Revista Hamartia #12

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5 Editorial Justicia: Código Penal y violencia 6 Entrevista a Roberto Carlés, coordinador de la Comisión para la reforma del Código Penal 10 Linchamientos: “Torturar y matar”, por Claudia Korol 12 El debate sobre la reforma del Código Penal 9 eH? 14 Red de Productoras Audiovisuales Comunitarias, el 33% de la Ley de Medios 15 Homenaje al escritor y periodista Gabriel García Márquez 17 18 20 22 24 26

Acuerdo de Precios: participación popular y Precios Cuidados Entrevista al economista Santiago Fraschina: “La política anti-inflacionaria más exitosa son las retenciones” “Un Cabildo para enfrentar la especulación”. Entrevista al diputado Juan Carlos Junio El Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, según Héctor Polino de Consumidores Libres. “Piedra libre a los formadores de precios”. Entrevista a la Senadora María Graciela de La Rosa. “La rentabilidad extraordinaria se saca del bolsillo de los trabajadores”, entrevista al Secretario de Comercio, Augusto Costa

a Jorge Taiana. Un análisis sobre política internacional y 28 Entrevista sobre el problema de la vivienda en la Ciudad de Buenos Aires

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Cuentos con historia. El Marsellés, por Pablo Malizzia Paraguay: Masacre en Curuguaty Repasamos el conflicto docente junto a Stella Maldonado, secretaria general de CTERA Narcotráfico en América Latina, entrevista al periodista Raúl Kollmann Rock decadente. Opinión, por Ricardo De Luca Crimea: ¿cómo crear una Guerra Fría?, por Guadi Calvo Facepopular: la red social de la Patria Grande “El arte como intervención política”, entrevista al artista plástico Juan Carlos Romero “Aquí no se rinde nadie”. Rubén Dri y Modesto Guerrero en el Encuentro por la Revolución Bolivariana Justicia y dictadura: la complicidad de abogados, jueces y operadores jurídicos con la Junta Militar Microartículo 30, por Ricardo Capellano Malvinas Argentinas Carlín

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Dirección: Julián Saud, Natalia Morandeira, Damián Cots, Santiago Mouradian. Editores: Natalia Morandeira, María Eugenia Mastropablo, Ignacio Ibáñez. Correctoras: Lucía Manusovich, Rocío Deguer. Consejo de redacción: Julián Saúd, Santiago Mouradian, Damián Cots, Facundo Daelli, Silvana Jáuregui, Manuel Israelzon, Ignacio Ibáñez, Jimena Riveros, María Eugenia Mastropablo, Camila Sánchez, Natalia Morandeira. Colaboradores: Guadi Calvo, Ricardo Capellano, Pablo Román Malizzia, Ricardo De Luca, Claudia Korol, Gonzalo Nogueira, Pibe Trosko, María José Quevedo, Fabricio Arnella, Agrupación El Mate, Sandra E. Souto, Julieta Diéguez Höxter, Gisela Mouradian. Ilustraciones: Leandro Gillig, Sol Re, German Pasti, Véronique Pestoni, Marcelo Mosqueira, Muy Celestial, Matías Chenzo, Brian Janchez, Pablo Fernández, Diego Parpaglione. Fotografía: Gastón Vera, Véronique Pestoni, Ernesto “Durazno” González, Nicolás F. Blanco, Julia Vélez, Ludmila Szwarcberg, Gisela Mouradian, Fabricio Arnella.

Dirección de arte y fotografía: Véronique Pestoni, Ernesto “Durazno” González.

Ilustración de editorial: Leandro Gillig. Arte de tapa: Germán Pasti. Carlín: Escribe: Diego Cots. Diseño: Ernesto “Durazno” González.

eH?: Leandro Gillig. Diseño: Martín Bianchi. Producción: Camila Sánchez, Nicolás F. Blanco, Gastón Vera, Damián Cots, Gisela Mouradian, Nicolás Capusotto, Manuel Israelzon, Johana Cura, Diego Mandarano, Elena Fernández.

Administración: Matías Sbora Editorial: Editorial Acercándonos Cooperativa de Trabajo Lim. Cochabamba 894 CABA

Agradecimientos: Red PAC, Agrupación Mariano Moreno, Archivo de la Biblioteca Nacional, Juan Carlos Junio, Decile No al Diario Clarín, El Tano de Arriba Bar, Giselle Silguero, Juan Carlos Romero, Fundación OSDE.

Revista Hamartia es parte de la Asociación Civil Hamártires de la Cultura, con domicilio en Díaz Vélez 4550 Dpto. 2 (Ciudad de Buenos Aires). Contacto: info@hamartia.com.ar Tel: (011) 4958-1759 Web: www.hamartia.com.ar

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Editorial

Pegale al chancho para que aparezca el dueño Ilustra: Leandro Gillig

“¿Qué te pasa, Clarín? ¿Por qué estás tan nervioso?” Con una sonrisa digna de Gardel y los brazos bien abiertos, Néstor Kirchner le apuntaba a los dueños detrás de la noticia. Allá por el 2009, el gobierno se lanzaba abiertamente a denunciar el apriete del grupo. Para muchos de nosotros fue revelador comprender que el mensaje detrás de los “fierros mediáticos” era directamente funcional al status quo y que la Ley de Medios era el primer eslabón de una cadena que llegaba hasta los dueños de la Argentina. Después se supo, por el propio Kirchner, que Magnetto le había bajado el pulgar a Cristina. Nombrar al enemigo fue la forma que tuvo Kirchner para marcar la cancha: pegarle al chancho para que aparezca el dueño. Detrás de la corporación mediática estaba la corporación empresaria. Clarín forma parte de la comisión directiva de AEA (Asociación Empresaria Argentina), uno de los principales grupos económicos del país. No es casual que los medios, cuando hablan de inflación, muestren al gobierno como al único responsable. La invisibilidad de estos grupos en la discusión política, es el signo de la impunidad que arrastramos desde los tiempos de Martínez de hoz, representante directo del empresariado argentino. Hace unos días, se llevó a cabo el Foro de Convergencia Empresaria en donde se presentó un documento de 21 puntos titulado “Bases para la formulación de políticas de Estado”. Como un mal recuerdo del pasado, los grupos económicos se juntan para imponer al gobierno un paquete de medidas. En el texto reclaman que el Estado no intervenga en la economía, que haya una reforma tributaria que elimine impuestos “distorsivos”, como las retenciones a las exportaciones, y reglas de juego “claras”. Si algo tiene de positivo este panorama es que pone en evidencia que ya no alcanza con dos tapas de Clarín para condicionar a un gobierno. Los mismos grupos que intentaron forzar al gobierno a una megadevaluación son los que ahora plantean recetas neoliberales. Estos empresarios que se quejan del gasto público, son los mismos que generaron fortunas a costa de gobiernos títeres. Fueron cómplices del endeudamiento que hundió en la pobreza al país. Ellos sí ganaron con la deuda externa y con las privatizaciones de las empresas del Estado. En los años 90, Techint compró SOMISA, una de las principales fabricas siderúrgicas del país. En dos años, la gestión menemista le generó un pasivo de 500 millones de dólares e hizo imposible su funcionamiento. Miles de trabajadores fueron despedidos.

Su propietario, Paolo Rocca, el que hace poco pidió que se bajen los salarios, incide cotidianamente en nuestro bolsillo: produce el aluminio que se usa para envasar los alimentos que consumimos todos los días.

Quebrar el poder corporativo La publicidad oficial es el 10% del total de la torta publicitaria global privada. Este desnivel no es producto de la naturaleza. Los medios constructores de miedos, vienen anunciando el fin del kirchnerismo desde que Cristina asumió la presidencia. Quizás se expusieron tanto que ya le conocemos las cartas: anunciar la crisis hasta que sea real y entonces, con ese escenario de violencia e inseguridad, negociar con el gobierno que viene. ¿Cuánto tiempo puede el gobierno apelar a la buena voluntad del empresariado y seguir acordando precios? Aunque el gobierno sostenga el consumo con la suba de las asignaciones, el aumento de las jubilaciones o la suba del mínimo no imponible, los empresarios buscan comerse cada uno de esos aumentos. Pero también hay que preguntarse si se puede distribuir en este país y que no haya inflación. La receta para bajarla ya la conocemos aunque algunos la hayan olvidado. Es un ajuste ortodoxo con caída del empleo y destrucción del aparato productivo: en los cementerios nunca hay inflación. Precios Cuidados es la punta del iceberg de una política de Estado que tiene que profundizarse y crecer. Pero eso no depende exclusivamente del gobierno. El equipo económico tiene que trabajar para saber cuáles son los costos reales de los productos y qué eslabón de la cadena de valor se lleva un exceso de ganancia. Al mismo tiempo, el pueblo tiene que controlar que los supermercados y proveedores cumplan el acuerdo. La participación popular en el control de los precios, así como en otras propuestas que surjan para batallar la especulación de las corporaciones, deberá ser central en la próxima etapa.

La organización vence al tiempo Los tiempos institucionales no son para nada los tiempos de los procesos políticos. Cuando se inaugura un proceso de recuperación de lo nuestro, de desarrollo para la liberación, no se ahoga en uno o dos mandatos. Porque lo que representa el kirchnerismo excede el mandato constitucional. Manuel Ugarte, uno de los primeros pensadores nacionales, decía que América Latina es una sola nación que ha sido fragmentada. Mientras que América del Norte se ha unificado, porque ha crecido hacia adentro con ferrocarriles que van de costa a costa, América Latina ha crecido hacia afuera, con ferrocarriles que conectan el interior con los puertos. Hacemos propio el reciente análisis de Norberto Galasso: “El campo popular tiene que multiplicar los esfuerzos para que los avances logrados en esta década se profundicen y no se estanquen o se pierdan. Manuel Ugarte decía que no hay nada más peligroso que una revolución a medias. Cuando se comienza a hacer cambios, el enemigo empieza a alertarse, a prevenirse”. Como diría Raúl González Tuñón, estamos en una encrucijada de caminos que parten y caminos que vuelven. Y, más que nunca, está en manos del pueblo el rumbo de la patria.

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Entrevista a Roberto Carlés

NO HAY

CÓDIGO QUE LES

VENGA BIEN Escriben: Julián Saud y Natalia Morandeira Fotos: Véronique Pestoni

El Código Penal está siendo discutido, analizado y mediatizado. El debate comenzó en una comisión heterogénea coordinada por el Dr. Roberto Carlés. De esta comisión surgió el Anteproyecto con la propuesta de reforma del Código Penal, hoy vapuleado en los medios y tergiversado por la oposición (incluso por fuerzas políticas que estuvieron representadas en la Comisión). Roberto Carlés nos explica por qué es necesario reformar el Código Penal. Además, expone qué medidas políticas podrían tomarse para abordar el tema de la inseguridad y cómo podría haber participación ciudadana en temáticas judiciales. ¿Por qué hay que reformar el Código Penal? Básicamente porque hoy no hay Código Penal. Uno cree que porque va a una librería y compra un librito, el Código está, pero no. Del viejo Código Penal de 1921 no quedó nada. Las penas han perdido proporcionalidad. Tenemos delitos que son menos graves y están más severamente penados que otros. Y además tenemos más de 400 leyes penales especiales que ni siquiera los operadores judiciales conocen. Para nosotros fue un esfuerzo, un trabajo de investigación, identificar cuántos delitos hay vigentes. Hoy es difícil saber qué es la violación porque hay problemas de redacción que son insostenibles. Otro ejemplo: el Código Aduanero tiene disposiciones en materia de contrabando que contradicen las reglas generales del

Código Penal. La situación actual es un caos normativo.

¿Cuál fue tu rol dentro de la Comisión? Mi trabajo fue principalmente coordinar la tarea, ordenar el debate, tratar de llegar a puntos de acuerdo, de conciliación entre las partes. Llegar a acuerdos fue mucho más fácil de lo que parecería si uno se guía por la procedencia y la visión del mundo de cada uno de los miembros, y además, por lo que ha pasado desde el 1° de marzo hasta ahora. Sobre la totalidad del Anteproyecto hubo acuerdo en un 95%. Pensá que hablamos de un Código Penal con 279 artículos. Hubo debates que nos llevaron más de una semana. Hemos tenido quizás tres reuniones para discutir un artículo, un tema puntual. El mérito de la

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Comisión principalmente es haber tratado de llegar a un texto consensuado en la mayoría de las cuestiones. Y se logró.

¿Qué se discutió concretamente con respecto a las penas? ¿Cuáles son las que suben y cuáles las que bajan? Hay un cuadro comparativo que publicamos en www.noalviejocodigopenal. org. Ha habido penas que hemos tenido que reducir y otras que hemos tenido que aumentar, por la desproporcionalidad que tiene el código vigente. Hoy, por ejemplo, la tortura tiene la misma pena que el homicidio. ¿Qué mensaje es este? La Comisión no duda de que la tortura sea un delito aberrante, pero no puede tener la misma pena que un homicidio, es un mensaje muy


Justicia y Violencia contradictorio. Estamos diciendo: “Mátelo que le cuesta lo mismo”. No puede ser lo mismo, siempre la vida tiene que ser el bien jurídico más protegido, y las lesiones a la vida, a ese bien jurídico, tienen que ser las más severamente penadas. Se ha dicho que bajamos una cantidad de penas que no bajamos. Medios insospechados de oficialismo, como pueden ser el diario La Nación o chequeado.com, han mostrado que son falsas o engañosas cada una de las afirmaciones que el Frente Renovador difunde para juntar firmas (no se sabe bien para qué).

¿Cómo ves que los mismos miembros de la Comisión tomen ahora otra posición? La verdad es que no esperábamos que se cayera tan bajo. Lo más grave no es lo que está pasando con el Anteproyecto, lo que es grave es lo que está pasando a nivel político. Todos los dirigentes, prácticamente sin excepción, se han plegado a este discurso oportunista de demagogia política. Leen encuestas falsas o dudosas donde dicen que el 84% de la población está de acuerdo o justifica los supuestos linchamientos que además tienen bastante de show mediático detrás. Basados en eso, salen a hacer declaraciones con un alto grado de irresponsabilidad y sin ningún tipo de convicción propia. Es decir, en lugar de ejercer el arte de la política, que es tratar de convencer al otro de sus convicciones, hacen todo lo contrario, ven para donde sopla el viento esta mañana y para ahí orientan la nave. Y esto es gravísimo, un retroceso para la democracia enorme. El Código Penal es una anécdota en todo esto.

Blumberg fue la última huella con respecto a tratar leyes a partir de hechos políticos. ¿Qué balance hay de esas leyes? ¿Son tan punitivas como se dijo? Basta leerlas para saber si son punitivas. Te encontrás con que delitos contra la propiedad están tan severamente penados como el delito contra la vida y homicidio. Si eso no es punitivismo, ¿qué es? Ahora, en cuanto a los resultados, están a la vista. Tenemos 10 mil presos más de 2007 a esta parte. Estos son los famosos presos que entran por una puerta y salen por la otra, sobre un total de 68 mil de población

carcelaria que tenemos en nuestro país. La regla no es la excarcelación, los jueces no están liberando a presos o sospechosos a tontas y locas. De la población carcelaria, casi un 60% son presos sin condena. O sea, son personas que técnicamente son inocentes. Si vos de ese 60% de sospechosos tomás la porción que va a ser declarada inocente o que nunca va a tener una condena, tenés aproximadamente un 30% de personas encerradas “por las dudas”. Lo que es noticia es que liberan a una persona 12 horas después de haberla detenido, pero que tenemos 30 mil presos por las dudas no es noticia en ningún lado. En la Provincia de Buenos Aires hay muchos más presos por las dudas y el régimen de excarcelación es más severo que en otras provincias. Sin embargo, no veo que la gente se sienta más segura en las calles. Tampoco veo variaciones en los índices de delitos que obedezcan a esas reformas. Tenemos variaciones que obedecen a cuestiones de época.

¿Qué es lo que plantea este Anteproyecto con respecto a las excarcelaciones? Nosotros no podemos influir en eso desde el Código Penal. Las excarcelaciones y los criterios para la prisión preventiva están regulados por los Códigos Procesales de cada provincia y por el Código Procesal Penal de la Nación.

¿Cómo ves la dicotomía entre una posición garantista y una posición punitiva? Es una falsa dicotomía. Siempre se estudia la supuesta tensión entre eficiencia y garantías, y en realidad no existe esa dicotomía. Garantista no se puede no ser. Las garantías están en la Constitución y ser garantista no implica otra cosa que atenerse a nuestras normas fundamentales de convivencia. Tampoco está bien esto de: “El juez cumplió con la ley y si no nos gusta hay que cambiarla”. Bueno, hasta por ahí nomás, porque hay cosas que se pueden cambiar y mejorar, en cuanto a procedimientos, a hacerlos más ágiles, tratar de tener más condenados y menos sospechosos en las cárceles. Pero hay cosas que no podés cambiar, que están en la base del estado de derecho. El día que pongamos en duda la presunción de inocencia, ya estamos habilitando el estado de excepción, un Estado autoritario. Si no

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tuviéramos la presunción de inocencia, tendríamos que tener al Jefe de Gobierno preso por estar procesado. Lo justo es que sea procesado en libertad, a menos que haya un peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación. La ley tiene que ser pareja para todos. Pero no lo es. Cuando se habla de garantismo se intenta calificar a un colectivo que supuestamente sería blando con los delincuentes, que promovería mano blanda. Pero no es así. Ojalá se persiguiera la criminalidad en serio. Lo que hay son respuestas del momento, mediáticas, mucho humo. Intentan combatir el delito vendiendo espejitos de colores a la gente. El Código Penal llega tarde. Llega cuando ya te robaron o te mataron a tu pariente. Es como que vayas al médico y el doctor te recete una autopsia. Yo quiero que me resuelvan el problema antes. Ahora, ¿estamos en condiciones de explicarle esto a la mayoría de la gente? ¿Podemos decir qué es lo que hay que hacer en lugar de salir con antorchas a prender fuego a otras personas? No sé. Yo estoy haciendo el intento, no es fácil. Conlleva una gran responsabilidad por parte de nosotros, los especialistas, que a veces nos invitan a programas o nos hacen entrevistas, y no sabemos explicar las cosas.

Además de propiciar la inclusión, ¿qué puede hacer el gobierno para dar una respuesta al tema de la inseguridad? Ese es el problema de todas las centroizquierdas en el mundo. No se llevan bien con el tema. Entonces suceden dos cosas: o por culpa o por temor hacen poco, o sobreactúan y hacen cosas peores que las que harían los partidos de derecha. Lo que hay que hacer es ponerse los pantalones

“De la población carcelaria, casi un 60% son presos sin condena.” largos y abordar seriamente sin ningún tipo de prejuicio ideológico. Y lo primero, lo elemental es conocer el problema. Vos no podés ofrecer soluciones o alternativas si no sabés cual es el problema al que te estás enfrentando.

¿Cómo sería conocer el problema? Bueno, hoy tenés herramientas. Tenés números que provee el Instituto de


Justicia y Violencia ¿Cómo continúa la cuestión del Anteproyecto con respecto a los plazos concretos? Ahora se abre un período de 90 días para debate público que se va a canalizar a través de ONGs, universidades, esa es la idea. Y luego con la información que se reciba y las observaciones, se elaborará una versión definitiva que evaluará el Poder Ejecutivo.

“La mayoría de los operadores judiciales tienen miedo a las tapas de los diarios.” Investigaciones de la Corte en materia de homicidios y robos con armas (al menos en Capital Federal, Gran Buenos Aires, La Plata). También tenés la Dirección de Política Criminal del Ministerio de Justicia que trabaja en cuestiones de estadística. Yo creo sería indispensable tener un observatorio que proporcione números basados en la realidad, para que los medios no puedan construir la realidad en las tapas de los diarios. Un observatorio plural, con académicos, políticos, sindicalistas, de distinta procedencia. Mientras tanto, hay muchas cosas que se pueden hacer, como tener policías de investigación, policías judiciales, policías comunitarias locales. Habría que ver si es viable este tipo de policías en lugares donde los intendentes se pueden reelegir indefinidamente, o si hay que acompañarlo de una reforma política. Y sin ninguna duda, es necesaria una mayor jerarquización, profesionalización, sindicalización, mejor remuneración de las fuerzas de seguridad.

¿Cómo se resuelve el problema de la Justicia y la respuesta muchas veces demorada que da a los procesamientos? Con la Justicia yo veo dos problemas. Por un lado, veo una enorme cantidad de operadores judiciales que están fuertemente presionados por los medios de comunicación. Tienen muchísimo miedo de firmar una excarcelación como la que firmó el juez Cubas [del ladrón que ayudó a capturar Gerardo Romano], todo dentro de la ley. Él no tendrá miedo. Ahora, la gran mayoría que tiene miedo es la que genera esta situación de la que hablábamos antes: 60% de presos sin condena y 10 mil presos

más en siete años, sin que esto tenga que ver con un incremento de los índices de delitos. Porque no es que tengamos más presos porque hay una ola delictiva. Estamos como estábamos hace siete años. Hay mucho temor a la tapa de los diarios: no sólo hablamos de los jueces de primera instancia sino también de la cúspide del Poder Judicial. Creo que sería saludable que hubiera una mayor participación popular en todas estas cuestiones. No digo caer en estos absurdos de que los jueces se elijan por el voto, ni mucho menos los fiscales. Con eso puede terminar pasando lo que se ve en muchos estados de Estados Unidos: el que mete más presos hace mejor campaña, y está el tema del financiamiento de esas campañas, se presta a muchas manipulaciones. Pero puede haber participación en otros aspectos, como cumplir con la Constitución y establecer los juicios por jurado. Yo soy partidario de los juicios por jurado con participación de técnicos, de profesionales del derecho. Y también creo que podrían promoverse otras instancias de participación: desde auditorías externas del accionar policial con control del ciudadano, a la presencia de un defensor del pueblo en las comisarías. Más instancias de control y mayor participación popular en todas las instancias, desde la elaboración de las leyes penales hasta el control del servicio penitenciario, y sobre todo un reforzamiento del control civil. Y que los políticos se hagan responsables, que no haya el grado de autonomía que tienen hoy muchísimas fuerzas de seguridad o el servicio penitenciario. Estas fuerzas se manejan solas tanto en cuestiones disciplinarias, lo cual es gravísimo, como en cuestiones administrativas, que también es grave porque son focos de corrupción.

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El Poder Ejecutivo tiene la mayoría legislativa para reformar el Código Penal. ¿Cuál es la intención de hacerlo con otras fuerzas políticas? Haber convocado una comisión de estas características habla mucho de cuál fue la intención. Hace un año y medio que estamos trabajando con la participación de todos. Además se hizo una convocatoria a 400 figuras entre especialistas, ONGs, universidades, organismos de DD.HH. Respondieron pocas. En el Anteproyecto se menciona a quién se convocó y cuál fue la respuesta recibida. La convocatoria quedó abierta durante dos años, donde hemos recibido una gran cantidad de propuestas: desde insultos, hasta pedido de pena de muerte, castración, que se bajen penas, que se suban penas, todo esto está informado en el informe preliminar.

Y se sumó la idea de genocidio, ¿no? Eso es algo novedoso. Se incorporan los crímenes contra la humanidad. Nosotros no damos una definición de genocidio siguiendo los estándares internacionales, lo que dice el estatuto de Roma o lo que dice la Convención Internacional de Previsión y Sanción del Delito y Genocidio. Nosotros damos una definición nuestra, que tiene que ver con nuestra historia, con lo que hemos vivido nosotros. ¿Por qué? Porque, por el contexto histórico, la definición de genocidio excluía los motivos políticos, por presión fundamentalmente de la Unión Soviética que había cometido sus propios genocidios por motivos políticos y no raciales, étnicos. Nosotros hemos modificado esto e incluimos las cuestiones políticas entre el sinfín de posibilidades que pueden motivar un genocidio. De esto hay muy pocos antecedentes.


