nº 1 EDITORIAL Refl exionar sobre el mundo en que vivimos, la sociedad que nos rodea y nos envuelve, las circunstancias históricas que han modelado nuestra realidad actual, constituyen todos ellos objetivos que siempre se han planteado las disciplinas que comúnmente denominamos Humanidades y Ciencias Sociales. En un contexto cada vez más complejo, donde conviven el derroche y la miseria o el recuerdo buscado y el olvido intencionado, resulta más decisivo, si cabe, plantearse nuevas preguntas y reformular las antiguas para intentar darles respuesta. Consejo de redacción Ana Armero Pont, Patricia Ballesta Fernández, Miquel Lluís Beltran Campaña, Enrique Bengochea Tirado, Jose A. Caballero Machí, Roberto Cantos Gómez, Juan Carlos Colomer Rubio, Leonor Cortina Martín, Marc Delcan Albors, María José Esteban Zuriaga, Garikoitz Gómez Alfaro, Juan José De Juan Guerrero, Raúl Mínguez Blasco, David G. Pérez Sarmiento, Jorge Ramos Tolosa, Javier Sahuquillo Vallejo. Edición Marc Delcan Albors y Garikoitz Gómez Alfaro Lugar de edición València Entidad editora Associació d’Estudis Culturals Diseño y maquetación Jose Manuel Parralejo Imprime Grupo Ulzama Depósito Legal NA-308/2012 ISSN 2254-0113 www.revistaeclectica.org Contacto colabora@revistaeclectica.org Ecléctica, revista de estudios culturales se encuentra bajo una Licencia Creative Commons de Reconocimiento No Comercial - Compartir Igual 3.0 Unported.
Con la misión de observar la realidad con nuevas lentes nace la revista Ecléctica. Esta nueva publicación, fruto del trabajo y el compromiso de un grupo de jóvenes historiadores, pretende ocupar un espacio vacío en el panorama editorial actual, dominado, por un lado, por las revistas científi cas enclaustradas en los departamentos académicos, y por otro, por las que creen que deben sacrifi car investigación, innovación y rigor para tener un carácter divulgativo. En Ecléctica pensamos que podemos abrirnos a la sociedad sin renunciar a estos tres últimos elementos. Desde Ecléctica, somos conscientes de que el conocimiento que se genera en nuestras universidades y centros de educación superior no debe permanecer estanco como el agua de un lago, sino que debe fl uir como la corriente de un río. Por eso, con esta nueva revista buscamos interesar a un público amplio, lo más amplio posible, de ahí que también editemos una versión digital de la revista (www. revistaeclectica.org). Igualmente, Ecléctica es una revista abierta a todas las ciencias sociales y humanas porque entendemos que sólo así podremos llegar a una comprensión más global de los fenómenos que nos preocupan como ciudadanas y ciudadanos. Interdisciplinariedad y divulgación constituyen, en defi nitiva, las llaves maestras de Ecléctica. Cada número de la revista constará de una sección monográfi ca dedicada a un tema de actualidad o polémico que será analizado desde diversos prismas (político, sociológico, antropológico, histórico, etc.), y otra sección de miscelánea donde se dará espacio a artículos de problemática variada. También se incluirán en la revista reseñas de libros, películas o páginas web que despierten interés, además de pequeños relatos de fi cción que inviten a la refl exión. En principio, Ecléctica pretende dar salida a trabajos de licenciados y jóvenes investigadores en ciencias sociales y humanas pero, por supuesto, está abierta a recibir textos de otras procedencias siempre que resulten enriquecedores y contribuyan a mejorar la revista. No obstante, la evaluación de textos se regirá por criterios exclusivamente académicos, evitando amiguismos e intercambios de favores. Ecléctica es, en defi nitiva, un proyecto nacido de la ilusión, el esfuerzo y la dedicación de un grupo de personas que, aunque de manera modesta, quiere poner su granito de arena a la difusión del conocimiento y a una transformación social que creemos necesaria. Que tengamos éxito o no lo decidirán nuestros lectores.
DOSSIER:
David 040 por BEORLEGUI
CRISIS EN EL MUNDO ¿CRISIS DE LA SOCONTEMPORÁNEO
005
por Daniel CASTILLO
CIEDAD O CRISIS DE LO SOCIAL?
FICCIÓN F. Javier SAHUQUILLO 065 por
PLAZA CATALUÑA
LOS TRABAJADORES SE REBELAN
017
por Pablo SIMÓN
LA INDIGNACIÓN DE ALEXIS por Carlos 028 YEBRA Por Juan Carlos LA CRISIS CONGARCÍA et al. 052 TEMPORÁNEA DE
LA PRIVACIDAD DE LA INFORMACIÓN
CIENCIA Y CRISIS . AUGE DE LA TECNOCRACIA Y EMPODERAMIENTO DE SUS RESISTENCIAS (1914-2011)
OBRA GRÁFICA: Carolina Fernández Martínez Roberto Cantos Gómez www.suruscreations.com Marc Delcan Albors Yelena K. Sayko www.yelenaksayko.tumblr.com Jaime Wulff Patricia Barrachina www.patossa.com Luis González Vayá www.laestacionbradio.blogspot.com Bastian Brandner www.bastianbrandner.com
MISCELÁNEA
071por David CHOIN
ALZAR LOS OJOS PARA TRANQUILIZAR EL ALMA
INTERIOR CONTRAPORTADA: Fotografía de Luís González Vayá, “Syntagma”.
COLABORA:
or Antonio 081César MORENO P
PROPAGANDA Y ESPIONAJE FRANQUISTA EN GRAN BRETAÑA DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Jairdilson 092 por DA PAZ
DIDÁCTICA
COLOMER y 115 Jorge RAMOS
RESEÑAS
Verónica 127 por MARTÍNEZ
por Juan Carlos
WIKIPEDIA EN LA ENCRUCIJADA
119
BALADA TRISTE DE TROMPETA Nora 129 por CORTINA
por Garikoitz GÓ MEZ y José RUIZ
JUGANDO CON FUEGO
LA REGENTA
por Igor BARRENETXEA por EUROPA EN LA María José PANTALLA ESTEBAN CINE, EDUCACIÓN Y EMIGRACIÓN
PROCESOS CONSTITUCIONALES EN IBEROAMÉRICA
102
123
LEYENDA DE ICONOS
Clasificación temática para los artículos
Pensamiento
Cultura
Género
Política
Comunicación
Sociedad
Historia
Lugar
Ciencia
DOSSIER: CRISIS EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO
Los trabajadores se rebelan Contestación y movimiento obrero en la ciudad-puerto de Dakar (1914-1939)
Doctorando. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
E
ste artículo pretende analizar la evolución y actuaciones reivindicativas de los miembros de la comunidad portuaria en Dakar entre 1914 y 1939. En este caso, el objeto de análisis serán los miembros de la clase obrera (estibadores, obreros, amarradores, conductores) y sus relaciones con los demás miembros de la comunidad portuaria en Dakar. Además, estableceremos las condiciones de trabajo así como el tipo de oferta de trabajo y el impacto que ello tuvo sobre la actividad sindical. El marco temporal viene definido por la elección de Blaise Diagne como primer diputado senegalés en la Asamblea Nacional, los comienzos de un sindicalismo visible en Dakar y la conclusión del análisis motivado por el retroceso en los derechos laborales y las libertades políticas consecuencia de la derrota del Frente Popular y el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Palabras clave
Trabajadores Portuarios África Occidental Asociacionismo
INTRODUCCIÓN La organización de los trabajadores en torno a instituciones formales o informales es un elemento esencial en la toma de conciencia de clase. La flexibilidad del mercado de trabajo (despido libre, inexistencia o vulneración de convenios colectivos, bajos salarios) siempre ha sido un elemento apetecible por parte de los grupos empresariales, quienes obtienen con estas prácticas mayores beneficios a través de unos menores costes en personal. El trabajador organizado se fortalece y representa una resistencia formidable con respecto a determinadas políticas institucionales que benefician posturas empresariales liberales. >
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 5-16 ǀ
D OSSIER
DANIEL CASTILLO HIDALGO //
Daniel Castillo Hidalgo
El objetivo de este artículo es sintetizar la evolución de las relaciones laborales los trabajadores portuarios en Dakar entre 1914 y 1939, periodo caracterizado por la inestabilidad internacional y las crisis económicas.
“Las empresas exportadoras europeas, disponían de una abundante mano de obra para realizar las tareas de carga y descarga de los buques a través de la utilización de peones de plaza” Analizaremos también el funcionamiento del mercado de trabajo y las circunstancias que condujeron a la organización y movilización de los trabajadores africanos para reivindicar mejoras en sus condiciones laborales. Los trabajadores, organizados en torno a grupos sindicales clandestinos, promovieron boicots comerciales a las empresas europeas, retrasaron las actividades de avituallamiento de los buques –aumentando los tiempos de espera y disminuyendo así la competitividad del puerto- e incluso llegaron a paralizar la actividad económica de la ciudad a través de huelgas generales –legales o no- que se extendieron rápidamente por la antigua colonia. El entorno jurídico colonial, hostil y discriminatorio aporta un mayor valor aún a estos movimientos reivindicativos, que fueron sofocados –generalmente- a través de la coacción y la amenaza permanente del desempleo, desconocido en África antes del impulso imperialista europeo de finales del siglo XIX.
EL TRABAJADOR AFRICANO Y EL MERCADO DE TRABAJO EN ÁFRICA OCCIDENTAL: FLEXIBILIZACIÓN Y CARACTERÍSTICAS Los trabajadores portuarios son un elemento clave de estudio a la hora de analizar las interconexiones económicas y socio-políticas de diferentes espacios alejados más allá de los 6 | Ecléctica
océanos como ha señalado Frederick Cooper. Es posible analizar el grado de integración de estos trabajadores en las redes internacionales a través de las empresas portuarias, los problemas comunes y las relaciones con los otros miembros de la comunidad portuaria.2 Un aspecto importante es la naturaleza irregular de la actividad portuaria, que delimita y condiciona la organización del trabajo. Esta tiene unas peculiaridades derivadas de las características del tráfico marítimo: mayor o menor llegada de buques, eficiencia en la ejecución de tareas, incremento de la demanda de mano de obra o bien diversos cambios tecnológicos que afectan a la navegación y al desarrollo portuario.3 Los periodos de mayor intensidad de tráfico pueden estar condicionados por las dinámicas generales de los diferentes ciclos económicos o por circunstancias puntuales. En el caso del puerto de Dakar, el periodo de máxima actividad del puerto se producía durante el periodo de trata del cacahuete (desde el mes de noviembre hasta el mes de marzo).4 Durante este breve pero intenso espacio de tiempo, la actividad portuaria se multiplicaba, con el consiguiente incremento en la demanda de mano de obra para la carga y exportación de cacahuetes en los buques europeos dedicados al comercio internacional.5 Las empresas exportadoras europeas, disponían de una abundante mano de obra para realizar las tareas de carga y descarga de los buques a través de la utilización de peones de plaza, pagados a razón de jornal. De este modo, el mercado de trabajo proporcionaba una mano de obra barata y prescindible –dado el incremento de la población activa en Dakar desde finales del s.XIX. Desde esa época, las empresas por-
1. El autor quiere agradecer la financiación recibida por parte del Cabildo Insular de Gran Canaria para la realización de este trabajo. El presente artículo forma parte del Proyecto de Investigación del M.E.C; Modelos de Gestión de Puertos y la Comunidad Portuaria en el Ámbito Atlántico (siglos XIX y XX) (HAR2010-17408).
Los trabajadores se rebelan
tuarias y comerciales que comienzan a instalarse en el puerto de Dakar solicitaron a las autoridades coloniales el “encuadramiento” (récrutement) de la mano de obra, sobre todo en el ámbito rural –dónde se estaban desarrollando los monocultivos de exportación. Con el desarrollo de la actividad portuaria a partir de 1910, auténticas mareas de braceros llegarán al Puerto en busca de trabajo en la carga blanca.6 La estructura del mercado de trabajo se verá modificada por el decreto de 22 de octubre de 1925 (confirmado por el decreto general de 29 de marzo de 1926) que promulgó la creación de las Oficinas de Trabajo (que centralizarán las ofertas y demandas de empleo), siendo absolutamente flexible en la contratación, establecimiento de salarios y despidos. Las empresas pactaban de antemano el salario con el trabajador, lo cual situaba al empleado en una posición de indefensión debido a la gran demanda de trabajo. En consecuencia, una hipotética resistencia ante determinadas condiciones laborales, significaba que la empresa pudiera elegir algún otro trabajador que sí aceptara esas condiciones por sus circunstancias particulares. El alto desempleo observado en Dakar –sobre todo tras la crisis de 1929- agravó esta situación. En este sentido, los convenios colectivos (cuando existían) apenas eran respetados por la patronal, sobre todo en el caso de los trabajadores africanos.7 «Una mención especial debería hacerse con los trabajadores portuarios, dónde el trabajo es por esencia muy irregular, pagado a jornal y con sueldos bajos debido a la naturaleza del trabajo (1,5 f/día) » 8
2. COOPER, Frederick: “Dockworkers and labour history” en Dock Workers. International Explorations in Comparative Labour History, 1790-1970. Davies et alii (Eds.). Ashgate. 2000, pp. 523-541. 3. SUÁREZ BOSA, Miguel: “La organización del trabajo portuario: el caso de La Luz y Las Palmas (1891-1980)” en Arenas Posadas, Carlos et alii (eds): Mercado y Organización del trabajo en España (siglos XIX y XX). Sevilla. 1998, p.303
En el caso de los obreros africanos de carga blanca las condiciones de trabajo eran aún más informales: no estaban registrados en las Oficinas de Trabajo por las características propias del trabajo jornalero y como resulta lógico, en el caso de ser empleados carecían de cualquier contrato escrito, elemento fundamental de defensa y protección del trabajador: «El texto de la base del trabajo indígena es todavía el decreto de 22 de octubre de 1925 (…) En Dakar, el contrato escrito no se utiliza, se llegan a acuerdos verbales (…) La población obrera de Dakar se encuentra en una situación comparable a la de los obreros sin especialidad de la Metrópoli »9 Buena parte de la mano de obra que llegará al puerto de Dakar será en un principio estacional, aprovechando los periodos posteriores a la zafra. En la medida que aumente el tráfico comercial del puerto y que el espacio agrícola no pueda absorber la mano de obra, la
“El sentimiento de pertenencia a una comunidad entrará permanentemente en conflicto con la nueva realidad socio-económica que se encuentra en las ciudadespuerto con una fuerte presencia europea”
4. Recordemos además que el momento de gran expansión del comercio de cacahuetes en Dakar llegará a partir de 1930, con la apuesta decidida de las autoridades coloniales por centralizar esa actividad allí en detrimento del gran puerto exportador de cacahuetes hasta el momento; Rufisque. 5. PETEREC, Richard J: Dakar and West African Economic Development. Columbia University Press. New York. 1967, p.115
Ecléctica |7
^ Figura 1
población urbana ira creciendo exponencialmente. Estos trabajadores formarán parte de los colectivos laborales menos privilegiados, actuando como peones de plaza, braceros y jornaleros al servicio de los intereses de las empresas portuarias. Estos de campesinos y agricultores procedentes del interior africano comenzará a transformarse en un proletariado urbano que sufrirá un proceso de transformación socio-cultural, una “détribalisation” profunda e intensa que procurará –en el caso de la administración francesa- desligarles de su pasado comunitario para mostrarles los beneficios de la sociedad occidental a través de la capitalización de la actividad económica. El sentimiento de pertenencia a una comunidad entrará permanentemente en conflicto con la nueva realidad socio-económica que se encuentra en las ciudades-puerto con una fuerte presencia europea dónde el sistema capitalista se encontraba fuertemente implantado.10
8 | Ecléctica
En este sentido, debe tenerse en cuenta la adaptación de la mano de obra africana a la estructura productiva capitalista y a una noción diferente sobre el trabajo. El trabajo en las sociedades africanas subsaharianas tenía una consideración diferente del modelo occidental capitalista; el trabajo se entendía como una especie de actividad comunitaria, que incorporaba múltiples normas, tradiciones y costumbres colectivas/comunitarias que conllevaban un intrincado esquema social. Una actividad socio-económica impuesta por las
Figura 1: Les parcs a charbon 6. En este sentido, debemos recordar que el Hinterland del puerto de Dakar abarcaba un espacio inmenso hacia el interior del continente. Según el trabajo de Peterec (1967), podríamos incorporar dentro de ese hinterland la mayor parte de Mauritania (hasta Fort 7. Gouroud), dos terceras partes de Mali (hasta Gao, incluyendo Tombouctú) y el noroeste de Níger.
Los trabajadores se rebelan
diferentes necesidades económicas y por el estamento socio-cultural del que se formara parte.11 La Administración colonial y el papel dinamizador ejercido por empresas y bancos en África occidental alteraron este esquema, incorporando a los trabajadores africanos al sistema de salarios e impuestos dinerarios, eliminando los factores clientelares tradicionales a través de una política decidida de modernización llevada a cabo sobre todo por el gobierno federal.12 Este sistema retributivo conllevó diferentes niveles de dependencia económica. Por una parte, la actividad económica desde finales del XIX quedó en manos de los mercados europeos, que establecían el valor de las materias primas y el precio que debía pagarse a los productores. Por otra parte, las empresas –respaldadas por la administración colonial controlaban el sistema retributivo, planteando estos salarios en niveles de subsistencia, debiendo además aportar una cantidad anual en forma de impuesto monetario. Las contrapartidas defendidas por la autoridad colonial eran el mantenimiento de la paz y la seguridad –con respecto a los grupos armados del Sahara-, la eliminación de los abusos y clientelismos de los antiguos reyes y mandatarios africanos y por último –y más importante dentro del discurso oficial- los adelantos y progresos de la civilización occidental (tecnología, sanidad, educación). La realidad fue muy diferente. Un ejemplo gráfico lo supuso el sistema de prestaciones –homologable a las corveas feudales- impuesto por el Imperio Francés desde el s. XVIII en África occidental y que no se abolió hasta 1946.13 Dentro de ese esquema de constante pujanza entre modernidad y atraso, las empresas y gobiernos metropolitanos actuaron -al me-
7. THIAM, Iba Der: Histoire du mouvement syndical africain. 1790-1929. L´Harmattan. Paris. 1993, p. 274. El decreto de 22 de octubre de 1925 dispone la creación de Oficinas de Trabajo para regular la oferta y demanda de mano de obra, estableciendo conexiones entre las Cámaras de Comercio y los Consejos de Notables. 8. ANS 2G39/28. Circonscription de Dakar et dépendances. Inspection du Travail. Rapport Annuel. 9. ANS 2G39/28
nos hasta el final de la II Guerra Mundial- bajo dos criterios o puntos de vista. Desde la derecha, el trabajador africano se interpretaba como un campesino atrasado al que había que instruir y adoctrinar según los parámetros metropolitanos. La perspectiva de la izquierda –vinculada al PSF o al PCF- presentaba al trabajador africano como un obrero industrial inserto de lleno en la lucha de clases a nivel mundial.14
“La crisis económica provocada por el caos bursátil de 1929 aceleró las protestas y reivindicaciones de los trabajadores africanos que soportaron las peores consecuencias de la misma; desempleo y pobreza”
REFORMAS LABORALES Y REACCIÓN DE LOS TRABAJADORES Con respecto a la legislación laboral, hemos observado un alineamiento evidente entre las Autoridades e Instituciones coloniales y las empresas portuarias/comerciales francesas. La salvaguarda de los intereses económicos, obviando las necesidades de la población africana, fue un elemento continuo hasta 1936 dónde las presiones de los trabajado-
10. LAKROUM, Monique: Le Travail inégal. Paysans et salariés sénégalais face à la crise des années trente. L´Harmattan. París. 1982, p. 27 11. THIAM, Iba Der: Op.cit. p.14 12. CONKLIN, Alice L: “Democracy Rediscovered: Civilization through Association in French West Africa (19141930)” en Cahiers d´Études Africaines, Vol.37, Cahier 145 (1997), p.60
Ecléctica |9
Daniel Castillo Hidalgo
res condujeron a las políticas reformistas del Frente Popular que trató de incorporar algunos elementos de defensa del trabajador al sistema jurídico. La lucha de los trabajadores senegaleses por la mejora de sus condiciones de vida tuvo que enfrentarse a la mentalidad conservadora que dirigió las políticas laborales y sociales con respecto a los espacios coloniales. Una legislación cuyo rasgo más destacado es el atraso con respecto a las leyes metropolitanas, barnizada además por el pensamiento de Leroy-Beaulieu, principal referente ideológico del imperialismo francés decimonónico. Bajo esos parámetros, el estado francés/occidente se situaría como una suerte de elemento providencial con responsabilidad de tutela hacia los pueblos “incivilizados y atrasados”. Esta mentalidad se mantendrá rígidamente en la dinámica legislativa hasta mediados del siglo XX.15 La legislación laboral no respondía en forma alguna a los intereses de los trabajadores. Obviaba de manera voluntaria la realidad socio-económica de los territorios coloniales. A lo largo del tiempo, el discurso oficial del gobierno francés expresó la inoportunidad de medidas progresistas en este sentido, basando su argumentación en la inexistencia de un complejo industrial que hiciera necesaria cambios en la legislación. La no aplicación en las Colonias de la ley de 21 de marzo de 1884 sobre la creación de sindicatos profesionales es un buen ejemplo de ello. Ante la imposibilidad “legal” de organizarse, el trabajador debía actuar en la clandestinidad, mientras que el empresariado no dudó en animar la rivalidad y la animadversión entre trabajadores a través de la contratación y despido libres.16 Diferentes legislaciones laborales como la del 9 de junio de 1908 (regulación de los accidentes de trabajo) o la del 5 de abril de 1910 (obligatoriedad de asegurar a los trabajadores) no fueron aplicadas en Senegal hasta la década los años 30. En líneas generales, la flexibilización y liberalización del mercado laboral era tal que puede afirmarse que no existía ningún control regulador sobre el mercado de trabajo en el África Occidental Francés (AOF) antes de la aplicación parcial del decreto del 22 de octubre de 1925.17 Y todo ello, con las reservas a las que hemos aludido anteriormente. 10 | Ecléctica
Figura 2 >
No obstante, la reglamentación en el AOF si incorporaba varios aspectos obligatorios para los africanos, que poco tenían que ver con una política legislativa integradora: estatuto indígena, sistema de prestaciones, impuestos personales y adhesión obligatoria a las sociedades de previsión agrícola –en el caso de la población rural.18 Como señalamos anteriormente, la crisis económica provocada por el caos bursátil de 1929 aceleró las protestas y reivindicaciones de los trabajadores africanos que soportaron las peores consecuencias de la misma; desempleo y pobreza. Los contactos con Europa y América a través de los buques mercantes traerán noticias de los movimientos y revoluciones sociales desatados en la década de los 30. El papel de las células socialistas y comunistas va a ser fundamental a la hora de difundir las pretendidas políticas de reforma en la legislación colonial. La inflación y el paro que van a sacudir Dakar y la colonia de Senegal entre 1930 y 1936 van a provocar la adhesión de los trabajadores en favor de cambios profundos, reivindicando mejoras en la protección socio-laboral. La victoria electoral del Frente Popular en 1936, significará un nuevo y desconocido empuje en la actividad legislativa en el AOF. La legislación del gobierno de izquierdas buscó una mayor interrelación entre el estado francés y los habitantes de las colonias, debiendo efectuarse un viraje potente en las políticas llevadas a cabo hasta el momento para equilibrar el clima de tensión y quiebra social. Marcel de Coppet, gobernador socialista, señalaba en 1936 los errores cometidos por la administración francesa hasta el momento: >
Figura 2: Beelitz Sanatorium I, Marc Delcan 13. BERNARD-DUQUENET, Nicole: “Le Front populaire et le problème des prestations en AOF” en Cahiers d´ études africaines. Volume, 16, Numéro 61 (1976), pp. 159-172. 14. COOPER, Frederick: “The Senegalese Strike of 1946 and the Labor Question in Post-War French Africa” in Canadian Journal of African Studies. Vol.24, Nº 2. (1990), p.169
Daniel Castillo Hidalgo
«En un territorio ocho veces más grande que Francia y poblado de más de cien razas diferentes, separadas las unas de las otras por la lengua, las costumbres, la religión, escalonados en todos los grados de la civilización primaria (…) Es indispensable variar los métodos, matizar nuestras acciones, encontrar una posición de equilibrio entre las aspiraciones confusas del « primitivo » y las tendencias muchas veces abusadoras del «evolucionado»19.
“La crítica situación económica (desempleo e inflación) radicalizó la postura de los trabajadores africanos que hasta ese momento sólo habían reclamado mayores salarios y unas jornadas de trabajo más regulares en el puerto” Una de las primeras reformas que había sido abordada fue la duración de la jornada de trabajo. En el caso de la actividad portuaria, la duración de la jornada laboral difería de otros sectores económicos, debido a la propia configuración del trabajo portuario. No obstante, la reglamentación de las ocho horas de trabajo que había sido promulgada en la Francia metropolitana el 23 de abril de 1919 no se aplicará en Dakar hasta la reglamentación local del 29 de febrero de 1929.20 Las jornadas de algunos trabajadores portuarios relacionados con el suministro de carbón y agua a los buques se organizaran en torno a turnos de guardia de 12 y 14 horas (abaratamiento de costes variables), puesto que la actividad debía ser eficiente y disponible las 24 horas. El carácter estratégico de este servicio, y la posibilidad de bloqueo por parte de los trabajadores portuarios en caso de huelga les confería una mayor capacidad de presión sobre la patronal. El personal, de carga negra, generalmente formaba parte de una plantilla más 12 | Ecléctica
o menos fija/estable puesto que un bloqueo en la actividad podría traducirse en un desvío del tráfico marítimo hacia los puertos atlánticos vecinos –y rivales- golpeando de manera considerable al comercio local.21 Esta es una de las razones por la cual los salarios de estos trabajadores “fijos” eran superiores al de los trabajadores de carga blanca. En cualquier caso, según los informes de la Inspección de Trabajo, la jornada laboral de 8 horas no se aplicaba prácticamente nunca. Ante las protestas de los trabajadores por la realización de horas extras sin cobrar y los bajos salarios, en marzo de 1937 el gobierno federal trató de impulsar la legislación sobre las 8 horas, siendo la jornada habitual de 9 horas seis días por semana. Recordemos aquí la precariedad económica de los trabajadores de carga blanca, pudiendo trabajar sólo 2 ó 3 días por semana ante una mayor o menor afluencia de buques mercantes. La situación se agravaría con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, dónde el gobierno colaboracionista de Vichy –Dakar se encontraba fuera del espacio de la Francia Libre- impuso una nueva reglamentación laboral. El 12 de Septiembre de 1939, un decreto gubernamental provisional estableció la jornada laboral en diez horas. Otro decreto del 9 de octubre de 1939 prohibió cualquier retribución por horas extras, que habían sido reguladas en el decreto de 1929 y se anularían los derechos de reunión, asociación y huelga.22 Sobre la actividad sindical, no sería hasta el 11 de marzo de 1936 cuando fue promulgada por fin la ley sobre libertad sindical en el AOF. Pocos días después, el 20 de marzo se promulgó un decreto favorable al establecimiento de convenios colectivos, una de las
15. DAUMALIN, Xavier: « La doctrine coloniale africaine de Paul-Leroy-Beaulieu (1870-1916) »: Essai d´analyse thématique en BONIN, Hubert (dir) L´Esprit Économique Impérial (1830-1970). Groupes de pression & réseaux du patronat colonial en France & dans l´Empire. Editions de la S.F.H.O.M. 2008, p.105 16. THIAM, Iba der. Op.cit. 34 17. Ibíd., p.273
Los trabajadores se rebelan
principales defensas jurídicas de los trabajadores. La organización de los trabajadores se haría así visible, revelándose una realidad que no se podría haber mantenido oculta mucho tiempo más. El resultado de estos decretos fue espectacular. En el mes de mayo, se encontraban registradas 119 asociaciones de trabajadores en el AOF, siendo 42 sindicatos profesionales.23 En este sentido, a finales de 1936, 20 sindicatos profesionales habían depositado sus estatutos en el Ayuntamiento de Dakar24. Esta nueva reglamentación laboral, animada desde los órganos de expresión de los trabajadores provocará el rechazo y el recelo de las principales empresas europeas, que verán recortadas su capacidad de control y mediación sobre el mercado de trabajo. Ya desde 1923, Magatte Louis Ndiaye, marinero autodidacta había creado la Amicale des Marins en Casamance, que luego situaría bajo la cobertura de la CGT. 25 Siguiendo la tradición comunista, Ndiaye puso en marcha los conocimientos adquiridos a lo largo de sus viajes por América y Europa. 26 Conocemos que Ndiaye pasó algunos años en Las Palmas, dónde se estaba desarrollando un potente movimiento obrero en torno al puerto y la figura del republicano Franchy y Roca. El conocimiento que tenía sobre los mecanismos de la economía mundial y sobre todo el modelo taylorista en expansión desde finales del XIX influirá decisivamente en su acción política y en el desarrollo de movimientos reivindicativos. La acción política de Magatte, más allá de los hechos puntuales señalados por Thiam significó la creación de una organización sindical de mayoría africana que será importante por ser la primera vez que fue posible, la puesta en marcha de una concien-
18. PERSON, Yves: « Le Front populaire au Sénégal (mai 1936-octobre 1938) » en Le Mouvement social. Editions l´Atelier. Nº 107. Avril-Juin. (1979), p. 79. 19. ANS. 2G36. 25/2. 20. THIAM, Iba der. Op.cit. 133 21. Ibíd., p.106 22. ANS. 2G39/28 23. PERSON, Yves. Op.cit. 91.
cia de clase en África occidental, capaz de poner contra las cuerdas a la administración y a las empresas europeas. La propaganda comunista que trataba de superar la censura del gobierno federal se extendió lentamente por los sectores populares de Dakar, gracias a la acción de Ndiaye y sus partidarios, sustentados por la CGT, que insistían en la necesidad de la toma de conciencia de clase de las poblaciones colonizadas y realizar acciones puntuales para lograr conquistas políticas (boicots, huelgas encubiertas).27 El crecimiento de los movimientos socialistas en África en los años 30 surge como hemos visto, al amparo de la crisis económica generalizada. A comienzos de la década, un grupo socialista se desarrollará en Senegal como una sección del Partido Socialista Francés, que en 1935 aparecerá ya fundado como Partido Socialista de Senegal por Lamine Guèye (1891-1968) y Charles Graziani en un acontecimiento público celebrado en el conocido cine Rex de Dakar.28 La crítica situación económica (desempleo e inflación) radicalizó la postura de los trabajadores africanos que hasta ese momento sólo habían reclamado mayores salarios y unas jornadas de trabajo más regulares en el puerto. Las propuestas ahora tendrán un contenido social y político más potente, que incorporará unas mayores coberturas sociales: indemnizaciones por despido, seguros de accidente y homologación de salarios con respecto a los trabajadores blancos entre otras reclamaciones. 29 Durante la convulsa campaña electoral de 1936, Lamine Gueye reivindicará además la libertad sindical como elemento fundamental e innegociable de defensa de los trabajadores. No se planteaba en este caso como si hacían
24. ANS. 2G36-25 25. THIAM, Iba der. Op.cit. 182 26. COOPER, Frederick. Dockworkers and Labour. Op.citp.540 27. THIAM, Iba der. Op.cit.183 28. NDAO, El Hadj Ibrahima: Sénégal, Histoire des conquêtes démocratiques. Les Nouvelles Éditions Africaines du Sénégal. Dakar. 2003, p.56
Ecléctica |13
Daniel Castillo Hidalgo
fervientemente los comunistas- la posibilidad de movimientos independentistas o revolucionarios.30 Algunos trabajadores europeos blancos (funcionarios de escalafones bajos, empleados comerciales y del sector de los transportes) tendrán también un papel destacado en el apoyo a los movimientos reivindicativos, especialmente aquellos relacionados con la CGT francesa. Deberíamos destacar además que estos “protosindicatos”31 senegaleses insertos dentro de las formaciones políticas en germen como el PS de Guèye dispondrán de medios de comunicación a su disposición, como fue el caso de los diarios L´AOF y Le Périscope que servían como medio de difusión de las ideas socialistas. Además, la masiva circulación y difusión de información y panfletos políticos y su control y censura será una auténtica obsesión por parte de los poderes políticos, preocupados de la capacidad de movilización de una masa de trabajadores cada vez más concienciada y movilizada. En este sentido, se incrementó la vigilancia y persecución de las “actividades subversivas” por parte del Gobierno Federal y la Dirección de Seguridad. Se establecieron “listas negras” de individuos y organizaciones sindicales socialistas, anarquistas y comunistas. Los trabajadores, a través de sus equipajes en los buques, trenes y camiones trataban de introducir en los círculos obreros las revistas, pasquines y libros revolucionarios. La ultraderecha por su parte pretendía difundir propaganda fascista que propugnaba la adhesión de la población africana hacia las potencias del Eje.31 Actuando desde la clandestinidad y con una legislación opresiva, lo que resulta evidente es que hacia 1936 nos encontramos un movimiento obrero africano organizado y estructurado con capacidad operativa. La mayor actividad sindical a partir de 1936 se hizo notar en el endurecimiento de las relaciones laborales. A finales de 1936, los trabajadores portuarios de Dakar se pondrán en huelga, motivada por la incesante inflación que venía sacudiendo la ciudad-puerto, soportada por las clases más populares.32 El movimiento iniciado en el puerto se extendería rápidamente entre las clases populares de la ciudad, que 14 | Ecléctica
seguirán las reivindicaciones de los trabajadores portuarios bloqueando el tejido productivo de Dakar bloqueado y en manos de los trabajadores por primera vez, de una manera seria y organizada. Se produjo también un boicot comercial –que ya se había realizado en la huelga general de 1914- por parte de los agricultores y pescadores por lo que las empresas consignatarias no podían abastecer a los buques en el puerto. Lakroum señala que unos 1.000 trabajadores se pusieron en huelga durante esas jornadas –además de los efectos colaterales del boicot comercialen las que se produjo una auténtica fusión de intereses entre la clase trabajadora de Dakar. Una de las principales reivindicaciones esgrimidas por los trabajadores fue la de la fijación y unificación de salarios en el puerto, con el establecimiento de un convenio colectivo que afectara a la globalidad de trabajadores del puerto y que había sido rechazado permanentemente por las empresas portuarias.33 El rechazo a la firma del convenio situó a las empresas europeas contra las cuerdas al tratarse de una acción firme y global por parte de los trabajadores. Aceptar las reivindicaciones de los trabajadores supondría crear un precedente peligroso para sus intereses, puesto que estaban comenzando a sentirse amenazados por la mayor movilización de los trabajadores y por las políticas de izquierda del Frente Popular. Alargar el estado de tensión, negando la firma del convenio colectivo supondría agravar la situación y enrarecer aún más las relaciones laborales, con posibles acciones violentas. Y lo que era más importante y decisivo para la patronal, una prolongación de la huelga pondría en peligro la actividad comercial, provocando el caos y el desvío de
Figura 3: Dakar, La petite jetee. 29. En este momento, puede observarse una cierta reivindicación sobre la igualdad entre los trabajadores blancos y negros. Las tendencias del PCF (Parti Communiste Français) siguen esta línea, defendiendo la necesidad de la libertad de los pueblos colonizados. En 1924, Marc Kojo Tovalou Houenou (Quenum) había fundado la Liga Universal de Defensa de la Raza Negra, bajo influencia comunista. El movimiento se radicalizará
^ Figura 3
buques hacia los puertos canarios y caboverdianos. Tras largas jornadas de protesta y bloqueo de la actividad (esencialmente el personal de carga negra), dónde el peso de la solidaridad y las redes socio-económicas permitió el sustento de los trabajadores, la patronal acabará cediendo en las peticiones de los huelguistas. Los trabajadores portuarios obtuvieron una mejora directa en sus salarios, que se elevaron desde los 7 a 15 francos diarios (corrientes). El resto de trabajadores verían incrementados sus salarios base de 4 a 7,5 francos diarios (corrientes).34
CONCLUSIONES
con la figura de Kouyaté, quién reivindicará la acción violenta contra los colaboracionistas (especialmente Diagne). Kouyaté creará en 1932 la Unión de Trabajadores Negros en Francia, que tratará de difundir en África a través de los marinos de las líneas marítimas. PERSON, Yves. Op.cit.86
como sindicatos clandestinos, pero queremos hacer hincapié en su carácter especial.. Lo interesante en este sentido es la importancia de los partidos políticos de izquierdas como canalizadores de estas organizaciones de trabajadores.
30. Ibíd. p.88 31. Utilizamos esta expresión para caracterizar la existencia de organizaciones sindicales no reconocidas por la legislación vigente. Podríamos definirlos también
La introducción y adaptación del trabajador africano al sistema económico capitalista supuso una fractura en la mentalidad y modo de vida. La discriminación en la legislación y el retraso jurídico de la legislación colonial con respecto a la metrópoli preparó el camino de las reivindicaciones de los trabajadores. El estado económico precario y el incremento de la dependencia de éstos con respecto a la mayor integración en los mercados económicos internacionales agravaron y enrareció las
32. Por una parte, la propaganda hitleriana ha utilizado muchas veces la prensa árabe para acentuar su acción sobre la población indígena musulmana. Entre otras, una traducción en lengua árabe de algunos pasajes del libro de Hitler « Mein kampf » que ha sido retirado de la circulación” ANS. 2G36-25.
Ecléctica |15
Daniel Castillo Hidalgo
relaciones laborales en el AOF. La unidad de acción de los trabajadores provocó cambios positivos en las políticas retributivas y laborales jaleados por los acontecimientos internacionales. Resulta difícil imaginar que el movimiento de diciembre del 36 fuese una acción espontánea de centenares de trabajadores. La represión y retroceso legislativo del gobierno de Petain y la posterior violencia desatada con la Segunda Guerra Mundial puso en suspenso los logros y reivindicaciones de los trabajadores
PETEREC, Richard J.: Dakar and West African Economic Development. Columbia University Press. New York, 1967
BIBLIOGRAFÍA
SUÁREZ BOSA, Miguel: “La organización del trabajo portuario: el caso de La Luz y Las Palmas (1891-1980)” en Arenas Posadas, Carlos et alii (eds): Mercado y Organización del trabajo en España (siglos XIX y XX). Sevilla, 1998. Pp. 303-314. THIAM, Iba Der: Histoire du mouvement syndical africain. 1790-1929. L´Harmattan. Paris, 1993.
BERNARD-DUQUENET, Nicole: “Le Front populaire et le problème des prestations en AOF” en Cahiers d´ études africaines. Volume, 16, Numéro 61, (1976), pp. 159-172. COOPER, Frederick: “The Senegalese Strike of 1946 and the Labor Question in Post-War French Africa” in Canadian Journal of African Studies. Vol.24, Nº 2, (1990), pp. 165-215 COOPER, Frederick: “Dockworkers and labour history” en Dock Workers. International Explorations in Comparative Labour History, 1790-1970. Davies et alii (Eds.). Ashgate. 2000, Pp. 523-541. DAUMALIN, Xavier: « La doctrine coloniale africaine de Paul-Leroy-Beaulieu (1870-1916) »: Essai d´analyse thématique en BONIN, Hubert (dir) L´Esprit Économique Impérial (18301970). Groupes de pression & réseaux du patronat colonial en France & dans l´Empire. Editions de la S.F.H.O.M. 2008, Pp. 103-120. LAKROUM, Monique: Le Travail inégal. Paysans et salariés sénégalais face à la crise des années trente. L´Harmattan. París, 1982 NDAO, El Hadj Ibrahima: Sénégal, Histoire des conquêtes démocratiques. Les Nouvelles Éditions Africaines du Sénégal. Dakar, 2003 PERSON, Yves: « Le Front populaire au Sénégal (mai 1936-octobre 1938) » en Le Mouvement social. Editions l´Atelier. Nº 107. AvrilJuin, (1979) Pp. 77-101.
33. El kilogramo de arroz (generalmente importado desde Indochina), base de la dieta del trabajador vio su precio incrementado en casi un 50% entre 1936 y 1937. Un saco de 100 kg de arroz costaba en torno a los 70 francos (corrientes) en 1936; tan sólo un año después la cifra se elevaba a los 135 francos (corrientes). PERSON, Yves. Op.citp.93 34. LAKROUM, Monique. Op.cit. 152 35. PERSON, Yves. Op.cit. 92
16 | Ecléctica
La indignación de Alexis: La re-lectura “indignada” de Alexis de Tocqueville PABLO SIMÓN COSANO // Doctorando en Ciencias Políticas por la Universitat Pompeu Fabra
L
os cambios políticos y económicos de este último siglo han llevado a una progresiva pérdida de autonomía democrática en las sociedades occidentales. Como reacción a esta situación ha surgido el movimiento de los indignados cuya reivindicación principal es el cambio a una “democracia real”. En este artículo se busca confrontar el pensamiento de Alexis de Tocqueville con las propuestas de los indignados. El pensador francés consideraba que la democracia es compatible con la tiranía siempre que se renuncie a la libertad en favor de la igualdad. Para evitar este mal tan sólo cabe oponer el asociacionismo, la virtud de la moderación y la concepción del interés particular como conectado con el bienestar general. Es por ello que la constitución de los indignados como un tejido social asociativo y sus demandas de transparencia, control de la política, reformas institucionales encaminadas a separar los poderes, representación de la pluralidad de partidos… conectan con las propuestas de Tocqueville, en su tradición liberalrepublicana, para construir una sociedad tan igualitaria como libre.
Palabras clave Tocqueville Libertad Igualdad Democracia real Indignados
INTRODUCCIÓN Uno de los temas más recurrentes de estos últimos años, y más desde la entrada en escena de la crisis económica en 2008, es la incapacidad de las democracias liberales tradicionales para afrontar los retos del siglo XXI. Esta incapacidad se manifiesta desde al menos dos aristas. La primera es un evidente cambio del escenario de juego: el marco tradicional del Estado-nación se ha visto claramente superado. La crisis financiera internacional y la problemática derivada del capitalismo global, el calentamiento climático, el agotamiento de las
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 17- 27 ǀ
Pablo Simón Cosano
materias primas, la gestión de los flujos migratorios, la superpoblación del planeta… son retos cuya gestión difícilmente puede restringirse a acciones dentro de las fronteras nacionales.1 Pero una segunda expresión, causa y consecuencia de la primera, es el progresivo “secuestro” de la capacidad de auto-gobierno de las democracias representativas por parte de instancias tecnocráticas no electas (técnicos, agencias reguladoras, instancias supranacionales) con capacidad para tomar decisiones al margen de una voluntad popular a la cual contrapesan, frenan y a veces hasta bloquean.2 Por lo tanto, la llegada del siglo XXI ha cambiado tanto la dimensión de los retos como la autonomía de los propios mecanismos democráticos para hacerles frente. Este siglo ha traído consigo una crisis en el sentido más genuino del término. En palabras de Bertolt Brecht, nos encontramos en un momento en que lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, a caballo entre dos mundos diferentes: persisten dinámicas, actores y frames mentales modernos con interfaces y dinámicas propias de la post-modernidad líquida3.
