rico y esto desde antes de María. Insisto en ser peatona por convicción en un archipiélago con dependencia automovilística. Creo eso es un proyecto de forma de ser en el mundo o en mi entorno, algo utópico contra corriente y a la vez práctico. Desde 2005 llevo documentando los espacios entre medio: las transiciones y partes de la ciudad que vemos o entramos en contacto cuando vamos de viaje o de punto A a punto B.

Solicité en 2011 La Práctica de BETA Local con En tránsito, un proyecto que documenta estas instancias de diversas maneras. Desde el sonido, a capturar en video, foto como mejor pueda esas transiciones y transacciones de navegar espacios. Solicité con esa propuesta, pero andábamos “de lo imposible a lo posible” así que invitamos a muchos colectivos y personas puntuales a que vieran nuestra práctica. En su proceso de investigación, sin pulir o ninguna intención que compartir una práctica. Creo que eso es arte práctico. Arte encarnado. Arte sin pulir cuya misión es develar la cocreación sin paquete, una forma de venderte nada. En la incomodidad del proceso o experiencia, cual experimento que es estar viva en un cuerpo. La improvisación es material básico para la vida. La conversa, el lenguaje verbal, es una improvisación estructurada. El performance de todos los días, la vida es una improvisación estructurada. Siempre hay que dejar espacio para poder resolver, un “plan b” y fluir. Ser flexible y capaz de tomar las mejores decisiones conscientemente bajo presión o en imprevistos. La improvisación como método de sobrevivencia caribeña. Desde tiempos de conquista. Pienso en los sincretismos y los bailes y rituales que sobrellevaban la imposición de una lengua, religión y otras costumbres. Desde el sentido de identidad, a la imposición

no solo mental, pero de fe y sentimiento. Es que la disciplina y el castigo no es meramente mental, sino corporal. Así que la liberación empieza por ahí también: arropando o incluyendo todas las porciones del ser. En vindicación de la improvisación como método de practicar la autonomía.

Creo que PISO ha informado a muchos colectivos ya que nuestra investigación se trata sobre eso, explorar y jugar, aprender sobre conectar. Sobre y ante todo con una misma. Pero también en relación con el medio ambiente. Lo que me rodea y otros seres.

La propuesta de PISO es básica. Un salón sin paredes para interactuar en el presente con lo que me rodea. En fin, aprender de la vida misma, de lo experiencial que nadie más me va a enseñar. Aprender a honrar mi proceso, mi intuición. Aprender a observar, sentir y responsabilizarme de mis impulsos. Aprender a moverme: literalmente de adentro para fuera y en interacciones. Una plataforma para empezar a practicar mi autonomía y empezar a parecerme y moverme más como yo misma.

Deseo para el movimiento de la danza experimental en Puerto Rico que tengamos un espacio físico para converger y reconocernos. Sustentarnos, apoyarnos, encontrarnos en las diferencias y ver la comunidad o ecología diversa y rica que somos. Pienso que PISO debe y puede establecer ese espacio. Lo deseamos y llevamos años practicándolo, trayendo cosas que no mezclan a interactuar y moverse.

Esa mentalidad de que no hay suficiente para todo el mundo. ¡Por favor! Sí hay para una, hay para otra, si no, comparto lo que tengo. Porque como el PISO móvil, las piezas suman y hacen un todo más amplio. Como dice la vecina Awilda Rodríguez Lora: “somos

más”.

Más no es siempre mejor, pero si nos reconocemos en la amplitud de quienes somos sin miedos, inseguridades, competir por lo mismo. La naturaleza siempre enseña la abundancia. El espacio público me devela que la mala administración y la precariedad son del hombre: construidas, fabricadas. Si la dejan, la natura cubriría todo adefesio, escombro, basura o espacio maltrecho y se adueñaría de ese pedazo. Pues a ser como la natura: moverme en expansión y colaboración, a eso aspiro.

Tomar espacios, no para adueñarme de ellos como propiedad privada. Sino como interfaz de estar viva y móvil en un cuerpo aquí y ahora que busca autoregularse y estar en paz o regalarse experiencias multisensoriales y ricas de las que puedo generar nuevo conocimiento. Porque soy cocreadora de mi realidad. En todo momento. Y esa es una gran responsabilidad. ¿Cómo la educación me puede enseñar esto? Y sino me lo enseña, ¿cómo me proveo lo que necesito para crecer y retarme de manera integral y satisfactoria? Evidentemente sí soy anarca. El orden impuesto por el hombre blanco ilustrado y su coloniaje del poder erradica tantas voces, presencias y vivencias justas y necesarias para balancear quienes podemos ser y hasta nuestra sociedad y cultura... yo quiero un mundo más a tono con conocimientos ancestrales, indígenas, de colores otros (no blancos) que honren la diferencia de quienes somos en su complejidad y simpleza de compartir este hogar que es la tierra.

lo hacemos y cómo podemos generar economías de apoyo y de sustento incluyendo el financiero y capital. Claro, administrándolo y poniéndolo en servicio de otras cosas. Ahí es que entra el feminismo y ahí es que entra lo colectivo.

