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Mi tierra y su gente me inspiran a crear un horizonte de oportunidades
Maritza Moncayo, gestora social de Nariño, es Ingeniera Industrial, especialista en Alta Gerencia, así como en Formulación de proyectos además de contar con un Máster en Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad Rey Juan Carlos de España. Su experiencia en el campo administrativo, incluye funciones en la Registraduría y la Alcaldía del Municipio de Buesaco, en entidades bancarias, en la Cámara de Comercio de Pasto y en el Congreso de la República, entre otras instituciones. Actividades que en función de la comunidad le han permitido siempre pensar en el prójimo “con una perspectiva de ayuda a quien realmente lo necesita”.
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La gestora social de Nariño es una mujer de retos a la que le preocupa contribuir con políticas efectivas y reales a la solución de los problemas sociales que padece la comunidad en cada municipio del departamento. Por eso no duda en afirmar que en estos cuatro años se encarga rá de trabajar por los sectores menos favorecidos, para mejo rar sus condiciones de vida con proyectos integrales que ayuden también a construir paz en las zonas rurales, castigadas con dureza por el conflicto armado, a lo largo de los últimos años.
Siempre ha creído que el campo es una fuente de vida. Por eso desde su nuevo rol en la administración pública, se ha fijado como gran apuesta dignificar a la población campesina, a la que el país le debe mucho, sobre todo en situaciones de emergencia como la que hoy se vive, por su gran aporte a la salud y la seguridad alimentaria. “Hemos logrado plantear acciones acertadas que favorecen el trabajo de nuestros campesinos”, en medio de las dificultades generadas por la pandemia, destaca. Y aunque la conectividad en el campo suponía un obstáculo durante la crisis, la gestora social ha promovido alianzas importantes con el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) para garantizar continuidad en el proceso educativo. Eso ha permitido, por ejemplo, la entrega en el municipio de Tangua de la primera de las 10 Zonas Digitales Rurales Gratuitas que entrarán a operar en el territorio. “Además, tendremos centros digitales con 772 puntos de conexión para nuestro campo”, agrega.
Esta estrategia beneficia a la población en general, ya que “no solo nuestros niños y niñas podrán realizar sus actividades escolares, sino que toda la comunidad podrá hacer uso también de las herramientas tecnológicas para la creación de estrategias que favorezcan sus emprendimientos y mejoren la productividad y calidad de vida de la gente” en el sector rural.
Gestión y acción
La situación del departamento de Nariño es compleja por su cercanía con Ecuador, país dónde la llegada del coronavirus ocasionó una grave crisis sanitaria que llevó a que cientos de migrantes venezolanos que deseaban regresar a su país de origen y que se encontraban en la vecina nación, intentaran cruzar territorio colombiano, en algunos casos de manera ilegal, aumentando el riesgo de contagio entre la comunidad. Esto ha sido todo un desafío para el gobernador Jhon Rojas Cabrera, quien ha logrado con acciones efectivas mitigar el impacto social del covid-19 no solo en la zona limítrofe, sino en todo el departamento en general. Es así como se han invertido un total de 226.555.424 millones de pesos para atender la emergenciasanitaria a través de la adquisición de equipos médicos, fortalecimiento de la red hospitalaria y la entrega de ayuda humanitaria a las familias en condición de pobreza y vulnerabilidad.
Entre las acciones se destacan el haber habilitado el Laboratorio de Salud Pública, catalogado como uno de los tres mejores del país con $500 millones propios y $1.000 millones del Ministerio de Salud, al igual que el apoyo a las ESE con insumos hospitalarios por un total de $5.900 millones. También se beneficiaron 54 municipios con ambulancias terrestres y fluviales y se dio luz verde al programa de alimentación escolar aprobado por el Sistema General de Regalías por $32 mil millones de pesos. Finalmente, se destinaron 1.600 millones de pesos en 18 mil apoyos humanitarios que se entregaron.
El acompañamiento de la madre de los nariñenses
La concientización y el autocuidado, son herramientas fundamentales a la hora de prevenir que la curva epidemiológica se dispare. Por tal motivo, se han desarrollado estrategias de comunicación y sensibilización permanentes para todo el departamento, con el fin de garantizar el cumplimiento de medidas como el distanciamiento social, el lavado de manos y el uso de tapabocas y gel antibacterial para prevenir un contagio mayor. Como gestora social, Maritza Moncayo lideró la donatón “Un Canto por Nuestro Pacífico, Solidaridad por Mi Nariño” para buscar la unión de todos los colombianos y nariñenses en torno a una sola causa social: aportar un granito de arena en favor de los hogares más necesitados de la región.
Atención a los migrantes
Junto a la subsecretaría de Paz y Derechos Humanos de la Gobernación, se vienen adelantando acciones para la seguridad y protección de la población migrante que llegó a la zona, para hacerle llevadera la difícil situación provocada por la epidemia que golpea al mundo entero desde diciembre anterior. Es así como se realizaron acompañamientos en los municipios fronterizos para entregarles kits alimenticios y de higiene a las familias. “Finalmente se logró que más de 200 migrantes venezolanos, pudieran llegar a sus hogares a través de un corredor humanitario controlado y con la protección sanitaria adecuada entre Colombia y Venezuela”.
En pro de la niñez
Siendo este uno de los ejes que más atención requiere, desde su oficina se trabaja para fomentar el entorno que les permita a los menores tener espacios seguros para su formación y desarrollo. “Nuestro acompañamiento será constante para garantizarles tranquilidad, oportunidades y espacios seguros”, expresa la gestora, quien también trabaja para fortalecer los Consejos Municipales de Política Social y apoyar las Mesas de Participación Departamental y Municipales de niños y niñas. “Nuestra actividad esta enfocada en hacer un seguimiento a la Política Pública de Primera Infancia, y a la Ruta de Atención Integral hacia toda forma de violencia contra los pequeños” en la región.
La gestora social impactó la vida de muchos niños y niñas con la dotación de kits escolares a escuelas rurales.