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Escribe: Claudia Korol (*) Ilustra: Veronique Pestoni

Hace pocos días, Rosario volvió a conmovernos con una nueva muerte absurda: el asesinato de David Moreira, un joven de 18 años, ejecutado por un montón de “vecinos” devenidos en verdugos. Los medios de comunicación han hablado sobre el tema desde diferentes puntos de vista. Lo que voy a compartir no es otro “punto de vista”, sino un sentir. Siento el dolor de David, molido a golpes, asustado, mirando sin comprender lo que sucede a su alrededor. Siento que siente que se muere, que lo están matando, y que sigue sin comprender. Siento que se murió, que fue asesinado –y no por la maldita policía, como en algún momento pudo temer (dado que es joven, que es pobre, que es de Ludueña)–. Siento el dolor de Lorena, la mamá de David, que comprende demasiado (dado que es mujer, que es pobre, que es de Ludueña). Lorena comprende tanto como para asumir el lugar pedagógico de exigir justicia pero no venganza. Comprende que la vida será más dura, más dolorosa, más difícil, después de la pérdida del hijo

querido. Lorena comprende tanto el valor de la solidaridad, que decidió repartir los órganos de David entre quienes los necesitaran. Pero también se sentó a escribir una carta para contarnos quién era su David, porque no estaba repartiendo lo que queda de un delincuente, sino lo que era su muchacho, el que la ayudaba cotidianamente en la tarea de alimentar y criar a los más pequeños. Siento el dolor de Mónica, la abuela de David, invitando a las abuelas a participar para detener esta ola de muerte que se lleva a sus nietos y nietas. La de David no fue la primera muerte joven, y tampoco la última. Siento el dolor de los hermanitos de David, casi huerfanitos sin el acompañamiento de su hermano mayor, el que se había tatuado en la piel sus nombres, como un compromiso de amor, de estar siempre juntos. Siento el dolor de sus amigos y amigas del barrio, a las que ya les duelen tantas muertes diferentes pero parecidas (linchamientos, gatillo fácil, paco, guerra

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de pandillas). Me pregunto si esos dolores no terminan siendo invisibilizados en la catarata de palabras de muchos análisis periodísticos que desmenuzan las motivaciones de estas formas brutales de violencia. Me pregunto si en esos análisis periodísticos hay conciencia de la enorme responsabilidad que tienen los medios de comunicación en la generación de la monstruosidad política que es la multiplicación de la violencia, especialmente contra niños, niñas y jóvenes pobres. Me pregunto si nuestra necesidad de racionalizar para comprender, no contiene una carga de posible naturalización de los hechos, a fuerza de tantas explicaciones psico y sociológicas, de tantas estadísticas, de tanta cosa. Siento que algo de las lógicas de la dictadura se ha metido en el cuerpo social, y vuelve a la superficie, estimulada por las radios 10, los blumberg, los clarinetes, y por los burgueses pequeños pequeños que claman a gritos “mano dura”. Lógicas que hacen que “vecinos” y “vecinas” se


Justicia y Violencia transformen en delincuentes que dirigen su “indignación” no contra el sistema sino contra sus víctimas. Que salen a matar como venganza. Que insisten en campañas para bajar la edad de imputabilidad, para encerrar a los pibes y a las pibas en cárceles. Y mientras tanto..., ejecutan la “limpieza social” por mano propia. Torturar y matar podría ser el título de este cuento, ya que vigilar y castigar nos queda corto. Los “vecinos” argumentan estar “cansados” de que la policía “no actúe”. Pero en realidad, no es que la policía “no actúa”. La policía es parte de un Estado que excluye, corrompe, margina, reprime y mata. Es una fracción conviviente con el narco y con el delito mayor, que ha delegado las tareas de “vigilancia al raterismo” hacia las franjas más exasperadas de la sociedad. Y esos grupos sociales exasperados, fascistizados, han decidido asumir no las tareas de justicia, sino el lugar de policía. Se han vuelto policías de gatillo fácil, que torturan hasta el final. Policías en un territorio donde no hay derechos ni justicia. Es la yuta sin uniforme que crece en la clandestinidad y en la impunidad –porque todavía no aparecen los responsables del asesinato–. Quienes mataron a David, seguramente no vieron su rostro desfigurado por los golpes. No lo vieron y no lo ven. Porque en él, en David, Goliat decidió ejecutar y escarmentar a todos los pequeños, para que aprendan a no salirse de los ghettos en donde se los ha confinado. Para que aprendan, claro. Porque la escuela ya no contiene a los davides, y será la dura ley de la calle la que detenga incluso su vida. Pienso en David molido a golpes, y la memoria cercana me lleva a Pocho Lepratti, asesinado por los policías aquel 19 de diciembre del 2001, en el techo de la escuela donde pibes y pibas como David comían lo que la miseria generalizada les dejaba. Pienso en el gesto de Pocho: “Bajen las armas que aquí solo hay pibes comiendo”. Pienso que en estos días nos faltó un Pocho que les dijera a la horda de verdugos de David: “Paren los golpes, que aquí sólo hay un pibe indefenso”. Siento que el sistema mata a los pochos, para que no queden barreras que detengan los golpes contra los davides. Y que mata a chicos como el Mono, Jere, Patom,

jóvenes militantes barriales rosarinos del Frente Popular Darío Santillán, asesinados en la madrugada del 1° de enero de 2012 en ajustes de las mafias narcopoliciales y políticas para lo mismo: suprimir las resistencias organizadas. Siento rabia cuando escribo. Escribo con rabia. No mido las palabras. Siento una rabia desmedida frente a la máquina de tortura y exterminio. Siento una rabia desmedida frente al “progresismo” incapaz de gobernar junto y para los que menos tienen. Un progresismo tan pro, un progresismo tan berreta.

La otra Rosario: la que nació al Che Hace pocos días compartí en Rosario el Carnaval de Pocho. En el día de su cumpleaños, los pibes y pibas que anduvieron con él hormigueando por las calles de Ludueña, los y las jóvenes del Bodegón, siguen su obra. El hormiguero crece. A pesar de Goliat, las hormigas invaden la ciudad. El carnaval es una manera de encontrarse con quienes en el barrio Ludueña, ahí de donde era David, siguen cumbiando, murgueando y rapeando miserias. En la plaza carnavaleada por las murgas llegadas desde otros barrios que viven y duelen los mismos crímenes, sean de Buenos Aires o de Mendoza, hablé con Juan, el hijo de Mercedes Delgado. Mecha, que formaba parte del Centro Comunitario creado por la comunidad eclesial de base de San Cayetano, cocinera del comedor popular, fue asesinada en enero del 2013 en un cruce de balas de ésos que abundan en las disputas de territorios de los narcos –y de los policías que los cobijan–. Mecha era parte de la comunidad, y buscaba respuestas colectivas, desde abajo, al sistema que excluye y mata. La muerte la tocó. Juan, su hijo, duele a la Mecha, así como hoy Lorena duele a David. Juan, como Lorena, también exige justicia y denuncia la convivencia narcopolicial, aunque en ese pedido y en esa denuncia le vaya el riesgo de su propia vida. Madres sin hijos e hijos sin madres en la ciudad devastada. La Mecha vive, dicen los chicos y chicas de Ludueña. También dicen que la Mecha sigue iluminando ahí, en sus mismísimos dolores. Y sin embargo, en ese territorio que vio

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nacer al Che, a tantos che, el hormiguero crece. Escribo estas líneas después de compartir con lxs compas de Pañuelos en Rebeldía de Rosario, un taller de formación de educadorxs populares realizado en la Toma, ese espacio autónomo, recuperado por los trabajadores y trabajadoras. Fueron parte de la jornada de educación popular muchos activistas barriales, algunos y algunas compas que trabajan con jóvenes en lugares de encierro, varixs que integran la Asamblea por los derechos de lxs Niñxs y Adolescentes, feministas, grupos de teatro del oprimido, estudiantes, profesionales. Todas y todos buscando caminos, conjugando alternativas que tienen dos claves: vida y libertad. Una joven malabarista, casi niña, hizo bellos juegos en el aire que nos permitieron sonreír y unir resistencia y alegría. Los malabares nos alfabetizaron en el lenguaje básico de la sobrevivencia. Siento que estamos pisando territorios donde la muerte imprime sus huellas de manera brutal. Una vez más, tendremos que aprender a reconocer las huellas, aprendiendo a saltar –como quien hace malabares– de la sobrevivencia hacia la acción colectiva, comunitaria. Siento que aunque no sepamos exactamente dónde caeremos, el desafío es dar el salto, y al mismo tiempo, como hormigas, rehacer el hormiguero con las claves necesarias. Vida y libertad. Resistencia y alegría. La terca marcha de las hormigas. Con la luz de la Mecha, con la mano tendida del Pocho, con la rebeldía del Che, naciendo siempre en los lugares de las injusticias. Y con una advertencia a los fachos: “Bajen las armas. Que aquí hay un pueblo naciendo”. Rosario, 6 de abril, 2014

(*) Claudia Korol es militante desde que era una estudiante secundaria. Participó en brigadas juveniles de solidaridad con Nicaragua y con Chile. Fue autora de libros de política, movimientos populares y feminismo, entre los que destacan Rebelión, reportaje a la juventud chilena, El Che y los argentinos, Caleidoscopio de Rebeldías, y sus entrevistas a Fanny Edelman y a Gladys Marín. Actualmente es coordinadora de Pañuelos en Rebeldía, un equipo de educación popular que realiza su práctica política pedagógica con diferentes movimientos populares de Argentina y de América Latina.


EL DEBATE POR L A REFORMA DEL CÓDIGO PENAL ¿Cómo se llegó al anteproyecto de la propuest

a de reforma del Código Penal? ¿Cuáles son los ejes del debate hoy? Gon zalo Nogueira, colaborador del Dr. Zaffaroni en la Comisión para la elaboración del proyecto e investigador de la Univ ersidad Nacional de San Martín, lo resume en este artículo. Escribe: Gonzalo Nogueira (*) Ilustra: Marcelo Mosqueira El desafío de la Comisión En el año 2012, mediante decreto presidencial, se constituyó la Comisión para la Elaboración del Proyecto de Ley de Reforma, Actualización e Integración del Código Penal de la Nación. Conformaron la comisión León Carlos Arslanián, María Elena Barbagelata, Ricardo Gil Lavedra y Federico Pinedo, cada uno de ellos junto a asesores especializados. La presidencia estuvo a cargo de Eugenio Raúl Zaffaroni, y se trabajó bajo la coordinación de Roberto Carlés. Las reuniones se celebraron en el Salón de Té de la Corte Suprema de Justicia de la Nación durante 18 meses ininterrumpidos. Los integrantes de Comisión, además de ser representantes de diferentes fuerzas políticas, son notables exponentes del derecho penal. Dos de ellos, Arslanián y Gil Lavedra, fueron jueces de la Cámara Federal que juzgó a la Junta Militar responsable del genocidio perpetrado en la última dictadura argentina. En las sesiones de trabajo se analizó en detalle cada artículo, deteniéndose el tiempo necesario para acabar cada discusión planteada, por lo que el anteproyecto se redactó en forma colectiva. Se hicieron consultas con especialistas de cada materia, se solicitaron sugerencias y colaboraciones a profesionales especializados, a docentes reconocidos y a diversas instituciones. Se trabajó bajo un permanente debate de alta calidad técnica y con un notable apego a los preceptos constitucionales que, en materia penal, deben regir como limitación al poder punitivo del estado de derecho. El Código Penal no es un cheque en blanco que se le

otorga al Estado para perseguir y castigar. Frente al poder punitivo del Estado, los ciudadanos necesitamos del Código Penal como límite al ejercicio de ese poder. Desde la primera reunión se estableció como objetivo común lograr redactar un anteproyecto que proponga un nuevo Código Penal que recupere claridad, precisión y organicidad. Se buscó devolverle al Código Penal la proporcionalidad y coherencia que se perdieron tras 900 reformas parciales. Era necesario lograr una redacción comprensible, sin perder rigurosidad, a fin de honrar el mandato constitucional de certeza del derecho. Se tuvo como marco referencial al Código de 1921, que también fue redactado por una comisión integrada por representantes de distintas fuerzas políticas (conservadores, radicales y socialistas), y presidida por Rodolfo Moreno (h). Si bien fue a partir de los años ‘60 que el vigente Código empezó a sufrir continuas reformas, es en nuestro siglo cuando su original estructura queda totalmente desbaratada. El golpe de gracia lo dio la reforma Blumberg, que además demostró la absoluta ineficacia del agravamiento irracional de la pena como forma publicitaria de disuasión y prevención del delito. En la nota de elevación del anteproyecto los integrantes de la Comisión expresaron: “Dejamos constancia de que cada uno

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Escribe: Gonzalo Nogueira (*) Ilustra: Marcelo Mosqueira

de nosotros –e incluso cada penalista– muchas veces habrá imaginado o podrá proponer un texto diferente. Estas diferencias han existido en la Comisión, pero hemos cedido a esta tentación hasta lograr el máximo de acuerdo posible. Quizá llegamos con cinco proyectos diferentes en nuestras cabezas, pero ha predominado en todos nosotros el sentido común y la voluntad unánime de contribuir a dotar a la República de un Código Penal que ponga orden en una legislación que se ha descodificado y desarticulado, de modo que ahora presentamos un texto que es fruto del diálogo, la reflexión y el afán de armonización de todos”. Zaffaroni manifestó que el debate sobre la reforma integral al Código Penal demostrará si nuestra sociedad, y sobre todo nuestros dirigentes, tienen la suficiente madurez política para abordar esta cuestión. Lo escuchado hasta aquí desalienta dicha advertencia.

Cancha embarrada El último intento de reforma integral del Código fue en el año 2006. Eran tiempos en que el Blumberg era todavía un “ingeniero” potenciado por radios y canales televisivos. Aquella presión


Justicia y Violencia mediática ejercida sobre la comunidad terminó por bloquear la discusión y el anteproyecto no logró ser discutido en el Congreso. Hoy, determinados sectores políticos, con complicidad de algunos medios de comunicación, intentan repetir la fórmula. El papel que juegan los medios de comunicación es central: le ofrecen el mejor escenario a las propuestas vindicativas tratando de conquistar la mayor cantidad de audiencia posible, generando alarma social y cierto pánico moral. Se sabe que el miedo es muy contagioso. El objetivo sigue siendo el mismo del 2006: bloquear la discusión del anteproyecto en el sitio constitucionalmente indicado, el Congreso de la Nación. Se intenta censurar el debate parlamentario mediante una consulta popular, una iniciativa que es apoyada y potenciada por una enorme propaganda mediática que esquiva cualquier debate racional. Esto violentaría el precepto constitucional: “No podrán ser objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma constitucional, tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia penal” (Art. 3° de la Ley 24.747 reglamentaria del Art. 29 de la Constitución Nacional). Quienes quieren plebiscitar la reforma son los mismos que hoy intentan justificar sutilmente los episodios de violencia social, calificados de linchamiento público (primero llamando “justicia por mano propia” un hecho criminal; luego, invocando un slogan propio del discurso de la anti-política sobre la “ausencia estatal”; y, por último, recurriendo al lema neopunitivista de “quien las hace, las paga”). La campaña para evitar la discusión de fondo intenta llevar a cabo una malversación hermenéutica sobre el trabajo hecho. Se aduce que se propone eliminar la prisión perpetua, cuando se sabe que la misma es inconstitucional y que, por lo tanto, ha dejado de aplicarse. Se aduce que se propone eliminar la famosa “reincidencia” (pero nunca llegan a explicar de qué se trata), cuando nada dicen que se propone eliminar la “libertad condicional”. Se propone ofrecer penas alternativas más eficaces, lo que redundaría en una notable mejoría en la efectividad de las penas por sobre su falsa espectacularidad. Se aduce que se propone “bajar todas las penas”. No aburriré con cuentas. Tan sólo diré, como lo expresa la Comisión en su nota de elevación, que “se propone disminuir o

aumentar las escalas penales en la medida necesaria para evitar contradicciones axiológicas graves”. Se vive hoy en un estado de campaña electoral permanente, en el que para recaudar la mayor cantidad de adeptos y marcar la agenda política se justifica cualquier medio. Los noticieros están más preocupados en la medición minuto a minuto de audiencia que en su función de informar responsablemente, con frases hechas y huecas que intentan, en un claro guiño de demagogia punitiva, expresar el “clamor de la gente” (ese término que tan nervioso ponía a nuestro maestro el criminólogo Elías Neuman). Es cierto que siempre se construyeron chivos expiatorios, pero hoy, con el alcance omniprepotente de las distintas formas de comunicación, los estereotipos negativos se potencian al punto de lograr homogeneizar la figura del delincuente tipo, sin atender las particularidades de cada región. Hoy quien es joven, morocho, proveniente de un barrio vulnerado y en actitud un tanto sospechosa lleva todas las de perder. Y en algunos casos, la sospecha es un dato prescindible. Vivimos entonces ante un sistemático bombardeo apologético de violencia contra el enemigo público señalado.

Lo que resta: una oportunidad a la democracia Veremos, entonces, qué proyecto llegará al Congreso de la Nación luego de ser estudiado por el Poder Ejecutivo. Esperamos que sobreviva al maniqueísmo mediático. Por el nivel de desinformación, sobreactuación e irresponsabilidad de algunos dirigentes políticos, queda claro que la única batalla que pueden dar es la mediática. Son representantes del autoritarismo fácil, pero cool, y no resisten un round en la arena del debate político. Pero dicho esto, también debemos remarcar que la reforma integral del Código Penal debería ser parte de una reforma estructural del sistema penal. Y digo sistema, palabra problemática, para referirme a la reorganización de las distintas agencias que componen al poder punitivo del Estado de derecho (por ejemplo: tribunales, fiscales, defensores, policía, servicio penitenciario, patronato de liberados, órganos políticos de interior, seguridad, inteligencia). El abordaje de las agencias abarca también la revisión

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de las normas que las regulan. Por ello, y para generar un cambio profundo en la conflictividad social que hoy nos ocupa, es necesario avanzar hacia una readecuación de la Ley de Ejecución Penal y de los Códigos de Procedimientos Penales, de competencia provincial. En particular, resultará imprescindible repensar y rearmar el Patronato de Liberados (aquella agencia que debería mediar entre el sujeto prisionizado y el medio social libre, prestar asistencia a los liberados y supervisar las medidas de conducta impuestas por el Tribunal). Esto último redundaría en una más eficiente aplicación de las penas alternativas a la prisión; y en la efectiva socialización de quienes ya fueron excluidos de toda socialización en el marco de un orden social justo. Por último, habrá que estudiar la manera de instituir normativamente el concepto de “reserva de Código”, a fin de proteger la coherencia y racionalidad de las normas penales contra los embates de la criminología mediática y la demagogia punitiva que buscan, a través de la exasperación social de las pulsiones vindicativas, llevar a cabo reformas contrarias al orden constitucional en el cuerpo legal. Ya lo dijimos, el miedo contagia; pero el mayor problema es que la violencia también. Como sostiene el sociólogo Richard Sennett, “la sociedad moderna organiza mejor el intercambio dialéctico que el dialógico”. Es decir, como sociedad tendemos a buscar el acuerdo, aunque se fuerce o manipule el contenido (es el riesgo que implica todo intercambio dialéctico). Resulta más trabajoso, en cambio, discutir y confrontar ideas y conceptos sin la obligación de ponernos de acuerdo (bajo el intercambio dialógico). Esta tensión se refleja en el accionar de ciertos sectores de poder que, con la contribución de algunos grupos mediáticos, construyen un sentido común autoritario que persigue un tipo de consenso social: el que configura un caldo de cultivo para la violencia social.

* Miembro del Programa de Investigación en Criminología de la UNSAM. Abogado, doctorando en Sociología (UNSAM). Miembro del equipo de asesores del Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni en la Comisión para la Elaboración del Proyecto de Ley de Reforma, Actualización e Integración del Código Penal de la Nación.


Productoras Audiovisuales Comunitarias

LA PANTALLA UN RECURSO POPULAR

Escribe: Gisela Mouradian (*) Fotos: Archivo Hamartia

En la Red de Productoras Audiovisuales Comunitarias nos agrupamos las organizaciones que producimos contenidos por fuera de la lógica comercial. Buscamos ocupar el 33% de las pantallas: un derecho que nació con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En la era de la comunicación audiovisual todo artefacto de consumo masivo tiene una pantalla. Como plantea Rocambole, el diseñador de los discos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota: “En el siglo XXI va a tener lugar una monstruosa batalla, la de las pantallas. El arte tiene la responsabilidad de construir imágenes que contribuyan a la producción de un mundo mejor. La pantalla tiene una potencia formidable que irrumpe todo el tiempo y no se puede ir en contra de la tecnología, porque la tecnología es puro desarrollo humano”. Está claro entonces que la imagen es el instrumento con el que se construye el poder. Ahora bien, ¿qué pasa cuando ese poder está construido por un monopolio de imágenes? No hay un otro. El individualismo ha calado tan hondo en nuestra sociedad que dio lugar a que esa pantalla que muestra infinitas realidades, miles de pedazos de espejo, no sea más que una sola imagen, la de uno. El poder de las corporaciones mediáticas ha sido volcado una y otra vez contra del pueblo, deformando la realidad, construyendo un sentido común en favor de sus propios intereses. Así, hemos visto cómo en

toda América Latina han apoyado los golpes e intentos de golpe de Estado y cualquier maniobra desestabilizadora que se realizó contra un gobierno popular. ¿Y cómo? Construyendo una imagen, un espejo. Lo comprobamos todos los días: ese espejo refleja muchas veces lo peor del ser humano. Su violencia, su indulgencia, su fracaso. Las corporaciones mediáticas instalan las categorías de debate de la sociedad: a lo popular lo llaman populista, a lo participativo lo llaman demagogia y a la pantalla, realidad. Seguir bajo la crianza de un discurso monopólico es un peligro del cual la sociedad tendrá que aprender a defenderse. Cuando se aprobó por amplia mayoría la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA), muchos grupos sociales y culturales se sintieron motivados a considerar a la pantalla como un espacio propicio para difundir sus contenidos. La LSCA intenta ordenar el espectro radioeléctrico obligando a los grandes grupos de medios hegemónicos a desinvertir. Las corporaciones mediáticas deben reducir su cantidad de licencias y generar un

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nuevo escenario de batalla hacia la democratización de la comunicación. Para ello, la LSCA reserva el 33% del espectro de televisión y de radio para las organizaciones sin fines de lucro y abre la posibilidad de una comunicación con lógicas no regidas por lo comercial. El último fallo de la Corte Suprema de Justicia ratificó la constitucionalidad total de la Ley y permitió pensar en la conformación genuina de un sector comunitario que produzca contenidos audiovisuales y dispute creativamente un nuevo sentido en la pantalla. La RED PAC (Red de Productoras Audiovisuales Comunitarias) fue presentada oficialmente el 7 de diciembre del 2013 en el ISER y actualmente participan de ella alrededor de 40 organizaciones, la mayoría situadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La perspectiva de la Red es institucionalizar las productoras, encontrar el modo de volverlas sustentables y contagiar a cada región del país la necesidad de organizarse para disputar el aire. En noviembre del año pasado, por iniciativa de la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual),


se realizó el primer encuentro nacional de las PAC en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. Este primer encuentro tuvo una notable concurrencia y puso de relieve a diversas experiencias en el país, en las que la producción de contenido audiovisual se apoya en el recurso humano y se financia con las voluntades y los sueños de la propia comunidad. La AFSCA ha impulsado, a fines del año pasado, una línea de fondos concursables en el que se entregó a productoras de todo el país un total de un millón y medio de pesos. Para este año se prevé multiplicar los incentivos. Los productos deben ser entregados en alta calidad y el único requisito inexpugnable es el de la

La RED PAC se plantea generar una mayor pluralidad de voces, un vínculo real con las comunidades en donde éstas tengan una participación activa en la producción de contenidos. Leandro Pafundi, de Agrupación El Mate, explica: “Hay que poner el cuerpo. Sin un grupo de actores capaces de hacerse cargo del cambio de paradigma que plantea la Ley no se puede esperar mucho de lo que se libre al azar. El azar lo manejan las grandes corporaciones que no tienen otro objetivo más que convertir al televidente en un mero consumidor”. La Red está integrada por cooperativas, asociaciones civiles, organizaciones sociales o territoriales con sectores de comunicación y cualquier grupo que

se mostró eufórico una vez terminado el encuentro: “Queremos poner a disposición de todas las organizaciones comunitarias un mapa de recursos. Para ello hace falta tener personería jurídica. Queremos ayudar a todos los grupos a que se organicen y puedan acceder a esa posibilidad”. Por su parte, Jaime Galeano, de “Cooperativa Los Perseguidores”, dijo: “No queremos que nuestra cultura esté subordinada al mercado. Tenemos que ser protagonistas y creadores de la realidad”. Si hay algo que quedó claro en el último encuentro de productoras audiovisuales es que la lucha por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual recién empieza. Como decía Rocambole,

figura legal. Ese sector social al que la LSCA reserva el 33% del espectro, el comunitario en especial, deberá realizar un enorme esfuerzo para poder constituirse en forma definitiva. “La realización de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es quizá uno de los eventos culturales más importantes de los últimos tiempos”, asegura Damián Cots, de la Asociación Civil Hamartia e integrante de la mesa ejecutiva de la RED PAC. Damián Cots agrega: “Las organizaciones que integramos la RED PAC somos conscientes de la responsabilidad que tenemos no sólo a la hora de producir contenidos sino sobre todo a la hora de ocupar un lugar activo en la sociedad”.

realice producciones audiovisuales con una lógica distinta de la comercial. En lo concreto, la Red PAC se encarga de desarrollar las siguientes tareas específicas: capacitación permanente e integral, asesoramiento para la conformación de figuras jurídicas, generación de un calendario de concursos y fortalecimientos otorgados por las distintas instituciones estatales, brindar un marco de acompañamiento para las presentaciones ante estas instituciones, propiciar la generación de un banco de recursos de equipamiento y el acceso de las PAC a las pantallas existentes o futuras. Néstor Ventaja, responsable de Relaciones Institucionales de la Red

los artistas tienen la responsabilidad de construir imágenes para producir un mundo mejor pero el artista debe saber salir de su obra para obrar en consecuencia de lo que el mundo requiere. Y sólo desde allí será posible construir una herramienta sólida capaz de disputar el aire, sin sacar los pies de la tierra. Porque siguiendo la línea de Rocambole, no se puede ir en contra de la tecnología pero sí de los grandes monopolios. Y como se propone la Red, hay un sólo camino: construir contenidos de calidad, en forma colectiva y excluyendo al consumo como primer objetivo de la comunicación. El compromiso hoy es ocupar el 33% de la pantalla.