“Para Tocqueville cuando no existen los debidos “contrapesos democráticos”, el hombre cede fácilmente su libertad a cambio de su comodidad y consumo” El movimiento de los “Indignados” es una forma de expresión de la catarsis y cambio de época que nos concierne. Bajo el lema de “No nos representan” y su mecanismo asambleario, cuestionan la legitimidad del sistema político y económico vigente. Este movimiento explicita los interrogantes propios del cambio: ¿Cómo? ¿Hacia dóvnde? ¿Para qué? Los mismos interrogantes que han surgido en periodos de cambio en el pasado. Es por ello que mirar al pensamiento de aquellos que vivieron periodos de cambio similares puede 18 | Ecléctica
ser ilustrativo para dar respuestas a las preguntas del presente. De cuantos autores se han ubicado en el filo de la navaja del cambio, quizá el más importante ha sido Alexis de Tocqueville. El vizconde, jurista, pensador, político y magistrado, abanderó un pensamiento que se incardina en el liberalismo temprano. Sin embargo su obra destaca principalmente por la combinación que hace al aproximarse al fenómeno novedoso de su época, la democracia. Lejos de detenerse en un estudio normativo o institucional, Tocqueville se adentra en la captación de las condiciones sociales que posibilitan la democracia, siempre desde la comparación con los “humores” propios del Antiguo Régimen. Su obra “La democracia en América” es, por lo tanto, un tratado que recoge la investigación de la democracia en su vertiente social, centrándose siempre en la igualdad como idea motora.4 La pertinencia de rescatar su pensamiento tiene dos buenas justificaciones. La primera es la propia relevancia del momento histórico que vivió el autor y su similitud con el presente. Entre el cambio del Antiguo Régimen hacia los regímenes democráticos, de un lado, y el movimiento que propugna cambiar de una “democracia incompleta” hacia una “Democracia Real” del otro, existe el hilo rojo común. Este hilo es precisamente, mutatis mutandi, el cambio en las condiciones políticas, materiales y normativas en la transición entre ambos periodos. Comparar ambas transiciones puede parecer pretencioso pero dado que la obra de Tocqueville se centra más en los valores y condiciones sociales que en el cambio de los marcos institucionales, la comparativa puede sostenerse ya que se centra en los “humores”
1. Taibo, C.: En defensa del decrecimiento: Sobre capitalismo, crisis y barbarie. Madrid, Catarata, 2009, pp. 13-41. 2. Sánchez-Cuenca, I.: Más democracia, menos liberalismo. Madrid, Katz Editores, 2010, pp..9-10. 3. Bauman, Z.: La postmodernidad y sus descontentos. Madrid, Akal, 2001. 4. Aron, R.: «Tocqueville retrouvé», The Tocqueville Review, 1 (1979), pp. 8-23.
La indignación de Alexis
sociales que posibilitan el cambio. Pero por otro lado, y dado que la democracia se ha caracterizado como igualdad y autogobierno,5 revisitar la concepción de la primera permite centrar el foco en uno de sus pilares más esenciales. De este modo, se toma el pulso a uno de los valores fundamentales de las sociedades democráticas contemporáneas. Este artículo no pretende ser un repaso exhaustivo de la obra de Tocqueville. Antes bien, lo que se pretende es sentar al vizconde en la Puerta del Sol y confrontar algunas de las bases de su pensamiento con el cambio social y político que explicitan los “indignados”. El argumento principal de este escrito es que la democracia para Tocqueville no es incompatible con el despotismo. Dado que la pasión por la igualdad del hombre democrático lo aleja de la esfera social, cuando no existen los debidos “contrapesos democráticos”, este cede fácilmente su libertad a cambio de su comodidad y consumo. Por lo tanto, cuando los “indignados” reclaman una “Democracia Real” lo que hacen es reclamar, en palabras de Tocqueville, la lucha contra ese despotismo blando en que las sociedades democráticas se han gangrenado. En conclusión, se puede sostener fácilmente que Alexis de Tocqueville estaría entre los primeros indignados del 15M porque su pensamiento pasa, en parte como este movimiento, por hacer compatible la libertad con el inevitable triunfo de la condición democrática.
LA DEMOCRACIA Y LA IGUALDAD DE CONDICIONES Para entender la definición de democracia de Alexis de Tocqueville hay que verla como una superación del liberalismo clásico de la época. Para el liberalismo tradicional la prioridad es la defensa de los derechos individuales y protegerlos de los “excesos democráticos.” Su leit-motiv es la definición de una esfera negativa de derechos individuales inviolables frente a las pretensiones invasivas de la volonté générale rousonianna. Sin embargo, Tocqueville argumenta a lo largo de su obra la necesidad de hermanar ambas dinámicas. Para él es completamente necesario conciliar la herencia de Constant, “libertad de los modernos”, la soberanía limitada y la independencia privada de un lado y, por el otro, la herencia de Rousseau, “la libertad de los antiguos”, el imperativo de la participación pública.6 De esa unión es de la que nace su concepción de la democracia. Para él la democracia es un conjunto de determinadas formas políticas entre las cuales cabe destacar el principio de la soberanía popular. Sin embargo, en ningún momento la asocia con el gobierno del pueblo, representantes o separación de poderes. Se trata de un estado social en que puede coexistir tanto la libertad como la igualdad a través de un conjunto de leyes susceptibles de ser moldeadas por el hombre. Esta concepción en abstracto de la democracia se sustancia en la idea madre de la que surge: el valor de la igualdad. Sin embargo, es necesario introducir una cautela: la igualdad para Tocqueville no equivale a una igualdad >
5. Sánchez-Cuenca, I.: Más democracia, menos liberalismo. Madrid, Katz Editores, 2010, cap.1. 6. Jardin, A.: Alexis de Tocqueville: 1805-1859. París, Hachette, 1984
Ecléctica |19
Pablo Simón Cosano
de hecho (que todos los hombres sean social o económicamente iguales) y va más allá de la igualdad de derecho ante la ley. Lo que esta noción de igualdad plantea es que ya no existen las desigualdades de condición hereditarias dado que todas las ocupaciones, honores y dignidades son “potencialmente” accesibles a todos los individuos. Por lo tanto, las distinciones entre los sujetos son meramente pasajeras, al ser posiciones intercambiables.7 La igualdad trae consigo la movilidad social: el dinero circula debido a la inexistencia de grandes fortunas, cambiando completamente la estructura jerárquica y desigual del Antiguo Régimen. Ahora las relaciones no se basan en la obediencia voluntaria propia del derecho divino. En democracia las relaciones son meramente contractuales. De la disolución de los estamentos se desprende necesariamente el atomismo individual. Ahora cada cual se enfrenta a su semejante en igualdad e impotencia y nadie está obligado a obedecer al otro. Así pues es de esta pasión por la igualdad, fuerza motora de la democracia, de donde surge también su principal problema para Tocqueville. La democracia lleva necesariamente al individualismo en el que el sujeto se ensimisma en la contemplación de su universo más privado, el de pariente y amigos, y abandona la esfera de lo colectivo. El centro es ahora la pasión por el bienestar y las comodidades materiales, con exclusión de toda consideración de los asuntos públicos. De aquí el peligro: el hombre democrático es demasiado propenso a optar por un despotismo blando que le de seguridad y comodidades materiales. Dado que la búsqueda de la comodidad excede con mucho el celo en la defensa de la libertad, cuando hay que optar entre ambas, el hombre democrático siempre preferirá la primera y el bienestar material que “potencialmente” reporta. Por lo tanto, el ánimo democrático es para Tocqueville perfectamente compatible con el despotismo. Los hombres demócratas, pese a ser diferentes en talento, tienen tal pasión por la igualdad que hace que esté en su ser sentirse igual a sus semejantes, lo que es origen de frustración y ambición sin límite. En la vida cotidiana esto genera una red de intereses micro-conservadores que tiende 20 | Ecléctica
Figura 1 >
a uniformizar los modos de vida, una suerte de “aburguesamiento” de las sociedades democráticas.8 Pero además, su consecuencia es una vida social basada en la mediocridad, un ámbito intelectual ausente de originalidad y una profunda resistencia a aceptar nuevas ideas, hecho que termina por fosilizar la vida en común En síntesis, la igualdad es en el ideal democrático un “deber ser” ambicioso que ignora la posibilidad real de satisfacer las necesidades. Es el deseo que continuamente queda incumplido por las propias posibilidades reales de satisfacer dichas expectativas. De aquí que lo que Tocqueville plantea en esencia es que el egoísmo es el hijo de la democracia y el desencadenante de innumerables frustraciones nacidas de la expectativa incumplida. Algo que es el germen de la tiranía tanto como de la libertad. >
Figura 1: Lyon I, Marc Delcan 7. Jardin, A.: Alexis de Tocqueville: 1805-1859. París, Hachette, 1984. 8. Aron, R.: «Tocqueville retrouvé», The Tocqueville Review, 1 (1979), pp. 8-23.
Ecléctica |21
Pablo Simón Cosano
LA REDENCIÓN DE LA DEMOCRACIA A Tocqueville le alarmaba la creciente centralización de los gobiernos y su desarrollo de inmensos poderes tutelares que, de buena gana, aceptan cargar con la comodidad y el bienestar de los ciudadanos. Ello hacía que el demócrata bien pudiera abandonar su libertad a cambio de un despotismo blando que le provea de seguridad hecho que, en cualquier caso, no es incompatible con la soberanía popular. Al fin y al cabo, el pueblo en su conjunto podría consolarse en el conocimiento de que él mismo eligió a sus amos. De aquí que la democracia sea compatible con la tiranía. Pero además, este despotismo coexiste con otro de los temores del autor: la tiranía de la mayoría. Tocqueville argumenta que la aparente homogeneidad de la sociedad democrática oculta a nuestra vista la heterogeneidad inagotable del talento. La idea de la igualdad implica que la autoridad de la mayoría es incuestionable y que la cantidad es el ahora único criterio válido llega hasta el extremo del ataque al intelecto. La mayoría exige una conducta conformista y aplasta cualquier disentimiento. Una omnipotencia legislativa que se sitúa por encima del poder ejecutivo o judicial y cuya tiranía se ejerce a través de la conformidad social tras el quebranto de la opinión disconforme. Para solucionar este problema de la democracia y empujarla hacia la libertad la solución debe estar en armonía con el principio de igualdad democrática. Tocqueville subraya si el individualismo es la causa del atomismo de la sociedad democrática, es la libertad la que puede reestablecer un sentido de interdependencia política. La igualdad es así la única base desde la que construir la libertad: “Por lo que a mi toca, lejos de echar en cara a la igualdad la indocilidad que inspira, la alabo por esto principalmente. La admiro al verla depositar en el fondo del espíritu y del corazón de cada hombre esa noción oscura y esa propensión instintiva hacia la independencia política, preparando así el remedio al mal que causa”.9
22 | Ecléctica
Es cierto que los gobiernos se hacen más poderosos que nunca y los individuos parecen indefensos. Sin embargo, hay “recursos democráticos” que han sido empleado con éxito en los EEUU y han permitido la libertad. El primero es un cuerpo de legistas o jueces independientes que tutelen los derechos fundamentales. El segundo es la propia institución del jurado popular, que enseña la práctica del civismo frente al egoísmo particular. Y el tercero, crucial en este país, es una religiosidad que actúa como freno a las pasiones humanas. Para Tocqueville la religión es una forma de autoridad interna y no externa (por lo que no constriñe) cuya fuerza moderadora moraliza la democracia y sirve como contrapeso frente a un materialismo que degrada la condición humana. Por lo tanto, la religiosidad tal como está planteada en EEUU es la consecuencia de la estructura de deseos que genera la igualdad; es el núcleo del nuevo orden democrático. Pero en cualquier caso el principal de los recursos democráticos es la libertad de asociación. Para Tocqueville las asociaciones defienden los derechos de la minoría frente a la tiranía, pues sólo gracias a ellas pueden oponer sus opiniones. Es más, mientras que otros autores veían en los partidos, facciones y asociaciones una fuente de división de la sociedad, para Tocqueville eran absolutamente esenciales para la sociedad democrática ya que canalizan los intereses individuales hacia fines compartidos. De hecho, no sólo prote-
9. Tocqueville, A.: De la Democracia en América. Madrid, Alianza Editorial, 2002, p. 613. 10. Ramoneda, J.: Contra la Indiferencia. Barcelona, Galaxia Guttemberg, 2010, cap.2. 11. Fukuyama, F.: El fin de la historia y el último hombre. Barcelona, Editorial Planeta, 1992. 12. Taibo, C.: En defensa del decrecimiento: Sobre capitalismo, crisis y barbarie. Madrid, Catarata, 2009, pp. 55-59.
La indignación de Alexis
gen frente a la tiranía, Tocqueville argumenta que también ayudan a superar la mediocridad y transforman a los hombres en ciudadanos conscientes. Solo gracias a ellas germina el llamado “interés propio bien entendido” que hace que el individuo comprenda que sus intereses particulares están relacionados con el interés general. Este asociacionismo es el que suple la ausencia de virtud del hombre democrático, el cual sacrifica tiempo y riqueza a favor de lo público. Gracias a ello los hombres ven lo deseable de aplazar su satisfacción inmediata con la esperanza de que la suya misma futura provenga del bienestar de la comunidad.
VIEJOS EXCESOS, NUEVA BARBARIE Los cambios sociales de finales de la Guerra Fría han tendido a acelerar y redoblar los excesos propios de la sociedad democrática. Sin embargo, siguiendo a Tocqueville, el problema no radica en los defectos que se puedan derivar de la esta “igualdad de condiciones”, que en esencia son los mismos entonces y ahora. La clave es saber si las sociedades contemporáneas - en particular España - han sido capaces de desarrollar los contrapesos que permiten a esta igualdad convivir con la libertad. Los excesos de la “igualdad de condición” contemporánea pueden hoy sustanciarse en dos pilares cruciales: el individualismo y el consumismo. El individualismo es el fundamento crucial de la modernidad y tiene su cara en convertirlo en el referente de la emancipación. Sin embargo, otros autores han señalado que sus excesos han implicado la pérdida de los horizontes comunes de ciudadanía.10 Esta tendencia al individulismo ya había estado presente en el pasado pero su aceleración exponencial llega con la caída del Muro de Berlín. El fin de la historia, preconizada por Fukuyama,11 ha entronizado la política como una forma de administración de las cosas más que como la contraposición de diferentes proyectos colectivos. Ello ha generado una ruptura de horizontes men-
tales homologable a la del paso del Antiguo Régimen a las sociedades burguesas del XIX. La identificación como clase obrera, por poner un ejemplo, ha perdido la condición “estamental” que le presuponía unos intereses y condición homogénea, lo que ha englobado a todos los individuos bajo una etiqueta común de igualdad de condiciones: la clase media. El capitalismo ha perdido su antítesis y los cambios socio-políticos de la segunda mitad del XX han abonado el terreno para la erosión de las identidades ideológicas lo que exacerba el atomismo individual.
“El fin de la historia, preconizada por Fukuyama, ha entronizado la política como una forma de administración de las cosas más que como la contraposición de diferentes proyectos colectivos”
Pero este salto en el individualismo no puede entenderse sin el cambio en las condiciones materiales que lo permiten, a saber, el capitalismo globalizado. La implicación más notable de este proceso ha sido convertir el consumo, la eficiencia y la productividad en los únicos horizontes de emancipación individual. Es decir, que los sujetos en su búsqueda de la felicidad solo pueden realizarse a través del consumo. Tocqueville ya señalaba esta tendencia pero en nuestro tiempo ha visto acusada gracias a la trinidad del exceso: el crédito, para consumir a pesar de no tener; la publicidad, para desear lo que no se necesita; y la caducidad, para no re-utilizar lo que se tiene.12 Sin embargo el consumo resulta insatisfactorio al ser un acto que se agota en sí mismo dada la insaciabilidad del deseo. De este modo se produce la mercantilización creciente de las relaciones sociales y de la pérdida de referentes comunes es de donde nace la despolitización, la desafección y la indiferencia.13 > Ecléctica |23
^ Figura 2
Esta situación ha generado el terreno abonado para uno de los principales temores del autor francés, la tiranía de la mayoría, en nuestro tiempo sustanciada en la tiranía de la opinión pública. La extensión de unos medios de comunicación de masas fuertemente ligados a conglomerados económicos y políticos ha generado la tiranía de la opinión “publicada”. Aunque existe una tarea de control político parcial, su doble naturaleza (actor y observador) ha hecho de la propaganda y la manipulación una vía para generar una “espiral del silencio”14 que ha tendido a homogeneizar las opiniones a favor de aquellas que son mayoritarias. Lo alternativo ha pasado a ser estigmatizado mientras que lo mediocre y lo políticamente correcto copan la esfera pública. Una forma de despotismo dentro de las patologías democráticas. Sin embargo, frente a esta tiranía de la mayoría y el atomismo individual cabe oponer el vigor de la sociedad civil, las asociaciones en las que Tocqueville deposita sus esperanzas para reconstruir artificialmente los nexos que crean ciudadanos. 24 | Ecléctica
Desafortunadamente la evidencia no es muy halagüeña. Un repaso rápido por los datos para el caso de España muestra que el asociacionismo es inferior a tasas del 15%, independientemente de si se consideran asociaciones políticas, religiosas, profesionales, vecinales, culturales, juveniles o incluso deportivas.15 Por supuesto, existe un patrón de menor asociacionismo en países Mediterráneos frente a los Nórdicos, unos 10 puntos por encima, pero ya se apunta a que ni de lejos hay una sociedad civil vigorosa. IncluFigura 2: Berlín I, Marc Delcan 13. Ramoneda, J.: Contra la Indiferencia. Barcelona, Galaxia Guttemberg, 2010, pp. 177-183. 14. Noëlle-Neumann, E.: La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social. Barcelona, Paidós, 1995. 15. Morales, L.: «¿Existe una crisis participativa? La evaluación de la participación política y el asociacionismo en España», Revista Española de
La indignación de Alexis
“No es de extrañar la coincidencia entre el “liberalismo inquieto” de Tocqueville y el sentir mayoritario de los indignados”
so algunos autores hablan que ni siquiera en EEUU se mantiene su potente sociedad civil y participativa del pasado.16 Finalmente, el “despotismo blando” de nuestro tiempo pasa por el hurto último de la soberanía popular. China ha demostrado que el capitalismo no requiere de instituciones libres sino de consumidores potenciales y por lo tanto, la traslación de la soberanía y la pérdida de autogobierno democrático eran los pasos naturales por parte de las elites gobernantes. Agencias de rating, entidades supranacionales no electas (FMI) o con déficits democráticos (UE)… son los poderes que restringen el autogobierno de las sociedades democráticas17. La expansión de la burocracia junto con cada vez menos instancias electas pasa por la sacralización de la eficiencia. Ni siquiera los propios partidos y gobernantes escapan de esta lógica. Stuart Mill lo apuntó certeramente cuando dijo que “los gobernantes acaban siendo tan esclavos de su organización y disciplina como los gobernados lo son de sus gobernantes”.18 En nuestro tiempo la política
queda maniatada y los gobernantes no llevan a cabo sus propios programas pues, aunque quieran, tales instancias lo vetan. Algo que ha resultado particularmente perjudicial a todos aquellos proyectos que pasan por la emancipación del mercado. En resumen, las sociedades democráticas contemporáneas no sólo perfeccionan los excesos del individualismo y el consumismo; además carecen de los contrapesos que les permita regenerarse para salir de su propia crisis.
TOCQUEVILLE EN LA ASAMBLEA Si Tocqueville se acercara a una asamblea de indignados no tardaría mucho en encontrarse cómodo. Es evidente que el movimiento es plural, diverso e irreductible, pero muchas de las matrices ideológicas que lo forman tienen un fundamento básicamente liberal. De ahí que no sea de extrañar esta coincidencia entre el “liberalismo inquieto” de Tocqueville y el sentir mayoritario de los indignados. En las demandas que articulan, su conocido consenso de mínimos19, Tocqueville encuentra su punto en común más poderoso con la razón de ser de los “indignados”. Si para el autor francés los ciudadanos han estados dispuestos a aceptar una suerte de despotismo burocrático/tecnocrático supranacional a cambio de seguridad y crecimiento sin control, los “indignados” suponen una reacción de base para recuperar la libertad democrática. La esencia misma del movimiento como tal es algo que simpatiza con el ideal de Tocqueville: Contrapesar los excesos de la pasión
Ciencia Política, 13 (2005), pp. 51-87 16. Putnam, R.: Bowling Alone: The collapse and revival of amercian community. Nueva York, Simon & Schuster, 2000. 17. Sánchez-Cuenca, I.: Más democracia, menos liberalismo. Madrid, Katz Editores, 2010. 18. Stuart Mill, J.: Sobre la libertad. Madrid, Alianza Editorial, 1970, pp. 125. 19. http://acampadabcn.wordpress.com/demandes/
Ecléctica |25
Pablo Simón Cosano
democrática. Si bien en un principio el movimiento tuvo su origen como la expresión del descontento, a raíz de las acampadas ha tendido a devenir en un movimiento social estable. O lo que es lo mismo, se ha convertido en una suerte de asociación descentralizada que une a individuos de diferentes procedencias, ideologías e intereses, cuya piedra de toque en la insatisfacción con el actual sistema. Por lo tanto esta suerte de asociación ayuda a la construcción de los nexos sociales artificiales requeridos para frenar los excesos de la igualdad de condición. Para Tocqueville el propio movimiento es sí mismo un éxito ya que gracias a su proceso agonístico y asambleario permite que el individuo tome conciencia del interés común a través de su participación y, por lo tanto, se constituya en ciudadano. La solidaridad del movimiento permite acercarse al “interés propio bien entendido”, es decir, permite que el sujeto puentee la indiferencia a la que el individualismo y consumismo le aboca. La indignación es así el contrapoder frente al totalitarismo de la indiferencia20.
“Tocqueville estaría indignado”
Pero además, la indignación como movimiento es a la par un activo en la lucha frente a la tiranía de la mayoría constituida a través de la opinión pública(da), resguardo del status quo. Ello es así gracias a una nueva interfaz que permite soslayar el monopolio informativo de los medios de masas: la red de redes. Internet ha tenido un rol crucial para la información y la movilización de manera creciente durante los últimos años en un cambio comparable al de la invención de la imprenta21. Gracias a ella el control del poder, obsesión para la Tocqueville, puede llevarse a la dimensión de lo inmediato. Transparencia a través de declaraciones de patrimonio, publicidad total de ingresos de los cargos públicos, gobierno abierto, la oposición a la “Ley Sinde” o incluso las filtraciones de Wikileaks han explicitado como la red deviene en el interfaz preferente 26 | Ecléctica
para el control político del siglo XXI. Pero de igual modo, la movilización es ahora posible de manera mucho más eficaz por lo cual el poder establecido, por primera vez, comienza a verse desbordado. Es por ello que Tocqueville defendería este espacio de libertad creativa, de asociación y de movilización, el cual se convierte en el contrapunto ideal que frene la tendencia despótica del poder centralizado y burocrático que en su mediocridad aplasta la disidencia intelectual. Hay que hacer especial hincapié en algunas de las demandas de los indignados también pasan también por cambios institucionales en el sistema político entre las cuales la principal es la reforma de la Ley Electoral: En particular el aumento de su proporcionalidad. En España es conocida la tendencia al bipartidismo del sistema electoral actual, que perjudica a los partidos pequeños con bases electorales dispersas22. Pues bien, para Tocqueville esta reforma es un proceso perfectamente justificable para aumentar la pluralidad de las facciones y partidos en liza. Cuantos más numerosos y más diversos tanto mejor vigilarán el ejercicio del poder. Y es que sus propios contemporáneos vieron la deseabilidad de la pluralidad política. Madison dijo que “la creciente variedad de partidos incluidos en la Unión aumenta su seguridad” y Rousseau consideraba que los partidos, dado que son inevitables, “es mejor que haya tantos como sea posible y evitar que todos sean desiguales”23. Esta demanda, además, se conecta con la de una efectiva separación de poderes, otro de los componentes del consenso de mínimos. Tocqueville subrayó la existencia una judicatura independiente como recurso para garantizar el ejercicio de la libertad. Aunque
20. Ramoneda, J.: Contra la Indiferencia. Barcelona, Galaxia Guttemberg, 2010, cap.2. 21. Que van desde los indignados hasta las revueltas árabes, desde el alzamiento de la oposición en Irán hasta las movilizaciones del 11 al 14 de marzo de 2004. 22. Montero, J.R., Llera, F.J., Torcal, M.: «Sistemas Electorales en España: Una recapitulación», Revista de Investigaciones Sociológicas, 58 (1992), pp. 7-56.
La indignación de Alexis
pueden oponerse argumentos por su carácter contra-mayoritario no electo24, también es cierto que para él de los tres poderes el judicial es el que menos capacidad tiene para socavar los principios constitucionales. Por lo tanto el pensamiento de Tocqueville puede con facilidad encontrar acomodo entre los “indignados” tanto por su elemento constitutivo (la movilización social y el contrapoder de la sociedad civil) como por muchas de sus demandas (la transparencia, el control del poder o la reforma del sistema electoral). En la medida en que los “indignados” sustancian sus demandas en la recuperación de la Política y por lo tanto, de la dimensión pública de la democracia, lo que hacen es reforzar la idea de Tocqueville de hacer a esta última compatible con la libertad.
CONCLUSIÓN: LA INDIGNACIÓN DE ALEXIS La tensión del pensamiento de Alexis de Tocqueville oscila siempre entre la libertad y la igualdad. De esta tensión de donde nace la idea de que la democracia es compatible con la tiranía siempre que se renuncie a la primera a favor de la segunda. Para curar este mal tan sólo cabe oponer el asociacionismo, la virtud de la moderación y la concepción del interés particular como conectado con el bienestar general. Sólo a través de estos mecanismos se puede salvaguardar la libertad en las sociedades democráticas. Como he presentado arriba, la sociedad contemporánea ha exacerbado los males propios de la sociedad democrática sin oponer ninguno de sus contrapesos. El individualismo, el atomismo, el consumismo y la tiranía de la opinión
publica(da) no ha encontrado contrapeso en una sociedad civil que es poco rica y plural y a la cual se le ha hurtado su poder soberano, en manos de burocracias tecnocráticas que le son alienas. En el caso de España, además, el shock de la crisis todavía ha hecho más trágica la situación de la ciudadanía secuestrada. Una ciudadanía cuya reacción ha sido la indignación. Tocqueville estaría indignado. Y esto es así porque vería en esta reacción, posiblemente, la única salida para la regeneración de la sociedad democrática y la trampa en la que se ha atrapado. El pensador francés, esencialmente optimista sobre la naturaleza humana, no dudaría en tomar la palabra para potenciar aquellos principios que permitan deponer el despotismo blando propio de nuestra sociedad. En sumarse al salto por esa “Democracia Real”. La constitución del movimiento como un tejido de sociedad civil que ciudadanos concienciados, el desmantelamiento de la tiranía de la mayoría a través de Internet, la transparencia y el control de la política a través de este mismo interfaz, las reformas institucionales encaminadas a separar los poderes y la representación de la pluralidad de partidos… No cabe duda que todas ellas serían, a juicio de Tocqueville, los mojones imprescindibles en el camino a la recuperación de la libertad. Una libertad que es la condición indispensable para hacer de la sociedad democrática una sociedad que aspire a la felicidad de sus miembros
23. Colomer, J.M.: Cómo votamos: Los sistemas electorales en el mundo. Barcelona, Editorial Gedisa, 2004, pp. 73. 24. Sánchez-Cuenca, I.: Más democracia, menos liberalismo. Madrid, Katz Editores, 2010, pp.161-187.
Ecléctica |27
La crisis contemporánea de la privacidad de la información El Maquiavelo de Rousseau como precursor del criptoanarquismo actual liderado por Julián Assange CARLOS YEBRA LÓPEZ // Licenciado y posgraduado en Filosofía por la Universidad de Zaragoza
E
n el presente ensayo se abordan la gestión de la información por parte del Estado y la influencia de este proceso en la distinción entre los ámbitos público y privado. Para ello analizaré: en primer lugar, cierta interpertación republicana de la obra de Maquiavelo; y en segundo término, los factores que han contribuido decisivamente en el surgimiento de una nueva forma de lucha por la liberación de la información presa del control estatal y corporativo, a saber: la progresiva externalización de nuestras capacidades mentales, el desarrollo de Internet y el consecuente cambio de la naturaleza económica de la información.
Palabras clave Privacidad Información Maquiavelo Wikileaks
MAQUIAVELO: LA INFORMACIÓN COMO ARMA PARA EL PUEBLO Transcurría la primavera de 1513 y el exsecretario de la Segunda Cancillería de la República de Florencia, Niccolò Machiavelli, era apartado forzosamente de la política, retirándose al Albergaccio, dispuesto a comenzar la redacción del Libro de la República, (o bien el esbozo de lo que constituirá la primera parte de sus Discursos sobre la primera década de Tito Livio, consistente en la reivindicación de una forma republicana de gobierno, confrontada a su crisis y al horizonte de una nueva época histórica). Pocos días después, el 12 de febrero de 1513, Maquiavelo sería arrestado y torturado, habiendo llegado, proba-
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 28-39ǀ
La crisis contemporánea de la privacidad de la información
blemente, hasta la altura del capítulo XVIII del libro de las “Décadas”. Hasta este punto, Maquiavelo había abordado las claves que hicieron de Roma una república perfecta: ordenamiento mixto y ampliable (por medio de un procedimiento necesariamente conflictivo o tumultuoso) profundizando en el disenso entre senado y plebe. Así, en estas páginas el de los Nove della Milizia se inclina claramente por una diferencia generadora de unidad, orden y ley, de tal manera que sitúa a la multitud tumultuosa en el origen de las formas de gobierno. Ello nos permite concluir, con I. Alejo, que, en efecto, “los Discorsi han preludiado ya toda una genealogía del tumulto y la revuelta”1. O, por decirlo con Negri, “los Discorsi no serán otra cosa, ahora y después, que la demostración de que el único contenido absoluto de la forma constituyente es el pueblo, de que la única constitución del príncipe es la democracia”.2
“El libro primero de los Discorsi de Maquiavelo finaliza con la reivindicación del gobierno de la multitud, con la postulación de la democracia”
Posteriormente, tras el regreso de Maquiavelo de su forzado exilio, en los capítulos XVI-XX del libro primero de los Discorsi el autor italiano abordará la dictadura romana, apuntando
hacia la desunión como un proceso abierto y dinámico. En este sentido, Maquiavelo establece que la plebe es garantía de la libertad, de manera que, en lo que sigue, los Discorsi se transformarán en una apología del pueblo y harán de Maquiavelo un auténtico profeta de la democracia. De este modo, en primer lugar, el estudio de la república se ubica en contra de la tiranía: para resistir, la democracia debe ser fuerte o, en otras palabras, la democracia debe estar armada, siendo el pueblo mismo el principal adminículo de la República. En definitiva, en la república el pueblo es mantenido vivo y la constitución es respetada en la medida en que insta a la participación del pueblo y a su permanente renovación. Para ello, por oposición al principado, la diferencia se ubica en el centro de la república como condición de libertad. Además, Maquiavelo señala que es necesario que la plebe esté unida para que sea valiente, en aras de que, posteriormente, vuelva a poner de manifiesto el carácter democrático de sus postulados. Así, afirma que “la multitud es más sabia y más constante que un príncipe”3, y si se reflexiona sobre un príncipe y un pueblo obligados por las leyes “se verá más virtud en el pueblo que en el príncipe”4. Si se piensa en una situación en la que ambos estén libres de dicha obligación, “se encontrarán menos errores en el pueblo que en el príncipe, y además, sus errores serán más pequeños y tendrán mejores remedios”5. El pueblo es capaz de armas y de victorias, el pueblo es poderoso. Así, el libro primero de los Discorsi finaliza con la reivindicación del gobierno de la multitud, en suma, con la postulación de la democracia como la mejor forma de gobierno. Pero, entonces, demostrada la consistencia argu-
1. ALEJO, I.: <<Si no calientan los infiernos…>>, RiffRaff: revista de pensamiento y cultura, 27 (2005), pp. 2939 (p. 33). 2. NEGRI, A.: El poder constituyente: ensayo sobre las alternativas de la Modernidad. Madrid, Libertarias/Prodhufi, 1994, (p. 95). 3. Discursos I, LVIII (p. 166). 4. Discursos I, LVIII (p. 171). 5. Ídem.
Ecléctica |29
Carlos Yebra López
mental de los Discorsi (a saber, en favor de la instauración de la República), ¿por qué Maquiavelo interrumpe su redacción para escribir El Príncipe, aparentemente consagrado a mostrar a los gobernantes cómo asegurar la conservación del Estado a cualquier precio? Pues bien, para responder a esta cuestión es necesario atender a las circunstancias personales en las que se hallaba sumido Maquiavelo.
“La estrategia que sigue Maquiavelo en la redacción y publicación de su obra magna discurre en paralelo a lo que en la actualidad se conoce como un leak (‘filtración’)”
Hijo de una familia de abolengo pero escaso poder económico, Maquiavelo había seguido el oficio de su padre, estudiando jurisprudencia y habiendo logrado ocupar, a la temprana edad de 25 años, un puesto en el gobierno florentino como secretario de La República de los Diez. En 1512, los españoles, aliados con el Papa, decretarán la abolición de la República y el retorno de los Medici. Como consecuencia de ello, Maquiavelo se verá obligado a abandonar su cargo y la ciudad de Florencia, al tiempo que se retirará de toda actividad política, buscando refugio en el pueblo de San Andrea in Percussina, donde tenía una pequeña casa de campo. Ello no le procura, empero, seguridad alguna, ya que un año después es descubierta una conspiración contra el régimen mediceo, capitaneada por dos jóvenes republicanos: Boscoli y Capponi. Desafortunadamente, el nombre de Maquiavelo figuraba en la lista de “colaboradores” que había elaborado Boscoli, de manera que durante el tiempo en que se desarrollaron las investigaciones a este respecto Maquiavelo fue encarcelado y torturado. Sin embargo, los conspiradores negaron toda participación de Maquiavelo en la trama contra los Medici 30 | Ecléctica
(incluso instantes antes de ser decapitados), motivo por el cual Maquiavelo fue puesto en libertad. A partir de entonces reemprenderá su actividad literaria, escribiendo El Príncipe en otoño de 1513. Durante este período periodo post res perditas (expresión que utiliza el propio Maquiavelo al ordenar sus papeles personales tras la catástrofe, a la vez colectiva y personal, de la caída de la república), Maquiavelo toma conciencia de la necesidad de revertir su estado actual de infortunio personal y económico. Así, a partir de este momento, Maquiavelo no tiene (no puede tener, entre otras razones por imperativos de subsistencia a la vez que por vocación, carácter y capacidad) otro objetivo que la búsqueda de un acceso a los Médici que le permita ponerse de nuevo en pie y retornar al mundo de la política. Así pues, cuando Maquiavelo da comienzo el 13 de marzo de 1513 a su correspondencia con Vettori6 parece buscar en ella dos cosas: en primer lugar, encontrar una vía de acceso al favor de los Médici y, en segundo lugar, desfogarse de su pesar por la mala fortuna que se ve obligado a soportar con resignación. En resumen, podemos decir que el desastre personal, la miseria italiana, el curso teórico de los Discorsi y de la correspondencia con Vettori, la enseñanza de quince años de ejercicio y el estudio de la historia, así como la búsqueda de una vía de acceso a los Medici, habían hecho nacer El Príncipe. Es ahora cuando podemos entender la teoría de Rousseau a propósito de la redacción de la antedicha obra por parte de Maquiavelo: el secretario florentino habría dedicado la obra a Lorenzo de Médici para procurarse su favor,
6. Vettori fue un aristócrata florentino, compañero de Maquiavelo en la primera legación ante el emperador (1507-1509). Por un lado, Vettori había jugado un importante papel en la deposición y salida de Florencia de P. Soderini y, por otro, mantenía cierta amistad con Maquiavelo, al tiempo que su cargo de embajador en Roma era un indicio de su vinculación con los Medici. Este intercambio epistolar entre Maquiavelo y Vettori es el único testimonio maquiaveliano llegado hasta nosotros (haciendo abstracción de El Príncipe y
La crisis contemporánea de la privacidad de la información
pero su vocación republicana queda plasmada en el hecho de que el verdadero destinatario de su obra sería el pueblo (sólo así tendría sentido que Maquiavelo hiciese pública su obra), al que, a través de un lenguaje claro y una escritura en italiano (lengua vulgar que hablaba el pueblo, por oposición al latín [que era la lengua de la nobleza y precisamente aquella en la que, en aquella época, eran escritos la inmensa mayoría de obras]) habría prevenido frente a las perversas estrategias que los príncipes utilizan para mantenerse en el poder: “Fingiendo dar lecciones a los reyes se las ha dado y muy grandes, a los pueblos. El Príncipe de Maquiavelo es el libro de los republicanos7. Así concebida, la estrategia que sigue Maquiavelo en la redacción y publicación de su obra magna discurre en paralelo a lo que en la actualidad se conoce como un leak (que aquí cabría traducir como ‘filtración’), término que a su vez da nombre a Wikileaks (2006) la celebérrima organización internacional sin ánimo de lucro que lidera Julian Assange (1971-) y que está consagrada a la publicación de documentos privados de interés ético, histórico, diplomático y/o político8. De este modo, en el siguiente apartado analizaremos el modo en que Wikileaks se ha beneficiado de la coyuntura actual (caracterizada por 1) un cambio sustancial en la naturaleza económica de la información 2) el aterrizaje de Internet en la cultura de masas) para revolucionar de una vez por todas la política de la libre información, coadyuvando así a una situación contemporánea de crisis en lo que se refiere a la distinción entre los ámbitos público y privado.
el comienzo de los Discorsi) de este importantísimo año de 1513. Además, la correspondencia con Vettori está directamente vinculada a la génesis de El Principe, no tan sólo porque en la bellísima carta del 10 de diciembre, tras un silencio de tres meses, Maquiavelo informa a su corresponsal de haber redactado un tratado titulado De Principatibus, sino también porque las propias cartas son parcialmente determinantes en la redacción de la obra.
WIKILEAKS: JULIAN ASSANGE COMO DISCÍPULO DE MAQUIAVELO No debemos olvidar que Wikileaks es el símbolo actual de un movimiento social y cultural mucho más amplio que tiene como fin último la liberación de la información del yugo estatal y corporativo. En este sentido, es preciso señalar 1) que este movimiento de liberación de la cultura ha cobrado su actual magnitud gracias a la política económica que subyace al uso de Internet y que 2) a su vez, esta utilización masiva de Internet ha sido preludiada por la consolidación social de los ordenadores como herramientas personales de trabajo y ocio. Asimismo, este último proceso no es sino la culminación de aquello que el filósofo francés Deleuze (1925-1995) denominaba ‘el devenir máquina del ser humano’. Pero, ¿en qué consiste este proceso? Pues bien, a este respecto lo primero que cabe señalar es que este devenir supone que, por oposición a anteriores épocas, en el mundo contemporáneo la identidad del espíritu humano depende de suplementos maquínicos externos. En este sentido, es preciso comprender que, frente al concepto vulgar de máquina como un objeto técnico cuyos contornos físicos y su separación respecto de otros objetos puede ser determinada de forma precisa, el concepto de máquina al que nos referimos aquí es de una naturaleza distinta, de manera que la máquina es concebida como una composición de agenciamientos (concatenaciones) inaprensibles desde el punto de vista de su utilidad9. En efecto, la máquina comienza en el mismo momento en el que aparece un fenómeno de consistencia,
7. ROUSSEAU, J.J.: El contrato social, Madrid, Tecnos, 1999. 8. A este respecto, Cf.: 1) VILLENA, D.: Julian Assange: periodismo científico, conspiración y ética hacker Quehacer, 181, 2011 (http:// www.desco.org.pe/apc-aa-files/6172746963756c6f735f 5f5f5f5f5f5f/10_Villena_181.pdf)
Ecléctica |31
Carlos Yebra López
de autoorganización parcial, de constitución de un agenciamiento maquínico, lo que implica la presencia de componentes heterogéneos, sean éstos de orden biológico, social, epistemológico o imaginario. Por este motivo, tal y como señala Deleuze, el presente y el futuro están atravesados por la combinación entre el espíritu humano y el ordenador, y no por el reemplazamiento del primero en virtud del segundo.
EL DEVENIR CIBORG COMO HORIZONTE ONTOLÓGICO ACTUAL DE RESISTENCIA Como señalábamos en el anterior apartado, los contenidos de la subjetividad de la sociedad actual dependen de una multitud de sistemas maquínicos. Así, este devenir maquínico de la subjetividad puede ser rememorado en el testimonio de nuestra rutina. En última instancia, todos estos procesos de sujeción y servidumbre maquínica descritos nos llevan a plantearnos, con el sociólogo y filósofo italiano M. Lazzarato, la siguiente cuestión:“¿Cómo sustraerse a estas relaciones de dominación y cómo desarrollar a partir de estas mismas tecnologías prácticas de libertad, procesos de subjetivación individuales y colectivos?”10. La respuesta reside en el propio devenir máquina de la subjetividad humana, en su proceso de ciborgización. En efecto, el concepto cyborg (ciborg, en español), acuñado en el siglo pasado como acrónimo de cybernetic organism, constituye parte integrante del imaginario de las sociedades occidentales y consiste en la máquina referida a la identidad como puro artificio. Por todo ello, el desafío de la experimentación de una subjetividad maquínicamente desubstancializada es la gran cuestión de nuestro tiempo. Dicha externalización de las capacidades mentales del hombre en instrumentos objetivos (de la escritura al ordenador) acoge, pues, una dimensión liberadora: “cuanto más son transportadas nuestras capacidades hacia las máquinas externas, más aparecemos nosotros como sujetos puros, pues el vacío 32 | Ecléctica
Figura 1 >
así formado por un lado es compensado, por otro, por la emergencia de una subjetividad sin sustancia”11. Así, señala el filósofo esloveno Slavoj Žižek (1949-), sólo en la medida en que seamos capaces de reposar sobre máquinas pensantes nos hallaremos confrontados con el vacío de la subjetividad: “El cyborg es una especie de yo personal, postmoderno y colectivo, desmontado y vuelto a montar”12. En suma, el cyborg ocupa nuestra realidad social, lingüística y corporal como una imagen sugerente de agenciamientos, concatenaciones maquínicas productoras de nuevas realidades: “todos somos quimeras, híbridos teorizados y fabricados de máquina y organismo; en una palabra, somos cyborgs. Ésta es nuestra ontología”13. Oda al terrorismo maquínico como un material de resistencia interdisciplinar que resignifica las subjetividades.