Somos una plataforma colaborativa. Buscamos difundir en Puerto Rico la práctica de la improvisación de movimiento y el estudio del cuerpo como maneras de concebir relaciones interdependientes y conscientes. Nos enfocamos en el proceso sobre el producto, como reflejo de nuestro compromiso a la transformación y revisión continua. Nos mueve seguir aprendiendo a cuerpo entero.

La consciencia del cambio climático y otras transiciones colectivas nos invitan a repensar nuestra praxis y poner la plataforma en servicio de lo que haga falta en este momento para magnificar asuntos que nos conciernen a todxs. Somos estudiantes de la vida y sus procesos, por eso recurrimos al arte y lo creativo en lo cotidiano. Permanecemos alteras y receptivas al cambio. Nos apasiona la idea de arte práctico que busca a través de sus expresiones potenciar la justicia y el balance. Estamos todxs juntxs en esto.

PISO actualmente somos: Aneek Hernández De Jesús Edrimael Delgado Reyes Félix Rodríguez Rosa y esta servidora (Noemí Segarra)

Como mujer, gestora, artista independiente me siento en la responsabilidad de articular con claridad lo que necesito /necesitamos a largo plazo. El tema del espacio de formación es urgente: aun más cuando desmantelan la UPR y las escuelas públicas. El tema de la remuneración a mujeres de todo tipo por todo lo que damos también se me hace urgente. El tema que en el campo de la danza la mayoría somos mujeres se me hace muy urgente el saber cómo estamos y cómo

Merián Soto, mentora de más de 15 años, quería participar de esta celebración. Ella siempre está en todo trabajo que hacemos. Desde colocar la práctica fuera de los espacios designados a lo guerrilla, a la sensibilidad de los entornos, la del cuerpo, la práctica de la improvisación, el auto documentarse, la auto reflexión. La producción y gestión rigurosa, la insistencia en la escritura y el archivo, el compromiso a la solidaridad y proceso + el compromiso mismo a la práctica en su totalidad. Sin todo lo que vino antes no habría PISO proyecto; ¡infinitas gracias!

Foto de Iván Acosta dos Santos

Foto de Merián Soto

We are Moving:Dance Improvisationin the Colonial

Context Por:Marielys Burgos Meléndez

During 2012-2014, I carried on my MA thesis investigation entitled, Movement beyond Spontaneity: Dance Improvisation in the Colonial Context (MBS). 1 My research interest in dance improvisation as a rigorous practice was nurtured by my experience as a non-traditionally trained dancer and movement improviser; a practice highly informed by artist Noemí Segarra, who was my mentor between 2010- 2011. Our ongoing relation allowed me to place myself as a participant/ observer of her practices

1 This text was originally written in English to complete my MA thesis degree requirements in Dance Studies in 2014 and has not yet been translated. It is worth mentioning that the original thesis work included also the work of dancer, choreographer and improviser Ñequi González and SOPLO. Please refer to: Burgos Meléndez, Marielys. ‘Movements beyond Spontaneity: Dance Improvisation in the Colonial Context’. Unpublished MA Thesis (The College at Brockport, 2014).

and discussions. I carried out formal interviews, though our conversations about dance improvisation, migration, politics and identity also happened beyond the recording devices and geographical locations. At the time of the research, I aimed to discover the impact that dance improvisation and migration have had on Noemí’s self-identification process, and to observe what was the relation between her artistic choices and her social and economic circumstances. I had a closer critical look to different manifestations of her artistry including the use of public and abandoned spaces, the participatory/ collaborative structures of her works, the exchange of goods/ talents/ resource instead of money, the support to local small creative/ economic initiatives and the commitment with community struggles and social change which speak of the alternative economic relationships she has chosen to participate in.

The investigation proposed a horizontal and integrated

Noemí Segarra in “de Rumbo de Rumba” Hostos Community College, 2010. Image by: Marisol Díaz

and non-conflicted relation of the doing/ thinking of dance improvisation. I intentionally departed from the need to build knowledge solely based on ideas and aim for the embodied experience of Segarra to be portrayed as knowledge itself, for doing is theorizing and thinking is a corporeal action. Nonetheless, scholars like Dr. Ramon Grosfoguel, Dr. Jorge Duany, and Prof. Gay McAuley, among others offered perspectives of migration, transnational identities, ongoingness and re-appropriation of spaces that dialogued with Segarra’s own practices and narratives.

The excerpts encompassed in this text are adapted versions that highlights relevant aspects of Segarra’s work including PISO Proyecto, as it reaches its 7th anniversary. I invite readers to embrace these readings as ‘snapshots’ of an eight years relationship and intersection of practices/ visions between Noemí Segarra and myself, a dynamic that is an ever-changing process.

