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Meditaciones de fe para tus años dorados

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Doble abandono

Doble abandono

Llegar a la tercera edad, es un regalo maravilloso, aunque es una etapa de muchos cambios, es un tiempo para reflexionar y dar gracias a Dios por su bondad. Te invito a que durante ocho días te conectes con Dios y renueves tu relación con Él.

Día 1: Cuando llega la edad dorada

Para muchos, llegar a la edad dorada (vejez) es sinónimo de enfermedad, soledad y muerte; pero esto no debe ser así. Vejez es longevidad, madurez, experiencia, legado y sabiduría. La tercera edad debe ser motivo de alegría, es una hermosa época para dar gracias a Dios por tantos años vividos. ¿Hace cuánto no agradeces por tu vida? Recuerda que llegar hasta la edad que tienes hoy, es un privilegio, por eso, da gracias.

Salmo 92:12-15.

Día 2: Entrados en años, pero sabios

No hay nada mejor que escuchar los consejos de aquellos ancianos que tienen mil historias para contar. Piensa por un momento cuántos consejos has dado en estos años, cuántas veces has sido esa guía para tus hijos, nietos y hasta bisnietos. En la vejez, la perspectiva de la vida es distinta, la forma de resolver los problemas está justamente en la sabiduría.

Job 12:12

Día 3: Día Tus canas son una corona

¿Sabías que en el Antiguo Testamento las canas están asociadas con una larga vida, que a su vez está asociada con la sabiduría?, esta perspectiva es un honor en lugar de un insulto. A medida que los años pasan y la fuerza de la juventud se desvanece, este buen atributo es reemplazado por la sabiduría que está representada en las canas. Todos envejecemos, pero no todos crecemos en la sabiduría. A todos nos salen canas, pero no todos llevan esa honrosa corona. Pregúntate en este momento: ¿he vivido una vida piadosa? ¿Estoy viviendo el estilo de vida que permitirá que el cabello canoso, sea un símbolo de que he crecido en sabiduría y de que he vivido conforme a lo que Dios dice en su Palabra?

Proverbios 16:31

Día 4: El regalo de los nietos

Solo Dios sabe cuántas veces te has puesto de rodillas para orar por tus nietos, por tus generaciones. Él sabe cuántas veces has clamado por esas situaciones difíciles en las que pareciera que tus nietos nunca van a poder salir (problemas de identidad, drogas, sexo prematuro, falta de Dios, etc.…) Tú sabes que Satanás quiere acabar con los niños y jóvenes, por esto tú querido abuelito o abuelita, no pares de orar. Tus oraciones valen demasiado, Dios está atento a tu clamor y Él lo hará. Bendice a tus nietos, ámalos y no dejes de clamar por ellos.

Prov.17:6a

Día 5: No estás solo

Pasan los años… se casan los hijos y el nido queda vacío. A veces hay compañía, a veces no. Entre más corren las horas, los minutos y los segundos, la soledad se siente en el aire, no hay nadie. Un día llega ese momento, el cónyuge muere, y esa soledad se vuelve más grande. Pero ¿sabes?, en medio de ese vacío está Dios, el que te creó y te ama con amor eterno. Jesús está al lado tuyo, ¡Él está contigo en medio de cualquier circunstancia y situación! No lo dudes. En esta etapa aprovecha para pasar tiempo con Dios y afírmate en la realidad de su presencia. ¡Él jamás te dejará ni te abandonará!

Isaías 46:4

Día 6: No seas gruñón, sé feliz

¿Sabías que la actitud de los ancianos hacia los demás es un reflejo crucial de su fe y madurez espiritual? La importancia de que los ancianos no sean bravos ni “viejitos gruñones” como se escucha comúnmente, se fundamenta en principios bíblicos que promueven la paz, el amor y la unidad. ¿Eres gruñón? ¿Te pones bravo por todo? Ten en cuenta que el enojo y tener todo el tiempo el ceño fruncido, no solo son contrarios al fruto del Espíritu (amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio), sino que también pueden sembrar discordia y desunión. Hoy es tiempo de dejar a un lado el enojo para que Dios hermosee tu rostro con el fruto de su Espíritu.

Día 7: ¿Qué legado estás dejando?

¿Sabías que el legado no se trata solo de dejar bienes materiales? Según la Biblia, se trata de dejar en tus hijos, nietos, familia y amigos, esa sabiduría espiritual, ese ejemplo de fe y amor que vienen de Dios, esas lecciones de vida que tu Padre celestial te ha permitido vivir. ¿Qué legado estás dejando? Recuerda que esa huella que dejas cada día, no solo afecta a la familia directa sino a quienes te rodean.

Tito 2:6-8

Día 8: Más allá del sol

Prepararse para la muerte es un tema de profunda importancia, especialmente para los ancianos que han vivido una larga vida de experiencias y aprendizajes. ¿Estás preparado para ese momento? Alistarse para ese día significa mantener una relación de fe, amor y obediencia a sus mandamientos, asegurando así la salvación eterna que Cristo ofrece a través de su sacrificio en la cruz; también implica que reflexiones sobre el impacto que has tenido en la vida de los demás y en el Reino de Dios; incluye dejar un legado espiritual a las generaciones futuras. Y finalmente, recordar que es una oportunidad donde encontrarás consuelo y esperanza en la hermosa promesa de la vida eterna.

1 Corintios 5:1-3

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