“El desafío de la experimentación de una subjetividad maquínicamente desubstancializada es la gran cuestión de nuestro tiempo”
La masificación del uso de ordenadores no sólo ha transformado la ontología del ser humano, sino que también ha revolucionado la naturaleza económica de la información. >
2) GEISELBERG, H. (ed.): WikiLeaks und die Folgen. Netz - Medien - Politik. Hintergründe. Die Konsequenzen. Suhrkamp 2011. 3) LEIGH, D.; HARDING, L.: WikiLeaks: Inside Julian Assange’s War on Secrecy. PublicAffairs, 2011. Figura 1:Yelena K. Sayko, Maquiavelo 1 9. Mas aún, si profundizamos en las raíces etimológicas del concepto máquina hallaremos que en
Ecléctica |33
Carlos Yebra López
De este modo, si pensamos la articulación del devenir máquina del hombre (ciborgización) a partir del paradigma actual de la información nos encontramos con un nuevo horizonte ontológico de resistencia: “El ser humano posmoderno es un cyborg que surge de la superación de tal dicotomía como un individuo que utiliza la tecnología fruto de la cultura como revolución, y que se anexiona a ella físicamente”14. En este sentido, las biotecnologías y las tecnologías de la información transforman constitutivamente el cuerpo humano a través de una multiplicidad de “ejes ciborgizadores”15 del cuerpo: el cuerpo textual del mapa genético, las posibilidades de la bioingeniería, y el cuerpo virtual de Internet donde se diluyen el cuerpo físico o el no-cuerpo en torno al cual pivota la filosofía transhumanista16. De esta manera, en la contemporaneidad, la virtualidad de la red constituye inevitablemente el nuevo espacio epistemológico y existencial del ser, y ese espacio nos revela meros códigos lingüísticos, puros ciborgs –ya no oposición, sino simbiosis de máquina y naturaleza. El cuerpo pasa de ser un organismo a constituirse en un sistema biótico de información: el mundo puede ser leído como problema de códigos, pura información, y el sistema biótico que es el individuo, como un componente más del sistema17. Nuestra realidad presente es un ser códigos genéticos, escrituras matriciales en computadores, firmas potencialmente variables en el e-mail, pluralidad y maleabliidad de roles sociales. Es ahora cuando podemos entender por qué el ciborg en su faceta liberadora de la condición humana supone el devenir maquínico de la subjetividad revolucionaria. A su vez, esta nueva constitución ontológica del ser humano desemboca en una contradicción flagrante en el seno del propio capitalismo. En efecto, la masificación del uso de los ordenadores personales no sólo ha transformado la ontología del ser humano, sino que también ha revolucionado la naturaleza económica de la información. Así, antes de los años setenta del pasado siglo, la información estaba necesariamente unida a un objeto físico (un trozo de papel, un LP, una película, etc.). Sin embargo, cuando el ordenador personal aterrizó en el mercado, de la 34 | Ecléctica
noche a la mañana información de todo tipo pudo ser duplicada infinitamente y distribuida por doquier, y todo ello a un coste prácticamente nulo. Dicho de otro modo: si en términos de economía capitalista, todo bien posee un coste marginal (a saber, el coste de producir un producto más), la irrupción de los ordenadores supone la reducción de este coste marginal a cero, dado que la llegada de Internet hace que la distribución de esta información sea masiva. De este modo, la información deviene no-exclusiva (puesto que no puede prevenirse la copia y distribución de la misma) y no-competitiva (dado que un usuario puede transferir información a otro usuario guardando asimismo una copia de aquélla). En el marco de estas nuevas condiciones, la información ya no puede ser tratada sino como un bien público y ello implica, en última instancia, la existencia de una contradicción flagrante en el seno del propio capitalismo: mientras que la sociedad capitalista invierte en tecnologías de la información con el objetivo de extraer valor mediante la venta de información como mercancía, es la propia tecnología de la información la que socava la posibilidad misma de tratar la información en términos de propiedad privada: “en una cierta etapa del desarrollo social -señalaba Marx-, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en conflicto con las relaciones existentes de producción. A partir de formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se vuelven grilletes. Luego comienza una era de revolución social. Los cambios en las bases económicas conducen tarde o temprano a la transformación de toda la inmensa superestructura”18.
el campo de las lenguas indoeuropeas, el griego mechané y el latín machina están relacionadas con la raíz indoeuropea <<magh>>, la cual a su vez se relaciona probablemente con <<maghá>> en indio antiguo y magú iraní. Se trata de términos que se refieren al campo semántico de poder, fuerza, capacidad. Si a ello le unimos que en las lenguas eslavas magh es también la raíz de alto alemán Macht, del anglosajón maegen del gótico mahts, al abordar el concepto actual de máquina desde la composición social y la concatenación,
La crisis contemporánea de la privacidad de la información
Por último, esta revolución en la economía política de la información supone la irrupción de un modo de producción inédito, fruto del fin de la escasez de información, la distribución de los medios de producción en manos de los trabajdores de la información19, el desarrollo de una comunidad hacker cada vez más amplia, la emergencia de organizaciones y líderes ideológicos, y la creación de teorías de la legalidad a ese respecto. Este modo de producción es denomiado por Alexander Bard y Jan Soderqvist como netocracia20 y por Slavoj Žižek ciberstalinismo21. Así como en el feudalismo la clave del poder social había sido la propiedad de la tierra (legitimada, a su vez, por la ideología religiosa) y en el capitalismo la clave del poder es la propiedad del capital (el dinero sirve como medidor del estatus social), con la propiedad privada como categoría legal fundamental y el mercado como ámbito dominante en el terreno social (todo lo cual está, a su vez, legitimado por la ideología humanista del hombre en su condición de agente libre autónomo) en la emergente netocracia la medida del poder y del estatus social es el acceso a las informaciones esenciales, mientras que el dinero y las posesiones materiales devienen secundarias. La clase dominada no es ya, de este modo, la clase obrera, sino la clase consumidora, pues consume una información prefabricada y manipulada por la élite netocrática. En suma, esta evolución del poder produce una ideología y una lógica social enteramente nueva. La información circula y muta todo el tiempo, de modo que ya no existe una jerarquía estable a largo plazo, sino una red cambiante de relaciones de poder, en el interior de la cual operan individuos nomádicos, dividuales, que se reinventan sin cesar al tiempo que adoptan
constantemente nuevos roles. La sociedad se transforma así en una red de redes en la que deviene imposible cualquier intento de reinscribir el universo informacional en el interior de la lógica capitalista de la propiedad privada22 .
antes que entender dicho poder en tanto sinónimo de dominación, habremos de entenderlo al modo foucaultiano, esto es, en tanto relación de fuerzas, agenciamiento que procura impulsos para que se efectúen modos de subjetivación específicos. Además, en un sentido espinoziano, el poder debe ser entendido, por último, no en tanto potestas (poder constituido), sino como potentia (poder emergente, constituyente), “una capacidad y un posible previos a toda estratificación, apropiación e instrumentalización” (RAUNIG,G.: Mil máquinas. Breve filosofía de las máquinas como movimiento social.)
10. LAZZARATO, M. (trad. Marcélos Expósito): <<El pluralismo semántico y el nuevo gobierno de los signos>> (http://eipcp.net/transversal/0107/lazzarato/es).
“La irrupción de los ordenadores e Internet en el mercado ha vacíado de sentido funcional a los derechos de propiedad intelectual”
Debido a ello, toda vez que la irrupción de los ordenadores e Internet en el mercado ha vacíado de sentido funcional a los derechos de propiedad intelectual, la privatización de la información ya sólo puede llevarse a cabo a través de la ocultación, de la confidencialidad (secrecy). Éste es el método a través del cual operan empresas como Facebook o Google: recolección de información, apropiación de la misma mediante su ocultación al público y posterior venta de dicha información a sus anunciantes. Y es precisamente en este punto donde la importancia de Wikileaks se revela crucial. En efecto, toda vez que hemos identificado como funciones clave del Estado contemporáneo la recolección de la información y la privatización de la misma bajo la fórmula de la confidencial-
11. ZIZEK, S.: Organes sans corps. Deleuze et consequences. Paris, Amsterdam, 2003. (p. 31). Traducción propia de la siguiente cita original: “plus nos capacités sont transposées dans des machines externes, plus nous apparaisons comme des sujets <<purs>>, car le vide ainsi ménagé d’un côté est compensé, de l’autre, par l’emergence d’une subjectivité sans substance”.
Ecléctica |35
^ Figura 2
idad, podemos comprender ahora la inmensa relevancia sociopolítica de Wikileaks, pues es un icono de la lucha del movimiento por la libre cultura que asalta los bastiones estatales de la información privatizada: la privatización de la infromación requiere de su ocultación, y Wikileaks, siguiendo la senda descrita por la interpretación republicana de Maquiavelo, libera esa información exponiéndola a toda la comunidad virtual y preludiando así una nueva era en la que la confidencialidad (secrecy) en torno a la información se acerca cada vez más al terreno de lo imposible. En una situación como la actual, los gobiernos, qué duda cabe, se verán probablemente obligados a adoptar progresivamente una mayor transparencia, para poder mitigar así el efecto de futuras filtraciones. Las consecuencias de la aparición pública de los cables de Wikileaks son evidentes. En primer lugar, cabe señalar el socavamiento del prestigio de la imagen pública de los principales gobiernos del panorama internacio36 | Ecléctica
nal (especialmente E.E.U.U.), al haber salido a la luz la existencia de torturas y otra serie de prácticas habituales de naturaleza extrajudicial. En segundo lugar, es preciso observar que ciertas figuras políticas, como Hillary Clinton, han denunciado que dichas filtraciones suponen un claro riesgo para la seguridad de las tropas aliadas (Julian Assange estaría, por tanto, dando armas al enemigo, del mismo modo que Rousseau afirmaba que en su tiempo Maquiavelo no habría hecho otra cosa que donar armas al pueblo a través de la
Figura 2: Yelena K. Sayko, Maquiavelo 2 12. Cf. AGUILAR GARCÍA, T.: Ontología cyborg. Barcelona, Gedisa, 2008. (pp. 107-116). 13. HARAWAY, D. J.: Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza. Madrid, Cátedra, 1995 (p. 254). 14. AGUILAR GARCÍA, T.: Op.cit., p. 15. 15. Tomo la expresión de Aguilar García. (Cf. AGUILAR GARCÍA, T.: Op.cit., p. 10).
La crisis contemporánea de la privacidad de la información
redacción de El Príncipe). Tercero, este proceso implica el cuestionamiento público del papel de Julian Assange al frente de Wikileaks, de manera que su figura se debate entre su consideración social como cruzado de la libertad informativa (así es como lo conciben sus defensores) o mero informático ególatra con ansias de notoriedad pública y nulo respeto por las leyes actuales que preconizan la privacidad de cierto tipo de información. Por último, en un mayor nivel de concreción, no cabe duda de que la existencia de Wikileaks supone la crisis actual de la distinción entre los ámbitos del espacio público y el privado, respectivamente, al tiempo que alimenta los sueños de una cierta utopía poscapitalista en la que las colectividades se autoorganizarían en un terreno ubicado al margen de la ley, la cual sería incapaz de reinscribir la información en el Lecho de Proscusto de la propeidad privada23.
CONCLUSIÓN Desde la antigüedad clásica, lo público y lo privado han constituido categorías clave en torno a las cuales se han articulado la organización y el análisis político y social, la jurisprucendia y la praxis jurídica. Actualmente, el poder político - si por éste entendemos los Estados y los gobiernos- deben afrontar dificultades al menos tan severas como las que acompañaron su proceso de constitución en los orígenes de la era moderna. En este ensayo hemos abordado una de estas problemáticas comunes, a saber, la de la gestión de la información por parte del Estado, la cual contribuye a su vez a redifinir en uno u otro sentido la frontera entre los ámbitos público y privado.
16. Entiendo por transhumanista la propuesta consistente en afirmar que, en virtud de los avances tecnológicos y biológicos, los seres humanos se transforman en seres que expanden sus capacidades hasta devenir en una posthumanidad cuyo paradigma sería el ciborg. 17. AGUILAR GARCÍA, T.: Op.cit., p. 10. 18. MARX, K.; ENGELS, F.: El Individuo y la Sociedad, Moscú, Progress Publishers, 1984 (p. 193). 19. Ello se comprende con mayor facilidad a la luz de los
De este modo, en primer lugar se ha profundizado en la interpretación republicana de Maquiavelo (en virtud de la cual, El Príncipe sería una suerte de leak o filtración que advertiría al pueblo de las estratagemas empleadas por el gobernante para someter a aquél y, de este modo, controlándolo, asegurar la conservación del Estado; la redacción de El Príncipe tendría así por fin entregar al pueblo un arma llamada información), esgrimiéndose a continuación la tesis según la cual dicha interpretación de Maquiavelo preludiaría al tiempo que ilustraría la labor actual de Wikileaks: a saber, liberar la información de la confidencialidad impuesta sobre la misma por parte del poder estatal y corporativo, sirviéndose para ello de la coyuntura social y tecnológica actual. En este sentido, tal y como he subrayado a lo largo de este ensayo, en primer lugar, “el devenir máquina del hombre” o “ciborgización” (a saber, el hecho de que su subjetividad dependa cada vez más de suplementos maquínicos como el ordenador), engendra una nueva realidad revolucionaria, un nuevo horizonte ontológico de resistencia en virtud del cual el ser humano emplea la tecnología fruto de la cultura como revolución. Así, la virtualidad de la red de redes (Internet) pasa a ser el nuevo espacio epistemológico del ser, constituyéndonos nosotros cada vez más como simbiosis entre máquina y naturaleza. A su vez, este marco hace que la información pase a ser libremente distribuida de manera no exclusiva y no competitiva. Esto supone, en última instancia, la irrupción y progresiva consolidación de un modo de producción inédito, la netocracia o ciberestalinismo, en el que la medida del poder y el estatus social
planteamientos desarrollados por un grupo de autores marxistas italianos contemporáneos, los cuales apuntan en sus análisis hacia la nueva naturaleza de la labor productiva y su desarrollo vivo en la sociedad (a través del empleo de expresiones tales como <<intelectualidad de masas>>, <<trabajo inmaterial>>, <<intelecto general>>). Así, desde las perspectivas de la técnica del control político, la transformación del marco paradigmático del trabajo supone que la guerra ha reempleado al espacio de la producción y la reproducción en tanto forma de control político del capitalismo parasitario. El capitalista,
Ecléctica |37
Carlos Yebra López
no es otra que el acceso a la información, por lo que ésta ya no puede ser tratada sino como bien público, lo que a su vez implica la obsolescencia de todo modelo que trate de imponer la propiedad privada sobre aquélla. En estas circunstancias, la privatización de la información ya sólo puede llevarse a cabo a través de la confidencialdaid (secrecy). Sin embargo, este proyecto tiene que hacer frente al movimiento actual por la liberación de la información, representado paradigmáticamente por Wikileaks y la figura de Julian Assange, y que coadyuva, en última instancia, a la crisis de la distinción entre los ámbitos público y privado, la cual, recordemos, había sido preludiada (según un cierta interpretación republicana) por la redacción de El Príncipe en 1513 a manos de Maquiavelo. Desconocemos todavía las consecuencias de esta revolución, pero, sea como fuere, existe un punto en el que podemos estar de acuerdo: Wikileaks como símbolo del movimiento cultural en favor de la libre información significa que las reglas del juego sociopolítico han cambiado de manera irreversible
Figura 3 > a través de la interrupción de los movimientos de conocimiento, cooperación y lenguaje trata de coaccionar a la sociedad, así como de impedir los procesos sociales de producción en la medida en que presenten excedentes respecto de su dominio. El estudio de la determinación de dicho excedente nos remite en este punto a una noción fundamental: el General Intellect. Así, en la época del mismo la fuerza productiva parte de los sujetos y es organizada en la cooperación, mas dicha cooperación productiva ya no es impuesta por el capital, sino que, antes bien, remite a la capacidad de la fuerza de trabajo inmaterial, de un trabajo mental y lingüístico que se expresan de forma cooperativa. De este modo, la fuerza de trabajo intelectualizada o inmaterializada se expande cual epidemia en el marco de una nueva acumulación originaria. En definitiva, la transformación del trabajo en actividad cognitiva se caracteriza en base a un excedente extremo de valorización., un excedente de saber respecto al productor al que se refiere. (NEGRI, A.: Guías: cinco lecciones en torno a “Imperio”. Barcelona, Paidós, D.L. 2004). 20. BARD, A.; SODERQVIST, I.: Les Netocrates. Paris, Léo Scheer, 2008. 21. ZIZEK, S.: Op.cit. 22. De esta cooperación global y sin coerciones que llevan a cabo los trabajadores de la información surge la producción de propiedad común. De este modo, la verdad económica subyacente se reduce a que todo el capital productivo que requiere un programador informático es un ordenador, acceso a Internet y software gratis y de propiedad común. Así, tal y como predijo Marx, el libre acceso al capital productivo ha desencadenado la concepción del trabajo individual en tanto parte constitutiva del trabajo colectivo, desarrollándose así toda una serie de comportamientos cooperativos y de naturaleza voluntaria que han dado lugar al desarrollo de herramientas como el sistema operativo GNU/Linux, la licencias copyleft en general, y la licencia Creative Commons en particular (acuñada por Lawrence Lessig, fundador de la organización Creative Commons, que se dedicaba a ofrecer a escritores, músicos y artistas sencillas pautas para permitir que otros compartiesen y modificasen sus obras con el objetivo manifiesto de hacer llegar las bondades del software libre a la totalidad del ámbito artístico) la enciclopedia Wikipedia y el movimiento Anonymous, por citar sólo algunos de los fenómenos más célebres engendrados por esta forma emergente de trabajo. 23. Sirva como muestra la reciente reunión (2011) del G-8 en París con la intención de imponer restricciones en la libre circulación de información en al red. (Cf.: <<France lobbies G8 for Internet control and censorship>> [http:// boingboing.net/2011/05/20/france-lobbies-g8-fo.h Figura 3: Luis González Vayá, Vote for Aragorn I
38 | Ecléctica
Ecléctica |39
¿Crisis de la sociedad o crisis de lo social? Reflexiones desde la historia oral de la movilización social1. DAVID BEORLEGUI ZARRANZ // Licenciado en Historia (UPV-EHU)
D
esde principios del siglo XIX distintos filósofos e intelectuales trazaron los contornos de lo social, construyendo un objeto de significado cambiante cuya vigencia e incuestionabilidad permanecerían durante más de un siglo, sirviendo asimismo de referente interpretativo para el conjunto de las ciencias sociales. El siguiente texto se propone retomar el debate de la crisis de la sociedad y lo social, partiendo, respectivamente, de los análisis de Alain Touraine y Jean Baudrillard, dos de los más conocidos defensores de éstas posturas. Una vez introducidas y puestas en relación ambas tesis pretendemos acercarnos al papel de los movimientos sociales a través de la construcción histórica de la subjetividad y la memoria, que palpitan a día de hoy en nuestro presente y entorno más inmediatos y han sido transmitidas en el tiempo a través de la creación y fragmentación de nuevos significados.
Palabras clave
Movimientos sociales Movilización política Teoría social
INTRODUCCIÓN. CRISIS DE LA SOCIEDAD Y CRISIS DE LO SOCIAL Durante los últimos años del siglo pasado y, de manera más acelerada, en el convulso comienzo de nuestro siglo XXI, fue una constante la aparición, cada vez más numerosa, de escritos que comenzaban a poner en cuestión el “paradigma social”, que tanta capacidad explicativa había ido adquiriendo a lo largo de dos siglos. Estas críticas aparecieron dada la manifiesta incapacidad del conjunto de las ciencias sociales para dar respuesta a muchas de las preocupaciones del momento, lo que se tradujo en una crisis general y una
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 40- 51
¿Crisis de la sociedad o crisis de lo social?
falta de receptividad del público general con respecto a las nuevas publicaciones, e incluso cierta desconfianza. Incluso el conocido y prestigioso sociólogo Alain Touraine se veía entonces obligado a admitir que “tenemos necesidad de un nuevo paradigma. No podemos volver al paradigma político ni seguir con el económico, porque los problemas culturales han adquirido una importancia tal, que el pensamiento social debe organizarse en torno a ellos”, abogando por una solución radical que supusiera pasar de un “lenguaje social” a un “lenguaje cultural”2.
“Según Touraine, la modernidad es la la sumisión de la sociedad a principios o valores que, en sí mismo, no son sociales”
Pero... ¿a qué estaba haciendo referencia aquí el autor? ¿Qué es lo que había producido esa crisis? En las siguientes páginas trataremos de profundizar en los principales síntomas de esa crisis. Como buen sociólogo, Touraine ha recurrido a la “modernidad” como el fundamento no social de los hechos sociales o, en otras palabras, “la sumisión de la sociedad a principios o valores que, en sí mismos, no son sociales”3. De este modo, nuestro momento actual aparecería con un espacio social reducido “a ser un lugar de encuentros, de conflictos o de treguas entre fuerzas contrarias pero igualmente extrañas a la vida social; de un lado, las que provienen del mercado, de la guerra y de la destrucción de todos los elementos de la vida, y, del otro, las que se basan no en el orden social o en el empuje del deseo sino en la afirmación del sí y de nosotros como sujetos de nuestra existencia y como actores de nuestra propia libertad”4.
En la misma línea, otros sociólogos, también en Francia, han desarrollado lo que han dado en denominar “quiebra de los vínculos sociales”, quiebra que vendría caracterizada, entre otras cosas, por la pérdida de estabilidad referencial de instituciones como la familia, la escuela, el sistema sanitario… y que vendría relacionado con los procesos de metropolización y nueva ordenación fundamental de las áreas urbanas, así como por el aumento y la proliferación de distintas formas de pobreza en estos nuevos espacios5. La pregunta inicial, sin embargo, no queda satisfactoriamente resuelta. Y ello no se debe más que a una falta de precisión en torno al término “social”, término ampliamente utilizado pero no por ello menos enigmático, lo que nos lleva a reformular la pregunta (¿qué es lo social?), y a enlazar con la provocativa proposición de Baudrillard sobre el “fin de lo social”, completamente opuesta al análisis de Touraine, tanto en su desarrollo como en sus conclusiones. En el texto denominado precisamente “fin de lo social”, Baudrillard nos ofrece importantes claves para la interpretación del fenómeno, para interrogarnos y mirar de otro modo el significado de lo social, un significado que, en primer lugar, aparecería definido por ausencia, pues “ya no queda significado social para que dé fuerza a un significante político”6. Desde éste punto de partida el pensador francés va a desarrollar su tesis, en la que lo social aparecería caracterizado por un doble movimiento, que expande el significado a la vez que lo vacía por dentro. Pasemos a ver como lo expresa. >
1.El siguiente proyecto se inscribe dentro de la investigación desarrollada por el grupo de trabajo de la Universidad del País Vasco “La experiencia de la realidad moderna en España y Pais Vasco en los s. XIX y XX”. 2. TOURAINE, Alain : “Un nuevo paradigma. Para comprender el mundo de hoy”, Barcelona, Paidós, 2005, pp. 13, 16. 3. TOURAINE, Op. cit., p. 96.
Ecléctica |41
David Beorlegui Zarranz
“El discurso de las instituciones en este simulacro se habría desarrollado de forma binaria, trazando contornos de dentro y fuera, a través del progreso social: urbanización, concentración, producción, trabajo, medicina, escolarización, seguridad social, seguros, etc. y comprendiendo en ellas al capital, que fue sin duda el medio de socialización más eficaz de todos”
Ya desde un inicio, el propio autor precisa que el término “social” es en sí algo enigmático, muy poco definido: “… ¿qué es una “relación social”, un “contacto social”, qué es la “producción de las relaciones sociales”? Todo ahí es falsa evidencia. Lo social ¿es instantáneamente, y como por definición, una “relación” o un “contacto”, lo que supone una seria abstracción y un álgebra racional de lo social o bien es otra cosa lo que el término de “relación” racionaliza por fuerza? ¿Quizás la “relación social” está ahí para otra cosa, señaladamente para lo que destruye? ¿Quizás ella, quizás inaugura el fin de lo social? (...) solo la “sociología” puede parecer testimoniar su eternidad, y el soberano galimatías de las “ciencias sociales” se hará eco de ello mucho tiempo después que haya muerto”7. Este texto es de una gran importancia para la reflexión que vamos a desarrollar posteriormente. En primer lugar, nos mantiene en guardia contra las presuposiciones que implican “todos esos conceptos demasiado claros que son la gloria de las ciencias legítimas, nunca fueron otra cosa que unas nociones 42 | Ecléctica
confusas, pero sobre las cuales nos hemos puesto de acuerdo con fines misteriosos, los de preservar un cierto código del análisis”8. En este sentido, resulta tentador e inevitable establecer un paralelismo con la obra de Nietzsche, pues si la pérdida de la moral y sus valores conduce inexorablemente a la “muerte de dios”, la incapacidad de la sociología (que “no puede hacer otra cosa sino describir la expansión de lo social y sus peripecias”, que “no vive más que de la hipótesis positiva y definitiva de lo social”), para hacer frente a “la reabsorción, la implosión de lo social” lleva a la conclusión de que “la hipótesis de la muerte de lo social es también la de su propia muerte”9. En segundo lugar, introduce un aspecto capital, de la que viene a ser una de sus hipótesis sobre el fin de lo social. Lo social habría ido funcionando, entonces, no como dice Touraine, por retroceso, sino todo lo contrario, por acumulación y extensión de su valor de uso dentro de una lógica “productivista”, asignadora de funciones e información, que “producen más cosas sociales en apariencia, (mientras) neutralizan las relaciones sociales y lo social mismo en profundidad”10. Este doble proceso de extensión y vaciado llevaría a “ese punto de generalización, de saturación, en el que no hay nada más que el grado cero de lo político, en ese punto de referencia absoluta, de omnipresencia, y de difracción en todos los intersticios del espacio físico y mental”, un “espacio perspectivo centralizado que da sentido a todo lo que se inserta en él por simple convergencia sobre una línea de fuga al infinito
4. TOURAINE, Op. cit., p. 227. La cursiva es mía. 5. PAUGAM, Serge: “Las formas elementales de la pobreza”, Alianza, 2007. 6. BAUDRILLARD, Jean, Cultura y simulacro, Barcelona, Kairós, 2005, p. 127. 7. BAUDRILLARD, Op. cit., p. 173. 8. BAUDRILLARD, Op. cit., p. 112. 9. BAUDRILLARD, Op. cit., p. 115.
¿Crisis de la sociedad o crisis de lo social?
(como el espacio y el tiempo, lo social abre en efecto una perspectiva al infinito). No hay definición de lo social más que en esa perspectiva panóptica. (...) pero no olvidemos que ese espacio perspectivo (…) no es más que un modelo de simulación entre otros, y que no tiene como característica más que el hecho de que da lugar a unos efectos de verdad, de objetividad inauditos y desconocidos en los otros modelos”11. En otras palabras, lo que Baudrillard viene a defender es que lo social ha venido siendo utilizado como concepto comodín, como cajón de sastre desde el que se derivaban más y más conceptos que se auto-explican apoyándose unos en otros. El discurso de las instituciones en este simulacro se habría desarrollado de forma binaria, trazando contornos de dentro y fuera, a través del progreso social: urbanización, concentración, producción, trabajo, medicina, escolarización, seguridad social, seguros, etc. y comprendiendo en ellas al capital, que fue sin duda el medio de socialización más eficaz de todos. Ello nos permite afirmar que lo social se produciría y destruiría en el mismo movimiento. Si lo social está hecho de las instancias abstractas que se edifican unas después de las otras sobre las ruinas del edificio simbólico y ritual de las sociedades anteriores, entonces esas instituciones producen más y más. Pero al mismo tiempo consagran esa abstracción devoradora quizás de la “sustantífica médula” de lo social12.
10. BAUDRILLARD, Op. cit., p. 172. 11. BAUDRILLARD, Op. cit., pp. 126 y 173-174. 12. BAUDRILLARD, Op. cit, p. 171.
EL PAPEL DE LOS NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES En este momento se hace preciso pasar a analizar otras realidades, normalmente identificadas como resultado del “progreso social” o la “democratización social”, y el papel que éstas pudieron jugar en esa doble crisis sociedad-social. Estamos hablando de los denominados Nuevos Movimientos Sociales (NMS), siendo ésta una definición no exenta de dificultades pero que no entraremos a cuestionar. Esta decisión, lejos de ser un asunto baladí, forma parte importante de la argumentación que los dos teóricos, Touraine y Baudrillard, hacen de sus dos respectivas crisis (de la sociedad y de lo social). Las reflexiones serán acompañadas de la interpretación de distintos testimonios obtenidos a través de “relatos de vida”, en distintas entrevistas con personas nacidas en las décadas de los cuarenta, cincuenta y sesenta, y que militaron las décadas siguientes en distintos movimientos sociales. Los dos autores en los que nos centramos, pese a sus diferencias, coinciden en señalar el papel activo desempeñado por los NMS en el advenimiento o construcción de la crisis, que ambos identifican como un problema que requiere solución, y en la que los movimientos supondrían parte del problema y, con cierta dosis de confianza, parte de la solución. Para Touraine, el surgimiento de los NMS ha sido básico para caracterizar la crisis de la sociedad, pues éstos habrían optado por priorizar la construcción del “sí mismo” frente a la construcción del “entorno social”. Ello se explica teniendo en cuenta que “los movimientos sociales no buscan integrarse en la sociedad, sino mantener la distancia que separa al sujeto y sus derechos de la maquinaria social y sus mecanismos de autocontrol13. >
13. TOURAINE, Op. cit., p. 152.
Ecléctica |43
44 | Ecléctica
Los movimientos, por tanto, habrían supeditado y hecho depender a la sociedad de esa distancia, dando vida a un nuevo tipo de reivindicación, los “derechos culturales”, por lo que habrían pasado de ser “actores sociales”, a una nueva etapa de “sujetos personales” insertos en “movimientos culturales”14. Baudrillard, por su parte, ha vinculado el papel de los NMS a la “exaltación de los microdeseos”, implicándolos de este modo en el desarrollo y muerte de lo social dentro de la “hiperrrealización” anteriormente expuesta, viniendo a configurar un discurso post-social ligado a la producción de la diferencia: “¿Qué mayor irrisión puede haber que esa exigencia de lo social como bien de consumo individual, sometido al afán de emulación de la oferta y de la demanda? Parodia y paradoja: a causa de su misma inercia en las vías de lo social que le han sido trazadas las masas sobrepasan su lógica y sus límites y deshacen todo el edificio”15. >
< Figura 1: Jaime Wulff, Benidorm 14. TOURAINE, Op. cit., p. 27. 15. BAUDRILLARD, Op. cit., p. 152, negrita del autor.
Ecléctica |45
David Beorlegui Zarranz
Los movimientos sociales, por lo tanto, aparecerían relacionados con la crisis de lo social por haber contribuido decisivamente a fortalecer la “razón social”, que termina por llevar a un punto en el que “es la colectividad entera la que se convierte pronto en residual y por tanto, como una espiral más, es lo social lo que se extiende. Cuando el resto alcanza las dimensiones de la sociedad entera, se tiene una socialización perfecta. Todo el mundo está perfectamente excluido y tomado a cargo, perfectamente desintegrado y socializado. La integración simbólica es reemplazada por una integración funcional; unas instituciones funcionales toman a cargo los residuos de la desintegración simbólica, una instancia social aparece allí donde no la había y ni siquiera había nombre para decirlo. Las “relaciones sociales” cunden, proliferan, se enriquecen en la medida de esta desintegración. (...) al sabor de una expresión como: “la responsabilidad de lo social para con sus miembros desheredados”, cuando se sabe que “lo social” no es justamente más que la instancia que resulta de ese desamparo”16.
“Los dos autores en los que nos centramos, pese a sus diferencias, coinciden en señalar el papel activo desempeñado por los NMS en el advenimiento o construcción de la crisis” Una vez explicitado convenientemente el marco teórico y las polémicas desde las cuales partir para la confección de este texto, voy a intentar introducir convenientemente una nueva pregunta. Si, como Touraine y Baudrillard piensan, lo “social”, tal y como lo conocemos (o desconocemos), forma parte del pasado, ¿cómo ha sido la transmisión de ese pasado? ¿Cómo se significa lo social? Los NMS han desarrollado su discurso a través de la visibilización y denuncia de las insuficiencias y consecuencias negativas de la 46 | Ecléctica
puesta en práctica de los “proyectos modernizadores”, frente a los cuales se situaría lo social, continuamente significado como un bien común en amenaza constante. Nuestra interpretación está apoyada en testimonios de activistas de nuevos movimientos sociales en el País Vasco, que, consideramos, revisten un doble interés. En primer lugar, porque estos movimientos surgen y se desenvuelven en un escenario más amplio -la transición española- que supone, dejando de lado las cuestiones políticas más o menos discutibles, un escenario de profundos cambios culturales que afectan a la práctica totalidad de población y en segundo lugar, porque estos discursos aparecerían situados en oposición a “lo social”, continuamente semantizado como un bien común en amenaza constante, y en continua regresión, agudizada con el cambio de siglo: “los dos mil, realmente, desde mi punto de vista… en un montón de ámbitos, estamos perdiendo conquistas”17. El sentimiento de derrota, evidente, va a marcar decisivamente las narraciones hasta hacer de ellas “narraciones de perdedores”18, como podemos observar en las siguientes palabras, obtenidas de un relato de vida obtenido de un “multimilitante” pamplonés (esa será su auto-denominación19) nacido a finales de los años sesenta: “Se han perdido todos los logros sociales que se consiguieron en los sesenta, setenta y ochenta! ¡Se han perdido!
16. BAUDRILLARD, Op. cit., pp. 179-180. 17. Entrevista realizada a J.A.M.M, en Pamplona el 9-Octubre-2010. 18. La pérdida es lo opuesto a la resignación, ser perdedor no significa más que ejercer formas diversas de resistencia y triunfar sobre la conformidad ante el vencedor”, en AMAR, Ana María: “Instrucciones para la derrota. Narrativas éticas y políticas de perdedores”, Barcelona, Anthropos, 2010, pag 25.
^ Figura 2
¡La gente se parte la cara por meter horas extras! ¡Hay gente que está currando los sábados gratis! ¡Que hacen en ocho horas el curro que antes hacían en diez (...) O sea la peña está mal…”20. A continuación vamos a tratar de profundizar más en este aspecto a través de dos testimonios, ¿por qué esa idea de regresión de lo social? Para ello extraemos par-
te del relato de vida de dos antiguos activistas antinucleares (nacidos en los cincuenta y los cuarenta, en Hernani y Pamplona, respectivamente) contrarios a la construcción de la central nuclear de Lemóniz/Lemoiz a finales de los años setenta. Ambos serían dos ejemplos paradigmáticos de lo que se ha venido a denominar “narración de perdedores”, una na-
Figura 2: Jaime Wulff, Proceso de paz. 19. “Era lo que te llevaba el día a día, o sea no es que fueses buscando hacer cosas porque… una cosa te llevaba a la otra, porque realmente, en casi todas las movidas estábamos todo el mundo, lo que llamábamos… multimilitancia, porque en aquella época era así”. Entrevista realizada a J.A.M.M, en Pamplona el 9-Octubre-2010. 20. Entrevista realizada a J.A.M.M, en Pamplona el 9-10-2010.
Ecléctica |47
David Beorlegui Zarranz
rrativa activada por la emoción, que, a modo de lamento, se aflige de la pérdida, de la derrota (pese a que en este caso el proyecto finalmente fuera paralizado). Vemos un pathos pesimista que, en oposición a la emoción inicial (ilusión, euforia), impregna, recorre e incluso atraviesa el relato, pero aun así, vemos que esta memoria “infeliz” (en oposición a la memoria “feliz” concebida por Paul Ricoeur21) debe buscar su refugio en la nostalgia, en ese punto de no retorno, a medio camino entre utopía y simulacro: “…en el año setenta y cinco, setenta y seis, setenta y seis setenta y siete, las movilizaciones de Bilbao son las más grandes que se han conocido probablemente bajo el tocón de la central nuclear de Lemoiz, que fue en el setenta y ocho-setenta y nueve si no recuerdo mal... El año setenta y seis-setenta y siete, con la amnistía, las libertades, este tipo de consignas… Es un momento muy diferente, momento en que poco a poco se van consiguiendo cosas”22.
“Se relaciona y semantiza la época pasada mediante una identidad colectiva ligada a la práctica de una moralidad “solidaria” considerada “del pasado”
Si pasamos a valorar la caracterización que se da del pasado en este relato arquetípico de la transición vasca, encontraremos los primeros problemas de transmisión y acceso a esa memoria, fruto de la oposición binaria entre el antes y el ahora, el pasado y el presente: “para mí era todo junto, de un día pa otro estás en seis asambleas, ¡semanales!, y claro, igual en todas no participabas igual de involucrao {sic}, pero ayudabas en lo que podías, porque entonces sí había mucha cultura de eso de ayudar” 23. Vemos pues cómo se rela48 | Ecléctica
ciona y semantiza la época pasada mediante una identidad colectiva ligada a la práctica de una moralidad “solidaria” considerada “del pasado”.. ¿Cómo podemos afrontar estos relatos, por qué el tiempo de la movilización se liga a unos valores situados en el punto de no retorno? Aquí debemos acudir a lo que P. Ricoeur ha llamado “condición histórica”, éste régimen de existencia colocado bajo el signo del pasado como que ya no es y que fue (…) “en una palabra, la superposición de lo imborrable y de lo irrevocable”24. Una vez comprendido este concepto podemos apreciar la riqueza de los relatos, y hacer análisis más en profundidad, detectando las emociones que se derivan de éstos: “Entonces no había tanto consumismo, y había otra forma de funcionar, yo creo que en veinte años ha cambiado bastante esta sociedad (…) había una ilusión, había una ilusión (nótese la reiteración) y además una creencia en que no sólo se podía acabar con el franquismo, sino que se podían construir un montón de cosas, que luego treinta y tantos años después te das cuenta que… ah… algo se hizo mal, porque…¡joder!, cada vez que pasa el tiempo, más años, no se había conseguido ni mucho menos lo que se pedía por parte de una parte de la población al menos, pero cuando menos, se habían conseguido una serie de cosas, y había una cierta euforia. La euforia se acabó rápido, aparte que luego vino pues el golpe de Estado de Tejero, y la crisis, etc.”25.
21.Ricoeur, Paul, “la memoria, la historia, el olvido”, ed. Trotta, Madrid, 2003. 22.Entrevistada realizada a M.,en Bilbao el 18-92007. 23. Entrevista realizada a J.A.M.M, en Pamplona el 9-10-2010. 24. Ricoeur, op. cit, pp. 374, 521. 25. Entrevistada realizada a M., en Bilbao el 189 -2007.
¿Crisis de la sociedad o crisis de lo social?
En el siguiente fragmento de relato, fruto de otra entrevista, podemos apreciar más claramente aún el planteamiento fatalista del interlocutor al introducir la acción en el pasado “que ya se fue”, dando señales de que se ha perdido el momento de haberlo echado atrás, de irreversibilidad, de fatalidad: “En aquella época, te estoy hablando de los años setenta o así (…) ya empezaba el deterioro… pues eso, promovido por la contaminación… ya por la industria en general, pero se veía como algo que todavía aquí no lo vivíamos, ¿no? O sea, aquí la industrialización no había llegao [sic] a la barbarie que llegó en muy poco tiempo, no? Porque en realidad con poco tiempo fíjate lo que se ha desarrollado aquí. Entonces lo veías como algo pues que estaba pasando y tal, (…) decías, pero esto… es algo que… es una barbaridad, ¿no? Pero aquí no lo vivías como, aquí se veía, en fin, a lo que podía llegar, ¿no? (…). Aquí me tomo como entrevistador con los peligros de un exceso de interpretación, pero a los cinco minutos me siento sorprendido porque la fuente vuelve a desviar el tema hacia el mismo punto “Fíjate en los momentos que estamos ya de deterioro ambiental tremendo no? y bueno, ya, con muy poca esperanza de solucionar… no se cómo lo vives tú, como joven, no? Pero vamos, yo es que veo que no hay salida ni soluciones”26. He de confesar que mi sorpresa en éste momento fue enorme, al tratarse éste de un gesto poco usual en entrevistas con extraños, que el narrador confiese tan abiertamente sus sentimientos, con una emoción expresamente pesimista que cubre el relato y que, además, requiera mi opinión de forma fran-
ca y directa, interpelándome como sujeto de cambio social (joven), opinión que guardaré para el espacio reservado a conclusiones. En realidad, debemos insistir en que este tipo de testimonio debe ser interpretado desde una “resignación del perdedor que ha resistido pero finalmente parece aceptar la inutilidad de su lucha porque ha reconocido lo irreversible de la derrota, pero que no ha transado (transigido) jamás”27. Y exactamente en esa línea se va a pronunciar nuestro interlocutor cuando afirme “qué quieres que te diga, yo estoy en ello todavía (…) yo voy a continuar, aunque sea nada más en las reuniones (ecologistas) a hacer grupo, ¿no?”. Otro de los problemas con el que nos vamos a encontrar son las dificultades que ofrece la descripción de lo social, y la marcada tendencia a narrarlo en torno a un “nosotros” idealizado y de fuerte e inevitable carga nostálgica: “Entonces nos movíamos mucho, bueno, una serie de cuestiones aquí había, con el tema del polígono de tiro de las Bardenas... antimilitar, internacionalista y ecologista. Y también venía el feminismo. (…) nosotros tuvimos mucha suerte, en aquella época, fue un, unos tiempos muy densos, muy intensos, pero sobre todo muy densificados, en cuanto a la preparación ideológica de los militantes (…). Con veinte años llegamos a la muerte de Franco, llegamos muy jóvenes, éramos muy jóvenes, éramos muy vitales, muy vitales o sea... y sobre todo muy preparados políticamente”28. >
26.Entrevista realizada a P.O, en Pamplona el 12-52011. 27.AMAR, Op. cit., p. 62 . 28. Entrevista realizada a P.M.S.E, en Estella, el 9-52011.