I. Re/Moving (in)… and Surviving the Colonial Context

Noemí Segarra is not only concerned but have also been affected by Puerto Rico’s socio-economic and political —past and present— circumstances. In order to understand the relationship among context, artistic choices and personal/ professional development it is relevant to take in consideration how Puerto Rico’s colonial history has enable a ‘predisposition’ for Segarra —as many other artists— to oscillate geographically, socially, culturally and even structurally. 2 While Segarra’s experience during her formation years in Puerto Rico “encouraged” her physical relocation, her life overseas increased a critical awareness about colonialism, imperialism and other subjects. Her experiences of migration

2 Refer to Duany, Jorge, Nación, Migración, Identidad. Sobre el transnacionalismo a propósito de Puerto Rico (Nueva Sociedad 178, 2002), 56-69.

and “vaivén” have strengthened her commitment in supporting alternative and local economies as a survival strategy in the colonial context.

She embraces her practice of dance improvisation as a dynamic to rethink and generate new possibilities about the living conditions and the relation with our own bodies. Localizing herself in the “herenow: Santurce Puerto Rico”, she constantly and openly affirms for Puerto Rico’s autonomy and decolonization: “…vivimos en una colonia en los tiempos ‘postcoloniales’… obviamente yo quisiera ser una nación independiente, sé que no es una utopía…” 3

mentor and teacher, Merián Soto. 4 Segarra recognizes the importance to leave from time to time and to keep nurturing these bonds: “…de vez en cuando es importante salir…”

Shortly after Segarra moved back to Puerto Rico, she was invited to be part of The Young Roots Performance Series (2010), an event organized by Pepatián and directed by Jane Gabriels that showcased the work of young or emerging Latin American and Puerto Rican

Moving back to Puerto Rico in 2009, after more than 10 years living between New York City and Philadelphia, encouraged her commitment with certain understandings about life, politics, and the dance improvisational practice itself, etc. For Segarra to practice dance improvisation is an embodied commitment of ideas, or a way to exercise them: “… el estar en Puerto Rico me hace tener un compromiso con ciertas ideas y cosas que vengo pensando… la práctica es una metáfora de esas ideas…”

“La práctica” is the word Segarra uses for naming her constant and rigorous investigation of dance improvisation. In “La práctica” researching through the moving body is the core of the work. Any thoughts, ideas, concepts, impressions are materialized through dance improvisational exercise. However, the practice it is not simply an exercise to incarnate ideas, but a creative activity that generates a self-reflection process. In this sense, knowledge production of any sort —creative, physiological, contextual, social, emotional, etc.— emerges and inform the practices of dance improvisation itself and body is embraced in its multidimensional and fluctuating nature.

As many Puerto Ricans, Segarra has oscillated between the island and the USA maintaining personal and professional liaisons that keep nurturing her life and practice. An example of this is her close partnership with Pepatián and her friendship with

3 All quotes of Noemí Segarra are from an Interview by Marielys Burgos Meléndez. Puerto Rico, December 2012, except where they are cited otherwise.

artists. During that event, she presented a structured dance improvisation piece entitled de Rumbo de Rumba.

4 Merián Soto is an award winning New York Dance and Performance Award “BESSIE” for sustained choreographic achievement, 2000; Greater Philadelphia Dance and Physical Theater Award “ROCKY”, 2008; Next Generation Award from the Philadelphia City Paper, 2012) Puerto Rican choreographer. She is considered one of the pioneers on experimental/contemporary dance on the island, and also one of the founders of Pepatián, a Bronx-based artistic organization.

Later in 2013, she was invited to be part of the closure of The Young Roots Performance Series held at Hostos Community College in New York City. There she presented her initiative, PISO proyecto, a research endeavor that engaged the practice of dance improvisation and self-awareness with local community activism and public spaces intervention.

I witnessed both events from diverse perspectives. During the creative process of de Rumbo de Rumba

Noemí Segarra and José Troche. Urban Young Roots Series, Hostos Community College, Bronx (2013). Image by: Marielys Burgos Meléndez (Personal Archive)

Segarra was my dance improvisation mentor. I recall countless conversations about the importance de Rumbo de Rumba to be an improvisational based work, the cultural influence of salsa and afro heritage music in the exploration, the necessity of deconstructing one’s own parameters and tendencies —even memories— and, dance improvisational practice as a platform to convey both, personal and social change. Years later I attended the closure activity of The Young Roots Performance Series during summer of 2013.

I originally moved to upstate New York in August 2011 to pursue graduate studies but stayed in touch with Segarra and the development of PISO proyecto. As she mentions in her blog, our conversations about the body, improvisation, politics, colonialism and the creation of new meanings in our context started back in 2010 and are still continues today: “Marielys Burgos Meléndez - primera estudiante asidua de espacio para práctica con quien se generó una rica conversa y diálogo que aún hoy continua sobre cuerpo, improvisación, lo político, la colonia y como crear nuevos significados en nuestro contexto…” 5

Leaving Puerto Rico and maintaining relations across borders has stand as a strategy for professional subsistence. The circumstances for dance making in Puerto Rico are —and have been— very precarious. The lack of equipped spaces to practice/ rehearse, the limited accessibility to funding particularly for independent artists, the non-existence of a higher education degree solely in dance, and the institutional disinterest in developing cultural policy around this artistic practice —among other things— have highly impacted artistic endeavors encouraging artistic migration —as it has been the case Segarra and myself. 6 Staying overseas or returning to Puerto Rico is an apparent personal choice that certainly responds to greater social and economic problems.

