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Opinión Georgina Gutiérrez

Creo que todos nos sentimos igual; estamos hartos de las campañas políticas que ya empezaron, pero legalmente no, porque apenas son las precampañas, aunque no haya precandidatos, bueno sí, porque legalmente no pueden ser candidatos todavía. Si lo que buscan es el cansancio de la sociedad, van muy bien y, si el chiste es tirar nuestro dinero a la basura pues, se pintan solos, ¿no? En lugar de destinar esos recursos a cosas que realmente se necesitan, tenemos anuncios en medios de comunicación, espectaculares, panfletos, artículos en revistas, y mucho más.

Es una pérdida de tiempo y de dinero, porque todavía no pueden hacer propuestas concretas, todavía no podemos saber qué soluciones ofrecen a los problemas que tenemos los ciudadanos y tendremos que esperar a que comiencen las campañas formales, aunque sepamos perfectamente lo que pasará, al menos en lo que se refiere al campo:

“Yo los voy a apoyar, porque los otros (sean los del pasado, los que están ahora, o todos) los han abandonado,” “conmigo verán que habrá programas que sí funcionen,” “sabemos que el campo necesita mucha atención, y ya verán que los vamos a escuchar y dar todo lo que necesiten,” “queremos un campo próspero,” etc., etc., etc.

De verdad espero que sea diferente y que todos los que en este momento son precandidatos se sienten con los productores a platicar y de verdad nos escuchen. Ojalá que vayan al campo y vean todo lo que hacemos y entiendan nuestras necesidades, porque las promesas pueden seguir y los buenos deseos se podrán expresar pero, o se quedan en el discurso o en el papel donde algún político con buena intención empezó a redactar los lineamientos de algún proyecto, pero le llegó otra “chambita” más fácil y mejor se dedica a salir en la foto regalando pollitos o bolsitas de fertilizantes a productores mexicanos, mientras celebra la entrega de tractores nuevos a productores cubanos. No puedo escribir lo que pensé cuando vi la nota porque… horario familiar, pero me pareció un insulto enorme a los miles de productores que en todo México no nos alcanza para cambiar nuestra maquinaria, que tiene décadas y es cada vez menos eficiente. Es como una plática familiar “¿por qué a mi hermano le diste dos coches, al hijo del vecino le diste uno y a mí no me tocó nada?”

Ni hablar de la propaganda pseudocientífica con la que ellos, los políticos, que en su vida han puesto un pie en el campo, nos dicen cómo deberíamos hacer las cosas. Llevamos siglos de aprendizaje y transferencia de conocimiento, de adaptarnos y adoptar cambios en todas nuestras prácticas para ser más eficientes y más sostenibles. Deberían conocernos más para saber que siempre hemos trabajado de la mejor manera posible, con los recursos, conocimiento y tecnología que tenemos a nuestra disposición en ese momento.

Son tiempos difíciles en los que los políticos, que usan la propaganda para sus propios fines, pero al mismo tiempo son influenciados por propaganda de otras entidades y grupos de interés, como sucede en nuestro país con el tema del maíz. Tienen en sus manos nuestro destino, ya sea prohibir la carne en las escuelas, reducir el hato por el tema de emisiones, prohibir herramientas tecnológicas que nos hagan mejores, y un largo etcétera de posibilidades. Los productores tendremos que estar activos y buscar estar presentes en las conversaciones en donde se discutan nuestros temas.

Hace un par de meses lanzamos la campaña #PorNuestroCampo, para visibilizar a nuestros productores, la situación en la que se encuentra el campo mexicano, las posibilidades de cambio y las soluciones que nos podrían ayudar a sobrevivir, pero también mejorar. Nos urge que las cosas mejoren y por eso queremos crear diálogos, aunque estemos cansados de tanta política y escuchar lo mismo de siempre. No podremos reclamar si antes no intentamos conversar, pero entiendo bien que a veces el reclamo se queda corto, los gritos se ahogan en la desesperación, llegan a oídos sordos y pasan cosas como en el Estado de México. No podemos seguir así, el campo y los productores meremos mucho más porque somos quienes nos levantamos todos los días a producir alimentos para todos, batallamos con cosas que la gente en la ciudad ni se imagina porque su día a día no tiene que nada que ver con trabajar con capital vivo: el suelo, el ganado, los forrajes y hortalizas, el clima… Queremos que todos los que vayan a participar en las campañas políticas y quienes ya están en precampaña nos vean, reconozcan y nos escuchen. Ojalá puedan unirse y apoyarnos, queremos sentarnos a la mesa con todos los que estén dispuestos a escucharnos en el periodo electoral y también después, para armar planes y proyectos que nos ayuden, porque apenas es el inicio de este muy largo y cansado proceso, pero también se acerca un final, el del sexenio del Presidente López. Habrá quienes lo celebren, otros que no, pero va a terminar, como todos los sexenios. A estas alturas también hablábamos de la cercanía del fin del sexenio del Presidente Peña, y pasó lo mismo con todos los demás porque, inevitablemente, los sexenios terminan y cada seis años, esperamos que llegue el siguiente y pensamos “ojalá que quien siga, lo haga mejor”. Ojalá que quien siga, lo haga mejor.

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