Ecléctica |49
^ Figura 3
Podemos ver cómo se establece un patrón de diferenciación a través del discurso en el que la vida propia se ve reinterpretada según los distintos significados adquiridos, y que pone en relación emoción y narrativa personal a través de una construcción colectiva de la identidad y la protesta activadas desde códigos morales implícitos y explícitos, en torno a lo considerado “justo”29: “…y las siguientes generaciones ya nacieron con el “me lo paga papá” (…) y entonces esa gente nunca ha valorao [sic] muchas cosas como las valorábamos nosotros. Pasamos de unas generaciones que en lo que estás deseando era conseguir pasta pa irte de casa a la generación de la gente de que en casa se vive de puta madre. Y eso sí que hizo mucho”30. La fuerte polarización temporal, la concepción enfrentada del pasado y del presente que articula gran parte de la narración, llega a tensarse tanto discursivamente, que permite pasar en apenas unos segundos de un registro épico e ideal a otro desencantado y (auto) crítico que no puede ni quiere reprimir su pesimismo: “no creo que fuésemos ni “super50 | Ecléctica
manes”, ni más que nadie, ni más inteligentes ni nada. Simplemente veníamos de que una época de la vida en la que no había nada y queríamos que hubiese cosas y las creamos. El problema es que muchas de ellas no supimos mantenerlas (…) y nos tocó vivir en un momento en que pudimos hacer las cosas en las que creíamos. En un grado mas o menos, nos comimos más marrones o menos, pero… pero pudimos hacerlo, cosa que hoy por hoy, ya no… ese, yo creo que ese es el cambio mas gordo que ha habido”.
Figura 3: Jaime Wulff, Especial Estre¦üs 29. JASPER, James: “The Art of moral Protest”, Chicago-London, University of Chicago Press, 1997, pp. 237 y siguientes. 30. Entrevista realizada a J.A.A.M, en Pamplona el 9-10-2010. 31. BAUDRILLARD, Op. cit., p. 191. 32. BAUDRILLARD, Op. cit, pag 175, negrita en el original.
¿Crisis de la sociedad o crisis de lo social?
CONCLUSIÓN: NI CRISIS DE LA SOCIEDAD NI CRISIS DE LO SOCIAL A lo largo del proceso no queda claro si lo social no ha existido nunca o si, por el contrario, no ha dejado de existir. No obstante, nos atrevemos a plantear que la recuperación “tal cual” de las formas “sociales” del pasado se nos plantea como imposible, pues ese “tal cual” no pudo tener existencia más que a distancia, mediado por prácticas discursivas que se gestaron durante el desarrollo de las protestas. Ello nos sitúa frente a una acuciante necesidad de buscar una reconstrucción de lo social, una nueva dotación de significado. Las recientes protestas protagonizadas por “Indignados/as” del 15M serían uno de los ejemplos más claros de esa necesidad de buscar cauces y significados nuevos para la movilización, a la par que muestran los problemas surgidos en relación a la transmisión de la memoria de movilizaciones pasadas, y la necesidad de una correa de transmisión entre unos y otras.
Para concluir, me valdré de una laguna del texto de Baudrillard, la única que permite atisbar un poco de esperanza en el negro e hiperreal laberinto que nos presenta: “El reto es siempre el de lo que no tiene sentido, nombre ni identidad a lo que se prevale de sentido, al poder, a la verdad, a que existan como tales, a que pretendan existir como tales. Solo esa reversión puede poner fin al poder, al sentido, al valor, y jamás ninguna relación de fuerzas, por favorable que sea, puesto que entra en una relación polar, binaria, estructural, que recrea por definición un nuevo espacio de sentido y de poder”32
Quizás la clave resida en responsabilizarse y atreverse a acercarse al pasado teniendo en cuenta la diversidad de voces existentes, en todos sus modos y formas, y situarlos en la problemática de nuestro complicado momento. Toda propuesta será un modelo, un simulacro, pero, a diferencia de lo que el propio Baudrillard llega a afirmar31, ello no implica, necesariamente, el “fin de las esperanzas revolucionarias”, pues incluso puede permitir formular desde ese espacio virtual nuevas identidades y formas de comunicación, agrupadas en torno a una idea de cambio. Esos nuevos espacios de resistencia, tienden a aparecer deslocalizados, fragmentados, aparecen redes con nódulos de información, multisistemas, rizomas… frecuentes generadores de suspicacias en los movimientos sociales más tradicionales, quizás por su falta de definición concreta, quizás por negarse a una definición “social” que suponga una nueva hiperrealización de proyectos vacía de significados.
Ecléctica |51
Ciencia y Crisis
Auge de la tecnocracia y empoderamiento de sus resistencias (1914-2011) J Carlos García-Reyes // Investigador Predoctoral, CSIC-Institució Milà i Fontanals Jaume Sastre-Juan // Investigador Predoctoral, CEHIC-UAB Jaume Valentines-Álvarez // Investigador Predoctoral, CRHT-UPC
E
ste ensayo aborda las relaciones entre ciencia y crisis a lo largo del siglo XX, desde las crisis de principios de siglo que culminaron en el crack de 1929 hasta la actual crisis financiera. En la sociedad contemporánea la ciencia ha suscitado malestar y ha sido vista como una amenaza a la civilización y un factor de crisis (el caso más extremo serían los hongos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, pero hay muchos más ejemplos que van desde la automatización hasta la manipulación genética); pero al mismo tiempo la ciencia ha sido reiteradamente invocada como solución a las crisis atribuidas a la volubilidad y el capricho irracionales de la humanidad, y los expertos científicos han sido señalados como los únicos capaces de gestionar los problemas sociales. Este artículo explora distintas versiones tecnocráticas de esta ideología de la gestión científica de lo social que subyace a muchos planteamientos políticos del siglo XX, así como los antagonismos y resistencias que ésta ha suscitado y que apuntan a una gestión social de lo científico.
Palabras clave
“The future is unwritten” (Joe Strummer).
Tecnocracia Crisis Tecnociencia Maquinismo Siglo XX
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 52- 63 ǀ
So is the past.
Ciencia y Crisis
INTRODUCCIÓN Capitalismo y crisis son compañeras inseparables. Ciencia y crisis también. Discuten, se abrazan, hablan, gozan y riñen, pero ninguna de las dos puede vivir sin la otra. En las grandes crisis económicas y sociales del siglo XX, la ciencia ha sido juzgada muchas veces como la causa y siempre como la solución. La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue el último episodio de las feroces crisis de la década de 1930, que, como veremos, fueron en parte atribuidas a la ciencia y la tecnología. Su fin, la escenificación ritual y devastadora de los hongos atómicos en Hiroshima y Nagasaki se suele inscribir en el éxtasis del malestar para con la ciencia. La segunda mitad del siglo XX ha sido testigo de un largo listado de catástrofes y excesos producto de la ciencia y la tecnología, como la aplicación de la talidomida, el uso de pesticidas como el DDT, la eugenesia racial en Tuskegee o los accidentes de Seveso, Bhopal y Chernobyl. La aparición de Internet parecía haber extendido una imagen tecnológica más amable y en ocasiones cuasi bucólica. Pero, en medio de la crisis financiera que vivimos, las llamas candentes del desastre de Fukushima han vuelto a despertar un malestar que nunca había desaparecido. Aún así, la fe en el I+D como garantía de desarrollo y bienestar es un sitio común trans-ideológico, trans-clasista y trans-genérico. Sin embargo, la ciencia no sólo ha sido percibida con malestar y como factor de crisis, sino que en los momentos de recesiones económicas y conflictos sociales ha cobrado más fuerza lo que en este ensayo llamaremos la ideología de la gestión científica de lo social. A grandes rasgos, la ideología de la gestión científica de lo social se fundamenta en la afirmación de que los problemas nacionales, sociales e incluso individuales deben ser exclusivamente gestionados por expertos en las distintas ciencias y técnicas competentes. Un buen ejemplo de este tipo de ideología es el rol que determinadas élites intelectuales y expertos en economía están jugando en la crisis actual, presentando como soluciones
científicas, objetivas e inevitables políticas que siguen precisamente el modelo neoliberal que llevó a la crisis económica. ¿Qué rol tienen los expertos y la ciencia en la sociedad contemporánea y sus crisis? El futuro no está escrito, como nos recuerdan nuevamente estallidos imprevisibles como el del 15M, que abren todavía más brechas en la ya deteriorada ideología del fin de la historia. Pero no sólo el futuro: la escritura del pasado está también abierta y es un campo de batalla en el que memoria y olvido son inseparables del presente de quien historia, de su cosmovisión, de su mirada política, de sus anhelos y sus miedos. Es por este motivo que la escritura del pasado está íntimamente ligada a la del futuro.
“Tras el crack de 1929, el mundo se cuestionó de arriba abajo y la ciencia y la tecnología tomaron un protagonismo que han mantenido desde entonces” Para tratar de aportar algunos elementos para empezar a responder las preguntas anteriores, en este ensayo queremos ahondar en las múltiples relaciones entre ciencia y crisis a través de un recorrido histórico. Primeramente, recorreremos la década de 1930, una década que vio en la ciencia y la tecnología una forma de organización racional de un mundo sumido en el caos, y por extensión, una forma de control político y cultural. Nos remontaremos a la crisis de 1929 para ver en acción cómo la ciencia fue vista como causa y solución a la crisis, y como salió reforzada de ella. En la parte final del texto, trataremos las consecuencias de ese empoderamiento de la ciencia y la tecnología en la mediación de los problemas y deseos de la humanidad a lo largo del siglo XX, a la vez que veremos algunos de los antagonismos a las tecnocracias y a la ideología de la gestión científica de lo social. Ecléctica |53
Jaume Sastre / Jaume Valentines / J Carlos García
Figura 1 >
EL “GRAN SALTO ADELANTE” DE LA CIENCIA A pesar de que se considera que las crisis son un fenómeno cíclico estructural que forma parte de la médula espinal del capitalismo, el crack de 1929 significó algo más que un máximo relativo de una onda sinusoidal: ha sido el máximo absoluto hasta hoy. El mundo se cuestionó de arriba abajo y la ciencia y la tecnología tomaron un protagonismo que han mantenido desde entonces. Centrémonos primero en la cuna de la crisis de 1929 y en el contexto en que tuvo lugar. En los Estados Unidos, las dos primeras décadas del siglo XX fueron testigos de dos procesos paralelos y vinculados entre sí: la consolidación de la tendencia a la formación de grandes trusts y monopolios, por un lado, y el crecimiento exponencial del número de laboratorios de investigación industrial, por el otro. Este aumento no fue sólo cuantitativo, sino que supuso un cambio en el modo tecnocientífico de producción del conocimiento y la innovación. La era de los inventores y emprendedores como Tesla, Sperry o Edison dio paso a la era de la invención corporativa en oligopolios como Westinghouse, General Electric o DuPont. Como muestra el historiador David Noble, científicos e ingenieros jugaron un papel crucial en el proceso de co-construcción paralela del capitalismo monopolista y de la tecnociencia industrial, así como en el proceso de su legitimación cultural1. En particular, las cada vez más poderosas asociaciones profesionales de ingenieros estuvieron detrás de muchas iniciativas destinadas a neutralizar la agitación social en este período. Según Antonio Gramsci, para que una determinada élite mantenga el control social no sólo es importante el dominio mediante la fuerza bruta sino que es fundamental la consecución de una hegemonía cultural a través de la producción y reproducción del consenso ideológico2. De esto se encarga un entramado de instituciones, asociaciones, saberes, sistemas educativos, etc., al que Gramsci llama sociedad civil. Pues bien, ciencia y técnica fueron también instrumentos muy importantes en esta sociedad civil norteamericana de principios de siglo XX. 54 | Ecléctica
Para estos fines, los ingenieros fomentaron activamente los modelos de organización científica del trabajo, la educación industrial y los museos de ciencia e industria. El taylorismo y las demás corrientes promotoras de la organización científica del trabajo proponían disciplinar y atomizar al trabajador en la fábrica bajo la bandera de la eficiencia y la productividad; la educación industrial promovida a nivel nacional buscaba el objetivo paternalista de docilizar a la clase obrera y educarla moralmente a la par que aumentar la productividad del país; y los museos de ciencia e industria difundían una visión evolutiva e internalista del desarrollo de la tecnología que fomentaba la pasividad y la idea que ante el cambio tecnológico, inevitable y generado por una dinámica interna que no tenía nada que ver con las relaciones sociales y de producción, sólo cabía adaptarse y celebrarlo3. Todos estos mecanismos culturales de dominación hay que leerlos con el telón de fondo de la gran contestación social que estaba teniendo lugar en este período. Como muestra el historiador Howard Zinn en su repaso a la historia norteamericana, la década de 1910 y la de 1930 fueron las más subversivas de
“Científicos e ingenieros tuvieron un papel relevante promoviendo un entusiasmo tecnológico autóctono”
Figura 1: Akdamar, sombra; Luis Gonzaléz Vayá 1. NOBLE, D.: America By Design. Science, Technology and the Rise of Corporate Capitalism. New York, Oxford University Press, 1979. Para el concepto de régimen tecnocientífico, véase PESTRE, D.: Ciència, diners i política. Un assaig d’interpretació. Santa Coloma de Queralt, Obrador Edèndum, PURV, 2008.
Ecléctica |55
Jaume Sastre / Jaume Valentines / J Carlos García
la historia del país y en las que el movimiento obrero alcanzó una mayor incidencia. Mítines, manifestaciones, huelgas y sabotajes estaban a la orden del día, así como la represión a todos los niveles. Un ejemplo paradigmático en este sentido es Henry Ford, que utilizó todos los medios a su alcance para disciplinar a sus trabajadores y al resto del país: desde los matones y sicarios contra los sindicatos hasta las primas e incentivos por productividad, pasando por las técnicas tayloristas de gestión de la vida en la fábrica, las grandes exposiciones itinerantes y la fundación de su propio museo industrial en Dearborn. Como afirma Howard Zinn, las élites norteamericanas han intentado una y otra vez negar la lucha de clases y crear una identidad americana unitaria, sin antagonismo social4, y, en este proceso, científicos e ingenieros también tuvieron un papel relevante en este sentido, promoviendo un entusiasmo tecnológico autóctono. El hecho de que científicos e ingenieros asumieran un influyente papel público es síntoma claro del ascenso social de estas profesiones. En los siguientes apartados veremos cómo paralelamente a este ascenso social ascendió una ideología que no era nueva, pero que toma renovada fuerza en este período y que llegará a sus formulaciones más extremas en la década de 1930: la ideología de la gestión científica de lo social.
LA CIENCIA, EL PROBLEMA DE LA CRISIS Una de las figuras que encarna bien esta ideología es la de Herbert Hoover, conocido como “el gran ingeniero”, y activo miembro en muchas instituciones e iniciativas en la línea de las mencionadas anteriormente. Su llegada a la presidencia de los EEUU es sintomática del poder profesional de la clase ingenieril y también del poder simbólico logrado por ciencia y técnica. Su caída tras el crack del 29 también puede leerse en esta clave. Con la fallida del sistema, el discurso de abundancia material a través de la ciencia y la tecnología entró en crisis y fue muy contestado a muchos niveles. Para tomar sólo un ejemplo donde se manifestó claramente la polémica, fijémonos en el debate sobre el 56 | Ecléctica
paro tecnológico. Cuando el número de desempleados pasó de 500.000 en 1929 a 15 millones en 1933, uno de los factores alrededor de los cuales se centró el debate fue la cuestión de la mecanización y la automatización5. Entre muchos otros, economistas, filósofos, sociólogos, periodistas, líderes sindicales y miembros de comisiones gubernamentales se enzarzaron en un debate a gran escala sobre el papel de ciencia y tecnología como causantes de la crisis y también como posibles soluciones. Desde posturas sindicales anticapitalistas, se insistía en que lo que importaba no era una crítica a la tecnología per se, sino a las relaciones de producción que se establecían a su alrededor. De todos modos, hay que reconocer que incluso en los momentos más álgidos de la Gran Depresión, buena parte del optimismo tecnológico de los años 20 consiguió sobrevivir como discurso, ya sea a través de la insistencia de las corporaciones o a través de análisis intelectuales más sutiles y críticos. En lo que se refiere a las grandes corporaciones, en este período gastaron sumas millonarias en campañas de marketing que enfatizaban su rol de creadoras de innovación científica y de puestos de trabajo, muchas veces a través de grandes exposiciones tecnófilas, como la “Century of Progress Exhibition” de Chicago en 1933. Pero su discurso acrítico y propagandístico no fue el único que reivindicó una solución tecnocientífica a la crisis. El crítico de la tecnología más lúcido y brillante del período, el polifacético y fáustico Lewis Mumford, no exhibía en Technics and Civilization, de 1934, el mismo pesimismo tecnológico que exhibiría posteriormente en El Mito de la Máquina6, su gran obra de la segunda posguerra mundial.
2. GRAMSCI, A.: Cuadernos de la cárcel. México DF, Era, 1981. 3. Para un análisis en clave gramsciana de los proyectos de fomento de la educación industrial y del nacimiento de los museos de ciencia e industria en los Estados Unidos, véase JONES, R. D.: Engineering History: The Foundation of Industrial Museums in the United States. Tesis doctoral, Case Western Reserve University, 2001.
Ciencia y Crisis
Aunque en 1934 el diagnóstico de Mumford era que la revolución industrial capitalista y la tecnología habían producido una sociedad monstruosa, el germen del remedio que proponía radicaba en la utilización inteligente de tecnologías menos pesadas que las basadas en el acero y el carbón, como las que usaban la electricidad o la química para conseguir un mundo más limpio, eficiente, igualitario y feliz. Pero si Mumford representa el análisis más sutil, el pedagogo Harold Rugg es quizá un ejemplo más revelador por su mayor maniqueísmo. En su libro The Great Technology, Rugg plantea que la crisis son los estertores agónicos de un dramático desfase entre una sociedad tecnológica moderna y un arcaico sistema de gobierno liberal basado en el laissez faire7. Lo que hace falta es, según Rugg, adecuar el sistema de gobierno a la nueva realidad tecnológica y apostar por una planificación científica de lo social. La ideología de la gestión científica de lo social estaba ganando cada vez más adeptos fuera de los ámbitos ingenieriles y la política se veía cada vez más como gestión técnica8.
LA CIENCIA, LA SOLUCIÓN A LA CRISIS Fue a principios de los años treinta, cuando la crisis financiera y social estaba en su cenit, cuando el paro y el mercado arrollaban a la miseria absoluta a las clases bajas, cuando la política y los políticos perdían cualquier crédito y legitimidad, cuando las plazas y las fábricas eran polvorines... Fue entonces cuando una nueva voz llena de “misterio” que producía un “furor extraño” y “esperanzas, miedos y dudas” –como dijeron sus contemporáneosinundó los medios de medio mundo9. Era una 4. ZINN, H.: La otra historia de los Estados Unidos: desde 1492 hasta hoy. Hondarribia, Argitaletxe HIRU, 1999. 5. NOBLE, D.: La locura de la automatización. Barcelona, Alikornio, 2001. 6. MUMFORD, L.: El Mito de la Máquina. Vol I-II. Logroño, Pepitas de Calabaza, 2010-2011. 7. RUGG, H.: The Great Technology: Social Chaos and the Public Mind. New York, The John Day Company, 1933.
nueva voz semánticamente calidoscópica y ideológicamente transversal: Tecnocracia. Ese furor empezó con la anunciación de su advenimiento en la nueva Belén. En el New York Times, el director de la Energy Survey of North America, Howard Scott, proclamó que Norteamérica y el mundo occidental se encontraban en el “dilema de tener que abandonar un sistema obsoleto y simultáneamente diseñar otro que [tomase] su lugar”. El Comité Continental por la Tecnocracia, liderado por Scott, propuso un sistema más allá del capitalismo, del socialismo o del fascismo: un nuevo orden que debía de ser regulado a través de “la integración sintética de las ciencias físicas para la determinación de todas las secuencias funcionales de los fenómenos sociales”10. Esto es, ciencia y tecnología habían de ser capaces de resolver todos y cada uno de los problemas sociales y económicos, relegando para siempre más la mediación de políticos, banqueros o especuladores. Ahora la nueva mediación -que se pretendía objetiva, neutral, visible- era la de los técnicos. Y su conocimiento, su monopolio y su poder. A raíz de ello, un gran revuelo se gestó a una y otra orilla del Atlántico, animado por entusiastas y críticos de la teoría radical, por la derecha y la izquierda, por mujeres y hombres, por expertos y profanos. En este proceso, el significado de “tecnocracia” fue cambiando, moldeándose a los intereses de los y las interlocutoras. No era una novedad: la palabra se había acuñado a finales de la I Guerra Mundial y Scott y su grupo se la habían apropiado introduciendo elementos de otras críticas económicas, como las del químico Frederic Soddy o las del sociólogo Thorstein Veblen. De hecho, sus cimientos se construían sobre
8. Para un anàlisis de cómo esta visión penetró en el pensamiento de cariz liberal en este período, véase el muy suculento JORDAN, J. M.: Machine-age ideology : Social engineering and american liberalism, 1911-1939. Chapel Hill, University of North Carolina Press, 1994. 9. ARKRIGHT, F.: The ABC of Technocracy. Based on authorized material. New York & London, Harper & Bros., 1933; ALLEN, R..: What is Technocracy?. New York & London, McGraw-Hill Book Co., 1933 (existe una traducción al castellano de 1933).
Ecléctica |57
^ Figura 2
ideas pretéritas que abogaban por la cientifización del mundo, especialmente provenientes de la termodinámica de finales de siglo XIX y del socialismo utópico de principios del mismo11. No había innovación real en “tecnocracia”: ni el contenido ni el continente. Pero la herida que había producido la mano invisible de la capitalocracia le dio una buena oportunidad para ganar espacio político. Los años treinta fueron años de sueños y pesadillas sin par. Muchos mundos fueron posibles: des de Un mundo feliz (1932) a la Revolución española (1936-1937). Las estructuras sociales y mentales parecían estar menos maniatadas que después de la II Guerra Mundial, cuando capitalismo y socialismo estatales se afianzaron en dos grandes bloques. Y se soñaron no uno, sino muchos mundos perfectos. Uno de ellos estaba regulado por las leyes “puras” de la física, lejos de las del impúdico mercado. Un mundo donde incluso el adulterio o los celos no existirían. Se soñó con el rendimiento total de la maquinaria industrial y estatal, con la eficiencia máxima de los recursos medioambientales y humanos, 58 | Ecléctica
con el crecimiento eterno y con la abundancia plena. Un mundo-engranaje donde el técnico era su motor primero12. No obstante, a pesar del tambaleo y del debate, esta corriente no llegó a prosperar hasta sus metas finales. Entre otras cosas, porque los que habían de ser sus protagonistas (la mayoría de los técnicos e ingenieros, dentro de sus corporaciones profesionales) se desmarcaron de las propuestas radicales que les entronaban. Técnicos superiores y ingenieros no iban a jugarse perder sus más preciadas conquistas conseguidas en las primeras
Figura 2: Gobierno tecnócrata, de Roberto Cantós 10. SCOTT, H.: Introduction to Technocracy. New York, John Day Co., 1933. 11. PICON, A.: <<French Engineers and Social Thought, 18-20th Centuries: An Archeology of Technocratic Ideals>>, History and Technology, 23:3 (2007), pp. 197-208; RABINBACH, A.: The human motor: energy, fatigue, and the origins of modernity. New York, Basic Books, 1990.
Ciencia y Crisis
décadas de siglo XX: ni su imagen estable de neutralidad y objetividad por encima de los potenciales cambios de gobierno y políticas en conflicto; ni su posición en la élite social y su participación política creciente. Eran conquistas aparentemente depredadoras entre ellas, pero fácticamente simbióticas: contra más negación a participar en política, más poder de participación en política. El caso europeo durante la década de 1930 se puede ejemplificar a través de los ingenieros industriales en Cataluña, que consiguieron tanto reconocimiento público como una posición en los ámbitos gubernamentales durante la II República española. El establecimiento de la autonomía catalana ofreció nuevas redefiniciones en las correlaciones de poder y los ingenieros tomaron una posición sólida en la nueva organización de la nación. De hecho, su proyecto de modernización se asentó a través de la consolidación profesional, la toma de altos cargos políticos, la constitución de oficinas y legislación técnica, la planificación territorial y estatal o la gestión racionalizada de recursos energéticos. Los ingenieros serían sirvientes de la II República siempre que la II República fuese su sirvienta. Aunque los ingenieros apoyaran diferentes sistemas políticos a nivel individual (desde el capitalismo feroz al socialismo feroz), todos convergían en una cuestión: más organización para el Estado y más expertos de alta cualificación para la organización13. Durante la Guerra Civil española y su contexto revolucionario, muchos ingenieros, arquitectos y técnicos pensaron que una nueva era estaba empezando y que era “el momento de implementar los resultados de la investigación conducidos por los modernos técnicos para
12. AKIN, W. E.: Technocracy and the American dream. The Technocrat Movement, 1900-1941. Berkeley & London, University of California Press, 1977.
la organización de la nueva sociedad”14. En esto coincidieron otros muchos intelectuales de las derechas y las izquierdas moderadas y radicales. Pondremos dos ejemplos. La UGT acató todos los convenios para la organización científica del trabajo en 1937 y la intelectualidad anarquista pidió la elevación de los técnicos en la gestión de la nueva economía en publicaciones como Solidaridad Obrera, órgano de la CNT. “Nos imaginamos, en un futuro no lejano, la Economía catalana sujeta a un régimen y a un control científico, racional, libre de intereses bastardos”, se manifestaba en un artículo de 193815. La idea de la neutralidad de la ciencia había calado en el obrerismo intelectual y, con ella, la idea de la neutralidad del control científico y racional.
“La idea de la neutralidad de la ciencia había calado en el obrerismo intelectual y, con ella, la idea de la neutralidad del control científico y racional.” EL TRIUNFO DE LAS TECNOCRACIAS Ya se vislumbró justo acabada la década de 1930: a pesar de la caída en picado del debate sobre la Tecnocracia de Howard Scott, los tecnócratas triunfaron. El movimiento generado por el Comité por la Tecnocracia fue un fenómeno efímero que sólo tuvo repercusión mediática durante los años más duros de la
14. <<És el moment>>, A.C. Documents d’activitat contemporània, 25 (1937), p. 3.
13. Sobre el carácter transversal de la tecnocracia, véase FISCHER, F.: Technocracy and the politics of expertise. London, Sage, 1990. Sobre la heterogeneidad de la adscripción política de los ingenieros catalanes durante los años 1930, véase ARTAL, F. et al: El Pensament econòmic català durant la República i la Guerra. 1931-1939. Barcelona, Edicions 62, 1976.
Ecléctica |59
Jaume Sastre / Jaume Valentines / J Carlos García
depresión y pronto fue vencido por la alianza entre corporaciones e ingenieros. En realidad no fue más que el aferrarse a los valores ingenieriles en un momento de incertidumbre y de cuestionamiento de la alianza estratégica de la comunidad profesional con el capitalismo. Así pues, cabe preguntarse si la aparición de la versión más extrema, explícita e histérica de la ideología de la gestión científica de lo social no fue más que un signo de su debilidad momentánea y su muerte un síntoma de fortaleza. Lo que queremos decir es que la Tecnocracia no fue ni la única ni la más importante de las tecnocracias (en minúscula y en plural) de la década de 1930. En esos años la racionalidad tecnológica y la planificación científica de la sociedad avanzaron a un ritmo más rápido que nunca en todo el mundo. El auge del poder de los ingenieros y los técnicos –en masculino y en blanco- se dejó sentir en las distintas propuestas tecnocráticas, más o menos intensas y con matices muy variados En la América capitalista la gestión científica del trabajo siguió marcando el ritmo de la producción en cadena de las fábricas, la sociología definía al average man con las encuestas de opinión, el marketing gestionaba los gustos de los consumidores, los estudios de audiencia definían al espectador, y el gobierno Rooseveltiano del New Deal se embarcaba en faraónicos planes tecnológicos como las presas de la Tennessee Valley Authority o la electrificación rural. En la URSS crecía la fascinación por el americanismo como método de producción y Ford era venerado en la intimidad por parte de los planificadores de planes quinquenales y de un Lenin que afirmaba que uno de los requisitos ineludibles para el éxito de la revolución soviética era la electrificación del país. El III Reich (1933-1945) conjugó en Alemania una larga experiencia de alianzas entre la industria capitalista y la ciencia que se remontaba al último tercio del siglo XIX. La tecnocracia científico-industrial de los nazis engendró una capacidad ingente de producción armamentística, pero también de herramientas de eugenesia social y de exterminio, ya fuera en los campos de concentración, ya fuera fuera de ellos (siendo paradigmáticos los experimentos médicos con seres humanos realizados por el doctor Mengele). La Repú60 | Ecléctica
blica colaboracionista de Vichy o la pseudodictadura de Churchill son otros dos ejemplos paradigmáticos. Y, más allá de la Guerra Civil, la España de la Autarquía franquista devino mucho más tecnócrata de lo que la historiografía tradicional ha venido argumentando (las tradicionales etiquetas historiográficas del “Franquismo de la autarquía” y el “Franquismo de los tecnócratas” han sido cruciales para el mantenimiento de esta idea y el enmascaramiento de las continuidades históricas entre uno y otro período). Ni historiadores franquistas ni marxistas se podían sentir cómodos en el reconocimiento de la continuidad de muchos procesos intelectuales (como la racionalización, la estandarización o la cientifización del mundo) y numerosos proyectos técnicos asociados (como los proyectos hidroeléctricos, forestales o de ordenación industrial) antes y después de 1939.
LOS ANTAGONISMOS DE LAS TECNOCRACIAS A partir de 1940, la “cracia” de lo “tecno” –el gobierno de los expertos– se consolidó a gran escala. Pero la inercia del cambio de escala también atañó a la ciencia, a sus efectos y a sus respuestas. Con el Proyecto Manhattan para la producción de la bomba atómica, emergió la llamada Big Science16. Con el bombardeo de Japón, los efectos tecnológicos cobraron una dimensión mundial y total. Con los riesgos sobre la individua, la humanidad y la Tierra, se dieron las manifestaciones más beligerantes contra ese nuevo régimen tecnocrático, y, por ende, la fe en la ciencia quedó en una continua crisis y reposición.
15. PÉREZ BARÓ, A.: <<Problemas de guerra y de reconstrucción. Hacia una economía dirigida sin rigidez estatal>>, Solidaridad Obrera, 5 de junio de 1938. Reproducido en PÉREZ BARÓ, A.: 30 meses de colectivismo en Cataluña: 19361939. Esplugues de Llobregat, Ariel, 1974. Veáse también CIVERA, M.: <<A modo de introducción. El sentido humano de la economía>>, Orto. Revista de documentación social, 1:1 (1932), p. 2.
Ciencia y Crisis
“La tecnocracia capitalista occidental traladó sus riesgos a países donde operar sin demasiadas restricciones ni oposiciones de la opinión pública”
El Proyecto Manhattan fue desarrollado por la combinación de un extraordinario potencial industrial y científico estadounidense, el concurso de exiliados europeos y la capacidad financiera proveniente de una inversión pública fruto de las políticas económicas keynesianas del New Deal del presidente Franklyn D. Roosevelt. El carácter ultrasecreto de este proyecto, impidió conocer los detalles de sus consecuencias y las implicaciones de su desarrollo. Un mes después del lanzamiento de las bombas atómicas sobre Japón, el periodista australiano Wilfred Burchett llegó con las primeras comisiones militares aliadas para la firma del armisticio a la bahía de Tokyo. Pero Burchett decidió poner rumbo a Hiroshima. Allí pudo constatar la realidad de la hecatombe nuclear y las secuelas del lanzamiento de las bombas. A pesar de la censura militar impuesta en el Japón por el general estadounidense MacArthur, Burchett pudo enviar un artículo titulado “La plaga atómica” (The Atomic Plague) que se publicó el 5 de septiembre de 1945 en el London Daily Express y que golpeó la consciencia de los y las ciudadanas de las potencias triunfadoras17.
Ya en la década de 1960 el propio presidente estadounidense, Dwight Eisenhower, en su discurso de despedida de su mandato, alertó sobre los riesgos democráticos que para su país y para el mundo podía suponer la existencia de una estructura a la que denominó “complejo militar-industrial” que irónicamente él había ayudado a construir. Esta estructura suponía una alianza y convergencia del capital industrial con los intereses militaristas e imperialistas del ejército estadounidense. Filmes como On the beach (1959) de Stanley Kramer, Dr. Strangelove (1964) de Stanley Kubrick o el docudrama The War Game (1965) de Peter Watkins, fueron primeras reflexiones cinematográficas serias y alejadas de la propaganda o de la cultura popular imperante que mostraban estos miedos a la autodestrucción generados por esta tensión bélica continua. La publicación en 1962 de “Primavera Silenciosa” (Silent Spring) de Rachel Carson dio la alerta sobre las condiciones medioambientales en las que nos hallábamos, al denunciar los efectos contaminantes y nocivos para la vida de los pesticidas, sobre todo del DDT18. Si el conocimiento de las experimentaciones médicas nazis había sido un duro golpe a la idea benefactora de la medicina, el fraude de la talidomida durante la década de 1960 puso también la alerta sobre los intereses combinados de la biomedicina y la industria farmacéutica. Este calmante para la náuseas del embarazo provocó horribles malformaciones en los neonatos entre los años 1958 y 1963 en un amplio radio europeo, pero con mayor incidencia en Gran Bretaña y Alemania. Las exigencias sociales de los afectados obligaron a una nueva legislación que velara por un control mayor en la implementación de nuevos fármacos. >
16. GALISON, P.; HELVY, B. (eds.): Big Science: The Growth of Large-scale Research. Stanford, Stanford University Press, 1992. 17. BURCHETT, W.: <<The atomic plague>>, London Daily Express, 5 de septiembre de 1945. 18. CARSON, R.: Primavera silenciosa. Barcelona, Critica, 2005 (el original fue escrito en 1962).
Ecléctica |61
^ Figura 3
Otro caso paradigmático fue el experimento médico realizado por miembros del servicio de salud estadounidense con varones negros enfermos de sífilis sin tratamiento en Tuskegee (Alabama, EEUU) entre 1932 y 1972. El objeto de esta experimentación era estudiar los efectos de la sífilis en la población en un largo caso de estudio biomédico. A los voluntarios se les ocultó el uso de la penicilina que se venía utilizando para tratar la enfermedad. Finalmente, en 1972, el caso fue filtrado a la prensa y derivó en una investigación del gobierno. La herencia del doctor Mengele parecía no haber desaparecido y permite visualizar en sociedades supuestamente democráticas la existencia de políticas más o menos encubiertas de eugenesia social. En el caso del experimento de Tuskegee se ve con mayor claridad, al ser objeto del mismo una población negra. La potencia del movimiento estadounidense por los derechos civiles durante la década de 1960 fue esencial para denunciar este tipo de prácticas. En la convulsa década de 1970, tras la resaca de los movimientos sociales del 68 (con su fractura ideológica respecto 62 | Ecléctica
a la noción de lo que era el progreso) y tras el crack petrolero de 1973, el crecimiento de los problemas de contaminación medioambiental y los accidentes acaecidos en la planta química de Seveso en Italia (1976) o en la de Harrisburg en Pensilvania (1979) propiciaron una expansión del movimiento ecologista. La acción en un principio marginal de los grupo ecologistas dio paso a campañas con gran impacto mediático en las sociedades industriales y de consumo, como las realizadas por la organización Greenpeace, dotadas de un gran nivel de espectacularización, o la realizada por los movimientos antinucleares en Alemania, Francia, Reino Unido y Japón para lograr el fin de la proliferación de armas y de las centrales nucleares. Los accidentes nucleares de Harrisburg en 1979 y sobre todo el de Chernobyl en 1986, unido a importantes acciones activistas y campañas mediáticas lograron cambiar las agendas de varios gobiernos en sus planes energéticos nacionales. Si la sensibilidad ante los excesos de la tecnocracia científico-industrial hegemónica en
Ciencia y Crisis
los dos bloques de la Guerra Fría había tenido cierta contestación en el Primer y el Segundo Mundo, igualmente tuvo sus consecuencias en el Tercer Mundo. El desastre de la planta química de Bhopal (Unión India) el 3 de diciembre de 1984 provocó casi 30.000 muertes y centenares de miles de afectados. En un mundo en el cual los riesgos vitales han crecido exponencialmente, la tecnocracia capitalista occidental hacía traslado de sus riesgos a países donde operar sin demasiadas restricciones ni oposiciones de la opinión pública. La caída del muro de Berlín y del bloque soviético entre 1989 y 1991, momento clave que el historiador británico Eric Hobsbawn ha querido marcar como “el fin del siglo XX”19, derivó en un nuevo y denodado esfuerzo de una tecnocracia occidental -mucho más flexible que la esclerotizada y envejecida burocracia soviética- para consolidar su hegemonía. La extensión de un modelo muy sugerente y aparentemente más participativo representado por Internet y diferentes emblemas de la misma como Google o Facebook parecen mostrar la mejor cara de la ciencia-industria.
Pero sin entrar en los entresijos de estos nuevos modelos internáuticos en el control social, los desafíos y debates que provocan otras nuevas tecnologías muy poco democráticas -como la nanotecnología y la biogenética- ha puesto en alerta a la sociedad durante estos años. Y aún así, las viejas conocidas tecnologías siguen produciendo más terror que Al-Qaeda: un ejemplo es la catástrofe de Fukushima en marzo de 2011. A fecha de cierre de este artículo, los expertos siguen sin poder solucionar ese problema social y ambiental en Japón. Pero, ¿quién puede solucionarlo sino ellos? ¿Para cuándo una ideología de la gestión social de lo científico?
Figura 3: Van, aguita; Luis Gonzaléz Vayá 19. HOBSBAWM, E. J.: Historia del siglo XX: 19141991. Barcelona, Critica, 1995.
Ecléctica |63
FICCIÓN
Plaça Catalunya Texto: Un viejo Manuscrito de Franz Kafka. Dramatización: Javier Sahuquillo.
P
Político.- Se diría que el sistema de defensa de nuestra patria adolece de serios defectos.
Prostituta.- Todas las bocacalles que dan a la plaza.
Prostituta.- Serios defectos.
Juez.- Plaza.
Juez.- Defectos.
Político y banquera.- Pero no son soldados nuestros; son evidentemente nómadas del Norte. De algún modo que no comprendo, se han introducido hasta la capital.
Vecina de Gràcia.- Hasta ahora no nos hemos ocupado de este asunto y sí de nuestras obligaciones cotidianas. Banquera.- Pero algunos acontecimientos recientes nos inquietan.
Prostituta.- Se han introducido. Juez.- Capital.
Todos.- (Uno a uno girando todo el tambor) Nos inquietan.
Vecina.- Capital que, está bastante lejos de sus fronteras.
Vendedor de souvenirs.- Yo soy zapatero remendón.
Futbolista.- De todos modos, allí están;
Trilero.- Mi taller da al palacio imperial. Florista.- Apenas abro mis persianas al amanecer, ya se ven soldados armados, apostados en todas las bocacalles que dan a la plaza.
Trilero.- Cada día su número parece mayor. (Frotándose las manos) Político.- Como es su costumbre, acampan al aire libre. Prostituta.- Al aire libre. Juez.- Libre.
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 65 - 69 ǀ
FICCIÓN
ersonajes: Felip Puig. Juez. Político con un traje mitad rojo mirad azul. Comerciante de souvenirs. Trilero. Florista. Prostituta. Banquera. Arzobispo. Vecina de Gràcia. Futbolista del Barcelona. Un zigurat acristalado con forma de castillo de naipes sostiene en su cima el trono ajado de la Corona de Aragón. Sentado aparece Felip Puig, Conseller de Interior. Alrededor de la estructura, en círculo y de espaldas al conseller, diferentes ciudadanos de Barcelona. El ambiente es oscuro, tenue, propio de las gruesas paredes del castillo de Monzón. Los ciudadanos encienden sus velas y tras cada parlamento darán un paso a la derecha, rotando, como el tambor de un revólver listo para jugar a la ruleta rusa. Durante todo el parlamento el Conseller de Interior permanecerá lacónico, sin hablar, recordando al pensador de Rodin, meditativo y con mirada perdida.
Javier Sahuquillo
Arzobispo.- Y abominan las casas. Prostituta.- Se entretienen en afilar sus espadas, en aguzar sus flechas, en ejercicios ecuestres. Vecina.- De esta plaza tranquila y siempre escrupulosamente limpia, han hecho una verdadera pocilga. Comerciante.- Muchas veces intentamos salir de nuestros negocios y hacer un recorrido para limpiar, por lo menos, la suciedad más gruesa. Prostituta.- Más gruesa. Juez.- Esa. Trilero.- Pero estas salidas son cada vez más escasas. Futbolista.- Porque es un trabajo inútil y corremos. Florista.- Corremos, además, el peligro de hacernos aplastar pos sus caballos salvajes o de que hieran con sus látigos. Prostituta.- Caballos salvajes, látigos. (Realiza el gesto de golpear con un látigo) Juez.- (Gime como si lo hubieran golpeado) Au!
Figura 1 >
Vecina.- A menudo hacen muecas; en esas ocasiones muestran el blanco del ojo y les sale espuma por la boca. Prostituta.- Espuma por la boca. Juez.- Boca. Comerciante.- Pero eso no quiere decir que nada ni tampoco causar terror; lo hacen por costumbre. Si necesitan algo, lo roban. Florista.- No puede decirse que utilicen la violencia. Trilero.- Simplemente, se apoderan de las cosas, y uno se hace a un lado y se las cede. Prostituta.- Se las cede. Juez.- De. Comerciante.- También de mi tienda han llevado excelentes artículos. Pero no puedo quejarme cuando veo, por ejemplo, lo que le ha ocurrido al carnicero. Florista.- Apenas llega su mercadería, los nómadas se la llevan inmediatamente y se la comen. Prostituta.- Se la comen. Juez.- En.
Banquera.- No conocen nuestro idioma.
Banquera.- También sus caballos devoran carne. A menudo se ve a un jinete junto a su caballo, comiendo el mismo trozo de carne que éste.
Arzobispo.- Y casi no tienen idioma propio.
Vecina.- Una punta cada uno.
Trilero.- Entre ellos se entienden como los grajos.
Comerciante.- Una punta cada uno.
Todos menos la prostituta.- No se puede hablar con los nómadas.
Florista.- Todo el tiempo se oye ese graznido de grajos. Futbolista.- Nuestras costumbres y nuestras instituciones les resultan tan incomprensibles como sin interés. Prostituta.- Una puede dislocarse la mandíbula y las muñecas a fuerza de ademanes. Juez.- Ademanes. Banquera.- No entienden nada y no entenderán nunca.
66 | Ecléctica
Florista.- Una punta cada uno. Futbolista.- Una punta cada uno. Político.- El carnicero es miedoso. Banquero.- Y no se atreve a suspender sus pedidos de carne. Arzobispo.- Pero nosotros comprendemos su situación y hacemos colectas para mantenerlo. Comerciante.- Si los nómadas se encontrarán sin carne, nadie sabe lo que se les ocurriría hacer.