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(*) Para comunicarse con la RED PAC pueden escribir a prensaredpac@gmail.com


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$

Acuerdo de Precios

Inflación y acuerdo de precios

El 2014 nos encontró con corridas bancarias, un intento de megadevaluación y aumentos injustificados de precios. En este panorama surgió Precios Cuidados, un acuerdo entre el gobierno, empresas proveedoras y supermercados sobre el precio de venta de cientos de productos. El programa va por su segunda etapa: 302 productos de 130 rubros que se ofrecen en supermercados de todo el país. Parte del éxito de Precios Cuidados está en darnos a los consumidores dos herramientas: conocer cuál es el precio de referencia de los productos que más consumimos y tener la capacidad de denunciar. En esta sección, entrevistamos a Augusto Costa, Santiago Fraschina, Juan Carlos Junio, Héctor Polino y María Graciela de la Rosa para aportar herramientas al debate sobre las causas de la inflación, la importancia de sostener el nivel de consumo, la utilidad de Precios Cuidados y el protagonismo popular en el control de los precios. “Los Precios Cuidados son precios justos”, nos dijo el Secretario de Comerio Augusto Costa. Es decir, no son precios de oferta sino que garantizan cubrir los costos más una rentabilidad razonable. Toda aquella rentabilidad excesiva que el dueño de un supermercado o de una gran empresa de alimentos se lleva es un

Ilustra: Sol Re

robo de nuestro bolsillo. “La gente está empezando a entender que no es el gobierno el que estimula la suba de precios, sino los grupos económicos”, opina el economista Santiago Fraschina. Además, Fraschina plantea que las retenciones son la mejor herramienta contra la inflación. Héctor Polino, de Consumidores Libres, enfatiza que es necesario que se conforme un “Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia”, ya que de otro modo es difícil sancionar a los monopolios u oligopolios. La Senadora María Graciela de La Rosa impulsa un proyecto de ley para crear un “Sistema Informativo de Precios”, tal que las empresas con alta facturación informen sobre precios, costos, políticas de venta y comercialización. Por su parte, Juan Carlos Junio nos cuenta qué propuestas tienen para batallar la especulación de los formadores de precios desde el “Cabildo Abierto para la Convocatoria Económica y Social por la Argentina”. La búsqueda política va por el protagonismo popular y el fortalecimiento de las economías sociales, cooperativas, agrarias, entre otras. Las góndolas están revueltas. Los trabajadores comparamos precios, defendemos nuestro bolsillo y exigimos que se cumpla el acuerdo Precios Cuidados. Y vamos por más, porque la batalla es contra las corporaciones con poder de formación de precios.

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Entrevista al economista Santiago Fraschina

“La política

anti-inflacionaria

retenciones

más exitosa son las Escribe: Facundo Daelli Foto: Ludmila Szwarcberg

Santiago Fraschina es el Vice Superintendente de Seguros de la Nación pero, ante todo, es un economista que tiene una claridad poco habitual entre sus pares. Fundó el Grupo de Estudios de la Economía Nacional y Popular (GEENaP), con el que organizan charlas-debate para luchar contra “la privatización de la ciencia económica”. ¿Qué es el Grupo de Estudio de la Economía Nacional y Popular? Nos identificamos como economistas a los que nos gusta estar en el territorio, con los militantes. Damos charlas, pero no para explicar sino para debatir. Una de las peores cosas que hizo el neoliberalismo es la privatización de la ciencia económica. Los economistas ortodoxos le hicieron creer a la gente que la economía es una ciencia dura, dífícil, de la que sólo pueden hablar los economistas. El padre de dicha privatización fue Domingo Felipe Cavallo. Nadie entendía nada cuando Cavallo anunciaba alguna medida en los medios pero la gente se decía “Estudió en Harvard, sabe lo que dice”. Con el tiempo nos dimos cuenta de que el objetivo de Cavallo era que nadie le entendiera, porque nadie iba a apoyar las medidas económicas que proponía. Nosotros creemos que tenemos que transitar el camino contrario: la popularización de la ciencia económica. Es muy importante que la gente se ponga

a discutir de economía y que también lo hagan los militantes. Nuestro granito de arena es este. Hay que recordar esa frase que dice que si un economista te quiere explicar y no lo entendés, que te lo explique de nuevo; y si otra vez no lo entendés es porque te quiere cagar. Los economistas ortodoxos nos quieren cagar todo el día.

Algunos economistas aducen que la causa de la inflación se debe al aumento del gasto y otros a un problema de puja distributiva. ¿Cómo ves el tema? Los economistas ortodoxos dicen que el principal problema económico es la inflación, porque genera pérdida de poder del salario real. Dicen que la Argentina es de los cuatro países con mayor inflación en el mundo y asocian el nivel de vida al nivel de inflación. En Mozambique hay menos inflación que en la Argentina, en España y en Grecia hay deflación, en la Argentina de los ‘90 había menos inflación que hoy...

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Y sin embargo, en la Argentina de hoy se vive mejor. Hay deflación cuando hay crisis económica. Cuando un comerciante no puede vender, baja los precios; pero para eso le baja el salario a los trabajadores. Nadie puede comprar porque no hay consumo, entonces el comerciante vuelve a bajar los precios. Donde hay deflación de precios, necesariamente hay también deflación de salarios y empleos. Esto pasó en el 2001 acá y es lo que pasa ahora en España. El principal problema de un país no es la inflación sino el desempleo, que trae aparejada la deflación. Donde no hay inflación es en el cementerio, porque nadie consume. Creo que la función de una política económica es llegar al pleno empleo, no fijar los precios. ¿De qué le sirve a un argentino que los precios no suban si no tiene trabajo? Hay que agarrar los índices de consumo: el poder de compra de los argentinos estuvo aumentando a pesar de la suba de precios. A mí lo que me interesa no es que suban los precios sino mantener el nivel de compra. Para


$ los economistas ortodoxos, la solución antiinflacionaria es enfriar la economía, es el ajuste. Menos gasto, menos emisión, nada de Asignación Universal por Hijo (AUH). La quieren enfriar porque hay un amplio sector que se beneficia con el enfriamiento. Cuanto menos consuman los argentinos, más aumenta el saldo exportable del sector agroindustrial. Ese sector necesita un consumo interno bajo, para ello necesita salarios bajos. Cuanto mayor es la pobreza en la Argentina es mayor su rentabilidad. El modelo agroindustrial exportador lo único que va a generar es desocupación, concentración de riqueza y pobreza.

¿Por qué se genera la inflación en la Argentina? ¿Qué opinión tenés del programa Precios Cuidados? La inflación en la Argentina se da por dos factores. Uno es la inflación importada de los precios internacionales de los alimentos, principalmente de la soja, motorizada por la enorme demanda de China. Esto repercute aquí porque el que produce alimentos quiere exportar o quiere vender en el mercado interno al mismo precio que el internacional. En segundo lugar, si uno tiene un campo en la Argentina va a querer producir lo que genere una mayor rentabilidad relativa, es decir, lo que le haga ganar más. Como la soja es tan rentable, se generó una expulsión de la producción de lo que los argentinos consumimos. Para que el bife con papas fritas y pan sea barato hay que producir vacas, trigo y papa, pero los tipos quieren producir exclusivamente soja. La política anti-inflacionaria más exitosa son las retenciones. Si las retenciones fueran cero como quiere Sergio Massa, los precios de lo que los argentinos consumimos aumentarían en un 60 o 70%. La 125 fue una medida anti-inflacionaria, Néstor Kirchner lo decía claramente: “Estamos cuidando el bolsillo de los argentinos”. Uno de los responsables de los aumentos de precios es Julio Cleto Cobos con su voto no positivo.

¿Y el segundo factor? El otro tema generador de inflación es la puja distributiva. El gobierno se mete dentro de esa puja garantizando los aumentos nominales de los ingresos de los argentinos con políticas como paritarias, AUH, Progresar, Jubilaciones. Y también, con Precios Cuidados, que es una muy buena

Acuerdo de Precios

política para contener las subas en forma heterodoxa, en beneficio de las mayorías. Precios Cuidados fija precios de referencia porque no sólo rige sobre los productos que están en el acuerdo, sino que da al consumidor la posibilidad de comparar con otras marcas y tener referencias de cuánto puede salir un producto. Además, agrega una novedad muy importante: la sanción. Es asombroso que firmen acuerdos voluntarios de precios y después no los cumplan. Yo creo que la gente está empezando a entender que no es el gobierno el que estimula la suba de precios sino que son los grupos económicos. Creo que Precios Cuidados puede ser una excelente medida para intervenir en la puja distributiva, no enfriar la economía y poder seguir distribuyendo el ingreso en forma progresiva.

¿En qué lugar de la cadena de valor ves que se generan los desfasajes de precios? El supermercado es un generador de inflación. El productor vende barato y el consumidor paga caro; en el medio se llevan la mayor parte de la rentabilidad. Me parece muy bueno lo que hace el Mercado Central

AFJP y por lo tanto desaparecerá Procrear. Eso va a generar pobreza, desempleo y concentración del ingreso. El el 2016, ese plan dejaría un enorme conflicto social y el país sería ingobernable para la derecha. Van a poder gobernar dos años porque hasta el más antikirchnerista se va a dar cuenta de que antes estábamos mejor. Entonces la derecha pensante, que la hay, se pregunta: “¿Cómo podemos hacer un plan de derecha pero para gobernar el país 15 o 20 años?”

¿Qué estrategia pensás que tiene esa derecha pensante? Esa derecha sabe que tiene una sola alternativa para gobernar sin conflictivad social: pulverizar al gobierno de Cristina Fernández y buscar una salida anticipada del gobierno. Si eso pasa, van a decir: “Cuando gobernó el populismo terminamos así, ahora va a gobernar la racionalidad económica y el consenso”. La idea es comparar no con el mejor momento del kirchnerismo sino con el último año. La primera estrategia es la instalación del miedo a través de la inseguridad, la inflación y el dólar. Un sujeto con miedo es un sujeto conservador que vota a la derecha.

“La gente está empezando a entender que no es el gobierno el que estimula la suba de precios, sino los grupos económicos”. de aumentar la competencia llegando a los barrios, pero hay que tener cuidado con los pequeños almaceneros a los que también les perjudica tener un Mercado Central. Ellos no son los responsables de los aumentos de precios.

¿Qué implicancias puede tener la inflación en las otras variables económicas? La inflación no tiene por qué generar desequilibrio macroeconómico, salvo que ciertos actores económicos jueguen a generarlo. Los economistas construimos los modelos en base a supuestos. Imaginemos que en 2015 el presidente es Macri. Va a convocar a su equipo económico, Melconian, Sturzenegger, Frigerio y todos los economistas de derecha. Lo que van a empezar a hacer es un plan de derecha: apertura comercial, fin de paritarias, desregularización de precios, fin de la AUH, que vuelvan las

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La segunda, es la generación de vacío de poder: Cristina está enferma y ya no gobierna, hay un gobierno estructuralmente corrupto, un gobierno ineficiente cuyas medidas fracasan. La estrategia es llevar a la salida anticipada. La tercera estrategia para complementar todo esto es el caos económico: subas de precios por parte de los grupos económicos, corridas bancarias para que el sector externo no exporte ni liquide los dólares, la soja guardada en silos-bolsa hasta dos años si es necesario. Buscan generar la sensación de que el país se viene a pique y crear así una demanda de dólares. Si reducen la oferta de dólares y aumentan la demanda, llevan al gobierno a tener que devaluar, devaluar y devaluar para generar la espiral híper-inflacionaria. Luego: saqueos, salida anticipada de Cristina, vuelve la derecha y genera pobreza, indigencia, desocupación, concentración del ingreso, pero con poca tensión social. En eso estamos.


Entrevista a Juan Carlos Junio

UN CABILDO

PARA ENFRENTAR LA

ESPECULACIÓN Escribe: Santiago Mouradian Foto: Nicolás Blanco

Juan Carlos Junio, Diputado Nacional por el Partido Solidario dentro del Frente Nuevo Encuentro y Director del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, participó del lanzamiento del primer “Cabildo Abierto para la Convocatoria Económica y Social por la Argentina”. La iniciativa fue impulsada por trabajadores, PyMEs, intelectuales, productores agropecuarios y fuerzas políticas. Desde este Cabildo, buscan construir acciones y herramientas contra la especulación de los formadores de precios y en defensa de los consumidores. Se cumplió una primera etapa de Precios Cuidados. Desde el Partido Solidario, ¿qué balance hacen de esta primera fase de intervención del Estado ante los aumentos desmedidos? Creemos que es una buena iniciativa del Estado Nacional porque apunta por primera vez a entrar a lo profundo del problema, que es la cadena de valor. Es muy frecuente que tres o cuatro grandes corporaciones dominen el 80% o 90% de una rama de la industria. Esto se ve particularmente en la rama alimenticia. En general son grupos muy concentrados. Por eso, es un hecho importante meterse profundamente en las cadenas de valor, desde los inicios del proceso productivo hasta el final de la distribución de los bienes. De alguna manera los grandes grupos se han resignado a que el Estado se meta adentro de sus empresas y más que nada de sus costos. Tanto lo de Precios Cuidados como nuestra convocatoria

a un Cabildo Abierto son la emergencia de una actitud económica y política que comenzó a mediados de diciembre. A partir de la devaluación, hubo una fuerte ofensiva de las grandes corporaciones para aumentar los precios más allá de lo único que podría haber sido justificado, que es el componente dolarizado de sus costos. Por lo tanto, ahí hubo una ofensiva muy grande de apropiación de la renta, que en realidad es la apropiación de la riqueza de los consumidores, de los ciudadanos, del sector de ingresos fijos y a las clases medias. A lo largo de toda esta cadena de valor, las grandes corporaciones se quedan con un cacho más grande de la riqueza.

Hacen la redistribución al revés… Claro, o en todo caso la contraredistribución, lo que hicieron siempre en las devaluaciones. Por eso, en general todos tenemos un reflejo contra las devaluaciones, porque al sector de ingresos fijos no se le aumentan los sueldos

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tanto como aumentan los precios. La novedad acá es precisamente lo de Precios Cuidados, que el Estado trabaje para que los precios no tengan una subida arbitraria y tengan correspondencia con los costos, y entonces las transferencias de ingresos del sector de ingresos fijos no sean las típicas de este tipo de devaluaciones. La otra cuestión que está relacionada con todo esto es el tema de las paritarias, como fue el conflicto docente. A lo largo de estos años, ya sea vía paritarias o vía la acción del Estado mediante subsidios sociales, se logró empardar o ganarle a la inflación y a los aumentos de los precios. Por eso se ha podido sostener la mejora en el nivel de vida, el consumo, y una mejor distribución de la riqueza. Hay que preguntarse si las grandes corporaciones han obtenido ganancias como para afrontar estas demandas salariales de las paritarias. Y la respuesta contundente es que sí, han obtenido enormes ganancias a lo largo de esta década y en los últimos tiempos. Por lo tanto, es vital que las paritarias de


$ los trabajadores tengan logros que se correspondan con el proceso inflacionario. Por eso es legítimo que los maestros peleen por el poder adquisitivo de su salario. Si bien en este caso el empleador es el Estado y no patronales privadas, la clave es que los trabajadores no retrocedan en sus ingresos.

¿Ustedes respaldaron el conflicto docente que encabezó Baradel en la Provincia de Buenos Aires? Sí, claro. Todo conflicto puede tener visiones críticas acerca de los modos tácticos en que se llevan a cabo. Si debió ser por tiempo indeterminado o no, si debió ser por 72 o 48 horas, puede ser materia opinable y en este caso tiene importancia porque están los alumnos, no es como una huelga del Gremio Metalúrgico. Por lo tanto, admito esa complejidad y no la subestimo. Pero lo central es que los maestros en la Provincia de Buenos Aires estaban atrasados con respecto a la mayoría de los distritos del país, tenían el más claro derecho a que el gobierno de la Provincia de Buenos Aires les pague. Y si el gobierno no tiene plata es porque no la va a buscar a los sectores de alta capacidad contributiva. La Provincia de Buenos Aires es la Pampa Húmeda, tierra riquísima donde están ganando mucha plata, hay que ir ahí a buscar los recursos. Y si no va, no puede decir “No tengo plata” e ir contra los maestros. Por eso mi posición siempre fue de acompañamiento a los maestros.

En América Latina hay una ola de cambios, pero también de golpes, de intentos desestabilizadores. ¿Encuentran un correlato entre la corriente desestabilizadora que corre por el continente y estas maniobras concretas de suba de precios y corridas del dólar? Creemos que el accionar de los últimos días de diciembre y de enero y febrero, tenía un doble propósito. Por un lado, apropiarse de la riqueza, que es lo que ya explicamos anteriormente. Por el otro lado, generar un clima de zozobra, de caos, de incertidumbre, de desestabilización política. La intención fue debilitar al gobierno lo máximo posible con vistas al proceso electoral del año que viene, para poder vencerlo y terminar con el

Acuerdo de Precios

proyecto latinoamericanista que encarna el kirchnerismo actualmente. Hay una acción política de las grandes corporaciones que se respalda en los medios de comunicación, que no son sólo difusores del poder sino que están en la misma encarnadura. Por eso, este tema tiene parentesco con lo que pasa en otros países del continente. Ningún caso es igual, el nuestro no es como el de Venezuela y sin embargo tiene un parentesco en quién es el gran titiritero de todas las épocas, que es el Imperio, Estados Unidos, que quiere terminar con la ola americanista de su patio trasero. Por eso desarrollan una acción desestabilizadora en todos los países del continente y Argentina no es una excepción.

¿Qué los moviliza a construir este Cabildo abierto y qué tipo de iniciativas proponen desplegar desde ahí? En el Cabildo creemos que hay una acción desestabilizadora de los formadores de precios y eso nos convoca a juntarnos. Componen el Cabildo organizaciones sociales de trabajadores, muchos de ellos de la CTA, PyMEs, cooperativas, organizaciones de la economía agraria. Nuestra convicción y conclusión es que no alcanza con pronunciarnos, sino que es imprescindible encontrar vías de protagonismo y participación popular que complementen la acción gubernamental de disputar con los formadores de precios. El sentido principal del Cabildo es, en concordancia con la Secretaría de

de protagonismo popular, pero esa es la búsqueda política.

Y va por el camino de las economías alternativas, de la economía solidaria… Exactamente. Y al mismo tiempo contribuir al control. Hay una forma de enfrentar estas grandes corporaciones, que es el Estado con el pueblo. El Estado no puede ser un Estado bobo, debe tener la facultad sancionatoria frente a las grandes corporaciones que le gambetean las sanciones con artilugios jurídicos. Por eso estamos de acuerdo con la iniciativa del Diputado Recalde y con cualquier otra iniciativa similar, como la de Cabandié o la de Aníbal Fernández… Apoyamos que aumenten las capacidades sancionatorias, eso evitaría las gambetas maradonianas, siniestras, que hacen estos tipos.

El Partido Solidario propone fijar un tope de ganancias por parte de las empresas, lo que establece una polémica con algunos sectores del gobierno. ¿Cómo es esa propuesta y cuál sería para ustedes una ganancia razonable? Nosotros creemos que, vía aumentos de precios injustificados, las empresas obtienen ganancias que son abusivas, sobre las que el Estado tiene que intervenir. Se debe estudiar un mecanismo impositivo que establezca un nivel razonable de ganancias según la rama de actividad, de la industria o de los comercios (porque la

“La acción política de las grandes corporaciones se respalda en los medios de comunicación.” Comercio, encontrar formas para que el pueblo sea protagonista en la pelea de los precios. Estamos planteando que haya algún mecanismo de concejo organizativo que represente a las instituciones más diversas, para que colaboren y complementen lo que está haciendo Precios Cuidados. Planteamos el tema de ferias y mercados y todo lo que tienda a acercar los productos a la comunidad. Buscamos que el Cabildo se vaya organizando en todas las provincias, en todas las ciudades. Queremos convocar a la ciudadanía a buscar mecanismos de contribución al control de precios de las grandes corporaciones. No tenemos la receta acabada para encontrar las formas

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rentabilidad empresaria tiene diferencias según la rama). Por encima de ese nivel de ganancia razonable, y mediante una norma impositiva, el Estado debería quedarse con el exceso. Eso sería un disuasivo muy grande para que los precios estén contenidos dentro de lo razonable. Es cierto que esto va en contra de lo que muchas corporaciones consideran como un dogma: que la ganancia empresaria es sagrada, no se toca ni se discute, que debe haber la más absoluta libertad del mercado y que la empresa puede ganar en forma indefinida. Nosotros creemos que la única libertad es la que está relacionada con el interés colectivo.


Entrevista a Héctor Polino, titular de Consumidores Libres

UN TRIBUNAL PARA

CONSUMIDORES Escribe: Manuel Izraelson Foto: Julia Vélez

La Cooperativa Consumidores Libres es un organismo de participación comunitaria que releva los precios de 38 productos de la canasta básica cada quinces días. Realiza este trabajo desde el año 1992. Entrevistamos a Héctor Polino, el representante legal de Consumidores Libres. Desde Consumidores Libres, ¿cómo ven los resultados del índice de precios que emitió el gobierno en los últimos meses? Nos parece que estos índices del INDEC están muchos más conectados con la realidad que los índices anteriores, que decían que la inflación era del 0,4% o 0,5% mensual cuando nosotros veíamos, a través de nuestros relevamientos, que la inflación era muchísimo mayor. Ahora bien, estos índices de inflación son preocupantes, porque si en el mes de enero fueron 3,7% y en febrero 3,4%, son superiores a los índices de inflación de la inmensa mayoría de los países del mundo. Está muy bien que se mida la inflación en función de la

realidad del país, ahora lo que hace falta es tomar medidas concretas para combatir la inflación. Hay un problema en la Argentina que es la expectativa de inflación. En la estructura de costos de las distintas empresas, este rubro incide mucho en el aumento final de los precios. De modo que sería muy útil que el gobierno convoque a todos los sectores formadores de precios, desde el productor agropecuario hasta el consumidor, para ver si entre todos analizamos y encontramos las causas que producen estos fenomenales aumentos de precios en el país. Esa es una asignatura pendiente.