II. “Moving Self-Identities”

In the book, Colonial Subjects: Puerto Ricans in a Global Perspective, Prof. Ramón Grosfoguel affirms that Puerto Ricans define who they are in relation to the “transnational space between” the USA and Puerto Rico. As he states: “The identification process of Puerto Ricans transcends the concepts of nation and ethnicity. Puerto Ricans articulate their identity

5 Segarra, Noemí, “Buenos días, estamos de tercer aniversario,” PISO Proyecto, August 4 th, 2014, http://pisoproyecto.tumblr. com/post/93770879022.

6 It is worth noting that in August 2014 started the first higher education degree program in Dance in Puerto Rico. Curriculum created by Dr. Ana Sánchez- Colberg, co-coordinated by CoDa21 and hosted by Universidad del Sagrado Corazón (USC).

in the transnational space between the metropole and the island through ethnic and national claims simultaneously…” 7

For Grosfoguel mix, re-signification and reappropriation are part of the practices —I dare to say strategies— that Puerto Rican migrants enact in order to make sense of who they are in relation to their circumstances. As he notes:

Puerto Rican migrants’ emerging forms of identities do not reproduce exactly either the national identity of the country of origin or the identities of the metropolitan society. They mix, redefine, resignify, and reappropriate a multiplicity of practices of the country of origin in new and transformed ways… 8

This is particularly relevant to understand Segarra self-identity process, artistry and affinity to dance improvisation. While she perceives herself as mutable and non-fixable being her identity is grounded to very specific temporal and geographical conditions. Consequently, she is highly aware of the interconnection among artistic work and its space, and the conditions in which she define and re-define herself. Art making for Segarra is a platform to explore and propose alternative personal, social and political realities; dance improvisation is in itself a creative approach for mixing, redefining, re-signifying, and re-appropriating identities. Hence, mobilization —as the capacity to manage resources— and mobility — as disposition and ability to be mobile— stands as conditions, metaphors, and paradigms to define who she is.

sandals and light clothes. 9

For Segarra, the conditions she lives in, who she is, and her practice of dance improvisation are weaved together. Her body and her experiences are the main source of her artistic research. She places her work “in transit” —moving along with her (bodily experiences)— focusing in “the process” of art making in a “present time”, rather than generating fix products. As she explains: “…Como mujer puertorriqueña, artista del cuerpo y movimiento mi trabajo se sitúa en tránsito: en el proceso y el ahora —el presente…”

Documentation takes diverse forms in her practice manifests differently. She believes in the “body as an archive” that remembers and materializes memories in diverse ways —cognitive or physical—, but also understands the importance of self-documenting her work through audio-visual devices and texts. For Segarra, the practice of documenting and archiving her practice is an act of resisting the collective oblivion of our colonial histories. As she notes: “… elijo la práctica de documentar y crear archivo desde el aquí/ ahora como antídoto a la amnesia colonial en la que vivimos…

Similarly, dance improvisation, as a contextualized practice of decision making, is for her a political and empowering act: “… creo que en el contexto insular la práctica de la toma de decisiones continua anclada a la situación frente a una —en un cuerpo vivo y dispuesto a actualizarse a diario—, es una práctica ‘empoderadora’ y política…”

When asking Segarra to define herself she was reluctant to use of specific categories: “I don’t want to get too attached to meanings, to words, to labels. Hoy, ahora improvisadora, problem solver, mujer… puertorriqueña, ser humano… perteneciendo al cosmos”. Nonetheless, she relates her “puertorriqueñidad” to a specific location: the Caribbean, a physical sensation: warm climate and the sweat produced by the weather, and even to a specific apparel for she loves wearing

7 Grosfoguel, Ramón, Colonial Subjects: Puerto Ricans in a Global Perspective (Los Angeles: University of California Press, 2003), 143.

8 Grosfoguel, Ibid.

The public-private spheres merge in her practice of dance improvisation for she understands how the body evokes the presence of previous spaces and histories even though these have been excluded from official version. As she wrote in an email conversation: “… como practicante de la improvisación corpórea escucho mi cuerpo. Me consta que el cuerpo nunca miente y recuerda la presencia de espacios e historias previas aunque estas sean colapsadas, contenidas o excluidas de la narrativa oficial…” 10

9 Ibid.

10 Segarra, Noemí, email communication to Marielys Burgos Meléndez, July 29, 2014.

I suggest that Segarra “in flux” identities affirm self- identification process as strategic constructions informed by specific power relations. As Grosfoguel argues: “Identities have to be understood as constructions that emerge out of political strategies within specific power relations…” 11

The transversal dialogue among contexts-identityartistry present in Segarra’s experiences indicate that the practice of dance improvisation in the colonial context indeed reveals information about general social and historical circumstances that affects independent artists. Hence, the improvisatory experience is in itself an act of personal, historical and cultural (self) affirmation and resistance.

engagement, and agency.

