Dentro y fuera de sus fronteras, León es conocida como una ciudad con un fuerte apego al catolicismo, un hecho demostrado por varios estudios sociales, cualitativos y cuantitativos. Aún así, la migración, globalización y la llamada crisis de la Iglesia, han sido factores que amplían -o al menos visibilizan- la diversidad de religiones y creencias que aquí se practican.