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Artículo:Caballo
Cómo la dieta afecta el comportamiento del caballo
Hay muchos factores que determinan de alguna manera el comportamiento de los caballos. Podemos ajustar el trabajo, el manejo, la salud y socialización del caballo cuando se comporta agresivo o, como se dice normalmente, sobrado.
Existe otro factor importante y es la nutrición, que expandiremos al qué, cómo y cuándo, ya que no es solo lo que le damos de comer al caballo, sino la forma y el momento en que se lo damos. Para esto debemos entender un poco la fisiología del caballo y su comportamiento en la naturaleza. El caballo es un herbívoro, que en libertad pasta un aproximado de 16 horas al día. En libertad el caballo escoge lo que come y en su mayoría son pastos, ocasionalmente se encuentra con algunos granos y semillas; sin embargo, no son su primera elección.
Podemos dividir los alimentos en cinco básicamente: fibra, proteína, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. Cada uno de los mencionados tienen un efecto distinto en la nutrición y comportamiento del caballo. Al ser un herbívoro la fuente principal de alimento del caballo es la fibra, la digestión de la fibra es realizada en su mayoría por la microbiota en el intestino del caballo que fermenta la fibra y la depende en sus componentes de forma lenta. De esta forma la energía que el caballo necesita para su mantenimiento la tiene lentamente. Para un caballo en libertad o con poco trabajo esto es ideal, pero para un caballo que trabaja se requiere más energía. Aquí entran los carbohidratos a dar la energía de liberación rápida que el caballo requiere para el trabajo explosivo. De donde salen, pues de los granos como el maíz, la cebada, la avena, entre otros. El que más azúcar y almidón tiene es el maíz. Dar granos al caballo ocasiona picos de energía y bajones debido al proceso de la insulina que hacen que el caballo se comporte sobreexcitado, agresivo o sobrado, sin mencionar otros trastornos del comportamiento. No está mal del todo, si el caballo tiene un trabajo o competencia explosivo de corto tiempo es bueno darles carbohidratos para llenar las reservas de glucógeno y tener energía de liberación rápida. Para mantenerlo tranquilo debemos incrementar su ejercicio para que el caballo gaste la energía extra.
El otro nutriente es la proteína que el caballo usa para todas las estructuras celulares y el excedente puede convertirse en glucógeno en caso de ser necesario o se va a la orina. Es un proceso de liberación lenta ideal para ejercicios de más larga duración, como caballos de carreras de resistencia o caballos de trabajo. Es un riesgo dar mucha proteína en potros en desarrollo, y un desperdicio dar grandes cantidades en caballos adultos. Hay otra opción para la energía de liberación lenta. Las grasas son energía de liberación lenta y de ser necesario deben proporcionarse al caballo, ya que no solo ayuda con la energía, también ayuda a un sistema digestivo sano. Aún quedan las vitaminas y minerales que no son determinantes en el comportamiento del caballo. Algunas vitaminas del tipo B suelen suplementarse por observar algunos efectos calmantes en los caballos, y al ser solubles en agua no causan toxicidad. Otros minerales como el magnesio tienen un efecto similar, pero si pueden llegar a ser tóxicos.
En conclusión, una vez superados todos los problemas de salud, temas de socialización, solo nos queda administrar el ejercicio y regular la alimentación. La regla básica para lograrlo es apegarnos lo más posible a la naturaleza en cuanto al tipo de alimento, continuidad de pastoreo y socialización.