When Segarra moved back to Puerto Rico in 2009, she already had a personal practice of dance improvisation and somatic work. I was the first student that consistently attended her sessions during the initial stages of what is known as PISO proyecto. HoMe —previous name of the project— consisted of artisanal, semi-private lessons of Yoga, somatic and dance improvisation sessions at her apartment. 12

In 2011-2012, she was an artist in residence at BETA- Local, opportunity that allowed her to start conceiving PISO proyecto as a sustainable endeavor. 13 During her time at BETA- Local she developed PISO móvil, a portable wooden floor that she placed in specific locations of the San Juan’s neighborhoods. 14 PISO móvil was an open invitation for artists of any discipline to move, investigate, and explore their artistry through an embodied practice. It also offered the space for interdisciplinary collaborations and critical dialogues on movement practices in relation to the greater Puerto Rican contexts.

Alarmed by the dete-rioration of landmark neighborhoods of San Juan such as Río Piedras and Santurce, Segarra got involved in the community-based claims of barrio San Mateo de Cangrejo located in the Santurce vicinity. 15 Early in 2013,

Fotos suministradas por Andrea Bauzá

III. “Performing the ‘Public’: (Re) imagining new Social Spaces”

At the time of the interview Segarra did not call herself an activist or consider her work political art; Nonetheless, her artistic choices and creative endeavors like performing on the street and at abandoned sites, promoting sustainability and alternative economies, and developing interdisciplinary collaborations, propose embodied understandings of art making, social interactions, economic relations, community

11 Grosfoguel, 143.

12 hOMe initially took place in her living room (no commodities and concrete floor) and Segarra invested in a wooden platform or“piso de madera” to continue her teaching practice.

13 BETA-Local is a non-profit organization located in Old San Juan, Puerto Rico. Among their programs they offer an artistic residency by application. For more information about BETA-Local visit: http://betalocal.org/

14 The name PISO proyecto emerged from that initial wooden floor she established at her house. In her work PISO serves a metaphor to delimit a space for exploration. Students form the School of Architecture at the University of Puerto Rico supported Segarra’s work and collaborated in the design of her portable wooden floor, PISO móvil.

15 El Barrio San Mateo de Cangrejos was a community that suffered from a segregation and gentrification process. During 2012, the space served as an informal parking lot and was known as El Pedregal. The community was negotiating with private project developers the use of the space.

she occupied an abandoned space (El Pedregal) after visiting it almost daily and establishing a relationship with the one and only family that lived next to it. Segarra relocated her dance improvisational sessions to the space and revitalized it. Numerous initiatives that encouraged social encounters, alternative economies and education took place at El Pedregal. Artists, colleagues, students and practitioner of dance improvisation collaborated in programming events such as la práctica de la libertad, PISO picnic, PISO sobre tierra [manos, pies y ganas], PISO siembra, El Mercado que Queremos, and the practice of dance improvisation itself. Later, in summer of 2013, Segarra presented the documentation of her work in El Pedregal along a documentary about the segregation and gentrification process suffered by residents of el Barrio San Mateo de Cangrejo as part of the closure event of aforementioned Young Roots Performance Series. In 2014, Segarra was part of a coalition that was fighting back the development plans of the area and openly conceived the political nature of her work.

In her living room or on public sites, dance improvisation stands at the core of Segarra’s creative investigation as a rigorous and contextualized practice. According to Segarra, practicing dance improvisation is a moving enactment of oneself within the social circumstances and improvising —as an artistic or quotidian endeavor— is a strategy of active resistance, and an embodied exercise of the decision-making process that we face in everyday life.

In the article, “Site Specific Performance: Place, Memory and the Creative Agency of the Spectator, scholar Gay McAuley, notes that the occupation of a space raises questions of ownership for it involves the consideration of the (1) people occupying that space NOW, the traces of those who have inhabited it first and the (3) stories of either forgotten or contested inhabitations. 16 In Puerto Rico, the occupation of “public spaces” as sites for performances, and the negotiation of its meanings/uses that take place in Segarra’s improvisational interventions, are indeed political performative acts of re/appropriation. PISO proyecto speaks of the socio-political implication of

16 McAuley, Gay, “Site-Specific Performance: Place, Memory and the Creative Agency of Spectator”, In Space in Performance: Making Meaning in the Theatre, (Ann Arbor: University of Michigan Press, 1999), 30.

urban and social abandonment and precariousness in the island and the diverse initiatives it proposed are ways of reconstructing embodied collective memories of locations. Segarra’s urgency to change her conditions is enacted through her moving body in each performative act of re-appropriation. In the colonial context, her practice, discourses and experiences of dance improvisation place the body itself at the core of social transformations.