Ecléctica |67
Javier Sahuquillo
Vecina.- Lo que se les ocurriría hacer. Trilero.- Por otra parte, quién sabe lo que se les ocurrirá hacer, aún comiendo carne todos los días. Vecina.- Hace poco el carnicero pensó que por lo menos se podía ahorrar el trabajo de descuartizar. Y una mañana trajo un buey vivo. Pero no se atreverá a hacerlo otra vez. Prostituta.- Hacerlo otra vez. Juez.- Ez. Futbolista.- Yo me pasé una hora tendido en el suelo. Comerciante de souvenirs.- En el fondo de mi tienda, cubierto con mi ropa, mantas y almohadas, para no oír los mugidos del buey, mientras los nómadas se abalanzaban por todos lados sobre él y le arrancaban con los dientes trozos de carne viva. Prostituta.- Carne viva. Juez.- Viva. Vecina.- No me atreví a salir hasta... Futbolista.- (Celebra un gol y da las gracias a un estadio imaginario) Hasta mucho después que el ruido cesó. Político.- Como borrachos en torno de una barrica de vino, estaban tendidos por la fatiga. Banquera.- (Con repulsa) En torno de los restos del buey. Arzobispo.- Justamente esa vez me pareció ver al mismo emperador asomado... Comerciante de souvenirs.- ...Asomado a una de las ventanas del palacio... Trilero.- ...casi nunca llega a las habitaciones exteriores... Florista.- ...Vive siempre en el jardín más interno... Prostituta.- ...En esta ocasión lo vi... Vecina.- ...Por lo menos me pareció verlo... Futbolista.- ...Ante una de sus ventanas...
68 | Ecléctica
Figura 2 >
Político.- ...Contemplando cabizbajo lo que ocurría... Banquera.- …ante su castillo. Todos.- (Cada uno con una acción propia de su oficio) ¿En qué terminará esto? ¿Hasta cuándo soportaremos esta carga y este tormento? Juez.- El palacio imperial ha traído a los nómadas, pero no sabe cómo hacer para repelerlos. El portal permanece cerrado; los guardias, que antes solían entrar y salir marchando festivamente, están ahora siempre encerrados detrás de las rejas de las ventanas. Comerciante de souvenirs.- La salvación de la patria solo de pende de nosotros... Florista.- (puntualizando) Artesanos y comerciantes. Trilero.- Pero no estamos preparados para semejante empresa. Futbolista.- Tampoco nos hemos jactado nunca de cumplirla. Silencio. Todos se dan la vuelta y miran al conseller que despierta de su meditación. Felip Puig.- Hay algún malentendido, y ese malentendido será nuestra ruina. Todos desmontan el Zigurat que se transforma en escudos y porras de antidisturbios. Los coreutas se disponen en fila mirando al público con actitud agresiva. Porras agitadas, gritos al aire, rostros identificados, piernas nerviosas. Orden de carga. Los sabuesos se lanzan contra el público. Gritos. Oscuro.
Figura 1: Plaça catalunya, Patricia Barrachina Figura 2: Auditorio, México DF. Marc Delcan Albors
Ecléctica |69
MISCELÁNEA
Alzar los ojos para tranquilizar el alma DAVID CHOIN // Doctorando. Universidad de Alicante
E
Palabras clave Ciudad Identidad Posmodernidad Literatura
Hoy en día se utiliza la palabra “crisis” para cualquier fenómeno: “crisis conyugal”, “crisis de confianza”, “crisis económica”, “crisis financiera”, “crisis interna”, “crisis de identidad”, etc. La causa de estos epifenómenos está en el verdadero drama contemporáneo: la pérdida de valores protagonizada por el olvido de las raíces identitarias. Atrás han quedado las nociones de respeto, ayuda mutua, trabajo, colectividad y solidaridad. Estas panaceas se han visto suplantadas por el poder del dinero, la anomia y la ley del menor esfuerzo como galardón supremo. Aquí está el origen del aprieto en que nos encontramos actualmente.
Frente a las respuestas idealistas de filósofos y la imposibilidad de reaccionar de los políticos, convendría mirar a su alrededor, alzar los ojos y contemplar las obras del hombre. No me refiero evidentemente a cualquier trabajo o tarea humana sino más bien a las obras artísticas (estatuas, monumentos), literarias y arquitectónicas (museos, edificios) confeccionadas por la mano y/o el ingenio humano. Me parece fundamental insistir, y con más razón en esa época en la que lo deshumanizado domina, en la idoneidad de la literatura para integrar lo urbano y lo cotidiano, en una palabra, la vida. Muchas son las personas que se hacen una idea de la realidad a partir de la ficción, cuando la operación realizada por los escritores es la contraria ya que se realiza un trasvase recíproco entre realidad-ficción y ficción- realidad. Existe una relación directa e inequívoca entre la historia, la identidad y la ciudad puesto que las ciudades también sirvieron de soporte a la emergencia del sentimiento de nacionalidad como bien subrayó Pedro Mendiola: “Esta
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 71 - 80 ǀ
MISCELÁNEA
n ese artículo se abordará la problemática de la crisis identitaria en las sociedades actuales desde la perspectiva de las funciones y representaciones simbólicas, estéticas y éticas desempeñadas por el espacio urbano. Se analizarán las causas y los motivos que protagonizaron esta situación depresiva en la que nos encontramos y se expondrán soluciones para recuperar esta identidad diluida en los extravíos de la post-modernidad. En esas líneas la literatura nos guiará de una forma sensorial concibiéndose ésta como testimonio único sobre la ciudad, testimonio que incorpora la ciudad en su seno y la transforma en referencia literaria.
David Choin
confluencia entre la representación espacial de la identidad simbolizada en la ciudad y la representación temporal que supone el discurso de la nacionalidad, define buena parte de la literatura urbana por una “tensión cultural” añadida a la elaboración textual” 1. El primer motivo que puede explicar la pérdida de identidad reside en este hecho, esto es, el no poder asignar ninguna función más a la urbe que la de satisfacer las necesidades básicas del hombre (trabajo, comida, hogar). De nú-
“La ciudad se ha vuelto suma de individualidades cuando en su origen representaba una comunidad” cleo humano y social la ciudad se ha convertido en simple medio para satisfacer expectativas desvaneciéndose su aura “sagrada”. Asimismo la explosión demográfica de las últimas décadas unida a las migraciones de población se combinaron para configurar un fenómeno complejo y en perpetua evolución que las ciudades y sus integrantes no fueron capaz de afrontar dejando paso al desarrollo de actitudes de repliegue sobre sí mismo y, en casos extremos, de racismo y xenofobia. El desarraigamiento provocado por la imposibilidad de asignar a todos los integrantes de la ciudad un papel dentro de la sociedad así como el correspondiente al éxodo rural y al exilio voluntario que representa la inmigración contagiaron a los demás componentes de la urbe. Ellos mismos experimentaron una sensación de extrañeza ante las mutaciones de la metrópoli. Estos puntos que acabo de detallar reflejan la debilidad de la estructura social y explican muchas de las actitudes violentas que conocemos hoy y que son frecuentes, casi diarias diría. Esta violencia ilustra un malestar que no data de hoy y que está inculcado en las mentalidades, corroyendo los cimientos de la sociedad que no fue capaz de afrontar las sucesivas transformaciones de finales del siglo XX y principios del siglo XXI.
72 | Ecléctica
Una de las respuestas más originales ante la crisis fue un creciente escepticismo que ganó a las nuevas generaciones. Rápidamente progresó el inconformismo, cuando el efecto de la conmoción se hizo patente en las ciudades y se acentuó el repliegue de la sociedad tradicional. Fue entonces cuando empezó a difundirse la tentación de una vida sin barreras. Se manifestó como una exacerbación del inconformismo tradicional, de la bohemia artística y literaria, de la bohemia estudiantil. Creció en las ciudades el número de los que practicaron el “vive como quieras sin preocuparte de los demás”. La ciudad se ha vuelto suma de individualidades cuando en su origen representaba una comunidad solidaria en la que cada uno colaboraba en su desarrollo. Podemos apuntar, pues, al desarrollo del egoísmo como tercer factor que ha contribuido a la progresiva disgregación de la identidad. En cuarto lugar, y siguiendo la línea trazada en el párrafo anterior, el egoísmo ha llevado al hombre a aislarse de la multitud para encontrar un pseudo-sosiego y una engañadora tranquilidad. Sin embargo, la costumbre de apiñarse en espacios cerrados (casas, teatros, supermercados), que no son ni más ni menos que microcosmos, ha ido sustituyendo el macrocosmos de la ciudad donde la gente vivía principalmente en la calle, celebraba los eventos culturales y religiosos en ella y compraba en los mercados que animaban las plazas de las urbes. Según el intelectual estadounidense Joel Kotkin 2, el origen de la ciudad estriba en tres funciones distintas: crear un espacio sagrado, seguro y capaz de abastecer a una po-
1. Pedro Mendiola Oñate, Buenos Aires entre dos calles. Breve panorama de la vanguardia poética argentina, Alicante, Cuadernos de América sin nombre, nº 4, Universidad de Alicante, 2001. 2. Joel Kotkin, The city: a global history, New York city, Random House Publishing Group, 2006. Traducido al español por Francisco Ramos, La ciudad: una historia global, Barcelona, Debate, 2009. Citado en Madrid/Barcelona. Literatura y ciudad (1995-2010), edición, introducción y guía
Alzar los ojos para tranquilizar el alma
blación. En otras palabras las áreas urbanas se fundamentan en tres condicionantes básicos: la religión, el poder y la economía, que estructuran la toponimia de la ciudad. El crecimiento físico de la urbe no siguió estos patrones puesto que la religión, y la Iglesia en particular, casi ya no tienen influencia en nuestras vidas; este espacio de convivencia asegurado por el poder se esfumó al provecho de la corrupción, del caos social y de la violencia. En efecto, desde hace décadas los dirigentes de nuestras sociedades y los grupos de presión y de poder se compusieron de gente menos comprometida con el pasado. Eran y son los que buscaban el ascenso social y económico con precipitación y desorden, casi con desesperación. Esta actitud perjudicó indudablemente, y en profundidad, los cementos de nuestros comportamientos y sociedades. La carrera al éxito económico y social terminó por derribar un edificio ya fragilizado por la rápida mutación del mundo. En último lugar, la economía terminó en manos de especuladores que acabaron por arruinar a gran parte del mundo. En pocas palabras, se derribaron, no sé si de manera consciente o no, los pilares de la sociedad tradicional. Estos fenómenos, opuestos pero indisociables, acabaron por dibujar el triste mapa que es el nuestro en este momento.
ejemplo de ellos es que antes las ciudades tenían unos olores característicos -naranja y lima para Buenos Aires por ejemplo-, respetaban el ritmo de vida de sus habitantes y sus costumbres mientras que en la actualidad pasa más bien lo contrario. Cada uno de nosotros está sujeto al ritmo infernal de compromisos y obligaciones profesionales estando más pendiente de los horarios y del tiempo que de las personas que comparten nuestro espacio vital. El progreso material hubiera debido acompañarse de un progreso espiritual pero en lugar de ello el abismo entre uno y otro va haciéndose cada vez más grande como señaló el intelectual estadounidense Marshall Berman: Las masas no tienen «yo», ni «ello», sus almas están vacías de tensión interior o dinamismo: sus ideas, necesidades y hasta sus sueños «no son suyos»; su vida interior está «totalmente administrada», programada para producir exactamente aquellos deseos que el sistema social puede satisfacer, y nada más. «Las personas se reconocen en sus mercancías; encuentran su alarma en su automóvil, en su equipo de alta fidelidad, en su casa a varios niveles, en el equipamiento de su cocina »3. >
Hoy en día los inventos tecnológicos han desvinculado al hombre de su entorno natural. En un poco más de un siglo han sido tantas las revoluciones técnicas, tecnológicas y éticas que el ser humano se ha visto obligado a sufrir y dejarse dominar por unas leyes que ya no dependen de él y que pocas veces tienen en cuenta sus deseos y necesidades. Buen
de lectura por Jorge Carrión, Cátedra Miguel Delibes e Iberoamericana editorial Vervuert, Madrid, 2009, p. 15. 3. Herbert Marcuse: El hombre unidimensional: estudios sobre la ideología de las sociedades industriales avanzadas. Trad: Antonio Elorza, Barcelona, Seix Barral, 1969, citado en Marshall Berman: Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad, Madrid, Siglo XXI, 1991, p. 16.
Ecléctica |73
David Choin
En la actualidad, todas las urbes se parecen y siguen el mismo modelo de desarrollo. Por tanto, no es descabellado afirmar que hemos pasado de una originalidad a una uniformidad urbana, de unos rasgos urbanos característicos, que como lo indica su nombre individualiza e identifica, a una serie de cualidades similares que no hacen sino asemejar cualquier urbe a un modelo pre-establecido. Estoy apuntando, pues, a una pérdida del sentido original de las ciudades que se han visto metamorfoseadas para ostentar los mismos tipos de viviendas, pisos y parkings que han desnaturalizado por completo el espacio urbano destruyendo y acabando poco a poco con los olores, los parques y los elementos arquitectónicos únicos y representativos de cada ciudad; esa vieja época en la que en unas palabras se describía o se hacía adivinar el nombre de una urbe. La configuración actual de una gran ciudad resulta ser la sobreposición de la obra de ciertos partidos, de ciertas personalidades, de ciertos soberanos; así, diferentes planes se han superpuesto, mezclado, ignorado, hasta el punto del sin sentido. Tampoco ayuda a reforzar el sentimiento de continuidad y de lógica inherente a cualquier proyecto comunitario e identitario. Como ha señalado acertadamente el crítico literario español Eduardo Becerra: Muchas de las grandes urbes contemporáneas vienen siendo sometidas a un proceso de espectacularización que ya no busca potenciar los espacios comunitarios sino subrayar y difundir atractivos fundamentalmente turísticos que en ningún caso se regirán por el refuerzo de la vida social: edificios funcionales resignificados como monumentos emblemáticos, centros comerciales que desde su arquitectura surgen como nuevos templos de los ritos sociales; el turista sustituye al flâneur como habitante arquetípico de este paisaje 4 . Estos fenómenos que he estado enumerando nacieron junto con un concepto sobre el que se han escrito miles y miles de páginas: la modernidad. Por modernidad nos referimos aquí a los fenómenos de modernidad urbana y social, es decir: éxodo rural, ensanchamiento urbano ya no en los extrarradios sino verticalmente, gestación de una red de trans74 | Ecléctica
porte, suburbanización, contaminación, y, tal vez el factor más importante, el aflojamiento de la clase obrera. A partir de este momento la ciudad ha polarizado al individuo impidiendo la antigua convivencia que podía por ejemplo existir entre los peladitos porteños y los cuellos azules. Esta marginalidad contemporánea que resulta principalmente de la mutación ideológica e histórica de la ciudad ha acentuado la fractura social que separa la hoy denominada “sociedad normalizada” de “la sociedad anómica”. En palabras del ensayista estadounidense Marshall Berman: Esta atmósfera- de agitación y turbulencia, vértigo y embriaguez psíquicos, extensión de las posibilidades de la experiencia y destrucción de las barreras morales y los vínculos personales, expansión y desarreglo de la personalidad, fantasmas en las calles y en el alma- es la atmósfera en que nace la sensibilidad moderna 5 .
“Diferentes planes urbanos se han superpuesto, mezclado, ignorado, hasta el punto del sin sentido” Una buena manera de combatir la pérdida de identidad que resulta de los condicionantes que he mencionado arriba es activar los resortes de la memoria, despertar la curiosidad para investigar sobre los monumentos, estatuas, fuentes y edificios que nos rodean y nos
Figura 1: Sin título, Yelena K. Sayko 4. Ciudades posibles. Arte y ficción en la constitución del espacio urbano, Eduardo Becerra (ed.), Madrid, 451 editores, 2010, p. 16. 5. Marshall Berman: Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad, óp.cit, p. 4. 6. Kévin Lynch: The Image of the City, Cambridge MA, Mit Press,1960. Versión castellana de Enrique Luis Revol. Barcelona, Gustavo Gili, 2008, p. 10.
acompañan en nuestros paseos diarios. Éste es el primer remedio que propondría para curar esta herida, el olvido, que día tras día se sigue abriendo y haciendo más profunda. No requiere ningún esfuerzo sino un simple cambio de actitud que será provechoso tanto para el individuo como para la comunidad, se re
^ Figura 1
quiere del simple gesto de caminar despacio con la cabeza alzada, los ojos atentos y ágiles para observar y poder apreciar y disfrutar del espectáculo que nos brinda la urbe, esto es, una suave hibridez entre hormigón, espacios verdes, parques, coches, animales, vegetales seres humanos y, por supuesto, los inventos tecnológicos fruto de su ingenio. Lanzarse a la calle significa topar con la Historia y sus avatares: un castillo en ruinas que albergó durante siglos los señores de la urbe, el historial del nombre de una calle que en cuatro líneas da información sobre siglos, los campanarios de una iglesia cuya negrura indica su antigüedad, la flamígera fachada de un edificio, el patio de una escuela que antiguamente fue cuartel militar, un antiguo silo que revistió su traje de gala para albergar exposiciones culturales… Los signos del pasado son la memoria de la ciudad que se convierte asimismo en memoria de los hombres. Aunque estos símbolos
estén omnipresentes en nuestras ciudades muy a menudo sus moradores los obvian o simplemente los relegan en el olvido. Si bien es cierto como señaló el geógrafo y ensayista estadounidense Kévyn Lynch que “muy a menudo nuestra percepción de la ciudad no es continua, sino, más bien, parcial, fragmentaria y mezclada con otras preocupaciones. Casi todos los sentidos están en acción y la imagen es la combinación de todos ellos6 ”, cabría recordar que las dos referencias utilizadas por el hombre para descubrir el espacio urbano son la estructura del mismo, es decir el espacio real, pero también son fundamentales los significados sociales, culturales y simbólicos de los lugares en los que se vive. El eje vertebrador de la ciudad lo representa la historia de los monumentos y sus edificios que no son ni más ni menos que el oxígeno de Ecléctica |75
David Choin
la ciudad. El pueblo se apropia de la obra arquitectónica y le otorga un papel de elemento unificador del conjunto social. La arquitectura viene a ser una forma de arte más, más cercana, más visual y más directa pero no por ello menos unificadora e identificadora. Podemos citar como elemento simbólico de lo dicho la Pirámide de Mayo de Buenos Aires. ¿Qué rememora el obelisco bonaerense? Aglutina la historia porteña puesto que celebra y recuerda las dos fundaciones de la ciudad (1536 y 1580), el primer izamiento de la bandera nacional por Manuel Belgrano en 1812 en la torre de San Nicolás y la consagración de Buenos Aires como capital de la República Argentina en 1880. La singularidad arquitectónica es ejemplar en cada monumento, cada uno de los cuales es único en sí. Son como las fechas; sin ellas, un antes y un después, no podremos comprender la historia 7. En las líneas que seguirán me centraré en otro tema fundamental, a mí entender, para combatir la zozobra y la progresiva erosión de la identidad y de referencias histórico-culturales en nuestras sociedades: la literatura de la ciudad y la integración en la misma de una multitud de referentes urbanos claves para el Hombre y su cosmogonía. Sin embargo, antes de considerar con la atención requerida este jugoso tema, me parece necesario presentar un breve resumen del origen de la literatura urbana. La literatura urbana moderna tiene su origen en dos obras de mediados del siglo XIX. Por un lado, nació en el relato “El hombre de la multitud” 8 de Edgar Allan Poe, publicado en 1840, y por otro, en los poemas que integran el mítico poemario del francés Charles Baudelaire: Les fleurs du mal 9. En su obra, el inglés partió de una individualidad para tratar a la masa mientras que Baudelaire hizo todo lo contrario, tomando como referencia a la multitud para indagar en el individuo que, paradójicamente, se sentía solo y perdido en medio de ella. Ahora bien, otra pregunta que cabe hacerse es ¿Qué pretendían Poe y Baudelaire con sus obras? En respuesta a este último interrogante podemos 76 | Ecléctica
atrevernos a formular la hipótesis siguiente: seguramente lo hicieron para recuperar la esencia de la ciudad por las primeras consecuencias de la industrialización que acabaron con la imagen y el recuerdo de la ciudad ideal de la segunda mitad del siglo XIX. Querían hacerse intérpretes de una vida cada vez más rápida y deshumanizadora que tenía su correlato en la fulminante transformación urbana. El segundo remedio destinado a colmar las carencias sufridas en nuestras sociedades consiste justamente en volver a leer literatura, la novela en particular, porque ésta es un mundo autónomo en el que lo literario interviene en la representación de lo que es único: una plaza, un barrio, una calle, un edificio, etc. En definitiva, se acumulan las estampas sobre un mismo espacio para re-vivirlo a través de la escritura. De ahí que en gran medida impere en la narrativa urbana el tono nostálgico y melancólico característico del trabajo de recuperación de los signos del pasado. Aquí está la clave de la identidad de los pueblos: en la recuperación de la memoria mediante la reminiscencia de los acontecimientos históricos, culturales, artísticos y costumbristas que animaron, animan y seguirán animando el decurso de nuestras ciudades. El escritor italiano Italo Calvino sintetizó a la perfección lo que vengo demostrando en un fragmento de Las ciudades invisibles que reproduzco a continuación: La ciudad no cuenta su pasado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en las esquinas de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de
6. Kévin Lynch: The Image of the City, Cambridge MA, Mit Press,1960. Versión castellana de Enrique Luis Revol. Barcelona, Gustavo Gili, 2008, p. 10. 7. Aldo Rossi: La arquitectura de la ciudad, Barcelona, Gustavo Gili, 1979, p. 221 8.“El hombre de la multitud” fue publicado simultáneamente en los números de diciembre de las revistas londinenses Atkinson´s Casket y Burton’s Gentleman’s Magazine en 1840. Edgar Allan Poe, Cuentos completos, Barcelona, Edhasa, 2009.
Alzar los ojos para tranquilizar el alma
las banderas, cada segmento surcado a su vez por arañazos, muescas, incisiones, comas10 . Abrir un libro de literatura urbana es embarcarse para un periplo por su ciudad, un viaje a través del tiempo, del espacio, de la cultura y de la memoria, recorrido sumamente enriquecedor para conocer su entorno y su historia, dos etapas indispensables en el largo camino del autoconocimiento. En cada esquina y lugares nombrados iniciamos una odisea, acompañado siempre de la presencia del narrador que nos orienta, nos guía y a veces nos extravía para mejor servir sus designios. A tientas, penetramos en la intimidad de unas casas para extraer de ellas la “esencia” del ser local. Sumergirnos en la ciudad sin miedo a perderse es la mejor manera para empaparse de ella y descubrir su verdadera esencia. Entre cada barrio, calle, monumento, iglesia y edificio se establecen conexiones invisibles e inconscientes que terminan por conformar un rizoma del que la ciudad se nutre para fortalecerse, crecer y respirar. Asentadas ya, creo, las bases teóricas del tema que nos ocupa gracias a la ayuda de algunos ejemplos ilustrativos, pretendo ahora presentar una obra paradigmática de la literatura urbana moderna, me refiero a Misteriosa Buenos Aires (1950) del escritor argentino Manuel Mujica Láinez. En esta crónica novelada del cuentista porteño el paisaje urbano actúa como un extenso sistema mnemotécnico que contiene la historia y los ideales colectivos. El narrador porteño pretendió alzar a Buenos Aires como núcleo que aunara y reuniera la experiencia urbana y la memoria de los ar-
9. Charles Baudelaire, Les Fleurs du mal, Paris, PouletMalassis, (1857). 10. Italo Calvino, Las ciudades invisibles, óp.cit., pp. 2526. 11. Según Antoine S. Bailly, el paisaje objetivo se compone de dos grupos de elementos: los singulares (catedral, monumento, edificación de arquitectura peculiar, etc.) que se corresponden a menudo con los puntos de referencia que estructuran el paisaje. Los segundos, los constantes, constituyen la parte esencial del tejido urba-
gentinos. El cuentista bonaerense siempre menciona los mismos barrios (Monserrat, El Retiro y La Merced) y las mismas calles, con un objetivo, a mí parecer, evidente: describir el núcleo original de la ciudad con una serie de edificios y establecimientos que le dieron entidad e identidad.
“La fundación literaria de las ciudades en la literatura es el digno complemento de la edificación física” En esta obra también me llamó la atención la insistencia del autor en situar siempre de manera muy precisa la ambientación de sus cuentos. En cada relato se especifica el nombre de la calle o del barrio en el que sucede la acción. La evolución del nombre de las calles y de los barrios también refleja la historia de la ciudad y, por tanto, es un complemento imprescindible a los “elementos singulares”11 del paisaje urbano que he estado describiendo en las líneas precedentes. Las calles se alzan como puntos de referencia indispensables de una urbe puesto que la evolución de sus nombres refleja los cambios y modificaciones operados en la ciudad. Desafortunadamente, este hecho fundamental en la vida de la ciudad pasa muy a menudo desapercibido y conviene llamar la atención para que las calles ya no sean sólo nombres que permitan llegar a un lugar sino nombres que hablen y cuenten un capítulo de la historia de la ciudad. >
no y lo hacen homogéneo. La percepción del espacio urbano. Conceptos, métodos de estudio y su utilización en la investigación urbanística, Colección “Nuevo urbanismo”, Jesús J. Oya (trad.), Madrid, Instituto de Estudios de Administración Local, 1979, p. 57.
Ecléctica |77
David Choin
“El impacto mercantilista que estimuló en exceso el desarrollo de las ciudades no fue el único factor que provocó la crisis de la sociedad posmoderna.” La literatura urbana nació al mismo tiempo que las ciudades modernas. Acompañó paso tras paso el desarrollo de las diferentes sociedades que se siguieron en unos escenarios que, con el paso del tiempo, perdieron de sus funciones emblemáticas e identificadoras. Como decía el crítico y escritor uruguayo Fernando Aínsa: “La ciudad puede ser todavía el modo de salvar el sentido de la “comunidad del territorio””. En efecto, la urbe en tanto garante de la tradición histórica y elemento unificador entre las diferentes generaciones actúa como piedra angular entre el paisaje y el teatro urbano. La experiencia del lugar está unida a la dimensión temporal de la memoria dado que éste establece un puente entre el pasado y el presente que la literatura recupera y mitifica. La fundación literaria de las ciudades en la literatura es el digno complemento de la edificación física ya que re-crea un nacimiento y una biografía de la urbe. Crea una literatura que es al mismo tiempo texto y mitología, historia imaginaria y metafísica de la ciudad. Así lo manifestó el narrador peruano Julio Ramón Ribeyro: “La literatura sobre las ciudades las dota de una segunda realidad y las convierte en ciudades míticas” 12. En el fondo, hay una fundación ilusoria del pasado sobre todo cuando el presente de las ciudades se ha ido haciendo insoportable provocando hasta el rechazo y el odio de sus propios moradores. Por todo lo enunciado anteriormente incito los lectores a dejar atrás la ciudad de la amargura para construir (¿re-construir?) la ciudad ideal de principios del siglo XX. Desde hace unas décadas las urbes transmiten cada vez menos la cultura de la sociedad y las expresiones simbólicas. Han pasado a ser un lugar 78 | Ecléctica
Figura 2 >
económico carente de identidad que se anima periódicamente con las celebraciones de los grandes eventos deportivos (Campeonatos Olímpicos o mundiales), políticos (elecciones presidenciales y autonómicas) y culturales (gay pride, fiesta del trabajo) que son en las plazas emblemáticas de las grandes ciudades como por ejemplo la Plaça Catalunya de Barcelona, la Plaza de los Cibeles de Madrid, la Plaza de los Luceros en Alicante, Los Campos Eliseos en París, etc. Estos lugares no están elegidos por casualidad sino porque aglutinan un pasado histórico, una historia con la que los autóctonos se identifican. De ahí que las manifestaciones de alegría, pero también de rechazo, tengan lugar en estos “nodos” que otorgan prestigio y reconocimiento entre la población. En la misma línea, las recientes manifestaciones y acampadas organizadas en las principales plazas españolas y griegas representan la reapropiación del espacio público por las multitudes. Ese acto simbólico de ocupar el espacio para llamar la atención y despertar las conciencias más cerradas es también un retorno a la función primaria de la polis griega, esto es, la organización de la sociedad en virtud a valores democráticos destinados a conseguir la mejora y el bienestar de la comunidad. Las voces latinas urbis y civitas han sintetizado la doble dimensión esencial de los hechos urbanos: su dimensión física y construida y su dimensión política y social. Se puede afirmar sin temor alguno que hoy en día no más queda una urbis tambaleante, a punto de desagregarse, como lo hizo hace décadas la civitas.
Figura 2: Pirámide de Mayo (Buenos Aires). Fotografía anónima (2008). 12. Julio Ramón Ribeyro, “Gracias, viejo socarrón”, en Antología Personal, México, F.C.E., 1992, p. 128.
Alzar los ojos para tranquilizar el alma
EclĂŠctica |79
David Choin
El impacto mercantilista que estimuló en exceso el desarrollo de las ciudades no fue el único factor que provocó la crisis de la sociedad posmoderna. En la misma línea se pueden insertar la nueva relación que se estableció entre el hombre y su entorno, relación que lo alejó del mundo natural, transformándose éste en un paisaje ordenado y racional pero deshumanizado, insignificante y artificial; el creciente egoísmo y menosprecio del pasado de las masas; la falta de compromiso de los políticos con el pasado; la destrucción de los símbolos y emblemas urbanos en beneficio de obras arquitectónicas futuristas, de zonas de estacionamiento y de supermercados >
BIBLIOGRAFÍA
Actualmente, nuestras sociedades se encuentran en medio de una gran ausencia, de una incertidumbre desestabilizadora y de un vacío de valores. Lo que sí cabría restablecer es la notable abundancia de posibilidades que se abrían a los jóvenes y menos jóvenes hace un siglo o medio siglo quizás.
GUTMAN, M. y HARDOY.E.: Historia urbana del área metropolitana. Madrid, MAPFRE, 1992.
Por todas las razones que he ido enumerando en las páginas anteriores invito a todos los lectores a realizar excursiones por sus ciudades favoritas. Excursiones físicas, acudiendo directamente a alguna ciudad, museo o lugar para estudio, recreo o ejercicio físico, o excursiones espirituales llevados de la mano por un novelista para re-encontrarse con el lugar que al fin y al cabo nos vio nacer
BAILLY, A.: La percepción del espacio urbano. Conceptos, métodos de estudio y su utilización en la investigación urbanística, Colección “Nuevo urbanismo”, Jersús J. Oya (trad.). Madrid, Instituto de Estudios de Administración Local, 1979. BERMAN, M.: Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. Madrid, Siglo XXI, 1991. CALVINO, I.: Las ciudades invisibles. Madrid, Biblioteca. Ediciones Siruela, 2008. Traducción de Aurora Bernárdez. (1ª ed.: 1972).
KOTKIN, J.: La ciudad: una historia global. Barcelona, Debate, 2009. MENDIOLA OÑATE, P.: Buenos Aires entre dos calles. Breve panorama de la vanguardia poética argentina. Alicante, Cuadernos de América sin nombre, nº 4, Universidad de Alicante, 2001. RIBEYRO, J.R.: Julio Ramón Ribeyro, “Gracias, viejo socarrón”, en Antología Personal, México, F.C.E., 1992. ROSSI, A.: La arquitectura de la ciudad. Barcelona, Gustavo Gili, 1979. WILDE, J.A.: Buenos Aires desde setenta años atrás. [En línea], Buenos Aires, Imp. y Estereotipia de La Nación, 1908, < http:// es.wikisource.org/wiki/Buenos_Aires:_12>. [Consulta 17/05/2011], capítulo XV. http://www.revisionistas.com.ar/?p=7771. http://www.xouslab.com/main/viewtopic. php?t=87
80 | Ecléctica
Propaganda y espionaje franquista en Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial ANTONIO CÉSAR MORENO CANTANO // Universidad de Alcalá
G
ran Bretaña fue testigo privilegiado de la apasionada lucha desencadenada por el bando republicano y franquista en su intento por «conquistar» la opinión pública en ese país durante los años de Guerra Civil1. Tras la finalización de dicho conflicto, a las tareas de legitimación e información impulsadas por el Gobierno de Burgos le siguió como prioridad una intensa campaña de prestigio de España en el exterior. Para alcanzar tal meta se utilizarían las delegaciones de Prensa y Propaganda, que, a través de la celebración de actos públicos, edición de diarios y revistas, publicación de escritos en medios informativos extranjeros, etc., deberían contribuir a mostrar ante el mundo entero las cualidades y valores que regían la Nueva España, cuya seña de identidad era su decidida defensa contra la ideología comunista, a la cual se había enfrentado «a sangre y fuego» durante tres años en suelo patrio.
Palabras clave Relaciones internacionales Espionaje Guerra civil Propaganda
LONDRES: NIDO DE ESPÍAS FRANQUISTAS A FAVOR DEL EJE Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, personajes como los agregados de Prensa Ángel Alcázar de Velasco y José Brugada, o el corresponsal de ABC, Luis Calvo, se aprovecharon de su estatus profesional para des-
empeñar tareas de espionaje a favor del Eje en la city londinense. Al amparo del paraguas que les proporcionó la Embajada española en Inglaterra, encabezada por el Duque de Alba, estas figuras demostraron a través de sus acciones la validez de la teoría expuesta por la historiadora Marina Casanova, que defiende en una de sus obras el papel que desempeñan las representaciones diplomáticas como centros de información / espionaje2. Las acciones de espionaje y propaganda se realizaban a través de una triple vía: la diplomática, representada por el Duque de Alba; la «periodística», en una primera fase protagonizada por Miguel Piernavieja del Pozo, reemplazado a partir de 1941 por el agregado de Prensa Ángel Alcázar de Velasco, junto con la inestimable colaboración del subdelegado de Prensa de la Embajada, José Brugada (también partícipe en la que hemos denominado
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀ núm. 1 ǀ 81-91 ǀ
Antonio César Moreno
«vía diplomática»), el corresponsal de ABC, Luis Calvo, y el corresponsal en Londres de los periódicos Ya y La Vanguardia, Felipe Armesto; y finalmente, mediante el servicio de espionaje organizado por el Alto Estado Mayor español, capitaneado en la capital inglesa por Miguel de Lojendio, cónsul de España en Londres y, por tanto, estrechamente relacionado con las actividades del Duque de Alba3.
“El primer español enviado al Reino Unido para espiar en beneficio de Alemania fue Miguel Piernavieja del Pozo, un joven falangista que trabajaba como responsable de Prensa del Instituto de Estudios Políticos” A fines de agosto de 1940, al iniciarse los ataques aéreos contra la población civil en Londres, el Duque de Alba remitió de forma periódica a Madrid una serie de informes, por petición del ministro Beigbeder, en los que daba cuenta de los efectos de estos bombardeos y del deseo de resistencia y bravura de los ciudadanos de esta nación. Lo que desconocía el diplomático español era que estos datos eran transmitidos con posterioridad a la Embajada alemana en España, la cual había solicitado de forma expresa, el 24 de septiembre de ese año, al Palacio de Santa Cruz conocer el efecto devastador de sus bombardeos en la capital británica, pues el Alto Mando de la Luftwaffe no podía evaluar con rapidez, debido a sus escasos agentes operativos en Gran Bretaña4. Lo que no sospechaba, o no quiso ver Alba, era que estos informes eran remitidos inmediatamente a Berlín. Así, cuando en noviembre de 1940 leyó en un periódico italiano una transparente alusión suya con un ministro británico, protestó ante el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Súñer, 82 | Ecléctica
por la indiscreción que se había producido, que amenazaba seriamente la confianza que en él se tenía en Londres5. Ello no significaba que Alba fuese indiferente a los actos de espionajes, pues su propia Embajada controlaba en Londres las actividades de dirigentes republicanos como Juan Negrín. Pero lo que no podía sospechar era su participación indirecta, por deseo expreso del Ministerio de Exteriores español, a favor de Alemania. Estos informes, trasladados para su conocimiento también al embajador italiano en Madrid, Francisco Lequio, incluían de manera detallada la intensidad de los bombardeos, los lugares afectados, los daños causados y la duración de las alarmas6. En segundo lugar nos encontramos con la que hemos bautizado como «vía periodística», pues fueron representante de diversos medios informativos españoles los que, al abrigo que les proporcionaba su profesión, desarrollaron una intensa actividad de captación de información para el Eje, calificada como «fraudulenta» para los intereses germanos por Kim Philby, miembro del MI5 (en el futuro se descubrió que era un agente doble que trabajaba para la URSS), y de totalmente «ineficaz» por los historiadores Morten Heiberg y Manuel Ros Agudo7. El primer español enviado al Reino Unido para espiar en beneficio de Alemania fue Miguel Piernavieja del Pozo, un joven falangista que trabajaba como responsable de Prensa del Instituto de Estudios Políticos. Su trasladó a Londres en septiembre de 1940 fue fruto de un rocambolesco plan ideado por Serrano Súñer y Ángel Alcázar de Velasco. Este último había logrado convencer de manera sor-
1. Sobre este tema véase GARCÍA, H.: Mentiras necesarias. La batalla por la opinión británica durante la Guerra Civil. Madrid, Biblioteca Nueva, 2008. 2. CASANOVA, M.:, La diplomacia española durante la Guerra Civil. Madrid, Biblioteca Diplomática Española, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1996, pp. 79-80.
Propaganda y espionaje franquista
prendente al embajador británico en España, Samuel Hoare, de que pretendía derrocar a Franco. Para acometer este plan consideró necesario que un colaborador suyo viajase a Inglaterra cerca del Duque de Alba, para así buscar apoyos y poder tramar esta conspiración. Hoare aceptó la propuesta, lo que permitió que Piernavieja del Pozo gozase del apoyo del Foreign Office. Pero detrás de esta pantomima lo que se buscaba realmente era que el enviado español disfrutase de libertad de movimientos por tierras británicas y facilitar así su misión secreta para el Eje. La ubicación de Piernavieja del Pozo en el número 116 de Piccadilly Street le facilitó enormemente su trabajo. Se encontraba próximo a la Embajada española, a las baterias aéreas de Hyde Park y al complejo gubernamental de Whitehall, donde se hallaba la sede del primer ministro, el Foreign Office y el Ministerio de la Guerra. El hombre de contacto de Piernavieja del Pozo fue Gwilym Williams (nombre en clave GW). Este debía ayudarle a crear su primera red de informadores. Para el Abwehr, GW era un independentista galés al que había captado en 1939, pero la realidad era muy diferente. Bajo esa fachada se ocultaba uno de los primeros agentes dobles utilizados por el contraespionaje británico. Este hecho permitió al MI5 vigilar la actuación de Piernavieja y prevenir posteriores intentos de infiltración. Lo que buscaba Piernavieja (incluido en los archivos británicos con el nombre clave de Pogo) de GW era conocer el paradero de las fábricas de material militar y de las defensas costeras instaladas en determinadas zonas del sur de Inglaterra, cercanas a la isla de Wight. El mayor éxito del periodista-espía
3. JUÁREZ, J.: Madrid-Londres-Berlín. Espías de Franco al servicio de Hitler. Madrid, Ediciones Temas de Hoy, 2005, p. 71. 4. AVILÉS FARRÉ, J: «Un Alba en Londres: la misión diplomática del XVII duque (1937-1945)», Historia contemporánea, n.º 15 (1996), p. 173.
español fue mandar a España un mapa muy actualizado con los lugares más afectados por los bombardeos y los principales daños sufridos. Piernavieja regresó a España en febrero de 1941, seguramente por presiones del Gobierno británico sobre las autoridades españolas o por desavenencias con Alcázar de Velasco, que llegó a Londres por esas fechas8. En enero de 1941, el MI5 consideraba a la Embajada española en Londres como uno de los focos más activos en la captación de información destinada a Berlín, en mayor grado, posiblemente, que ninguna otra legación de un país neutral. En esos días, el servicio de contraespionaje vigilaba a Piernavieja del Pozo, conocía someramente las actividades de Lojendio, sospechaba del corresponsal del diario ABC Luis Calvo y había conseguido que José Brugada se convirtiese en un agente doble, como veremos a continuación. Un escenario al que se sumó, como principal instigador, el falangista Ángel Alcázar de Velasco tras su llegada como agregado de Prensa de la Embajada, lo que le confería cobertura diplomática. Ángel Alcázar de Velasco llegó a Londres el 9 de enero de 1941 junto a su intérprete Manuel Illera (antiguo consejero nacional de Falange). Ese mismo día se reunió con el hasta entonces agregado de Prensa, José Brugada (había trabajado durante la Guerra Civil como agente del SIFNE en Francia) y los corresponsales Luis Calvo y Felipe Fernández Armesto. Las discrepancias entre Alcázar de Velasco y los funcionarios de Prensa de la Embajada, incluido en un principio el propio Brugada, no tardaron en llegar. Alcázar de Velasco, nom-
5. Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores (AMAE, Madrid), serie «Archivo Renovado» (clave R), legajo n.º 2195, expediente n.º 68 (en adelante se abreviará: AMAE, R. 2195/68). «Embajador de España en Londres a Ministro de Asuntos exteriores», septiembre de 1940. 6. Vid., PHILBY, K.: Mi guerra silenciosa. Barcelona, Círculo de Lectores, 1973, p. 66.
