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CHILL MAFIA

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LIBROS & CÓMICS

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Nos juntamos con BEÑAT RODRIGO aka KILIKI FREXKO para echar unas birras y conocer mejor la propuesta musical naburra más rompedora de los últimos años. Os dejamos aquí la primera parte de nuestra conversación.

¿Cómo surgió la idea de colaborar con Joseba Tapia para el próximo Santaspascuas?

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En verdad fue idea de nuestro mánager. Lo tenemos muy bien educado. Elías es de la Ribera pero lo tenemos más euskaldunizado que el copón. Hay nexos en común entre Tapia y nosotros. Yo, por ejemplo, frikeaba mogollón con él, lo sampleaba, le robaba barras y cuando salimos nosotros a él le moló del copón. También, su trompeta es Ion Celestino, que es mazo de colega. Tapia viene del folclore pero es el jambo más vanguardista que ha tenido toda Euskal Herria. Cuando vi que la admiración era mutua casi lloro. Nuestra canción “Kolakao” es un sample suyo de “Konstituzio berria” del disco “Eta tira eta tunba”, todas las letras de ese disco son versos de la guerra carlista de los dos bandos. Y todo en euskera, rompiendo el mito de que los vascos eran los carlistas y no sé qué... Es vanguardia todo el rato el hijo de puta, lo que hicieron con Tapia eta Leturia Band también una faja del copón. Es a quien más respeto de la escena vasca. Para el 25 algún temica entre los dos haremos fijo, pero no tenemos muy bien definido todavía cómo.

¿Cuál ha sido vuestro peor concierto?

El peor con mucha diferencia fue en el festival EHZ. La verdad que en Iparralde no calamos, no nos han pillado bien del todo. Fue el primer bolo que dimos de pie, justo en Francia no había restricciones. Tocábamos como a las 3 de la mañana, después de Zea Mays y Anestesia. Empezó fatal del palo porque no nos dijeron que había un protocolo en contra de agresiones, y hubo varias agresiones antes de tocar nosotros y no nos enteramos. Ponían una alarma a modo de protesta y la pusieron en medio de nuestro bolo pero no nos habían avisado. Hubo un sector de la peña que empezó a hacer sentada, no sabíamos qué estaba pasando. A otro sector más jurru le dio con que estábamos sexualizando a las mujeres y

empezaron a tirarnos cosas, birras y así. Yo veía a amigas abajo intentando explicarme qué estaba pasando. Al final hubo que chapar el bolo de una. Luego vino la organización a ver qué había pasado y nadie nos había explicado nada. Una experiencia horrible.

¿Os soléis poner nerviosos antes de los bolos?

Un poquito siempre. Al principio de la gira, media hora antes no se podía hablar conmigo. Desde que no me meto speed para tocar y ya vas teniendo callo, mucho mejor. Obviamente me pongo nervioso, porque estás vivo, pero no es un nerviosismo chungo. Un poco de chispa tienes que tener, por mucho que sea tu curro es algo extraordinario. Aunque toques para 5 es intenso.

Lo habéis petado y es inevitable que ahora otros se arrimen o traten de instrumentalizaros. Ya sean grupos, empresas, colectivos, instituciones... ¿Cómo lo lleváis?

Yo, bien. Cuanta más gente se te acerca más dinero puedes hacer. Aparte, a la gente que se te arrima por interés la calas fácil. Se ve a kilómetros, tienen una mirada diferente, los tiburones miran con el símbolo del dólar en las pupilas.

Nuestra redactora exiliada en Barcelona os vio hace poco en la Sala Apolo y nos contó que era increíble ver al público corear “I was born Errotxapean”, “Mendillorritik zerura” o “En el Garazi con los jipis y con los no tan jipis”…

Pues lo mismo que yo canto en inglés sin tener ni puta idea. También te digo, es fácil ver desde arriba quién está haciendo guachinai. Hazte caso, me dijo una vez Xabi, nuestro chófer y técnico, que en la industria musical española ha habido siempre hueco para un artista en euskera. Sólo uno, no vayan a ser dos y se rompa España. (risas) Es el hueco que ocupó en su día Kortatu y luego Negu. Con Fermín se tiró para atrás un poco, luego vino Berri Txarrak y ahora el hueco se ha quedado vacío. No digo que lo vayamos a ocupar nosotros, pero puede ser easy. Aparte, la gente se ha cansado de la música de guitarras.

El Rock Radical Vasco está agotado.

Ha durado 40 años más de la cuenta. Y te lo dice el jambo a que se sabe todas las canciones de esa época. Iruña es la primera ciudad de Euskal Herria que se ha divorciado del RRV. Por fin. Lo más parecido pueden ser Tatxers que es algo muy heterodoxo. Ibil bedi también son de aquí, son mazo poperos. También está Hofe, Delakuria... Todos venimos de eso pero estábamos ya un poco hasta los cojones. Te vas para Gipuzkoa y está lleno de grupos de punk rock que son la copia de una copia de una copia hablándote de sus ancestros y no sé qué.

Cuando salisteis se empezó a hablar mucho de vosotros. En redes sociales, en los bares, en los locales de ensayo… Erais un tema de conversación muy recurrente. ¿Os esperabais tanta atención?

Qué va. La máxima atención que nos esperábamos, era, como mucho, que nos odiaran los jurrus. Euskal Herria es muy chiquito pero con 200.000 visitas en una semana ya eres viral. Con el segundo videoclip, dejaba el móvil, lo volvía a coger y había 5.000 visitas más. Esperábamos seguir siendo más underground que el copón, fue un shock de la hostia. Hemos tardado en salir de ese shock un año, hasta hace bien poquito seguíamos todos cucú. Hicimos algo de marketing pero vaya, era un campaña chiquitica y humilde de cojones.

¿Os ha tocado ya la primitiva?

No. Me tocará cuando Universal me dé 30.000 pavos. (risas)

[CONTINUARÁ...]

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