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INCONGRUENCIA Y DOLOR

No recuerdo un caso en donde el Presidente ordenara que se juzgue a una persona dos veces por los mismos delitos por los que fue exonerado o absuelto. El caso de Hector El Güero" Palma Salazar es muy grave y no porque sea él sino porque pudiera tratarse de cualquiera de nosotros o de algún familiar o ser querido. El Güero Palma fue sentenciado y purgó condenas de 25 años en cárceles mexicanas y estadounidenses por diversas acusaciones sin embargo un tribunal en México lo absolvió porque la FGR no demostró los delitos de delincuencia organizada que le imputaron.Al conocer la resolución, el Presidente Andrés Manuel López Obrador "crucificó" desde la conferencia mañanera tanto al juez que lo absolvió como al propio Güero Palma, "sugiriendo" que un individuo así no debe ser libre que por lo tanto su gobierno investigará si tiene otros delitos pendientes mientras tanto debe permanecer detenido.

Ante la presión del Presidente, las autoridades penitenciarias lo siguen reteniendo a pesar de que ya se ordenó su libertad inmediata por parte de un tribunal judicial y para cerrar con broche de oro, la FGR reactivó una carpeta de investigación que data de 1996, una de las causas por las que fue absuelto precisamente. Este caso pone en evidencia varias cosas en nuestro país; la primera es la grave intromisión del

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Presidente en resoluciones del Poder Judicial en donde además ordena que un prisionero absuelto siga detenido lo que además viene a violentar el estado de derecho con una actitud inquisitoria y autoritaria por parte del mandatario. Pero lo que más sorprende es la actitud de sumisión de la FGR a los caprichos del Presidente aunque constituya un delito grave juzgar dos veces a una persona por los mismos delitos como pretende hacerlo la Fiscalía en este caso. De las comisiones del Poder Legislativo encargadas de estos asuntos ya mejor no decimos nada pues ya sabemos que diputados y senadores aprueban ciegamente lo que el Presidente decide.

La orden de un juez para liberar a Hector "El Guero" Palma Salazar, debe acatarse de manera inmediata e irrestricta. Retenerlo más tiempo por el motivo que sea es un delito tipificado en la leyes mexicanas vigentes como privación ilegal de la libertad, ilícito considerado como grave. Ni siquiera el Presidente de la República puede contravenir una orden judicial pues para eso existe la autonomía y separación de poderes. El hecho de que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya pedido una extensión de 48 horas para retener a Palma Salazar, habla de un desconocimiento total de las leyes por parte del mandatario o bien del autoritarismo y la ilegal intromisión de éste con los demás Po- deres de la República independientemente de quien se trate. En el mismo contexto de ideas, no puede ser posible que el gobierno mexicano no tenga conocimiento en caso de que "El Guero" Palma tuviera otros procesos pendientes si estuvo recluido en prisiones estadounidenses y mexicanas durante muchos años. Este breve análisis no tiene nada que ver con partidos o preferencias políticas, es estrictamente lo que nuestro marco jurídico establece, por cierto, de manera muy categórica y puntual. Las leyes mexicanas no facultan al presidente para que sea Policía, Agente del Ministerio Público, Juez, Magistrado o Ministro a la vez. En todo caso existen recursos de queja, impugnación, apelación, revisión y por supuesto el Amparo, considerado el rey de los recursos en caso de inconformidad con las resoluciones de cualquiera de los órganos de los tres poderes.

Algunos, muy ignorantes y mediocres diría yo, me han criticado porque vieron como durante años apoyé el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador y, hoy sin embargo, se pueden dar cuenta que difiero profundamente con su forma de gobernar. En sus años de campaña política, que fueron muchos por cierto, abordó muchos temas que para la sociedad mexicana eran y siguen siendo de primera importancia, prometiendo que de llegar a la Presidencia de la República, los iría resol- viendo hasta lograr un mejor nivel de vida para los mexicanos. Hoy, a prácticamente la mitad de su asunción al máximo cargo en este país, las cosas no están nada bien, siendo objetivos y realistas. Muchas de esas promesas de campaña se quedaron solo en promesas como por ejemplo el combate a la corrupción y llevar a varios ex presidentes a juicio y posteriormente a la cárcel de ser necesario, eso quedó en una leyenda urbana porque ni hubo juicio a los ex presidentes tampoco ningún funcionario de gobiernos anteriores fueron llamados a cuentas mucho menos están en la cárcel a excepción de Rosario Robles Berlanga pero lo de ella es más bien por una venganza de carácter político y personal. La legalización de autos "chocolates" fue otra promesa de campaña que quedó en eso en sólo una promesa nada más ya que hoy ingresan muchos más de esos vehículos de forma ilegal en el país sin esperanzas de regularizar esa situación. de cada 100 pesos al gobierno federal de las millonarias ganancias que obtiene con el cobro de peaje en sus casetas en dichas autopistas. Y mientras los elementos de la Guardia Nacional y de la Marina de México están cuidando las casetas del señor Slim, la delincuencia está desbordada en ciudades como Culiacán, Mazatlán, Tepic y Guadalajara.

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