¿Le parece que Precios Cuidados puede cumplir con

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ese objetivo? Desde el programa Precios Cuidados se está haciendo algo, pero no parecido a lo que yo digo que habría que hacer. Precios Cuidados está limitado a 194 artículos [Nota: ahora son 302] y cuando uno entra a un supermercado se puede encontrar con hasta 60 mil productos. Entonces, si hay cientos de artículos con precios cuidados y pero miles con precios descuidados es muy difícil combatir a la inflación. Además Precios Cuidados funciona en algunas cadenas de supermercados y con algunas empresas proveedoras de estos supermercados que se han adherido. Muchos comercios barriales, regionales y provinciales no se han adherido. A mi juicio la política de Precios Cuidados es una


$ política correcta pero es una aspirina para curar un cáncer y el cáncer es la inflación. Desde mi punto de vista se requiere de un plan, de un conjunto de medidas. Dentro de este plan puede estar Precios Cuidados, pero Precios Cuidados por sí sólo no va a resolver este problema. A punto tal que esta medida empezó a regir a partir del 6 de enero y la inflación de ese mes fue de 3,7%.

¿Qué medidas proponen desde Consumidores Libres? Para mí el problema de la Argentina es que hay una gran concentración económica y una enorme extranjerización. Veintiocho grandes empresas, todas de capital extranjero, concentran el 80% de la producción de bienes de consumo y artículos de limpieza. Estas veintiocho grandes empresas a su vez operan sobre los proveedores y fundamentalmente sobre la pequeña y mediana empresa, con lo cual obtienen ganancias extraordinarias. En el año 1999, el Congreso Nacional aprobó una ley que se llama Ley Anti-monopólica. Esta ley crea un Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, que funcionaría dentro del Ministerio de Economía de la Nación. Su objetivo es desbaratar prácticas

Acuerdo de Precios

monopólicas, oligopólicas, de posición dominante en el mercado y se lo faculta de amplísimas atribuciones. El Tribunal estaría constituido por personas idóneas elegidas por concurso de antecedentes y oposición, es decir, que sería un instrumento muy útil en manos del gobierno para desbaratar aumentos injustificados de precios por parte de grandes grupos concentrados, sobre todo de capital extranjero. Pero este Tribunal nunca se ha creado.

¿Se intentó constituir ese Tribunal en algún momento? No, no hubo ningún intento por constituirlo. Es más, en una reunión de las entidades de defensa de los consumidores, realizada en la Secretaría de Comercio Interior presidida por Guillermo Moreno, yo hablé sobre este tema. Si realmente queremos enfrentar a los monopolios, el Estado debe utilizar la ley que le dictó el Congreso. Lo que existe es una Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), organismo que fue creado por decreto a inspiración de José Alfredo Martínez de Hoz en la época de la dictadura militar. La CNDC está dentro de la estructura de la Secretaria de Comercio. En distintas oportunidades esta Comisión sancionó a grupos monopólicos por

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distintas razones, pero la Justicia dejó sin efecto esas sanciones con el argumento de que la CNDC no es el Tribunal creado por la ley; que el Tribunal creado por la ley no se lo ha constituido nunca. Es difícil saber por qué el Estado no utiliza esta herramienta. Quizás prefieran un organismo político

“A mi juicio Precios Cuidados es una política correcta, pero es una aspirina para curar al cáncer que es la inflación.” como la CNDC (que es inoperante para sancionar realmente y desbaratar los oligopolios que se generan en el mercado) a un organismo independiente.

¿Cómo creen que van a evolucionar los precios en los próximos meses? Lo vemos complicado. A juzgar por el efecto que ha producido este acuerdo de precios en todo el conjunto de bienes y servicios que se consumen en el país, vamos a seguir con una inflación muy alta. Y esto pasa porque no se toman las medidas que hay que tomar.


Entrevista a la Senadora De la Rosa

Piedra libre a los

Escribe: Jimena Riveros Foto: Giselle Silguero

formadores de precios

La Senadora Nacional por el FPV María Graciela de la Rosa fue de las primeras en proponer medidas para estudiar la evolución de los precios. Era el año 2005 y fue visionaria: presento un proyecto de ley para crear un Sistema Federal de Monitoreo y Seguimiento Social de Precios. María Graciela de la Rosa es peronista, mamá y dirigente formoseña. En su Curriculum Vitae se destacan algunos de los cargos donde pudo transmitir su impronta: fue presidenta de la Comisión de Transporte entre 2010 y 2011; Vicepresidenta 2° de la Comisión de Presupuesto y Hacienda entre 2008 y 2009 y presidenta de la Comisión de Economías Regionales en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación entre el 2006 y el 2009. Nació en 1955 y dice que tiene la “edad de la provincia” porque todavía en su partida de nacimiento se lee:

“Formosa, Territorio Nacional”. Siempre se vinculó a la lectura y a la educación pública. Era muy buena alumna, incluso fue el mejor promedio de la historia de su escuela secundaria. Además es economista y un dato que pocos saben es que también es profesora de piano, hobby que heredó de su abuela salteña. María Graciela dice que aprendió lo que era el federalismo antes de saber leer y escribir, a través de los cuentos de su abuelo riojano. Lleva en su memoria el haber sido secuestrada por la última dictadura

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cívico militar junto a marido, quien fuera asesinado en la denominada Masacre de Margarita Belén (Chaco). Durante la crisis del 2001, salía a la calle a cocinar, a atender a la gente, al punto que el menor de sus hijos escondía sus zapatillas porque pensaba que su mamá las iba a dar. En el año 2005 presentó un proyecto de ley para crear un Sistema Federal de Monitoreo y Seguimiento Social de Precios. Con una mirada claramente puesta en el “otro”, la senadora impulsó iniciativas que hoy son parte de los titulares de todos los diarios.


$ En el año 2005, usted era diputada y presentó un proyecto sobre el Sistema Federal de Monitoreo y Seguimiento Social de Precios. ¿A qué respondía esta iniciativa? En el 2005 presenté la primera iniciativa respecto a la necesidad de contar con una herramienta que permita el análisis y conocimiento de cómo se forman los precios en la Argentina. Los fundamentos fueron contundentes: la historia de hiperinflación que tiene nuestro país; la hiperdevaluación del 2002 que no se trasladó totalmente a precios por la depresión económica, la pobreza extrema y la desocupación del 25%, pero que estaba latente en la formación de precios; y finalmente el hecho de que en el 2005 aumentaban débilmente algunos precios y esta situación requería de una explicación mas profunda.

¿Cree que es necesario que ese proyecto se trate hoy en el Congreso? Desde el 2005 vengo impulsando este proyecto de ley. Sin embargo hoy apoyaría un proyecto de ley — debería presentarlo— que dé fuerza de ley a una iniciativa brillante del Poder Ejecutivo Nacional. Se trata de la Resolución 29/14 de la Secretaria de Comercio que crea el Sistema Informativo de Precios. Mediante este sistema, las empresas productoras con facturación anual superior a 183 millones de pesos y las empresas distribuidoras y comercializadoras con facturación anual superior a 250 millones de pesos están obligadas a informar sobre precios, costos, política de ventas y comercialización. Alcanza a grandes empresas: Arcor, Molinos, Quilmes, Nestlé, AGD, Sancor, Carrefour, Walmart, Coca Cola, etc. Es decir, alcanza a las empresas formadoras de precios en nuestro país. Estas medidas están en plena consonancia con nuestro proyecto de ley de monitoreo y seguimiento social de precios. Asimismo, el programa de Precios Cuidados constituye una fenomenal herramienta de control ciudadano, aceptada masivamente por los argentinos. Se debe bajar los

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actuales niveles de crecimiento de precios. En ese sentido, el programa de Precios Cuidados empodera a los ciudadanos para ejercer un control de los mismos.

¿Cómo se hace para preservar el poder adquisitivo de los trabajadores? El poder adquisitivo de los trabajadores se preserva custodiando el empleo, generando crecimiento económico, distribuyendo equitativamente la riqueza que genera el país. Ante una situación

Cuidados” instrumentados por los gobiernos. ¿Cuáles fueron los resultados? El proyecto de ley de monitoreo de precios y seguimiento social de precios tiene como antecedente un programa del Gobierno Español con una metodología que fue adoptada por la Comunidad Económica Europea. Es importante, porque el objetivo no sólo es conocer el nivel de precios sino cómo se distribuye la renta a lo largo de la cadena de formación de precios: para defender al pequeño o mediano productor de alimentos, que es quien

“Hoy no hay lugar para una hiperinflación” inflacionaria, se preserva adoptando medidas para minimizar las alzas de precios, en un marco de convergencia de las variables macroeconómicas.

Argentina ha atravesado varios periodos inflacionarios. ¿Cuál es la diferencia entre éstos? Efectivamente, Argentina ha atravesado varios periodos de hiperinflación. Las peores crisis se dieron durante el gobierno del Dr. Alfonsín con una inflación anual superior al 4.000%, pero no fueron las únicas. Estas se dieron en un marco de alto endeudamiento externo, fragilidad fiscal y, fundamentalmente, de extrema dependencia de los centros financieros internacionales. Esto se ha modificado hoy en la Argentina que tiene solidez en sus variables macroeconómicas. Antes, con Alfonsín o en la década del ‘90, ante una devaluación de Brasil, la economía argentina tambaleaba. Al mes siguiente caía la recaudación y la coparticipación federal de impuestos. En las Provincias no nos alcanzaba la plata para pagar los sueldos. Esto significa que hoy no hay lugar para una hiperinflación, pero las medidas para disminuir los índices inflacionarios deben ser contundentes para defender el bolsillo de los trabajadores.

En el resto del mundo hay otro ejemplos de “Precios

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recibe menos, y para defender al consumidor que es quien paga todos los costos y rentabilidades de todas la empresas que intervienen en la cadena de producción y comercialización.

En septiembre de 2013 presentó un proyecto a fin garantizar el acceso igualitario, seguro, regular y a precios justos y razonables para todos los usuarios del país de garrafas de gas licuado de 10 kilos (GLP). ¿En qué estado se encuentra el proyecto? Sí, el año pasado presenté un proyecto de ley para que el Estado Nacional intervenga en la comercialización del gas en garrafa, cuando las empresas distribuidoras no puedan o no quieran vender la garrafa subsidiada a 16 pesos (10 kg). Porque hay una decisión política de seguir subsidiando; está contemplado en el Presupuesto Nacional un Fondo Fiduciario para ello, pero hay problemas en la implementación. Hay cuatro provincias argentinas cuyos habitantes son consumidores “cautivos” del gas en garrafa porque no cuentan con gas natural: Formosa, Misiones, Chaco y Corrientes. Pero la mayor cantidad de usuarios se registra en la Provincia de Buenos Aires. En todo el país hay 4 millones de familias que usan el gas en garrafa.


Entrevista al Secretario de Comercio Augusto Costa

“La rentabilidad extraordinaria se saca del bolsillo de los trabajadores ”

Escribe: Natalia Morandeira Foto: Julia Vélez

El Secretario de Comercio Augusto Costa nos explicó cómo se generó el acuerdo Precios Cuidados, en qué consiste y qué herramientas tiene el Estado para ganarle la pulseada a los especuladores. ¿Qué es un precio justo? Desde el punto de vista económico, entendemos que un precio justo tiene que garantizar que, dada la situación de costos para producir el bien o el servicio, se pueda tener una rentabilidad razonable para poder seguir produciendo e invirtiendo. Cuando el precio es superior a los costos más una rentabilidad razonable, ese excedente lo está pagando el siguiente eslabón en la cadena, o el consumidor en última instancia. Ahora, la siguiente pregunta debería ser cómo se determina una rentabilidad razonable, ¿no? Hay momentos donde la propia dinámica económica permite tener tasas de rentabilidad superiores. Pero, desde el punto de vista económico, lo que determina una rentabilidad razonable es que vos no ganás ni más ni menos de lo que podrías ganar en otra actividad similar o de lo que gana otra empresa del sector que hace algo parecido a lo que hacés. Es un concepto relativo. Según la teoría económica, si una actividad tiene una rentabilidad muy alta, van a entrar a competir nuevas empresas y el precio debería bajar. ¿Qué pasa en economías como la nuestra, en donde en muchos sectores hay una estructura de mercado concentrada? La competencia está restringida, pocas empresas tienen poder de fijación de precios. Si un trabajador debería pagar menos por lo que compra, entonces le sacaron más del bolsillo para quedarse con una rentabilidad superior a la que correspondería.

monetaria, su política de ingresos, apunta a un modelo de crecimiento con inclusión social, lo que implica no sólo garantizar que la economía crezca sino también que distribuya. Hay una política de ingresos que permite distribuir a través de, por ejemplo, la inclusión jubilatoria, la Asignación Universal por Hijo o PROG.RES.AR. a esto se suma el acceso a vivienda como PRO. CRE.AR, o la obra pública. El Estado, con su demanda, genera condiciones para que haya empleo y que el crecimiento sea inclusivo y distribuya. En esas condiciones, hay formadores de precios que se apropian de lo que debería corresponderle al consumidor o a eslabones más débiles de la cadena como los pequeños productores, que están más descentralizados, son pocos y tienen que negociar con las grandes empresas. Ahí aparecen rentabilidades no razonables o precios no justos. La política del gobierno tiene que ver con evitar que, por las condiciones estructurales del mercado y por la política de fuerte impulso de crecimiento con inclusión social del gobierno, una rentabilidad excesiva termine en poder de quienes no corresponde. Por eso estamos con nuestra política de administración de precios, para evitar esos abusos. Un consumidor convalida un precio excesivo cuando no tiene referencias ciertas de qué es razonable y qué no. Y dar esa referencia es la tarea de la Secretaría de Comercio.

¿Qué se busca con Precios Cuidados?

¿Hay que limitar la rentabilidad? ¿Se puede hacer algo semejante a la Ley de Precios Justos de Venezuela?

La política macroeconómica del gobierno, es decir, su política cambiaria, fiscal,

No, no se trata de limitar la rentabilidad, porque no es un problema la rentabilidad

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empresaria. Las tasas de inversión en la Argentina de los últimos 10 años fueron altas y en el año 2011 hubo un récord del 24% del producto interno bruto. Esa tasa de inversión vino empujada por el crecimiento de la inversión pública, vino empujada por toda la política de dinamización del mercado interno que tiene el gobierno, pero sobre todo por la inversión privada. ¿Por qué? Porque había rentabilidad. Este gobierno genera las condiciones para la inversión privada. El problema es la rentabilidad extraordinaria. Es importante tener una visión de todos los eslabones de la cadena de valor. Desde el productor que produce tomates, el tipo que los procesa y los envasa, hasta el supermercado que lo vende: cómo se va descomponiendo el precio que paga el consumidor en las diferentes etapas. Si la mayor parte se la queda un eslabón que no es el que aportó el valor agregado o el que tiene los mayores costos, tenemos un problema serio, porque se lleva más el más fuerte o el que puede exigir condiciones a los productores o al siguiente eslabón. Ahí es donde el gobierno interviene.

¿Qué pasa con los rubros que están por fuera de Precios Cuidados? ¿Cómo trabaja el Estado para controlar que no haya desbarajustes? Pensá que estás en una economía de mercado y el Estado, por ley, salvo en algunos sectores muy sensibles o muy puntuales, no puede fijar el precio de los productos. En el caso de los Precios Cuidados, nunca el gobierno pretendió poner precios de oferta. Yo no quiero que la


$

leche La Serenísima o Sancor, que están en el acuerdo, salgan muy baratas. Mi objetivo es que salgan lo que entiendo que tienen que salir para que el productor tambero, la industria que la procesa y el supermercado tengan un precio que no les implique un quebranto económico o una pérdida. No es una canasta de ofertas. No es que yo prefiero que compren los productos de Precios Cuidados, más bien te diría lo contrario. El objetivo de que haya una leche a Precios Cuidados es que uno sepa “Ah, bueno, una leche entera en sachet, $ 6,90”. Si voy al resto de la góndola, puedo elegir qué marca comprar de acuerdo al precio de referencia. Con una canasta abarcativa como la de Precios Cuidados, que es una referencia, le estamos pegando a miles de precios. El hincapié que hacemos es que esté el producto señalizado y al precio acordado. Lo que está pasando es que algunos precios se están acercando a los Precios Cuidados, está funcionando esto, y otros se están alejando. Si se están alejando están generando un problema, porque se van a llevar todos los productos de Precios Cuidados. ¿Entonces qué precio va a terminar rigiendo?, los otros. Con lo cual te clavaron un aumento injustificado, porque cuando nosotros nos sentamos con las empresas dijimos “Este precio, ¿a vos te da un margen suficiente? “Sí, sí”. Entonces te están reconociendo que si te venden el otro a $9 se la están llevando con pala.

¿Quiénes se sientan a la mesa en los acuerdos de precios? La política del acuerdo de precios tiene que ver con una cadena de valor. No sirve sentarte sólo con el supermercadista, no

Acuerdo de Precios

sirve sentarte sólo con el productor. En una primera instancia lo que hicimos fue agarrar a las grandes cadenas de supermercados y a las grandes empresas productoras, y nos pusimos de acuerdo con una canasta que sea representativa y sus precios. El planteo nuestro fue “Para la Secretaría de Comercio hay un despelote terrible con los precios”. Más allá de la tasa de inflación, hay una dispersión de precios completamente alarmante e irracional. Entonces lo que tenemos que hacer entre todos, poniéndonos de acuerdo, es darle a los consumidores referencias para que tomen decisiones con razonabilidad. Entonces, todos dijeron “Perfecto, estamos de acuerdo”. Cuando no hay un producto en góndola, cuando el precio es distinto, etc., el supermercado le echa la culpa al proveedor, y el proveedor le echa la culpa al supermercado. ¿Quién miente? La inmediatez nos lleva a pensar que siempre es del supermercado, pero no siempre es así. Y muchas veces son socios, se ponen de acuerdo para no vender un producto pero sí el resto de los que produce la empresa y que son más caros: más margen para el supermercado, más margen para la empresa. Esta tarea implica ir desnudando el proceso de fijación de precios en esta economía. Por otro lado, existe un empoderamiento, como dice la Presidenta, de los consumidores que van al supermercado y no convalidan lo que es injustificado.

¿Cómo se implementan las sanciones por incumplimiento del acuerdo de precios? Las sanciones se encuadran en dos leyes. Cuando el producto no está en la góndola,

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tenemos la Ley de Defensa del Consumidor que nos permite aplicar multas; cuando está mal señalizado, tenemos la ley de Lealtad Comercial que nos permite aplicar multas; cuando el precio no coincide con el acordado, tenemos las dos leyes. Las sanciones monetarias van de 100 a 5 millones de pesos en la Ley del Consumidor, y de 100 a 500 mil en la de Lealtad Comercial. Esas leyes, además, permiten clausurar ante la repetición de faltas. Hay un procedimiento formal para poder aplicar las multas. Primero debe ir un inspector de la Secretaría al supermercado, a tomar nota del problema. Después

“Con una canasta abarcativa como la de Precios Cuidados, que es una referencia, le estamos pegando a miles de precios.” nosotros revisamos el acta y notificamos al supermercado. El supermercado tiene un plazo para hacer un descargo. Con ese descargo, analizamos si se justifica o no la sanción. Si se justifica, aplicamos una multa en función de la gravedad del hecho. Si hacen una presentación en la Justicia en lo Contencioso Administrativo, la Justicia aplica un efecto suspensivo de la medida: hasta que no se tome una decisión, no hay que pagar la multa. El proyecto que presentó el Senador Aníbal Fernández lo que dice es al revés: “Pague, y si se demuestra que estaba mal después se devuelve”. Lo que se quiere es proteger los derechos de los consumidores.


Entrevista a Jorge Taiana

“La vivienda es un problema prioritario para los porteños” Escribe: Facundo Daelli Fotos: Julia Vélez

Jorge Taiana es sociólogo y tiene una amplia trayectoria política. Milita en el peronismo desde los años ‘70. Fue Ministro de Relaciones Exteriores de la Nación entre y 2005 y 2010. Actualmente es parte del Movimiento Evita, que integra el Frente para la Victoria. Desde diciembre de 2013 ejerce como legislador en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y desarrolla una intensa actividad en el recinto. En esta entrevista, habló de la situación de Venezuela y de la necesidad de sentarnos a negociar con Inglaterra por nuestras Islas Malvinas. En cuanto a la Ciudad de Buenos Aires, planteó que un problema prioritario es la vivienda y enfatizó la necesidad de debatir qué ciudad queremos los porteños. ¿Qué análisis hace de la situación de Venezuela y el nuevo esquema de los golpes blandos? Hay varios casos en el mundo en donde se han dado procesos políticos de desestabilización, e incluso caída de gobiernos, a partir golpes no tradicionales. En África sigue habiendo bastantes golpes militares y cambio de regímenes, el último es el de la República Centro Africana. Pero junto con eso hay, desde hace un tiempo, una serie de procesos políticos que no son el golpe de estado tradicional.

O sea que hay cambios de régimen de distinta manera. Lo más obvio fue lo que pasó con la primavera árabe, una serie de movimientos y manifestaciones populares que terminaron con regímenes muy autoritarios o muy consolidados y con baja legitimidad. En la región tuvimos dos episodios exitosos de alteración del orden democrático, de gobiernos que habían sido elegidos popularmente por amplia mayoría: Honduras y Paraguay. En los dos casos el golpe fue parlamentario y estuvo legitimado por el Poder Judicial. Desde la restauración democrática en la región,

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hubo otros episodios. Tuvimos en el 2002 el golpe contra Chávez, que fue un golpe más tradicional, estuvo el episodio de la sonada policial en el Ecuador, y tenemos también los episodios que sucedieron en Bolivia cuando la Media Luna buscó algún mecanismo de desestabilización y quizás de separatismo partiendo desde Santa Cruz. Eso fue muy neutralizado por UNASUR. Entre fin del año pasado y este año tenemos tres situaciones de golpes o intentos de golpes que tienen incidencia sobre el proceso venezolano: Egipto,


Tailanda y Ucrania. En Venezuela, después de la muerte Chávez, Maduro ganó las elecciones pero muy ajustadamente. La oposición en parte buscó desconocer ese resultado electoral. Está claro que las elecciones eran legítimas, que había ganado Nicolás por poco pero que había ganado. La comunidad internacional, y sobre todo UNASUR, le dio un fuerte apoyo a Maduro en el momento en el que la oposición trataba de cuestionar esta legitimidad. Esto fue en abril del 2013. En diciembre hubo elecciones municipales. Estaba claro que la expectativa de la oposición era triunfar en las elecciones municipales y entonces buscar deslegitimar al gobierno de Nicolás. Lo que sucedió en diciembre es que ganó el oficialismo por más de 10 puntos, mucho más que en la presidencial. A partir de ahí se da una situación casi de quiebre. La estrategia es salir a las calles con reclamos, algunos de ellos legítimos como el de la inseguridad o el tema del desabastecimiento... La situación económica en Venezuela no es buena, hay un proceso económico difícil. Hay una escapada del dólar que es fenomenal, el precio del dólar oficial está 6 y el otro creo que está 60. Un sector de la oposición que es el que encabeza López, y particularmente un sector estudiantil muy crítico, decide irse a la calle y generar una situación de desestabilización que lleve a la caída de Nicolás. No es una acusación basada en inferencias, lo dicen expresamente. Ellos dicen que la salida es la única solución posible. Se viene un periodo de muchas movilizaciones. Movilizaciones cruzadas porque el gobierno también moviliza al oficialismo. Hay enfrentamientos, hay grupos de choque, hay por lo menos 39 muertos. Está la detención de López. Hay una cuasi fractura de la oposición porque Capriles nunca terminó de avalar esa estrategia. Nicolás ha llamado al diálogo por la paz.