As I revisit these unpublished witrings —after 4 years of completion—, I find myself remembering my own oscillations and the many encounters Segarra and I have had here and there. I am currently in New York City, dancing/ writing in my living room as I try to make sense of the moving memories that are very much alive in my flesh. Experiences that have nurtured my personal and professional development anchoring me in the vital need to find my own ways of being embracing constant mobility and ongoingness. I am convinced that embodied strategies to generate knowledge allow to thrive and heal old and new wounds cause by our history of injustice and oppression. Dance improvisation stands as a tactic to relate to the constantly fluctuation worlds —inner and outer— we live in and are part of. Without doubt we are —and we become— moving.

References

Duany, Jorge. “Nación, Migración, Identidad. Sobre el transnacionalismo a propósito de Puerto Rico.” Nueva Sociedad 178 (2002): 56-69.

Grosfoguel, Ramón. Colonial Subjects: Puerto Ricans in a Global Perspective. Los Angeles: University of California Press, 2003.

McAuley, Gay. Space in Performance: Making Meaning in the Theatre, Ann Arbor: University of Michigan Press, 1999.

Segarra, Noemí. Interview by Marielys Burgos Meléndez. Puerto Rico, December 2012. Segarra, Noemí. PISO Proyecto (blog). http:// pisoproyecto.tumblr.com/post/93770879022.

Fotos de Layra Aybar y Félix Rodríguez Rosa, respectivamente.

Colaboraciones queconstruyen:Andrea Bauzá

Andrea Bauzá es arquitecta y diseñadora que trabaja interdisciplinariamente con el diseño, arte, arquitectura y urbanismo viceversa. Una de sus propuestas es lograr proyectos interdisciplinarios su relación con Noemí Segarra y PISO Proyecto se evidencia en uno de los artículos de este dosier. Esta entrevista/testimonio sirve a su vez de análisis de PISO.

“Cuando estábamos armando el PISO móvil en los predios de Estudios de la Mujer y Género de la Universidad de Puerto Rico [Río Piedras]. En un momento dado, cuando estábamos montándolo, Noemí [Segarra] menciona “este PISO está como el país”, para mí esa analogía fue completamente acertada. Estábamos en plena huelga, con Junta, pre- Irma y María, el PISO ya estaba deteriorado (como el país), lograr armarlo era una odisea pues no sabíamos si iba a funcionar, pero entre todos le metimos mano y confiamos en nosotros mismos. Lo logramos armar y ahí quedó. Quizás su final fue un poco apocalíptico ya que ahora mismo se encuentra en estado de descomposición, pero este paso dio a luz al PISO Fénix y a otros pisos más.”

¿Desde cuándo conoces PISO? ¿Qué significa para ti este proyecto?

Calle, que ocupaba el espacio público por varios propósitos. Para mí, ambas gestas se relacionaban, como primas, ambas buscaban exponer el cuerpo a las circunstancias del exterior, que no siempre eran agradables, para observar y aprender. Entonces puedo decir que significaba y significa un espacio de compartir con familiaridad y apoyo, pero que nunca deja de ser crítico.”

¿Desde cuándo colaboras con el proyecto?

“Desde el 2013 cuando nos conectamos Noemí, Yazmín Crespo y yo a colaborar. Desarrollamos PISO Móvil, junto a un curso de diseño de segundo año que enseñaba en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico [Río Piedras].”

¿Cuál es la mayor colaboración de este esfuerzo en tu carácter personal y en el carácter colectivo?

“En el personal, es un acto de amor. Amo a Noemí como amiga y como profesional. Amo el proyecto porque me invita a ser quien soy abiertamente (personal y profesionalmente). En lo colectivo, es siempre un co-aprendizaje, en todo el sentido hermoso de como se da una colaboración interdisciplinaria.

“Conozco de PISO desde que su proceso de desarrollo en BETA Local, cerca del 2012. En aquel momento, yo trabajaba en un proyecto autogestado, Desayuno

Firmeza y liviandad, son contrarios, pero es en ese choque que coexiste PISO, entre ser una superficie dura que se posa sobre el suelo que en ocasiones des-

aparece o se ancla para el movimiento fugaz del cuerpo.

PISO, en el sentido más abarcador del proyecto es un espacio seguro que explora no solo el movimiento del cuerpo ante lo que nos rodea, sino mantiene una puerta abierta para que cada uno explore sus propias intenciones de manera horizontal.”

Fotos suministradas por Andrea Bauzá

Colaboraciones queconstruyen:Alejandra Martorell

Con motivo del séptimo aniversario de PISO entrevistamos a Alejandra Martorell, bailarina, profesora de improvisación y colaboradora de este proyecto desde 2011. Su experiencia desde la práctica y como investigadora del desarrollo del trabajo de danza experimental en Puerto Rico hacen de su testimonio una pieza central en la mirada que proponemos darle a PISO.

“Supe del proyecto desde sus inicios en BETA Local [organización sin fines de lucro dedicada a apoyar y promover la práctica y el pensamiento estético]. Yo estaba en Nueva York todavía [donde residió por más una década] y vi el primer sitio WEB del proyecto. Me emocionó ver desde el principio la configuración de una propuesta original que nacía de la idiosincrasia de su gestora y de la experiencia del regreso a Puerto Rico desde una diáspora temporal. De hecho, desde sus inicios, PISO es una respuesta audaz a las circunstancias que plantea el país en términos de una falta de estructuras en donde gestar una práctica y un desarrollo del movimiento y el performance. En ese sentido, BETA Local jugó y sigue jugando un papel crucial para el desarrollo de proyectos como este.

