A finales de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó, tras realizar la mayor investigación en su
tipo, incluir a las artes y la cultura como necesidad sanitaria básica.
Actualmente, enfrentamos una crisis de salud que ha derivado en una revalorización del sector cultural, donde el entretenimiento llega más allá de la tradicional pantalla del televisor para centrarse en plataformas vía streaming, TIC’s, OTT’s y en impreso, los libros.