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SOMUNCURA
Somuncura (Parte I) La fragilidad relictual de un espacio único…
Por el Prof. Julio César Guarido - Geógrafo UBA - Auditor Ambiental
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Si bien hoy es un “Área Natural Protegida”, su control y gestión está expuesta y es vulnerable a los predadores de una sociedad poco comprometida con su entorno y con el concepto de sustentabilidad, pensando en las generaciones futuras. Vulnerable a las actividades económicas extractivistas y de apropiación de los recursos naturales. Vulnerable por los recursos que van degradando, contaminando e impactando el ambiente sin que se considere que toda pérdida de biodiversidad, puede ser una pérdida para siempre.
La Meseta de Somuncura se visualiza en el horizonte como una “gigantesca isla rocosa” de bardas altas y escarpadas, producto de derrames sucesivos de lavas muy fluidas que se desarrollaron sobre una extensa superficie regional. Este pedestal natural está circundado por un mar de sedimentos modernos, como los rodados Tehuelches y Patagónicos, y de afloramientos antiguos y erosionados que dejan entrever con sus geoformas, el paleorelieve original de la comarca. Estos paleo relieves, encauzaron el comportamiento en el derrame de las coladas de basalto que fluían desde un centro efusivo, probablemente fisural, siguiendo las pendientes de valles preexistentes. Los procesos de modelado del paisaje, fueron erosionando las superficies menos resistentes o más friables. Se produjo entonces, una inversión del relieve, quedando el encauzamiento del basalto rocoso y más resistente a la erosión (en un ciclo de 25 a 30 millones de años), en un plano más elevado. Un ambiente amesetado, de mayor altura relativa, respecto a su nuevo entorno. Quizás este “aislamiento” natural de esta meseta un poco inhóspita y de muy difícil acceso, la haya resguardado por años, del impacto predatorio del hombre contemporáneo. Aunque tal vez hoy, estemos entrando junto con ella, en el “tiempo de los impactos ambientales” y el del “riesgo potencial” que tienen los espacios únicos y poco conocidos como éste… Vemos además que el contacto de los nuevos pobladores no tiene la vinculación con el espacio y el medio, que tenían los pueblos originarios. Tengamos presente que este espacio mesetario se encuentra en la región norpatagónica, que a su vez se inscribe en la diagonal árida de nuestro país, con biomas altamente frágiles a los disturbios ambientales. El grado de resiliencia, o de recuperación ante los impactos, es muy bajo en comparación con otras áreas. Su frágil cobertura herbácea, queda expuesta a potenciales procesos de sobre explotación del recurso, a desertificación por sobrepastoreo y manejo predatorio de sus pasturas. Sumemos la presión que se ha ejercido sobre su fauna, entre otros, zorros, guanacos, avestruces, cóndores, maras, pumas, y sobre algunos endemismos, como la Ranita de Somuncura o la Mojarra Desnuda, depredada por la siembra de otras especies exóticas y agresivas sobre el arroyo de Chipauquil. Otro impacto no menor, está dado por las acciones incontroladas del “furtivismo” que ha llegado al arreo de guanacos para su esquila, brutal y salvaje, matando, estresando o lastimando gravemente en esta acción depredadora, a una especie sobre la que se visualiza y se considera solamente el precio de su pelo… Todo es frágil en este espacio relictual en partes… prístino y primitivo en otras… Ahora bien, analizando la gestión que se ha tenido sobre este espacio, encontramos el Decreto N° 356/1986, publicado en el B.O. el 14/04/1986, que declara Área de Reserva Protegida a la Meseta de Somuncura. Posteriormente, se fija mediante el Decreto N° 1479/2004 los límites provisorios del Área Natural Protegida Provincial, Meseta de Somuncura.
