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acid tongue

tocar, le gustamos, y nos dijo de acompañarle para el resto del año. Tocamos el repertorio de Los Saicos por México, Estados Unidos y The Black Lips nos invitaron a tocar “Demolición” con ellos. Fue una experiencia increíble, soy un gran fan de Los Saicos.

¿Es “Arboretum” vuestro trabajo más ecléctico? Desde luego. Estuve colgado durante la primera mitad de la grabación, para la otra mitad y la producción ya no, así que suena maníaco e inconexo pero me gusta la historia que cuenta. Además, los artistas invitados son de mis favoritos de la órbita en la que nos movemos.

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Creo que hay otro disco en camino...

¡Sí! Saldrá este año. El primer single salió hace poco. Tocamos varias canciones en KEXP hace unos meses.

De hecho os conocimos por vuestro primer concierto en KEXP. Para nosotros es una fuente inagotable para descubrir bandas. ¿Cómo recuerdas aquellas grabaciones?

Hasta ahora hemos tocado un par de veces y ha sido muy divertido, toda la gente que trabaja allí es encantadora. Me echaron la bronca por subirme a la batería la primera vez, la segunda vez nos comportamos mucho mejor pero la banda sonó mucho más rockera. www.acidtonguemusic.com

¿Qué nos puedes contar de vuestro sello?

Freakout Records lo fundamos Ian Cunnigham (batería de la banda) y nuestro amigo Skyler Locatelli de KEXP en 2016. Hemos sacado un montón de discos de bandas de nuestra zona y de otros lugares. Además de los discos de Acid Tongue, los de Shaina Shepherd, Mala Suerte, Smokey Brights y The Grizzled Mighty. También hemos reeditado trabajos de The Bumps, una banda psicodélica de los 60 y, desde 2013, organizamos el Freakout Festival. De hecho el festival es anterior al sello. Es un festi muy cool de garage, punk y psicodelia. El último año Os Mutantes, Los Dug Dug’s, The Mystery Lights y Papi Saicos fueron los cabezas de cartel. Es uno de los eventos más divertidos de la Costa Oeste, me encanta ser parte de esto.

¿Os gusta cambiar mucho las canciones en directo? Siempre cambiamos la manera en la que tocamos las canciones. Estamos constantemente haciendo nuevas versiones de nuestras propias canciones y poco a poco van evolucionando. Algunas son muy diferentes de las versiones de estudio, esto hace los conciertos mucho más interesantes, tanto para el público como para nosotros.

Estar en una banda implica mucho trabajo que nada tiene que ver con la música. ¿Qué es lo peor? Tengo la sensación de que siempre estoy medio malo porque no duermo lo suficiente cuando estamos de gira. Odio estar siempre tan reventado. Las cosas han empezado a mejorar últimamente pero todavía nos queda un largo camino para poder vivir de esto en condiciones. Tenemos que trabajar muy duro cada día, si quieres tener éxito, es muy importante esforzarse y encontrar nuevas oportunidades. Hay mucha competencia, siempre buscamos nuevas maneras de reinventarnos.

A veces en concierto las cosas se complican... ¿cuál ha sido tu peor concierto?

En un concierto en México me bebí una botella de mescal y me dio un blackout a mitad del set. Después, ya fuera, alguien me ofreció un cigarro, intenté darle un beso como agradecimiento y no le gustó, así que me metió una buena hostia en la cara. Me desperté al día siguiente con dolor de cabeza y un gran moratón.

Ya habéis estado otras veces en España… ¡Me encanta España! Recuerdo que triunfan mucho el rock and roll y el garage. Hay buenas bandas allí, nos gustan Los Nastys, FAVX, Nestter Donuts y Wau y Los Arrrghs. Me encanta la comida, las playas y el estilo de vida, es muy diferente a como vivimos aquí.

¿Veis mucha diferencia entre el sonido o la manera de trabajar de las bandas americanas y europeas? Para bien o para mal, creo que puedes entender lo dura que es la vida en América a través de la música. Mucha gente pasa por penurias, da pavor no tener un seguro médico y vivir al día. Por eso la música allí es algo tan grande, hay mucha emoción y pasión que surge de ese tipo de vida. Tenemos el rock y el blues en la sangre. Por otro lado, creo que en Europa se hace la mejor música electrónica, música mucho más interesante para bailar. Creo que allí la gente respeta mucho el rock and roll, nos encanta tocar en festivales europeos, tenemos mucha camaradería con bandas europeas. De hecho, prefiero girar por Europa.

¿Cuál ha sido el último concierto al que has ido? La semana pasada vi a Detroit Cobras en Seattle, íbamos a girar con ellos en 2020 pero se canceló por el COVID. Entonces Rachel, su cantante, murió. La banda se ha reformado hace poco para hacer una gira de tributo, fue un concierto muy especial, con todo el público cantando sus canciones. ¡Descansa en paz Rachel!

“Homemade Hits”, el debut discográfico de FYRA es uno de los más fulgurantes de lo que vamos de año, y a buen seguro seguirá siéndolo cuando éste llegue a su fin. Claro que la cosa tiene truco: Pese a su corta edad, el responsable de estas ocho canciones, ÍÑIGO VIDAURRE, no es precisamente un recién llegado a esto de la música.

Tío, tienes 21 años pero llevas tocando… ¿desde siempre?

Bueno... siempre siempre, no, pero casi. Empecé a tocar el violín a los cuatro años, continué con mi formación como violinista clásico, pasando por la escuela de música y el conservatorio. Lo de cantar no me dio curiosidad hasta los 14 o 15 años, cuando me atreví a coger una guitarra, empecé a mirar tutoriales en YouTube y a cantar canciones que me molaban, que en aquel momento eran solo de Mumford and Sons. (risas)

En una entrevista publicada en el nº59 de esta revista, allá por febrero de 2018, Jo&Swiss Knife profetizaban que su violinista Billy the Kid (aka tú) “algún día volará y dará mucho que hablar. Porque lo tiene dentro. Es un diamante en bruto”.

¡Cierto! Jo&SK fué mi primer paso por los escenarios de Iruña, y la verdad que he aprendido mucho de ellos.

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