Cuando llegué a Puerto Rico en el 2011 conocí más de cerca el proyecto. En ese momento PISO estaba desarrollando dos aspectos que desde el principio fueron fundamentales: la pedagogía a través de la práctica misma y la toma del espacio público como parte de la práctica. Eso fue cuando se comenzó a trabajar en la

antigua comunidad de San Mateo.

Desde ese momento PISO ha sido para mi un aliento y un soporte a nivel muy personal. Esa gesta representó para mí un referente único de con qué y cómo se puede hacer qué en nuestro país. De que no es cuestión de esperar por las condiciones necesarias, sino de hacer con y de acuerdo con las circunstancias reales. También fue un ejemplo concreto de pensar literalmente outside the box. La manera en que Noemí integró a PISO la observación del espacio de la calle y del encuentro con el otro diariamente es clave en la elaboración de un proyecto que borra fronteras entre lo artístico y lo mundano, lo personal y lo social, el cuerpo “bailarín” y el cuerpo político.”

¿Desde cuándo colaboras con el proyecto?

“Yo comencé el proyecto de MAPA [MAPA es un proyecto de investigación creativa, talleres, entrevistas y la producción de mapas, que buscaba activar la memoria del baile en Puerto Rico para pautar el desarrollo de la danza experimental] y de inmediato vimos que los proyectos tenían cierta convergencia. Visité PISO en el local al lado del Museo de Puerto Rico varias veces, dirigiendo talleres de Técnica Alexander e improvisando en el espacio y calles adyacentes con los otros participantes.

En el 2013, PISO y MAPA participaron de una programación en la UPR Río Piedras llamada Inter-acciones

Foto Félix Rodríguez Rosa

Creativas (Encuentro de arte, educación y acción comunitaria) que realizaron el programa de Maestría en Gestión y Administración Cultural y el [Programa de Estudios Interdisciplinarios] PREI como parte de un proyecto más amplio de estudio y gestión cultural en el marco internacional. Fue la primera vez que colaboramos a nivel de los proyectos y fue bien fructífero, además de agradable. A partir de esa experiencia, colaboramos con BETA Local como parte de “La Iván Illich” [escuela abierta de BETA Local] en una serie de charlas y una publicación a principios de 2014. Más tarde ese mismo año, colaboramos en el Museo de Arte Contemporáneo en un Taller Vivo.”

¿Cuál es la mayor contribución de este esfuerzo en tu carácter personal y en el carácter colectivo?

“Como mencioné arriba, en mi carácter personal es un apoyo, un diálogo muy enriquecedor y fundamental, además de un ejemplo de trabajo tenaz en tantos planos: en términos del cuerpo, el aspecto de salud y sa-

nación, la solidaridad como práctica personal y social; la consistencia, el cuestionamiento y la profundización en los issues en todas sus complejidades; la auto-representación, el asumir la tarea de la documentación y diseminación del proyecto con tanta contundencia; la gestión continua con un énfasis en la colaboración, el intercambio, la solidaridad.

Pienso que los mismos factores han dejado huella en la comunidad también. Sobresalen a mi entender, la consistencia y el desarrollo de un discurso político-social desde el baile, el movimiento y el cuerpo.”

¿Qué caracteriza a PISO?

“La apertura. Noemí ha llevado una práctica personal de improvisación al plano social, inter-personal, pedagógico, político y cultural. El proyecto tiene unos pilares, pero estos se ven continuamente cuestionados, re-abordados de diferentes maneras. Es un constante devenir que a su vez no pierde la integridad de sus principios.

Una de las experiencias más ricas que he tenido con PISO fue a raíz de la invitación a participar en el espacio Área. Noemí tenía instalado un piso enorme y en las paredes había documentación de varios años del proyecto. Las dos improvisamos en el piso, entablamos un diálogo entre nosotras y con el público y luego hubo gente que entró a moverse. Creo que eso fue la semilla para el proyecto de Movimiento como conocimiento con BETA Local. En esa otra ocasión, en Casa Cultural Ruth Hernández, ocurrió algo bien interesante. Puchi Platón y Bernat Tort habían preparado y compartido una conferencia cada uno. Noemí y yo estábamos a cargo de la tercera “conferencia” en la que practicábamos eso de comunicar, problematizar y matizar en un discurso corporal. Antes de comenzar a improvisar, hicimos unas sesiones individuales con miembros del público, de masaje y Alexander, respectivamente. Al final conversábamos con el público y Michy Marxuach comentó, según recuerdo, que la posibilidad de que el trabajo corporal (literalmente, el trabajo de sanación y encuentro one on one para sentir y aliviar el cuerpo) podía haber constituido ese discurso que buscábamos. Es algo que está en el tintero…”

Foto de Ariadna González

Anotaciones deFélix Rodríguez

Rosa

El 29 de febrero del 2012 asistí a una presentación de Noemí Segarra sobre PISO “...un proyecto que desea establecer y desarrollar un laboratorio que permita la práctica experimental continua y rigurosa del cuerpo que toma decisiones, se observa, se piensa y se mueve en el presente”. En el transcurso de la presentación reconocí que Noemí y yo compartimos intereses similares: ambos somos peatones, utilizamos el cuerpo para reactivar espacios públicos o abandonados, generamos experiencias efímeras y creamos documentación multimedia. Nos reunimos tres días después y desde entonces hemos estado colaborando.