Plan de Manejo. Meseta de Sumuncura En abril de 2009, se presenta en el Consejo de Ecología y Medio Ambiente, (CODEMA) de la Provincia de Río Negro, el “Plan de Manejo Meseta de Somuncura”, elaborado por un equipo multidisciplinario de casi 30 profesionales, dirigidos por Eduardo Lui, Julio César Guarido, Julio Anguita y Rodolfo Casamiquela. Este espacio Natural, presenta una superficie, en la provincia de Río Negro, de más de 32.000 km2 siendo por ello el área protegida más extensa de nuestro país. Para correlacionar y dimensionar este espacio, consideremos que es superior en superficie, a las provincias de Tucumán o de Misiones. En cuanto al topónimo, considero y coincido con el análisis de Rodolfo Casamiquela que los nombres compuestos deben llevar el acento como palabra grave, por lo tanto no somuncurá sino Somuncura. Los pobladores así la nombran. En cuanto a la traducción al español, es coincidente mayoría el de “sonido de la piedra” o “piedra que suena”. También es posible “murmullo de la piedra”.
Sobre el ambiente de la meseta, todo es espacio y tiempo Su desarrollo en superficie nos indica que solamente en la meseta elevada de basalto y en la provincia de Río Negro tenemos 15.000 km2 . Promediando un recorrido hacia la Alta Sierra, todo el entorno hasta el confín de nuestra mirada, es Somuncura. Todo lo que abarcan nuestros ojos hasta las serranías en el horizonte es Somuncura… Cerro Chara, Cerro Corona, Cuatro Cerros, la Alta Sierra… más atrás hacia el sur, la Sierra de Apas… y/o hacia el
oeste Talagapa o Pire Mahuida… el horizonte es la meseta. En cuanto al tiempo, el transitar por ella se hace lento y se mide por horas posibles, ya no por distancias, ya que todo es extensión y dimensiones del espacio, por huellas casi inexistentes y rocosas. Siempre allí, atardece pronto… El tiempo es para trasladarnos y transitamos por el tiempo… estamos siendo observados por episodios volcánicos que han sucedido ya hace 32, a 28 millones de años… Todo es distancia, paisaje mineral y tiempo. Atardece pronto. La profundidad de las sombras que llegan, sólo son quebradas por algunas ráfagas cortas de viento helado, como un pequeño silbido, como un murmullo entre las rocas… oscurece lentamente. Si uno mira a su alrededor, impactan los colores fuertes de la arena roja de Chacaico y el basalto oscuro en contraste con los verdes iluminados de una vegetación incipiente. Nuevamente la fragilidad, sobre un bunker de roca de millones de años.
No es un espacio geográfico vacío Pese al imaginario popular, no es un espacio geográfico vacío. Existe en él una población rural diseminada sobre el “ambiente de meseta”. Algunas de ellas en pequeñas, chacras colgantes, amarradas a los manantiales o surgentes de aguas perimetrales por debajo de las bardas y sobre las terrazuelas escalonadas que se van formando por el asentamiento gravitacional de los basaltos. Vemos también varios puntos de aglomeraciones, que rodeando la meseta, en forma de rosario, se presentan desarrolladas en los “micro valles perimetrales”. Estas localizaciones, que reciben el drenaje del agua que se infiltró por el basalto de la meseta, y escurrió hacia los bordes, permiten el asentamiento de los pequeños parajes que le dan a estos sitios el paisaje particular de las escotaduras y rincones. Un pequeño arroyo, mimbres y álamos paralelos al curso de agua o formando cortinas para resguardo del viento prevaleciente del oeste-suroeste. Más atrás, una construcción con materiales del lugar, corrales con cercas de basalto y la plantación de algunos frutales de pepita y pequeñas huertas… un rincón casi bucólico en un ambiente regional, rocoso, agreste y árido. Entre ellos encontramos los parajes de Prahuaniyeu, Comicó, Yaminué, Treneta, Chipauquil, Sierra Pailemán, Arroyo Los Berros, Campana Mahuida, Arroyo Ventana y otros parajes menores. Debemos considerar también las localidades ya no tan pequeñas, sobre arroyos que bajan de la meseta y llevan un caudal considerable como El Caín, Cona Niyeu, Ramos Mexia o Valcheta, siendo esta última además, cabecera del Departamento homónimo. Esta unidad geomorfológica de basaltos, Meseta de Somuncura cuyo desarrollo areal es de más de 25.000 kilómetros cuadrados, está comprendida dentro del Macizo Geológico Norpatagónico. De esta superficie total, algo más de 15.000 kilómetros cuadrados son los que corresponderían al sector rionegrino, considerando el límite del paralelo de 42° sur. La superficie restante se desarrolla en la Provincia del Chubut (más de 10.000 Km2) y aunque su topónimo se vaya diluyendo hacia el sur, geológica y morfológicamente forman parte de una misma unidad geográfica. Si incluimos en el análisis parámetros socioeconómicos, históricos, antropológicos o de ocupación de los sitios, esta como Unidad Geográfica se hace mucho más homogénea.