¿Cree que la UNASUR está operando de manera positiva en estos casos? En este caso creo que ha actuado bien. Algunos querían que actúe antes, pero eso también tiene su ritmo político y a veces no es tan fácil coincidir. Yo creo que ha logrado una cosa extraordinaria que es el encuentro. Sentar en una mesa a presidentes, a dirigencias opositoras, me parece que es un punto de partida muy

importante para fomentar el diálogo. Ese conflicto así no podía seguir.

La ONU le pidió a Inglaterra que se siente a negociar por Malvinas pero Inglaterra se niega. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos le pidió a Santos, el presidente de Colombia, que restituya al alcalde de Bogotá y Santos no lo hizo. ¿Cree que los organismos internacionales así como están sirven? ¿Se deben modificar? Es una pregunta un poco tramposa. Está claro que el sistema organizado después de la Segunda Guerra tiene muchas limitaciones. Por lo pronto establece dos categorías de países: los países que tienen capacidad de veto y son miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y el resto. Con lo cual no es una organización democrática. Eso es una realidad, y Argentina siempre se opuso a eso, desde que se hizo la Conferencia de

tiempo, es obvio que sirve para poco y es obvio que hay mucha burocracia. La defensa mayor de Naciones Unidas es que estaríamos peor si no estuviera. Cristina se queja bastante de la falta de respeto del derecho institucional, se lo respeta poco. Hay casos de unilateralismo manifiesto como fue la guerra de Irak contra Estados Unidos. La alternativa hoy es la ley de la selva total. Con lo cual es cierto que los gobiernos institucionales tienen un alto nivel de burocracia, es cierto que en muchos casos responden a los intereses de los poderosos pero al mismo tiempo también es cierto que la única defensa de países como los nuestros es el multilateralismo. O sea, hacer que esos organismos funcionen y que se defienda el derecho internacional.

¿Usted ve posible que Inglaterra se siente a negociar con Argentina por las Islas Malvinas? Hong Kong también era geopolíticamnete muy importante y los ingleses se fueron después de una negociación. Ahora,

“Nicolás Maduro ha llamado al diálogo por la paz. En Venezuela hay movilizaciones cruzadas, enfrentamientos, grupos de choque, hay por lo menos 39 muertos.”

San Francisco de las Naciones Unidas. Naciones Unidas tiene otras muchísimas limitaciones, está claro que no ha podido o sabido adaptarse a una nueva realidad. Al mismo tiempo, ese mundo que se quedó en la posguerra es claramente hoy un mundo distinto. Digo yo que la pregunta es un poco tramposa en el siguiente sentido: estaríamos peor si no hubiera Naciones Unidas. Para algo sirve. Ahora, al mismo

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¿cuando negociaron con China? ¿Cuando China estaba dominada por las potencias extranjeras? No. ¿Cuando China estaba en una guerra civil? ¿Cuando China inicia la República Popular y era muy débil? No, negociaron cuando China ya tenía la suficiente fuerza como para que pelearse con China por Hong Kong fuera más negativo a los intereses británicos que buscar alguna forma de arreglar.


“En la Ciudad de Buenos Aires, unas 400 mil personas tienen problemas serios de vivienda. Y hay no menos de 140 mil viviendas sin uso. Es una paradoja. ”

Y ahí va el punto, los ingleses se van a sentar a negociar cuando efectivamente negociar sea más beneficioso para ellos que no negociar. Eso va a suceder si Argentina continúa creciendo durante un periodo largo, si avanza en la unidad latinoamericana y hay unidad en cuanto a Malvinas. Yo efectivamente creo que transformar el tema de Malvinas en un tema regional permite pegar un salto cualitativo. Uno parte del supuesto de que en los próximos 10 o 20 años América del Sur se va a transformar por desarrollo económico y por voluntad política en un actor más importante de lo que es hoy. Habrá una trasnferencia de poder del norte al sur. Por lo tanto, el Reino Unido seguirá siendo un país importante pero irá declinando su distancia respecto de los otros. América del Sur se transformará en una región con una población, un producto útil y una actividad económica significativa.

Lo saco de su rol de canciller, lo llevo al rol de dirigente político. ¿Qué balance hace el paro? ¿Cuál es su opinión? Yo estaba en contra del paro. Casi todos los paros generales tienen un componente político, pero me parece que este paro tenía por objetivo presionar a un gobierno que ha avanzado en estos diez años mucho a favor de los derechos de los trabajadores y que ha mejorado la situación económica. Así que el paro en ese sentido es reaccionario, un paro de oposición y cuestionador básicamente de un gobierno que yo creo que tiene un balance positivo con respecto a los intereses populares. Segundo punto: es un paro que claramente es débil desde el punto de vista de las reivindicaciones. Se da en el medio de la negociación paritaria, que es compleja pero que se está desarrollando exitosamente. Ellos se quejan de las paritarias, pero lo de que las paritarias no tienen límites lo ha demostrado la valuación de las negociaciones. Desde hace varios años que están anunciando las paritarias y creo que se han negociado bastante bien. En cuanto al tema del mínimo no imponible, está claro que el gobierno va a tocar el mínimo. Ninguna de estas reivindicaciones justifica la organización de un paro de esa naturaleza. El paro tuvo


un acepte importante por dos razones. La primera es que obviamente pararon todos los medios de transporte. Y después estuvo toda la estrategia de los piquetes, dificultar el accionar de la gente que puede desplazarse con medios particulares. Más allá del transporte, mucha gente tuvo cierta reticencia a salir. Lo más interesante del paro era la pelea de los sectores de izquierda que apoyaban los piquetes y el sector más estructurado que apostaba a la ausencia de transporte: allí había un duelo respecto a quién era el que más exitosamente había contribuido a que la gente no fuera a trabajar. Me parece a mí que es un paro que realiza una dirigencia sindical que está bastante desprestigiada, que no tenía razones, que se da en medio de un proceso de negociación paritaria que estaba en marcha y que creo que sólo tiene un sentido político opositor, contraria al interés nacional o al interés de la mayoría.

Usted propone la creación de un Ministerio de Vivienda en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Qué ventajas tendría eso? ¿Qué diferencia tendría un Ministerio respecto al Instituto de la Vivienda? A mí me parece que hay un problema importante de vivienda en la Ciudad de Buenos Aires. Es uno de los problemas prioritarios para los porteños. Los problemas de vivienda son distintos y afectan a muy diversos sectores sociales y demográficos. O sea, ustedes tienen por un lado todo el tema de las villas y de las leyes aprobadas para urbanizar las villas que no se cumplen. Ahora estamos todos con el debate sobre la Ley de urbanización de la Villa 20, Lugano. La ley ahí no se cumple desde el 2005. También hay problemas con asentamientos, con los inquilinatos, con las casas tomadas. Y hay todo un sector que es el más vulnerable que no deben ser menos de 400 mil personas, quizás un poco más, que tienen problemas serios de vivienda. Esto tiene que ver que con los sectores más vulnerables. Además hay problemas de vivienda en el resto de la ciudad de Buenos Aires. Los jóvenes difícilmente puedan no digamos comprar sino alquilar viviendas. La vivienda es cara y no hay mecanismo que ayude, no hay una garantía facilitada por el Banco Ciudad, no hay mecanismos que ayuden

a llevar facilidades para alquilar. Eso lleva a que los jóvenes no puedan vivir en el lugar donde crecieron, por ejemplo, probablemente se tenga que ir afuera de la ciudad o a otro lado porque cerca de donde creció no puede ni comprar ni alquilar. Además, prácticamente no hay construcción de vivienda social en Buenos Aires. Lo único que hay es PROCREAR que es un plan nacional. El macrismo, respecto de la vivienda, ha dejado una política de mercado. “Que el mercado construya y vemos cómo hacemos”. El mercado para estos temas no es un gran asignador de recursos y eso ha llevado a que se favorezca más la especulación financiera

ciudad se fracture más entre un norte más poblado y con más recursos y un sur pobre? El sur de la Ciudad de Buenos Aires se va conurbanizando y entonces ahí se multiplican los problemas. Y si bien la gestión de Macri ha hecho algunas cosas, los principales déficits están en el sur, en salud, en hospitales, en falta de vacantes educativas, en la calidad de la educación. Falta muchísimo. Hay un ejemplo de la falta de planificación que para mí es claro. El año pasado estuvimos avanzando en la ciudad en hacer un magnífico boulevard en la Avenida Cabildo, de Congreso hasta General Paz. Costó unos cuantos millones de pesos. Y ahora resulta que lo vamos a

“Creo que transformar el tema de Malvinas en un tema regional permite pegar un salto cualitativo.” de la construcción. Hay no menos de 140 mil viviendas sin uso. Es una paradoja. Desde el punto de vista institucional, hay una ausencia de tutela importante. Uno tiene una Secretaría del Hábitat por un lado, tiene la Corporación Buenos Aires Sur por el otro..., instituciones bastante desprestigiadas por su alto nivel de ineficacia. Es decir, en su esquema institucional la Ciudad no te muestra ni reconoce que hay un problema importante de vivienda. El Ministerio no sólo es una respuesta burocrática institucional. Planteamos que el tema de la vivienda es importante, debería jerarquizárselo. El Gobierno de la Ciudad debería darle alguna prioridad y concentrar los recursos en vez de dispersarlos en distintas instituciones.

¿Cree que es posible en 2015 ganar la Ciudad de Buenos Aires? Yo creo que sí, pero eso requiere llevar a los porteños a que discutamos qué tipo de ciudad queremos. La Ciudad de Buenos Aires tiene muchísimos recursos, tiene el ingreso pér cápita de una de las ciudad más desarrolladas del mundo, pero no tiene la claridad de servicios que tienen las ciudad más desarrolladas. No tenemos una proyección seria de hacia dónde va la ciudad y de qué tipo de ciudad queremos tener en 10, 15, 20 30 años. ¿Vamos a mantener los barrios con identidad? ¿Cómo vamos a encarar el tema del trasporte? ¿Qué estrategia vamos a usar con los metros? ¿Vamos a dejar que la

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destruir para hacer el Metrobus, aunque ya no es un Metrobus. Acá tenemos un carril exclusivo por donde van los buses y el Metrobus es un concepto más amplio, pero bueno... Vamos a destruir lo que acabamos de construir a costo de millones de pesos. Ese es un ejemplo concreto de la falta de planificación en la Ciudad y la falta de debate. Para ganar en la ciudad lo que hay que hacer es debatir qué ciudad queremos los porteños y yo creo que la mayoría de los porteños quiere una ciudad que sea más amigable, que uno pueda recorrer con menos limitaciones de las que hay ahora, que tenga mejores servicios, que esté más limpia, que esté más segura y que mantenga la identidad de los barrios y una de las características tradicionales que siempre tuvo Buenos Aires, que es su carácter democrático desde el punto de vista social. La gracia de Buenos Aires es que es una ciudad donde conviven distintos sectores, distintos niveles socio económicos, distintos orígenes nacionales y distintas identidades. Es una ciudad que tiene una esquina que se llama Estado de Israel y Palestina. Hay pocos lugares del mundo que tienen eso, en donde a veces las dos comunidades hacen actos por la paz en esa región. Buenos Aires es un ejemplo de convivencia y de compartir entre distintas culturas. Yo no quisiera que eso se pierda.

¿Va a ser candidato en 2015? No, yo estoy muy bien donde estoy. Lo que pido es contribuir a un debate.


El Marsel Cuentos con historia

El Marsellés Se sintió extraño, siendo francés, al clavar en tierra la bandera de la victoria. La tarde estaba cayendo. La ciudad estaba en silencio, y solo un redoble de tambor subrayaba con su martilleo el momento en el que el pabellón ondulaba por vez primera en las tierras conquistadas. Algunos edificios cercanos coloreaban de anaranjado el paisaje mientras terminaban de quemarse. Miró hacia el mar, y vio a su barco balanceándose gentilmente mientras que el sol, atardeciendo más atrás, recortaba en negro los contornos de la nave contra el horizonte ensangrentado. Recordó a su viejo y querido amigo, el irlandés William, que seguramente estaría

navegando esos mismos mares, a unos cientos o tal vez miles de millas al sur de allí. Los marineros terminaban de cargar el resto del botín saqueado en el último de los botes, que se sucedían como una hilera de hormigas transportando sus hojas de oro hasta la reina, esa señora majestuosa de tres palos que se dejaba arrullar por una marea calma. Miró arriba, y al ver el cielo del norte ubicó instantáneamente —oficio de navegante— a la Estrella Polar; ella lo transportó por un instante a su Marsella natal, la isla de If con su enigmático castillo custodiando eternamente la bahía; el puerto incansable, las calles de su niñez...

Sin embargo, se sorprendió a sí mismo al comprender que sentía una nostalgia mayor por no encontrar en el cielo a la Cruz del Sur, esa a la que había aprendido a querer tan lejos de casa. Una lágrima enturbió por un instante su visión, preso de una fugaz melancolía. Pero rápidamente sus ojos se encontraron con el asta que aferraban sus propias manos, y contempló brevemente la bandera. Se sintió extraño, siendo francés, al sentir el orgullo que calentó sus venas ante el pabellón azul y blanco que flameaba triunfal con la brisa del Pacífico, y dijo: —Yo, Hipólito Bouchard, reclamo la Península de California en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

La historia detrás de la ficción Hippolyte de Bouchard nació en Francia el 15 de enero de 1780. En 1798 se puso al servicio de la marina francesa contra los ingleses y, luego de varias campañas en Egipto y Haití, llegó a Buenos Aires en 1809. Rápidamente se inclinó hacia la causa independentista argentina. Puso sus conocimientos navales a disposición de la Revolución, y fue nombrado por el gobierno Segundo Comandante de la recientemente creada Flota Nacional Argentina. En marzo de 1812 se alistó en el Regimiento de Granaderos a Caballo, al mando de José de San Martín. Participó en el Combate de San Lorenzo, donde conquistó una de las banderas del enemigo. Según relata el propio San Martín: “Dos cañones, 40 fusiles, 4 bayonetas, y una bandera que arrancó con la vida al abanderado el valiente oficial D. Hipólito Bouchard”. Posteriormente, Bouchard abandonó el Regimiento de Granaderos a Caballo y retornó a su vida de marino. Una de las campañas más prestigiosas de Bouchard fue la realizada bajo las órdenes de Guillermo Brown, en la que asolaría las costas del océano Pacífico, atacando El Callao y Guayaquil. El 27 de junio de 1817 Bouchard obtuvo la patente de corsario argentino, comenzando así la etapa más novelesca de su vida. Navegó hacia el este, cruzando el Atlántico, y bordeando las costas africanas llegó a Madagascar, donde interceptó a un barco negrero de la Compañía de las Filipinas y liberó a todos los esclavos. Siguió la ruta hacia el este, alcanzando las costas de Hawai. Allí persigue y recaptura a una Corbeta argentina, la Chacabuco, cuya tripulación se había amotinado. Posteriormente Bouchard cruza el Pacífico y comienza su campaña de asedio a los territorios españoles de California y Centroamérica. Así se convirtió en el primer argentino en circunvalar el globo. Siguiendo la costa americana hacia el sur, volvió a encontrarse con el General San Martín en Chile. Colaboró con San Martín en la campaña libertadora del Perú transportando tropas y víveres en sus naves. Posteriormente se convertiría en jefe de la Marina peruana para finalmente retirarse de la vida pública, fundando un ingenio azucarero en San José de Nazca. Paradójicamente, luego de una vida dedicada a la lucha por la libertad, Bouchard muere en Perú, asesinado por un esclavo, el 4 de enero de 1837 a los 57 años.

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llĂŠs Escribe: Pablo RomĂĄn Malizzia Ilustra: Brian Janchez

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Escriben: Fabricio Arnella y María José Quevedo Foto: Fabricio Arnella

MASACRE Paraguay: cuando la lucha es por la vida

DE CURUGUATY

La masacre de Curuguaty, en la que murieron 17 personas, ocurrió en Paraguay en el 2012. La destitución del presidente Lugo fue una de sus consecuencias. Al día de hoy, 13 campesinos permanecen presos acusados injustamente de esta masacre. Cinco de ellos están en huelga de hambre hace más de 40 días. La masacre más sangrienta en la historia de la lucha por la tierra en Paraguay se desencadenó en Curuguaty el 15 de junio de 2012. En un campamento de cerca de 40 campesinos, que reclamaban que las tierras se destinen a la reforma agraria, ingresaron más de 250 policías de élite y antimotines. Diecisiete personas –11 campesinos y 6 policías– perdieron la vida. Existen pruebas de que al menos 5 de los campesinos fueron ejecutados por los policías luego del enfrentamiento. Trece campesinos fueron procesados como “responsables” de la masacre, con un claro trasfondo político. A los 17 fallecidos debemos agregar una decena de dirigentes campesinos asesinados desde junio de 2012 hasta la fecha. Uno de ellos, Vidal Vega, era un testigo clave de la defensa de los presos políticos. La masacre sirvió de detonante de un plan, orquestado ya con antelación, para destituir al presidente legítimamente electo Fernando Lugo. Las cúpulas de partidos tradicionales acusaban a Lugo como responsable de la masacre por haber, supuestamente, incitado a los campesinos a ocupar tierras privadas. Lo acusaron además de ser incapaz de resolver este conflicto. En menos de 24 horas de iniciado el “juicio político”, Lugo fue destituido.

Las tierras en disputa Las 2.000 hectáreas de la Ex Marina, donde los campesinos acampaban y se produjo la masacre, pertenecían

antiguamente a la empresa “La Industrial Paraguaya” y fueron cedidas al Estado durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos –periodo 2003 al 2008– que las destinó para la reforma agraria. Estas tierras estaban siendo usurpadas por el político Blas N. Riquelme (del tradicional Partido Colorado) a través de su empresa Campos Morombí, que arrendaba las tierras a empresarios brasileros para el cultivo de soja transgénica. Riquelme era conocido como uno de los beneficiarios de la fraudulenta repartición de tierras destinadas para la reforma agraria durante la dictadura de Alfredo Stroessner. Actualmente, las tierras públicas de la Ex Marina siguen en litigio en la Corte Suprema de Justicia, Campos Morombí sigue usurpando las tierras, y las familias de los campesinos muertos y presos siguen luchando porque esas tierras vuelvan estar en manos del pueblo.

La lucha por la tierra en Paraguay Paraguay es un país en el que la mayoría del territorio se encuentra en manos de muy pocas familias. Tiene uno de los índices de distribución de tierras más desiguales del mundo: 2% de la población es dueña del 85% del territorio nacional. A esto se suma el hecho de la extranjerización en la posesión de tierras –25% del país está en manos de extranjeros– y el modelo económico imperante: el agronegocio, la producción extensiva de soja y la ganadería para exportación. Esta distribución de la

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tierra provoca la expulsión de miles de campesinos y campesinas del campo a la ciudad, y en muchos casos a otros países, especialmente a la Argentina. Solamente en el periodo “democrático” – luego de 35 años de dictadura de Alfredo Stroessner– alrededor de 120 campesinos murieron en el contexto de la lucha por la tierra. En su lucha reivindicaban la necesidad de contar con tierras necesarias para el cultivo, para el autoconsumo y la producción de alimentos para el mercado nacional. El modelo económico que impera en Paraguay no da lugar a la producción campesina familiar, no da lugar a la vida de miles de paraguayos y paraguayas en su propio país. Por eso, la lucha por la tierra se convierte en una lucha por la vida. La masacre de Curuguaty representa para el Paraguay el mayor número de campesinos muertos en un mismo enfrentamiento.

El proceso judicial: 13 presos políticos Inmediatamente luego de la masacre, los medios de comunicación comerciales iniciaron una campaña para estigmatizar y criminalizar al sector campesino. Los medios sostenían que fueron los campesinos los que “emboscaron” a la policía, tesis que luego es sostenida como acusación fiscal en el proceso judicial que mantiene a 13 campesinos privados de su libertad. El proceso judicial ha estado viciado de nulidad desde su inicio por una clara parcialidad de la fiscalía: el fiscal a cargo, Jalil Rachid, se encuentra


Sin tierras de Marina Kue esperando la llegada de la columna policial durante el segundo desalojo, el 1 de julio de 2013. íntimamente ligado a la familia del colorado Blas N. Riquelme. A esto se suma la violación al derecho de la presunción de inocencia, derecho a la defensa y al debido proceso. Ningún proceso judicial fue iniciado contra los policías denunciados por organismos de Derechos Humanos de realizar ejecuciones, detenciones arbitrarias y torturas a campesinos. Son 13 los presos políticos, campesinos y campesinas que serán sometidos a juicio oral desde el 26 de junio de 2014. Las causas en su contra son: invasión de inmueble –de unas tierras que son del Estado y objeto de reforma agraria–, asociación criminal –por haber realizado una ocupación reclamando un legítimo derecho– y homicidio doloso en grado de tentativa –sin tener pruebas que los vinculen con las muertes del 15 de junio de 2012. De hecho, las únicas pruebas presentadas por la fiscalía en la audiencia preliminar fueron: cocos, corta uñas, honditas, botellas de gaseosa, cinturones, papel higiénico, un carné de afiliación al Partido Colorado, un tornillo, entre otros ítems de similares características. Esto fue motivo de burla en las redes sociales. Por su lado la prensa dejó de comentar sobre la audiencia, en su afán de mantener la percepción estigmatizada y criminalizada que habían creado sobre el sector campesino. Actualmente 5 de los 13 presos políticos se encuentran en huelga de hambre. Esta es la tercera que llevan a cabo. La primera huelga de hambre concluyó en noviembre de 2012 con el otorgamiento de prisión domiciliaria para Juan Carlos Tillería, Lucía Agüero, Alcides Ramírez y Luis Olmedo luego de casi 60 días de huelga de hambre. La segunda, realizada por

Néstor Castro y Rubén Villalba, concluyó en marzo del 2013, luego de 51 y 53 días respectivamente, con el otorgamiento de la prisión domiciliaria a Fani Olmedo y Dolores López –ambas embarazadas y presas– y con la remoción de la causa del Juez José Dolores Benítez, recusado y denunciado ante el Ministerio Público por prevaricato.

La lucha por la libertad de los presos políticos y la recuperación de las tierras La masacre de Curuguaty sirvió como detonante de un golpe de Estado premeditado por las cúpulas de partidos tradicionales y sectores económicos, los cuales vieron amenazados sus intereses durante el gobierno de Lugo. Por otro lado, la masacre desencadenó un movimiento de solidaridad y lucha nacional e internacional que reclama justicia: la recuperación de las tierras de la Ex Marina para que las familias campesinas la trabajen y la libertad de todos los presos políticos. El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en el examen al tercer informe periódico del Paraguay, sostuvo que el Estado Paraguayo “debe asegurar la investigación inmediata, independiente e imparcial de la muerte de 17 personas con ocasión del allanamiento de Curuguaty el 15 de junio de 2012, así como de todos los hechos vinculados que han sido denunciados por las víctimas, en particular torturas, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y posibles violaciones del debido proceso”. Recientemente, durante la Huelga General del 26 de marzo de 2014, que reunió

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a campesinos, obreros, funcionarios, estudiantes y a la ciudadanía en general, histórica por ser la tercera Huelga General convocada en el país –la primera fue en 1959 y la segunda en 1994– una de las banderas que se levantaron fue la de la libertad a los presos políticos y justicia en el caso Curuguaty. Al momento en que se escriben estas líneas, 5 de los 13 presos políticos se encuentran en el día 47 de su huelga de hambre (iniciada el 14 de febrero de 2014). La huelga de hambre de Rubén Villaba, Néstor Castro, Felipe Balmori, Adalberto Castro y Arnaldo Quintana, es por su libertad y por la recuperación de las tierras de la Ex Marina. Ellos sostienen que la van a llevar hasta el final. ¿Cuántas vidas más se llevará la lucha por la tierra en Paraguay? La masacre de Curuguaty, con sus consecuencias políticas, jurídicas, culturales es una síntesis perfecta de la lucha por la tierra en Paraguay, lucha que hoy más que nunca adquiere un carácter de vida o muerte, ante un gobierno empeñado en maximizar la tasa de ganancia de las multinacionales del agro duplicando la producción de soja transgénica con uso intensivo de agrotóxicos. Este proyecto de expansión agroexportadora deberá, necesariamente, expulsar a aproximadamente dos mil pequeñas y medianas comunidades campesinas para cumplir sus metas. Ante todo esto, se hace fácil pronosticar un aumento vertiginoso de la tensión social en Paraguay, la posibilidad de nuevas masacres, más presos políticos, éxodo y su contracara: lucha, resistencia y dignidad, como la demostrada en la pasada Huelga General.


