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IMPOSICION DE MORENA

¿Es posible un conglomerado encabezado por Petra Santos o El Borrego? En el estado de Sonora se está fraguando el futuro inmediato; no es cualquier cosa, es la posibilidad que se concrete la hegemonía centralista y con ella profundizar aún más la degradación política, pero también es posible darle paso a un atrevido conglomerado que se convierta en contrapeso al unipoder; además forjar una corriente de izquierda que sin temor cuestione todo, pero que a la vez tenga audacia política. Los electores, la clase política, los cuadros y líderes medios, todos están confundidos, por eso el voto se diversificará, algunos votarán por un candidato a la alcaldía, otros a una diputación y por supuesto cada quien por su candidato a gobernador que le llene el ojo; o sea un verdadero desmadre. La vieja campaña electoral del 2018 y su voto masivo, solo sorprendió al electorado cansado de la clase política, que tramposa se subió al tren de los enardecidos; después del restriego de los ojos, nos dimos cuenta que todo cambió para quedar igual.

El viejo truco del Prian y de la corrupción se convirtió en una bandera desteñida de los falsos jinetes; salieron tan corruptos, ambiciosos, con maletas llenas de nepotismo, amiguismo, imposición y reeleccionistas; y aunque cínicos y creyéndose sus propias mentiras al soberano no lo volverán a sorprender. Son los mismo que creen que el soberano no tiene memoria; hay que decirlo ¿Creen que no saben los sonorenses que sus compañeros de viaje hicieron el desfalco más grande de la historia en Sonora? Por esa razón los Morenistas originales y de a pie acusan que le entregaron al partido a los padrecistas; pues ellos; los padrecistas; están de regreso y a nombre de Morena. Con ese pasado, con el apoyo del poder central, si ahora se muestran con esa prepotencia ¿se imaginan ya con el poder absoluto? Que nos agarren confesados. Las candidaturas no registradas deben seguir activas y presentes, es el símbolo de la resistencia ante la imposición y su papel será trascendente más allá del proceso electoral, sin embargo en la candidatura a la gubernatura debemos actuar con seriedad e inteligencia evitando que el poder y el dinero se apropie del poder político en Sonora; no podemos dejar que nos intimiden, debemos tomar una decisión histórica llamando a formar un conglomerado con el candidato puntero que no esté al servicio del centro político y de los intereses más antisociales que hay en Sonora.

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Los activistas, los dirigentes políticos locales; del sur, del centro y del norte del estado; los pequeños comerciantes, ambientalistas, los solicitantes de vivienda, los partidos políticos, la izquierda histórica; todos juntos podemos impulsar un conglomerado donde quien llegue al poder se verá obligado a tomar decisiones en consenso, las propias fuerzas conglomeradas así lo forzarían y sería histórico lograr un gobierno de consenso donde las fuerzas generen un equilibrio para la gobernabilidad que las condiciones actuales exigen. A escasas cuatro semanas para las elecciones estamos en medio de la posibilidad; cada quien cumple con su papel en su momento histórico. Ahora solo necesitamos reunirnos hablarlo y sin prejuicios y con el interés de los sonorenses por encima de cualquier interés propio o partidario tomemos las decisiones que los tiempos nos exigen. Aquí cabemos todos los que queremos un Sonora ejemplar en el contexto de una crisis política, social, de inseguridad que hay en el país. No dejemos ir la oportunidad.

Morena Sonora; la imposición, un método peligroso. El grupo económico-político y la casta burocrática con privilegios de Morena se niega a dar espacios a los sectores populares que dieron vida a este partido político. Según Jesús Valencia Guzmán, delegado del Comité Ejecutivo Nacional de MORENA en Sonora, no hay ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo político para mover a candidatos locales y federales que ya están registrados ante los órganos electorales, Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Estatal Electoral (IEES). Sin embargo, reconoció que la renuncia de algunos candidatos sí daría margen a

nuevos registros.

Los grupos de interés y de privilegios en Morena tendría la oportunidad de demostrar su preocupación y motivación democrática si sus grupos desistieran de algunas unas candidaturas; por ejemplo, sería una salida que Ernestina Castro renunciara para facilitar que Juanita Martínez Matus asumiera dicha candidatura en el distrito de Cajeme, Heriberto Aguilar ceder ante Santos Alberto Tarín Espinoza en la diputación federal. Así mismo Rafael Ramírez podría renunciar, ante su fracasada candidatura, dándole paso a Julio Sánchez Pasos y si Célida López insiste en mantenerse como candidata sería opción que su comadre Bernadette Ruiz cediera ante Reina Castro Longoria por el distrito VI local y por el VII distrito federal que Morena registrara a Victoria Soto ante el registro de Shirley Vázquez Romero por el PT. Lo mismo podría ser si Wendy Briseño y Lorenia Valles hacen un gesto renunciado a su pretendida reelección. Claro, estoy pretendiendo ver una negociación seria y de paso los grupos hegemónicos de Morena mandarán un mensaje de habilidad política o de vocación democrática; ya que, según Jesús Valencia Guzmán, delegado nacional, si hay renuncias, hay sustitución de candidaturas.

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