Ecléctica |83
84 | Ecléctica
< Figura 1
brado agregado de Prensa por oficio del 18 de diciembre de 1940 (su nombramiento no apareció nunca en el Boletín Oficial del Estado), llevó a cabo una modificación radical de la delegación de Prensa de Londres: 1) Traslado de esta Delegación (hasta entonces establecida en el n.º 99 de la Regent Street) a la Embajada, disponiendo únicamente de una habitación para la realización de sus tareas; 2) Disolución de la Sociedad Spanish Press Services Ltd; 3) Cese de la revista Spain; 4) Despidos de personal de la Delegación; y 5) La asignación de un sueldo de 150 libras mensuales sin el visto bueno de la Administración7. A estas acciones hay que sumar una desconsideración total de Alcázar de Velasco hacia el trabajo realizado en esta delegación antes de su llegada. Así se refleja en el escrito que envió al Subdelegado de Educación Popular, José Jiménez Rosado, a finales de julio de 194110. Esta carta llegó a manos del Jefe de Sección de Prensa Extranjera11, el cual escribió un duro memorando de reproches sobre Alcázar de Velasco al Delegado Nacional de Prensa12. Del análisis de estos datos se desprenden, a nuestro entender, dos ideas básicas: la falta de interés de Alcázar de Velasco por su nuevo puesto, lo que se explicaría en el hecho de que el verdadero motivo de su estancia en Londres era el de ser un espía más al servicio del Abwehr (tarea seguramente desconocida incluso por el propio Jefe de Sección de Prensa Extranjera) y la búsqueda de enriquecimiento personal a costa de los fondos de la delegación de Londres. A pesar de todas estas diferencias, Brugada aceptó servir como agente de Velasco, bajo presión de este personaje y seguramente, como analizaremos, del MI5. Esta colaboración con el agregado de Prensa se tradujo en el envío de exhaustivos informes sobre las incursiones aéreas germanas en Gran Bretaña. Esta actividad la venía desarrollando Brugada desde el verano de 1940, momento en el que su superior, Enrique Giménez-Arnau le solicitó «informes, lo más imparciales y precisos posibles, acerca de la repercusión de la guerra, los bombardeos y [que] el bloqueo producen en la Gran Bretaña»13. Era un trabajo análogo al que realizaba Alba para Exteriores, con la única salvedad de que sus resultados eran
Propaganda y espionaje franquista
remitidos a la Dirección General de Prensa. Ambas comunicaciones eran trasladadas, tal y como hemos expuesto en páginas anteriores, a la Embajada alemana en Madrid. A esta maniobra eran ajenos, teóricamente, tanto el Duque de Alba como José Brugada. Lo que cambió a partir de enero 1941 fue que Brugada tuvo plena conciencia de que Velasco utilizaría estos datos para cumplir con sus obligaciones con el Abwehr, empleando para ello la valija diplomática, de ahí la importancia de su nombramiento como agregado de Prensa por parte de Ramón Serrano Súñer, por entonces responsable de Exteriores y de Prensa y Propaganda. Lo que no sabía Brugada era que el MI5 tenía un conocimiento detallado de todas estas operaciones que el régimen franquista realizaba a favor del Abwehr. Por este motivo se le amenazó con la detención si no pasaba a colaborar como agente doble del MI5. Atendiendo al relato de Kim Philby, fue a partir del descubrimiento del diario de Alcázar de Velasco, en diciembre de 1941, cuando se supo que Brugada participaba en el espionaje alemán14. Siguiendo con este testimonio, Brugada no pasaría a trabajar para el contraespionaje británico (se le asignó el nombre en clave Peppermint) hasta la llegada de Alcázar de Velasco a Londres en 1941. Sin embargo, en La guerra secreta de Franco, Manuel Ros retrotrae este hecho al año 194015. Coincidimos con esta última tesis, pues ello nos daría una razón de peso para justificar la incorporación de Brugada a la red de espías que estaba tejiendo Velasco en Gran Bretaña, pues, como dijimos, las relaciones entre ambos personajes eran tensas (remodelación de la delegación de Londres y pérdida del cargo
Figura 1: Hernán, Marc Delcan Albors. 7. La actuación de Miguel Piernavieja del Pozo en Gran Bretaña aparece recogida en JUÁREZ, J.: Madrid-Londres-Berlín..., pp. 54-66. 8. Archivo General de la Administración (en adelante, AGA), Cultura, caja 264. «Notas sobre la situación de la Delegación de Prensa en Inglaterra», 1941.
Ecléctica |85
Antonio César Moreno
de agregado de Prensa a favor de Velasco) y no se entiende fácilmente la incorporación a este proyecto si no es por razones de fuerza mayor. Y que mayor razón que la presión del MI5, perfecto conocedor de esta red de informadores españoles y que mediante Brugada podía obtener un «topo» que le comunicase todos los movimientos de Velasco y de su equipo.
“Serrano Súñer y los Servicios de Prensa Extranjera españoles contribuyeron de manera decidida al esfuerzo de guerra nazi” Brugada facilitaba a España un compendio de datos (poblaciones afectadas por las bombas alemanas, tipos de bombas, objetivos de los bombardeos) en sus informes15, que superaba con creces los mínimos que se requerían para la elaboración de material periodístico, ya que éste se podía cubrir simplemente con los recortes de periódicos ingleses. El lector español no necesitaba que la prensa del país le facilitase detalles tan nimios como el nombre exacto de las calles inglesas donde hacían su efecto las bombas de la Luftwaffe. Esta información respondía, como es lógico, a intereses más profundos. Con ella el cuerpo diplomático germano en España, y por ende el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ribbentrop, podía saber los daños reales de las incursiones aéreas que efectuaban sus aviones, pues sus escasos agentes secretos en Gran Bretaña dificultaban la obtención de estos datos. De esta manera, Serrano Súñer y los Servicios de Prensa Extranjera españoles contribuyeron de manera decidida al esfuerzo de guerra nazi. Lo que desconocían éstos era que muchos de esos datos habían sido falseados por los agentes españoles o convenientemente manipulados por el contraespionaje británico, que tenía acceso a la valija diplomática de la Embajada de Londres.
86 | Ecléctica
Dentro aún de la «vía periodística» cabe tratar el papel en tareas de espionaje de Felipe Fernández Armesto y Luis Calvo. Con respecto al primero, las sospechas provenían del propio Ministerio de Asuntos Exteriores español, que lo consideraba, por su afinidad ideológica con los Aliados, un confidente del servicio secreto británico. Por otra parte, desde el lado británico se llegó a considerar en algún momento que Armesto formaba parte de la red de espías de Alcázar de Velasco, sin embargo, no había datos de peso que confirmasen dicha circunstancia16. El último personaje en discordia fue el corresponsal de ABC Luis Calvo Andaluz, detenido por las autoridades británicas en febrero de 1942 acusado de trabajar para el espionaje alemán, siendo internado por esta causa en el campo de prisioneros 020 durante tres años. Pero regresemos a principios de 1941 para saber cuál fue el verdadero papel de Calvo en Londres tras la llegada de Alcázar de Velasco. En febrero de ese año, Luis Calvo, ante las continuas ausencias del nuevo agregado de Prensa (Velasco tan sólo permaneció en la capital inglesa tres meses), se convirtió en su hombre de confianza en Gran Bretaña. Pocos podían presagiar entonces su implicación en estos servicios proalemanes, pues un año antes el director de ABC, José Losada de la Torre, le tuvo que llamar la atención por su excesivo apego a las tesis británicas17. La cuestión es que por influencia de Velasco el corresponsal de ABC fue convirtiéndose, quizás sin ser consciente de ello, en un elemento clave de esta operación de espionaje. Por presiones de su director las crónicas de Calvo fueron adquiriendo un color anglófobo, levantando la voz de alarma en el Ministerio
9. AGA, Cultura, caja 264. «Carta de A. Alcázar de Velasco al Subdelegado de Educación Popular», 30 de julio de 1941. 10. El funcionamiento y participación de la Sección de Prensa Extranjera de la Vicesecretaría de Educación Popular en las tareas de propaganda exterior de la España franquista durante la Segunda Guerra Mundial se estudia en MORENO CANTANO, A. C.: «El control de la Prensa extranjera en España y Alemania durante la Segunda Gue-
Propaganda y espionaje franquista
de Información británico y Scotland Yard, que en enero de 1941 disponían ya de un amplio informe sobre el círculo de personas que frecuentaba y sobre sus contenidos periodísticos. El dossier policial también aseguraba que algunas de las informaciones remitidas por Calvo al ABC habían sido publicadas en la prensa alemana, y que en algunos casos estos despachos se habían radiado en Berlín antes incluso de que se hubieran publicado en Madrid. La denuncia más grave afirmaba que tras una visita a Coventry, en compañía del embajador argentino para comprobar el bombardeo sufrido por la ciudad, Calvo redactó un extenso reportaje que después de pasar por Madrid fue utilizado por el Ministerio de Propaganda germano18. El informe policial sobre Luis Calvo llegó al director de la Sección Ibérica del MI5, Dick Brooman-White, el 14 de enero de 1941. Tras leerlo ordenó a sus agentes y al MI6 que averiguaran lo que pudieran sobre el periodista español. No era, por tanto, ningún desconocido para el servicio de contraespionaje cuando su nombre apareció relacionado con la red de Alcázar de Velasco19. En marzo de 1941 se reactivó al agente doble GW con el objetivo de que éste implicara a Calvo en la misión que tiempo atrás había desempeñado, el también español, Miguel Piernavieja del Pozo. En este sentido Calvo actuó como un espía inducido, y GW fue su señuelo20. Gracias al testimonio de GW y del propio Brugada, el servicio de contraespionaje británico tuvo suficientes pruebas para inculpar a Luis Calvo. El detonante de la detención está relacionado con el definitivo regreso de Velasco a España el 9 de septiembre de 1941 (aunque hasta el 13 de enero de 1942 continuó ejerciendo como
agregado de Prensa), seguramente apercibido del seguimiento que le realizaba el MI5. Éste, para impedir que Luis Calvo también pudiese huir, decidió apresarle en febrero de 1942. Alcázar de Velasco acogió con sorpresa la detención de su colaborador, pero cuando conoció que había confesado sus actividades y que él mismo había sido acusado, derivó su consideración profesional hacia el desprecio. Aunque en un primer momento se especuló con que Calvo pudiera ser ejecutado, las presiones diplomáticas de Alba y Serrano Súñer limitaron la condena a su reclusión en el campo 020. El lugar era un antiguo hospital militar reconvertido en centro de detención de espías capturados por el Reino Unido21. Luis Calvo fue excarcelado y repatriado el 22 de agosto de 1945. Con la destitución de Serrano Súñer como ministro de Exteriores y la llegada al mismo del conde de Jordana se produjo un cambio radical en las funciones de la Embajada española en Londres. Detenido Calvo y ausente Velasco, fue nombrado nuevamente como agregado de Prensa José Brugada, del que se desconocía desde Madrid que fuese un agente del servicio secreto británico. Ardua y dura fue la misión del Duque de Alba y del propio Brugada a raíz del «incidente Calvo», pues el mismo fue utilizado por el Gobierno británico como instrumento de propaganda, a fin de demostrar la implicación de España en su ayuda clandestina al Eje. >
rra Mundial», Historia contemporánea, n.º 32 (2006), pp. 311-334.
14. ROS AGUDO, M.: La guerra secreta de Franco (1939 1945). Barcelona, Editorial Crítica, 2002, p. 153.
11. AGA, Cultura, caja 264. «Informe de Pablo Merry del Val al Delegado Nacional de Prensa», 11 de agosto de 1941.
15. AGA, Cultura, caja 245. «Raids aéreos alemanes sobre Inglaterra», 22 de septiembre de 1940.
12. AGA, Cultura, caja 245. «Escrito de Enrique GiménezArnau al agregado de Prensa en Londres, José Brugada», 22 de agosto de 1940. 13. PHILBY, K.: Mi guerra..., p. 67.
16. ARASA, D.: Exiliados y enfrentados (Los españoles en Inglaterra de 1936 a 1945). Barcelona, Ediciones de la Tempestad, 1995, p. 221. 17. AGA, Exteriores, caja 6864. «Carta de J. Losada de la Torre al Sr. D. Luis Calvo», 16 de julio de 1940.
Ecléctica |87
Antonio César Moreno
EL PAPEL DE LA DELEGACIÓN DE LONDRES ENTRE 1942 Y 1944 Al incidente Luis Calvo le siguió otro asunto controvertido que deterioró, aún más, la imagen de España ante la prensa británica. Nos referimos al cuestionable posicionamiento del régimen franquista ante los bombardeos que padecía Londres e innumerables ciudades del Reino Unido. Este tema había provocado serios roces entre el embajador Samuel Hoare y el ministro español Francisco Gómez-Jordana20. Sin embargo, el origen de esta polémica cabe buscarlo aún más atrás, en concreto tras la invasión y bombardeo de Cataluña por las fuerzas nacionales, momento en el cual el Gobierno británico protestó por los daños que acarreó esta acción sobre la población civil21. Por estos motivos y por su simpatía con el Eje, desde la prensa española se criticó con fuerza los ataques sobre las ciudades alemanas e italianas. Esto ocurría, casualmente, cuando la aviación Aliada se imponía sobre la de sus adversarios, interpretándose por ello desde los medios británicos que esta campaña buscaba la criminalización de sus fuerzas aéreas y la defensa de la «desvaída» población del Eje. Para acallar estas voces se decía que España «enfoca este problema lejos de todo apasionamiento», por ese motivo «sentimos tanto las víctimas inocentes anglosajonas como las francesas o las alemanas, aunque en ello nos vaya el recoger las injusticias, cuando no las injurias de los que, apasionados en la contienda, no ven la luz de la verdad». A las acusaciones del Gobierno británico y de su Prensa, que argumentaba que España sólo protestaba cuando las víctimas civiles pertenecían al Eje, el Ministerio de Exteriores contestaba que España únicamente deseaba «humanizar la guerra», sin importar el país de origen de los muertos24. Finalmente, se llegó a un cierto entendimiento entre España y Gran Bretaña en este tema, pues como le dijo Jordana a Hoare, su petición de humanizar la guerra no significaba un rechazo exclusivo al modo de operar de la aviación Aliada, tal y como se demostraba en las protestas del propio embajador alemán por los reproches que en ciertos diarios españoles se había realizado contra algunas incur88 | Ecléctica
“A las acusaciones del Gobierno británico y de su Prensa, que argumentaba que España sólo protestaba cuando las víctimas civiles pertenecían al Eje, el Ministerio de Exteriores contestaba que España únicamente deseaba «humanizar la guerra», sin importar el país de origen de los muertos” siones aéreas del Eje sobre objetivos civiles. Entendimiento que se plasmó en un acuerdo verbal por el que ambos personajes se comprometían a que los periodistas ingleses y españoles no atacarían a las máximas autoridades políticas de sus respectivos países. Ello no evitó que desde el resto de esferas culturales británicas se continuase atentando contra todo aquello que rezumase olor franquista. Así, en el mes de noviembre de ese año, la Legación española en Irlanda se hacía eco de un folleto en el que se insultaba duramente al régimen español, y que constituía «una verdadera difamación, en todos los órdenes, de su acción política y social». Este escrito, acompañado de abundante imágenes e inspirado en un largometraje de la serie intitulada March of Time, había sido elaborado por Tom Wintringham y editado por Pilot Press de Londres25.
Figura 2: Alambrada, Luis González Vayá 18. JUÁREZ, J.: Madrid-Londres-Berlín..., p. 110. Muchos de estos datos eran utilizados por las emisoras clandestinas nazis (Geheim Sender, o GS) establecidas en Londres desde 1940, como la New British Broadcasting Station, Caledonia, Worker´s Callenge o Christian Peace Movement, para difundir falsos rumores con los que socavar la moral británica. Vid., NEWCOURT-NOWODWORSKI, S.: La propaganda negra en la Segunda
^ Figura 2
El pretendido deseo del Duque de Alba y Jordana de desligar a España de los dogmas exteriores germanoitalianos y guiar al país hacia la neutralidad tropezaba con la oposición de la prensa británica, que pese a valorar los esfuerzos de ambos personajes, reprendía al régimen español por su actuación en años anteriores. Así, por ejemplo, sobre el posicionamiento español ante las últimas operaciones aéreas británicas, el Evening Standard decia: «El principal orador al mediodía fue el Contraalmirante Sir Murray Suster, padre de la Aviación Naval. Habló de las lamentaciones de Franco, de que el bombardeo era inhumano, y añadió: Franco dice únicamente lo que Hitler y Mussolini quieren que diga...»26 Guerra Mundial. Madrid, Algaba Ediciones, 2006, pp. 67-70. 19. JUÁREZ, J.: Madrid-Londres-Berlín..., p. 112. 20.Ibidem, p. 114. 21. JUÁREZ, J.: Madrid-Londres-Berlín, pp. 155-156. 22. Los enfrentamientos entre ambos personajes se describen de manera detallada en sus libros de memorias. Véase en este sentido, GÓMEZ-JORDANA, F.: Milicia y Diplomacia. Los Diarios del Conde de Jordana, 1936-
La percepción de la España franquista entre la colectividad británica no mejoró mucho con la entrada del año 1944. Superada la crisis de los bombardeos, un nuevo filón para la prensa del país fue la identificación que se realizó entre Falange y el NSDAP, acusando al partido único franquista de ser un «agente enemigo» del esfuerzo de guerra Aliado. Esta analogía era defendida en las páginas de diarios como el Manchester Guardian, lo que provocó una enérgica protesta del máximo responsable de FET, José Luis Arrese27, que pidió a Jordana que el embajador español en Londres emitiese la más contundente respuesta por tal artículo, que consideraba «ofensivo a todas luces para nuestra Organización»28. Sin embargo, mucho tenía que callar Arrese so-
1944. Burgos, Editorial Dossoles, 2002; y HOARE, S.:, Embajador ante Franco en misión especial. Madrid, Sedmay, 1977. 23. Véase, RAGUER, H.: «La Santa Sede y los bombardeos de Barcelona», Historia y Vida, n.º 45, 1980, pp. 22-35. 24. AMAE, R. 1370/5. «El punto de vista español ante los bombardeos de las poblaciones civiles», 1943.
Ecléctica |89
Antonio César Moreno
bre este asunto, ya que Falange venía colaborando desde años atrás con el servicio de espionaje alemán en España en actos de sabotaje contra los intereses Aliados. Por esta razón, poco podía hacer Alba para contener las acometidas de los medios informativos británicos, poseedores cada vez más de un mayor número de argumentos que ponían en evidencia la supuesta neutralidad del régimen franquista. A ello había que sumarle la intensa actividad efectuada en los últimos meses por los republicanos exiliados que, como escribía el diplomático, «no cesan en sus campañas contra la España nacional» a través de la publicación de innumerables folletos y artículos de prensa, fiestas, «comilonas» y reuniones29. El Duque de Alba apuntaba con claridad en noviembre de 1944, ya muerto el ministro Jordana, las causas del rechazo hacia la política peninsular: los británicos consideraban al régimen español aquejado de germanofilia congénita y no les resultaba aceptable un sistema de partido único como el que representaba Falange30.
1945: REANUDACIÓN DE LA REVISTA SPAIN El principal denuedo de la Embajada española en Londres a lo largo del último año de la guerra pasó por poner remedio a esta propaganda antiespañola, para lo que se proyectó la reanudación de la revista Spain31, eso sí, con caracteres que se adaptasen a los nuevos tiempos, es decir, al predominio de los ejércitos Aliados en el campo mundial. Esto implicaba la reorientación del régimen español en el nuevo mapa internacional, donde las piezas serían colocadas atendiendo a los dictados de la coalición anglo-americana-soviética. La idea de lanzar al mercado una revista que continuase el camino trazado por Spain se remontaba a junio de 1944. Esta publicación tendría que presentarse desligada de la Embajada, ya que ello daría una impresión de mayor independencia. Por el momento, habría que evitar, para que no pudiese achacársele «falta de dignidad y seriedad», la polémica con las publicaciones izquierdistas, en especial con la hoja semanal «roja» Spanish News Letter. La revista en proyecto comprendería un breve comentario editorial; un artícu90 | Ecléctica
lo relativo a España escrito por una destacada personalidad literaria o política inglesa; todas las noticias favorables a la España franquista aparecidas en las publicaciones británicas, sin olvidar el rebatir las hostiles; la información relativa a España que distribuyese la agencia Reuters a sus suscriptores «especiales» y que no veía la luz en la prensa inglesa; una sección económica, que sería proveída de material por la Oficina Comercial de la Embajada española; una sección dedicada a reproducir las intervenciones parlamentarias relativas a España; y estaba en estudio la intercalación de entrefiletes con palabras o declaraciones de destacadas personas de izquierda, «que luego los hechos han demostrado su error de manera irrepetible». La tirada mensual sería de unos cuatro mil ejemplares, que acarrearían un gasto calculado en unas dos mil libras32. Pasados unos meses se decidió rebajar las pretensiones de este proyecto. En lugar de una revista, «que es más para una clase de propaganda de tiempos normales, en los que se trata de dar a conocer un país», el marqués de Santa Cruz (José Fernández-Villaverde) propuso a Arias Salgado «una hoja informativa de confección rápida, publicada no sólo periódicamente, sino cuando las necesidades del momento lo requiriesen», y cuyos contenidos se relacionasen más con “la propaganda de combate, en la que lo perseguido sea rebatir infundios, deshacer leyendas y contradecir influencias perniciosas”. Para que esta publicación fuese un éxito se requería encontrar un editor inglés de plena confianza que, aunque completamente independiente a la Embajada, se mostrase receptivo a todo el material propagandístico que ésta le pudiese
25. AMAE, R. 2198/32. «Despacho de la Legación de España en Irlanda al Excmo. Sr. Ministro de Exteriores», 8 de noviembre de 1943. 26. Ibidem, 10 de junio de 1943. 27. AMAE, R. 2198/32. «Artículo contra España en el Manchester Guardian», enero de 1944. 28. AMAE, R. 2198/32. «Carta del Ministro Secretario General del Movimiento al Excmo. Sr. Dn. Francisco Gómez-Jordana», 20 de enero de 1944.
Propaganda y espionaje franquista
suministrar. Se trataba de «defender lo español pero sin criticar lo inglés»33. El primer ejemplar de Spain en esta segunda etapa se publicó a finales de mayo de 1945, y según se nos transmite en la documentación de la Embajada en Londres fue un éxito, pues se propuso al editor que su aparición pasase a ser quincenal y que se le añadiese un resumen de noticias de España que no recogiesen los periódicos ingleses. Ello implicaría un aumento del número de páginas (de cuatro a ocho) y de los gastos de impresión (de 75 libras por número a 125 si se aplicaban todos estos cambios)34.
A MODO DE CONCLUSIÓN El fin de la Segunda Guerra Mundial, al que le acompañó la dimisión del Duque de Alba como embajador en octubre, no se tradujo en una mejora de la actitud de los medios periodísticos británicos con respecto a España. El Duque de Alba ni su equipo propagandístico (Fernández-Villaverde, Juan Mata o José Brugada) consiguieron a lo largo de sus casi diez años de gestión en Londres imponerse a la propaganda republicana que, venciendo a la política de No-Intervención y después a la de Apaciguamiento, consiguió que sus argumentos calasen más hondamente en el sentir de la opinión británica. El régimen franquista erró en un aspecto clave, pensó que ganándose el beneplácito de la clase política del país (principalmente a los conservadores) lograría, a su vez, el apoyo de su pueblo. Además, las particularidades religiosas de Gran Bretaña, donde el catolicismo no era la religión mayoritaria, restaron fuerza a la propaganda nacionalista, que se servía en el exterior (al igual que dentro de las fronteras españolas) del elemento
29. AMAE, R. 2198/33. «La propaganda anti-española en Inglaterra», abril de 1944. 30. AVILÉS FARRÉ, J.: «Un Alba en Londres...», pp. 177. 31. Sobre la bibliografía que analiza los contenidos de esta publicación véase la nota a pie de página número 1 de este artículo. 32. AGA, Exteriores, caja 7458. «Revista Spain», junio de 1944.
católico como instrumento de defensa de sus tesis. Los esfuerzos neutralistas del Duque de Alba y del conde de Jordana durante la Segunda Guerra Mundial no pudieron borrar el lamentable recuerdo de los actos de espionaje de los supuestos periodistas que trabajaron para la Embajada española. Este hecho, junto a la germanofilia impulsada desde la Península Ibérica por Falange, llevó a la identificación del país con un Estado fascista, provocando la repulsa generalizada de los medios informativos británicos, cuyas críticas se acrecentaron a medida que se endurecían los combates con las potencias del Eje. Ambiguas posiciones del Gobierno español ante los ataques aéreos sobre la población civil de Londres no hicieron más que agrandar estas heridas. La virulencia de los periodistas británicos provocaba a la par la radicalización de la prensa española, que desde Arriba o Pueblo desarrollaron una anglofobia que perjudicó, si cabe aún más, la labor de los organismos propagandísticos franquistas en Gran Bretaña. Ni la temprana organización de la Spanish Press Services Ltd (1937), ni la aparición de Spain, ni los multitudinarios mítines organizados por los “falangistas” Sturrup o Rafael Jorro, ni los viajes de turistas ingleses a España35, lograron que tras la conclusión de la contienda mundial el Estado franquista gozase, a nivel popular, de una aceptación similar a la de la derrotada II República, beneficiada sin lugar a dudas por la equiparación que desde años atrás se realizaban entre España y Fascismo.
33. AGA, Cultura, caja 366. «Carta del marqués de Santa Cruz al Excmo. Sr. D. José Arias Salgado, Vicesecretario de Educación Popular», 17 de enero de 1945. 34. AGA, Exteriores, caja 7458. «Despacho del Duque de Alba al Ministerio de Asuntos Exteriores», 10 de agosto de 1945. 35. Todos estos temas son analizados en mi tesis doctoral (inédita), Los servicios de Prensa extranjera en el primer franquismo (1936-1945), Universidad de Alcalá de Henares, 2008, pp. 416-455.
Ecléctica |91
Procesos constitucionales en Iberoamérica: Las exclusiones en Cádiz (1812), Portugal (1822) y Brasil (1824) JAIRDILSON DA PAZ SILVA // Doctorando de la Universidad de Salamanca e investigador de INDUSAL
L
os procesos constitucionales al inicio del siglo XIX, en especial los de Cádiz, Portugal y Brasil Imperial contenían rasgos que remontan al texto francés (1791), pero con matices propios. Estos tres procesos estaban unidos entre sí por influencias que parten de Cádiz y confluyen en las otras dos constituciones. Aquí veremos como la definición de la ciudadanía en estos tres textos legales traerá consigo procesos de exclusiones que caracterizan un ciudadano.
Palabras clave
Constitucionalismo Ciudadanía Liberalismo Derechos individuales Exclusiones INTRODUCCIÓN Los procesos constitucionales al inicio del siglo XIX, en especial los de Cádiz (1812), Portugal (1822) y Brasil Imperial (1824) contenían algunos rasgos que eran el reflejo de las ideas que Francia había irradiado tras la Revolución de 1789, a través de la presencia de las tropas napoleónicas en la península Ibérica entre 1808 y 1814. Este hecho desencadenó toda una discusión en torno al concepto de ciudadanía y de los derechos individuales. En este sentido, las preocupaciones gaditanas
influirán no sólo en el mundo hispánico, sino también en Portugal y en Brasil; este último con el status de reino unido a Portugal y Algarve, y luego como imperio independiente, no abandonará las innovaciones de la Constitución de Cádiz aunque matizadas por las particularidades de un imperio tropical. Pero antes, todo ese proceso viene matizado por determinados acontecimientos históricos que marcan todo este período. Después de la derrota de Trafalgar (1805) ante Gran Bretaña, tanto Francia como su aliada la España de Carlos IV se vieron privadas de cualquier posibilidad de desarrollar la guerra en el mar. Esto, junto a las grandes victorias napoleónicas en Centroeuropa que erigieron en árbitro del viejo continente a Napoleón, precipitó el nuevo proceder que había de seguirse para derrotar al gran enemigo inglés: el bloqueo marítimo.
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 92 - 101 ǀ
Procesos constitucionales en iberoamérica
Llegado este momento sólo restaba la adhesión de Portugal, y para ello, a finales de 1807 el ministro Godoy firmó con Francia el Tratado de Fontainebleau. En este tratado, España permitía a las tropas francesas atravesar el territorio español para tomar Portugal. Si bien éste fue el pretexto sobre el que giró la causa de la negociación, el resto de las cláusulas incitan a pensar que las pretensiones de Napoleón iban más allá: controlar los imperios coloniales americanos de España y Portugal1. A principios de 1808, “los acontecimientos se sucedieron con inusitada rapidez”2. El tiempo que se cuenta entre el motín de Aranjuez y las abdicaciones de Bayona apenas sobrepasa un mes, periodo suficiente para cambiar toda la situación preexistente. Mientras que los franceses pasaban a ser enemigos, Napoleón designó para el trono español a su hermano José y promulgó el Estatuto de Bayona. Respecto a Portugal, “el otro año 8”3, la Corte lusa tuvo que huir con la ayuda de la marina británica a Brasil, su colonia, para evitar ser apresada, como la española, por las tropas francesas. No obstante, en el contexto de la presencia de una potencia extranjera en la península, se planteó la cuestión sobre la soberanía ante el rechazo español a las abdicaciones. La soberanía se entendió entonces como un ente procedente del pueblo y transferido a la monarquía pero, ante la ausencia del rey, que al no aceptó la transferencia de hecha de la Corona hecha por Napoleón a su hermano José, retornaba al pueblo. El hecho de no aceptarse la transferencia de la corona a Napoleón implicaba que la soberanía debía mantenerse en el pueblo. Esta fue la solución adoptada, per-
1. CHUST, M.: «Un bienio trascendental: 1808-1810», en CHUST, M. (coord.): 1808. La eclosión juntera en el mundo hispano. México D.F., FCE; Colmex: Fideicomiso Historia de las Américas. Serie Estudios: 2007, pp. 18 y 19. 2. Ibídem, p. 21 3. Véase SÁNCHEZ GÓMEZ, J.: «El otro año 8», en MARRONI DE ABREU, F.J. (ed.), Las invasiones napoleónicas y el mundo iberoamericano.
“El hecho de no aceptarse la transferencia de la corona a Napoleón implicaba que la soberanía debía mantenerse en el pueblo” mitiendo la asunción de la soberanía en depósito por una Junta de Gobierno. Pero antes de ello, nacieron a lo largo y ancho del territorio Juntas Locales que se organizaron para la defensa contra los invasores. La unificación en torno a una Junta Central se produjo por dos razones4: la coordinación de esfuerzos encaminados a ganar la guerra y la organización de un poder legítimo en la Península que sirviera de referente para las colonias americanas. Sin embargo, la vida de la Junta Central fue corta. El avance francés, que la había obligado a trasladarse de Madrid a Sevilla, le asestó un golpe letal en la batalla de Ocaña, ocurrida en 19 de noviembre de 1809. Pronto, las disensiones internas desgastaron la confianza depositada en ella por lo que tuvo que desplazarse de nuevo, esta vez a la isla de León. Ante esta difícil situación, la Junta Central se disolvió y dio paso a una Regencia, encargada de celebrar las Cortes, que fueron convocadas por Decreto de 22 de mayo de 18095. Las Cortes se reunieron por vez primera el 24 de septiembre de 1810, pero, la Constitución no fue promulgada hasta el 19 marzo de 1812, al grito de ¡viva la Pepa6! Atrás quedaba cualquier duda acerca de la legitimidad en torno a quien correspondía el poder político de la Salamanca, Fundación 2008, pp. 105-122.
Cultural
Hispano-brasileña,
4. CHUST, M.: La cuestión nacional americana en las Cortes de Cádiz. Valencia, UNED: Centro asociado de Alzira, 1999, p.33. 5. Ibídem, p. 35. 6. Así se quedó conocida la Constitución de Cádiz por haber sido promulgada el día 19 de marzo, día de San José.
Ecléctica |93
Jairdilson Da Paz Silva
^ Figura 1
^ Figura 2
Monarquía ya que las Cortes proclamaron a Fernando VII como rey de España. Además, el buen curso de la guerra, que desembocó en la definitiva expulsión de las tropas francesas a finales del verano de 1813, abrió la puerta al regreso de Fernando VII al trono. Sintiéndose fuerte, el rey se inclinó por los partidarios del Antiguo Régimen, cuyo apoyo le sirvió para disolver, ya en suelo español, las Cortes y cualquier acto emprendido por las mismas, incluida la joven Constitución (1814).
in crescendo de Gran Bretaña9. Sin embargo, esto no impidió el desarrollo de una política definitoria propia, caracterizada por el expansionismo en el Nuevo Mundo aprovechando que las repercusiones del colapso de la Monarquía española en América, más duras que en la portuguesa10, ofrecía un mundo repleto de oportunidades y de peligros al mismo tiempo. Por eso, no fue extraño que en 1815 el Congreso de Viena ratificase de iure la elevación de Brasil a la categoría de reino.
Al otro lado del océano, las naves que arribaron con los Bragança, la familia real portuguesa, a Rio de Janeiro en 1808, también llevaron consigo la idea de un nuevo Imperio. Los gobiernos portugueses, ya desde el siglo XVI, habían contemplado la posibilidad de fundar en otro lugar un Estado fuerte, lejos de la amenaza anexionista de la Monarquía hispana y más rico que el territorio peninsular. Brasil, “la única colonia portuguesa social y económicamente susceptible de algún desarrollo”7, poseía todas las características imprescindibles para albergar aquel proyecto.
Pero el espejismo de unidad que se desprende de este reconocimiento, escondía la presencia de un regionalismo arraigado. Cuando en marzo de 1817 estalló la revolución pernambucana, después de casi 10 años de la estancia de la Corte en Brasil, los revolucionarios manifestaron ideales preeminentemente republicanos y “uma noção, apenas
Las primeras medidas tomadas por el gabinete del por entonces príncipe-regente Don João (regente 1799-1816; rey 1816-1826, con el nombre de Don João VI) fueron encaminadas al progreso económico de la recién estrenada metrópoli8, en paralelo a la influencia 94 | Ecléctica
Figura 1: Untitled #23, Bastian Brandner Figura 2: untitled #34, Bastian Brandner Figura 3: Untitled #21, Bastian Brandner Figura 4: Untitled #14, Bastian Brandner 7. VICENTE, A. P.: «El príncipe regente en Brasil, causas y consecuencias de una decisión estratégica», en MARRONI DE ABREU, F.J. (ed.): op. cit., p. 83.
Procesos constitucionales en iberoamérica
^ Figura 3
aparentemente confusa, de federalismo”11, en todo caso fuera de un sentimiento mayor de “brasilidad”12. No obstante, pocos años después del aplastamiento de la rebelión, una nueva amenaza, esta vez desde la Península, ponía en peligro el sueño del Imperio tropical. El triunfo de la revolución de Oporto de 1820, contagio de lo sucedido en España, convocó una Corte Constituyente que decretó el regreso de D. Joao VI a Lisboa. Poco antes de publicar la nueva Constitución, de 23 de septiembre de 1822 en Portugal, los debates entre peninsulares y brasileños “hicieron crecer los indicios de que la unión entre los dos reinos era insostenible”13. En cierta forma, el intento de recolonización propugnado por la ‘regeneração’14 del Vintismo portugués15, movieron a Don Pedro (emperador de Brasil 1822-1831; rey de Portugal 1826), 8. Para un análisis más detenido sobre estas disposiciones, véase PEREIRA DAS NEVES, G.: «Del Imperio Luso-brasileño al Imperio del Brasil (1789-1822)», en ANNINO, A.; GUERRA, F.X. (coords.): Inventando la nación. Iberoamérica, siglo XIX. México, FCE, 2003, pp. 242 y ss. 9. Además de la gran influencia de Inglaterra sobre Portugal, desde la firma del Tratado de Methuen de 1703, al arribar en Rio de Janeiro, Inglaterra impuso dos otros tratados más, con clausulas muy humillantes para Portugal: el Tratado de Comercio y Navegación de 18 de
^ Figura 4
que permanecía en Brasil, a distanciarse de Lisboa progresivamente, hasta su proclamación como Emperador en 12 de octubre de 1822. Finalmente, la Carta otorgada por este en 1824, que llenaba el vacío del proyecto abortado de la Asamblea Constituyente del año anterior, ratificó la independencia de un Estado, cuya voluntad “era ser americano”16.
LOS DERECHOS Y GARANTÍAS EN EL INICIO DEL SIGLO XIX Se puede hablar de tres generaciones de derechos llamados actualmente fundamentales: los derechos individuales; los derechos sociales y los derechos de fraternidad. Para cada generación se atribuye determinados postulados. A la primera generación – la que nos interesa en este artículo – corresponde el postulado de la libertad; a la segunda, los febrero de 1810 y el Tratado de Amistad y Alianza de 19 de febrero del mismo año. 10. McFARLANE, A.: «Independências americanas na era das revoluções: conexões, contextos, comparações», en MALERBA, J. (org.). A independência brasileira. Novas dimensões. Rio de Janeiro, Editora FGV, 2006, p. 394. 11. SILVA, L. G.: «Pernambucanos, sois portugueses», en Almanack Braziliense, nº1 (mayo 2005)
Ecléctica |95
Jairdilson Da Paz Silva
derechos sociales, económicos y culturales, que también son atinentes al principio de la igualdad; y a la tercera, son respetados los derechos de las personas colectivamente considerados, vinculados al postulado de la fraternidad. El ideario político liberal francés de 1789 se resumía en los siguientes principios: “Libertè, Egalitè et Fraternitè”. Por lo tanto, la primera generación está vinculada a los derechos individuales en un modelo clásico de constitución. Se los concibe como límites naturales e impuestos a la actuación del Estado, protegiendo derechos indispensables a la persona humana. Es una prestación negativa, un no hacer del Estado, resguardando al ciudadano. Se concibe un sujeto de derechos, el ciudadano, detentor de derechos tutelados por el Estado, oponibles Erga Omnis. Desde este punto, un largo camino fue recorrido para la fijación de derechos dirigidos al Estado y que pueden ser impuestos judicialmente. Uno de los ejemplos clásicos es la Magna Charta Libertatum, del año 1215, que produjo las primeras positivaciones en ciertos elementos jurídico-fundamentales en Inglaterra. Otro es el Habeas Corpus de 1679.
“La función dada a la Declaración de derechos de 1789 fue dotar a Francia de un nuevo régimen políticosocial” Entretanto, este ideario se desarrollará más plenamente en las revoluciones americana y francesa. Así, el Virginia Bill of Rights, de junio de 1776, supuso la primera positivación amplia de derechos del hombre al establecerse, entre otros principios fundamentales, igualdad de derechos, división de poderes, elección de representantes, derecho de defensa, libertad de imprenta y libertad religiosa. Por su parte, la Déclaration des droits de l’homme et du citoyen17 de agosto de 1789 se caracterizó por su universalidad18. El problema de los derechos del hombre es que por ser me96 | Ecléctica
ros derechos morales, su imposición se torna difícil si no son positivados y equipados con instrumentos jurídicos para su protección. Por lo tanto su positivación se impone con el nombre de derechos fundamentales en las constituciones. Así, ellos ganan, además de su validez moral, una positivación jurídica y posibilidad de ser exigidos19. Esta validez moral no excluye que sean anulados por el derecho positivo, al contrario, la validez moral de los derechos del hombre exige, como uno de los medios más eficaces de su imposición, su positivación. La burguesía salió poco a poco del plano económico para actuar en la esfera política, de ahí la relevancia que tiene la protección de la propiedad y su consideración como derecho a ser protegido, y la congénita desconfianza al poder absoluto del Estado y su interferencia en la economía y la sociedad. Esta tendencia empezó a estructurarse desde el siglo XVII, a través de las aportaciones de Locke y los pensadores ilustrados. Por lo tanto, “la primera generación de los derechos humanos, impulsada por el pensamiento liberal constará de los derechos individuales, de los derechos de participación política, de las garantías procesales y del derecho de propiedad, y se forma a través de un recorrido histórico que dura dos siglos hasta 1789, pero desde el principio, aunque sea de una manera germinal, apuntan todas sus dimensiones”20. La función dada a la Declaración de derechos de 1789 fue dotar a Francia de un nuevo régimen político-social. Además, hay una causa que explica por qué se prefirió la palabra declaración. Eso se debió tanto a la influencia americana – dotando al texto francés de una marca diferenciadora del constitucionalismo
12. MURILO DE CARVALHO, J.: Brasil. Naciones imaginadas, en ANNINO A. y GUERRA, F. X. (coords.), op. cit., p. 502. 13. BERBEL, M. R. y MARQUESE, R. B.: «Esclavitud, ciudadanía e ideología proesclavista en las Cortes de Lisboa y la Asamblea Constituyente de Río de Janeiro (1821-1824)», en CHUST, M. y FRASQUET, I. (eds.), Los colores de las independencias americanas.
Procesos constitucionales en iberoamérica
inglés, pues aquél se consideraba abstracto y universal frente a éste – como a la influencia iusnaturalista. En esta dirección, el artículo 1º de la Declaración marca derechos preexistentes y luego en los articulados siguientes pasa a positivarlos, dando a conocer principios que no son de la voluntad de los autores, pues provienen del derecho natural. Del artículo 2º en adelante se marcará el contractualismo y el nuevo orden político. El artículo 6º de la declaración, al referirse a la ley como expresión de la voluntad-general, trae el rasgo contractualista (Locke), diciendo también que será la ley la generadora de derechos. El propio título, Déclaration des droits de l’homme et du citoyen, expresaba la dicotomía entre hombre-ciudadano, extremadamente contractualista, por lo que son derechos con doble titularidad. Sobre los derechos que cabrían a uno y a otro, García Manrique señala lo siguiente: La mejor forma de entender la dicotomía hombre-ciudadano, considerar que el hombre es un sujeto de naturaleza moral mientras que el ciudadano es un sujeto de naturaleza política. El hombre es el sujeto natural que existe con anterioridad a la celebración del contrato social (…). El ciudadano en cambio, es ese mismo hombre que ha firmado ya el contrato social (…), que pertenece a una comunidad política (la nación) y es titular de ciertos derechos políticos”21. Las constituciones que se estudiarán a continuación no incorporaron este principio de universalidad, sino que intentaron, sobre diversos puntos de referencias, delimitar quiénes son los ciudadanos – sujetos de derechos.
PERSPECTIVAS CONSTITUCIONALES Y PROCESOS DE EXCLUSIONES La relación que haremos en seguida entre las constituciones es una tentativa de triangulación de los derechos individuales presentes en las tres constituciones y, a la vez, una verificación de los posibles procesos de exclusiones a estos mismos derechos. La Constitución de Cádiz señaló el horizonte de eventos de las corrientes liberales de entonces pero encarnó también cuantiosas líneas del pensamiento político de la época. Las Constituciones, primero la portuguesa y después la imperial brasileña, siguieron el rastro de Cádiz para hacer la composición de sus corpus jurídicos pero incorporando matices propios. Por eso mismo, Cádiz ocupa la cabeza de la triangulación de los derechos individuales que expresan exclusiones en la sedimentación positiva de estos mismos derechos. El alma que nortea el texto legal de Cádiz es la cuestión de la soberanía nacional ejercida por las Cortes Generales22. También constituyen principios básicos de esta constitución la separación de poderes, la representación a través de Cortes Generales – con otro matiz liberal – y la confesionalidad del Estado y su positivada intolerancia religiosa23. En cuanto al tema de la separación de poderes solamente la brasileña salió de la triple división de poderes introduciendo un cuarto poder, el Moderador24, presente en el artículo 10 de la Constitución Imperial de Brasil. Precisamente, la división en tres poderes pretendía garantizar los derechos y garantías individuales mientras que el cuarto poder suponía una corrección de los otros tres poderes, lo que le aportaba una anterioridad y superioridad
14. Liberalismo etnia y raza, Madrid, CSIC: Colección América, 2009, p. 130.
abril de 1823, caracterizado por el radicalismo liberal y por el predominio político de las Cortes Constituyentes.