Stella Maldonado, Secretaria General de CTERA

Escribe: Santiago Mouradian

Se cerró la paritaria nacional docente, comenzaron las clases y la problemática educativa desapareció de las pantallas y los diarios. La secretaria general de CTERA, Stella Maldonado, nos cuenta qué queda pendiente para saldar la deuda moral con la escuela pública.

¿Cuál es el balance general que hace CTERA de la paritaria nacional docente? Ha sido una paritaria muy compleja. Veníamos de dos años de cierre unilateral por decreto que nos había dejado con un piso salarial muy atrasado respecto de la inflación, respecto de los incrementos salariales de otros trabajadores estatales e incluso por debajo de mínimo vital y móvil. Habíamos planteado iniciar las discusiones mucho antes, pero no fue posible por circunstancias de orden político ajenas a nuestra voluntad pero que influyeron notablemente, como el tema de las elecciones de octubre del año pasado. Tuvimos que definir medidas de fuerza que fueron bien tomadas, acatadas totalmente. De todos modos, creemos que hubo voluntad política por parte del gobierno de no cerrar por decreto. La movilización que hicimos al ministerio de Educación de la Nación tuvo una gran influencia para destrabar las negociaciones y llegar a un acuerdo. También comenzamos a discutir un convenio colectivo de trabajo a nivel nacional, cosa que hasta ahora nunca habíamos tenido y que es un avance sumamente importante. Nos interesa destacar que dimos un debate muy fuerte incluso con la opinión pública acerca del tema del presentismo.

Quedó fuertemente instalado que el presentismo no es salario y logramos que no fuera un tema de discusión en la paritaria nacional.

¿Por qué el presentismo se transformó en una bandera tan importante tanto para el gobierno Nacional como para el de Scioli? Por un error importante de concepción que incluso ni siquiera analiza en profundidad los expedientes de otras épocas de nuestro país. Hay provincias que tuvieron presentismos muy altos que hacían que los docentes tuvieran que ir enfermos a trabajar para compensar, digamos, para no perder su salario. Por eso creemos que poner un presentismo es un elemento extorsivo. Aún tenemos presentismo en algunas provincias, como es el caso de la Ciudad de Buenos Aires, de Mendoza, de Misiones. En comparación, Santa Fe que no tiene presentismo tiene mejores niveles de asistencia que Misiones que tiene hasta un 15% del básico. Esto es porque en Santa Fe hay mejores salario y un porcentaje bajo de docentes con doble cargo. Para bajar el ausentismo, lo que hay que atender es las condiciones de trabajo. Estamos dispuestos a sentarnos a una Comisión que ya está creada por

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el Consejo Federal para discutir distintas alternativas.

El presupuesto de educación tiene gran participación en el PBI. ¿Por qué ésto no se ve reflejado en el estado de los colegios ni en los salarios docentes? Yo creo que hay que precisar esa mirada porque no es así. Si uno mira la provincia de Buenos Aires, efectivamente uno se pregunta: “¿Qué hicieron con el dinero?” Los salarios de Buenos Aires han quedado atrasados, eran de los más bajos del país, las escuelas tienen un estado abandonado en muchos distritos, con obras retenidas y refacciones que no se terminan nunca. Pero si uno mira el conjunto del país, por ejemplo las provincias del norte, se ve con mucha claridad cómo ha mejorado la cobertura tanto del nivel inicial como del nivel secundario. Se han construido más escuelas en el norte grande, que estaba muy postergado, que en la región centro del país en donde la cobertura era mayor. Entonces, no es verdad que no se nota el aumento del presupuesto destinado a educación. También se nota en que mejoró la formación docente, se construyeron edificios para los institutos de formación, se alargó la carrera


INSCRIPCIÓN ONLINE “Lo que hizo la inscripción online fue develar hechos que ya pasaban hace mucho tiempo. Por un lado, se pudo ver cuántas vacantes faltaban. Por otro lado, quedaron en evidencia errores y desprolijidades que tienen que ver con la forma de gestionar: tercerizar para que empresas privadas se ocupen de las escuelas públicas. Nuestro sindicato con muchísima anticipación advirtió lo que iba a suceder. Cada año reclamamos por las vacantes que faltan junto con las comunidades educativas.”

docente. Recién el año pasado egresaron los primeros docentes de esos planes nuevos y los salarios mejoraron. Desde que se inició la paritaria en adelante los salarios mejoraron muchísimo, no sólo numéricamente sino en términos de blanqueo salarial. Hay excepciones: el caso más terrible es el de la provincia de Santiago del Estero que paga el 60% del salario en negro. Sabemos que hay muchos problemas que resolver, pero no es verdad que no se note que han invertido en Educación. Quienes dicen eso son quienes luego van a proponer que se bajen los salarios.

¿Cuál es la lectura de los docentes respecto al éxodo de los estudiantes de la escuela pública a la escuela privada? El fenómeno de migración a escuelas privadas se da en los grandes aglomerados urbanos. El caso más importante es ciudad de Buenos Aires, donde prácticamente la matrícula está dividida 50% en escuelas públicas y 50% en escuelas privadas. Le siguen Córdoba, Santa Fe y la provincia de Buenos Aires. En el norte y en la Patagonia, la matrícula en escuelas privadas no llega ni al 10%. En Capital Federal, hay una clara definición de una

parte de la clase media, media-alta, de mandar a sus hijos a escuelas privadas para que no se junten con los chicos de las villas, con los chicos que vienen de provincia de Buenos Aires. Nosotros creemos que sólo las escuelas sin fines de lucro deben recibir subsidio estatal. En estos momentos hay escuelas que cobran cuotas importantes y que reciben subsidio estatal. Eso hay que eliminarlo porque genera una competencia absolutamente desleal. En un mismo barrio hay una escuela estatal que se cae a pedazos y una escuela privada a la que el Estado paga el salario de los

tienen que hacer un trabajo muy intenso con sus comunidades educativas, las bibliotecas de las escuelas tienen que ser bibliotecas populares. De ese modo se va a poder recuperar mucho de lo que se perdió fundamentalmente en la década del ’90. Y al mismo tiempo hay que seguir demandando a los gobiernos... En el caso de la ciudad de Buenos Aires, hay que demandar el incremento de la inversión. Si bien la inversión educativa creció nominalmente, en términos porcentuales ha ido bajando. En la ciudad de Buenos Aires, tenemos problemas edilicios, no se han construido escuelas,

“No es cualquier educación la que pretendemos, sino una que apunte a la formación de sujetos críticos, participativos, solidarios, cooperativos, con un pensamiento latinoamericanista.” trabajadores, que dispone de recursos para que su edificio esté en condiciones para tener materias extra curriculares, para hacer una oferta educativa de otras características.

En ese contexto, ¿cómo se defiende a la escuela pública? Las escuelas públicas tienen que ser como centros cívicos, sociales y culturales de cada barrio. Las escuelas

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faltan vacantes en el nivel inicial, muchísimas en el nivel primario, en los barrios del sur, que tienen una población más vulnerable. Tenemos que seguir organizados y exigir al gobierno de la ciudad de Buenos Aires que invierta en educación para garantizar el derecho social. No es cualquier educación la que pretendemos, sino una que apunte a la formación de sujetos críticos, participativos, solidarios, cooperativos, con un pensamiento latinoamericanista.


Entrevista al periodista Raúl Kollmann

Escribe: Eugenia Mastropablo Fotos: Nicolás Blanco

La serie colombiana “Escobar, el patrón del mal”, que cuenta la vida de uno de los narcotraficantes más famosos de la historia, fue un éxito en la televisión argentina. Para saber un poco más sobre este personaje y sobre cómo cambió la situación del narcotráfico en América Latina luego de su muerte hablamos con el periodista Raúl Kollmann. El “Tuny” Kollman, periodista de trayectoria en Página/12, presentó los resúmenes de la serie y es especialista en la temática del narcotráfico. ¿Por qué te interesaste por la figura de Pablo Escobar? El personaje me interesó porque viví cuatro años en Colombia entre 1976 y 1980, durante la última dictadura militar. Todo lo colombiano siempre me fue querido porque allá nos trataron muy bien. Muy diferente de lo que fue en España, donde casi era imposible trabajar porque no nos daban documentos ni residencia. En Colombia había una actitud muy cálida y tengo un gran afecto por ese país. Además, cuando la esposa de Pablo

Pablo Escobar acumuló un gran contrapoder y se enfrentó al Estado Escobar y sus hijos vinieron a la Argentina yo los conocí. Fueron extorsionados por gente totalmente inescrupulosa. Estuvieron presos en nuestro país por lavado de dinero cuando el gobierno colombiano había avalado que estuvieran en la Argentina y había asegurado que ese dinero no estaba relacionado con el narcotráfico.

¿Por qué pensás que el programa “Escobar: el patrón del mal” tuvo tanto

éxito? ¿Por qué las personas se encariñaron con un villano? Creo que tuvo éxito porque es una historia verdadera. Eso hace que la gente se sorprenda con la vida de una persona que acumuló un gran contrapoder y que se enfrentó al Estado. Hay como un encariñamiento con alguien que está del otro lado de los poderosos, por decirlo de alguna manera. Además de ese encariñamiento, está el tema de que él se fue transmutando y eso en la serie se ve. La tira es muy seria. Fue escrita por Alonso Salazar, que es un periodista muy profesional que además llegó a ser intendente de Medellín hasta 2011. Es una personalidad muy seria que hizo una investigación de cinco años. La serie refleja ese cambio de Escobar hacia un tipo tremendamente sanguinario que se fue enloqueciendo. Entonces uno se encariña sobre todo con la primera parte como contra poder y todo eso. Además fueron los años en los que él hizo cosas más populares.

Pablo Escobar reivindicaba banderas de izquierda. ¿Cómo ves la compatibilidad entre esas ideas y su rol de narcotraficante?

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Chapo Guzmán, o más en general los narcos mexicanos, son personas muy iletradas. Pablo Escobar era un tipo con cierto nivel, que llegó a ser diputado, y en ese terreno era un tipo pensante. De todas maneras, lo objetivo es que él llegó a jugar para la contra nicaragüense. Es decir, parte de su poderío provino de la DEA (Administración de Control Antidrogas Norteamericana) que permitió que crecieran los narcos en Colombia.

Luego de la muerte de Escobar, ¿cómo cambió la situación del narcotráfico en América Latina? Cambió completamente ya que, básicamente, el dominio del narcotráfico ya no está en Colombia sino en México. Después de la muerte de Pablo Escobar, Amado Carrillo Fuentes, el hombre que ahora continúa la serie con “El señor de los cielos”, se hizo dueño del negocio. Carrillo Fuentes era el que movía los aviones buscando cocaína desde Sudamérica. Lo que lo destacó fue que él tenía la manija porque tenía la entrada a Estados Unidos, tres mil kilómetros de frontera muy difíciles de controlar. Hay que agregar que la escena política había cambiado y ya no estaba el interés norteamericano de alimentar a la contra nicaragüense.


¿Por qué pensás que ya no hay una figura como la de Pablo Escobar? Lo que hay hoy son cárteles un poco más chicos y, sobre todo, jefes de cárteles de más bajo perfil. Además la tecnología mejoró mucho y ya no es tan fácil. Igualmente es obvio que el principal mercado, que es Estados Unidos, es abastecido por los mexicanos. Con un elemento particular: todos los cárteles mexicanos que sobreviven están dominados por los que antes eran militares o policías. Los Zetas son un ejemplo de eso.

Hay una discusión sobre si Argentina es o no un país productor de cocaína. ¿Qué pensás de cómo se interpretaron los dichos de Rossi? Yo creo que fue malinterpretado. Es un fenómeno imposible, como bien explicó Sergio Berni. Se necesita muchísima hoja de coca para producir algo de polvo blanco. Eso en la Argentina es imposible. La primera refinación y la producción se hacen en los países en los que se planta. No se hacen en los países de tránsito ni de consumo como la Argentina. Después del procesamiento esencial de la pasta base hay un par de procesos de refinación y extensión. De eso sí puede haber en la Argentina. Puede haber, pero tampoco es que se han descubierto cien cocinas en el país. Entonces: producción en la Argentina, no. Lo que sí hay son dos fenómenos que tienen mucha importancia. El primero es el tránsito a Europa. No es lo mismo mandar desde Bolivia, Colombia y Perú, que mandar desde la Argentina. La estructura comercial de Argentina con Europa es una estructura relativamente fuerte al igual que la de Brasil y la de Chile. El segundo fenómeno es el del lavado de dinero.

¿Cómo ves la situación del narcotráfico en Santa Fe? Como te decía, no me preocupa tanto la producción de drogas en la Argentina. Sí me parece importante el tema de la venta al por menor. Ahí se da un fenómeno que yo creo que es dramático. En Rosario hay un dominio de los narcos, especialmente en la parte sur de la ciudad. Hay una pelea entre bandas por quién vende en la zona.

Ellos venden cocaína y marihuana, no son exportadores. También esto se da en la villa 1-11-14 en la Ciudad de Buenos Aires y en la localidad de San Martín. En esos tres lugares hay un tema preocupante que es la complicidad con las fuerzas policiales. Hay dominio narco del territorio y eso es lo que no se puede permitir. No da para el alarmismo, no estamos como en Colombia donde los narcos llegaron

¿Cómo pensás que deben abordarse las noticias relacionadas al narcotráfico? ¿Cómo se informa sin generar miedo? Lamentablemente el periodismo juega demasiado papel en casi todo y, además, es esencialmente político. Para los medios que están en contra del Gobierno y para Estados Unidos, el narcotráfico domina

Cuando la Policía se sale del control de la política termina arreglando con los narcos a manejar la economía y la política, pero tampoco da para que pase lo que pasa en Santa Fe donde el socialismo dejó en manos de la policía cierta independencia. Cuando la policía se sale del control de la política termina arreglando con los narcos. En Brasil, por ejemplo, hay un fenómeno mucho más extendido, los narcos dominan buena parte de las favelas. La presidenta Dilma Rousseff ha tenido que entrar a las villas con el ejército para el Mundial.

¿Qué opinión tenés sobre la producción y el consumo del paco? Yo creo que el paco no es un fenómeno argentino, te diría que esencialmente se da en el sur del Gran Buenos Aires. Sobre todo en la zona de Quilmes, Florencio Varela. El paco es una cosa que, por lo general, el narco con dos dedos de frente no quiere vender porque le arma muchos líos. Los pibes quedan hechos pelota. Coincido con lo que dijo Eugenio Zaffaroni: el paco es uno de los temas más serios a tratar.

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la Argentina y te hacen comparaciones insólitas con Colombia y México que no tienen absolutamente nada que ver con nosotros. Durante la época de Pablo Escobar en Medellín mataban a treinta personas por día. Acá mataron a siete colombianos desde 2008, o sea en seis años. No somos el centro del narcotráfico. Para mí es como me dijo en su momento el viceministro de Seguridad bonaerense, Marcelo Saín: “Los norteamericanos nunca te hablan de la complicidad policial y militar. Siempre te hablan de ‘las rutas’”. Lo que a ellos les importa es cuáles son las rutas. Y en verdad, a nosotros nos tiene que preocupar el tema del dominio de los territorios. Entonces, como en todo, el periodismo se mueve con criterios políticos. El verso del periodismo independiente es algo en lo que yo personalmente no creo para nada. Yo te diría que hay un periodismo dominado por la forma de pensar de los partidos opositores y de Estados Unidos y que, como siempre, juega un papel interesado.


Mecanismos de intervención del mercado

Escribe: Ricardo De Luca Ilustra: Matías Chenzo

Es ya un lugar común hablar de la decadencia de la escena de rock local. Se carga con insistente frecuencia contra la mediocridad de las letras, la repetición de fórmulas y no sé qué comodidad compositiva en la que habrían caído irremediablemente todos y cada uno de los actuales músicos del rock nacional. Lo curioso es que la explicación que se propone para el fenómeno desborda individualismo. Serían los músicos, en tanto artistas solitarios e individuales, los que inmersos en la rueda del éxito discográfico, sin ningún tipo de constricción y por motus propio, habrían abandonado las banderas del rock. Ya en 2006, en una extensa nota, la revista Sudestada sentenciaba: “El mercado impuso sus reglas y el rock

El músico ya no es del todo descubierto, sino también inventado. nacional se entregó manso al negocio”. En estos veredictos, donde el mercado siempre hace monstruosos estragos en el arte, nunca encontramos precisiones sobre los mecanismos de esta intervención. Sí, hallamos mil repeticiones de términos como mediocridad o chatura, y se le reclama a los músicos “la incoherencia de cantar realidades ajenas, mintiendo

las propias, de disfrazarse con vestidos de suburbio y rogar al cielo que nadie sepa de sus vacaciones en Punta del Este”. El problema sería algo llamado “discurso”, una suerte de traición a ideales jamás enunciados. Se mezcla una imagen idealizada de la creación artística (el artista como sujeto aislado social y políticamente, al que sin embargo se le exigen comportamientos políticos) con una imagen igual de idealizada del mercado (la discográfica, el manager, y el productor). Esto nos impide ver la real presencia del mercado y sus múltiples mecanismos de restricción e intervención sobre los productos artísticos.

Del primer momento al rock adolescente Las discográficas representan una fracción insignificante de tiempo en la historia de la música. Pensemos por ejemplo que Mozart vivió entre 1756 y 1791, o sea que compuso sus obras casi 150 años antes de que se inventara el disco de vinilo. Y para entonces toda la teoría musical ya estaba constituida. Haciendo esta salvedad pensemos cómo fue el mercado de la música hasta este momento de crisis terminal que atraviesa. Asimismo, el mundo discográfico no es el único tipo de mercado posible. Ya Mozart

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vendía sus composiciones en otro tipo de mercado con otros mecanismos de restricciones e intervenciones artísticas. En el año 2005, el OIC (Observatorio de Industrias Creativas) hizo un estudio llamado “La industria del disco”, a cargo del economista César Palmeiro y bajo la dirección de Octavio Getino. El universo de las discográficas era extremadamente concentrado: cuatro compañías manejaban el 75% del mercado global (EMI, Universal, Warner y Sony-BMG) y los sellos independientes ocupaban el 25% restante. En Argentina, las cuatro grandes compañías ocupaban el 83% del mercado. El grado de concentración era el más alto de Latinoamérica después de Chile. Además, estas empresas establecían unidades de negocios en ámbitos paralelos de la industria cultural: una suerte de “expansión horizontal” multimedial. Esto es lo que llevaría a “la homogeneización en el gusto de los consumidores y la consolidación de un star-system en el mundo de la música”. O sea, así como en Hollywood se promocionan las películas con estrellas de cine, en este mecanismo multimedia “la promoción de una película sirve para promocionar el disco de la banda de sonido así como el libro en que está basada”.


Las grandes compañías, en sintonía con la era de las multinacionales, han establecido filiales en todos los mercados culturales importantes, consiguiendo de este modo una forma de nacionalización. Y es aquí donde empezamos a hablar del rock nacional. Porque este proceso de nacionalización implica, de algún modo, la captación de patrones culturales locales. Es decir, cuando las multinacionales se instalaron en la Argentina, ya sea comprando sellos locales o bien fundando filiales, no podían traer sus productos de buenas a primeras. O no podían hacerlo con éxito inmediato. Sucede que los pueblos se encaprichan en tener siempre una cultura, y así como la música en sí precede al mercado discográfico, ya había música en la Argentina antes de que las multinacionales llegaran. Estos momentos iniciales de captación son fácilmente identificables con las primeras grabaciones de las orquestas de tango, con la época más representativa del folklore y finalmente con el nacimiento del rock nacional. Se trataba entonces de buscar lo que escuchaba la gente, grabarlo y vendérselo. En algún momento las multinacionales trajeron el rock y la cultura local reaccionó apropiándoselo. Llegamos entonces a tener un mercado fonográfico formal, con mecanismos de difusión, de producción, circulación y consumo. Y el músico poco a poco se fue convirtiendo en el secreto del negocio. Había que buscar estrellas, y el cielo de la música argentina se llenaba de estrellas locales. En el momento de auge de la discografía argentina, que suele situárselo en 1998, llegamos a un techo histórico de de 23,4 millones de CD vendidos (unos 281 millones de pesos). Entre 1998 y 2004, la música en castellano implicaba en promedio un 62% del mercado y la música en inglés sólo el 35%. En el momento de auge, los músicos locales formaron parte del “star-system”. Malditamente para las maquinarias de la música global, la gente se resiste a sentir en otro idioma distinto al propio. La llegada de las multinacionales supuso una suerte de apropiación de la cultura local, pero también construyó un mercado con una particular lógica del éxito. La constante búsqueda del talento, combinada con la necesidad del éxito comercial, el hit y la estrella, lleva al mercado a moldear lo que encuentra. El músico ya no es del

todo descubierto, sino también inventado. La lógica del descubrimiento precoz baja constantemente la edad de los músicos a medida que crece el negocio (algo parecido sucede con los jugadores de fútbol). No es casual que el momento de mayor auge de las discográficas los músicos tenían entre 19 y 30 años y las bandas llenaban estadios poco tiempo después de componer sus primeras canciones. El vértigo del mercado de la fama se construye a instancias de aquel otro mercado real, el de los soportes

Spinetta, León Gieco, Metallica y Nirvana, hoy ofrecen a Justin Bieber. Quienes añoran los grandes momentos del rock, añoran en realidad los mejores momentos del mercado. La actualidad de la escena musical, hoy por hoy, no puede ser medida a través de las realidades discográficas. La crisis del soporte ha llevado a una reconfiguración del modelo de negocio. El sector de la música en vivo, que representaba el 24% del mercado en 2005, ya se había elevado

Quienes añoran los grandes momentos del rock, añoran en realidad los mejores momentos del mercado. musicales. El rock se volvió adolescente (pasajero, banal, inexperto) y su significado social se fue reduciendo. La rebeldía se fue vaciando de contenido, pero con un grado de exposición jamás visto para un producto cultural. Una rebeldía televisiva y televisada. En síntesis, inofensiva.

