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Olga B, más que una líder
OLGA B, MÁS QUE UNA LÍDER,UNA EMPRESARIA QUE APORTA AL CRECIMIENTO DEL PAÍS
Luchadora social, líder cívica y empresaria, son tres términos con los que se podría describir a Olga Beatriz González, una mujer que ha dejado huella en las actividades que ha realizado hasta ahora gracias a su compromiso con la comunidad y su deseo permanente de transformar la sociedad para que sea más respetuosa y tolerante. Consciente de que ese no es un cambio que puede hacer sola, pone al servicio de la gente su liderazgo para avanzar en esa difícil, pero no imposible tarea que ha emprendido.
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Olga Beatriz González.
Muchas son las virtudes que posee Olga B, como se le conoce, pero quizá la más importante sea la empatía con las personas, cuyo dolor siente como si fuera propio. Es precisamente por eso que desde la política ha emprendido una lucha por cerrar las brechas sociales que aún persisten en Colombia y devolverle la tranquilidad y la paz que ha perdido la gente con el pasar de los años. Y es que detrás de la empresaria hay una gran mujer comprometida ciento por ciento con el bienestar común. La dedicación con la que ejerce su rol de madre, esposa y abuela, la transmite no solo a su familia, sino también a los colombianos.
Desde muy pequeña Olga B ha demostrado facilidad para expresar sus ideas, ya que cuenta con una buena oratoria y habilidad para conectarse con la gente y sus problemas. Su gran inspiración ha sido su madre, María Olga Correa, una maestra y líder cívica de Pueblo Rico que le sirvió de ejemplo para abrirse paso con empuje y carácter en un país que como lo ha expresado en la plaza pública, requiere de cambios sociales profundos para alcanzar la paz que tanto anhela la población. El hablar duro la caracterizó desde muy joven cuando decidió apoyar las causas estudiantiles que más tarde le ayudarían a convertirse en la mujer que hoy en día lucha contra el hambre y la injusticia.
También hizo parte del movimiento que buscaba mejores condiciones de vida para los campesinos en salud, educación y vivienda, evocando a su padre, un caficultor que con el sudor de su frente, la sacó a ella y a su familia adelante.
Para las colombianas
Olga B es una mujer que cree en la equidad de género y por eso ha emprendido una lucha para que la igualdad se logre en todos los ámbitos, incluidos el político y laboral. Considera que la autonomía es muy impor
tante porque permite que se avance en el desarrollo y las metas que se trazan. Aunque ve con buenos ojos la legislación colombiana en cuanto a la protección de los derechos de la mujer, lamenta que las normas se queden en el papel. Por ello continúa alzando la voz para que todas las mujeres del país tengan la oportunidad de demostrar sus capacidades y cuenten con una remuneración justa por la labor que desempeñan.
Con conocimiento de causa
A pesar de que han sido varios los retos que como persona ha debido asumir, como ser una de las víctimas del conflicto armado colombiano, Olga Beatriz ha conseguido sobreponerse al dolor y a las pruebas difíciles que la vida le ha puesto en el camino. “Quedé viuda a los 28 años por esta violencia que ha generado tanta tristeza y dolor en el país. Enfrentar la vida sola no fue nada fácil”, recuerda. El perder a miembros de su
familia, es tal vez una de las cuotas más altas que ha pagado en esta guerra inútil en la que ha permanecido Colombia por décadas. No obstante, la situación que debió enfrentar, la impulsó a continuar la labor que había emprendido. “No me gusta la guerra, ni la polarización, al contrario prefiero la paz”. Por ello esta convencida de que las diferencias o desacuerdos se deben tratar de manera civilizada, porque esto también enriquece a la sociedad. Su espíritu conciliador no solo ha fortalecido su alma, sino que la llevó a perdonar a quienes un día les hicieron daño.
Política, una vocación de servicio social
Su incursión en el mundo de la política, es el resultado de la fehaciente convicción de Olga Beatriz de que la sociedad puede cambiar y puede darles a las personas la oportunidad de llevar una vida diferente, con oportunidades y proyección. A pesar de lo desafiante que esto puede ser en un país como Colombia, donde el expresar una opinión no siempre ha sido fácil, la líder social ha demostrado que está dispuesta a asumir el reto.
En medio de la crisis
Los obstáculos siempre se han convertido en el impulso de esta imparable mujer, pero lastimosamente el enfrentarse a un enemigo invisible y poderoso como el coronavirus no es una tarea fácil. Afirma que es una “tragedia” y define los efectos de la pandemia como “gravísimos” para el país. Considera que las decisiones del Gobierno Nacional para proteger la salud de los colombianos, han sido acertadas; sin embargo, la recuperación económica será un proceso extremadamente complejo, pues cuando se proyecta que la economía caiga en un 7% aproximadamente, la crisis social que se avecina es algo que sobrepasa las capacidades del sistema. La evidente pobreza y las más de 5 millones de personas que se encuentran desempleadas actualmente, como consecuencia de la crisis sanitaria, son una señal de alerta del difícil panorama que nos espera.
El masivo respaldo de la comunidad a una mujer ejemplar.
“El Estado debe endeudarse, si es necesario, pero debe hacer una millonaria inversión en las pequeñas y medianas empresas para que ellas retomen y muevan el aparato productivo”, asegura. Esto permitiría, en su opinión, que además de empezar a circular dinero, las personas comiencen a emplearse nuevamente, lo que genera seguridad alimentaria y seguridad en el territorio. “Sin importar que tan endeudado quede el Estado, esta es una inversión que definitivamente los colombianos pagaremos con impuestos. Pero de no realizarse, se agotaría la posibilidad de aportar al presupuesto del país”.
Una lección de vida
Convencida de que cada crisis trae consigo oportunidades, Olga Beatriz afirma que este es el momento en que como personas debemos reinventarnos. Aunque comprende el dolor, la tristeza y la pobreza que la pandemia ha traído consigo, considera que esto no opaca la oportunidad en la que se ha convertido la emergencia sanitaria que hemos vivido, pues en medio de todo hemos tenido la posibilidad de ver hacia adentro y preguntarnos quienes somos y hacia dónde vamos. “Esta situación ha permitido al mismo tiempo que comencemos a valorar a las personas que tenemos cerca y los momentos que la vida nos ofrece. Vamos a superar la catástrofe con la resiliencia que nos caracteriza”, enfatiza.
Como empresaria
Olga Beatriz ha enfocado sus esfuerzos como empresaria en el Bingo y los juegos de suerte y azar, pero la llegada del coronavirus ha impedido que este tipo de actividades puedan operar. Son cuatro meses en los que estos establecimientos no han podido abrir sus puertas al público y las consecuencias económicas ya comienzan a sentirse. Aunque se ha podido cumplir con el pago de nómina de los trabajadores y una parte del arriendo de los locales, la liquidez de la caja comienza a desaparecer y las ayudas gubernamentales no han llegado todavía al sector. Teniendo en cuenta la cantidad de dinero que esa industria le transfiere a la salud (1,7 billones al año) y los 200 mil empleados a los que se beneficia directamente, la solicitud que le hace al Gobierno Nacional es que se permita la reapertura del sector bajo todos los protocolos de bioseguridad.