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El reto de la reincorporación

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Sin Rodeos

Sin Rodeos

La guerra en Colombia fue un episodio doloroso que llenó de desesperanza a muchos colombianos, so bre todo en la zona rural. Las mujeres campesinas que sin muchas oportu nidades optaron por portar un fusil, hoy tienen la posibilidad de llevar una “vida normal” en los Es pacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), a instancias del acuerdo de paz. Se gún estadísticas oficiales, el año pasado alrededor de 2.608 mujeres esta ban activas en el proceso, muchas de ellas con pro yectos productivos y de emprendimiento.

Acomienzos del 2018, la Comisión Nacional de la Mujer, Género y Diversidad del partido FARC, construyó de manera colectiva y a partir de dos encuentros nacionales, la estrategia integral para la reincorporación de las mujeres que hacían parte de la organización, con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades y derechos para ellas en los frentes económico, político y social. Se estableció entonces trabajar sobre varios enfoques, entre ellos el marco jurídico para su reintegración a la sociedad, priorizando desde luego, su seguridad y protección. Se acordó también el diseño de políticas, programas y proyectos sin las desigualdades que han existido históricamente entre hombres y mujeres.

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El nuevo capítulo

Los diálogos de paz y su enfoque de género como principio transversal, le abrieron la posibilidad a muchas excombatientes de vincularse a un proceso que les permitiría una reinvención, un inicio diferente, y sobre todo, la oportunidad de trabajar en la legalidad. Se estima que dos años y medio después de firmado el acuerdo final de La Habana, unos 13.000 exguerrilleros habían cumplido con su promesa de dejar atrás la guerra. Esto significa que todas estas personas decidieron dar un giro positivo en su vida al tener como foco a sus familias y apostarle a una vida productiva en el campo. “Hemos tenido dificultades en el proceso reincorporación, particularmente las mujeres, porque no encontramos esos derechos, ni la protección por parte del Estado”, afirma la senadora del partido FARC, Criselda Lobo. No obstante, la resiliencia ha sido un factor clave que les ha permitido sobreponerse a los obstáculos que se han cruzado

en el camino y continuar con su desarrollo, tanto personal como profesional.

El corazón del hogar

El papel de las mujeres en la construcción de la familia y la sociedad es vital, razón por la cual el aporte que las excombatientes han querido hacer a la convivencia y pacificación del país, merece ser valorado ante el desafío que representa para las exguerrilleras reintegrarse a la vida civil, tras décadas de lucha contra el sistema. De las 2.608 mujeres que están activas en el proceso de reincorporación, el 78.5% tenían menos de 40 años y 259 estaban embarazadas. Hoy más de 2.200 niños y niñas que han sido registrados como hijos de excombatientes, pueden continuar escribiendo su historia, según el informe presentado en marzo pasado por la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia.

Independencia y libertad

La senadora Criselda Lobo Silva destaca en particular el empuje que han tenido las mujeres para superar la adversidad y seguir luchando, en medio de las dificultades, por sus metas y sueños. “Nosotras no nos hemos quedado quietas, en los territorios y en las diferentes formas asociativas (que ya suman un promedio de más de 130, incluidas cooperativas), hay un número considerable de mujeres que está ahí en la defensa de esas asociaciones, pero también en la defensa del territorio, apropiadas del papel de dirigente, de líderes” en su comunidad, agrega. Y es que actualmente, alrededor de 213 proyectos productivos, en los que participan excombatientes, cuentan con el apoyo financiero del Gobierno Nacional para que lleguen a buen puerto.

Los desmovilizados le han apostado a iniciativas de emprendimiento como el cultivo de café, elaboración de zapatos y artesanías, confección de ropa y accesorios o la cría y comercialización de ganado. Uno de los proyectos más importantes es la producción de una cerveza artesanal que ya ha incursionado con éxito en varias regiones del país, al cual están vinculados más de 25 exguerrilleros, de los cuales 11 son mujeres. La creatividad, perseverancia y dedicación que han tenido en los negocios emprendidos, les han merecido el reconocimiento internacional.

Segunda Vicepresidenta del Senado, Criselda Lobo Silva.

En el sector manufacturero, muchas mujeres buscan alternativas para iniciar en el ámbito laboral.

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