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ACTUALIDADES. Sombras de turbulencia en la zona T-MEC

CÉSAR RAFAEL OCAÑA ROMO. M.Sc. in International Agricultural Sciences. Universidad Humboldt, Berlín, Alemania.

Barreras al libre comercio con impactos en el mercado agropecuario de México.

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El 12 de febrero del 2021, el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (APHISUSDA), decidió unilateralmente reclasificar el estatus sanitario bovino de once estados de la República Mexicana, para excluirlos de la habilitación de exportar bovinos en pie a ese país, ello, sin consultar con el Comité binacional donde se lleva a cabo periódicamente la revisión de alcances y compromisos zoosanitarios.

El gobierno mexicano a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), invitó al USDAAPHIS, a reconsiderar la decisión unilateral, efectiva a partir del 16 de abril de 2021, lo cual no sucedió, ya que la norma había sido ya publicada, argumentándose que los funcionarios estadounidenses estaban limitados para flexibilizar su alcance.

Cabe indicar, que SENASICA basó la petición de reconsideración, en la estadística de alta efectividad y éxito del programa binacional para la erradicación de la tuberculosis (Tb), al tan sólo encontrar un animal con daños por la enfermedad, en los más de 1.4 millones de cabezas exportados en el 2020 al vecino del norte.

La medida del USDA-APHIS, repercute en el procedimiento de exportación de ganado bovino mexicano hacia los Estados Unidos, en la movilización nacional, en los avances y estrategias de la campaña, en costos públicos y privados, así como en precios a la baja del ganado en pie en los estados excluidos, con efecto domino en el resto de los estados sin estatus zoosanitario para la exportación.

En otra tesitura, el 31 de marzo del 2021, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), publicó el Informe Anual sobre Barreras Comerciales del 2021 (National Trade Estimate Report on Foreign Trade Barriers), el cual describe las barreras al comercio y la inversión que otros países, entre ellos México, establecen contra los exportadores e inversionistas de Estados Unidos.

El reporte de la USTR describe cuestionamientos sobre las medidas tomadas por el gobierno mexicano en sus políticas de importación, entre ellas: obstáculos técnicos al comercio, barreras fitosanitarias y sanitarias, en las contrataciones públicas, protección de la propiedad intelectual, barreras de servicios, barreras al comercio digital y a la inversión.

Los sectores afectados, refiere el reporte, van desde el energético, telecomunicaciones, farmacéutico, hasta el agropecuario, este, con barreras sanitarias y fitosanitarias a papa fresca, frutos con hueso, productos biotecnológicos agrícolas (maíz y algodón entre ellos), así como el rechazo a importaciones del herbicida glifosato, entre las principales ramas económicas citadas.

Lo anterior, es de llamar la atención, ya que el grado de desarrollo de México en el largo plazo, será influido por el nivel de integración de sus políticas sobre comercio internacional, en donde el estado de derecho, seguridad jurídica, social y estabilidad macroeconómica, jugarán un papel muy importante en la certeza que requieren los actores económicos nacionales y extranjeros.

A la luz pública, es evidente que se está fermentando un deterioro en el clima de inversión en la zona T-MEC y quizás más allá con otros acuerdos comerciales, lo que requiere debida atención de manera integral y no aislada.

Existen otros precedentes muy recientes de “diferencias” comerciales, al menos dentro del sector agropecuario, como fue hace poco la exclusión de la salvaguardia de blueberries por parte de Estados Unidos y lograda después de más de un año, o como lo es la solicitud de ganaderos estadounidenses a su presidente, Joe Biden, de reestablecer la Ley Etiquetado de País de Origen (Ley Cool), para la carne de bovinos procedente de las exportaciones de ganado en pie mexicanas.

En adición habrá de observarse el curso que siga la política migratoria de Estados Unidos y México (cada quien en su ámbito de acción), respecto de los flujos de inmigrantes de México y Centro - América a ese país, ello, en gran medida debido a la pauperizada economía de una parte importante de la población mexicana y allende el sur, que es incentivada por la diferencia real en salarios versus Estados Unidos, así como por su demanda de mano de obra para cultivos de frutas y hortalizas, principalmente en el suroeste de Estados Unidos.

Lo referido anteriormente, sin dejar de lado los efectos devastadores del COVID – 19 en vidas humanas y la economía, efectos aún latentes, por lo que la capacidad de respuesta del sector agroalimentario asentado en el país (nacional y de participación extranjera), para seguir siendo un oferente solido de alimentos, será muy sensible a las políticas públicas internas, así como a las de nuestros socios comerciales.

Ante estos escenarios, el mundo de los negocios requerirá de decisiones y políticas acertadas, observando el contexto internacional respecto de amenazas y oportunidades, siendo claras las preocupaciones que empieza a plantear la nueva administración del presidente Joe Biden en Estados Unidos, respecto del deterioro del clima comercial para los inversores estadounidenses, siendo enfáticos en su compromiso de garantizar que México cumpla con los compromisos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Reunión SENASICA / APHIS-USDA, 02 de marzo del 2021.

Principales cambios en la nueva regulación norteamericana en materia de tuberculosis bovina (Tb) y brucelosis.

• Se mantendrá la clasificación vigente respecto a ocho regiones: Chihuahua “A”, Coahuila “A”, Durango “A”, la Región Huasteca (San Luis Potosí “A1”, Hidalgo “A”, Veracruz “A” y Puebla “A”), Nuevo León “A”, Sonora, Tamaulipas y la Región de la Península de Yucatán (Campeche zona “A”, Quintana Roo y Yucatán).

• Las once zonas “A” reclasificadas como no acreditadas, deberán de reenfocar de manera inmediata, las acciones de progreso a la eliminación de municipios divididos, así como a la reducción de zonas “B”, en un esquema de regionalización. El APHIS únicamente revisará las solicitudes para la rectificación del estatus de TB como acreditado, después de que SENASICA certifique que una región completa, está lista para revisión, precisando los puntos críticos específicos para cumplir con los estándares de la nueva norma.

• El APHIS espera propuesta del SENASICA para integrar las regiones: Zacatecas-Jalisco-San Luis Potosí; Baja California-Baja California Sur; Estado de México-Guerrero-Michoacán; Chiapas-Tabasco y Sinaloa-Nayarit, de acuerdo con la nueva norma publicada por el APHIS-USDA y con base en los planes estratégicos conjuntos, elaborados entre ambos países. • El APHIS señaló como áreas de oportunidad, que el SENASICA deberá actualizar: el marco regulatorio en la materia (nuevo Acuerdo), fortalecer los sistemas de identificación individual del ganado y de trazabilidad, así como la incorporación de nuevas técnicas de diagnóstico, en la red de laboratorios autorizados.

• Se acordó que a la brevedad serán presentados protocolos, acompañados de análisis de riesgo, que permitan la movilización dentro del territorio nacional, enfatizando, por parte de SENASICA, la necesidad de libre movilización de los Hatos Libres Certificados de Tuberculosis Bovina (probados por personal oficial), de zonas no acreditadas, con destino a zonas acreditadas por el APHIS-USDA, con el objetivo de no afectar el mejoramiento genético de la ganadería nacional.

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