Confiamos en el cuerpo y su conocimiento. Entendemos que el arte es un proceso complejo y requiere tiempo. Hemos sido insistentes en nuestras prácticas individuales y colectivas; nos retroalimentamos y compartimos herramientas. Creemos que otras prácticas y modelos de producción son posibles. Queremos generar una comunidad de aprendizaje donde todo el mundo aprenda de todo el mundo. 1

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PISO no es una tarima o proscenio, es un espacio para la práctica, lo que implica que no es un producto final: se vale no saber o desconocer, errar, tomar riesgos... Quien se mueve en PISO practica observarse de muy cerca para aprenderse como cuerpo-mente que

1 Tomado de: “Adentro/afuera: de lo personal a lo colectivo.” Por: Félix Rodríguez-Rosa, para Culture Push (http://www.culturepush.org/issue-4-felix-rodriguez-rosa)

Foto de Félix Rodríguez Rosa por Noemí Segarra

toma decisiones, sin necesariamente tener un bagaje en danza, yoga, o cualquier otra técnica codificada que implique entrenamiento físico.

Recorrer el cuerpo como un mapa incluyendo frente/ dorso, tridimensionalidad, los pisos: plantas de los pies y piso pélvico, el techo (tope de cabeza), espacio entre los oídos, entre las axilas, el espacio entre las crestas iliacas y las costillas flotantes… es observar(se), re abordar(se), re descubrir(se) para deshacer(se) y rehacer(se): una lectura corpórea. 2

2 Tomado de: “Para mover PISO” (2012) ConBoca.

Fotos de Taller Vivo por Félix Rodríguez Rosa

PISO desde la UPR:Carta abierta

Nos unimos a la celebración de PISO recordando su impronta en el Programa Género de la IUPI. Corría el segundo semestre del año académico 2016-2017 y Noemí Segarra tenía a cargo el curso (INTD 4991) Prácticas del Cuerpo. Ese seminario anteriormente impartido por Aravind Adyanthaya y Javier Cardona, es una exitosa idea de Maruja García Padilla, anterior coordinadora, para que cada semestre nuestr*s alumn*s cuenten con la posibilidad de estudiar con el cuerpo y desde el cuerpo, en compañía de un destacado talento de la performance. La profesora Segarra lo enseñó en enero de 2017 bajo el subtítulo “Género y ciudad: colaboraciones que constituyen”.

El paso de Noemí por la UPR y el Programa necesariamente implicaba participar de PISO. Junto a la profesora de arquitectura Andrea Bauzá y contando con el Programa existía la idea de traer la plataforma de madera que había servido al proyecto desde el Museo de Arte Contemporáneo. Mientras el seminario transcurría se tramitaba el traslado. Así, saltando entre requerimientos burocráticos y contando con la inestimable ayuda de Carlos Juan García (decano de administración de la Facultad de Estudios Generales) por un lado, y de Andrea Bauzá, por el otro, un día contamos con el ya viejo PISO en nuestras facilidades. La colaboración de l*s estudiantes de arquitectura y de género lo habían hecho posible.

siasmo por aquel salón sin paredes y lo que allí acontecía, también subía. Así nos llegó el 8 de marzo de 2017, día en que bailamos desde la madrugada hasta el atardecer, pasando por una enorme movilización universitaria al medio día. Ya para el XI Coloquio Nacional sobre las Mujeres (del 3 al 5 de abril) y el 1º de mayo la Gran Huelga 2017 estaba declarada. 72 días duró la paralización, y aquel semestre se reanudó con nuevos bríos y planes para el PISO: construir uno nuevo para que permaneciera en la Universidad. Con una recaudación de fondos independiente y la colaboración de Andrea Bauzá y de todas las que Noemí Segarra animaba a su paso, terminamos con dos PISOS el que respondiendo a su materia orgánica se descompone después de innumerables colaboraciones e itinerantes localizaciones y el que quedó como aula de clases, lugar de reuniones y las más variadas actividades académicas y políticas para/desde y por el género en la IUPI.

¡Gracias Noemí Segarra y felicitaciones por estos 7 años!

Mabel M. Rodríguez Centeno, Ph.D. Universidad de Puerto Rico, Río Piedras

El semestre transcurría y la temperatura política del Recinto de Río Piedras y del país aumentaba, el entu-

“Puerto Ricans articulate their identity in the transnational space between the metropole and the island...” -Grosfoguel

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