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Tres grandes ambientes En el análisis de esta unidad, podríamos definir tres grandes ambientes que sintetizarían las principales geoformas.
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a.- Ambiente de Meseta. b.- Ambiente de Sierras Volcánicas. c.- Ambiente de Consumición del Paisaje Mesetiforme (Por procesos de remoción en masa).
Estos tres Ambientes identificados, constituirán la Unidad Geomorfológica Meseta de Somuncura en cuya formación, origen, composición y secuencia de erupción hay un proceso de evolución similar. En el espacio que corresponde al territorio rionegrino, están perfectamente definidos. El “Ambiente de Meseta” se identifica rápidamente en las extensas coladas de basalto que conforman un plano casi horizontal, en declive periclinal hacia sus bordes desde la Alta Sierra de Somuncura. Este plano solamente es alterado por profundos cañadones y algunos cerros volcánicos aislados. Los pobladores de Somuncura suelen hablar de “la planicie” para identificar este espacio. El “Ambiente de Sierras Volcánicas” se materializa en la Alta Sierra de Somuncura donde encontramos un conjunto de cuerpos volcánicos e intusivos, que tendrían las cotas más altas de toda esta Unidad Geomorfológica. Las escotaduras o rincones (Treneta, Chipauquil, Pailemán, etc.) van uniendo el “Ambiente perimetral de consumición del relieve o del paisaje mesetiforme”. En cuanto a las geoformas en el territorio chubutense, cabría destacar la mayor presencia de núcleos orográficos (aparatos volcánicos - centros emisores de lavas) como la Sierra de Apas, la Sierra de Talagapa, la Sierra de los Chacays o la Sierra Negra de Telsen, de gran desarrollo areal sobre una menor superficie comparativa, que atenúa la horizontalidad regional del plano de meseta. Los complejos efusivos que forman las sierras, fueron cronológicamente coetáneas o inmediatamente posteriores, a las numerosas coladas de basalto eyectadas intermitentemente durante un gran pe-
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ríodo de tiempo, constituyendo episodios volcánicos relacionados.
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“Márgenes abruptos limitan una superficie regular, topográficamente alta en relación con las áreas vecinas. La misma está constituida por una extensa planicie lávica cenozoica integrada por sucesivas coladas que se derramaron sobre un relieve aproximadamente plano, constituido, en su mayoría, por rocas friables”. (El Vulcanismo Cenozoico de la Meseta de Somun Curá, Provincias de Río Negro y Chubut. A. Ardolino y M. Franchi 1993).
Si consideramos otras variables como la funcionalidad, actividades económicas, características poblacionales, su historia, y su configuración espacial, entre otras, estas mismas geoformas condicionan un “área geográfica particular”, imprimiendo una identidad a este espacio por encima de las divisiones provinciales y departamentales. Abordaremos en la próxima entrega, esta unidad geográfica norpatagónica, que constituye el “Área Natural Protegida Meseta de Somuncura”, de la Provincia de Río Negro, siguiendo la identificación de los ambientes propuestos, fundamentando la homogeneidad de los mismos, y describiendo brevemente las características y procesos que los definen. Continuará