15. BONFÁCIO, M. F.: «O vintismo como matriz do radicalismo portugués», en ÁLVAREZ, I. CUARTERO; SÁNCHEZ GÓMEZ, J. (eds.): Visiones y revisiones de la independencia americana. La independencia de América: la Constitución de Cádiz y las Constituciones iberoamericanas. Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2007, p. 80. Es una designación general de la situación política de Portugal, entre agosto de 1820 y
16. PIMENTA, J. P. G.: Brasil y las independencias de Hispanoamérica. Castellón, Universitat Jaume I, 2007, p. 50. Se puede ver más en PECES-BARBA, G. M.: «Primera parte: Fundamentos ideológicos y elaboración de la declaración de 1789», en PECES-
Ecléctica |97
Jairdilson Da Paz Silva
natural frente a los demás poderes realmente preocupante. En todos los textos constitucionales que estamos analizando se encuentra mencionada la confesionalidad del Estado en la invocación de los respectivos preámbulos25 . El artículo 12 de la Constitución gaditana establece la confesionalidad de la Nación española y prohíbe las demás religiones26. Es confesional pero, sobre todo, intolerante. Este elemento absolutista en el ambiente liberal de la constitución de Cádiz marcará la tónica de la discrepancia que ofrece al artículo 10 de la Declaración Francesa. Al fin y al cabo, lo que pretendían los liberales era una supremacía de la autoridad civil, por tanto, de la libertad civil sobre la religiosa27. El artículo 25 de la Constitución portuguesa establece la confesionalidad del Estado portugués pero permite a los extranjeros el ejercicio particular de sus respectivos cultos. La Constitución Imperial de Brasil, en su artículo 5, sigue la misma fórmula pero admite una libertad religiosa con reserva: el culto será doméstico, o particular en casas para eso destinadas, sin forma exterior de templo. Profesar otra religión, que no fuera la oficial del Estado, impedía ejercer algunos derechos de ciudadano como los expresados en los artículos 92, apartado IV y 95, apartado III27. Además, los altos cargos públicos estaban obligados a jurar la religión católica28. En Portugal pasaba lo mismo, pues todo el proceso electoral estaba relacionado con actos religiosos católicos. Mientras permitía a los extranjeros practicar sus religiones en suelo portugués, las exclusiones a los que profesaban otras religiones venían implícitas o explícitas en muchos articulados de la Constitución portuguesa. En cuanto al proceso de concesión de ciudadanía a la población negra y mulata, la Constitución brasileña fue la más incluyente29. Entretanto, la portuguesa también tuvo un gran margen de inclusión en su definición de ciudadanía, en el artículo 21.IV se establece que los esclavos manumitidos sin reservas alcanzaban la ciudadanía plena30. El artículo 6.I traerá el término libertos, cualificando como ciudadanos a estos sujetos; ya en el artículo 94.II, son exceptuados en las elecciones para diputados, senadores y miembros de los con98 | Ecléctica
Figura 1 >
sejos de Provincia, lo que da a entender que pueden votar en las Asambleas Parroquiales. En las discusiones trabadas en la Asamblea Constituyente de 1823 no se adoptaron criterios raciales para definir la ciudadanía y así se expresó en la carta otorgada de 182431. En Cádiz, sin embargo, los criterios raciales sí fueron adoptados, en una sociedad acostumbrada a lidiar con una división en castas. Los artículos 22 y 29 dificultaba la concesión del título de ciudadanía a la población africana32. Siguiendo la línea de Berbel y Marquese, lo que extraemos es una definición de ciudadanía incluyente en la portuguesa y en la brasileña – mientras ésta última diferenciaba entre criollos y africanos –, y una constitución gaditana que adopta rígidos criterios raciales de exclusión o de difícil acceso.
“Al tiempo que este procesos de formación de ciudadanía tenían lugar, se generó una gran zona gris que dejó a muchos marginados en estas conformaciones legales” Otros tantos procesos de exclusión a la hora de participar activa o pasivamente en los derechos de ciudadanía se verificaban en las tres constituciones. Desde un completo silencio sobre las mujeres, con excepción de la familia real, hasta los extranjeros naturalizados que en muchos articulados tienen una ciudadanía
Figura 5: Beelitz Sanatorioum II, Marc Delcan 17. BARBA, G. M.; FERNÁNDEZ GARCÍA, E.; y ASÍS ROIG, R. (dirección.): Historia de los Derechos Fundamentales (Tomo II: Siglo XVIII, Vol. III). Madrid, Dykinson S. L., 2001, p.121.
Ecléctica |99
Jairdilson Da Paz Silva
a medias, pasando también por procesos de exclusiones de analfabetos, artículo 33.VI de la Constitución portuguesa y artículo 25 VI de la Constitución de Cádiz. Otro proceso de exclusión que tratan Garriga y Lorente33 está en relación a los funcionarios públicos y los jueces, al convivir los viejos procedimientos con las nuevas aportaciones jurídicas liberales. Estos autores califican el constitucionalismo doceañista como jurisdiccionalista, por existir innumerables jurisdicciones al mismo tiempo provocando así evidentes distorsiones en la ley a la hora de interpretarla y aplicarla. En la prohibición de los tormentos físicos, las tres constituciones son tajantes en este sentido (artículo 303 de la Constitución de Cádiz.; artículo 179.XIX de la Constitución Imperial brasileña y artículo 11 de la Constitución portuguesa). Se muestra aquí la influencia de las doctrinas de Montesquieu y Beccaria en el intento de modificar el sistema penal en su conjunto34. El decreto de 2 de abril de 1811, sancionado en 21 del mismo mes, pretendió acabar con este tipo de inhumanidad. “El Decreto responde a la primera de dos proposiciones realizadas por Argüelles – la segunda de las cuales se refiere a la esclavitud, (…), al no recogerse en la Constitución su formulación”35. Así que en estos procesos constitucionales se excluyen a los esclavos de la prohibición de dichos rigores inhumanos “da tortura, açoites, baraço, pregão, marca de ferro quente, e toda a sorte de penas cruéis ou infamantes”, en la letra del artículo 11 de la Constitución portuguesa.
18. Esta vocación universalista está presente en las intervenciones de varios diputados durante los trabajos preparatorios, lo que demuestra también la conciencia que tenían de la universalidad que tenia dicha declaración. GARCÍA MANRIQUE, R.: «Segunda Parte: Sentido y Contenido de la Declaración de 1789 y textos posteriores», en Ibídem, p.248. 19. “Junto a estos conceptos generales, el iusnaturalismo racionalista incorporará a la cultura jurídica y política moderna, una contradicción que se arrastrará desde en-
100 | Ecléctica
CONSIDERACIONES FINALES En este texto hemos intentado demostrar la triangulación existente en las tres Constituciones estudiadas respecto los procesos de exclusiones. Se trata de procesos definidores de ciudadanía, dentro de la perspectiva liberal, que atendieron a un grupo que desde hacía tiempo sobrepasaba el poder económico para exigir el político. Una de las consecuencias fue la generación de exclusiones que atendieron a los más diversos intereses, tanto políticos como económicos y sociales. De hecho, una gama de derechos actualmente considerados fundamentales fueron verificados en estas constituciones, en un avance de grandes magnitudes pero, a la vez, se generó una gran zona gris que dejó a muchos marginados en estas conformaciones legales
tonces en la historia de los derechos humanos, vinculada al contraturalismo y a la dialéctica Derecho natural-Derecho positivo. La Declaración de 1789 será un modelo de esas contradicciones”. PECES-BARBA, G. M.: op.cit., pp. 139-140. 20. Ibídem, p. 123. 21. GARCÍA MANRIQUE, R.: op. cit., p. 254. 22. Es un cambio de paradigma para un nuevo Estado liberal; una nueva orden regida por el Principio de la
Procesos constitucionales en iberoamérica Legalidad. Manifestase así el art. 3 de la C.C. cuando dispone que “la soberanía reside en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales”. 23. También así entiende Manuel Ortega en el sentido de la división en grandes direcciones principiológicas de la Constitución de Cádiz. Ver más en ORTEGA SEGURA, M.: «Los derechos fundamentales en la Constitución de Cádiz de 1812», en PUY MUÑOZ, F. (Coord.): Los Derechos en el Constitucionalismo Histórico Español. Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, 2002, p. 18. 24. El art. 98 de la Constitución Imperial brasileña, especifica este resquicio del absolutismo, tal como fue diseñada para Brasil, destorciendo lo que pretendía Constant, un poder neutral: “O poder moderador é a chave de toda a organização Política, e é delegado privativamente ao Imperador, como Chefe Supremo da Nação, e seu Primeiro Representante, para que incessantemente vele sobre a manutenção da Independência, equilíbrio, e harmonia dos mais Poderes Políticos”. Las injerencias en los otros tres poderes está conformado en el art. 101, en los apartados I, II, III y IV en el poder Legislativo; en el apartado VI, poder Ejecutivo; y en los apartados VII, VIII y IX, poder Judiciario. El Poder Moderador, también estará presente en la Carta de 1826, portuguesa, concedida por D. Pedro IV, y primero en Brasil. “Assim, a concentração do poder moderador implica a teoria da separação dos poderes, pretende elevar-se a um aperfeiçoamento desta. A doutrina francesa (agora de Benjamin Constant) exerce inteiro ascendente”. MIRANDA, J.: op.cit., p. 52. 25. CC: “En el nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo autor y supremo legislador de la sociedad”;CP: “Em nome da Santíssima e Indivisível Trindade”; CIP: “Em nome da Satíssima Trindade”. 26. El artículo 12 dirá: “La religión de la nación española es y será perpetu , apostólica, romana, única verdadera. La Nación la protege por leyes sabias y justas y prohíbe el ejercicio de cualquiera otra”. La propuesta inicial era de un texto más intolerante todavía: “La Religión de la Nación española es la católica, apostólica, romana, con exclusión de cualquier otra”; <<Actas de la Comisión de Constitución (1811-1813)>>, en ORTEGA SEGURA, M.: op.cit., pp. 25 y 85.
mada en la Constitución brasileña fue, sin duda, la más incluyente para los descendentes de africanos. Según la carta otorgada por don Pedro I en 1824, los esclavos nacidos en Brasil – o sea, los no africanos – que fuesen manumitidos eran considerados ciudadanos brasileños, lo que les reservaba, en la letra de la ley, el pleno usufructo de los derechos civiles. Con relación a los derechos políticos, la Constitución brasileña siguió el criterio establecido por los revolucionarios franceses de distinguir a los ciudadanos pasivos, que apenas gozarían de los derechos civiles, de los ciudadanos activos, que participarían directamente en el juego electoral por cumplir determinadas condiciones del censo”. BERBEL, M. R.; MARQUESE, R. B.: op.cit., p.120. 31. El art.34 de la C.P., que habla de los absolutamente inelegíveis, en su apartado VII, pondrá los libertos nacidos en país extranjero. 32. Para saber más véase BERBEL, M. R.; MARQUESE, R.B.: op.cit., pp. 130-137. 33. “Los artículos se dirigían a la población de origen africano del Nuevo Mundo y adoptaban reglas bastantes rígidas para la concesión del título de ciudadano a los habitantes marcados por esta herencia, que prácticamente los excluían de la ciudadanía y el censo de población”. Ibídem, p. 122. 34. Vea GARRIGA, C.; LORENTE, M.: «Nuestro Cádiz, diez años después», en GARRIGA, C.; LORENTE, M.: Cádiz, 1812. La constitución jurisdiccional. Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2007, pp. 18-38. 35. El art. 208 de la C.P. : “As cadeias serão seguras, limpas, e bem arejadas; de sorte que sirvam para segurança, e não para tormento dos presos”. 36. ROMERO MORENO, J. M.: Proceso y Derecho Fundamental en la España del Siglo XIX. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1983, pp. 88-89.
27. Véase MARTÍNEZ SOSPEDRA, M.: La Constitución de 1812 y el primer liberalismo español. Valencia, Cátedra Fadrique Furio Ceriol, 1978, p. 378. 28. El art. 95, IV excluye de votar a los religiosos de comunidades claustrales, ya el art. 95, III inhabilita para ser nombrado diputado no profesar la religión del Estado. 29. El art. 179, V, no obstante amonesta: “Ninguém pode ser perseguido por motivo de religião, uma vez que respeite a do Estado, e não ofenda a moral pública”. 30. “De hecho, en el marco de las sociedades esclavistas americanas del paso del siglo XVIII al XIX, momento de cambio en las estructuras históricas del colonialismo y la esclavitud negra, la definición de ciudadanía plas-
Ecléctica |101
Europa en la pantalla IGOR BARRENETXEA MARAÑÓN // Historiador
E
ste artículo pretende llevar a cabo un sintético acercamiento de cómo la historia de Europa (desde sus orígenes hasta acontecimientos recientes) ha sido retratada y perfilada por el cine de ficción (utilizando un muestreo lo más significativo posible, de películas de distintos periodos históricos) tanto europeo como estadounidense. Pues, debemos recordar que construimos buena parte de nuestro pasado, el llamado imaginario, a través de imágenes (sean cinematográficas, televisivas o por otros medios). Y estas nos ayudan a comprender y consensuar la estrecha relación que sostiene la sociedad europea (sobre todo) y norteamericana, con sus diferencias, contradicciones y semejanzas.
Palabras clave Europa Historia Memoria Cine Imaginario
“La concepción de la unidad europea es ciertamente un elevado ideal, cuyo giro radica tanto en las esperanzas de un futuro prometedor como en la ajustada interpretación del pasado”*.
INTRODUCCIÓN En Europa hemos nacido y vivido, hemos sido educados, con sus realidades y conflictos, en un marco histórico de larga duración desde la Prehistoria hasta la más reciente actualidad. Este artículo trata este amplio espectro de la civilización europea, pero desde el punto de vista cinematográfico, ya que construimos buena parte de nuestro pasado a través de imágenes, más o menos elaboradas, más o menos consensuadas que, en la mayoría de los casos, provienen de nuestra relación con las salas de cine (y la televisión). La industria cinematográfica no solo tiene como única misión social la de entretenernos (aunque también) sino la de educarnos y ser trasmisora de ideologías que configuran un imaginario1. También trata de acercarnos al pasado, de reconstruirlo en presente. Estas ficciones no son sólo una invención sino una recreación a la que se encomienda una intención (más o menos directa) pues, a fin de cuentas, el cine pretende ser creíble y veraz. Y, por lo tanto, tiene como meta hacer creer que lo ocurrido
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 102 -113 ǀ
Europa en la pantalla
tiene una base auténtica. Sin embargo, una de las particularidades del cine viene revestida en su doble lectura: la del pasado y la de la realidad inmediata. Y, por ello, se convierte en una contrahistoria, tal y como señala el historiador francés Marc Ferro. Aún así, no todas las películas ostentan el mismo interés o validez ni contienen los mismos valores; están sujetas a sus propias reglas y a las sociedades a las que están destinadas. Este artículo es solo un acercamiento, no se trata, por tanto, de un trabajo exhaustivo (ya que se escapa a las pretensiones de este artículo) sobre el modo en el que el cine americano y europeo han cincelado esta idea de Europa. Nos advierte George Steiner que “hasta un niño europeo se inclina bajo el peso del pasado, como tantas veces hace bajo el de la mochila escolar sobrecargada” 2. Intentaremos que no sea este nuestro caso, porque no vamos a recopilar todas las películas. Las películas seleccionadas (una pequeña porción) revelan una historia europea, porque, en definitiva, siguiendo a Ferro, “el cine se convierte de este modo en un agente de la Historia y puede motivar una toma de conciencia”3. Veremos de qué manera lo hace.
EL ORIGEN DE EUROPA Europa nace en el albor de los tiempos. Poblaciones africanas convergieron en el continente europeo a lo largos de miles de años. Estos primeros grupos humanos eran nómadas y cazadores-recolectores. En la cueva de Altamira se observan las pinturas rupestres que nos permiten evaluar el carácter de unos grupos con un interés por representar la naturaleza y codificarlas en sus lugares de hábitat. En unas zonas van evolucionando y * RUIZ-DOMÈNEC, J. E.: Europa. Las claves de su historia, Barcelona. RBA, 2010, p. 14. 1. SORLIN, P.: Cines europeos, sociedades europeas 1939-1990. Barcelona, Paidós, 1996, 12.
desarrollando unas culturas e identidades autóctonas. Unas irán desapareciendo y otras evolucionando.
“El cine, en su propio lenguaje, une lo que son marcos históricos que no coincidirían pero que, en esa licencia, nos recrea un amplio espectro de la vida en la Prehistoria” La Historia no es un relato fijo ni uniforme sino abierto. Abierto no sólo a la interpretación, pues de la mayor parte de los pueblos mencionados sólo conservamos la cultura material, a través de adornos, armas o ajuares funerarios, y una interpretación pictórica sobre su manera de percibir el mundo que les rodeaba. Sin olvidarnos de ese estadio de las creencias que, como en el caso de Stonehenge (desde el 3100 a. C hasta el 1600 a. C) sirvió de observatorio astronómico que permite “precisar los movimientos del Sol y la Luna”4. Esto significaba que se había constituido una sociedad compleja, jerarquizada y de gran capacidad organizativa. Sabemos que se vestían con pieles de las presas que cazaban, que vivían en pequeños grupos que se fueron haciendo cada vez más grandes a medida que se dominaban las técnicas agrícolas y ganaderas. Y que a partir de ahí dieron comienzo las estructuras sociales. No sabemos cómo se expresaban pero sí hubo
4.ALMAGRO-GORBEA, M.: “De las culturas a los pueblos”, en ARTOLA, M. (dir.): Historia de Europa. Madrid, Espasa, vol. I, p. 42.
2. STEINER, G.: La idea de Europa. Madrid, Siruela, 2004, p. 51. 3. FERRO, M.: Historia contemporánea y cine. Barcelona, Ariel, 1995, p. 17
Ecléctica |103
Igor Barrenetxea Marañón
una penetración de gentes que trajeron las lenguas indoeuropeas, que incorporaron la escritura, las medidas y pesos, o las unidades de longitud y superficie. Fue cuando Europa empezó a cambiar definitivamente. Muchos de estos rasgos se ven presentes en el filme En busca del fuego (1981), ambientada en el 80.000 a.C, que en una mezcla de culturas prehistóricas diferentes nos hace un resumen (más o menos general) sintético de lo que son miles de años de Historia y evolución. El cine, en su propio lenguaje, une lo que son marcos históricos que no coincidirían pero que, en esa licencia, nos recrea un amplio espectro de la vida en la Prehistoria. El viaje de los tres protagonistas en busca del fuego no deja de ser una metáfora sobre este periodo. Viven en cuevas y pertenecen a una tribu de Cromañones, agredidos por un grupo de neandertales, coincidirán con otros grupos humanos, homo sapiens, más evolucionados, que tienen un total dominio del fuego, de las armas y de una comunicación verbal; incluso el modo en el que evolucionan sus sentimientos. Cabe pensar que lo que hace En busca del fuego es una aberración histórica5, en tanto se encuentran diversas culturas prehistóricas que no era posible que coincidieran en el tiempo. Sin embargo, en la licencia hallamos la virtud de entender que el filme es síntesis, no una reconstrucción tal cual del pasado. En suma, la intención no es otra que ilustrar de una manera didáctica el modo en el que vivían nuestros primeros ancestros. Europa tuvo puesta su mirada en el Mediterráneo. Allí es donde nos topamos con las culturas egipcias, griega y romana como las que más influencia van a tener a lo largo de los siglos, de las que seguimos bebiendo culturalmente. Centrémonos en la época clásica, en Grecia y Roma. El cine de Hollywood ha reconstruido parte de nuestro imaginario y se lo ha apropiado. Filmes como Furia de titanes (1981, 2010), Troya (2004), Alejandro Magno (1956 y 2004), o la pretenciosa 300 (2007) recrean el mundo griego desde la épica. Los dos primeros filmes citados representan esa cultura mitológica de la que somos herederos. Los hombres y los héroes pugnan contra la caprichosa voluntad de los dioses. Y esa 104 | Ecléctica
lucha no deja de ser una metáfora contra un entorno hostil en el que la codicia, los celos y las venganzas están a la orden del día. Sin embargo, en ese marco es el héroe el que prevalece ante un destino incierto, el que gana la partida a los dioses, el que logra vencer la adversidad. La idealización de este imaginario griego viene alimentado, sobre todo, por las leyendas que resultan muy atractivas para el cine. El mundo romano, por otro lado, ha venido ligado a dos aspectos muy concretos: las persecuciones cristianas y su decadencia. Quo Vadis (1951), Ben-Hur (1959) o La caída del Imperio romano (1964), estos clásicos son ejemplos de ello. El cristianismo se convierte en pilar de la Historia de Europa. El imperialismo romano se dibuja con unos rasgos brutales, paganos e inhumanos, frente al martirio cristiano. Sin duda, “la idea de Europa está entretejida con las doctrinas y con la historia del cristianismo occidental”6, fuentes de las que también ha bebido Estados Unidos. Claro que el contexto histórico cambia (el fin de la Guerra Fría contra el ateísmo comunista)7. Las películas más recientes sobre Roma son Gladiator (2000), El rey Arturo (2004), La última Legión (2007), Centurión (2010) y La legión del águila (2011). Si en los filmes anteriores el cristianismo se convierte en el eje central de sus relatos, en esta nueva hornada se instaura el concepto de libertad. Una libertad que nada o poco tiene que ver con la forma en que se entendía en esa época, sino con este cambio de coyuntura, frente a la amenaza del terrorismo internacional y los desafíos de la democracia americana. Y salvo el descarnado filme Centurión, se instruye sobre un idealismo
5. ROSENSTONE, R. A.: El pasado en imágenes. Barcelona, Ariel, 1997, p. 60. 6. STEINER, G.: p. 73. 7. ESPAÑA, R.: La pantalla épica: los héroes de la Antigüedad vistos por el cine. Madrid, T & B, 2009. Cf. ROSENSTONE, R.: A.: p. 45.
Europa en la pantalla
“El cine puede construir y enunciar una conformación prematura de un protonacionalismo, con una buena reconstrucción ambiental, dispuestos bajo premisas ideológicas en las que se apela a una conciencia nacional inexistente en esa época” cultural del universo romano, identificado con Estados Unidos, a pesar de que aquel era un mundo cruel, injusto, brutal y tremendamente machista8. La representación de la Edad Media viene articulada por una visión en la que sobresale la leyenda artúrica en Excalibur (1981), confrontada a la revisión hecha en El rey Arturo o La última legión, filmes menores, que idealizan el legado romano. A fin de cuentas, “las naciones que comenzaron a surgir por entonces nunca tuvieron una noción de Europa, sólo se interesaban por las fronteras para defenderlas o para atacarlas”9. Aún así, hay filmes de interés que retratan las relaciones de injustita entre señores y vasallos como El halcón y la flecha (1950) o El señor de la guerra (1965), la ingratitud de los reyes en El Cid (1961) o el espíritu canallesco de Ivanhoe (1952) que, a pesar de ser un cine de aventuras, también, revela parte de la imagen de la época me-
dieval. O las clásicas y muy recomendables obras cinematográficas sobre la historia de Inglaterra de Becket (1964), El león en invierno (1968) o Enrique V(1989). Además, el cine puede construir y enunciar una conformación prematura de un protonacionalismo como en Juana de Arco (1999), para el caso francés, o la producción americana Braveheart (1995) para el escocés, con una buena reconstrucción ambiental, dispuestos bajo premisas ideológicas en las que se apela a una conciencia nacional inexistente en esa época. Para caracterizar estos siglos, también, cabe señalar filmes en los que se refleja la cosmovisión religiosa de la época como la magnífica El nombre de la rosa (1986); la incidencia de la cultura musulmana y vikinga en El guerrero número 13 (1999); la floja revisión de la leyenda de Tristán e Isolda (2006), que relata el nacimiento de Inglaterra; o la última versión de Robin Hood (2010), de Ridley S c o tt, que vuelve a utilizar manidos argumentos ideológicos (sobre todo), que nada tienen que ver con la época histórica de referencia. Así, hemos de pensar que “buena parte de lo que creemos sobre la guerra en la Edad Media es ilusorio”10, señala RuízDomènic, al igual que de la sociedad, de las naciones en formación, de la cultura o de las identidades europeas. Aunque el cine nos ayuda a crear una serie de modelos que nos permiten distinguir las épocas históricas con una serie de clichés, valores y temáticas que no dejan de evolucionar, según la sociedad del momento en el que se producen. El fin de la Edad Media, a finales del siglo XV, alumbró el Renacimiento y el Barroco, que ilustran la Edad Moderna, y que supuso una nueva explosión cultural y geográfica pero caracte-
8. ANTÓN, J.: “Están locos los romanos”, El País, 22 de mayo de 2011. 9. RUIZ-DOMÈNEC, J. E.: p. 67. 10. Ibidem.: p. 91.
Ecléctica |105
Igor Barrenetxea Marañón
rizada, una vez más, por la violencia de un siglo convulso en el que las guerras entre distintas monarquías y las de religión marcaron su devenir. No hay duda de que el gran hito que determinó el cambio de era fue el descubrimiento de América, cuyo quinientos aniversario impulsó dos proyectos de diferentes calidades como 1492. La conquista del Paraíso (1992) y la pobre producción Cristóbal Colón (1992)11. Cabe indicar de la primera de ellas que es una mirada acomodaticia a la interpretación hecha desde Europa del descubrimiento (entre poética y cruenta). En contraposición, es muy recomendable la metáfora que sugiere Iciar Bollaín en su filme También la lluvia (2010) sobre la memoria y realidad del descubrimiento. Los cismas religiosos y las guerras entre los distintos Estados serán una parte integrante de las temáticas fundamentales de esta época, en la que priman las intrigas palaciegas: el cisma protestante en la floja Lutero (2005), dejándonos el clásico Un hombre para la eternidad (1966), en relación al cisma anglicano, revisado de una manera menos lograda en Las hermanas Bolena (2008). No cabe duda de que “las guerras religiosas entre católicos y protestantes han configurado el destino de Europa y el mapa político del continente”12. Ejemplo de las guerras intestinas de religión de la Francia del siglo XVI, la noche de San Bartolomé, estará perfilado en La reina Margot (1994). La película, sin estar del todo conseguida, describe con crudo realismo la violencia de los prejuicios religiosos. Los temas sobre esta época responden a revitalizar discursos de tinte nacionalista caso de Elizabeth (1998 y 2007), emulando a los filmes Juana de Arco o Bravehart, en ellos los británicos son los opresores y, en este caso, son los españoles los que se muestran con una serie de negativos clichés, propios de la leyenda negra. La visión que se ofrece de la España de los Austria se revela más autocrítica como en La conjura del Escorial (2008) que, aunque sea un filme menor, artísticamente hablando, conjuga valiosos elementos que recrean las rencillas y tramas en la corte de Felipe II. Se atreve a desvelar las entretelas e hipocresías del poder que configuran, 106 | Ecléctica
Figura 1 >
asimismo, un retrato social sobre la España imperial con sus visibles trazas de decadencia. Retrato que se dibujará, también, con resultados poco acabados en Alatriste (2006) y Lope (2010). Los siglos XVI al XVIII están definidos en las múltiples versiones de la novela de Alejandro Dumas Los tres mosqueteros. La última de las mismas, Los tres mosqueteros (2004), de producción americana, con participación austriaca, o El mosquetero (2001) de nacionalidad inglesa, o la exitosa El hombre de la máscara de hierro (1997), enfatizan la aventura por encima de todo, perdiendo buena parte de la construcción del imaginario social de aquel tiempo. Aunque cabe destacar filmes como El último valle (1971) o El regreso de Martin Guerre (1982) que pretenden ser una radiografía social de la sociedad europea de estos tiempos duros y turbulentos. Y no podemos dejar de señalar, al menos, las adaptaciones de las obras de Shakespeare, con mayor o menor éxito, o las distintas versiones que se han ofrecido de la novela de Cervantes, Don Quijote de la Mancha. Además de la inmortal obra de teatro Cyrano de Bergerac, que conoce dos versiones cinematográficas (1950 y 1990). O la guerra civil producida en Inglaterra, en el siglo XVII, entre la monarquía absoluta y el parlamentarismo, recreada de forma irregular en Cromwell (1970). En cuanto a otras visiones de Europa dadas por la filmografía europea cabe resaltar la delicada película La joven de la perla (2003), basada en la novela de Tracy Chevalier, que representa de manera brillante la relación entre el pintor Vermeer, del que se sabe tan poco, y una joven que inspiró su famoso cuadro.
Figura 1: Europa, Roberto Cantos Gómez 11. ESPAÑA, R.: Las sombras del encuentro: España y América, cuatro siglos de historia a través del cine. Badajoz, Diputación de Badajoz, 2002. 12. STEINER, G.: p.74.
Ecléctica |107
Igor Barrenetxea Marañón
Con esta excusa, podemos vislumbrar una cuidada reconstrucción de la Holanda de mediados del siglo XVII, las actitudes sociales, el mecenazgo, la vida doméstica, los celos y envidias, incluso, como telón de fondo, las diferencias religiosas. En el cine del Este se han propuesto tener su propia voz en la recreación de esos años turbulentos del siglo XVII que tan poco conocidos son en Europa Occidental. Sus propuestas, que cuentan con muchos medios, serían 1612 (2007) y La espada del rey (2007), y desprenden un discurso nacionalista. El primer filme, el más costoso de la filmografía rusa (12 millones de euros), relata la historia de los polacos expulsados del Kremlin tras la muerte de Iván el Terrible. El hecho no es baladí porque, desde 2005, la fiesta nacional rusa ha pasado a conmemorar este acontecimiento, sustituyendo al de la Revolución rusa13. El segundo filme transcurre, un siglo más tarde, durante la guerra entre Suecia y Rusia, en 1709. Estas películas muestran el esfuerzo, no conseguido, de la filmografía rusa de reelaborar un discurso patriótico para recuperar un pasado perdido, como ocurriera con El barbero de Siberia (1999). Su intencionalidad no es otra que la de trazar las claves de la identidad rusa a partir de episodios heroicos de su ayer.
LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA EUROPEA, SIGLOS XVIII Y XX Pinceladas del siglo XVIII-XIX El inicio de la Historia Contemporánea en Europa se fecha en 1789 con el estallido de la Revolución Francesa, si bien, su fermento comenzó mucho antes gracias a las corrientes de pensamiento ilustradas que se dieron a lo largo del siglo XVIII. Era el fin del Antiguo Régimen marcado por una sociedad definida por estamentos, nobleza, clero y pueblo llano, en la que comenzaban a resquebrajarse los privilegios de la nobleza para dar entrada a una nueva clase social, la burguesía, que reclamaba derechos políticos. La toma de la Bastilla es la que ilustra ese proceso de transformación. Por desgracia, como buena parte de las revoluciones, estas derivaron en un camino de violencia y resistencias que trajeron graves 108 | Ecléctica
conflictos. Este contexto fue protagonizado por un joven general corso, Napoleón Bonaparte, que marcó el devenir de las relaciones entre los países europeos y que extendió la idea de un nacionalismo que ya rondaba entre los europeos pero sin ser conscientes de ello. Es cierto que no sería hasta después cuando el nacionalismo enraizaría en Europa14. De la época previa a la Revolución francesa, cabe señalar las películas claves para comprender la sociedad nobiliaria como el clásico de Scaramouche (1950), Las amistades peligrosas (1988) o Valmont (1989). En otro plano de esa sociedad, nos hallamos con la adaptación de la novela de Dumas Los miserables (1998), con un elenco de actores internacionales que no acaba de trasmitir toda la fuerza expresiva a la hora de radiografiar la sociedad del momento. El universo frívolo y un tanto decadente de la Corte de Luís XIV se describe en Vatel (2000). Sin duda, la Francia cortesana es la que más ha inspirado al cine, con filmes pictóricos como La inglesa y el duque (2001), que ofrece la visión de una inglesa sobre la Revolución, y la controvertida María Antonieta (2007) que no deja de ser un retrato muy idealizado de la reina. La centralidad de la glamurosa Francia de los Borbones se convierte en un lugar obligado de la historia europea. El personaje que por antonomasia ha retratado más el cine, en tono de drama y comedia, ha sido Napoleón. Uno de los primeros largometrajes históricos fue Napoleón (1927), de Abel Gance. De manera reciente, nos encontramos con Mi Napoleón (2001), una comedia en la que con gran ironía convierte al emperador en un hombre corriente, tras ser internado en Santa Elena, que es capaz de amar, enternecer y revertir todo su ingenio en
13. BONET, P.: “Los rusos ignoran su fiesta nacional”, El País, 2 de noviembre de 2007. 14. HOBSBAWN, E.: La Era de la Revolución 1789-1848. Barcelona, Crítica, 2011.
Europa en la pantalla
las tareas más cotidianas. En Napoleón y yo (2009) adopta el mismo estilo, menos logrado que el anterior en el que, esta vez, internado Napoleón en la isla de Elba en 1814, sostiene una peculiar relación con su bibliotecario que pretende matarle. Tampoco nos podemos olvidar de filmes como las diferentes versiones que ha habido de la adaptación de la novela de John Boyne Motín en la Bounty (1916, 1933, 1935, 1962 y 1985) que retrata la dura vida en los barcos de vela y la fascinación por esos parajes en las islas del Pacífico; o la adaptación de la saga de novelas de Patrick O´Brian bajo el título de Master and Comander que retrata el enfrentamiento en el mar entre Inglaterra y Francia por el dominio del mar. Pero no todas las películas revelan grandes cuestiones políticas o bélicas del momento, pues cabe mencionar el interés que han suscitado las novelas adaptadas al cine de Jane Austen como Emma (1996), Sentido y sensibilidad y Orgullo y prejuicio, incluso su biografía en La joven Jane Austen (2007) que recogen la cultura e idiosincrasia de la sociedad británica de los siglos XVIII y XIX. Del mismo modo, Oscar Wilde ha sido un autor que ha generado un marcado interés, así se pueden estimar en las adaptaciones de la novela El retrato de Dorian Grey (1945 y 2010) o de algunas de sus obras de teatro, Un marido ideal (1999), La importancia de llamarse Ernesto (2005) o The good woman (2005), o la de su vida, Wilde (1997), que nos permiten asomarnos al pensamiento de la sociedad de estos siglos.
El turbulento siglo XX Sin duda, “los odios étnicos, los nacionalismos chovinistas, las reivindicaciones regionalistas han sido la pesadilla de Europa”15. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue un gran trauma para Europa. En cifras hubo 10 millones de muertos, 20 millones de heridos y 70 millones de movilizados. La guerra supuso que, por primera vez, las grandes potencias europeas se enfrentaran en un conflicto de larga duración en donde se pusieron en marcha todos los recursos de los Estados para batir al enemigo16. La guerra se verá recreada en el cine desde un punto de vista alecciona-
dor, desvelando la cruenta y gris vivencia, la lucha en las trincheras, el viciado patriotismo o los rancios códigos de honor, que derivaron en el sacrificio de millones de seres humanos. Están donde los clásicos Adiós a las armas (1932 y 1958), Senderos de gloria (1957), Sin novedad en el frente (1930 y 1980), La gran ilusión (1937), a los más recientes como Capitán Conan (1996), Pabellón de oficiales (2001), Largo domingo de noviazgo (2004), Feliz Navidad (2005). En general, en estos filmes se desvelan traumas inherentes a la violencia mostrándose de manera cruda, lo que deriva en que, en su mayoría, ilustren un mensaje antibelicista, algo común en el retrato de este conflicto.
“No todas las películas revelan grandes cuestiones políticas o bélicas del momento, cabe mencionar el interés que han suscitado las novelas adaptadas al cine de Jane Austen como Sentido y sensibilidad y Orgullo y prejuicio, […] que recogen la cultura e idiosincrasia de la sociedad británica de los siglos XVIII y XIX”
Otro de los hitos más relevantes del siglo fue la Revolución Rusa (1917). A parte de los títulos clásicos, como Octubre (1927) o El acorazado Potemkin (1925), las nuevas visiones que se ofrecen contienen un tono más crítico como en Quemado por el sol (1995) que desvela las purgas stalinistas, o las entretelas del poder en El círculo del poder (1991) y Vor (1997), retrato amargo y conseguido de esta sociedad; sin olvidarnos de la idealizada El almirante (2010), una apología que revisa la historia rusa a favor de los rusos blancos durante la guerra civil.
Ecléctica |109
Igor Barrenetxea Marañón
Tras la emergencia de los fascismos en Europa en los años 20 y su afirmación en los años 30, España se convertiría en la antesala de la guerra europea. Mientras que en Italia, Alemania y otros países triunfaban las derechas conservadoras o el fascismo, en España, el 14 de abril de 1931 se producía un cambio de régimen, instaurándose la II República, primer régimen democrático. Durante los siguientes cinco años, la República viviría grandes procesos de transformación y tensiones sociales17.
“El Holocausto, en cambio, ha sido un tema estrella, tratado en películas que van desde la comedia al drama más puro” Pero todo ello derivó, finalmente, en la Guerra Civil española (1936-1939). En cuanto a la guerra existe una larga lista de filmes que retratan la contienda desde muy diversos puntos de vista que, entre los más recientes y conseguidos, estarían La hora de los valientes (1998) y El viaje de Carol (2002). Y de entre los filmes sobre las consecuencias habría que citar El lápiz del carpintero (2003), sobre la represión franquista en Galicia, Las trece rosas (2007), en Madrid y La buena nueva (2008), en Navarra, o la recreación del ambiente social de posguerra en Los girasoles ciegos (2008). También, el cine se ha ocupado de los maquis y el sufrimiento femenino en Silencio roto (2001). En estos filmes se observa la mirada del cineasta sensibilizado con estos hechos, destacándose los traumas y el carácter inhumano de la represión18. La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) es uno de los marcos históricos que más profusamente ha tratado el cine. En este punto la filmografía americana ha sido la que más nos ha influido, desde El extraño (1946) hasta Salvad al soldado Ryan (1998)19. Europa ha realizado sus propias aportaciones al género. En Un mundo azul oscuro (2001), se revela el 110 | Ecléctica
injusto olvido dado a los pilotos checos que dieron su vida en la lucha contra el nazismo, y que acabaron sufriendo la represión soviética; en Enemigo a las puertas (2000) se describe, en tono heroico, la gran batalla por Stalingrado. También, se han tocado temas como la relevancia del espionaje en la consecución de la victoria aliada en Enigma (2001) o U-571 (2000), aunque en este caso, cambiando la Historia, favoreciendo el protagonismo norteamericano20. La filmografía alemana ha hecho sus aportes con las destacables Napola (2004), sobre la funesta educación nazi, Sophie Scholl (2004) sobre la resistencia al nazismo, y los filmes antibelicistas Stalingrado (1959 y 1992) y El hundimiento (2004). Se han tocado temas polémicos como el colaboracionismo o la traición en la Europa ocupada en Charlotte Gray (2001), Monsieur Batignole (2001), Salvoconducto (2002), para el caso de Francia, El libro negro (2004), sobre el colaboracionismo en Holanda, y Flame y Citron (2009), sobre el papel de la resistencia danesa. También, se han abordado otros aspectos como el papel de las mujeres en la resistencia francesa en Espías en la sombra (2009). Y hay piezas curiosas como Bon Voyage (2004), ambientada en los días posteriores a la derrota francesa en Sedán, criticando a la clase política colaboracionista, o Días de Gloria (2007), homenaje contra el olvido y relego hacia la aportación de las tropas coloniales francesas en la liberación de la Europa del nazismo. La violencia en el Este, algo que se ha reseñado menos en la filmografía, se muestra en películas como la muy original Todo está iluminado (2005) o la comercial Resistencia (2008),
Figura 2: Untitled #22, Bastian Brandner Figura 3: Untitled #10, Bastian Brandner 15. STEINER, G.: p. 70. 16. WASSERSTEIN, B.: Barbarie y civilización. Barcelona, Ariel, 2010, pp. 59-96. 17. JULIÁ, S. (coord.): República y guerra en España (1931-1939). Madrid, Espasa, 2006.
Europa en la pantalla
^ Figura 2
a la que cabe sumarse la controvertida Katyn (2009), aunque sea un filme simplista. El Holocausto, en cambio, ha sido un tema estrella, tratado en películas que van desde la comedia al drama más puro como son La vida es bella (1998), El tren de la vida (1998), Ilusiones de un mentiroso (1999), Hijos de un mismo Dios (2001), Amén (2002), El niño con el pijama de rayas (2008), Los falsificadores (2007), Oscar de la Academia de Hollywood, etc. Sin olvidarnos de las múltiples adaptaciones que se han hecho sobre el diario de Ana Frank, personaje emblemático porque representa la inocencia de una niña frente al exterminio nazi. O la incursión que el realizador Tarantino hizo con la inclasificable Malditos bastardos (2009). Los temas que más sobresalen son los belicistas con diversos discursos integrados que van desde la guerra justa y justificada
^ Figura 3
por parte de Estados Unidos, la denominada guerra buena, hasta los filmes antibelicistas y antinazis, aquellos que revelan el colaboracionismo o páginas oscuras de posguerra. Así como esos aspectos controvertidos como el papel de la Iglesia, los crímenes perpetrados por los soviéticos y la actitud de la sociedad alemana ante el nazismo. La caída del muro de Berlín supuso varios filmes de enorme interés, entre ellos Good Bye Lenin (2003), en tono de comedia, Berlín está en Alemania (2001) o La vida de los otros (2007), revelando la opresiva y criminal vigilancia de la Stasi (policía política) en la RDA (República Democrática alemana). Así como una serie de películas que vienen relacionadas con las consecuencias de la Guerra Fría, ambientadas en Europa, como la trilogía Bourne.
18. BARRENETXEA, I.: “Cine y represión”, en VII Encuentro de Investigadores del Franquismo. Santiago de Compostela, 2009. 19. BASINGER, J.: The World War II combat film. New York, Columbia University Press, 1986. 20. SALES LLUCH, J. M.: La Segunda Guerra Mundial en el cine. Madrid, Galland Books, 2010.
Ecléctica |111
Igor Barrenetxea Marañón
^ Figura 4
Igualmente, podemos destacar el fuerte impacto que tuvo la Guerra en Yugoslavia de la que hay un largo muestrario de filmes como Territorio comanche (1997), Savior (1998), Las flores de Harrison (2000), En tierra de nadie (2000), Guerreros (2002) o La vida es un milagro (2004) en los que se refleja la violencia contra la población civil, los asesinatos en masa, el protagonismo de los periodistas y la incapacidad de los Cascos azules de impedir las matanzas.
A MODO DE CONCLUSIÓN: EUROPA EN SU COMPLEJIDAD “Nuestra inclinación a la matanza, a la superstición, al materialismo y al egoísmo carnívoro apenas ha cambiado durante la breve historia de nuestra residencia en la tierra”21. Este pesimismo de Steiner puede trasladarse a una parte de la visión que se ofrece en la cinematografía de Europa. Es un cine basado en una concepción cultural nacionalista. Una parte de esta ha sido incorporada y asumida por Estados Unidos, debido a su potente industria cinematográfica, en su intento de moldear el pasado bajo sus parámetros ideológicos. Aunque no he tratado la cuestión de la recepción, generalmente, estos productos son los que atraen al público europeo.