La decadencia y lo que nos queda La crisis del mercado discográfico vino de la mano de la revolución digital, la desaparición del soporte físico (que era lo que realmente se comercializaba) y la puja por mantener márgenes de ganancias inéditos para cualquier mercado. Cuando la maquinaria funcionaba, era necesario tener programas de radio y televisión para difundir a aquellos músicos que las discográficas necesitaban vender. Tras la pérdida de este interés (y de estos anunciantes), desaparecieron los espacios de difusión, valoración y crítica de la música. Había un tipo de prensa especializada en construir los patrones de apreciación estética que los músicos precisaban: su compromiso político, su destreza técnica, su cualidad poética. La prensa se dedicaba también a la búsqueda de talentos (“que se conozca una banda que se las trae”), haciéndoles un gran favor a los anunciantes. Es decir, el retiro de las discográficas implica mucho más que el fin del sueño de la edición del disco. Es el final de todo un entramado de circulación y apreciación artística. Muchos diagnósticos atribuyen la decadencia del rock a la influencia del mercado. Lo curioso es que estos diagnósticos aparecen en el preciso momento en que el mercado se retira del rock para abocarse a otro tipo de productos horizontales, en vistas del abandono definitivo del negocio. Las mismas discográficas que antes ofrecían a

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al 47% en 2009 (según un estudio del OIC), mientras que los discos bajaron del 54% al 29%. Antes, las empresas apostaban al CD y organizaban recitales como una estrategia de promoción para vender el disco más que como un negocio en sí. Hoy, el sector del “vivo” se convirtió en el segmento más importante del negocio. El sistemático retiro de las discográficas como gestor de contenidos cambió radicalmente la naturaleza de los músicos que se destacan. Ahora las bandas atraviesan largas trayectorias en escenas independientes, donde las condiciones de desarrollo de la actividad suelen ser las peores. El rango de edades ha subido notablemente. Lo barrial y lo marginal son temas habituales en los repertorios, que suelen describirse o etiquetarse como “rock chabón”. Se han criticado mucho las condiciones en que se desarrollan los recitales (por ejemplo con Callejeros), pero poco se ha dicho sobre cómo los dueños de los locales imponen estas condiciones. Tal vez como resultado de esa imagen idílica del músico, nunca nos enfrentamos al contexto social donde se producen los músicos y, por extensión, la música misma. Hace unos años el Sindicato Argentino de Músicos llevó adelante una fuerte campaña en contra del “Pagar para tocar” que no tuvo repercusión entre los músicos. ¿Por qué quienes ya no pagan para tocar, no intentan poner en discusión esta incómoda realidad? ¿Se pensará que en el fondo el que paga para tocar debe hacerlo en virtud de su mala calidad de músico? Parece abandonarse el sentido de unidad que precisa toda colectividad artística para defender el sano desarrollo de su actividad. Como triste legado de la década neoliberal, permanece el individualismo.


Cómo crear una

GUERRA

FRíA

En alguna oficina secreta del Pentágono, de la CIA o del Departamento de Estado, algún burócrata hizo un cálculo erróneo sobre Ucrania. Creyó que iba a lograr debilitar a Rusia incentivando el rechazo popular a la gestión del presidente ucraniano Víktor Yanukovich. El plan fue acusarlo, con razón, de los altísimos niveles de corrupción y foguear la movilización social. La oposición presionaba a Yanukovich para que firmara una serie de acuerdos con la Unión Europea (UE) en vez de favorecer otros acuerdos con la Federación de Rusia. Las protestas viraron vertiginosamente y lograron el derrocamiento de Yanukovich. En el nuevo gobierno de Kiev se han enseñoreado los golpistas que fueron digitados desde aquella misteriosa oficina de Washington y Yanukovich debió exiliarse en Moscú. Pero el plan era contra Rusia y el tiro les salió por la culata: de esta contienda, Rusia sale favorecida y tiene una oportunidad única para fortalecer su alianza con China y acorralar económicamente a Estados Unidos. La “primavera” ucraniana todavía no se define. En ella han participado varios jugadores. Por ejemplo, el magnate Piotr Poroshenko (con una fortuna de más de 1.300 millones de euros) fue el principal sostén material de los manifestantes a lo largo de los casi cuatro meses de revueltas. Los miles de ciudadanos indignados por los vicios del gobierno de Yanukovich, respondieron inmediatamente a los llamados mediáticos del magnate. Poroshenko que abasteció a los manifestantes de insumos para la construcción de barricadas, comida, ropa, carpas y calefacción. Y aportó un irrestricto apoyo de todos sus medios de comunicación, fundamentalmente del influyente Canal 5. Lo que no se sabe es

si Poroshenko, por ejemplo, también corrió con los gastos de los francotiradores que dispararon contra los manifestantes de la plaza de la Independencia de Kiev, ahora mejor conocida como la Euromaidán (Plaza Europa). De ser así, el magnate habría jugado a enardecer todavía más a los manifestantes y dar sabrosos titulares a los medios internacionales, que casualmente estaban con los golpistas. Poroshenko hizo un buen negocio, se encuentra primero en las encuestas entre los presidenciables para las elecciones del próximo 25 de mayo. De no acontecer una hecatombe o un guiño adverso de Washington, será el próximo presidente de Ucrania. Claro, tiene deudas que no se pagan con plata, ni chocolates que es su rubro madre. Mientras tanto, la nueva rada (parlamento) ya está haciendo el trabajo sucio para el próximo presidente. De no ser Poroshenko, será sin duda otro prooccidental. Ya se ha aprobado un riguroso plan de ajuste por el que se congelarán salarios, se subirán impuestos y tarifas, se recortarán gastos sociales, se practicarán recortes a subvenciones, se despedirán a unos 24.000 empleados estatales de los 249.000 que existían. Otro 20% será despedido después de que se aprueben reformas constitucionales que eliminarán administraciones estatales. Entre las medidas más severas se cuenta el aumento del 100% de los impuestos y de las tarifas de hidrocarburos, así como la suspensión de las devoluciones del IVA a las empresas a cambio de bonos estatales. Mientras la tarifa del gas aumentará el 50%, para el 2016 estiman terminar con todo tipo de subsidios a la energía. Este ajuste es la contraprestación para que el Fondo Monetario Internacional (FMI)

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Escribe: Guadi Calvo Ilustra: Germán Pasti

acceda a otorgar un rescate, de entre 14.000 y 18.000 millones de dólares en los próximos dos años. El nuevo presidente no solo tendrá que acomodar el paquetazo neoliberal, sino también a la tropa golpista, que hoy son un poder en sí misma y sus componentes lejos están de ser contenidos por normas y leyes.

Con amigos así Cuando el 21 de noviembre pasado se iniciaron las protestas en Kiev, el plan ya llevaba varios meses de preparación. En Polonia, sectores de la ultraderecha ucraniana como Pravy Sektor (“Sector de derecha”), fueron entrenados a cuenta y cargo de Washington para los combates que se protagonizaron en Kiev. También fue entrenado el partido neonazi Svoboda, que ahora en el gobierno cuenta con un vice primer ministro, tres ministros, el fiscal general del Estado y cinco gobernadores de provincias, entre otras decenas de importantes cargos públicos con responsabilidades en el Estado. En las acciones de La Plaza de la Independencia de Kiev también participaron agentes del Mossad (la agencia de inteligencia israelí). Hay que tener en cuenta que en Ucrania habita una de las comunidades judías más numerosas del mundo. En los días de la revuelta se han detectado también yihadistas tártaros, traídos desde Siria, miembros de la Unión de Jóvenes Tártaros y el Movimiento Azatlyk (“Libertad”), con fluidas relaciones con los Hermanos Musulmanes de Turquía y los infaltables islamistas chechenios; grupos neonazis como los Nordisk Ungdom de Suecia, los NPD de Alemania y los Jobbik de Hungría. Además, estuvieron presentes dos


personajes ya característicos a la hora de la arremetida contra la libertad de cualquier nación: el agente sionista Bernard-Henri Lévy, responsable de la escandalosa falsificación de la caída de la Plaza Verde en Trípoli, y el senador ultra conservador norteamericano John McCain, el mismo que insta a Colombia y Perú a que ataquen militarmente a Venezuela. Muchas armas, y muchos grupos antagónicos, tienen de rehenes a casi cuarenta y seis millones de ucranianos que todavía no son conscientes de los ajustes por venir. El país tiene marcadas diferencias culturales, idiomáticas y religiosas entre el este y el oeste. Todo está servido para que las fronteras interiores ardan y puedan emerger varios Estados diferentes.

Crimea Los funcionarios norteamericanos idearon el plan sobre Ucrania y creyeron que una banda de fascistas y otra de fanáticos yihadistas iban a alcanzar para amedrentar al presidente ruso Vladimir Putin, el verdadero destinatario de toda esta gran jugada. Pero se equivocaron y mucho. El Presidente Putin sorprendió al mundo cuando el año pasado impidió a Barack Obama exterminar Siria. El papelón internacional iba a tener su contrapartida y no iba a alcanzar con arruinar los juegos

olímpicos de Sochi, en los que Putin puso mucho más que los cuarenta mil millones de euros presupuestados. Quería que fueran la gran vidriera que mostrase esta nueva Rusia al mundo. Mientras los juegos olímpicos se desarrollaban la crisis ucraniana tomó más y más temperatura. Putin no tardó en devolver el golpe y se hizo de la estratégica península de Crimea, (quizás para cuando se lean estas líneas se esté hablando también de la anexión de la Republica de Transnitria, ruso parlante y estratégicamente ubicada junto a Moldavia, como para cerrarle el paso a Ucrania al Mar Negro). Nada hace pensar que las jugadas rusas respecto a Crimea puedan ir para atrás. Al contrario, sería posible que vayan hacia adelante. Europa, que ha tolerado la jugada de Estados Unidos en Ucrania, puede pagar carísimo la loca aventura de esa misteriosa oficina del Pentágono, de la CIA o del Departamento de Estado. Europa, y particularmente Alemania, pueden quedarse sin el gas ruso, que cubre casi el 60% de lo que usan. Sin el gas ruso, la Unión Europea tendría que recurrir a los yacimientos de Azerbaiyán, sobre el Mar Caspio, siguiendo la ruta del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC). Dicho oleoducto había sido armado por el ex Secretario de Estado Zbigniew Brzezinski, justamente para no depender ni de Rusia, ni de Irán. Pero la idea hoy es inaplicable. La

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Unión Europea no tiene ni tiempo ni fondos para la construcción de un gasoducto semejante, a la vez que tampoco se sabe si Azerbaiyán, tiene suficiente capacidad de suministro. Tendrían que sumar a Kazajstán y Turkmenistán, que en este momento abastecen a China y además son de muy alta inestabilidad política. A consecuencia de la cuestión, Ucrania incrementó en mucho la alianza política rusochina. Además de ser socios estratégicos en el G-20, en el BRICS y en la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO), saben que entre los dos pueden poner económicamente contra las cuerdas a Estados Unidos, y que si no lo hacen ahora, quizás no haya una próxima oportunidad. El mundo esta nuevamente frente a un cambio de paradigma. Esta nueva Guerra Fría quizás sea mucho más fría y más corta. En plena Segunda Guerra Mundial, se llevó a cabo lo que se conoció como la Conferencia de Teherán. En dicha conferencia participaron Stalin, Churchill y Roosevelt y se discutió la apertura de un segundo frente. Pero también, y entre bambalinas, Gran Bretaña debió entregar su corona de potencia hegemónica a Estados Unidos. Años después, Churchill confesó en sus memorias: “En Teherán me di cuenta de qué pequeña nación éramos”. Quizás en Washington alguien ya esté pensado algo parecido.


Entrevista a Juan Carlos Romero

EL ARTE COMO INTERVENCIÓN

POLÍ TICA

Escribe: Silvana Jáuregui Fotos: Veronique Pestoni

Juan Carlos Romero es un artista visual de extraordinaria importancia en las últimas cuatro décadas. Sus producciones resultan indispensables para entender el “experimentalismo” de la vanguardia argentina de los años ‘60. Se ha dedicado fundamentalmente a la creación de obras de arte plásticas no convencionales. Sus comienzos tienen que ver con el grabado, que es lo que lo conecta definitivamente con lo impreso empleando técnicas gráficas. Sus herramientas son la palabra, los textos y las formas asociadas a lo tipográfico. Y es en ese juego que descubre la magia y el sentido que despliega en instalaciones, performances, intervenciones públicas, arte correo, poesía visual y libros de artista. Romero explica su arte a través del lenguaje y del compromiso con la vida y con los hechos que le han tocado vivir. Hay una frase que lo define: “Además de un artista plástico soy un militante político”. Sobre un estante de su taller destaca el Premio a la Labor Docente de la Asociación Argentina de Críticos de Arte entregado en el 2001, por su prolongada actividad docente en el ámbito de la Escuela Nacional de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” y de la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”. ¿Cómo explicás en tu obra la fusión entre el artista y el militante? Soy un artista plástico y un militante político. Toda mi vida dije que hacía política y arte plástica simultáneamente y después las junté a las dos. La militancia la comencé en un sindicato. Yo era un obrero metalúrgico y empecé a militar a los 17 años. No era sólo delegado sindical sino que estaba ligado a un grupo que también hacía política. Desde aquel momento hice política todo el tiempo hasta el día de hoy. Luego, reuní toda esa experiencia en mi obra.

¿Cómo resumirías el desarrollo de tu carrera artística? Soy grabador. Estudié con Fernando López Anaya en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, y egresé en 1961 con el título de Profesor Superior de Grabado. Recibí la influencia de López Anaya en la realización de grabados con formas troqueladas. Además tuve la

necesidad de compartir los postulados de Víctor Vasarely sobre el arte cinético y óptico, cuando decía que el público tenía que participar activamente en la obra. Eso era lo que a mí me interesaba porque veía que al fin la obra estaría ligada con el público. Esa fue mi intención, uno de mis objetivos centrales en toda mi producción. Comunicarme con el espectador de una manera activa. En 1966, me convocaron para participar en la renombrada exposición “Homenaje al Viet-Nam de los artistas plásticos”, convocada por León Ferrari y Carlos Gorriarena, en la galería Van Riel. Allí presenté mi primera obra política, titulada “American way of life”. Era un collage con incisiones sobre el papel, con un efecto óptico. Utilicé un recorte de prensa con la imagen de soldados estadounidenses golpeando a un vietnamita, junto a la palabra Vietnam multiplicada. Ahora está en el Museo Nacional de Bellas Artes. Ahí empecé a dejar el arte geométrico y a ligar definitivamente mi obra con la política, hasta el día de hoy.

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En todo este camino artístico también fuiste docente. ¿Qué cosas podrías transmitirnos de esos momentos en el aula? Recuerdo que un profesor de la Plata me preguntó si quería ser docente. Nunca había pensado que podría serlo pero me animé e hice la experiencia. Recuerdo que hice una muestra muy linda en el Museo de la Memoria de la Plata y se me acercó una exalumna. Me dijo que yo me distinguía de los demás docentes porque “les permitía todo”. Me sorprendió, no me había dado cuenta de que era tan distinto. Así fue que pasé del Bachillerato al Superior y de a poco empecé a descubrir mi capacidad de docente. La docencia es algo interesante donde uno devuelve todo lo que a uno le dieron. Es como devolver todo lo que me regalaron y enseñaron. Trabajé con Fernando López Anaya como docente dos años en La Plata. Primero fui su ayudante y después su adjunto. Cuando él fallece quedé como profesor de la cátedra. Me formé con tres profesores: López Anaya, también Héctor


El Taller de los Artistas

Foto: Veronique Pestoni

¿Qué pintores acompañaron tus primeros pasos en lo artístico?

resignificar esa palabra. Es un tema que indudablemente te preocupa porque lo tratás hasta el día de hoy. ¿Desde qué lugar interno surge? ¿Por qué te conmueve?

obras que llevaron el título “Camuflaje”. En ellas te tomaron fotografías que luego interviniste con pintura. ¿Podrías contarnos sobre esas experiencias?

Fui cambiando porque al principio me gustaron los pintores argentinos, los tradicionales. Iba a los museos o a las galerías a ver a Castagnino, a Spilimbergo, a Berni. Después me empezó a interesar lo geométrico, básicamente Víctor Vasarely, pero también Alfredo Hlito, Tomás Maldonado. Ahora estoy “conceptual”. Me gusta la pintura conceptual. Pero vuelvo, voy y vengo. El otro día estuve en el museo Quinquela y me empezó a emocionar Quinquela. Cada vez me gusta más. Quizás es un pintor oculto, olvidado y negado por la historia del arte. Además estoy editando un libro sobre Adolfo Bellocq, quien en el año 1922 ilustra con 45 grabados el libro “Historia de Arrabal” de Manuel Gálvez. Yo estoy recuperando los grabados de ese libro. También me gustó mucho la obra de “Los artistas del pueblo”, como José Arato, Guillermo Facio Hebequer, Abraham Vigo, entre otros. Fundamentalmente por su militancia, su actitud combativa y comprometida con la política del momento.

Había situaciones que en esos momentos me conmovían ostensiblemente. Por ejemplo, el fusilamiento del 22 de agosto de 1972 en Trelew y luego la masacre de Ezeiza el 20 de junio de 1973. Hice una obra respecto a esto. Me inquietaba sobre todo la situación de los militantes políticos que eran muertos, fusilados, desaparecidos. Ya había desaparecidos, uno no sabía muy bien, pero también desaparecían en esa época. Como era docente en la Plata veía que pasaban muchas cosas. Por ejemplo, en el ‘74 el Secretario Académico de la Universidad era el Turco Achen, un joven militante montonero. Estaba amenazado por la Triple A y fue a pedirle a las autoridades de Buenos Aires que lo protegieran. Cuando vino, a la altura de Sarandí, lo fusilaron. Fue la Triple A. Me golpeó mucho esa realidad. Se superponían hechos muy graves, uno detrás de otro. Sin embargo, cuando realicé la instalación “Violencia” nadie registró su importancia, sólo una revista hizo una mención.

En 1973 realizaste la instalación “Violencia” donde utilizaste recortes de prensa, fotos, textos y afiches para

Durante la dictadura en Argentina realizaste series como “El placer y la nada”, “La vida de la muerte” y

Yo trabajaba siempre con fotos tomadas de las revistas. Tomo la foto de un señor que sufre un accidente mientras estaba en la playa. Pasa un camión cargado de propileno en un camping en la provincia de Tarragona (España) y explota. El hombre muere. En la foto se ve una persona achicharrada en la playa, impresionante. La obra se llamó “El placer y la nada”. Cuento allí la relación o la diferencia entre estar y no estar, vivir o no vivir. Pongo el texto del diario que cuenta lo que pasó. Había leído un libro sobre los grabados de Olbrich sobre la muerte, que hablaba de esa doble lectura que yo hacía. Era la época de los militares. Lo hacía pensando en los muertos, pero siempre teniendo cuidado de no hacer algo directo, evidente. Expuse “El placer y la nada” en 1978 en el Museo Nacional. Esa obra me pareció mucho más importante que “Camuflaje”, que es de 1980. “Camuflaje” tiene algo de gracioso. Allí yo me pinto la cara y cuento en un texto que uno se disimula frente al enemigo, que eran los militares, pero el riesgo estaba en que según la morfología podrían descubrirnos. El mensaje aparece disimulado, escondido. El mensaje reclama un espectador capaz de desarticular, en complicidad con el artista,

Cartier, profesor de Fundamentos Visuales, y Adolfo De Ferrari, un gran pintor.

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American way of life, 1966 Collage y troquelado sobre papel los niveles de significación que subyacen en la obra. Es decir, por más que uno se pinte la cara podrían descubrirlo. Esa era la idea.

¿Qué recuerdos tenés de tu participación a partir de 1989 en el “Grupo Escombros”? La experiencia más significativa fue la que hicimos en 1989 con “Escombros” en un lugar que se llamó La ciudad del Arte. El grupo convocó a construir la ciudad a mil artistas del país y del exterior. Fue una intervención en La Plata en un lugar que se llamaba Hernández. Allí había una excavación de la que se sacaba tierra para hacer ladrillos. Como si fuera una ciudad, marcamos lotes. Entonces en cada lugar cada artista colocaba su obra. Algunos hacían obras geométricas, otros bailaban, hacían performances. Estuvimos allí toda la tarde. Creo que fue la obra más interesante, linda y comprometida del grupo “Escombro”. Alrededor de diez mil personas se acercaron al lugar. Ese día el grupo expuso su obra “Sutura”: un tajo en la tierra de 30 metros de largo por 2 metros de profundidad, cosido con una soga de barco de 10 centímetros de grosor.

¿Que opinás de ese hecho político artístico que se llamó “Tucumán Arde”? “Tucumán Arde” es un cuento chino. Lo cuento en detalle en un libro que hizo Ana Longoni. Estas cosas no se pueden

cuestionar, es como Gardel o Maradona. Ya están en el campo del mito y el mito no se puede cuestionar más. Se expuso en la CGT de los Argentinos, un día y nada más. Yo estuve allí porque era militante telefónico y nunca vi nada de “Tucumán Arde”. Es más un mito que una realidad.

¿Y sobre “El Siluetazo”? A un año de “El Siluetazo”, yo escribí en un volante (a pedido de Julio Flores, uno de los hacedores) que fue la obra más importante que hubo en la Argentina y de todos los tiempos. Fue la obra de arte más significativa sobre todo por la convocatoria y el compromiso del público. Uno siempre sueña que el público esté metido y comprometido con la obra. Esa obra lo logró. Fue como la síntesis de lo que tiene que ser el arte para todos. Yo pasé por allí, fue un día de lluvia. No tenía cámara pero fue algo emocionante, impactante.

¿Cómo se concibe al arte político hoy? Y… El arte político no prende para nada. Nosotros formamos un grupo con León Ferrari, Adolfo Nigro, Felipe Noé, Ana Maldonado y Diana Dowek, entre otros. Lo habíamos llamado “Grupo Artistas Plásticos Solidarios” por el compromiso con la lucha por los Derechos Humanos y la dignidad de las personas. Trabajamos juntos diez años. El grupo desaparece

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ahora porque murió León Ferrari y otros se fueron. Queremos seguir peleando, abrir un nuevo grupo. Por ahora tomamos el 24 de marzo y el día de Julio López. También el 11 de octubre estuvimos en Plaza de Mayo con las comunidades indígenas. Y ahora quiero hacer un homenaje a Nelson Mandela, pero desde otro lugar. No desde el lugar que quiere darle el poder político. A Mandela lo quieren edulcorar, empezando por el presidente de los Estados Unidos. Lo quiero abordar desde el lugar de que rompe con el concepto de la discriminación racial. Quiero romper con lo anecdótico de Mandela, que es a lo que apuntan y quieren instalar.

Tenés obra gráfica, fotográfica, arte correo, libro de artista e instalaciones. ¿Alguna de esas obras es tu favorita? ¿Por qué? Sí, una vez hice un libro de artista en simultáneo con la obra “Violencia”. Era un libro desplegable que tenía la palabra Violencia recortada en un afiche y tenía un texto de Leonardo Da Vinci de 1492 que hablaba en sus breviarios sobre violencia. Entonces puse “Leonardo Da Vinci, Juan Carlos Romero”. Es como una obra compartida. Tomo y me apropio de textos de terceros y luego los transformo. En este caso para hablar de violencia que era el objetivo. Ese es el libro que más quiero.


Entrevista a los creadores de Facepopular

La red popular de la Patria Grande Escribe: Eugenia Mastropablo Fotos: Veronique Pestoni

Se llaman “Frente Alternativo Contra el Establishment”. Para los amigos, son Facepopular y se pronuncia así como se lee, en puro castellano. Con su nueva red social te hacen pensar si verdaderamente “te gusta” que no haya agua potable en Haití o que haya muerto el abuelo de tu amigo cuando lo ves publicado en Facebook. Para saber un poco más sobre esta nueva vía de comunicación, que es bastante más amplia que una red social, charlamos con dos de sus fundadores, Ezequiel Cadailhon y Juan Carlos Romero López. ¿Cómo fue que se les ocurrió crear Facepopular? JCRL: Es un proceso largo que empezó con una movida contra hegemónica que fue el famoso “8N”. El 8N fue el 8 de noviembre de 2012, un día en el que un sector de la población contrario al gobierno salió a manifestarse con cacerolas. Nosotros decidimos, junto a un grupo de compañeros, hacer una contra movida que se llamó “8N. Yo no voy”. Fue básicamente una movida en las redes que tuvo mucho éxito. Tuvo tanto éxito que nos hizo pensar en la necesidad de tener nuestras propias redes, porque si en algún momento Facebook nos hubiera condicionado habríamos tenido la imposibilidad de hacer esa contraofensiva. Así fue que decidimos lanzar una red social propia y darle un marco esencialmente latinoamericano. EC: Hay dos cosas principales. Una fue el alcance de la campaña “8N. Yo no voy”, que nos dejó en contacto con decenas de miles de personas que querían seguir trabajando y haciendo cosas. Al mismo

tiempo, la constante de Facebook de cerrar perfiles con cualquier contenido de denuncia, y por otro lado el no accionar cuando, por ejemplo, denunciamos una página dedicada a Videla (según ellos, cumplía perfectamente con las políticas de la red). Estas dos cosas nos hicieron querer crear algo propio.

¿Cómo conciben a las redes sociales? ¿En qué se diferencian de Facebook? JCRL: La primera diferencia es conceptual: somos una red latinoamericana y antiimperialista. No vas a encontrar una publicidad de Coca Cola ni de ninguna multinacional pero, al margen de eso, tampoco usamos las técnicas imperialistas o capitalistas para la generación visual de los contenidos. Cuando te hacés un perfil en Facepopular te llueven amigos de Latinoamérica. Por lo general hay un mismo sesgo político. Es difícil encontrar a alguien que esté a favor de Mauricio Macri, pero si quiere estar será bienvenido. Lo único que

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no permitimos son las expresiones racistas ni la promoción de golpes de Estado aún contra gobiernos que no nos gusten. Cuando nos propusimos hacer Facepopular quisimos hacer algo que tuviera calidad. Es decir, dentro de la innovación y de las diferencias queremos que lo que creamos sea superior a Facebook. Suena ambicioso pero es así. EC: En la estructura, buscamos a propósito que sea lo más parecido posible a Facebook. La gente tiene que estar cómoda. Estamos yendo con algo nuevo y tenemos que romper con una costumbre. Nosotros seguimos un proceso que tiene que ver bastante con el de la independencia latinoamericana. Cuando Simón Bolívar y José de San Martín decían que querían hacer la revolución, la hicieron con las armas que eran de la colonia. Bueno, Facebook es un arma colonial. Por eso le agregamos las cosas que realmente queremos. Facebook no tiene botón “No me gusta”, Facepopular sí. Por lo general la mayor actividad que se da en Facebook es en el propio muro.


El muro es la expresión individualista de tu persona. Está muy centrado en el ego como ocurre en el capitalismo. Vos ves que en Facepopular hay menos actividad en el muro. La actividad pasa por otro lado, hay mucha conversación en el chat o en los foros.

opinión. Los programas no son sólo de acá sino que facilitamos el formato y las herramientas para que los graben en otros países de América Latina. Próximamente será incorporada la TV Popular que también va a transmitir las 24 horas con programación propia.

“Hay una mente cipaya. En Estados Unidos, seis pibes sacan una red social en un garage y son unos genios. Acá te pegan y te dicen que los vas a espiar”. ¿Cómo está compuesto el equipo de Facepopular? EC: Somos seis los fundadores y hay un amplio espectro de edad, el más chico tiene 27 y el más grande 72. Es una red creada completamente en la Argentina. Además, se sumó la Radio Popular que transmite online música latinoamericana las 24 horas y en los horarios centrales (entre las 20 y las 22), tiene programas de

¿Qué repercusiones tuvieron en los medios de comunicación? JCRL: Nosotros creamos una identidad y eso se generó a partir de cómo nos definieron los medios del mundo. Rusia, por ejemplo, nos definió como “red antiimperialista”, la CNN dijo: “Peronistas argentinos crearon una red social”. Los cubanos de Miami dicen: “Se creó la

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red bolivariana chavista de comunistas argentinos”. Clarín dijo: “Es la red de Luis D’Elía”, sólo porque Luis tuiteó cuando salió la red. EC: Hay muchos medios locales que nos pegaron. Esto es una red creada en la Argentina, ¿no tendrían que estar orgullosos de eso? No sólo porque salió de la Argentina sino también porque promueve la unidad latinoamericana. ¿Están en contra de la unión latinoamericana? Admitan entonces públicamente que están en contra. Hay una mente cipaya. En Estados Unidos, seis pibes se juntan en un garage, te sacan una red social y son unos genios. Y cuando lo hacés acá te pegan y te dicen “No, ustedes me van a espiar”. Nosotros no tenemos tiempo de espiar y tampoco nos interesa. El otro día hablábamos con el periodista Pedro Brieger y nos decía que toda la información de América Latina nos


llega de las agencias de noticias europeas y norteamericanas. Ellos nos cuentan a los argentinos lo que pasa acá al lado, en Paraguay. Esta red popular busca que la información llegue de primera fuente, que, por ejemplo, el hondureño te cuente lo que pasa en Honduras.

Además de Facepopular, la radio y la TV tienen el “Chasqui”. EC: El chasqui era el mensajero incaico. Era un tipo que iba corriendo de pueblo en pueblo a llevar los mensajes, era el correo de esa época. El Chasqui es nuestra plataforma que funciona igual que Twitter.

Todavía nos falta integrarlo con las otras redes pero ya está online y funcionando.

¿Cómo se proyectan a futuro? JCRL: “La Gaceta” de Mariano Moreno fue un medio de la Revolución de Mayo y se extendió a otros países. La revolución empezó con un medio de comunicación y desde Facepopular intentamos que sea un medio de comunicación el que genere un frente en cada uno de los países de Latinoamérica. Apostamos a un frente que tienda siempre a la integración continental, la ampliación de derechos y el crecimiento de la igualdad. Nosotros queremos que Facepopular sea más cultural. Es una red

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con mucho contenido político. Con los temas culturales me parece que hay una forma de captar más púbico. Los sectores de clase media por lo general son refractarios y víctimas de los grupos concentrados, pero no tenemos que regalárselos a la derecha. Estos tipos suelen tener expresiones del tipo “la yegua”, “el mono Chávez”, el nivel de violencia es muy alto. Creemos que una forma de capturarlos es desde el punto de vista cultural. EC: La última etapa del multimedio es la “Página popular” o web popular que va a ser un periódico online. Es el más complicado de armar, por eso lo dejamos para el final [Risas].


Encuentro por la Revolución Bolivariana

o

Río revuelto

Escribe: Agrupación EL MATE, en el marco del Seminario “Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana” Fotos: Gastón Vera

Aquí no se rinde nadie. Esa frase signó al Encuentro por la Revolución Bolivariana, en el que participaron Rubén Dri, Modesto Guerrero y numerosas agrupaciones. Apostamos a la continuidad y la profundización de la revolución bolivariana. La revolución bolivariana necesita no sólo de la fuerza del pueblo venezolano sino también del apoyo y solidaridad de los pueblos de la región. En el Encuentro por la Revolución Bolivariana se reforzó el compromiso con un proceso que hoy se ve fuertemente atacado. El Encuentro se dio en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y fue convocado por las organizaciones que participan del Seminario “Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana”, que se lleva a cabo desde el 2013 y es coordinado por Ignacio Ivancich, de la Cátedra Libre Paulo Freire, entre otros compañeros. De la charla participaron el filósofo Rubén Dri y Modesto Emilio Guerrero, periodista, escritor y militante político venezolano radicado en Argentina. Además, estuvieron presentes numerosas organizaciones políticas, sociales, sindicales y territoriales. Somos muchos los que, en América Latina en general y en Argentina en particular, apostamos

a la continuidad y profundización de la revolución bolivariana. “Si nosotros podemos hoy hablar de Patria Grande, si podemos pensar en Patria Grande, en gran parte se lo debemos a Venezuela”, observó Rubén Dri, para poner la atención en que no es arbitraria ni fortuita la preocupación por los recientes acontecimientos que se están dando en este país. “Nos encontramos en este momento con una ofensiva del imperialismo, de las clases dominantes de nuestros países. Están produciendo un tipo de desestabilización que quiere terminar con los movimientos que lideran este proyecto y volver al neoliberalismo”. Es inevitable que estos sucesos no nos remitan al golpe de Estado del 2002, en que el presidente Chávez fue sacado a la fuerza del poder durante 47 horas. Aunque el contexto del país sea hoy diferente, así como las metodologías y accionares que los sectores de derecha emprenden desde el 12 de febrero de

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este año, el objetivo último es el mismo: derrumbar un gobierno que hace quince años es elegido en forma democrática y frenar un proceso de innegables avances populares. La reforma efectuada por Chávez sobre las Fuerzas Armadas, imponiéndoles una impronta bolivariana y anti-imperialista, significa que en la actualidad no es posible un golpe militar. Según Modesto Guerrero, “no existen corrientes de derecha” dentro del Ejército. Por eso, hoy la desestabilización se intenta desde la activación en las calles de pequeños focos impulsados por grupos que hasta hace veinte años nunca habían existido en Venezuela: grupos fascistas o fascistoides que, si se quiere, “también podríamos llamar pinochetistas”, explicó Guerrero. En su mayoría son grupos de jóvenes de no más de 25 años. Muchos de ellos formados en universidades que responden a las doctrinas del Departamento de Estado, cuyo referente


principal es Leolpoldo López. Jóvenes que han bebido “mamaderas de odio”, que hacen que a través de la violencia intenten cumplir su meta principal: la de acabar con el gobierno que hoy lidera Nicolás Maduro. Y eso Leopoldo López, en sus declaraciones en los medios, lo ha dejado plasmado con pasmosa claridad. Justamente, grandes agentes del odio son los medios de comunicación masiva que actúan como siempre lo han hecho, sea en 2002 o también en los años sucesivos (modos de actuar que en nuestro país conocemos a diario). Sin embargo, Guerrero también destacó que, a partir de ese año clave, se ha dado en Venezuela un proceso inédito de surgimiento y consolidación de cientos de medios comunitarios, de diferentes sellos y características, a lo largo y a lo ancho del país. Aporrea.org es el caso paradigmático, y a la fecha se ha convertido en el medio más leído en Venezuela, al punto de que los mismos medios opositores se ven obligados a citarlo como fuente. La legitimidad del medio llegó hasta ese nivel debido en gran parte a que apoya al oficialismo y, al mismo tiempo, tiene posiciones críticas. Esto no implica que la posición de los grandes medios dominantes haya disminuido o esté en retroceso, ya que aún conservan su carácter de “dominantes”, pero sí representa un proceso rico que todavía está en desarrollo y necesita seguir fortaleciéndose. Guerrero describió la situación actual de Venezuela como un “río revuelto”. Revuelto porque “se han combinado varias causas, asuntos o factores, que le han permitido a un sector minoritario de la derecha poner en jaque en dos ciudades al gobierno”. Entre esos factores aparecen la inflación, “que es la tercera o cuarta del mundo”, los problemas generados por el desabastecimiento y la violencia. Problemas que el gobierno de Maduro necesita resolver. En este sentido, Guerrero hizo hincapié en que el país no está atravesando una crisis económica, sino un “colapso del sistema comercial”. En términos de PBI, Venezuela está creciendo. Pero lo que sí ha habido, en definitiva, es una “planificación terrorista del comercio” que impuso terror en la población. Además, cierto crecimiento de lo que se ha dado en llamar la boliburguesía (por “burguesía bolivariana”) ha producido un amesetamiento y

desgaste del propio aparato estatal. Y esto es lo peligroso, cuyo análisis es inevitable si lo que se quiere es encontrar una solución efectiva para esta coyuntura problemática, en el camino de una profundización: “Si no comenzamos por lo peligroso, por lo delicado de la realidad, no podemos abordar el conjunto del peligro”, apuntó Guerrero. Abordar lo peligroso es lo que nos permite obtener una mayor comprensión de lo que está sucediendo. Hay elementos en Venezuela que indican que existe una salida del túnel brumoso en que los intentos desestabilizadores pretenden encerrarnos. Un hecho que muchas veces no se resalta es el carácter revolucionario en lo humano y en lo cultural de la Revolución Bolivariana, pero que es fundamental. El proceso abierto en 1998 tocó en lo profundo de la vida de muchos venezolanos, más que nada en los sectores históricamente marginados. Las ideas de anti-imperialismo y de Patria Grande son mucho más que palabras en Venezuela y se han hecho carne en gran parte de la sociedad. El gobierno bolivariano cuenta con un fuerte apoyo de amplios sectores de un pueblo que ha recuperado la dignidad y al que se ha

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comenzado a empoderar. La militancia chavista es numerosa, “disciplinada pero rebelde”, en palabras de Modesto Guerrero, y sabe que defender los avances de la Revolución es la tarea, para proteger sus conquistas y seguir avanzando. Desarrollar esa rebeldía y saber responder a ella es algo que el gobierno no puede dejar de lado si quiere triunfar. Hoy, ya estamos a un año de la muerte del comandante Chávez y Venezuela atraviesa un momento por demás dificultoso. El río está revuelto y los ataques de la derecha se han acrecentado. Reflexionar y debatir sobre lo que actualmente sucede en nuestro país hermano, pero aún más, realizar en función de eso acciones concretas de apoyo y en solidaridad al pueblo venezolano, se vuelve imperante. Al mismo tiempo, ese espejo necesario que es Venezuela nos permite comprender en parte la realidad de nuestro propio país. Necesitamos seguir encontrándonos y manifestando nuestro compromiso con la lucha de Venezuela, que hoy debería transformarse en la lucha de toda Latinoamérica, si realmente queremos por fin la liberación de nuestros pueblos.


JUSTICIA Y DICTADURA

“El rechazo de

hábeas corpus era una práctica común

Escriben: Sandra E. Souto y Julieta Diéguez Höxter Fotos: Veronique Pestoni

¿Cuál fue el rol del Poder Judicial durante la última dictadura cívico-militar? ¿Qué papel jugó en las cadenas de encubrimiento y de obstrucción de la búsqueda de verdad? Sofía Lanzilotta y Lucía Castro Feijóo son dos jóvenes abogadas que en el 2007 comenzaron a buscar respuesta a estos interrogantes. El resultado de su investigación fue recientemente publicado en el libro “Justicia y Dictadura. Operadores del plan cívico-militar en Argentina”, editado por el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Según las autoras del libro, jueces, abogados y operadores jurídicos fueron cómplices de la dictadura y estuvieron involucrados activa o pasivamente en múltiples casos emblemáticos de dicha época. El aporte de Sofía y Lucía reafirma el carácter de “cívico” del terrorismo de Estado y destaca el papel de las familias o feudos judiciales. ¿Cómo surgió el libro “Justicia y Dictadura”? SL: Un profesor de la Facultad de Derecho de la UBA nos invitó a participar en un grupo de trabajo del Centro Cultural de la Cooperación, en el que se investigaba la complicidad civil en general. Era un objeto de estudio muy abarcativo. Al poco tiempo de investigar nos dimos cuenta de que ya habían muchos trabajos sobre los grupos económicos. De hecho, en este mismo centro cultural hay un libro publicado sobre las empresas Ford y Mercedes Benz en Argentina. Obviamente, también hay muchas investigaciones sobre la complicidad de la Iglesia durante la dictadura, incluso la

sentencia a Von Wernich. Así que lo que quedaba sin investigar era la corporación judicial y el conjunto de abogados, tanto los que trabajaban en el Poder Judicial o profesores de la Facultad de Derecho.

¿En qué consistió la complicidad de la corporación judicial con la dictadura? SL: Hubo muchas modalidades. Lo más común, quizás de lo que más se habla, es el rechazo de hábeas corpus. El hábeas corpus es una medida judicial para buscar a una persona que, en principio, no se sabe dónde está, podría estar detenida o fallecida. Durante la dictadura, el hábeas

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corpus se derogó de oficio. Digamos, la norma seguía vigente y se podía presentar un hábeas corpus en los tribunales (al final de la dictadura, sólo podía presentarse en tribunales federales), pero no se le daba trámite real a ese expediente. No se hacían las investigaciones que deben hacerse, como citar testigos o hablar con las personas que conocen a quien se busca o preguntar en las instituciones que la persona frecuenta. Solamente se oficiaba a las fuerzas de seguridad, es decir, se les preguntaba si esa persona estaba detenida o interesaba su detención. Obviamente la respuesta automática y preestablecida era que no, y se rechazaba el hábeas corpus.


LCF: Otros casos característicos fueron de operadores jurídicos que no llegaban a ser jueces ni fiscales. Inclusive ese es el puntapié de la investigación de la causa Brusa. Brusa se convirtió en Juez recién en el 2002, pero durante la dictadura era empleado y después ascendió a Secretario. Participaba activamente en los centros clandestinos de detención: les hacía firmar a los detenidos declaraciones autoincriminantes bajo tortura. Ahí empezamos a ver que no sólo era una cuestión de “me veo obligado por equis motivo a rechazar hábeas corpus”. El conjunto de acciones u omisiones que se llevaban a cabo tenía que ver con un compromiso ideológico, con que pertenecían al régimen. SL: Además, muchos jueces funcionales han estado presentes en los lugares de detención, ya sean legales o clandestinos. Muchas veces significó la omisión de denunciar las condiciones inhumanas de detención y las torturas vividas en esas condiciones. No se denunciaban detenciones ilegítimas. Y fueron jueces los que otorgaron adopciones ilegales de chicos que eran hijos de desaparecidos.

¿Se iniciaba alguna investigación sobre los cuerpos que llegaban a la Morgue Judicial? SL: No. De hecho había un acuerdo de la Cámara Criminal, de no realizar las investigaciones pertinentes para identificar a las personas que aparecían como NN. Se hacía meramente la autopsia, identificando el mecanismo o la causa de la muerte. Pero no se averiguaba, por ejemplo, si la muerte era producto de disparo de armas de fuego ni de dónde había provenido la bala. Tampoco se indagaba los documentos en la ropa de la persona, ni se llamaba a aquellas personas que estaban buscando a familiares desaparecidos. LCF: Generalmente las autopsias se practicaban sin la intervención de un juez. Inclusive el decano de la Morgue, en una serie de cartas con el presidente de la Cámara del Crimen, documentó el aumento de autopsias. Pedía instrucciones: ¿qué hacían con esa cantidad de autopsias que les llegaban?

Entre todas esas omisiones que ustedes describen, por ejemplo el rechazo de los

hábeas corpus, ¿encontraron alguna excepción? SL: Sí, por ejemplo el caso Zaffaroni. En marzo del ‘76, a todos los jueces federales recientemente designados se les exigió su renuncia, pero a él lo reubicaron como Juez de Sentencia. El hábeas corpus de Inés Olleros lo tramitó Zaffaroni como Juez de Sentencia. Fue un expediente voluminoso en el que se citó a 60 testigos y se realizaron un montón de medidas de prueba. Aunque la persona no apareció, en este caso sí se hizo una investigación. Este caso puntual demuestra que era posible otra conducta.

Durante la investigación, ¿qué fuentes consultaron? ¿Tuvieron dificultades para acceder a los expedientes? LCF: Al principio sí. El poco material que había estaba disperso o desordenado. Los expedientes no estaban a disposición; la gran mayoría estaban paralizados o tenían determinadas trabas. Con el correr del tiempo eso empezó a dejar de ser un obstáculo y fue un poco más fácil. Incluso, recién fue el año pasado cuando se encontraron documentos secretos del Ministerio de Seguridad. Es un montón de información que tal vez no está estrechamente vinculada con nuestro trabajo, pero seguramente será objeto de estudio de ahora en adelante. Creo que va a haber mucho material para actualizar de acá a algunos años. SL: Por otro lado, el concepto “cívicomilitar” de la dictadura, que hoy está más difundido, hace unos años era novedoso y estaba en debate. Era raro, aún para los organismos de DD.HH., investigar a las corporaciones civiles que no fueran la Iglesia. Entonces, el acceso a material sobre el Poder Judicial era más difícil, no se ofrecía en las bibliotecas o en los archivos. Por suerte algunos profesionales nos aportaron mucha información, como José Schulman o Carlos Zamorano. SL: Creo que algunos de los casos más dificultosos fueron de Jujuy, donde recién ahora empezaron los primeros procesamientos. Justamente, uno de los jueces cómplices de la dictadura, Olivera Pastor, cajoneó todas las causas de lesa humanidad. El ejemplo más conocido es el del Ingenio Ledesma. En el caso puntual del juez Olivera Pastor, hasta había una Cámara de Apelaciones que avalaba las resoluciones que él dictaba. Hoy en día

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ocurre que muchos de los integrantes del Poder Judicial terminan diciendo: “Yo, a esa persona no la puedo juzgar por una relación de amistad, o por una relación de camaradería, o vínculo personal”. Evidentemente la familia judicial es muy pequeña. En el interior del país, son como feudos. Es una manera de frenar el avance de los casos.

En los últimos años, ¿notaron avances en los expedientes sobre las conductas de la corporación judicial durante la última dictadura? LCF: Sí, nosotras notamos que desde hace dos o tres años la información circula de una manera más fluida, inclusive en términos mediáticos. Hay una decisión política de llevar adelante los juicios. Hay cada vez menos tiempo, y entonces las herramientas que se pusieron a disposición de la persecución de los crímenes son varias, como la creación de las Unidades Fiscales especializadas, o el hecho de que determinados tribunales orales estén dedicados sólo a causas de lesa humanidad. SL: Si bien hay un sólo juez condenado hasta el momento, los procesos contra toda la corporación judicial empezaron hace, más o menos, dos años. A esta altura, ya hay muchas causas que avanzaron y están siendo procesados agentes judiciales. La complicidad civil representa, a la fecha, el 13% del total de causas de lesa humanidad. Dentro de la complicidad civil, el 20% de las causas son del Poder Judicial.

¿Creen que la conspiración judicial que hubo durante la dictadura podría volver a repetirse? LCF: Esperemos que no. Es cierto que hay prácticas que se mantienen en el interior de la administración de Justicia. Nosotras las rechazamos y tenemos esperanza en los procesos de democratización. SL: Creo que es muy positivo el espíritu de democratizar el ingreso a la Justicia y a los ministerios públicos, de generar todos esos mecanismos de transparencia. No me animo a decir si estos procesos van a ser exitosos o no, porque son muy incipientes. Y también es esperanzador avanzar judicialmente contra quienes fueron cómplices de la dictadura.


Micro artículo

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Escribe: Ricardo Capellano Ilustra: Muy Celestial

¿Acaso el público de música goza de eterna juventud? Viendo tomas generales de conciertos en fotos y videos a través de los años, comprobamos, con cierta inquietud, que los únicos que envejecemos somos los músicos. ¿Qué sucede con el público, más allá de cambios en vestuario y peinados? Concentrado y/o festivo, luce, en general, siempre joven (franja 18-35 años), mientras nosotros, concentrados y/o festivos, nos transfiguramos. ¿Qué pasa en esa frontera fantasmal ubicada alrededor de los 35 años? ¿El deseo de escuchar-ver-estar tiene fecha de vencimiento? ¿Las nuevas camadas de oyentes desplazan a las “viejas”? Puede ser que la falta de diversidad del panorama musical genere, después de veinte años de poblar salas, teatros, bares, boliches, resto-concert, micro y macro estadios, un hartazgo final (pero, aún minoritarias, hay músicas creativas a seguir). Puede ser que nuevas responsabilidades socioeconómicas incentiven un ajuste en el rubro “consumos culturales” (pero teatro y, sobre todo, cine no sufren ajustes). Puede ser que la música como factor simbólico de construcción de identidad produzca conflictos ideológicos en la maduración de esa identidad (pero eso de jóvenes rebeldes-adultos conservadores no es una lógica de transformación sino una manera de exponer que, en algunos casos, la rebeldía es una máscara para pertenecer). Puede ser que la música como ritual colectivo tienda a idolatrías y ciertas religiosidades rutinarias y alienantes que, muchas veces, desembocan en un ateísmo sonoro solitario (pero hay músicas imprevisibles que proponen otro ritual alejado de misas y otras ceremonias). Puede ser que la música se vivencie como mero entretenimiento o ambiente sonoro de intercambio humano furtivo, cuyo final es determinado por la aparición de relaciones estables (pero no se trata de público sino de visitantes que deben elevar el volumen de su voz para contactarse). Todo puede ser, pero es muy posible que esa frontera etaria tenga que ver, principalmente, con ese sentimiento tóxico y paralizante llamado nostalgia. Añoranzas, culpas, tiempo perdido, arrepentimientos, abandonos, ausencias y otras insatisfacciones encuentran en la música un vehículo apto para trasladarse al pasado, con selección de momentos incluida. Es decir: la juventud como pasado maquillado con ficciones de libertad, protección y felicidad en estado cinematográfico. La música es un factor subjetivo que también sirve para fragmentar identidad. Otra cosa son esos pequeños tesoros que nos asaltan y nos emocionan, esa confluencia de sentidos que se integra a nuestra realidad, recuerdos y pensamientos que nos relatan que fuimos quienes somos. Ese relato se llama memoria. Nada que ver con ese pasado quieto y descontextualizado de la nostalgia, que no es más que una forma melancólica de empezar a morir.


Ilustra: Pablo Fernรกndez



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