112 | Ecléctica
^ Figura 5
Por lo tanto, la civilización europea se describe desde una óptica compleja. Los hitos del pasado se convierten en un elemento, en general, de reforzamiento nacional más que en buscar un discurso integrador. De este modo, las diferencias religiosas, culturales e idiosincrásicas se ponen de relieve de una manera constante, apelando sobre todo al patriotismo, lo cual dificulta el crear una identidad global en la que se olviden las etiquetas que marcan tales discursos sobre las distintas nacionalidades para reforzar la propia. Cada país, aunque hay que admitir que muchas de las producciones citadas han tenido apoyo de otros países, ha cultivado y reforzado ciertos elementos de su pasado, relegando y orillando otros. Europa se ha definido como una sociedad en conflicto permanente contra sí misma, a través de la Revolución Francesa o contra otros países, ya por cuestiones de intolerancia religiosa, ideológica o de antagonismos. El mayor problema de la unidad de Europa radica en sus propias diferencias. El cine social e intercultural, que por cuestiones de espacio no hemos podido incluir, es el que más se ha atrevido a asomar los problemas intrínsecos que existen en su seno. Mientras que la idealización del pasado y la mitología se sigue utilizando como reforzamiento de una entidad histórico-cultural que, en ocasiones, se aleja
Europa en la pantalla
de ese proceso constructivo de la realidad en la que los rasgos identitarios no permanecen inmunes al paso del tiempo, valorando más los aspectos románticos de los hechos pretéritos que la consecución, en muchos casos, de los nuevos modelos institucionales democráticos existentes más difíciles de recrear en el cine. Sin duda, la Historia sigue siendo un lugar muy atractivo para el imaginario, en el que prima la reconstrucción épica pero, también, aunque en menor medida, los registros sociales, la Inglaterra victoriana, la Francia nobiliaria o la España de los últimos Habsburgo, que siguen fascinando e ilustrando por igual la manera que tenemos de observarnos, para seguir buscando nuestra identidad como europeos, algo que, por supuesto, nunca acabará de cerrarse. A pesar de todo, las experiencias de las dos guerras mundiales han hecho el efecto de hacer reflexionar a la sociedad europea. Si en la Primera Guerra Mundial el discurso fílmico ha sido antibelicista, en lo que caracteriza a la Segunda Guerra Mundial se ha producido, a todos los efectos, una autorreflexión crítica y la filmografía alemana ha destacado en ello. España ha hecho otro tanto sobre las consecuencias de la Guerra Civil pero sin lograr un resultado acabado del todo.
Europa, sin duda, se enfrenta a innumerables encrucijadas. Una de ellas se ubica en el modo en el que tiene de referirse a su Historia común. Para ello ha construido un imaginario lleno de contrastes, de luces y de sombras (inevitable, por otra parte) que contribuye a crear ciertas dudas sobre su unidad. Pero que, por otro lado, vistas las experiencias vividas entre todos, lleva a este impulso integrador. El interés por construir una filmografía europea ayudaría a garantizar este último efecto a la hora de consensuar una memoria histórica garante de un pasado compartido pero, a la vez, dispuesto desde la pluralidad de visiones que se pueden ofrecer del mismo
Figura 4: Untitled #13, Bastian Brandner. Figura 5: Untitled #20, Bastian Brandner. 21. STEINER, G.: p. 53.
Ecléctica |113
DIDテ,TICA
Wikipedia en la encrucijada Luces y sombras en torno a la plataforma de información JUAN CARLOS COLOMER RUBIO JORGE RAMOS TOLOSA
P
oco podían imaginar en 2001 Jimmy Wales y Larry Sanger, fundadores de la mayor obra de consulta en la red, el crecimiento exponencial de su enciclopedia. Poco a poco, casi sin pretenderlo, Wikipedia se ha convertido en la obra de referencia en la red, desbancando a Encarta o Micronet, ya sea por su elaboración comunitaria o porque se sitúa en el primer puesto de referencia de los buscadores. Con el establecimiento de los primeros artículos se abrió la puerta a la construcción de un conocimiento interactivo que hoy debatimos. ¿Qué potencialidades tiene esta herramienta? ¿Qué carencias limitan su utilización?
El surgimiento de la gran enciclopedia libre respondía al desarrollo de uno de los objetivos de internet: la transferencia de conocimiento y aprendizaje. Por tanto, esta obra de referencia resultaba necesaria en un mundo donde el sujeto estaba dejando de ser mero participante, para pasar a ser gestor y productor de la información. El desarrollo de las webs 2.0, blogs, redes sociales, Youtube... convertían Internet en el escaparate ideal de las sociedades transmisoras de conocimiento. Por tanto, Wikipedia urgía, con su creación, la idea de generar las propias entradas rompiendo con la tradición de un “conocimiento impuesto” que venía de las enciclopedias
SOMBRAS Jorge Ramos Tolosa La omnipresencia de Wikipedia en la red es indudable. La consulta cotidiana de esta enciclopedia cada vez atañe a más usuarios de internet en todo el planeta. Del mismo modo son cada vez más los textos en la red (incluyendo los de académicos y especialistas) que contienen palabras con un hipervínculo a Wikipedia para explicar el término, dando por sentada la veracidad de esta “enciclopedia libre”. Lo cierto es que parece que se haya convertido en una de las mayores autoridades de conocimiento mundiales. Pero la Wikipedia no es tan “abierta a todos” ni tan fiable como se puede llegar a creer. Al menos, como sugiere la obra The Wikipedia
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 115-118 ǀ
D IDÁCTICA
LUCES Juan Carlos Colomer Rubio
Juan Carlos Colomer / Jorge Ramos
de las grandes compañías como Microsoft con la iniciativa Encarta, líder en los noventa de las enciclopedias multimedia-. Cualquier usuario de la red podía, con un ordenador, reflejar lo que sabía de cualquier ámbito de conocimiento y, a su vez, relacionarlo, en una potente estructura de enlaces, con otros artículos generados por otros usuarios. Además, el productor de información quedaba como responsable de los contenidos depositados, de las fotos, gráficos, sonidos...generando un autentico banco de documentos en red. Pero la labor del usuario no quedaba aquí. Su iniciativa podía modificar, cambiar o eliminar las entradas generadas por otros internautas con lo que la enciclopedia no paraba de crecer, modificarse y cambiar a medida que los propios acontecimientos, hechos, descubrimientos se sucedían. Estábamos, por tanto, ante el mayor depósito de conocimiento, gratuito y de acceso público de la red. La fundación Wikipedia que actualmente gestiona la enciclopedia con más de 17 millones de artículos en 278 idiomas y dialectos, resolvió rápidamente una de las críticas reticentes que recibió por parte de miles de usuarios: la fiabilidad y confianza que algunas entradas generaban por la naturaleza dudosa de las propias fuentes. Aparte de generar espacios de debate en los artículos más polémicos, propició la creación de la plataforma Citizendium, donde el conocimiento lo generaba una comunidad científica con acceso a los campos de conocimiento sobre los que versa la enciclopedia. Además, como su propio fundador se interrogaba hace algunos años en la revista Episteme1, no existiría diferencia entre los grandes grupos académicos productores de conocimiento y la “gente corriente” que realizaría los artículos. Ambos son gente con gran inteligencia. La gran diferencia es que en Wikipedia nada se impone, todo se debate, todo se comparte. Wikipedia también presenta otras características ventajosas. Por un lado, la inmediatez de los conocimientos producidos. Cualquier hecho, proceso, biografía, tabla, dato… aparece publicado en la red al instante. La población 116 | Ecléctica
Revolution, de Andrew Lih, o la reseña a esta de David Runciman3. En primer lugar, es muy cuestionable la afirmación de que las entradas “no se cierran”, como han sostenido estos autores. Cabe recordar que, en teoría, cualquier usuario de internet, esté registrado en Wikipedia o no, puede añadir, modificar o eliminar contenido de las entradas de esta enciclopedia. Ciertamente, se trata de un elemento revolucionario y único. Sin embargo, la Wikipedia no es tan libre como dice ser ni tan abierta como proclaman algunos. Sólo hace falta consultar la página dedicada a la “política de protección” para comprobar que existen hasta seis tipos de protección para las entradas, incluida la total4. Esto significa que, en diferentes niveles, el contenido de una entrada puede estar vetado a su modificación. Pero; ¿quién decide si se cierra y con qué criterios? En Wikipedia, existe un reducido número de usuarios (que mayoritariamente son hombres jóvenes) denominados “administradores” o “bibliotecarios”. Estos “wikipedistas” tienen unas competencias superiores a cualquier usuario convencional, estando capacitados para modelar a su medida las entradas. Ellos, tras haber sido votados para llegar al rango de “administradores” o “bibliotecarios” por el gran número de ediciones (creación de entradas o modificaciones) realizadas, deciden qué artículos se protegen parcial o totalmente, supuestamente para salvaguardar la veracidad de los contenidos. Además, suelen tener mecanismos de control en gran cantidad de entradas “libres”. Cuando un usuario modifica un artículo de su interés (aunque sea para añadir bibliografía, por ejemplo) ellos reciben una notificación, lo que frecuentemente suele resolverse con la “reversión” de la entrada a
1. “The Fate of Expertise After Wikipedia” en Episteme, Vol.6-1, Consulta en: http://www.euppublishing.com/loi/epi 2. Fruto de la importancia que ha dado la plataforma al depositario de documentación Wikipedia ha creado diferentes plataformas que permiten al usuario subir este tipo de documentos: commons, wikisource, wikilibros, wikcionario…
Wikipedia en la encrucijada
mundial se convierte en productora inmediata de contenidos y puede acceder a ellos con una velocidad pasmosa. Por otro lado, resultaría el “gran archivo en red”, con multitud de documentos colgados que se convierten en inéditos y que Wikipedia alberga en una gran colección. Una fotografía tomada hace años, por ejemplo, durante la caída del Muro de Berlín y colgada por su autor cobra un valor sustancial y hace de la enciclopedia el gran depósito digital de nuestra generación2. A la crítica de la edición rápida y eliminación de contenidos también se le ha puesto remedio. Los editores de la Wikipedia con mayor influencia, los bibliotecarios, cuentan con el privilegio de bloqueo de un artículo cuando se detecta una modificación interesada o errónea. Para alertar a los bibliotecarios sobre estos casos existe en la enciclopedia una página llamada Vandalismo en curso. También es posible revisar los cambios más polémicos sufridos por la web colaborativa a través de WikiScanner, una herramienta que permite hacer un seguimiento y localizar a los visitantes anónimos que editan los artículos
3. LIH, A.: The Wikipedia Revolution, New York, Hyperion, 2009; y RUNCIMAN, D.: “Like Boiling a Frog”, The London Review of Books, 10, 28 de mayo de 2009. 4.http://en.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Protection_policy, consultado el 25/06/2011. 5. http://es.wikipedia.org/wiki/Wikiproyecto:Israel, consultado el 27/06/2011.
su estado anterior. El poder de los bibliotecarios es, pues, omnímodo y nada transparente. Igualmente, en considerables ocasiones esta enciclopedia virtual no está exenta de importantes proyectos de manipulación de contenido. Concretamente, es conocido el caso que concierne a los artículos relacionados con Israel y Palestina. En su versión en castellano, por ejemplo, estos están plagados de informaciones sesgadas e incluso falsas, la mayoría escritas y protegidas por los miembros del “Wikiproyecto Israel”5. Los “Wikiproyectos” son empresas colectivas que tienen el objetivo de aumentar o mejorar las entradas que hay en Wikipedia sobre un tema. Los usuarios más activos de ellos suelen ser administradores, quienes habitualmente participan en varios Wikiproyectos a la vez. El caso de las entradas “vigiladas” por el “Wikiproyecto Israel” es paradigmático. Aquí, desde hace años, la Wikipedia ha sido despojada de facto de su epíteto más conocido y apreciado: libre. Resulta casi imposible modificar cualquier artículo que esté en la lista de los bibliotecarios del “Wikiproyecto Israel”. Aunque un gran número de “voluntarios-editores” les rebata en las páginas de discusión, arguyendo que la información viola el tantas veces citado PVN (Punto de Vista Neutral), es extremadamente difícil cambiar el contenido de estos entradas. Los bibliotecarios o “conserjes”, que supuestamente “buscan abusos”, controlan que nadie pueda modificar informaciones en numerosas ocasiones absurdas pero que a ojos del público en general pueden ser verdades absolutas, dada la gran popularidad que está adquiriendo Wikipedia. >
6.www.elmundo.es/navegante/2008/04/23/tecnologia/1208961786.html, consultado el 27/06/2011. 7. En el primer e-mail enviado desde CAMERA se pedía divulgación para hacer efectivo el “reclutamiento” pero teniendo cuidado de que el mensaje no llegara a la prensa.
Ecléctica |117
Juan Carlos Colomer / Jorge Ramos
BIBLIOGRAFÍA GLOBAL SANGER, L..“The Fate of Expertise After Wikipedia” en Episteme, Vol.6-1, Consulta en: http://www.euppublishing.com/loi/epi LIH, A.: The Wikipedia Revolution, New York, Hyperion, 2009 RUNCIMAN, D.: “Like Boiling a Frog”, The London Review of Books, 10, 28 de mayo de 2009.
Las maquinaciones para reescribir las entradas dedicadas al conflicto palestino-israelí en la “Enciclopedia libre” son de índole internacional. El diario El Mundo se hizo eco de la campaña que estaba llevando a cabo, en este caso, la entidad pro-israelí CAMERA (Comité para la Precisión de la Información sobre Oriente Próximo en América, en sus siglas inglesas)6. Este comité se ha dedicado a enviar en los último años correos electrónicos para reclutar a internautas con el propósito de que escriban a favor de Israel y “corrijan” lo que no les interesa, explicando detalladamente los pasos para introducir información evitando levantar sospechas7. El propósito es aprovechar los cauces de “libertad” en artículos que todavía no están protegidos para cambiarlos según su versión y poder cerrarlos posteriormente, bajo el argumento de que “puede ser objeto de vandalismo” o de “violar el Punto de Vista Neutral”. En los parcial o totalmente protegidos la batalla es más dura, pero los bibliotecarios “amigos” pueden ejercer su función, según afirmaba uno de los primeros e-mails enviados desde CAMERA. También se pedía estar los primeros meses después de registrarse al margen de artículos relacionados con Israel-Palestina, para alcanzar la categoría de administrador con menores problemas y después aprovechar la nueva posición virtual. Una de las actuaciones más comunes es calificar cualquier contenido desfavorable a Israel como “impreciso” o “falso” (por ejemplo, en lo referido a palabras como “muro”, -“barrera de seguridad”-, según ellos, o “colonias” -“viviendas en Judea y Samaria”-, según la versión israelí), lo que viene seguido de su modificación o eliminación. Así, han conseguido transformar cuantiosos artículos sobre el tema y que un incalculable número de personas acepte sin reservas lo que allí se dice. En palabras del citado artículo de El Mundo, “intoxicando a los usuarios”. Y no es la única campaña de este tipo. Por lo tanto, a la hora de usar Wikipedia, cabe ser cauto y contrastar la información, no dejándose llevar por la luz cegadora de su “revolución”
118 | Ecléctica
Jugando con fuego Valoración didáctica de “Sombras de guerra” (Legend Studios, 2007) GARIKOITZ GÓMEZ ALFARO JOSÉ RUIZ ANDRÉS
E
n el año 2007, coincidiendo con el aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco y el debate a raíz de la Ley de la Memoria Histórica, los malagueños de Legend Studios sacaron al mercado un videojuego de estrategia en tiempo real que lleva a nuestros ordenadores la Guerra Civil española. Entre otros, Sombras de guerra ofrece la posibilidad de manejar a cualquiera de los dos bandos e, incluso, de “cambiar la historia”. Aquí nos ocupamos de sus posibilidades como herramienta didáctica. Si bien las posibilidades al alcance de los pedagogos aumentan exponencialmente con el uso de las nuevas tecnologías, los riesgos, por otra parte, también aumentan se multiplican. Así pues, nos preguntamos, ¿qué puede ofrecernos Sombras de Guerra?
1. Como ocurre con el caso del cine, los videojuegos históricos han ocupado un lugar incómodo para los historiadores. La imagen, parece sospechar la academia, no está acompañada de la suficiente reflexión. Sin embargo, se pregunta el historiador Robert A. Rosenstone, ¿cuántos historiadores profesionales especializados en historia contemporánea han “aprendido algo” relacionado con la historia antigua a través de largometrajes como Gladiator (R. Scott, 2000)? Siguiendo esta misma línea, reformulamos la pregunta ¿quién no ha podido familiarizarse con fragmentos de la historia siguiendo las campañas de clásicos como Age of Empires (Ensemble Estudios)? Muchos de los que hayan manejado alguno de los juegos estadounidenses sobre la II Guerra Mundial conocerán datos como el día exacto en el que los aliados invadieron Normandía. Los recursos digitales están comenzando a estar reconocidos como una poderosa herramienta pedagógica en parte gracias a su atractivo. Pero es que, además, la industria de los videojuegos, ese “new
Hollywood”, ha comenzado también a recibir el reconocimiento de parte del mundo de la cultura. Ahora bien, ¿qué clase de historia es esta que nos enseña los videojuegos? El ejemplo que hemos escogido ha sabido aprovechar el boom de la memoria histórica: una vez más, hablamos de la Guerra Civil. 2. Sombras de guerra comienza con un video de presentación efectista en el que está bien condensada la apuesta de la compañía española. Se trata de un juego de estrategia similar –aunque de calidad algo inferior- a otro juegos como Imperium en los que no cuenta tanto la gestión de recursos como la mera táctica militar. En él puedes desarrollar dos modos de juego: Campaña –donde puedes “jugar la guerra civil española” escogiendo el bando republicano o el bando nacional jugando distintos episodios como “El alcázar de Toledo” o “Un valle llamado Jarama” - o escaramuza, donde utilizando los contendientes propuestos –Nacional, Republicano, URSS, Alemania, Italia- se juega en un escenario a-histórico. >
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 119-121 ǀ
Garikoitz Gómez Alfaro / José Ruiz Andrés
Aunque en la campaña de promoción del juego se utilizó, buscando el morbo, la idea de tú decides la historia, el jugador se encuentra la primera decepción al comprobar que las campañas están subordinadas a ciertos sucesos de la guerra civil. Esto, en base a una didáctica histórica, no sería algo negativo si la selección de los hechos que, según el juego, la conformaron, no transmitiese una visión falseada del proceso histórico. A saber: introducción de datos falsos –como la equiparación de la ayuda internacional recibida por el bando franquista y el bando republicano- la omisión de importantes procesos acontecidos en la guerra -la descomposición del estado republicano, la disolución de su ejército, el intento de reestructuración del mismo, el protagonismo que ejerció la población civil ante el golpe de estado en ciudades como Valencia, Barcelona o Madrid, los proyectos de revolución social que se intentaron llevar a cabo por estos, o la represión contra la población civil-, o la reproducción de tópicos historiográficamente del revisionismo franquista -como que la república estaba destinada al fracaso al no plantear soluciones ante una sociedad “polarizada” políticamente y no que fue fracasada por culpa del golpe de estado del 18 de Julio. 3. En un balance sobre sus implicaciones didácticas obtenemos rápidamente un saldo negativo. Hemos querido unificar nuestras críticas en torno a cuatro puntos. En primer lugar se trata de un juego incapaz de entretener (referencia a la crítica del juego). En consecuencia, lejos de destacar su interés, la historia queda simplemente banalizada. En segundo lugar reproduce un discurso histórico tibio y oficialista en busca de un ficticio punto medio que no hace justicia a lo sucedido. La equiparación de los dos bandos evoca un peligroso “todo vale” que nos recuerda al consabido fin de la historia y su implícita condena a las ideologías. La trama queda así subordinada a esta voluntad de “gustar a todos” que difícilmente logre convencer. En tercer lugar, el juego reproduce una serie de clichés discriminatorios e innecesarios –un modelo estético machista de feminidad que convierte a una miliciana en una vigilante de la playa o la reproducción del tópico del “moro” sumiso creyente y vago que utiliza frases como 120 | Ecléctica
“¿Tiene que ser ahora?” pronunciada con un exagerado “acento”-. Finalmente, destaca la concepción belicista del propio proceso donde la guerra se presenta simplemente como una consecución de batallas. La guerra civil española fue sufrida por sus combatientes pero también desde la retaguardia. Adoptar el punto de vista exclusivamente de los combatientes cibernéticos ignora la angustia psicológica sufrida por los soldados y sus familias, por las inmediatas consecuencias de hambre e inestabilidad que sufrieron aquellos que vivieron entre 1936 y 1939. Y por último, la absoluta banalización de la violencia y la muerte; irónicamente en el juego de una guerra que dejó a miles de familias sin saber dónde están enterrados sus muertos – y que hoy siguen buscando- los caídos en combate desaparecen de la pantalla sin necesidad de una fosa común. A diferencia Sombras de Guerra, existen videojuegos que, como Metal Gear Solid 3 (Konami, 2004), sí complejizan la guerra. Su personaje se enfrenta a emociones reales que cuestionan el ejercicio de la violencia. Otros, es el caso de Total War o Civilization, si bien operan desde una perspectiva del “ojo de águila” que, inevitablemente, banaliza algo tan fundamental como los conflictos entre Estados, al menos introducen muchos otros ítems como la política, economía o diplomacia. En estos casos estos videojuegos pueden resultar enriquecedores para un jugador que, al mismo tiempo, cuente con la supervisión tanto de padres como de educadores familiarizados con el contenido y las posibilidades del mismo. Sombras de guerra no es un juego que debiese tomarse como guía para una nueva didáctica de la historia. Tal afirmación no implica el potencial de los juegos de ordenador a la hora de atraer público hacia el conocimiento histórico. Estamos ante una buena idea mal llevada a la práctica. Insistimos: no entretiene, reproduce clichés discriminatorios, banaliza la violencia, tiene un punto de vista reduccionista para la explicación de un proceso bélico y además ofrece un relato falseado de un proceso que llevó a 40 años de un régimen dictatorial y represivo. “Tus defectos como hijo son mis fallos como padre” decían en una mala película histórica.
Jugando con fuego
^ Figura 1
Siguiendo la argumentación de los creadores (“hicimos un juego de la Guerra Civil porque no había ninguno”) ¿por qué no hacer uno sobre las GAL y ETA? Nos disculparán la provocación pero consideramos que una lógica mercantil no puede desembarcar en el ámbito de lo educativo. Reformulando la oración de Baudrillard en relación al conflicto del Golfo de la década de 1990, queremos terminar como empezamos: con una pregunta… ¿acaso no tuvo lugar la Guerra Civil española?
Figura 1: Spain Crusaders, Roberto Cantos Gómez
Ecléctica |121
Cine, educación y emigración ¡Vente a Alemania, Pepe! y la emigración Española de los años sesenta MARÍA JOSÉ ESTEBAN ZURIAGA
INTRODUCCIÓN El material didáctico que presentamos está destinado a alumnos de 2º de Bachillerato, de la modalidad de Ciencias Sociales. Más concretamente, se enmarca de manera transversal en las asignaturas Historia de España y Geografía, ya que en ambas se trata el tema de la emigración a Europa durante los años 60 y principios de los 70. El currículo de Bachillerato establece, dentro de la asignatura Historia de España, una serie de contenidos entre los que se encuentra un bloque dedicado a la dictadura franquista. Dentro del mismo, la emigración de los años 60 se situaría en lo relativo a crecimiento económico y transformaciones sociales, y elementos de cambio en la etapa final del franquismo. En cuanto a Geografía, el bloque dedicado a la demografía, concretado en este caso en una Unidad Didáctica dedicada a la población española, otorga una gran importancia a los movimientos migratorios, tanto los históricos como los actuales. Por lo tanto, la película servirá como base para explicar la emigración de los años 60 y también para establecer paralelos con la situación de los inmigrantes que viven en España en la actualidad.
El interés de la película está fundamentado, sobre todo, por las imágenes arquetípicas que presenta, y que serán de utilidad para explicar algunos aspectos históricos y sociales de la emigración que se dio desde España a algunos países europeos durante los años 60. Es decir, si bien “Vente a Alemania, Pepe” no tiene el objetivo de representar fidedignamente una época histórica determinada, la película está realizada en el momento en el que estaba ocurriendo el fenómeno de la emigración, y como tal tiene un importante valor para transmitir las ideas y tópicos que en la época existían sobre la misma (y que, por otra parte, ha transmitido y hecho perdurar en el tiempo), y también la realidad que inspira dichas imágenes. Gracias a la película podremos identificar los perfiles sociales de los emigrantes, sus condiciones de vida en el extranjero, las redes de relación que se crearon, etc. El presente material ha de entenderse y ser utilizado teniendo en cuenta que el profesor ha explicado previamente las características principales del tema de la emigración española a Europa durante los años 60, tratando aspectos como los factores que la motivaron, las características de los emigrantes o las
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 122 - 125 ǀ
Cine, educación y emigración
condiciones de vida y trabajo que se encontraron en el país de destino, elementos que aparecen además reflejados en la película. Esta guía puede ser utilizada como material a repartir entre los alumnos o como guión de la explicación o el debate que debería seguir al visionado de la película. Sin embargo, el material ha sido diseñado pensando en esta segunda opción, la cual consideramos más recomendable. Debería fomentarse entre los alumnos el comentario y el debate de los aspectos tratados a continuación, intentando que sean ellos mismos quienes introduzcan los diferentes elementos del tema de la emigración que quedan reflejados en la película. Por lo tanto, el profesor utilizaría el presente material didáctico como base para articular el debate, en el que los alumnos deberían ser los protagonistas.
GUÍA DIDÁCTICA: APORTACIONES DE LA PELÍCULA AL TEMA Al comenzar la película, Angelino llega al pueblo de visita, en un Mercedes, alardeando de lo maravillosa que es la vida en Alemania. Fundamentalmente, en lo que se refiere a dos aspectos: en primer lugar, el mucho dinero que se gana en Alemania trabajando mucho menos que en España; en segundo lugar, refiriéndose a las mujeres alemanas y lo fácil que es “ligar” con ellas. Esto último, aunque pueda parecer un aspecto puramente cómico o anecdótico, refleja muchos de los tópicos de la época, a los que contribuyó en gran parte este tipo de comedias. Las mujeres alemanas son representadas en contraposición a las españolas, que son “decentes” y “no quieren más que que las conviden”, mientras en Alemania hay “mucha libertad en el mujerío”. Éste es un aspecto cultural de gran importancia, pues esta imagen chocaba fuertemente con la moral católica imperante en España. La llegada de turistas, la salida de emigrantes y el traslado de muchas personas del campo a la ciudad permitieron una apertura cultural que tuvo gran importancia en la modernización de la sociedad española en muchos aspectos. Si bien éste es sólo un aspecto concreto, la apertura se dio en muchas otras ideas y costumbres de
los españoles. Volviendo al tema económico y laboral, como decíamos, Angelino cuenta a Pepe que es encargado de una cervecería en Múnich y que gana mucho dinero. Esto anima a Pepe a marcharse a Alemania, pero al llegar comprueba que Angelino no es encargado sino camarero, que tiene tres empleos, vive en una pensión y el Mercedes que llevó al pueblo era alquilado. En cuanto a la situación del propio Pepe, éste llega a Múnich sin los papeles necesarios para instalarse y trabajar en Alemania. Esta es una cuestión muy importante, pues si bien el régimen franquista transmitía la imagen de una emigración española legal y organizada a través del Instituto Español de Emigración, lo cierto es que se calcula que alrededor de la mitad de los españoles que emigraron durante los años sesenta lo hicieron de manera ilegal o al margen de los cauces oficiales. Algunos trabajadores se regularizaban una vez encontraban trabajo en el país de destino, pero otros trabajaban de manera clandestina, lo cual daba lugar a muchos abusos por parte de los empleadores. Pepe, que estaba pluriempleado en Peralejos y había salido de allí con la intención de mejorar su nivel de vida en Alemania, termina teniendo varios empleos y levantándose todos los días a las 5 de la mañana.
“Se nos transmite una visión idealizada del mundo tradicional español” Además, tenemos que intentar imaginar lo que suponía para los emigrantes, muchos de ellos procedentes de pueblos del interior de España, llegar a una gran ciudad como Munich (podemos ver el desconcierto de Pepe en la estación de tren), en un país con un idioma y unas costumbres totalmente ajenas a las suyas. Esto puede extenderse también a los españoles que cambiaron su lugar de Ecléctica |123
María José Esteban Zuriaga
residencia desde el campo a la periferia de las grandes ciudades industriales españolas, como Barcelona o Bilbao, donde las costumbres eran totalmente diferentes. Este último hecho hizo muy frecuente lo que los historiadores llaman “asociacionismo étnico”, y que se encuentra presente en todos los fenómenos de emigración. Es decir, en las ciudades españolas los andaluces se juntaban con los andaluces, los gallegos con los gallegos, etc., y si había gente del mismo pueblo también tendían a apoyarse entre sí. Si esto era así en las ciudades españolas, podemos imaginar que en el extranjero la tendencia a unirse con aquellos que hablaban el mismo idioma era mucho mayor. Así, la presencia de conocidos en algún lugar de acogida provocaba el llamado “efecto llamada”, como en la película, pues el emigrante iba donde conocía gente que le podía ayudar y apoyar a su llegada, además de lo que suponía poder relacionarse con conocidos, amigos o familiares en una ciudad o un país extraño. Esto, que se conoce como redes migratorias, tiene una gran importancia en cualquier fenómeno migratorio, y el volumen de emigrantes ilegales que salieron de España a través de esta “vía” fue mucho mayor que a través de las redes y mafias clandestinas. En la película podemos observar perfectamente estas redes de relación, pues casi todos los alojados en la pensión son emigrantes españoles, acuden a la casa de España, y si se encuentran con algún paisano del pueblo de al lado o de la zona la relación que se da entre ellos es más intensa que con otros españoles. Aunque casi todos los alojados en la pensión sean españoles, no debemos obviar las diferencias entre ellos. Don Emilio, el médico, se diferencia claramente de los demás tanto por su nivel socioeconómico y cultural como por los motivos por los que está en Alemania. Él mismo expresa que se fue “porque no estaba conforme con nada”. Es decir, es un republicano que se fue de España por motivos políticos.
124 | Ecléctica
Por lo tanto, tiene que quedar clara la disparidad entre los exiliados políticos y los emigrantes por motivos económicos, pues vemos las diferencias como el nivel de estudios y categoría profesional, concienciación política, etc. Además, el objetivo de los emigrantes en todo momento es volver a España. Esto es algo que don Emilio les recrimina con unas interesantes palabras sobre la cuestión del retorno, siempre presente entre los emigrantes. Este es un tema fundamental al final de la película, sobre el que todos los personajes reflexionan y dudan. Finalmente, el “amor a la patria”, las jotas y la nostalgia se imponen y todos, excepto don Emilio (el drama del exiliado, que se siente extranjero en todos sitios), vuelven. En una conclusión patriotera llena de estereotipos (“¡Ala maños, los más cabezotas de España, a mucha honra!”), lo que parece querer decirse es que, finalmente, en la España del franquismo no se vive tan mal. Pepe, al volver al pueblo, cuenta que “aquello es un paraíso”, y que volverá en cuanto bauticen al hijo que va a tener. Las exageraciones que cuentan son las mismas que oímos al principio de la película de boca de Angelino, pero ahora sabemos que Pepe oculta que la vida en Alemania no es tan maravillosa, mientras se nos transmite una visión idealizada del mundo tradicional español
Figura 1 > Cartel publicitario de la película Vente a Alemania Pepe.
Ecléctica |125
RESEÑAS
Balada triste de trompeta VERÓNICA MARTÍNEZ MONFERRER
Director: Álex de la Iglesia Título: Balada triste de trompeta País: Francia, España Fecha de estreno: 17-12-2010 Reparto: Carlos Areces (Javier, el payaso triste), Antonio de la Torre (Sergio, el payaso tonto) Carolina Bang (Natalia), Alejandro Tejerías (el motorista fantasma), Santiago Segura, Fernando Guillén Cuervo, Sancho Gracia. Productora: Tornasol Films, Motion investment Group, Castafiore Films, Televisión Española (TVE), Canal+ España, La Fabrique 2. Distribuidora en España: Warner Bros. Pictures.
En este film vemos cómo el absurdo de la Guerra Civil y su violencia salpica y transforma el alegre mundo del circo y a todos los que a él pertenecen. Lejos de apaciguarse durante el proceso de Transición democrática se desborda en una vorágine de locura en la que la sed de amor y venganza destruye a sus dos protagonistas: Dos payasos clásicos de circo: el blanco (el triste) y el augusto (el tonto).
Esta función de clownesca de espejo adquiere en sí el estatus de metáfora y su poética busca no sólo conmover y hacer reír sino que
Álex de la Iglesia con sus dos protagonistas centrales, el augusto y el blanco persigue este fin que yo creo que logra con relativo éxito. >
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 127-128 ǀ
R ESEÑAS
El clown no busca la risa en sí misma sino que la risa viene como resultado de la comprensión a través de su atuendo y la rutina que interpreta de algo eminentemente absurdo e incluso trágico de nuestra humana existencia. Con ayuda de la exageración, lo grotesco, lo cómico y delirante se nos presenta de una forma digerible, risible. Nos reímos de aquello que reconocemos en él como nuestro, lo que pasa es que lo vemos proyectado en él y gracias a la distancia que ello supone conseguimos identificarlo y aceptarlo mediante la risa.
tenga en la exageración su alimento. Porque el bufón en su pretendida inocencia utiliza todas las herramientas que tiene a su alcance para llamar nuestra atención sobre un hecho sobre el que quiere que reflexionemos o comprendamos. Todo lo que hace, por tanto, con la exageración es hacer visible aquello que por cotidiano y pegado a lo humano nos pasa desapercibido pero que inmediatamente revele su carácter absurdo cuando se aísla y se ve reflejado en la rutina del artista. Consigue, por tanto, que el espectador ría por la identificación y si tiene la suerte de que el espectador dé un paso más allá logre incluso que la identificación sea un proceso consciente para el sujeto, lo cual abre un mundo para la acción, para el cambio, un movimiento. Esta función crítica y transformadora sería el mayor éxito del payaso aunque pocos son los que logran saborearlo.
Verónica Martínez Monferrer
El augusto se erige en el circo como la autoridad y cual caudillo ejerce arbitraria y déspotamente la violencia sometiendo al resto a su poder mediante la agresión y el miedo. La risa que sería aquí el único acceso a un mundo humano pasa por el sometimiento y la arbitrariedad de la autoridad. Pero en la medida en que ese mundo es insostenible indefinidamente se va cayendo en pedazos cuando el amor (Natalia) aparece como insumiso, incapaz de regirse por la posesión. Desde ahí el augusto se va transformando en un monstruo y los pocos rasgos humanos que podía tener se tornan en una caricatura patética y deforme de un esperpento frágil, impotente, solo y con ansias de venganza. Solo la rabia de destruir todo aquello que le impide poseer lo amado y la impotencia de no lograr poseerlo le mantiene en vida.
“El callejón sin salida trágico y absurdo que nos presenta tiene el objetivo de mostrarnos como un espejo deformante aquello que ve y que ha visto en nuestra propia España y en nosotros mismos como herederos” El blanco no puede reír, es decir, relacionarse con los demás de forma humana porque el dolor y el sufrimiento causado por aquellos que como el blanco han ejercido la violencia de forma arbitraria le han arrojado a un mundo absurdo en el que el único sentido de su existencia será la venganza y los únicos sentimientos la impotencia y el resentimiento. Cuando el amor (Natalia) aparece lo único que revela es que hasta que no se deshaga de los yugos del poder autoritario no podrá amar, ni reír pero para ello tiene que convertirse en aquello que ha odiado. Lo cual le lleva al mismo callejón absurdo que al anterior porque el amor que sólo puede descargarse desde la rabia, la violencia y la venganza le transforma en un monstruo incapaz de salir 128 | Ecléctica
de su propia trampa y perdiendo lo poco de humano que le quedaba. Lo que Álex de la Iglesia hace magistralmente es encuadrar a estos dos personajes en el contexto histórico de la Guerra Civil a la Transición, para que nosotros no solamente podamos identificarnos con lo que resuena de nosotros mismos en los personajes, sino para que nos hagamos conscientes de ello viendo en estas figuras no sólo a dos payasos patéticos y autodestructivos, sino a dos formas paradigmáticas de ser que pueden coincidir con las dos Españas. Así, de forma exagerada y grotescamente presentadas nos muestran la incapacidad de ambas de reparar el daño, restaurar su humanidad y reanudar la relación con el otro desde la dignidad, el respeto y el amor. El callejón sin salida trágico y absurdo que nos presenta en su película tiene el objetivo de mostrarnos como un espejo deformante aquello que ve y que ha visto en nuestra propia España y en nosotros mismos como herederos de esas formas de actuar tan poco válidas una como otra para sobrevivir humanamente en comunidad. El único toque de esperanza lo encarna el motorista fantasma porque sólo él, siendo o no consciente del carácter absurdo de la existencia no elige vivir desde la tragedia ni la violencia sino desde la inocencia de desafiar la imposibilidad. No dejará de perfeccionar su moto hasta que muera porque al menos tiene un sueño elevado, volar. Volar como su forma de que el otro le vea, le quiera. Volcar su existencia en ello le otorga la humanidad y la dignidad del que sabe que va a morir pero lo hace con la cabeza alta y los brazos abiertos hacia el otro
La Regenta:
Un fragmento de la historia cultural de la Restauración NORA CORTINA MARTÍN
Autor: Leopoldo Alas (Clarín) Título: La Regenta, volumen I y II Editorial: Cátedra, Edición de Juan Oleza con la colaboración de Josep Lluis Sirera y Manuel Diago en 1993. Tomo I: 662p. ISBN: 8437604540 Tomo II: 598 p. ISBN: 8437604559 La novela original fue publicada en dos tomos en 1884 y 1885 con prólogo de Benito Pérez Galdós.
Al estudiar una novela como un producto his tórico conseguimos acercarnos a una época, considerada un documento más al que so meter al análisis histórico, podemos rastrear el mundo cultural en el que fue escrita. Un ejemplo de ello es el caso de “La Regenta”. No en balde fue una novela que impactó por el reflejo mostrado de la iglesia, su anticlericalismo es para muchos críticos literarios la causa de su escaso éxito inicial entre el público, a posteriori se ha considerado una novela que caracteriza un periodo y que ejemplifica una corriente literaria, el realismo, el hecho de que fuera duramente criticada por sus coetáneos, la hace aún más interesante como objeto de análisis. “La Regenta” radiografía una parte la socie dad en la que vivió el autor. Inmediatamente después de la publicación de la novela, Ovie do se vio identificada en la calles de Vetusta, tal vez otorgándole este nombre a su ciudad imaginada. Clarín pretendía poner el acento en lo rancio de muchos comportamientos de su población. Se considera aquí la cultura como todo producto humano que nos distancia de la naturaleza y nos sirve para edificar un entorno
propiamente artificial. “La Regenta” nos permite analizar la sociedad de la Restauración más o menos arraigada en su forma de rela cionarse a los preceptos eclesiásticos o a las nuevas formas burguesas, pero también todo un conjunto de aspectos que la hacen com pletamente diferente a otras sociedades: sus costumbres alimenticias, el vocabulario reli gioso que si bien se mantiene no forma parte del grueso de la sociedad actual; las fórmulas de seducción y de rechazo, el poder del ru mor, las fórmulas de transmisión del mismo y como el qué dirán se utiliza como arma más allá de la realidad . El matrimonio de conveniencia es el eje sobre el que gira la insatisfacción de Vetusta. La conveniencia frente a la conciencia de no tener lo que se quiere, unos luchan por ello, otros se conforman. Todo un abanico de personajes dignos de conocer a través de la lectura de los dos volúmenes de “La Regenta”; un gran número de personajes que permiten al lector, y más aún a un lector de otro tiempo, además de conocer una sociedad pasada, sentirse identificado, ya que aunque el ser humano pertenece a su tiempo y a su historia, existen sentimientos e inquietudes que no se transforman generación tras generación: el
Ecléctica, Revista de estudios culturales ǀ 2012 ǀnúm. 1 ǀ 129-131 ǀ
130 | Ecléctica
La regenta
amor, la envidia, los celos, el miedo, la pasión, la inquietud, la duda, el deseo de aprobación, la lucha por el cambio… encontramos en esta novela pasajes que lejos de acercarnos al momento en que la novela fue escrita nos acercan al ser humano, nos ayudan a repensarnos como individuos en el seno de una sociedad. La sociedad vetustense se muestra esquizofrénica, dividida por una doble moral encarnada en la vida de Ana Ozores, un amor dividido entre el misticismo y la carne; la búsqueda de un protector y de la libertad. La pasión contenida la lleva a la histeria, a la enfermedad. Un constante ir y venir de sentimientos encerrados en una forma de ver la vida que le permite sufrir de amor hasta el desmayo; rodeada de una cultura que ella asume y practica hasta la enfermedad, pero la divide, como dividida está esta cultura del momento entre la tradición católica y las nuevas costumbres burguesas, librepensadoras; entre Fray Luís de León (“La perfecta casada”) y Santa Teresa de Ávila (“La perfecta cristiana”), entre el ángel del hogar y la mística beata. La regenta es una mujer ejemplar, envidiada por cumplir con ambos papeles, por ser centro de atención sin querer serlo. Es envidiada por todos los modelos de mujer imaginables por ser aquello que la hace tan infeliz y ejemplar, tentada por el adulterio, empujada a la beatitud; un vaivén de sentimientos que dan forma a la novela a la vez que muestran a una mujer histérica, condicionada por todo lo que se espera de ella, una extraña dentro de la cultura que la somete. En contra de lo planteado por la crítica feminista hacia la novela de Clarín, no creo que el autor muestre modelos culturalmente establecidos para ambos sexos para que estos queden arraigados, sino más bien al contrario muestra la lucha por romper estos modelos, la necesidad de luchar para romperlos, lucha que finaliza con un trágico final para la mujer que se debate entre lo que se espera de ella
y lo que ella necesita, creo que Clarín busca romper modelos, los muestra para que se luche contra ellos, demanda en su tono realista que se tenga en cuenta otra realidad. Muestra como el ángel del hogar no es más que una falacia, que es la moral cristiana la que encierra a las mujeres en los conventos, la que les niega la capacidad como escritoras, siendo que el ideal burgués del modelo de mujer es el “ángel del hogar” no es el modelo de mujer que aparece en la novela.
“En contra de lo planteado por la crítica feminista hacia la novela de Clarín, no creo que el autor muestre modelos culturalmente establecidos para ambos sexos” Clarín ve en la mujer de finales del siglo XIX un sinfín de retratos y como culpable de su desazón y malestar, de la falta de su desarrollo como persona, la iglesia y la moral cristiana. El autor utiliza la expresión “sexo débil” para referirse a las mujeres encargadas de trasmitir la fe cristiana, aquellas encargadas de someter a sus iguales con supercherías y miedos acerca del pecado. Destaca su crítica al peso dado a la iglesia que se vale de la moral para controlar a sus feligresas y que estas a su vez controlen a sus maridos Al tratar de extraer el reflejo que de la sociedad hace Clarín destacan no aquellos hombres que sometían a sus mujeres, las dejaban en casa mientras ellos iban al casino a hablar de política (o a criticar y cotillear) si no aquellas mujeres que con sus actitudes represoras, “educan” a otras mujeres
< Figura1: La Regenta, Carolina Fernández Martínez
Ecléctica |131